pragmatismo

35
“Pragmatismos en Psicologías: Una visión distinta a tus ojos” Una visión con lentes interconductuales Resumen. Se presenta un esfuerzo de identificar algunas de las problemáticas en Psicología, a nivel ontológico y epistemológico, referido al término ordinario y uso de Pragmatismo en sus dos acepciones generales. Cada de ellas, como prácticas diferenciadas por el área base en el que se dan sea como teorías científicas o como prácticas tecnológicas. Se presentan ciertos sistemas de clasificación, posibilidades explicativas, análisis de términos, críticas históricas y de manera implícita, una alternativa tenue de recuperación de la Ciencia Psicológica y su conocimiento tecnológico, con base en la Teoría de campo. En esta discusión, se hace a un lado el paradigma del Psicoanálisis y el Humanismo por no ser formas explícitas de compromiso onto-epistémico o intentos, por menos, cientistas sino de lo regular, entre otros. Palabras claves: Pragmatismo, eclecticismo, integracionismo, paradigmas, psicología interconductual. Introducción. El Pragmatismo, en principio, se considera una postura filosófica -¿y epistemológica?- que tiene larga data en la evolución de sus disquisiciones como una teoría de la verdad y el significado basado en la utilidad explicativa de los hechos “con respecto a un teoría más o menos delimitada”. Sin embargo, este término se acoge burdamente dentro de los espacios psicológicos, redimensionado como una teoría de la verdad basada en la utilidad o eficacia de una determinada teoría pero también, en su mayoría, de una práctica como tecnología independientemente de su fundamento teórico.

Upload: b-f-aguirre-jaqui

Post on 07-Aug-2015

53 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

11

TRANSCRIPT

Page 1: Pragmatismo

“Pragmatismos en Psicologías: Una visión distinta a tus ojos”Una visión con lentes interconductuales

Resumen.

Se presenta un esfuerzo de identificar algunas de las problemáticas en Psicología, a nivel ontológico y epistemológico, referido al término ordinario y uso de Pragmatismo en sus dos acepciones generales. Cada de ellas, como prácticas diferenciadas por el área base en el que se dan sea como teorías científicas o como prácticas tecnológicas. Se presentan ciertos sistemas de clasificación, posibilidades explicativas, análisis de términos, críticas históricas y de manera implícita, una alternativa tenue de recuperación de la Ciencia Psicológica y su conocimiento tecnológico, con base en la Teoría de campo. En esta discusión, se hace a un lado el paradigma del Psicoanálisis y el Humanismo por no ser formas explícitas de compromiso onto-epistémico o intentos, por menos, cientistas sino de lo regular, entre otros.

Palabras claves: Pragmatismo, eclecticismo, integracionismo, paradigmas, psicología interconductual.

Introducción.

El Pragmatismo, en principio, se considera una postura filosófica -¿y epistemológica?- que tiene larga data en la evolución de sus disquisiciones como una teoría de la verdad y el significado basado en la utilidad explicativa de los hechos “con respecto a un teoría más o menos delimitada”. Sin embargo, este término se acoge burdamente dentro de los espacios psicológicos, redimensionado como una teoría de la verdad basada en la utilidad o eficacia de una determinada teoría pero también, en su mayoría, de una práctica como tecnología independientemente de su fundamento teórico.

Digo burdo por que, en origen de uso en campos de epistemología, lo pragmático era la utilización de una teoría (ontología) más útil para explicaciones posteriores (metodología), sin embargo, en Psicología usamos el término de dos formas generales: 1ro) como los “usos” de distintas teorías y/o técnicas (Eclecticismo) o el “uso” de una teoría que “integre” muchas o sus prácticas de ésta (Integracionismo), esto es, violar la inconmensurabilidad entre posiciones, y 2do) como los “usos” de cada teoría psicológica o tecnología (Psicología A, B, C, etc.), es decir, no sobrepasar a la conmensurabilidad entre posiciones, unas más que otras.

Lo pragmático, para los psicólogos, de ser una teoría que más bien tiene que ser discutida por ser una concepción interesante ante sus bases tanto de filosofía analítica como de meta-paradigma científico, se convirtió en cuatro tipos de prácticas posmodernistas, a luz de las siguientes discusiones, inevitable en la disciplina del estudio de lo “psicológico”.

Page 2: Pragmatismo

El presente trabajo se dividirá en dos partes, la primera parte versará sobre el término de Pragmatismo como las variaciones de las prácticas eclécticas e integracionistas, concluyendo sobre la imposibilidad de unas, y la superficialidad teóricas de todas ellas. Por otro lado, la segunda parte referirá al Pragmatismo, no como al criterio de utilidad práctica con el uso de técnicas, métodos y postulados ignorando de que provengan de distintos caminos y terminen en distintas metas, sino como todo lo contrario: el guardar “coherencia” con respecto a la “teoría” y a sus “propios” “métodos” y “técnicas” para sus criterios de aplicabilidad respectivos. Estos dos significados del mismo término, aunque enmarcados por la Psicología Tradicional, se definen como prácticas distintas y variadas además de separadas entre sí.

A pesar de que pueda causar confusión esta idea sobre la utilización de término Pragmatismo en estos usos “contrarios”, no es causal el que se les haya denominado así, tienen un punto de comparación: el primero (Pragmatismo I) refiere a las prácticas en que convergen distintas conveniencias teóricas (cada psicólogo no profundiza o sí lo hace, pero sigue equívocamente, “varios paradigmas”) para suutilización tecnológica; y el segundo (Pragmatismo II), son las prácticas de teorías que divergen entre sí (cada psicólogo profundiza y sigue “su paradigma”) y, aunque con distintos criterios de aplicabilidad, el mismo fin que el anterior: la utilización tecnológica.

Por tanto, de manera esforzada por el momento, el criterio que los alberga es el hecho evidente de que todas ellas sean (o “finalicen”, algunas) en profesiones de “contacto directo” con la sociedad y sus demandas. El análisis a continuación, nos dará luces de que aún hay muchos cabos sueltos por atar y, obviamente, muchos nudos conceptuales que desatar, desde otro juego de lenguaje claro está.

I. ¿ECLECTICISMO Y/O INTEGRACIONISMO?

A. En primer lugar, delimitemos el concepto de Pragmatismo como se le entiende en Psicología (y quizá, lamentablemente, en otras disciplinas de conocimiento) utilizando las categorías de teoría y práctica por un lado, y Eclecticismo e Integracionismo por otro. La combinación de estos 4 conceptos nos será útil para nuestro fin:

1. Eclecticismo teórico: El eclecticismo es la utilización “útil” de las distintas psicologías de forma que las consideremos autónomas e independientes respecto de sus diferentes autores de referencia (véase Ribes, 2005), en este caso, para la explicación teórica de los fenómenos que estemos estudiando y analizando. Por ejemplo, un educando o un psicólogo educativo para la explicación de un fenómeno de aprendizaje de una regla gramatical, utiliza la teoría del desarrollo piagetano al mismo tiempo de una explicación interactiva vigotskiana, a pesar que la segunda se presentó como una teoría que refutaba teórica y experimentalmente a la otra (Interaccionismo vs biologicismo). Esta forma explicativa es muy generalizada entre los psicólogos tanto teóricos como aplicativos ante una currícula eclécticamente generalizada en las universidades.

Page 3: Pragmatismo

2- Eclecticismo práctico: Este tipo de eclecticismo se basa en la utilización de las prácticas o técnicas metodológicas (entendido como aplicaciones sistemáticas) de las distintas “psicologías”, independientemente del contexto hermenéutico de la explicación del fenómeno psicológico. Esto es, cuando un psicólogo de la gestalt (definido teóricamente) para ciertos fines terapéuticos, comienza con entablar la alianza terapéutica, utiliza la introspección, luego la imaginería racional y posteriormente puede culminar con regresionar al paciente a su estado fálico. Este tipo de prácticas es el más generalizado y encumbrándose cada vez más con las llamas terapias cognitivas-conductualescomo formas eclécticas de la utilización de las distintas técnicas venidas de la terapia conductista y la terapia cognitiva.

3. Integracionismo Teórico: El Integracionismo viene a ser el intento teórico de justificar el eclecticismo teórico y/o práctico con la pretensión basada en la modalidad de la utilización de las distintas psicologías (Ribes, op. cit.),  en este caso, de sus sistemas teóricos, bajo una teoría que los albergue. Esto es, no es inferir teóricamente de los distintos autores que han generado sus sistemas teóricos, sino de una sólo autor que haya problematizado un sistema teórico utilizando los distintos conceptos y lógicas de los primeros. EL criterio es distinto al eclecticismo que es el de la aplicabilidad, aquí hablamos de lógica y cogerencia (independientemente que sea teórica o práctica). No es posible algo llamado teoría integradora en psicología puesto que cada uno de ellas alberga un compromiso onto-epistémico inconmensurable de las otras (Ribes, op. cit.). Por lo que, si, en el caso del integrador teórico Theodore Millon, quien habla de refuerzo, de ideas irracionales, de cogniciones y de mecanismo de defensa, estos, por ser sacados de su contexto, no refieren a “lo mismo que referían de manera original”. En ultima instancia, todo tipo de Integracionismo es una estafa teórica, una falacia, por último, una nuevo compromiso onto-epistémico que utilice conceptos de otros compromisos, y no la integración de éstos.

4. Integracionismo Práctico: Este tipo de Integracionismo es la última justificación (i)lógica en psicología para justificar las prácticas eclécticas. Refiere a ese tipo de teorías que suponen la convergencia lógica de los distintos paradigmas en psicología para la utilización amplia, compleja y efectiva de diversas técnicas. De cierta forma, lo distinguimos del eclecticismo teórico puesto que es posible aplicar el test de Millon de la personalidad y, sin embargo, no saber nada de su teoría al respecto. Otra variante que es posible colocar en esta sección, es de aquellas panaceas terapéuticas con un relativo sistema teórico, en donde es posible la distinción de conceptos dispares tales como filtro cognitivo junto al concepto de inconsciente, además de otras técnicas disfrazadas conceptualmente como lo es elanclaje en PNL (Programación Neurolingüística).

Es posible, de acuerdo a esta clasificación, precisar algunas consideraciones al respecto:

a. Esta clasificación es un tipo de arbitrariedad para poder distinguir las distintas prácticas pragmáticas en Psicología bajo el criterio de la utilidad

Page 4: Pragmatismo

tecnológica por un lado, y la utilidad teórica por el otro. Sin embargo, su delimitación no quiere decir los psicólogos sigan sus prácticas al pie de la letra de esta clasificación.

b. Por ejemplo, la práctica de un psicólogo no hace posible definir estos límites puesto que cada una de estas sub-categorías, corresponden más o menos a prácticas institucionalizadas y costumbristas que no es posible escaparse de ellas por la convención la regula como tal.

c.  Prácticas como la Psicopatología que todo psicólogo llevará en su currícula universitaria, corresponde –a parte de la falta de delimitación del objeto de estudio psicológico- un tipo de integracionismo teórico (Millon) y de eclecticismo práctico (técnicas psicométricas y proyectivas como formas usuales de evaluación). Otro ejemplo significativo, es cuando los mismos profesores enseñan a sus alumnos a explicar un fenómeno psicológico en concreto (por ejemplo de agresividad), desde distintas posturas, visiones, paradigmas y/o autores dándoles a sus estudiantes una visión más amplia y completa de explicación. Práctica que el alumno acata como correcta (eclecticismo teórico). 

d. En conclusión, las prácticas reales en Psicología no se tratan de eclecticismos ni integracionismos, sino de eclecticismo de eclecticismos, eclecticismo de integracionismos, integracionismos de eclecticismos, e integracionismos de teorías integracionistas. La Psicología es una conveniencia de teorías ya convenidas, de pragmatismo de pragmatismos.

B. Causas. Es difícil especificar las causas del Pragmatismo en Psicología, sin hacer un real esfuerzo histórico-pluri-paradigmático de la psicología; sin embargo, es posible enumerar algunas causas con base a distintos criterios lógicos, analíticos, epistemológicos, entre otros. Digamos así, como sustentar las “causas de las causas”, esto es, las causas del por qué sucedió, históricamente en la Psicología, esta peculiar forma de acabar mal sin haber empezado bien (quizás esa sea también una causa crítica, en efecto lo es).  Es posible enumerar las siguientes:

1. Las personas cotidianamente están hablando constantemente de las conductas, estamos siendo psicólogos de nuestra cotidianidad: En el lenguaje cotidiano de las personas, no nos disponemos a describir o explicar los constantes fenómenos físicos-químicos que suceden a nuestro alrededor, tampoco estamos describiendo lo que sucede permanentemente a nivel de nuestro organismo biológico o de los demás, es posible también precisar que poco nos importa los que hacen los grupos sociales en donde estamos sumergidos de manera diferenciada hasta quieta, en algunos casos. Cada vez que hablamos entre nosotros, utilizamos los conceptos psicológicos como el pensar, recordar, pensamiento, memorizar, atender, percibir, el lenguaje de las sensaciones, de las etiquetas o los rasgos psicológicos, de ciertas metáforas que aluden a comportamientos peculiares, algunos refranes, estamos constantemente hablándonos que hacer o que no hacer y el por que de ese hacer, estamos diciéndole a los demás lo que sentimos, queremos o queremos

Page 5: Pragmatismo

que haga, casi siempre tenemos expectativas de lo que harán los demás alrededor, cuando “charlamos” hablamos de lo que nos ha sucedido, de lo que ha sucedido a las otras personas y presentamos nuestro punto de vista particular sobre los hechos, etc. Esto significa, como eje principal de las prácticas pragmáticas, que para ser psicólogo es necesario solamente (¡y esto es complejo!) la experiencia práctica en la descripción, explicación, consejería, interpretación, tino, “tacto”, empatía, y argucia para establecer las relaciones del sujeto con su medio y como estas pueden regularse según un objetivo particular. Los administradores no estudian Psicología pero hacen selección de personal, aplican pruebas de selección, elaboran climas organizacionales, etc. Es posible comparar al psicólogo pragmático con cualquier terapeuta empírico de otra profesión (asistente social, abogado, enfermero, ingeniero) que haya llevado cursos de psicología clínica, forense, coaching, etc.). La psicología está relacionada con la experiencia aplicativa que es posible encontrarla (¡aprenderla!) en la cotidianidad sin contar con profundidad  teórica, experimental e investigativa (a diferencia de otras disciplinas).

2. Para ser psicólogo y aplicar psicología, no necesitas como el médico, saber de un amplio bagaje de biología y su teoría en profundidad: Esto complementa lo escrito previamente. Consideremos a la Psicología como una ciencia básica con fines aplicativos en su propia disciplina, y  la biología como ciencia básica con fines aplicativos pero en Medicina. Notamos que un psicólogo aplicativo (clínico) puede titularse como tal, y hacer intervención clínica sin el mero conocimiento experimental, teórico e investigativo en profundidad para su aplicación, este puede limitarse al conocimiento de ciertas técnicas y el resto viene con la experiencia, todo esto pues, por que se ha confundido mucho cuál es la relación entre el conocer básico y aplicativo: o cómo lo mismos funcionalmente, o como la extrapolación directa de éste (Ribes, 1985), o peor aún, como mero conocimiento práctico-clínico. En cambio el médico (general y más aún si es especializado), es necesario poseer un bagaje especializado en su campo, saber de las investigaciones que le brindarán seguridad en su prácticas, conocer de los distintos marcos u opiniones de autores acerca de un tema o problema, disponer de una seria de técnicas y estrategias de última tecnología y efectividad comprobada, entre otros: el médico es un profesionista estrictamente, una disciplina tecnológica la cual posee una lugar en la sociedad como institución convencional (Ribes, 1982). Sin embargo, la convergencia en un solo nombre institucionalizado (¿una ilusión como falsa imagen o ilusión como esperanza?), y la divergencia de distintos nombres paradigmáticos hacen que “Psicología(s)” no se edifique sólidamente dentro de una comunidad científico en muto acuerdo y concordancia con sus prácticas. De lo contrario, históricamente ha perdido fuerzas en la búsqueda de un objeto de estudio científico y sistemático fruto de el posicionamiento de distintas visiones del mundo que han propiciado la hermenéutica a ultranza en su análisis y sustentación teórica (se verán en otro apartado).

3. A diferencia de otras ciencias, el cambio paradigmático en Psicología no ha acarreado un redimensionamiento de las prácticas y lógicas del paradigma que ha dejado de subsistir por el paradigma nuevo: En este caso, a pesar del

Page 6: Pragmatismo

cambio histórico pasando por el psicoanálisis, el conductismo y el cognoscitivismo, las diversas tecnologías han subsistido y de igual forma sus marco teóricos, algunos desfasados y contrastados por la investigación actual (Por ejemplo el Raven con el marco teórico de Spearman; otro caso es el Rorschach).  Sin embargo, es posible dar solución a esta duda, Ribes (1990) define la existencia de un paradigma normal (Kuhn, 1978) en psicología, a saber, del Conductismo Metodológico que basa en sus raíces, de que es posible sustentar un marco teórico en la medida de que yo justifique mis conceptos según mi propia metodología (operacionalizar los fenómenos psicológicos). Por otro lado, es posible identificar, fuera de la psicología, el paradigma vigente en la historia de la mitología (Montgomery, 2007) de la mente como el Dualismo mentalista que supone la existencia de los dos mundos en el individuo. Además, es posible aún más allá de aquello, agrupar todo esto en lo que puede denominarse, el meta-paradigma de la filosofía tradicional, así como también en la epistemología, este es la concepción pictórica y representacional de la realidad(Wittgenstein, 1999) como paradigma general del conocimiento tradicional y de toda la historia. Tanto el paradigma de la Psicología Interconductual (Kantor, 1978; Ribes y López, 1985), el paradigma conductual para la psicología, el paradigma monista de la ciencia, así el paradigma de los juegos de lenguaje y formas de vida (Wittgenstein, 1999) acarrean un redimensionamiento de las prácticas teóricas-prácticas de lo ya establecido, muchas veces, como especie de filtro teórico, otras como rechazo total de algunas prácticas, también es posible cierta hermenéutica desde el paradigma nuevos del anterior, además de investigación experimental  que acarrea el nuevo paradigma y forma de ver el fenómeno, por último, la disolución parcial y total de las inconsistencias lógicas (y eso acarrea los siguientes pasos como lo es la teoría, metodología, tecnología) presentadas en la teoría previa.

4. La ciencia básica es el quid de una ciencia sistemática, sin embargo, la experiencia aplicativa del terapeuta clínico por ejemplo, es su ciencia básica. Es posible hablar de efectividad y metodologías de las distintas psicologías además de la confusión conceptual entre ellas y en cada una de ellas.  Esto es, porque el psicólogo(s) especializado, en su mayoría, se rige no según su marco teórico, ni de investigación en su campo, sino de las experiencias que se nutre progresivamente en la utilización de las distintas prácticas antes mencionadas. La distinción entre ciencia básica (esto es el “Análisis” que propone la investigación experimental, tanto cuantitativa como cualitativa, de sus diseños y tipos de arreglo experimental para el estudio de variables, la búsqueda de sus causas y efectos sea intencionales o no intencionales, el aislamiento de ciertas variables para saber con certeza los hallazgos en forma de desarrollo conceptual, y desarrollo conceptual propiamente dicho ( y no como se le cree comúnmente, que reduce el estudio de un fenómeno más complejo), entre otros como son los casos paradigmáticos de los pinzones de Darwin, las plantas de Mendel, las ratas de Skinner, etc.) y ciencia aplicada (esta es la “Síntesis” de los datos hallados en el análisis previo para la aplicación de estos conocimientos para la solución de los problemas, el conocimiento de lo desconocido, la creación de nuevas tecnologías, etc.) en Psicología, es posible afirmar que en su mayoría (esto es, en la mayoría de las Psicologías) está, y esto es especial en ella, teóricamente alejada de sus aplicaciones, y

Page 7: Pragmatismo

aplicativamente indiferente de sus teorías. Independientemente de la explicación de ello (de que si la ciencia básica no brinda análisis que rocen por lo menos los problemas sociales, o que la ciencia aplicada ha caído de manera muy imprudente y no justificada, en sus distintas prácticas mencionadas), la consecuencias que trae son el aura de confusión conocida por todos los estudiantes de Psicología que tras no poder con ella (encontrar alguna solución contundente), nos acostumbramos de manera inevitable en las distintas prácticas pragmáticas.

5. Sin embargo, a pesar de la inconmensurabilidad teórica de las psicologías, es posible hablar de cierta inconmensurabilidad parcial en el ámbito de la aplicación de los distintos acerca de lo psicológico. Esto es, que a diferencia de lo que se ha venido sustentando acerca de la neutralidad de cada psicología con respecto a los criterios de aplicación como si estas pudieran igualarse en la práctica, es posible identificar que de acuerdo a compromisos onto-epistémicos distintos, distintas teorías, distintas metodologías y distintos criterios de aplicación en la obviedad del caso del definir lo psicológico diferentemente. Los psicólogos autodenominados como humanistas buscan lograr en el individuo tales objetivos, el psicólogo psicoanalistas tales objetivos, los psicodinámicos tales objetivos, los conductistas diferentes objetivos, los cognitivos de igual forma, etc. A pesar que más o menos todos se envuelven dentro de una intervención directa o indirecta con lo establecido (lo digo de esta forma puesto que es un debate además de un problema la falta de delimitación de objeto de estudio psicológico y esto, falta de delimitación del campo de intervención disciplinaria. Esto puede observarse en el intrusionismo del psicólogo en las distintas especialidades con referencia a particulares disciplinas), es posible afirmar que cada uno de ellos, hacen cosas diferentes. Entonces, se crea el mito de que el hacer diferente de estos presume un hacer reductivo con referencia al hacer adicional del otro. Independientemente que no sea posible, por tanto, establecer comparaciones sobre la efectividad de las distintas intervenciones delimitadas más o menos de acuerdo a un enfoque (aunque el término no sea el apropiado), es posible identificar a la modificación conductual de acuerdo al criterio de relación sujeto-sociedad, como el criterio deseado socialmente (justamente por la relación del usuario con su sociedad y la identificación de sus contingencias problema), y de esto se han desarrollado diversos estudios meta-analíticos en donde se ha probado la efectividad de las intervenciones conductuales, cognitivo-conductuales (a mi apreciación, un enfoque mentalista con técnicas conductistas y cognitivas), y sistémicas. Ante esto es posible, sin conjeturar, que una buena y cada vez mayor comunidad de psicólogos opta por las intervenciones que impliquen los agregados, el eclecticismo, una mayor efectividad en tanto más técnicas y metodología posea; por lo que las posturas cognitivo-conductuales y sistémicas, además de que aquellas prácticas que se sustentan diversas técnicas se han vuelto la moda con respecto al gusto e interés del psicólogo de pregrado hasta el profesional  con múltiples logros.

6. En la medida de que nos alejemos (nosotros los interconductistas) de la tecnología para definir la ontología y su pertinencia de fundamentación, podemos quedarnos en las prácticas pero de laboratorio (no de aplicación directa), un tiempo considerable y suficiente para distinguirnos como una

Page 8: Pragmatismo

teoría, aunque sistemática y ambiciosa, estéril con respecto a la demanda social e inmediata (por ahora): Retomando el tema de la ciencia básica (vs.) y ciencia aplicada, y enfocándome especialmente en el caso del Conductismo, con énfasis en el Interconductismo, la propuesta generalizada de una psicología científica y sistemática con un objeto de estudio delimitado, que no quepan reduccionismos o expansionismos, esto es, la sustentación de un compromiso onto-epistémico lógico y coherente, se supone, que su contraste para identificar su pertinencia teórica o no, además del “descubrimiento” de nuevos datos o generación de los nuevos conocimientos (de La Teoría de la Conducta, por ejemplo), se dan en la ciencia básica entendida como las distintas situaciones de investigación experimental, con los adecuados criterios de rigurosidad, control para el cumplimiento de los distintos objetivos delimitados por el “científico” (porque en la actualidad, estrictamente, se le hace llamar “científico” aquellos que hacen ciencia básica, y “tecnólogos” quienes hace ciencia aplicada) para una posterior síntesis de estos en la aplicación sobre la realidad natural. No obstante, en los otros casos, se supone que el contraste teórico (sea lo que sea denominado  como teoría) se da en la práctica directa con los usuarios (he aquí el interés en quienes quieren de frente aplicar las técnicas aprendidas, obtener beneficios económicos inmediatos, “ser psicólogos profesionales”, “ayudar a las personas”, etc.). Será otro debate en otra nota, las diferencias sustanciales entre las propiedades del conocimiento básico (unicidad, espectro genérico, concepción del tiempo y espacio psicológico como presente continuo, etc.) y el conocimiento aplicado (no unicidad, espectro específico, tiempo y espacio en pasado, presente y futuro, causalidad, etc.) en Psicología, sin embargo, eso no quita que es posible hablar sobre un lenguaje interfase entre ellos que implique el puente entre el lenguaje especializado o teórico (además de los hallazgos experimentales) y el lenguaje ordinario de los usuarios en los distintos ámbitos funcionales de psicólogo profesional. Sin embargo, no ha sido necesaria ni suficiente esta aclaración con respecto a la distinción de lenguaje ordinario, de interfase y especializado, justamente porque en la mayoría de intervenciones no les es necesario ni suficiente el lenguaje interfase adicional así como el lenguaje técnico o especializado. Se convierte en una especie de trabajo adicional (y para muchos, innecesario), la profundización en un enfoque con el aprendizaje de un nuevo lenguaje que implique la lectura de lógica, epistemología y filosofía, además del contraste experimental, cuando sea necesario, como forma estricta de la confiabilidad y la validez del la teoría, los hallazgos, los datos y las metodologías de aplicación: Virtudes de un interconductista propiamente dicho.

7. Como toda ciencia, la formulación o la lucha por la formulación sistemática de una teoría científica, la hace compleja y poco accesible a la mayoría. Lo contrario, lo fácil, lo simplista e inmediato, se convierte en la práctica escogida por la mayoría, una mayoría con un sílabo casi siempre cargado de eclecticismo y pragmatismo como la lectura de diversas teorías y técnicas derivadas de todas las teorías posibles; una mayoría en la cual es menester las prácticas pre-profesionales, de acuerdo a estos sílabos, luego de la mitad de la carrera universitaria; una mayoría a la que se le exige muchas veces determinados tipos de intervención terapéutica y obviamente, métodos de análisis y evaluación específicos pero eclécticos a su vez; una mayoría presionada por su sociedad a encontrar las formas más rápidas y posibles de

Page 9: Pragmatismo

efectividad en el campo laboral; una mayoría en una carrera tanto de velocidad como de resistencia en la elaboración de grados y títulos, trabajos y cachuelos, relaciones y contactos, todo esto sólo con base en el eclecticismo institucionalizado; una mayoría que está sujeto a su plan curricular y más que todo, a profesores de diversos enfoques o modas psicológicas los cuales jalancada uno por su lado, no tanto el aprendizaje de un curso u objetivo particular sino del propio enfoque; una mayoría que está sujeto de cierta forma a relacionarse de manera obligatoria y académica con otros colegas de otros enfoques u otro profesores de otros enfoques en lo que se refiere a cierto proyecto, investigación, evento, trabajo, etc.; una mayoría, en conclusión, en un ámbito asfixiante de eclecticismo inevitable e institucionalizado donde adaptarse parece ser el único y mejor camino.

8. El criterio de integración paradigmática podría unificar fuerzas teóricas más no la Psicología como tal (entendida como todos los psicólogos que nos encontramos y salimos identificados de dicha manera). Aparte de una teoría integradora-sistemática (y no integracionista), también es necesaria una teoría integradora-mayoritaria. Esto se resume así, el proyecto que se presentará a continuación como análisis esclarecedor para la búsqueda de la solución a la Psicología (problemas que se han presentado en la “nota de Personalidad”), no ha sido el adecuado que se ha tenido de costumbre. El proyecto integracionista se ha desarrollado desde mucho antes que hayamos podido hablar de Psicología, y hasta ahora, no ha podido ni suplir algunas consideraciones en torno a algunas deficiencias lógicas ni de claridad conceptual en ella. Sencillamente, porque el Integracionismo, como se mencionó anteriormente, comete el craso error de suponer a las psicologías como partes de un cuerpo cuando estos son cuerpos completos (un análisis extensivo se desarrollará en otra nota). No es posible hablar de eclecticismo ni de Integracionismo a pesar de que es posible referirnos a ciertas prácticas, sin embargo, éstas mismas no refieren a integraciones de las lógicas ni de coherencia teórica. No es lógico; es posible sólo referir al “eclecticismo práctico” como una forma posible y quizás la única forma en que el Pragmatismo se manifiesta. Es por ello que la Integración, como aquella propuesta teórica que signifique un sistema básico y coherente para cualquier implicancia en la dimensión psicológica de cualquier ámbito, se vuelve la propuesta coherente y esperada para la Psicología científico, mas no en el Pragmatismo, que a diferencia del primero, significa teorías que aparentemente sólo han sido desarrolladas con respecto a un ámbito de aplicación para la demanda social, es por ello mismo que se opta por el Integracionismo (es claro la confusión, el deseo por tener una teoría única, que es positivo a mi parecer, ha sido desarrollada equívocamente en la conveniencia de todas las prácticas habidas, cuando lo que se necesita es una sola teoría suficiente para dicho propósito, a saber, la integración de la comunidad psicológica en general).

9. El criterio de la hegemonía psicológica en estos tiempos (y al parecer en todos los tiempos bajo el mito de la psicología como una ciencia aplicada y no básica, o por lo menos, desviado de la atención de la profundidad teórica y la investigación experimental),… es la eficacia tecnológica: Continuando con el punto anterior, una cosa es la integración conductual como propuesta más o menos sonada en el ámbito de la Psicología científica, y otra es lograr la

Page 10: Pragmatismo

integración de la psicología como proyecto de paradigma consensuado en un objeto de estudio, denominado ciencia normal. Es evidente (eso espero y no espero a veces, por motivos “evidentes”) que cada psicólogo quiere tal propósito de acuerdo a sus anteojos -y antojos- particulares, sin embargo, es posible dentro de los espacios en donde me ubico, que el programa conductual se perfila en el rubro de la lucha constante y permanente de una psicología científica y respetada, a luz de cualquier disciplina y de la sociedad. Es obvio determinar que las otras psicologías se postulan como intentos no-científicos, hermenéuticos, hasta anti-científicos como lo son el Existencialismo y la Fenomenología. Considero como falta de tino, estas posturas sin esta característica esencial (el “Proyecto de la Ciencia Psicológica”) en donde muchas veces no se le distingue al psicólogo del filósofo, al psicólogo de cierto pseudo-sociólogo, al psicólogo de cualquier profesional en ingeniería, o derecho (con el advenimiento de los cursos de las terapias eclécticas usualmente humanistas y psicodinámicas, sistémicas, etc.), o peor aún, del psicólogo de la persona común en su contexto de cotidianidad (sí, cuando se realizan prejuicios, específicamente). Por lo que el proyecto conductista es el proyecto científico y futura directriz para cualquier práctica psicológica (otras aparentes convergencias con posturas inconmensurables y lazos de sistematicidad como lo es la psicopatología, y la neuropsicología, son obviamente aceptables pero solamente desde un marco de claridad lógica y estricta actitud anti-reduccionista y anti-instrusionista con respecto a dichas prácticas, sea en el contexto multidisciplinario como en la interdisciplinario... esto es, en primer lugar, el cambio del cómo nos referimos a estas actividades: "psico" - "patología", "neuro" - "psicología").

II. PURISMOS: ¿DISCIPLINAS, ENFOQUES, CIENCIA?

Ahora toca analizar el pragmatismo psicológico cuando se trata de respetar al “enfoque en que uno profundiza”. Antes de este análisis, será muy prudente proporcionar algunos significados de distintos términos que usamos los psicólogos, de manera indiscriminada. Darnos un tiempo de diferenciarlos, nos ahorrará años perdidos así como los que vendrán en nuestra amada e institucionalizada “Psicología”. Espero que esto pueda aclararles (aclararme) algo el panorama –sólo se puede pensar escribiendo-.

Finalizando, es “necesario” afirmar que en mis consecuentes planteamientos, “sigo” una concepción kuhniana de la historia de la ciencia; una clasificación disciplinaria en ciencias y en profesiones, y sobre estas en mono-, inter-, multi-, y trasdisciplina; además del concebir Ribesiano de la ciencia o su propósito en el teorizar “puro”, por ende, la posibilidad de la psicología como ciencia “pura” o “básica”, y de carácter eminentemente multi e interdisciplinario (“tener en cuenta esto, es muy importante para mi comprensión de lo que quiero decir, y la comprensión de ustedes de lo que quiero decir).

Para fines didácticos, ustedes contrasten: a) la diferencia entre una perspectiva y otra, b) cuál se ajusta o se acomoda mejor con la situación o el problema, c) cuál es el criterio que deban seguir en los casos que se definan por “criterios”

Page 11: Pragmatismo

(por ejemplo, de la clasificación de la ciencias en objeto, método, historia, etc.; pero que esto no quiere decir que existen “teorías que no se le ajusten”, en realidad las hay), y en otros casos, d) puedan “estar seguro” de cuál es la perspectiva a tomar (que no está mal, la seguridad no es dogma). La intención de este ensayo, es la de mostrar que lo que hemos escuchado en las clases, en los eventos, en los profesores, o en otros lados, son parte muchas veces de condicionantes (falta de libros editados o traducidos, profesores superficiales, profesores loables bajo el riesgo de cierto principio de autoridad, teorías que justifican prácticas o Pragmatismo I, prácticas que justifican teorías o Pragmatismo I, sensacionalismo, seguridades que creemos infalibles o únicas, perspectivas bajo criterios específicos, etc.) que pueden estar limitándonos en el repertorio amplio y existente de perspectivas y orientaciones. Además que nos darían mayor fineza y competencia para un criterio propio, y quien sabe, ORIGINAL (¿Una disonancia entre los dichos de que todo está dicho, o que todo lo dicho no es sólo lo dicho que se ha dicho?).

Y que quede claro, que esto se trata de usos originarios, comunes y no comunes y no tan comunes, que es distinto a mal uso, usanza, y utilidad de un concepto, se trata de decir lo que está mal, o lo que se puede permitir por ampliación en la semejanza. De ninguna forma también, se habla del Pragmatismo Filosófico Contemporáneo:

1. Teoría: Este término es multívoco, y nos referimos “a ellos también”, con el “significado” de enfoque, disciplina (o sus dos acepciones), y “paradigma” (o sus múltiples acepciones). Sin embargo, es posible delimitar  usos legítimos de este término, distintos a los mencionados anteriormente:

a) Como Teoría Científica: Estructura de conocimientos básicos provenidos desde un “paradigma” particular, con meta de su establecimiento estable como ciencia normal en su “disciplina” científica (siguiendo a Kuhn, es decir, una perspectiva historicista de lo que es una teoría científica, por tanto se presenta como uno de los muchos enfoque existentes, y algunas observaciones a ella. En el análisis de “Ciencia” y “Disciplina” se ahondará más.): La Teoría darwiniana, la de Mendel, o la unificación de éstas en la “Teoría” Moderna de la Evolución, proveniente del “paradigma” “evolucionista” (del tipo horizontal), y ciencia normal de la “disciplina” de la “ciencia” biológica.

Obs. 1: Darse cuenta de la “unificación” (en el caso de la ciencia biológica) acá que es posible gracias al lenguaje técnico o “especializado” (no necesariamente terminología nueva o muy rimbombante) que manejan las ciencias biológicas y que cada término, significa un fenómeno en cuestión. Por lo que otras teorías, en ese juego de lenguaje científico, se perfeccionan entre ellas, complementan, modifican, ad hoc, etc.

Obs. 2: Darse cuenta pues, que la continuidad de la realidad abordados por cada “dimensión” de ella, por cada “disciplina científica”, se trata de aquello solamente, “dimensiones” analíticas (¿Acaso cuando te comportas cotidianamente interpretas tu ambiente respecto a la tabla de elementos químicos?). Existe la dimensión psicológica (disciplina científica) en la Educación o Administración (disciplina profesional), más no lo contrario.

Page 12: Pragmatismo

Entonces cuando el psicólogo “aplica” a las “Organizaciones” (u otras disciplinas), se da cuenta inevitablemente que “necesita” aprender de otras ramas (antropología, matemáticas, estadística, sociología, etc.), aduciendo que es por que “se necesita tener una visión completa de la realidad” y no caer, paradójicamente, en un “Psicologismo: “Se vuelve más que psicólogo, por lo tanto, deja de serlo” (Ribes, 1982).

Obs. 3: Por ejemplo, para Ribes (2004b): “La psicología educativa no constituye un campo especial de conocimiento de la psicología. En realidad, tiene que ver con la relación que se da entre una disciplina científica (o que aspira a serlo), la psicología, y una interdisciplina, la educación, que representa a la escuela como institución social. Examinar la psicología educativa equivale a examinar los objetivos y criterios de la educación como función social, y la manera en que la psicología puede aportar conocimiento pertinente a las formas y fines del proceso social educativo (…) constituye un campo de intersección entre la educación como ínter disciplina y la psicología como disciplina científica. La psicología tiene como encargo de conocimiento el comportamiento del individuo con relación al comportamiento de otros individuos y los objetos y acontecimientos que le rodean. Por ello, su contribución al proceso educativo radica en el análisis e investigación del individuo que se educa, es decir, del individuo que aprende a ser competente en los distintos ámbitos y niveles de organización de la vida social” (p. 1-2).

b) Teoría científica-práctica: En Psicología existen estas “variaciones del primero”. Son aquellas estructuras de conocimiento básico-analítico que finalizan en criterios de aplicabilidad “sintética” de “contacto directo” con la sociedad, llamadas también, “profesiones-científicas”. El error consiste en suponer que los científicos (interdisciplinarios, por ejemplo), de su “teoría”, brindan los conocimientos “para que ellos”, practicantes de la “misma teoría o lógica de conocimiento”, “ejerzan esos conocimientos”. Históricamente, en Psicología se entendió casi siempre así, por su naturaleza de “aparecimiento dados en distintas prácticas en forma de tecnologías” como si esta fuese un conocimiento suficiente o por lo menos, que comprenda una realidad disciplinaria-profesional (Ribes, 1985), como, por ejemplo, la Educación (un excelente debate posteriormente).

Obs.1: Fíjense que de las cuatro formas de Psicologías “aparecidas” en el siglo XX, tenemos a dos que suponen la intervención directa en la Sociedad (Ribes, 2004c) –y fíjense como aún prevalece dicha distinción, además de que aquella sigue “distanciándonos” en paradigma, y desarrollando aún nuevos-: 1. el estudio experimental de los fenómenos mentales o la experiencia subjetiva; 2. la extensión de los estudios del sistema nervioso y la evolución biológica; 3. el estudio del comportamiento de los organismos, la extrapolación de estos resultados animal-hombre, y su intervención en la sociedad; 4. desarrollo de técnicas de medición y las intervenciones en las diversas actividades humanas (salud, organizaciones, etc.).

Obs. 2: Como se verá posteriormente, la falacia de la dicotomía (relación de contradicción, u opuestos, u antonimia, etc.) entre Ciencia Aplicada y Ciencia

Page 13: Pragmatismo

Básica, generó en esta última, el prejuicio de “No aplicada”. Por lo que se generó en Psicología, la idea de que una “ciencia genera conocimientos, pero que sean aplicativos, “en el sentido”, de resolver problemas con base en profesiones disciplinarias (el caso del Conductismo). Esta idea, casi generalizada en la Psicología, posibilita el fenómeno del Pragmatismo tanto I (confusión entre “disciplinas” como paradigmas psicológicos que se combinan y mezclan), como II (confusión entre  “disciplinas” científicas con disciplinas profesionales) y que, paradójicamente, en el primer caso y la mayoría del segundo caso de Pragmatismo, no se consideran -ni se considerarían en un futuro próximo o lejano- como teorías científicas-prácticas-. Toda ciencia se “aplica”, pero no en forma profesionalizada, sino desprofesionalizante, es decir, de manera indirecta aportando los conocimientos generados.

Obs. 3: Aunque escapa de los objetivos del presente ensayo, la revisión entre ciencia y tecnología en Psicología (De si es Tecnociencia o ciencia y aplicación convergen en disciplinas distintas), sólo mencionaré que de esta corriente de práctica social, hubo y hay dos: pragmática (según la demanda histórica, empezada desde el Psicoanálisis en adelante), y la científica (desde su definición epistémica en adelante). Fue originalmente la Modificación de Conducta con el Análisis conductual aplicado quienes trataron de invertir en Psicología, esta brecha existente entre sistematicidad y aplicación –casi exclusivamente clínica-, en los cuales no sólo se encontró un creciente interés en el rigor metodológico y la eficacia de las prácticas, sino también en la delimitación conceptual de los problemas o temas que se abordaban. Sin embargo estas se diferenciaron. La Modificación de la Conducta optó –para el paradigma de la TRC- por priorizar los efectos o eficacia de los procedimientos y técnicas en situaciones específicas –es decir, las variables dependientes-, terminando en la fundamentación clínica aplicativa sobre el cuestionamiento en el laboratorio: “Así, proliferaron los minimodelos clínicos-experimentales que tenían origen en concepciones diferentes de la filosofía de la ciencia y la metodología de investigación derivada del conductismo radical o analítico” (Ribes, 1982, p. 78). Por otro lado, -y lamentablemente- se creó la dicotomía con el ACA, que priorizaba la investigación –las variables independientes- más que en la aplicación, puesto que, la situación actual de la Psicología lo ameritaba, y esto justamente nos resuelve la pregunta de por qué se consideran incompatibles sólo por priorizar lo uno y lo otro. Para Ribes (1972), la Psicología aún no se encontraba en el estado para desarrollar tecnología por no cumplir los siguientes requisitos fundamentales (y habrá que preguntarnos si los cumplimos total o parcialmente ahora): a) Cuerpo científico básico y aplicado que da fundamento teórico y metodológico a las técnicas; b) Lenguaje común que permita la evaluación de la aplicación tecnológica, y c) Criterios sociales explícitos respecto a las condiciones y características de aplicación. En resumen, surgieron posteriormente de la modificación de la conducta, la terapia conductual (que es otro debate sus relaciones, semejanzas, diferencias. Véase en: http://redalyc.uaemex.mx/pdf/805/80540101.pdf), las terapias de orientación conductual mediacional (neoconductistas), las terapias basadas en el aprendizaje social, y las terapias de orientación cognitivo-conductual. Todas ellas, con distintas filosofías distintas –si se les puede llamar así-, implícitas las mayorías de ellas. El análisis del por qué sucedió esto, del por qué no se debe de pensar que es posible la tecnociencia en las condiciones actuales de

Page 14: Pragmatismo

Psicología, que es equívoco el pensar que esta relación fue, en principio, exitosa, del fallo de carencia en demarcación histórica de estas, los límites de la extrapolación de los hallazgos experimentales y clínicos, la irreductibilidad del comportamiento humano sobre el comportamiento animal, los problemas en la limitaciones de la comprensión del comportamiento por las limitaciones teóricas subyacentes, el reduccionismo de distintos tipos, la naturaleza de la tecnología psicológica, y por último, la naturaleza profesional del psicólogo, son motivos para un nota posterior para entender mejor este fenómeno: No existen en Psicología, teorías científicas-prácticas.

c) Como teoría “ordinaria”.  Entiéndase a ordinario por el tipo o naturaleza del lenguaje de sus proposiciones y palabras. Son aquellas estructuras de “enunciados generales” que no se constituyen “conocimientos básicos” (no lenguaje técnico-científico; no análisis conceptual experimental). Ejemplos son las “teorías” humanísticas (Maslow, Rogers), la mayoría de enfoques (en su uso como “teoría)  que encontramos en la Psicología social,  Organizacional, Industrial, etc. Éstas se constituyen, para la Psicología, la gran mayoría en lo que se refiere a las estructuras de conocimiento de los fenómenos que pretenden comprender, poseyendo distintas naturalezas de acuerdo a su amplitud, métodos, disciplinas constitutivas, disciplinas originarias (en el sentido de que se pretende para la Psicología, la utilización parcial o completa de postulados de otras disciplinas distinta a ella, por ejemplo, Teorías de la Educación, Teorías biologicistas, etc.) (La amplitud de éstas, hace imposible su análisis, lo que se constituiría en un buen debate posterior, una sistematización de ellas). Es a lo que yo llamo, teorizar por teorizar o sin análisis experimental: La experiencia aplicativa como la ciencia básica suficiente del “psicólogo”.

Obs. 1.: El otro mito que acompaña a todas ellas, es la profesionalización de “sus teorías” ordinarias, en el sentido de que, como cualquier lego o no lego en Psicología puede evidenciar, todas fueron desarrolladas originalmente para la solución de un fenómeno de la realidad psicológica (psicologismo) o problema social. La demanda social, muchas veces a obligado a “los psicólogos” como los entendedores de la conducta del hombre, a crear tecnologías en primera instancia en los espacios los cuales ni el sociólogo ni el biólogo le competían (el poder sugestivo de un placebo, lo “psico-somático”; “la capacidad de hacer bien en distintos desempeños de las personas”, entre otros: El entendimiento reduccionista de las ciencias como posiciones fragmentadas, posibilitó la confusión de la Psicología como una posible ciencia básica con aplicaciones sociales, violando así, su lógica categorial como monodisciplina, “transformádola” en la quimera inter-multi-trans-disciplinaria que constituye –a parte de la otra quimera paradigmática que hemos construido-).

Obs. 2: El grado de sistematización de estas “teorías del lenguaje ordinario”, es mínima con respecto a la precisión conceptual que se requiere, evidentemente, cuando se tratan de seguir estos objetivos. La vaguedad y poca exactitud de los significados de los términos, el error categorial de tratar lenguaje ordinario como multívoco, la no utilización de un lenguaje especializado para referenciar “lo regular” en los “hechos”, la “subjetividad” (prácticas lingüísticas del sujeto y no causas de ellas), el aparente “análisis sintético sin análisis” que les da su “experiencia”, la suposición de las “teorías generalistas o absolutas” y la

Page 15: Pragmatismo

suposición de que las teorías podrían ser todas “particularistas” (Aquellos que no salen de esa dicotomía absurda de “generalizar los conocimientos y sus categorías”), el nivel de “abstracción” de los postulados –como términos- ordinarios que pueden “no aterrizar en el camino”, los errores de delimitación disciplinaria y el riesgo del reduccionismo siempre latente, criterios de verdad o rigurosidad, y con la misma importancia, la naturaleza del fenómeno o conjunto de fenómenos que pretender describir-explicar (que puede ir desde grupos en determinadas situaciones, realidad sociales, comportamientos simples reflejos, comportamientos complejos de la cotidianidad, entre otros), pueden, de antemano, ser rechazadas por una comunidad científica que busca la explicación “mejor” (amplia, útil explicativamente, útil metodológicamente, falseable y no falseada, progresista y acumulativa, manejable como instrumento, acorde con los condicionamientos socio-históricos, etc. Elegir el que “más les convenga”). Claro, a menos que no se quiera de la Psicología, convertirla en Ciencia (lo que por antonomasia, es una paradoja puesto que no hay Psicología sin que signifique conocimiento cinético especializado, además de un suicidio intelectual personal).

Obs. 3: Y como la Psicología no puede compararse con el debate –hasta los clichés clásicos- de las ciencias “por debajo de el” (química, física y biología), es posible que buena parte de ella (osea, lasteorías "del lenguaje ordinario"), se sustenten bajo estos postulados sin que haya razón alguna para refutarlos, si necesariamente estos postulados son evidente para muchos nosotros, como términos en su “uso legítimo”, y para otros, como “usos paradigmáticos”, además de “usos tecnificados pero útiles”. En otro comentario, aduje que saber sobre el qué (o el cómo) de la conducta humana, no implicaba poseer un lenguaje científico, sólo por que estas “aparente regularidades” pueden ser fruto de nuestra experiencia directa con aquellas (por que “estamos inmersos” en su “especificidad”, pero no en el término analítico, sino coloquial puesto que no “hay realidad psicológica como la Educativa o la Empresarial, sino “dimensión”, y esta es analítica; pero es posible referirnos, en términos analíticos, que estamos inmersos en los fenómenos sociales: “La psicología conductual es la disciplina experimental de las ciencias sociales” en Ribes, 2010, p. 75). Que decir del conocimiento práctico (cómo hacer, indistintamente de un qué) que se supone también, equívocamente, "conocimiento científico". La(s) Psicología(s) no se basan en “regularidades”, sino en lo “regular” del comportamiento como dimensión específica que encuentra en las distintas situaciones sociales (economía, salud, derecho, moral, etc.): El psicólogo no es científico, por tanto, no es psicólogo, sino un experto de un ámbito específico por su experiencia en aquel.

2. Enfoque: “Enfocar” significa dar luz mediante un lente, a algo para “su nitidez”, lo que pasó, a “su comprensión”: Enfocar en “ver algo de un punto de vista para tenerlo más claro” (y se queda ahí la definición). Por lo tanto, strictus sensus, una “psicología”, no es un enfoque, sino que ella “enfoca” un problema en la suposición de esclarecerlo. Las psicologías enfocan (o deberían de hacerlo), pero en sí mismas no se consideran como esta actividad esclarecedora. Sin embargo, es posible identificar dos acepciones de este

Page 16: Pragmatismo

término,  en donde nos serviremos para el análisis, de la dicotomía sujeto y objeto.

a) Enfocar con una cámara o como “Paradigma” (en el sentido ambiguo por general). Es cuando se enfoca o un paisaje, o un grupo de personas, u otro grupo de personas. Siempre como objetos completos a los que se quiere fotografiar. Depende del punto de vista del sujeto o fotógrafo. Es punto de vista, en Psicología, se consideran como puntos de vista divergentes (o fotos de este objeto o de este otro) de actuar sobre algo, lo que imposibilita un eclecticismo, o integracionismo o conveniencia entre estos (es imposible enfocar un paisaje y al mismo tiempo otro).  Sin irnos demasiado lejos, la currícula “ecléctica” de la Facultad de Psicología de la UNFV en Perú, se define de esta manera para que “cada psicólogo” siguiera una línea o camino psicológico específico (justamente es ello, una mallacurricular), en el cual encontramos Teorías cognitivas, Teorías “Humanistas”, Teorías Psicoanalíticas, e históricamente ausente, Teoría de la conducta. Este es el uso del término enfoque de manera “intuitiva u ordinaria” o de “teoría ordinaria en el contexto pragmático” (generalizada). Existe otro uso que puede referir al significado de “disciplina psicológica”, en el contexto científico.

Ob. 1: Para complementar y concluir el análisis de los “paradigmas psicológicos”, “enfoques de cámara” o de “teorías ordinarias”, un estudio sólo en el contexto de las psicoterapias, había identificado casi 250 de ellas (Henrik, 1980, citado en Dahab, Rivadeneyra, y Minici, s.f.; Parloff, 1987, citado en Myers y Sigaloff, 2005), y cuatro años más tarde, Kazdin (1984, Dahab y cols., op. cit) como Karasu citan aproximadamente más de 400 modalidades. Imaginemos pues, cuantas “herramientas” terapéuticas existen en el repertorio que “todo psicólogo puede utilizar”, o por lo menos, esto se quiere pensar de todo esto, como si se tapara al Dios Sol con un dedo (ninguna tecnología se considera aislada de los conocimientos inter-disciplinarios que alberga, la metodología que utilizan, y la especificidad lógica-conceptual que abordan). Y como se puede predecir fácilmente, la mitad de éstas se consideran eclécticas (y en ellas, integrativas, que es un eclecticismo que trata de “Integrar” todo lo existente, sea conceptual y técnico), por lo que la otra mitad, se consideran psicoterapias con teoría propia. Se evidencia acá, las consecuencias que se poseen por “pensar desde otra perspectiva”, o usar de otra forma un mismo concepto (agárrate nominalista), por lo que se aprovecha, dar cuenta de estos condicionamientos, la mayoría tácitos en nuestro discurrir conductual.

b) Enfocar con un microscopio o como “prioridad morfológica”. Se da “desde el punto de vista del objeto”, es decir, en la “propiedad”, “parte” o “nivel de observancia” distintos de un solo objeto (o “sujeto psicológico”). Contrario al anterior, son formas divergentes sobre el aparente énfasis que se le pueda poner al –nivel de- enfoque, en el caso de la Psicología, a los distintos sistemas de morfología elementales: Los cognoscitivos en el Lenguaje (verbal), los humanísticos en las afecciones y/o procesos senso-perceptuales (SENSORIAL), “los conductistas en las acciones” (motor), el aprendizaje y la motivación; y posiblemente, los psicoanalistas en el sistema inconsciente de todos ellos). Este uso del término parte equívocamente de la premisa de que es posible unificar “los enfoques” con el objetivo de tener una explicación más

Page 17: Pragmatismo

completa (cognoscitivos y la agregación de las variables mediacionales entre el ambiente y el organismo), más holística (“el todo es mayor que la suma de sus partes”. Principio básico de la Gestalt), más analítica (la Psicología conductista y el Análisis del Comportamiento), y “posiblemente”, más profunda (el Psicoanálisis y el estudio de los mecanismo, procesos y/o fenómenos inconscientes) de la conducta de los organismos, y a veces con algunos de ellos, sólo de la humana (El error de una Psicología como exclusividad del hombre, violando la continuidad biológica de las especies) (Fíjense que la Psicología Tradicional cognoscitiva hasta las “teorías modernas”, caen en el error de estudiar estas morfologías de manera separada dentro de sus axiomas respectivos). Las posturas eclécticas e integracionistas (Humanísticas, psicoanalíticas y psicodinámicas) encuentran su justificación en esta perspectiva de “enfoque”.

Obs. 1: Esta observación casi metafísica que se tiene en muchos psicólogos, se trata de un error en la Psicología tradicional de, aunque de identificarlos, aislar erróneamente estos tres grupos de comportamientos desde el punto de vista morfológico, que son “las formas que asume el hacer del organismo o individuo comportándose en términos de sus movimientos y sus emisiones acústicas” (Ribes, 1994, p.143). No se dice que está mal, tal “procedimiento analítico”, sino que dicho procedimiento se da mediante la presunción de autonomía funcional de cada conjunto: El Aprendizaje es un proceso mental autónomo, la motivación es un proceso mental autónomo, el pensamiento es otro proceso mental, el razonamiento es otro proceso mental superior, de igual forma es la memoria, etc. Y es incuestionable que el análisis de la conducta en la perspectiva del condicionamiento operante “asoma” esta presunción – la conducta lingüística como “tipo de conducta”- (Ribes, 1994): “Estas tres categorías de comportamiento nunca ocurren aisladas. Exceptuando algunas especies primitivas en la filogenia animal en las que se confunden las funciones sensoriales con las de nutrición (moluscos fijos, etc.), toda conducta sensorial se da siempre acompañada de alguna forma de motricidad parasensorial (conductas de orientación o similares), a la vez que toda conducta motriz se ve acompañadanecesariamente  de su reafrentación sensorial. En el caso del comportamiento verbal es vidente que, en sus distintas modalidades (leer, escribir, escuchar, hablar, gesticular y observar), se confunden las tres categorías morfológicas” (p. 148).

Obs. 2: Creo que el Dr. Emilio Ribes (2000), lo dice con la contundencia que lo significa, hasta quizá, sea el único que lo ha dicho o tenga la calidad y justicia para hacerlo: “Sin embargo, es importante señalar que los psicólogos hemos perpetuado esta insensatez al suponer la existencia de una sola psicología, al plantear que las distintas psicologías estudian en realidad campos de fenómenos complementarios de un universo empírico coherente, y al suponer que los conceptos y datos de las teorías amparadas por distintos paradigmas son complementarios e integrables. El eclecticismo, que es el resultado de esta suposición llevado a sus últimas consecuencias, no es más que un producto aberrante de la confusión conceptual y de la carencia de un compromiso explícito con los supuestos que fundamentan a cada psicología y su aplicabilidad” (p. 383).

Page 18: Pragmatismo

3. Corriente: Se han definido de diversas formas (aparte de las abundantes que hay) en el sentido disciplinario: corrientes filosóficas, corrientes literarias, corrientes económicas, corrientes psicoterapéuicas, pedagógicas, artísticas, etc. Es posible que, en general, parte de la idea generalizada de “corriente del pensamiento”, o “escuela de pensamiento” entre otros términos asociados. Como puede apreciarse, estos “Usos” del término se dan de manera indiscriminada además de indiferente a la lógica de la disciplina a tratar, científica o tecnológica, básica o aplicada, etc., por lo que se define como término multívoco, en suma, identificado en dos grandes grupos:

a) Como “paradigma”, es cuando se refiere por corriente a “escuela”, en el sentido de “admitido por el uso común o costumbre” (acepción 7 en la RAE) y lo apreciamos como “corriente latinoamericana, corriente europea, corriente norteamericana, etc.” Por otro lado, aunque algunos han tratado de diferenciar este uso como más general al uso de “enfoque” – enfoque constructivista como corrientepedagógica; enfoque constructivista como corriente psicológica, etc.- (Cerezo, 2007), es decir, “corriente” como disciplina “profesional o científica”. En la literatura amplia de la Psicología, se puede encontrar fácilmente que también se refieren a “corriente como enfoque”: que diseña una línea de estudio de un fenómeno, investigación y métodos respectivos. Encontramos el uso de corriente como “enfoque” o corriente humanística, corriente psicoanalista, corriente cognitivista (pretenciosamente,las principales o únicas). Y obviamente están aquellos que de manera indiscriminada utilizan enfoque y corriente como lo mismo.

b) Como “moda”. El Dr. Emilio Ribes en más de una ocasión se ha referido a “las psicologías” (de manera ambigua) como “modas psicológicas”, o lo que está en costumbre, lo que es “corriente” o usual, lo que está en boga, lo que se usa en el presente en un determinado contexto, etc. Esta definición, se escapa de la rigurosidad que se posee cuando se quiere definir a las psicologías como ciencias, qué tipo de disciplinas o profesiones, por lo que al mismo tiempo, se salva de este problema insoluble ante el uso indiscriminado de los conceptos presentados en el ensayo para con “las psicologías” (de manera ambigua). “Una moda psicológica” es lo que “se estila”, en el sentido de que el sujeto se adapta a lo referencial en la mayoría, en el lugar en que se encuentra.

4. Movimiento: En la historia –este es el criterio- del conocimiento, movimiento se ha referido a las tendencias de pensamiento que a) se estuvieron desarrollando desde sus orígenes (Limentani, 2004) b) que su carácter sea de innovación y cambio (sexta acepción en RAE) por lo que muchas veces se le ha asociado con  “Revolucionario” en Historia, y en Psicología, “revolución”; y/o que significan también como “periodos” históricos de pensamiento (Movimiento grecorromano, Movimiento humanista). Como es de esperarse, se pueden encontrar también referencias de Movimiento psicoanalítico, movimiento conductista, movimiento humanista, entre otros, distintamente de estos tres criterios o relacionados entre ellos.

Page 19: Pragmatismo

5. Abordaje: Es acercar una embarcación a otra y dar paso a una de ellas con intensiones de combate (RAE, Larousse). Aunque no se encuentran otras acepciones, en “abordar”, se le amplia a “acercarse a alguien para dialogar o tocar un asunto” (4ta acepción RAE), “plantear un asunto o tema” (6ta acepción RAE). Si abordaje es tratar sobre un tema, por lo que abordaje terapéutico es tratar sobre el tema terapéutico con alguien, se genera la confusión cuando en el contexto, lo que se ha querido decir con abordaje terapéutico, es tratamiento terapéutico. Por otro lado, se utiliza “abordaje” también, como “punto de vista”, como “tomar algo desde esta posición”, en el caso de la Psicología, con los enfoques (en el sentido ambiguo u ordinario), por ejemplo, abordaje conductista, cognitivo-conductual, entre otros (mayormente, en el contexto clínico). Luego tenemos otras dos acepciones, entre abordaje científico como garantía en una investigación (el abordaje de una dimensión de la realidad como garantía de algún estudio específico), y abordaje utilizado como “labor”, “trabajo” (abordaje educativo, técnico, administrativo, etc.), es decir, cuando los distintos actores sociales o profesionales, ejercen su disciplina tecnológica en distintas formas variadas y específicas a ellas sobre diversos asuntos, problemas, etc. Tenemos así cuatro acepciones: Por un lado, a) abordaje como tratar un tema específico (terapéutico), b) como tratar desde un punto de vista o enfoque psicológico (en sentido ambiguo, usualmente terapéutico), y por otro lado, c) como garantía por tratarse de un estudio o investigación científica, y d) como labor del profesional en un tema específico.

6. Modelo. Este es otro término problemático, cuando se le discute en Teoría de conocimiento científico (¿Habrá otro tipo de conocimiento? Y si no lo hay, está demás decirle “científico”. Y si hay, entonces la Epistemología sería una forma más de conocer el mundo…. Un excelente debate contemporáneo para después), o Epistemología, y se le toma como sinónimo de “ejemplo”, o “ejemplar” o “paradigma” (el cual se discutirá más abajo).

a) Como arquetipo o punto de referencia para imitar o reproducir (1ra acepción RAE). En mi caso, me refiero muchas veces al Interconductismo como “modelo”, puesto que, desde un punto de vista lógico categorial, o de fundamentación epistemológica, o de superación de anomalías, o de desarrollo conceptual, o de sistematicidad analítica, o de análisis lingüístico, etc., puedo asegurar esta “Psicología” (como tratado onto-epistémico), se puede “imitar” en nuestras investigaciones, “seguirle” como filosofía de vida, “reproducirlo” en nuestras vidas académicas. Esta acepción se ha extendido cuando se entiende que una teoría científica que parte de un objeto específico metafísico, y éste parte de un tratado de lo que se considera que “es” (ontología) y “cómo se le estudia” (epistemología), los cuales se formulan como “arquetipos” o formas tácitas o explícitas de referencialidad de nuestras acciones que se guían o dirigen bajo aquellos (no necesariamente como imitaciones aproximadas de esculpir alguna imagen, sino bajo el significado de “la dirección, de guía, de referencia, etc.”.). Se apreciará mejor en la discusión de “Paradigma”.

c) Como “representación de algo”, o “Sistema de representaciones” (para representar un fenómeno, en su mayoría, modelos matemáticos o de otros lenguajes formales) (que no es “teoría” en sí misma). En esta acepción,

Page 20: Pragmatismo

“adoptar un modelo”, es a) posible que nos refiramos en Psicología como “enfoque” (desde un contexto ambiguo, u “ordinario”) o modelo cognitivo-conductual, conductual, conductual cognitivo, etc.; que nos refiramos a b) método (hacer bajo alguna normativa), como seguir el método o modelo científico, método o modelo estadístico, método o modelo cualitativo, entre otras acepciones distintas; y hasta a veces, como c) “enfoque” terapéutico (modelo psicodinámico, modelo conductual, etc.), que es o son las formas de representar la relación terapeuta-usuario (de su cambio, sus mecanismos “subyacentes”, sus factores envolventes, sus criterios de aplicabilidad, de “efectividad”, de las funciones respectivas de los protagonistas, de su “procedencia” disciplinaria, etc.).

d) Como Moda. Ya se ha dicho que cuando hablamos de Psicologías, y mientras no se expliciten o no se encuentre en un contexto sistemático y técnico del uso de las palabras, sería conveniente referirse a éstas como “modas” o modos en que se estilan o se adoptan por que la mayoría lo sigue o referencia como tal. Todo esto, puesto que es evidente que, en la actualidad, aparecen estas llamadas panaceaspsicológicas que se piensa que van a resolver los problemas humanos (casi hegemónicamente, hallados en el contexto clínico. Es un problema que “la Clínica”, siga hegemonizando “los enfoques” en psicología cuando en cada contexto social o institucional, encontramos “Psicología” y, efectivamente, encontramos “muchas psicologías” (en otro juego de lenguaje). Entonces, estas “modas” comoescobas nuevas, o el último grito de la tecnología, o lo más eficiente empíricamente comprobado, entre otros, comienzan a estilarse por las razones de publicidad presentadas, y las comunidades universitarias venideras a “adoptarlas” – o a adaptarse a aquellas-. ¿Qué está de moda hoy en mi Universidad? Y cada uno de ustedes tendrán distintas respuestas: El psicoanálisis, los enfoques cognitivos-conductuales, las terapias sistémicas, el eclecticismo, etc.

Ahora sólo queda el estudio de las relaciones entre Paradigma, Disciplina y Ciencia vs. Profesión: Paradigma entendido como disciplina (puede ser entendida kuhnianamente como ejemplar o matriz, luego como escuela filosófica, o en sus 21 acepciones en la obra original, y analizada por Masterman, (1975)), pero disciplina también se le puede entender de diversas formas, en este caso, como Ciencia, estrictamente dicha. Las posibilidades de atribuirle a ésta el apelativo de básico, sólo se harán en el contexto estricto “dentro” de ella, puesto que la dicotomía entre lo básico y lo aplicativo se entabla como formas diversas y problemáticas de actuación aplicativa independiente del conocimiento científico. Kantor (1949), esclarece esta dicotomía al tratar de separar lo que se denominaría una ciencia “aplicativa” de meros sistemas autónomos o sólo referenciales tecnológicos – o sólo de conocimiento práctico-ordinario-.

Sin embargo, Ribes (1985), da un paso más allá para la Psicología, la cual la define como una ciencia básica con aplicaciones tecnológicas, pero sui géneris, en la transformación y utilización de ese conocimiento, esto es: la necesidad de un sistema conceptual aplicativo autónomo (sintético y sintetizador), y los criterios de aplicabilidad, valoración, lenguaje nexo, lógica disciplinaria y niveles

Page 21: Pragmatismo

de traducibilidad, entre otros. Todas estas otras consideraciones se pueden ampliar en textos posteriores del autor en mención (Ribes, Díaz-González, Rodríguez, y Landa, P. 1990; Ribes, 2004; Ribes, 2005; Ribes, 2009).

Siguiendo a Ribes (2000), una posible “clasificación” de las Psicologías que conocemos sólo se daría en el contexto científico, los cuales la selección, abstracción y análisis de los eventos son el actuar de la ciencia propiamente dicha. Los compromisos onto-epistémicos –y metodológicos- que se puedan establecer, rompe con la intuitiva y absurda clasificación de las Psicologías como el Humanismo, Psicoanálisisis, Cognitivismo y Conductismo. A lo mucho, esto nos ayuda a clasificar cierta suerte de técnicas correspondientes a estos susodichos lo lustra de manera perfecta: Una clasificación insertada en la misa lógica de la ciencia, la encontramos en forma de 8 nueves “paradigmas” (o compromisos del ser psicológico en relación con el sujeto epistémico), básicos o elementales de los cuales pueden desprenderse más o desarrollarse otros como frutos de sus encuentros y desencuentros entre las siguientes preponderancias conceptuales: mente, cuerpo, cerebro, mundo conducta.

Queda así, cerrado los dos temas cuestionados de Pragmatismo (como prácticas tecnológicas inconmensurables y conmensurables teóricamente), en la siguiente nota de Ribes (2000, p. 369): “La carencia de criterios comunes a nivel ontológico y/o epistemológico ha determinado directamente que las teorías generales o particulares surgidas en el contexto de las distintas psicologías no tengan puntos de contacto conceptual, metodológico o empírico y, por consiguiente, no sean directamente conmensurables o integrables”.

Referencias

Cerezo, H. (2007). Corrientes pedagógicas contemporáneas. Odiseo, revista electrónica de pedagogía, 4, (7). Recuperado el {dia, mes y año} de:  http://www.odiseo.com.mx/2006/07/cerezo-corrientes.html

Dahab, J., Rivadenerya, C., y Minici, A. (s.f.) ¿Psicoterapia global o tratamiento psicológico específico? Disponible en:http://www.cognitivoconductual.org/content.php?a=45

Kantor, J. R. (1978) La psicología Interconductual: un ejemplo de construcción científica sistemática.México: Trillas.

Khun, T. (1978) Estructura de las revoluciones científicas. México: Fondo de Cultura Económica.

Limentani, A. (2004) El movimiento psicoanalítico durante la guerra (1939-1945) según los archivos de la Asociación Psicoanalítica Internacional. Psicoanálisis e Instituciones. Revista de Psicoanálisis, Vol. 26, núm. 3. 

Page 22: Pragmatismo

Masterman, M. (1975). La naturaleza de los paradigmas. En Lakatos, I. y A. Musgrave (Coords.), La crítica y el desarrollo del conocimiento (pp. 159-202). México: Grijalbo.

Montgomery, W. (2007) Psicología conductista y filosofía analítica: ¿una alianza conveniente para el siglo XXI? Revista IIPSI. UNMSM. Vol. 10, N. 2, pp. 145-156.

Myers, D., y Sigaloff, P. (2005) Psicología (7ª ed.). Bs.As.: Ed. Médica Panamericana.

Ribes, E. (1982) Conductismo: Reflexiones críticas. Barcelona: Fontanella.

Ribes, E., y López, F. (1985) Teoría de la conducta: un análisis de campo y paramétrico. México: Trillas.

Ribes, E., Díaz-González, E., Rodríguez, M. L., & Landa, P. (1990). El análisis contingencial: Una alternativa a las aproximaciones terapéuticas del comportamiento. En E. Ribes (Ed.), problemas conceptuales en el análisis del comportamiento humano (pp. 113-131). México: Trillas

Ribes, E (1990) Psicología general. México: Trillas.

Ribes, E. (2000) Las Psicologías y la definición de sus Objetos de conocimiento. Revista Mexicana del Análisis del Comportamiento, Vol. 26, Num. 3, pp. 367-383.

Ribes, E. (2004) Psicología Interconductual. Contribuciones en honor a J. R Kantor. México: Universidad de Guadalajara.

Ribes, E. (2004b). Psicología, educación y análisis de la conducta. En S. Castañeda (Editora), Educación, Aprendizaje y Cognición. Teoría en la práctica. México: Editorial el Manual Moderno,pp. 15-26.

Ribes, E. (2004c) ¿Es posible unificar los criterios sobre los que se concibe la Psicología? Suma Psicológica, Vol. 11, No. 1, pp. 9-28.

Ribes, E. (2005). Reflexiones sobre la eficacia profesional del psicólogo. Revista Mexicana de psicología, pp. 22, 5-14.

Ribes, E. (2009) Reflexiones sobre la aplicación del conocimiento psicológico: ¿Qué aplicar o cómo aplicar? RMAC, Vol. 35, 1, pp. 3-17.

Ribes, E. (2010) Teoría de la Conducta 2. Avances y extensiones. México: Trillas.

Wittgenstein, L (1999) Investigaciones filosóficas. Barcelona: Ediciones Altaya

Page 23: Pragmatismo