por la fe de ellos - wordpress.com · web viewjuan, por ejemplo, acostumbra a nombrarse en forma...

26
POR LA FE DE ELLOS: IMPLICACIONES MISIOLÓGICAS DE MARCOS 2: 1-12: HTB Por la fe de ellos Implicaciones Misiológicas de Marcos 2: 1-12 “Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados”. (Marcos 2: 5) Introducción Corrieron los rumores de que Jesús había llegado a Capernaún. La gente, de inmediato, ubicó el lugar donde se encontraba. Una gran multitud se aglomeró en torno a la casa, mientras Jesús “predicaba la palabra”. En otro lugar, un paralítico pide a sus amigos, cuatro en total, que le lleven a Jesús para ser sanado. Cuando llegan al lugar, no pueden acercarse “a causa de la multitud”, pues “ya no había lugar ni aun en la puerta”. Surge una idea y apresuradamente la ejecutan: “levantaron el techo encima de donde estaba Jesús; y cuando habían hecho una abertura, bajaron la camilla en que yacía el paralítico”. Entonces, “al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: hijo, tus pecados te son perdonados”, y también, “levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”. Este relato, comúnmente llamado “curación de un paralítico”, llama la atención de muchos por la insólita forma en que el enfermo y sus amigos lograron acercarse a Jesús. Lo interesante es constatar que Jesús interpretó la actuación de ellos como un acto de fe. Problema Aunque a quien Jesús sanó fue al paralítico, y no se puede dudar de la fe de este, es significativo el comentario del evangelista Marcos (2: 5), cuando dice 1

Upload: others

Post on 26-Jan-2021

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Por La Fe de Ellos

12

16

Por la Fe de Ellos: Implicaciones Misiológicas de Marcos 2: 1-12: HTB

Por la fe de ellos

Implicaciones Misiológicas de Marcos 2: 1-12

“Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico:

Hijo, tus pecados te son perdonados”.

(Marcos 2: 5)

Introducción

· Corrieron los rumores de que Jesús había llegado a Capernaún. La gente, de inmediato, ubicó el lugar donde se encontraba. Una gran multitud se aglomeró en torno a la casa, mientras Jesús “predicaba la palabra”. En otro lugar, un paralítico pide a sus amigos, cuatro en total, que le lleven a Jesús para ser sanado. Cuando llegan al lugar, no pueden acercarse “a causa de la multitud”, pues “ya no había lugar ni aun en la puerta”.

· Surge una idea y apresuradamente la ejecutan: “levantaron el techo encima de donde estaba Jesús; y cuando habían hecho una abertura, bajaron la camilla en que yacía el paralítico”. Entonces, “al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: hijo, tus pecados te son perdonados”, y también, “levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”.

· Este relato, comúnmente llamado “curación de un paralítico”, llama la atención de muchos por la insólita forma en que el enfermo y sus amigos lograron acercarse a Jesús. Lo interesante es constatar que Jesús interpretó la actuación de ellos como un acto de fe.

Problema

· Aunque a quien Jesús sanó fue al paralítico, y no se puede dudar de la fe de este, es significativo el comentario del evangelista Marcos (2: 5), cuando dice que fue “la fe de ellos”, los que trajeron al paralítico, lo que motivó la intervención redentora de Jesús.

Propósitos

1. El presente trabajo tratará de arrojar un poco de luz sobre la identidad de esos hombres incluidos en la nominación “ellos” del evangelista.

2. Pretende también plantear las posibles implicaciones misiológicas del relato de Marcos 2: 1-12.

El centro del relato

· Un paso importante en la correcta interpretación de los relatos de la Biblia es el establecimiento del sujeto y el objeto del relato. Muchas veces, al leer una historia bíblica, ponemos toda nuestra atención en el personaje que nos parece más interesante o en al más coincidente con las situaciones que experimentamos. Así es común citar la historia de “el pecado de Can” (Gen. 9: 18 – 29) o de “el hijo pródigo” (Luc. 15: 11 – 32) cuando una lectura cuidadosa nos mostrará que el centro de los relatos son Canaan y el Padre del hijo pródigo respectivamente.

· Así, antes de identificar el “ellos” de Marcos 2: 5, sería bueno hacer notar algunas particularidades del relato. Aunque a simple vista el paralítico parece ser el centro de la narración, en realidad éste ocupa un lugar secundario en la trama estructural de la misma. El paralítico no es el centro de la historia.

· Según Marcos, Jesús estaba enseñando (2: 1-2) cuando “vinieron a traerle un paralítico” (2: 3). Nótese que el relato no habla de “un paralítico que es traído a Jesús” como se podría entender, sino de unos “hombres que traen a un paralítico”. El relato trata de quienes traen al paralítico, no del paralítico que es traído.

· En el verso 4, todos los verbos aparecen con sujeto en tercera persona: “podían”, “descubrieron” y “bajaron” ; esto indica que la partícula “ellos” es el sujeto de todos estos verbos. Por lo tanto los personajes denominados por el pronombre “ellos” constituyen el centro de la narración.

· Esta es la razón por la que el verso 5 culmina diciendo que “al ver Jesús la fe de ellos” sanó al paralítico: se podría decir que el milagro se realiza por “ellos” y por lo tanto “ellos” son el centro del relato.

¿Quiénes son “ellos”?

· Ahora pasemos a identificar quiénes son “ellos”. Lo primero que sabemos es que fueron los que trajeron al paralítico a Jesús.

· Es interesante notar que Marcos nos provee datos que no aparecen en los demás evangelios. En el verso 3 nos dice que el paralítico “era cargado por cuatro” personas. ¿Qué relevancia tiene afirmar que el paralítico era traído por cuatro? Al parecer, Marcos también está interesado en la identificación de “ellos”.

· Partiendo de que “ellos” son los “cuatro” que Marcos quiere resaltar, tenemos una pista importante para identificarlos. Según este relato evangélico, en el momento que Jesús realiza el milagro en favor del paralítico sólo había llamado a cuatro discípulos: Pedro, Andrés, Jacobo y Juan.

· “Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. Y dejando luego sus redes, le siguieron. Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes. Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.” (Marcos 1: 16-20).

· Existen muchas razones para creer que estos cuatro discípulos, Pedro, Andrés, Jacobo y Juan fueron “los cuatro” que trajeron el paralítico a Jesús. Analicemos algunas de estas razones:

a) Cuando Jesús “estaba en casa” (Mar. 2: 1), en la casa que sanó al paralítico, los discípulos no estaban con él.

· Esto se hace evidente por las formas verbales que utiliza Marcos. Antes de narrar el llamamiento de los discípulos, Marcos habla de Jesús en singular: Jesús “vino” (h\lqen) de Nazareth (1: 9), “vino” (h\lqen) de Galilea (1: 14). Pero después del llamado de los discípulos Marcos habla en plural: “entraron” (eijsporeuvontai) en Capernaún (1: 21) y “fueron”( h\lqon) a casa de Simón (1: 29). Sin embargo después de narrar la curación de la suegra de Pedro, Marcos vuelve a usar el singular: “salió” (ejxh`lqen) a un lugar solitario (1: 35), “fue” (h\lqen) por toda Galilea (1: 39). Después de la curación del leproso se nos dice que “ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes” (1: 45). Así termina el capítulo primero de Marcos.

· El relato que inicia el capítulo 2 es el que estamos considerando. El evangelista nos dice que “Jesús entro (eijselqw;n) otra vez en Capernaún” (2: 1) y comenzó a predicar. Notemos la formula singular. Aunque Jesús había salido con sus discípulos (1: 36-38) él entró solo a Capernaún. Esto justifica creer que los discípulos llegaran a la casa después, con el paralítico.

b) Sólo al dueño de la casa se le aceptaría romper el techo para bajar al paralítico.

· Un poco de sentido común basta para entender que por barato y sencillo que sea el techo de una casa, sólo al dueño corresponde tomar la decisión de romperlo. ¿Consultaron “los cuatro” al dueño de la casa para realizar tal acción? A partir de los datos que poseemos, es muy difícil sostener esa idea. El relato nos muestra que la decisión de romper el techo fue tomada en forma espontánea y rápida (Mar. 2: 4). No se presenta ninguna consulta con el dueño de la casa. Este hecho sugiere que el dueño de la casa o era una persona de confianza de los que rompieron el techo o él mismo era uno de los que rompieron el techo.

c) La casa era de Pedro.

· Esto se comprueba fácilmente. En el primer capítulo se nos dice que Jesús entró en Capernaún (1: 21) y fue con sus discípulos “a casa de Simón (Pedro)” (1: 29). Después fue a Galilea (1: 39). El Capítulo 2 se inicia diciendo que Jesús “entró otra vez en Capernaún y se oyó que estaba en casa” (2: 1). Es en esa casa donde Jesús sana al paralítico. El hecho de que la única casa mencionada haya sido la de Pedro sugiere que la expresión “en casa” sugiere la casa de Pedro.

· La expresión “que estaba en casa” sugiere una de dos posibilidades: 1) Que la casa era del mismo Marcos, o 2) que la casa era de quién le contó el relato a Marcos.

· La primera opción no procede, porque la casa de Marcos quedaba en Jerusalén (Hechos 12: 12). La segunda opción parece ser la más viable en función de los datos que poseemos; pues es notable la influencia de Pedro en la formación del evangelio de Marcos. Así la expresión “que estaba en casa” se puede entender como una expresión de Pedro contada a Marcos.

· Tomando todo esto en consideración se nos hace muy fácil pensar que Pedro era uno de los que rompieron el techo de la casa para llevar al paralítico a Jesús.

d) Si “los cuatro” son los primeros discípulos se entiende porqué “ellos” y su “fe” son el centro del relato.

· Ya hemos visto que “ellos” son el centro de la narración que nos hace Marcos. Al identificar a “ellos” con los primeros evangelistas se entiende porqué Marcos centra su relato en “ellos”.

· Estas primeras curaciones de Jesús en Capernaún, la ciudad de Andrés y de Pedro, delante de muchas personas y de los dirigentes (2: 2, 6) debieron tener una gran importancia para esos discípulos recién llamados.

Releyendo el relato

· Si volvemos a leer Marcos 2: 1- 12 tomando en cuenta que “ellos” son los primeros “cuatro” discípulos, el relato tendrá mucho más sentido.

· Jesús entra sólo a Capernaún y se hospeda en la casa de Pedro. Sus discípulos, Pedro, Andrés, Jacobo y Juan, regresan con un paralítico para que Jesús los sane.

· Al no poder llegar a Jesús a causa de la multitud, los dueños de la casa, el impetuoso Pedro y Andrés, junto con sus compañeros, deciden subir al techo, ¡y romperlo! para poder penetrar hasta Jesús.

· Toma así un nuevo sentido leer en Marcos 2: 5 que fue “al ver Jesús la fe de ellos”, sus nuevos discípulos, que sanó al paralítico.

Lectura Sociológica del Relato de Marcos 2: 1-12

a) Cuando los discípulos fueron llamados por Jesús tenían fuertes compromisos sociales.

· En un ambiente rural y de pobreza estos hombres tenían que trabajar duramente en el negocio de la pesca, (Marcos 1: 16, 19) para conseguir el sustento diario

· Tenían compromisos familiares. Jacobo y Juan no se habían desligado del clan familiar lo que encerraba compromisos con sus padres. Pedro ya era casado con la posible responsabilidad adicional de sostener a su suegra (Marcos 1: 29; Cf. 1 Corintios 9: 5)

b) El mensaje de Jesús era una llamada al radicalismo

· “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14: 26).

· Los discípulos se vieron en la disyunción de dejar muchos de sus compromisos sociales para seguir a Jesús. “Dejaron las redes” (Marcos 1: 18), es decir, su única forma de sustento. “Dejaron a su padre en el barco con los jornaleros” (Marcos 1: 20). Se desligaron de sus compromisos familiares y sociales para estar con Cristo.

c) Los primeros discípulos debieron sentir una fuerte presión de su entorno social inmediato (su familia y su vecindario).

· Hay que recordar también que Jesús estaba empezando su ministerio y no era tan popular como lo fue después.

· La sociedad no los miraba como personas completamente normales. Como lo expresa claramente G. Theissen en su articulo “Itinerant Radicalism” (Radicalismo Itinerante) no es difícil visualizar que los discípulos fueran vistos como radicales anormales en la sociedad rural donde se desempeñaron. Descuidar la vida cotidiana por seguir a un supuesto Mesías (que físicamente no tenía nada de Mesíás) y esperar la llegada inminente del Reino de Dios no era una decisión socialmente aceptable.

· Debió haber una fuerte presión social para que estos hombres se arrepintieran de su decisión.

d) Los primeros milagros de Cristo (En el Evangelio de Marcos) estaban dirigidos a neutralizar la presión de la sociedad sobre sus discípulos.

· Es significativo el orden de los acontecimientos como los narra Marcos. 1) Ellos aceptan seguir a Jesús (Marcos 1: 16-20), 2) Jesús expulsa un demonio en la Sinagoga de Capernaúm (1: 21-28), 3) sana a la suegra de Pedro (1: 29-31) 4) realiza muchas curaciones en la misma casa (1: 32-34) y 5) otros muchos milagros fuera de Capernaúm. (1: 35-45)

· Las secciones 2 – 4 se refieren a milagros de Cristo en Capernáum, la comunidad de los primeros discípulos.

· La Sinagoga era el centro de la vida religiosa de la comunidad. En una sociedad donde la religión era parte de la ley, la aprobación de la Sinagoga (sus dirigentes y miembros) era socialmente importante (Juan 9: 22). Cristo fue a la Sinagoga y “enseñaba” (Marcos 1: 21) Su primer milagro en Capernaúm lo hace también en la Sinagoga (1: 23-28). Estos milagros no sólo son importantes porque se realizaron en la Sinagoga sino porque fue “en la Sinagoga de ellos” (Marcos 1: 23) Cristo penetró en el mundo “de ellos” y tomó allí un lugar relevante. Así esas acciones tenían la intención de vindicar la acción de los discípulos en su entorno religioso: la Sinagoga.

· El segundo milagro tenía el propósito de vindicar la decisión de los discípulos ante su propia familia. Esas reglas no han variado con el tiempo, una suegra en la casa puede constituir una fuerte presión para el esposo. Cuando el esposo es pobre y para colmo ha dejado el trabajo la presión puede ser más fuerte.

· Esto puede darnos una idea del porqué después que Pedro ve a Jesús realizar el milagro en la sinagoga de Capernaún, se apresura a llevarlo a su casa (1: 29-31): quiere que su “suegra” lo conozca y que Jesús haga un milagro en favor de ella. Con la curación de la suegra Cristo estaba neutralizando la presión familiar que encerraba el discipulado.

· Luego, en la misma casa de Pedro, Cristo realiza milagros para toda la comunidad (Marcos 1: 32-34). Así Cristo neutralizaba la presión social del vecindario.

· Al Pedro permitir que su casa fuese tomada como el lugar donde Jesús hiciera milagros para el pueblo de donde él era (1: 29-34) le estaba diciendo a su gente: “este es el hombre a quien he decidido seguir, ¿no ven que vale la pena?”

e) La curación del paralítico en casa de Pedro tiene el mismo objetivo vindicativo que los otros milagros: neutralizar la presión social sobre los discípulos.

· De esta forma es que se debe entender el relato de la curación del paralítico. Los discípulos están buscando enfermos para llevarlos a su casa, donde estaba Jesús. La gente no conoce tanto a Jesús, lo que saben de él, lo saben por lo que le han dicho los discípulos.

· Ellos aprovechan que Jesús “está en casa” (2: 1) para salir y decirle a la gente: “esta es la oportunidad para que ustedes comprueben lo que le hemos dicho de nuestro maestro, vamos a la casa, él está allá”.

· El paralítico tuvo fe en Jesús para ser sanado; pero fueron los discípulos los que motivaron esa fe, fueron ellos quienes le hablaron de Jesús. Le aseguraron que Jesús era digno de confianza y que lo podía sanar. Comprometieron su palabra al decir al paralítico que Jesús lo iba a sanar.

· Es por eso que, al llegar a la casa y constatar la imposibilidad de entrar por la vía normal, antes de que el paralítico comience a dudar, el impetuoso Pedro permite, como dueño de la casa, que se rompa el techo y que lo lleven a Jesús. Sólo así entendemos porqué “al ver Jesús la fe de ellos” sanó al paralítico.

Implicaciones Misiológicas

· El relato de Marcos plantea una serie de implicaciones en relación con el cumplimiento de la misión de la iglesia.

a) La Iglesia debe proveer una compensación a la presión social que encierra el discipulado.

· La Iglesia debe hacerse relevante para los estamentos sociales en que están envueltos los recipientes de su misión. Fuera de la espera en un Reino futuro los discípulos encontraron en Cristo alguien relevante para sus vidas presentes. Para la sociedad en que vivían (la Sinagoga, la familia el vecindario). Alguien que resolvía sus problemas cotidianos. La Iglesia es un instrumento de Cristo para dar a quien se involucra en el discipulado los “cien veces tanto” en este tiempo (Marcos 10: 30) y no sólo ofrecer “la vida eterna”.

· La iglesia debe constituir una opción en la que la gente pueda llevar a sus allegados y decirles ¿No creen que vale la pena?

b) La casa es la Iglesia de la comunidad.

· El relato que hemos tratado nos presenta a Jesús “en casa” (Mar. 2: 1). Toda la misión que Jesús encargaría luego a la iglesia la estaba él realizando en esa casa. Un vistazo a los evangelios nos revelará lo que Jesús encargó a la iglesia.

· La predicación y la enseñanza: La gran Comisión Evangélica es “id a todas naciones... enseñándoles” (Mat. 28: 19, 20) . En el Evangelio de Marcos la comisión se presenta así: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio”. (Mar. 16: 15). En el libro de la Hechos se presenta el cumplimiento de esta comisión: los apóstoles enseñaban y predicaban (Hech. 4: 1, 2; vea 15: 35). Esta misión de la iglesia se realizó en “la casa” de Pedro. El relato que nos ocupa presenta a Jesús “en casa” “predicando la palabra” (Mar. 2: 2).

· El don de sanidad. El ejercicio de este don es parte de la misión de la iglesia. Según Marcos, la orden que Jesús dio de “id y predicad el evangelio” (Mac. 16: 15) incluía la atención de los enfermos: “sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” (Ver. 18). A los setenta que envió a predicar les encomendó “en cualquier ciudad donde entréis...sanad a los enfermos que haya en ella” (Luc. 10: 8, 9). Por eso, encontramos luego a los apóstoles ejerciendo este don (Hechos 3: 1-10; Hechos 5: 15, 16). En la casa de Pedro, Jesús sanó al paralítico.

· El perdón de los pecados: La misión de la iglesia en la tierra es presentada como una contraparte de la obra de Cristo en el cielo. Aunque es en el cielo dónde se perdonan los pecados (Heb. 9: 22, 23) este acto se realiza de acuerdo a la obra de la iglesia en la tierra. Es decir, Dios perdona al pecador que pertenece a la comunidad de la fe y en cuanto miembro de esa comunidad de la fe. Es por eso que Jesús, luego de entregar el Espíritu a los discípulos (Juan 20: 22) les dijo: “A quienes perdonéis los pecados, le son perdonados; a quienes retengáis los pecados, le son retenidos” (ver. 23; vea también Mat. 18: 18). En la casa de Pedro, lo primero que Jesús hace con el paralítico es perdonar sus pecados (Mar. 2: 5). Es importante notar cómo Mateo, relatando la misma historia, afirma que la gente se maravilló de que “Dios había dado tal poder a los hombres” (Mat. 9: 8). El perdón de los pecados del paralítico por parte de Jesús, aunque era una señal de su autoridad divina, era una vislumbre de la obra que realizaría Cristo, el mediador celestial, para ratificar la obra de su iglesia aquí en la tierra y en su nombre.

· Glorificar a Dios: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mat. 5: 16). La iglesia tiene como suprema misión la glorificación de Dios ante el mundo y ante el universo. Dios se propone que su “multiforme sabiduría sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales” (Efe. 3: 10). Marcos nos cuenta, que “en casa”, la gente “glorificaban a Dios, diciendo: jamás hemos visto cosas semejantes” (Mar. 2: 12).

· Así vemos cómo todos los encargos de la comisión de Cristo a su iglesia, 1) enseñar y predicar el evangelio, 2) el cuidado a los enfermos, 3) el perdón de los pecados y 3) ser el escenario de la gloria de Dios, es decir, toda la misión de la iglesia se realizó “en casa”. Sí, la casa de Pedro se convirtió en la iglesia del vecindario.

· Debemos recordar también que durante sus primeros tiempos la Iglesia cristiana carecía de templos. A los apóstoles se los encuentra a menudo en las sinagogas judías (Hechos 18: 4). Los lugares de cultos netamente cristianos, las iglesias, propiamente dicho, lo constituían las casas. La expresión: “la iglesia que está en su casa” es frecuente en el Nuevo Testamento (Rom. 16: 5; Col. 4:15; Fil. 2). Por eso los apóstoles “todos los días... no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo por las casas” (Hechos 5: 24). La iglesia primitiva era una iglesia de la casa y cumplió su misión desde la casa. La vuelta al modelo primitivo involucra una revaloración eclesiológica y misiológica de la “casa”.

c) La casa es un puesto de avanzada.

· Jesús realizó su ministerio en las casas. Aunque presentó muchos sermones y realizó muchos milagros en otros lugares, sus principales obras las realizó en una casa. (Mat. 8: 14; 13: 1; 21: 17; Mar. 2: 1; 3: 20; 7: 17; 9: 28; Luc. 5: 29; 7: 36; 8: 40-56; 10: 38; 14: 1; Juan. 11). Jesús no sólo usó la casa como centro de sus operaciones evangelisticas, sino que era desde ella de donde partía a realizar su misión. El evangelio de Mateo nos presenta una ocasión en la que Jesús “salió de la casa” y se dirigió a las multitudes que querían oír su palabra (Mat. 13: 1, 2). Cristo usó la casa de Pedro como el punto de dónde partiría su misión en Capernaún.

d) La casa es el punto centrífugo de una misión centrípeta.

· Los misionólogos tienden a distinguir entre dos tipos de misión, según el papel que juegue el sujeto en la misma. Se llama misión centrífuga a la que tiene un punto como centro y en la que el entorno gira alrededor de él. La misión centrípeta es lo inverso, se parte del punto para llegar al entorno. Por lo general se toma la misión de Israel y la de la iglesia cristiana como ejemplos de misión centrífuga y centrípeta respectivamente. En el caso de Israel, con una misión centrífuga, las naciones tenían que venir a esa tierra, “a su luz”, para ser alcanzadas (Isaías 49: 12, 22, 23;.60: 3, 11). La iglesia cristiana, en este sentido, revolucionaría este patrón con su énfasis en “id” a “todas las naciones”, “por todo el mundo”, “hasta lo último de la tierra” (Mat. 28: 18-20; Mar. 16: 15; Hechos 1: 8), es decir, un patrón centrífugo.

· Contrario a esa dicotomía, el modelo que Jesús nos presenta es tanto centrífugo, como centrípeto. Es un modelo centrípeto en el sentido de que Jesús “va” a las ciudades e predicar. De la misma manera “envió” (Luc. 10: 1) a sus discípulos con esta tarea (Mat. 10: 5-15;Luc. 10: 1-12). Pero este modelo es también centrífugo porque la misión se realizaría desde las casas, adonde la gente vendría. (Mat, 10: 12; Luc. 10: 5).

· En Lucas 10: 4-7 Cristo advierte a los enviados a tener los siguientes cuidados: “No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino. En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa. Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros. Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa.”

· De este texto podemos llegar a las siguientes conclusiones: 1) El hecho de que no debían hablar en el camino con nadie sugiere que la misión no se debía comenzar en tanto no se estuviera en la casa. 2) El primer paso para realizar la misión es ubicar una casa y entrar en ella. Y 3) si no podían “pasar de casa en casa” entonces ¿cómo iban ellos a evangelizar a la ciudad? Lógicamente la gente tendrían que venir a ellos (modelo centrífugo) a la casa donde ellos fueron (modelo centrípeto).

· En el relato que tratamos se nos presenta a un Jesús que “entra” (Mar. 2: 1), es decir, que va a Capernaún; pero una vez allá, la gente debe venir a él y encontrarse con él “en casa” (Mar. 2: 1). Es de notar que Marcos usa una serie de verbos que subrayan esa misión centrífuga: vinieron unos, trayendo a un paralítico, querían acercarse y luego bajaron el lecho hacia Jesús (Mar. 2: 3, 4). Los discípulos vinieron a él, trayendo un paralítico”; la casa, entonces, no sólo es el punto de donde se parte para la misión, sino que es el punto a donde se viene para realizar la misión. Este relato nos presenta, en la acción de los cuatro, la forma que la iglesia debería realizar la misión: 1) invitando a Jesús a la casa, 2) anunciando a la gente que Jesús está “en casa” y finalmente 3) trayendo a la gente a la casa.

e) La casa es el centro de la evangelización cristiana.

· Entre el 75% y el 90% de la gente viene a la iglesia porque un cercano le invitó. El Nuevo Testamento presenta a la casa como centro de testificación y evangelización.

· Al gadareno Cristo lo envía a su “casa” a contar lo que Dios había hecho con él (Mar. 5: 19). Después de su conversión Leví Mateo invita a Jesús a un banquete e invita a sus amigos (Luc. 5: 27-31).

· Así el Nuevo Testamento presenta muchos casos similares en que personas que recibieron al Señor, influyeron luego en sus familiares, amigos y conocidos para que también se decidieran a recibir a Jesús como su Salvador personal. Tal es el caso de Zaqueo y su casa (Lucas 19:9), Andrés y su hermano Simón (Juan 1:41), Felipe y su amigo Natanael (Juan 1:45), la mujer samaritana y sus compueblanos (Juan 4:28-30), Cornelio y los de su casa (Hechos 10:24).

· De esta manera muchos se bautizaron con sus familiares y cercanos (Hechos 16: 11-15, 27-34; 18: 8)

f) La misión de la Iglesia son las personas no las cosas.

· Los discípulos estuvieron dispuestos a romper la casa para lograr la sanidad del paralítico. Por así decirlo no les importó el templo cuando peligraba la iglesia. Lamentablemente muchas veces las instituciones se constituyen en obstáculos para el cumplimiento de la misión. Cuando esto sucede la iglesia debe estar dispuesta a romper el techo, sacrificar la pantalla burocrática para que la gente pueda llegar hasta Jesús.

Otras implicaciones prácticas

· Otras lecciones importantes que podemos tomar de este relato encierran algunos aspectos prácticos sobre la forma en que se lleva a cabo la misión. Podemos enumerar los siguientes:

a) Jesús quiere morar y utilizar nuestras casas.

· Pedro dejó que Jesús viviera en su casa y la usara para predicar. El testimonio bíblico nos habla de un templo en la tierra donde Dios mora con su pueblo (Ex. 25: 8; 2 Cron. 6: 2). La Biblia constantemente llama a ese templo, casa (2 Cro. 6: 2; Esd. 1: 2; Sal. 27: 4). Esto sugiere, tanto que Dios quiere morar con nosotros como si fuera en su propia casa (2 Cro. 6: 18) como que quiere que nos enteremos de su deseo de morar en nuestras casas. La función del templo fue cumplida en la persona de Jesús. Siendo divino “habitó entre nosotros” (Juan 1: 14).

· Es interesante notar que Jesús vivía en Nazareth de Galilea (Mat. 2: 22, 23). Se traslado a Judea por algún tiempo para ser bautizado e iniciar su ministerio (Mat. 3: 1, 13; 4: 1) pero luego volvió a Galilea (Mat. 4: 12). Partiendo del hecho de que Jesús tenía su casa en Nazareth, es de esperar que Cristo tomara a Nazareth como punto de partida para sus giras misioneras. Sin embargo Mateo nos informa que “saliendo de Nazareth, fue y se estableció en Capernaún” (Mat. 13). Con esta decisión se vió obligado a vivir en casas ajenas; él no tenía “donde recostar su cabeza” (Luc. 9: 58).

· En su ministerio Jesús frecuentó y utilizó las casas de sus amigos. Es por eso que, después de “salir de la sinagoga” en Capernaún, Jesús se dirige “a casa de Simón” (Mar. 1: 29; Mat. 8: 14;); Así lo hizo también cuando volvió de su retiro (Mar. 2: 1; Véase Mat. 13: 1.). En sus viajes misioneros “se hospedó” (Mat. 21: 17) en “la casa” de algunas personas, para nosotros desconocidas (Mat. 3: 20; 7: 17; 9: 28). En la región de Judea era recibido en la casa de María y Marta (Luc. 10: 38). Fue invitado a celebraciones “en la casa” de algunos amigos (Luc. 5: 29; 7: 36; 14: 1). Cuando alguien le comunicó la necesidad que tenía de que le visitara en su casa, Jesús respondió “iré” (Mateo 8: 6).

· Más que limitarse a aceptar, Jesús tomó un papel activo en algunas invitaciones. A Zaqueo le dijo “es necesario que hoy me quede en tu casa” (Luc. 19: 5). La lección es clara. Jesús dejó su casa celestial para “habitar entre nosotros” (Juan 1: 14) y en la tierra llevó a cabo el mismo principio. Prefirió dejar su casa en Nazareth para pasar su vida errante, viviendo en las casas de aquellos que le recibían “con gozo” (Luc. 19: 6).

· Una de las imágenes más impresionantes que nos da la Biblia de Jesús es aquella que lo presenta tocando las puertas de nuestras casas esperando que “alguno” le abra para él entrar (Apoc. 3: 20). Las promesas para el que lo recibe son maravillosas: Jesús “entrará y cenará” él (Apo. 3: 20), “mi padre lo amará, y vendremos a él y haremos con él morada” (Juan 14: 23), es decir, que habrá “venido la salvación” a su casa (Luc. 19: 9). Y lo más importante: tener el gozo de que Jesús haya vivido y utilizado nuestras casas para realizar su obra de salvación.

b) Nuestra casa es propiedad de Dios:

· En nuestro relato, hemos visto cómo Pedro estuvo dispuesto a sacrificar su casa, no sólo ocupar el espacio, sino también a romper su techo, con tal de que fuera un centro dónde Jesús realizara milagros. En el momento en que Pedro aceptó a Jesús en su casa, esta dejó de ser suya para transformarse en un templo de Dios para alcanzar a los necesitados. Para él fue un privilegio que su casa se perdiera en la salvación de su vecindario.

c) Debemos traer a la casa a los necesitados.

· Los israelitas debían visitar el templo llevando un presente a Dios (Deut. 16: 16). Ya estudiamos que “en casa” se realizan todas las funciones de la iglesia. Desde que Cristo llega a la casa esta se convierte en un templo para Dios. Aunque la casa sea nuestra no podemos presentarnos “con las manos vacías”. Los discípulos vinieron donde Jesús, a la “casa”, “trayendo un paralítico” (Mar. 2: 3). Debemos traer a Jesús a nuestras casas e invitar al vecindario.

d) Debemos estimular la fe de los necesitados de Cristo.

· Como vimos en el presente estudio, la fe del paralítico se produjo al contacto con los discípulos. Al menos, fueron ellos los que lo motivaron a venir a Jesús. Los incrédulos, al igual que los nuevos creyentes, necesitan ser estimulados con nuestra fe. Necesitan ver en nosotros la seguridad de la salvación que ellos necesitan. Al igual que a los primeros discípulos, la gente no nos comprende porque no conoce al Maestro que hemos decidido seguir.

· En este sentido, la mayor arma contra la presión social que involucra el cristianismo es la evangelización. Debemos hablarle a la gente de Jesús, estimular la fe de ellos para que crean en nuestro Maestro, vengan a nuestras casas, y sean sanados. Sólo así nos comprenderán.

La mayor recompensa

· La mayor recompensa que tendremos al cumplir la misión cristiana, es ver los milagros que Jesús hará por nuestra causa. Jesús los hará por la fe de sus discípulos. Fue él quien nos mandó a predicar, lo que le decimos a la gente se los decimos en su nombre; por lo tanto él no nos avergonzará ante el mundo. Los discípulos pueden decirle a la gente que Cristo es capaz de hacer las hazañas más grandes en su favor, y al traerlos a Jesús, él hará los milagros “al ver la fe de ellos”.

ÍNDICE DE ACTIVIDADES EN LAS CASAS SEGÚN EL LIBRO DE HECHOS

Versículo

Actividad

Recipiente

Autor

Lugar

2:2

Derramamiento del Espíritu

Unos 120 discípulos

Dios

Aposento alto

2:42-46

Koinonía y Oración

Los discípulos

Los discípulos

De casa en casa

4:31

Manifestación del Espíritu

Los discípulos

Dios

Lugar de los suyos

5:42

Enseñanza y predicación

Habitantes de Jerusalén

Los discípulos

Casas

8:3

Persecución Fariseica

Los discípulos

Saulo de tarso

Casas de discípulos

9:17

Milagro de la vista

Saulo

Ananías

Casa de Judas

9:40

Resurrección

Dorcas

Pedro

Sala

10:3

Visitación angelical

Cornelio

Dios

Casa de Cornelio

10:9-19

Éxtasis y visión de Dios

Pedro

Dios

Azotea de casa de Simón

10:22

Invitación a ministrar la Palabra

Pedro

Tres hombres

Azotea de casa de Simón

10:24

Convocación a escuchar la Palabra

Cornelio

Dios

Casa de Cornelio

10:44

Bautismo en el Espíritu

Cornelio

Dios

Casa de Cornelio

12:12

Oración intersesora

Pedro

Muchos discípulos

Casa de María madre de Juan

16:15,40

Hospedaje

Discípulos

Lidia

Casa de Lidia

16:32

Predicación

Carcelero

Dios

Casa del carcelero

16:34

Koinonía

Pablo y Silas

Carcelero

Casa del carcelero

17:5

Persecución por Cristo

Pablo y otros

Judíos

Casa de Jason

18:7

Hospedaje

Pablo

Justo

Casa del Justo

18:8

Salvación

Crispo

Pablo

Casa de Crispo

19:16

Manifestación demoníaca

Hijos de Esceva

Hombre entendido

Casa de Esceva

20:7,8

Enseñanza

Discípulos

Pablo

Aposento alto en troas

20:9,10

Resurrección

Eutico

Pablo

Casa en troas

20:20

Enseñanza y predicación

Judíos y Gentiles

Pablo

De casa en casa

21:9,10

Profecía

Pablo

Agabo

Casa de Felipe

28:30,31

Predicación y enseñanza

Cada visitante

Pablo

Casa alquilada

Iglesia Hogar y la Iglesia Parroquia. Resumen de un discurso pronunciado en el Wells Theological Collage. 17 nov. 1949. Reimpreso en Theology , Agosto 1950. John A. Robinson: La Iglesia en el Mundo. Colección Compromiso Cristiano. Colecciones Península. Barcelona. 1967: 99-113. Original Ingles: On Being the Church in the World. SCM Press LMt. 1960.

“Estas unidades no son simplemente fragmentos de la iglesia son el cuerpo de Cristo en su totalidad, tal como existe en esta o en aquella de sus células. Cada célula es un microcosmos que en su propia escala reproduce perfectamente el todo” 99

1 Cor 16: 9; Rom. 16: 13, 5; Col 4: 5) Priscila: “Lo que de hecho se sobreentiende es que estos centros eran iglesias dentro de la iglesia “parroquial”, en un sentido muy similar a como la iglesia parroquial es una iglesia dentro de la diócesis. Cada colonia del cristianismo estaba alveolada con unidades inferiores” 101

“Nuestras parroquias son, en su mayor parte, colectividades de individuos o bien, si estos son congregados, dichas colectividades se estructuran en organizaciones. Estas no son unidades de toda la iglesia en miniatura, sino agrupaciones seccionales fundadas sobre alguna base específicamente limitada de sexo, edad o interés. Nadie podría llamarlas

“La estructura celular de la iglesia será redescubierta como una necesidad de su vida”. 102

Es facil considerar la iglesia hogar simplemente como una técnica para el evangelismo (lo que en primer lugar es así normalmente puesto que la iglesia vive no sólo para el evangelismo sino por él) y más tarde añadir … que aquí hay algo de necesidad teológica para la esencia misma de la iglesia y para la vida de cada miembro dentro de ella.” 102.

� kai; e[rcontai fevronte" pro;" aujto;n paralutiko;n. El verbo “venir” aparece aquí en presente, medio del indicativo de tercera persona del plural, lo que literalmente se traduciría como “ellos se vienen”, es decir el sujeto (ellos) aparece apropiándose de la acción del verbo (venir). El sujeto de esta oración está implícito en las dos formas verbales e[rcontai fevronte": el pronombre de tercera persona plural. Es significativo que la mención del paralítico aparece dentro del complemento directo de la oración y por lo tanto en caso acusativo; esto sugiere que el paralítico recibe o es recipiente de la acción del verbo pero no la ejecuta. El pronombre “ellos” es el sujeto de la sentencia, “ellos” son quienes traen “a un paralítico”.

� dunavmenoi, ajpestevgasan y katevkeito.

� aujtoiv, en el texto aparece en genetivo aujtw`n.

� ijdw;n oJ jIhsou`" th;n pivstin aujtw`n. Puede notarse que en el verso 5 el sujeto de la oración es Jesús. El complemento directo es “la fe” mientras que “ellos” aparece en posición genitiva en relación al sustantivo “fe”. Esto indica que “de ellos” es parte del complemento directo. Lo anterior sugiere que “ellos” son el objeto de la acción de Jesús: Jesús vio la fe de ellos.

� Se podría presentar la objeción de que Jesús no podía sanar al paralítico por la fe de otros sino por la fe del mismo enfermo. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que el hecho de que Jesús haya visto la fe “de ellos”, no implica que el paralítico no tuviera fe. (Deseado de Todas las Gentes: 233, 234). “Sin fe, es imposible” que el milagro se ejecutara (Hebreos 11: 5). Lo que se quiere plantear es que fue la “fe de ellos” la que Jesús “vio” cuando decidió realizar el milagro, y por lo tanto que es esa fe la que el relato quiere resaltar. Por otro lado, los Evangelios se hacen eco de una serie de milagros realizados a pedido de otros que no eran los beneficiarios directos (vea por ejemplo Juan 4: 46 – 53; Lucas 7: 11 – 17) En el relato de la expulsión del espíritu inmundo en Marcos 9: 14-29 se resalta la fe del padre y no la del hijo (9: 23, 24). ¿Cuánta fe pudieron tener la hija de Jairo (Luc. 8: 40-42, 49-56), el hijo de la viuda de Naín (Luc. 7: 11-17) y Lázaro (Juan 11: 38-44) mientras estaban muertos para que Jesús los resucitara? Hay un propósito divino más allá de las posibilidades humanas en cada milagro de Dios (Juan 9: 3, 4). Otra objeción que se puede plantear es que el “ellos” del verso 5 puede incluir también al paralítico. En realidad, esto es posible (Luc. 5:20). Sin embargo el texto en Marcos aparece en una oposición: “Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico”. “Ellos” es un elemento contrastado con el “paralítico”. Lo que se podía “ver” era, no la fe del paralítico, sino lo que habían hecho “ellos”.

� Según Papías (como lo cita Eusebio), Marcos, recibió la información de su Evangelio de parte de Pedro. (Ver 1 Ped. 5: 13). Es lógico pensar que sus afirmaciones son de primera mano. En la actualidad, el consenso es casi general en la afirmación de que Marcos fue el primero de los evangelios en ser escrito en la forma en que lo tenemos hoy. (Ver Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día, tomo 5: 551-552). Así no sorprende que a menudo nos regale detalles adicionales.

� uJpo; tessavrwn. “Por”, “entre”, “de cuatro”. Este dato se omite en el relato de Lucas (Ver Luc. 5: 18)

� E. G. White afirma que “según su costumbre, los discípulos estaban sentados alrededor de él (de Jesús)” (Deseado de Todas las Gentes: 233). Debemos recordar que no es el propósito de la Sierva de Dios darnos un cuadro pormenorizado y exacto de los detalles del relato ni, en términos generales, constituir la última palabra en cuanto a explicación de la Biblia se refiere. Como es sabido, el la preparación de el Deseado de Todas las Gentes ella se guió para los datos accesorios de autores y comentadores de su época (Mensajes Selectos, tomo 3: 138, 140) Los escritos de E. G. White no son estrictamente exegéticos. De todos modos nada impide creer que los discípulos se sentaran, inmediatamente después que descolgaron al paralítico, alrededor de Jesús. Por otro lado, en su relato, la Sierva del Señor pone su atención en el paralítico, su vida anterior, sus esperanzas y su fe, aunque el relato de Marcos se centra en la fe y acción de quienes trajeron al paralítico.

� En esto concuerda la Sierva del Señor: “Jesús estaba enseñando en la casa de Pedro” (Deseado de Todas las Gentes: 233)

� o{ti ejn oi[kw/ ejstivn. Literalmente: “que está en casa”. Marcos al parecer está presentando el rumor de la multitud.

� Ver nota 6.

� Esta última idea concuerda con el hecho, ya señalado, de que Marcos es el único que menciona a los “cuatro” que llevan al paralítico. (Ver Nota 7). Si Pedro era uno de los “cuatro” es razonable que resaltara este detalle en el relato que nos trasmitió a través de Marcos.

� Alguien podría objetar el porqué Marcos no nombra a los discípulos directamente. Hay que recordar que este es un estilo común entre los evangelistas. Juan, por ejemplo, acostumbra a nombrarse en forma impersonal (Juan 18: 15; 20: 2, 3; 21: 7, 20, 23-24). Otra razón puede ser que la identificación de ellos fuera muy conocida y que se evitara resaltar la fe de los discípulos. Por otro lado, esta forma de alusión indirecta a personajes conocidos es común en los escritos de ese periodo (Juan 1: 6). Todo el prólogo al cuarto Evangelio (Juan 1: 1- 18) es una alusión indirecta a Jesús.

� El pescado era parte del menú en estas poblaciones de Palestina (Mateo 7: 10; 14: 17; Juan 21: 5, 9). La Biblia nos habla de la “Puerta del Pescado” en Jerusalén (Nehemías 3: 3; 12: 39; Sofonías 1: 10). El pescado se llevaba a Jerusalén para ser vendido (Nehemías 13: 16).

� Se los menciona continuamente en relación con su padre Zebedeo, trabajando junto con él (Mateo 4: 21; Marcos 1: 19 -20; ).

� “En vista de que la mayoría de los judíos se casaban, se cree que, si no todos, la mayoría de los otros discípulos también tenían esposas” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 5: 553).

� “Itinerant Radicalism: The tradition of Jesus’s sayings from the perspective of the sociology of literature”. (Radical Religion, ii, 1975: 84-93)

� Ibid.., 89.

� Aunque en la Reina – Valera no tenemos esta expresión el texto griego de Marcos 1: 29 tiene la palabra eujqu;" lo que permitiría leer: “inmediatamente después de salir de la sinagoga”

� didavskonte".

� Khruvxate to; Eujaggevlion : predicar el evangelio. Equivale a eujaggelizovmenoi, anunciar el evangelio.

� …dia; to; didavskein aujtou;" to;n lao;n kai; kataggevllein...

� ejlavlei aujtoi`" to;n lovgon. Literalmente “les hablaba la palabra”. En Hechos 4: 1, 2 se encierra en el “hablar” tanto la predicación como la enseñanza.

� En el Apocalipsis, por ejemplo, los candelabros que Juan ve en el cielo, representan la iglesia de Dios aquí en la tierra. (Apo. 1: 20). Así, al Cristo pasearse entre esos candelabros en el cielo, está cumpliendo su promesa de estar con su iglesia “todos los días hasta el fin del mundo” (Mat. 28: 20) aquí en la tierra.

� Esto se ilustraba en el servicio del santuario. El pecador debía llevar un sacrificio por sus pecados individuales (Lev. 4) pero estos sacrificios tenían validez sólo si se había realizado un sacrificio por el pueblo (Exo.29: 38-46)

� La tarea salvífica de Cristo se presenta en los Evangelios tanto de manera centrípeta como centrífuga. El vino “a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Luc. 19: 10). Sin embargo el mismo Cristo dijo “venid a mí” (Mat. 11: 28). En la parábola del hijo pródigo se unen por igual ambos enfoques. El hijo viene al padre (Luc. 15: 18: “iré a mi padre”), pero el padre entiende que es él quien en verdad lo ha encontrado (Luc. 15: 32: “estaba perdido y ha sido hallado”).

� ejskhvnwsen ejn hJmi`n. Debe notarse la relación entre el verbo ejskhvnwsen y el sustantivo ejskhnhv que significa “tabernáculo, morada”, y que se utiliza para referirse al lugar de culto tanto celestial como terrenal (Hebreos 9: 2; Apoc. 11: 19; 15: 5)

� Hablando de la misión desde la casa Jesús nos dice: “Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario.” (Luc. 10: 7). Es interesante notar que Pablo (I Cor. 9: 14; 1 Tim. 5: 18) se basa en este dicho de Jesús para apoyar el hecho de que la iglesia debía mantener a los obreros. Esto sugiere que la casa donde los apóstoles posaran cumpliría también esa función de la iglesia: proveer sostén al ministerio.

� Nota 5: “Lo que sí tiene significación teológica es la aplicación del término la iglesia, con toda la doctrina qwue comporta a la más pequéña unidad de la existencia cristiana dentro del gran todo”