primeras manifestaciones fantásticas
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PRIMERAS MANIFESTACIONES DEL RELATO FANTÁSTICO EN LA
LITERATURA COLOMBIANA
DIANA SOCORRO CÁRDENAS CORREA
OSCAR ADRIÁN DUQUE GÓMEZ
DIRECCIÓN
ARVEY ATEHORTÚA ATEHORTÚA
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA
FACULTAD DE EDUCACIÓN
ESCUELA DE ESPAÑOL Y LITERATURA
PEREIRA 2007
2
PRIMERAS MANIFESTACIONES DEL RELATO FANTÁSTICO EN LA
LITERATURA COLOMBIANA
DIANA SOCORRO CÁRDENAS CORREA
OSCAR ADRIÁN DUQUE GÓMEZ
TRABAJO PRESENTADO COMO REQUISITO PARA OBTENER EL
TÍTULO DE LICENCIADO (A) EN ESPAÑOL Y LITERATURA
DIRECCIÓN
ARVEY ATEHORTÚA ATEHORTÚA
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA
FACULTAD DE EDUCACIÓN
ESCUELA DE ESPAÑOL Y LITERATURA
PEREIRA 2007
3
TABLA DE CONTENIDO
Página
INTRODUCCIÓN 5
CAPÍTULO 1: EL RELATO FANTÁSTICO 11
1.1 Definición de lo fantástico 11
1.2 Temas de lo fantástico 16
1.3 Límites de lo fantástico 19
1.3.1 Límites según Louis Vax 19
1.3.2 Límites según Tzvetan Todorov 22
1.4 El imaginario fantástico en los siglos XVI y XVII 27
1.5 Hagiografía y milagros 30
CAPÍTULO 2: PRIMERAS MANIFESTACIONES DEL RELATO
FANTÁSTICO EN LA LITERATURA COLOMBIANA 35
2.1 Crónicas de Indias 35
2.1.1 Martín Fernández de Enciso 37
2.1.2 Gonzalo Jiménez de Quesada 39
2.1.3 Gonzalo Fernández de Oviedo 41
2.2 El Carnero 45
2.3 El Desierto Prodigioso y Prodigio del Desierto 53
CONCLUSIONES 67
4
CAPÍTULO 3: COMPONENTE PEDAGÓGICO 72
3.1 Acercamiento de los jóvenes a las primeras manifestaciones
del relato fantástico en la literatura colombiana 72
3.2 Talleres 77
3.2.1 Taller Nº 1 77
3.2.2 Taller Nº 2 79
3.2.3 Taller Nº 3 80
3.2.4 Taller Nº 4 82
BIBLIOGRAFÍA 84
5
INTRODUCCIÓN
La literatura colombiana se ha nutrido, desde sus inicios, de diversos
componentes literarios. Entre ellos, ha habido un importante elemento, el
fantástico, que ha estado presente en diferentes obras de nuestra historia
literaria. Inclusive, nuestro único premio Nobel de literatura, Gabriel García
Márquez, muestra en sus obras un considerable componente fantástico, que
él mismo le ha atribuido a los autores de las primeras producciones literarias
latinoamericanas. Por ello, podemos afirmar que el género fantástico siempre
ha formado parte de nuestra literatura.
Pese a lo anterior, cuando hablamos de literatura fantástica, siempre se
dirigen las miradas hacia el exterior, y se recurre a los autores que más han
sido estudiados dentro del género, como Jorge Luis Borges y Julio Cortázar
en Latinoamérica, y Franz Kafka y Guy de Mauppassant en Europa, por sólo
citar algunos. Nos hemos fijado más en la literatura fantástica de otros países
que en la nuestra, y la hemos ignorado hasta el punto de hacerla casi
invisible o inexistente.
Es relativamente poco lo que se ha estudiado de la literatura fantástica en
nuestro país. Pero aparece en la época del descubrimiento con Las
Crónicas de Indias (escritas entre finales del siglo XV y principios del siglo
XVI y las cuales, si bien eran escritas por españoles, reflejaban nuestra
singular realidad), y en los siglos posteriores a la conquista (siglos XVI y
XVII) con obras como Conquista y descubrimiento del Nuevo Reino de
Granada de las Indias Occidentales del Mar Océano, y Fundación de la
ciudad de Santafé de Bogotá, primera de este reino donde se fundó la
Real Audiencia y Cancillería, siendo la cabeza se hizo su arzobispado,
más conocida como El Carnero, de Juan Rodríguez-Freyle y El Desierto
6
Prodigioso y Prodigio del Desierto, de Pedro de Solís y Valenzuela (estas
dos últimas obras históricamente pertenecen a la época de la colonia). Es
preciso señalar que estas obras no son en su totalidad obras fantásticas, sino
que contienen apartados que perfectamente caben dentro de lo fantástico, y
por ello hablamos de relatos fantásticos, los cuales están contenidos en las
obras ya nombradas.
Teniendo en cuenta que son pocos los estudios que se han realizado sobre
literatura fantástica en Colombia, y específicamente sobre su origen, es
importante destacar obras como Las Crónicas de Indias, El Carnero y El
desierto prodigioso y prodigio del desierto, las cuales, si bien han sido
analizadas desde diferentes puntos de vista, como desde lo estructural y lo
histórico hasta lo simbólico y cultural1, estas obras no han sido estudiadas
desde el componente fantástico que hay en ellas, y si existen estudios al
respecto, son en realidad, mínimos.
Por lo anterior, consideramos que es necesario llevar a cabo este trabajo,
que se ocupará, concretamente, de evidenciar esas primeras
manifestaciones del relato fantástico en la literatura colombiana. Es
importante también este trabajo porque, a pesar del poco estudio sobre lo
fantástico en la literatura colombiana, como ya se ha dicho, el género 1 Entre los estudios que se han hecho sobre estas obras cabe destacar: con respecto a Las Crónicas de Indias y sus autores, entre ellos están el de Giovanni Meo Zilio sobre Juan de Castellanos, llamado Estudio sobre Juan de Castellanos, Firenze, Valmartina, 1972, o el de Manuel Alvar, Juan de Castellanos, Tradición española y realidad americana, Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1972, entre otros; sobre El Carnero, señalamos los estudios realizados por Alessandro Martinengo, La cultura literaria de Juan Rodríguez Freyle, Thesaurus, XIX, 1964, p. 274-299, y Silvia Benso, La técnica narrativa de Juan Rodríguez Freyle, Thesaurus, XXXII, 1977, p. 97, así como el texto de R.H. Moreno Durán, Arte notable de fundaciones y leyendas, Boletín Cultural y Bibliográfico del Banco de la República, Nº 16, Volumen XXV, 1988; sobre El Desierto Prodigioso y Prodigio del Desierto,
destacamos a Jorge Páramo Pomareda, a Manuel Briceño Jáuregui y a Rubén Pérez Patiño, los encargados de realizar la edición de esta novela para el Instituto Caro y Cuervo y que se constituye en un interesante estudio acerca de la obra de Pedro de Solís y Valenzuela.
7
fantástico ha estado presente en nuestra literatura a lo largo de su historia;
inclusive, nuestro escritor más relevante, Gabriel García Márquez, ha hecho
de él un elemento fundamental en su obra.
Podemos decir pues, que nuestra literatura, desde sus inicios, ha recurrido a
ciertos elementos fantásticos que la han enriquecido y la hacen original. De
ahí la importancia de realizar un trabajo en el que se analicen los
componentes fantásticos de las primeras obras de la literatura nacional.
En un primer capítulo, pretendemos definir el género fantástico; establecer
los límites de la literatura fantástica, tomando como referente teórico a dos
estudiosos que han hecho importantes aportes a la literatura fantástica en el
siglo XX, como lo son los franceses Louis Vax (con su libro Arte y literatura
fantásticas) y Tzvetan Todorov (con su texto Introducción a la literatura
fantástica); asimismo, procuramos acercarnos al imaginario fantástico que
prevalecía en los siglos XVI y XVII (y que a su vez, tenía sus orígenes en
Europa durante la Edad Media); también, pretendemos realizar un
acercamiento a la hagiografía y a los milagros, dos elementos religiosos, muy
comunes en la Edad Media, y como veremos más adelante, se acercan a lo
fantástico de la manera como se abordará en este trabajo. El imaginario
medieval, las obras hagiográficas y los milagros tuvieron gran influencia en
los escritos producidos en las colonias americanas durante los siglos XVI y
XVII.
Una vez definida la literatura fantástica, sus límites y la influencia del
imaginario medieval europeo, en el segundo capítulo entraremos a
considerar los relatos fantásticos a analizar: relatos que se encuentran en
Las Crónicas de Indias, dentro de las cuales nos referiremos a las crónicas
de los españoles Martín Fernández de Enciso con su obra Summa de
8
Geografía, Gonzalo Jiménez de Quesada (cuyos escritos tenidos en cuenta
en este trabajo fueron recopilados por Fernández de Oviedo en su libro
Historia General) y Gonzalo Fernández de Oviedo (con su obra ya
nombrada Historia General), quienes se ubicaron en el contexto de lo que
hoy es Colombia; en la época de la colonia, nos encontramos con la gran
crónica escrita por el bogotano Juan Rodríguez-Freyle, Conquista y
descubrimiento del Nuevo Reino de Granada o El Carnero, y de ésta
tendremos en cuenta los relatos Las mujeres brujas y el lebrillo hechizado
(Capítulo IX) y El cuerpo incorrupto del arzobispo don Bernardino de
Almansa (Capítulo XX); por último, y enmarcada asimismo dentro de la
colonia, tenemos al también bogotano Pedro de Solís y Valenzuela con su
magna obra El desierto prodigioso y prodigio del desierto y los relatos La
resurrección de un condenado (Mansión XIV), Pasaje de las raciones de
carne de San Bruno (Mansión XVI), Apariciones de San Bruno (Mansión
XVIII), Episodio de Don Jacinto y la misteriosa dama de la Corte (Mansión
XXI); de igual manera, tomaremos la novela contenida en El desierto
prodigioso, titulada Aventuras de Arsenio, El Ermitaño, y dentro de la cual
encontramos el relato La Leyenda de Pedro Porter (Mansión VIII y IX).
Los relatos contenidos en estas tres obras, y que constituyen las primeras
manifestaciones de la literatura fantástica en Colombia, serán analizados
desde la perspectiva fantástica, según las teorías que al respecto tienen
Louis Vax y Tzvetan Todorov y según la visión que en aquella época se tenía
de lo fantástico. Trataremos de analizar hasta qué punto los relatos
mencionados se pueden categorizar desde la óptica de Vax y Todorov en lo
que se refiere a lo fantástico y hasta qué punto es válido aplicar estas teorías
a estas obras.
9
En el tercer capítulo, abordaremos el componente pedagógico del trabajo
realizado, en el cual se tratará de acercar a los jóvenes (estudiantes de grado
octavo de básica secundaria, puesto que, según los estándares nacionales
de educación, en este grado es donde se debe estudiar la literatura
colombiana desde sus orígenes) a las primeras manifestaciones del relato
fantástico en la literatura colombiana. El acercamiento que se tratará de
hacer será abordando lo fantástico (definición y límites) y algunos apartes de
las obras nombradas, resaltando en ellas, obviamente, el aspecto fantástico
que contienen, el cual permite que el joven sienta más empatía con la lectura
de estos textos, puesto que estas obras siempre se han considerado difíciles
de leer y comprender, debido a la distancia cronológica y cultural que hay
entre ellas y los jóvenes. Por esto, podemos decir que lo fantástico permitirá
al joven utilizar su imaginación en la recreación de los hechos leídos y esto,
hará más fácil su lectura y por ende, su comprensión.
10
PRIMER CAPÍTULO
EL RELATO FANTÁSTICO
11
PRIMER CAPÍTULO
EL RELATO FANTÁSTICO
1.1 DEFINICIÓN DE LO FANTÁSTICO
Según la Real Academia de la Lengua Española el término fantástico es todo
aquello que es Quimérico, fingido, que no tiene realidad y consiste solo en la
imaginación2. He aquí una idea un tanto vaga de lo que es el término, y es
que, como en realidad veremos, lo fantástico, por lo menos, en literatura va
más allá, es decir, no es solo algo referido a la imaginación, es más complejo
de lo que se cree. Además, existen diversas definiciones para lo fantástico,
estas dependen de cada autor y del ámbito en el cual se utilice, por ejemplo,
se habla del arte fantástico (refiriéndose a la pintura, escultura y cine) y de la
literatura fantástica, en la cual nos centraremos. Dentro de la teoría literaria,
existen teóricos que han tratado el tema de lo fantástico, inclusive, han
formulado teorías acerca de la teoría fantástica. Uno de estos teóricos,
quizás uno de los más importantes autores de teoría fantástica y referente
obligado para estudios de esta clase, es el escritor francés de origen búlgaro,
Tzvetan Todorov, quien en su libro Introducción a la literatura fantástica,
señala la ambigüedad del género fantástico en el campo literario y nos dice
que lo fantástico es la vacilación experimentada por un ser que no conoce
más que las leyes naturales, frente a un acontecimiento aparentemente
sobrenatural3, es decir, lo fantástico se refiere a la sorpresa y al asombro que
le produce a un individuo ciertas manifestaciones que se alejan de los
parámetros de lo normal. En los relatos fantásticos la ambigüedad
permanece hasta el final de un texto, el lector se pregunta si lo que ha leído 2 Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos. Artículo: Fantástico. 3 TODOROV, Tzvetan, Introducción a la literatura fantástica, México D. F.: Ed. Coyoacán, 1998, p. 24.
12
ha sido ¿realidad o sueño? ¿Verdad o ilusión?4 Para explicar el mundo de lo
fantástico, Todorov expresa:
En un mundo que es el nuestro, el que conocemos, sin diablos,
sílfides, ni vampiros se produce un acontecimiento imposible de
explicar por las leyes de ese mismo mundo familiar. El que percibe
el acontecimiento debe optar por una de las dos soluciones
posibles: o bien se trata de una ilusión de los sentidos, de un
producto de la imaginación, y las leyes del mundo siguen siendo lo
que son, o bien el acontecimiento se produjo realmente, es parte
integrante de la realidad, y entonces esta realidad está regida por
leyes que desconocemos. O bien el diablo es una ilusión, un ser
imaginario, o bien existe realmente, como los demás seres, con la
diferencia de que rara vez se lo encuentra5.
Podríamos afirmar que todo acontecimiento paranormal tiene intervención de
lo fantástico, todas las situaciones extrañas que ocurren en nuestro mundo –
el real, el que habitamos-, y que resultan imposibles de explicar desde el
ámbito racional, forman parte del mundo fantástico.
El mismo Todorov hace mención de algunos autores franceses que también
han tratado el tema de lo fantástico. En este punto cita a Castex, quien
afirma que lo fantástico se caracteriza por una intrusión brutal del misterio en
el marco de la vida real6; Roger Caillois dice que Todo lo fantástico es una
ruptura del orden reconocido, una irrupción de lo inadmisible en el seno de la
4 Ibid., p. 23. 5 Ibid., p. 24. 6 CASTEX, citado por: TODOROV, Op. Cit., p. 25.
13
inalterable legalidad cotidiana7. Todorov cita también, a Louis Vax y a su
libro Arte y literatura fantásticas, quien expresa que El relato fantástico nos
presenta por lo general a hombres que, como nosotros, habitan el mundo
real pero que de pronto, se encuentran ante lo inexplicable8. Aunque las
teorías de los autores mencionados difieren en algunos aspectos, todos ellos
presentan con Todorov una misma idea, y es que resaltan el hecho cotidiano
(real), como principio de toda manifestación fantástica. Para estos teóricos,
lo fantástico se produce en un hecho o contexto real.
Continuando con el estudio de Todorov, encontramos que éste nos habla
sobre la vacilación, la cual debe presentarse tanto en el personaje como en
el lector, es decir, el personaje no encuentra una explicación razonable al
acontecimiento y lo mismo le ocurre al lector, la duda los acompaña. Pese a
que siempre están buscando darle una explicación lógica a lo que les está
sucediendo y puedan encontrar muchas respuestas a los enigmas, siempre
quedarán muchas incógnitas sin resolver, por lo que, personaje y lector, se
verán obligados a recurrir a los hechos sobrenaturales. A propósito de esto,
Todorov dice: Lo fantástico implica pues una integración del lector con el
mundo de los personajes: se define por la percepción ambigua que el propio
lector tiene de los acontecimientos relatados9, y más adelante agrega: La
vacilación del lector es pues la primera condición de lo fantástico10.
Ahora bien, para Todorov deben existir tres condiciones para llegar al
terreno de lo fantástico:
7 CAILLOIS, citado por: TODOROV, p. 25. 8 VAX, citado por: TODOROV, p. 25. 9 Ibid., p. 28. 10 Ibid., p. 28.
14
En primer lugar, es necesario que el texto obligue al lector a
considerar el mundo de los personajes como un mundo de
personas reales, y a vacilar entre una explicación natural y una
explicación sobrenatural de los acontecimientos evocados. Luego,
esta vacilación puede ser también sentida por un personaje de tal
modo, el papel del lector está, por así decirlo, confiado a un
personaje y, al mismo tiempo la vacilación está representada, se
convierte en uno de los temas de la obra; en el caso de una lectura
ingenua, el lector real se identifica con el personaje. Finalmente, es
importante que el lector adopte una determinada actitud frente al
texto: deberá rechazar tanto la interpretación alegórica como la
interpretación “poética”11.
Según lo anterior, el lector de un texto fantástico debe estar al nivel del
mismo personaje, y vacilar constantemente entre lo natural y lo sobrenatural.
Esa vacilación llega a ser considerada como uno de los temas de la obra (o
relato), y como ya se expresó, a la vacilación llega tanto el lector como el
personaje. Además, el lector tiene que adoptar una actitud frente al relato
fantástico, entrando así al campo de la interpretación.
Pero lo fantástico no se queda sólo en esto, Todorov nos explica cómo el
lector y el personaje deben decidir si lo que ha sucedido forma parte de la
realidad o no, saliendo de esta manera, del mundo fantástico, sea cual sea la
solución que adopten. Llegamos en este punto, a pisar un terreno un tanto
complejo y es que lo fantástico se puede difuminar en cualquier instante, por
ello es necesario que establezcamos los límites de la literatura fantástica
11 Ibid., p. 30.
15
(con ayuda de Todorov y Vax), tema del cual nos ocuparemos más adelante
en un apartado dedicado exclusivamente a establecer dichos límites.
Tomemos ahora a otro autor, hablamos del francés Louis Vax, quien escribe
un libro titulado Arte y literatura fantásticas. Al definir la literatura
fantástica, Vax comparte con Todorov la misma idea, al expresar que en el
campo de lo fantástico nos encontramos ante una situación inexplicable que
transcurre en un marco real. En términos de Vax: La narración fantástica...
se deleita en presentarnos a hombres como nosotros, situados súbitamente
en presencia de lo inexplicable, pero dentro de nuestro mundo real12.
Para Vax, el ser humano se encuentra en un mundo claro y sólido y en él
todos nos encontramos seguros, pero es en ese instante cuando un
acontecimiento extraño, inexplicable y terrorífico sacude los cimientos de ese
mundo que antes creíamos seguro y que ahora nos amenaza causándonos
un estremecimiento que nos genera un conflicto entre lo real y lo posible. A
propósito de esto, Vax señala lo siguiente: lo fantástico exige la irrupción de
un elemento sobrenatural en un mundo sujeto a la razón13.
12 VAX, Louis, Arte y literatura fantásticas, Buenos Aires: Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1965, p. 6. 13 Ibid., p. 10.
16
1.2 TEMAS DE LO FANTÁSTICO
Podría afirmarse que el género fantástico presenta los mismos temas
durante las diferentes épocas y culturas, hasta tal punto que en ocasiones se
consideran arquetípicos. Para este caso, tendremos en cuenta,
primordialmente, a Louis Vax, ya que consideramos que este es más preciso
que Todorov al definir estos temas y algunas de sus temáticas se ajustan
más a los textos que serán analizados en el presente trabajo.
En primer lugar, encontramos el tema de seres sobrenaturales (semejantes
a monstruos). Entre ellos están el hombre-lobo y el vampiro. El primero se
refiere a la capacidad que puede poseer un ser humano provisto de poderes
sobrenaturales para transformarse en cualquier animal, muchos de ellos
crueles y maléficos, en este punto, menciona a las brujas y brujos que se
metamorfosean a su antojo para llevar a cabo sus maléficas intenciones.
Entre las características de esta clase de personajes, Vax señala: la bestia
fantástica ha sometido a la razón para hacerla servir a sus propósitos
malvados… En el animal fantástico no solo tiene lugar un retorno al estado
de salvajismo, sino una perversión de un estado superior. El bestiario
fantástico se enriquece además con seres imaginados, cercanos al
hombre14.
El vampiro por su parte, se ubica entre un muerto viviente y un hombre-lobo.
Es un ser que nos causa terror y a la vez nos encanta, un ser que nunca
envejece y que ha prolongado su vida más allá de los límites normales… el
14 Ibid., p. 25.
17
hombre siente vagamente que no puede prolongar en forma indefinida su
propia vida si no es hurtando una parte de la vida de los demás15.
Si bien el diablo no aparece explícitamente entre los temas de Vax (Todorov
por su parte, sí lo nombra), vale la pena decir que éste forma parte de estos
seres sobrenaturales; generalmente, es malvado y cruel (como el vampiro y
el hombre-lobo), y hasta podríamos decir que estos dos últimos forman parte
de la legión demoniaca. Como los anteriores, el diablo es una bestia, la
visión cristiana de él así lo confirma: es un hombre con cuernos, cola y
pezuñas.
Otro de los temas referidos por Vax son las perturbaciones de la
personalidad, esto ocurre cuando un personaje cambia total o parcialmente
su personalidad, cometiendo actos que en muchas ocasiones, van en contra
de sus propios principios. Algunas de estas alteraciones son vistas como
posesiones diabólicas y en otros casos, como simple enfermedad mental.
Los juegos de lo visible y lo invisible son temas de lo fantástico, y en estos
se pueden encontrar la capacidad que tienen algunos seres para atravesar
paredes, manifestarse en algún lugar y desaparecer con la misma facilidad
con la que aparecen, obviamente desde una perspectiva sobrenatural.
Según Vax: Lo fantástico se nutre del escándalo de la razón. En nuestro
mundo, los muros no se pueden atravesar e inversamente, el aire inmóvil no
ofrece resistencia a la marcha. Es por esa doble razón que los seres
maléficos atraviesan los muros y que las víctimas de los sortilegios quedan
inmovilizados en medio del campo16.
15 Ibid., p. 25. 16 Ibid., p. 29.
18
Otro tema para tener en cuenta son las alteraciones de la casualidad, el
espacio y el tiempo. Este tópico parte de leyes naturales a las que están
sometidos los seres humanos sujetos a un tiempo, a un espacio y a una
causa lógica de las cosas. Al producirse una alteración en tiempo y espacio,
ocurren efectos inexplicables. Algunas de estas alteraciones son: viajes en el
tiempo (ya sea al pasado o al futuro) o simplemente viajar a otro lugar sin
explicación alguna. El hombre adulto se forma un sistema del mundo, un
tanto primario, aunque relativamente, coherente: los ríos no retornan hacia
sus fuentes, los deseos no se realizan en cuanto son formulados, los
muertos no regresan para atormentar a los vivos, los muros no se pueden
atravesar, no es posible estar en dos lugares a la vez17.
La regresión también es abordada por Vax como un tema fantástico, y en
este se ve la necesidad de los seres de retornar a sus orígenes, a lo
primigenio: el hombre desea volver a las entrañas de la madre naturaleza,
un ser convertido en bestia vuelve a su estado salvaje. A propósito de este
tema Vax nos dice: Podríamos relacionar con estos temas el del “signo
vuelto al estado primitivo”. Una inscripción semiborrosa, una fórmula en
lengua desconocida, unos caracteres misteriosos, nos solicitan y nos
decepcionan en nuestro deseo de conocer. Esta decepción se transforma en
sentimiento del misterio18.
Los temas mencionados anteriormente y estudiados por Louis Vax serán
tenidos en cuenta en el presente trabajo, pues estos (o por lo menos, la
mayoría) están presentes de alguna manera en las primeras
manifestaciones del relato fantástico en la literatura colombiana, como se
tratará de comprobar más adelante.
17 Ibid., p. 30. 18 Ibid., p. 34.
19
1.3 LÍMITES DE LO FANTÁSTICO
El término fantástico es bastante amplio y suele confundirse con otras
acepciones que se le relacionan de algún modo: por ejemplo, tenemos la
ficción, el misterio, lo maravilloso, lo mítico, términos que si bien guardan
alguna similitud con lo fantástico, no alcanzan a pertenecer por completo, al
mundo de la narración fantástica. Debido a esto, es necesario establecer
unos límites de esta clase de literatura para tener claro desde qué
perspectiva de lo fantástico se van a analizar las primeras manifestaciones
del relato fantástico en la literatura colombiana. Nos basaremos,
primordialmente, en dos autores ya citados, el francés Louis Vax y Tzvetan
Todorov, quienes en sus obras (Arte y literatura fantásticas de Vax e
Introducción a la literatura fantástica de Todorov) delimitan el territorio de
lo fantástico, teniendo en cuenta algunos aspectos, que veremos a
continuación.
1.3.1 Límites según Louis Vax
Según Louis Vax, existen una serie de dominios vecinos del género
fantástico. En este punto, el autor francés menciona lo féerico, del cual nos
dice que coloca fuera de la realidad un mundo donde lo imposible y, por lo
tanto, el escándalo no existen19; es decir, dentro de lo féerico lo imposible no
existe, precisamente porque todo es posible, no dando cabida a lo fantástico,
ya que este surge de una intromisión de lo inexplicable en lo real.
19 Ibid., p. 6.
20
Vax también se refiere a las supersticiones populares, originadas hace
muchos siglos y relacionadas con la tradición oral. Para el oyente de esa
época estas historias eran verdaderas y creía en la existencia de seres
malignos, como los vampiros y hombres lobos, pero para el lector
contemporáneo estas historias no pasan de ser un mero divertimento y sabe
que son historias creadas por la imaginación del autor, por lo tanto, no cree
en la existencia de estos seres, que tanto mortificaban a los campesinos de
otros tiempos. El lector no se compromete con lo que lee, aspecto necesario
e importante dentro de los relatos fantásticos, es decir, en estos últimos es
fundamental que el lector no tome distancia de la historia y se compenetre
con ella.
La poesía es señalada por Vax como otra vecina de lo fantástico. Al respecto
Vax afirma: lo fantástico está ligado con el escándalo; es preciso que
creamos en lo increíble. Pero la poesía no consiste, de ningún modo, en un
conflicto entre lo real y lo posible, sino en una transfiguración de lo real20.
Con lo anterior Vax nos dice que la poesía utiliza las figuras retóricas para
expresar una realidad de forma estética y significativa, de ahí que nos hable
de la transfiguración de ésta, aspecto que no se acerca a lo fantástico.
La alegoría21 y la fábula son categorías cercanas a lo fantástico. En la
alegoría, lo imaginario y lo real están perfectamente delimitados, el primero
no amenaza el segundo. Según Vax:
20 Ibid., p. 9. 21 Cabe anotar que la alegoría también es tratada por Todorov y éste, al igual que Vax, no la considera como perteneciente al género fantástico, sino más bien, como una expresión lingüística de apoyo en la narración. Más adelante, cuando abordemos nuevamente a Todorov, volveremos a referirnos a este tema.
21
La alegoría es la fábula reducida a su más simple expresión, la
expresividad que degenera en significación. La Justicia, la
Libertad, la Ciencia adornan los frentes de los monumentos
públicos; pero no esperamos verlas desprenderlas de los muros y
andar por la calle. Las imágenes fantásticas, por el contrario, nos
inquietan y nos amenazan burlonamente22.
Para ilustrar este aspecto, Vax hace una comparación entre dos tipos de
textos para demostrarnos las diferencias entre lo alegórico y lo fantástico. Al
respecto, escribe:
Nunca pretendió La Fontaine hacernos creer que los animales
hablasen. El lenguaje de los animales es una convención literaria,
y aun cuando toma de ellos su “expresividad”, cuando muestra la
“jactancia” del gallo y la “dulzura hipócrita” del gato,
permanecemos a distancia… Los dominios de lo real y lo
imaginado se distinguen aquí perfectamente. Experimentamos la
zozobra que produce lo fantástico cuando leemos La Isla del
Doctor Moreau de Wells. La bestia, tratada por un cirujano, se
convierte en un ser semihumano, semianimal; se borra la frontera
entre lo real y lo imaginado, se confunden sus dominios. Lo
imaginario invade lo real y comienza a amenazarnos23.
Teniendo en cuenta los ejemplos que nos da Vax, resulta muy claro
identificar las diferencias entre lo alegórico y lo fantástico, en el primero se
entiende perfectamente que nos encontramos bajo un mundo imaginado que
tiene sus propias reglas y es válido que los animales tengan esta clase de
22 VAX, Op. Cit., p. 18. 23 Ibid., p. 17.
22
comportamientos, la realidad no choca con lo imaginado; mientras que en el
segundo vemos perfectamente el conflicto que produce el encuentro entre lo
real y lo imaginario.
Como hemos visto, para Louis Vax las fronteras de lo fantástico se
relacionan directamente con este género, por lo que en algunas ocasiones
resulta un poco difícil diferenciarlas, pero a pesar de ello podemos concluir
junto con Vax que los relatos fantásticos se refieren a la confrontación de
hombres cotidianos con lo inexplicable, y como escenario de esta
confrontación encontramos el mundo real.
1.3.2 Límites según Tzvetan Todorov
Tzvetan Todorov comparte con Louis Vax la idea de que el terreno de lo
fantástico puede llegar a confundirse con otros géneros. Pero Todorov se
ocupa de establecer estos límites a partir de dos géneros que le son
próximos a lo fantástico: el género maravilloso y el género extraño. Lo
extraño se refiere a lo sobrenatural explicado y lo maravilloso a lo
sobrenatural aceptado, es decir, en el primero el acontecimiento sobrenatural
logra ser plenamente explicado, y en el segundo este mismo acontecimiento
si bien, no es explicado, se acepta como tal. Partiendo de lo maravilloso y lo
extraño Todorov se refiere a una serie de subgéneros que se ubican cerca
de lo fantástico puro (eje central a tener en cuenta en el presente trabajo).
Todorov empieza hablándonos de lo fantástico-extraño, donde los
acontecimientos que parecen sobrenaturales, al final del relato resultan ser
explicados racionalmente. En palabras de Todorov: El carácter insólito de
esos acontecimientos es lo que permitió que durante largo tiempo el
23
personaje y el lector creyesen en la intervención de lo sobrenatural. La crítica
describió… esta variedad con el nombre de “sobrenatural explicado”24. Más
adelante, refiriéndose al hecho de que tanto lo extraño como lo fantástico
describen ciertas reacciones, particularmente, la del miedo, hay una
diferencia fundamental entre ambos y es que lo extraño se relaciona
únicamente con los sentimientos de las personas y no con un acontecimiento
material que desafía la razón25, esto último tiene que ver con lo fantástico.
Todorov se refiere también a lo fantástico-maravilloso, dentro del cual se
ubican los relatos que si bien, se presentan como fantásticos, terminan
aceptando lo sobrenatural. Todorov dice: estos relatos son los que más se
acercan a lo fantástico puro, pues este, por el hecho mismo de quedar
inexplicado, no racionalizado, nos sugiere, en efecto, la existencia de lo
sobrenatural. El límite entre ambos será, pues, incierto, sin embargo, la
presencia o ausencia de ciertos detalles permitirá siempre tomar una
decisión26.
Lo maravilloso puro es otra categoría de la que habla Todorov: En el caso de
lo maravilloso, los elementos sobrenaturales no provocan ninguna reacción
particular ni en los personajes, ni en el lector implícito. La característica de lo
maravilloso no es una actitud, hacia los acontecimientos relatados sino la
naturaleza misma de esos acontecimientos27. Con estas palabras Todorov
nos dice que en lo maravilloso no se da una reacción específica ante lo
inexplicable, simplemente se acepta y ya, no hay un cuestionamiento al
respecto, característica que prima en lo fantástico.
24 TODOROV, Op. Cit., p. 39-40. 25 Ibid., p. 41. 26 Ibid., p. 45. 27 Ibid., p. 46.
24
Otros dos géneros que se encuentran cercanos a lo fantástico son la poesía
y la alegoría (anteriormente vimos que Vax también tiene en cuenta estos
dos géneros y así como Todorov, los ubica próximos al género fantástico).
Incluso, Todorov comparte con Vax la idea de que tanto lo alegórico como lo
poético están al nivel del lenguaje (el discurso) y no alteran una realidad,
situación indispensable de lo fantástico. La poesía hace bello lo cotidiano a
través de las palabras, pero no modifica esa realidad con un hecho
inexplicable. Para Todorov la poesía se opone a lo fantástico:
Vemos ahora por qué la lectura poética constituye un obstáculo
para lo fantástico. Si, al leer un texto, se rechaza toda
representación y se considera cada frase como una combinación
semántica, lo fantástico no podrá aparecer: exigir, como se
recordará una reacción frente a los acontecimientos tal como se
producen en el mundo evocado… Generalmente, el discurso
poético se distingue por numerosas propiedades secundarias, y
por lo tanto, sabemos desde el primer momento, que en tal o cual
texto determinado no habrá que buscar lo fantástico: las rimas, el
metro regular, el discurso emotivo nos apartan de ello28.
En cuanto a la alegoría, Tzvetan Todorov al igual que Vax, dice que forma
parte de la fábula, ya que ambas recurren a dos significados, uno explícito y
otro implícito. En ambos casos, el sentido literal tiende a desaparecer y ser
reemplazado por el significado implícito. Comparando esto con lo fantástico,
encontramos que en este no se ejemplifica ni se representa porque lo
fantástico se ubica en una realidad, así sea literaria. Lo fantástico no
28 Ibid., p. 53.
25
necesita del carácter implícito que requiere la alegoría para justificarse,
puesto que en él todo es explícito, así de cabida a varias interpretaciones.
A partir de los límites establecidos por Todorov y Vax, podemos responder a
una pregunta que es indispensable plantearla para la realización de este
trabajo: ¿cuándo un texto corresponde al género fantástico y cuándo no?
Según lo visto, podríamos decir que un texto o relato es fantástico cuando
una situación inexplicable invade un mundo real, generando una
incertidumbre que resulta imposible de explicar desde la razón, y que
compromete tanto al lector como a los personajes de dichos relatos.
Teniendo en cuenta la anterior definición y los límites ya mencionados (según
Vax y Todorov), entraremos a analizar hasta qué punto los relatos que se
estudiarán se pueden categorizar desde la óptica de Vax y Todorov en lo que
se refiere a lo fantástico. Los relatos que se estudiarán serán: algunas
Crónicas de Indias, de autores que se ubicaron en el contexto colombiano,
como Martín Fernández de Enciso, Gonzalo Jiménez de Quesada y Gonzalo
Fernández de Oviedo; de Conquista y descubrimiento del Nuevo Reino
de Granada, más conocido como El Carnero, de Juan Rodríguez-Freyle,
están los siguientes relatos: Las mujeres brujas y el lebrillo hechizado
(Capítulo IX), El cuerpo incorrupto del arzobispo don Bernardino de Almansa
(Capítulo XX); de El desierto prodigioso y prodigio del desierto, de Pedro
de Solís y Valenzuela, los relatos a estudiar son: La resurrección de un
condenado (Mansión XIV), Pasaje de las raciones de carne de San Bruno
(Mansión XVI), Apariciones de San Bruno (Mansión XVIII), Episodio de Don
Jacinto y la misteriosa dama de la Corte (Mansión XXI), La Leyenda de
Pedro Porter (Mansión VIII y IX), ésta última pertenece a la novela contenida
26
dentro de El desierto prodigioso, llamada Aventuras de Arsenio, El
Ermitaño29.
Es importante aclarar que los relatos a analizar forman parte de las obras
que constituyen la génesis de la literatura colombiana, y en ellas ya hay
rastros de lo fantástico. La aproximación a estos relatos se pretende hacer
desde la teoría de lo fantástico de Todorov y Vax, observando hasta qué
punto es válido aplicar estas teorías a estas obras, además se tendrá en
cuenta también, la visión que en aquella época se tenía de lo fantástico,
retomando para este caso, el imaginario medieval europeo, así como la
hagiografía y los milagros, que tanta preponderancia tuvieron en estos
tiempos.
29 Héctor H. Orjuela señala que las Aventuras de Arsenio, el ermitaño es una novela contenida dentro del libro El desierto prodigioso y prodigio del desierto de Pedro de Solís y Valenzuela. Según Orjuela, Aventuras de Arsenio, el ermitaño es un texto que se encuentra dentro de El desierto prodigioso y lo considera como una novela intercalada porque narra las aventuras de un personaje llamado Arsenio, cuya historia es un tanto independiente de la historia central de El desierto prodigioso, característica muy recurrente en las obras del Barroco.
27
1.4 EL IMAGINARIO FANTÁSTICO EN LOS SIGLOS XVI Y XVII
El imaginario fantástico que hasta el momento hemos abordado, como ya
hemos visto, ha sido estudiado desde una perspectiva más contemporánea
y, por ende, maneja una aproximación al texto llamado fantástico que difiere
en muchos aspectos a la que se tenía en los siglos XVI y XVII. Por ello, es
pertinente aproximarnos a la visión de mundo que tenían tanto los escritores
como los lectores de aquella época. Y es que en cuatro siglos no sólo ha
cambiado el mundo (en lo cultural, social, territorial y político) sino también, la
forma de concebirlo; la conciencia que el individuo contemporáneo tiene del
mundo no es la misma que tenía el individuo de hace tres o cuatro siglos. La
aproximación que las personas de esa época hacían a los textos literarios
también difería notoriamente de la forma como se abordan ahora estos
mismos textos. Por esta razón es que se hace pertinente acercarnos al
imaginario fantástico del hombre del siglo XVI y XVII.
Cuando los cronistas de Indias llegaron a América se encontraron con un
Nuevo Mundo muy diferente al que ya conocían en Europa. Lo desconocido
los sorprendió a tal punto que para describir este maravilloso mundo
debieron recurrir a lo que ya conocían para ‘aterrizar’ todo ese mundo
exuberante que se presentaba a sus sentidos; lo que encontraron no sólo
debían comprenderlo ellos, sino también, sus lectores en el Viejo Mundo,
cuya mentalidad era semejante a la de los cronistas. De esta manera, se
centraron en la tradición clásica y medieval que ya conocían, y es que como
nos dice Montserrat Ordóñez en el prólogo que escribe para el libro de
Hernando Cabarcas Antequera, Bestiario del Nuevo Reino de Granada: No
existen las miradas ni las lecturas inocentes, porque no hay ojos que puedan
ver sin intentar reconocer lo ya visto en lo nuevo, ni hay palabra que no filtre
discursos ajenos... Así, cuando acudimos a cronistas y a viajeros sus
28
descripciones y versiones nos dicen más sobre ellos mismos que sobre el
mundo del que nos hablan30.
Pero, ¿en qué consistía el mundo fantástico-maravilloso del hombre
medieval, ese mundo del que se valieron los cronistas para apropiarse de lo
nuevo? Leonard Irving ya nos da una idea del imaginario de aquella época,
afirmando que los libros de caballería tenían todavía gran aceptación en el
siglo XVI en la península Ibérica. A propósito de esto, Irving nos dice: “La
influencia de esta literatura sobre el pensamiento y la acción de los lectores
es incuestionable, aunque no se la pueda medir con exactitud. El
conquistador, como elemento aventurero y dinámico de la sociedad
española, mal podía escapar a la incitación de semejantes fantasías”31.
Una vez descubierto el Nuevo Mundo, los cronistas llevaron a España la idea
de que habían descubierto un mundo mágico al que sólo podían acceder
hombres valientes (semejantes a los caballeros medievales), un mundo
colmado de seres y objetos fantásticos que desbordaba la realidad, lo que
motivó a otros conquistadores a seguir sus pasos, así lo expresa Irving:
Otros individuos semejantes, especialmente en España, animados
más por el honor que por la curiosidad, estaban convencidos de
que, al participar en viajes a ultramar, palparían en realidad las
maravillas, las riquezas y las aventuras que se contaban en los
libros populares tan seductoramente. Gigantes, sabios, enanos,
islas encantadas, amazonas, fuentes de juventud, las Siete
Ciudades míticas, El Dorado, seguramente existían en alguna
30 CABARCAS ANTEQUERA, Hernando, Bestiario del Nuevo Reino de Granada, Santafé de Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1994, p. 5. 31 IRVING, Leonard, Los libros del conquistador, México: F.C.E., 1992, p. 36.
29
parte de las inmensas y extrañas tierras que la Providencia había
deparado al pueblo escogido de Castilla32.
Siguiendo con lo anterior, podríamos afirmar que una de las características
de la mentalidad medieval radicaba en que para los hombres de esta época
convivir con historias inexplicables o sobrenaturales les servía para salir de
la monotonía en la que vivían, y de esta manera, los límites entre lo real y lo
fantástico no estaban muy definidos, y esto influyó en los cronistas, quienes
hacían una mixtura entre los hechos históricos y los ficticios, haciendo muy
difícil su diferenciación. Leonard Irving lo señala con estas palabras: Era
inevitable que existiesen mutuas interacciones entre los hechos históricos y
la literatura de creación, entre lo real y lo imaginario, engendrando cierta
confusión en las mentes de todos33.
Como ya se ha mencionado anteriormente, los cronistas se apropiaron del
Nuevo Mundo tomando como antecedente lo maravilloso medieval, a lo cual
nos hemos referido en este último apartado (El imaginario fantástico en los
siglos XVI y XVII). Lo maravilloso medieval también influyó directamente en
los escritores de la Colonia, como es el caso de Juan Rodríguez-Freyle y
Pedro de Solís y Valenzuela, que dejan ver en sus obras algunos vestigios
del imaginario medieval.
32 Ibid., p. 37. 33 Ibid., p. 38.
30
1.5 HAGIOGRAFÍA Y MILAGROS
Como se señaló anteriormente, en la Edad Media había poca diferenciación
entre lo fantástico y lo real, pues en medio de la monotonía que implicaba la
vida de aquellos tiempos, lo fantástico aparecía como algo maravilloso que
valía la pena conocer. Es en este punto y en esta época de la historia donde
encontramos la hagiografía, definida como un relato biográfico admirativo
sobre un santo o cualquier otra persona34. Para efectos de nuestro trabajo,
abordaremos la hagiografía como un relato que nos habla sobre la vida de
los santos. Estos relatos no diferenciaban los hechos históricos de las
creencias populares que tenían las personas sobre ciertos individuos que
consideraban santos, y a quienes les atribuían propiedades milagrosas y
curativas que se acercaban más a lo fantástico que a la realidad.
Como bien se sabe, la Edad Media fue una época donde predominaba el
teocentrismo y el cristianismo era la religión más importante de Europa. Al
ser la Iglesia una de las fuentes del poder, ésta se encargó de propagar por
todo el viejo continente las virtudes cristianas, y qué mejor forma de hacerlo
que dando a conocer las vidas de los santos, muchos de los cuales tenían
procedencia europea y, por lo tanto, sus vidas y sus acciones eran más
cercanas tanto a las personas del común como a los que ostentaban el
poder. Además, los relatos de las vidas de los santos no solamente permitían
divulgar la fe católica, sino también, eran una forma de entretenimiento muy
popular en el Medioevo. Para dejar aún más claro el tema de lo hagiográfico,
señalamos la leyenda popular de la santa portuguesa Wilgeforte, a quien le
salió barba para no casarse con el rey de Sicilia35. Leyendas de este estilo
34 Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos. Artículo: Hagiografía. 35 Ibid.
31
circularon en la Edad Media, las cuales no fueron ajenas a escritores
posteriores, quienes las incorporaron en sus escritos, específicamente,
cuando hacían referencia a relatos de índole religioso.
Los relatos hagiográficos se entienden pues, como biografías de los santos,
sin embargo, lo que más llamaba la atención de esta clase de relatos, era el
carácter milagroso que éstos tenían. El lugar de nacimiento de un santo era
importante pero los milagros que éstos podían hacer eran lo que más le
interesaban a las personas. Acerca de la propiedad milagrosa de los santos
y la hagiografía, leemos: “En el misterio y en la vida de la Iglesia, un santo
ofrece al observador muchos y variados perfiles. Ante todo, el santo
desarrolla en plenitud la vida de la gracia sobrenatural ordinaria, reflejada en
el ejercicio de las virtudes cristianas”36. El aspecto sobrenatural
(representado en lo que llamamos milagros) que un santo llega a poseer es
lo que más llama la atención de las personas, especialmente, de los
creyentes y practicantes del cristianismo, religión que le ha dado una
preponderancia fundamental a los milagros.
A propósito de este último tema, los milagros, se hace pertinente conocer la
definición que de esta palabra nos da la Real Academia de la Lengua
Española, quien nos dice que un milagro es un hecho no explicable por las
leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen
divino37. Esta definición se ajusta perfectamente a lo fantástico, desde la
perspectiva en que pretendemos abordarlo en el presente trabajo, ya que los
hechos inexplicables son los que conforman el mundo de lo fantástico, por lo
36Hagiografía. Dirección:
http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=10870&cat=religioncristiana. 37 Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos. Artículo: milagro.
32
tanto, un milagro puede asumirse como un hecho fantástico. Además, ese
aspecto sobrenatural de los milagros, como bien se expresa en su definición,
es obra de un origen divino, es decir, para los cristianos existe un ser
supremo del bien que le otorga a aquellos seres que han dedicado su vida a
practicar las virtudes cristianas, un poder que pocos seres humanos poseen,
y que consiste en realizar obras o acciones que se alejan de las fuerzas y
facultades de la naturaleza y que conducen a producir un cambio positivo
para aquel que se convierte en el destinatario de dicho milagro.
También es importante señalar que los milagros van de la mano con las
obras hagiográficas, ya que, como se mencionó anteriormente, lo que más
llamaba la atención de estas obras eran los milagros de los santos. Otro
aspecto en común que tienen tanto los milagros como las obras
hagiográficas es que ambos fueron muy comunes durante la Edad Media,
época profundamente religiosa y que exaltaba al cristianismo como la única
religión que servía para alcanzar la salvación.
La hagiografía y los milagros fueron, pues, propios de la Edad Media y como
tal, formaban parte fundamental del imaginario medieval que trajeron consigo
los conquistadores y los cronistas de Indias. Ambos temas fueron también
comunes en la época de la Colonia, ya que los escritores de aquellos
tiempos (como lo veremos más adelante, con Juan Rodríguez-Freyle, autor
de El Carnero y Pedro de Solís y Valenzuela, autor de El desierto
prodigioso y prodigio del desierto) se caracterizaron por ser muy
religiosos y en sus escritos reflejaron la cercanía y el amor que sentían por el
cristianismo y asumían la defensa a ‘capa y espada’ de esta religión,
destacando de ella, entre otros aspectos, los milagros de los santos. En el
desarrollo del presente trabajo, podremos ver cómo los milagros narrados en
33
las obras a analizar, más que milagros, son tratados como hechos
fantásticos.
34
SEGUNDO CAPÍTULO
PRIMERAS MANIFESTACIONES DEL RELATO FANTÁSTICO EN LA
LITERATURA COLOMBIANA
35
SEGUNDO CAPÍTULO
PRIMERAS MANIFESTACIONES DEL RELATO FANTÁSTICO EN LA
LITERATURA COLOMBIANA
2.1 CRÓNICAS DE INDIAS
En 1492 el genovés Cristóbal Colón divisó por vez primera tierra americana,
iniciándose así el encuentro entre dos mundos completamente diferentes.
Más que un encuentro fue un choque, porque implicó violencia, muerte y
destrucción. Pero en el tortuoso proceso del descubrimiento y la posterior
conquista no sólo hubo aspectos negativos, este proceso también significó el
surgimiento de una cultura híbrida, una cultura donde se mezcló la riqueza de
diferentes pueblos como el europeo, el africano y el nativo americano. Lo
antiguo y lo nuevo se unieron para no separarse jamás. Lo que encontró
Colón lo maravilló a tal punto que escribió unas crónicas y cartas donde
describía la imponente riqueza natural descubierta:
Ella es isla muy verde y llana y fertilísima, y no pongo duda que
todo el año siembran panizo y recogen, y así todas otras cosas. Y
vi muchos árboles muy disformes de los nuestros, de ellos muchos
que tenían los ramos de muchas maneras y todo en un pié, y un
ramito es de una manera y otro de otra; y tan disformes que es la
mayor maravilla del mundo, cuánta es la diversidad de la una
manera a la otra38…
Y más adelante agrega:
38 COLÓN, Cristóbal, Diario del primer viaje (1492): martes y miércoles, 16 de octubre, Cronistas
de las culturas precolombinas, México: Fondo de Cultura Económica, 1963, p. 363.
36
… en este tiempo anduve así por aquellos árboles, que eran la
cosa más hermosa de ver que otra cosa que se haya visto, viendo
tanta verdura en tanto grado como en el mes de mayo en el
Andalucía, y los árboles todos están tan disformes de los nuestros
como el día de la noche, y así las frutas y así las yerbas y las
piedras y todas las cosas39.
Estos escritos, al llegar a Europa a manos de hombres aventureros y
soñadores, no hicieron más que encender la llama de la curiosidad y, por lo
tanto, de la conquista. A principios del siglo XVI muchos de estos hombres ya
se encontraban en tierras americanas y así como Cristóbal Colón, ellos
también fueron seducidos por la belleza exótica y salvaje del Nuevo Mundo,
que fue retomada en las crónicas que escribieron, las cuales fueron
conocidas como Crónicas de Indias. Algunos de estos cronistas fueron:
Américo Vespucio, Pedro Mártir de Anglería, Alvar Núñez Cabeza de Vaca,
Bernal Díaz del Castillo, Gonzalo Fernández de Oviedo, Antonio Pigafetta,
entre otros.
Estos cronistas de Indias llegaron a América arrastrando consigo el
imaginario medieval europeo, el cual estaba plagado de narraciones
fantásticas, hiperbólicas y aventureras (al estilo de los caballeros
medievales); además, es importante anotar nuevamente, a propósito del
imaginario medieval, que el hombre de aquella época no diferenciaba entre la
ficción y la realidad, los límites entre lo real y lo fantástico no estaban
definidos. Los cronistas de Indias tampoco establecían estos límites. Estos
hombres, al tratar de comparar lo que percibían sus sentidos, se veían
obligados a recurrir a lo ya conocido para describir lo que a sus ojos se
39 Ibid., Diario del primer viaje (1492): miércoles, 17 de octubre, p. 366.
37
ofrecía, es decir, se valían de lo viejo para explicar lo nuevo. Este imaginario
no sólo permitía comparar y describir sino que también, era un artilugio para
hacer aún más grandes sus proezas en tierras desconocidas.
Algunos de los cronistas que se ubicaron en el contexto de lo que hoy es
Colombia son: Martín Fernández de Enciso (fundador de la antigua ciudad
colombiana, Santa María la Antigua del Darién), Gonzalo Fernández de
Oviedo (autor de Claribalte, primera novela escrita en América), Gonzalo
Jiménez de Quesada (fundador de Santafé de Bogotá), fray Pedro Aguado
(quien escribió una Historia de Santa Marta y del Nuevo Reino de
Granada), fray Pedro Simón (quien registró algunas de las costumbres y
religión de los indios) y Juan de Castellanos (autor de la monumental obra
Elegías de Varones ilustres de Indias), entre otros.
Para efectos de nuestro trabajo, los cronistas que abordaremos son Martín
Fernández de Enciso, Gonzalo Jiménez de Quesada y Gonzalo Fernández
de Oviedo. Estos autores han sido escogidos porque algunas de sus crónicas
contienen elementos fantásticos, como se tratará de ver a continuación.
2.1.1 MARTÍN FERNÁNDEZ DE ENCISO
Martín Fernández de Enciso nació en Sevilla hacia finales del siglo XV (se
desconoce la fecha exacta de su nacimiento y muerte). En 1509, este
geógrafo y conquistador español, se encontraba en la isla de La Española, y
allí fue llamado por el también conquistador Alonso de Ojeda para
acompañarlo a realizar una expedición a Urabá. Una vez en este lugar,
Enciso realizó una expedición a la región del Darién y allí fundó la ciudad
Santa María la Antigua del Darién. Enciso escribió un libro poco conocido,
38
Summa de Geografía, pero en él plasmó las noticias de las maravillas que
encontró en el Nuevo Mundo.
Partiendo del hecho de que lo fantástico se refiere a un acontecimiento
sobrenatural ocurrido en el mundo real, que no logra ser explicado y genera
una incertidumbre en el lector y en los personajes, encontramos que algunas
de las crónicas escritas por Fernández de Enciso en su libro Summa de
Geografía, contienen elementos que podrían clasificarse dentro de lo
fantástico. Así encontramos que en las descripciones que Enciso hace de la
naturaleza colombiana (específicamente, Santa Marta), hay elementos
extraños y alejados un poco de lo cotidiano, no sólo para el lector de aquel
tiempo40, sino para nosotros:
Sancta Marta está al Oeste en once grados y medio; es buen
puerto; tiene un isleo delante. Es el mejor puerto de toda la costa…
Una de las cosas con que facen la hierba son unas manzanas que
hay en aquella tierra, que son del grandor y color de las manzanas
silvestres, a que llaman maguillas de la desta tierra. El árbol que
las lleva es como un peral cermeño, de los desta tierra. Luego que
un hombre come una dellas se le torna toda gusanos en el cuerpo
y crecen tanto fasta que comiendo del cuerpo matan al cuerpo do
están. Esto se sabe ser ansí porque yo lo fice experimentar en una
que se le dio a comer a un perro; la cual dentro de cuatro horas se
le volvió toda en gusanos en el cuerpo y ansí la hallaron cuando
ficimos abrir el perro para ver el efeto de la manzana; y si un
hombre se pone a la sombra de un árbol de aquellos, luego como
40 Es importante recordar que cuando se habla del lector de ese tiempo, nos referimos, particularmente, al lector europeo y americano (aquel que aún no se había podido desligar del imaginario medieval y que, por lo tanto, no tenía muy clara la diferencia entre lo real y lo fantástico).
39
le da la sombra le comienza a doler la cabeza; y si mucho se
detiene comiénzasele a hinchar la cara y a turbársele la vista; y si
acaso se duerme debaxo luego pierde la vista; todo esto he visto
yo por experiencia41.
Podemos ver que hay varios elementos fantásticos en estas líneas escritas
por Enciso: en primer lugar, nos habla de un árbol que produce un fruto
capaz de engendrar gusanos en el cuerpo de quien lo come, además, quien
descansa a la sombra de éste, se le hincha el rostro, desfigurándolo y
quedando ciego. En este caso, estamos ante un acontecimiento
sobrenatural, donde el ser humano es atacado por la naturaleza de forma
extraña, deformándolo físicamente, sin lograr darle una explicación racional a
esta situación. Este fenómeno puede ser comparado con la regresión (tema
fantástico tratado por Vax y nombrado en el primer capítulo), donde el
hombre es degradado físicamente al entrar en contacto con la madre
naturaleza, como si ésta lo devorara.
2.1.2 GONZALO JIMÉNEZ DE QUESADA
Gonzalo Jiménez de Quesada nació en la ciudad española de Córdoba en
1509. Fue abogado, literato y conquistador. Fundó la ciudad de Santafé de
Bogotá en 1538, pero antes le había dado el nombre a la planicie de
Cundinamarca de Nuevo Reino de Granada. Escribió una novela llamada El
Antijovio, la cual no es tenida en cuenta en este trabajo, debido a que
aborda temas donde el mismo autor dice que son exageraciones de hechos
(uso de alegorías, las cuales no pertenecen al mundo de lo fantástico, como
41 FERNÁNDEZ DE ENCISO, Martín, Summa de Geografía, Bogotá: Biblioteca Banco Popular, Volumen 55, 1974, p. 264-265.
40
ya se ha nombrado anteriormente). Jiménez de Quesada escribió también un
cuaderno en el que se encontraba la Relación de sus viajes a tierras
americanas. Este cuaderno se lo prestó el mismo Quesada a Gonzalo
Fernández de Oviedo, quien insertó lo escrito por Quesada en su libro de
crónicas, Historia General.
Jiménez de Quesada recorre algunas tierras del Nuevo Reino de Granada,
como Tunja y Bogotá, y describe las costumbres de sus habitantes. Cuando
se refiere a la religión de estas personas, expresa: Llaman a sus sacerdotes
mojas, y tienen por averiguado que a esos les hablan sus ídolos (y mejor
acertarían a decir ques el que les habla el demonio) de noche, haciendo
primero ciertos sacrificios; y así como el diablo les aparece, le pintan y
esculpen como él es, disforme y espantable42. En este caso, encontramos el
tema de los seres sobrenaturales (la visión cristiana del mal, el diablo), esta
clase de seres, generalmente, son malvados y crueles. Para el cristiano el
diablo es una bestia, es un hombre con cuernos, cola y pezuñas, y usa a los
seres humanos para sus propios propósitos. Dentro de lo fantástico, el diablo
es una figura recurrente en el imaginario contemporáneo, pero también,
como podemos apreciar, en el medieval y colonial, ya que cuando algo es
inexplicable dentro de lo cotidiano, se busca un ‘culpable’ o ‘responsable’ y
allí encontramos a este ser maléfico. A propósito del diablo, es preciso
retomar la frase de Todorov, con relación a esta figura y a lo fantástico: “O
bien el diablo es una ilusión, un ser imaginario, o bien existe realmente,
como los demás seres, con la diferencia de que rara vez se lo encuentra”43.
Todorov nos da dos opciones, y la que más se aplica al campo de lo
fantástico es la segunda, es decir, el diablo existe, pero pocas veces lo
42 JIMÉNEZ DE QUESADA, Gonzalo, citado en: Cronistas de las culturas precolombinas,
Antología de Louis Nicolau D’Olwer, México: Fondo de Cultura Económica, 1963, p. 423. 43 TODOROV, Op. Cit., p. 24.
41
encontramos: un ser sobrenatural que irrumpe en la realidad. Estas palabras
de Todorov se ajustan perfectamente a las escritas por Jiménez de
Quesada, pues para el conquistador el demonio que se le aparece al
sacerdote indígena es un ser real horrible y espantoso.
2.1.3 GONZALO FERNÁNDEZ DE OVIEDO
Gonzalo Fernández de Oviedo nació en Madrid en 1478. En 1514 viajó a
América, donde se dedicó a escribir las crónicas sobre esta región,
específicamente, sobre Castilla del Oro (límites entre Panamá y Colombia).
En su Historia General Oviedo describió la cultura de algunos pueblos
americanos, gracias a él conocemos a la gente del Istmo (ubicado en la zona
del Darién, en los límites con Panamá) y sus alrededores (que incluye
algunas regiones de Colombia). En estos escritos Oviedo señala algunos
aspectos de índole fantástica, específicamente, cuando se refiere a la religión
de estos pueblos:
Entre los indios en Castilla del Oro muy ordinaria cosa adorar al sol
y la luna, y tener en mucho crédito y veneración al diablo: y así
para sus idolatrías y sacrificios tenían hombres deputados y
reverenciados, los cuales comúnmente eran sus médicos,… por
manera que al ques maestro de las responsiones e inteligencias
con el diablo, llámanle tequina en aquel arte, porque aqueste tal es
el que administra sus idolatrías y ceremonias y sacrificios y el que
habla con el diablo, según ellos dicen, y él da sus respuestas; y él
dice que diga a los otros lo que han de hacer, y lo que será
mañana y desde a muchos días, porque como Satanás sea
42
antiguo astrólogo, conoce los movimientos naturales del tiempo, y
cielos, y planetas, y del zodíaco, e influencias de arriba44.
Como se puede apreciar, encontramos nuevamente la figura de lo
sobrenatural, personificada en el diablo y sus seguidores (los brujos o como
los llaman ellos ‘los médicos’), que de nuevo, utiliza a los seres humanos
para lograr sus fines. El imaginario medieval aparece, una vez más, dándole
la impronta de maléfico a todo lo desconocido. El cronista desconoce qué
dios es invocado por los indígenas, por lo tanto, busca un antagonista a su
Dios cristiano para justificar la adversión que siente por estos ritos,
considerados por él como paganos; muy probablemente el lector de esa
época compartiría esa forma de pensar. Lo escrito por Oviedo en este caso,
también es fantástico, porque narra cómo los brujos de esta comunidad se
comunicaban con el demonio y hablaban con él, siendo esto algo natural
para los miembros de este grupo indígena, pero para los lectores europeos
esto sí causaba asombro entre ellos.
A propósito de este tema, Hernando Cabarcas expresa:
Al reseñar la sensación experimentada por los viajeros medievales
de estar penetrando en otro mundo, Claude Kappler afirma que se
puede pensar en el sentido de la expresión alter, en el decadente
latín medieval, designa el otro, no entre varios posibles sino como
oposición nominal de dos cosas: alter es lo que “no soy yo”. Alter
mundus es en la perspectiva de dos únicos mundos posibles, el
nuestro y el de los otros, vale decir, el contrario del nuestro. Estas
concepciones influirán largamente en la vida cultural de Occidente
44 FERNÁNDEZ DE OVIEDO, Gonzalo, citado en: Cronistas de las culturas precolombinas, p. 378-379.
43
y también acompañarán a los descubridores del siglo XVI en su
búsqueda de asimilación de las realidades que van explorando45.
Oviedo también hace referencia a unos extraños hombres, llamados
‘chupadores’, una especie de vampiros americanos:
Quédame de decir que en aquesta lengua de Cueva hay muchos
indios hechiceros y en especial un cierto género de malos, que los
cristianos en aquella tierra llaman chupadores, que a mi parecer
deben ser lo mismo que los que en España llaman brujas y en
Italia extrias. Éstos chupan a otros hasta que los secan y matan, y
sin calentura alguna de día en día poco a poco se enflaquecen
tanto, que se les pueden contar los huesos, que se les parecen
solamente cubiertos con el cuero; y el vientre se les resuelve de
manera que el ombligo traen pegado a los lomos y espinazo, y se
tornan de aquella forma que pintan a la muerte, sin pulpa ni carne.
Estos chupadores, de noche, sin ser sentidos, van a hacer mal por
las casas ajenas: y ponen la boca en el ombligo de aquel que
chupa, y están en aquel ejercicio una o dos horas o lo que les
parece, teniendo en aquel trabajo al paciente, sin que sea
poderoso de se valer ni defender, no dejando de sufrir su daño con
silencio. Y conoce el así ofendido, y ver al malhechor, y aún les
habla: lo cual, así los que hacen este mal, como los que le
padecen, han confesado algunos dellos; y dicen questos
chupadores son criados y naborías del tuyra y quél se los manda
así hacer, y tuyra es, como está dicho, el diablo46.
45 CABARCAS ANTEQUERA, Hernando, Bestiario del Nuevo Reino de Granada, Santafé de Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1994, p. 41-42. 46 Ibid., p. 380.
44
En este caso, podemos comparar a los ‘chupadores’ que Oviedo nombra con
los famosos vampiros de las historias modernas, puesto que estos
‘chupadores’ salen de noche y extraen la sangre y la energía vital de sus
víctimas reduciéndolas a cadáveres vivientes (algo muy semejante a lo que
hace el vampiro). Ahora bien, los vampiros son seres sobrenaturales que se
ubican entre un muerto viviente que sigue al demonio y un hombre-bestia.
Como ya se ha dicho anteriormente, el vampiro es un ser que nunca
envejece y que ha prolongado su vida más allá de los límites normales… el
hombre siente vagamente que no puede prolongar en forma indefinida su
propia vida si no es hurtando una parte de la vida de los demás47.
Como hemos podido evidenciar, los cronistas de Indias plasmaron su
imaginario medieval, en unas ocasiones, se maravillaron por la exótica
naturaleza, y en otras, se aterrorizaron al encontrar otras creencias y
culturas tan disímiles a la de ellos. En ambos aspectos lo fantástico fue el
medio más eficaz para expresar la confrontación con el Nuevo Mundo.
Según lo escrito por los cronistas (Fernández de Enciso, Jiménez de
Quesada y Fernández de Oviedo), América (incluyendo la actual Colombia)
era habitada por seres extraños y fantásticos, quienes vivían en un mundo
que abarcaba más de lo que su conocimiento medieval podía alcanzar, el
mundo americano era en sí mismo un mundo fantástico, en el que en medio
de la vida cotidiana se vivían situaciones sobrenaturales, muy difíciles de
explicar, o que, por lo menos, la razón por sí sola no lograba dar cuenta de
ellas.
47 VAX, Op. Cit., p. 25.
45
2.2 EL CARNERO
Una de las obras más representativas de la literatura de la Colonia en
Colombia es, sin duda alguna, la gran crónica escrita por el bogotano Juan
Rodríguez-Freyle, titulada: Conquista y descubrimiento del Nuevo Reino
de Granada de las Indias Occidentales del Mar Océano, y Fundación de
la ciudad de Santafé de Bogotá, primera de este reino donde se fundó la
Real Audiencia y Cancillería, siendo la cabeza se hizo su arzobispado;
esta obra es más conocida como El Carnero, y fue escrita,
aproximadamente, entre los años 1636 a 1640, es decir, en los últimos años
de vida de su autor.
Sobre Rodríguez-Freyle es pertinente decir que nació en Bogotá en 1566; su
familia fue muy cercana al conquistador español y fundador de Santafé de
Bogotá, Gonzalo Jiménez de Quesada. Dentro de lo poco que se conoce de
Rodríguez-Freyle, sabemos que estudió dos años en el seminario; viajó a
España y allí estuvo durante seis años; además, participó en la pacificación
de los indios pijaos. Fue en los últimos años de su vida cuando se dedicó a la
creación de su magna obra, El Carnero.
En El Carnero se narra la historia de los conquistadores y la vida de la
sociedad santafereña durante la Colonia. Rodríguez-Freyle narra algunos de
los acontecimientos acaecidos desde la fundación de Santafé de Bogotá
(1538) hasta 1638- 1640, es decir, son cien años de crónica recogidos en El
Carnero, donde es posible encontrar historias sobre brujería, asuntos
teológicos, del diablo y de las mujeres, entre otros. Todo esto se recoge en
veintiún capítulos, donde el autor recurre a su ingenio y conocimiento para
plasmar la vida de una sociedad naciente, producto de la unión española y
46
americana. A propósito de El Carnero y de su naturaleza, R. H. Moreno-
Durán expresa:
Concebido inicialmente como una crónica por el estilo de las que
circularon a su aire en los tempranos días de la Conquista y la
Colonia americanas, El carnero es un libro que, no obstante el
propósito de su autor, se resiste a ser ubicado en una
nomenclatura específica. El dato histórico —materia prima de la
crónica— convive al comienzo con los conatos de una sagaz
pericia narrativa, aunque más tarde le ofrece a ésta la primacía de
su espacio para subsumirse luego en la cauda literaria que se
apodera del texto. Y es precisamente esta naturaleza ecléctica, en
la que alternan secuencias históricas y folclóricas, sociales y
eróticas, políticas y picarescas, la que le brinda al libro su extraño
y sugestivo alcance48.
Dentro de El Carnero, existe un lenguaje jocoso, agradable y en ocasiones,
exagerado. La exageración dentro de la obra puede ser vista, en muchos
casos, como relato fantástico, lo cual trataremos de analizar teniendo en
cuenta lo visto en el primer capítulo. También, para efectos del presente
trabajo, recurriremos a las historias donde las brujas y el diablo juegan un
papel preponderante y que podemos ubicar dentro del relato fantástico,
puesto que, como veremos más adelante, hay historias enmarcadas dentro
de lo cotidiano, pero en diferentes momentos, ese mundo cotidiano de la
sociedad santafereña se ve sacudido por eventos sobrenaturales, como los
48 MORENO DURÁN, R.H., Arte notable de fundaciones y leyendas, En: Boletín Cultural y Bibliográfico, Banco de la República, Nº 16, Volumen XXV, Bogotá, 1988. Dirección: http: //www.banrep.gov.co/blaavirtual/boleti1/indice.htm
47
relacionados con el diablo y las brujas, y otros a los cuales nos referiremos
más adelante.
Los relatos que abordaremos de El Carnero –que contienen aspectos de la
literatura fantástica– son los siguientes: Las mujeres brujas y el lebrillo
hechizado (Capítulo IX) y El cuerpo incorrupto del arzobispo don Bernardino
de Almansa (Capítulo XX).
• Las mujeres brujas y el lebrillo hechizado
Las mujeres brujas y el lebrillo hechizado es un relato ubicado en el Capítulo
IX de El Carnero. En él se cuenta la historia de una mujer que ha engañado
a su esposo, aprovechando el viaje de éste a la isla de Santo Domingo.
Rodríguez-Freyle nos cuenta que fruto de este engaño, la mujer queda
embarazada, y después de varios intentos fallidos de aborto, busca a Juana
García, una negra bruja de la región, la cual le dice que no se angustie, pues
ella conoce una forma para saber si su esposo llegará antes de que el niño
nazca. La mujer conviene en citarse durante la noche con la bruja y otras
mujeres, garantizando comida para todas las visitantes. El hecho fantástico
de esta historia, lo evidenciamos de la siguiente manera:
-“No hagáis tal cosa hasta que sepamos la verdad, si viene o no.
Lo que puedes hacer… ¿veis aquel lebrillo verde que está allí?
Dijo la señora:
-“Sí”.
-“Pues, comadre, henchídmelo de agua y metedlo en vuestro
aposento, y aderezad qué cenemos, que yo vendré a la noche y
traeré a mis hijas, y nos holgaremos, y también prevendremos
algún remedio para lo que me decís que queréis hacer”…
48
Juntáronse todas, y estando las mozas cantando y bailando, dijo la
comadre preñada a su comadre:
-“Mucho me duele la barriga: ¿queréis vérmela?”.
Respondió la comadre:
-“Sí lo haré: tomad una lumbre de esas y vamos a vuestro
aposento”.
Tomó la vela y entráronse en él. Después que estuvieron dentro
cerró la puerta y díjole:
-“Comadre, allí está el lebrillo con el agua”.
Respondióle:
-“Pues tomad esa vela y mirad si veis algo en el agua”.
Hízolo así, y estando mirando le dijo:
-“Comadre, aquí veo una tierra que no conozco, y aquí está fulano,
mi marido, sentado en una silla, y una mujer está junto a una
mesa, y un sastre con las tijeras en las manos, que quiere cortar
un vestido de grana”.
Díjole a la comadre:
-“¿Qué tierra es esta?”
Y respondióle:
-“Es la isla Española de Santo Domingo”.
En esto metió el sastre las tijeras y cortó una manga, y echósela
en el hombro. Dijo la comadre a la preñada:
-“¿Queréis que le quinte aquella manga a aquel sastre?”
Respondióle:
-“Como vos queráis, yo se la quitaré”.
Dijo la señora:
-“Pues quitádsela, comadre mía, por vida vuestra”.
Apenas acabó la razón cuando le dijo:
49
- “Pues vedla ahí”, y le dio la manga49.
En pocas palabras, la situación que se presenta hasta este momento en la
historia, es la de una mujer que, ayudada por una bruja, puede ver a través
de una vasija con agua lo que en ese preciso momento hace su esposo en
un lugar lejano. Y no solamente el recipiente le permite ver a través de la
distancia, sino que es un portal por medio del cual puede tomar un objeto
que se encuentra lejos de ella, como en este caso, lo es la manga de un
vestido. En este episodio el autor muestra a las mujeres como una suerte de
brujas medievales, que se reunían a danzar y a bailar para invocar a
Satanás, observándose el imaginario medieval europeo una vez más.
Rodríguez-Freyle nos deja saber además, que estas mujeres logran sus
propósitos con la ayuda del diablo. Aplicando los temas fantásticos de Vax,
encontramos en esta historia las alteraciones de la casualidad, el espacio y
el tiempo. En el anterior relato se da una alteración en el espacio,
produciéndose situaciones inexplicables, donde dos mujeres no sólo
observan una situación distante a ellas, sino que pueden alterar lo que ven a
través de un pasadizo representado en un recipiente con agua. Retomando
nuevamente los términos de Vax: El hombre adulto se forma un sistema del
mundo, un tanto primario, aunque relativamente, coherente: los ríos no
retornan hacia sus fuentes, los deseos no se realizan en cuanto son
formulados, los muertos no regresan para atormentar a los vivos, los muros
no se pueden atravesar, no es posible estar en dos lugares a la vez50. Pero
como bien lo muestra Rodríguez-Freyle, para las protagonistas de esta
historia, sí es posible estar en dos lugares al mismo tiempo, evidenciando la
presencia de lo fantástico en el relato.
49 RODRÍGUEZ-FREYLE, Juan, El Carnero, Bogotá: Editorial Universal, 1993, p. 105-107. 50 VAX, Op. Cit., p. 30.
50
La narración continúa con los sucesos que precedieron a la llegada del
esposo de la mujer embarazada. El esposo sospecha que algo raro ocurre
cuando la mujer le muestra la manga del vestido que ella tomó cuando él se
encontraba en Santo Domingo, con lo que se reveló el episodio de brujería,
llevando a estas mujeres a la cárcel; al resultar implicadas personas
importantes, sólo fue acusada la bruja Juana García, quien fue desterrada
con sus hijas. Rodríguez-Freyle lo narra así: Desterráronla a ella y a las
hijas, de este Reino. En su confesión dijo que cuando fue a la Bermuda,
donde se perdió la Capitana, se echó a volar desde el cerro que está a las
espaldas de Nuestra Señora de las Nieves, donde está una de las cruces; y
después, mucho tiempo adelante, le llamaban Juana García, o el cerro de
Juana García51.
Este último hecho también es fantástico, puesto que es imposible (desde las
leyes de la razón y de la física) que una persona por sí misma vuele, pero
desde el ámbito fantástico, esta situación puede darse, sembrando la
incertidumbre en los lectores y en el mismo narrador. Si bien la idea de volar
siempre ha intrigado y llamado la atención del ser humano, éste, lo único que
ha podido hacer para cristalizar esa idea es inventar aparatos de aviación
que le permitan elevarse por el aire, pero de ahí a que el hombre vuele por sí
solo, sin necesitar la ayuda de ningún aparato, es imposible, es físicamente
improbable que esto algún día llegue a suceder. Pero, aparte de los aparatos
que ha creado, el hombre ha materializado esta idea en sus creaciones
artísticas, como en la literatura, y específicamente, en el campo de lo
fantástico, donde se acepta como un acontecimiento fantástico el hecho de
que alguien vuele, generando, eso sí, asombro en quien lo lee o lo observa.
51 RODRÍGUEZ-FREYLE, Op. Cit., p. 110-111.
51
• El cuerpo incorrupto del arzobispo don Bernardino de Almansa
En el Capítulo XX de El Carnero encontramos el relato sobre El cuerpo
incorrupto del arzobispo don Bernardino de Almansa, en el cual se narra lo
sucedido con el cuerpo del arzobispo don Bernardino de Almansa, hombre
nacido en Lima, de vida ejemplar, y quien muere en 1633 en Villa de Leiva.
Según Rodríguez-Freyle,
Por su testamento mandó trasladar sus huesos al convento de
monjas de donde era patrono. Al presente está su cuerpo en esta
ciudad, en casa de Pedro de Valenzuela, cirujano, en una capilla
adornada, porque el doctor don Hernando de Valenzuela, hijo del
dicho licenciado y doña Juana Vásquez Solís, su legítima mujer, lo
ha de llevar a Castilla en la ocasión que se espera este año de
1638. Las mortajas y ornamento con que le enterraron, con haber
estado debajo de tierra, están sanos; el cuerpo mirrado, que aún
no se ha deshecho. Algunas opiniones hay, a las cuales respondo:
que si fuere santo, ello resplandecerá; y si fuere vano, ello se
desvanecerá52.
Rodríguez-Freyle hace alusión a un suceso inexplicable, como lo es la
conservación de un cuerpo después de la muerte, situación que cuando se
presenta, se le atribuye a un hecho milagroso debido a la vida santa y
consagrada que pudo haber llevado el difunto. Este hecho era muy común
en los relatos hagiográficos medievales, donde se mencionaba la
incorruptibilidad de los cuerpos de los santos. En este caso, el milagro del
que se habla no puede ser explicado desde la razón, por lo que nos hallamos
ante un entorno fantástico. El relato de Rodríguez-Freyle parte de la realidad,
52 Ibid., p. 318.
52
ya que las personas que menciona existieron y jugaron un papel importante
en la vida social, cultural y religiosa de aquella época.
A este tema, también se refiere Álvaro Pineda Botero, cuando nos dice que
Fernando Fernández de Valenzuela, hermano de Pedro de Solís y
Valenzuela (autor de El desierto prodigioso y prodigio del desierto), fue
el encargado de llevar a España el cadáver del arzobispo Bernardino de
Almansa, quien había muerto en el desierto de La Candelaria. El cadáver
que había de ser depositado en el convento madrileño de Jesús, José y
María, se encontraba incorrupto y exhalaba un suave olor “semejante al de
las piñas”, hecho que se consideraba milagroso53. Vale la pena mencionar
que este acontecimiento fantástico narrado en El Carnero sobre el arzobispo
Almansa, también es tenido en cuenta por Pedro de Solís y Valenzuela en su
obra El desierto prodigioso, la cual estudiaremos a continuación.
Los dos relatos que hemos mencionado de El Carnero tienen pues,
características de relatos fantásticos, puesto que en ellos se presentan
situaciones inexplicables desde la razón, generando vacilación en quien lee.
En ambos relatos los personajes se encuentran en un mundo real, pero son
asaltados por la incertidumbre al encontrarse frente a un hecho imposible de
explicar.
53 PINEDA BOTERO, Álvaro, La fábula y el desastre: Estudios críticos sobre la novela colombiana, Medellín: EAFIT, 1999, p. 32.
53
2.3 EL DESIERTO PRODIGIOSO Y PRODIGIO DEL DESIERTO
El desierto prodigioso y prodigio del desierto, del bogotano Pedro de
Solís y Valenzuela, es otra de las obras que fueron gestadas en Colombia
durante la época de la Colonia. Fue escrita a mediados del siglo XVII. Es una
obra extensa y compleja, con un lenguaje elaborado (muy característico del
Barroco español); la obra está escrita con un estilo ascético y relacionado
con las obras hagiográficas y místicas producidas en Europa durante la Edad
Media. En esta obra es posible encontrar una fusión de géneros como autos
sacramentales, poesía, crónica, relatos bucólicos y sentimentales. Álvaro
Pineda Botero, al referirse a esta obra dice:
Es una obra extensa, compleja en su estructura por los
innumerables textos intercalados, rica en formas lingüísticas y en
estrategias de autoconciencia poética. Recoge elementos del
mester de clerecía medieval y de las tradiciones hagiográfica,
ascética, pastoril y épica, dándoles un tratamiento barroco a tono
con el panorama literario y cultural del siglo de oro español54.
Pedro de Solís y Valenzuela, autor de esta monumental obra, nació en 1624
en la ciudad de Bogotá. Creció y se educó en un ambiente místico y letrado;
estudió en el colegio de San Bartolomé bajo la orden de los Jesuitas; se
ordenó como sacerdote hacia 1650; fue juez del tribunal de la Inquisición; su
vocación religiosa se vio reflejada en su producción literaria (El desierto
prodigioso y otras obras), ya que en ellas se describen pasajes de carácter
ascético y monástico, temas que son de pleno conocimiento y gusto de su
autor. Entre sus obras (algunas desaparecidas ya) se encuentran: Retórica
54 Ibid., p. 30.
54
cristiana, El despertador de la vida, Asombros de la muerte, Panegírico
sagrado: en alabanza del serafín de las soledades, San Bruno (este
último santo es citado también en El desierto prodigioso). Pedro de Solís
murió en 1711 a la edad de 87 años, en su ciudad natal.
De El desierto prodigioso y prodigio del desierto existen dos
manuscritos: el primero fue descubierto en Madrid en 1963; mientras que el
segundo, fue descubierto en la ciudad de Medellín en 1970. El manuscrito de
Madrid fue escrito hacia 1650 y contiene veintidós capítulos (o mansiones);
el de Medellín fue escrito hacia 1673 y consta de las tres primeras
mansiones de la obra. Ambos manuscritos no fueron terminados por su
autor, lo que hizo que se continuaran escribiendo hasta la primera impresión
de la obra, realizada por el Instituto Caro y Cuervo de Bogotá entre 1977 y
198555.
Antes de iniciar con nuestro análisis de los relatos, se hace necesario referir
la anécdota o la historia central que se narra en El desierto prodigioso: la
historia nos cuenta que un grupo de jóvenes llamados Andrés, Fernando,
Pedro y Antonio, se van de cacería en la época de vacaciones al Desierto de
La Candelaria. Uno de los jóvenes, Andrés, encuentra por casualidad una
cueva, en la que vive un ermitaño, y en este lugar halla poemas que versan
sobre la muerte y la salvación del alma; asimismo, encuentra un altar, un
esqueleto y cartapacios en los cuales es posible encontrar textos teológicos.
Andrés sale de la cueva y muestra esto a sus amigos, todos quedan
conmovidos y maravillados por los poemas y textos. Luego, los jóvenes
conocen al ermitaño, llamado Arsenio (quien narra su vida) y este encuentro
55 ATEHORTÚA ATEHORTÚA, Arbey, Manierismo y barroco en el "Desierto prodigioso”, En: Revista de Ciencias Humanas, Universidad Tecnológica de Pereira, Nº 28, Pereira, Junio de 2001. Dirección: http://www.utp.edu.co/~chumanas/revistas/revistas/rev28/atehortua.htm
55
produce un cambio en las vidas de estos personajes (todos, de una manera
u otra, se dedican a la vida religiosa). Uno de ellos, Fernando, es elegido
para acompañar a España el cadáver incorrupto del arzobispo Almansa
(situación, que como ya vimos, también fue referida por Rodríguez-Freyle en
El Carnero).
En El desierto prodigioso hay una segunda anécdota, y ésta es la historia
de Arsenio, el ermitaño, quien narra su vida y sus aventuras y la forma como
decidió acercarse al monacato y cómo fue a parar al Desierto de la
Candelaria.
Ahora bien, los relatos que serán tenidos en cuenta de El desierto
prodigioso y prodigio del desierto (por el hecho de que pueden ser relatos
fantásticos), son: La resurrección de un condenado (Mansión XIV), Pasaje de
las raciones de carne de San Bruno (Mansión XVI), Apariciones de San
Bruno (Mansión XVIII), Episodio de Don Jacinto y la misteriosa dama de la
Corte (Mansión XXI); de igual manera, tomaremos la novela contenida en El
desierto prodigioso, titulada Aventuras de Arsenio, El Ermitaño, y dentro de
la cual encontramos el relato La Leyenda de Pedro Porter (Mansión VIII y
IX).
• La resurrección de un condenado
En la mansión XIV, se encuentra el relato La resurrección de un condenado,
y en él se narra (en la voz de Arsenio) la muerte de un personaje importante
de París, y en el momento en que se oficia una misa por su alma, ocurre un
hecho asombroso (fantástico, podríamos decir): su cuerpo vuelve a la vida.
Arsenio lo narra de esta manera:
56
Cántasse en la Iglesia donde le avían de sepultar, el officio de
difuntos; enpieza el cantor la lección quarta que dize: Responde
mihi quantas habeo iniquitates, y, luego, sobre toda opinión
humana, levanta el diffunto en el féretro la cabeza (que desde el
potro de las infernales penas, que justamente padeze el alma, dio,
por permissión divina, para esto virtud al cuerpo; a la garganta,
voz, y a la lengua y labios, movimiento), y con horrendo y
lamentable grito que le oyeron todos, dize: Iusto Dei indicio
accusatus sam: por justo juicio de Dios soy acusado. Y reclinose
en las andas. Causó este caso grande admiración en todos, y en
los más cuerdos, igual temor del juicio divino. Dilátase el entierro
hasta otro día, para tomar acuerdo en tan inopinado y horrendo
suceso. Divúlgasse éste en breve; París se rebuelve y, admirada y
curiosa, acude todo el día siguiente a ver cómo hablan los
diffuntos56.
En este apartado nos encontramos ante la presencia de lo fantástico, ya que
la muerte es vencida, un muerto regresa a la vida, hecho que visto desde la
cotidianidad y la realidad no sólo es fantástico, sino también, terrorífico y
macabro. En este hecho se conjuga a la perfección un fenómeno que
siempre ha inquietado a la humanidad: el del muerto viviente. En términos de
Vax: Invocar lo fantástico es invocar lo absurdo y lo contradictorio… Los
temas del vampiro, del muerto viviente, continúan siendo fantásticos porque
contradicen lo posible57. Y precisamente, en el texto narrado por Arsenio, se
nos dice que fueron muchas las personas que dudaron de este
56 DE SOLÍS Y VALENZUELA, Pedro, El desierto prodigioso y prodigio del desierto, Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, Tomo II, 1984, p. 52-53. 57 VAX, Op. Cit., p. 31.
57
acontecimiento, pero igualmente, fueron bastantes las que lo acogieron
como verdadero:
Deste milagro que avemos referido son innumerables los autores
que hazen mención en sus historias y en otros escritos desde los
mismos tiempos que sucedió, que fue el año de 1082 hasta los
nuestros, sin que aya variado ninguno en lo substancial de su
narración y circunstancias… Pero porque ella no fuera sola, o por
lo menos de las raras que se escapan de alguna duda que se les
ofreze a los ingenios escrupulosos o presumidos en quanto
escriven y leen, pareciéndoles que con esso acreditan sus
estudios, advirtiendo con alguna apariencia de fundamento dudas
nuevas en las más firmes y constantes antigüedades y tradiciones,
assí tanpoco ha podido librarse este milagro en nuestros tiempos
de quien pusiera en él alguna duda58.
En este caso, se presenta la incertidumbre o la duda ante el acontecimiento
asombroso (resurrección de un muerto), característica fundamental del relato
fantástico, pero para gran parte de los personajes, el hecho se asume como
algo real y pese a las dudas que puedan existir, termina aceptándose como
un milagro que ocurre en la realidad. Es pertinente, en este caso, resaltar
como un hecho fantástico el que un muerto pueda volver a la vida, tema
fascinante y escalofriante para muchas personas y que obviamente, produce
asombro, ya que en nuestro mundo real (trátese de la época que se trate) no
es posible, ni mucho menos, comprobable, que una persona muerta pueda
regresar a la vida. Es posible que siempre escuchemos historias de esta
índole, las cuales generan incertidumbre, terror y vacilación, pero para
58 DE SOLÍS Y VALENZUELA, Op. Cit., p. 56-57.
58
algunas personas crédulas estas historias terminan por convertirse en
hechos reales y las asumen como tales, quizás, por el hecho mismo de que
les resulta imposible explicarlas desde la razón.
• Pasaje de las raciones de carne de San Bruno
El Pasaje de las raciones de carne de San Bruno (perteneciente a la
Mansión XVI), es otro relato que contiene elementos de corte fantástico, en
el cual se cuenta que el obispo tenía la costumbre de enviarles a los monjes
que vivían en La Cartuja59 unas raciones de carne para que éstos se
alimentaran. Un domingo el obispo envió las raciones, y cuando los monjes
se dispusieron para recrearse y comer la carne, San Bruno les habló,
diciéndoles que al comer carne se estaban alejando de los caminos de Dios
o se estaban dejando engañar del demonio, por lo que los exhortó para que
desistieran de comer carne. Algunos monjes acatan el mensaje de San
Bruno pero otros no, y mientras discutían lo que debían hacer,
Se fueron quedando dormidos, ordenándolo assí Nuestro Señor –
se narra en El desierto prodigioso–. Y assí sentados como
estavan, se estuvieron desde aquel día hasta el de el miércoles
santo [en total fueron cincuenta y dos días], en que Sn. Hugo quiso
irse a recoger aquellos días santos para passarlos devotamente en
compañía de sus queridos monjes. Embió un criado adelante a
avisarles de su ida; el qual fue, y no encontrando a nayde, entró
hasta el refectorio, y viendo a los santos dormidos, y los platos de
carne vaheando [echando humo] en la messa, sin hazer otra
59 Los monjes cartujos fue una orden monástica fundada en 1084 por el monje alemán san Bruno (personaje que Pedro de Solís y Valenzuela resalta en su obra).
59
diligencia, volvió en gran manera escandalizado y dixo al santo
obispo lo que avía visto60.
Este acontecimiento raya los límites de lo fantástico hasta el punto de que el
mismo obispo (quizás, situación creada por el mismo autor para darle más
credibilidad al hecho narrado) se sorprende y no encuentra una respuesta
coherente a lo ocurrido, por lo que él mismo decide ir y ver con sus propios
ojos lo que ya le han dicho: se pusso en camino para allá, y llegando, entró
en el refectorio y vio los monjes dormidos y las pitanzas de carne en la
messa enteras y sin aver llegado a ellas, vaheando como si las acabaran de
sacar de la olla. Lo qual le causó grande admiración y escándalo61. Es
apenas obvio que este hecho genere asombro, no sólo por parte de quien lo
pueda ver, sino de quien lo lea, pues desde el orden lógico del mundo, es
imposible que una persona pueda dormir durante cincuenta y dos días sin
comer, y además, que una ración de carne permanezca humeante como
cuando está recién cocinada, después de cincuenta y dos días. Estamos en
este caso, penetrando en el mundo fantástico.
Desde la temática de Vax, podríamos catalogar el anterior hecho como una
alteración de la casualidad, debido a que el tiempo parece no haber
transcurrido (cincuenta y dos días) en el monasterio de los monjes cartujos.
Para Vax, el tiempo es homogéneo e irreversible, pero en el mundo
fantástico puede ocurrir una dilatación o una contracción de éste. Todorov
también hace mención a este hecho, diciendo: El mundo físico y el mundo
espiritual se interpenetran; sus categorías fundamentales se encuentran, por
lo tanto, modificadas. El tiempo y el espacio del mundo sobrenatural… no
60 Ibid., p. 132. 61 Ibid., p. 133.
60
son el tiempo y el espacio de la vida cotidiana62. En efecto, esto podemos
comprobarlo en el Pasaje de las raciones de carne de San Bruno, donde se
le da pues, un manejo fantástico al tiempo (cincuenta y dos días parecen
detenerse y parecen convertirse en tan sólo unos segundos).
• Apariciones de San Bruno
El relato Apariciones de San Bruno, lo encontramos en la mansión XVIII, y
hace referencia a un personaje de vida ascética, llamado san Bruno, quien
vivía en el desierto y gozaba del respeto y el aprecio de quienes lo conocían.
Un día, un conde de nombre Rogerio, se encontraba de caza y por
casualidad, se encontró con San Bruno, hizo amistad con éste, lo veneró y
admiró su santidad. El conde partió a la guerra, y cuando se encontraba
dormido en su tienda,
Oyó ruido y estrépito, abrió los ojos, vio su tienda bañada de luz y
en medio della vio a su querido amigo BRUNO, el cual le dixo
estas palabras: levántate, Rogerio, y no duermas; vístete las
armas, apercíbete para la batalla, por si Dios permite que libres de
la muerte a ti y a los tuyos… Y con esto desapareció, permitiendo
Dios que, por virtud divina, traýdo de distancia de más de siete
jornadas de camino, viniesse en un punto desde su desierto a
darle aqueste aviso… Levantosse al punto Rogerio, armose y
apercibiose contra los que venían a ejecutar la trayción63.
En este punto, estamos nuevamente frente a las ya nombradas alteraciones
de la casualidad, aunque en este caso, con referencia al espacio, el cual
tiene unas leyes, que son alteradas cuando se cruza el umbral hacia lo
62 TODOROV, Op. Cit., p. 95. 63 DE SOLÍS Y VALENZUELA, Op. Cit., p. 186-187.
61
fantástico, como la que nos dice que nadie puede estar en dos lugares al
mismo tiempo, llamada la ubicuidad u omnipresencia, característica que
generalmente, poseen los personajes de vida espiritual y santa. Por ejemplo,
en los relatos hagiográficos son muy comunes y recurrentes las narraciones
de santos que se encontraban en dos lugares a la vez. La omnipresencia
parece que fuera una dádiva de Dios para sus seguidores (don que el ser
supremo posee). Cabe anotar en este caso, que este don o poder también
puede ser legado por Satanás o por las fuerzas de la oscuridad (como se
observó en los hechos de brujería en el relato de Las mujeres brujas y el
lebrillo hechizado de El Carnero).
En el mismo relato (Apariciones de San Bruno), se menciona una segunda
aparición de San Bruno, ocurrida cuando el mismo conde Rogerio quiere
condenar a muerte a algunos prisioneros. En esta aparición, San Bruno insta
al conde para que éste desista de su idea, consejo que Rogerio sigue y
queda eternamente agradecido al santo.
Es preciso anotar que en El desierto prodigioso estos hechos fantásticos
son llamados milagros. Esto puede deberse al hecho de que la obra de
Pedro de Solís y Valenzuela es profundamente religiosa y resalta las virtudes
cristianas (hecho este último muy recurrente en las obras de carácter barroco
de esta época). En narraciones de esta índole, todo aquello que se aleja de
los parámetros de lo normal y se acerca más a lo sobrenatural, desde un
sentido milagroso, sólo puede ser obra del ser supremo del bien, o en otros
términos, de Dios; por otro lado, si se habla de hechos sobrenaturales –en
obras con un fuerte contenido religioso y cristiano como las que hemos
abordado–, pero en un sentido negativo, estaríamos refiriéndonos a la
intervención del ser supremo del mal, o, del demonio.
62
• Episodio de Don Jacinto y la misteriosa dama de la Corte
En la mansión XXI de El desierto prodigioso encontramos el Episodio de
Don Jacinto y la misteriosa dama de la Corte, en el cual nos narran lo
sucedido a un amigo de Fernando (uno de los personajes centrales de la
obra), llamado Don Jacinto, sacerdote que no llevaba una vida muy
entregada a su ministerio. En palabras de Pedro de Solís, ¡O quám ocultos
son los juicios de Dios! Quando Don Jacinto menos buscava a Dios, Su
Divina M[a]g[esta]d se acordó de alumbrarle con vn succeso raro y de bien
pocos hasta aora sabido64. Una noche don Jacinto va a visitar a una dama
de la Corte, quien cubre su rostro durante un largo rato y después de que
Don Jacinto le pide casi rogando que se descubra el semblante, ésta accede
y para sorpresa del visitante, éste se encuentra ante un esqueleto humano
con olor a sepultura. De Solís y Valenzuela narra el episodio de esta manera:
Vna de las noches que salió a su exercicio, halló, a su parezer, a la
dama en la ventana prevenida, y le dijo que le aguardase a la
puerta, que ya salía. Hízolo assí, y salió su dama espirando
fragancias de olores y con grande aparato y pompa de vestidos
guarnecidos de oro, aunque bien cubierta con el manto, de suerte
que no le pudo ver la cara. Fuela acompañando algunas calles y
vinieron a descansar en vnas escaleras de piedra que hazían
ascenso a vna iglesia. Sentáronse allí y él hizo grande diligencia
para que se descubriesse el rostro, que le quería ver al resplandor
de la luna, que le hazía a la sazón muy claro. Ella se excussava lo
que podía, y Don Jacinto, añidiendo ruegos, lo vino a conseguir.
Echosse por detrás el manto, y él y las vestiduras y olores se
desaparecieron en un instante, quedando solamente a su lado,
64 DE SOLÍS Y VALENZUELA, Op. Cit., p. 696.
63
entre un hedor de sepultura, vn esqueleto humano, vna armadura
de huessos con su calabera, que sólo le dixo esta palabra: ¿hasta
quándo?, y luego desapareció toda la visión65.
Después de esto, don Jacinto cae desmayado y al recobrar la razón se dirige
a la casa de don Fernando, a quien le pide que le ayude a enmendar su vida
y además, decide ingresar al convento de los Carmelitas descalzos. En este
caso, podemos afirmar que nos encontramos frente a un hecho fantástico, ya
que se narra cómo un hombre en un principio está con una mujer, pero un
instante después, esa misma mujer se convierte en un cadáver, hecho que
asombra al personaje hasta el punto de aterrorizarlo. Retomando las teorías
de Todorov y Vax, tenemos que el primero nombra una serie de obras
fantásticas que tratan este tema (desde situaciones diferentes pero que, en
esencia, desembocan en el mismo argumento) que es el de la mujer
deseable transformada en cadáver66, dentro del cual se unen el deseo y la
muerte para dar paso a un acontecimiento fantástico que puede dejarnos sin
aliento (tanto al lector como al personaje). Vax, por su parte, expresa: la
mujer, objeto de seducción, se convierte en objeto de perdición67, y en el
relato de Don Jacinto y la dama de la Corte, esto queda claro, puesto que
don Jacinto, al ser un sacerdote alejado de la vida religiosa, sufre este
encuentro con una mujer como si se tratara de un castigo por su
comportamiento licencioso.
Como ya se ha dicho en este trabajo, dentro de El desierto prodigioso y
prodigio del desierto, es posible encontrar una novela intercalada, referida
a la historia de Arsenio, y a la cual Héctor Orjuela le ha dado el título de
65 Ibid., p. 697-698. 66 TODOROV, Op. Cit., p. 109. 67 VAX, Op. Cit., p. 25.
64
Aventuras de Arsenio, El Ermitaño, y dentro de ésta, encontramos el relato
La Leyenda de Pedro Porter (Mansión VIII y IX), relato con un fuerte
contenido fantástico, como se tratará de demostrar a continuación.
• La Leyenda de Pedro Porter
La Leyenda de Pedro Porter (Mansión VIII y IX) es una historia narrada por
Arsenio y está basada en una antigua leyenda catalana, en la cual se puede
leer lo dicho por Arsenio con estas palabras:
lo que os quiero contar es un suceso prodigioso de un hombre,
que a lo que se deja entender, entró vivo en el infierno y estuvo en
él treinta y seis días y volvió a esta vida y vivió después más de
dos años. El modo como pudo esto ser y vivir todos estos días sin
sustento corporal, o si fue esto real y verdadero, o imaginario, y
cómo pudo ver las almas y los demonios siendo espíritus puros, no
quiero disputarlo… Sólo sé que a Dios nada le es imposible y pudo
por sus secretos juicios permitir eso68.
La historia que Arsenio narra, nos cuenta pues, la aventura de un hombre,
Pedro Porter, quien es víctima del infortunio, pues un día, llegan a su casa
unos ministros de Justicia a embargarle todos sus bienes, porque según
ellos no ha pagado una deuda que, en realidad, él ya había saldado mucho
tiempo atrás. Desafortunadamente, el notario que recibió el pago ya había
muerto, llevándose consigo el secreto de dónde había guardado la escritura
de la cancelación de la deuda. Después de esto, Pedro Porter se dirigió a un
poblado donde le debían una cantidad de dinero que le serviría para
abonarla al embargo, pero en su recorrido a este lugar, se encuentra con un
68 DE SOLÍS Y VALENZUELA, Pedro, Aventuras de Arsenio, El Ermitaño, Bogotá: Colección Héctor H. Orjuela, 2003, p. 71.
65
joven que lo acompaña y que ofrece ayudarlo. Mientras caminaban, el joven
le dice a Pedro: Yo haré que veáis y habléis con el sobredicho notario, el
cual si tomó la carta de pago y auto de cancelación, él os dirá dónde lo puso
y dónde está. Por eso teneos bien en los estribos porque yo soy el Gran
Diablo del Infierno, y por permisión de Dios vengo a llevaros para que le
veáis y habléis69. De esta manera, Pedro Porter es conducido al infierno por
el mismo demonio. Una vez allí, Porter encuentra a ciertos personajes (cuyos
nombres se desconocen, pues el autor prefiere omitirlos) que pagan
condenas eternas por su comportamiento en vida. En este lugar, Porter halla
al notario que había escondido el documento en el que se comprobaba que
éste había pagado la deuda y el notario le confiesa que había ocultado el
papel dentro de una pared y que lo había hecho sólo por malicia, pues había
discutido con el padre de Pedro Porter. Después de esto, Porter ve toda una
serie de tormentos que padecen los condenados70, y luego, sale de este
tenebroso lugar para encontrar el papel que necesitaba y lograr así,
solucionar el problema que lo aquejaba.
Podemos decir, entonces, que el viaje que Pedro Porter hace al infierno es
absolutamente fantástico, puesto que es el mismo diablo (quien como ya se
ha dicho, es uno de los personajes que habitan el mundo de lo fantástico) el
que arrastra al personaje hasta el infierno (lugar donde habita nuestro
personaje fantástico por excelencia, el demonio, y por lo tanto, es un sitio
existente sólo en un mundo fantástico), y además, esta narración deja al
lector y al mismo personaje sumidos en la incertidumbre. El mismo Héctor
Orjuela señala que el viaje de Pedro Porter al infierno es una historia que
reúne las características del relato fantástico. A propósito de esto, Orjuela 69 Ibid., p. 77. 70 El viaje de Pedro Porter al infierno y lo que allí ve es un tema recurrente en la literatura desde la antigüedad. Virgilio (entre los latinos) y Dante (en la edad media) son dos ejemplos más de personajes que descienden al mundo de los infiernos, para luego, volver a salir de él.
66
expresa: “no hay duda de que muchos de sus ingredientes están presentes y
que el elemento onírico y pesadillesco, con énfasis en las impresiones de
horror y del mundo de ultratumba, crean un clima alucinante en el que los
personajes se mueven entre la realidad y la fantasía y en un plano de
ambigüedad que es aceptado por el lector”71.
Los relatos que hemos analizado en este trabajo (pertenecientes a algunas
Crónicas de indias, a El Carnero y a El desierto prodigioso y prodigio
del desierto), son relatos que han sido abordados desde la temática y la
perspectiva de dos teóricos contemporáneos (Todorov y Vax). Hemos
tratado de demostrar que estos relatos pueden ser abordados desde el
concepto de lo fantástico que manejan estos autores, teniendo en cuenta,
además, el imaginario fantástico de los siglos XVI y XVII. Como se ha podido
evidenciar, estos relatos sí pueden ser considerados fantásticos desde la
óptica de Todorov y Vax, lo que nos lleva a plantear también, que en el
génesis de la literatura colombiana ya existían algunas manifestaciones de
literatura fantástica, la cual –obviamente–, estaba un tanto sesgada por la
visión cristiana que predominaba en el momento y que formaba parte del
imaginario medieval europeo. Por último, es importante aclarar que estas
obras fantásticas no podrían ser consideradas como tales sin la presencia de
acontecimientos extraños72, los cuales, como también se ha demostrado,
prevalecen en los relatos que se han estudiado.
71 ORJUELA, Héctor, Estudio Preliminar a Aventuras de Arsenio, El Ermitaño, Op. Cit., p. 23. 72 Según Todorov, sin “acontecimientos extraños” lo fantástico no puede ni siquiera darse. TODOROV, Op. Cit., p. 75.
67
CONCLUSIONES
Tzvetan Todorov y Louis Vax concuerdan en señalar que la literatura
fantástica se refiere a todas las situaciones extrañas, desconocidas y
misteriosas que ocurren en nuestro mundo real y que resultan imposibles de
explicar desde el ámbito racional. Dentro de lo fantástico encontramos la
vacilación, es decir, la duda entre lo real y lo ficticio, la cual debe presentarse
tanto en el personaje del texto fantástico como en el lector.
El término fantástico es bastante amplio y suele confundirse con otros
términos que guardan alguna relación con lo fantástico: en este caso,
tenemos la ficción, el misterio, lo maravilloso, lo mítico, términos que si bien
guardan alguna similitud con lo fantástico, no alcanzan a pertenecer por
completo, al mundo de la narración fantástica. Tampoco podemos catalogar
como fantástico las figuras retóricas (tales como la alegoría, metáfora e
hipérbole, entre otras), pues estas últimas son un recurso estético del
lenguaje, y no son una descripción literal de hechos.
Teniendo en cuenta la anterior definición, podríamos afirmar que algunos
relatos contenidos en las obras Crónicas de Indias, El Carnero y El
desierto prodigioso y prodigio del desierto (producidas entre los siglos
XVI y XVII) contienen rastros del género fantástico, y algunos elementos de
las teorías de Todorov y Vax (quienes las escribieron en el siglo XX), son
perfectamente aplicables a los textos nombrados, pese a la distancia que
hay en el tiempo entre la producción de estas obras y las teorías de los
autores franceses (hablamos de una distancia de más de cuatro siglos).
El imaginario fantástico de los siglos XVI y XVII provenía de la Europa
medieval, y dentro de éste, se encontraba la idea de los caballeros
68
medievales (hombres valientes y aventureros), que estaban dispuestos a
enfrentar un mundo colmado de seres y objetos fantásticos que desbordaba
la realidad. Los conquistadores, que a la vez fueron cronistas, eran un fiel
reflejo de esta visión de mundo, vinculada al nuevo y desconocido mundo
que acababan de descubrir; la mentalidad medieval radicaba también, en
que para los hombres de esta época convivir con historias inexplicables o
sobrenaturales les servía para salir de la monotonía en la que vivían, y de
esta manera, los límites entre lo real y lo fantástico no estaban muy
definidos. Esta mentalidad continuó siendo una realidad propia de los
cronistas y de aquellos primeros autores del Nuevo Mundo.
Las Crónicas de Indias fueron escritas entre finales del siglo XV y principios
del siglo XVI. Sus autores fueron españoles llegados a tierras americanas, y
sus escritos, cargados del imaginario medieval del Viejo Mundo, daban
cuenta, a su modo, de sus vivencias en estas tierras, donde lo exuberante y
lo desconocido rayaban en lo fantástico. Es importante aclarar que Las
Crónicas de Indias, a pesar de que la mayoría de sus autores eran
europeos, se constituyen en una de las primeras muestras de literatura
producida en América (incluyendo, Colombia, pese a que este país como tal
no existía). Entre los cronistas de Indias que se ubicaron en tierras que hoy
conforman el territorio colombiano, encontramos a Martín Fernández de
Enciso, Gonzalo Jiménez de Quesada y Gonzalo Fernández de Oviedo,
quienes produjeron crónicas con un fuerte contenido fantástico.
Entre las obras más representativas de la literatura de la Colonia en
Colombia, encontramos la crónica escrita por el bogotano Juan Rodríguez-
Freyle, El Carnero, la cual contiene varios pasajes donde el diablo y las
brujas juegan un papel preponderante. Estos pasajes involucran, sin duda
69
alguna, un fuerte elemento fantástico, ya que, tanto el diablo como sus
ayudantes, las brujas, son considerados como entes inexplicables.
De la misma forma como ocurre con El Carnero, se encuentra El desierto
prodigioso y prodigio del desierto, obra colonial, cuyo autor es Pedro de
Solís y Valenzuela, y en la cual encontramos elementos tratados en El
Carnero (como el diablo y las brujas), así como los muertos que vuelven a la
vida y una serie de milagros que sacuden la existencia de algunos
personajes de la obra. Estos hechos están vinculados con los escritos
europeos del Barroco, que tienen un fuerte componente cristiano, donde se
evidencia la lucha del bien contra el mal, rescatándose la importancia de
llevar una vida ejemplar cristiana.
Debido a que la Edad Media fue una época profundamente religiosa, donde
el cristianismo gozó de gran popularidad y era considerada, además, como la
única religión posible para alcanzar la salvación, las obras hagiográficas y los
milagros de los santos fueron muy comunes en esta época de la historia,
tanto, que formaban parte importante de los escritos de aquellos tiempos, y
éstos a su vez, entraron a jugar un papel fundamental en los escritos
coloniales. Obras como El Carnero y El desierto prodigioso y prodigio del
desierto se caracterizan, entre otras cosas, por el especial tratamiento que le
da a los milagros, los cuales, como hemos podido evidenciar, se acercan a
los hechos fantásticos de la manera como se abordaron en este trabajo, ya
que un milagro hace referencia a hechos inexplicables atribuidos a
intervenciones de lo sobrenatural.
Sin duda alguna, estas primeras manifestaciones literarias (Crónicas de
Indias, El Carnero y El desierto prodigioso y prodigio del desierto)
generadas en Colombia no sólo tienen una importancia histórica y socio-
70
cultural (aspectos de estas obras que ya han sido bastante estudiados), sino
también, que fueron el punto de partida de un movimiento que fusiona la
realidad con lo fantástico, como lo es el realismo mágico, que tanta gloria y
brillo le ha dado a la literatura de nuestro país, representado en su más
grande exponente, Gabriel García Márquez.
71
TERCER CAPÍTULO
COMPONENTE PEDAGÓGICO
72
TERCER CAPÍTULO
COMPONENTE PEDAGÓGICO
3.1 ACERCAMIENTO DE LOS JÓVENES A LAS
PRIMERAS MANIFESTACIONES DEL RELATO FANTÁSTICO EN LA
LITERATURA COLOMBIANA
La lectura y la enseñanza de las primeras manifestaciones del relato
fantástico en la literatura colombiana se realizará con estudiantes de grado
octavo (8º) de básica secundaria, ya que según los estándares educativos
nacionales, es en este grado donde debe enseñarse la literatura colombiana.
Este estudio se abordará desde las llamadas competencias, término que se
ha introducido en la educación nacional y que se refiere al saber hacer en un
contexto determinado. La competencia que más tendremos en cuenta en
este caso, será la interpretativa, la cual incluye la habilidad del estudiante
para identificar y comprender las ideas fundamentales en una comunicación
o mensaje (como en los textos de las primeras manifestaciones del relato
fantástico en Colombia) y para comprender las relaciones entre estas ideas.
Esta competencia extrae el significado y le da sentido a un texto.
Se buscará que el estudiante desarrolle la competencia interpretativa para
que esté en condiciones de comprender el texto que lee, dejando el camino
abierto para las otras dos competencias (la argumentativa, donde identificará
el por qué de lo que lee, y la propositiva, en la que identificará el para qué de
esa lectura), las cuales le servirán de apoyo para todas las actividades (no
sólo académicas) que emprenda a lo largo de su vida y que comprenda que
estos escritos son la génesis de muchos otros escritos, inclusive del
realismo mágico utilizado por nuestro Nobel de Literatura, Gabriel García
Márquez.
73
Cabe anotar que la lectura y el texto juegan un papel fundamental en el
momento de transmitir conocimientos, así los textos contengan algunos
elementos de lo fantástico como en nuestro caso en particular. Textos como
Las crónicas de Indias, El Carnero o El desierto prodigioso y prodigio
del desierto, contienen elementos propios de la historia de un naciente país
(como la historia de Colombia durante la conquista y la colonia) y otras
formas de conocimiento (nos referimos a un conocimiento literario y artístico
que vale tanto como el conocimiento de la ciencia) que quedarán grabadas
en la memoria del estudiante.
Es necesario darles a conocer a los jóvenes la lectura de textos de siglos
atrás, los cuales enmarcan todo el imaginario de la época como su contexto
histórico. También es importante hacerles saber que no sólo existe una
literatura Occidental (aquella que proviene de Grecia como La Iliada y La
Odisea), sino que es importante que nuestros estudiantes conozcan y
profundicen en las producciones literarias que se han originado en nuestro
país, y qué mejor que lo hagan con Las crónicas de Indias, El Carnero y El
desierto prodigioso. Con estas obras, los estudiantes de grado octavo (8º)
de básica secundaria, tendrán la oportunidad de conocer una parte de
nuestra historia, la referida a los pueblos indígenas con sus costumbres, su
sistema político y religioso, así como su visión de mundo (es preciso aclarar
que lo hará desde lo fantástico); podrá ubicarse geográficamente en una
región de Colombia, región misteriosa, inhóspita y a la vez, atrayente como lo
es la zona del Darién, la cual fue vista con asombro por sus primeros
visitantes europeos en las Crónicas de Indias. Para las crónicas y relatos de
la colonia, la región donde se ubican estos escritos es la ciudad de Santafé
de Bogotá (hablamos de textos como El Carnero y El desierto prodigioso).
74
Ahora bien, ¿de qué manera se puede lograr que el estudiante se acerque a
Las crónicas de Indias, El carnero y El desierto prodigioso? En primer
lugar, se debe reconocer que estos escritos son de difícil lectura para los
estudiantes, debido a la escritura un tanto arcaica que maneja y a lo alejados
que están estos textos en el tiempo con respecto al joven contemporáneo
(cuatro y cinco siglos atrás), lo que lo hace tomar distancia y cierto prejuicio
para su lectura.
Es preciso señalar que la metodología empleada para acercar, motivar y
animar la lectura de estas primeras manifestaciones de relatos fantásticos es
a través del método exposición didáctica, porque ésta permite la interacción
entre el profesor y el estudiante por medio de preguntas, inquietudes y
opiniones, explicándoles a los estudiantes que estas obras contiene
elementos no sólo históricos y estéticos inherentes a la literatura, sino que
también tiene un matiz fantástico que puede ser observado.
Antes de introducir al estudiante en la lectura de estas manifestaciones del
relato fantástico en Colombia, se pretende dar un repaso (en el caso de que
ya hayan visto el tema) o enseñarles brevemente, los términos de fantástico,
ficción y la diferencia que tiene lo fantástico con los elementos estético-
literarios (figuras retóricas), que en ocasiones se confunden con lo fantástico.
Pretendemos vincular los elementos teóricos de Vax y Todorov, los cuales
serían una excelente ayuda para definir la frontera del lenguaje estético con
lo fantástico y de la ficción con lo fantástico. La teoría de lo fantástico de
estos autores les será una herramienta de ayuda no sólo en el ámbito de la
literatura, sino en todos los campos de la vida, es decir, es necesario
mostrarles a los jóvenes cómo los elementos fantásticos se pueden observar
en cualquier ámbito de nuestras vidas: lo inexplicable en lo cotidiano, en el
cine y en otros tipos de relatos donde la razón no puede llegar. Con base en
75
esto, el estudiante podrá comprender y aproximarse más claramente a estos
relatos con contenido fantástico.
Una de las dificultades en enseñar a los jóvenes de secundaria nuestros
escritos más antiguos, se presenta en el poco valor que se le ha dado a
éstos, más aún, cuando en la educación básica secundaria no han sido muy
explorados. O si son tenidos en cuenta, la aproximación que se hace de
ellos, no es la más apta para ser enseñada a los estudiantes. Por ello se
hace necesario darles a conocer a los estudiantes estas obras a través de un
medio que se aleja un poco de lo que tradicionalmente se ha enseñado en
las aulas de clase de nuestro país (cuando se dedican a abordar esta clase
de obras), y hablamos de vincular al joven con estos textos (Las crónicas de
Indias, El Carnero y El desierto prodigioso y prodigio del desierto) por
medio de los aspectos fantásticos que estas obras tienen.
La literatura fantástica ha sido una de las clases de literatura que más atrae a
los lectores, precisamente, por el carácter extraño, desconocido, misterioso y
asombroso que esta literatura tiene. Los jóvenes de nuestro tiempo se
sienten profundamente atraídos por el misterio que entraña lo fantástico:
temas como el vampiro, los muertos vivientes, los monstruos, el diablo, y el
terror que esto conlleva, siempre han llamado y llamarán la atención de los
seres humanos, y más aún, de los jóvenes, quienes sienten una atracción
especial por esta clase de temas, ya que para ellos, el mundo no tiene límites
y éstos se expanden hacia el campo de lo fantástico. Inclusive, son muchos
los jóvenes que sienten la necesidad de convivir con el aspecto desconocido
y extraño que puede llegar a tener la vida.
En un mundo como el nuestro, plagado de una excesiva racionalidad y
olvidado de la imaginación y sin tener en cuenta lo importante que ésta
76
puede llegar a ser para adquirir el conocimiento y para hacer más agradable
nuestra vida en el planeta, es necesario que los jóvenes puedan soñar e
imaginar, acercándose a la fantasía (específicamente, al carácter fantástico
que algunas obras literarias tienen, como aquellas que se ubican en la
génesis de nuestra literatura).
A continuación se presentan tres talleres que se realizarán con los
estudiantes y que versan acerca del tema de las primeras manifestaciones
del relato fantástico en la literatura colombiana.
77
3.2 TALLERES
Se pretende realizar cuatro talleres con base a la lectura que se realice de
las primeras manifestaciones del relato fantástico en la literatura colombiana.
Estas actividades se llevarán a cabo con el método de la exposición didáctica
en una interacción permanente entre el docente y los estudiantes,
formulando preguntas acerca del tema para comprobar hasta qué punto el
estudiante comprendió las lecturas realizadas.
3.2.1 TALLER Nº 1
TEMA: Definición y características de lo fantástico.
MÉTODO: Exposición didáctica.
ÁREA: Español y literatura.
LOGRO: Profundizar en la teoría de lo fantástico de Vax y Todorov, donde se
tengan en cuenta los límites y las características de lo fantástico para la
posterior comprensión e interpretación en Las crónicas de Indias, El
Carnero y El desierto prodigioso y prodigio del desierto.
INDICADORES DE LOGRO: Conoce las definiciones de lo fantástico y sus
límites, y reconoce los elementos fantásticos en un texto leído, lo cual le
permitirá dar una interpretación global al mismo.
ACTIVIDADES:
78
INICIALES: El profesor hace un breve repaso o explicación acerca del
género fantástico, diferenciando este género con las figuras retóricas que
suelen ser confundidas con elementos fantásticos; se reparte a cada
estudiante un cuestionario de cuatro preguntas que verse sobre las figuras
literarias estudiadas.
DESARROLLO: El taller se llevará a cabo durante la clase. Las preguntas
que contiene son las siguientes:
1. Del siguiente fragmento de El desierto prodigioso y prodigio del
desierto, señala los elementos fantásticos y explica por qué son fantásticos:
Cántasse en la Iglesia donde le avían de sepultar, el officio de
difuntos; enpieza el cantor la lección quarta que dize: Responde
mihi quantas habeo iniquitates, y, luego, sobre toda opinión
humana, levanta el diffunto en el féretro la cabeza (que desde el
potro de las infernales penas, que justamente padeze el alma, dio,
por permissión divina, para esto virtud al cuerpo; a la garganta,
voz, y a la lengua y labios, movimiento), y con horrendo y
lamentable grito que le oyeron todos, dize: Iusto Dei indicio
accusatus sam: por justo juicio de Dios soy acusado. Y reclinose
en las andas. Causó este caso grande admiración en todos, y en
los más cuerdos, igual temor del juicio divino. Dilátase el entierro
hasta otro día, para tomar acuerdo en tan inopinado y horrendo
suceso. Divúlgasse éste en breve; París se rebuelve y, admirada y
curiosa, acude todo el día siguiente a ver cómo hablan los
diffuntos73.
73 DE SOLÍS Y VALENZUELA, Op. Cit., p. 52-53.
79
2. Explica con tus palabras hasta dónde llega el género fantástico, es decir,
¿cuáles son sus límites?
3. Crea un breve texto que contenga elementos fantásticos, señalándolos.
4. ¿Consideras que lo fantástico es importante en la literatura? ¿Por qué?
FINALES: El profesor recoge los talleres.
3.2.2 TALLER Nº 2
TEMA: Las crónicas de Indias.
MÉTODO: Exposición didáctica.
ÁREA: Español y literatura.
LOGRO: Leer comprensivamente Las crónicas de Indias y reflexionar en
torno a sus elementos fantásticos.
INDICADORES DE LOGRO: Reflexiona de manera crítica sobre la
problemática planteada en la obra, es decir, sobre los elementos fantásticos
e inexplicables para los cronistas
ACTIVIDADES:
INICIALES: El profesor realiza una serie de preguntas informales a los
estudiantes sobre la lectura que han hecho de Las crónicas de Indias,
como: ¿qué les pareció la obra?, ¿qué piensan de lo escrito por los
80
cronistas? o ¿cuál es la vigencia que tiene la obra? Luego, divide el grupo
por parejas y le reparte a cada una un taller acerca de la obra.
DESARROLLO: El taller debe ser realizado en clase. Las preguntas que
contiene son las siguientes:
1. ¿Qué aspectos de Las crónicas de Indias te llaman más la atención?,
¿por qué?
2. ¿Por qué crees que los cronistas se sorprendieron tanto con lo que
observaron?
3. ¿Qué elemento fantástico te gustó más?, ¿por qué?
4. ¿Por qué consideras que los cronistas escribían relatos de carácter
fantástico?
5. Realiza un dibujo que represente un hecho fantástico en el escrito Las
crónicas de Indias.
FINALES: Las respuestas de cada grupo son socializadas y debatidas ante
toda la clase.
3.2.3 TALLER Nº 3
TEMA: El Carnero.
MÉTODO: Exposición didáctica.
81
ÁREA: Español y literatura.
LOGRO: Leer comprensivamente algunos apartes fantásticos de El carnero
y reflexionar en torno a él.
INDICADORES DE LOGRO: Reflexiona de manera crítica sobre la
problemática planteada en la obra, es decir, sobre los elementos fantásticos
e inexplicables expresados por el autor.
ACTIVIDADES:
INICIALES: El profesor realiza una serie de preguntas informales a los
estudiantes sobre la lectura que han hecho de El Carnero, como: ¿qué les
pareció la obra?, ¿qué piensan de lo escrito por el autor? o ¿cuál es la
vigencia que tiene la obra? Luego, divide el grupo por parejas y le reparte a
cada una un taller acerca de la obra.
DESARROLLO:
El taller debe ser realizado en clase. Las preguntas que contiene son las
siguientes:
1. ¿Qué personajes de El Carnero te llaman más la atención?, ¿por qué?
2. ¿Consideras que estos hechos citados por el autor pueden ser fantásticos
en la actualidad?
3. ¿Qué hecho fantástico te llamó más la atención? ¿Por qué?
4. ¿Consideras que todavía existen elementos fantásticos en nuestra
sociedad? Argumenta tu respuesta.
82
5. Realiza un dibujo que represente un hecho fantástico de la obra El
Carnero.
FINALES: Las respuestas de cada grupo son socializadas y debatidas ante
toda la clase.
3.2.4 TALLER Nº 4
TEMA: El desierto prodigioso y prodigio del desierto.
MÉTODO: Exposición didáctica.
ÁREA: Español y literatura.
LOGRO: Leer comprensivamente algunos apartes fantásticos de El desierto
prodigioso y reflexionar en torno a él.
INDICADORES DE LOGRO: Reflexiona de manera crítica sobre la
problemática planteada en la obra, es decir, sobre los elementos fantásticos
e inexplicables para el autor.
ACTIVIDADES:
INICIALES: El profesor realiza una serie de preguntas informales a los
estudiantes sobre la lectura que han hecho de El desierto prodigioso,
como: ¿qué les pareció la obra?, ¿qué piensan de lo escrito por el autor? o
¿cuál es la vigencia que tiene la obra? Luego, divide el grupo por parejas y le
reparte a cada una un taller acerca de la obra.
83
DESARROLLO: El taller debe ser realizado en clase. Las preguntas que
contiene son las siguientes:
1. ¿Qué personajes de El desierto prodigioso te llaman más la atención?,
¿por qué?
2. ¿Consideras que estos hechos citados por el autor pueden ser fantásticos
en la actualidad?
3. ¿Qué hecho fantástico te llamó más la atención?, ¿por qué?
4. ¿Consideras que todavía existen elementos fantásticos similares en
nuestra sociedad? Argumenta tu respuesta.
5. Realiza un dibujo que represente un hecho fantástico de la obra El
desierto prodigioso.
FINALES: Las respuestas de cada grupo son socializadas y debatidas ante
toda la clase.
84
BIBLIOGRAFÍA
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