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Dirección editorialJorge Orendáin
Dirección generalFrancisco Enciso Cabral
Diseño y diagramaciónSol Ortega Ruelas
Cuidado editorialJorge Orendáin
AdministraciónFernando Toriz
Imagen de portadaRogelio Hernández Martínez
Lighting (iluminación)Mixta sobre tela173 x 109 cm2010
Rogelio Hernández Martínez (Guadalajara, Jal., 1984). Estudió dibujo, pintura, escultura y comunicación oral en Dublín, Irlanda. Entre sus más representativas expo-siciones, destacan la de la Galería Jugendverband Europa-Lateinamerika, Hamburgo, Alemania; y la del ex convento del Carmen en 2008.
Praderas silenciosas
D.R. © 2011 Álvaro Luquín
D.R. © 2011 Jorge Antonio Orendáin Caldera, editorArista 2184, colonia Villaseñor. CP 44600Guadalajara, Jalisco. MéxicoTeléfono: (33) 1522 4328
ISBN 978-607-00-3872-3
Primera edición, 2011
Impreso y hecho en MéxicoPrinted and made in Mexico
Un acorde más al cascabel–ángel de tus días–y otra luz vendrá a encerrar tu memoria.Un acorde másblanca locura.
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Álvaro Luquín
La memoria, entre apagados muros–en la violenta calma del hospital dormido–recuerda la roja espuma de la heridala bata blanca volandoentre marchitos laberintos.
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Praderas silenciosas
Extrañas circunstanciasabren las puertasa una Jerusalén hospitalaria.
La cruz de salas indicael pabellón más claro del otoño
el silencio y sus navajas.
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Álvaro Luquín
En el ángelus del cuerpolas manos acarician los cabellosque ardensacan la cánulay desaparecen en la sábana.
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Praderas silenciosas
Por nubes enfermas la noche resbalaarrastra el aroma a la regióndonde calla mi voz.
¿Por qué permanezco ahíen la frialdadcon lágrimas de la realidad borrosa?
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Álvaro Luquín
En los terrenos de la furiala razón enardecida.
Al cielo llegan inconclusasrepeticiones de lenguas
jardines líquidos del crepúsculoy golpes de castigo se adelantanal delito postergado.
Grandes ojos de aluminiocongelan toda idea en su esplendor.
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Álvaro Luquín
Se arrastran sombras por mi pechoy alejan las luciérnagas dudosas.
Alrededor de ellasflotan los insectos.
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Praderas silenciosas
Una legión de moscasse abrió paso en la iglesiay el cálizmedio de visualización del alma y los sentidos
se quebró.
17
Álvaro Luquín
Más allá de la noche y de los canales del cielome visita la sombra paternal.
Muere el pájaro que anida en mi cuerpola infección fermenta mi sangrey aparece una vejez prematura.
Ya no siento plumas ni espinastan sólo escucho por la nochegritos maternales.
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Praderas silenciosas
No conocieron la tragedia en las sábanasni los hijos horas perdidas.
La arboleda bailabaen la ribera de menguados sueñosde agosto.
La vida se daba y se iba fugazmente.
La fábula de los mártiresse esfumó del verso universal.
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Álvaro Luquín
¿Quién eres?
Sobrenadas mi silencioen el frío de la sombra.
No te debo nadani le temo a tu rostro
pues duermo en la dimensióninexacta de tus ojos.
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Praderas silenciosas
En la bóveda borrosa de mis sueñosobservo desaparecer la herida de mis manosentre el calor de un filamento.
¿Es el cristal que se tritura entre mis labiosel que hace callar mi voz?
¿La fiebre me ciega cuando sueño?
Me desconozco en la música que se escuchacuando hay silencio.
21
Álvaro Luquín
Tal vez la existenciaes un lienzo negro.
No existe gestaque amilane la muerte.
Todo vive dentrode un vastoterritorio desolado.
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Praderas silenciosas
Lágrimas de luz atraviesan círculosde niebla.
Se aproxima el óbito al agonizantesobre una cama de aluminio.
Inmóvilsobre la cabeceraun ángel invita a los cuervosal filo de la ventana amarilla.
23
Álvaro Luquín
Observo las flores enfermasque tapizan los muros del hospital.
Esporas de dolor se desprendende mi cuerpo
a la noche
de mi cuerpo.
Es impuro el momento.
Cuando mis oraciones aparecenllego a la boca del trastorno.
24
Praderas silenciosas
He escudriñado en los temperamentos de la luz
y en los frascos de aparienciashe vertido el calor y el frío.
25
Álvaro Luquín
Me desvanezco y olvido la fiebre.
Abundan las conspiraciones en la luzy a la oscuridad está uncida mi sombra.
En las cumbres ocultaslas aves pican mi cabezaque descansa en la nieblay unas manos frías se desvanecen en mi rostro.
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Praderas silenciosas
Hay un ave en los despojosen sus alas descansan los cabellosde mujeres ensombrecidas.
Me sigue a través de la enfermedadhacia el fondo de una extraña noche.
Voy escuchando la sangre que se derrama entre los árbolesy a los insectos extraer el sudor de los cuerpos amarillos.
Soy el viajero en las plegarias absurdasel verdugo que desgarra la carne de las meretrices.
27
Álvaro Luquín
Hay dedos que por la nocheoprimen mi gargantay escucho crepitar los árbolesplañir los animalesen su madriguera.
Bajo la luna vigilantemi cuerpo es atacadopor la vesania.
28
Praderas silenciosas
Un ángel agotado por los vientosgime envuelto en el frío de las oraciones.
Su rostro muestra el vacíouna máscara de doctrinas esconde el misterio.
La ferocidad busca las manos de sus adeptos perdidos.
Entre pudor y enfermedadhierve la santidad de los momentos.
33
Álvaro Luquín
Hace mucho tiempo que no te escuchoen el murmullo de la tarde.
¿Cuándo fue la última vezque derramaste luz sobre los ángeles?
Recuerdo que descansabas en los pradossilenciosos, y te cubrías con hojasde árboles recientes.
Pero te has ido a otra patria en otros sueños.
34
Praderas silenciosas
Con el rostro ausente y las palabras secasdebo buscar cómo llenar el vacíocomo el que habita un cuartoen desorden y olvidado.
35
Álvaro Luquín
Me hundo en la tardeentre pájaros heridos por el sol.
Observo cómo se extingue la incandescenciay muere un niño en el regazo de su madre.
El sueño es tan lúcidoque me elevo entre su muerte.
36
Praderas silenciosas
Trabajo todas las noches borrando los rostros.
Espero al alba para rehacerlos.
La vida es el espurio de una continua inexistencia.
37
Álvaro Luquín
Entre los puntos de luz–efímera antorcha del cielo–el mirlo furioso quema sus alassobre la tierra.
Ante el fuegoun rostro confunde mi existencia.
38
Praderas silenciosas
En el armario nocturnoun niño sin nombre mira la luzen el sudor de los ahorcadosy se esfuma en la quietud de sus cabellos.
39
Álvaro Luquín
Hay luces serenas que desciendeny soledad en los signosque juegan con las sombras.
Es como si el tiempo desprendido del vacíoencerrara los días.
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Praderas silenciosas
Ante la imposibilidad de soñarvigilo el de otros que se fragmentan.
Esto es habitar una tierracuyo sueñoes simplemente innecesario.
43
Álvaro Luquín
Murió una niña al caerdel techo de su casa.
Su nombre era María.
Se rompió la nuca y en el sueloquedó derramada la sangrede su hijo.
A través de ellaobservo a los hombresatados a ese hijo suyo.
44
Praderas silenciosas
Regresé a mi madre ansiosa.
Su nuevo hijo se perdió en la incredulidad.
Ahoraun muerto con mi nombre engendra suicidas.
Algún día nos iremos caminando.
45
Álvaro Luquín
En las rosas corrompidaspor el soplo de mi bocasiento la sed de los ancianosla orfandad de los niñosel dolor de madres arrepentidaslavando ropa ensangrentada.
Dentro del sueño linealhay puertas abiertasque dejan ver la realidad nocturna.
46
Praderas silenciosas
Conozco el delirio de la sed.
La noche un cáliz bajo la luna.
No siento el dolor de las heridas.
Soy ciego frente a la materia pura.
47
Álvaro Luquín
Algún día seré estudiadopor los naturalistas.
Despojaré al viejo de la lanzamientras desapareceel sugestivo rostro de su madre.
No diré ni una palabra.
Las hojas cubrirán el torso de los niñosque juegan en el concreto violetaa ser invisibles.
Los secretos serán respuestasen el sendero de los enigmas
y desapareceré al llegar el instante muerto.
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Álvaro Luquín
Sagrados sean, mas no creídos
Vertidas por hombres
(espíritu débil y cuerpo endeble)
fe y migajas
(un mantel suciodonde la incredulidadfue el pan y el engaño la sal)
las plegarias que son lágrimasno humedecen a los ángeles.
52
Praderas silenciosas
Muros
I
Ciego por los muros
voy trazando iglesias.
Las piernas de nada sirvensi por la pinturame arrastro.
II
El error era pensar que encontrabala mañana entre los muros de la noche.
53
Álvaro Luquín
Nieve
La sangre y la sogarompen el grito al tocar la carne.
Espinos y luces rojassobrenadan
silenciosamente
la locurala herida.
Está nevando en el callejón de los suicidasy cellisquean las sombrassobre el horizonte blanco.
54
Praderas silenciosas
Jardines
Hay en las flores secretasmanos que muestran la ondulante lágrimade lo invisible.
En la médula de las plantasun eco umbroso se desata y absorbemi lenguaje.
No quiero saber más de mis palabras.
Confunden mi cuerpo en el secretoy contaminan los jardines.
55
Álvaro Luquín
Dormir de día
Corazones colgados en la iglesia.
El frío conserva el cuerpo.El atrio quemado por la nieve.
Aquella nocheen el Santo Sepulcro
redimido
dormí de día.
56
Praderas silenciosas
Fantasma
Estudiada y desmentidasu historia
camina sin rumbo fijobajo la tormenta.
Noctámbuloconfía en su mapa
nubes y agua.
No se da cuentapero ya atardecidoráfaga languidecientepasa entre dos avesque lo observancomo parte de su alimento.
No llora nunca.
Libre del cuerponafta de las aves
brisa de los cielos.
57
Álvaro Luquín
No saber
Tal vez llegué a una región equivocadadejándome llevar por los vientosde la necedad.
Tal vez sequé las magnoliasen un fugaz encuentro con un sueño
o fui sólo el misteriodel sagrado holocausto de mi madre.
58
Praderas silenciosas
Profesión de fe
Nunca en mi bocani en los zarzales de mi sombrase derriten mis alineados pensamientos.
En el cauce de sus murmullosla teología de mi corazónse carboniza en la llamade mi mente.
59
Álvaro Luquín
Promesa
Ayer cumplí mi promesate dejé sola y mutilada.
Como un estupro tu dignidad fue aspirando la sombrade tu hijo.
Ya cometido el crimenmojé la soga en la fuente turbia de tus ojosy ahorqué mi remordimiento.
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Praderas silenciosas
Laureles enfermos
Recuerdo el día en que los caballos aprendieron a llorar.Antonio Gamoneda
Como el menstruo de madres ensordecidasel frío de la noche.
El llanto de algún caballo en la brumasembró luto en sus vientres.
Ignoro si los enigmaslos laureles enfermoslos niños desbocadosdieron la orden de callar al mundo.
Praderas silenciosas se terminó de imprimir en los talleres de
Editorial Pandora en enero de 2011 en Guadalajara, Jalisco, México.
Esta edición consta de 500 ejemplares.
Para su formación se utilizaron las fuentes Bell MT y Optima.