problemática del en las - mapa.gob.es · este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí...

25
Problemática del en las Plantaciones de primavera-verano, - zonas cálidas y semiáridas I CLAUDIO LIJALAD Ingeniero Técnico Agrícola. A suelo descubierto se manlflestan plantas sin desarrollar, por falta de a ua, a causa de pt!dida de capacldad de campo or elevada evapotranspiración y desequl1l)brlo hldrlco. Gypsophila. Finca «Las Madres)), Huelva. u no de los principales factores que tendrán un efecto determinante en el desarrollo de todo cultivo para flor cortada, es el «arraigue». El esqueje, la plantilla de semillero, el bulbo, la semilla, han de ser capaces de desarrollar un sistema radicular, sano y potente, que a su vez garantice un continuo y equilibrado balance hídrico y nutritivo. Uno de los principales factores que tendrán un efecto determinante en el desarrollo de todo cultivo para flor cortada, el el «arraigue». El esqueje, la plantita de semillero, el bulbo, la semilla, han de ser capaces de desa- rrollar un sistema radicular, sano y potente, que a su vez garantice un contínuo y equilibrado balance hídri- co y nutritivo, frente a la elevada transpiración propia del verano, co- mo así tambiCn, proporcione un s61i- do sostén físico de la planta al medio de cultivo. El arraigue incompleto, retrasado, la falta de desarrollo de pelos «blan- cos» absorbentes, la «leñosidad» y/o ~suberosidad* (acorchado) de las

Upload: others

Post on 14-Oct-2020

5 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

Problemática del

en las Plantaciones de primavera-verano, -

zonas cálidas y semiáridas

I CLAUDIO LIJALAD Ingeniero Técnico Agrícola.

A suelo descubierto se manlflestan plantas sin desarrollar, por falta de a ua, a causa de pt!dida de capacldad de campo or elevada evapotranspiración y desequl1l)brlo hldrlco. Gypsophila. Finca «Las Madres)), Huelva. u no de los principales

factores que tendrán un efecto determinante en el desarrollo de todo

cultivo para flor cortada, es el «arraigue». El esqueje, la plantilla de semillero, el bulbo, la semilla, han de ser capaces de desarrollar un sistema radicular, sano y potente, que a su vez garantice un continuo y equilibrado balance hídrico y nutritivo.

Uno de los principales factores que tendrán un efecto determinante en el desarrollo de todo cultivo para flor cortada, el el «arraigue». El esqueje, la plantita de semillero, el bulbo, la semilla, han d e ser capaces de desa- rrollar un sistema radicular, sano y potente, que a su vez garantice un contínuo y equilibrado balance hídri- co y nutritivo, frente a la elevada transpiración propia del verano, co- mo así tambiCn, proporcione un s61i- do sostén físico de la planta al medio de cultivo.

El arraigue incompleto, retrasado, la falta de desarrollo de pelos «blan- cos» absorbentes, la «leñosidad» y/o ~suberosidad* (acorchado) de las

Page 2: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

raíces, las plagas y enfermedades del suelo y de las plantas mismas, deter- minarán el raquitismo ulterior del cultivo. A pesar de que gracias a no- tables esfuerzos agrotécnicos, sea, en ocasiones, posible i r recuperando a la planta durante el cultivo, el pro- blema base ya está planteado y sus consecuencias en pérdida de produc- ción y calidad, serán ya irreversi- bles.

En general, podríamos afirmar que la tolerancia/sensibilidad de una planta al arraigue en condiciones del medio o cultivo problemáticas (sali- nidad, compactación, sequía, caren- cia de nutrientes bhsicos, toxicida- des, plagas, etc., va estrechamente ligada a la «juventud» de la planta. Cuanto más joven, más sensible. Pa- rece evidente. Pero, aún así, delante de la evidencia, son pocos los pro- ductores que prestan la total y ade- cuada atención al manejo del cultivo en sus fases de preplantación y pri- mer mes de cultivo.

Y ¿por qué resulta tan determinante la fase del arraigue? El eterno dile- ma entre el huevo y la gallina. Nos preguntamos, qué es lo primero: el desarrollo del aparato radicular o el desarrollo de la masa vegetal. Difícil cuestión. Ciertamente, entre las raí- ces y la vegetación se establece una relación de efeed-back», es decir, una suerte de circuito cerrado de re- alimentación. Así, las raíces absor- ben agua y nutrientes, elaboran enzi- mas y hormonas, principios que son traslocados a la parte aérea de la planta. A su vez, la masa vegetal, las hojas, aprovechan estos principios para su desarrollo, y con el comple- mento de la energía solar y el COZ, fotosintetiza, produciendo, -entre

Obsérvese la uniformidad en el desarrollo de las plantas ba'o mulching de pl8stIc0, limitando as/ la elevada evapotrans iracihn Gypsophila. Finca ((Las Qdresn, nue~va.

Plantación de G psophila. Efectos claros dY e falta de agua. Observese que la planta sin desarrollar coincide con los terminales de las líneas de goteros. En la foto Micha Danzig'er de Danziger Flower Farm, Israel, en visita a la Cooperativa Frutempse, Chipiona' (CBdiz).

otras cosas-, carbohidratos y hormo- nas que son ahora translocados al sistema radicular, como contribución necesaria al desarrollo de nuevos pe- los absorbentes. Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos, que estuviera li- joven, más sensible. mitado, perjudicará inevitablemente Parece evidente, pero al conjunto. aún así, delante de la

evidencia, son pocos Factores limitantes los productores que prestan

La salinidad, presión osmótl'- la total y adecuada atención al manejo del cultivo en sus ea, toxicidades, permeabili- fases de preplantación dad y aereación, pH y dispo-

nibilidad del Fósforo. y primer mes de cultivo. La salinidad se manifiesta, y;il u 1

Page 3: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

Centro de administración y producción en Espafia:

Llanos del Conde,

Tel6fono: (928) 7051 881705300, F a : (928) 705678, Telex: 95 494 llfl e

VENUS " di!ginus

1 van staaveren / aalsmeer - holanda

Page 4: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

sea como consecuencia de efec- tos tóxicos, ya sea por los efec- tos provocados con el aumento de la presión osmótica de la so- lución que rodea las raíces de las plantas. Como que la salini-

dad, va a menudo estrechamente li- gada a la alcalinidad del suelo, tene- mos pues otra manifestación en pH elevados y sus consecuencias en la solubilidad y disponibilidad de nu- trientes (particularmente Fósforo e

Hierro). Por último, si la salinidad fuera consecuencia de altas concen- traciones de Sodio cambiable o bien carbonato sódico libre, los suelos es- tarán sometidos a un alto riesgo de desfloculación, o sea a constituir una estructura compacta y asfixiante.

Las plantaciones de primavera-ve- rano, en las regiones mediterráneas, Sevilla, Cádiz, Huelva y Extremadu- ra, han d e enfrentarse drástica e ine- vitablemente a los problemas inhe-

Arriba a la izq., Plantas en maceta

de Flor de Cera. La turba del sustrato

se ha deshldratado (obsbrvese coloración

marrón claro). Las raíces esthn suberiflcadas.

La mortandad de plantas

fue inmediata al plantarse a pleno sol.

Arrlba, ampliación de la otra foto.

pl=nUZAmeS-. ~ D E U B B U C D N L E W A 80UL%SEB 100%

- - . . . . . , ISOOP Sin fertilizar PLANTAFLOR

TORFSICOSA Duración de 5 a 6 meses. Una completa gama de f6mulas equilibra- Fertilizadas PLANTAFLOR Varias fomulaciones para satisfacer cualquier das para cada necesidad. Especiales para SUBSTRAT 1 Y 2 exigencia. cultivos por fertirrigación. Le ayudarán a conseguir mayor calidad. a aumentar la producción y obtener mayores beneficios.

INDUSTRIAS QUlMlCAS SICOSA, S.A. Trav. Barcelona, I - Tel. (93)- 656 12 11 - Fax. (93) 656 13 95

08620 SANT VICENC DELS HORTS (Barcelona)

hpacios verdes, plantas de interior. parterres. jardineras. hue*os, ~ ~ a c e t a s . . .

Page 5: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

DIC ENE MAR ABR

Figura 1:

a b

8.4

8.5

4.4 3.5

MAY

+j 10 -

8 o>

6'5 6.0 m - 6 o> u u 4 3.8 3.5 m n 2 > .- -

o 1.0 u c DIC ENE FE0 MAR ABR M AY 6

(Ver FigA en pigina 24). FECHA

Dinimica de la conductivdad eléctrica (EC) para aguas de riego, a lo largo de dlciembre a mayo. (Plaut y Meiri. Effect of salinity in irrigation water on yeild and fruit quality of greenhouse-grown tomatoes during the winter. Israel Agresearch, 2: 2, 1988).

rentes de la salinidad. Es 'preci- te la referida a los boratos solubles. samente en estas fechas, cuando En este sentido, señalar que los bora- la concentración salina tanto en tos son directamente tóxicos para ca- el suelo de cultivo, como en las si todos los cultivos (dependiendo aguas de riego (ver fig. 1 y 4), del rango de sensibilidad de cada es- experimenta un notable incre- pecie). A concentraciones de Boro

mento. Al estar sometidos a una fuerte evapotranspiración, los suelos acumulan concentraciones altas de sales en su costra superficial. Este fenómeno se ve potenciado aún más el minimizarse los riegos o incluso su cese total, de cara apodas, arran- que de plantaciones, y últimamente por falta de agua. Tampoco son de despreciar las cantidades de fertili- zantes que se han ido acumulando, particularmente potásicos y fosfóri- c o ~ , los cuales añaden un factor más de salinización.

Comentaremos pues, los efectos de la salinidad sobre el arraigue especí- ficamente. Aunque ciertamente, en muchos aspectos, tengamos que rela- cionar estos efectos con sus conse- cuencias posteriores.

En cuanto a toxicidades específi- cas, conviene comentar especialmen-

en el agua de 1 ppm, ya se observa una disminución en el crecimiento, mientras que a 2 ppm se desaconse- jan totalmente dichas aguas para el riego. Los investigadores atribuyen al Boro un papel de inhibidor sobre determinadas enzimas. Al mismo tiempo, podría tener efectos sobre la síntesis de giberélico. Precisamente, una activación prematura del giberé- lico, podría generar una prematura inducción floral, en momentos que la planta está aún en fase de arraigue y desarrollo vegetativo. Esta circustan- cia resulta especialmente problemá- tica para el aprovechamiento del sis- tema radicular de los carbohidratos necesarios para su desarrollo. En el momento que se inicia la inducción floral, o que se ve estimulado exage- radamente el crecimiento de la masa vegetal, la translocación de carbohi-

dratos a las raíces, se ve seriamente limitada. El desarrollo radicular prácticamente cesa al ser las partes aéreas quienes los atraen para su uti- lización.

La concentración elevada de sales alrededor de las raíces, constituye un factor limitante en cuanto a la c a ~ a - cidad de la planta para absorber agua. Soluciones del suelo retenidas a 15 atmósferas de succión, con una presión osmótica inferior a 2 atm equivalente a 0,4% de sales disuel- tas, no resultan especialmente perju- diciales para ningún cultivo. En cambio, un aumento de la presión osmótica, a dicha succión, hasta 10 atm repercutirá seriamente sobre la mayor parte de los cultivos (Magis- tad y Reitemeyer, Sol1 Sci., 1943, 55, 351). Como parámetros genera- les de interpretación pueden aplicar- se los siguientes: para una solución de suelo saturada (sticky point), (Diagnosis and Improvement of Sali- ne and Alkali Soils, U.S. Reg. Sali- nity Lab., 1954). (Cuadro 2).

Conviene sin embargo puntualizar que:

a) Con conductividades próximas a 1,5 se manifiestan ya efectos perju- diciales en las plantas en fase de arraigue. Dicho en otras unidades, concentraciones de 2.000 ppm de sa- les solubles tienen ya efectos noci- vos sobre la fase de arraigue.

b) Los efectos intrínsecos de la concentración salina, en cuanto a la capacidad de las plantas de absorber agua, no pueden separarse de las condiciones climáticas particulares. Así pues, las plantas se ven más se- riamente afectadas por una concen- tración salina dada bajo condiciones de velocidad de transpiración altas (como en el caso que nos ocupa), que de velocidades lentas bajo régi- men de temperaturas más frías. Aun- que no se disponen de datos referen- tes a especies cultivadas para flor cortada, podríamos, con las debidas reservas, traspolar investigaciones realizadas con el maíz. Las raíces del maíz, adptadas a condiciones se- miáridas, absorben agua de una solu- ción con una presión osmótica de 4,8 atm a un tercio de la velocidad con que la absorben de otra a 0,8 atm (Hayward y Spurr; Bot. Gaz., 1947, 105, 152). Así, nos encontra- mos que si las velocidades de absor- ción de agua y las velocidades de transpiración, no mantienen un régi-

Page 6: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

Figura 2: 20

Cultivos resistentes a la salinidad. - - - Cultivos algo sensibles. -.- Cultivos muy sensibles.

- \ \ \ \ - .N- --- .. - -

N. -----------_ - - . - .-.-.-.-. -.-

I I I I I I I

men equilibrado, los efectos perjudi- ciales se dejarán notar en la deseca- ción de la parte aérea, y en conse- cuencia falta de producción de car- bohidrato~, y parada en el desarrollo - del aparato radicular. 5 16 .

O

La clasificación en cultivos resis- g tentes, semi y sensibles a la salini- g dad ha de relacionarse, pues, con el g 12 .- denominado aflujo de transpira- $ ción», tal como se expresa en la fig. 2. En ella se interpreta que los culti- m vos resistentes, mantienen su condi- .- 8 ción bajo conductividades de hasta 20 mmhos/cm, siempre y cuando el Z aflujo de transpiración>> no exceda los 2 mmldía. A medida que se in- crementa el flujo de transpiración, decrece el valor de la conductividad frente a la cual las plantas resisten- O

tes mantienen su condición de tales: 2 6 8 1 O con un aflujo de transpiración de 10 Flujo de transpiración (mmldía] mrnldía, la conductividad máxima Limites ara irrlgacibn con aguas salinas para cultivos resistentes, semi senslbles, P que aceptarían dichos cultivos ya se- en relac bn con el aflujo de transpiracibnn. rfa de 4 mmhos~cm. ~ ~ l i ~ ~ ~ d ~ Fnnkel H.; Reassessment of water quality criteris for irrigation, in «Soil Salinity under la misma interpretación a los culti- Irilgatlon Processes and Management. Sprinper-Verlag, Berlln.).

vos sensibles, bajo un «flujo de transpiración» comprendido entre 8 en la permeabilidad del suelo. Efec- y 10 mmldía, el límite de «toleran- tos similares se observan respecto a

L a concentración elevada

cia» de estos cultivos sensibles, esta- elevadas proporciones de iones mag- de sales alrededor ría alrededor de 1 mmhoslcm de va- nesio. Los suelos pobres en yeso, de las raíces, constituye lor máximo de conductividad. Mien- manifestarán, entonces, aumentos en un factor limitante en tras que conductividades del orden su impermeabilidad, particularmente de 3 mmhoslcm, serían tolerables ba- en su capa superficial, determinando

cuanto a la capacidad jo un flujo de transpiración de hasta así serios problemas al arraigue. Los de la planta para absorber 2 mmldía. suelos que contienen mucho Sodio agua*

C) Si bien las cantidades totales de cambiable o carbonato sódico libre, sales solubles del suelo, constituyen desflocularán y se harán bastante im- uno de los parámetros de interpreta- permeables al agua si se humedecen ción, se debe prestar especial aten- con agua pura o de lluvia, mien- ción a las concentraciones de Sodio tras que si contienen muchas sa- cambiable en el complejo de cambio. les solubles o el agua de riego Los efectos de concentraciones de es muy salina. pueden permane- Sodio superiores al 12-15% del total cer floculados y permeables. de iones cambiables, se hacen notar De ahí que para la recupera-

Ronda de los Tejares, 27-3-3 - 14008 CORDOBA. Tel. 957 147 18 63 1

INSTALACIONES DE RIEGO

E INVERNADEROS MULTITUNELES

BITUNELES TUNELES

Page 7: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

Esqueje de Gypsophila en Jiff . Obs6mse los pelos blanquecynoi de gran capacidad absorbente. Foto de Danzlger Flower Farm, Israel.

general en la recuperación de suelos 1 con woblemas de salinidad.

, ción de suelos salinos-alcalinos, haya que mantener un contenido de sales bastante alto en el sue- lo durante el proceso de lixivia- ción o lavado del Sodio de cam- bio. (Rusell, Soil Conditions

and Plant Growth). En otro punto del presente artículo se comentarán es- tos y otros mecanismos para la regu- lación de la alcalinidad, y el manejo

Así pues, se ha de tener muy en cuenta. que suelos sódicos, pueden incluso tener conductividades por debajo de 4 mmhos/cm. y sin embar- go rangos de ESP (Especific Sodium Percentage) superiores al 1596, con los mencionados efectos sobre la permeabilidad de las capas superfi- ciales del suelo. (Cuadro 1).

d) La concentración de sales suele estar estrechamente vinculada a la alcalinidad del suelo, y por tanto al pH. Conviene, en este sentido, co- mentar los efectos del pH específica- mente sobre la solubilidad y capaci- dad de absorción del Fósforo por las plantas. Comúnmente, se asigna al Fósforo un papel preponderante en la activación del desarrollo del siste- ma radicular. Esta aseveración, si bien cierta, lo es de manera indirec- ta. La acción del Fósforo es directa- mente sobre el desarrollo de la masa foliar. Gracias a ello, la producción de carbohidratos se ve sensiblemente aumentada, y son estos carbohidra- tos, producidos en las hojas, y trans- locados al sistema radicular quienes

El Invernadero ideal para todo tipo de c&":'

invernadero INVERCA

m en florl-

le a todos los

, r m .I. . 1 j,:., , I -:. j ! , ~ , j , j , ! , :. S , . - ,Y,( j . j - , , , l i - ! - ; l- ;.- , y;:, . ,-: - , ' : - , r < r ,-;: , ., rJ, , ;- ,. .. . ,. , ., - I r : , v .

O c : 1 ~ ~ , ~ , * , . , ~ < : ,,.. 1 , a, 1 , . f . : * , l . ; # . a , ; ; : ,' , v :! . , , - 4 r . . : a , l . % J , - . ; 1,. : , ; a ; ; I r ; , n ,< ;, , ,, j , - , , ...,

r . . . , ; r , 1 r , , j : , r . ... , , ." , m . * . : : c . , . : , - ,: : . . . , . . . . , - . , 4 , 1

Page 8: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

ELEGANCIA, PRESTIGIO.. . CALIDAD Argentera, 29-6Q 1 a

43202 Reus (Tarragona) Te1.977/320315 - Fax: 977131 7456

Tlx: 56876 SBP-E

Hornweg, 132 - Postbus, 341 1430 AH Aalsmeer (Holanda)

Te1.(0)2977 - 24085 - Fax: (0)2977-42358 Tlx: 18720 kooij nl

Page 9: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

Cuadro 1: Clasificación del agua de riego

- Conductividad eléctrica (mmol/l)

Toxicidad iónica específica:

- Sodio, riego aspersión (mmol/l)

- C1, sin mojar hojas (mmol/l)

- CI, riego aspersión (mmol/l)

actúan activando su desarrollo. En el no 52 de la Revista «Hor- ticultura*, (oct-nov., 1989), C. Cunill presenta y comenta un gráfico de disociación del H3P04 a diferentes pH (ver grá-

fica 1). En él, concluye que las for- mas solubles de Fósforo se encuen- tran dentro de un pH=6, mientras que a pH= 7,7 el 80% de P se en- cuentra en forma insoluble, y por lo tanto no disponibles para la planta.

Aspectos prácticos En base a las consideraciones y co-

mentarios anteriores, corresponde ahora el planteamiento de las cues- tiones prácticas, al manejo y las téc- nicas acordes para hacer frente a la problemática del arraigue en prima- vera-verano en zonas cálidas y semi- áridas, y con potenciales problemas de salinidad.

Como principios generales para la regulación de las sales solubles en el suelo cabría enumerar:

a) Utilizar agua con la menor canti- dad posible de sales. (Cuadros l , 2, 3 Y 4).

b) Mantener la capa freática por lo

Gráfica 1: Disociación del HaPOs a diferentes pH

H3P04 H2P04- HP04" PO4'- 1 O0

Cuadro 2:

~ 3.000 ~ ;rior a 4 1 especies

5.000 tolerantes

Concen- tración de sales en ppm

10.000 superior a 15 especie l l Fuente: Diagnosis and Irnprovernent of Saiine and Alkali Soils, U.S. Reg. Salinity Lab. 1954.

Conductivi- dad esp. en mmhos/cm

a 2 5 ' ~

menos a 2 metros de profundidad. c) Arrastrar por lavado hasta la ca-

Efectos

pa freática las sales solubles. d) Garantizar la estabilidad de un

suelo permeable, evitando así el en- charcamiento, asegurando una per- fecta aireación. Para ello se debe te- ner en cuenta que la velocidad de percolación del agua en el terreno ha de mantenerse entre 7,5 y 75 mm/ho- ra.

e) Mantener lo más baja posible la razón Na/Ca.

f) Mantener lo más bajo posible los índices de transpiración y evapora- ción.

g) Regulación de la alcalinidad me- diante el aporte de agentes acidifi- cantes y/o yeso.

h ) Regulación de la acidez, en caso de suelos en zonas humedas, median- te el aporte de carbonato cálcico pa- ra contrarrestar el aumento de la aci- dez a causa de la lixiviación.

i) Considerar la posibilidad de limi- tar el aumento de Sodio cambiable mediante la rotación con cultivos co- mo la alfalfa y ciertas gramineas pratenses, y trebol fresa. j) Considerar la posibilidad de limi-

tar el aumento de Sodio cambiable mediante el empleo de estiércol en- riquecido con azufre, superfosfato de cal y yeso agrícola.

k ) Considerar, que al menos que se tomen ciertas precauciones, la mi- croaspersión normalmente utilizada durante las primeras semanas de arraigue, puede constituir un factor muy importante de salinización. . .

1) Considerar que los fertilizantes

Page 10: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

Cuadro 4: Calidad del agua de riego

L a clasificación en

para el cultivo de cultivos resistentes, ornamentales semi y sensibles a la

se clasifican según el llamado «salt- index» (índice de salinización), el cual relaciona el potencial osmótico que se provoca en el suelo al em- plearse un abono determinado, con el potencial osmótico que se provo- carla empleando Nitrato de Sodio NaNOs. (Rader y otros, The Salt In- dex- A measure of the effect of ferti- lizers on the concentrattion of the soil solution; Soil Sci, 55: 201-218; 1943). Como ejemplos significativos ca-

bría citar el del nitrato de Potasio con un índice de 114 y el nitrato amónico con 104, como especial- mente elevados, y el de los superfos- fatos con índices bastante bajos en- tre 8 y 10.

m) Considerar que los aportes de materia orgánica, en presencia de concentraciones elevadas de cloruros (400-500 ppm), en forma de cloruros cálcicos. o cúpricos o sódicos. care- cen de efectividad, ya que se ralenti- za e incluso anula la nitrificación y la actividad de los microorganismos.

n) En cuanto a las tCcnicas de lava- do por lixiviación (que se comenta-

Cuadro 3: Clasificación de suelos

salinos. California, 1953

Conduc- Tipo tividad en ESP (% de

salinidad ha de relacionarse, pues, con

el denominado aflujo de transpiración» tal como se expresa en el cuadro 2.

Salino

Salino sódico

Sódico

Normal

La microaspersidn La microaspersión se considera

prácticamente indispensable durante las 2 a 4 semanas inmediatamente posteriores a la plantación.

Se le atribuye un factor importante en la elevación de la humedad relati- va, con la consiguiente disminución

de las temperaturas internas del in- vernadero. En tales condiciones, los estomas de las hojas permane- cen abiertos y, entre otras con- secuencias, se verifica un ritmo de transpiración regular.

Si al facilitar la velocidad de transpiración, no facilitáramos a

Sales totales ppm mgrn

O- 175

175-490

490-980

> 980

Excelente

Buena

Regular

Mala mayor a 4

mayor a 4

menor a 4

menor a 4

Riego

Fuente: J. Aguila, X Martínez y otros. Algunas consideraciones sobre el cultivo de plantas en sustratos artificiales dentro de containers.

Conduc- tividad en mmhoslcm

a 2 5 ' ~

0-0,25

0,25-0,70

0,70- 1,40

> 1.40 menor a 15

mayor a 15

mayor a 15

menor a 15

del cultivo.

rán aparte- hay que tener en cuenta los riesgos de lavado de y por lo tanto, estudiar la conveniencia de aportar dosis suplementarias de fertilizantes nitrogenados y cómo re- partir estas aplicaciones a lo largo

Desde la estación de bombeo diseñamos e instalamos rie- go por goteo, aspersión (enrolladores de cañón), siste- mas de fertirrigación, carros de riego para semilleros, humidificación de invernaderos y granjas, cooling system ...

Page 11: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

hay que descubrirse! Porque Mesurol 50 PM proporciona muy buenos resultados contra Frankliniella occidentalis, puestos de manifiesto en todos los ensayos llevados a cabo en las zonas de cultivos intensivos de hortalizas y ornamentales del als s.

- Porque Mesurol 50 PM no solamente tiene acción insecticida y acaricida, sino también molusquicida: caracoles y babosas, y.. . Porque, finalmente, es asimismo repelente de aves y pájaros.

Porque Mesurol 50 PM tiene también un efecto contra ácaros, especialmente eriófidos: Badoc del avellano. Porque Mesurol 50 PM actúa también contra parásitos del suelo: Grillotalpa, ciempi6s, cochinillas de la humedad.

Page 12: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

Cuadro 5: Cuadro 6: Dosis de agua en Efecto del Calcio (en forma de sales de CI o SO4 en

microaspersiones proporción de 10 mmolll) en plantulas de algod6n según diferentes caudales expuestas a soluciones nutrientes conteniendo o no NaCl

y tiempo de aplicación (200 mmolll)

su vez la capacidad de absor- ción de agua por las raíces, es- [aremos provocando un serio desequilibrio en el balance hí- drico de las hojas, y como con- secuencia, se acrecentarían los

riesgos de desecación y dificultades

Tiempo microas- persión

(en minutos)

2

14

evidentes en el proceso de arraigue. Por otra parte, y no menos impor-

tante, la microaspersión apenas hu- medece la zona superficial del suelo, y los elevados índices de evapotrans- piración de la época que tratamos, desecan rápidamente esta costra su-

Caudal en litroslhora

perficial. Por ello, los suelos someti- dos durante estas 2 a 4 semanas al sólo aporte hídrico de la microasper- sión, van perdiendo su capacidad de

35

campo, y en el momento en que se corta la microaspersión para pasar al

50 40

goteo, las plantas con& peligro de

60

2 Litroslm =mm

quedar cercanas a su punto de mar- chitez.

Las aguas utilizadas para la mi- croaspersión suelen contener, duran- te la temporada de primavera-vera- no, concentraciones manifiestamente elevadas de sales (fig. 1). Por tanto, al evaporarse estas aguas de riego en la superficie del suelo de cultivo, de-

0,07

0,49

jan acumularse estas sales en forma

0,lO

0,70

0,08

0,56

verdaderamente alarmante y cierta- mente perjudicial para el proceso de arraigue.

0,13

0,91

Los sistemas y manejo más comu- nes de la microaspersión que em- plean los productores españoles, im- plican caudales comprendidos entre 35-60 litros/hora por microaspersor, con una cobertura d e unos 6 m de ra- dio, o sea unos 16 mL de superficie.

En base a los cálculos del cuadro 5,

l Con NaCl 1 Sin NaCl 1 l

1 64 1 25 1 101 1 101 1 Raíces 1 1 Con CaSOd

394 1 307 1 693 1 Raíces y brotes

Sin adición Con CaC12 de Ca

62 26 97 9 1 Raices

Sin adición de Ca 1 Con Caso4

1 379 1 290 1 745 1 680 1 Raíces y brotes 1

tomemos por ejemplo la práctica ca- racterística de dar 14 minutos de mi- croaspersión, 4 veces al día, con caudal de 40 litros/hora/microasper- sor. De esta forma, se estarían dando dosis diarias de agua equivalentes a 2,24 l/m2 (0,56x4). Sin embargo, no

Sin adición de Ca

toda esta agua llega al suelo. Parte se evapora incluso antes de descen-

Planta

der a nivel de suelo y plantas (el porcentaje dependerá del grosor de la gota). Otra parte muy importante cae sobre las hojas. Por lo tanto, en el mejor de los casos, solamente de un 30 a un 40% llega al suelo, lo que significa no más de 0,8 l/m2.

Si consideramos la evapotranspira- ción diaria en i n ~ e r n a d e ~ o en el-mes de junio en las zonas que nos ocupan puede estar en el orden de 4 li-

2 tros/m , queda pues suficientemente claro y evidente que la diferencia en-

2 tre 4 I/m y 0,8 l/m2, es lo suficien- temente apreciable como para indu- cir a un serio déficit en la capacidad de campo.

Cabe ahora considerar los efectos de toxicidad que pueden inducirse a través de la microaspersión. La cla- sificación de aguas para riego del cuadro 1, advierte de los riesgos de toxicidad específica del Sodio en el riego por aspersión, cuando éste se encuentra en el agua en concentra- ciones superiores a 3 mmolP. Igual- mente, para el caso del Cl, también fija el riesgo a partir de concentra- ciones previamente, actúa con efec- tos tóxicos, en el riego por asper- sión, a concentraciones entre 0,7 y 3 mg/l, siendo estos efectos aún más graves cuando se superan los 3 mg/l.

L a concentración de sales suele estar estrechamente vinculada a la alcalinidad del suelo,

y por tanto al pH. Conviene, en este sentido, comentar los efectos del ph específicamente sobre la soliibilidad y capacidad de absorción del fósforo por las plantas.

Page 13: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

L a microaspersión se considera prácticamente indispensable durante las 2 a 4 semanas

inmediatamente posteriores a la plantación. Se le atribuye un factor im~ortante en la elevación de i a humedad relativa, con la consiguiente disminución de las temperaturas internas del invernadero. En tales condiciones, los estomas de las hojas permanecen abiertos y, entre otras consecuencias, se verifica un ritmo de transpiración regular.

En cuanto a las sales totales di- sueltas, el cuadro 4, alerta en cuanto a la utilización de aguas con concentraciones superiores a 980 mgll.

Otro efecto, ya comentado, re- sulta del riesgo en la utilización de agua pura o de lluvia, cuando los suelos contienen mucho Sodio o car- bonato sódico libre, induciendo en- tonces a la desfloculación, o sea a la impermeabilidad del suelo. De ahí que en estos casos convenga incor- porar al agua de riego (de origen vluvial) vroductos tales como el Pro- , . hisol, aportando así a la solución del suelo ~ a + + y ácidos polihidroxicar- boxílicos, lo cual permite reducir los efectos tóxicos del Na en el comple- jo de cambio, mantener el suelo flo- culado y permeable, y facilitar al fin el lavado de sales.

Por último (dadas las limitaciones de espacio de un artículo como éste), resultaría interesante analizar un fe- nómeno que generalmenle pasa desa- percibido: la erosión. Un factor prin- cipalísimo de erosión, lo tenemos, más que en el agua que se escurre,

en el «impacto de las gotas de llu- via» al golpear contra el suelo (W. Ellison. 1944. Studies of raindrop erosion. Agric. Eng. 25: 13 1-136). Investigaciones al respecto han de- mostrado que unos 50 mm (o bien, 50 l/m2) de agua de lluvia cayendo sobre unos 4.047 m2, ejercen una energía cinética de 6 millones de li- braslpie. Esta energía es suficiente para elevar una capa de suelo de unos 17,5 cm de espesor, en los men- tados 4.047 m2, a una altura de 90 cm aproximadamente. (Nichols y Gray, 1941. Extraído de J. Molina. «Hacia una nueva agricultura», 1981, Buenos Aires). Incluso ya en 1939 afirmaba Dulley que según sus investigaciones «la delgada y com- pacta capa que se forma en la super- ficie del suelo desnudo durante las lluvias intensas tiene un mayor efec- to en la absorción del agua por el suelo que el tipo de suelo mismo, la pendiente, el contenido de humedad o las características del perfil del suelo» (Extraído de: J. Molina. Ha- cia una nueva agricultura. 1981. Buenos Aires).

I -

Española de Des -. .m.. - . . . . -inciero, S.A.

DISTRIBUIDOR EXCLUSIVO PARA ESPANA

1 DE PLANTA MERISTEMATICA PRODUCIDA EN ISRAEL POR EL LABORATORIO RAHAM MERISTEM.

PLANTA DE FLOR CORTADA: gypsophila, zantedeschia,solidaster, anigozanthus, trachelium, flor de cera, limonium.

PLANTA ORNAMENTAL DE INTERIOR: singonium, nephrolepis, helecho de cuero, philodendron, peperomia, croton, alocasia.

MACETA - FLOR INTERIOR: spathiphyllum, anthurium, gentiana, heleconia, begonia, saint paulia.

SLIBTROPICALES: plátano, aguacate, babaco, litchie, mango, jojoba, pifia.

1 EDEFI. Cagasta, 30; Madrid. Te1.(91) 447 74 54. Telefax: (91) 445 41 60. TBlex: 27444

Page 14: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

El papel del Calcio Tal como se viene haciendo en este

I

Obviamente, los efectos de la mi- croaspersión en los invernaderos no son tan drzísticos, ya que las plantas ejercen un papel. de cobertura. N o obstante, este Último concepto es aplicable a plantaciones de alta in-- tensidad por metros cuadrados (p.e.. Clavel, Delphinim, Antirhinum. Ané- monas, y otros), mientras que en cul- tivos de baja intensidad (p.e.: Gysop- hila, Gerbera, Rosas, etc.), la cober- tura que ejercen Cstos no es suficien- te para impedir los efectos erosio- nantes. Este mismo principio se apli- ca al cultivo de bulbosas, especial- mente en los riegos de pregermina- ci6n, donde el suelo se encuentra to- talmente desnudo. 1 artículo, se intentara centrar el enfo- - . .

que en lo que se refiere particular- mente a sus efectos en cuanto al : ~ ~ ~ i ~ E ~ ~ ~ ~ ~ ~ o t r a n s p i r a C i 6 n arraigue.

I al alre llbre y del terreno de arena gruesa

Existe una interacción relevante en- 100%, gracias a la materla organice tre el Calcio y la salinidad. Investi- superficial y a la as erslbn, gaciones recientes hechas con el al- de es plantas fue P pr ctlcamente del 100% y su arralgue godón (Kent y 1985* <<Genni- perfecto. Finca las Madies~. Huelva.

nation and seedling growth of cot- ton: salinnity-calcium interactions. PI. Cell Envir., 8: 155-159), permi- ten extraer importantes conclusiones de aplicación también a cultivos flo- rales.

Los resultados obtenidos y refleja- dos en el cuadro 6, expresan con cla- ridad los notables efectos de la adi- ción de C a s o s . en el abonado de plantas sometidas a soluciones nutri- tivas de alta concentración salina (200 mmol/litro de NaCl). Tales efectos se hicieron notar particular- mente en el desarrollo radicular.

Aunque no se pueda ni deba utilizar como parametro desligado de todo el complejo que define las reacciones de suelos y plantas frente a la salini- dad. se fija el índice SAR en un pun- to ideal situado alrededor de 8. En este sentido, cuanto mayor sea el ín- dice SAR, y cuanto mayor sea la concentración salina del agua de riego mayor sera la cantidad de yeso a aportar. Esquemzítica- mennte, asi lo expresa la fig. 3.

Así, para aproximar el SAR al valor de 8, en aguas con un fn -

Los sustratos TRIOHUM son fabricados por Klasmann-Deilmann, uno de los primeros productores de Europa de sustratos a base de turba para profesionales.

Los productos TRIOHUM incorporan la última tecnología desarrollada. por nuestros departamentos de investigación de cultivos y estdn sometidos a severos controles en laboratorios propios, desde la estructura, pH y calidad de las materias primas, hasta los andlisis de los productos terminados.

Las materias primas de TRIOHUM proceden siempre de las mismas fuentes de extracción, lo que garantiza una calidad constante y un suministro contlnuo, repido y puntual.

VALIMEX. S.L. Palleter, 2 - 46008 VALENCIA Tels. 9613845352-3253707 - Fax: 9613264515 1

Page 15: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

Cuadro 7: Catlones de intercambio en

mequ1100 g de suelo

Fuente: intercambio de cationes en un suelo sódico, mediante el aporte de yeso. (Kelley y Brown, 1934)

Profun- didad encm

dice de 12 y Na EC= 2,5 ' ~iimho/cm, habría que añadir 0.75 kg de yeso/m3. En caso de suelos salino-sódicos (cuadro 3), y tal como ya se comentara. hay que tener mucho ciudado al

proceder al lavado de sales (e inclu- so durante la micraspersión), de ase- gurar el desplazamiento de los catio- nes de Sodio y su reemplazo por ca-

de se muestran los efectos Cuadro 8: positivos de la adición de

Efectos en la velocidad yeso a suelos sódicos, en un de infiltración según tratamiento que se prolongó

tamaño de los agregados durante 11 años. del suelo, ESP, El yeso tiene también una

con y sin aportes de yeso importante incidencia en aumentar significativamen- te la velocidad de infiltra- ción del agua en el suelo, evitándose así los encharca- mientos y condiciones de asfixia, tan problemáticos durante la fase de enraiza- miento.

Na

liones de Calcio. De no tenerse en cuenta este principio. el suelo pasará de salino-sódico a sódico, mucho más problemático aún dado su ten- dencia a desflocular e impermeabili- zarse.

En tal caso, los esfuerzos agrotéc- nicos para recuperar estos suelos son enormes y prolongados. De ello nos puede dar una idea el cuadro 7, don-

Figura 3: Cantidad de yeso 3 añadlr al agua,

según el grado de índice SAR, (Kglm ). Wilcox, 1955.

K

1.500

1 .O00

micromhoslcm 500

8 10 12 14 16 18 20 22 24

SAR

Ca + Mg

Casos particulares El Jiffy y e/ Cocopot

El manejo del Jiffy y el Cocopot, precisa de comen- tarios en particular. De las variedades de flores cultiva- das en nuestras regiones, se utiliza especialmente en la Gysophila (Jiffy 9) y en la Gerbera (Jiffy Pot). El Jif fy y el Cocopot constituyen

medios de enraizamientos excelente para los viveristas, y permite presen- tar un producto final, el esqueje en- raizado, provisto de un aparato radi- cular sano y seguro, muy bien prote- gido de daños mecánicos.

Para el éxito en el arraigue, requie- re el Jiffy y el Cocopot, de cuidados especiales:

a) Antes de plantar, el Cocopot y el Jiffy han de estar húmedos. Estos sistemas de un estadoseco se trans- forman en un vaso de «cerámica», y no absorbe agua de la solución del suelo, desecándose finalmente el es- queje. Por ello, antes de proceder a la plantación, se deben separar aque- llos Jiffy y Cocopot que presenten síntomas de carecer de humedad. y sumergirlos en un cubo con agua, hasta comprobar que no eburbujeam. El agua ha de estar convenientemen- te a temperatura entre 25 y 4 0 ' ~ . de tal manera se facilitará la rehumecta- ción de la turba. Hay que precaverse, asimismo, de no enterrar el J f i y el Cocopot en su totalidad, dejando de 2 a 5mm sin enterrar, para evitar así riesgos de podredumbre de cuello. No obstante, si las temperaturas fue- ran muy elevadas, conviene recubrir la zona sin enterrar con arena grue- sa, acículas de pino, cáscara de arroz, en fin, todo material que pro- teja de la desecación, pero que no re-

ESP pH

Page 16: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

tenga agua. b) También el suelo ha de estar

convenientemente humedecido en su capa superficial de 10 cm, ya que de - - lo'cont;ario, será el suelo quien ab- sorba la humedad del plantel dese- cándolo. Esta humedad hay que man- tenerla hasta observar que las raici- l l a ~ blancas van saliendo del J f i y el Cocopot, y conectando con el sue- lo.

c) La humedad del suelo, anterior y posterior a la plantación resulta de especial importancia en caso de sue- los y/o aguas con problemas de sali- nidad. De no mantenerse un grado óptimo de humedad, las sales tende- rán a acumularse rápidamente en las paredes exteriores del taco de turba y/o del pot, provocando presiones osmóticas elevadísimas e incluso to- xicidades específicas muy dañinas. sobre las finas raicillas blanqueci- nas.

Plantas en maceta Ciertas plantas se sirven en maceta,

o tambiCn en bolsas de plástico. En- tre ellas, la Flor de Cera (Wax Flo- wer), el Eucalyprus cinerea, las Pro- teas y Banksias, la Kochia. Como que el sustrato artificial de dichos contenedores, suele ser básicamente la turba, rigen pues los mismos prin- cipios que para el Jiffy. Además hay que observar que:

- Las raíces no estén excesivamente enrolladas en las paredes exteriores del sustrato. - Desmenuzar suavemente el cepe-

11611 en su base liberando cierto nú- mero de raíces, dejándolas práctica- mente desnudas.

- El aparato radicular ha de presen- tar raicillas bancas, que son las úni- cas con efectiva capacidad absorben- te. En este mismo sentido, no ha de haber síntomas de 1ignificaci.ón en el conjunto del sistema radicular.

El dbficit hldrico durante el pro- ceso de arraigue

El productor agrícola se debate en- tre dos extremos contradictorios: las podredumbres causadas por los exce- sos de agua, y la desecación o mer- mas productivas, motivadas eviden- temente por el defecto en la provi- sión de agua.

En cuanto al estadio de desarrollo que nos ocupa, el arraigue, resulta

Gráfica 2: Calidad del agua según conductividad y SAR.

California, 1953

micromholcm a 25OC.

Baja Intermedia elevada Elevada

claro que las plantas son extremada- mente a tales condiciones cuánto más «jóvenes» son.

Generalmente, el temor a las podre- dumbres es tal, que el produitor se inclina por limitar al máximo el su- ministro de agua, ante la aeviden- cia» subjetiva y propia de su expe- riencia, de que las plantas resisten más las condiciones de sequía que las de encharcamiento. Estas conclu- siones del productor, si bien podrían considerarse básicamente ciertas, no aportan solución alguna al verdadero problema.

En primer lugar, se ha de conside- rar, y muy seriamente, que. tal como lo demuestra el investigador Ohlrog-

L os suelos sometidos durante estas 2 a 4 semanas al s61o aporte hídrico de la rnicroaspersión,

van perdiendo su capacidad de campo, y en el momento en que se corta la microaspersión para pasar al goteo, las plantas corren el peligro de quedar cercanas a su punto de marchitez.

ge, en una publicación de la Pardue University, EE.UU, en porcentaje, la materia prima para producir 11.900 Kg/Ha (aprox.) de materia seca en un cultivo de maíz, proviene en un 96,6% del agua y del aire (COL, 0 2 ) . y sólo en un 3,39% del suelo. J. Molina, (Hacia una nuevo

Agricultura, Buenos Aires), re- lata una «experiencia» llevada a cabo en el siglo XVII por Van Helmont: Van Helmont plantó una estaca de sauce que pesaba

Page 17: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

C U L T I V O S S I N S U E L O

PRECISION GOTA

P REClSlON es una característica

esencial del TD-2 1 0 POT. Goteros especialmente desarrollados

para satisbcer las necesidades del cultivo hidropónico. Su régimen hidráulico permite trabaiar

con muy altas concentraciones de abonos

sin peligro de obturación. El compuesto, o partir del cual se

fabrica, lo hace insensible a los productos químicos utilizados en agricultura.

Para cultivos sin suelo usted tiene Fácil la

elección: el TD-2 1 0 POT le garantiza

precisión gota a gota.

Page 18: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

1 4 0 g en una maceta. Unica- mente la regó durante años con agua destilada o d e lluvia. Pesó también la tierra d e la maceta al plantar. Al cabo d e varios años volvió a pesar e l ya desarrolla-

do arbolillo, y verificó entonces un peso de 78 Kg. El peso original de la tierra era de 9 0 Kg y ahora, al final del experimento, 8 9 , 9 4 4 Kg, o sea que había perdido 56 gr. Difícil era entonces extraer conclusiones cientí- ficas de estos resultados, ya que se desconocía el papel de la energía del sol y del CO;? en la fotosíntesis.

Hoy día, podemos concluir que el proceso d e fotosíntesis y el agua. son capaces de producir este incre- mento en la masa vegetal, siendo sil

papel predominante, frente a las pe- queñísimas cantidades de elemento5 minerales requeridos, y que en la «experiencia» d e Van ~ e l r n o n t po- drían justificar parte de los 56 g de pérdida de peso del sustrato.

El agua pues, resulta fundamental, y no podemos limitarla bajo la excu- sa del riesgo a las podredumbres. «Poca agua, poca podredumbre», simplifica el productor (y algunos

técnicos). Poca agua, poca pudrc- dumbre, y malísima productividad, ha de razonar el productor inquieto (y el tCcnico competente).

Durante el proceso de arraigue no puede haber el más mínimo déficit en la disponibilidad d e agua para las plantas. Sin embargo, bajo determi-

Esqueje de Gypsophila, en Jiffy.

El Jlffy se ha deshldratado y repele el agua.

Efecto en la desecacldn del esqueje.

Page 19: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

L a adición de yeso a suelos sódicos tiene efecto positivo. El yeso tiene también una importante

incidencia en aumentar significativamente la velocidad de infiltración del agua en el suelo, evitándose asl los encharcamientos y condiciones de asfixia, tan problemhticos durante la fase de enraizamiento.

liadas ttcnicas y manejos cultu- rales, se provocan precisamente serias limitaciones.

El concepto de que el consu- mo, y por ende, las n'ecesidades de agua de un esqueje recién

plaiitado, son casi nulas, resulta de- masiado simplista.

Por pequeña que sea la planta, de todas formas precisa del mecanismo de la transpiración para regular la temperatura de las hojas. Y para ello requiere de agua. Siendo su sistema radicular recién primario, absorberá agua superficial, y tenderá, en conse- cuencia, a desecar precisamente di- cha franja superficial del suelo.

Por pequeña que sea la planta. de todas formas precisas completar con- tinuadamente el ciclo de realimenta- ción raíces-parte aérea. Y para ello requiere de agua.

Por pequeña que sea la planta (y en este caso, cuánto más pequeña peor), precisa de un entorno de solución de suelo con presiones osmóticas infe- riores a 2 atm y con concentraciones salinas bajas. El suelo, por tanto, ha de mantener un rango de humedad acorde, puesto que, ciertamente, a medida que el suelo se seca, aumen- ta considerablemente la presión os- mótica. Y para ello, hace falta agua.

Por pequeña que sea la planta, si las temperaturas del suelo, según di- ferentes especies, son superiores 14-

3 5 ' ~ , el desarrollo del aparato radi- cular, particularmente sus pelos ab- sorbentes, se verá frenado casi por completo, y para regular la T~ del suelo, uno de los mecanismos (no el Único), resulta del aporte de agua.

Por pequeña que sea la planta, pre- cisa de la actividad microbiológica en el suelo, que garantice los proce- sos de nitrificación y disponibilidad de fosfatos tambitn aquí se precisa regular y moderar las T~ gracias al aporte de agua, ya que a T~ de 40- 6 0 ' ~ la actividad microbiológica se ve sensiblemente ralentizada.

Por pequeña que sea la planta, ne- cesita absorber y asimilar nutrientes que, como el Fósforo y el Hierro, re- sultan esenciales para la elaboración de carbohidratos suficientes que ga- ranticen a su vez un activo creci- miento del sistema radicular. Y para esta absorción y asimilación, hace falta el agua como vehículo.

La lista puede alargarse aún más. pero en síntesis, y en mi opinión, el concepto de la microaspersión como técnica dirigida a mantener alta la humedad relativa ambiente, y al no considerar las cantidades de agua ne- cesarias para garantizar los procesos antes enumerados, puede estar signi- ficando un serio factor limitante en la velocidad y txito final del arrai- gue.

Debe quedar claro, que no se pre-

Figura 4:

z 50 - E .o

40 al e . - al C

8 30 m rr u al

E 0 20 - 2 UY - $' 10 m u al

5 0 mmho/cm

I DIC ENE FEB MAR ABR

FECHA

Varlaci6n estaciona1 del EC de Tensión de Succión. Cada punto representa el promedio de succYn p a n distancias 10 y 20 cm de los goteros a una profundidad de 20 cm. Dos tensiómetros en cada punto. (Plaut and Melri, 1988. Effect of sallnlty in Irrlgatlon water on yleld and fruit quallty of greenhouse-grown tomatoes during the winter. Publicado en Agresearch Israel 2:2,1988).

KCl ,

Page 20: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

tende, ni mucho menos, invalidar la necesidad de la microaspersión. Muy por el contrario, su empleo es cierta- mente indispensable en las planta- ciones de primavera- verano. Pero han de conocerse sus efectos y lími- tes específicos.

Las plantas adultas, ya arraigadas, padecen ya por falta de agua mucho antes de manifestar los primeros sín- tomas visuales. En plantas jóvenes, en fase de arraigue, en cambio, los primeros síntomas visuales no se de- jan esperar. Las plantas quedan «pa- r a d a s ~ , no hay rebrote lateral, las hojas nuevas son mucho más estre- chas minimizando así la capacidad de fotosintetizar. Todo esto en el mejor de los casos. Lamentablemen- te, en muchísimos casos se verifica la rápida desecación y muerte de la planta.

Resulta difícil, hasta vergonzoso, para un agricultor aceptar que «han matado de sed» a su plantación. Pre- fiere rebuscar en causas más comple- jas y hasta ajenas por completo a su propia responsabilidad: residuos de Bromuro, esquejes enfermos, las va- riedades son malas, etc. No es tsta

una crítica «salvaje». Es más bien un llamado de atención al agricultor y a los tkcnicos, que han venido descui- dando este tan importante y cierta- mente sencilla cuestión: el agua. No es casual que estos problemas sean prácticamente inexistentes en las tra- dicionales plantaciones de hortaliza, y sí, en cambio, constituyen una gra- ve «enfermedad» en la *moderna» y sofisticada floricultura. Por una par- te, el pánico a la Rhizoctonia, y por la otra, el «vicio» de la micraasper- sión mal empleada, han influído ne- gativamente en el floricultor y su manejo del régimen hídrico.

E 1 Jiffy y el Cocopot constituyen medios de enraizamiento excelentes para los viveristas, y permite

presentar un producto final, el esqueje enraizado, provisto de un aparato radicular sano y seguro, muy bien protegido de daños mecánicos.

Otro problema: Las labores previas de prepara- ción del terreno La nivelación: se suele nivelar sen-

cillamente, quitando tierra del lado más alto del terreno, y volcándola sobre la parte más baja del mis- -, mo. Lo que aparentemente se considera de lo más sencillo, re- sulta con consecuencias de lo más complejas y «criminales». Así pues, se quita de la parte

Para mantener el rendimiento d e sus cultivos:

BROMO-GAS 98% Bromuro de metilo + 2% Cloropicrina (13690 N.R.)

TERR-O-GAS 67% Bromuro de metilo + 33% Cloropicrina (13691 N.R.)

Aseguran su tranquilidad y una recuperación rápida d e su inversión.

Page 21: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

Acidos húmicos y fúlvicos 16 O/O

en forma líquida

Primer Productor Europeo de Leonardita

Paseo de la Independencia, 21, 6P centrc .Tfnos. (976) 21 84 00 - (976) 21 61 29 Fox (976) 21 85 51

50001 ZARAGOZA (Espafia) Acidos húmicos y fúlvicos 50 O/o

en forma sólida gmnulada

Page 22: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

más alta, lo que constituye la capa más y mejor conformada para el cultivo, dejando en su lugar un «subsuelo» muerto, química y biológicamente, y de propiedades físicas tan malas

que hacen más que difícil su recupe- ración para los procesos químicos y biológicos útil& e indispensables para la agricultura. Aquella capa de cultivo se vuelca -literalmente- so- bre el sector más bajo. Con ello se destruye su conformación y sus agre- gados. convirtiendo también a esta capa de suelo en problemática para el cultivo. En 5 minutos se destruye mecánicamente lo que la naturaleza hubo tardado miles o millones de años en estructurar y conformar.

No resulte extraño pues, observar las terribles dificultades que mani- fiestan las plantas para arraigar y de- sarrollarse en dichas nivelaciones. Mientras que, para colmo de la de- sesperación, observamos que bien medran las «malas hierbas» en los terrenos naturales vecinos.

¿Cómo proceder entonces en las ni- velaciones? En primer lugar. resulta m8s adecuado, en lugar de elevar el sector más bajo, el rebajar el más al- to. Para ello bastarla con quitar cui- dadosamente la capa superficial, de- positándola -no volcándola- a un costado.

Proceder luego a rebajar «el sub- suelo», y finalmente volver a colocar cuidadosamente otra vez, sin volcar, la capa f6rtil superficial que se qui- tará en la primera maniobra. Si no quedara más remedio que elevar la zoma m8s baja, pues el procedimien- to sería similar. Habría que quitar la capa superficial de la zona más baja. Proceder al relleno con otras tierras, y finalmente volver a colocar en su sitio la capa quitada.

No obstante, aunque, se hubieran realizado todas estas operaciones a conciencia, convendría no correr de- masiado deprisa, y antes de proceder a la implantación del cultivo de flo- res, sembrar una planta ubarbeche- ra» (leguminosas, alfalfa, sorgo, so- ja, trebol fresa, etc.), para enterrar luego superficialmente como abono «verde». (Al mismo tiempo, conven- dría la incorporación de materia or- gánica (estiércol) enriquecida en su previa fermentación aerobia, con su- perfosfato de cal, yeso agrícola, sul- fatos de Hierro y potasio. Según los datos que reflejen posteriores análi-

sis físico, químico y biológicos del suelo, podremos dar por concluída o E

I concepto de que el aún no, esta tarea de recuperación consumo, las del suelo para el cultivo. necesidades de agua de

Obviar estos manejos culturales, un esquejes recién significa jugar con fuego. y los ele- vados costes de reproducción de la plantado, son casi flor cortada no aconsejan hoy día es- nulas, resulta demasiado

simplista.

CUiTl VOS AGROStSTEMAS disena RonnasdecalWmtoen

sus modetos pensando en I

estniciura m en 4 honicullor, sus famas,

.ci¡meMionss y detaita de cubmc. Pw lo queqando usted

acabado les dan gran rx un in~emadem resjstenaia y solidez 8STEMAS quedara Todos los matenates \ , ri~enanunle saür,echo en

elecxiSn. 1

Multitúneles módulos Bitúneles de de 7,50 mts. de ancho. 16 mts. de ancho.

Túneles de 10,50,9,50,8,50 y 6,50 mts. de ancho.

1

Polígono Industrial Bravo; 33429 Colloto-Asturias Teldfono: (985) 79 25 75 - Fax: (985) 79 45 40

Page 23: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

Figura 5: Cantidad de agua para lavado de sales, según diferentes

conductividades. Wilcox, 1955

1 .O00 2.000 3.000

Conductividad agua de riego en micromholcm 25OC

E 1 concepto de la microaspersión como técnica dirigida a mantener alta la humedad relativa

ambiente, está significando un serio factor limitante en la velocidad y éxito final del arraigue.

los juegos. El arado de vertedera: el me-

canismo y los efectos son simi- lares a lo que ocurre con la ni- velación mal hecha. Se voltea la capa arable de excelente confor-

iiiación física, química y biológica, nos queda Csta por debajo -ahora en condiciones anaerobias. sin oxigena- - ción suficiente-, y por encima nos encontramos con la capa de «sub» - subsuelo, muerta o semi. Los efectos son aúm más perjucidiales si el vol- teo de la vertedera incluye materia orgánica, sea animal y/o vegetal. El agua, o más bien, las reservas de agua disponibles para la planta, que- dan atrapadas entonces debajo de la materia orgánica enterrada, nos que-

da la capa arable seca y con pocas, cuando no nulas, posibilidades de re- cuperar este agua, ya que además quedan rotos, destruídos, los conduc- tos capilares por donde se mueven las láminas de agua. Correspondería ampliar aún más los problemas cau- sados por el uso del arado de verte- dera, pero no hay sitio en este artícu- lo. No obstante, conviene remarcar que: no se debe nunca vocar el sue- lo. Que en caso de hacerlo conviene realizar dos pasadas de vertedera, ya que así se vuelve a colocar la capa arable en su sitio original.

Que estos procedimientos compor- tan indefectiblemente la ruptura de los vasos capilares por donde se mueve libremente el agua. Que la materia orgánica no ha de enterrarse nunca, a más de unos pocos centíme- tros bien superficiales.

Lavado de sales por lixiviación Ya se comentó que los principios

generales para la regulación de sales están basados en la utilización de agua con la menor concentración po- sible de sales, el mantenimiento de la capa freática a un mínimo de 2 m de profundidad, y al arratre por lava- do de las sales acumuladas hasta la capa freática.

Para llevar a cabo esta tarea de la- vado, resulta indispensable el garan- tizar un drenaje rápido. De esta for- ma se evitarán los encharcamientos y sus efectos de falta de aireación. La falta de aireación resulta precisa- mente mucho más problemática y perjudicial a temperaturas altas que a temperaturas bajas. Así, la veloci- dad de entrada del agua de riego en el terreno no ha de ser nunca inferior a 2.5 mm/hora, siendo su rango ideal

Y N O D E J Á 1 1 R A S T R O IMPORTADOR OFICIAL PARA ESPANA: 1 COMERCIAL Y TECHICA AORICOLA, S. L.

C A R R E T E R A M O N C A D A . N A Q U E R A , K M . 1 . 7 0 0 A P D O . D E C O R R E O S 3 0 . T E L S . ( 9 6 ) 1 3 8 1 4 8 7 . 1 3 8 1 4 0 0 4 6 1 1 3 . M O N C A D A . V A L E N C I A

Page 24: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

el comprendido entre 7,5 y 75 mmlhora (Rusell. Soil Conditions and Plant Growth. 9th edition. 1961).

Los lavados intensos han de ieali- zarse con bastante anticipación a la implantación del cultivo, y más aún en suelos pesados, ya que el lavado deberá realizarse en varias fases, pa- ra evitar encharcamientos.

Simplificando mucho, los requeri- mientos d e lavado (LR: Leaching re- queriments), puede expresarse, como la relación en porcentaje establecida entre la cantidad de agua que lixivia de la zona radicular y que transpor- tan los excesos de sales, y, la canti- dad d e agua que s e aporta a la zona radicular. Esta relación ha de ser ma- yor, cuanto mayor sea la concentra- ción de sales en las aguas d e riego. De ahí, que se fije a partir de la rela- ción entre la conductividad eléctrica (EC) d e las aguas de riego, y la EC de las aguas lixiviadas d e la zona ra- dicular.

Por ejemplo: suponiendo que la EC de la solución de suelo no deba ser superior a 4.000 micromho/cm; su- poniendo que la EC d e las d e riego sea de 1.800 micromho/cm; enton- ces,

EC aguade riego x 100=

EC permitidc~n la disol

Si la dosis necesaria para llevar al suelo a capacidad de campo fuera de 80 m3/l.000 m2, la dosis que habría que dar corregida sería ahora de:

La gráfica elaborada por Wilcox (fig.5), permite acelerar estos cálcu- los. Así, se verifica que para el mis- mo supuesto anterior, la línea imagi- naria vertical desde la EC del agua de riego a 2.000 micro mholcm, cor- ta a la línea de 4.000, a la altura co- rrespondiente al 45%.

La cuestión o el planteamiento, se complica cuando ya tenemos al culti- vo implantado, ya que, además de la EC del agua hay que añadir el factor salinizante de los fertilizantes. En tal caso, podríamos ejemplificar d e la manera siguiente: EC del agua de riego: 1 mholcm.

Cuadro 9: Tolerancia a la salinidad

para algunas especies conocidas

EC del agua de riego+t'ertilizante: 1,7 mmholcm. EC máxima tolerable por el cultivo en la solución de suelo: 1,4 mmholcm.

LR (necesidadie aguade lavado) =

EC de agua+ fertilizante -

5 x EC tolerable- (ECagua+ ferti1iz)-

O sea,

Si además,

donde: D = cantidad d e agua en una época dada. ET = evapotranspiración potencial.

entonces,

Esto significa que hay que dar has- ta un 50% de dosis de agua de más para garantizar que la conductividad del suelo tolerada por el cultivo en cuestión no supera los 1.4 mmhojcm.

Aunque la conductividad del suelo máxima tolerable por diferentes es- pecies, variara en función del tipo de

P or pequeña que sea la planta, para completar continuadamen te el ciclo

de realimentación raíces-parte aérea requiere del agua.

suelo, y d e las temperaturas, diver- sos investigadores sitúan los paráme- tros del cuadro 9.

Primeras conclusiones Parecería ocioso que, dada la dra-

mática crisis por la que atraviesa el sector de producción de flores en Es- paña, dediquemos tanta atención en este artículo. Sin embargo y aunque implique salir un poco del objeto de este trabajo, considero como impor- tantes causas d e la actual situación:

- La falta d e una regulación profe- sional entre la oferta y la demanda.

- Como contrapartida del punto an- terior, las concentraciones de ofertas masivas, en fechas determinadas, y en mercados únicos.

- La irresponsabilidad frente al mercado nacional.

- Los problemas de calidad y pro- ductividad.

- La falta d e una oferta variada de especies.

Convendría, en otra ocasión, el análisis pormenorizado de los facto- res enunciados. En este artículo. se pretende sólo ir encarando aquellos factores agrotécnicos, y no los co- merciales y de distribución, que im- plican baja productividad, retraso en las floraciones, problemas de cali- dad, y que se relacionan con la fase d e arraigue en particular. La crisis actual del sector no debería impul- sarnos a tratar los cultivos desapren- sivamente. Muy por el contrario, de- bería servirnos para estimular un plantamiento cada vez más profesional tanto en lo producti- vo como en lo comercial.

As í pues, resalta la necesidad de encarar la fase de arraigue con absoluta compenetración y

Page 25: Problemática del en las - mapa.gob.es · Este ciclo, pues, se repite, realimentándose a sí mismo. Cualquiera de los factores, sean aé- u na planta, cuanto más reos o subterráneos,

os lavados intensos han de realizarse T , con bastante antici~ación a la

serio análisis de las cuestiones que le atañen, ya que de esta fa- se depende en gran medida el resultado final en lo que se re- fiere a la productividad y cali-

U dad del producto a ofertar. imp1aiaci6n La producción de flores ha de plan- y más a'' - . en - - . pesados, tearse como una verdadera industria ya que el lavado deberá y servirse de criterios de manejo ver- realizarse en varias fases, daderamente empresariales. Aunque, para evitar encharcamientos. evidentemente, en comparación con

la industria fabril. la producción agricola esta sometida a los efectos de factores climáticos que escapan al control estricto, no puede ser esta la excusa para dejar todo el proceso productivo a «las buenas de Dios».

Este es sin duda el momento para que destaquen los mejores y m8s ca- pacitados, desplazando a los aventu- reros, y haciendose con un mercado de consumo local que bien podria significar en los próximos años un volumen cercano a los 100.000.000.000 (cien mil millones) de pesetas. Esto sin olvidar ni des- preciar la exportación.

En cuanto a Bsta última, hay que prestar atención a que la caída de

precios en la campaña 89-90 ha afec- tado exclusivamente a las produccio- nes españolas, a causa de la mala ca- lidad del clavel.

Que siempre que se trata de expor- taciones masivas, pagan «justos por pecadores», y que por tanto este es un tema a analizar y a encontrar cri- terios que unifiquen la producción española por lo bueno y no por lo malo. Que efectivamente, el princi- pal competidor de España en los mercados de Centro-Europa, Israel. ha hecho una muy buena campaña, en volúmenes y precios, y eso debi- do precisamente a planteamientos mucho más profesionales que los nuestros tanto en la producción co- mo en la comercialización.

En sínteis, que habría que conside- rar la crisis actual como una «crisis de crecimiento», y tomar todas las medidas tanto agrotecnicas como empresariales para afrontar el reto, y apuntalar así un sector que necesa- riamente ha de mantener demanda y generar utilidades a todos los que trabajamos en 61.

AGRICULTOR, ase- gura tus cosechas y con- sigue el máximo rendi- miento empleando mallas agrícolas «Els Molins.». Comprueba los resulta- dos extraordinarios en plantaciones de: aguaca- tes, kiwis, naranjas tem- pranas, uva de mesa, fre- s6n, melón, tomate, pi- mientos y berenjena.

INDUSTRIAS

SOMBREOS: Para plantas ornamentales, es- parragueras y flores. Se lucionamos el problemz del pedrisco y cortavien- tos.

MANTONES: Para la recogida de las aceitunas

> 46860 Partida ALBAIDA el Romera], (Valencia). s/n;

Tfiro.: (%) 239 01 191239 00 84. Fax: (96) 239 O1 19.