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113 E n una bocanada, dicen, puede degustarse el sabor de la tierra, del viento y hasta de los cuidados que recibió el tabaco antes de convertirse en un delicado puro. En ese sentido, los de factura dominicana no tienen nada que envidiarle a sus pares cubanos, cuya fama mundial es de larga data. La primera diferencia que debe establecerse es en la denominación: “ha- banos” son los puros elaborados únicamente en Cuba, mientras que en el caso de los producidos en República Dominicana debe hablarse de “cigarros”. Ambos países se disputan el primer lugar en el ranking mundial en ma- teria de volumen de cultivo y los números no siempre son exactos. La realidad es que Dominicana ha sabido aprovechar las restricciones co- merciales impuestas a Cuba por los Estados Unidos para ingresar sus puros, una jugada audaz que lo convirtió en el primer proveedor de ese país y, de paso, obtuvo reconocimiento mundial. Incluso, muchas casas productoras de puros que surgieron en Cuba, tras la Revolución de 1959 dejaron la isla y su principal destino fue República Dominicana. Algunas mantuvieron el nombre de sus marcas y otras los modificaron: “Romeo y Julieta”, que surgió en Cuba, hoy se comercializa como marca dominicana. España, Marruecos, Holanda, Honduras, Alemania, Bélgica y la Argen- tina figuran entre los principales países compradores del 90 por ciento del tabaco negro –en rama o en puros- que se produce en República Dominicana. Existen distintas zonas destinadas a la producción de tabaco, especial- mente el Valle del Cibao, región agrícola del norte del país, cercana a la ciudad de Santiago, donde se cultivan distintas especies y se encuentran la mayoría de las fábricas de cigarros selectos. Combustibilidad, textura, sabor, elasticidad, olor, color y equilibrio en la composición de nicotinas y aceites son las principales cualidades de un buen puro: los cigarros dominicanos cumplen con todas ellas. Si bien los tabacos fueron cultivados a partir de semillas procedentes de Cuba, mejoraron mucho su calidad en los últimos años, a tal punto, que sus diferencias con el producto cubano devinieron en su principal fortaleza: el dominicano es más suave –y levemente picante– que su her- mano cubano, fuertemente especiado, lo que permitió crear novedosas mezclas. Todo buen sibarita debe informarse, además sobre “calibres” y “armo- nías” de los cigarros. El primer término, se refiere al grosor del cigarro y puede ser fino, medio o grueso, mientras que las armonías remiten a los maridajes que pueden hacerse entre el tabaco y distintas bebidas, una tendencia en boga. Por MARÍA ZACCO Fotos: LATINSTOCK.

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En una bocanada, dicen, puede degustarse el sabor de la tierra, del viento y hasta de los cuidados que recibió el tabaco antes de convertirse en un delicado puro. En ese sentido, los de factura dominicana no tienen nada que envidiarle a sus pares cubanos,

cuya fama mundial es de larga data. La primera diferencia que debe establecerse es en la denominación: “ha-banos” son los puros elaborados únicamente en Cuba, mientras que en el caso de los producidos en República Dominicana debe hablarse de “cigarros”.Ambos países se disputan el primer lugar en el ranking mundial en ma-teria de volumen de cultivo y los números no siempre son exactos. La realidad es que Dominicana ha sabido aprovechar las restricciones co-merciales impuestas a Cuba por los Estados Unidos para ingresar sus puros, una jugada audaz que lo convirtió en el primer proveedor de ese país y, de paso, obtuvo reconocimiento mundial. Incluso, muchas casas productoras de puros que surgieron en Cuba, tras la Revolución de 1959 dejaron la isla y su principal destino fue República Dominicana. Algunas mantuvieron el nombre de sus marcas y otras los modificaron: “Romeo y Julieta”, que surgió en Cuba, hoy se comercializa como marca dominicana. España, Marruecos, Holanda, Honduras, Alemania, Bélgica y la Argen-

tina figuran entre los principales países compradores del 90 por ciento del tabaco negro –en rama o en puros- que se produce en República Dominicana. Existen distintas zonas destinadas a la producción de tabaco, especial-mente el Valle del Cibao, región agrícola del norte del país, cercana a la ciudad de Santiago, donde se cultivan distintas especies y se encuentran la mayoría de las fábricas de cigarros selectos.Combustibilidad, textura, sabor, elasticidad, olor, color y equilibrio en la composición de nicotinas y aceites son las principales cualidades de un buen puro: los cigarros dominicanos cumplen con todas ellas.Si bien los tabacos fueron cultivados a partir de semillas procedentes de Cuba, mejoraron mucho su calidad en los últimos años, a tal punto, que sus diferencias con el producto cubano devinieron en su principal fortaleza: el dominicano es más suave –y levemente picante– que su her-mano cubano, fuertemente especiado, lo que permitió crear novedosas mezclas. Todo buen sibarita debe informarse, además sobre “calibres” y “armo-nías” de los cigarros. El primer término, se refiere al grosor del cigarro y puede ser fino, medio o grueso, mientras que las armonías remiten a los maridajes que pueden hacerse entre el tabaco y distintas bebidas, una tendencia en boga.

Por MARÍA ZACCO Fotos: LATINSTOCK.

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DavidoffLos más famososConsistentes y bien elaborados, son uno de los cigarros más vendidos en los Estados Unidos, Europa y América latina. Estos puros fueron una auténtica institución cubana, hasta que un litigio con Cubatabaco (antiguo nombre de de Habanos S.A., la empresa exportadora de puros de Cuba), obligó a Davidoff Internacional a retirarlos del mercado. Posteriormente, la elaboración de estos puros se puso en manos de Hendrik Kelner, de República Dominicana, y ya en noviembre de 1990 salieron al mercado mundial los primeros Davidoff dominicanos.

MacanudoPara principiantesLa variedad de vitolas (tamaños) de esta marca son muy apreciadas por su consistencia, suavidad y fortaleza media, ideales para quienes se inician en el arte de degustar cigarros. Creados por Edgar M. Cullman, director de General Cigar, la capa de los puros Macanudo procede de plantaciones en Connecticut (Estados Unidos) y se somete a una doble fermentación para darle mayor suavidad. Existe una selección de capas: jade marrón-verdoso, de sabor suave; marrón claro, de sabor medio y un rico maduro, de hoja mexicana. La colección añeja posee un sabor fuerte y es más cara que el resto de las vitolas.

AvoLos más especiadosEs una de las marcas más prestigiosas y famosas del mercado actual y uno de los mayores éxitos en la historia del negocio tabaquero. Avo Uvezian y Hendrik Kelner, de Tabacos Dominicanos S.A., crearon este puro en 1987 uniendo tripa (mezcla de tabaco seco, volado y ligero) y capote (hojas que envuelven el tabaco y lo mantienen unido) dominicanos con capa (hoja externa, de mayor textura y elasticidad) Connecticut Shade. En la actualidad, las ventas superan los dos millones de unidades. Las 12 vitolas que componen las series Trío y Cuarteto se consideran como uno de los cigarros dominicanos más especiados y aromáticos.

. Casa BlancaPara festejos presidenciales En un principio, estos puros se crearon para uso exclusivo de la Casa Blanca. De hecho, se fumaron para celebrar la llegada de Ronald Reagan a la presidencia. Estos cigarros son conocidos por sus grandes dimensiones, en especial, el enorme Half Jeroboan y el Jeroboan. A pesar de su longitud y anchura intimidantes, estos gigantes elaborados con tripa dominicana y brasileña y capa Connecticut, poseen un sabor muy suave.

El CotoSabores a medidaLa compañía Hispano Europea de Tabacos, de origen español, pero cuya fábrica se encuentra en Tamboril (República Dominicana) se asoció en 1997 a la local Tabacalera Osvaldo Rodríguez Veras para aprovechar su experiencia en la zona y sus conocimientos en materia de preferencias. Con la intención de conseguir una calidad de tabacos que complaciera a la mayor cantidad de clientes, la empresa realizó una cata a nivel mundial. Ofreció degustaciones de distintos tipos de puros en clubes de experimentados fumadores, recopiló la información y creó un cigarro adaptado a los gustos de la mayoría: de sabor suave, aroma intenso y elaborado a mano. De aquella experiencia nació la marca El Coto, una de las más conocidas en el mundo.

Juan ClementeExclusivo para turistasEn 1982, el francés Jean Clement empezó a producir pruos en República Dominicana bajo el nombre español de Juan Clemente. El singular proceso de elaboración de esta empresa da como fruto puros excelentes y, a su vez, difíciles de encontrar. Clement prefirió organizar su negocio según el programa gubernamental destinado a reducir los impuestos y facilitar la exportación. Así, esta compañía, que produce tan solo 450 mil puros al año, los vende en su mayor parte a los turistas y muy pocos al resto del mundo. Gracias a sus reducidas dimensiones, la firma puede adquirir tabacos de gran calidad que solo se venden en pequeñas cantidades y que las grandes compañías no pueden comprar. Además, la tripa se compone de cuatro tabacos distintos, lo que le confiere un sabor complejo e interesante.

La AuroraTabaco premiumEstos cigarros, de fortaleza media, ofrecen un blend de gran calidad seleccionado a mano. Se trata de tabacos premium dominicanos con capa camerun africana para obtener sabor y aroma intensos. Son los más fumados en República Dominicana hace más de 100 años.

VegafinaHechos a manoEsta marca se presentó en el mercado en 1998. Los cigarros tienen una talla privilegiada y su elaboración es clasificada por los puristas como “maestra”, en materia de armado y terminación artesanal. Tiene una envoltura atractiva de origen indonesio (color natural).

Maridajes clásicos y exóticos

A la hora de fumar puros, también se pueden combinar con vino, bebidas blancas, variedades de cafés y tés y chocolates.

La combinación más habitual es cigarros y ron: dependiendo de la procedencia del cigarro, se puede jugar con las distintas intensidades del ron y hasta realizar maridajes regionales.Pablo Colina, sommelier argentino experto en maridajes, se inclina hacia las combinaciones “raras“: organiza catas de cigarros con vinos Chardonnay, con champagne y con espumantes.También suele experimentar con distintos tés y cafés y la unión más placentera: cigarros y chocolates, teniendo en cuenta los tipos de ambos. En general, se descartan los chocolates dulces y con leche y se opta por los más amargos, que remiten al sabor de cacao puro. Muchas casas productoras de chocolate tomaron nota de estas preferencias hace algún tiempo y ya ofrecen variedades rellenas con crema de ron, con almendras tostadas o con tabaco.

“Un cigarro es el perfecto ejemplo del placer perfecto. Resulta exquisito y te deja insatisfecho. ¿Qué más se puede pedir?”

Oscar Wilde