El Consejo Municipal

de Cultura, Espíritu del

Sistema(pag 6)

Retos del Consejo

Municipal de Cultura(pag 7)

Un diálogo cultural en múltiples direcciones

Entrevista a María del Rosario Escobar, Secretaria

de Cultura

(pag 10)

Nº 1 · Septiembre - Octubre de 2012 · Medellín, Colombia · Distribución Gratuita

Una invitación a construir democracia (pag 4)Artístas y gestores culturales en la Reunión Informativa sobre el Consejo Mpal de Cultura. / Fotografía: Laura Rodríguez

Sistema Municipal de Cultura

Profesional de laSecretería de Cultura Ciudadana

Carlos Mario Guevara

Secretario técnico del CMCUCarlos Andrés Orozco Guarín

Coordinador General de la convocatoria Elección Consejo Municipal de Cultura

2012-2015Juan Pablo Ricaurte Londoño

Asistentes de coordinaciónDiego Ríos

Ada Quintero

ComunicacionesElkin Naranjo

Nataly MiraLaura Rodríguez

Periodismo y EdiciónZahira López

Diseño y DiagramaciónMomo Suheskun

Fotografía Laura RodríguezMomo Suheskun

Registro Audiovisual Steven Alejandro Hernández

LogísticaDavid torres

Mabel GiraldoSebastián Ruíz

Jorge Mario Muñoz

TelemercadeoLina Grisales

Alejandra MesaÁngela Pérez

Sebastián Iral Monsalve

Auxiliar AdministrativaLuz Yolanda Marín Agudelo

Interventor del ConvenioCarlos Mario Guevara

Por un Buen Consejo es una publicación que hace parte de la estrategia de comunicación y medios del Sistema Municipal de Cultura para la Convocatoria y Elección del Consejo Municipal de Cultura de Medellín para el periodo 2012-2015, dentro del convenio de asociación entre la Alcaldía de Medellín y Asencultura (Asociación de

Entidades Culturales).

Por un Buen Consejo no se hace responsable de las opiniones y conceptos emitidos en los artículos por los autores. No compromete los criterios de los editores. Todos los artículos pueden ser reproducidos en otros medios impresos y virtuales siempre y cuando se cite su procedencia.

Medellín-Colombia

Desde la década de los setenta se han construido diferentes mecanismos de participación ciudadana, como fundamento de la democracia para fortalecer las instituciones y el ejercicio de la ciudadanía en beneficio de una población determinada, buscando que la población no solamente se limite a elegir a los representantes (senadores, parlamentarios, concejales, diputados, presidente, gobernadores, alcaldes, ediles y otros) sino que también participe en las decisiones que afectan las condiciones de vida o de trabajo en muchos de los aspectos de la Nación. Es a partir de la década de los 80 que la democracia participativa adquiere fortaleza para el desarrollo de los asuntos que afectan directamente los habitantes de las diferentes regiones del país. Con la Constitución de 1991 se logra consolidar nuevas formas de participación ciudadana en el campo político, económico, social, cultural, ecológico, de control, de co–gestión; en el desarrollo integral del país. Y es ésta inclusión una de las reformas más importantes que se alcanzó con la Constitución. Sin embargo, para llegar a esta meta fue necesario recoger las experiencias en participación ciudadana no sólo del país, sino también de otros países latinoamericanos e iberoamericanos, que destacaban un avance en términos democráticos y participativos.

La ciudad de Medellín, finalizando los ochenta y principio de los noventa, tiene un gran movimiento cultural, de organizaciones culturales en los barrios, en las universidades, y paralelamente nacen agremiaciones de artistas plásticos, escénicos, músicos, entre otros y son estas organizaciones las que se convierten en mecanismos de

participación claves para la formulación de políticas culturales y sobre todo las que tienen que ver con el fomento y estímulo a la cultura y el arte, es a partir solamente de la presencia de la Consejería Presidencial para Medellín y el área Metropolitana que se crean otros espacios de discusión debido al conflicto urbano que se vivía; y entre esos espacios se crean las mesas de trabajo y una de las mesas fue la mesa de cultura coordinada directamente por las organizaciones culturales, mesas donde se discutieron grandes problemas de la ciudad y los problemas particulares de cada sector, pero que a la vez permitieron que todos los sectores trabajaran conjuntamente para el desarrollo económico y social de la ciudad.

Es entonces como el Consejo de Cultura, a partir de su incidencia, se convierte en protagonista de la vida artística, cultural y patrimonial de la ciudad. Más que un ejercicio de prueba y error, las temáticas –con sus diversos intereses- y la composición – variada y representativa- le dieron el protagonismo que requería este espacio. Hoy podemos decir que el Consejo Municipal de Cultural es un punto de encuentro de áreas, sectores y territorios con la administración y es, además, un protagonista con verdadera incidencia en la vida cultural de la ciudad. Además es un ejemplo de construcción ciudadana en América Latina.

Por lo tanto hacemos un llamado a la ciudadanía a estar presentes y aportar a la discusión en este espacio que precisa de actores con mentalidad crítica, respetuosa y de amplia capacidad para leer esta ciudad tan diversa y plural como lo es Medellín.

Editorial

El Consejo de CulturaProtagonista de la vida artística, culturaly patrimonial de la ciudad.

Convenio Invita

Cada proceso de participación ciudadana es un ejercicio de cultura política. Sin lugar a dudas las experiencias de los Consejos Municipales de Cultura como escenarios de diálogo, análisis, formulación de políticas, planes y líneas de acción para el fomento y la consolidación del quehacer cultural en cada región, son acumulados en el aprendizaje de ciudadanía cultural, que la reconocida maestra Martha Elena Bravo, define de la siguiente manera: “Un ciudadano cultural es un ser que se relaciona con los demás, se comunica, se reconoce en la alteridad, establece lazos, ejerce la civilidad, participa en proyectos comunes, expresa cultura al crear, recrear y construir referentes de identidad y de patrimonio cultural para así construir democracia” (Bravo. 2011)

Para el representante al Consejo por el sector de investigación, Fabián Beethoven Zuleta, la participación tiene que ver con la cooperación entre las demás instituciones que están representadas en este espacio, para pensar políticas e iniciativas de interés común. Y aunque cada área trabaja por los intereses particulares de su sector, el verdadero desafío es, como lo dice Fabián Beethoven: “Armonizar el interés particular por un interés global, en el cual el municipio de Medellín, a través de la Secretaria de Cultura Ciudadana, coordine una política para la cuidad que pueda tener impacto también en la región”.

Por su parte, José Ambrosio Villa Zapata “Jota Villaza”, representante al Consejo por el sector de Artes Escénicas, opina que estos espacios son vitales en el desarrollo contemporáneo de las sociedades, y cuenta que su cercanía con otros Consejos Municipales de Cultura del país, así como figuras similares en países latinoamericanos, le ha permitido: “Mirar y evaluar el proceso en el que estamos, que es muy interesante, y yo creo que con todas las dificultades que pueda tener, es más avanzado que otras ciudades”. Durante 12 años ha habido tres cohortes del CMCu de Medellín, desde que se instaló a finales del siglo pasado y principios de este siglo XX. La tercera y actual, que está cerca de cerrar ciclo, tuvo un vacío en el diálogo con la pasada administración, dificultades que a la larga muestran la ruta por dónde se debe desarrollar una verdadera participación ciudadana.

La intervención ciudadana en la toma de decisiones para la formulación de políticas culturales es trascendental, pero es necesario que este espacio no se convierta solo en

un escenario de participación formal que corresponde al instrumento de la ley, o que el tema de participación quede solo en la opinión, porque como dice Néstor López, representante al Consejo por Ongs Culturales: “Este es un Consejo que se construye para tratar que la sociedad civil y la sociedad organizada participe en la toma de decisiones sobre su destino, construya su horizonte, su forma de trabajo, su viabilidad, sus caminos de desarrollo, pero eso se da si solo la administración municipal, departamental o nacional, tiene también una actitud de recibir adecuadamente esas recomendaciones”.

Si bien la voluntad política es fundamental para el desarrollo cultural en consonancia con la institucionalidad y la ciudadanía, también es muy importante la capacidad de diálogo y acuerdo de los mismos representantes del Consejo, pues es claro que el trabajo conjunto sería para potencializar y proyectar el sector cultural en beneficio colectivo. Al respecto, dice Fabián Beethoven: “La administración pública ha tenido a una tendencia a programar con un planteamiento de consulta que no es muy determinante en sus decisiones, y se consulta pero se decide de otra manera; ese es un

comportamiento que ha habido a pesar de que hay apoyo a muchas iniciativas; pero por otro lado, los integrantes del Consejo no hemos considerado que nuestra participación puede ser mejor de la que tenemos, puede estar mejor organizada, que debe haber un plan de acción específico que defina nuestro que hacer y nuestra participación en el sentido de desarrollar iniciativas para mejorar la capacidad gerencial y de gestión; para mejorar la calidad de vida de los integrantes, profesionales y personas que actúan en un sistema organizado del Plan Municipal de Cultura, entonces nos ha faltado organización; y a veces hemos tenido la tendencia a ser contestatarios lo cual no facilita la comunicación”.

El gestor cultural y actual director ejecutivo de Asencultura, Juan Pablo Ricaurte Londoño, quien ha pasado por distintos roles en el CMCu desde su fundación, cuenta que: “Los que fuimos pioneros en la construcción del primer espacio del 99 a los que hoy entregan un nuevo Consejo, han hecho una labor importante. Somos ejemplo en muchas ciudades latinoamericanas porque construir en medio de las dificultades sociales en un entorno como Medellín no es fácil”. Los logros del Consejo se ven reflejados en los programas que tienen que ver con el fomento a la cultura y al arte, como el programa de becas, estímulos, intercambios, publicaciones, apoyo a eventos de ciudad. “Hoy, esos mismos programas, exigen que el Consejo de Cultura que se elija les dé una nueva mirada, porque son programas que permitieron reflexionarlos y pensarlos a la necesidad de esa ciudad que se estaba construyendo en el año 2004, 2005 desde el campo de la cultura”, dice Juan Pablo Ricaurte.

La posibilidad de avanzar hacia democracias participativas locales debe estar unida al compromiso intelectual y crítico de comprender el cambio de los contextos y de las distintas dinámicas culturales y territoriales. Como afirma Néstor López, “El Consejo de Cultura debe ser un reflejo de una cuidad plural como lo es Medellín, diversa y divergente; es un Consejo que será rico y muy valioso para construir desarrollo social y cultural”. Para fabricar ese tejido de ciudad es necesario que la administración verdaderamente escuche, pues es sabido que el Consejo ha existido en estos años dependiendo de la voluntad del gobierno de turno y sus logros o fracasos son resultado del tipo de diálogo establecido. Por lo tanto, no es una responsabilidad exclusiva de la administración municipal, es también tarea de la gestión colectiva del sector que escribe su historia reciente de ciudadanía cultural.

Referencias

Bravo, Martha Elena. “Ética, participación y procesos político-culturales”. Agenda Cultural Alma Mater, Nº 180, septiembre de 2011 Universidad de Antioquia.

Ciudadanía Cultural

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Un Consejo que se construye

“La participación plural de la ciudadanía es un proceso lento pero de una construcción firme”. Jota Villaza

Consejo Municipal de Cultura 2008 - 2012Fotografía: Laura Rodríguez

Por: Zahira López

Desde jóvenes hasta adultos mayores asistieron a los foros informativos sobre la convocatoria y elección del Consejo Municipal de Cultura 2012-1215. Llegaron los que ya conocían el Sistema, así como los que no sabían el papel del Consejo Municipal de Cultura de Medellín; algunos que se habían desencantado o agotado en procesos pasados, por curiosidad o tal vez optimismo, reaparecieron. Lo que todos tenían en común es su trabajo o afinidad por el arte y la cultura.

Este proceso, que comenzó el pasado mes de Octubre, consistió en 17 asambleas informativas en las seis zonas y los cinco corregimientos de la ciudad; y seis áreas del sector cultural en las cuales asistieron cerca de 400 actores culturales, entre líderes, gestores y artistas, quienes se enteraron del procedimiento de la actual elección del Sistema Municipal de Cultura, sobre el Plan de Desarrollo Cultural 2011-2020, el Plan de Desarrollo de la Ciudad: Medellín Un hogar para la vida, así como los objetivos, las funciones y la estructura del Consejo Municipal de Cultura. En estos espacios previos a la elección del Consejo, los participantes compartieron sus inquietudes. Se expusieron temas tan relevantes como la salud de los artistas, el

arte popular con relación a la calle, el adulto mayor y su acción en la cultura, la necesaria articulación del diálogo entre el mismo sector cultural, la infraestructura para acoger eventos y procesos culturales en las comunidades, entre otras cosas.

En la zona uno, un joven que habla de tener conocimiento de la comuna donde viene y de los otros sectores, menciona que los consejeros no son muy idóneos porque solo tienen el conocimiento de un área. “Nosotros sabemos que muchas personas van a ese consejo por asuntos personales, yo soy nuevo en este espacio, pero llevo cinco años trabajando en cultura con la 2 (comuna), y sé cómo se maneja la dinámica”. Hace un pedido para que el municipio haga seguimiento a las personas que van a ser elegidas.

Marleny, quien ha sido representante al Consejo por la zona nororiental, manifiesta que la entristecen esos comentarios, pues ella ha tratado de hacer un acercamiento en las cuatro comunas y ha sido difícil concretar la participación. “No estamos trabajando para lo que venga al bolsillo de nosotros, entonces pongámonos de acuerdo”. Después de terminar su intervención, Marleny se acerca al joven y le pide los datos. De esta asamblea

informativa de la zona uno, se concreta otro encuentro entre los representantes de las comunas y los funcionarios de la Secretaría de Cultura Ciudadana.En los consejos de zona, se percibe que no hay una unificación como tal de las comunas, pues no solo es la falta de comunicación y el compromiso de trabajo en red, sino que también hay que recordar la realidad que afrontan los actores culturales con las fronteras invisibles en la ciudad. Traspasar las líneas de los barrios trae mortales consecuencias. De ahí la importancia de leer territorio, no como comuna, sino como zona.

Una de las dificultades de los corregimientos es el desplazamiento para los encuentros, pues se ha manifestado otra realidad que tiene que ver con el presupuesto de algunos consejeros. La actividad cultural se aglutina en el centro, entonces los líderes que viven en veredas a veces no asisten por falta de recursos, y aunque el altruismo es una de las características principales en este proceso participativo, hay momentos donde se tienen que tomar decisiones y en muchos casos se abandona el proceso por esa razón.

Una expresión, quizás arraigada en el pensamiento colectivo, que se escuchó algunas veces en las asambleas territoriales, es la de pelear, dar la pelea para lograr consolidar proyectos, esto de alguna manera es entrar al diálogo en una especie de guerra, donde hay ganadores y perdedores. Entonces es comenzar a proponer con un nivel argumentativo y contextual, de manera que, como lo dijo en una entrevista el presidente al Consejo por el sector de Artes Escénicas, Jota Villaza, “Hay que comenzar a entender que la administración no es el enemigo, aunque no tiene mi visión

Foros Informativos en la ciudad

Una invitación aconstruir democracia

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Artístas y gestores culturales en la Reunión Informativa sobre el Consejo Mpal de Cultura. / Fotografía: Laura Rodríguez

o con la cual no estoy de acuerdo tanto en su ideología o ejecución”. Carlos Mario Guevera, profesional de apoyo del Sistema e interventor de este proceso, al escuchar reiteradamente la expresión de pelea o lucha, propuso: “más que pelear, articulemos, aprovechando que esta secretaría quiere leer los territorios”.

Artistas y líderes culturales para representar su sector. María teresa Ramírez pertenece al Consejo de Cultura de El Poblado en el área de Literatura, le interesa esta participación porque ve la necesidad de potenciar la cultura en Medellín en todas las áreas. “Me parece que la sociedad ha sido un poco injusta con la cultura”, dice, y cuestiona sobre el grado de continuidad que tienen las propuestas del Consejo con las administraciones de turno, es decir, qué nexo directo tiene la política cultural con el cambio de gobierno.

“Una continuidad se da con respecto a las propuestas, por ejemplo la Red de Escuelas, hay una comunidad que no deja que esto se acabe; otro ejemplo son las Becas de Creación que vienen desde el año 2004 y nadie ha dicho que se van a acabar. Nosotros tenemos que pensar que si el consejo tiene un plan muy definido, el cambio de administración no nos afecta”, le responde Carlos Mario Guevara.

Ana Lía Suárez, apasionada de la cultura nocturna y la ciudad, cree que en el Consejo puede haber una dinámica en la generación de políticas públicas para espacios de participación, su inquietud apunta a: “cómo hacer el ejercicio de que la cultura tenga un consumo masivo, sabemos del desinterés en la participación por estos espacios, entonces debemos ver cómo, los que tenemos ese

interés, abrimos el Consejo de Cultura a interactuar con otros segmentos para que Medellín se vuelva un gran circuito en formación, educación y producción de públicos donde la gente aprenda a pagar por un evento”.

En la asamblea de Redes Artísticas una mujer pregunta sobre el Sistema Municipal de Cultura cómo le llega a la comunidad en términos prácticos, “He asistido a varias reuniones en años pasados y siempre hay una cantidad de conceptualización en el Sistema de Cultura, me llama la atención porque siempre se lee y me parece que la ciudadanía no entiende”.

Varias inconformidades quedaron expuestas: el olvido del Estado hacia los promotores de la cultura, los presupuestos que hacen énfasis en unos cuantos. La falta de acción de los planes que ya están escritos, y otras más.

Hernando Blandón, presidente al Consejo por el sector de Artes Plásticas, invita a participar en pro de una comunidad artística, porque como lo afirma: “es sacar adelante esta ciudad, este país. Ese yo, ese ego debe quedar afuera del consejo y debemos participar colectivamente. Este es un trabajo ad honorem durante cuatro años y si queremos trabajar allí es una vocación de servicio importante”.

Finalmente estos foros informativos fueron una invitación abierta a hacer democracia, y aunque quedan varias inquietudes y expectativas, la provocación es hacer una renovación cultural con el pensamiento, por el bien común del arte y la cultura en Medellín.

Foros Informativos en la ciudad

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Reunión Informativa Zona 6, Parque Biblioteca Manuel Mejía Vallejo, Guayabal / Fotografía: Laura Rodríguez

Reunión Informativa Zona 1, Centro Cultural de MoraviaFotografía: Laura Rodríguez

Reunión Informativa Corregimiento San Antonio de PradoFotografía: Laura Rodríguez

Juan Pablo Ricaurte en Asamblea electiva del sector de Danza. Fotografía: Momo Suheskun

Reunión Informativa Áreas Artísticas, realizada en la Torre de laMemoria, Biblioteca Pública Piloto / Fotografía: Laura Rodríguez

Los sistemas de cultura fueron creados por la Ley Nacional 1589 de 1998, según esta norma el Sistema Municipal de Cultura es el conjunto de instancias, espacios de participación y procesos de desarrollo institucional, planificación, financiación, formación, e información articulados entre sí, que posibilitan el desarrollo cultural y el acceso de la comunidad a los bienes y servicios culturales.

En lo local el Sistema Municipal de Cultura está vinculado al plan de desarrollo cultural de Medellín para el periodo 2011-2020, pues allí el lineamiento 10 “Fortalecimiento de la institucionalidad y del sector cultural”, reconoce que son un espacio para el fomento desde lo local de la ciudadanía a través de la participación en las decisiones que afectan la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación y, en especial, la promoción del principio de la concertación.

El Sistema Municipal de Cultura también se ve fortalecido en el Plan de Desarrollo, Medellín un Hogar para la vida, en su línea uno, Ciudad que respeta, valora y protege la vida, que lo contempla por medio del componente tres, Programa Fortalecimiento del sector cultural, al proponerse generar estrategias para la permanencia de procesos culturales de la ciudad, de allí surge el apoyo a entidades, organizaciones, creadores, gestores, redes que con su acumulado cultural contribuyan al desarrollo socio-cultural de la ciudad.

Dicho fortalecimiento se da a partir de la promoción de procesos culturales, pero sobre todo desde la consolidación del Sistema Municipal de Cultura como medio para generar encuentros entre los sectores público, privado, comunitario y no gubernamental.

Así entonces el espíritu del Sistema son los Consejos de Cultura, como espacios donde la ciudadanía confluye, para a través de la participación y de la deliberación, aportar al desarrollo cultural y artístico de la ciudad. En Medellín el primer Consejo Municipal de Cultura se crea en 1999, de aquel momento a hoy, ha evolucionado de tal forma que de los primeros 24 consejeros, este año se llegarán a 44, producto de las lógicas y del empoderamiento de los actores del sector cultural y del arte en la ciudad.

El Consejo de Cultura de Medellín se puede definir como un espacio de encuentro, concertación y sugerencia de la sociedad civil con la instancia oficial local para la atención de los campos artístico, cultural y patrimonial en el municipio. La importancia del Consejo Municipal de Cultura está en ser el lugar donde se analiza, dinamiza, y legitima todo lo referente a los campos antes mencionados, en concordancia con su función de liderar y asesorar las políticas y la planificación del sector de la ciudad.

El Consejo se convierte en la imagen cultural de la ciudad, en el reflejo del desempeño de lo cultural en la cotidianidad de los habitantes.

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Sistema Municipal de Cultura

El Consejo Municipal de Cultura, Espíritu del Sistema

Objetivos del Consejo Municipal de Cultura

Estimular el desarrollo cultural y contribuir, el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades en su respectivo territorio.

Actuar como ente articulador de las actividades relacionadas con el fomento, la promoción y la difusión del patrimonio cultural y artístico de las entidades territoriales.

Promover y hacer las recomendaciones que sean pertinentes para la formulación, de los planes, y proyectos culturales.

Vigilar la ejecución del gasto público invertido en cultura.

Promover el diálogo y la articulación de los sectores culturales y artísticos de la ciudad con los ámbitos académicos, institucionales y privados con el fin de impulsar políticas y dinámicas en pro del desarrollo sociocultural del Municipio de Medellín con propuestas para el logro del mismo.

Estimular procesos de comunicación, divulgación y participación de los actores y sectores del campo cultural, acogiendo los principios superiores de: vida, equidad, legalidad e interés general del Plan de Desarrollo 2012-2015: Medellín, un hogar para la vida.

Participar de forma activa en los espacios de planificación del gobierno municipal comprometido con el desarrollo cultural y artístico de Medellín y sus territorios, así mismo acompañar y asesorar la planificación de los procesos culturales y artísticos en la ejecución, el cumplimiento y la evaluación de las políticas públicas para el sector.

Proponer políticas y acciones que permitan interactuar y fortalecer los Sistemas Nacional, Departamental y Municipal de Cultura.

Acompañar, aportar y asesorar al Municipio en la apropiación, difusión, seguimiento y control del Plan de Desarrollo Cultural de Medellín 2011-2020 como una estrategia de fortalecimiento del sector cultural, y en las líneas y componentes de incidencia directa del Plan de Desarrollo 2012-2015 Medellín, un hogar para la vida.

Contribuir a la elaboración de políticas y programas que permitan el fomento, el estímulo y el acceso a los bienes y servicios culturales de los habitantes de la ciudad. Todo lo anterior mediante la creación de mecanismos que hagan viable esta propuesta y el diálogo permanente para su implementación.

Implementar estrategias que comprometan el gobierno municipal con un programa que incentive y motive el entusiasmo, la confianza y la participación de las comunidades de artistas y gestores culturales en la conformación, organización, puesta en marcha y gestión del Sistema Municipal de Cultura.

Este año se termina la tercera cohorte del Consejo Municipal de Cultura, y por lo tanto en su interior se vienen haciendo algunas reflexiones en aras de dejar abonado el terreno para el nuevo Consejo que se instalará en la ciudad el próximo 3 de diciembre de 2012. A la luz de su trayectoria de casi catorce años de relación con la Administración Municipal, recientemente se observa la necesidad de establecer una metodología de planeación y organización interna, que le permita un mejor desarrollo de sus funciones y que al mismo tiempo validen su verdadero propósito de orientar políticas de concertación e incidencia.

Precisamente el espíritu que mueve el Consejo es el de sostener un diálogo permanente con todos los sectores públicos y privados que tengan injerencia en el campo cultural de la ciudad. De allí parte la propuesta de implementar estrategias que comprometan el gobierno municipal con un programa que incentive y motive el

entusiasmo, la confianza y la participación de las comunidades de artistas y gestores culturales en la conformación, organización, puesta en marcha y gestión del Sistema Municipal de Cultura.Un nuevo modelo de organización

Con la idea de generar mecanismos de organización interna, se espera consolidar un plan de acción que asuma como marco de referencia un trabajo responsable, sistemático, eficaz, comprometido y ético de los liderazgos en el desarrollo cultural de la ciudad. Este es el gran reto que se quiere transmitir al nuevo Consejo, que acogiendo la dinámica de inclusión, una vez más, amplía su base de participación a 44 delegados, responsables de seguir consolidando el Sistema Municipal de Cultura, bajo un modelo de organización programático con metas y prioridades a corto, mediano y largo plazo.

Las dos principales instancias que tendrá el nuevo Consejo Municipal de Cultura

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Sistema Municipal de Cultura

Retos para el Consejo Municipalde Cultura

serían: una Junta Directiva, encargada de liderar las líneas y agendas temáticas del Plan de Acción; y una Plenaria General a donde asistirían, cada dos meses, los 44 consejeros elegidos, para discutir lo trabajado en estos cinco ejes estratégicos:

1. Desarrollo y gestión organizacional: comprende como campo de acción la capacitación y el entrenamiento de los consejeros en técnicas y conocimientos de administración (gestión, uso de los recursos, desarrollo institucional y sistemas de información).

2. Producción, creación e innovación en las artes y la cultura: impulsar proyectos en sus diferentes fases de formulación, negociación, implementación y montaje; asesorar procesos e iniciativas de investigación aplicada, consultorías, diseño de empresas y organización de alianzas como consorcios culturales, clúster, centros de formación, etc.

Por: Carlos Andrés Orozco Guarín*

Representantes del Consejo Mpal de Cultura 2008-2012, reunido en la Casa Memoria y Patrimonio / Fotografía: Laura Rodríguez

Sistema Municipal de Cultura

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Sesión Consejo Mpal de Cultura 2008-2012, reunido en la Casa Memoria y Patrimonio / Fotografía: Laura Rodríguez

3. Planeación estratégica, economía cultural y prospectiva financiera: Buscar alternativas de financiamiento e inversión en el arte y la cultura; reconocer y validar modelos para calcular el valor de los productos artísticos y culturales; desarrollar herramientas que incorporen valores agregados a la producción artística y cultural; impulsar y experimentar metodologías para mejorar la economía de las organizaciones y las redes culturales y artísticas.

4. Mejoramiento profesional y calidad de vida de los artistas y gestores culturales: Propender por la formulación de herramientas y estrategias asociadas a la seguridad pública, salud, empleo y calidad de vida de los espacios y ambientes de trabajo, experimentación y creación de las organizaciones y personas que conforman el Sistema Municipal de Cultura.

5. Concertación, programación y ejecución del Plan de Desarrollo Cultural de Medellín 2011-2020: Hacer sinergias intersectoriales desde la cultura y el arte, con la salud, el medio ambiente, la educación, el gobierno, la movilidad urbana y el hábitat; identificando acciones multilaterales con la empresa privada y sus gremios, con los organismos de cooperación internacional, y con las ciudades hermanas.

El nuevo Consejo Municipal de Cultura deberá reglamentar internamente el trabajo de estas áreas programáticas durante el primer semestre del año 2013. Por el momento, se reconoce que este plan no tendría sentido si el Consejo no logra entablar diálogos con dependencias públicas y privadas cercanas a dichos procesos. De ahí la importancia de considerar un Comité Asesor Interinstitucional para atender especificidades y transversalidades de la política cultural, asumiendo el propósito de incidir en áreas sensibles a la sociedad. En este punto la Secretaría de Cultura Ciudadana cumplirá un rol muy importante de convocar y posibilitar canales de comunicación con las instancias interinstitucionales, dependencias públicas y/o privadas involucradas dentro de los temas abordados.

Tal como se concluyó en la última sesión del Consejo en el 2012, se espera que a partir de esta organización se faciliten metodologías de concertación con la Administración Municipal, para lograr el desarrollo de planes y programas que beneficien tanto al sector artístico y cultural de la ciudad, como a los colectivos que trabajan por la preservación del patrimonio y el fomento del arte en los diferentes corregimientos y comunas de Medellín.

Un propósito universal en estos ejercicios de participación democrática, es que los

aspirantes a conformar el nuevo Consejo Municipal de Cultura, más allá de llevar sus apuestas intelectuales y exponer sus dones de liderazgo, asuman como bandera unos principios y criterios que valoren el compromiso ético, la responsabilidad, la honestidad, la transparencia y el compromiso ciudadano, pero evaluando antes, su disponibilidad de tiempo para atender las agendas y tareas concertadas y la capacidad para ser eficaces, recíprocos y solidarios con el proyecto público de construcción colectiva de la política cultural.

Discusiones que quedan en el tintero:

En el transcurso del 2012 el Consejo Municipal de Cultura planteó algunos temas que se fueron plasmando en importantes betas de discusión y análisis con otras instancias del Municipio y con la propuestas del Plan de Desarrollo, Medellín un hogar para la vida. Desde las áreas artísticas se manifestó cierta preocupación por revisar los proyectos de intervención e infraestructura urbana, donde se puedan generar espacios para los procesos culturales, en especial los formativos, pues el artista es complemento esencial del escenario cultural de la ciudad. Además, se hizo evidente el interés por comprender y dinamizar las etapas de emprendimientoe industria cultural, y al mismo tiempo involucrar más al artista en las mesas de cultura de la ciudad.

Sistema Municipal de Cultura

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En las sesiones ordinarias también se habló de posicionar el arte y la cultural desde la escuela, dinamizar proyectos en los parques bibliotecas, y construir un sistema de indicadores formales e informales para revelar impactos. A propósito de la escuela, se valora en gran medida que se estén haciendo alianzas con la Secretaría de Educación para ocupar espacios artísticos y culturales a través del programa bandera, “Jornada Escolar Complementaria”. El presente Consejo tuvo la oportunidad de debatir su formulación teniendo en cuenta sus componentes de deporte, cultura, bilingüismo, ciencia y tecnología. Como se trata de ciclos propedéuticos que van más allá del simple taller, el Consejo es consciente que se debe aportar mucho al respecto desde las áreas artísticas.

Los consejeros de cultura territoriales (que representan zonas y corregimientos), abrieron la reflexión sobre una verdadera incidencia en las iniciativas priorizadas a través del programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo. En sus intereses está el poder asesorar y acompañar a las comisiones de cultura de ese programa en la ejecución y socialización de resultados de los proyectos desarrollados. En general quieren ser informados y consultados frente a todas las acciones que la misma Administración desarrolle en sus territorios, generando incluso una metodología de atención especial a los corregimientos que los ponga en igualdad de condiciones frente a la ciudad.

Todas las instancias que participan en el Consejo Municipal de Cultura, reconocen la necesidad de sostener una interlocución muy directa con el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) enfocando los procesos culturales, para generar desarrollos posibles en los territorios. Por el momento, los técnicos de planeación están diseñando metodologías para darle un sentido más humano, pues uno de los diagnósticos más preocupantes es que la mayoría de los planes locales no consultaron el POT y toda la reglamentación en materia de amueblamiento.

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Entrevista

Un diálogo cultural en múltiples direccionesEntrevista a María del Rosario Escobar,Secretaria de Cultura

La Secretaria de Cultura Ciudadana, María del Rosario Escobar es comunicadora social periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana. Comenzó el ejercicio de su profesión en el periódico El Mundo. Luego desarrolló su labor cultural durante 12 años a cargo de la coordinación de Extensión Cultural en la Universidad Eafit.

María del Rosario fue Consejera por el sector de Extensiones Culturales de las instituciones de Educación Superior. Aquí nos habla de su paso por el Consejo, el compromiso y el reto desde la Secretaría de Cultura Ciudadana, con este espacio de participación que comienza un nuevo ciclo.

muy enriquecedora. Usualmente en la gestión cultural uno ve el pedacito que le corresponde y hace de ese pedacito un ejercicio natural, lo vuelve el universo. Pero en el encuentro con el otro ve la riqueza de la gestión misma, la diversidad de la ciudad y los retos que enfrenta; y también puede verlo en virtud de proceso, pero el riesgo es decepcionarse de ese proceso cuando solamente lo ve referido a la relación con la Secretaría de Cultura. Entonces por eso proponemos para este Consejo

que tenga una agenda propia que no esté solamente relacionada a los temas de ese consejero con la secretaría de cultura sino con el mismo desarrollo cultural de la ciudad; para que no sea un mecanismo de participación que es el consejero versus la secretaría, sino una situación en la que la secretaría es un actor determinante y no estamos minimizando la acción pública, entonces a partir de esa experiencia como consejera pensé bastantes cosas que afortunadamente hoy en el ejercicio del cargo he tratado de aplicar para los mecanismos de participación en la Secretaría de Cultura.

¿En qué hechos ves los avances del Consejo en su trayectoria?

Avances muy importantes al principio como las becas de creación y otras formas de participación, la propuesta de algunos proyectos de acuerdo que también han salido del Consejo, y en general ese fortalecimiento de los diálogos. Muchos pueden ser a veces pesimistas frente a estos mecanismos de participación democrática pero yo creo que son impensables en el ejercicio mismo del desarrollo cultural.

¿Cuál es el ingrediente que el gestor o actor cultural debe tener para pertenecer a estos espacios de participación?

Yo creo que el primero es el del tiempo, porque le estamos solicitando el cumplimiento de una agenda de trabajo y una voluntad de escritura, es un ejercicio casi que académico y reflexivo de alguna manera, claro que puesto hacia la acción, pues un consejero da consejos y en ese nivel de asesoría debe tener una instancia reflexiva y para eso debe tener tiempo; y segundo, voluntad de escucha y capacidad de comunicación.

¿Cómo se podrían fortalecer las organizaciones y actores culturales en este escenario, es decir, esta posibilidad de interlocución entre ellas mismas, cómo potenciaría su diálogo en construcción de ciudadanía cultural?

Pienso que el Consejo te permite ver el bosque, también es encontrarse con otra personas, abrir el margen de diálogo, realmente la participación en el Consejo de Cultura es supremamente enriquecedora. Salir de ese propio universo pequeño y de ver la ciudad en conjunto, creo que eso enriquece mucho el trabajo propio y pero también el general.

¿Qué estrategias se piensan desde la Secretaría para arraigar la idea y la práctica de ciudadanía cultural?

Cuéntanos de tu experiencia como consejera

Mi experiencia como consejera fue muy interesante porque yo llegué cuando hubo un cambio dentro del Consejo y fui la delegada por las Instituciones de Educación Superior para asistir al Consejo Municipal de Cultura. Fue para mí muy estimulante porque me pareció que la relación con los demás consejeros, con las otras instituciones y con el municipio, era

María del Rosario Escobar. Fotografía tomada del portal www.medellincultura.gov.co

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Entrevista

Estamos mirando las estrategias de participación en primer lugar, para que nos permitan potenciar esa diversidad; en segundo lugar, estrategias de investigación, pensamos que la subsecretaría de ciudadanía cultural es una cantera de conocimiento y debe hacer minería sobre los procesos y la actualidad de comunicación también.

¿Qué compromiso asume la Secretaría para que este escenario de participación sea estable y efectivo para los grupos sociales vinculados?

Pues la de a participación misma y de la

participación activa porque no se trata solo de abrir el canal y dejarlo como un radio prendido en la cocina, sino el del verdadero diálogo y participación. A veces uno dice con el radio, dejémoslo para que haya bulla, y aquí de lo que se trata no es de tener un diálogo en una sola dirección sino de múltiples direcciones y lo principal es ese compromiso de la secretaría en esos mecanismos de participación.

¿Qué retos se vislumbran desde la secretaría como actor de este espacio de interlocución?

Yo creo que el principal reto, y el que más me emociona, es el de las

publicaciones anuales de las reflexiones del Consejo, porque en gestión cultural permanentemente estamos necesitando lecturas, publicaciones, cifras, datos, el pensamientos de los demás. Es difícil a veces acceder a ese tipo de conocimiento, no existe, nos llega generalmente de otros países de otras realidades, y mi idea sería que a partir de ahí empezáramos a constituir unos cuadernos de trabajo, de diálogo; esta ciudad tiene muchísimo que decir, y que esa sea una herramienta de la circulación del pensamiento en Medellín.