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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLÁN PONENTE: PEDRAZA VELÁSQUEZ JUAN MANUEL PONENCIA PARA EL XXXIV ENEH INSTITUCIÓN: UNAM FES ACATLÁN. TÍTULO: Entre desmitificadores, difusores, escritores y otras calamidades, un análisis de la difusión del tema histórico en el presente CORREO ELECTRÓNICO: [email protected] DELEGADOS: Mariana Moreno Carlos Alberto González de León Marcos Ulises Rodríguez Chindo FECHA DE ENTREGA: 04 DE AGOSTO 2013

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICOFACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLN

PONENTE: PEDRAZA VELSQUEZ JUAN MANUEL

PONENCIA PARA EL XXXIV ENEH

INSTITUCIN: UNAM FES ACATLN.

TTULO: Entre desmitificadores, difusores, escritores y otras calamidades, un anlisis de la difusin del tema histrico en el presente

CORREO ELECTRNICO: [email protected]

DELEGADOS:Mariana MorenoCarlos Alberto Gonzlez de LenMarcos Ulises Rodrguez Chindo

FECHA DE ENTREGA: 04 DE AGOSTO 2013

Introduccin.

El trabajo del historiador se basa y siempre se basar en el manejo, recopilacin y anlisis de fuentes, ningn historiador puede basar una obra en pasiones, falacias y argumentos infundados porque sta se cae desde su base. Generalmente, este es una premisa vlida ante todo el gremio histrico; no obstante, se ha popularizado en pocas recientes una nueva manera que ha difundido la Historia de una forma extremadamente maniquea y que fundamenta sus argumentos en el llamado revisionismo historiogrfico.

Sin embargo, aqu conviene sealar que en torno a este enfoque convergen dos vertientes de las que se hablar ms adelante: el revisionismo acadmico y el revisionismo pseudocientfico o acrtico, en torno a esta ltima han surgido una serie de desmitificadores que, malinterpretando el concepto de Historia de Bronce de Luis Gonzlez y Gonzlez se proponen dar una nueva y verdadera visin en torno a los acontecimientos histricos de nuestro pas, en palabras de Patricia Galeana:

Hubo una serie de versiones iconoclastas (en torno a la figura de Hidalgo) con esta idea que se ha vuelto un lugar comn tomada de una frase del maestro Luis Gonzlez y Gonzlez de que hay que bajar a los hroes del pedestal, acabar con la Historia de Bronce, mostrar los claroscuros, hacer a los personajes histricos hombres de carne y hueso y con todo esto nos hemos quedado con una Historia de cobre En esa actitud iconoclasta se trat de hacer la Historia negra de la Revolucin de Independencia y la Revolucin de 1910.[footnoteRef:1] [1: Patricia Galeana, Miguel Hidalgo conferencia inaugural del curso Protagonistas del siglo XIX, Mxico, INEHRM, 5 de marzo de 2013, podcast disponible en ]

En trminos generales, han surgido una serie de nuevas versiones que, basndose en fuentes totalmente sesgadas y superadas (esto en el mejor de los casos) pretender acabar con la Historia oficial que el prismo construy en aras de logar una identidad nacional. Sin embargo, lejos de darnos una visin crtica y bien fundamentada, lo que ha hecho esta nueva forma de difusin histrica es ofrecernos interpretaciones tergiversadas, sin una metodologa histrica, con un maniquesmo inversamente proporcional al del partido oficial en el poder.

Generalmente, los historiadores rechazan estas obras al considerarlas pueriles, empero, no deben ignorarse ya que su contenido es el que ms se difunde a las masas populares. Salvo unos intentos[footnoteRef:2] los historiadores generalmente nos dedicamos a trabajar nuestro campo de estudio, mientras que las versiones desmitificadoras siguen divulgndose entre la poblacin. Sin embargo, considero que una de las tareas primordiales del historiador es difundir la Historia en todos los niveles par que de esta forma nuestra disciplina nos permita dilucidar quines somos y hacia donde queremos ir. [2: Al respecto hay algunos breves artculos del Dr. Pedro Salmern en el peridico La Jornada Falsificadores de la Historia, cuando los mexicanos ganan guerras en La Jornada, 8 de Septiembre de 2012, Mxico, disponible en http://www.jornada.unam.mx/2012/09/01/opinion/029a2pol (Consultado el 8 de febrero de 2013). Tambin Josefina Zoraida Vsquez en Letras Libres dedic un pequeo artculo a la obra de Francisco Martn Moreno, Verdades y mentiras de Mxico Mutilado en Letras Libres No 77, Mayo de 2005, pp. 35-37. Y el Dr. Alfredo vila en su blog personal hace una crtica sobre las interpretaciones de Enrique Sada Sada Sandoval De los mitos que nos dieron desmitificadores en Historia Crtica y poltica, Bitcora de Alfredo vila, disponible en http://alfredoavilahistoriador.com/2013/01/19/de-los-mitos-que-nos-dieron-desmitificadores/ (Consultado el 10 de abril de 2013)]

La presente ponencia tiene como objetivo principal hacer runa crtica historiogrfica a algunas versiones desmitificadoras de la Historia de Mxico que se han difundido y mostrar un breve anlisis de las carencias metodolgicas que estas tienen, esto con el objetivo de hacer una breve reflexin sobre la manera en que los historiadores estamos difundiendo el conocimiento y cmo llevar nuestra disciplina a la mayor parte de la poblacin.

Conviene sealar que la presente ponencia no es una apologa de la Historia oficial, la llamada Historia de Bronce tambin nos muestra una tendencia sumamente parcial del proceso histrico. El presente escrito nicamente pretende defender el trabajo del Historiador y su labor metodolgica.

Los comienzos: Del Revisionismo acadmico al pseudocientfico.

Antes que nada es necesario sealar en qu consiste la corriente revisionista ya que muchas de las obras mencionadas anteriormente se sitan dentro de esta corriente (o por lo menos eso dicen). Diversos acadmicos han demostrado que el origen del Revisionismo Histrico en Mxico puede situarse a fines de los aos cincuenta y principios de los sesenta, este nueva enfoque tuvo como principal objetivo cuestionar y replantear el derrotero que llev la Revolucin mexicana, al respecto lvaro Matute explica.

El historiador estadunidense David Bailey se refiri con el nombre de "revisionista" a una historiografa cuyo tema era la Revolucin mexicana y que comenz a circular hacia el final de los aos sesentasAntes de que eso ocurriera, que como veremos fue al promediar los aos cincuentas, haba habido un revisionismo, pero no propiamente historiogrfico, sino decididamente poltico, cuyo objeto no era precisar interpretaciones histricas, sino discutir el rumbo que estaba tomando el pas, bajo el amparo de una Revolucin mexicana convertida en ideologa, que poco tena ya que ver con la realidad.[footnoteRef:3] [3: lvaro Matute, Orgenes del Revisionismo Historiogrfico en la Revolucin Mexicana en Signos Histricos, Vol. II, No III, enero-junio 2000, p 34.]

Ahora bien, en un primer momento este revisionismo, en un primer momento se propuso acabar con los relatos maniqueos mostrando nuevas aproximaciones a diferentes temas histricos que, quedaron excluidos por las Historias oficiales, impulsados por la corriente marxista de la Historia y la Historia Social Inglesa.

Sin embargo, contraria a esta corriente crtica existe otro tipo de revisionismo que, valindose de la premisa posmoderna de que no es posible una total objetividad en la Historia, ha usado el discurso histrico con una intencionalidad poltica, utilizando argumentos infundados los cules atacan de una manera inclemente cualquier versin Histrica que se les oponga.

Estas posturas comenzaron a publicarse a partir de los aos ochenta del siglo XX y se han popularizado con el uso de las redes sociales y nuevos mecanismos de comunicacin. Sin embargo, antes de pasar al anlisis de estos textos es necesario sentar una premisa. La poltica y los grupos gobernantes se han servido de la Historia para justificar su rgimen, esto se vino gestando con mucho ms fuerza a partir de la ceracin de los Estados Nacionales durante el siglo XIX, al tener una entidad poltica plenamente construida se buscaba dotarla de una identidad, y para eso, los grupos gobernantes recurrieron a la Historia.

La aparicin de la historia en el escenario educativo est ligada a la formacin de los estados nacionales. A lo largo del siglo XIX, en casi todos los pases occidentales, se incorpora como materia en la primera y segunda enseanza, al tiempo que se crean los estudios universitarios de dicha especialidad. A partir de entonces, comienzan los debates sobre el carcter que deba tener esta disciplina a la hora de llevarla a las aulas escolares. En la mayora de los casos, la enseanza de la Historia pas a ser una forma de ideologizacin para transmitir ideas polticas y sentimientos patriticos.[footnoteRef:4] [4: Joaqun Prats, En defensa de la Historia como materia educativa en Tejuelo No 9, Extremadura, Consejera de Educacin y Cultura del gobierno de Extremadura, 2010, p 9. ]

Es decir, lo que, para algunos peyorativamente se denomina Historia de Bronce es la Historia que se ensea en las Escuelas, que muestra una visin maniquea de buenos vs malos y que, en palabras de Luis Gonzlez y Gonzlez es la disciplina preferida por los gobiernos para formar una identidad nacional.

Gracias a la Historia de Bronce, reverencial o pragmtica o ejemplarizante, mil santos, estadista, inventores, cientficos, poetas, artistas, msicos, enamorados y filsofos segn expresin de los Durant todava viven, hablan, todava ensean, y no cabe duda que tiene alumnos aplicados y fieles. La historia de Bronce lleg para quedarse Es la Historia preferida por los gobiernos[footnoteRef:5] [5: Luis Gonzlez y Gonzlez De la mltiple utilizacin de la Historia en Carlos Pereyra Et al, Historia para qu?, Mxico, 21 edicin, 2005, p. 67.]

Es evidente que, la poltica se sirve de la Historia, sin embargo el historiador debe superar este sesgo y mantenerse al margen de los vaivenes de la poltica, el hecho de que es difcil alcanzar la objetividad no significa que el Historiador deba abandonar la metodologa histrica.

Ahora bien, esta Historia de Bronce sirvi para que una nueva tendencia surgiera y usara como pretexto esta Historia maniquea para construir su discurso histrico. Un discurso que si bien se opone totalmente a la Historia de Bronce basa sus argumentaciones en falacias, fuentes superadas donde se puede apreciar una clara intencionalidad poltica. Esta Historia es la que ha popularizado a muchos autores como Armando Fuentes Aguirre Catn Luis Gonzlez de Alba, Juan Miguel Zunzunegui y la que se ha popularizado en medios electrnicos. Sin embargo, este tipo de obras acrecen de herramientas metodolgicas y anlisis de fuentes documentales como se demostrar en el siguiente apartado.

Al diablo la Historia, mejor me vuelvo devorador de mitos. (La patria que nunca fue)

Comenzaremos con la vasta produccin del Dr. en Humanidades Juan Miguel Zunzunegui. En su obra Patria sin Rumbo nos dice que Mxico es un pas construido a base de mitos. Su blanco de ataque (porque no se le puede llamar de otro modo) es Miguel Hidalgo y Costilla. En su obra explica que Hidalgo slo fue un cura que incit a las masas al saqueo y que no tena proyecto poltico alguno:

Hidalgo jams mencion la Palabra Independencia y siempre luch por el rey de Espaa, su guerra adems dur slo cuatro meses, tres de los cuales Allende e Hidalgo fueron enemigos declarados, Morelos, tambin el llamado generalsimo luch por una Repblica Libre, quien con su proyecto organiz la verdadera insurgencia[footnoteRef:6] [6: Juan Miguel Zunzunegui, Patria sin rumbo mitos de los primeros aos independientes, Mxico, Editores Mexicanos Unidos, 2011, p. 25.]

Al respecto, diversos investigadores no ponen en duda que la lucha de Hidalgo era por la Independencia de la Nueva Espaa, esto se puede notar a lo largo de los 44 documentos que escribi durante su movimiento, ahora bien en, cuanto a la muletilla Viva Fernando VII hay diversas opiniones, gran parte de los investigadores arguyen que Hidalgo grit esa proclama debido a que la figura del rey an prevaleca en el ideario popular, sin embargo a lo largo de sus cartas escritas encontramos una constante alusin a las palabras Independencia y Libertad, parte de esto lo podemos ver en una carta que Hidalgo manda al intendente Juan Antonio Riao.

Estoy legtimamente autorizado por mi Nacin para los proyectos benficos que me han parecido necesarios a su favor. stos son igualmente tiles y favorables a los americanos y europeos que se han hecho nimo de residir en este reino y se reducen a proclamar la independencia y libertad de la nacin. De consiguiente yo no veo a los europeos como enemigos, sino como un obstculo que embaraza el buen xito de nuestra empresa.[footnoteRef:7] [7: Oficio de Hidalgo al Intendente Riao intimndole la rendicin de la plaza de Guanajuato, en Virginia Guedea y Alfredo vila (coord.) Juan Hernndez y Dvalos, Coleccin de documentos para la Historia de la Guerra de Independencia de Mxico, Mxico, UNAM, 2007, disponible en http://www.pim.unam.mx/catalogos/hyd/HYDII/HYDII053.pdf (Consultado el 8 de julio de 2013)]

Ahora bien, otro de los falsos argumentos que estn en el libro de Zunzunegui es cuando menciona que a principios de 1800 Haba un auge minero agrcola y ganadero, se mantena el comercio con casi todo el mundo (sic) y la riqueza manaba del pas como dijo Alexander Von Humboldt cual cuerno de la abundancia.[footnoteRef:8] Al parecer el Dr. Zunzunegui omite las crisis econmicas de 1800-18002, 1808-1809 y 1809 y 1810. En palabras de Ernesto de la Torre Villar: [8: Zunzunegui Op. Cit. P. 30.]

Provocaron tal agitacin entre los grupos miserables, ofendidos por la especulacin de los hacendados que se dieron diversas disposiciones para remediar esos males: las eclesisticas en Michoacn Jalisco y otras provincias afligidas por la escasez y la hambruna dispensaron toda suerte de ayuda, auxiliados por multitud de prrocos conscientes del malestar y de la penuria de la mayor parte del pueblo.[footnoteRef:9] [9: Ernesto de la Torre Villar. La independencia de Mxico, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 2004, p 69 ]

Podemos apreciar una crisis, y hambruna catica, de tal magnitud que innumerables prrocos tuvieron que usar sus caudales para compensar los efectos de esta coyuntura, en ese sentido, es mentira la afirmacin de Zunzunegui donde asevera una abundancia econmica, de hecho, esta crisis se agrav en 1804 a raz de la Real Cdula de Consolidacin de Vales.

Otro aporte de Zunzunegui es cuando afirma que la Revolucin francesa y la Independencia de las trece colonias son completamente ajenas a la independencia de Mxico con eso no slo se dice una mentira, sino que se vuelve a caer en una de esas imprecisiones que hacen que descifrar nuestro pasado sea una tarea cada vez ms complicada[footnoteRef:10] [10: Zunzunegui, Op. Cit. P. 32.]

Por otra parte, si bien la Revolucin Francesa y la Independencia de las trece colonias no fueron factores decisivos en el proceso de Independencia de la mayora de los pases americanos, muchos principios jurdicos e ideolgicos que tuvieron los insurgentes estaban inspirados en estos dos acontecimientos.

Un efecto final de la Revolucin francesa en nuestra Amrica fue la ideologa que inspir la mayora de sus cartas constitucionales muchos de los principios de la declaracin de los Derechos del Hombre como la igualdad jurdica de los ciudadanos, la soberana popular, las garantas personales, la separacin de poderes, y el derecho a la propiedad fueron incorporados a las leyes supremas de los nuevos pases independientes.[footnoteRef:11] [11: Jorge Nez, La Revolucin de Independencia y Amrica Latina en Nueva Sociedad No. 103. Septiembre-Octubre de 1989. P. 32. ]

A lo largo de la obra desmitificadora de Juan Miguel Zunzunegui notamos un discurso histrico repleto de sentimientos personales que en muchos casos juzga y absuelve a los personajes histricos, hay afirmaciones infundadas, no tiene un aparato crtico que las sustente y en ocasiones incluye la vida personal de los personajes sin sustento metodolgico alguno.

Josefa Ortiz era la esposa del corregidor de Quertaro, Miguel Domnguez, no era la Corregidora: no fue parte de la conspiracin ni particip en la independencia su mxima relacin con el movimiento fue la relacin mucho ms personal e ntima que tena con Allende. Por ms que nuestros historiadores quieran heronas sta es una invencin total a menos que ser la amante de un dudoso hroe te convierta automticamente en prcer femenil de la Patria.[footnoteRef:12] [12: Zunzunegui, Op. Cit. P. 58.]

Para no ahondar ms en los Mitos de la Independencia es necesario aclarar una ltima premisa, para Juan Miguel Zunzunegui y otros difusores de la Historia como Fuentes Aguirre y Luis Gonzlez de Alba la verdadera y nica lucha por la independencia se obtiene con Agustn de Iturbide a la cabeza quin decidi que era el momento obtener la libertad por la que tanto haba peleado, Al respecto, es necesario sealar que Ernesto Lemione encontr documentacin donde Vicente Guerrero le escribe a los coroneles realistas Carlos Moya y Jos Gabriel de Armijo el cese al fuego y que apoyen la causa independentista de manera pacfica:

Paso a manifestarle que este es el tiempo ms precioso para que los hijos de este suelo mexicano, as legtimos como adoptivos tomen aquel modelo para ser independientes, no slo del yugo de Fernando, sino aun de los espaoles constitucionales. S seor don Carlos, la mayor gloria de Guerrero fuera ver a V.S decidido por el partido de la causa mexicana y que tuviera yo el honor de verlo.[footnoteRef:13] [13: Carta de Vicente Guerrero al Coronel Carlos Moya en Ernesto Lemoine Villicaa, Insurgencia y Repblica federal 1808-1824, Mxico, Banco Internacional 1986 p. 340.]

Sin embargo la Independencia no es el nico proceso que es atacado de una manera inclemente, las crticas de los pseudo revisionistas tambin tiene por blanco la Reforma Liberal, la figura de Benito Jurez y la Revolucin mexicana, sin embargo esto se ver en el siguiente apartado. Reforma Liberal tambin han surgido una nueva serie de versiones que en su mayora pretenden deslegitimar las Leyes de Reforma y atacar la figura de Benito Jurez, mostrndolo como un proyanqui megalmano, autoritario que no ve por el bienestar de la nacin. Ante esto es necesario aclarar que en torno a la figura de Jurez hay toda una construccin histrica que se estableci a partir del gobierno de Porfirio Daz, muchos de los datos atribuidos a Jurez se hicieron en aras de la creacin de un discursos histrico que dot de legitimidad al Estado Posrevolucionario.

El omor por la nacin (Europea): el ataque a la Reforma Liberal.

En la Reforma Liberal tambin han surgido una nueva serie de versiones que en su mayora pretenden deslegitimar las Leyes de Reforma y atacar la figura de Benito Jurez, mostrndolo como un proyanqui megalmano, autoritario que no ve por el bienestar de la nacin. Ante esto es necesario aclarar que en torno a la figura de Jurez hay toda una construccin histrica que se estableci a partir del gobierno de Porfirio Daz, muchos de los datos atribuidos a Jurez se hicieron en aras de la creacin de un discursos histrico que dot de legitimidad al Estado Posrevolucionario

Usando como pretexto deconstruir las figuras mticas de la Reforma, algunos escritores hacen uso excesivo de la imaginacin y, usando una errnea interpretacin histrica acusan a Jurez de diversas traiciones a la soberana nacional. Esta premisa la vemos en diversos artculos de divulgacin que circulan en medios electrnico y en redes sociales:

Si partimos de la premisa de que lo mexicano es la fusin de lo indgena y lo hispnico, por fuerza tenemos que concluir que el presidente zapoteca era antimexicano. Por qu? Pese a reconocer en su obra Apuntes para mis hijos ser indio puro. Benito Jurez no slo no hizo nada por dignificar a los indgenas, antes bien los perjudic despojndolos de sus tierras, por medio de las leyes de desamortizacin.[footnoteRef:14] [14: Gastn Abelln Adame, Jurez el antimexicano en Mitofago, devorando mitos histricos, Mxico, 12 de mayo de 2012, disponible en http://www.mitofago.com.mx/2013/05/12/ju%C3%A1rez-el-antimexicano/ ]

Al respecto hay una interpretacin muy forzada de la Ley Lerdo, la Ley Lerdo no buscaba despojar a los indgenas de sus tierras comunales, en un primer momento tuvo un fin pragmtico: poner a circular esos bienes y hacer de los arrendatarios pequeos propietarios de su tierra, adems es necesario aclarar que en un principio se excluy al ejido de toda desamortizacin, esto lo podemos ver en el siguiente apartado.

Los edificios destinados directa e indirectamente al servicio u objeto del Instituto de las corporaciones como los conventos, palacios episcopales, y municipales, colegios, hospitales, hospicios, mercados, casas de correccin y de beneficencia De las propiedades pertenecientes a los ayuntamientos se exceptan tambin los edificios, ayuntamientos, ejidos y terrenos destinados al servicio pblico de las poblaciones a las que pertenezcan.[footnoteRef:15] [15: Luis G. Labastida, Coleccin de leyes, decretos, circulares, rdenes y acuerdos relativos a la desamortizacin de bienes de corporaciones civiles, religiosas y la nacionalizacin de las que administran las ltimas. Mxico, 1893, p.3.]

Ahora bien, es mentira que la Ley fuera una treta para despojar a las comunidades indgenas de su tierra, podemos ver que nuestros desmitificadores hacen un psimo uso de las fuentes histricas interpretndolas sin un anlisis crtico que todo historiador debe hacer. Aunado a lo anterior, notamos que Lerdo incluso, formul una serie de disposiciones para que los indgenas puedan adquirir su tierra.

As pues, para facilitar la adquisicin de tierras para pequeos propietarios todo terreno valuado en menos de doscientos pesos Ya sea que lo tengan como repartimiento, ya sea que pertenezca a los ayuntamientos o est de cualquier modo sujeto a la desamortizacin deba ser adjudicado sin el pago de la alcabala o cualquier otro impuesto. Para asegurar que los indios no desperdiciaran esta oportunidad quedaban exceptuados del lmite de tres meses para reclamar sus terrenos de repartimiento y se ordenaba que no se verifique ninguna adjudicacin ni remate respecto a los terrenos cuyo valor se ha fijado ya sino en el caso que los arrendatarios renuncien plenamente a su derecho.[footnoteRef:16] [16: Ibid. P. 4.]

Ahora bien, esta ley se vio suspendida con la guerra de Reforma y en algunos momentos del Segundo Imperio, (recordemos que Maximiliano en un primer momento ratific las Leyes de Reforma). Empero, algo que dificult su perfecta aplicacin es que las comunidades indgenas no saban moverse en el marco jurdico mexicano, esto contribuy a la creacin del latifundio para el posterior detrimento de las tierras comunales.

Ahora bien, es necesario pasar a otro punto el cual la historiografa neoconservadora usa para atacar la Reforma Liberal, me estoy refiriendo al Tratado McLane-Ocampo. Para muchos desmitificadores fue una traicin a la Patria, Jurez (afirman) fue un traidor, negoci la soberana y para muestra de ello, Armando Fuentes Aguirre Catn asegura que:

Muchos documentos hay en la historia de Mxico cuya sola lectura hace que suba a la cara el rubor de la vergenza. Afirmo sin temor a equivocarme que de todos esos documentos el ms vergonzoso es el Tratado McLane-Ocampo. Por virtud de ese abyecto documento Jurez ceda a Estados Unidos el derecho de paso, a perpetuidad, por el istmo de Tehuantepec. Eso era lo mismo que enajenar esa porcin del territorio nacional. Obviamente otorgar ese derecho de paso equivala a entregar los territorios comprendidos entre esos puntos, pues nunca nadie podra ya impedir a los norteamericanos el paso por ah.[footnoteRef:17] [17: Armando Fuentes Aguirre. La otra Historia de Mxico. Jurez y Maximiliano, Mxico, Diana, 2006, p. 76.]

Al respecto, podemos decir que hay una malinterpretacin del Tratado Mclane-Ocampo, si hacemos una metalectura en el artculo VII especfica que reservndose siempre para s la Repblica Mexicana el derecho de soberana que al presente tiene sobre todos los trnsitos mencionados en este tratado[footnoteRef:18] en ese sentido el Tratado jams vendi la soberana de los Estados, Estados Unidos, en pleno expansionismo quiso sacar provecho de la situacin poltica mexicana, no obstante, Melchor Ocampo, no baj la frontera ni cedi terreno, slo se estableci el paso comercial por Tehuantepec y el Norte del pas. [18: Gloria Villegas Moreno y Miguel ngel Porra Venero (Coordinadores) Margarita Moreno Bonett. Enciclopedia Parlamentaria de Mxico, del Instituto de Investigaciones Legislativas de la Cmara de Diputados, LVI Legislatura. Mxico. Primera edicin, 1997. Serie III. Documentos. Volumen I. Leyes y documentos constitutivos de la Nacin mexicana. Tomo II. p. 947.]

Ahora bien al respecto la Dra. Patricia Galeana hizo un gran anlisis documental en torno a este tratado y lleg a la conclusin de que jams se trat de vender la soberana, incluso, en sus memorias Robert Mclane afirma que el gobierno de Jurez se mostraba reticente para ceder territorio y slo consiguieron lo que estaba ya pactado en el artculo VIII del tratado de la Mesilla[footnoteRef:19]. En l se estipulaba que: [19: Cfr. Patricia Galeana, El Tratado McLane-Ocampo. La comunicacin interocenica y el libre comercio, Mxico, UNAM-Porra, 2005, 515 pp.]

Habiendo autorizado el gobierno mexicano en 5 de febrero de 1853, la pronta construccin de un camino de madera y de un ferrocarril en el Istmo de Tehuantepec, para asegurar de una manera estable los beneficios de dicha va de comunicacin a las personas y mercancas de los ciudadanos de Mxico y de los Estados Unidos, se estipula que ninguno de los dos gobiernos pondr obstculo alguno al trnsito de personas y mercancas de ambas naciones, y que en ningn tiempo se impondrn cargas por el trnsito de personas y propiedades de ciudadanos de los Estados Unidos, mayores que las que se impongan a las personas y propiedades de otras naciones extranjeras, ni ningn inters en dicha va de comunicacin o en sus productos, se transferir a un gobierno extranjero Los dos gobiernos celebrarn un acuerdo para el pronto trnsito de tropas y municiones de los Estados Unidos, que este gobierno tenga ocasin de enviar de una parte de su territorio a otras situadas en lados opuestos del continente.[footnoteRef:20] [20: Tratado de la Mesilla o Venta de Gadsen en Benito Jurez. Documentos, Discursos y Correspondencia. Seleccin y notas de Jorge L. Tamayo. Edicin digital coordinada por Hctor Cuauhtmoc Hernndez Silva. Versin electrnica para su consulta: Aurelio Lpez Lpez. CD editado por la Universidad Autnoma Metropolitana Azcapotzalco. Primera edicin electrnica. Mxico, 2006.]

Podemos apreciar que la Etapa de la Reforma Liberal ha sido una de las Procesos histricos ms atacados por este nuevo enfoque historiogrfico, el blanco de las crticas son en torno a la figura de Jurez, la ambivalencia de la Ley Lerdo y la prdida de la soberana nacional, sin embargo estas afirmaciones carecen de un sustento metodolgico serio y lo nico que encontramos es una manipulacin maniquea de las fuentes histricas.

La revolucin y los desmitificadores

Otro de los procesos generalmente criticados infundadamente es la Revolucin Mexicana. Al deslegitimar el movimiento revolucionario, los autores mencionados la hacen ver como una mera matanza por el poder omitiendo el proyecto poltico y social de los actores que en ella participaron. Ejemplo de eso lo vemos en la obra de Juan Miguel Zunzunegui, quien afirma que Francisco. I. Madero jams dijo luchar por tierras y que no hay en Madero ms proyecto que nuevas elecciones.[footnoteRef:21] [21: Juan Miguel Zunzunegui, La Historia de una matanza por el poder, Mxico, Editores Mexicanos Unidos, 2011, p. 56.]

Lo anterior es fcilmente debatible, si analizamos la correspondencia de Madero podemos notar un gran anlisis de la situacin poltica y social del pas, y esto puede notarse en el punto 3 del Plan de San Luis donde afirma numerosos propietarios en su mayora indgenas, han sido despojados de sus terrenos Siendo en toda justicia restituir a sus antiguos poseedores los terrenos de que se les despoj de un modo tan arbitraria.

Ahora bien, este anlisis poltico lo podemos ver tambin en su correspondencia donde Madero menciona el reparto agrario como uno de los principales problemas de la nacin mexicana: Estoy muy de acuerdo que la fraccin de la nueva propiedad influir grandemente en que se desarrolle la agricultura nacional creo ms. Creo que la fraccin de la propiedad ser una de las bases ms firmes de la democracia[footnoteRef:22] [22: Arnaldo Crdova, La ideologa de la Revolucin mexicana, Mxico, Era, 2003, p 108.]

Otra de las figuras atacadas es Pancho Villa, al respecto Zunzunegui afirma que Villa fue simplemente un salteador de caminos, un asesino desquiciado que se uni a madero para tratar de borrar su propio pasado y que sigui luchando por vengar a su amigo sin ningn proyecto nacional esto es otra falacia de Zunzunegui, numerosos documentos confirman el proyecto social de Villa: Se expropiarn tambin los terrenos circundantes de los pueblos indgenas en la extensin necesaria para repartirlos en pequeos lotes entre los habitantes de los mismos pueblos que estn en aptitud para adquirir aquellos segn las disposiciones de las leyes locales[footnoteRef:23] [23: Francisco Villa, Ley Agraria en Mario Contreras y Jess Tamayo (comp.) Mxico en el Siglo XX 1913-1920; testos y documentos, Mxico, UNAM, 1989, p 106. ]

Podemos observar que las disposiciones sociales que estuvieron presentes en la Revolucin mexicana son omitidas, se inventan datos aleatoriamente sin que stos tengan un sustento metodolgico serio. Esta historia, actualmente es la que se est difundiendo entre la poblacin sin que el Historiador se preocupe por la defensa de su disciplina y de su mtodo.

A manera de Conclusin Qu Historia difundir?

El presente escrito no pretende ser en una simple denuncia de la produccin historiogrfica de algunos desmitificadores, ms bien, esa vasta pero defectuosa produccin nos hace ver que los historiadores estamos haciendo un precario trabajo en la difusin del conocimiento historiador y en la defensa de nuestra disciplina, por ende, las siguientes lneas mostrarn una breve reflexin sobre cmo el historiador puede hacer para difundir un buen trabajo histrico.

Con las corrientes posmodernas se dio un adelgazamiento entre la lnea divisoria de la Historia y la Literatura, mxime que en algunos casos se lleg a firmar que no era posible alcanzar una objetividad debido al condicionamiento social del historiador. Sin embargo considero que, para la buena difusin del tema histrico el historiador no debe renunciar al mtodo de anlisis de fuentes. El historiador debe tratar de dilucidar lo que realmente pas como bien dice Hobsbawm.

Creo en la distincin entre lo qu es y no es y en lo que no es as no puede haber Historia. Roma venci y destruy a Cartago en las Guerras Pnicas y no viceversa. Cmo reunimos e interpretamos nuestra muestra de datos verificables: La historia est comprometida con un proyecto intelectual y ha hecho progresos en lo que se refiere a comprender como el mundo ha llegado a ser lo que es hoy[footnoteRef:24] [24: Eric Hobsbawm Sobre la Historia, Barcelona, Crtica, 2002, p. 9.]

Tambin, el historiador debe dejar de lado los maniquesmos de la poltica y tratar de aferrarse a los hechos como pasaron, si bien es cierto es difcil la objetividad, esto no significa que el historiador deba abandonar su proceso metodolgico y renunciar a las fuentes, la parte terico y metodolgica es lo que diferencia el trabajo del Historiador al de un novelista.

Por ltimo, la parte esttica es tambin importante, el historiador debe explicar la historia de una manera amena, fcil, comprensible y dejar de lado los elogios entre acadmicos, gran parte de los xitos de los falsificadores de la Historia se debe a la sencillez del lenguaje empleado. En conclusin el historiador debe dar prioridad al tema de la difusin de la Historia, ya que este nos hace preguntarnos Qu hacemos los historiadores para defender nuestro trabajo?

Bibliografa

Benito Jurez, Documentos, Discursos y Correspondencia. Seleccin y notas de Jorge L. Tamayo. Edicin digital coordinada por Hctor Cuauhtmoc Hernndez Silva. Versin electrnica para su consulta: Aurelio Lpez Lpez. CD editado por la Universidad Autnoma Metropolitana Azcapotzalco. Primera edicin electrnica. Mxico, 2006.

Contreras Mario y Jess Tamayo (Comp.) Mxico en el Siglo XX 1913-1920; textos y documentos, Mxico, UNAM, 1989, 408 pp.

Crdova, Arnaldo La ideologa de la Revolucin mexicana, Mxico, Era, 2003, 507 pp.

Fuentes Aguirre, Armando La otra Historia de Mxico. Jurez y Maximiliano, Mxico, Diana, 2006, 441 pp.

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