presentaciÓn critica al nuevo proceso penal

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La editora Jurídica Grijley me permite nuevamente publicar algunas ideas formadas al paso de la reforma procesal penal iniciada en el distrito judicial de Huaura desde el 1 de julio del año 2006. Algunas de estas ideas pudieron ser publicadas en revistas jurídicas en su comienzo, pero que gracias a la jurisprudencia, a las casaciones y a la progresiva vigencia del nuevo Código Procesal Penal en los demás distritos judiciales como La Libertad, Tacna, Moquegua, Arequipa, Tumbes, Piura y Lambayeque, permitieron que las pueda enriquecer y complementar, profundizando algunos puntos que considero importante observar, a fin de formar un legado o antecedente sobre el camino que se está construyendo con esta gran e importante reforma que hace nuestro país. Esto me llevó a viajar entre los años 2008 y 2009 a algunos distritos judiciales como Trujillo, Arequipa y Tumbes; y ver de cerca la reforma procesal. Asimismo, tuve la oportunidad de viajar a la ciudad de Iquique (Chile) y visitar el Poder Judicial, además de conversar con algunas personas que fueron parte de su reforma. Lo anecdótico de esto, en referencia a un estado comparativo de tiempo-espacio entre una cultura y un pasado jurídico distinto al nuestro, era que ellos pasaron por los mismos problemas, y justamente en su tercer año, como lo estamos pasando nosotros ahora. Y esto no se trata ya de una discusión de reforma netamente jurídica, sino de una reforma que incluya toda una máquina administrativa que la fortalezca, para así construir una nueva cultura jurídica que nos permita, verdaderamente, ser parte de esta renovación a la que se ha comprometido toda América Latina, por lo que gracias a la experiencia obtenida y a los lugares visitados, he conocido grupos humanos con un gran deseo de obtener un cambio, así como los obstáculos que sus propias instituciones o entes jerárquicos le han impuesto, pero que no ha mediado a que continúen apostando por una verdadera reforma procesal y no por un simple cambio estructural que solo va a quedar en los papeles de manera inerte. No podía, en ese sentido, dejar de agradecer a algunas personas que me ayudaron gratamente a moldear este arquetipo que ahora forma mi segundo libro en este año, pues ayudaron de muchas maneras a que continúe con mis investigaciones y aporte nuevas formas y aplicaciones que dentro de la práctica procesal se necesita, dándome esa confianza que todo escritor busca para seguir adelante en nuestro tirano tiempo que nos queda luego de arduas labores diarias en el Poder Judicial. En ese sentido, hago mi extensivo agradecimiento a dos asistentes jurisdiccionales que laboran en el módulo penal del distrito judicial de Huaura: a Onasis Bedia Álvarez, y a Binet Fisher

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Page 1: PRESENTACIÓN  critica al nuevo proceso penal

La editora Jurídica Grijley me permite nuevamente publicar algunas ideas formadas al paso de la reforma procesal penal iniciada en el distrito judicial de Huaura desde el 1 de julio del año 2006. Algunas de estas ideas pudieron ser publicadas en revistas jurídicas en su comienzo, pero que gracias a la jurisprudencia, a las casaciones y a la progresiva vigencia del nuevo Código Procesal Penal en los demás distritos judiciales como La Libertad, Tacna, Moquegua, Arequipa, Tumbes, Piura y Lambayeque, permitieron que las pueda enriquecer y complementar, profundizando algunos puntos que considero importante observar, a fin de formar un legado o antecedente sobre el camino que se está construyendo con esta gran e importante reforma que hace nuestro país. Esto me llevó a viajar entre los años 2008 y 2009 a algunos distritos judiciales como Trujillo, Arequipa y Tumbes; y ver de cerca la reforma procesal. Asimismo, tuve la oportunidad de viajar a la ciudad de Iquique (Chile) y visitar el Poder Judicial, además de conversar con algunas personas que fueron parte de su reforma. Lo anecdótico de esto, en referencia a un estado comparativo de tiempo-espacio entre una cultura y un pasado jurídico distinto al nuestro, era que ellos pasaron por los mismos problemas, y justamente en su tercer año, como lo estamos pasando nosotros ahora. Y esto no se trata ya de una discusión de reforma netamente jurídica, sino de una reforma que incluya toda una máquina administrativa que la fortalezca, para así construir una nueva cultura jurídica que nos permita, verdaderamente, ser parte de esta renovación a la que se ha comprometido toda América Latina, por lo que gracias a la experiencia obtenida y a los lugares visitados, he conocido grupos humanos con un gran deseo de obtener un cambio, así como los obstáculos que sus propias instituciones o entes jerárquicos le han impuesto, pero que no ha mediado a que continúen apostando por una verdadera reforma procesal y no por un simple cambio estructural que solo va a quedar en los papeles de manera inerte.

No podía, en ese sentido, dejar de agradecer a algunas personas que me ayudaron gratamente a moldear este arquetipo que ahora forma mi segundo libro en este año, pues ayudaron de muchas maneras a que continúe con mis investigaciones y aporte nuevas formas y aplicaciones que dentro de la práctica procesal se necesita, dándome esa confianza que todo escritor busca para seguir adelante en nuestro tirano tiempo que nos queda luego de arduas labores diarias en el Poder Judicial. En ese sentido, hago mi extensivo agradecimiento a dos asistentes jurisdiccionales que laboran en el módulo penal del distrito judicial de Huaura: a Onasis Bedia Álvarez, y a Binet Fisher

Page 2: PRESENTACIÓN  critica al nuevo proceso penal

Mirabal Veramendi; dos importantes trabajadores a quienes conocí cuando empecé a trabajar en el módulo penal con el nuevo Código Procesal Penal; buenos profesionales que me han brindado una incalculable amistad, pues su transparente lucha y crítica al nuevo modelo procesal penal ayudó infinitamente a que decida publicar el presente trabajo. Al Dr. Juan Salazar Culantres, juez del Juzgado Permanente de Familia del distrito judicial de Huaura, que gracias a su semilla gerencial que depositó en mí en los pocos meses que laboré a su lado, pude ampliar muchas ideas que luego «curiosamente» fueron practicadas en el nuevo proceso penal. Al Dr. Ramiro Terrel Crispín, ex-juez del Primer Juzgado de la Investigación Preparatoria de Huaura y actual Fiscal Titular Provincial en la ciudad de Huaral, quien muchas veces, en intermedios laborales donde discutíamos mucho sobre este nuevo modelo, respaldó y valoró muchas ideas mías, convenciéndome que las publique. A mi familia, amigos y gente cercana que sacrifiqué por invertir el tiempo en este trabajo; a Jessica Tapia Landecho, por el tiempo que sacrificó para que yo invierta en este trabajo; y a Diana Lourdes Velásquez Alva, gran amiga y futura colega, quien sacrificó su trabajo y convirtió su tiempo en mi tiempo; y, por supuesto, nuevamente a Esteban Alvarado y a todo su equipo que conforma Grijley, por la presente edición.

ALFIE HICH

Huacho, mayo de 2009