por nuestro propio bien equipados para amar · siglonuevo mantener una buena relación de pareja...

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Siglo nuevo M antener una buena relación de pareja significa esfuerzo y a- mor. Les platicaré mi idea de las cosas mediante las cuales la pueden lograr: Sea un genio. Regálele a su pareja tres deseos. Para muchas personas es di- fícil pedir favores especiales. Una mane- ra efectiva de eliminar ese obstáculo es ser ingenioso: concédale a su pareja sus deseos, aquello que sabe que nunca le pe- diría como favor pero que sí anhela. Siga el ejemplo de aquel hombre que le solicitó a un farmacéutico 52 cápsulas grandes vacías, hizo una lista con igual número de cosas que su esposa quería hacer o pedirle, las escribió en pequeños papeles y llenó con ellos las cápsulas. A la hora de la cena, cada sábado durante un año, le dio a su esposa las cápsulas para que seleccionara una y así le cumplió sus deseos. Trabaje en equipo. Como la mayoría de las parejas trabajan fuera de casa, es justo que las responsabilidades sean com- partidas equitativamente. El resentimien- to se acrecienta rápidamente cuando sólo una parte está haciendo la mayoría del trabajo. En estos tiempos, si trabajan los dos y los dos proveen a la casa, no es nada humillante para el hombre que comparta las compras, el lavado, la cocina, la lim- pieza, el cuidado de los niños si los hay. En fin. Me contaron del caso del marido de Margaret Tatcher, ex ministra de Inglate- rra, Dennis Tatcher, a quien un periodista le preguntó alguna vez que quién llevaba los pantalones en su casa, y él contestó: “Yo los llevo, pero también los lavo y los plancho”. Tenga mucha paciencia. Puede que uno no siempre comprenda las acciones o actitudes de la propia pareja. Cuando suceda esto, deje salir toda su cortesía y su paciencia. Dele a su cónyuge el bene- ficio de la duda. No importa lo cerca que esté, no siempre es posible estar comple- tamente consciente de las luchas que está viviendo. Compare sus relaciones con un jardín lleno de plantas, sería absurdo juzgarlas. No las regañaríamos para que muestren una nueva hoja, cuando pensamos que ya deberían tenerla. Tampoco las cotejamos con otras plantas en el mismo jardín, sino que les permitimos seguir su propio rit- mo. A veces nuestro mejor servicio para quienes amamos es simplemente estar ahí, en silencio, tener paciencia, ser opti- mista, comprensivo y esperar. Piense antes de hablar. Recuerde que las voces elevadas bajan la estima y el mal temperamento enfría la amistad. Las lenguas sueltas ahorcan la verdad. Las pa- labras hinchadas reducen la influencia. No olvide que los mensajes son armas que pueden inspirar o dañar, herir o curar. Ha- ga lo posible por usar su lenguaje de la manera más sensata, tal como gasta su dinero. Aunque está bien que su pareja sepa lo que usted siente, elija sus palabras cuidadosamente. Ilumine la vida con una sonrisa. La risa añade riqueza, textura, color a los días corrientes. Es un regalo, una elección y un arte. La clave para la longevidad matrimo- nial es el sentido del humor. Si no lo tiene, apréndalo. Si usted se ríe todos los días (aunque muchas veces no tenga de qué), creará una disciplina que le alegrará a us- ted y a los suyos. Envíe señales de amor constante- mente. Deje que cuelgue el cuadro que a- dora aunque usted lo odie, apóyelo o apó- yela cuando tenga una pelea con alguien, alardee con alguna persona delante de su pareja de algo que él o ella hizo muy bien. En algún festejo susurre a su oído que es el hombre o la mujer más atractiva del mundo. Como puede ver, con un poco de es- fuerzo y amor se pueden hacer todas es- tas cosas que seguramente serán para el bien de ambos. § 4 Sn o pinión Equipados para amar Olga de Juambelz Archivo Siglo Nuevo POR NUESTRO PROPIO BIEN

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Page 1: POR NUESTRO PROPIO BIEN Equipados para amar · Siglonuevo Mantener una buena relación de pareja significa esfuerzo y a-mor. Les platicaré mi idea de las cosas mediante las cuales

Siglo nuevo

Mantener una buena relación depareja significa esfuerzo y a-mor. Les platicaré mi idea de

las cosas mediante las cuales la pueden lograr:

Sea un genio. Regálele a su parejatres deseos. Para muchas personas es di-fícil pedir favores especiales. Una mane-ra efectiva de eliminar ese obstáculo es ser ingenioso: concédale a su pareja sus deseos, aquello que sabe que nunca le pe-diría como favor pero que sí anhela.

Siga el ejemplo de aquel hombre que le solicitó a un farmacéutico 52 cápsulas grandes vacías, hizo una lista con igual número de cosas que su esposa quería hacer o pedirle, las escribió en pequeños papeles y llenó con ellos las cápsulas. A la hora de la cena, cada sábado durante un año, le dio a su esposa las cápsulas para que seleccionara una y así le cumplió sus deseos.

Trabaje en equipo. Como la mayoría de las parejas trabajan fuera de casa, es justo que las responsabilidades sean com-partidas equitativamente. El resentimien-to se acrecienta rápidamente cuando sólo una parte está haciendo la mayoría del trabajo. En estos tiempos, si trabajan los dos y los dos proveen a la casa, no es nada humillante para el hombre que comparta las compras, el lavado, la cocina, la lim-pieza, el cuidado de los niños si los hay. En fi n.

Me contaron del caso del marido de Margaret Tatcher, ex ministra de Inglate-rra, Dennis Tatcher, a quien un periodista le preguntó alguna vez que quién llevaba los pantalones en su casa, y él contestó:

“Yo los llevo, pero también los lavo y los plancho”.

Tenga mucha paciencia. Puede que uno no siempre comprenda las acciones

o actitudes de la propia pareja. Cuando suceda esto, deje salir toda su cortesía y su paciencia. Dele a su cónyuge el bene-fi cio de la duda. No importa lo cerca que esté, no siempre es posible estar comple-tamente consciente de las luchas que está viviendo.

Compare sus relaciones con un jardín lleno de plantas, sería absurdo juzgarlas. No las regañaríamos para que muestren una nueva hoja, cuando pensamos que ya deberían tenerla. Tampoco las cotejamos con otras plantas en el mismo jardín, sino que les permitimos seguir su propio rit-mo. A veces nuestro mejor servicio para quienes amamos es simplemente estar ahí, en silencio, tener paciencia, ser opti-mista, comprensivo y esperar.

Piense antes de hablar. Recuerde que las voces elevadas bajan la estima y el mal temperamento enfría la amistad. Las lenguas sueltas ahorcan la verdad. Las pa-labras hinchadas reducen la influencia. No olvide que los mensajes son armas quepueden inspirar o dañar, herir o curar. Ha-ga lo posible por usar su lenguaje de la

manera más sensata, tal como gasta su dinero. Aunque está bien que su pareja sepa lo que usted siente, elija sus palabras cuidadosamente.

Ilumine la vida con una sonrisa. Larisa añade riqueza, textura, color a los díascorrientes. Es un regalo, una elección y unarte. La clave para la longevidad matrimo-nial es el sentido del humor. Si no lo tiene, apréndalo. Si usted se ríe todos los días (aunque muchas veces no tenga de qué), creará una disciplina que le alegrará a us-ted y a los suyos.

Envíe señales de amor constante-mente. Deje que cuelgue el cuadro que a-dora aunque usted lo odie, apóyelo o apó-yela cuando tenga una pelea con alguien, alardee con alguna persona delante de su pareja de algo que él o ella hizo muy bien. En algún festejo susurre a su oído que es el hombre o la mujer más atractiva del mundo.

Como puede ver, con un poco de es-fuerzo y amor se pueden hacer todas es-tas cosas que seguramente serán para el bien de ambos. §

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