Concurso Literario

2021

Primera Edición. “Una Historia enpandemia”. Contiene una recopilación deescritura narrativa realizada por losestudiantes ganadores del concursoliterario del Colegio Bicentenario deSanta María para conmemorar el DíaInternacional del Libro 2021.

Colegiodesantamaría.com

Educación Inclusiva de Calidad

Una Historia en Pandemia

Romina Barroso lugar, se para tras la puerta y me cuenta hermososcuentos para dormir, ¿Por qué no entra a verme?Mamá, quiero abrazarte fuertemente, entra porfavor, quiero verte.

También recuerdo un periódico, la portada mellamo mucho la atención, decía: “Se confirmanmás de 10 millones de muertes por Covid 19”…Covid, esa palabra está en todas partesúltimamente, ¿Qué significa?

Me siento tan cansada, no puedo mover mucho mícuerpo, eso dicen las personas con largas batasazules y blancas que ingresan al cuarto.

En la habitación, hay más personas, no soy solo yo,hay tres jóvenes, siete niños, parecen tener míedad (los niños). Yo, estoy conectada a una caja,una máquina la cual dibuja montañitas todo el día,le pregunté a las personas que era esa cajita, medijeron que es mi pulso. ¿Pulso? , también tengoagujas y tubos en mis brazos; cuando las personascon batas me dicen que mueva un poco misbrazos, me duele mucho y rio un poco por nopoder.

Entonces desperté, estoy en una cama, no es nadacómoda, además es muy pequeña. Hoy estoy unpoco cansada, pero me siento mejor, hay ruido

afuera, veo personas nuevas entrar a diario, y a otrasse las llevan dormidas; las cubren con mantas blancasde los pies a la cabeza. Las personas, todas ellas lucenapagadas, sin ánimos ni energía, tristes, algunaslloran, ¿Por qué será?

Puedo ver a mí madre por la estrecha ventanilla quehay en la habitación, Madre, ella llora, -Madre…noestés triste madre…no llores más, no llores más porfavor madre. Mis hermanas también lloran, se venmuy cabizbajas, ¿Qué habrá pasado? ¿Por qué noestán aquí conmigo? ¿Mamá?

Puedo recordar mí habitación, mí casa, hace tiempoque no voy, ¿Cuándo podré ir?

Madre ya no me abraza, pero siempre viene a este

Romina Barroso1° Medio “A”

Ganadora 1er LugarConcurso Literario. “Una Historia en Pandemia”

Por uno de los tubos pasa un líquido, es un líquidorojo y espeso, es tan extraño, me pregunto, ¿Quéserá?, Tengo miedo.

Estoy…muy cansada

De repente, un sonido muy molesto, suena portoda la habitación, es como un bip, bip pero sealarga, algo como...bi________________p. Losjóvenes que están aquí me observan con miedo ypreocupación, comienzan a exaltarse y a llorar. Lamáquina a la que estoy conectada, ahora dibujauna sola línea, las montañitas descienden y seconvierten en una línea larga…muy larga.

Las personas con bata blanca irrumpen en elcuarto, dos de ellas, detienen a alguien en lapuerta, creo reconocer quién es… ¿Mamá?,¡Mamá! Es ella, es mi madre, -hola mamá- digosonriendo, ella no parece muy feliz de verme,mamá, ¿ya te dejarán entrar?

¿Por qué la gente me mira con tantapreocupación? Veo lástima en sus ojos, ojosdirigidos a mí.

Estoy tan cansada…mis ojos desobedientes secontrolan solos, quieren cerrarse, ¿Madre?Puedo verte (sonrie),

Mamá, estoy muy cansada, voy a dormir unpoco, ¿De acuerdo? Cuando despierte,cuéntame otro cuento…otro...cuento, Madre,ya no llores más, deja de llorar..

La niña cierra los ojos despidiéndose de sumadre, entonces la doctora dice: -hora demuerte, 9:31am-.

Una Historia en PandemiaCamila Zurita Cada mañana veo a través de la ventana entrar los

rayos del sol a mi habitación, como intentandoentrar a un lugar sin vida, dura unos minutos ydesaparece. Así mismo desaparecen mis ganas deseguir luchando por mi futuro, no puedo seguirtranquila mientras la gente está desesperada porllevarle comida a sus hijos, las enfermeras,enfermeros y doctores luchando por la vida de suspacientes y las personas infectadas luchando porsu propia vida. ¿Dónde está la humanidad ahora?¿Dónde están las personas que se creen buenas?Las que están libres de pecados, los que piensanque la fe les puede sacar de cualquier aprieto.¿Dónde está? ¿alguien lo sabe?

Más que trato de encontrar la respuesta no lahallo. Estoy agotada de tener tantas incógnitas enmi mente, tengo miedo al preguntarme si estarébien mañana porque no sé hasta quécircunstancias podría llegar. Estoy tratando deconectar con mil personalidades, con mis milemociones e ideas y es totalmente cansador. Lasoledad hace que la persona se aburra de símisma, a mí me pasa y, ¿a ti?

H

¿Es una cuarentena o un suplicio?

oy escribo sin siquiera saber qué escribiré,pero la historia comienza desde el primer díaque nuestras vidas cambiaron. Ya no somos

iguales, todos cambiaron en un mínimo detalle,algunas personas se las traga la cuarentena, otrastratan de sobrevivir y yo trato de no consumir laenergía que me queda. Es misterioso y aterrador eldestino, debería haber una forma de cambiarlo, desuprimirlo y botarlo en un lugar sin fondo dondenada ni nadie lo pueda encontrar.

Pero, ¿Qué le vamos hacer? Es lo que nos tocódicen algunos. Y yo me pregunto ¿nos merecemosrealmente esto? ¿Merecemos vivir como cautivosen una cárcel de madera? O mucho peor ¿viviratrapada en tu propia mente? es un pocoextremista quizás de mi parte, pero eso es lo sientoy pienso, desafortunadamente no me puedoretractar de eso.

Espero que algún día pueda salir a la calle y sentirla brisa fresca, sentir el calor del planeta y sobretodo volver a observar las sonrisas de las personas.

Quisiera volver a disfrutar de un día cálido con misamigos, compartir risas, historias, recuerdos,recuerdos que te llenan el alma. Te hacen volvercasa con una sonrisa de tres metros, te acuestasplácidamente en tu cama a dormir sin ningunapreocupación. Eso para mi ahora es un sueño, unsueño inalcanzable.

Pasa el tiempo y no hay ningún cambio la genteinconsciente, no quiere que cambie.

Y yo tengo que esperar a que algún día aquellaspersonas se den cuenta de lo que hacen y el peligroque corren. A veces pienso que todo esto podría seruna mentira, un plan del gobierno, pero luegopienso ¿alguien podría ser tan estúpido para haceralgo así? ojalá no lo sea.

A pesar de todo el caos que estamos viviendo, sigoen pie, no sé de dónde saco toda la fuerza, peroseguimos haciendo lo posible por tener una vidanormal o intentar tenerla.

Camila Zurita4° Medio “A”

Ganadora 2do LugarConcurso Literario. “Una Historia en Pandemia”

Una Historia en Pandemia

Martina Tapiapodían llevar de compras, no podía viajar dondemis abuelitos y, en las noticias, todos los días“Quédate en casa, no son vacaciones”. Entonces,como familia empezamos adaptarnos y hacercosas nuevas para que el día pasara pronto. Perono todo era tan malo, empezamos a compartirmás como familia, ¡Por primera vez mi papá, quetrabajaba como temporero, estaba más tiempocon nosotros en casa!, eso me pone muy felizporque mi grupo familiar esta completito. Por otrolado, me gusta mucho que mis profesores semantienen al pendiente de mí. Me envían tareas yeso me entretiene mucho y me gusta hablar conmi profesora jefe porque eso me hace sentir cercadel colegio.

Algo que me da mucha emoción es cuando leavisan a mi mamá que pasara el furgónrepartiendo canastas y tareas. Me da unasensación de curiosidad, es como si pasara elviejito pascuero, pero ese día no era el viejitopascuero, era el conejito de pascua que trajo ricoschocolates y emotivas cartas de mis profesoresque, cuando las leí, no sabía si sonreír o llorar,

Querido diario:

Hoy quisiera escribirte para dejar un registro.

Me llamo Martina, tengo 11 años y estoy en 7°básico. Soy una niña extrovertida, paciente y megusta estudiar.

Pero, hasta la segunda semana de marzo de 2020creía que mi vida era todo normal.

Hasta que sucedió algo inesperado: una pandemiaglobal que cambió mi vida y que trajo consecuenciaspara todo el país.

Ahí empezó mi historia de cuarentena. Lo típico queempecé a escuchar cada día fue la frase “Quédate encasa, no son vacaciones”. ¡Uy! Para mí fuesorprendente porque ya no podía ir al colegio, no me

Mi papá y mamá me hacen ver que estéagradecida de Dios por todo lo que tengo porqueotro no tiene. Nosotros tratamos de compartirtodo lo que tenemos y como familia nosayudamos ente todos.

Mi gran deseo es que todo termine pronto y quetodos y todas sigamos jugando y siendolibremente feliz.

porque no sabía cuándo terminaría todo esto paravolver a reencontrarnos.

Extraño mucho a mi curso, ya que este año era muyespecial para nosotros, pasábamos a segundo cicloy nos tocaba vivir nuevas experiencias comoalumnos, nuevos profesores que apenasacabábamos de conocer pero que, a pesar de todo,se preocupan por cada uno de nosotros.

En lo familiar, mi mamá y papá tratan de apoyarmeal máximo y yo se los agradezco, tratan siempre deque yo y mis hermanos estemos bien, salen lomenos posible de casa.

Mi mamá nos puso mucho jabón en cada espaciodonde había una llave, cada vez que salía a jugarcon mis hermanos, al entrar a casa: lavarse lasmanos, para tomar los libro: lavarse las manos, paracomer de nuevo lavarse las manos, ¡Uy, Mi mamá!,al principio no fue fácil, pero luego fue costumbre.Mi pasatiempo es estudiar y jugar con mi familia,

Martina Tapia7° Básico “B”

Ganadora 3er LugarConcurso Literario. “Una Historia en Pandemia”

Una Historia en Pandemia

Santiago Rivas mantenernos más aseados debido a que elsistema de salud lo recomendaba por la televisión,decían: Lávense las manos constantemente conjabón para prevenir la enfermedad. La naturalezatambién tuvo un respiro gracias al encierromundial, las playas y los bosques pudieron renacery reconstruirse.

Han pasado casi once meses y dentro de poco meva a tocar emigrar, estaba muy feliz ya que por finiría a ver a mi papá después de tanto tiempo, y sindarme cuenta me paso lo que más temía que meocurriera, me dio Covid-19. No pude viajar y nome quedaba de otra más que afrontar toda lasituación.

Ha pasado un mes desde mi contagio y me sientomejor, estoy en condiciones para emigrar yreencontrarme con mi padre. Por fin, meencontraba listo para abordar el avión, agarre mismaletas y me fui de mi querida Venezuela dejandoa mi familia, amigos y muchos sueños porconquistar, el viaje fue muy largo por laslimitaciones de vuelos por la pandemia, viaje a

Esta historia comienza a finales del 2019, dondese anuncia que en Asia hay un virus peligrosopero no le dimos importancia. Unas semanas

después se transformó en pandemia, pronto nosconfinaron en nuestras casas y entonces me sentíasustado y pensativo de lo que podría pasar, ¿cuántotiempo iba durar? y si me podía contagiar; poco apoco me fui acostumbrando al encierro y lacuarentena se volvió menos traumática peromientras más pasaba el tiempo aumentaban loscasos y no se veía luz al final del túnel.

Han pasado más de nueve meses desde que sedeclaró cuarentena nacional, científicos de todo eldel mundo han tratado de hacer una vacuna peroninguna ha tenido efecto, y todavía no se sabecuándo va a acabar. Pero siento que no todo fuemalo, ya que nos enseñó a valorar a la familia, y

Espero que algún día podamos salir de estapandemia y volvamos a una nueva normalidad conmás conciencia y valor a la vida.

Cancún - México y en aquel entonces mereencontré con mi papá, ¡Fue un reencuentro muyemotivo!, llore y reí como nunca, es un granrecuerdo que atesoro. De ahí volamos a Perú yluego para Chile.

Ha pasado dos semanas desde que llegue a Chile,cumplí la cuarentena obligatoria y voy a conocer elcolegio, lastimosamente por el incremento decontagios en el Monte pasamos a fase 1, otra vezcuarentena. Solo pude asistir tres días al colegiopero los disfruté lo más posible porque pudesocializar, adaptarme al ambiente y cultura chilena.

Actualmente, estoy en clases online y poco a pocotambién me fui acostumbrando, ya que estacuarentena nos demostró que todo es cuestión deacostumbrarnos y adaptarnos a todos losproblemas que se nos presenten, mientras máspasan los días, más me esperanzo de poderretornar al colegio de manera presencial, esto mepermitirá interactuar con mis compañeros y estoyseguro que el aprendizaje será mejor.

Santiago Rivas7° Básico “A”

Ganador Mención HonrosaConcurso Literario. “Una Historia en Pandemia”

Una Historia en Pandemia

Matías Valle No me gustaba estar en casa, los días pasaban yyo no entendía nada. Estaba aburrido de estarencerrado, ver como mis padres tenían que salir atrabajar día a día usando mascarilla, el miedo demi abuela de salir a la calle, así que me aventure apreguntarle a mi mama que estaba pasando.

Un ¿Virus? ¿Muerte?, fueron las únicas palabrasque logre captar, solo tenía 11 años, quizás paraalgunos lo suficientemente grande, para otros tansolo un niño, jugando con un “No te acerques haycovid”, triste pero la realidad.

Covid, un virus, una ola que derribo a todo elmundo, familias incompletas, personas sintrabajo, cada día peor que el otro. ¿Esto era elvirus?, muerte, descanso, unión, apoyo, porque sí,soy niño pero puedo ver como día a día las familiasde todo el mundo se unieron, otros se dividieron.No lograba entender porque mi familia lo pasabatan mal, mis padres trabajaban y mi abuela sehacía cargo de la casa, teníamos mucho más queotras familias, pero ellos aún se sentíanincompletos, ahí fue cuando comprendí.

Enero 2020, un nuevo mes, un nuevo año, paramuchos un nuevo comienzo.Covid-19 una simple palabra y un par de

números. Pero eso fue el comienzo de otro año,completamente distinto a lo que esperaba. Un díacomencé a notar, la preocupación en el rostro de mifamilia, no entendía nada, bueno solo era un niño.

Me encontraba jugando con mis amigos como un díanormal de verano, riendo y disfrutando de lasvacaciones, hasta que mi madre hablo:

-Hijo, entra a la casa, mañana veremos si puedes salira jugar.- Y así fue con todos mis amigos

Lamentablemente nunca más pude salir a jugar.Pasaron los días, los meses y las vacacionesterminaron, odiaba la idea de volver al colegio, perojamás pensé lo mucho que extrañaría compartir conmis compañeros y profesores.

Todo este tiempo, faltaban las risas y los maloschiste de alguien, mi hermana, nunca presteatención a que no estaba, al comienzo la veíaenojada por sus clases online o por sus malas notas,pero ahora no había nada más que un silencio, unterrible silencio que solo me demostraba lo lejos queestaba de entender, lo que esta pandemia trajo y sellevó.

Un día decidí hacer feliz a mi familia, estuvimostodo el día juntos viendo las películas favoritas demi hermana y mías, comiendo nuestras cosasfavoritas, saliendo por primera vez de casa, mesentía feliz veía a mi familia sonreír una vez más,hablando con otras personas, viendo a mis amigosjugar, con cierta nostalgia y ahí fue cuando ellallego, tan feliz como siempre, me dijo:

-Ya es hora, ellos estarán bien

Mire una vez más a mi familia, los abrase y les dijelo mucho que los amaba.

Mire a mi hermana, tome su mano y nosaventuramos a continuar nuestra historia, a partir, arecibir a otras personas que como nosotros supieronseguir su camino.

Matías Valle7° Básico “B”

Ganador Mención HonrosaConcurso Literario. “Una Historia en Pandemia”

FIN