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Director Gabriel Levinas Secretario de Redacción Gustavo Wagner Prosecretario de Redacción Fernando Almirón Redacción Eduardo Blaustein Ricardo Horvath Colaboran en este número Jorge DiPaola Levin, Augusto Conte, \ Antonio Dal Masetto, José Federico I Westerkamp, Horacio Ciafardini, Enrique Quiroz, Gabo Levner, Ro- dolfoFogwill, Hugo Monzón, Enrique I Symns, Mario Rodríguez, GerarcJ Sandoz, Ernesto TitTenberg, Julio Cé- sar Castro, Diana Bokser, Irene Haí- movichi, Laura Haimovichi. Coordinación Eduardo Rey Arte y Diagramación Jefe Alfredo Baldo Fotografía Daniel Jurjo Correspnsales Nueva York: María Eugenia Estensso- ro, Inglaterra: Christopher Jones, Po- lonia; Rajmund Kalicki. España: Humberto Rivas. Italia: Osear Bony. Senegal y Africa: Fréderique Van Bemmlen. Washington: Daniel Levi- nas. París: Osear Caballero. Noruega: Inés Herdoy y Audun Wik. Nación Kolla: Asunción Ontiveros. Yulquila. Suecia: Christian Kupehik. \ El Porteño Revista Mensual. Editada por El Porte- ño S.A. Cochabamba 726. tel. 26-0634. Buenos Aires, Argentina. Registro Nacional de la Propiedad Intelectual N° 145.212. Prohibida su reproducción total o parcial. Derechos reservados. Impreso en Alemann. 25 de Mayo 626. Capital. Fotocomposi- ción Photo Letterlng Combate de los Pozos 465. Capital. Distribuidor en Capital Juan C. Górnez. Interior: SADYE. Dirección: Gabriel Levinas. Ene- ro 1984. CARTA DEL DIRECTOR En este número hemos dedicado varias páginas a cinco detenidos du- rante el gobierno peronista por su vinculación al Ejército Revolucionario del Pueblo. Estos, aún jóvenes al ser liberados después de tantos años de prisión, fueron sin duda, parte activa en la desestabilización del régimen democrático anterior y, conscientes de ello, nos narran la tremenda agonía que debieron soportar en prisión, sometidos a torturas físicas y psicológicas de las cuales muchos no salieron con vida. Ellos provocaron una terrible represión con el consiguiente saldo de destrucción y muerte y, lo que es peor, desprestigiaron una metodología liberadora como lo fue históricamente la guerrilla. (Pensemos sino en el General Güemes. La di- ferencia entre ambos casos es enorme: la participación de todo un pueblo junto al caudillo salteño contra la decisión mesiánica y elitista. de la guerrilla contemporánea). . -Por todo esto declararon a El Porteño que, con gran pesar, después de haber pagado con la prisión, sienten que la sola autocrítica no es suficien- te después de haber provocado tanto dolor. Este documento debe ser conocido por todos los argentinos para tratar de entender todo lo que tuvimos y tendremos que vivir. De la misma forma que hemos pedido y luchado por el castigo a los cul- pables de la represión al pueblo argentino en toda la gama que ésta se abatió sobre nosotros, creo que también deben ser juzgados política y ju- dicialmente todos aquellos que utilizaron la violencia corno metodología sin hacer distinción de los fines invocados. Lo que no se puede aceptar es que quienes claramente han sido líderes públicamente confesos de la eliminación sistemática de la oposición, si- gan deambulando libremente por las calles y participando, en algunos ca- sos, en actos públicos; y que como una burla final al pueblo que vejaron y sometieron sean sometidos a juicio militar para ser juzgados por sus pa- res, .quíenes seguramente estuvieron involucrados en los actos que se quieren esclarecer. Es posible que para muchos de nuestros lectores este editorial parezca excesiv¡amente dura con el gobierno actual; pero El Porteño quiere ser fiel a la línea que lo caractenizó durante los años de la dictadura militar: decir la verdad o, por lo menos, lo que consideramos como nuestra verdad. Sabemos que enfrentar a los grupos que aún hoy mantienen el poder no es fácil, pero el gobierno debe comprender que la desestabilización será posible si éste se comporta blandamente frente a las trampas que los represores y sus aliados van poniendo en el camino. Investigar el pasado y someter a juicio a los culpables debe ser facultad de la justicia y el Congreso Nacional. Pero Alfonsín es nada menos que él Comandante en Jefe de todas las fuerzas armadas y de seguridad, por lo tanto si la revisión del pasado es lenta, (demasiado lenta para muchos) no puede ser lenta la reacción del jefe de estado ante determinados hechos que aún hoy siguen ocurriendo. Si un avión de la fuerza aérea es detectado en Francia, Alfonsín debe comunicarse con el gobierno francés para que éste sea detenido con su carga hasta que la misma sea debidamente verificada. Si la policía reprime a un grupo de ciudadanos que hacen uso de su de- recho a peticionar y manifestar públicamente sus ideas, por descabella- das que parezcan, algún policía debe ser expulsado de la institución. Si la deuda externa tiene que ser pagada a pesar de haber sido contraída por delincuentes que se apropiaron del país con el poder de las armas, (violando el artículo 22de la Constitución que dice: "El pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione en nombre de éste, co- mete el delito de sedición"), por lo menos el actual gobierno debe condi- cionar el pago de la deuda a un compromiso firmado por parte de los países acreedores mediante el cual aseguren que nunca más prestarán di- nero a un gobierno anticonstitucional, asimismo dejar claro que ningún gobierno constitucional pagará deudas contraídas, de hoy en más, ilegal- mente. Hay muchas cosas que desde el gobierno pueden ser hechas para garantizar la estabilidad de la democracia y que no se están haciendo. No es posible que después de la censura padecida por el pueblo argenti- no durante la dictadura, ésta tenga hoy una continuidad sutil. Antes la verdad era subversiva, hoyes golpista. GABRIEL LEVINAS El Porteño. Enero 1984 - 3

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DirectorGabriel Levinas

Secretario de RedacciónGustavo Wagner

Prosecretario de RedacciónFernando Almirón

RedacciónEduardo BlausteinRicardo Horvath

Colaboran en este númeroJorge DiPaola Levin, Augusto Conte, \Antonio Dal Masetto, José Federico IWesterkamp, Horacio Ciafardini,Enrique Quiroz, Gabo Levner, Ro-dolfoFogwill, Hugo Monzón, Enrique

ISymns, Mario Rodríguez, GerarcJSandoz, Ernesto TitTenberg, Julio Cé-sar Castro, Diana Bokser, Irene Haí-movichi, Laura Haimovichi.

CoordinaciónEduardo Rey

Arte y DiagramaciónJefe Alfredo Baldo

FotografíaDaniel Jurjo

CorrespnsalesNueva York: María Eugenia Estensso-ro, Inglaterra: Christopher Jones, Po-lonia; Rajmund Kalicki. España:Humberto Rivas. Italia: Osear Bony.Senegal y Africa: Fréderique VanBemmlen. Washington: Daniel Levi-nas. París: Osear Caballero. Noruega:Inés Herdoy y Audun Wik. NaciónKolla: Asunción Ontiveros. Yulquila.Suecia: Christian Kupehik.

\

El Porteño Revista Mensual. Editada por El Porte-ño S.A. Cochabamba 726. tel. 26-0634. BuenosAires, Argentina. Registro Nacional de la PropiedadIntelectual N° 145.212. Prohibida su reproduccióntotal o parcial. Derechos reservados. Impreso enAlemann. 25 de Mayo 626. Capital. Fotocomposi-ción Photo Letterlng Combate de los Pozos 465.Capital. Distribuidor en Capital Juan C. Górnez.Interior: SADYE. Dirección: Gabriel Levinas. Ene-ro 1984.

CARTA DEL DIRECTOR

En este número hemos dedicado varias páginas a cinco detenidos du-rante el gobierno peronista por su vinculación al Ejército Revolucionariodel Pueblo. Estos, aún jóvenes al ser liberados después de tantos años deprisión, fueron sin duda, parte activa en la desestabilización del régimendemocrático anterior y, conscientes de ello, nos narran la tremendaagonía que debieron soportar en prisión, sometidos a torturas físicas ypsicológicas de las cuales muchos no salieron con vida. Ellos provocaronuna terrible represión con el consiguiente saldo de destrucción y muertey, lo que es peor, desprestigiaron una metodología liberadora como lo fuehistóricamente la guerrilla. (Pensemos sino en el General Güemes. La di-ferencia entre ambos casos es enorme: la participación de todo un pueblojunto al caudillo salteño contra la decisión mesiánica y elitista. de laguerrilla contemporánea). .-Por todo esto declararon a El Porteño que, con gran pesar, después de

haber pagado con la prisión, sienten que la sola autocrítica no es suficien-te después de haber provocado tanto dolor.Este documento debe ser conocido por todos los argentinos para tratar

de entender todo lo que tuvimos y tendremos que vivir.De la misma forma que hemos pedido y luchado por el castigo a los cul-

pables de la represión al pueblo argentino en toda la gama que ésta seabatió sobre nosotros, creo que también deben ser juzgados política y ju-dicialmente todos aquellos que utilizaron la violencia corno metodologíasin hacer distinción de los fines invocados.Lo que no se puede aceptar es que quienes claramente han sido líderes

públicamente confesos de la eliminación sistemática de la oposición, si-gan deambulando libremente por las calles y participando, en algunos ca-sos, en actos públicos; y que como una burla final al pueblo que vejaron ysometieron sean sometidos a juicio militar para ser juzgados por sus pa-res, .quíenes seguramente estuvieron involucrados en los actos que sequieren esclarecer.Es posible que para muchos de nuestros lectores este editorial parezca

excesiv¡amente dura con el gobierno actual; pero El Porteño quiere ser fiela la línea que lo caractenizó durante los años de la dictadura militar: decirla verdad o, por lo menos, lo que consideramos como nuestra verdad.Sabemos que enfrentar a los grupos que aún hoy mantienen el poder no

es fácil, pero el gobierno debe comprender que la desestabilización seráposible si éste se comporta blandamente frente a las trampas que losrepresores y sus aliados van poniendo en el camino.Investigar el pasado y someter a juicio a los culpables debe ser facultad

de la justicia y el Congreso Nacional.Pero Alfonsín es nada menos que él Comandante en Jefe de todas las

fuerzas armadas y de seguridad, por lo tanto si la revisión del pasado eslenta, (demasiado lenta para muchos) no puede ser lenta la reacción deljefe de estado ante determinados hechos que aún hoy siguen ocurriendo.Si un avión de la fuerza aérea es detectado en Francia, Alfonsín debe

comunicarse con el gobierno francés para que éste sea detenido con sucarga hasta que la misma sea debidamente verificada.Si la policía reprime a un grupo de ciudadanos que hacen uso de su de-

recho a peticionar y manifestar públicamente sus ideas, por descabella-das que parezcan, algún policía debe ser expulsado de la institución.Si la deuda externa tiene que ser pagada a pesar de haber sido

contraída por delincuentes que se apropiaron del país con el poder de lasarmas, (violando el artículo 22de la Constitución que dice: "El pueblo nodelibera ni gobierna sino por medio de sus representantes y autoridadescreadas por esta constitución. Toda fuerza armada o reunión de personasque se atribuya los derechos del pueblo y peticione en nombre de éste, co-mete el delito de sedición"), por lo menos el actual gobierno debe condi-cionar el pago de la deuda a un compromiso firmado por parte de lospaíses acreedores mediante el cual aseguren que nunca más prestarán di-nero a un gobierno anticonstitucional, asimismo dejar claro que ningúngobierno constitucional pagará deudas contraídas, de hoy en más, ilegal-mente. Hay muchas cosas que desde el gobierno pueden ser hechas paragarantizar la estabilidad de la democracia y que no se están haciendo.No es posible que después de la censura padecida por el pueblo argenti-

no durante la dictadura, ésta tenga hoy una continuidad sutil.Antes la verdad era subversiva, hoyes golpista.

GABRIEL LEVINAS

El Porteño. Enero 1984 - 3

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SUMARIO

6 Testimonios. ERP: La cárcel y después, por Gabriel Levinas, Eduardo Blaustein y i\ndrea Ferrari.

14 La página de las madres. "Por qué seguimos yendo a la Plaza".

15 Argentina. Las corporaciones se defienden, por Jorge Di Paola Levin.

17 Augusto Conteo Investigación y enjuiciamiento, ¿de qué modo?

18 Testimonios 11.Malvinas: Informe desde la trinchera, por Eduardo Blaustein.

23 Jorge Di Paola Levin. La defensa nacional juzgará a la seguridad nacional.

24 Derechos humanos. Abuelas de la Plaza: Insistir por la vida, por Fernando Almirón.

28 Salud mental. El psicoanálisis del Proceso o proceso al psicoanálisis, por Antonio Dal Masetto.

31 José Federico Westerkamp. Reorganización de las Universidades.

32 Economía. Qué es esto de la inflación, por Horacio Ciafardini.

35 Teatro. Los quince años del Payró, por Enrique Quiroz.

38 Registros. Museo para una raza extinta, por Gabo Levner.

41 Encuesta. La política cultural del gobierno democrático, por Enrique Fogwill.

44 Plástica. Pirozzi: "Para evolucionar en pintura hay que exprimirse al mango", por Hugo Monzón.

46 Fotografía. Parto.

48 Uno por vez. Charly García y La pared, por Enrique Symns.

52 Educación. Paulo Freire: "Educar para liberar al dominado", por Mario Rodríguez.

56 Política Internacional l. Günther Grass: "Por qué rechazamos los Pershing", por Gerard Sandoz.

60 Política Internacional 11. Todos somos Kuboyama, por Ernesto Tiffenberg.

64 Cuento. El duelo, por Julio César Castro.

66 Gato.---------------------------------------------------------------67 La Guía.

FE DE ERRATAS

Algún apurón propio de los momentosde cierre hizo que en el anterior número deEl Porteño haya aparecido un desliz decierta importancia. En la nota La Repúbli-ca desnutrida, aparecen invertidos los pá-rrafos iniciales. siendo el comienzo del ar-tículo el que dice (Pág. 8. primera colum-

na) "En la Argentina 25.000 niños muerenal año .. " hasta el siguiente subtítulo.Debe continuarse la lectura en la pág. 7.columna 2. a partir de El genocidio silen-cioso y posteriormente -ahora sí- en elprimer párrafo que aparece impreso. Unavez pasado por estas sagaces pruebas de

ingenio. el lector tiene campo libre paracontinuar la lectura a partir del subtítuloque dice Leche materna, alcohol paterno.Se piden sinceras disculpas por las dificul-tades del acertijo.

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CARTAS DEL LECTOR

tinto tratamiento legislativo que eltema merece, no se puede concebir quese reaccione de la forma que se ha reac-cionado. Y no se puede decir que hayapología del delito, de ~amisma mane-ra que podría haberla SIhay un cart~l'yuna manifestación a favor del hornici-dio d(>nde se incita a la gente que matea su vecino.

Hay delitos que no pued~n ni m.ere-cen tener el mismo tratamiento ni losmismos métodos de prevención queotros. So pena de caer, como de cos-tumbre, en una represión a .Ias \i~erta-des individuales. En una violación delos derechos fundamentales.Habrá que ser cautos. Y tener cui?~-

do. Saber distinguir. Y aprender a VIViren democracia. Saber que en ciertos ydeterminados temas, los seres huma-nos no coincidirán y habrá quién lo pro-pugne es un delincuente, por el hechode expresar sus ideas. Habrá queaprender a disentir. Y habrá, sobretodo, que acabar con la represión. Conla violencia. Con el maltrato a los dete-nidos.

A la policía habrá que enseñarle ~ di-ferenciar. La preven~ión de los dellt~sen una Sociedad, es diferente en su me-todo, según sea el delito en cuestión ..~sdiferente según sea una contravencióno un delito. Y no deberá existir repre-sión contra aquello que no es delitoaunque sea una mala costumbre, un he-cho inmoral o un pecado. En una. d.e-mocracia debemos aprender a convrvrr.

Casos como el aborto, el consumo demarihuana, la homosexualidad, laprostitución, los gestos obcenos y otrosmás, deben tener un especial cuidadoen el trato. Y distinguir; cuando estoshechos pueden ser delitos o cuandos6lo se trata de una forma de pensar, deexponer sus ideas, de opinar, de vivir ode defenderse. Y en estas circunstan-cias, está demás la represión, la violen-cia, los carros de asalto, las balas degoma, la prepotencia e infundir el mie-do.

El 30 de octubre se votó por un¡BASTA!

E incidentes como éstos no puedenpasar desapercibidos y en silencio. En-tre todos debemos demostrar lo quequeremos. Lo que somos y pensamos,para, que nos entiendan. Para que senos escuche.

Basta de represión, de prepotenciasy mal trato. Basta de abuso de autori-dad.

Si el gobierno no reaccio~a a.~te e~-tos hechos, si no da una explicación ofi-cial de lo ocurrido, no avanzaremos. Seespera una investigación. Y una satis-facción pública. No sea cosa que a me-nos de un mes de la restauración de lavida democrática, empecemos a des-confiar de ella.

Osear A. BayoAbogadoTU 7 P' 920 C. P. 2440582

Señor Director:

Para el N° 23 de su valiosa revistafui entrevistado por una periodistade su equipo acerca de una serie depreguntas sobre censura, s~xos,etc. y pese a la promesa de lamismaque el reportaje saldría tal cual yolo había contestado, para mi desa-gradable sorpresa fui víctima de lastijeras ion, extrana paradoja, en unartículo sobre la censura! ¿No seríamás lógico y parte del respeto alotro, verdad absoluta y escrita,consultarlo a uno, previamente, sies que quiere que seyu?lique u~ ar-tículo podado, al entena, semejan-za y forma de un señor periodistaque pone sus man.os don~e no ten-dría que hacerlo sm permiso?

Al no incluir párrafos y respues-tas enteras que yo consideraba in-dispensables y esenciales, cambia-ron en gran medida el mensaje quequise transmitir. ¿Por qué no se in-cluyeron los párrafos sobre la im-portancia de la santidad del matri-monio?, ¿Por qué si la pregunta de-.cía «¿qué opina usted sobre las re-laciones nrematrimoniales?» en larevista dice "relaciones transma-trimoniales", que significa decidi-damente otra situación con otrasimplicancias morales, que por su-puesto no hubiera contestado lomismo?

Espero que la próxima vez? si notienen espacio, ganas <_lepublicar I?que se dice, o no les interesa, pn-mero consulten a la persona repor-teada, para que ella, en su libe~tad,decida antes de caer en la capricho-sa forma de esta censura, fruto delo inconsulto, tan aberrante comoprincipio, respecto de la otra, quetanto sufrimos y conocemos.Atentamente,

Reuben NisenbomRabino

Buenos Aires, 20 diciembre de 1983.

Volvemos a los mismos errores de 10años atrás. Es evidente que la Institu-ción Policial y sus jefes no saben lo quees la democracia. No entienden ni se es-fuerzan en entender cuál ha de ser lafunción de la policía en una sociedad,ni cuáles son los métodos que se debenutilizar para la prevención del orden y

de los delitos. La represión se ha en-quistado en sus filas y es el único méto-do que se les. ha enseñado y I??r consi-guiente el úmco q~e saben utlll~ar. Pa-recería que sólo tienen la consigna de"pegar y luego preguntar". EI.los, quesaben recibir órdenes y cumplirlas, nosaben darlas si no es por el método de laviolencia y la fuerza indiscriminada.

Los hechos ocurridos en la noche del19 de diciembre en la Plaza de la Repú-blica y en las calles ady~~e~tes. es .un.areiteración de la represión indiscrimi-nada. De la imposición del miedo y laprepotencia. Y d~ ~a utili_zación ~~ laviolencia como umco meto do validocon que cuentan las fuerzas policiales.

El motivo, la causa, aunque parezcarisible lo fué el cartel. Una pancartapuesta' por alguien que no cayó bien. Yla presunción de que allí, cerca del car-tel se regalaba marihuana. Y el coque-to ~artel sólo decía: "Marihuana libre".Conforme declaraciones hechas porquienes estaban, nadie allí regalab.amarihuana ni la repartía. Menos gratui-tamente. Nadie sabe quién colocó elcartel (se habla de un hombre de barbade 40 años que lo colocó y ~esapar~-ció). Yen todo caso lo de Marihuanaqi-bre no era un anuncio comercial deque' allí había y se repartía, sino u~ pe-titorio sobre la libertad de consumirla.

Si toda la molestia la causaba el men-tado cartel, nada más fácil que solicitar,ordenar que se retire, o retirarlo. _Sepodría haber pregunta~o por q_ue ypara qué el cartel. QUien organizabaeso. y evaluar los hechos. _

Pero no, como otras veces se pegoantes de preguntar. ~a rea.cción de losjóvenes en democracia es Violenta. De-bería saberlo la policía. Y está bien q.uelo sea. No están dispuestos a presenciarmás atropellos.

Como para no decir que n.o_resl?et.anel juego dem~)Crático la p~lIcla dl~ !n-tervención al Juez y se abno el sumano,rápidamente. U.n su~ario .caratulado,apología del dehto, disturbio y desac~-to a la autoridad. Donde la fuerza poli-cial instruye el sumario y los detenidosson todos sospechosos de delitos.

Claro está que, la violencia desatadacontra los transeúntes pacíficos delcentro, contra los revoltosos, el abusode autoridad y la amenaza de la fuerza,no están puestos en la carátula del ex-pediente.

Un cartel que reza: Marihuana libreno es apología del delito. Y mucho me-nos son.culpables 50 jóvenes que esta-ban en la Plaza, por el hecho de estarloo pO!_i:[-hecho de pensar conforme alcartel. _

Es lo mismo que reprimir con violen-cia y acusar de apología del delito a unamanifestación 11 favor del aborto.

Hay países donde el consumo indivi-dual de marihuana.no es delito. ComoEspaña o EE. UU. En nuestro país ~í loes. Pues bien. Sin estar a favor ni encontra de ésto y en consideración al dis-

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E.R.P.: LA CARCELy DESPUES

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TESTIMONIOS 1

Después de largos años de cárcel, los ex-presos queintegraban el Ejército Revolucionario del Pueblovuelven a la actividad política. En los testimonios quesiguen, ofrecemos una visión de lo que fue la vida enla cárcel, además de las reflexiones actuales dequienes fueron actores importantes de nuestrasúltimas experiencias históricas.

Aunque reconociendo unaimportante matización en el re-parto de las responsabilidades,los presos liberados que pertene-cían al ERP asumen la necesi-dad de "una profunda autocriti-ca por haber contribuido al de-rrumbamiento del gobierno de-mocrático parlamentario". Dequienes participaron en variascharlas con El Porteño, casi to-dos fueron presos sobre el año1975. Pedro, era el director deEstrella Roja y El Combatiente(órganos oficiales del PRT Y elERP), mientras que algunos delos otros entrevistados participa-ron en acciones armadas.

1975: La cárcel

EL PORTEÑO: ¿Cómo sosdete-nido?MARIO: Me detienen en agosto del75 en Capital Federal. Voy a entrar aldepartamento en que vivía, de aden-tro abren la puerta dos tipos de civil yme balean. Caigo herido al suelo ycuando me van a rematar, sale la por-tera, que vivía en el departamento deenfrente, gritando que no me maten.Empiezan a salir los vecinos, enton-ces los tipos paran. En ese lapso hie-ren a un pibe chileno, el hijo de laportera. Me mandan, adentro , saltan,me patean, me roban todo lo que te-nía, y más o menos a la hora de estarasí, viene una ambulancia y me lle-van al hospital. Me internan ahí,donde se da una serie de problemasentre la policía, los servicios y el per-sonal del hospital: una puja alrede-dor de las condiciones de mi interna-ción. Por ejemplo, tenía las dos pier-nas y los dos brazos esposados a lacama. Tenían que ponerme inyeccio-nes, sueros, y era imposible. El per-sonal del hospital tuvo una actitudbuenísima, muy solidaria, incluso mehacían llegar los diarios, que por es-tar incomunicado no podía leer.DALMIRO: Nos van separando:primero la llevan a mi hermana, queestaba embarazada, después me lle-van a mí, y después los llevan juntosal marido de mi hermana y a la noviade mi hermano muerto. A mí me lle-van a un lugar que supongo era la co-misaría de Quilmes; me tienen unanoche y una mañana hasta que se pre-senta una persona que dice ser coro-nel; estaba de civil. Me pide que digatodo lo que sabía; yo digo desconocera lo que se refería y que teníamos unaamenaza de la Triple A sobre toda lafamilia, por la cual suponía que mehabían detenido. Entonces me diceque va a tener que administrar lafuerza; me atan a una cama, me des-

El Porteño, Enero 1984 - 7

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TESTIMONIOS 1

Iludan y comienzan a torturarme conpicana eléctrica.E..P.: ¿El coronel estaba presen-te?D: Era el que me torturaba.

E.P.: ¿Le pudiste ver la cara?D: No, porque estaba vendado. Su-puse que podía ser una comisaría deQuilmes por «1tiempo que había via-jado, y por una mediana orientaciónya que vivo ahí. La tortura fueron va-rias sesiones, creo que tres, de unasdos horas y media cada una, que,consistían fundamentalmente en pi-cana eléctrica en todas las partes delcuerpo. Mientras tanto, me interro-gaban sobre conocimiento de gente,de armas, de material subversivo. Enla tercera sesión no se me interrogó,se dedicaron fundamentalmente a in-vestigar los lugares donde más efectocausaba la tortura. Incluso lb hicie-ron en una especie de clima de fiesta,porque mientras el coronel me tortu-raba, dos o tres personas presentesestaban cocinando, y me pregunta-ban si tenía hambre, cosas por el esti-lo. Ahí me tienen más o menos hastaque llega la noche, me sacan en unacamioneta y en otro lugar paran y su-ben a la novia de mi hermano. Hace-mos otro trayecto de una hora, más omenos, paran y suben al marido demi hermana. Nos llevan a un lugarque suponemos, comparando conotros lugares reconocidos por otroscompañeros, era Puente Doce, en laRichieri. Nos torturaron juntos a lostres, con picana. A la novia de mihermano intentaron violarla.E.P.: ¿A la vista de ustedes?D: No, escuchábamos los gritos; ellaiba gritando para que nosotros supié-ramos lo que le querían hacer. El tipode tortura que nos hicieron a los tresfue colgarnos de ganchos, por las es-posas, quedando pendientes en elaire, y en esa situación nos tortura-ban. La reacción que nos producía lapicana hacía que nos balanceáramosconstantemente. A mi cuñado lo col-garon de los pies y de las manos.E.P.: ¿El coronel seguía ahí?D: Sí. El era el que dirigía y el quepracticaba las torturas. A mi cuñadole hicieron una tortura de ensaña-miento, tuvieron que parar dos vecesporque tuvo paros cardíacos. En esemomento intervino un médico quecontrolaba la capacidad física paraseguir aguantando la tortura, dijoque si le aplicaban otra sesión, inme-diatamente se moría. Estuvimosunos cuatro días más, en un determi-nado momento nos vuelven a separary yo estuve entonces, en una celda,con una persona a la que escuchoquejarse. Le pregunto qué le pasa yme dice que tenía las costillas rotas ydificultad para respirar. Le pregunto

el nombre y me dice Carlos Tachela;actualmente, este muchacho figuraen las listas de desaparecidos. Mi cu-ñado, que se llama Víctor ManuelTaboada, tampoco aparece, actual-mente es un desaparecido.

Las cárceles .

PEDRO: En distintas cárceles elproblema permanente que tienen lospresos es mantener una relación mu-tua, comunicación ... Las vías de co-municación, muy variadas, cumplie-ron muchas funciones que iban desdepasarse recetas de cocina hasta cur-sos de filosofía. Ejemplo de ésto sonlos inodoros: en algunas cárceles,como la de Villa Devoto o la de Sie-rra Chica, la instalación de los inodo-ros permite vaciarlos y dejar un tubosin agua que sirve como tubo acústicopara .comunicarse con otras celdas alas que también llegan los inodoros.Entonces, lo que hacíamos era vaciarde agua los sifones de los inodoros envarias celdas contiguas y utilizar eltubo común de los inodoros para co-municarnos entre nosotros. De esamanera se hacía un intercambio po-lítico y se dictaban cursos. Por ejem-plo, era usual que a eso de las cincode la tarde, las chicas que estaban enlos pisos superiores nos golpearan enel techo de la celda para avisarnosque ya era hora de comenzar nuestraclase. Vaciábamos los inodoros y unode los compañeros se encargaba dedar el curso de historia argentina -na-turalmente, de memoria, porque ca-recíarnos de libros-. Ese compañerose colocaba cuerpo a tierra, metía lacabeza bien adentro del inodoro y setapaba con una frazada para haceruna buena acústica. En las otras cel-das, todos se partían cuerpo a tierra,se tapaban con una frazada y escu-chaban los chillidos de las ratas quecorrían por los albañales, los ruidos ysalpicaduras de los inodoros vecinos,aspiraban las emanaciones de otrosinodoros ... así se daban una o dos ho-ras de historia argentina, de filosofía,de economía política o de algún otrotema 'que resultara interesante. Se-gún su construcción, cada cárcel te-nía mayores o menores posibilidadespara que se hablara por los inodoros.En la cárcel de Devoto podían comu-nicarse hasta cuarenta compañeros ala vez. Hubo festivales de folklore,había una joven brasilera que noscantaba música de "saudade", habíaun profesor de filosofía con el quediscutíamos acerca de materialismodialéctico, incluso se trataban histo-rias de amor por el inodoro, entre lasceldas de arriba, ocupadas por muje-res, y las de abajo, ocupadas porhombres.

La solidaridad hacía tolerable la

La visión de la celda desde

vida bajo un régimen extremada-mente represivo que prohibía y hacíaclaramente peligroso todo gesto desolidaridad. Por eso cada uno de es-tQSgestos adquiría un valor no sólopráctico sino también demostrativo.Tenía el contenido profundo de undiscurso político, era parte de la re-sistencia antidictatorial en la cárcel,era decir "Yo no estoy maniatado niamordazado todavía", "No nos ven-cieron, todavía estamos aquí pelean-do", como seres humanos, no comomilitantes políticos. El hecho de quefuera particularmente peligroso larealización de un acto de solidaridaden un momento determinado -pasar-le un cigarrillo o un mate a un

8 - El Porteño,. Enero 1984

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la capacidad creativa del preso.

ñero podía significar semanas en elcalabozo desnudo y sin comer, bajogarroteadas y torturas- era porque larepresión, los torturadores, com-prendían claramente el papel que te-nía la solidaridad.

Los suicidios

PEDRO: Los suicidios no fueronmuy numerosos, sólo hubo un puña-do. Sobre todo, porque cuando co-menzó a desatarse la "epidemia", eltemor de las consecuencias políticasllevó al régimen a modificar las con-diciones de detención, a hacerlas más

benignas, y a establecer mecanismosde vigilancia antisuicidio que tuvie-ran cierta eficacia. De todas formashubo cierto número de suicidios. Elque quiero comentar por su significa-ción es el de Gabriel de Benedetti.Era un compañero muy joven quehabía sido detenido en un ataque auna unidad del Ejército. Vivió muymal el período de represión que vivi-mos, no sólo en la cárcel sino afuera,durante el 76, así como las polémicasulteriores que nos permitieron sacarun balance de lo ocurrido. Cuandofue trasladado de Sierra Chica aRawson, comenzó a mostrar sínto-mas de trastornos. Eso para nosotrosera alarmante, primero porque eltipo era un compañero respetado, alcual queríamos.. Porque en el casode que su afección psicológica hubie-ra sido detectada por la policía, in-mediatamente la hubieran explotadotratando de martirizarlo. Luego em-pezó a decir que su familia no existíamás, que las cartas y las fotos que re-cibía eran ficticias. Cuando todavíaestábamos discutiendo si lo seguía-mos tratando nosotros o tratábamosde conseguir discretamente algúntipo de ayuda del psiquiatra del pe-nal, se suicida en el encierro de me-dio día.E.P.: A grandes rasgos, ¿cuálesson los períodos que podríamosentender como comunes a todaslas cárceles?EDUARDO: Creo que hay una eta-pa anterior a la toma militar del con-trol operacional, con la firma del de-creto de Lúder. En esa época las cár-celes tenfanun poco por inercia, losregímenes carcelarios de los presoscomunes, donde, comparativamentecon lo que vino después, podríamosdecir que eran regímenes buenos. Detodos modos adolecían de una seriede irregularidades. Se manteníanciertas normas que regían para loscomunes, como el ingreso de paque-tes, contacto familiar, el ingreso deinformación.MARIO: Hay que tener en cuentaque, por ejemplo, Rawson, ya desdeel 74 tenía toda úna serie de restric-ciones muy grandes que en Devotono había. Yen La Plata o en Olmos,tenían condiciones similares a las delos presos comunes, eso recién se m~-difica en noviembre del 75. A partirde ahí se da una política global de losregímenes carcelarios. Había distin-tas características según el penal (ha-bía presos bajo el Servicio Peniten-ciario Provincial, el Federal y otrosen cárceles militares), pero se centra-lizaba el régimen a aplicar a los pre-sos, sistematizando el método de des-trucción y aplicándolo según las ca-racterísticas de cada penal. Por ejem-plo, en la cárcel de Rawson se lleva

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adelante una política de represiónpsíquica. El director lo sintetizó di-ciendo que los presos iban a salir lo-cos o se iban a suicidar. Se aplicabacon este fin todo tipo de prohibicio-nes. En La Plata se da una políticadistinta: había visita de contacto, treshoras de recreo, libros, etc. A pesarde ésto, La Plata tiene el mayor por-centaje de familiares,desaparecidos yhay un gran porcentaje de compañe-ros muertos por suicidios, torturas eincluso un caso de tres compañerossecuestrados en la cárcel y que ac-tualmente están en las listas de desa-parecidos. . .E.P.: Entrado el 76, ¿vos en quécárcel estabas?DALMIRO: En la Unidad 9 de LaPlata. Coincidentemente con lo quedijeron los' compañeros , hay en el 75un cambio de régimen. Hasta ese mo-mento teníamos las celdas abiertasdesde las siete de la mañana a lasocho de la noche, solamente cerra-ban las puertas para dormir. A partirdenoviembre del 75, la permanenciaen la celda era obligada, salvo un re-creo de una hora por día. Nos quitantodos los beneficios: libros, diarios,radio, trabajo manual. Hasta ese mo-mento teníamos visitas de contactotres veces por semana, que consistíanen estar con la familia en un parque-cito y compartir un café, una gaseosa,.con contacto físico. Después de no-viembre del 75, si bien se continúamanteniendo las visitas de contacto,se reducen a 45 minutos por semana yse restringe la entrada de familiares:tenían que ser familiares directos, so-lamente padres y hermanos.PEDRO: En Devoto, la visita era deuna hora y no nos podían traer nada.Las requisas eran muy vejatorias,para los familiares y para los presos.Los obligaban a abrir las nalgas pararevisarlos, desnudarlos, intentaronhacer tacto vaginal a las mujeres yhubo resistencia en ese sentido.Hubo problemas por muchas celado-ras que revisaban a las mujeres, pro-blemas de lesbianismo, manoseos. Seproducían discusiones que termina-ban con la anulación de la visita: san-cionaban al familiar por quejarse.Eso generó un rechazo por parte delos familiares, y retrocedieron, la re-quisa continuó siendo vejatoria peroya no ponían las manos encima. Loscasos más jodidos eran con las niñasde ocho, nueve años, a las que inten-taban hacerles el mismo tipo de re-quisa, incluido el tacto vaginal.

Sierra ChicaEs una cárcel del siglo pasado, te-

nebrosa, las celdas tienen techo abo-vedado, las paredes totalmente dete-

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TESTIMONIOS 1

rioradas. Hay chinches en cantidadesindustriales, insectos de todo tipo.Las ventanas son grandes y tienen unchapón grueso, que tiene unos aguje-ros como las cajas donde llevás a lospájaros. Hay una larnparita de 25 enel techo, perdida, que apenas si daluz. El baño es un agujero que al mis-mo tiempo hace de lavatorio, lavás laropa ahí. .. Hay una canilla arriba,que tenés que abrir después de usar elbaño. En una época daban baldes; enotra, no y tenías que lavar como po-días, en el aire.E.P.: Vos en ese momento,¡.dónde estabas?DALMIRO: Yo fui en el mismotraslado que Mario a Sierra Chica, el\" de diciembre de 1978. Nos trasla-dan a los pabellones 1 y 2, donde yahabían matado a varios compañeros:en el pabellón 1, en enero del 77, ha-bían sacado a Dardo Cabo y a Pirles yen un traslado les aplican la ley' de fu-gas y los matan. A las pocas semanas,una comisión militar saca a dos com-pañeros del pabellón 1,Rappaport yGeorgades, que estaban en el calabo-zo, los llevan a una dependencia mili-tar, los torturan y los entregan muer-tos a la familia.E.P.: ¿En qué dependencia mili-tar?MARIO: En el Regimiento 7 de LaPlata. El cuerpo de Rappaport lo en-tregan en un cajón sellado, con laprohibición a la familia de que loabra: lo abren igual y lo encuentrancon muchas señales de tortura. Lomismo los cadáveres de Dardo Caboy Pirles, también tenían marcas detortura. También secuestraron, en elmomento de dejarlos en libertad, aGonzalo Carranza y a Guillermo Se-galli, que estaban en el Pabellón 2.Este es un período, cuando nos tras-ladan a Rawson y Sierra Chica, dedestrucción psicofísica del PI eso po-lítico, prohibiciones de todo tipo, ali-mentación insuficiente, torturas sis-temáticas (submarinos, golpes), ibasal calabozo -había una orden demantener los 21 calabozos llenos-por reirte o por cantar.E.P.: ¿Cuántos días de calabozote daban por eS9?MARIO: Por estar mal formado,una semana. Por reirte o cantar, máso menos cinco. Por estar mal sentadoen la cama te podías llegar a llevardiez días.

E.P.: ¿Cómo era el calabozo?MARIO: Te agarraban dos o tres ti-pos y te llevaban corriendo, de los pe-los, golpeándote (era un escarmientopara los demás). En el calabozo te sa-caban tu ropa y te daban otra especialque tenían ahí, sucia, rota ... lo que sebuscaba era la degradación personal.Cuando estabas en bolas te llevaban

a golpearte, patearte , quemarte. Sino, te metían bajo 1.Jnaducha de aguahelada, con bastante presión, y te-nías que gastar el jabón. Lo que ha-cías era comerlo, siempre y cuandono te vieran, era la única forma depoder gastarlo. Ahora; si té veían co-miéndolo, cobrabas. Después esta-bas descompuesto, con diarrea, undolor de panza impresionante; lo quehacías era tratar de vomitarlo ense-guida que te encerraran.DALMIRO: La idea de utilizar estetipo de tratamiento, agua helada y ja-bón, era fundamentalmente para evi-tar los hematomas en el cuerpo a raízde los golpes. Entonces, por ejem-plo, te daban una sesión de golpesdurante media hora, te mandaban ala ducha de agua fría y te hacían fro-tarte con jabón durante 15, minutos,Te sacaban, te aplicaban otra sesiónde golpes, y de vuelta a lo mismo; así,durante una o dos horas. Por supues-to, por el. grado de violencia ele losgolpes y el tiempo que se los aplica-ba, era imposible no quedar con mar-cas .. Nosotros nos preocupábamospor evitar que quedaran las marcas,porque si el día que cumplías unasanción tenías demasiadas marcas, teinventaban una nueva causa para de-jarte cinco o diez días más en el cala-bozo hasta que se te fueran las mar-cas,PEDRO: En la época del 77 al 78,que era la de mayor represión física,en las carceles tenían impunidad ymano libre para golpear.E.P.: ¿Además de la tortura es-pecializada?PEDRO: La tortura especializadase daba generalmente en la caída; enlas cárceles lo que había era mal trato-golpes, etc.-, pero no la torturacorno-la que se da en los interrogato-rios, De todas maneras, el calabozoocupaba un rol fundamental: la he-rramienta del terror. De por sí, nadiemoría en el calabozo, pero en el lapsode varios meses, ir varias veces al ca-labozo significaba un gran deterioroen la salud física y psíquica. Uno delos momentos más gratificantes erapensar en volver al pabellón, era vol-ver a la calidez de los compañeros, apoder recuperarte ... Después del 78esto empezó a cambiar, y la gran pre-sión que había de organismos inter-nacionales y nacionales hizo que fun-damentalmente cambiaran las san-ciones, cesaran los golpes, las nochesdesnudos. En un momento se logróque se garantizara el abrigo a las no-ches, la comida, la atención médica,etc.

Rawson

PEDRO: Hubo algunas cárceles,

como Resistencia, que estuvo dosaños o más totalmente aislada. Perocreo que el caso más marcado, la ex-periencia más desarrollada, fue Raw-son, con un régimen perfectamenteestudiado de lavado de cerebro y de-sestabilización de la personalidad.PEDRO: Sí, había varios casos dedelirio de persecución. Había defi-ciente atención psiquiátrica; en mu-chos casos les salvaron la vida los mis-mos compañeros. Se han dado casosde suicidios, todos ellos relacionadoscon situaciones y delirios persecuto-rios. Pero los resultados no son lomasivos que ellos esperaban, posi-blemente los resultados fundamenta-les iban a una ruptura política, buscarromper las bases en las cuales seasentaba la adherencia a la lucha po-pular.

Una de las herramientas funda-mentales que usaban sobre nosotrosera crear una condición de aislamien-to, fundamental para obtener resul-tados en la técnica de presión psicoló-gica. Lo más importante era el aisla-miento del exterior, que era la fuentede la esperanza y de los afectos prin-cipales. Rawson representa el confi-namiento, era muy difícil la visita. In-cluso se dio que a presos de la zona selos envió al norte, para lograr ese ais-lamiento familiar. Al aislamientogeográfico de Rawson se sumó, en laépoca de mayor represión, el aisla-miento político para el familiar.

E.P.: ¿Y la población?PEDRO: Siempre hubo signos desolidaridad. En momentos de granrepresión y mucho terror, a lo sumohabía cierta frialdad, pero no faltabauna palabra de aliento.

El familiar iba a un hotel y su habi-tación era allanada en su período devisita -tres o cuatro días- varias vecespor el Ejército. A tal punto llevabanlas cosas, que en 1979 cuando se per-mite por primera vez la entrada de re-vistas al penal, un kiosquero empiezaa traer revistas que antes no se ven-dían mucho en la zona y más canti-dad. Entonces lo amenazan, que notraiga más revistas. El tipo va a la co-misaría, plantea el problema y le di-cen queno les dé bola.que siga ven-diendo nomás. A los dos días le vue-lan el kiosco.

Durante años, del 76 al 80, laafluencia de abogados era mínima.Los pocos que venían eran abogadosoficiales que venían con el juez, por-que había un precedente de gran can-tidad de abogados secuestrados,amenazados, exiliados y muertos.Un abogado que quiso vencer ésto,con gran muestra de valor, fue el Dr.Antokoletz. Estuvo dos veces en lacárcel y al regreso de su segunda visi-ta es secuestrado. El Dr. Broquen,por ser abogado de presos de Raw

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Un símbolo, el aislamiento entre realidad carcelaria y realidad exterior.

son, es secuestrado y aparece a lospocos días, torturado. Tenía setentay pico de años.

Mujeres y niños

E.P.: ¿Cómo fue la presión psi-cológica en el caso particular delas mujeres?SILVIA: Las presiones fueron dife-rentes del 74 al 77 y según la situa-ción,.si estabas embarazada, si teníasun niño. Las compañeras que llega-ron a fines del 74, embarazadas y tor-turadas, venían ya con una presiónpsicológica importante. Para noso-tras las presiones psicológicas eran,por ejemplo, impedir que los ninostuvieran un régimen diferente delnuestro, con más recreos. Nosotrasteníamos una hora y pedíamos queellos tuvieran más, después de mu-cho luchar conseguimos que una ma-dre, en forma rotativa, tuviera unahora más de recreo todos los días contodos los niños, en un patio que teníaun poquito de césped. Otra cosa eraprivarnos de víveres para los niñosdurante varias horas del día, impe-dirnos que saliésemos con nuestrosniños para que fueran vacunados enLa Plata. En todos los planes de va-cunación fueron los niños con las ce-ladoras. Otra medida de presión eradejarnos hasta último momento, has-ta el momento del parto, en las peo-res condiciones, en el mismo pabe-llón o aisladas en una especie de dis-pensarios y cuando realmente está-bamos a punto de parir, éramos tras-

ladadas al Policlínico de La Plata.Eso fue hasta principios del 76; pos-teriormente montan una especie desala de partos, totalmente precaria,que es denunciada por nosotras, ver-daderamente no cubría ninguna delas condiciones mínimas para garan-tizar un parto.

En nuestro pabellón había aproxi-madamente unas veinticinco presaspolíticas, con diferente compromisoy conciencia sobre.la lucha popular olos motivos por los que estábamosdetenidas.

E.P.: ¿Vos qué formación te-nías?SILVIA: Soy médica. pediatra, enese momento estaba en cuarto año dela facultad. Había compañeras estu-diantes de psicología, y otras de filo-sofía. Entre todas tratamos de armaruna casa-donde pudiéramos evaluar ycontrolar, desde el punto de vista psi-cológico y de la sanidad, nuestra rela-ción con los niños. Intentarnos haceruna socialización de los niños, nodesde el punto de vista de la relaciónmadre-hijo, sino desde la prácticaconcreta, porque ninguna mujer seencuentra las veinticuatro horas deldía sola con su hijo. Para cualquieractividad que teníamos que hacer -lavar un pañal o ser trasladadas-, loshijos quedaban en el pabellón bajo elcuidado-de las compañeras.

En el penal de madres era muy fá-cil extorsionamos: una compañerapuede pasar muchas horas sin comer,pero para nosotras con los chicos eramuy difícil. Si nos dejaban diez odoce horas sin agua, en un pabellón

donde había cinco chicos que cami-naban y el resto, unos quince lactan-tes y con pañales, no podés aguantar,están todos los pañales sucios y loschicos muertos de sed.

Mi hijo, que nació en la cárcel, sa-lió por primera vez entre los nueve ydiez meses. Se nos permitía quenuestros familiares los sacaran quin-ce días de visita. Cuando él sale lo

, único que conoce son las palomas yun pedacito de verde, le resulta terri-blemente difícil el contacto con el ex-terior, además de la separación de lamadre. Los autos, el ruido de la calle,lo asustan, empieza a conocer elmundo exterior, los sonidos, y haceuna crisis depresiva importante. Laopinión de los' pediatras en ese mo-mento es que si no se recupera en doso tres días hay que llevarlo de vueltaal penal. Esto ocurre con todos loschicos, sobre todo en la primera visi- •ta, después se acostumbran.

Después, a partir del golpe, el pe-nal queda incomunicado, rodeado defuerzas militares. Comienzan a hacerdisparos al aire todos los días comoforma de amedrentamiento. Se noscortan los víveres y tenemos que ha-cer una nueva campaña para ver quehacíamos con los chicos. No nos danla leche; después, cuando nos la dan,no nos dan azúcar y a cambio, nos lapermutan por miel. Si le damos miela un lactante, le causamos una crisisde diarrea que lo lleva a la muerte enbreve tiempo.

Después, entran en el pabellón demadres, armados y con los perros, ynos llevan a un patio descubierto,contra la pared, bajo el sol. Las rna-

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dres empezamos nuestra lucha paraque nos saquen del patio, donde senos están insolando los chicos. Des-pués de mucho luchar, con el apoyode las otras compañeras -todo estocon golpes, palizas, etc.- logramosque en las requisas nos trasladen auna celda grande con todos los chi-cos. En todos los pabellones, por su-puesto, vuelan las radios, los libros,los diarios ... pero la saña particularque tienen en el pabellón de madreses tal que agarran los roperitos de loschicos, los tumban y los pisan, y sededican a romper los juguetes de loschicos, los dibujos que les hacíamos.

Hay otros aspectos para tocar,como el niño que es abruptamenteseparado de su madre en el momentode la detención, el niño que es deteni-do con sus padres y presencia su tor-tura ... En nuestro pabellón había unniño que había sido metido con suspadres en uno de esos camiones fri-goríficos y los tienen un día y medioahí, donde al compañero lo torturanya la compañera y su hijo les hacenpresenciar la tortura. Con ese chicohicimos un trabajo especial de apun-

. talamiento de su estado psíquico.Otro chico que es separado de su ma-dre -tenía entre nueve meses y unaño- no ingresa al penal porque noconviene, y también presenta seriosproblemas de conducta: la relacióncon la madre es a través de rejas, porcarta ...E.P.: ¿Qué pasa con lasembara-zadastorturadas?SiLVIA: Entre el 74 y el 75 llegauna compañera embarazada, entre elquinto y sexto mes. Había sido tortu-rada con picana eléctrica por toda lazona genital, el vientre, etc. Conti-núa un mes y medio o dos con su em-barazo y hace un parto prematuro.Ese niño tiene una alteración psicoló-gica importante: un llanto agudo, unquejido permanente, es irritable, sesobresalta con cualquier cosa. Másadelante comparto la celda con unacompañera que había sido traída deMar del Plata, detenida por el grupoGada. En su tortura participó un gru-po de argelinos, profesionales de latortura. Lo que hacían era torturarlaun día, dos, la dejaban recomponer-se una semana, quince días, y la vol-vían a sacar. Como estaba embaraza"da, le ponen grabaciones con llantosde chicos, succión del pezón o la ma-madera, es decir, todo un cuadro detortura psicológica a medida que vanhaciendo la tortura física. En un mo-mento le sacan la venda y hacen todauna dramatización -gateos, etc.-acompañando la grabación mientrasla van torturando.

Investigación: Gabriel LevinasAndrea Ferrari

Eduardo Blaustein

clara, que implicaría necesaria-mente una diferencia en la meto-dología de un partido revolucio-nario •••P.:Estoy de acuerdo, y sin embargonosotros proseguimos actuando deuna manera similar. Creo que noscabe a todos los que contribuimos alderrumbamiento del gobierno demo-crático parlamentario-Campora, Pe-rón, Isabelita- una prorunda auto-crítica por haber contribuido a la de-sestabilización y a la intervención dela dictadura militar de 1976. Sin em-bargo, el elemento fundamental quepermitió esa desestabilización fueque el gobierno de 1973-76 no satisfi-zo las aspiraciones de las propias ma-sas que lo eligieron; nosotros fuimosun ingrediente dentro de ese tamba-leo. Podríamos haber contribuido ala estabilización de la democracia;objetivamente echamos agua al moli-no de la contrarrevolución, del ene-migo popular, de la oligarquía y elimperialismo. Estamos convencidosde que en el futuro ese grave error nodebe volver acometerse.

E.P.: Ahora, si ustedes desesta-bilizaron al gobierno militar, ycon la misma metodología deses-tabilizan al constitucional, en laprimera también están equivo-cados. En última instancia, elobjetivo no es bajar al gobiernomilitar, sino alcanzar la liber-tad. Pareciera que cuando te me-tés a actuar con una metodologíaigual y contraria a la del enemi-go, de alguna manera termináshaciéndole el juego •••P. :No había ni la decisión ni la inten-ción de desestabilizar ningún gobier-no constitucional, nuestros actosconcretos llevaron a ese resultado.Había intencionalidad y planes quetenían como objetivo el pensamientoidealista de la toma del poder políticocon el objetivo de obtener la felicidady la prosperidad de nuestro pueblo.E.P.: Volvamos al planteo ini-cial, quiero que me respondas sila metodología política emplea-da para desestabilizar al gobier-no militar que desemboca en lademocracia del 73 no llevaba im-plícita la utilización de un meca-nismo que después no iba a serposible desactivar, porque aun-que no lo hicieran ustedes mis-mos, iba a ser empleado por lareacción. ¿No es una interpreta-ción de un estado de concienciade la gente que en realidad no estal, que te habilita a actuar deuna manera individual y descol-

1983: Las conclusiones

EL PORTEÑO: Hoy, más tran-quilo, fuera de la cárcel, ¿quépensás de la guerrilla, de todo loque viviste, de lo que pasó?

PEDRO: L-aexperiencia de nuestrageneración debe interpretarse en tér-minos globales. Nosotros, en todanuestra juventud, fuimos bloquea-dos, y venimos arrastrando experien-cias dictatoriales, represivas y frus-trantes desde la generación de nues-tros padres. La cuestión es interpre-tar la experiencia de la guerrilla ar-gentina de la década del 60 y el 70como la experiencia de una genera-ción maniatada y amordazada en lopolítico, que trata de encontrar, porcualquier medio posible, una formade manifestación de sus intereses, desus inquietudes, de sus esperanzas.La violencia es indispensable en algu-nos momentos, pero no puede serpara ninguna persona sana una aspi-ración o una felicidad que la únicamanera de desarmar el 'nudo gordia-no sea cortándolo. Nuestra genera-ción se vio interrumpida en su evolu-ción, en su madurez política, por losgolpes de estado de Onganía y subsi-guientes.

En esa época encontramos que laexperiencia latinoamericana hablabade que la única manera de interrum-pir el prolongado e indefinido perío-do de dominación autocrática mili-tar, arrogante, pomposa, necrofílicaa veces, y sobre todo asfixiante, eracortar por lo sano. Seguir el ejemplo, de los héroes de la lucha revoluciona-ria latinoamericana y mundial -elcaso del Che era el modelo paradig-mático que teníamos más a mano- ycomenzar una actividad armada queveíamos necesariamente enmarcadaen una estrategia de toma de poderde características militares. En esecontexto, la experiencia nuestra fuebuena y creo que positiva en el perío-do que va desde la instauración de ladictadura de Onganía hasta el de-rrumbamiento del gobierno de La-nusse. Creo que nuestras accionescumplieron un importante papelconstructivo en la caída de la dictadu-

, ra que acabábamos de sufrir. Creoque es reivindicable porque formóparte de una polifacética resistenciapopular, que tuvo ~mo componen-tes la 1ucha-armáOa, las huelgas, lasinsurrecciones parciales -corno elCordobazo, el Rosariazo, el Mendo-zazo-.

E.P.: Una vez que el gobiernodemocrático del 73 entró en fun-ciones, se marca una distinción

12 - El Porteño, Enero 1984

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berramíenta cercenadora de todo lo que mantuvlerala personalidad del interno.

gada del resto de la gente? .P. :La violencia revolucionaria y laviolencia contrarrevolucionaria nofue inventada por nosotros, formaparte de una larguísima tradición delucha de clases en la Argentina.Nuestra lucha armada cumplió un pa-pel progresista, positivo y loable en elperíodo anterior a la caída del go-bierno de Lanusse. Así lo entendióuna gran parte del pueblo argentinoque nos dio su apoyo y una gran can-tidad de miembros del espectro polí-tico que dieron su aval pasivo a la re-sistencia armada. Pero creo que te-nés razón cuando decís que en la in-terpretación de nuestros actos, en lasconfusiones de tipo conceptual encuanto al carácter de la lucha popular,estaba el germen de los errores delfuturo. Esas ideas erróneas que lle-van a divorciarnos en nuestros actoso ideas de las masas a las cuales que-ríamos llegar -que nos llevan a poneren peligro a la democracia y a romperla estructura de las alianzas políticasy sociales que tendríamos que haber-nos esforzado en construir- nos lleva-ron a desestabilizar el gobierno cons-titucional que, aún en sus etapas mástardías, con Isabelita, gozaba de unconsiderable consenso.

E.P.: ¿En qué momento conside-rás que es necesaria o aconseja-ble la lucha.armada?P. :Me parece que es legítima en tan-to que se trate de una lucha contrauna dictadura autocrática que violelos derechos humanos y cívicos, yque esa lucha tenga un consenso ge-neralizado de la población.E.P.: ¿Qué debe hacer el actualgobierno democrático con los ca-sos de Firmenich y la gente quedirigió la guerrilla?DALMIRO:Creo que debe quedarclaro que la actividad política, arma-da y no armada, que se da durante laresistencia al gobierno militar instau-rado en el 76 se hace en forma con-ciente. El juicio de valores que sepuede aplicar contra una personali-dad responsable lo va a dar la opiniónpública, el pueblo en general, sus mi-litantes y sus propios compañeros delmovimiento. No hay que equipararuna responsabilidad en términos po-líticos -ya que todos hemos partici-pado concientemente de una resis-tencia- con la metodología de terror,destrucción, desaparición y muertéque ha llevado adelante la dictadura.Nosotros en mngun momento hemos

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violado derechos humanos, no he-mos ejercido terror en la forma enque lo ha hecho la dictadura, no he-mos matado indiscriminadamente,no hemos secuestrado chicos ... Lasresponsabilidades para nosotros sedan en términos políticos. Creo queno se pueden comparar las responsa-bilidades: los únicos responsables delas muertes, desapariciones y terrores la dictadura militar, con los sociosimperialistas y oligárquicos.PEDRO: VOS decías que Firmeniches responsable de miles de muertes:yo te diría que esencialmente la res-ponsable de miles de muertes es la re-presión.E.P.: Cuando hablo de miles demuertes es cuando Firmenich,sabiendo el estado que existía del76 al 79 en la Argentina, tenien-do datos concretos, trajo genteexiliada; esa gente era esperadaen las fronteras y eliminada sis-temáticamente.PEDRO: No creo que sea simétricani equiparable la responsabilidad dela policía, del Ejército, de las fuerzasde seguridad que los eliminaron a laresponsabilidad del que los mandó,aunque haya sido un error. Inclusoesto es relativo, porque el que veníacon una pastilla de cianuro en el bol-sillo o con la expectativa de ser se-cuestrado en la brevedad, no veníaengañado, sabía lo que estaba ha-ciendo. Era un compañero dispuestoa sumarse a la resistencia pese a losriesgos. Ultimamente, a nivel más omenos generalizado, se manejanequiparaciones entre los luchadorespopulares que ,equivocados o ac~rt~-dos llevaron una lucha por la digni-dad de los seres humanos y por unavida material y espiritual más bellapara todos, y los represores de la dic-tadura. Creo que no es la misma si-tuación.

En un caso se cometieronerrores, en la búsqueda de uncamino hacia la liberación na-cional, en el otro se llevó ade-lante una política consecuentey efectiva de entrega del patri-monio nacional y de represiónterrorista al pueblo.Cada pueblo busca su propio

camino hacia la liberación. Sibien hay leyes que son comunesa todos los procesos latinoame-ricanos, en el caso de nuestrapatria deberemos buscar ese ca-mino a través de la unidad detodos los sectores democráticosy populares y la movilizaciónmasiva en función de defendery profundizar la democracia

El Porteilo. Enero 1984 ' 13

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LA COLUMNA DE LAS MADRESPor qué seguimos yendo a la plaza

Las Madres compartimos la alegríade la inmensa mayoría de los argenti-nos ante la recuperación de la demo-cracia. Por ello nos asociamos al rego-cijo general del 10 de diciembre por laasunción del mando por el presidenteconstitucional, Dr. Raúl Alfonsín,aunque inevitablemente teñido connuestra particular y terrible carga decongoja y esperanza.

Como ciudadanas y como madresde "detenidos-desaparecidos", lasMadres participamos y seguiremosparticipando activamente en esta de-mocracia naciente en la que el puebloargentino tiene cifradas tantas expec-tativas e ilusiones.

Esa participación activa implica elapoyo sin retaceos al Gobierno Cons-titucional. TODOS los argentinos nopodemos permitir más golpes de esta-do. Pero esa participación activa tam-bién significa manifestar, y si es nece-sario públicamente, nuestras discre-pancias con medidas o decisiones queestimemos como de dudosa eficacia odesacertadas. Más aún, es nuestraobligación hacerlo, puesto que ése esel deber de todo buen ciudadano enel marco de una democracia plural ylibre en cuyo seno el disenso debe Ser

expresado civilizadamente.Pensar otra cosa, confundir el

apoyo crítico, el cuestionamiento ho-nesto de medidas que adopte un Go-bierno Constitucional, con un cuestio-namiento a la legitimidad de ese mis-mo Gobierno, está fuera de toda cues-tión. Es suponer que la firme adheren-cia a los principios republicanos y de-mocráticos que marca nuestra Consti-tución obliga a la unanimidad en laopinión, al ocultamiento del disenso,que son precisamente los signos ca-racterísticos de la dictadura.

Es saludable y necesario ejercer eseapoyo crítico y señalar errores y acier-tos. Es el alimento necesario para elfortalecimiento de la democracia.

En en eso estamos las Madres, porello -sin prestarnos a intereses ni jue-gos subalternos de nadie- mantendre-mos en alto nuestro reclamo.y por eso seguimos yendo a la Pla-

za de Mayo todos los jueves. Nuestrogrito aún no ha tenido respuesta. De-ben aparecer los "detenidos-desaparecidos" que estén con vida yse nos debe la información pormenori-zada de la suerte de todos y cada unode ellos.

Finalmente los culpables de los se-

cuestros, torturas y asesinatos debenser juzgados y penados conforme a lamagnitud de sus crímenes. A mayorresponsabilidad. mayor castigo. Estejuzgamiento debe ser ejemplar y co-nocido por todo el pueblo que así po-drá tener la certeza de que el horror nose repetirá, que el NUNCA MAS seráefectivamente nunca más. Por esocuestionamos que los militares acusa-dos sean juzgados por un tribunal cas-trense y no por la Justicia OrdinariaPenal como cualquier otro ciudadano.Por eso insistimos en la Constituciónde una Comisión Bicameral Investiga-dora ya que el Congreso, en tanto Po-der Legislativo, cuya Cámara Jovenes la representación del pueblo mis-mo, es el ámbito, la caja de resonanciaadecuada para la consideración de unproblema que afecta al pueblo todo,así como la Plaza de Mayo, escenariode nuestra resistencia a la Dictaduradurante largos siete años, es el ámbitonatural para que las Madres sigamosmanifestando nuestro reclamo.

Así y sólo así, con Verdad y Justi-cia, podrán recuperar, los argentinos,el sentido ético de la vida sin el cualnada perdurable, nada que valga lapena, puede ser construido.

14 . El Porteño, Enero 1984

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MUNDONUEVOUN RELEVAMIENTO DEL PAISA TRAVES DE SUS CIUDADANOS

POR RADIO EL MUNDO FM 94,3 MHZTODOS LOS OlAS DE 7 A 11

CONDUCCION ENRIQUE MATAVOSy LA PARTICIPAC'ION ESPECIAL DE

AUGUSTO BONARDO REYNALDO BANDINIMONA MONCALVILLO EDGARDO TRENTI I

BLANCA REBORI ROMULO BERRUTTISALVADOR ROSSITTO ALBINO GOMEZLUIS TORRES RAUL SANTANAANGEL MARIO HERRERA RUBEN ROTELALEO VANES' EDGARDO BONZICARLOS CAMp·OLONGO oseas LASALLE

MANUEL REY MILLARESCOBERTURA DEPORTIVA: SERVICIOS ESPECIALES

DE TENIS TIE BREAK y NOTIGOLF. COORDINACION:

JOSE MARIA JARAMILLO y ARMANDO CAMUFFOASISTENTES: MIRTA PINTOS • ABEL GILBERT

PRODUCTORES: JORGE COSCIA • GUILLERMO SAURAPRODUCCION' PERIODISTICA: ARTURO CAVALLO

RADIO EL MUNDOFM 94,3 MHZ

I

MAIPU 555 Tel. 392·8244/8344

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Las corporaciones se defienden

Algunos datos de la realidad, en los últimos días.evidencian.de parte de ciertos sectoresde la sociedad, la persistencia en actitudes y conductas que en nada aportan a laconsolidación de la democracia.

¿Qué pasará en el país si Pichininillega a ser elegido Secretario Generalde la UOM?

¿Si Ongaro de la CGT?Esto preocupa a los detentadores de

un poder sindical que ya ha fracasadoen su intento de alianza con el podermilitar.

Vivimos un momento intereante: eltiempo previo a erupciones volcánicasde la verdad. A tan sólo diez días de laasunción del presidente.

La policía se rebela. Como no pue-de contra el gobierno, lo hace contralos civiles, de manera encubierta ysórdida, como era de esperar. Se sacalas chapas y reprime, con argumentosque pueden confundir: contra las ba-rras bravas, pero se ve claramente portelevisión como entre varios le pegana un detenido. La función de la poli-cía es evitar la violencia, no practicar-la. Toda función represiva o guerreratiene una ética. Detener no es torturarni vejar. Ganar una batalla es paralizaral enemigo, no exterminarlo, ni prac-ticar genocidio. Hay reglas de juego,reglas civilizadas que la Argentinaperdió con la sobrerrepresión y el te-rrorismo de estado, reglas que todoshemos perdido en mayor o menorgrado, y en grado superlativo quienesdeben cumplir la función de proteger-nos: la policía, del delito; el Ejército,del enemigo exterior. La gente, y conesto me incluyo, ve en la autoridaduniformada no al protector sino al cri-minal, del cual debe defenderse. Aesto obedece, a los largos años de so-brerrepresión, la pérdida de normas denuestra sociedad, la confusión de lasreglas y lo difícil que es hoy nuestraconvivencia. Al fin del partido, loshinchas de Racing, (ya no tan solo labarra brava) atacaron a una autoridadpunitiva. Llevará tiempo cambiar a la

.

REALIDADES

Por Jorge Di Paola Levin

sociedad argentina, y todavía hay mu-cho que ver. Acaso un linchamiento0. <:osa por el estilo.

LQué hubiera pasado si frente alobelisco la policía no interviene y dejaa esos zarpados con su cartel "M!1-rihuana libre' '? No hubiera pasado na-da. Pero la policía crea un conflictomayor (y esto no puede ser casual) enbase a una ordenanza que reprime lapropaganda de la droga. Pero un jefede policía debe evaluar entre dosconflictos, ya que nada hay perfectoen la represión, y elegir el menor. Ungrupo de chicos que clama, despuésde todo, por márgenes de libertad,(que bien pueden discutirse en unasociedad que quiere ser democrática)no pueden ser excusa para una batallacampal, ni para una represión genera-lizada, ni para el delito de quitarse lachapa identificatoria.

Ni los militares pueden invitar a excomandantes en jefe que van a serjuzgados, con la excusa del protoco-lo. No hay protocolo con la culpabili-dad, que debe ser condenada. O todoserá en vano.La corporación síndieal se defien-

de, mostrando su hilacha. Triaca, tanpulido, perdió la compostura y mostrósu verdadera sustancia, con declara-ciones radiales que (ni él mismo se dacuenta) son amenazantes. Acaso elproyecto de ley tenga algún defecto,no la discutimos aún. Pero tiene unobjetivo muy claro, democratizar elmovimiento obrero. Otro argumentoaterrador: las minorías son infiltra-dos, en boca de una senador peronista(ahora no me acuerdo el nombre).¿Acaso el peronismo, que es hoy mi-nora en el gobierno, y participa en elCongreso, es un infiltrado? ¿O es laprimera minoría, tan respetable eimportante para el gobierno global de

la Nación como la mayoría? Aquí hayuna mentalidad corporativa, que en-tiende el poder como hegemóníco. Ydebe cambiar.La corporación militar se defiende.Tiene poco espacio. Los norteameri-canos no darán crédito alguno a ningúngolpe. Por otra parte aún no han po-dido recomponer sus fuerzas. Simple-mente hostigan, bravuconean. Acep-tan juzgar a los comandantes en jefedel Proceso, y van a tener que hacerlo.También van a tener que cambiar dementalidad, o pasar a retiro. No va aser el primer paso en que los civilestendrán que convirtirse en militares.(La Unión Soviética así lo hizo... yfundaron un ejército consistente.¿No?)

Paradojas del reformismo. En bue-na política, el Ejecutivo no tiene otraalternativa que volverse progresiva-mente revolucionario o perecer. Es loque se llama la fuerza de las cosas.. Pues el gran capital, al rechazar re-formas impositivas, (que han instau-rado todos los países occidentalesavanzados) con disturbios en la Bolsa,con sobremarcaciones o lo que sea, secavarán su fosa. La corporación in-dustrial tiene dos caminos: o com-prender la vía de las reformas gradua-les elegida por los radicales, y dejar desobreexplotar, aumentando la produc-tividad y racionalizando en serio suproducción, subvencionada por nues-tras privaciones, o llevar, junto con lacorporación sindical y con la corpora-ción policial-militar, al país alabismo.

Todo esto se abre a sólo diez días dela asunción del presidente y sólo porobra de tibias medidas reformistas,que tienden al acuerdo de clases, atransformar a la Argentina, de a poco,en una Suecia gigantesca.

16 • El Porteño, Enero 1984

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Investigación y enjuiciamiento¿de qué modo?

Cuando días atrás escribíamos lanota titulada "Comisión Bicameral¿porqué?", esta vía de investiga-ción y enjuiciamiento político de loocurrido en materia de violacionesa los derechos humanos estaba co-locada sobre la mesa del debate, ala par del propósito generalizadode declaración de nulidad absolutade la llamada ley de amnistía. Losmedios de comunicación se hicie-ron eco de la intención de crear laComisión aludida aunque no falta-ron sorprendentes comentariosacerca de si dicho cuerpo tendría ono facultades amplias de investiga-ción hacia el pasado o solamenteatendería la posibilidad de actuarsobre nuevas violaciones que pu-dieran suceder en el futuro. Con elpropósito de poner en marcha lacuestión, en conjunto con los legis-ladores del Partido Intransigente,presentamos a la Cámara de Dipu-tados un proyecto de resoluciónque preveía la constitución de laComisión, definiendo claramenteque su propósito sería "investigarexhaustivamente las violaciones alos derechos humanos cometidaspor agentes del Gobierno de lasFuerzas Armadas durante la vigen-cia del régimen de facto de la dicta-dura militar". Se contemplaba invi-tar al Senado a integrar el organis-mo; que el Parlamento delegara enel mismo las facultades que le co-rresponden -una reiterada juris-prudencia se la reconoce con noto-ria extensión, incluyendo la posibi-lidad de citar a prestar declaracióna funcionarios y particulares, requi-sar documentación, penetrar enedificios públicos, etc.-. Finalmen-te se recababa el asesoramiento y. cooperación permanente de las or-ganizaciones de derechos humanosy de familiares de personas afecta-das por la represión.

En este marco sobrevienen doshechos nuevos, que requieren hoyun primer comentario. La creación

Escribe Augusto Conte

por parte del Poder Ejecutivo de laComisión Nacional sobre la desa-parición de personas y el envío deun proyecto de ley al Congreso; re-glando acerca de los instrumentos yprocedimientos para juzgar lasmencionadas violaciones. Ambasdecisiones -sumadas a la previa deprocesar a nueve miembros de lastres primeras juntas militares-constituyen un todo integrado en-tre sí, por cuanto conforman en loesencial la respuesta que el poderrecientemente constituido ofrece aeste problema que siempre hemoscalificado como el central de la vidapolítica argentina.

La nueva Comisión -una pro-puesta no esperada y que acreditala capacidad de iniciativa de la ac-tual conducción- fue recibida consorpresa. El organismo había que-dado integrado por varias personasajenas al accionar concreto en ma-teria de derechos humanos, pe-ro'también por otras que exhiben unaintensa y bien reconocida trayecto-ria. Al mismo tiempo se invitaba aambas Cámaras legislativas a desig-nar representantes en el mismo.Por una parte, los comentarios pe-riodísticos de tono político (verClarín y La Nación del 18 de di-ciembre) entendieron que esta Co-

misión había sido' creada como unavalla y una alternativa a la antes co-mentada Bicarneral, lo que llevabaa pensar que su capacidad o su po-der político podía ser menor. Porotra, se le encomendaban funcio-nes -averiguar el destino o parade-ro de las personas desaparecidas;determinar la ubicación de niñossustraídos; denunciar la destruc-ción de elementos probatorios-cuya naturaleza parece más propiadel mismo poder central yergo nodelegable útilmente en un grupo deciudadanos. Finalmente si bien sele fija como objetivo general el es-clarecimiento de los hechos, luegose enumeran con carácter "específi-co y taxativo", tareas muy circuns-criptas, cuyo resultado se volcaríaen un informe final a producir en elplazo de ciento ochenta días. Va-rias entidades defensoras de los de-rechos humanos hicieron notar es-tas circunstancias en una solicitada,en la cual insistían en su criterio afavor de la Bicameral, a la par queobtenían una audiencia por partedel Presidente de la Nación, encuyo transcurso se habría habladocon amplitud y franqueza. Al re-dactar esta nota el tema había lle-gado hasta el nivel señalado.

El proyecto de ley para la siste-matización del enjuiciamiento delas responsabilidades derivadas dela acción represiva criminal y clan-destina, llevada a cabo por lasFuerzas Armadas y de Seguridadprovocó estupor desde el inicio enlos medios especializados y la críti-ca comenzó a extenderse en la opi-nión pública a medida que se adver-tía su significado. En primer lugarel proyecto dispone que los delitosimputables al personal de dichasfuerzas "serían juzgados por elConsejo Supremo de las FuerzasArmadas, mediante el procesa-miento sumario en tiempo de paz

Continua en pq. 34

El Porteño. Enero 1984 - 17

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TESTIMONIOS II

Malvinas:Informe desde la trinchera

La divulgación de los informes Rattenbach y Calvi -diluídos en su impacto en laopinión pública con la asunción de Raúl Alfonsín a la Presidencia de la Nación-plantea serias dudas acerca de las intenciones y las limitaciones de la supuesta .autocrítica militar. Los testimonios que siguen a continuación pretenden ofrecer

imágenes más vívidas que las proporcionadas por la jerga castrense, así como paliarposibles distracciones en la memoria popular.

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TESTIMONIOS nINFORMES/M.A. T., ex-combatientes, clase 1963.

-Hay una cosa que es muy sencilla-.No se le puede seguir escondiendo ala opinión pública, al pueblo o al país,una cosa que le afectó tan profunda-mente. Porque los que murieron,nuestros compañeros de allá, eranhijos del pueblo; el dinero que afana-ron con el curro del Fondo Patrióticoera dinero del pueblo, la mentira quese les contó ha afectado al pueblo, lagente que fue a gritar supuestamentefue pueblo, la guita que se perdió allácon las armas, era guita del pueblo.Entonces no puede ser ese informe tanestrictamente "secreto y confiden-cial". Lamentablemente tuvimos queconocer el informe mediante una fil-tración, y no porque ellos hayan teni-do el valor de agarrar y darlo a co-nocer.

El informe Rattenbach nos da larazón a nosotros. Pero hace un añoque los ex-combatientes venimos de-nunciando la carencia de apoyo logís-tico, la cobardía de un montón de ofi-ciales y un montón de cosas. Quieredecir que después de más de un año enque venimos hablando, que nadie nosha escuchado, que hemos sido boico-teados, perseguidos, el informe quehacen los mismos militares nos vienea dar la razón. Pero el documento nose explaya en su totalidad, hay unmontón de culpables -políticos , másque militares- que en ese informeno se nombran.

LA INSTRUCCION

M.G. ex-combatiente, clase '63.

-Estuve 54 días en el campo, enEzeiza. De esos 54 días, pasamos tresdías en el polígono de tiro -o sea, sólotres prácticas- y bueno, lo demás eratod- enseñanza teórica, pero más quepara _d guerra, te preparaban paracombatir a la subversión. Para darteun ejemplo claro, ellos en vez de deciren medio de una práctica "Al frenteenemigo inglés o chileno" , te decían"Al frente, posible pelotón guerrille-ro" o "subversivo".

J.C.P., Teniente 1°que pidió la bajatras las guerra.

-En la época de la subversión cadauno manejaba la información que lecorrespondía. Antes eran todo ejerci-

cios, todo supuestos, siempre ma-nejándose o bien sobre la guerra anti-subversiva o sobre guerra convencio-nal, pero todo eran "prácticas".

LA GUERRA, ANTES.

-La guerra era para nosotros comopuede ser para vos. O sea, antes delservicio militar la podías ver por cine,por televisión, pero no tenías concien-cia realmente. Mirá, es una cosa quehay que vivirla, hay que saber lo quees la guerra. Ni siquiera haciendo elservicio militar podés llegar a palparlo que es, lo que es la guerra, lo que esel miedo, lo que es sufrir, lo que estemblar y el miedo que te paraliza, esalgo terrible. Antes éramos hijos delProceso, yo en mi caso, era hijo deProceso. Hay que vivir la guerra tam-bién para saber lo que es el Ejército, loque es la institución del Ejército.

-Yo lo que quisiera decir no es loque pensaba de la guerra, sino lo quepienso ahora. Si bien la guerra hacedaño y no contribuye en nada al biendel hombre, a veces es necesaria. Es elúltimo extremo al que vos tenés quellegar cuando querés defender un de-recho tuyo. Yo a la guerra en ese senti-do la justifico, porque inevitablemen-te todo te lleva a eso. Ahora inclusonos gustaría volver a la guerra ...

LA NOTICIA, 11

En el momento de la noticia existiaverdaderamente una gran euforia porir a Malvinas. Cuando llegamos a RíoGallegos la gente se peleaba por subiral avión. Y después, lo que te decía-mos antes, que tras 14 meses de mili-cia, se había acumulado todo un versoterrible. Te bajaba cada línea ...

-Bueno, yo te digo sobre eso, sobrela euforia, que sentí pánico cuando meenteré de todo eso.

-Todo lo contrario, loco, yo baila-ba en una pata.

TRINCHERAS 1- El otro día estuve en el Chaco, en

el centro de los ex-combatientes deallá. Los pibes estaban contando elcaso de un capitán de navío, que lohabían asignado a la fuerza del Ejérci-to. Por lo que me contaban los pibes,noté que más allá de las deficienciastécnicas, lo que más influye en la gue-rra es ia conducción, es el espíritu quetiene un jefe y se lo transmite al solda-

do. Ellos contaban la anécdota de estecapitán, que se quedó sin un brazo,que era un tipo que les decía a sussoldados que a él las estrellas le chu-paban un huevo en la guerra, que élera un soldado más. El decía" Antesque caiga un soldado mío, voy a caeryo". La prueba se demostró en elcombate, en donde él iba al frente. EnGanso Verde, cuando se quedó sin unbrazo por un cañonazo, le pidió a uncabo que agarrara un trapo y lo mojaracon gasolina, que le prendiera fuego yse lo pusiera en las venas para coagu-lar la sangre.

- En cambio, si vos tenés un oficialque se hace el pelotudo, que se la pasatodo el día torrando en el pozo, que tecaga a bailes, que te estaquea, que leimporta un pito lo que a vos te pasa yencima, cuando vienen las cosas jodi-das, se las pica porque está todo caga-do, vos, al ser el subalterno suyo, conmuchas más razones no vas a tenerganas de combatir. Y es lo que más sedio en Malvinas; desde los comandan-tes de brigada hasta los tenientes y lossubtenientes.

- Había un mayor, el mayor Bera-zain, se desempeñaba como oficial deoperaciones, que es algo/muy impor-tante. Ese tipo, durante todo el tiempoque yo estuve en Malvinas -y estoquiero que lo pongas- lo noté muyfalto de responsabilidad, negligente.Por ejemplo: llevó a un tipo para élpara que le lavara los calzoncillos, loslargos y los cortos. Ese soldado, Sici-liano se llama, fue todo el tiempo alasguerrasinarmamento por culpa deél, sin pistola, sin sable, ni fusil, por-que se lo quedó el mayor. Cuando vana combatir el viernes 11 de junio, quese inicia la etapa del ataque final con-tra Puerto Argentino, la compañía deregimiento A, que era la mía, va almando del jefe de compañía y estemayor. Lo que más se comentó a nivelde soldados, suboficiales e inclusiveoficiales, era la tremenda ineptitud yfalta de valor que tuvo para combatireste señor. A pesar de que a él, elgeneral Menéndez lo ensalza muchoen su libro por la actitud de combateque tuvo el regimiento, "Zulú" le lla-mábamos, que combatió de puta ma-dre. A este señor después lo condeco-ran. Un día, acá, le hablé por teléfonoa mi jefe y le digo" ¿Vio lo que salióen Clarín? ¿A este hijo de puta locondecoran?". "Y ves que todo esuna mierda" , me dijo mi jefe. Y des-pués los tipos se vanagloriaban en el

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TESTIMONIOSncuartel por la guerra antisubversiva ...

La Gaceta Argentina

PUERTO ARGENTINOA, 08 demayo de 1982. AÑo 1-Nro.1. CREA-CION. Por orden del señor Coman-dante Militar Conjunto de las IslasMalvinas, Grl. Br. D. MARIOBENJAMIN MENENDEZ, se creó enesta capital "LA GACETA ARGEN-TINA", designándose como Directorde la misma al Capellán CastrenseFRAY SALVADOR SANTORE O.P. ycomo Subdirector al Capitán D FER-NANDO ORLANDO RODRIGUFZMAYO, Oficial de Prensa de la Go-bernación Militar. EDITORIAL: LAGACETA ARGENTINA tiene un porqué: cubrir una necesidad de tipo in-formativo entre los miembros de lasFuerzas Armadas, Por consiguientenuestro objetivo será informar la ver-dad, que viene de lo real y de un nuevosentido histórico y social a estas tie-rras malvinenses. RESEÑA DE LOSHECHOS OCURRIDOS ENTRE EL01 AL 07 DE MAYO DE 1982.1-01MAY 1982.0440 Hs. Un avión enemi-go no identificado ataca el aeropuertode Puerto Argentino, arrojando dosbombas de 450 kgs cada una. 0734Hs. Explota en aeropuerto PUERTOARGENTINO una bomba con retardoarrojanda durante la primera incur-sión aérea del enemigo ... 2.03 MAY82.16.00 Hs. El crucero ARA BEL-GRANO es hundido por un submarinoenemigo, el cual le disparó dos torpe-dos. Se logran rescatar más de 800hombres de una tripulación de 200. Secontinúan las acciones de rescate.

J.C.P., Teniente 1°.

- Ante la primera lluvia nos encon-tramos con el problema de que se nosinundaron completamente los pozos.Estuvimos recibiendo lluvia perma-nentemente y como estábamos en unapendiente, nos llenábamos de agua.Para eso contábamos con la buena vo-luntad de cada uno. El equipo queteníamos era auto suficiente para unprimer momento. El racionamientofue en caliente hasta que se notó laescasez de elementos como el pan, lasgalletitas, el postre, tras unos 40 días.y se incrementó el desabastecimientoello. de Mayo, cuando empezaron lasoperaciones inglesas. En mi sector,para paliar el problema, se bajaron

Malvinas y BBC, la visión de los vencedores.

quintafecha del torneo defútbol. ZO-.NAA ...

H.C.V.,ex - combatiente:

algunas vacas. Unos soldaditos quehabían sido carniceros se ocuparon dedescuartizarlas y repartian un hueso acada uno; y con la grasa hacíamosvelas o le pasábamos a los borceguíes,los fusiles y las armas, para preservar-los. Tratábamos de preservar el pocoantióxido que llegaba para la parte in-terior de las armas. Algunos fueronnada más que con pistola y faltó muni-ción de 9 milímetros para esas pisto-las, que no llegó nunca. Sirven para25 metros, o para lanzacohetes, asíque imagínate qué utilidad podían te-ner en donde estábamos. Los conduc-tores de vehículos también las tenían,aunque no tenían vehículos.

GACETA ARGENTINA; 14 demayo, nro. 3. DEPORTIVAS. 1. AU-TOMOVILISMO, SE TRUNCO UNAGRAN TRAYECTORIA. GILLES VI-LLENE UVE se mató enBELGICA. Elespectacular accidente, que costó lavida al piloto canadiense, puso la no-ta dramática en la segunda sesión cla-sificatoria del Gran Premio de Bélgi-ca de Fórmula 1...El Gran Premio deBélgicafue ganado por JOHN WAT-SON al comando de un Me Laren.Segundo fue ... 2. FUTBOL. Resulta-dos más importantes de la decimo-

- Todo el mundo pensaba que losingleses no llegaban. Todos los díasllegaba el bolazo de que nos volvía-mos al continente, de que todo se ha-bía arreglado, de que Haig, de que elPapa, de que estaba todo solucionado.Hasta que nos empezaron a bombar-dear, lógicamente. Los bolazos se co-rrían desde muy abajo y desde muyarriba, y llegaban y todo el mundo selos creía. Mismo el Estado Mayor, ahítambién circulaban los bolazos y ... iYera todo bolazos! O sea que no habíauna concientización de que estábamosen guerra, más bien era una joda. Lasarengas también, que uno se pudría deescuchar arengas que eran, pero repe-lotudas. Y cuando empezaron losbombardeos, los oficiales se comen-zaban a putear entre ellos, era un con-ventillerío: por qué nos dieron cubier-ta aérea, por qué ustedes no avanza-ban, dónde están los barcos; que eran

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TESTIMONIOS npreguntas normales. Además de losinsultos entre ellos.

M.G.:

- Cuando había bombardeos no habíauna orden, llegó un momento en queno pasaba nada. Cuando venía el bom-bardeo cada soldado hacía lo que que-ría, por su cuenta. No había un jefe degrupo que te dijera "Soldado hay quehacer ésto". Los oficiales estaban enla suya, ellos se iban a reunir con otrossuboficiales en las carpas, a tomar ma-te. No estaban en la compañía, estába-mos todos desparramados, Yo en mipozo, en Mody Bloock, estuve un mesa cien metros, sin ver casi al resto demi compañía.J.C.P., Teniente 1°.:-Hay una cosa que es esencial. Yono sabía lo que podía pasar a mi iz-quierda o a mi derecha, sin buena co-municación por equipos. Tenía un ki-lómetro y medio para cubrir, y me eraembromado dirigir mi propia parte.Pero mis cincuenta hombres se porta-ron muy bien hasta el ultimísimo mo-mento.GACETA ARGENTINA, 17 de mayode 1982, número 4. ¿COMO ES ELENEMIGO? Las radios, los diarios,las revistas que llegan desde el Conti-nente informan sobre distintas unida-des inglesas que vienen a bordo de laflota enemiga. ¿Cómo son ellos? Larespuesta es sencilla: son hombresiguales que usted o yo. Altos, bajos,buenos, malhumorados ... No hay nin-guno de ellos que reúna los atributosde Superman, especialmente el de serinvulnerables a las balas. Están ar-mados con fusiles FAL, iguales a losnuestros, Ametralladoras MAG,iguales a las nuestras. Lanzacohetesiguales a los nuestros. Morteros igua-les a los nuestros. Pero no tienen mor-teros 120.Abreviando: usted no está peor

equipado que ellos. Usted tiene elmismo equipo y armamento. Ustedtiene clara conciencia de las razonespor las que está aquí. Usted sabe porqué lucha. Por consiguiente: TIRE AMATAR. Sufuego será eficaz.

NUESTRAS DIFERENCIAS CON ELENEMIGO

El enemigo no conoce las razonespor las cuales combate. El enemigocombate por la paga. El enemigocombate para defender el colonialis-mo. El enemigo no tiene detrás suyo lavoluntad de toda una Nación. Usted

conoce las razones por las cualescombate, Usted combate por la sobe-ranía y el honor nacionales. Ustedcombate por una CAUSA JUSTA.

DEPORTIVAS. DEL TORNEONACIONAL DE FUTBOL: Resulta-dos del domingo 16 de mayo: Zona"A": Quilmes 3-Gimnasia de Jujuy¡...

Armas, nsas, rezos-Mirá, te voy a dar un par de datos. A

partir del momento que el Regimiento l dePatricios va a Malvinas con fusiles FALque habían sido dados de baja en el año1977. Como dato hilarante te puedo decirque el general Menéndez tenía asignadossoldados para que en la puerta de la Gober-nación estuvieran parados haciendo guar-dia de gala. Un día de bombardeo se llegóa ver el Regimiento 1 de Patricios desfilan-do en la pista de aterrizaje, y estaba siendobombardeada. No me preguntes de qué erael desfile, porque no lo sé.

GACETA ARGENTINA, 25 de mayo de1982, número 6. VARIOS. UN TEMPLOMARIANO LLAMADO MALVINAS.Renovemos nuestra confianza en DIOS yen su Sma. MADRE. Hoy las Islas Malvi-nas son campo de batalla y un gran templodel Señor de los Ejércitos. La oración delrezo del Santo Rosario es permanente: esel arma poderosa para vencer a los enemi-gos de DIOS y de su Iglesia. Rezar el SantoRosario es gritar VN A LA PATRIA ... DE-PORTIVAS. RESULTADOS DE LOSPARTIDOS DISPUTADOS ...

26 de mayo de 1982, número 7. (Edi-ciónEspecial). PARTE DE GUERRA DELEQUIPO DE COMBATE "GÜEMES"(Ca "C"IRI25), ENVIADO AL CTE. BRI11IAL FINALIZAR LAS OPERACIONESDE HOSTIGAMIENTO AL ENEMIGOQUE DESEMBRCO EN LA ZONA DESAN CARLOS.

1. Siendo las 0230 hs. desde el PuestoComando de AGUILA (JEC "GÜEMES"en Pto. San Carlos), se escucha la ejecu-ción de fuego naval en zona próxima a laaltura 234. 2 -AGUILA procede a llamar aGATO (Jefe de las armas pesadas en altu-ra 234), éste no responde en ninguna delas comunicaciones efectuadas hasta las0600 hs ... 9:A las 0822 hs. se puedenapreciar lanchones de desembarco que sedesplazan en todas direcciones. lO-A las0830 hs. los observadores elevados deAGUILA, le informan que Infantes Ingle-ses se encuentran avanzando en cadenasdesde el Oste ... 34-Con las tropas de GA-.TO, todavía no se hizo contacto. Sus efec-tivos son los siguientes: 1 Oficial, 4 Subo-ficiales y 15 Soldados ... 36-Durante elcombate en SAN CARLOS, la población seburlaba de los Soldados Argentinos y for-mularon insultos y gestos, cuando se de-rribaron los helicópteros (enemigos), sa-

liendo rápidamente en socorro de las tri-pulaciones ... 37-Durante el desarrollo delas acciones se observó que el enemigo eralento para efectuar puntería y débil alfuego, sobre todo las tripulaciones de heli-cópteros, lo que proporcionaba tiempo ala infantería para derribarlos sin difi-cultad.

CARLOS DANIEL ESTEBANTeniente primeroJ Ca "C"IRf 25

M.G., ex-combatiente:

-En Puerto Argentino, recién en los úl-timos días se hicieron allanamientos en lascasas de los kelpers. Había casas que te-nían grandes antenas, que eran radioafi-cionados, Ellos daban informes directos alas tropas inglesas de qué pasaba en PuertoArgentino. Nosotros teníamos la orden deque estaba terminamente prohibido hablarcon un kelper, o tocarle la casa a un kelper,no podíamos hacer nada; dejarlos tranqui-los y ellos ahí hacían lo que querían. En losúltimos días fuimos a allanar una iglesia, ycomo no salió el cura no pasó nada, no sepasó la puerta ni nada. Durante cuarenta ypico de días pasaron informes a lo loco.

GACETA ARGENTINA, junio 7 de1982, número 11. EDITORIAL: Es desuponer que todo el que lea la GACETAARGENTINA se está haciendo la mismapregunta que nosotros: ¿Qué está pasan-do en realidad con el enemigo? ¿Paracuándo el tan anunciado ataque? ¿Porqué mantiene un accionar rutinario y abu-rrido? Bueno, tal vez aportemos algunasideas que nos ayuden a comprenderlo.RESPECTO AL ENEMIGO: Han apren-dido que nuestros soldados no son fácilesde doblegar ni han perdido su fe. Susmasivos bombardeos no dan los resulta-dos esperados. Lo enfrentamientos par-ciales les han sido adversos. Las condicio-nes meterolágicas en tierra los afectan. Larutina está comenzando a angustiarlos yperder confianza en sus fuerzas.

RESPECTO A LA PROPIA TROPA:Tenemos munición por tiempo indetermi-nado. Tenemos víveres portiempo indeter-minado. Tenemos unafe infinita. ¿No es-tará comprendiendo el enemigo que seequivocó del lugar, de adversario y funda-mentalmente que carece de motivacionessinceras y honestas?

LA VISITA DEL SANTO PADREA LA ARGENTINA: El Santo Padrevendrá a la Argentina ... El SumoPontífice encontrará una Argentinaunida en un deseo de soberanía; meti-da en una guerra, que por no ser de-clarada, llaman conflicto; a un paíssubdesarrollado, católico, enfrentan-do, prácticamente, dos superpoten-cias mundiales, protestantes ... ¿Po-drá nuestro Santo Padre imponer su

El Porteño, Enero 1984 - 21

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TESTIMONIOS nesa preparación, por eso te digo quehay que saber diferenciar lo que pasóahí para poder hablar, porque se dicentantas pavadas ... La locura que había,todas las noches yo corriendo como unboludo entre los pozos para saber quépasaba entre los pibes. El día que arra-saron todos los pozos de la bahía, losque habíamos hecho a doscientos me-tros de la costa, y me encuentro a unpibe, loquísimo, apuntando con supistola a los tremendos barcos que nise veían.

fuerza moral católica frente a la felo-nía protestante? ¿Esa fuerza moralpodrá mostrar, como es propio de laiglesia, que los más graves errorespoliticos y morales se fundan en erro-res religiosos?SUPLEMENTO CULTURAL: Re-chiflado en mi trinchera/hoy te evocoy veo que has sido/en tu triste ReinoUnido/sólo una pobre mujer,/su pre-sencia allá en las Georgias/puso caloren mi gente/te pedimos que te fueras/pero fuiste prepotente/y por tu cabezahueca/no nos pudiste entender. PorJUAN DURAZNO (en operaciones).

M.G., ex-combatiente, prisionerode guerra:

-Inmediatamente después de la ren-dición nos llega la noticia de lo queestaba pasando en Plaza de Mayo enese momento, que el pueblo había sa-lido a la Plaza de Mayo a repudiar.Incluso los suboficiales nos decían"El 2 de abril nos fueron a aplaudir yhoy nos van a putear". y nosotrospensábamos que la cosa era con noso-tros también.que cuando llegáramos aBuenos Aires nos iban a linchar.J.C.P., Teniente Primero:

-Las responsabilidades hay que ha-

"Estuve un mes metido en el pozo, sin ver al resto de mi compañía".

Prisioneros de guerra

Canberra. 16 june 1982. RE-GLAMENTO PARA PRISIONE-ROS DE GUERRA.DISCIPLINA. 5-Ningún prisionerode guerra atentara paras postior noautorizados expisamentes por la auto-ridad despuir que las misme haya im-partido el ariso correspondane en ellanguaji que il compriende ysi se ma-nifista se displicest del aviso ... RUTI-NA. 2B-Se levantarci a las 0600 ho-ras. 29-Se parara lista de prisionerosen las seguientoes ocasions... 53-Testamunto and Documentos. LosPG estas autorizados a dyasun testa-mento e otras documentos legaber laassistencia legal para confeccionasde estos documentar sera dado RQLFFI, adinar dare las instuccions re-ferente a que haces comeros docu-mentos. 54-Muerte durante la estadíaen el campo PG.

cerlas desde mayor para arriba. Vosno sabés la indignación que hay entrelos cuadros de más abajo. Los oficia-les, nunca sabías dónde estaban y a losgenerales los veías cada muerte deobispo, y para coÍmo te bajaban lacaña porque estabas con chiva. Hubo.casos de oficiales que se hacían aten-der por dos, incluso por tres milicos asu cargo. Otro, que nos sacó a un pibeque era panadero para que le hicierapan casero en su casa -ellos morfabancomo duques-. Oficiales que les pa-gaban a los kelpers para alquilarles lacasa, ví a un capitán cómo pagabacuarenta palos. ¿Y lo del general Para-da? Dirigiendo las operaciones cómo-damente desde su casa, por unaradio ...

Uno puede que tuviera toda una ca-rrera militar detrás. Pero vos no podéssaber cómo vas a reaccionar ante elcombate, no vas a saber cuántos hue-vos tenés o si no vas a salir cagando demiedo para el otro lado. No teníamos

Epílogos- Los chicos murieron y yo no quieroque sea en vano. La vuelta a la demo-cracia fue por la muerte de ellos y esuna llamita que se empieza a encen-der, me parece a mí, no? Yo no digoque mi hijo fue un héroe porque noestaba preparado para eso.J.C.P:

-Hubo cosas denigrantes. Sé positi-vamente que en otros sectores se casti-gaba a los soldaditos por medio degolpes. O el caso de los pibes a los quetuvieron que amputarles las piernas,por culpa de un oficial y un suboficialque los dejaron dos horas con las pier-nas bajo el agua, que se les congela-ron. Esas vejaciones a una persona esalgo que yo no lo permito, pero ojoque hay que vivir el momento, paraver cuándo un soldado puede poner enpeligro la situación y la vida del resto'de la gente. En esos momentos nosirve decir ¡'Te quedás sin franco","Te quedás en el calabozo" . Hay queadoptar otras decisiones,M.A. T., en el Centro de Ex-combatientes;

-Sobre la pena de muerte, nosotrosnos hacemos algunas preguntas: ¿Aquién le conviene más que los supues-tamente condenados a pena de muertemueran? ¿A la reparación del dañoque se le hizo al país -tal como lo diceel informe en su preárnbulo-? ¿O leconviene más a los verdaderos culpa-bles, los ideólogos, y los impulsorespolíticos de la guerra de las Malvinas?Evidentemente, a ellos, porque muer-to el perro se acabó la rabia.

-Como yo soy madre, me matarona mi hijo, no quiero que haya fusila-mientos. Me pongo a discutir con al-gunos que quieren que sí los haya, quelos maten, que esto y que el otro. Pero

Condaua en pq. 65

22 . El Porteño. Enero 1984

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La defensa nacionaljuzgará a la seguridad nacional

PROYECTO DE LEY. Hay males-tar por un punto del proyecto de leyelevado al Congreso por Alfonsín.¿Cómo los militares se van a juzgar así mismos? Entonces', por ejemplo:¿"Sendero Luminoso" debe juzgar alos jefes montoneros acusados? No esasí. La jugada de Alfonsín no es deningún modo una renuncia a la causade los Derechos Humanos. Creo quese está desplegando una forma dife-rente de pensar la política que, en estecaso, quiere decir terminar con el de-sencuentro entre "silogismos milita-res y silogismos civiles" , por decirloasí. Quedará más claro para todos si seenuncia que "la doctrina de la defen-sa nacional" juzgará a la "doctrinade la seguridad nacional". Si esto noocurriera, la democracia sería atroz-mente endeble.No hay que olvidar que, en los he-

chos, aún no está instaurada. Por aho-ra, se están expresando los deseos co-lectivos y una tendencia general de lasociedad.

La culpa militar, después de Malvi-nas, es severa. Reveló a las fuerzasarmadas, la diferencia entre las creen-cias patrióticas y los hechos. En cuan-to al abismo ético en que se precipita-ran los responsables ideológicos delterrorismo de Estado, y también susejecutores -¿no deberán legislarse loslímites de la obediencia?- ¿Podemos'conjeturar el grado de culpa que hagenerado en las fuerzas? Acaso sólosea medible políticamente. Las fuer-zas armadas necesitan recomponerse eintegrarse a la sociedad global, que harechazado categóricamente el horror.

¿Tratarán de expulsar la culpa, ela-borar el fiasco moral condenando a losresponsables desde ellos mismos?Esta decisiÓn evitaría seguir con elcorte que vuelve antagónicos, en elinterior de la sociedad argentina, aciviles y militares.

Pero estamos tan sensibilizados,después de años de simulacros yenga-ños, que la desconfianza es compren-sible, inevitable. No obstante, en laposibilidad de apelar a lajusticia civil,veo no sólo una garantía, sino también

por Jorge Di Paola Levin

una operación de pinzas contra la doc-trina de la seguridad nacional, que de-be perecer por completo.

Cada vez más movilizada, la Ar-gentina obliga a Alfonsín a basar supolítica en la creación de un frentecívico de alta participación, con eje enlas organizaciones de derechos huma-nos, un interlocutor cada vez más pre-sente, que saldrá al cruce de la deses-tabilización, que sólo puede provenirdel poder oligárquico y que no hayque confundir con la crítica.

Hay un cambio drástico en nuestravida política, un cambio en la manerade pensarla. Es cierto que no se murie-ron todos los dinosaurios a la vez; porun tiempo tendremos que convivir convivientes fósiles. Pero ésta se perfilacomo vigorosamente sutil, paradójicay de alta complejidad (las estrategiasno se revelan). Si ha terminado la vio-lencia política como práctica generali-zada, hay que pensar como posible laaparición esporádica y débil de la vio-lencia. Posible pero no necesaria: aho-ra hay que pensar bien, y todo de nue-vo. Quien no lo haga, perecerá políti-camente.

El malestar con respecto al juciopor la justicia militar de los hombresdel proceso, conjeturo, revela un pe-ríodo de transición: si los radicales no

juzgan y condenan la política de laseguridad nacional para siempre (ycreo que han optado porque la doctri-na de la defensa nacional sea el juez)perecerán. La política de shock, quepor información y por deducción es laúnica posible para la estabilidad de-mocrática, postula la necesidad decondenar a todos los responsables delhorror. Sólo de este modo es posiblerecuperar la participación del ejércitoen la vida cívica. Acaso la RevoluciónFrancesa, tardíamente, llegue a la Ar-gentina.TRAMPA NUCLEAR. Castro Ma-

dero (los intereses que llevan su nom-bre) tenía el deber de entregar, en eseentonces, al presidente electo la car-peta con los desarrollos tecnológicosde la CNEA. De este modo, Alfonsínpodía juzgar políticamente la carta,determinando los tempos (la políticase ha vuelto musical). Si bien el impe-rialismo no podía ignorar que la Ar-gentina trabajaba en el enriquecimien-to de uranio, podía no saber que laCNEA estaba en condiciones de pro-ducirlo en Pilcaniyeu. El hecho es queCastro Madero puso la cara para jugarpor las suyas esta carta crucial. Y estacarta modificó los tempos de toda lapolítica internacional de la Argentina.a) Jugada por Alfonsín, esta noticiahubiera presionado a los EE. UD. ,que ahora la usa para condicionar lasnegociaciones por la deuda externa. b)Cuando un país llega a estar en condi-ciones de producir bombas atómicas(por ahora, cuatro por año), toda supolítica cambia de dimensión. So-mos, de golpe, un país nuclear de ter-cera línea (poderosamente débiles) ypor lo tanto tenemos obligacionesque hace muy poco tiempo no tenía-mos. Por ejemplo, la de oponemosvigorosamente a todas las armas nu-cleares, la de adoptar una posiciónmundial, global, a favor de la destruc-ción simultánea y total de las armasnucleares, tal como quería AlbertEinstein, que opinaba que no era éstauna decisión gradual. No podemosoponemos tan sólo a la construcciónde bombas atómicas criollas.

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DERECHOS HUMANOS

ABUELAS DE LA PLAZA:INSISTIR POR LA VIDA

Nacieron en 1977 como las Abuelas Argentinas con NietosDesaparecidos. Ahora son conocidas como las Abuelas dePlaza de Mayo. Pero más allá de los nombres, esta nota serefiere a un grupo de mujeres que se obstinan en esquivar ladesesperanza.

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DERECHOS HUMANOS

A si, en su primer reclamo ala justicia, se presentaronlas Abuelas de Plaza de

Mayo: "Señor Presidente de laCorte Suprema de Justicia de la Na-ción, Dr. Horacio Heredia: Somosun grupo de mujeres argentinasque nos hemos ido encontrando ennuestro largo peregrinaje por dis-tintas dependencias judiciales, Re-gimientos, Iglesias, etc. Buscamosa nuestros nietitos, los bebés denuestros hijos desparecidos omuertos en éstos últimos dosaños"."En nuestra común desespera-

ción nos dirigimos a usted comopresidente de la Corte Suprema deJusticia de nuestra patria, con la es-peranza de ser oídas en nuestro cla-mor". "Nuestros nietitos nacierondurante el cautiverio de sus ma-dres, algunos; otros fueron secues-trados de su hogar durante enfren-tamientos armados. El más impe-netrable silencio pesa sobre ellos.Son bebés que tienen derecho a quelos ampare la Justicia. Pedimospara ellos protección. Estas criatu-ras recién abren sus ojos a la vida.Están más allá de las guerras, de losodios, de las venganzas degradan-tes. Son criaturas que deben crecerlibres, no esclavas del rencor. Poreso rogamos por ellas a usted, re-presentante supremo de la Justicia,en esta tierra ensangrentada."

"Buenos Áires, 11 de abril de1978".,-La institución nació en octubre de1977 -nos dice la Sra. María Choro-bik de Mariani, 60, presidente delas Abuelas de Plaza de Mayo- peronosotras ya estábamos buscando anuestros hijos desde hacía un año omás. Pero en aquél momento supo-níamos que nuestros nietos iban aser devueltos, nos parecía que elhorror ya era demasiado grande.No cabía en la cabeza de nadie quetambién desaparecerían los niños.

Es posible que nosotras estuvié-ramos desinformadas. Cada una es-taba dedicada a su trabajo o su casay nada más. Recuerdo la editorialde un diario que decía: hasta queno nos toquen la puerta no sabre-mos qué pasa. Veíamos pasar lamuerte por nuestro lado y no que-ríamos entender. Pero llegó el ho-rror y así y todo, seguíamos pen-sando que nos iban a devolver losnietos y por eso buscábamos por to-dos los rincones a nuestros hijos.

Pero ambas búsquedas se empeza-ron a complicar y entendimos.Cuando íbamos a un juzgado demenores, buscando a nuestros nie-tos, nos decían que deberíamos ir atal casa cuna. Ibamos y ños decíanque no, que deberíamos recorrerprimero los hospitales. Lo mismo lepasó a las madres que buscaban asus hijas embarazadas. Recorríanhospitales, cárceles, cuarteles. Undía decidimos unirnos para buscarjuntas; éramos trece mujeres quebuscaban sus nietos. En aquél mo-mento nos llamábamos "AbuelasArgentinas con Nietos Desapareci-dos". Pero el grupo fue creciendo yfuimos tomando conciencia de lamagnitud del espanto. Nos dimoscuenta que lo que nos pasaba a no-sotras no era una casualidad, sinopor el contrario, un método siste-mático que, por alguna razón, rete-nía a nuestros nietos. Por algo,para algo.-Ya organizadas -nos dice empal-mando la narración la sra. Estela deCarlotto, 56, vicepresidenta de las"Abuelas"- armamos una carpetacon todos los datos, escuetos, decada uno de los niños desapareci-dos o nacidos en cautiverio. A cadauna de esas hojas les agregamosuna fotografía -si existía- del niñoy de los padres desaparecidos. Atodos los jueces de menores les lle-gó esta carpeta que se fue actuali-zando cada dos o tres meses. Ac-tualmente el "dossier" tiene 140hojas, 140 niños que son buscadoscon desesperación por sus abuelas.Lamentablemente ese número seva incrementando a medida que lle-gan nuevas denuncias. No debemosolvidar que una denuncia a lasabuelas no es la denuncia de unadesaparición, sino de tres. El pa-dre, la madre, el hijo.

INTRODUCCIONAL CASO DETAMARA

"Si bien la mamá de TamaraRosi, es boliviana, vivía en la Ar-gentina hacía ya varios años. En di-ciembre de 1975 fue detenida porfuerzas de seguridad a la salida de..u empleo y permaneció 'desapare-cida' durante un mes. Luego fue

'actualizada'. En términos más co-rrientes, ésto último, significa per-manecer a disposición del PoderEjecutivo, alojada en una depen-dencia carcelaria sin causa judicialen trámite, o que, en términos máscorrientes significa: sin pruebas ensu contra válidas ante la justicia".

Mientras su mamá se iba a traba-jar, Tamara quedaba al cuidado deuna vecina quien, al comprobarque Rosi ya no volvería, decidiópor propia seguridad mudarse aotra zona. Tamara fue con ella.

TRASCENDERPOR LA VIDA:-Sra. de Carlotto, ¿cómo fue quedesaparecieron los niños que uste-des tratan de encontrar?-Algunos fueron secuestrados jun-to a sus padres, a otros se los lleva-ron solos después de matar a los pa-dres. También están los casos enque los padres fueron liberados ylos niños continúan desaparecidos.Pero la mayor cantidad de niñosbuscados son aquellos nacidos encautiverio. Hijos de jóvenes emba-razadas que fueron secuestradas enestado de gravidez.-Uno supone que una mujer emba-razada -dice la sra. de Mariani-que vive en las condiciones terri-bles como las que han tenido quesoportar las chicas detenidas encampos de concentración, donde la'tortura era una cosa diaria, cruen-ta, terrible: donde la alimentaciónera espantosa, sin higiene y aten-ción médica, encerradas en unoshabitáculos inhumanos, jamás po-dría dar a luz a su bebé. Y sin em-bargo han nacido.-Mi hija -agrega la sra. de Carlot-to- tuvo dos partos frustrados.Cuando se la llevaron estaba emba-razada por tercera vez . Yo n9 ten íaesperanzas para este parto ySInern-bargo, por testimonios de genteque compartió el mismo campo deconcentración, supe que había te-nido un niño, un varón. Saludable yen término. Nació un 26 de julio de1978 y se lo quitaron a la madre alas cinco horas de haber nacido.-¿Dónde fue atendida?-La trasladaron desde el campo deconcentración de La Plata, "La Ca-cha", hasta el Hospital Militar.

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DERECHOS HUMANOS

-¿Las embarazadas eran atendidasen Hospitales?-No, sabemos el caso de Ana de laCuadra -acota la sra. Mariani- quetuvo familia en el piso de la Comi-saría 5° de La Plata. Otra dió a luzen el pasillo de un campo de con-centración de Banfield, entre cel-das y atendidas por las compañe-ras. Pero en general fueron atendi-das en las enfermerías de las cárce-les comunes o en lugares especial-mente preparados para ellas. En laESMA había un lugar al que iróni-camente le llamaban "La Sardá" y,según, el testimonio de PellegrinoFernández, habría un lugar similarque funcionaba en el campo de de-tención llamado "205". Estas soninformaciones aún no confirmadaspero no por ello, menos ciertas.-¿Se ha localizado a alguno de losniños nacidos en cautiverio?-Tenemos conocimiento de algu-nos casos, unos ocho, en que los ni-ños fueron devueltos a su familia,pero sin intervención nuestra.También está el caso de Sánchez, elde la joven mamá que, acompaña-da por sus captores, llevó su hijo re-cién nacido y lo dejó en manos de laabuela. Inmediatamente despuéslos hombres la tomaron del brazo yse la volvieron a llevar. Nunca másse supo de ella. Es posible que hayaotros casos similares a éstos perolos abuelos no se animaron a de-nunciar por temor a perder el nietoo para evitar represalias suponien-do que sus hijos aún estén vivos.

EL CASO DETAMARA,EL DESENCUEN-TRO:

"Rosi , la madre de Tamara , per-maneció durante cinco años y me-dio detenida sin juicio legal y sin sa-ber el destino que corrió su hija.Apenas le dan la libertad. la expul-san del país por su condición de ex-tranjera y se refugia en Suiza. Unavez instalada en aquel país, se ente-ra de la existencia de las Abuelas dePlaza de Mayo y les escribe contán-doles su caso. Las Abuelas, con lospocos datos que contaban se abo-can a la búsqueda. Primero van albarrio, a la casa original que Rosicompartía con Tamara. Allí hablan

fuerzas de seguridad y se llevaron ala pareja luego de amenazar a losotros pensionistas. La niña quedócon el matrimonio de la pensiónque, al día siguiente; fue con ellahasta la comisaría para saber quéhacer con la pequeña. El comisarioles responde que se vayan inmedia-tamente y que se lleven a Tamaracon ellos, que no vuelvan nuncamás porque caso contrario, ellostambién iban a desaparecer. La fa-milia decide entonces mudarse lomás lejos posible, pero antes, reci-be la visita de una mujer, aparente-mente compañera de Rosi, quepretende llevarse la niña. El matri-monio se niega y la mujer entonces,les cuenta la historia de la madre deTamara y les deja la partida de na-cimiento de la niña. El matrimoniose instala en un nuevo barrio y cum-ple con la consigna del miedo: criara la niña y en silencio. Cuando Ta-mara tiene que ingresar a la escue-la, se encuentran con que no teníala documentación necesaria y recu-rren a un juez de menores con la in-tención de tramitar la adopción le-gal. Llevan con ellos la partida denacimiento y le cuentan al juez lahistoria de la madre de Tamara. Escuando el juez les dice que de nin-guna manera pueden adoptarla

Sra. María Isabel Chorobik de Mariani

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con los vecinos, preguntan por laamiga de Rosi, por Tamara. Losdel barrio algo recuerdan; dicen deuna familia que vive un poco máslejos y que sabía ser amiga de Rosiy su vecina. La búsqueda prosigue.Dos o tres abuelas se turnan paraindagar sobre el paradero de laniña. Pasan meses, años; desde1981 hasta 1983. Finalmente, a raízde las periódicas publicaciones defotos que hacen las Abuelas de Pla-za de Mayo, una denuncia anónimalas pone sobre la pista de Tamara.Fue el 12 de junio de 1983. Inme-diatamente dos abuelas se trasla-dan a la casa indicada, una viviendamuy humilde, golpean por centési-ma vez una puerta en la búsquedade Tamara y esta vez sí, la familiaque recibe a las dos mujeres le con-firman que la niña se encuentra conellos desde hace siete años. Esta fa-milia nos ayudó a reconstruir los úl-timos años de Tamara. El matrimo-nio, el que crió a la nena, regentea-ba en otra época una pensión en laprovincia de Buenos Aires. Allí, un10 de junio de 1976, llegó una pa-reja acompañada de una niña, Ta-mara. Era la vecina de Rosi y su es-poso; alquilaron una habitación yse quedaron a pasar la noche. A lamadrugada siguiente concurrieron

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porque la niña ya tiene madre ... 10que no dijo el juez es que él ya teníala carpeta de las Abuelas en la quefiguraba el caso de Tamara. El fun-cionario le entrega al matrimonioun papel al solo efecto de tramitarla documentación de la niña. No lesda guarda, ni tenencia. Es posibleque el juez Rippa, de Lomas de Za-mora recuerde este caso. "

UNNUEVOMETODO-¿Por qué cree que no se entregan asus familiares los niños de padres se-cuestrados o muertos y los nacidosen cautiverio, señora de Carlotto?-Creo que estaba dentro de su doc-trina implantar este nuevo métodode terror. Era una forma de conde-nar a toda la familia ... incluso albebé; condenarlo al anonimato, avivir sin sus raíces.-A nosotros -agrega la señora deMariani- aún después de siete añosde lucha nos cuesta pensar en unarazón que justifique el regalo deuna criatura indefensa, la venta, laseparación definitiva de su familia.-¿Se ha torturado definitivamente alos niños?-Nos han comentado que algunosniños fueron torturados ante la mi-rada de sus padres para obligarlos ahablar. De la misma manera hantorturado a madres delante de sushijos ... y también han torturado alas madres de los desaparecidos.Una tortura sofisticada que nosmantiene esperando duran té sieteaños. Generalmente para esta épo-ca, para las fiestas, se desata unacampaña de esperanza y comienzana circular versiones sobre presuntosjóvenes que aparecen. Las madrescomienzan a esperar cada hora, de-jan la luz de calle encendida, per-manecen en vela, arreglan la casapara el hijo o la hija que va a vol-ver ... así siete años.-¿Cuántos niños figuran en el "dos-sier" de las Abuelas?-Hasta ahora son 140, de los cualesunos 100 han nacido en cautiverio.-¿Cómo prueban ustedes la existen-cia de los niños nacidos en cautive-rio?-Por un lado -responde la sra. deCarlotto- la ley de la vida nos diceque cuando una mujer está emba-razada a los nueve meses suele te-

ner un hijo, y a muchas de nuestu..,hijas se las llevaron embarazadas.Por otro lado tenemos documenta-ción que prueba el nacimiento debebés tanto en la "ESMA" como en"La Cacha".-¿Qué tratativas se están llevando acabo a nivel oficial para dar solu-ción a estos casos?-Se formó una comisión en lo queantes era la Subsecretaría del Me-nor y la Familia y que ahora se lla-ma Desarrollo Humano y Familiaque actualmente está a cargo delDoctor Enrique De Vedia. Justa-mente a De Vedia le hicimos llegarun petitorio de once puntos entrelos que figuran: revisión de todaslas adopciones desde el '76 a la fe-cha; poder ingresar a todo lo queesté registrado en los institutos demenores; revisar todo lugar por elque hayan pasado menores comopor ejemplo la casa cuna, los orfeli-natos, las maternidades, etc.; de-terminar el origen y destino de esosniños; tener un espacio de publici-dad gratuito en la televisión, lo mis-mo en los diarios para poder publi-citar la búsqueda de los chicos, yaque este método es el que más nosayudó a localizar los once niños de-saparecidos.

EL CASO DETAMARA:ELREENCUENTRO

"Cuando las Abuelas de Plaza deMayo se presentan el12 de junio de1983 en la casa del matrimonio quecrió durante siete años a Tamara,pudieron reconstruir los años quela niña vivió lejos de su madre.Ahora, había que preparar el reen-cuentro. Las Abuelas sirvieron depuente entre Rosi yTamara que vi-sitaba prácticamente todos los díasla casa de las Abuelas. Allí se en-contraba con cassettes y cartas quesu madre le enviaba desde Suiza.En una de esas cartas le habla demadre a hija, le cuenta que ella latuvo en su vientre, que siempre laquiso, que no la abandonó sino quese la llevaron unos hombres malos yque la tuvieron encerrada en unacasa de la que no podía salir paraverla. Luego de treinta días de tra-bajo, los papeles, la hija, la familiade crianza y la madre están prepa-rados para el reencuentro que se

BRECHOS HUMANOS

llevará a cabo en Lima, Perú. La fa-milia que cuidó de Tamara, al des-pedirse, le entrega un ramo de flo-res que Tamara no abandonará enningún momento, para que se lo déa su verdadera mamá. La señora deMariani y la señora de Carlotto ,acompañaron a la niña en el viajeque concluiría con el reencuentrode Rosi con su hija, a siete años dela separación.

Luego de abrazarse se fueronjuntas hacia el hotel. Se quedarontoda la noche despiertas contándo-se cosas, encontrándose el pareci-do: 'Tenemos los mismos ojos, lamisma cara', dicen que decían".

LA BUSQUEDAPROSIGUE

Las Abuelas de Plaza de Mayono tuvieron mucho tiempo para dis-frutar del éxito de su trabajo. El"dossier" sigue aumentando a me-dida que el miedo de los familiaresse va aplacando. Sin embargo lasamenazas permanecen: una sema-na antes de Navidad las Abuelasfueron, una vez más, amenazadasde muerte. Pero ellas están ocupa-das por 140casos y uno en especial.-Este caso, ¿es distinto a los demás?-Sí, -responde la sra. de Carlotto-ya que los demás niños encontradosestaban en poder de gente del pue-blo y en este, quien tiene a la criatu-ra, es un miembro de las fuerzas deseguridad. La menor fue secuestra-da junto a sus padres en el Uruguayen el año 1978, cuando apenas te-nía 23 meses de vida, en un operati-vo llevado a cabo en la vía pública.No sabemos qué actitud tomaráeste hombre pero sí sabemos quemuchos de los chiquitos que esta-mos buscando se los han quedadomiembros de las fuerzas de seguri-dad. Ya sea como "botín de gue-rra", por venganza, para sembrarmás terror o vaya a saber por qué.

Nosotras tratamos de pensar quépuede sentir un personaje de éstos

Nosotras tratamos de pensar quépuede sentir un personaje de éstosmirando todos los días la cara deuna criatura que tendrá rasgos delos padres que, a lo mejor, el mis-mo secuestró o torturó.D

Entrevista: Fernando AlmirónFotos: Daniel Jurjo

El Porteño. Enero 1984 - 27

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SALUD MENTAL

mente a todos aquellos profesionales dedicados a resolver los problemas del hombreen sociedad, más allá de la solución de susconflictos individuales.-¿Cuál es el alcance social de su pro-

puesta?-Toda institución es creada para resol

ver necesidades específicas dentro de lasociedad. Sin embargo, suele ocurrir quetranscurrido el tiempo, no logran adquinla adaptación que requieren los cambios yenfrentar las nuevas necesidades. Enton·ces, de modo automático, se convierten enmedios para limitar al hombre, lo traban)lo imposibilitan. Esto es muy importante)es uno de los puntos en los cuales, entendemos,debe hacer hincapié el psicoanálisis.

-¿La propuesta ínicial al convocar es,tas Jornadas presuponía reacciones si,milares a las que se produjeron?

-Había un entendimiento previo entrelos panelistas, surgido en reuniones anteriores. La intención no era generar situaciones personales, sino que la idea centralpretendía proponer un intercambio acercade la propuesta freudiana implícita en sutrabajo llamado justamente Malestar en laCultura. Freud plantea claramente la po-sibilidad de la inserción del psicoanálissen un ámbito que vaya más allá de hpráctica de diván. En otro texto propon-las imágenes que cito son de Freud- fun.dir el oro del psicoanálisis con el bronce deotras técnicas sociales.

-¿Cuál es su interpretación acercadel motivo por el que las diferentes reacciones de los presentes en las jornadasalcanzaron,en algunos casos,niveles dereal violencia?

-Primero porque venimos de un proceseen el cual hablar de todos estos problemasera algo prohibido. Los psicoanalistas queentendían el psicoanálisis como una ciencia particular, que solamente es entendibledesde la historia, tuvimos que callar. Alpromediar la tarde del primer día aparecióel tema de los desaparecidos.

El Psicoanálisis del ProcesoO proceso al Psicoanálisis

Raúl Cela: Ex ayudante de catedra enAntropología Cultural en la Universi-dad de La Plata; ex ayudante de cátedraen Psicoterapia, Universidad de La Pla-ta; ex profesor de psicoterapia de grupo enA.P.B.A.; ex miembro de la Comisión deMedicina del Trabajo y asesor de Pscolo-gía de Grupos de la Federación GráficaBonaerense - C.G.T. de los Argentinos(R. Ongaro); ex maestro de taller en lacárcel de Olmos; ex profesor de Dinámicade Grupo en el Hospital Ramos Mejía;miembro fundador de la Sociedad de Psi-codrama; miembro fundador del Grupode Formación en Psicodrama Psicoana-lítico; miembro fundador del Grupo Ri-zoma; titular y fundador de la escuela dePsicología Institucional y Social

-¿Por qué no relata un poco como fueel desarrollo de estas Jornadas y qué eslo que pasó allí?

-Antes quisiera, justamente para queesta charla resulté más comprensible, ha-cer un poco de historia, explicar de dondesurgen las Jornadas y el motivo de su reali-zación. La organización estuvo a cargo delGrupo de Formación Psicodrama Psi-coanalítico, que se constituyó en noviem-bre de 1982 con el objeto de desarrollartareas que se volcaran hacia la comunidad.Es necesario señalar que durante estos últi-mos años el psicoanálisis en la Argentinase remitió fundamentalmente a lo que sedio por llamar el fenómeno lacaniano ycuya función más evidente, durante la re-presión, fue limar los bordes que pudieranmolestar a la dictadura, anulando todosaquellos aspectos del psicoanálisis queestuvieran ligado con lo social. Este fenó-meno adquiere en el país una característicamuy especial: se preocupó por hacer delpsicoanálisis un lenguaje cada vez máshermético.

-¿Estas son las razones por las que seafirma que el lacanismo fue un aliadocientífico del proceso?

-Sí, porque aislan al psicoanálisis de losocial, rechazan la psicoterapia de grupo einstitucional, ponen el acento en el sujeto

Los días 18 y 19 de noviembre se llevaron a cabo las primeras jornadas de Psicoterapias yMalestar en la Cultura, bajo Ladirección deLpsicoLóLogo clínico RaúL CeLa. Concurrierondiversas corrientes deLpensamiento psicoanalítico y en un clima no precisamente pacíficosurgieron controversias acerca de temas que iban desde LosaLcances deLpsicoanálisis en elproceso histórico hasta Los desaparecidos. Sobre estas cuestiones y Loque aLLíocurrió habLa enLasiguiente entrevista eLorganizador de Lasjornadas.

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psíquico olvidándose de la historia social.y quiero aclarar que con esto no estoytratando de formular una crítica directa aLacan, sino a la utilización y aplicación desus teorías en la Argentina y en un períododeterminado. Acá no solamente se vuelvea evidenciar nuestra mentalidad coloniza-da, sino que en este caso esta mentalidades puesta al servicio del sistema, desde elmomento en que se pretende ignorar laingerencia social del psicoanálisis, su pa-pel de fenómeno particularmente cuestio-nador de la sociedad.

-¿Frente a qué limitaciones habiatropezado el psicoanálisis ante l. im-plantación de un prolongado, per DOdecir interminable, estado de sitio?-Las limitaciones fueron casi absolutas.hacia años que en la Argentina se veníatrabajando sobre psicoterapia de grupo,tratando de producir material científico se-rio, a partir de Pichón Riviere. Durante elestado de sitio la prohibición de agruparseencuentra su coincidencia con las teoríasque sostienen que el psicoanálisis de grupono es piscoanálisis. Ya verá usted que aho-ra las escuelas lacanianas comenzarán atrabajar con grupos e institucionales

-¿Cuáles fueron las reacciones en lasJornadas?

-Las más diversas reacciones emocio-nales. Desde disputas personales hasta dis-putas ideológicas. Hubo terapeutas perte-necientes al mencionado movimiento laca-niano que se sintieron acusados de ser"hijos del proceso" y reaccionaron enconsecuencia.

-¿Hubo una acusación expresa?-La coordinación de las jornadas, la

comisión directiva, no partió desde unaposición anti-lacaniana, porque tomamosen cuenta a Lacan, pero proponemos unapráctica específica, que es lo grupal, loinstitucional y lo social. La convocatoriano es independiente del momento particu-lar que vive el país, en el que las institucio-nes y los grupos humanos se han vistocomprometidos por situaciones sumamen-te caóticas. Por eso nos dirigimos especial-

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SALUD MENTAL

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SALUD MENTAL

-¿De qué manera aparece el tema delos desaparecidos?

-Aparece porque es un tema insoslaya-ble. Y para limitamos solamente al campode psicoanálisis, hay que señalar que en elpaís murieron y desaparecieron y estuvie-ron encarcelados muchos psicoanalistas,muchos terapeutas de grupo. Los que noemigraron tuvieron que refugiarse en pe-queños círculos, en la soledad, amenaza-dos por sus propios pensamientos. Laprohibición de reunirse, la represión des-mesurada, hizo que inclusive también lospacientes se sintieran inhibidos de hablarpor temor a la circulación de sus conflic-tos. Hubo toda una corriente del psicoaná-lisis que se vio obligada a desaparecer. LaCoordinadora de Salud Mental fue des-mantelada por el aparato represivo. A ellahabían pertenecido muchos de los presen-tes en las Jornadas. Y por otro lado tam-bién estaban los representantes de un am-plio sector psicoanalítico que más allá desu buena voluntad y conciencia se fue refu-giando en un discurso teórico, muy filosó-fico, no peligroso, para poder subsistir.

-¿Cómo sobrevivieron los que no seenrolaron en esas corrientes aceptadaspor el proceso?

-En realidad el trabajo grupal se con-tinuó como se pudo, emigrando de loshospitales, refugiándose en los consulto-rios privados. Lo cual implicó ademá,un cambio del estrato social al que ibadirigada la psicoterapia. Después de ha-ber trabajado, como algunos lo hacía-

mos a comienzos de los años setenta, enun sindicato, atendiendo a la poblaciónobrera, hubo que pasar a atender pacien-tes privados. O sea converflr la salud enprivilegio de muy pocos.

-¿Y qué ocurría desde el puiítodevista de las instituciones tradicionalesdel psicoanálisis?

-La cosa era ir reduciendo cada vezmás el espectro de aplicación del psicoa-nálisis, para bloquear la posibilidad deque apareciera un discurso más social.Por supuesto en esto hay responsabilida-des políticas que deberán ser analizadasen su momento. Si la dictadura hubiesedurado unos años más, el psicoanálisisen la Argentina hubiese terminado sien-do una filosofía oriental.

·¿Podría resumir ahora su concep-ción del psicoanálisis?-Sostengo que no es independiente de la

historia. Es una de las tantas formas queestudian lo idelógico. Y como todas lasciencias humanas, avanza y retrocede. se-gún lo hagan, én estos casos, las luchaspopulares. El hombre, el sujeto psíquico,para la resolución de su vida debe ubicarsenecesriamente en una sociedad. Todo psi-coanalista responde desde una concepcióndel mundo. Y las oscilaciones y variantesde su pensamiento no dependen de su bue-na voluntad, sino de las luchas sociales enlas que está inserto.

-¿Cómo se resuelve el entrecruza-miento entre la ciencia de la historia y laciencia del inconsciente?

-Esta es la tesis básica de Reich. Perome gustaría recordar a Freud, cuando diceque los socialistas equivocan el paso enuna cosa y aciertan en otra. Afirma Freud:"También yo considero indudable queuna modificación objetiva del hombrecon la propiedad, sería en ese sentidomás eficaz que cualquier precepto ético;pero los socialistasmalogran tan justoreconocimiento, desvalorizándolo en surealización al incurrir en un nuevo des-conocimiento idealista de la naturalezahumana".

-Cuál es su conclusión a partir deestas experiencias y en momentos tanespeciales como los que está viviendo elpaís? .

-La primera conclusión que podemoscapitalizar es que a partir de las Jornadasde Malestar en la Cultura un grupo-institución. Y no solamente en las distintasinstituciones en las que se nos hace posibleparticipar, sino también desde la reflexióncientífica. El mismo grupo de Formaciónen Psicodrama Psicoanálitico que gestó lasJornadas se está replanteando la posibili-dad de generar una escuela de post-grado,que retome y profundice todas las proble-máticas y metodologías acerca de la inter-vención institucional, tendiente a dilucidarcuáles son los modelos opresivos que pue-dan estar operando en los grupos.

Antonio Dal MasettoFotos: Daniel Lurjo

30 . El Porteño. Enero 1984

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REORGANIZACION DElAS UNWERSIDADES

Mucho se habla en estos momentos so-bre la reorganización universitaria, pero ami entender, se está siguiendo un caminoequivocado. Creo que no debe dejarse pa-sar esta oportunidad para emprender unareforma de fondo, que supere los proble-mas ya crónicos de nuestras universida-des, particularmente de las más grandes eimportantes.Entiendo que no debe soslayarse más el

problema del tamaño crítico de las univer-sidades. Hoyes aceptado generalmente entodo el mundo -sobre todo el más desarro-liado- que las universidades gigantescasson imposibles de manejar. Me imaginoque pronto Delich, por ejemplo, se darácuenta de eso, sobre todo él que ha conoci-do y actuado en universidades del hemisfe-rio norte. Sin más, no hace mucho actua-mos juntos en una reunión organizada porla Universidad de Ottawa, Canadá, y segu-ramente allí habrá podido apreciar a quéme estoy reftriendo.

Hay que abordar, de una vez por todas,el tema del tamaño crítico de la Universi-dad de Buenos Aires, tema que fuera plan-teado hace más de veinte años por el exrector Julio H. Olivera, y posteriormente,por el ex rector H. Fernández Long. Unauniversidad de 100 mil alumnos, ya dejade ser manejable. S; a ello se suma elproblema de todos los profesores y docen-tes designados en concursos objetados portanta gente importante, fácil es darse cuen-ta cuán difícil será la co'nvivencia en elfuturo inmediato entre los diversos inte-grantes de los claustros. Estos son proble-mas que ya se presentaron en las universi-dades inglesas, en las francesas, yen mu-chasotras más.

Propongo, pues, seriamente, que seaborde mi sugestión de dividir la UBA enpor lo menos cinco universidades menoresen tamaño, aunque quizá superiores eneftciencia. De paso, eso ayudará a superartantos problemas personales que aqueja-ron y aquejarán a la universidad gigantes-ca, a menos que se decida el gobierno porencarar resueltamente este problema, co-mo no hace mucho se hizo con la Sorbona,hoy dividida en cerca de veinte universida-des (París 1, París 11, etc.).

Pero voy aún más allá. Propongo quepor lo menos en una de esas universidadesnuevas se establezca la tan generalizada-estructura de crear los cursos de pregra-do, de tres (o tres y medio) años de dura-ción (l o ciclo), cursados los cuales los es-tudiantes recibirán el grado de Bachilleresuniversitarios, los cuales no serán títulosprofesionales pero sí certiftcarán tres años(y medio) de' estudios de nivel universita-

Por José Federico Westerkamp

rio. El siguiente paso (2° ciclo) será cursarlos estudios de maestría, o licenciatura,si así se les quiere denominar, de dos años(o dos años y medio) de duración, con unatesis final de graduación, de un año deduración aproximadamente, publicable yque deberá defenderse ante un jurado deespecialistas en el tema elegido. Será unaespecie de introducción al trabajo de in-vestigación más profundo que se requeriráen el tercer ciclo de estudios, o sea, eldoctorado, cuya duración irá de dos a másaños, y que como he dicho, deberá culmi-nar en un importante trabajo original deinvestigación, publicable y defendido anteespecia1istas. Este doctorado será un títuloacadémico, en tanto que la maestría olicencia será más bien un título profesio-nal. Así, serán licenciados los químicos,matemáticos, físicos, biólogos, geólogos,abogados, ingenieros, médicos, bioquími-cos, farmacéuticos, agrónomos, veterina-rios, meteorólogos, psicólogos, sociólo-gos, etc., etc. El doctorado certificará lacapacidad de una persona para realizar in-vestigación original sin necesidad de ayu-da. Sin embargo, me parece que será con-veniente que se adopte la buena costumbrede ofrecer a los jóvenes doctores la posibi-lidad de trabajar uno, dos o tres años encarácter de posgraduados, dentro de gru-pos de investigación bien acreditados, seamediante becas de posgrado, o mediantecargos docentes y/o de investigación.

Todo esto está bien probado en las na-ciones avanzadas del este y del oeste. Mesorprende, pues, que se tarde tanto enaceptar estos buenos criterios. Aconsejo,pues "implementarlos", como ahora sue-le decirse.

Algunos han dicho que subdividir launiversidad es muy caro. Y no es así. Quees algo más caro, sin duda que lo es, perono mucho más. Porque si la universidadtiene hoy por ejemplo 50 mil alumnos,seguramente ha de tener profesores y do-

centes auxiliares para todos ellos, en unaproporción de un docente cada diez alum-nos, por ejemplo; si se la divide, los do-centes ya estarán, salvo algunos profeso-res más que habrá que designar. Lo que síserá una inversión adicional, serán los edi-ftcios y el equipamiento para las nuevasuniversidades.

Al pasar por Campo de Mayo cuántasveces he pensado qué magníftca universi-dad podría funcionar allí. Lo mismo alpasar por los llamados "cuarteles" de Pa-lermo. Pero seguramente lo mejor seríadecidir que se construirán, o se compraránediftcios para que las nuevas universidaescomiencen a funcionar, pues de todos mo-dos, ha de convenir empezar por los pri-meros años de pregrado. En cuanto a losestudios de graduados, me parece conve-niente que sólo se establezcan cuando sedisponga de profesores e investigadores"full-time" de reconocida capacidad.y aquí viene lo importante. La Argenti-

na no puede permitirse el lujo de dejar quetantos y tan importantes profesores e in-vestigadores" que hoy actúan en el ex-tranjero con tanto éxito, dejen de regresaral país. Muchos, digamos un 30 o un 40%,seguramente no retomarán, pues ya tienensu vida establecida, sus laboratorios, sushijos estudiando, etc., etc.

Por ello, me permito sugerir que losresponsables de la conducción política,educativa y universitaria, mediten seria-mente sobre estos problemas y busquen lamanera más efectiva de darles la mejorsolución. Si no se aborda este problemaahora, habremos perdido la oportunidadmás favorable para reformar nuestra uni-versidad.

En mi opinión, el régimen por departa-mentos será el más adecuado para estanueva estructura. Téngase en cuenta que elcosto anual de los profesores de un depar-tamento científico es del orden de 1,2 mi-llones de dólares; el de los empleados,incluyendo técnicos y gran número de be-cas, es del orden de 1,2 millones de dóla-res; la biblioteca y hemeroteca costará 2,{)millones, y el edificio, unos 10 millonesde dólares; el equipamiento -que podrárealizarse en varios años, lo mismo que labiblioteca- requerirá otros 3 millones dedólares. Es decir, con menos de veintemillones de dólares por año funcionará undepartamento científtco. Seis departamen-tos no cuestan seis veces más, pues lo másimportante, el ediftcio, serán unas tres ve-ces más, y podrá ahorrarse en empleados,técnicos, etc. Las carreras que no exigenlaboratorios, es decir, las humanistas, se-fán mucho más baratas.

El Porteño. Enero 1984 - 31

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ECONOMIA

Qué es esto de la inflación

Con esta nota -primera de una serie de tres, en la que se analizará el tema dela inflación- iniciamos nuestra sección economía.

A raiz de una nota aún no pu-blicada sobre las cárceles del ré-gimen, conocimos a HoradoCiafardini, economista quefueradetenido enjulio del '76, cuandotrabajaba como técnico en elConsejo Federal de Inversiones.Esta detención fue ordenada pa-ra la casi totalidad de los ex pro-fesores del Departamento deEconomía de la Universidad Na-cional del Sur, entre los cuales seencontraba Ciafardini. El proce-so nunca pasó de la etapa suma-rial, no se suscitaron acusacio-nes concretas, y terminó con un

Dice el hagiógrafo del Apocalipsis,presuntamente Juan el Evangelista:

"Y que ninguno pudiese comprarni vender, sino el que tuviera la señal,o el nombre de la bestia, o el númerode su nombre." IApocalipsis 13, 171

"Aquí hay sabiduría. El que tengaentendimiento, cuente el número de labestia; porque es número de hombre,y su número es seiscientos sesenta y•seis." 1Apocalipsis 13, 181

Parece claro que la bestia no es otraque el dinero, siquiera por lo que dicede ella el primero de los versículostranscritos.Para confirmarlo, echo ma-no de mi entendimiento remontándo-me al primer libro de los Reyes, dondeya aparece el número que es la claveidentificatoria de la bestia:

"El peso de oro que Salomón teníacomo renta cada año eran seiscientossesenta y seis talentos de oro." 11Reyes 10, 141

¡

Por Horacio G. Ciafardini

sobreseimiento de todos los pro-cesados a pedido de la parte fis-cal, que no encontró elementossuficientes. Durante todo el tiem-po que duró su detención Ciafar-dini se negó a solicitar la salidadel país, que le fuera reiterada-mente ofrecida por las autorida-des, por considerar que no habíaculpabilidad de su parte comopara tener que irse del país.

Después de seis años de pri-sión recuperó su libertad, el 16de octubre de 1982, pero bajo elrégimen de libertad vigilada.

El dinero se relaciona con los pro-blemas centrales de la sociedad desdeque ésta se dividió en clases, procesoéste en el que surgieron el dinero yotras novedades que nos acompañanhasta hoy. La comprensión del dineroes, también, una de las piedras de tro-piezo de la economía política desdeque ésta existe. Y la inflación ha ter-minado en nuestros días por adquirirlos caracteres no ya de la bestia, sinode uno de los jinetes del Apocalipsis,asoladores de la tierra y de los hom-bres que en ella habitan; y los golpeatanto más duramente cuanto menosprivilegiados son. Es preciso hacerseuna idea clara de lo que es la inflaciónpara comprender lo que de ella se dicey para poder considerarlo crítica-mente.

Vivimos en tiempos de inflación per-manente y en uno de los países que

encabezan la tabla mundial de posi-ciones en materia de tasa de inflación.Experimentamos incesantes alzas deprecios en términos de la moneda quepasa por nuestras manos. Estas alzasentrañan un deterioro persistente delas condiciones en que se desenvuelvela mayoría, y esta mayoría incluyeno sólo a quienes tienen sus ingresosestipulados en una suma de dinero deantemano -salarios, sueldos, pensio-nes- sino, también, a una parte al me-nos de los empresarios y de los pro-ductores por cuenta propia. Estos, yaactúen en la producción regenteandola transformación de unas mercancías-que compran- en otras -que, luego,venden-, o en actividades de interme-diación en las que la transformación.física de las mercancías desempeñaiunpapel menor o nulo, efectúan sus com-pras a precios de una fecha y sus ven-tas a precios de otra fecha. Es decir

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que, en principio, están en condicio-nes de seguir el ritmo del alza de pre-cios, y esto hace que sea más difícilcomprender que también muchos deellos se vean perjudicados por esteproceso, aunque de otro modo.

No se trata simplemente de una ten-dencia generalizada de los precios aaumentar, sino de una tendencia de losprecios a aumentar de manera despa-reja. Por eso se dice que varían losprecios relativos. El ejemplo más no-table de esto está contenido en la ex-presión según la cual "los precios su-ben por el ascensor mientras que lossalarios lo hacen por la escalera". Enefecto: el salario es un precio también.Es el precio de la fuerza de trabajo, esdecir de la capacidad de trabajar, quevenden quienes no tienen otra formade subsistir. Así, se trata de un caso devariación de los precios relativos, y deun caso muy importante social y eco-nómicamente, aunque esto resulteevidente en razón de que, por lo co-mún, se entiende por "precios" los delas mercancías "objetivas", es decirde las mercancías distintas de la fuerzade trabajo. Pero la fuerza de trabajoasalariada es una mercancía, y su pre-cio es el salario o el sueldo que secobra comprometiéndose, como con-trapartida, a trabajar durante ciertotiempo y en ciertas condiciones.Al estar fijados los salarios, en di-

nero, de antemano, y al reajustarsetardíamente en el mejor de los casos,la inflación significa una reducción dela masa de bienes que puede comprar-se con el salario mes tras mes, quince-na tras quincena. Esto conlleva unaredistribución del ingreso a favor dequienes compran y venden mercan-cías "objetivas" y en detrimento dequienes tienen sus ingresos fijados endinero, como los asalariados. Mien-tras todo esto se verifica a un ritmolimitado, puede favorecer a la genera-lidad de los empresarios estimulándo-los a emplear a más trabajadores yproducir más: de allí que cierta alzasostenida de precios forme parte de laspolíticas llamadas "keynesianas" deactivación inmediata de la economía.

Pero, por otro lado, no todos losempresarios están en condiciones deajustar precios en una misma propor-ción; sino que algunos lo hacen másallá del porcentaje general mientrasque otros no pueden llegar a resarcirsecompletamente alcanzando este por-centaje. Unos se encuentran ante unademanda dinámica que absorbe fácil-

mente los aumentos; o bien, por sutamaño, dominan entre pocos el mer-cado de un producto determinado, loque les hace más fácil alcanzar unacuerdo al menos transitorio para im-poner alzas de precios en sus ventas yresistir los aumentos en sus compras;o bien manejan productos exporta-bles, pudiendo redistribuir sus opera-·ciones entre los mercados internos yexterno según dónde-encuentren con-diciones más favorables para ellos.Otros, al revés, operan con productoscuya demanda está estancada o en de-clinación y se reduce fácilmente antela exigencia de precios en aumento; obien coexisten muchos y pequeños enel mercado de un producto, limitándo-se mutuamente; o bien no cuentan conla opción del mercado exterior.

La variación de los precios relativospropia de la inflación supone, pues,múltiples redistribuciones simultá-neas de ingresos, no sólo entre asala-riados por un lado y empresarios por elotro, sino también entre empresariosde distintos estratos -diferenciadospor el tamaño- y de distintos sectores-diferenciados por la actividad-. Deallí que pueda concebirse la inflacióncomo una política, como un mediodeliberado de expropias a unos en be-neficio de otros, y en ocasiones estainterpretación corresponde en parte ala verdad; o que, sin llegar a tanto,pueda hablarse de beneficiarios de lainflación, ya que objetivamente loshay; y de allí, también, que se la llame"el más regresivo de los impuestos",ya que por este medio puede el Estadoprocurarse recursos quitándolos indi-rectamente a 'los que tienen menos onada tienen más que su salario, en vezde recaudarlos de los que tienen más.

Pero estos razonamientos son ple-namente válidos sólo si se supone quela escala de la producción, la magni-tud de la "torta" producida en toda lasociedad, no se ve afectada negativa-mente por la inflación. Ahora bien, lasinversiones se presentan como benefi-ciosas para un empresario, y éste lasefectúa, cuando las ganancias que es-pera obtener por este medio superanlos intereses que obtendría prestandodinero en vez de invertir o, lo que es lomismo, los intereses que tendría quepagar si invirtiese con fondos tomadosen préstamo. Cuando el aumento deprecios se acelera y se desordena, tor-nándose completamente inseguros loscálculos acerca de las característicasque asumirá en el futuro, aparecen

ECONOMIA

otros problemas. Por dos vías se redu-ce el incentivo a invertir. Por un lado,el crédito tiende a escasear y a costarintereses especulativamente altos,pues quien presta pretende precaversede un alza de precios difícil de preverasí como del riesgo de no cobrar porinsolvencia del deudor en un contextoinestable. Por el otro lado, se hacecada vez más incierto el cálculo de lasganancias que puedan esperarse de las- .inversiones que se emprendan hoy.Estos cálculos son, a veces, referidosa plazos relativamente cortos, ..comocuando se trata de comprar materialesyéonchavar trabajadores para produ-cir mediante instalaciones ya existen-tes; pero, cuando se trata de invertir eninstalaciones nuevas o de renovar ma-quinarias para su empleo durante va-rios años, el plazo se amplía y se am-plía, con él, la incertidumbre.Ai acelerarse y desorderiarse el alza

de precios se llega a la inflación pro-piamente dicha, que inhibe las inver-siones, contribuye a reducir el empleoy, con él, el consumo, lo que repercu-te a su vez en las inversiones por estre-charse el mercado, y así sucesivamen-te. A un ritmo menor y bastante previ-sible, el alza de precios podía signifi-car para la mayoría de los empresariosmayores ganancias pór cada trabaja-dor, fomentando cierto aumento de laproducción y de! empleo a corto pla-zo. Era un medio, aunque socialmentecostoso e injusto, de promover el cre-cimiento de la "torta" del ingreso to-tal beneficiando doblemente a los em-presarios y haciéndose, a veces, acep-table en lo inmediato para los asala-riados por un aumento de la ocupaciónque compensaba hasta cierto punto elperjuicio consistente en la disminu-ción del poder adquisitivo del salariopor hora, por jornada o por quincena.Ahora, lanzada a velocidad mayor ycon mayor desorden, el alza de pre-cios se convierte en un factor que limi-ta el crecimiento de la "torta" o inclu-sive la reduce, y el círculo de los bene-ficiarios se estrecha en extremo. Estoes lo que suele ocurrir cuando, a lascausas primarias de la inflación, seagrega una causa secundaria que sehace autónoma: la propia expectativade que se acelere sin cesar la marchaascendente y desordenada de los pre-cios, convirtiéndose en una "profecíaautorrealizada", como ocurre conmuchas expectativas en economía.

J •

El Porteño. Enero 1984 - 33

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establecidos por los artículos 502 a504 y concordantes del Código deJusticia Militar". Es verdad quepreviamente pudo advertirse quelos nueve jefes militares antes men-cionados, respecto de los cuales sehabía dispuesto su procesamiento,-la opinión espera novedades en talsentido, en especial luego de quedos de los implicados tuvieron ladesfachatez de concurrir a un actooficial- quedaban sometidos a lalusticia Militar. Pero razonable-mente pudo pensarse que esto sedebía a la urgencia y particular sig-nificado de dicho procesamiento.

El obispo de Viedrna, MonseñorHesayne , resumió el sentir que segeneralizaba cuando dijo: ¿Puedeel Gral. Azpitarte , Presidente delConsejo Supremo de las FuerzasArmadas, quien como Comandan-te llevó adelante la represión ilegal,juzgar a sus compañeros y ex-su-bordinados, a quienes impartió lasórdenes que ocasionaron esos crí-menes? /

Hace ya tiempo, luego del dolo-roso episodio de las Malvinas, sehizo común en la dirigencia política-tarnbién en la de la fuerza triun-fante- señalar que el juzgamientode la acción represiva quedaría su-jeta a los' "Jueces de la Constitu-ción". Cuando se planteó por partedel P.E., y luego el Parlamentoetectrvizó la declaración de nulidadde la autoamnistía, se subrayó en-fáticamente que de ese modo que-daba abierto el camino para la ac-ción de "la justicia". Hemos dichoreiteradamente que el derecho noes en su esencia una técnica de ini-ciados. Sí un lenguaje o un códigoque procesa y ordena las valoracio-nes que están al alcance -y a vecescon mucho mayor acierto- delhombre común. Y ese hombre co-mún coincide con apreciacionesque están incJuídas en los conside-randos del proyecto que comenta-mos, cuando se dice que la JusticiaMilitar como modo de juzgarnientode delitos como los que analizarpos"constituye un verdadero hiero

personal contrario al art. 16 de laConstitución"; o más adelante que"el ser juzgado por la comisión dedelitos comunes por un tribunal ad-ministrativo formado por parescomporta un privilegio". Sólo queno logra advertir qué razones pue-den explicar que estas realidades sediluyan por la invocación de un su-puesto "juez natural" -el que de-terminaría una interpretación ex-cluyente, rígida y dada del Códigode Justicia Militar-, para concluirsepor ese camino que la competenciade tal justicia constituye un dato in-soslayable.y además, el mismo proyecto

dispone que no serán puniblesquienes actuaron en cumplimientode órdenes o directivas superiores yconsagra este principio con tal am-plitud que le confiere el carácter depresunción general, que sólo seráalterada si se probare en contrario.El texto en cuestión lleva a pensarque las figuras delictuales triste-mente conocidas -secuestros, tor-turas, asesinatos- quedarían impu-nes para todos los niveles jerárqui-cos, más allá de los "mandos supe-riores orgánicos", estos últimosconformados por los nueve jefesmiembros de las tres primeras jun-tas militares y a la vez, en su mo-mento, Comandantes en Jefe desus Armas. Y decimos para todosporque en los hechos parece 'impo-sible acreditar -dentro del marcode un sistema clandestino y secre-to- quién puede haber actuado fue-ra del cuadro de órdenes y directi-vas que tenían carácter general.Con estos señalamientos contribui-mos a abrir un debate de excepcio-nal importancia. Y lo hacemos enmomentos en que la opinión públi-ca conoce todos los días un hechonuevo, sin duda como resultado deuna capacidad extendida de denun-cia que pone en evidencia poco apoco lo que hasta ayer se ocultaba yse reproduce por los medios de co-municación, en especial por vía dela imagen, cuya fuerza transmisoraa nadie escapa. O

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34 - El Porteño, Enero 1984

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TEATRO

Teatro Payró:uince años de pelearla

g'Se~==~~==~~======~~~~~~

El Teatro Payró es la única institución teatral independiente que perduró, a pesarde sus innumerables dificultades, durante quince años. Ni la censura, ni lasbombas, ni la falta de apoyo económico, ni las listas deprohibidos lograronsilenciarla. En este diálogo, Jaime Kogan, su director, habla sobre sinsabores,

logros y satisfacciones.

Fueron muy duros estosúltimos años para el teatro argentino-dice Jaime Kogan mientras pide doscafés, se acaricia la barba, abre bien losojos y se prepara para una largacharla-, no siempre pudimos ejercernuestra profesión y las presiones vi-nieron tanto de afuera como deadentro. Tengo una anécdota chiquitapero ejemplificadora. Estábamos ensa-yando Visita, la obra de Ricardo Montique se estrenó en 1978, eran las tres de latarde y a plena luz del día presenciamosel secuestro de dos muchachas muyjóvenes. Una de ellas gritaba su nombrecon desesperación. Esto ocurría enCórdoba y Florida. Fueron arrastradasdel cabello, semidesnudas hasta unFord Falcon estacionado frente aHarrod's. Yo tomé la mano de mi mu-jer, Felisa, pensando que no había quedar un solo paso o estos tipos arrasabancon todo. Te podés imaginar que ese díafuimos a tomar wisky al bar y suspendi-mos el ensayo. También nos pregunta-mos para qué hacíamos teatro.

Jaime Kogan se dedica al teatro hacemás de treinta años, de los cuales quincelos pasó al frente del Payró. El Equipo

Teatro Payró nació en 1968, con elestreno de Viet Rock, de Megan Terry.Después siguieron: Historia tenden-ciosa, de Ricardo Monti; El señor Ga-lindez,de Eduardo Pavlovsky; Los díasde la comuna, de Bertolt Brecht; Visita,de Monti; Julio Cesar, de Shakespeare;Acreedores, de Strinberg; Marathon,de Monti; Final de partida, de Beckett;Ivanov, de Anton Chejov. Además deactividades pedagógicas el Payró al-ternó su propia producción artística conla presentación de más de 300 autoresnacionales en su sala de la calle SanMartín.

-Nuestra institución nace a partir deun grupo de gente que proviene del 1FT-prosigue Jaime-. Onofre Loveronos traspasó, muy generosamente, laantigua sala de Los Independientes. Es-to nos permitió poner en marcha lo quecomo grupo creíamos y seguimos cre-yendo importante: la búsqueda de unámbito propio donde podamos de-sarrollar nuestros objetivos.

-Hablemos del criterio que sustentóla labor de todos estos años.

-Sólo el equipo, sólo la continuidadpermite una acumulación de energía

Dificultades

creadora en el tiempo y un desarrollo in-dividual y colectivo. Esto, claro está, sevio solidificado en algunos momentos ydebilitado en otros. La continuidad delgrupo pudo ser sostenida sólo a medias.Se produjeron salidas y entradas deintérpretes y aunque no variaronnuestras consignas y convicciones,sobre nosotros operó la experiencia y eldesgaste. Intentamos, y lo logramos enbuena medida, rescatar el nervio del Te-atro Independiente, sus cosas más posi-tivas. Y esto guarda íntima relación conla dramaturgia nacional, con labúsqueda del estilo, con la confronta-ción y el desarrollo. Tuvimos una espe-cie de convicción mutua en cuanto a ge-nerar una energía.

Nadie puede negarle a Jaime Kogancoherencia. Es cierto, me consta porquefui su alumno, que el buen humor no esuna de sus caracteristicas. Tampoco espropenso al halago. Podríamos afir-mar, sin equivocarnos, que sus doscualidades más notorias son la lucidez y

El Porteño. Enero 1984 - 35

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TEATROel empecinamiento. El mismo loconfirma.

Es verdad, para subsistir tuvimos quetener una cuota de locura, ser lúcidos yempecinados. Mientras se perdieronmuchas salas nosotros fuimos capacesde mantener la nuestra. En ese sentidotuvimos un buen manejo económico.En cuanto a la cuota de locura te diríaque está dada por cierta persistenciaalienada, si cabe el término, con respec-to a las propias ideas, a generar un mo-delo atípico y a resistir las presiones deun medio competitivo. Dijimos siempreque éramos una empresa privada inde-pendiente con intereses artísticos cultu-rales en primer término. Sin embargono logramos hallar un modelo económi-co que evitara la salida permanente deact.ores, forzados por el hambre y capi-talizados por el teatro comercial y elestatal.- ¿Cuáles fueron los problemas más

graves que afrontaron?Lo peor fue el total desamparo por

parte del Estado. Nunca tuvo una mira-da valorativa hacia una institución co-mo el Payró.-¿Ni siquiera en los breves periodos

constitucionales?-El Payró se conforma como un

modelo atípico que no encaja en losparámetros convencionales, ni en lalínea de la política oficial respecto a susreductos. Tampoco encaja en un mode-lo de explotación comercial de la sala.Entonces los funcionarios civiles no en-contraron la originalidad para dar unarespuesta. Ni hablar de los militares,que no querían encontrar respuesta al-guna. Por otra parte, no nos chupamosel dedo y evitamos golpear la puerta deentidades respaldadas por milicos queordenaban las prohibiciones de lasobras, el gamexane y las bombas. Paranuestra salud física y mental era indis-pensable no tomar contacto con esosfuncionarios.-Hablemos de los atentados que

sufrió el teatro.-Después del golpe militar el teatro

argentino recula mucho más de lo indi-cado por los índices de la realidad. Porsupuesto estábamos pasando unperíodo de temores terribles, concretos,sin antecedentes en la historia del país.La primera bomba la dejan de regalo en1974, gobierno de Perón. Estábamospor terminar la temporada de El señorGalindez y permanecía en cartel Losdías de la comuna, dirigida por RicardoMonti. A pesar del estallido y del pánicocontinuamos con las funciones quincedías más. Grupos de distintas juventu-des políticas se ofrecieron para protegera los actores y al público. Las amenazaseran permanentes. Levantábamos eltelón con miedo, pero lo hacíamosigual. Durante el gobierno militar nospusieron un petardo. Después están lasprohibiciones. Podemos exhibir con or-gullo que de las piezas teatrales que hu-bo la mayoría nos pertenecen. Juegos ala hora de la siesta y María la muerte,ambas de Roma Mahieu; La sartén porel mango, de Javier Portales, y Telara-

ña, de Pavlovsky. Sin embargo son másgraves las otras prohibiciones, las quetienen que ver con la autocensura, lasinconcientes, el sutil lavado de cerebrodel que nos salvamos a medias.

El desalojo yel triunfo

-El capítulo del desalojo inminentedel Teatro fue una de las primeras ba-tallas abiertas de los sectores de la cultu-ra contra la dictadura -dice Jaime-.Conseguimos la adhesión de muchísimagente que hasta ese momento no habíatenido oportunidad de manifestar su re-pudio por la prepotencia, por el empe-queñecimiento cultural al que nosquisieron someter. Gente de todos lossectores nos apoyó.Cuando Jaime habla del desalojo

también se rie. Ellriunfo salta a la vista.La excusa de los militares para sacarsede encima un teatro que no se confor-maba con poner en escena una nuevaversión de Drácula no funcionó estavez.

-La gente que tenía en sus manos es-ta situación se manejó con gran torpeza-se explaya Jaime-. Recuedo que meatendió un Coronel y al finalizar me di-jo: "Quédese tranquilo señor Payróque todo se va a arreglar". Al principiome mordí los dientes para no reirme, pe-ro después me los mordí para no mani-festar la bronca y el llanto, que estaba apunto de irrumpir. Es una mezcla de im-potencia y' angustia la que sentimoscuando somos tratados como si nofuéramos personas, como si no tuviéra-mos derecho a defendernos y a destaparla verdad de golpe, en la cara.

La autocencura-La censura inconciente es la que

más daño nos hizo -se entusiasmaJaime mientras pide una botella de aguamineral-. Es aquella que ha logradoprohibirnos imagenes y temática,prohibirnos obras de más de cinco per-sonajes y ámbitos no convencionalespara contar el espectáculo, lugares amenudo alejados de la típica caja ita-

o liana, pero que hacen a la búsqueda deun fenómeno de emisión estético y depercepción distinto. Esas son las otrasprohibiciones, las menos implícitas.Los desgastes de los que nadie, aunestrenando cosas importantes, salió in-demne como un pajarito, libre y feliz.En todos nosotros internamente se diouna merma artística, que es la más gra-ve. Ojalá se reflexione lúcidamentesobre ella, con las cosas positivas y va-liosas que hemos hecho y con aquéllasque dejamos de hacer sin darnos cuen-ta. Y en esto también está inmerso Te-atro Abierto.-Hay quienes exageran y afirman

que con Teatro Abierto renace el teatronacional. ¿No es esto desconocernuestra historia teatral?

-Sin duda alguna. Además es unainjusticia. Teatro Abierto es UDfenómeno muy importante de aglutinamiento, de camaradería. Pero me preocupa la mistificación. Se incurre, a V~

ces, producto del entusiasmo, en exc~sos de definición. El ciclo recogió lo qUIse fue sembrando en un verdadero frente de resistencia a la dictadura. No neolvidemos de los famosos encuentros dilas artes, que eran semiclandestinos ydilos que participaban pintores, cineatas, plásticos, escritores y gente de !~atro. O los estrenos de Juegos a la honde la siesta, Escarabajos, El viejo criad.o Marathón. Teatro Abierto fue la consecuencia de todo este fenómeno aresistencia.

El futuro-Es auspicioso que en los puesto

oficiales -explica Jaime- se coloqugente ligada con la cultura y, en algunocasos, directamente con el teatro.

-i;Cómo imaginás una política teatraladecuada?- Yo no me atrevo a dar pautas di

ninguna índole. Pero la realidad teatrade Buenos Aires muestra tres o cuatnniveles: teatro comercial, teatro oficiay un teatro privado de interés culturalEs lógico que el Estado atienda los organismos oficiales, pero habrá qUIcomprender que el Teatro Argentino nies sólo el oficial. Basta abrir la páginde espectáculos de un sábado a ia nocbpara comprobarlo. Tendríamos q\lver, entonces, de qué modo el Estad!redistribuye sus medios materiales.ejerce una política teatral orientada Iprivilegiar a aquellos espectáculos qumejor apuntan al desarrollo cultural dipaís. Si el Estado detecta un plan artístico, cultural y privado, que necesita difranco auspicio del Estado y que se fundamenta en razones artísticas, de conrnuidad, de desarrollo y de aporte a tcomunidad, el ente que correspondtiene que subsidiar ese proyecto del milmo modo como lo hace con las propuetas del San Martín o del Cervantes. Yeeste punto me atrevería a decir algo qutiene que ver con la justicia social aplcada a la cultura. Cualquier proyectserio debería ser tomado como propidel Estado. Cuando la Municipalidacompra maquinarias 'para pavimentacalles no lo hace pensando en el uso desas maquinarias alrededor de la Plazde Mayo o de la avenida Libertador hacía Martmez. Se supone que son parmantener sin baches a toda la ciudad dBuenos Aires y sus alrededores. Lo mimo debe ocurrir con la distribución qtel Estado tiene de sus medios en una acvidad tan vital como es la que propoiel teatro.

-Aquí estás refiriéndote a la decentralización de la cultura. En el graBuenos Aires, por ejemplo, hay saltespléndidas que esperan que alguien blga uso de ellas. ¿No habría que disarrollar grupos en cada ciudadpueblo?

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El público y unbaile rosista

Jaime Kogan, el director.

-Por supuesto, me parece perfectoque se coopere con la Comedia Cordo-besa, pero no es menos importante quese apoye a los diez grupos de teatro queexisten en los alrededores de la ciudad.Estamos hablando de audacia, imagi-nación y dinero, y casi te diría que en eseorden. Aspiro a que quienes han sidonombrados en puestos con capacidadde decisión sean creadores como lo sonsobre las tablas. Supongo, entonces,que si otra vez el Festival de Otoñ.o deParís nos invita con Marathón, como lohizo, no seremos reemplazados por elcharter que el gobierno militar puso adisposición de los cuarenta o cincuentatangueros que viajaron en nuestro lu-gar, y conste que me encanta el tango ynada tengo contra quienes resultaronbeneficiados. Nuestro equipo se quedópor falta de medios económicos, Es na-da más que ul}ejem~I2,_p.a:>a11cosas peo-·res. A lo mejor uno tiene que aspirar a.que existan dos charter, para no descar-tar a los tangueros.

-A menudo no se toma en cuentaque de la misma manera que la eluda-

El Porteño, Enero /984 - 37

danía participa de todo proceso políticoel público es también responsable delbuen o el mal teatro. ¿Qué pensás deesto?

-Al público le pasan las mismas co-sas que a nosotros. Peter Brook diceque el teatro mortal no solamente es ge-nerado desde el escenario, el carácter demortandad también proviene de la pla-tea. Un público más golpeado, menosinquieto, da origen a un determinadofenómeno teatral. De ahí que los riesgosde un teatro de aventura artística hanido aumentando. Todo forma parte deltejido cultural informativo, del climasocial y de los tiempos que corren.-Es imposible pedir afluencia de

pú blico durante la guerra de lasMalvinas.

-O cuando vemos un secuestro enplena calle o nos enteramos de la muertede un ser cercano, o de su desaparición.Son constantes que obran de un modosutil en lo que puede' ser la disponibili-dad receptiva de un producto estético.También el espectador deberá hacer unproceso de revitalización de sus conduc-tos sensibles.-¿Cuál será el próximo estreno del

ETP?-Es una adaptación de El baile de

los guerreros, de Ernesto Shóo, realiza-da por Jorge Goldenberg. Se trata de unproyecto que vengo rumiando desde ha-

TEATRO

ce un añ.o. Las dificultades para llevarloa cabo son complejas, no ambiciosas.Digo complejas porque lo ambiciososuele llevar a lo superfluo, y aquí esta-mos frente a una necesidad estética real.El primer problema que se nos planteaes el de la necesidad de un lugar no tra-dicional. Primero porque la situaciónbásica de la obra transcurre en una fies-ta; y también por las inquietudes perso-nales de búsqueda. En este momentome preocupa la fenomenología de laemisión del discurso estético y la per-cepción de dicho discurso. A diferenciade otras disciplinas artísticas el teatro sevuelve altamente inapreciable para lossemiólogos, los estructuralistas O loshombres de teatro, puesto que tiene elcarácter de la inmediatez. Un cuadro ouna pieza musical puede ser ana1izadomucho tiempo más tarde después de sugestación. El teatro existe en el momen-to en que se emite y se percibe al mismotiempo. Eso genera un estímulo muygrande de experimentación.

-¿Cómo imaginás la puesta en esce-na del texto de Shóo?

=-Sueño con un espacio donde elpúblico ingrese libremente; sueñ.o conuna simultaneidad de situaciones y conla movilidad del espectador, que no es-tará atado rígidamente a la butaca, o ala silla.

-¿Cuál seria el lugar ideal?-La confitería del Molino. Es una

pieza con cuarenta actores, que requieretrajes de época, ya que la acción trans-curre en 1838, durante la época de Ro-sas. Lamentablemente aún no hemospodido pasar de la etapa del embarazo.Necesitamos encontrar el partero y unamuy buena sala dentro de un hospitalserio y'generoso.-¿Por qué no dirigís fuera del ETP?-Porque nadie me lo ofreció. Al me-

nos nunca seme llamó con una propues-ta seria.

- ¿En los teatros oficiales estabasprohibido?-Yo no sé simanejarlo con el tiempo

pasado, de' la pregunta deberían darcuenta quienes están al frente de esosorganismos.

-Concretamente: ¿nunca te ofre-cieron dirigir en el San Martín?

-Bueno, podría ser que Kive Staifno tuviera interés en que yo dirigiera enel San Martín, y podría ser, también,:que existieran-iaSlístas negras que tan-tas veces fueron negadas.

-¿Estabas en una~ista negra?-Sí, por supueSt~.Jaime está cansad?1la charla llera a

su fin. Estamos en el bar de Córdoba ySan Martín, casi una sucursal delPayró. Desde la ventana advertimosque llueve. Caminamos esquivando bal-dosas flojas y nos despedimos en lapuerta del teatro. Después de I~ conver-sación es probable que ambos pensemoslo mismo: que es un milagro, un verda-dero milagro, que en la Argentina quetodos conocemos un equipo teatralcumpla quince años de vida.

Enrique QUirós

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DOCUMENTO!

Museo para una raza extinta/

Durante la Segunda Guerra Mundisl los nazis crearon un museo destinado adocumentar a las futuras generaciones sobre el pueblo judío, luego de

producida la "Solución final".

Inventariando ropa de cama confiscada. 1942.

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DOCUMENTOS

Un muñeco de Terezin.

Berl estaba asustado: era la primeravez que llegaba tarde a su trabajo. Detodos modos los guardias y el mismocoronel les daban otro trato que los deafuera, en la ciudad. Hasta se mostra-ban amables.

Sabía que en el depósito lo esperabauna gran caja de madera repleta de ob-jetos para clasificar. Al entrar, saludóa los guardias, y después, en los largoscorredores, a los oficiales' con los quese cruzó. Bajó al sótano, se puso su de-lantal gris y se sentó junto a una estan-tería en la cual se alineaba gran canti-dad de piezas de lata.

Sobre una mesa, frente a sus ojos, lainscripción en la enorme caja decía:"Terezin 1943". Sacó un alicate delbolsillo de su delantal y (ritualmente)cortó los alambres que aseguraban latapa.

Dos horas más tarde, cuando la cajase había vaciado hasta la mitad, en-contró una copa y, al alzarla ante susojos, la vio temblar; vio, también, queeran sus manos las que temblaban.Con cierto temor caminó hasta suescritorio para poder así acercar la co-pa a una luz más intensa. La hizo girar,con lentitud, entre sus dedos. Sí, era lamisma.

Recordó que unos meses atrás habíatenido la misma sensación, pero estavez no se equivocaba: era la misma co-pa con la que había bendecido la cenade un viernes, de aquel viernes de dosaños atrás, cuando había ido a visitar asu hermano menor en las afueras deTerezín. Entonces lloró, en silencio.

Durante el resto de la mañana limpióla copa y luego, automáticamente, co-mo había hecho ya cientos de veces an-tes, la colocó en el estante correspon-diente: "Copas rituales de plata" .

Berl es un nombre imaginario paraun personaje real, que, como muchosotros prisioneros judíos, trabajó en el"museo para una raza extinta".El Museo 'Judío Nacional de Praga

alberga una de las colecciones más ex-tensa e importante con relación alpueblo judío del mundo. Más de100.000 objetos documentan cada di-mensión de la vida de la comunidad yla familia, de una herencia cultural reli-giosa y secular que se extiende desde laEdad Media. La mayor parte de estosobjetos fueron reunidos por los nazisque esperaban usar el museo de Pragacomo medio de documentar su "Solu-ción Final" a la cuestión judía. Los ob-jetos, propiedad confiscada a judíos en

Bohemia, Moravia y otras partes deEuropa, son muestra de una culturaque el Tercer Reich intentaba ridiculi-zar en un museo dedicado a una "razaextinta" .El museo se origina con el trabajo

del historiador Salomón Hugo Lieben(1881-1942), quien en 1942 creó la Or-ganización para la Fundación y Mante-nimiento del Museo Judío de Praga: Suplan era preservar el rico conjunto deelementos del pueblo judío de las sina-gogas de Praga, que habían caído endesuso, y eventualmente extender subúsqueda de objetos a casas de subas-tas en las ciudades y en localidades ru-rales. En 20 años recolectó más de 1000objetos ceremoniales y de arte populary manuscritos y libros hebreos. La co-munidad judía de Praga reconoció lalabor de Lieben otorgándole primeroun edificio y luego otro en el BarrioJudío de Praga para albergar su colec-ción.

En 1942, Rinhard Heydnch, oficialen jefe de Hitler en el Protectorado deBohemia y Moravia, y Karl Rahm,miembro de la SS, diseñaron unprograma que distorsionaría porcompleto el propósito de preservar lacultura humana, Una cédula nazí es-

Depósito de objetos religiosos.

If

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tableció un "Museo Judío Central"para reunir y mantener posesionesjudías "tanto de valor histórico comoartístico" .

Al mundo exterior se le díjo que setomaban bajo custodia temporaria es-tas posesiones judías, hasta que se de-volvieran a sus legítimos dueños.- La misma minuciosidad que caracte-rizó toda la maquinaria de guerra nazise aplicó a la recolección y preserva-ción de una amplia gama de elementosjudíos: libros y manuscritos litúrgicos,novelas populares, pinturas y objetostradicionales, muebles, pianos, utensi-lios de cocina, vestimenta, e implemen-tos de la sinagoga. Al terminar, en1945, los nazis habían reunido más de94.000 elementos que llenaban ochoedificios históricos en el Barrio Judíode Praga y 50 depósitos a lo largo de laciudad. Muchos de estos objetosfueron enviados por correo a medidaque se apremiaba a pequeñas comuni-dades a acatar la orden de renunciar asus posesiones para posibilitar lacentralización y el inventario.

Se forzó al personal del Museo Judíoa participar en una Comisión Oficial dePlaneamiento para el nuevo museo na-zi. Tuvieron que desarrollar programas

Reloj de sinagoga, Bohemia ca.1870.

DOCUMENTOS

de administración y exhibición, elabo-rar un catálogo y conservar todos losobjetos que se incorporaban. Un pro-fesional de museología, Josef Polak,estaba a cargo de las actividades delmuseo, que crecieron hasta incorporara una enorme cantidad de judíos dedi-cados a las artes y humanidades, aquienes se obligaba a participar en ladescomunal tarea. Además del inventa-rio, el equipo del museo preparó unaguía de colecciones y organizó cuatroexhibiciones privadas para oficiales na-zis, que se llevaron a cabo en sinagogasadaptadas para ese fin.A medída que aumentaba el volu-

men de objetos enviados a Praga, lapoblación judía se iba viendo diezmadapor constantes deportaciones a camposde concentración cercanos. Los encar-gados judíos del museo esperaban po-der preservar por siempre el legado delpueblo judaico-europeo, y su cuidado-sa dedicación y cuidado de estos obje-tos fue su resistencia silenciosa a losnazis. Finalmente también se mandó ala muerte a virtualmente todos los en-cargados judíos del museo. Durante elaño posterior al fin de la guerra si-guieron llegando objetos al museo, pe-ro de diferente clase. Eran objetos de

Eligiendo y catalogando objetos,1943.

Terezin y otros campos de concentra-ción, como dibujos, .diarios, fo-tografías, y vestimenta. En esta épocael museo estaba bajo la protección delConsejo Comunal Judío de Praga, ytrabajaban allí los pocos encargadosjudíos sobrevivientes. Pronto se dieroncuenta de que no tenían recursos hu-manos ni financieros para mantener lasgrandes colecciones.En noviembre de 1949, el Consejo

ofreció como donación al gobiernochecoslovaco los monumentos históri-cos del Barrio Judío de Praga y milesde objetos albergados en sus edificios.El Museo Judío Nacional se establecióel4 de abril de 1950, como monumentoconmemorativo, órgano de preserva-ción histórica, e instituto de investiga-ciones.

Es mérito de la República SocialistaChecoslovaca que este importante lega-do se conserve ahora para futuras ge-neraciones. Actualmente, más de 40profesionales están dedicados a lasexhibiciones públicas, la investigaciónacadémica, la publicación y la conser-vación de las colecciones.

GavoLevner

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ENCUESTA

La política cultural delgobierno democrático

La política que, en materia de cultura, está desarrollando el gobiernoradical, será objeto, de aquí en más, de nuestro aporte y de nuestra crítica.En estas página opina un escritor y colaborador de publicaciones culturales.

''Eka ,"11"""' "oo. expremo"que le queda muy grande al radicalismo.Como un gran sindicato, un club de fútbol,o una empresa petrolera, el régimen alfon-sinista se desplaza según un orden que noes su política cultural sino el resultado delas pesadas circunstancias que lo rodean.Este carácter circunstancial, o "realista" ,que puede verificarse en su práctica cultu-ral, es una nota común a todos los aspectosde la gestión alfonsinista, con la probableexcepción de su programada ortodoxia re-publicana y su formalismo democrático.

Precisamente es el •'formalisno' la razónde ser de esta nueva escenografía del Esta-do. Ejecutada una fuerte redistribución deriqueza, redistribuido, mediante el ejerci-cio del terror, el poder de las armas y de lasorganizaciones, el Estado argentino nece-sita ahora un impasse en el que imperen elrespeto, la tolerancia, la convivencia, ysobre todo las "garantías", para que elsaldo positivo de la distribución de la ri-queza y el poder se conserve en el nivelactual. Cuando se indica -al referirse al

Responde Rodolfo E. Fogwill

nuevo gobierno- que es la continuidad na-tural del "Proceso", debe entenderse lapermanencia de algo que va más allá de lasanécdotas (préstamo de funcionarios radi-cales a la administración militar, pase deestrategas del gabinete de Videla al entor-no de Alfonsín, intercambio de saludos yprestaciones entre el equipo Prebisch y ladupla Wehbe-G. del Solar, etc.). Comobien lo estableció Juan Aleman, más que asu eficiente equipo de marketing electoral,es al régimen económico de Martínez deHoz a quien debe agradecer su éxito elradicalismo. En una lectura extrema, elformalismo radical no es sino la legitima-ción de un orden social construido sobre eldelirio y el terror. Los frigeristas lo com-prendieron así, cuando anunciaban que pa-ra las elecciones del 30 de octubre, elProceso ofertaba dos alternativas de conti-nuidad al mercado de votos. Si el justicia-lismo parecía conceder a los jefes del pro-ceso mayores garantías de seguridad per-sonal, el plan alfonsinista prometía mayorpermanencia a los logros socioeconómicos

del régimen militar. Caotizado y con susmejores cuadros de recambio en el exilio oen las listas de desaparecidos, el peronis-mo tuvo una interna donde patotas, servi-cios oficiales y policiales, proscripcionesy dólares multinacionales coadyuvaronpara la producción de una mercancía in-vendible: Luder. De todos modos, se vota-ba por un retomo a 1976, o por un retomo a1853. Ganó esta última ilusión, invocadapor una oración cívica de alcance conmo-vedor para la muchedumbre que pronunciacorrectamente las eses finales. En diciem-bre recomenzó 1853, y, como entonces,tendremos nuestros Urquiza, nuestros pe-queños Alberdi, nuestros Sarmiento ynuestros indios. Ya derrotada la barbarie,la civilización radical propone al mundouna Argentina semindustrial y semicolo-nial, donde dos tercios de sus habitantespodrán vivir en armonía y bienestar. Elarte de la política cultural que el nuevorégimen atine a darse, consistirá en gene-rar las condiciones que amalgamen a esesesenta o setenta por ciento de los argenti-nos, otorgándole su identidad moderna,

El Porteño, Enero 1984 ' 41

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ENCUESTA

europea, social y democrática, al tiempoque se elaboran los signos idóneos paraconvencer al treinta o cuarenta por cientoque está fuera del juego, que si no participadel nuevo paraíso es por su propia culpa.Ese tercio que quedó afuera serán los nue-vos indios de esta remake del 53, y anda-rán por ahí mientras las Provincias Unidassiguen aguardando al nuevo General Rocaque los remita a las tolderías.Pero tal como el proyecto alfonsinista

no puede sostener la disciplina obrera des-montando la burocracia. sindical, y así co-mo la escuela de Villa Grinspun no podráreducir el déficit fiscal y la inflación deri-vando la emisión al "crédito productivo" ,tampoco puede ser viable este plan cultu-ral. Ni los beneficiarios del nuevo paraísodemócrata-social se considerarán amorti-zados por la salud barata, los impuestosprogresivos y la copa de leche, ni las tribusque el Proceso condenó a la marginalidadse van a dejar convencer de que la civiliza-ción es una cuestión de piel y de lenguaje,ni habrá "teatros abiertos" que puedanmantenerlas quietas por mucho tiempo enlas butacas.

Porque aunque pueda convocar la adhe-sión de algunos teóricos que en 1973 tiro-neaban de las frases de Gramsci para justi-ficar las' 'formaciones especiales" , Y aho-ra postulan el nuevo orden socialdemócra-ta, el alfonsinismo, alienado por su pro-pensión al marketing y a los éxitos tácti-cos, no alcanza a comprender la naturalezani la función de la cultura. Agregaría más:en todas las esferas de la administraciónradical predomina una absoluta ignoranciadel tema.

No es el caso de cotejar el salón literarioradical con las elites de 1853, o de 1880.Tampoco se propone una comparación conlos parnasos de Moscú 1918 o París 1946.Bastará recordar la eficacia (en términosde su capacidad para cumplir los objetivosfijados) del proyecto cultural peronista,del aramburista, y del de la RevoluciónArgentina, para notar que el régimen ac-tual suma a su pobreza de cuadros unapobreza general de ideas y una confusiónconceptual que haría reir a coro a MarianoCastex y Mariano Grondona, si de nuevoOnganía los convocase a su despacho.

A poco que se revise el proyecto radical,se detectarán tres errores de superficie,los mismos que se arrastran desde las pri-meras escaramuzas de Renovación yCambio:

1. Concepción de lacultura como una

parte del tiempo libreA partir de esta creencia pequeñobur-

guesa, la familia, la fábrica, la iglesia, laescuela, los sindicatos y las asociacionesvoluntarias no son alcanzados por la plani-ficación cultural. Esta doctrina no surge

solamente de la ignorancia, por cuanto esuna creencia útil al régimen que necesitadesarraigar la reflexión de la sociedad so-bre sus conflictos.

cho de autor, o un premio nacional deliteratura.

(A propósito, tardíamente se dieron aconocer los premios nacionales otorgadospor la administración cultural del Proceso:su monto equivale a la pensión vitalicia deun coronel, o de un teniente coronel, con laventaja de no exigir mayores responsabili-dades ante la justicia, ni obligar a prácticasagobiantes de tiroteos y madrugones).

2. Imagen de lacultura como unaactividad de tiempolibre vinculado, al

negocio delespectáculo

Esta ilusión radical es consecuencia -y asu vez fuente de realimentación- de lapeculiar composición del equipo culturalalfonsinista. En efecto, escasean -o estánausente de él-, los 'poetas, los teólogos, losfilósofos, los artesanos, los pintores, loscompositores clásicos y los arquitectos, ypredominan en cambio las" estrellas" , losdirectores de cine y de teatro, los guionis-tas y dramaturgos, los cineastas y los na-rradores de géneros fácilmente converti-bles en paparrucha televisable.

3. Representación dela cultura como algo, 'espectacular" quese difunde mediante"eventos" y en base

a "figuras"A esta imagen de la cultura ha habituado

la prensa y la televisión, donde todo es"importante" y se procesa en "ciclos","encuentros", "festivales", "ferias", ytodo se jerarquiza segun el "rating' queaporta cada "personalidad".

Los tres errores enumerados, visibles enla cholula superficie del escueto proyectoradical, responden a una ideología que en-tiende a la cultura como una forma "ele-vada" de la diversión, y que imagina a lacreación como un fenómeno irregular, ydiferente de la vida cotidiana del común delos hombres.

En resumen, estamos viendo un esque-ma midle-class que sirve para separar a lacultura dela vida real, y para separar', den-tro de esa cultura definida ilusoriamente,al acto de producción del acto de consumo.Este modelo superficial de la cultura es loque suele aprender un ciudadano radical alcabo de años y años de mirar televisión a laespera de que los militares se retiren, y esla misma doctrina que repiten quienes serepresentan como resultado final del arteun porcentaje del borderaux, un crédito defomento a la producción de cine, un dere-

Dónde está la culturaDivorcio productor-consumidor en el

área de la cultura, divorcio cultura-vidareal en el área de la sociedad, son los ejesprofundos sobre los que se mueve la mito-logía radical, aunque también se los puedeencontrar en parte del justicialismo herbí-voro que se heredó de la gestión de Celesti-no Rodrigo-López Rega-Ivanissevich y enla mayoría de los grupos de izquierda quesiguen mirando el mundo según los ray-ban aliadófilos de los partidos comunistasde post-guerra.

Con esa óptica que impide ver dóndeestá la cultura, no se puede construir unapolítica cultural. Y la cultura no está en laSADE, ni en SADAIC, ni en la casa delseñor Sábato. La cultura está en la familiay en todas las instituciones de la sociedad.1) en las instituciones económicas, dondeel proyecto radical deja la promoción cul-tural librada a la capacitación mínima in-dispensable para que los trabajadores pro-duzcan sin alcanzar a comprender el senti-do de la producción. 2) en las institucio-nes religiosas, condenadas por la mitolo-gía capitalista a una función de "suplen-cia". 3) en las instituciones políticas, quepara este proyecto deben seguir funcionan-do como" comités" , o círculos de admira-dores de una bandera, o de alguien. 4) enlas instituciones militares, las que sepiensa "democrarlzar" con desplaza-mientos de las cúpulas y recortes de presu-puesto, en la creencia de que su peligrosi-dad depende del inventario de los arsena-les, y no del inventario de las ideas quetienden a procesar al estar separadas delpueblo.

Integrar la empresa, el campo, la fami-lia, la iglesia, el club, el sindicato, el cuar-tel, el partido y la escuela a una políticacultural implicaría negar el modelo de so-ciedad al que los radicales rezan su oraciónlaica: orden jurídico formal, privacidadinviolable, división entre cultura y pueblo,división entre pueblo y fuerzas armadas,especialización de las actividades, dife-renciación nítida de la biografía individualen horas-trabajo, horas-misa, horas-sexo,horas-cultura, y división clara de la histo-ria en grupos de seis años con un día bienalpara votar, y dosmilcientonoventa días pa-ra mirar el hermoso espectáculo de sergobernado, o conducido, aunque "condu-cir" es un verbo poco adecuado para deno-minar a estos procesos que nunca aciertana definirse una meta.

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