pontificio consejo para el dialogo interreligioso
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PONTIFICIO CONSEJO PARA EL DIALOGO INTERRELIGIOSOTRANSCRIPT
PONTIFICIO CONSEJO PARA EL DIALOGO INTER-‐RELIGIOSO El precursor del actual Pontificio Consejo para el Diálogo Inter-‐religioso, creado por Juan Pablo II en 1988 con la "Pastor Bonus", fue el Secretariado para los no Cristianos, instituido por Pablo VI en 1964 para promover estudios adecuados y favorecer relaciones amistosas con los seguidores de las religiones no cristianas. En sus aspectos doctrinales y prácticos, este Secretariado respondía en gran medida a las ideas expresadas en la Declaración conciliar "Nostra aetate" de 1965. Cuando Juan Pablo II cambió su nombre a Pontificio Consejo para el Diálogo Inter-‐religioso señaló que el objetivo de este Dicasterio de la Curia Romana era promover y regular las relaciones con miembros y grupos de Religiones que no están incluidas bajo el nombre de cristianas y con aquellos que, de alguna manera, muestran un sentido religioso. Existe hoy, en el ámbito del Consejo, la Comisión para las Relaciones Religiosas con los Musulmanes, cuyo Presidente es el Cardenal Francis Arinze, también Presidente del Pontificio Consejo. La Comisión fue instituida por Pablo VI en 1974, como una oficina diferente pero relacionada con el entonces Secretariado para los no Cristianos. Su objetivo era estimular las relaciones religiosas entre musulmanes y católicos, y estaba abierta a la posible colaboración de otros cristianos. El Secretario del Pontificio Consejo es el Obispo Michael Louis Fitzgerald, M.Afr. y el Subsecretario, el Padre John Bosco Masayuri Shirieda, S.D.B. Cuenta con 46 Miembros, 40 Consultores y un equipo de 8 personas. Los Oficiales del Consejo y el personal viajan a menudo para participar en encuentros y en conferencias internacionales con representantes de Iglesias cristianas y no cristianas y también reciben a personalidades en sus oficinas vaticanas. Mantienen frecuentes contactos con el mundo del Islam, del Budismo y del Hinduismo. Todos los años envía un mensaje a los musulmanes al final del período de ayuno del Ramadán, firmado por el Cardenal Arinze. El Consejo también estudia las sectas y los nuevos movimientos religiosos y participa en reuniones con miembros de otras denominaciones cristianas para tratar estos temas. Las últimas reuniones de este tipo fueron promovidas por la Alianza Mundial de las Iglesias Reformadas en colaboración con la Federación Luterana Mundial y el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. Las Religiones Tradicionales son otro campo de interés del Pontificio Consejo para el Diálogo Inter-‐religioso. En 1992, tras su asamblea plenaria, el Consejo escribió una carta sobre la pastoral con estas Religiones. Se publicó en inglés, francés, español y portugués y se envió a las Conferencias episcopales de América, Asia y Oceanía. El Consejo ha creado la Fundación "Nostra aetate-‐Becas de Estudio" con el fin de ofrecer ayuda a estudiosos de otras religiones que deseen profundizar su conocimiento sobre el cristianismo para aplicarlo después en la enseñanza, y a otras actividades relacionadas con el diálogo inter-‐religioso. También publica una revista trimestral llamada "Bulletin" que edita artículos en inglés y en francés.
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/interelg/documents/rc_pc_interelg_pro_20051996_sp.html
Rezando en la cripta de San Francisco de Asís La jornada mundial de oración con todas las religiones en Asís el 27 de octubre de 1986, con el papa Juan Pablo II como anfitrión, fue el punto culminante de un proceso de más de cien años en la historia del pensamiento religioso, tendiente a promover la paz y la unidad entre las religiones y los pueblos. Ese movimiento interreligioso por la unidad y la paz pregonaba, por su misma naturaleza, la tolerancia religiosa como un valor supremo y combatía la pretensión de la Iglesia de ser la única depositaria de la verdad. Puesto que la Iglesia Católica seguía sosteniendo con firmeza el derecho absoluto de la revelación del único Dios personal, le fue posible rechazar hasta el Vaticano II ese movimiento religioso por la unidad y la paz. Fue la apertura de la Iglesia al ecumenismo y al diálogo interreligioso en el último Concilio la que hizo posible que ese movimiento sin haber cambiado su orientación espiritual lograra acogida en la Iglesia Católica, para alcanzar finalmente, bajo Juan Pablo II, su cúspide provisoria en Asís. No fue, pues el movimiento por la unidad y la paz entre todas las religiones el que evolucionó, sino la actitud de la Iglesia respecto de él. http://eccechristianus.wordpress.com/2011/10/10/260-‐papas-‐condenan-‐la-‐reunion-‐de-‐asis/
CARTA DE MONSEÑOR LEFEBVRE A OCHO CARDENALES
ANTES DE LA REUNIÓN DE ASÍS
Êcone, 27 de agosto de 1986
Eminencia: Ante los acontecimientos que están sucediendo en la Iglesia y de los que Juan Pablo II es autor, y frente a los que se propone realizar en Taizé y en Asís en el mes de octubre, no puedo dejar de dirigirme a ustedes para suplicarles, en nombre de muchos sacerdotes y fieles, que salven el honor de la Iglesia, humillada de forma antes nunca vista en toda su historia. El discurso y los actos de Juan Pablo II en Togo, en Marruecos, en la India y en la sinagoga de Roma, provocan en nuestros corazones una santa indignación. ¿Qué pensarían de esto los santos y santas del Antiguo y del Nuevo Testamento? ¿Qué haría la Santa Inquisición si aún existiera? El que está sentado en la sede de Pedro se mofa públicamente del primer artículo de Credo y del primer mandamiento del Decálogo. Es incalculable el escándalo en las almas de los católicos. La Iglesia se tambalea desde sus cimientos. Si desaparece la fe en la Iglesia, única arca de salvación, desaparecerá la propia Iglesia. Toda su fuerza y toda su actividad sobrenatural tiene como base este artículo de fe. ¿Juan Pablo II seguirá destruyendo la fe católica públicamente, en particular en Asís, con el desfile de las religiones previsto por las calles de la ciudad de San Francisco, y con el reparto de las religiones en las diferentes capillas de la basílica para que celebren allí sus cultos a favor de la paz tal como la concibe la ONU? Eso es lo que anunció el Cardenal Etchegaray, encargado de ese abominable Congreso de las Religiones. ¿Es posible que no se eleve ninguna voz en la Iglesia para condenar estos pecados públicos? ¿Dónde están los Macabeos? Eminencia, por el honor del único Dios verdadero, de Nuestro Señor Jesucristo, proteste públicamente, venga en socorro de los Obispos, sacerdotes y fieles que siguen siendo católicos. Eminencia, si me he permitido intervenir ante Usted, es porque no puedo dudar de sus sentimientos sobre este tema. Este llamamiento también lo dirijo a los demás Cardenales cuyos nombres encontrará más abajo, para que en dado caso pueda obrar de común acuerdo con ellos. Que el Espíritu Santo venga en su ayuda, Eminencia. Les ruego que acepte la expresión de mis sentimientos fraternalmente sinceros in Christo et Maria.
+Marcel Lefebfvre Arzobispo – Obispo emérito de Tulle A Su Eminencia el Cardenal Giuseppe SIRI Arzobispo de Génova A Su Eminencia el Cardenal Paul ZOUNGRANA Arzobispo de Uagadugu A Su Eminencia el Cardenal Silvio ODDI Con residencia en Roma A Su Eminencia el Cardenal Marcelo Martín GONZÁLEZ Arzobispo de Toledo A Su Eminencia el Cardenal Pietro PALAZZINI Con residencia en Roma A Su Eminencia el Cardenal Hyacinthe THIANDOUM Arzobispo de Dakar A Su Eminencia el Cardenal Alfons STICKLER Bibliotecario S.R.E. en Roma A Su Eminencia el Cardenal Édouard GAGNON Con residencia en Roma
http://panoramacatolico.info/articulo/carta-‐de-‐mons-‐marcel-‐lefebvre-‐a-‐proposito-‐de-‐la-‐reunion-‐de-‐asis
Reunión de Asís y Benedicto XVI
En la "jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo" que ha lanzado para mañana en Asís —a veinticinco años de la primera y discutida edición por obra del Papa predecesor suyo— Benedicto XVI ha introducido dos novedades. La prima es la extensión de la invitación, aparte de los exponentes de las religiones de todo el mundo, a los no creyentes. Con su presencia, la jornada de Asís tomar la forma de un simbólico "patio de los gentiles", animado no sólo por "temeroso de Dios" sino también por quien no cree en Dios, sin por ello dejar de buscarlo. La segunda novedad es que no habrá ningún momento de oración visible y organizada, por parte de los presentes, ni en común ni en paralelo, como en cambio ocurrió en 1986 con los varios grupos religiosos reunidos en oración en varios lugares de la ciudad de san Francisco.
Era el mes de setiembre del 2006 y la Comunidad de San Egidio había lanzado su reunión interreligiosa anual precisamente en Asís, en el octavo centenario de la muerte de san Francisco. Benedicto XVI, invitado a participar del encuentro, no aceptó. Pero escribió al obispo de Asís una carta, en concomitancia con la apertura del encuentro. En su carta a cierto punto se lee: "Para que no haya equívocos con respecto al sentido de lo que Juan Pablo II quiso realizar en 1986, y que se ha calificado con una expresión suya como 'espíritu de Asís', es importante no olvidar el cuidado que se puso entonces para que el encuentro interreligioso de oración no se prestara a interpretaciones sincretistas, fundadas en una concepción relativista. "Precisamente por este motivo, desde el primer momento, Juan Pablo II declaró: 'El hecho de que hayamos venido aquí no implica intención alguna de buscar entre nosotros un consenso religioso o de entablar una negociación sobre nuestras convicciones de fe. Tampoco significa que las religiones puedan reconciliarse a nivel de un compromiso unitario en el marco de un proyecto terreno que las superaría a todas. Ni es tampoco una concesión al relativismo de las creencias religiosas'. "Deseo reafirmar este principio, que constituye el presupuesto del diálogo entre las religiones que recomendó hace cuarenta años el concilio Vaticano II en la Declaración sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas (cf. Nostra aetate, 2). Cfr. http://www.prensalibre.com/internacional/Benedicto-‐XVI-‐Asis-‐incluir-‐creyentes_0_578942363.html