preescolar... un mundo de relaciones

"Preescolar…

Un mundo de relaciones"El desarrollo de la sociabilidad entre los tres

y los seis años de edad.

Marcia Azucena Alaniz Flores.

Creando un inicio justo para la Primera Infancia

Autora:Marcia Alaniz Flores

Colaboración: Anabell García BlandónHelling Webster Amador

Revisión editorial:Anabell García Blandón

Diseño y Diagramación: Jafet Escalante

Fotografías: Archivo FUNARTE

ApoyoTécnico: Elsa Gloria OsorioLuis Felipe Ulloa

Publicación financiada por:Save the Children - NoruegaPueblito-Canadá

Impreso:Impresiones ISNAYA, Estelí Hecho el Depósito Legal: Est-0434-2004

N372.218A319 Alaniz Flores, Marcia Azucena; 1980

Preescolar... un mundo de relaciones. El desarrollo de la sociabilidad entre los tres y los seis años de edad/Marcia Alaniz Flores.-- 1a ed..-- Estelí: FUNARTE, 2004

28 p.: il., fot.ISBN : 99924-864-5-71. EDUCACIÓN PREESCOLAR- 2. CONDUCTA INFANTIL3. SOCIABILIDAD

Preescolar... un mundo de relaciones

5Fundación de Apoyo al Arte Creador Infantil • FUNARTE

Indice

Introducción ..................................................................................... 7

La niña y el niño sociable. ............................................................... 8

El preescolar ya ofrece mucho. ¡Aprovechémoslo! ....................... 14

Historia para reflexionar: un día en el preescolar. ......................... 15

Otros espacios de sociabilización. ................................................. 18

El trabajo delicado para la educadora. ........................................... 19

¿Cómo impulsar la sociabilidad desde el preescolar? ................... 20

Actitud esperada de la educadora. ............................................... 23

La sociabilidad y las actividades plásticas: una breve descripción de nuestra propuesta. ................................ 24

Limites… o permisividad total. .................................................... 26

Conductas que debilitan la sociabilidad de niñas y niños. ............ 27

¿Qué hacer ante estas conductas? ................................................. 29

Despedida. ..................................................................................... 30

Caricia y Arte

6 Fundación de Apoyo al Arte Creador Infantil • FUNARTE



Introducción

Que las personas nos relacionemos unas con otras, no tiene nada de raro. Es lo más natural. Como seres humanos nos necesitamos unos a otros y requerimos de compañía. Pero en demasiados casos las personas fallamos en nuestras relaciones, se nos dificultan y no las disfrutamos. Cuando llega el momento de aproximarnos a gente que no conocemos, cuando hemos de afirmar ante ellos nuestros puntos de vista, no nos sentimos cómodos.

Quienes tienen dificultades para tratar con desconocidos, escuchar a los demás, hacerse escuchar por ellos, ser auténticas cuando hay otra gente, hacer amigos, mantener las relaciones... tienen dificultades de sociabilidad. Retomando el concepto del libro “Caricia y Arte” publicado por FUNARTE, Entendemos la sociabilidad como la capacidad que cada ser humano posee para establecer, disfrutar y mantener relaciones con las demás per-sonas. Está capacidad fortalece lazos preesxistentes y posibilita nuevos lazos. Es una capacidad que siempre puede mejorarse, pero lo ideal es hacerlo de manera adecuada desde la infancia.

Sabemos que desde la temprana infancia cada persona se está prepa-rando bien o mal para las relaciones con los demás. El preescolar ofrece grandes oportunidades para fortalecer en niñas y niños las bases para una buena sociabilidad... si lo hacemos bien. Pero también puede causar exactamente lo contrario... si lo hacemos mal.

Este folleto muestra cómo contribuir a una muy buena sociabilidad en niñas y niños entre tres y seis años de edad, que están en preescolar. En sus páginas resaltamos el papel de las actividades artístico-creativas para afirmar la sociabilidad que buscamos.

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La niña y el niño sociable

Aprendimos por la definición que vimos al inicio, que una niña o niño sociable es aquel que establece buenas relaciones, las mantiene y disfruta de ellas. Pero ¿Qué significa todo eso? Vamos a verlo con más detalle.

¿Cómo son las buenas relaciones?. Las buenas relaciones son claras. Las niñas y niños parten de respetarse a sí mismos y respetar a los otros. Son “buenas” también porque ayudan a la formación y ninguno corre riesgos. Las niñas y niños sociables se reconocen porque:

1. Juegan con las y los demás, sin importar su sexo o alguna otra diferencia. Supongamos que en un recreo niñas y niños están jugando por separado. Los niños bailan el trompo, las niñas juegan muñecas. Pasa una niña y se acerca donde están

jugando trompo y los niños no tienen problema para que ella se integre, incluso si otro niño no quiere permitirlo. Igual con las niñas sociables si llega un niño a querer jugar muñecas. También aceptan rápidamente a niñas o niños con discapacidades visibles, los involucran en sus actividades y las disfrutan. Si por ejemplo, están haciendo un mural colectivo y pasa un niño de la comunidad que no escucha o que tiene poco tiempo de vivir allí y al acercarse toma material, no lo rechazan. Dejan que siga compartiendo la misma actividad.

2. Se aceptan a sí mismos. Es decir que se reconocen sabiendo que tienen sus cualidades, pero también defectos. Descubren sus habilidades y sobre todo lo que les gusta hacer. Pueden decir “yo puedo cargar dos pichingas de agua”, o también “No puedo solo, es muy pesada”.

3. Ayudan a otros. No es necesario decirles que ayuden a un compa-ñero sino que surge naturalmente. Si un compañero no tiene lápiz y él o ella ya terminaron de dibujar o andan otro, lo prestan por su voluntad.

4. Son independientes. Hacen generalmente las cosas por sí mismos. Y más aún piden hacerlas. Por ejemplo: “Dejá que



yo puedo barrer”. Sin embargo cuando es el caso, reconocen que necesitan ayuda. Esto no niega su independencia sino que reafirma el reconocimiento que han logrado de lo que pueden o no hacer. “ayúdame a pegar este dibujo es muy grande”.

5. Tienen confianza en los demás. A través de esa confianza les es posible por ejemplo prestar un juguete a otro compañero porque confían en que se lo regresara y cuidara.“juega con mis juguetes, voy a jugar allá”.

6. Se expresan ante las demás personas con facilidad. Relatan sus vivencias y pueden decir sin mayores dificultades cómo se sienten cuando no les atienden o no les gusta alguna actividad. Por ejemplo:“No me está escuchan-do”. O hacen preguntas como ¿Por qué tengo que regresar al preescolar?

7. Aprenden a diferenciar situa-ciones que los ponen en riesgo y a comunicarlas a adultos de confianza. Esto es fundamental,

porque pueden desarrollar confianza ante los demás, pero también han aprendido a comunicar lo que los hace sentir mal. “esa persona me venía siguiendo”, “me llamaba y tuve miedo” o “profe los chavalos se subieron al árbol”.

8. Hacen amigos con facilidad. Por la misma confianza que tienen en los demás se les facilita acercarse a otros. Pueden empezar con un juego. Muchas veces las niñas y los niños inician una amistad cuando comparten lo que les gusta hacer.

¿Qué significa “mantener” las buenas relaciones?

Toda relación tiene sus conflictos. Más cuando cada quien tiene su opinión y demanda respeto. El asunto es superarlos de manera adecuada. Las niñas y niños sociables se reconocen ante esto porque:

1. Cuando no tienen la misma opinión se ponen de acuerdo con facilidad. Esto les lleva a manejar con facili-dad el disgusto. Están jugando a construir una casa con cartón y de repente uno quiere que la ventana sea abajo y los demás no están de acuerdo. Viene la discusión, pero se ponen de acuerdo y aceptan una de las

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propuestas o toman en cuenta diversas opiniones.

2. Si se enojan con un compañero o compañera, el enojo dura poco, y no responden con conductas agresivas. Por ejemplo están haciendo un collage.

Hay pocas semillas que una niña ha puesto en la mesa para utilizarlas. Se levanta y cuando regresa un niño las ha utilizado, se enoja mucho con él, pero al siguiente día andan jugando juntos.

3. En principio respetan las normas en las actividades del preescolar, pero pueden acordar otras. No imponen las suyas. Siempre respetan las opiniones de los demás.

4. Pueden proponer juegos que han inventado u otras formas de jugar o han innovado otro. De la misma manera, aceptan las iniciativas de otras niñas y niños y ayudan a solucionar las complicaciones que se presentan al experimentarlas.

¿Qué es eso de “Disfrutar sus relaciones”?

No sólo establecen y mantienen buenas relaciones, sino que gozan al hacerlo. Han aprendido que estar juntos les causa placer, aunque también pueden disfrutar de las actividades que hacen individual-mente. Las niñas y niños sociables se reconocen porque:

1. Les gusta hacer cosas juntos. Por supuesto jugar es una de ellas. Cuando van de excursión muestran gran entusiasmo por todo lo que encuentran y en grupos van descubriendo su entorno. Al hacer una construcción no importa que el mismo material lo usen juntos, pues terminan haciendo una construcción entre todos. El gozo está presente también al hacer pinturas, dibujos colectivos, collage, modelados, o cualquier otra cosa en el preescolar. Lo que importa es el gozo derivado de la misma actividad y de estar juntos.

2. Disfrutan de las relaciones afectivas. No se niegan a recibir cariño de las demás niñas y niños. Si les muestran afecto no lo rechazan y hasta pueden expresar que se sienten bien. Por ejemplo si una niña está haciendo un modelado



y llega al preescolar una visita preguntando lo que está haciendo, responde mostrando siempre su trabajo. La persona le expresa que está muy bonito, ella sonríe y agradece sin rechazar lo que le han dicho. Pero también elogian a otros y otras: “Qué bonito que hiciste ese dibujo”

3. Les gusta cooperar en las actividades que se organizan. Se interesan por llevar material que necesitan para su realización y que con anterioridad se les ha pedido. Un ejemplo lo encontra-mos más adelante en el relato “Un día en el preescolar”.

¿Qué más nos trae la sociabilidad?

El desarrollo de la sociabilidad influye positivamente en la creatividad, y la autoestima de las niñas y niños... A decir verdad entre los tres se influyen. Nos referimos a la relación:

Creatividad

Mientras niñas y niños se relacionan, se comunican y comparten juntos, hay más posibilidades de que aparezcan entre ellos nuevas ideas. Algunas se podrán llevar a cabo colectivamente. Las educadoras saben que no limitamos la creatividad a lo artístico, sino a todos los campos de la vida, desarrollando la capacidad de imaginar, ordenar y comunicar ideas en una forma propia. Esto permite disfrutar, enfrentar y solucionar las nuevas situaciones. Que propongan o inventen juegos, juguetes, cantos, cuentos, Que hagan preguntas, descubran, observen... Todo eso es parte esencial en el desarrollo de la creatividad.

Recuerde: ¿Cuántas veces hemos encontrado que mientras compartimos una actividad colectiva aparece una grande y fantástica historia?

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De forma espontánea surge en una niña o niño una idea fantástica o inventa un juego. Ese derroche de creatividad pudo haber surgido de algo que observó o algunas palabras que escuchó y que relacionó con otras situaciones. No lo sabemos bien, pero el hecho es que aparece.

Aquí una de nuestras tantas experiencias. Visitando un preescolar teníamos una actividad de dibujar en la tierra. Las niñas y los niños tomaron ramas. Todo se hacía fácil porque la tierra estaba húmeda. Un niño dijo que había hecho una culebra. Los demás hicieron otros dibujos como árboles, cercos y empezaron a narrar así una linda historia que comparto con ustedes.

Estrella

Había una vez unos niñosy niñas perezosos y una culebra estaba enrollada encima de ellos. La culebra dijo: “me los voy a comer, porque estoy con hambre, Freddy es mi amigo”.Los niños y niñas dijeron: Pero no nos come porque nos corremos!. Freddy que es su amigo Le hace un corral bien cerradito para que no se

salga, Se lo limpia y le lleva comida, millón y pollo frito.En la mañana que llegué al preescolar, la culebra se había resbalado del muro, La agarré y la puse en otro lugar. Parió un gusano que no es venenoso, Es mansito y la culebra le está dando leche.Le presente a mis amigos y le dije que no los picará y ella dijo: “voy a querer a todos los niños y niñas,

Yo soy buena con todos”.

(Preescolar El Ocotillo 6 de

Agosto del 2003).



Ya lo sabemos:

¡La sociabilidad influye en la creatividad

como la creatividad en la sociabilidad!

Autoestima

Una alta autoestima ayuda a las buenas relaciones y estas influyen en elevar la autoestima. Mientras se den oportunidades a niñas y niños para ser independientes y relacionarse, en esa medida sentirán que son valiosos. También entenderán que en algún momento las cosas no van a salir bien. Cuando se den estos casos, las niñas y niños sociables buscan ayuda. No por ello dejan de reconocer que también por sí solos pueden hacer muchas cosas.

La opinión que tenga el grupo sobre un niño o niña influye en la opinión que tienen de sí mismos. Por estar relacionándose bien con otros dentro del grupo se abren oportunidades para que los demás hagan valoraciones positivas sobre sus capacidades. Pero recordemos que la autoestima no sólo se mejora por la influencia de los demás, sino que también en la medida que van descubriendo por sí mismos que lo que hacen es valioso.

Una experiencia que muestra la relación entre autoestima y sociabilidad, es a través de las actividades artísticas. Cuando se exponen los trabajos que han hecho colectivamente en la clase, las niñas y niños se emocionan. ¡Realmente se ve bonito!. Llegan a traerlos sus familiares y al ver las obras preguntan si las hicieron sin ayuda. Los primeros en responder son las niñas y niños. Esto permite que reconozcan sus habilidades y se sientan orgullosos de lo que han podido hacer.

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El preescolar ya ofrece mucho

¡Aprovechémoslo!

En el preescolar hay con quien relacionarse. Niñas y niños están acompañados por otros compañeros que siendo también niños, son diferentes:

Por su sexo,Por pertenecer a familias diferentes,Con diferentes historias,Diferentes costumbres familiares.

El conocimiento y la comprensión de las diferencias es una condición básica para ser sociable.

El preescolar ofrece actividades colectivas, que son divertidas. Hay juegos, hay canciones... Estas actividades colectivas estimulan el contacto.

Entre estas actividades encontramos de expresión artística, que impulsan el desarrollo de la creatividad.

El preescolar crea frecuentemente ocasiones para compartir materiales, merienda y responsabilidades entre amigas y amigos de la misma edad.

En el preescolar, niñas y niños enfrentan conflictos en las

relaciones, lo que es y formara parte de sus vidas. Tienen entonces oportunidad de aprender a manejarlos positivamente, de acuerdo a su edad.

Como en el preescolar niñas y niños pasan juntos varias horas diarias, durante varios días de la semana, durante todo el año escolar, es posible avanzar en la formación paso a paso.

Los preescolares se orientan con un programa que tiene su lógica, y que ha sido pensado para lograr objetivos educativos de acuerdo con la edad de las niñas y niños. Este programa incluye conocerse y quererse a sí mismo, su desempeño, su relación con los demás y con la naturaleza.



El preescolar cuenta con personas preparadas y preparándose como educadoras, que pueden orientar a las niñas y niños; que apoyan a madres y padres en la educación de sus hijos, además les gusta esta tarea.

El preescolar incluye un espacio físico, que se adecua de la mejor manera posible, a las necesidades formativas y de seguridad de las niñas y niños. Por lo tanto, es un espacio que ofrece condiciones apropiadas para la relación y el aprendizaje.

Historia para reflexionar:

Un día en el preescolar

Vamos a describir un día que vive una educadora con los niños y niñas del preescolar. Le pedimos que lo lea y que (1) Descubra acciones positivas relacionadas con “sociabilidad”. (2) Señale acciones negativas para la sociabilidad que descubra ahí. (3) Al final piense ¿Cómo hubiera actuado si fuera la educadora?

Anamara es la educadora del preescolar de su comunidad. Es otro día de clase, así que se levantó muy temprano. Sabía que las niñas y niños llevarían el material que les había pedido traer el día anterior. Por eso muchos de ellos estuvieron ocupados en sus casas, recogiendo cosas que podrían encontrar fácilmente. Ellos guardaron hojas de árboles caídas, ramitas, papel, semillas de coralitos y lágrimas de San Pedro, plumas, flores, flor de pino, cáscaras y tuzas.

Anamara hizo el recorrido de siempre, llamando a las niñas y niños que viven cerca de su casa. Apare-cían contentos para ir al preescolar. Al verla le enseñaban sus materiales y escuchaba preguntas sobre lo que harían hoy. Ella con paciencia les repetía que

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iban a hacer algo muy bonito y que lo harían entre todos.

El grupo iba creciendo mientras avanzaban. Las niñas y niños empezaron a recoger piedras y a guardarlas en las bolsas de materiales. Estaba lodoso y se hacía difícil caminar. Algunos resbalaron.

De repente, aquel niño que siempre anda corriendo y está inquieto por la emoción, se atravesó en el camino, haciendo que Anamara perdiera el equilibro y casi cayera. No cayó... pero se enlodó. Anamara asustada y enojada gritó: “Chavalo es que estás ciego, fíjate por donde corrés”. Pero luego se controló y siguió su camino. Los otros empezaron a burlarse de él, a espaldas de la educadora.

Llegando al preescolar, unos dijeron que querían jugar “El escondite”, mientras otros propusieron el canto “Esta cabeza que no me da”. La educadora les propuso que cantaran.

Al notar que algunos no estaban muy contentos, les prometió con mucha seguridad que al final de la clase jugarían “el escondite” e hizo que todos se involucraran en el canto. Como la educadora se integró con ellos, las niñas y niños se entusiasmaron más.

La clase era sobre la identificación de las partes de su cuerpo. Pasó a una niña y un niño para que los demás los miraran. Debían decir las partes del cuerpo y señalar sus diferencias permitió que hablaran entre ellos. La niña que estaba al frente se mostraba apenada porque un niño se rió de ella y no quería seguir al frente. Hizo que terminara el ejercicio. Pero habló nuevamente sobre el respeto entre compañeras y compañeros.

Algunos se empezaban a mostrar muy inquietos, Miraban las bolsas con los materiales que habían traído y preguntaban ¿Qué vamos a hacer con estas cosas?

Anamara no respondió, pero puso un gran cartón en el piso y dijo a una niña que se acostara encima de éste. Luego pidió a sus compañeras y compañeros que dibujaran con tiza el contorno del cuerpo de la niña. Terminado el dibujo pidió a las niñas y niños que fueran rellenando el dibujo, con el material



que trajeron. Podían hacerle ropa y ponerle lo que quisieran. Así lo hicieron, poniéndose de acuerdo sobre qué cosas pegar en cuales partes del cuerpo. De vez en cuando les preguntaba ¿cómo veían lo que iban haciendo?. También daba su opinión elogiando y estimulando lo que estaban haciendo.

Se llevaron bastante tiempo en hacerlo, pero al fin lo terminaron. Estaban cansados y Anamara les dijo que cantaran. Luego del canto les pidió que opinaran sobre dónde colocar el dibujo. Aparecieron varias propuestas, pero finalmente acordaron, que sería bueno pegarlo en una pared del preescolar. “Ahí se verá muy bonito” dijeron.

El piso había quedado lleno de hojas y semillas. Por eso Anamara mandó a un niño y una niña a buscar la escoba y pidió a todos que barrieran y recogieran lo que habían dejado en el piso. Algunos niños no querían integrarse.

Anamara inmediatamente inició una competencia, anunciando que cada niña o niño que trajera cinco basuras tendría un premio. Todos y todas se integraron. Anamara se las arregló para que cada uno pudiera alcanzar cinco basuras, los animaba a hacerlo, les daba pistas, los elogiaba. Al finalizar una niña preguntó que cuál era el premio... y Anamara respondió “Un bellísimo aplauso”. Los felicitó y todos se aplaudieron.

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Otros espacios de sociabilización

A la edad de 3-6 años, muchas personas y situaciones contribuyen bien o mal a la sociabilidad. La familia, el vecindario, los medios de comunicación como la televisión y la radio y los lugares de trabajo de los padres, tienen su efecto. En todos ellos encuentran señales de cómo “deben ser” las relaciones con los demás, incluidos los de sexo opuesto, razas diferentes, creencias, personas con discapacidad. Niñas y niños empiezan a interpretar las conductas comunes, como las “correctas”, sobre todo si quienes las realizan son seres queridos o que admiran.

La familia es el primer lugar donde socializan los niños y niñas. Allí interactúan con sus hermanos, madres, padres y en ocasiones con otros familiares como abuelas, tíos, primos, etc. Normas claras u ocultas, flexibles o no, empiezan a ordenar las conductas de las niñas

y niños. También desde la vida familiar van enterándose de las maneras que los adultos y adultas usan para actuar socialmente en diferentes situaciones fuera de la familia. Y van incorporando esa forma de relaciones.

Igual ocurre en el vecindario. Las niñas y niños juegan con amigos vecinos, y a través de los juegos y otros encuentros aprenden a sociabilizar de una y otra manera. Pero también captan lo que ocurre en el barrio o comunidad. Acciones de solidaridad y actos de violencia no pasan desapercibidos y van marcando pautas.

Los medios de comunicación están muy cerca de la vida infantil. Las telenovelas y las noticias, que ven los adultos suelen verlas muchos niños. Las películas transmiten maneras de relación, no siempre positivas. Incluso demasiadas series consideradas infantiles e inocentes están marcadas por todo lo contrario del diálogo, por la violencia.

Muchas niñas y niños nicaragüenses acompañan a sus familias a los trabajos que estos realizan, por ejemplo en tiempo de recolección de cosechas, en casas y centros de trabajo. Allí ven y experimentan situaciones que también influyen en su sociabilidad.



El trabajo delicado de la educadora

La educadora se enfrenta entonces con un triple desafío:

Lo primero, tiene que ver directa-mente con los niños y niñas: Ha de mostrarles maneras apropiadas para ser sociables y debe enseñarles a serlo. Cuenta para ello con todos los recursos del preescolar y las actividades que prepare. Juegos, cantos, trabajos en conjunto, visitas, excursiones, en fin variadas actividades.

Lo segundo, es con la educadora misma. Las niñas y niños van a aprender no sólo de lo que ella dice,

sino también de la manera como se comporte. Por eso la educadora debe convertirse conscientemente en un modelo positivo para las niñas y niños. Si la educadora recibe bien a las visitas y se dirige ante ellos con respeto, o si comparte y es cariñosa, estas conductas pueden ser imitadas por las niñas y niños.

Lo tercero, es con el resto de factores que influyen en la sociabilidad de las niñas y niños. La educadora dará pasos por su parte para contribuir a que estos factores sean también positivos para el desarrollo de la sociabilidad. Para hacerlo debe ir convirtiéndose en un referente social muy estimado por la comunidad. El trabajo mismo en el preescolar abre posibilidades de acercamiento con las familias y con la comunidad en general.

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¿Cómo impulsar la sociabilidad desde el

preescolar?

Aquí se exponen once recomen-daciones para que la educadora tenga en cuenta en sus esfuerzos por desarrollar la sociabilidad en el preescolar.

1. Abra espacios de relación cada vez más amplios. A veces como adultos no dejamos que se desarrollen libremente las relaciones entre niñas y niños. En ocasiones lo hacemos pensando en su protección y en lo que creemos mejor para ellos. Motive a que niñas y niños hagan amistades por sí solos, sin interferencia de adultos. Debemos permitir que se relacionen entre ellos, sin importar sus diferencias. Se trata de facilitar que amplíen sus relaciones y vayan conociendo más sobre las otras personas.

2. Proponga acciones en conjunto. Es común que se inicien actividades en el preescolar con juegos o cantos. A través de estos se impulsa la integración y relación de todos. Las excursiones que se aprovechan para traer material para el preescolar y ambientar los rincones son una buena actividad y suelen ser muy integra-doras, divertidas y formadoras. También

para la elaboración de los murales realizados colectivamente.

3. Facilite que se preocupen por los demás y se ocupen en ello. Si un compañero no llegó al preescolar, o si sabemos que está enfermo la educadora propone ir a visitarlo, conversar con él o ella y preguntarle cómo se siente. Otra opción es preguntar por ellos a sus compañeros y proponerles que ellos los visiten. Si la clase trata sobre la amistad, una actividad puede ser visitar a familias cercanas, saludarlas. Otra puede ser que las niñas y niños elaboren tar-jetas, para después intercambiarlas.

4. Convierta el medio en interés común. La sociabilidad no sólo se limita a las relaciones con otras niñas y niños, sino también sobre el cuido de su medio. Nos referimos a las plantas y animales, al preescolar, a la casa y a la comunidad en general. Estando en el preescolar pueden hacer un collage. No cortan gran cantidad de hojas o flores sólo



las necesarias. Si van a utilizar agua después de haber pintado la educadora promueve que no se desperdicie.

5. Asigne al juego toda su importancia. El juego es un tipo de actividad esencial en el desarrollo de la sociabilidad de las niñas y niños en edad preescolar. El juego contribuye a que niñas y niños tengan contacto entre sí. Ayuda a que se conozcan mejor. El juego permite que reconozcan el valor de trabajar en conjunto y compartir y de la importancia de las reglas. Este aprendizaje es alegre... porque el juego... es divertido.

6. Promueva que compartan. En los preescolares frecuentemente se está motivando a niñas y niños a que compartan. Es una buena medida. No se refiere solamente a compartir cosas materiales, sino también amistad, ideas, saberes y ayuda. Está actitud los acerca aún más a sus compañeros. Hace sentir que son importantes para los

demás, pero también que son una fuente de ayuda. Reconocemos a la solidaridad entre ellos como un valor muy importante para la sociabilidad. 7. Estimule la iniciativa. La iniciativa de niñas y niños tiende a crecer en ambientes de libertad... y mejor aún si hay algún refuerzo o apoyo a la misma, por ejemplo con elogios. En el recreo, vemos que mientras salen todos juntos, niñas y niños, muy rápidamente están diciendo qué van a hacer. También observamos que camino al preescolar, sugieren lo que quieren hacer. Generalmente se trata de juegos que son propuestos por algunas niñas o niños y en los que al final pueden integrarse todos.

Esta tendencia ha de aprovecharse, incluso en el aula. El secreto principal es estimular la libertad y el segundo premiar con elogios las iniciativas. Si además de la educadora, las niñas y niños proponen actividades y reglas en el aula, y se toman en cuenta sus

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propuestas, ellos sienten que se reconocen sus intereses. Y cuando la educadora se integra en los juegos propuestos por las niñas y niños, reconoce que fue una buena decisión la que hicieron y ellos se sienten muy bien. Se sienten parte del grupo y de las decisiones. De paso... se ha estimulado su independencia. Todo esto ayuda a afirmar una muy buena sociabilidad. 8. Acepte positivamente los conflictos. No todo es color de rosa. Se dan situaciones difíciles en las relaciones entre niñas y niños que son un reto para la educadora. Sin embargo los conflictos son parte de la vida y las niñas y niños han de aprender a manejarlos. Deben comprender que es mejor el diálogo que la violencia. Así que ha de entenderse la aparición de conflictos como una oportunidad muy valiosa de formación.

Cuando se dan situaciones de agresión entre las niñas y los niños, cualquiera que sea la causa la educadora debe mediar. Fomente en ellos las buenas relaciones y el respeto. Explique que son compa-ñeros y que a nadie le gusta que lo traten con agresiones. Si la situación continua porque se viene dando desde el hogar, trabaje con la familia. Encuéntrese con ellos y

trate el asunto, sin que se sientan agredidos.

9. Muestre su cariño. La sociabilidad tiene una alta dosis de afecto y requiere dejar conocer los sentimientos. Si la educadora muestra su cariño a las niñas y niños, ocurren varias cosas. Por una parte ellos se sienten apreciados. De esta manera tendrán más confianza con la educadora y se dará una mejor relación. Además está contribuyendo al desarrollo de su autoestima. Y está enseñándoles a que ellos –por su parte- también expresen cariño.

10. Sea equitativa. Reconozca las diferencias individuales y actúe de acuerdo con ellas para resolver situaciones



especiales, pero nunca muestre preferencias por uno u otro. Sea clara en esto. El tratar equitativamente a niñas y niños contribuye a la confianza que estos tendrán en usted.

11. Conviértase en modelo. Cuidado con lo que hace. Niñas y niños están siempre atentos a todo, aunque una crea que no la están viendo o escuchando. Si repetidas veces les ha dicho que se deben ayudar, pero un día ven que su hijo o hija le pide ayuda y en ese momento se la niega, estará contradiciendo lo que les dice. Ya no creerán que se deba ayudar, ni le creerán a la educadora y de paso ellos y ellas irán aprendiendo que se puede decir una cosa y hacer otra... y no es lo que queremos, Claro.

Actitud esperada en la educadora

Una educadora que propicia la sociabilidad generalmente presenta cuatro características, además de sus habilidades como educadora:

Gusto por el trabajo con niñas y niños. Es lo mínimo que se espera de toda persona... que le guste lo que hace. Que lo disfrute. Que no dude en integrarse con ellos en sus juegos y canciones. Cuando se disfruta del trabajo con niñas y niños es muy común notar ese entusiasmo al conversar sobre el mismo.Aceptación y tolerancia. Se trata de aceptarse como es, reconocer las diferencias entre niños y niñas y también aceptarlos como son. Que no rechace ni acepte rechazos. El rechazo no es buen amigo de la sociabilidad. Observación constructiva. Abra espacios de libertad pero manténgase observando. Libertad no significa abandono. Oriente cuando hay que orientar. Esté cerca de las niñas y niños sin interferir en su búsqueda de contacto.Flexibilidad. Es la disponibilidad para cambiar los planes ante situa-ciones imprevistas que requieren hacerlo. Por ejemplo si se presentó un conflicto, o hubo un fenómeno especial en el cielo, esto conlleva

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a cambios, aunque en ningún momento a perder tiempo. Todo lo que se hace es provechoso.

La sociabilidad y las actividades plásticas

Una breve descripción de nuestra propuesta

Imaginemos un espacio reducido y diez niñas y niños cada uno con su crayola. Si les pedimos que dibujen todos a la vez en un sólo pliego de cartulina ellos tendrán que buscar la manera de hacerlo. En medio de las dificultades para ubicarse, se verán impulsados a relacionarse y todos contribuirán, aunque sea con una línea. Al final habrán solucionado un problema (dibujar todos a la vez) y habrán socializado.

Desde FUNARTE trabajamos principalmente con técnicas de pintura libre, collage, dibujo libre y modelado. La idea general es estimular la creatividad, y a la par desarrollar la sociabilidad, la expresividad, la autonomía y la autoestima. Con un ejemplo durante la aplicación de una técnica queremos mostrar como estimulamos la sociabilidad. Hemos propuesto sólo un ejemplo de las técnicas que hacemos, pero

en general la dinámica es parecida. Tratamos de que todas las niñas y niños se integren, disfruten, se sientan felices, respetados, valorados y que se hagan trabajos en conjunto.

La clase es sobre descubrir los colores. Llevamos un saborizante en polvo para refrescos que también sirve como colorante, y llamamos fresquitop. Llevamos también un papel grande. Necesitan brochas para pintar, pero si no tienen fabricamos con los niños y niñas los instrumentos, elaborando chupones con tela o esponja.

Diluimos junto con las niñas y niños el fresquitop en un poco de agua de manera que nos quede un color fuerte. Indicamos a las niñas y niños que pongan el material en el piso y estiren el papel.



Entonces decimos a las niñas y niños que pinten en un sólo papel y les entregamos los tres colores primarios de fresquitop: amarillo, rojo y azul. Cuando estén pintando y hayan combinado varios colores les preguntamos que colores tenían al inicio y que nuevos colores resultaron.

Una vez terminado el trabajo actuando en conjunto lo ponemos al sol. Cuando esté seco lo pegamos en la pared. Las niñas y niños lavan los materiales que utilizaron.

El preescolar se ve muy bonito sobre todo cuando se ha adornado con esos bellos dibujos que han hecho las niñas y niños.

Ahora les pregunto: ¿Cómo desarrollamos la sociabilidad con esta técnica?

Reflexione por un momento.

Recuerde que les entregamos un juego de pintura (amarillo, rojo y azul) y un sólo papel. Eso no fue por ser "pinches", sino para que compartieran. Debían compartir material y a la par también ideas. Debían realizar sus trabajos en conjunto. También desarrollan la confianza en los demás porque se permiten entre todos trabajar.

No pedimos que nos ayudaran a preparar ellas y ellos el material para pintar por que estábamos con “pereza”. Uno de nuestros propósitos es que sean parte de la clase y reconozcan que pueden hacer por sí solos las cosas. Y no es difícil, a ellos les gusta demostrar sus habilidades.

Si los ponemos a que arreglen el material junto con nosotras buscamos que colaboren. Con nuestra participación están viendo

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un ejemplo de que nosotras también lo hacemos junto con ellos.

Al pegarlo en la pared, se sienten valorados y esto confirma que pueden hacer las cosas. Cuando llegan sus madres o padres a traerlos o alguna visita al preescolar, ellos se los muestran y están estableciendo relaciones con personas cercanas al preescolar. Se sienten orgullosos por que son ellos y ellas quienes han adornado el preescolar con su trabajo y además, porque las valoraciones de las demás personas son positivas.

¿Límites… o permisividad total?

Las normas y el autocontrol. Ante la mayoría de las actividades que realizamos debemos cumplir con normas. También se debe educar a niñas y niños en el cumplimiento de estas. Con su cumplimiento van estableciendo relaciones y formando valores. Por eso nuestra propuesta no es de "exceso de libertad". Cuando insistimos en dar libertad para hacer algo, no pretendemos que la educadora incumpla con su plan. Se trata de ir formando la capacidad de autocontrol. Las niñas y niños deben ir afirmando valores relacionados con la responsabilidad, la disciplina, el orden y el respeto.

La confianza no es abuso. Sobre el compartir hay que estar muy pendientes. No se trata de abrir espacios para el abuso de confianza. Tendremos cuidado por si se presenta abuso de la generosidad del otro. No queremos que si la niña anda jugando, otra niña vaya a su bolsa saque su panita y se coma su merienda, para que cuando llegue la dueña no encuentre nada. Esto va a dañar su relación si se sigue dando o se permite esta acción.

El cuidado. Niñas y niños deben afirmar su propio cuido y respeto



hacia sí mismos. Es cierto que una característica de la sociabilidad es la confianza en los demás, pero... hay "peros". Como están las cosas también hay que preparar a niñas y niños para que identifiquen con qué personas lo pueden hacer. No con toda persona que se encuentren van a tener la misma confianza que tienen con la educadora o con su familia. Deben comunicar todo aquello que viene de otras personas y les hace sentir mal. Siempre recordarles que se merecen respeto.

Seguridad. Hay situaciones que ponen en riesgo. Por ejemplo si se permite a las niñas y niños que jueguen “al escondite” o “la anda” debe advertírseles que tengan cuidado si hay algún abismo o deben pasar algún cerco. Toda situación que ponga en riesgo su vida, o su integridad, debe evitarse. La libertad tiene sus límites, Cuando no puedan hacer lo que deseen por razones de seguridad, hay que explicar a niñas y niños porque no deben hacerlo.

Conductas que debilitan la sociabilidad de niñas y

niños

La experiencia desde los preesco-lares con los que hemos trabajado ha sido muy buena para dar ejemplos positivos sobre la sociabilidad. A partir de ésta podemos decir que se pueden presentar dificultades para su desarrollo y debilitarse desde la familia, desde el vecindario y desde el preescolar, como vemos a continuación, y en muchos casos la situación tiene que ver con conflictos. Como decíamos unos párrafos antes, los conflictos son parte de la vida y pueden ser bien manejados, pero agregemos ahora, cuando se tratan mal, tienden a afectar la sociabilidad.

Desde la familia

Agresiones. Una de las conductas preocupantes que reducen la sociabilidad, es la agresividad. Cuando se vive en un ambiente de agresión no sólo resultan golpes, sino que también se dificulta a niñas y niños establecer lazos con los demás. Se dirigen de mala manera a sus compañeros porque es la forma que han aprendido para relacionarse. Entonces resulta el rechazo hacia ellos. Frases típicas que reciben las niñas y niños de parte de familiares

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son "no te dejés", "si te dejás pegar, te pego cuando vengás" "nadie tiene que meterse con vos, porque a mí me respetan".

Las prevenciones. La actitud de las madres y padres para que sus hijas e hijos no se relacionen con otras niñas o niños viene a dificultar sus lazos dentro del preescolar. Pueden decirles que no compartan o que no jueguen con tal niña o niño porque pelea mucho o camina sucio o simplemente no quieren que se relacionen con los demás. "Ese chavalo no se baña y tiene piojos, cuidado andás con él". "No jugués con aquella chavala porque te puede robar los juguetes".

Desde el preescolar

El rechazo puede nacer en ciertas niñas y niños hacia otros por varias razones. Hay variedad de posibilidades: Una dificultad que tuvieron en la ejecución de alguna actividad, o porque alguna característica de ella o él no les gusta. "No jugués con ese chavalo porque no puede", "Aquella que no se siente aquí porque anda sin zapatos". Se trata del rechazo a partir de la desvalorización de los otros por sus carencias reales o imaginarias.

El aislamiento que puede sufrir una niña o niño. Puede surgir de sí mismos o por el rechazo que pueden recibir de sus compañeros. Cuando no se sienten bien en el preescolar algunos no se integran en las actividades. Hay que hacer el esfuerzo de encontrar las causas, que no siempre son visibles fácilmente. Tal vez dentro de su familia no se promueven actividades en conjunto. O puede ser algo característico de ellos. Sea cual sea la razón debe ser atendida por la educadora.

El cuidado excesivo que a veces se dirige a una niña o niño, constituye un factor que puede afectar las relaciones con los demás. Quien recibe este trato se verá aislado en la manera que sea sobreprotegido:



Mientras esto suceda también puede surgir el rechazo de los demás. Puede ser que ya no lo inviten a jugar e incluso que lo rechacen por la atención que recibe. Estas niñas y niños no tendrán mucha simpatía. Se van distanciando del resto del grupo. "No vaya a jugar porque ahí se puede caer" o "No vaya déjelos a ellos solos", "Anda bien limpio y si va allí se enloda los zapatos".

Las preferencias cuando al hacer una actividad la educadora siempre prefiere a José porque es el sobrino o porque a juicio suyo ha tenido un desempeño sobresaliente. O tal vez porque si no lo prefiere se enoja y hace un berrinche. O porque su madre es la señora que más ayuda al preescolar. Con estas preferencias no se está ayudando en su desarrollo a José. Más bien se está afectando su sociabilidad.

¿Qué hacer ante estas conductas?

Cuando dentro del preescolar no se trata de eliminar las conductas que desfavorecen la sociabilidad, se está estimulando a que continúen y crezcan. Identificar. La educadora ha de aprender a identificar estas conductas y en colaboración con las demás niñas y niños integrarlos de la mejor manera posible a todos en las actividades. Cerca pero sin sobreproteger. Hemos de tener presente siempre que cada niña y niño es único por lo tanto debe ser tratado de acuerdo a sus características. Muchos nece-sitan que la educadora esté cerca de ellos, pero ¡cuidado! No debe sobre-protegerlos. La tarea es promover su integración. Aunque en algún momento la niña o niño aislado se sienta bien por la atención que recibe. El efecto social de la sobreprotección es negativo se da el aislamiento.Si se dan agresiones, entre ellos, la educadora debe mediar y explicar que son compañeros y se deben respeto. Pero no sólo con hablar se logrará. Debe también hacer actividades en las que poco a poco se vayan relacionando. Introducir en su plan de clase actividades para la formación en valores como formas en que puedan

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respetarse y disminuir poco a poco las agresiones. Por ejemplo: Hacer juegos que fomenten abrazos y caricias.En caso de aislamiento es muy eficaz invitar a la niña o niño a que se integre. Nunca decir "es que es penosa". Mejor decir algo como "ella se va a integrar después, juguemos ahora nosotros". Así no aislará más a la niña o niño. Otra técnica es hacer que la inviten sus compañeros y poco a poco se irá logrando la cercanía con los demás. Por ejemplo mandarla a que les reparta algún material o que utilicen el mismo material cuando están haciendo algún trabajo.

Otro caso ocurre cuando quienes influyen en que no se den buenas relaciones con los demás son otros miembros de la familia. En esta situación, la educadora puede aprovechar los encuentros o reuniones con familia, para tratar el tema. Hágalo de una manera inofensiva. Mencione ejemplos positivos de cuanto se ha logrado en el preescolar a través de las buenas relaciones. Exprese que aún faltan esfuerzos y que la familia tiene gran responsabilidad ante el desarrollo de sus hijas e hijos.

Despedida.

Apreciada Educadora:Con este folleto, queremos aportar para el trabajo que realiza con las niñas y los niños en el preescolar. Sabemos y reconocemos que ha venido haciendo una gran tarea. Estoy segura que el trabajo que hace ha influido en la vida de ellos y seguirá haciéndolo.Todos y todas ganamos. El disfrute ha de ser tanto para las niñas y niños como para usted. Al permitir que en ellos se desarrolle la sociabilidad también se está abriendo espacio a quien lo estimula. Lo que una da una recibe ¡Y qué espacio tan bonito el de la enseñanza divertida y creativa! Cuando se relaciona con otras personas con tanto deseo de ser cada vez mejor... hay progreso.No nos despedimos del todo porque va a recibir otras publicaciones que compar-tiremos desde FUNARTE y que las consi-deramos valiosas. Publicaciones que de alguna manera están relacionados con este tema. ¡Espéralas!

¡A seguir trabajando promoviendo la sociabilidad!...

BibliografiaGarcía Blandón Anabell, Castilblanco García Magaly, Volinches Vicent.Caricia y Arte. Fundación de Apoyo al Arte Creador Infantil Editorial, Estelí, 2004.

preescolar... un mundo de relaciones

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