producción yerbatera
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El objeto de estudio es la producción yerbatera en Misiones. La circunstancia de esta
monografía es el trabajo final del Seminario y abarca el período de la declaración del
territorio como parte de las tierras productivas de la Argentina, hasta la actualidad. No
es un trabajo exhaustivo y la instancia de investigación se limita a la bibliografía
facilitada, y algunas notas periodísticas para completar el estado del arte en el tema.
Contexto general
La relación de la provincia de Misiones con la Nación está signada por su inicio luego
de la Guerra de la triple Alianza en la que se produce la ocupación del territorio,
subordinada económica y políticamente hasta la provincialización. Subsidiaria de la
Pampa húmeda. Extracción de riquezas naturales y sobreexplotación de la fuerza de
trabajo, son su derrotero hasta la fecha.
Formalmente, a partir del 53 se integró a la vida cívica del país, con todas las
interrupciones democráticas. Restricción de participación en la vida política. El acceso a
la tierra en general, para los colonos pequeños agricultores fue de parcelas de 25 has., se
produjeron procesos de concentración económica de la burguesía agroindustrial, el
deterioro de los precios para la producción, el monopolio del acopio y un problema: las
organizaciones de los plantadores grandes como la Federación de Cooperativas y la
Asociación Rural Yerbatera que compartían intereses con los sectores patronales y no
así, con los productores pequeños y medianos. Hay monopolio en la fase de
comercialización. El estado no atendía las demandas de los pequeños productores. Estos
se nuclearon en el Movimiento Agrario Misionero, –MAM- y fueron reprimidos por
acciones del Estado, luego se dividirían antes de la dictadura del 76. Desregulación del
estado de la economía: el mercado ponía las reglas.
El estado llevó adelante la obra de infraestructura de alto Paraná, que es capital
transnacional y Yaciretá, el primero fue planificado por el desarrollismo de finales del
50 y el segundo fue un acuerdo de Perón y Stroessner.
En el 83 la política se enfocó en apoyar la organización de productores por sector:
tabacaleros, yerbateros, tealeros y así sus dirigentes muchas veces representaron los
intereses de los empresarios y no los de los agricultores. De simbolizar antes el
progreso pasó a ser el sufrido y pobre colono y el Estado, un interlocutor sordo a sus
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problemas, llevándolos en casos a la imposibilidad de la reproducción social de esas
pequeñas producciones agrícolas.
En 1991 se acentuó el proceso por el decreto de desregulación del gobierno de Menem.
El estado pasó a invertir en infraestructura económica: rutas, puentes, tendido de líneas
de transmisión energética. En lo social: escuelas, hospitales, agua potable, viviendas. Y
la inversión de capitales privados siguió concentrándose en la actividad agroindustrial
con la anuencia de los gobiernos. Con la apertura al capital internacional se desentendía
de: telecomunicaciones, el agua y la foresto-industrial. Con capital nacional privatizó:
banco provincial, ferrocarril, servicio postal, mantenimiento vial y la operación del
aeropuerto. Las desigualdades se volvían estructurales: la clientelización política, los
caudillos y déspotas con distintas formas de control social, uso de recursos estatales y
alianzas tácticas con los gobiernos centrales.
El territorio de Misiones hasta la llegada de Rudecindo Roca no estaba despoblado,
había actividad económica y por apropiación del espacio luego de la guerra que perdió
Paraguay contra Brasil y Argentina, este espacio fue incorporado a la órbita de
hegemonía de esta última y dejada al cuidado administrativo de Corrientes, que velaría
por la integración de la posesión de las tierras nacionales, aunque las vendió en una
apurada sesión de la legislatura a unos veinte latifundistas antes que la Nación las
decretara territorio nacional y las incorporara junto a los territorios del sur -la
“conquista del desierto”-, permitiendo así, la ampliación de tierras cultivables y pasaran
a ser las tierras productivas del país. Con ello le quitaría la jurisdicción sobre las
mismas a Corrientes.
Así la provincia de Misiones estuvo 70 años subordinada económica y políticamente al
país central. Sin autonomía, como otras provincias. Las fronteras, con todo, no eran
claras pero, instalada y organizada la administración nacional comienza en 1890 la
colonización oficialmente. (Una primera inmigración, antes que los polacos y
ucranianos de Apóstoles, fue la que trajo Bertoni consigo a orillas del Yaberibí, tal vez
entre ellos estaban los Quadri. Esta familia inscribió a sus hijos en el registro de la
Catedral de Posadas, registro que hemos visto y del cual tomamos copia el año pasado)
En el norte se desarrolló la actividad económica específicamente con la extracción de
yerba y madera, al sur la ganadería y en el centro la producción agrícola a pequeña
escala. La colonización constituyó a la sociedad misionera en una de matriz multiétnica.
La educación pública y el servicio militar obligatorio fueron los instrumentos del estado
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para hacer-los nacionales. Otro aporte a la argentinización sería el tren que llegó en
1912 y la radio.
En el campo de la producción, la yerba mate fue el cultivo colonizador por excelencia,
porque los obligó a interactuar en el idioma oficial con el mercado y el sistema
impositivo y crediticio. Desde el estado se impulsó la ocupación de las pocas tierras
fiscales que habían escapado a las ventas fraudulentas por parte de Corrientes. Hubo
colonizaciones privadas lo cual significaba que un propietario traía inmigrantes y les
vendía fracciones de su propiedad. La tierra era adjudicada conforme a la ley
Avellaneda (máximo 100 hectáreas) pero, en Misiones históricamente se asignaban
lotes de 25 hectáreas; en los años veinte la condición para acceder a la tierra además, era
producir yerba pero, ni el tamaño ni la calidad de tierra abonarían posibilidades
diferenciadas para la estructura social agraria. Por otra parte la ocupación informal de
parcelas más pequeñas fue una constante.-
Hay tres períodos de acuerdo al Consejo Federal de Inversiones –citado por la autora
Schvorer- y continuamos con su trabajo que nos da bases para comprender la estructura
agraria de Misiones. Un primer momento es el período de 1880 a 1935, comienzo y
final, respectivamente, de la inmigración activa e impulsada. Del 35 al 55 el segundo
período en el que ocurre la provincialización y un tercer período que sirvió a la
consolidación de la pequeña y mediana explotación agraria produciendo a su vez la
mayor diversificación de cultivos y es la etapa en la que se constituye la clase media
rural.
La autora propone un cuarto período para el análisis de los últimos 25 años en los que el
estado ha apoyado la explotación forestal con la consiguiente concentración de tierras
que expulsó a la población rural y depreda la selva paranaense. Los agroindustriales y la
ganadería intensiva en el sur, la subdivisión en ínfimas parcelas de las explotaciones
familiares o la ocupación de tierras de aquellos grandes propietarios a los que vendió
Corrientes. Mayor concentración de la producción, manufactura y comercialización de
los cultivos en manos de molineros y acopiadores que generan dependencia en los
productores.
Descapitalización, empobrecimiento y éxodo a los centros urbanos que, pone en
cuestión la existencia de productores familiares misioneros. Capital local y extranjero en
foresto-industria que generan problemas ambientales y sociales: depredación de flora y
fauna, contaminación de las aguas, monocultivo, agroquímicos en el tabaco y forestal.
Feriantes con productos con mayor o menor elaboración. Colectivos nuevos como
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ecologistas, mujeres campesinas, la parcialidad Mbya Guaraní. Empresas constructoras
provinciales y extraprovinciales. La miseria rural provoca la migración a los cordones
urbanos de las ciudades: villas miseria en los pueblos, clientelismo.
Nos preguntamos; ¿para quién es el desarrollo en Misiones?
La yerba y sus productores
Según los autores “Equipo Misiones”, en el 42% del territorio hay chacras de 1 a 200
has. En otro 12 % hay chacras de 200 a 1000 has y en el otro 44 % hay 161 campos de
más de 1000has. De 2 millones de has. hay 750 mil cultivadas: 425 mil de producción
general y ganadería, 325 grandes latifundios forestados con subsidios y exenciones
impositivas del estado. La mayor migración de personas se da desde la colonia de
Eldorado, Montecarlo e Iguazú. Los grandes forestadores tienen desgravaciones
impositivas a 30 años por la ley forestal de 1999 y el valor de la tierra se incrementó. El
monocultivo produce la concentración sin respetar las normas de preservación de suelo.
En contraposición, el productor familiar posibilitaría más trabajo, diversidad en la
producción y menor degradación. Mayor calidad de vida a las personas.
Estos autores periodizan en antes del 76 con un organismo regulador –CRYM- del
estado (fondo del tabaco, el té, la carne y granos a nivel nacional también, son otros)
que fue intervenido por el gobierno de facto y entre los años 79/81 se desreguló el
mercado. En la provincia y en un gobierno elegido por el voto se organizó el
COPRODECO –hoy IFAI- para el reparto de tierras fiscales. En el 91 se liquidó
finalmente la CRYM, en el 98 se produjeron movilizaciones por el precio de la yerba
que sería atendido recién en el 2002 a consecuencia del “tractorazo” que se plantó ante
la casa de Gobierno. Y la creación del INYM.
De acuerdo al texto de Gortari, se conformó la multisectorial –APAM- y el INYM
como un directorio con capacidades para resolver los problemas del sector, aunque por
unanimidad. Si bien en ese momento lograron mejorar el precio del kg de hoja verde,
hasta la fecha no está lograda la protección que se enunció para el pequeño productor.
De acuerdo a artículos periodísticos para conocer el estado de cosas actual, vemos que
hubo intentos en los últimos meses de modificar la composición –artículo 6 de la ley
25564- del directorio y ampliar su número a quince integrantes, a lo que se opusieron
diputados y senadores de la provincia en un comunicado conjunto, porque “…acarrearía
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problemas de funcionamiento…” coincidieron en la necesidad de buscar “mecanismos
que aseguren el trabajo coordinado del conjunto del sector yerbatero”1
A septiembre de corriente año se publicó en Primera Edición on line2 que se espera
dictamen de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados de la Nación y
refiere a las iniciativas actuales en el ámbito que afectará a la producción y se trata de la
necesidad de que las resoluciones en el Directorio del organismo se tomen con tres
cuartas partes de los miembros del mismo para el precio del producto cada año, en lugar
del criterio de unanimidad que se aplica, entre otras resoluciones sobre proyectos de los
correntinos, que apelan al principio de igualdad de la Constitución por la representación
de Corrientes en el INYM y el otro sobre el envasado en origen-; de ser aprobados en la
Comisión pasará a la de Industria y Comercio en la que también deberán ser aprobados
para ser habilitados al debate en el Parlamento.
Volviendo al texto de Gortari, el 60% del 42 % del territorio laborado es con yerba o
sea, Misiones tiene 200mil has. de minifundios de yerba, de hasta diez has. junto a
agricultura familiar. Es la tercera producción de la provincia. Hay 200 secaderos que
hacen el proceso industrial. 100 molinos y 12 empresas que distribuyen y
comercializan, de las cuales 5 concentran el 50 % de las ventas. A los productores
pequeños, hay que sumar otros actores como los tareferos y sus familias.
Los problemas de los sistemas de producción de acuerdo al autor son: la baja capacidad
de organización de los pequeños y medianos productores lo que dificulta la inserción de
los mismos en las cadenas comerciales, baja rentabilidad en los estratos de pequeños
productores por problemas de escala y escaso desarrollo de tecnologías adaptadas a
sistemas productivos mayoritarios en la región.
Y anticipa que se puede prever que en los próximos años, que el incremento de
población traerá aparejado subdivisión indefinida y atomización de lotes agrícolas,
generando mayor pobreza en áreas rurales y la consecuente expulsión de población
hacia las áreas urbanas. Se puede decir que las políticas del estado que atraviesan la
producción de la provincia están orientadas a los que la concentran junto al
procesamiento, distribución y comercialización de la yerba. La política misionera se
orienta a servir a los que más poseen. Los programas para pequeños productores son
una continuidad del modelo neoliberal y sirven para paliar efímeramente los problemas
1 Tomado del diario digital: www.tierradeperiodistas.com/tools/imprimir.php?op=not&id=8805
2 primeraedicionweb.com.ar/nota/impreso/71362/corrientes-espera-dictamen-la-semana-proxima-por-
la-yerba-mate.html
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de subsistencia de los productores involucrados y otros trabajadores del sector agrario,
ellos no modifican la orientación del modelo de desarrollo rural implementado por el
estado hace 30 años. Se ve un hilo conductor en la política que es transformar a la
provincia en forestal, turística y energética, pensando en afuera y apoyando las grandes
inversiones privadas. Indicadores socio-económicos de los productores declinaron,
creció la madera, los servicios del estado, el comercio y el turismo.
Conclusión e inferencias: Las decisiones del estado no aparecen cómo dadas para
todos por igual, para todos los que votan sus gobiernos y dan sentido a la existencia de
estado democrático, de acuerdo a la idea de estado de la modernidad.
Las trabas a la propiedad de la tierra por lo expuesto arriba, en tantísimos casos sigue
siendo un problema. De vieja raigambre, cómo es el caso de las tierras que Nuñez
obtuvo para hacer Colonias en la zona de Dos de Mayo y El Alcázar –nombres
españoles- en donde se venden hasta la fecha, chacras y terrenos con sólo Boleto de
Compra-Venta porque la propiedad entró en sucesión y los herederos no escrituraron. El
estado provincial también estuvo y está ausente para estas familias.
El desarrollo histórico de la agricultura fue de regulaciones de precio al productor,
formas de pago y cupos de producción y luego desregulación, afectaron a los colonos
porque, el deterioro de los precios no afectó a los privilegiados que monopolizaron
hectáreas de plantación y son además, actores de otros eslabones de la cadena de
producción y, con el poder de decisión al amparo del estado para intervenir en todas las
fases de la producción. Hay monopolio en la industrialización y la comercialización.
Hay una relación de dominio del sector económico concentrado –plantador, molinero-
industrial- y organizaciones del tercer sector –cooperativa, acopiador- ejercidas con la
ayuda de los gobiernos para someter a los más pequeños productores.
Enumerados los varios problemas en la producción yerbatera y resumiendo, se puede
concluir en que las perspectivas no aparecen modificatorias sustanciales de la vida de
los postergados de la cadena porque desde el poder político se deja que la “mano
invisible” dirija la producción pequeña y mediana. Los tareferos, casi tantos como
explotaciones pequeñas hay, son objeto de programas focalizados por parte del estado, y
ambos actores despojados de sus derechos de trabajar, comerciar y decidir libremente
sobre sus pequeñas propiedades. A la manera feudal unos pocos se benefician del
aparato del Estado y la mayoría debe darle tributo. O migrar para cerrar el propósito de
las políticas que implementa esa minoría.
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Anexo
Bibliografía consultada:
Misiones. Estructura social agraria, estado y conflictos sociales. Las
circunstancias de una historiografía regional de Esther Lidia Schvorer.
La agricultura familiar en Misiones: confrontación de modelos de desarrollo
(2005) INDES _Insituto de Desarrollo social y Promoción Humana Misiones-
Equipo Misiones.
Conflictividad social en la economía yerbatera: una interpelación a la
(in)decisión del estado de gestionar un plan estratégico sectorial de desarrollo
sostenible. Javier Gortari UNaM-FHyCs.Ss.
Autor: Susana Bartz
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