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E l mito. L as bodas de T etis y P eleo. E l juicio de P aris.

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E l mito.Las bodas de Tetis y P eleo. E l

juicio de P aris.

A sistieron a la boda todos los dioses del Olimpo…

Z eus, padre de hombres y de dioses, amontonador de nubes, el que disfruta con el rayo, el de mente enrevesada, es el soberano del Olimpo.

P oseidón es hermano de Z eus. A él le tocó en suerte el dominio de las aguas. E s el que ciñe la tierra y el que provoca los terremotos cuando corre bajo el suelo con

su carro o golpea con su tridente.

H era, esposa de Z eus, la de níveos brazos, venerable señora, cuida del buen orden familiar.

A tenea, nacida de la cabeza de Z eus, la de ojos de lechuza, es la diosa de la inteligencia puesta en práctica, ya sea en las artes o en la guerra.

A polo, hijo de Z eus y Leto. es el dios del equilibrio y la mesura, de la armonía y la música. E s el que hiere de lejos, quien castiga con

sus flechas a los que cometen excesos.

D ioniso,.

A D ioniso le gusta coronarse de hiedra y cubrirse con una piel de leopardo.

A res,.

A frodita, nacida de la espuma del mar, es la sonriente diosa del amor y del deseo.

A la boda no podía faltar el maestro de A quiles, el centauro Q uirón, que trae como presente algunas piezas de caza. D elante camina H ebe, la diosa de la juventud, luciendo un hermoso peplo adornado con figuras de animales

P aris tiene que elegir a la más hermosa. M ientras, H ermes sostiene la manzana de.

A frodita es sin duda la más hermosa, aunque se asegura la victoria ofreciendo a P aris el amor de la mujer más bella del mundo: H elena, por

entonces esposa del rey de E sparta M enelao.

La literatura. La I líada.

Homero es considerado el autor de la I líada y la Odisea, en el s. V I I a. C . N o se sabe si existió realmente, ni si fue autor de ambas obras, de una sola, o de algunas partes.

C riseida y B riseida tenían hermosas mejillas, como la K ore del P eplo.

“F ebo A polo descendió de las cumbres del Olimpo con el arco y el cerrado carcaj al hombro; los dardos resonaron sobre la espalda del enojado dios, cuando comenzó a

moverse. I ba sombrío como la noche. Sentóse lejos de las naves, lanzó una flecha y el arco de plata soltó un terrible chasquido <...> dirigió sus amargas saetas a los hombres, y

continuamente ardían muchas piras de cadáveres.”

A quiles, el de los pies ligeros. E n la guerra de Troya cumplirá su destino: tener una vida corta, pero gloriosa.

A yante, hijo de.., valiente y grande. Sosteniendo su enorme escudo de nueve pieles de buey es como una muralla para los A queos.

D iomedes T idida. P rotegido por la diosa … posee el corazón más animoso entre los aqueos, y llega a herir en la batalla al mismo A res.

Tras su disputa con A gamenón, A quiles pasa el tiempo en su tienda, cantando al son de la lira o jugando a las tabas con A yante…

Á nfora de E xequias

… A unque jamás pierde de vista sus armas.

P atroclo es su amigo inseparable, al que cura las heridas gracias a los

conocimientos de medicina aprendidos del centauro ...

“Y ya ni un hombre perspicaz hubiera conocido al divino Sarpedón, pues los dardos, la sangre y el polvo lo cubrían completamente de pies a cabeza.

A gitábanse todos alrededor del cadáver como en la primavera zumban las moscas en el establo por encima de las escudillas llenas de leche, cuando

ésta hace rebosar las jarras.”

“ Y después de sacar a Sarpedón de entre los dardos, límpiale la negra sangre, llévalo a un sitio lejano y lávalo en la corriente de un río, úngelo con ambrosía,

ponle vestiduras divinas y entrégalo a los veloces conductores y hermanos gemelos: el Sueño y ...”

C rátera muerte de Sarpedón

M uerto P atroclo, los aqueos celebran carreras de carros en su honor .

C uando A quiles decide salir a vengar la muerte de P atroclo, sus caballos, E utías y Janto, regalo de P oseidón a … en el día de su boda, le vaticinan la muerte.

“‑¡D esdichado! Tu valor te perderá. N o te apiadas del tierno infante ni de mí, infortunada, que pronto seré tu viuda; pues los aqueos te acometerán todos a una y acabarán contigo. P referible sería que, al perderte, la tierra me tragara, porque si

mueres no habrá consuelo para mí, sino pesares.”

“N o en demasía, mujer, tu corazón se acongoje, que nadie me enviará al H ades antes de lo dispuesto por el destino; y de su suerte ningún hombre,

sea cobarde o valiente, puede librarse una vez nacido.”

Z eus pesa las almas de ambos héroes y es la de H éctor la que cae hacia el H ades.

A tenea acude en ayuda de A quiles y tiende una trampa a H éctor , incitándole a

combatir tras adoptar la apariencia de su hermano D eífobo.

“Se arrojó como el águila de alto vuelo se lanza a la llanura, atravesando las pardas nubes, para arrebatar la tierna corderilla o la tímida liebre; de igual manera arremetió H éctor, blandiendo la aguda espada. A quiles embistióle, a

su vez, con el corazón rebosante de cólera... “

“…mientras pensaba en causar daño al divino H éctor y miraba cuál parte del hermoso cuerpo del héroe ofrecería menos resistencia... el lugar en que las clavículas separan el cuello de los hombros, la garganta, que es el sitio por donde más pronto sale el alma: por

a11í el divino A quiles envasóle la pica a H éctor, que ya lo atacaba, y la punta, atravesando el delicado cuello, asomó por la nuca. “

“La muerte le cubrió con su manto: el alma voló de los miembros y descendió al H ades, llorando su destino, porque dejaba un cuerpo vigoroso y joven.“

La literatura.

D espués de la I líada..

Las temibles amazonas acuden en ayuda de los troyanos. A quiles mata a su reina, la valerosa P entesilea, como a tantos otros guerreros.

Tampoco el E tiope M emnón escapa a la lanza de A quiles. Su madre, la … de rosados dedos, recoge el cadáver.

E l hermoso P aris, que no se distingue precisamente por su valor en la batalla, prepara esta vez su arco…

…Y también a A quiles le llega su hora. P aris le dispara una flecha, que A polo dirige ..., su único punto vulnerable. A yante consigue

retirar el cuerpo a las naves aqueas.

A tenea maquina la forma de acabar de una vez con la ciudad de Troya…

…E idea el caballo de madera en el que se ocultarán los aqueos.

A tenea y el caballo de Troya

E l caballo de madera se levanta, aunque sea como copia para turistas, a la entrada de Troya.

Laocoonte, sacerdote de A polo, advirtió de la ruina oculta en el caballo. E l dios …, partidario de los griegos, envía una enorme

serpiente que estrangula al adivino y a sus hijos.

.., hijo de A quiles, es el primero en salir del caballo y comenzar la matanza entre los troyanos.

M enelao estaba decidido a matar a H elena, pero a ella se le abre el vestido, dejando ver un pecho tan hermoso cono siempre. M enelao deja

caer su espada.

La arqueología.

E l alemán H einrich Schliemann descubrió Troya, M icenas, y T irinto. E stuvo además a punto de descubrir C nossos.

Hasta Schliemann, muchos creían que Troya y su guerra no habían sido más que una leyenda. Sin embargo, existió, y debió de ser parecida a esta

reconstrucción

A llí se encontraron multitud de piezas de oro, como las que Schliemann hizo lucir para esta foto a su esposa …

Schliemann desenterró M icenas, la rica en oro, donde reinaba

A gamenón. Su principal entrada era la P uerta de …

Schliemann descubrió también T irinto, igualmente protegida por murallas “obra de los cíclopes” de hasta nueve metros de espesor.

E l llamado Tesoro de A treo era una de las tumbas de los reyes de M icenas, cuyos cadáveres se mantuvieron conservados durante siglos

hasta que entraron en contacto con el aire.

“H e contemplado el rostro de A gamenón”. A sí anunció Schliemann el hallazgo de esta máscara, llamada de A gamenón. D espués se ha sabido

que es, al menos, una generación más antigua.

Todas estas piezas de oro envolvían el cadáver de un muchacho en una tumba de M icenas.

La fuerza del toro resulta muy atractiva para ser representada en toda clase de objetos preciosos.

V aso de V afio

Lo mismo sucede con el poderoso león.

E ste puñal micénico era un objeto de adorno y lucimiento. U nos guerreros protegidos con el típico escudo micénico en forma de ocho

acosan a un león, que ya ha matado a uno de los cazadores.

La leyenda sigue viva.

La última película sobre Troya se estrenó en mayo de 2004. E l trailer puede verse en…

DU LC E B E LLU M I N E X P E R T I S

La guerra es dulce …