por alberto perales e

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U.P r- '-4 qtAUOTI!!CÁ Anales de Salud Mental (1988) IV: 161 -168 KENNY TEJADA Y LA PSIQUIATRIA PERUANA * "El nivel de desarrollo de un país se reconoce por la forma como la sociedad trata a sus niños sus ancianos y sus enfermos ment;les", sol ía señalar Kenny Tejada. Y, en torno a esta sentencia que encie- rra una enorme sabiduría, agregaba con amargura que, aplicada a nues- tro país reflejaba una triste reali- dad. El enfermo mental abando- nado, tanto fuera como dentro de los hospitales, constituía vergonzo- sa evidencia del retardo social en que nos encontramos. A este pro- blema, que significaba para Kenny materia de comprometida preocu- pación médica y socioantropoló- gica dedicaría gran parte de su vi- da y de sus mejores esfuerzos. Nacido en Lima el 2 de Junio de 1934, de ascendencia peruano irlandesa, Kenny Tejada. fue un hombre ávido de desplazarse por el mundo. Inició sus estudios escolares en el Colegio Alemán, terminando los se- cundarios en el de la Recoleta. Sin duda, su vocación médica fue creada al ritmo de vivencias tempranas de identificación. Desde niño solía acompañar a su tío ma- terno a las visitas médicas domini- cales que efectuaba a sus pacien- tes tuberculosos de los Hospita- les de Bravo Chico, Dos de Mayo y Arzobispo Loayza. En virtud de tal proceso juvenil, ya estudian- te de medicina, Kenny asist Í:J regularmente, a la par que a SLlS Por Alberto PERALES e clases de la Facultad, al Hospital de Bravo Chico, donde guiado por el ejemplo cariñoso del tío, fue forjando su primero especialidad, la de tisiólogo. Conoció a Don Ovidio García Rossell, patriarca en esa época de dicha especialidad, a quien profesó admiración y respe- to. Es, justamente, el Dr. García Rosell quien luego de que Kenny termina sus estudios médicos en 1962, 10 recomienda al Dr. Fran- dsco Valega, entonces Director del Hospital Víctor Larca Herrera. Kenny ocupa la plaza de médico ncumólogo en el Servicio de Bron- copulmonares ubicado en el Pabe- llón 10-11, e:1 1963. En estas circunstancias Kenny tropieza con una realidad que no había iplaginado. El pabellón que se le había asignado, por extraña coincidencia colindante con los ser- vicios mortuorios y la puerta fal- sa del hospital, no albergaba pacien- tes psiquiátricos, afectados, ade- más, de procesos pulmonares e in- fectocontagiosos, sino seres que por muchas evidencias. habían perdido, hacía ya tiempo, la catego- ría de humanos. El abandono familiar era la regla y la tarea asistencial se había reducido al mínimo nivel. Pacientes sucios, des- greñados, con pérdida de hábitos básicos, habían permanecido en condiciones infrahumanos por años y en algunos casos por décadas. Este trabajo fue leído en el Homenaje que la Asociación Psiquiátrica Peruana tributara a sus miembros recientemente desaparecidos, Drs.: Francisco Valega; ArnaIdo Cano; Luis Aquiles Guerra; Renato Castro de la Mata y Kenny Tejada, el 27 de Abril de 1988. 163

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U.P r- '-4 qtAUOTI!!CÁAnales de Salud Mental (1988) IV: 161 -168

KENNY TEJADA Y LA PSIQUIATRIA PERUANA *

"El nivel de desarrollo de un paísse reconoce por la forma como lasociedad trata a sus niños susancianos y sus enfermos ment;les",sol ía señalar Kenny Tejada. Y, entorno a esta sentencia que encie-rra una enorme sabiduría, agregabacon amargura que, aplicada a nues-tro país reflejaba una triste reali-dad. El enfermo mental abando-nado, tanto fuera como dentro delos hospitales, constituía vergonzo-sa evidencia del retardo social enque nos encontramos. A este pro-blema, que significaba para Kennymateria de comprometida preocu-pación médica y socioantropoló-gica dedicaría gran parte de su vi-da y de sus mejores esfuerzos.

Nacido en Lima el 2 de Juniode 1934, de ascendencia peruanoirlandesa, Kenny Tejada. fue unhombre ávido de desplazarse por elmundo.

Inició sus estudios escolares en elColegio Alemán, terminando los se-cundarios en el de la Recoleta.

Sin duda, su vocación médicafue creada al ritmo de vivenciastempranas de identificación. Desdeniño solía acompañar a su tío ma-terno a las visitas médicas domini-cales que efectuaba a sus pacien-tes tuberculosos de los Hospita-les de Bravo Chico, Dos de Mayoy Arzobispo Loayza. En virtudde tal proceso juvenil, ya estudian-te de medicina, Kenny asist Í:Jregularmente, a la par que a SLlS

Por Alberto PERALES e

clases de la Facultad, al Hospitalde Bravo Chico, donde guiado porel ejemplo cariñoso del tío, fueforjando su primero especialidad,la de tisiólogo. Conoció a DonOvidio García Rossell, patriarca enesa época de dicha especialidad, aquien profesó admiración y respe-to. Es, justamente, el Dr. GarcíaRosell quien luego de que Kennytermina sus estudios médicos en1962, 10 recomienda al Dr. Fran-dsco Valega, entonces Director delHospital Víctor Larca Herrera.Kenny ocupa la plaza de médiconcumólogo en el Servicio de Bron-copulmonares ubicado en el Pabe-llón 10-11, e:1 1963.

En estas circunstancias Kennytropieza con una realidad que nohabía iplaginado. El pabellón que sele había asignado, por extrañacoincidencia colindante con los ser-vicios mortuorios y la puerta fal-sa del hospital, no albergaba pacien-tes psiquiátricos, afectados, ade-más, de procesos pulmonares e in-fectocontagiosos, sino seres quepor muchas evidencias. habíanperdido, hacía ya tiempo, la catego-ría de humanos. El abandonofamiliar era la regla y la tareaasistencial se había reducido almínimo nivel. Pacientes sucios, des-greñados, con pérdida de hábitosbásicos, habían permanecido encondiciones infrahumanos por añosy en algunos casos por décadas.

Este trabajo fue leído en el Homenaje que la Asociación Psiquiátrica Peruana tributara a sus miembrosrecientemente desaparecidos, Drs.: Francisco Valega; ArnaIdo Cano; Luis Aquiles Guerra; Renato Castrode la Mata y Kenny Tejada, el 27 de Abril de 1988.

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A. Perales

La sensibilidad antropológica yespiritual de Kenny fue intensa-mente estimulada por esta tristerealidad, y cual variable profiden-cial, definió, desde ese mismo mo-mento, su latente vocación psi-quiátrica.

Kenny sintió, así, el aguijón an-gustiante de una responsabilidadinmensa: Hallar un espacio exis-tencial decoroso para aquellos seresque, solía sentenciar "Ocupan elsótano de nuestras conciencias".Sintió que debía hacer algo, y lohizo. '

Kenny comprendió que su rolde Tisiólogo en dicho hospital se-ría secundario. Tarea más impor-tante lo reclamaba y a ella se dedicócon empei'ío. Empezó a relacionar-se con los pacientes, no sólo comoenfermos sino como personas.Aprendió que cada uno de ellosa pesar de tener un mismo diagnós-tico, poseía singularidades distinti-vas, y que agregado al trauma desu enfermedad se sumaba el socio-cultural.

La gran mayoría de enfermosera de extracción rural, y sus na-turales estilos de vida muy dife-rentes del seguido en el nosocomio.La comunicación afectiva, arte quea Kenny le brotaba espontáJ)eamen-te, fue dando resultados. Con su in-genio creativo fue formando en elpabellón la infraestructura socialbásica para que tales pacientes vol-vieran a respirar la sensación de serhumanos. Kenny empezó a lIevarlosde paseo}ora a la playa ora al cam-po, sin conocer, en ese entonces, elenfoque de Comunidad Terapéuticade Maxwell Jones. Jugaba con ellos,los orientaba, y ante cualquier rie~-

go, los defendía. Poco a poco, elmilagro fue produciéndose. La at-mósfera de trabajo en el pabellóncambió, Se hizo terapéutica. Lospacientes empezaron a mostrar me-joría, no solo física sino psicológiciy social. Más aún, espontaneamen-te, algunos de ellos empezaron a o-cuparse en trabajos sencillos cuyoproducto Kenny vendió. El dinerorecogido fue invertido en la comprade otros materiales, iniciándose, asÍ,un circuito productivo al interior dcla comunidad.

Los resultados de este experi-mento natural y la evidencia de laresocialización lograda en muchosde los enfermos no paso desaperci-bida para algunas inteligencias delhospital. El Dr. Francisco Valega o-torgó facilidades administrativas yapoyo personal. El Dr. Enrique En-cinas no sólo fue el amigo compren-sivo sino el consejero directo queurgió a Kenny a capacitarse formal-mente en psiquiatría. Le sugirió queviajara a Alemania, país donde él sehabía formado. Finalmente, Maria-no Querol suscribió con Kenny unPrimer Informe, validando así loshallazgos del estudio. Los resulta-dos fueron oficialmente presenta-dos en las actividades cient íficas deconmemoración del cincuentena-rio del hospital, circulan al interiordel mismo a la espera de comenta-rios y sugerencias que, sorprenden-temente, nunca llegaron.

Kenny, ya convencido de su vo-cación psiquiátrica, viaja a Berlín yestudia la especialidad dur:mte elperíodo 1968-1971.

A su retorno comprueba, una vezmás, el deterioro de la asistenciapsiquiátrica del paciente crónico;

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pero ahora con el bagaje cient íficoadecuado, activa la primera solici-tud al Instituto Nacional de Planifi-cación gestionando la cooperacióntécnica internacional para un Pro-yecto de RehabilitaciÓn en SaludMental, el Proyecto Barranca. Elgrupo de trabajo que el pabellón10-11 hab ía constitu ído se encargaa partir de Octubre tle 1972, de im-pulsar el desarrollo del Proyecto, laintención más seria y documentadaque se ha gestado en el Perú a nivelde prevención terciaria.

El proyecto inicia su fase opera-tiva con el traslado de los primerospacientes, en Enero de 1974, inten-'tando, en sintesis, extender a unamayor población de pacientes cró-nicos los procedimientos y técnicasque con tanto éxito empleara en elHospital Víctor Larco Herrera. Ke-nny se hace cargo de la DirecciónTécnica, Muy pronto le asignan, a-demás, la responsabilidad de poneren marcha los servicios' psiquiátri-cos de los hospitales Olavegoya deJauja, Lorena del Cusco y del de 1-quitos.

Kenny comentó alguna vez quela experiencia lograda con la ejecu-ción del proyecto lo había conven-cido de lo que Raquel Cohen le ha-bía sei1alado: "Que el mejor defen-sor de las ideas es el técnico que sefamiliariza con el quehacer adminis-trativo y político".

Hombre de convicciones y de lle-var a la práctica las ideas, Kenny i-nicia en 1975. sus estudios de Pla-nificación en Salud en la EscuelaNacional de Salud Pública. Su in-quietud de conocimientos aumentay, para satisfacerlos, viaja a Inglate-rra a realizar estudios de Salud Men-

K. Tejada

tal Comunitaria. entre 1979 y1981, Sus ansias de formación y a-prendizaje no ten ían límites, Viaja.luego, extensamente por Europa yAmérica y, en cada uno de lospaíses, además de generar amigosdiscute y enriquece lo esencial de sucontribución: La esencia del aportede Kenny Tejada reside en una o-ferta conceptual y pragmática, entérminos de una estrategia de traba-jo especializado, que partiendo dela Salud Mental conduce a un mo-dclo operativo de articulación inter-sectorial y multiprofesional para eldesarroilo socioeconómico de pobla-ciones rurales en el Perú.

Las vicisitudes del proyecto sonpor todos conocidas, Así como Ke-nny lo ve nacer, torturado lo ve lan-guidecery desfallecer. A pesar de to-dos los esfuerzos, tanto propios co-1110de sus colaboradores, los nivelesoficiales de decisión, de diferentesgobiernos, no comprenden su impor-tancia.

No es este el momento de inten-tar un análisis detenido del proble-ma que dejaremos para otra opor-tunidad, pero conviene relevar quea la luz de los conocimientos actua-les y tal como Kenny, antes de serpsiquiatra lo avizorara, el pacientecrónico constituye u.na urgenteprioridad asistencial que reclamamodelos de atención más efectivosy de menor costo.

En Mayo de 1982, luego de 20aJ1os, Kenny deja la plana profesio-nal del Hospital Víctor Larco He-nera. Con la apertura del InstitutoNacional de Salud Mental "HonorioDelgado-Hideyo Noguchi", aceptasu reasignación, como una posibili-dad de desarrollar el Proyecto Ba-

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A.Perales

rranca. En el INMS se le adjudica lajefatura del Departamento de Epi-demiología y Programación, cargoque desempei'ia con brillantez y ori-ginalidad, realizando una labor silen-ciosa pero sólida en cuanto a la in-fraestructura de documentación or-ganizacional que hoy queda comoejemplo para futuras generaciones.Aquí también genera brillantesideas; entre ellas, la de formar dSistema Nacional de Informaciónen Salud Mental, tarea enorme dela que solo puede cumplir los pa-sos básicos iniciales. Su enfermedadha producido ya las primeras mani-festaciones.

En Julio de 1987 es reasignado alInstituto Peruano de Seguridad So-cial, donde ocupa el cargo de la Di-rección Nacional de Investigación.Previamente ha cumplido intensa la-bor en el Colegio Médico del Perúen el que participa en el Programade Educación Médica continua ycomo Presidente de la Comisión deCalificación de la Especialidad dePsiquiatría y de Distinciones Hono-ríficas.

Finalmente, Kenny es asignadoal nuevo Instituto Peruano de SaludMental de la Seguridad Social, encalidad de Asesor, cargo que solodesempeña unas semanas, su enfer-medad hace crisis.

Una visión rápida de Kenny Te-jada no puede excluir la mención.aunque sea somera, de sus caracte-rísticas personales de compromisosocial, sin filiación política partida-ria, y de sólida fe cristiana. Lo re-cuerdo como excelente amigo, queno hacía distingos ni establecía dis-tancias para relacionarse con perso-nas de toda condición y proceden-cia.

KENNY ANTE LA MUERTE

El conocimiento de su enferme-dad permitió a Kenny integrar labúsqueda del significado de la vida,permitiéndolc vivenciar la condi-ción real que sufren los pacientesusuarios de los servicios de salud.

. Sus experienciasen esta parte finalde su vida la compartió con susprimeros y único alumnos del Pro-grama de Post-Grado en Administra-ción de Salud de la Universidad Pe-ruana Cayetano Heredia, centrodonde cumplió sus últimas respon-sabilidades docentes. Allí tuvo laoportunidad de reflexionar en altavoz sobre la situación del médicocomo paciente, dependiente del cui-dado de otros médicos y del perso-nal asistenciaI. Comprobó, así, conamarga resignación, la distancia delespecialista y la impersonalidad delos servicios de salud.

En muchas oportunidades fui avisitarlo a la institución donde Sl'cncontraba internado. Conversába-mos de muchas cosas pues su áni-mo no decaía y su generación deideas no cesaba. Un día, interrum-piendo el diálogo, la expresión desu mirada cambió, me pareció ad-vertir que sus ojos se humede-cían, y con voz queda me narró losiguiente:

"Esta mat1ana -dijo- no mesentía bien cuando pasó, comosiempre, la visita médica. Los co-legas me preguntaron por todo!j missíntomas y por mi respuesta al\ tra-tamiento. Cientificamente cumplie-

. ron su trabajo a la perfección, perono hicieron ninguna referencia a mi

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u. p. c. H. BIBUOTSCA'

intimidad; me preguntaron por micuerpo pero no por MI. Más tarde.entró al cuarto un empleado de ser-vicio; venía a secar el piso pues seme había volcado un poco de agua.Mientras hacía la limpieza, sonrien-te, me miró a los ojos y me pregun-tó como me sent ía. Su acercamien-to fue tan genuino que nos enfras-camos en una conversación cálidapor varios minutos. Cuando se reti-ró, me sent ía aliviado. Me dió unaspalabras de aliento y me deseÓpronta mejoría. Mi cerebro izquier-do dudaba, el derecho reforzó su es-peranza" .

Al final de sus días tuvo expre-siones de profunda satisfacción yreconocimiento por el beneficio dela relación fraterna con los amigoslogrados en diversas etapas de suvida, en quienes ha dejado el re-cuerdo y la huella dolorosa de suprecoz partida. Kenny falleció el24 de Febrero de 1988 a la edadde 53 años, víctima Qe dolorosocuadro que sobrellevó con admira-ble estoicismo y valor.

La psiquiatría peruana en gene-ral y la Asociación Psiquiátrica Pe-

K Tejada

mana, en particular, están en deudacon Kenn y. Su memoria debe ser)wtegida y su imagen y producción

rientífica difundida para beneficioJc las futuras generaciones psiquiá-lricas. A la luz de la realidad actuallo esencial del Proyecto Barrancanecesita ser puesto en práctica. Lacada vez más alta cuota de pacien-tes crónicos que inmoviliza un altoporcentaje de nuestras camas psi-quiátricas y que representa alto cos-to para el presupuesto de salud, de-be ser manejado con audacia creati-va sobre la base de lo que Kennyavanzó.

En este sentido, constituye unverdadero tributo a su memoria lareciente publicación póstuma a car-go de sus colaboradores del Pabe-llón 10-1 l del Hospital Víctor Lar-co Herrera que con el título "Saludy Desarrollo Socioeconómico parapoblaciones Rurales en el Perú.Conceptualización y Propuesta deun Modelo Operativo: Proyecto Ba-rran'ca" ha comenzado a circular.

Descansa en paz Kenny, tu lu-cha por el paciente mental crónicono caerá en el vacío.

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