Ponte a caminarPonte a caminar Orientaciones para el Camino de SantiagoOrientaciones para el Camino de Santiago

Bienvenido, bienvenida, a

una de las experiencias que

van a marcar tu vida.

Posiblemente, a estas altu-

ras, notarás cierto nerviosis-

mo al recibir este folleto.

Quizá comiences a arrepen-

tirte de haberte apuntado. No

importa. Si sientes que el

estómago se te encoge por

momentos, es buena señal.

Quiere decir que ya has em-

pezado el camino.

El camino no consiste en

andar. El camino se empieza

en el mismo momento en

que decidiste venir y termi-

nará en el momento en que

tú te olvides de todo lo que

has aprendido. El camino no

tiene fin. Dentro de poco

descubrirás que no eres tú el

que haces el camino, sino el

camino el que te hace a ti.

Sí, sé que es un lenguaje

misterioso, pero no hay otro

para expresar lo que vas a

descubrir estos días cami-

nando.

Ven preparado/a para descu-

brir un nuevo mundo dentro

de ti. Abandona tus prejui-

cios, sobre ti y sobre los de-

más. Descubrirás cosas que

nunca imaginaste, pero solo

si vienes dispuesto a apren-

der.

Lee con atención estas pági-

nas. En ellas encontrarás

información práctica para

preparar el camino, pero

también algunas indicaciones

para preparar el corazón. No

te descuides.

El camino ya ha empezado.

Bienvenido al camino

Peregrinación, en sentido

amplio, no es sino el viaje,

emprendido individual o

colectivamente, para visitar

un lugar santo donde se ma-

nifiesta de modo particular la

presencia de un poder so-

brenatural. Considerada así,

como una búsqueda de Dios

en un marco cultural, la en-

contramos desarrollada en

casi todas las religiones des-

de la prehistoria hasta nues-

tros días. En el cristianismo,

las peregrinaciones tienen

dos orígenes distintos: uno,

la veneración de los Santos

Lugares donde transcurrió la

vida de Jesús de Nazaret; el

otro, el culto de los santos y

de sus reliquias.

Peregrinar hacia un lugar

donde reposan los restos de

un mártir, nos recuerda la

radicalidad de la vida a la

que está llamado un cristia-

no. Nosotros vivimos nuestra

fe en una comodidad que,

muchas veces, nada tiene

que ver con lo que Jesús nos

enseñó. Peregrinar nos hace

salir de la comodidad y nos

lanza a un proceso de cam-

bio interior.

Este es el espíritu que ha

seducido a millones de per-

sonas a lo largo de la historia

del camino. Vayamos por

partes.

¿Quién era Santiago? En el

NT se le conoce como el Ma-

yor, para diferenciarlo de

otro Santiago, hijo de Alfeo,

pariente de Jesús, que llegó a

presidir la comunidad primi-

tiva de Jerusalén y al que se

le atribuye la carta de Santia-

Historia del Camino de Santiago

Centro de Pastoral Juvenil Vocacional SCJ

De Ribadeo a

Santiago

17-27 de julio

Bienvenido al camino 1

Historia del Camino

de Santiago

1

La Ruta del Norte 2

Etapas y horarios 3

Prepara tu mochila 3

Los viajes 3

Orientaciones para

el caminante

6

Contenido:

BENDICIÓN DEL PEREGRINO

Dios todopoderoso,

que otorgas tu misericordia a

los que esperan en ti y en

ningún lugar estás lejos de los

que te buscan, asiste a tus servi-

dores que caminan por tu amor

hacia Santiago y dirige su cami-

no según tu voluntad;

que de día los cubra tu sombra

protectora y de noche los alum-

bre la luz de tu gracia para que,

acompañados por ti, puedan

llegar al lugar de su destino, con

más luz, más paz y esperanza;

y más ciertos de tu proyecto

para sus vidas.

Por Cristo, nuestro Señor. Amén

go. Santiago el Mayor, era hijo

de Zebedeo y hermano de

Juan, fue uno de los cuatro

primeros discípulos que Jesús

eligió. Les llamaban a él y a su

hermano “hijos del trueno”,

quizá por su fuerte carácter.

Santiago murió decapitado en

Jerusalén por orden de Hero-

des Agripa (Hch 12,2), siendo

el primer apóstol que da la

vida por su fe. Habían pasado

10 años desde la muerte de

Jesús.

A partir de aquí, los datos que

conocemos nos vienen de

tradiciones más o menos le-

gendarias. Según estas, San-

tiago estuvo en España predi-

cando el evangelio antes de

morir. Se cuenta que en Zara-

goza se le apareció María

sobre una columna, para ani-

marle porque su predicación

no obtenía fruto.

Después de su muerte, Teodo-

ro y Anastasio, discípulos su-

yos, decidieron llevar sus

restos de regreso a España.

Montaron en una barca des-

vencijada que fue guiada mi-

lagrosamente hasta Iria Flavia

(Padrón). Allí los recibió una

reina pagana llamada Lupa

que, al ver los restos inco-

rruptos les concedió un par de

bueyes para trasportarlos. Allí

donde los buyes cayeron ago-

tados, se enterraron los restos

del Apóstol.

Esta es la leyenda. Al margen

de su credibilidad, hoy sabe-

mos que debajo de la sede

de la catedral de Santiago,

hay un monumento funerario

cuya primera matriz es paga-

na y está datada antes del

nacimiento de Cristo. Sobre

ella se reconocen unos sepul-

cros cristianos del siglo I o II,

de un cristiano notable y dos

acompañantes. El incipiente

culto de los restos quedó

sepultado en el olvido hasta

los inicios del siglo IX.

Hacia el 814 el obispo de Iria

Flavia, Teodomiro, es avisa-

do por un eremita de los res-

plandores y lluvias de estre-

llas que de noche se ven so-

bre un montículo. Acudiendo

al lugar, descubren unas

ruinas de una iglesia muy

antigua donde hay una tumba

con una inscripción: “Aquí

yace Jacobo, hijo de Zebe-

deo y de Salomé, hermano

de Juan”. Por este fenómeno

extraordinario, el lugar se

llama Campus Stellae,

(Compostela). Enseguida

Alfonso II el Casto, rey de

Asturias ordena levantar so-

bre la tumba una pequeña

basílica. El hallazgo es comu-

nicado y conocido enseguida

por toda Europa. Miles de

creyentes procedentes de

toda la cristiandad llegan en

riadas a Compostela, espe-

cialmente durante los siglos

XI y XII. La primera basílica

será destruida por Almanzor

en su campaña de finales del

siglo X. En 1075, el obispo

Diego Peláez inicia las obras

de la actual basílica románi-

ca. La obra estaría terminada

en 1122. El maestro Mateo la

enriqueció poco más tarde

el fantástico Pórtico de la

Gloria, el coro y el claustro.

En el siglo XVIII, para prote-

ger el pórtico, F. Casas No-

voa diseña la espectacular

fachada del Obradoiro, una

joya del barroco español.

Hasta bien entrado el siglo

XVI, multitud de peregrinos

recorrerán la ruta sagrada;

sin embargo, en el siglo si-

guiente comienza a oscure-

cer la estrella que brillaba

sobre el sepulcro gallego,

disminuyendo drásticamente

el número de peregrinos.

Esta tendencia se mantendrá

en las centurias venideras y

así a finales del siglo XIX, las

crónicas hacían referencia a

que no se veía en Composte-

la más de treinta o cuarenta

peregrinos el día de Santia-

go. Sin embargo hacia los

años cincuenta de nuestro

siglo, y especialmente en los

años ochenta, este débil go-

teo de peregrinos toma vigor

y se fortalece.

Así, hoy día podemos hablar

de un inusitado e inesperado

florecimiento de la Ruta Jaco-

bea que sigue siendo, a las

puertas del tercer milenio, un

camino de Verdad y de Vida

mediante el cual el hombre

de hoy puede entrar en con-

tacto con lo sagrado.

rras ofrecían poca seguridad

a los caminantes, dadas las

incursiones musulmanas, la

ruta del Norte ofrecía más

seguridad. Con el avance de

la reconquista, la ruta del sur

fue la más frecuentada, coin-

cidiendo con los siglos de

esplendor del camino. Así

surge el camino Francés, el

más frecuentado y famoso,

bien protegido por las órde-

nes de Cluny y los Templa-

rios, así como otras órdenes

religiosas de caballería, que

dejarán el camino jalonado

de hospitales y fortalezas

para proteger y atender al

peregrino.

El Camino del Norte actual-

mente es menos frecuentado

y ofrece una riqueza paisajís-

tica y artística incluso supe-

rior al camino Francés.

El camino Primitivo o del Norte

El Camino de la Costa, o Ca-

mino del Norte, es en realidad

la ruta más antigua y original.

Desde el siglo IX, apenas es

conocido el descubrimiento

de los restos en Europa, se

comienza a transitar esta ruta.

Ya en el año 969, el conde

Osorio Gutiérrez concede una

herencia al monasterio de

Lourenzá para proveer a po-

bres y peregrinos. Mientras

las tierras castellanas y nava-

Página 2 Po nt e a c am inar D e Ri ba deo a Sa ntia go

Las etapas del camino

Viajes

Prepara tu mochila

El Camino es una aventura

que no se puede controlar

completamente. Conviene

estar abiertos a cualquier

eventualidad, porque todos

los días van a ser distintos.

No obstante, tendremos un

horario orientativo que pue-

de ser modificado sobre la

marcha.

6:00-6:30 Alzada. El sol es

mal compañero de cami-

no, por lo que madrugare-

mos para aprovechar el

fresco.

½ hora durante el camino:

Reflexión personal en

silencio. Se trata de re-

flexionar en silencio la

experiencia de caminar.

Mochila.

Hazte con una buena mochi-

la, grande, sin hierros y con

posibilidad de abrocharse en

la cintura. Lleva solo lo im-

prescindible, todo lo demás

pesa demasiado. Recomen-

damos: 2 pantalones cortos, 1

pantalón largo, 4 camisetas, 1

chaqueta, 4 pares de calceti-

nes de algodón, ropa inter-

ior, bañador, útiles de aseo,

toalla mediana, chanclas para

la ducha, gorro de baño

(opcional). Chubasquero o

Dinero.

Con la inscripción abonaste

170 euros. Con esto se pa-

gará la comida caliente, cena

y desayuno fríos, posibles

gastos de albergues, medici-

nas, etc. Lleva algo para

comprar agua o un bocadillo

por la mañana. No se necesi-

ta mucho más. Para compras

de regalos y otras eventuali-

dades recomendamos llevar

una tarjeta de crédito.

VIAJE DE VUELTA:

Los que regresan a Madrid,

Valencia y Alicante, saldre-

mos en tren el último día, a las

22:33 y llegaremos a Madrid

a las 7:55 del día siguiente.

Este tren cuesta 50,90€ (sin

reducción).

VIAJE DE IDA:

El precio de los viajes no

está incluido en los 170

euros.

Los que parten de Madrid o

tienen que pasar por la capi-

tal, saldrán en un autobús

propio a las 9:30, desde el

Templo de Debod. Llegare-

mos en torno a las 7 de la

tarde. El precio es de 45 eu-

ros.

COMPRA DE BILLETES

Intentaremos sacar los bille-

tes a la vez para ir todos jun-

tos. Los que vayan a ir des-

de Madrid y quieran regre-

sar en el tren Santiago-

Madrid, deberán ingresar

95 € en la cuenta 0075-0204-

97-0600177934.

Página 3 Po nt e a c aminar D e Ri ba deo a Sa ntia go

Día Tramo

Kms

17 Llegada a Ribadeo

18 Ribadeo-playa-Ribadeo 20

19 Ribadeo - Lourenzá 29

20 Lourenzá-Abadín 25

21 Abadín-Vilalba 20

22 Vilalba-Miraz 29

23 Miraz-Sobrado dos Monxes 29

24 Sobrado dos Monxes– Arzúa 23

25 Arzúa – Monte del Gozo 35

26 Monte del Gozo – Santiago 4,4

27 Santiago–Regreso

Regreso 28

El horario de cada jornada

13:30 (aprox.) Llegada al

final de la etapa: cada uno

va llegando según su ritmo

se lo permita.

14:30-15:30-Comida caliente

15:30-18:30 Aseo, des-

canso, lavado de ropa

18:30 (aprox.)- Tiempo de

encuentro para compartir y

orar juntos. Donde se pueda

se invita a celebrar la euca-

ristía para todo el que quie-

ra.

20:30 Cena

22:30 Descanso

capa de agua.

Saco de dormir ligero,

dormiremos siempre a cu-

bierto, funda impermeable

(el saco es lo último que se

puede mojar) esterilla,

almohada hinchable

(opcional).

Calzado: unas botas de

trecking cuanto más usadas

mejor. Otro calzado para

descansar el pié (sandalias,

zapatillas bien ventiladas)

Por favor confirmadnos que

queréis usar este transporte

antes del 25 de junio (puedes

llamar al 660 01 19 10 –Ángel

Alindado-). Si alguien tiene

algún tipo de descuento: familia

numerosa o carnet joven es

necesario dar el número para

poder sacar los billetes de vuelta.

Documentación

D.N.I y fotocopia de la tarjeta

de la seguridad social.

Carné joven—fotocopia familia

numerosa.

Otras cosas: linterna peque-

ña, cámara de fotos, crema

para el sol, medicinas pro-

pias, un bolígrafo. Sombrero

o gorra. Opcionalmente:

Jabón para lavar, pinzas y

cuerda para tender, navaja y

mechero.

1. Considera que miles de peregrinos de toda clase y

condición siguieron tu mismo camino durante siglos. En sus huellas se posan tus pisadas. Y, tras las tuyas, otros caminarán. Así pues, no caminas solo. Eres parte de una larga historia de sandalias en marcha.

2-. Camina ligero de equipaje. Deja las preocupaciones

en casa. Una mochila y una cantimplora bastan. Como en la vida, pocas cosas son necesarias y sólo algunas de ellas imprescindibles.

3-. De albergue en posada, levanta tu tienda donde sea.

Sin prejuicios ni mosqueos. Échate a la carretera o al camino vecinal, sin prevenciones. Todos los pueblos son nuestros.

4-. Piensa que vas siguiendo un camino sideral. El fir-

mamento guía tus pasos, viajero cósmico. Las estrellas que contemplas señalan tu ruta, los astros te acompa-ñan.

5-.Experimenta con toda tu alma y en tu propio cuerpo

cómo se hace camino al andar. Que el diario cansancio no te prive del gozo íntimo de sentirte peregrino. Suda tu camino y esponja tu espíritu.

6-. Y de paso descubre cómo haciendo el camino el

camino te hace a ti. Porque nunca se camina en vano. Tú eres también el camino que haces.

7-. Recuerda que es de camino cuando acontece lo in-

sólito y salvífico: Dios te saldrá al paso cuando menos te lo esperes.

Después de caminar des-

cansa el pié manteniéndolo

en alto.

Para evitar ampollas es

importante llevar buenos

calcetines: en la tiendas

venden unos especiales

que mantienen el pié seco

y no tienen costuras. Se

llaman Cool Max, pero esa

es la marca (hay marcas

más baratas).

No tengas miedo. Eres

capaz de mucho más de lo

que te imaginas. El camino

te pondrá, en ocasiones, al

límite. Ten paciencia, los

obstáculos se han hecho

Prepárate física y espiri-

tualmente. Empieza a cami-

nar ya. Dedica todos los

días al menos una hora o

dos a caminar a buena

marcha. Empieza con poco

y después vete incremen-

tando la duración. Los últi-

mos días, llena la mochila y

cárgala en tus marchas,

evitarás rozaduras y hema-

tomas.

Antes y después de cami-

nar hay que hacer ejerci-

cios de estiramientos.

Usa las botas. Elige un cal-

zado de suela dura que

mantenga el pie sujeto.

para ser saltados.

Los problemas físicos más

comunes son: las agujetas,

las ampollas, las contractu-

ras y las tendinitis. Las dos

primeras son molestas pe-

ro no te paralizan. Sin em-

bargo, los problemas mus-

culares hay que tomarlos

en serio y no forzar.

Algunas personas se ayu-

dan de un bordón: un

bastón para apoyarse en el

camino. Lo malo es que

resulta muy incómodo de

transportar.

Consejos prácticos antes de caminar

Centro de Pastoral Juvenil Vocacional SCJ

8-. Sabes que el peregrino, no es un turista ni un veraneante.

Sabes que ser peregrino les hacer narrativa, parabólica, tu salida de casa. Mira que no se regresa igual que se ha salido. Es tu propia alma que camina.

9-. Camina con los ojos bien abiertos, dispuestos al asombro

y la admiración. Peregrinar merece la pena más por el cami-no que se hace que por la meta a la que se llega. Entonces, no tengas prisa, goza con el camino.

10-. Atente humildemente a la hospitalidad. Déjate acoger,

sin exigencias. Y practica la noble virtud de la gratitud y el saludo cordial. Lleva con alegría tu indefensión y tu pobreza.

11-. Canta y alegra los pasos de tus compañeros. Facilita la

convivencia. Quizá puedas hacer nuevas amistades, consoli-dar las incipientes, reforzar los lazos del compañerismo.

12-. Visita devotamente los santuarios jacobeos que jalonan

la ruta, rastrea los vestigios de su paso. Acércate al cemente-rio, al mercado y a la plaza del pueblo. Observa las costum-bres locales y los monumentos. Conoce su historia y sus leyendas y tradiciones. Prueba su agua, su vino y su pan. Conversa con los lugareños. La peregrinación también es cultural; literaria, artística, musical, folklórica, gastronómica, etnológica...

13-. Intenta, en lo posible, seguir los viejos caminos de pe-

regrinación: atravesar tal puente, descansar al pie del crucero, beber de la fuente, bajar al río, subir a la ermita... Y practicar los ritos propios del peregrino.