pregón semana santa baza 2016

8/19/2019 Pregón Semana Santa Baza 2016

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PREGÓN OFICIAL DE SEMANA SANTA BAZA 14 DE FEBRERO DE 2016

1JOSÉ MARÍA MANZANO CORBALÁN

Qué suerte poder ver el cielo azul cada mañana. La noche de estrellas en

manada, anuncia la llegada de una nueva jornada. En tu seno de

esperanza, marcas los caminos sin entrada, guías con tu luz cada mirada.

Prometes grandes estampas y ofreces miradas a quienes el corazón

empañas. Sabes llevar por bandera, el mejor pasado y su espera, la de un

futuro con capa en una semana certera.

Sangre de todas las razas, por ti fue derramada, por algo que pocos

entienden y muchos pasean a gala. Nadie pudo sentir, el embrujo de tu

mirada. Noche callada y oscura o luna de noche estrellada, que deja al

viajero en parada.

Sabor de geranio y rosas, flor de romero y olivos, almendros visten tus

ropas de negro y amarillo fuego.

Baza por ti pelearon, grandes reinos encontrados, por no saber

entendernos y no querer hermanarnos.

De tus entrañas pariste una Reina, que uno quería en su morada, mas no

sabía ese hombre que tú ya tenías casa. Piedad por los cuatro costados,

dejaste a la tierra vana, para dar al aire la vida y al agua su bendición

plena, que solo al mirarte me llena, la luz de la Madre que espera.

Qué suerte tienes Baza, de ver cada primavera, cómo florece la tierra y

llega esa dulce morena, para dar a todos su bendición, entre mantos de

flores y estrellas. Qué grande eres Baza, que cuando llega marzo tus calles

preparas. Qué suerte Baza, que por la Cava ya sale la Borriquilla sobre sus

andas. Qué suerte Baza, pues de tus fuentes cae la más pura agua. Qué

buena eres Baza, que a mi familia le diste un lugar donde asentarse. Qué

suerte Baza, que cuando te piden das hasta una Dama. Qué tienes Baza,

que hasta un rey te cortejó y un moro te defendió.

No tenemos Sierpes ni Campana, no hay Albaicín ni Realejo, no hay

Mezquita ni Caleta, pero ni me preocupa ni me inquieta, pues ellos no

tienen Esperanza o Soledad, ni Dolores y por mucho que quieran, el

Silencio será Victoria y la Caridad la tela que te abrigue en la Santa Cruz y


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cuando nadie lo espera, vendrá Resucitado, aquel que un día entró en la

Jerusalén bastetana, a lomos de una Borriquilla, repartiendo Paz, Amor y

Misericordia, pues antes de llegar al Sepulcro, fue capaz de entregarsereo, para ser Rescate de nuestros anhelos, vivir la pasión cayendo tres

veces bajo el madero. Ese que llaman el Nazareno, al que José el de

Arimatea descendió de la cruz y llevó al Sepulcro, para anunciar que

vencía a la muerte entre niños de blancos resplandores. Y tú que viniste a

sufrir por nosotros, te haces presente cada primavera, para anunciar al

creyente que la verdad es tu palabra y al que dice que no eres, robarle la

mirada a tu paso por la Alameda, en la cruz clavado, tal y como te hicieran

los llamados Méndez Pardo.

Y ahora que llega una nueva Cuaresma, es el momento de decir a los

cuatro vientos, Baza, la Semana Santa llega.

Reverendo Señor Consiliario de la Federación de Cofradías de Baza,Alcalde de la ciudad, Señor Presidente de la Federación de Cofradías y

Junta Permanente. Miembros de la corporación municipal, Hermanos

Mayores y Juntas de Gobierno, familia, cofrades y amigos todos, buenas

tardes.

Han sido muchos los pregoneros que me han precedido en esta honorable

labor de anunciar nuestra Semana Santa. Una labor que para nada es

sencilla y a los que ahora comprendo cómo se han sentido en el empeño,para lo bueno y lo menos bueno.

Hoy no seré yo el que haga el mejor pregón de nuestra Semana Santa,

pero tendré el honor de poder decir que lo intenté.

La culpa de que yo esté aquí hoy, la tiene una persona, la que me

envenenó con esto de la Semana Santa, cuando yo solo era un niño. La

que me llevó a ver procesiones y me puso por primera vez una túnica

blanca con ribetes dorados para acompañar al Resucitado. La que me puso


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bajo la protección del Cristo del Amor, nada más llegar a Baza hace 26

años, ¡lo que es la vida! Aquella mujer valiente, dura y real como no hay

otra y que además tuvo los reaños de ponerse aquí, en este atril apregonar esta Semana Santa, por primera vez, con voz de mujer. A ella se

lo debo todo. Y por eso te digo, gracias mamá.

Por supuesto agradecer a la Federación de Cofradías por haberme elegido

para ser su pregonero. Tarea ardua e intensa que vuelve a colocar al

cofrade en primera línea de batalla.

Reza, reza costalero

Que ya viene el tiempo del esmero.

Reza la corneta,

Reza el tamborilero,

Que viene el tiempo del cerero.

Reza penitente,

Que tu rosario de cuentas

Te colme de presentes.

Reza, reza pregonero,

que tu bolígrafo del tiempo

se llene de argumento.

Mas si no sabes rezar

Escribe con trazo certero

Ese sentimiento que llena tu costero.

Corazón de alfeñique,

Llamador de terciopelo,

Ponte la capa en ristre


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Y la medalla por velo.

Llama de amor de cera,

Borbotón de carbón y aroma,

Incienso que llena la boca,

De amor a tu Dios en el cielo.

Reza, reza costalero,

Que ya llega la primavera de tu anhelo.

Rinconcito de San Juan, qué tardes de aire y brío. Rinconcito de San Juan,qué estampa me regalaste de crío. Tu embrujo me llevó al encuentro, de

un cofrade inquieto, queriendo conocer tus momentos, estampa de

estrellas caídas del firmamento. Momentos de Amor y sentimiento, me

arrancas las lágrimas por momentos, cuando sabes que me acerco y me

ofreces olores de incienso.

Qué grande eres en mi vida, pues sin querer ni saberlo, me enamoré de tu

enroque, en calles de estrecho ofrecimiento. Puedo sentir en San Juan,puedo ser sanjuanero, pues llevo la vida en tu seno, con un gran

acogimiento.

Rinconcito de San Juan, me has hecho uno más del pavimento, cuando

lloras a mi lado, en el Domingo de Ramos. Rinconcito de San Juan, de niño

vestí de blanco, con una cinta dorada que mi túnica adornaba. Ahí me

enseñaste a quererte, en esos primeros compases, los que cierran la

semana, los que abren una vida cofrade.

El Resucitado no solo cierra nuestra Semana Santa, inicia la vida cofrade

de Baza. Engancha crucecitas, en fila y con muchas ganas.

Rinconcito de San Juan, que he crecido y no sé andar, horquillero de

orgullo y pasión, horquillero niño serás. Y con esa gran ilusión, sabrás

dónde estás, pues una vez que pones el hombro, todo un hombre serás.

Pues qué pasión más hermosa, mi corazón puede albergar, que ser tus

pies, misericordiosa, Madre de la Soledad. De azul tu fajín me dieron,


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cortos caminos al andar, mas el mío se truncó, cuando a la Misericordia no

pude llevar.

Rinconcito de San Juan, guarda esas joyas como coral, pues delicado y

primoroso verás, al Cristo de la Misericordia pasar. Sin mi hombro ni

costal, sin un hueco que ocupar, pues todos los que te portan, no te

quieren dejar. Misericordia de San Juan, Misericordia sin rogar, 75 años de

bondad, en tu rostro yacente al pasar.

Rinconcito de San Juan, Amor por Amor me das, yo llegué siendo un niño y

mi cara dijo todo, tu rostro ante el mío brilló y jamás nos separarán.

Rinconcito de San Juan, en una capilla brillarán, dos luceros que en el alba,

brillan más que la mar. Son tus ojos Esperanza, Madre de madres al andar,

cuando tus lágrimas salen, ya no se puede esperar. Son dos estrellas las

que brillan, bajo la torre mudéjar de San Juan, Madre Esperanza y

marinera, Padre de Amor y bondad.

Jueves Santo en mi pecho, brilla en plata y coroná, por una corona de

espinas, que duelen al verte pasar. Padre amado tu me diste, un hueco entu igualá, más no falta un palo si no el hueco, del hombre que dejaste

marchar.

Rinconcito de San Juan, albergaste sueños y felicidad, que un día se

convirtieron, en el Domingo de Paz.

Solo un día, me dijiste, yo no lo quise escuchar, al siguiente me dijiste,

niño no llores más. Esa tarde ya no pude tirar del peso del varal, pues te

llevaste a mi amigo y maestro en la igualá.

Rinconcito de San Juan, no reprocho ni desdigo, pues sé que hoy está,

junto al Padre de bondad, ese al que él le hablaba, y que siempre lo

recordará, con rosas azules clavadas, en el alma de San Juan.


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Así comienza la andadura de este humilde cofrade, que ha tenido la suerte

de vivir con gran intensidad la Semana Santa. Un paso de tres décadas por

un barrio y algunas de sus cofradías. Hoy el corazón se divide entreEsperanza y Soledad, pues son mi cuna y cobijo de mi familia. Lugares

donde he echado los dientes como cofrade y como persona. Pero si algo

me ha dado la Semana Santa, ha sido la capacidad de observar, querer y

admirar, la labor y cariño, fe y devoción con el que cualquier cofrade lucha

por sus titulares, sus hermandades y la Semana Santa bastetana en

general.

Y precisamente la Semana Santa, me ha llevado por multitud de caminos yquehaceres que además he podido llevar al plano profesional, disfrutando

como un niño, como aquel niño que empezó en el Resucitado, de nuestra

Semana Mayor. Cuántos ratos de charla cofrade, entre amigos, que con

gran pasión exponían su punto de vista, cada edición de Baza Cofrade.

Qué honor haceros entrega a todos, durante años de premios y

galardones por vuestro trabajo y labor, a veces callada. Qué cantidad de

horas puestas al servicio de la Semana Santa, que me han dado, con gusto,

quebraderos de cabeza. Bendita fiebre, la que durante años me hizo ver la

Semana Santa tras los pasos, corneta en ristre. Grandes momentos los que

hemos vivido juntos, muchos de los que aquí estamos.

Pero, si en un rinconcito de San Juan, pude iniciar mis pasos, estos me han

llevado también hasta lugares, por mí nunca antes transitados. Una de

ellos precisamente, la que una vez me llevó hasta los pies de Nuestra

Señora del Mayor Dolor y ella me dijo, mira a tu lado. María, ella nos

presentó. Y hoy sufrimos y compartimos juntos esta maravillosa

enfermedad. Porque si algo bueno tiene la Semana Santa, es poder

compartirla. Y yo lo hago y mucho con mi pareja, confidente y amiga, a

quien hoy quiero darle las gracias. Porque sin ti a mi lado, los últimos años

no hubieran pasado igual. Perdón por todo lo que has tenido que pasar.

Sin ti hoy no tendría la fuerza ni el valor de haber escrito este pregón, para

anunciar a Baza, que llega la Semana Santa.


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DOMINGO DE RAMOS

Busca el dintel capataz,

Que suene el llamador,

Que ya pasó el frío helador,

De un invierno sin cuartel.

Menos paso quiero,

que viene el Señor de los cielos,

buscando la calle Mesto,

navegando entre izquierdos.

Qué bella jornada, Domingo de Ramos. Calle Mesto espera, arropar al

Señor de la Paz, para que haga su entrada triunfal, en la Jerusalén

bastetana. Intensidad y bellos momentos de espera, minutos antes de

salir a la calle con un trocito de cielo sobre los hombros, de costero a

costero.

Suena seco el llamador, las órdenes desde lejos suenan, la gente en la

puerta espera, ver a Jesús de la Paz, a lomos de una burra jovenzuela.

Sabes por dónde mi amor, llega hasta tu manto hondo, buscando ese grito

que altera, el corazón más hediondo.

Suena la voz muy real, de aquel que manda a la izquierda, pues es el

momento que espera, Baza y su gente por montera. Qué gran belleza

llevar, Padre tu paso a la calle entera, recorriendo rincones y plazas,

llenando de Paz la escena.

Momentos para disfrutar nos quedan, al llegar hasta la puerta, donde el

Nazareno espera, ver hoy tu cara morena. Y no te quedes ahí costalera,


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que Santiago lejos queda, y debemos saludar a la Reina, que en este barrio

veneran.

Tarde de palmas y olivos, tarde de hebreos y niños, que comienza la

Semana Santa, con repiques de campana. Suena una marcha en la plaza,

hasta la banda te canta, Tras de Ti Señor de la Paz, van mis pasos en

Cuaresma.

Déjame confesarte Padre, que este año voy a disfrutarte, en ese paso

estrecho, donde me gusta mirarte, cara a cara estoy contigo, qué ganas de

saludarte, cuando pasas por la Cava y me prestas tu estandarte. Cómo no

enamorarse, de ese rostro penitente, que sale a la calle triunfante y

regresa con distinto semblante.

Déjame apagar tus velas y déjame acariciar tus manos, pues con ellas, en

otra parte, van a querer clavarte.

LUNES SANTO

Lunes Santo de madrugada,

Llega un calvario a la plaza.

Suena en el campanario

Silencio mezclado con cal.

Lunes de madrugada,

Que oscura queda la entrada

Cuando el murmullo se apacienta

Cuando de lirio se llena la plaza.

Atado de manos viene,

Atado a discretas miradas,

Pasiones de amor enmarcadas


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En túnica y ropas blancas.

Rescate de almas heladas

Al ver pasar tu mirada

Fijada en la plata calada.

Corazón de caoba palpita

Con fajín, pendientes y capas

En una canasta que avanza

Por calles estrechas de Baza.

Lunes de estrellas y Agua,

Esquina de saeta y Ancha,

Mujeres sienten en Monjas

Al ver su destino en andas.

Señor de Santiago llena

En Dolores su pechera,

De besos, rosario y velas,

Ante el camino a la Plaza.

Bendita sea tu figura,

Marco de amor que embelesa,

No solo en Santiago, ni Baza,

Ni siquiera en nuestra comarca.

Pues yo vi salir una noche,

A un Cristo chiquito que pesa,

Por guardar entre sus amarras,

Ríos de amor y promesas.

Lunes Santo de madrugada,


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Arropa al Rescate con alma,

Pues lleva en su frente el armiño

Y en Baza deja el cariño.

La tierra se conmueve cuando sale a la calle Nuestro Padre Jesús del

Rescate. En el seno de una cofradía señera que parte de la historia de los

tiempos, y cosecha en torno a ese Cristo maniatado, devociones y

suspiros, rezos y respeto, en una jornada nocturna, que se ilumina a la luz

de la juventud y su entrega. Una cofradía con mayúsculas, que nos dejaese sabor de lo auténticamente bastetano. Observen los detalles, el

sonido de faroles que tintinean en el asfalto, un rincón que parece

prestado y se convierte en propio, cuando llega el Lunes Santo y minutos

antes de las nueve de la noche, se ve tomado por gentes llegadas de todos

los barrios.

Santiago se convierte en protagonista y crisol de multitudes, para ofrecer

a Baza, lo mejor que tiene. Ese Cristo chiquito y maniatado que ya nosanuncia el camino hacia el Calvario.

Es reo de muerte,

y la Madre lo está esperando,

con su candelería encendida,

al otro lado del atrio.

Madre de los Dolores,

No tengo ningún consuelo,

mas solo mi compasión,

compartiendo tu desvelo.

No llores por el Descendío,

Pues la luz del domingo brillará,


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Y el que un día fue reo,

Volverá para reinar.

Dolores es tu nombre,

Dolores de Viernes Santo,

Amanece en la vega, y

Ya me llega tu llanto.

Lágrimas de siempreviva,

Madre del lucero manso,

Llevando a gala tu negro manto.

Déjame acompañarte,

En esa mañana de llanto,

Cuando vas a la Alameda,

Buscando su adelanto.

No lo dejes costalero,

Ese que bajan del madero,

Es Dios, y la dulzura de este canto.

Santiago te acoge en volandas,

Con un corazón de esparto.

En terciopelo tus lágrimas,

Caerán sin remedio santo.

Mañana de Viernes Santo, qué grande es esa jornada, Baza acoge a la

Madre que sale desde Santiago a la calle Ancha, bendice Monjas y Cava

Baja, llenas Plaza Mayor y Alameda, en una mañana fría, que te devuelve a

tu casa.


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Orgullo de costaleras, portar el Descendimiento, que llega abriendo

camino, a la Madre de Santiago.

Cristo del Descendimiento,

Cristo blanquecino y yacente,

El del madero colgando,

El del amor imponente.

Cristo del descendimiento,Al Sepulcro te conducen,

José el de Arimatea,

Nicodemus a su lado.

Mueres para luchar,

Por almas que están en pecado,

Para al tercer día resucitar,

El iluminar el orbe dorado.

MARTES SANTO

Hubo un tiempo, el que nos enseñan las fotografías en blanco y negro, enque los solteros y por ello se supone que jóvenes, tuvieron la

responsabilidad y privilegio, de poner en la calle, primero la Santa Cruz y

después también a María.

María al Pie de la Cruz, que imagen tan poderosa, qué cara de joven y

hermosa, con el corazón dolorido. Qué bueno ver tu llegada, a la puerta

de la iglesia, cuando el Martes Santo toca nueve veces la campana.


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La Iglesia Mayor tu casa, no sería de otra manera, pues tamaña belleza,

necesita una casa hermosa. Cuántas noches de mi vida, has sido la

primera, la que abriera esta semana, pues por Ti la Semana Santa llega.

Un llamador suena recio, en la madera ajada de tu paso, primorosamente

adornado, con flores de blanca primavera.

De tus manos el rosario de cuentas,

El pañuelo de seda, su sudario,

A tu espalda cubriendo,

La cruz con capa.

Noche oscura y estrellada,

Tu manto azul aclara,

El celeste de tus filas,

Pone luz en la mirada.

Cuántos años a tu vera,

viendo tu cara lavada,

como una madre que espera,

a Jesús en su llegada.

Madre Santa no fue otro,

Fuiste Tú la que llevara,

El escudo de Baza dorada,

Por Mari Carmen bordada.

Grandes noches estrelladas,

Abajo siempre tu mirada,

De una mujer sajada,

Por el dolor y la espada.


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Corona de espinas en tu cielo,

Cruz que te acompaña,

Ya no solo los solteros,

Tienen el privilegio de portarla.

Avances en nuestra historia, caras nuevas y esperadas, pues igual que por

hombres, por mujeres ya eres portada. Crece el número de hermanos,baja la edad de los comandados, eres Madre en rebelión, de esta Semana

Santa.

Santa Cruz llevas bordada, penitente en tus ropajes, vas de azul en

encalada, calle Alhóndiga hasta Ancha. Haz honor a tu túnica blanca, que

ha de ir siempre inmaculada, como la Madre que acompañas.

Carita de dulce que mira,

al capataz que manda,

qué privilegio llevar,

en Ti la mirada clavada,

en una noche oscura,

que con celeste se aclara.

MIÉRCOLES SANTO

Miércoles de blanco y negro, miércoles de negro y blanco. En esa tarde de

marzo, todo es pasión y llanto. Se recoge el barrio entero, esperando con

anhelo, ver a sus protectores salir por la Merced hasta el convento. Padre


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de Misericordia y bondad, Madre bendita de la Soledad, vamos saliendo

con esmero, pues escondida tras los balcones de palo, espera Baza tu

llegada, espera Baza con respetos. Suenan marchas por doquier, suenauna voz con desgarro, es la del amor verdadero, que le infunde Ramón

Carpio.

Majestuoso en su paso verás, un crucificado que no muerto va sin más,

pues parece que duerme y no lo debes despertar. Deja el camino libre,

que vira con paso lento, cuando en el rinconcito de San Juan, encara la

calle Mesto. Va con calma en el andar, lleva rosas en los pies, y cuando

pasa a tu través, deja huellas sin borrar.

Cristo de la Misericordia clavao, no entendieron tu mensaje, con esa carita

que tienes, no pudiste cometer ultraje. Mas mi hombro Tú tendrás, para

cuando no puedas andar, pues con arrimo y sin arrimo, ya no sé sin Ti

caminar más. Madre Santa de la Soledad, no desampares a quien te

necesita de verdad, has sido cobijo de marchantes y casa de amores sin

igual. Madre buena de la Soledad, las plegarias sé que atenderás, cuando

un hermano te invoca, siempre llegando a tu lugar. Soledad de misamores, por mis venas va tu llanto, fuiste Madre su remanso, para

aquellos que no están. Tuviste entre tus brazos, hermanos que se

marcharon, consuela los corazones, de aquellos que se quedaron. Sé que

eres madre buena, el amor de mi consuelo, pues al mirarte yo en ti veo a

mis abuelos, y una madre que te lleva en lo más hondo de su pecho.

Mira al cielo sin cesar, señala cual es el Reino, Reino de Amor y de Paz en

la noche de Miércoles Santo. Paso recio y sin parar, llega presta y sinvacilar, a tu altura se detiene y tu solo podrás rezar, ante tamaña belleza,

pues es colosal princesa, Madre de azul y oro en Soledad, que allá donde

Tú vayas, clavaré la revirá, para seguirte los pasos, como estrellas en el

mar.

JUEVES SANTO

Terminar una noche de Miércoles Santo, ya de madrugada, tiene una cosa

buena. Anuncia la llegada del Jueves Santo en la Cava Alta. Se nota el


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bullicio en una jornada especial, un sentimiento que ahonda y provoca,

como al enamorado, mariposas en el estómago.

Tres cofradías saldrán a la calle y eso se nota en el ambiente. Casas de

hermandad abiertas de par en par, recogen corazones, que laten sin cesar,

en una jornada teñida, de morado, verde y granate. No es un día

cualquiera, es el día que mi corazón espera, henchido de Amor y

Esperanza, en una jornada que alberga, pasiones, momentos y estampas.

A las siete de la tarde, las puertas de San Juan se abren. Un cortejo sale de

su interior, para ir a buscar, al tres veces caído, de camino al calvario.

Jesús el Nazareno lo llaman, al que un día llegara, entre fiesta y alegría,

sufre en la tarde del Jueves Santo, la humillación del populacho.

El primer día que he tenido el honor de verte en tu paso, frente a frente, a

solo un metro, fue en el Domingo de Ramos. Esa tarde en la que nos

presentamos ante Ti, oh Nazareno, para verte la cara, cargando con el

madero. Noble cruz la que llevaste, para de los pecados hermano, poder

librarnos, Nazareno en Jueves Santo.

Tu salida es el encanto, las gentes acuden a ver el espectáculo, de tu andar

sobre el asfalto. Sale el Padre, cargado de quebrantos, sale el hijo de

madre que va entre llantos. No verás a nadie dolorío, mas el peso de su

cruz, siempre va bien repartío. Costaleras de morado, el Padre Nuestro

van rezando, en silencio y con amor, pues llevan el madero santo.

No hay más pena que Tu pena,

Ni dolor que Tu dolor,

Pues María de la Victoria,

En San Juan se recogió.

Sufre en calma y en silencio,

El escarnio del Maestro,


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Que tres veces cayó,

Y tres veces fue negado.

El madero que le dieron,

Fue un dolor, todo un espanto,

Pues quisieron coronar,

Con espinas al más Santo.

Los romanos lo conducen,

Al calvario de su honra,

Quisieron matarlo por reo,

Murió por nuestros pecados.

En la cruz de tu quebranto,

No hay clamor, ni negro llanto,

Pues mataron al bien nacido,

Entre ladrones y Santos.

Mirar tu cruz es mi dicha,

Desde atrás en Jueves Santo,

Cuando llegas a la plaza,

Y Baza te está esperando.

Como reo que Tú eres,

Al calvario conducido,

Libertad prometieres,

A ese preso redimido.

Ahora todos te acompañan,

De nuevo volviendo a casa,

En una noche estrellada,


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Con larga túnica morada.

Tú bendice sus anhelos,

Colmas de oro sus desvelos,

Cuando pasas Tú de nuevo,

Por San Juan y Humilladero.

Al pasar por San Juan, una mirada es inevitable, allí se encuentra la Madre

en sufrimiento, al ver a su hijo pasar, sin consuelo, en desaliento.

Hermosa como ninguna,

Sobre tu cara de pena,

El resplandor de la luna,

Resalta más la belleza,

De tu mirada serena.

Por tu mejilla rosada,

Por tu mirada sencilla,

Eres luz de la mañana,

Reina y Victoria mía.

Cómo no amarte Señora,Cómo no amarte,

Si hasta el sol se detiene

Para admirarte.

Pronto harás tu camino,

Tras los pasos de tu hijo,

Ese Nazareno bueno,


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Ese Nazareno regio.

Mas sin prisa y sin ruido,

Pronto vendrá tu destino,

El de un palio de buen hilo,

Y ángeles labrados con tino.

Madre Santa de Victoria,

No más Pena ni Dolor,

Pues tus hijos nazarenos,

Trabajan con ardor.

Es Jueves Santo en el barrio moro de Baza. Estrechas callejuelas, forjan

esquinas que se van llenando de gente, con la complicidad de casas de

vieja planta. El aire que se respira es mágico, algo especial sucede, a las 8de la tarde. Como un río manso que se deja caer al embalse, la gente

aparece por las esquinas, para un acontecimiento importante. El bullicio

espera impaciente, a que las grandes puertas verdes, vuelvan a

homenajear nuestros oídos, con ese chirriar obrante, de la apertura para

un instante.

Todo oscuro solo la luz de las velas y esa nube de incienso, dejan entrever

una cruz de guía, que precede al estandarte. Ya se ve Madre, la cera de tubuen palio, desde la calle se aprecia, tu reguero de rosarios. Perla de

relicario, que preside en este tramo, la salida del Amado, Cristo

crucificado.

Un cortejo penitente, un sonido de soslayo, la voz de tu capataz al mando,

del martillo y el esparto. Sale Amor por esa puerta, sale Amor por este

barrio, barrio moro yo me planto, para ver tu verde manto.


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Cristo del Amor, ante Ti he visto llorar, hombres de fajín ancho, y

pequeños embobados, ante tu rostro santo. Padre bueno, no me falte, un

roalillo de clavel para pincharte. Qué momentos tan inmensos, en tus pieshemos vivido, para dar solo un paseo, y acabar en tu calvario. Hazme un

hueco entre tus brazos, pues cuando muera solo quiero, estar en lo más

alto, en ese pecho que derrama, sangre y agua en el costado.

Primero te di la música, después mis hombros recios, y cuando te miro,

solo veo tus aprecios. Cuánto me has dado Señor, en estos veinte años,

desde aquel día que decidiera, acercarme a tus abrazos. Me has enseñado

el camino, por Ti me he convertido, en ese ser cristiano, que ama tanto tus

manos.

Luz de guía en mis días,

Luz de amor en mis actos,

Déjame sentir tus brazos,

Pues sin duda tu me guías.

Sigo siendo tu lacayo,

En la noche de Jueves Santo,

Pídeme lo que Tú quieras,

Que sin duda voy a darlo.Cristo del Amor, ciprés barroco,

En tu cara la expresión,

De un dolor que va cruzando,

De lado a lado el corazón.

Sabes bien cómo te hablo,

Sabes bien lo que yo callo,


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Pero solo Tú me guías,

En mis dichos y mis actos.

Puede haber amor más grande,

Que aquél que derramaste,

clavado en la cruz de palo,

demostrando querer darlo.

Mejor que yo decía, dijo un Santo alado, en unos versos escribía, lo queSan Juan de la Cruz ha dejado.

1. En una noche oscuracon ansias, en amores inflamada,

¡oh dichosa ventura!salí sin ser notada,

estando ya mi casa sosegada.

2. A oscuras, y segura,por la secreta escala disfrazada,

¡Oh dichosa ventura!a oscuras, y en celada,

estando ya mi casa sosegada.

3. En la noche dichosaen secreto, que nadie me veía,

ni yo miraba cosa,sin otra luz y guía,

sino la que en el corazón ardía.

4. Aquésta me guiabamás cierto que la luz del mediodía,

adonde me esperabaquien yo bien me sabía,

en parte donde nadie parecía.

5. ¡Oh noche que guiaste!


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¡Oh noche amable más que la alborada:oh noche que juntaste

Amado con Amada.Amada en el Amado transformada!

6. En mi pecho florido,que entero para él sólo se guardaba,

allí quedó dormido,y yo le regalaba,

y el ventalle de cedros aire daba.

7. El aire de la almena,cuando yo sus cabellos esparcía,

con su mano serenaen mi cuello hería,

y todos mis sentidos suspendía.

8. Quedéme, y olvidéme,el rostro recliné sobre el Amado,

cesó todo, y dejéme,dejando mi cuidado

entre las azucenas olvidado.

He tenido un ratito, para ser un privilegiado. He cogido la escalera, y a tu

lado me he plantado. Bellos ojos que presiden, ese rostro escarnecido,

rosadas mejillas bañadas, por lágrimas de amor y nácar. Madre de la

Esperanza, en Ti siempre confío, en una noche de frío, en una mañana de

estío. Me ofreciste tu regazo, no dudé por un instante, pienso que no lo

merezco, y a tu lado me quisiste. Sin dudarlo, he llorado, ante tu palio

bordado. Ángeles de nácar guardan, las esquinas de tu cielo, para que ni el

aire te toque, el rostrillo que es tu velo.

Esperanza de mi alma, Madre grande donde haya, en una noche fría, sales

Tú a resguardarla. Jueves Santo tu apellido, de nombre eres María. Guarda

Madre a tus hermanos, en ese manto, los que te mecían.


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Es excelsa cuando llega, a oscuras a la plaza, sale el hijo al que quería,

mientras en la cruz moría. A tus pies me postraré Señora, cuando llegue el

fin del día, pues yo sé que en tus brazos, alguien más me protegía.

Primorosa por las calles, en galeón, hermosa, llegas hasta el barrio, donde

reinas entre rosas. Relicario de San Juan, guarda presto esta joya, que es la

Madre de Dios, Esperanza victoriosa.

Se hace la noche oscura, es la noche de la amargura, Jueves Santo entre

tus clavos, herida de muerte supura.

Cae la noche en Baza, la cruz de guía ya está preparada. Los ojos de los

bastetanos miran curiosos la puerta. Es noche de Jueves Santo, la Mayor,

ya lo ha dejado. Tras los pasos de sus hermanos, el Cristo silente avanza.

Tres toques de campana entonan el son metálico que inunda la estancia.

El Cristo de los Méndez avanza, tan solo una caja sangra. Noche de verde

esperanza, que torna el fragor a la templanza. Cristo ha expirado en su

cruz y ya se asoma a la plaza. Oscuridad y silencio que avanza, ya está enla calle el señor de Baza.

Despacito eleva al viento, al Cristo del sufrimiento, que en su cruz va

dormido, a la espera del cumplimiento. Es lo prometido por el Padre en

sus escrituras, ganar a la muerte en breve, mas tres días son suficientes,

para ver a Cristo triunfante en las calles, entre su gente. Hermanos

horquilleros no cejéis en el empeño, meted el hombro bajo el paso, que

Cristo va muriendo. No dejéis que el cuerpo caiga, pues Él no lo permite.

Sed cirineos esta noche, noche de Jueves Santo, que Cristo va reinando y

con vuestro apoyo avanzando. ¿No veis como se inclina todo a vuestro

paso? El Cristo de Los Méndez inspira respeto y buen encanto. Que suene

una saeta, que el tambor ya va tocando, caye el clarinete, que Cristo va

pasando.

Mantillas ante tu paso, eres rico hasta en compaña, pues bellas mantillas

te llevan luz de cera en tu calvario. Has muerto a los ojos de los hombres,


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pero resucitarás al tercer día, y ellas estarán velando, como hizo tu Madre

María. Cristo de Los Méndez, bonito y silente, Cristo de capilla, por

delante tus mantillas, extraño dicen unos, raro los de enfrente, bonito,especial y grande desde Méndez Pardo a los presentes. Baza te quiso

como eres y Baza te acoge en su seno, pues baste ver quién eres y el

cariño de tus fieles.

Silencio que ya llega, el Cristo de la leyenda, arría el paso capataz, que una

oración pausada empieza a sonar. Padre Nuestro que estás en los cielos,

¡Venimos por el madero! Del madero viniste para hacer de nosotros tus

siervos. Grande es el madero, cuan grande tu amor y misericordia.Perdona nuestros pecados, pues como aquellos no damos crédito a

muchas de las cosas, que tu palabra nos anuncia. Líbranos del mal Señor

de Los Méndez, una y mil veces más, como lo has hecho cada día durante

los últimos tres siglos. Cristo colmado de rezos, promesas y peticiones.

Primera luna de primavera, testigo de tu dulzura, pese a vivir tu pasión,

Baza te espera. Es noche de madrugada, noche de vela que espera, la

muerte por falsa bandera, pues en tu estandarte reina la esperanzaverdadera. Palabra que llega, Cristo de Los Méndez Pardo, viniendo hacia

el calvario, la Plaza Mayor espera.

Por Caridad Señor te pido, que tengas compasión con creces, pues trajiste

Paz y verdad al mundo y por nosotros padeces. Descendido ya de la cruz,

el Viernes Santo enmudece, el Rey de Los Cielos perece, mientras la luz

primaveral languidece. Noche de Jueves Santo, luto, procesión y llanto, no

permitas Padre mío que sea la muerte quien reine. Saetas de oración alpaso, del Cristo de Los Méndez, Cristo bonito y yacente, Cristo de amor y

silente.

VIERNES SANTO

Urna de cristal para llevar al bien nacido. Urna de cristal para tu cuerpo

escarnecido. Se llevaron tus ropajes, te quitaron el vestido, para poner en


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la sábana, tu cuerpo blanquecino. Padre amado, has perdonado antes de

irte los pecados. Pese a todo has aceptado, la palabra de Dios Padre.

Cíngulo de esparto, visten nazarenos enlutados, dolor en el rostro llevas,

tras ser crucificado. En una caja dorada, tus espigas entonaron, al paso de

un cortejo, pues ya vas despojado. Bastetanos acompañan al que va a ser

sepultado, mas dolor y sufrimiento caen por los caños. Una oración de

repente, deja el silencio roto, pues llevan al yacente, entre miradas

ausentes.

A las tres de la tarde, el tiempo se paró, a las siete de la tarde, Baza te

sepultó.

No te quiero Cristo mío,

Con el alma entre los lirios,

Quiero verte con acierto,

Cristo vivo entre los míos.

Tu eres sol de madrugada,

Eres rayo de esperanza,

Hoy tu mirada apagada,

Siendo cáliz de alianza.

Caridad es tu nombre, y por caridad te pido, que no dejes en olvido, a

todos cuantos te hablan. En silencio sales Madre, al son del muñidor,

suenan campanillas rotas, anunciando tu dolor. De rodillas va la Madre,

sujetando el corazón, pues no sabe nadie, cuan enorme es tu dolor. Este

año no saldrás, a la calle a contemplar, como el pueblo acompaña a Jesús

al avanzar. El Sepulcro es el tormento, de María en el momento, en el que

ve como a su hijo, lo llevan a enterrar. Madre Santa y Caridad, no llores


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más, pues consuela tu tormento, en blanca luna de paz. El domingo ya

está cerca, y va a resucitar, así lo quiso el Padre, así tu lo verás.

La noche lloró estrellas, se quedaron en tu manto, conformando

primorosas, un trapo con encanto. De azucenas te vistieron, de colores,

todo blanco, solo rompe el negro manto, el pañuelo de tus manos.

Dolores tu nombre llena, con siete puñales tu llanto, de una catarata de

perlas, por tus mejillas rodando.

Silencio; mas la calle está esperando, para ver a la Señora, que sola vacaminando. Cuánta gente la rodea, Señora de los Dolores, cuando pasa

por las calles, calles que llevan su nombre. Mas Baza entera enmudece, a

las doce de la noche, cuando tu cara Dolores, se avista entre los portones.

Madre buena no me llores, pues me arrastra tu cara de pena, pues no

puedo hacer más, que acompañarte Dolores. Aquí tienes un siervo fiel,

que cada noche de viernes, deja su cuello y su piel, para aliviar tu pecho

Dolores.

Puñales de plata en oro, puñales de amor y hiel, en una noche de sueños,

de sueños que sueñas por Él. Ya tu hijo se marchó, entre lirios y perdones,

pues Él no en vano padeció, por estos pecadores. No llores esta noche

Dolores, pues Él resucitará, en una mañana de sol, y de blancos

resplandores.

Me quedo en la acera Dolores, a ver pasar el cortejo, de amores de negro

y oro, de amor a mi Dolores. Virgen de marfil y castellana, baúl de amor y

favores, silencio todos, que pasa, mi Madre de los Dolores. Silencio roto

con sones, de broncos y secos tambores, que preceden la tristeza, de una

madre y su pena. Caritas de primavera, Madre de Dios y nuestra, en una

noche de frío, en una noche de estrellas. Mas si quieres tu Dolores, te

acompañaré hasta que me muera, en tus brazos mi Dolores, en una noche

de vela. Ya resuenan las campanas, son las doce de tu pena, en esta casa

Dolores, en esta comitiva plena.


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Bendita sea tu pureza,

Y eternamente lo sea,

Pues todo un Dios se recrea,

En tan graciosa belleza.

A Ti, celestial princesa,

Virgen Sagrada María,

Te ofrezco en este día,

Alma, vida y corazón.

Mírame con pasión,

No me dejes Madre mía.

Se acerca la hora del costal, la mantilla y la vela. Momentos de luto y oro,

momentos de larga espera, para llevar a la Madre, entre silencios y cera.

Llevas Madre, el corazón encogido por tus penas, pues siete puñales

reflejan los rayos de luna llena.

SÁBADO SANTO

A la llegada del sábado, todo es oración y espera. Flores en tu manto,

rezos a tus pies, en una jornada de luto, en la que todos te pasan a ver.

Será lo que Tú quieras, refugio de mi alma, en una jornada que exalta, tumirada buscándolo a Él.

Ante ti me postro Señora,

En esta maldita hora,

Para dar con devoción,

El pésame a la que llora.

Soledad de negro luto,


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Bastetanos van a verte,

Al lugar señalado,

Tras la hora de la muerte.

Mas un día Tú saldrás,

A las calles de San Juan,

Para darnos tu consuelo,

Antes de Él resucitar.

Ante ti Señora mía,

Llego entre pasos inciertos,

Pues no sé si diría,

Palabra errada en este día.

DOMINGO DE RESURRECCIÓN

¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? Cristo no se queda en la

muerte, ni siquiera los soldados romanos pudieron aprisionarlo en el

Sepulcro. Jesús resucitado luz del mundo, fiesta grande para el creyente.

Amor de padre, gesto valiente, cuando vas a hombros de niños, siempre

de frente.

Chiquillería por bandera, blanco y oro tu corcel, entre flores y sus lloros,de alegría es el correr, por una Alameda florida, porque hoy te vuelve a

ver. Son sus caras el poema, que ni Bécquer supo hacer, con una sonrisa

sincera, con el polo en su quehacer.

Qué mañana tan bonita, cómo vienen todos a ver, el trabajo en cada calle,

de las niñas esta vez. Pasas grande por tribuna, pasas regio en tu corcel,

un trono de blanco y oro, con chiquillos en tropel. Vaya estampa más

labrada, no me importa ver llover, pues yo vi a los niños en vela, mas al


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Resucitado iban a ver. Cruces tiran, repartiendo caramelos en procesión,

qué bonita está la mañana, del Domingo de resurrección.

Ya lo dije yo al principio,

Hoy no haré el mejor pregón.

Pero con orgullo si diré,

Que yo, al menos, lo intenté.

He dicho.

pregón semana santa baza 2016

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