Movimientos no convencionales

para la reconstruccin de las

instituciones polticas en

Michoacn: el caso de Chern

Autor: Roy A. Marn Rivera, roymarin@outlook.com, UNAM

Coautora: Silvia Janet Ramrez Cervantes, tenaje66@hotmail.com,

COLSAN, AC.

Eje temtico

Trabajo preparado para ser presentado en el Segundo Congreso Internacional

de la Asociacin Mexicana de Ciencia Poltica, organizado en colaboracin con

la Universidad Autnoma del Estado de Mxico, en la Ciudad de Toluca el 11,

12 y 13 de septiembre del 2014

Palabras clave: Instituciones, movimientos sociales, indgenas, ciudadana.

1. Introduccin

Mxico ha transitado un difcil camino en torno a la construccin de las

instituciones polticas. El siglo XIX fue para nuestro pas el siglo de la lucha por

afianzar la autoridad del Estado. Slo gracias a la dictadura de facto de Porfirio

Daz fue posible pacificar el pas y mantener el orden poltico, a costa de la

explotacin del grueso de la poblacin. Medio siglo despus, el sistema

corporativo del PRI logr aglutinar a las principales fuerzas sociales en torno al

partido de la revolucin, y as mantuvo el control hegemnico durante poco ms

de cuatro dcadas. No obstante, el despertar poltico y social de la poblacin

levant la voz en 1968: el modelo poltico prista tena grietas.

El advenimiento de la economa de mercado erosion las relaciones

corporativas entre partido y sectores, situacin que ha sido uno de los factores

principales para que Mxico tenga avances en torno a transparencia y procesos

electorales. Sin embargo, el proceso de consolidacin de las instituciones ha

tenido serias dificultades en algunas regiones del pas. El caso del estado de

Michoacn es particularmente ilustrativo de estas dificultades. Desde la aos

30s se volvi una prctica normal el que los inconformes ocuparan las

instalaciones de gobierno, y hasta crearan gobiernos paralelos al del candidato

formalmente electo.

Hasta hace poco, las fuentes de conflicto siempre haban sido las mismas:

la reproduccin de procedimientos poltico-electorales poco confiables. No

obstante, recientemente un par de factores se suman a la desconfianza hacia los

partidos polticos en Michoacn. El primero de ellos descansa en los

movimientos indgenas que comenzaron en el ltimo cuarto del siglo XX, los

cuales han logrado renovar los lazos identitarios indgenas, y construir hacia

adentro un frente comn que defienda hacia afuera su carcter autnomo. Este

fenmeno lo entendemos como un proceso de empoderamiento y contruccin

de ciudadana.

El segundo elemento para explicar el conflicto poltico en Michoacn

aparece producto de los vnculos entre gobierno y crimen organizado. El vaco

de poder que han dejado las autoridades estatales ha sido tomado por todo tipo

de fuerzas rurales. Para el caso que nos interesa, el de Chern, la comunidad

ha tomado las riendas del gobierno de una manera que requiere un anlisis

profundo. El fenmeno que ocurre en Chern es diferente a otras experiencias

de autogestin indgena como el EZLN, pero tambin guarda mucha distancia

del funcionamiento tradicional del municipio. La tesis principal de esta ponencia,

es delinear algunas de las caractersticas de la organizacin poltica en Chern,

que, sobre la base de su legado histrico y tnico, la convierten en una nueva

forma de organizacin poltica legtima, slida y democrtica.

2. Aproximacin histrica al problema

2.1. Las instituciones polticas en Mxico

En el periodo precolombino, los indgenas vivan bajo organizaciones sociales

relativamente complejas que posean construcciones polticas elaboradas. La

comunidad agraria (el calpulli en el caso mexica) fue la clula socioeconmica

sobre la que se levantaron los imperios (Bag, 1992, 16).

La tierra, aunque de propiedad comunal y peridicamente redistribuida,

era dividida en familias de acuerdo a sus necesidades. No exista venta de la

fuerza de trabajo ni excedentes econmicos, por lo que el comercio estaba

constituido por el trueque de productos que se necesitaban y que una

determinada familia no poda producir. La habitual redistribucin de la tierra, la

exigencia de tributos por parte de los gpbernantes y los aparatos religiosos

fueron los ms importantes factores de cohesin poltica y social.

Toda la compleja red social agraria fue retomada por los conquistadores,

quienes cimentaron su organizacin poltica sobre la base del calpulli. Aunque al

principio la labor de los conquistadores consisti en la depredacin de

mesoamrica debido al descubrimiento sbito de gran cantidad de metales

preciosos, despus se logr organizar a los indgenas utilizando dos

mecanismos que continuaran ms o menos iguales durante toda la colonia: el

repartimiento y la encomienda, que se constituiran como las bases sobre las

que descansara el orden poltico y econmico de la Nueva Espaa.

El afianzamiento del poder colonial tuvo lugar gracias a dos factores

econmicos. El primero de ellos es el repartimiento, que oblig a los indgenas a

trabajar en haciendas o en pueblos controlados desde la ciudad criolla ms

cercana. El segundo, la encomienda, tuvo la funcin de institucionalizar la

concesin de tierra al encomendero, el cual tena la obligacin de pagar tributo

a la corona. El repartimiento y la encomienda constituyeron la nueva clula de

organizacin social y de extraccin de riqueza durante la colonia (Martnez, 1998,

66-74).

En gran parte gracias al decreto de comercio libre de 1778, el cual permita

el comercio entre las colonias, dos grandes grupos econmicos se perfilaron

como dominantes en la Nueva Espaa: el grupo comerciante exportador y el

grupo de los grandes propietarios de minas y tierras (Villoro, 2000, 594). Estos

dos grupos se enfrentaran durante todo el primer siglo del Mxico

independiente. Para los fines de este texto los podemos sintetizar de la siguiente

manera: comerciantes-liberales-federalistas y terratenientes-conservadores-

centralistas.

Estos dos grupos proponan proyectos civilizatorios opuestos. Uno, el de

los terratenientes, representaba al viejo modelo agrario, y el otro, el de los

comerciantes, representaba el asenso del capitalismo liberal. Durante el siglo

XIX, la carencia del Estado provoc la emergencia de poderes locales que no se

sentan parte de un programa poltico nacional (Zepeda, 1992, 501). Lpez

Cmara sintetiza la realidad insitucional del Mxico del siglo XIX de la siguiente

forma:

La extensin considerable de su territorio, la escasa poblacin, la carencia de

comunicaciones y transportes, el retraso econmico y los violentos contrastes sociales,

as como la formacin natural de estrictos intereses locales, muy alejados los unos de

los otros, hacan de Mxico una entidad poltica que tena mucho de ficcin. El pas se

divida en zonas de actividad econmica prcticamente aisladas, de carcter consuntivo,

donde el escaso comercio era el nico vnculo interno. La vida giraba en torno a ciertos

puertos, verdaderos huecos de entrada y salida de esas zonas, y acaso se extenda el

eje a algunas ciudades del interior que operaban como centros de distribucin de

productos. La comunicacin interior entre esas zonas representaba una verdadera

aventura, tanto para personas como para mercancas: inexistencia de caminos,

asaltantes, obstculos naturales, impidieron durante mucho tiempo lo que hoy

llamaramos una autntica integracin nacional. En esas zonas aisladas subsistan

sociedades inconexas, tanto con el resto del pas como dentro de ellas mismas, por

razn de la distancia abrumadora que separaba a unas clases sociales de otras. Era

normal que proliferaran all los cacicazgos polticos y sociales, sin ningn vnculo ni

subordinacin con las autoridades del centro, cuyo poder, ms all de las regiones

controladas por la Capital, era meramente simblico (Lpez, 77)

El desarrollo de la agricultura comercial, el creciente nmero de

trabajadores asalariados y los deseos de capitales extranjeros de invertir en el

pas, crearon las condiciones para el despliegue del capitalismo en Mxico. Sin

embargo, se necesitaba una organizacin poltica fuerte capaz de garantizar la

produccin.

Porfirio Daz fue quien encabez la creacin de instituciones polticas

slidas, aunque muy lejos de ser democrticas. Daz aglutin bajo sus rdenes

a grupos importantes provenientes de varias regiones del pas, y coloc a

hombres de confianza en regiones estratgicas que en ltima instancia acataban

sus designios. Adems, la profesionalizacin del ejrcito y la conformacin de un

aparato burocrtico devolvan el poder al Estado.

La conformacin de las instituciones mexicanas durante el Porfiriato tuvo

tres grandes bases: 1) la poltica de privilegios, estmulos y concesiones que

garantizaba la sumisin, 2) la concepcin de desarrollo convertida en poltica

econmica y 3) la personalizacin del poder (Crdova, 1972, 15).

No obstante, el sistema porfirista exclua a la mayora de la poblacin. Los

elementos sociales ms explosivos fueron por un lado, los campesinos sin tierra,

obligados a trabajar en haciendas, y los empresarios norteos, frenados por

obstculos legales del porfirismo. No es casual que la lucha revolucionaria

sucediera en ciertas regiones del centro y norte del pas.

Una vez comenzada la Revolucin Mexicana, Carranza fue el nico con

la visin de construir un gobierno fuerte primero, y de carcter social despus1.

Los movimientos armados destruyeron las redes de articulacin y atomizaron las

estructuras locales, que ya no respondan al poder central del Estado.

Al trmino de la Revolucin, el desafo consisti en destruir el caudillismo

y entrar en una etapa de institucionalizacin del poder. El primero en hacer tener

una idea ms o menos clara fue Calles, quien trat de unir a la familia

revolucionaria bajo un mismo partido, sin darse cuenta que el fundamento de la

unin nacional resida en las masas (Len, 1990, 91-94).

1 *El carcter de reforma social que qued registrado en los artculos 3, 27 y 123 de la Constitucin de 1917 fue ms una estrategia poltica de Carranza, que buscaba ampliar el control de las masas y con eso vencer a Villa y Zapata, todo esto en para fomentar el desarrollo de instituciones que facilitaran la insercin de Mxico al mercado mundial. (Crdova, 1973, 23)

Durante los aos 40s fue Lzaro Crdenas quien ciment las bases del

exitoso modelo corporativista del PRI. Su poltica de masas consisti en: 1) la

construccin de una compleja red corporativista que institucionalizaba el conflicto

y despolitizaba tanto a sectores como regiones, 2) la fundacin de un sistema de

gobierno que, apoyado en las reformas sociales, fue paternalista y autoritario,

dndole un poder extraordinario al ejecutivo y 3) El dominio del Estado sobre las

relaciones de propiedad (art. 27), pero siempre promocionando a la clase

empresarial (y el principio de propiedad privada) y dependiendo de ella para el

desarrollo (Crdova, 1972, 33-34).

El Cardenismo signific una alianza entre Estado y sociedad. Los

mecanismos de control del Estado sobre la economa y la sociedad civil, el poder

indiscutido del presidente, la integracin corporativa de amplios e importantes

sectores de la sociedad en el partido oficial y una ideologa unificadora fueron un

modelo funcional durante cuarenta aos (Cansino, 1991, 8).

El ao de 1968 es clave para entender el rebasamiento de los

mecanismos de control del Estado: el uso del ejrcito desenmascar un rgimen

autoritario que ya no responda a las necesidades sociales. La transicin

democrtica llega entonces por la incapacidad del rgimen de absorber el

conflicto social. Cansino (1991) nos dice que la crisis del rgimen es derivada de

una fractura entre las coaliciones dominantes (crisis en el mecanismo autoritario)

y la prdida de eficacia de decisiones del gobierno (crisis de legitimidad)

(Cansino, 1991, 11-12)

La apertura poltica iniciada a finales de los 70s y la implementacin de

polticas neoliberales en los 80s, dan lugar a un nuevo escenario en donde

nuevos actores adquieren protagonismo mientras que otros quedan en la

oscuridad. En la actualidad, el Estado administra las demandas de diversos

grupos, aunque favoreciendo casi siempre a las lites econmicas. En primer

lugar, las medidas de austeridad generan reclamos entre los diversos grupos

populares que el mismo gobierno alent aos atrs. En segundo lugar, los

sectores medios exigen representacin poltica y transparencia, y finalmente, las

lites econmicas piden liberalizacin de la economa, pero apoyo pblico si es

que sta llega a fallar.

Las instituciones del Mxico del siglo XXI estn lejos de consolidarse, ya

que los desafos que enfrentan aun son muchos. La existencia de grupos

empresariales poderosos aliados a la habitual corrupcin nacional, junto con la

emergencia del narcotrfico hacen que el gobierno no pueda garantizar la

seguridad de sus miembros en muchas regiones. Tal es el caso que

expondremos ms adelante, a saber, el de Michoacn.

2.2. Relacin Estado-indgenas

En el siglo XVI, Bartolom de las Casas y Juan de Seplveda discutieron si los

indios tenan o no alma, y por tanto, si merecan ser tratados como personas.

Aunque la discusin fue ganada por Bartolom de las Casas, los indgenas

continuaron siendo por siglos un grupo tnico abusado y despojado. Desde el

Mxico colonial hasta los grandes procesos del Mxico moderno, los indgenas

siempre han jugado pasivamente el rol del explotado.

En principio, la conquista de Europa a Amrica tuvo la intencin de borrar

cualquier vestigio de la cultura y creencias de los nativos, sin embargo, lo que

sucedi en realidad fue un proceso hibridacin cultural. A pesar de este hecho,

los intentos de asimilacin de los grupos indgenas nunca se detuvieron. Tales

polticas llevaron a una sola forma institucional de acercarse al indgena que

perdur hasta el ltimo cuarto del siglo XX.

Las polticas de asimilacin de los grupos indgenas se conocen como

indigenismo y se pueden identificar tres etapas: 1) el indigenismo pre

institucional, que va de la conquista a la Revolucin, 2) el indigenismo

institucionalizado, que comprende del periodo pos revolucionario hasta los 80s,

pasando por el importante congreso de Ptzcuaro en 1940, y 3) el

neoindigenismo, de los 80s hasta el da de hoy (Koirbaesc y Smano, 2007,

196).

La primera gran oleada de asimilacin de los indgenas sucedi durante

la conquista y contino durante la colonia y el primer siglo del Mxico

independiente. Primero de manera violenta y despus ideolgica, los espaoles

impusieron su cultura, religin y creencias a los nativos. Adems, un importante

proceso de mestizaje racial tuvo lugar gracias a los procesos de la encomienda

y el repartimiento (Martnez, 1998, 66 y ss). Aunque durante toda la colonia y el

primer siglo del Mxico independiente hubo resistencias de muchos grupos

indgenas (Bastin, 1992), la yuxtaposicin cultural fue un hecho para la gran

mayora de los pobladores originarios.

El indgena durante la colonia fue la base para el desarrollo econmico y

por ende poltico y cultural de la Nueva Espaa, sin l, la produccin minera y

agrcola no hubiera sido tan vigorosa. Es en el siglo XIX, durante el proceso de

Independencia, que el indgena adquiere relevancia nuevamente, al constituir el

grueso de los ejrcitos insurgentes. Sin embargo, de nuevo el indgena slo jug

el papel de subordinado en un movimiento coordinado por los criollos. Como es

de esperarse, una vez terminado el proceso de Independencia, el indgena volvi

a quedar relegado.

Como explica Warman (1978), en Mxico ningn proyecto poltico

decimonnico tuvo en cuenta a los grupos indgenas. Peor aun, durante la

segunda mitad del siglo XIX prevaleci la idea de blanquear el pas, cuya base

era la superioridad del europeo. Tal idea lleg a ser tan generalizada, que los

propios cientficos apoyados en el positivismo y el darwinismo social- de la

poca pregonaban el olvido de las culturas indgenas y la asimilacin de ideas

europeas (Sierra, 1977).

Durante el porfiriato, otra vez los indgenas fueron la base explotada que

pona en movimiento la economa. Las precarias condiciones de vida de los

indgenas fueron la razn factor principal para que stos se unieran a los distintos

levantamientos a lo largo de todo el pas. Esta vez, muchas de las demandas de

los campesinos y obreros fueron incluidas en el nuevo rgimen revolucionario:

fue principalmente en el artculo 123 de la constitucin de 1917 donde finalmente

quedaron institucionalizados los beneficios para los grupos explotados. Adems,

dentro de la poltica del gobierno pos revolucionario, se enalteci la imagen del

indgena como parte de una poltica nacionalista.

A mediados del siglo XX, ms de dos dcadas despus de las

modificaciones constitucionales que tuvieron lugar gracias a la Revolucin

Mexicana, se comenzaron a crear instituciones gubernamentales enfocadas en

los grupos indgenas, a fin de elaborar polticas orientadas a sus necesidades.

No obstante, en la prctica el impacto fue muy por debajo de las expectativas de

los indgenas, ya que se impulsaron polticas con el objetivo de mexicanizar a

los indios (Gonzlez, 2009).

Sin embargo, sera un error pensar que este fue el nico tipo de

acercamiento. Manuel Gamio, antroplogo mexicano, pensaba que era

necesario acercarse a los indgenas para recolectar sus saberes y de este modo

identificar sus necesidades y legislar en torno a ellas (Gamio, 1927). De las

enseanzas de Gamio, otros intelectuales indigenistas como Vasconcelos

vincularon la labor antropolgica de conocimiento del indgena con el proyecto

nacional revolucionario. Para Vasconcelos, el pas atravesaba un proceso de

evolucin, y el indgena poda ser un obstlculo si no se asimilaba. Muchas

polticas educativas se desprenden de estas ideas.

En los aos 40s, el gobierno de Lzaro Crdenas implement diversos

programas educativos, agrarios y de salud en regiones de alta poblacin

indgena. El congreso de Ptzcuaro fue importante para la recopilacin de las

poblaciones indgenas del continente, as como para la difusin de materiales

para la mejora de los niveles de vida de esos grupos. En 1948 se funda en

Instituto Nacional Indigenista, organismo federal encargado de disear e

instrumentar las polticas nacionales hacia los pueblos indgenas. Las funciones

concretas del INI se basaron en la enseanza a los grupos indgenas del idioma

espaol y de un conjunto de herramientas para la integracin a la sociedad

moderna. Esta tarea la realiz durante poco ms de 50 aos.

Si bien el indigenismo institucional se extiende hasta comienzos del siglo

XXI, durante la dcada de los 80s las transiciones a la democracia en Amrica

Latina abrieron la puerta para la creacin de movimientos indgenas que

reclamaban el derecho a la diferencia. Al mismo tiempo, en Mxico comienz la

implementacin de medidas econmicas neoliberales, que significaron el inicio

del debacle del indigenismo institucional.

A finales de 1993 aparece en Chiapas el Ejrcito Zapatista de Liberacin

Nacional (EZLN), el cual result ser un parteaguas en la cuestin de la

marginacin indgena. En la primera declaracin de la selva lacandona publicada

en 1993, ellos dicen:

Se nos ha negado la preparacin ms elemental para as poder utilizarnos como carne

de can y saquear las riquezas de nuestra patria sin importarles que estemos muriendo

de hambre y enfermedades curables, sin inmortales que no tengamos nada,

absolutamente nada, ni un techo digno, ni tierra, ni trabajo, ni salud, ni alimentacin, ni

educacin, sin tener derecho a elegir libre y democrticamente a nuestras autoridades,

sin independencia de los extranjeros, sin paz ni justicia para nosotros y nuestros hijos .

Se trat en sus inicios de un movimiento armado, compuesto por

indgenas chiapanecos, el cual alzaba la voz con el objetivo de hacer escuchar

sus demandas a la clase poltica y la sociedad en general. Este movimiento se

mostr como una forma de rechaz al indigenismo institucional y al modelo de

Estado y economa neoliberal que se estaba desarrollando. Quiz el mrito ms

importante del EZLN fue posicionar al indgena como un actor importante en la

arena poltica, ya que hasta los 90s, el indgena siempre haba jugado

pasivamente el rol del explotado. Segn Gonzlez (2009) dicho movimiento

cambia la posicin estructural de los indgenas.

La ltima etapa de indigenismo mexicano aparece dentro del Plan

Nacional de Desarrollo 2001-2006, correspondiente al gobierno de Vicente Fox.

De acuerdo a la nueva visin, el Estado reconoce el pluralismo tnico y cultural

y al mismo tiempo respecta las diferencias. No intenta asimilar al indgena a un

modelo especfico de lo mexicano, sino que acepta que lo mexicano es algo ms

amplio de lo que el indgena ya forma parte.

Entre los cambios instituciones estn las reformas a los artculos

constitucionales 1, 2, 4, 18 y 115, adems de la desaparicin del INI y su

reemplazo por la Comisin Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indgenas

(CDI). Esta institucin tiene como objeto orientar, coordinar, promover, apoyar,

fomentar, dar seguimiento y evaluar los programas, proyectos, estrategias y

acciones pblicas para el desarrollo integral y sustentable de los pueblos y

comunidades indgenas de conformidad con el artculo 2 de la Constitucin

Poltica de los Estados Unidos Mexicanos.

2.3. Las instituciones polticas en Michoacn

En Michoacn permean situaciones que son comunes a otras regiones del pas

pero con matices histricos especficos. Como se precis antes, el Estado

mexicano adquiere el pleno control del territorio hasta principios del siglo XX. Es

por eso que nos enfocaremos en las instituciones polticas del siglo pasado en

Michoacn.

No es posible explicar de manera homognea el funcionamiento poltico

en Michoacn, debido a las diferencias entre campo y ciudad, entre empresarios

rurales y peones asalariados, y entre las actividades productivas de cada regin.

Nos centraremos por tanto en las relaciones polticas entre los campesinos y el

Estado nacional.

Dos son los mecanismos de dominacin empleados por el Estado

mexicano para el control de Michoacn. El primero de ellos fue la poltica

agrarista oficial, emanada de las exigencias de la Revolucin. En Michocn tuvo

un impacto especial, ya que fue una de las bases del programa poltico de Lzaro

Crdenas. Como explica Vargas (1992), durante las dcadas de los 30s y los

40s, se llev a cabo una sistemtica destruccin de la gran propiedad y con ello

la disolucin de la estructura de poder hacendaria. De 1936 a 1938, las

haciendas de la regin quedaron repartidas en setenta ejidos.

El segundo mecanismo de dominacin fue el corporativismo, aunque no

siempre bajo la forma de grandes centrales nacionales. Hasta 1965, la forma

predominante de vinculacin entre la sociedad rural y el Estado fue la presencia

de estructuras caciquistas y ejidales. El ejido naci simultneamente como

rgano de representacin popular y como aparato de control del Estado (Zepeda,

1992)

Los caciques rara vez eran producto de la participacin, ya que las ms

de las veces se autodesignaban o eran elegidos por las relaciones que tenan

con grupos de poder. De este hecho se ha heredado una cultura poltica fundada

en la no participacin, la desconfianza y la resignacin. La ciudadana rural fue

durante mucho tiempo una ficcin en Michoacn.

El caciquismo fue una forma de explotacin econmica y dominacin

poltica durante casi cuatro dcadas. El cacique tena las caractersticas: 1) era

el dueo o tomaba el control de los medios de produccin, 2) tomados los medios

de produccin, se haca de los canales de comunicacin entre la comunidad y el

sistema poltico central, 3) ejerca el poder de manera informal, y por tanto,

personalizada, 4) posea estatus social y los valores socialmente aceptados de

la regin (Vargas, 1992). Por tanto, su funcin era la de articular la esfera local

con la nacional, eliminar otros poderes independientes locales y estableciendo

una relacin de dependencia al mediar los flujos de recursos del Estado a la

comunidad (Salmern, 1992).

De acuerdo con Leyva (1992) los caciques estaban lejos de conformarse

como agentes paralelos o confrontados con el Estado. Al contrario, stos fueron

un elemento fundamental para la constitucin del Estado. Su funcin de

regulacin de las demandas de la base para que stas no desbordaran la

capacidad de la cspide fue vital para el mantenimiento del orden y el

fortalecimiento de las instituciones nacionales.

En 1965 comenzaron transformaciones en torno a la institucionalizacin

del poder que produjeron la lucha contra los cacicazgos dentro del partido oficial.

Las instituciones corporativas no desaparecieron, simplemente dejaron de estar

en manos del cacique. El poder basado en relaciones personales y lealtades dej

de ser predominante frente a la nueva dominacin poltica de las corporaciones.

Este proceso deton la actividad partidista y los procesos electorales. Las

regiones de Michoacn se transformaron en espacios donde los actores locales,

regionales y nacionales se disputaban los espacios de poder.

Durante los 70s y aos posteriores, se volvi una prctica normal el hecho

de que los inconformes ocuparan las sedes de gobierno en repudio al candidato

formalmente electo (Caldern, 1993). La toma de las instalaciones, el

impedimento de que los presidentes municipales tomaran posesin, la utilizacin

de edificios alternos al municipal y hasta la creacin de gobiernos paralelos han

sido las cuatro formas de conflicto post-electoral en Michoacn.

Encontramos en total cinco elementos que han modificado por completo

las relaciones entre Estado y sociedad rural en Michoacn, tres de ellos externos

a las comunidades y dos internos a ellas. Entre los externos tenemos: 1) la

erosin del sistema corporativo oficial, 2) la incapacidad poltica de representar

las fuerzas sociales y 3) la aparicin abrumadora del crimen organizado. Por otro

lado, en los elementos internos encontramos: 1) la herencia relativamente

independiente del caciquismo, que durante mucho tiempo ejerci un poder

relativamente autnomo, tanto en la distribucin de los recursos como en la

imparticin de justicia y 2) la presencia de una fuerte idea de comunidad en las

zonas rurales. Tales elementos han puesto en movimiento procesos de

reivindicacin tnica como forma de confrontacin poltica. A continuacin nos

ocuparemos de uno de ellos.

2.4. El movimiento indgena en Chern

Para propsito de este trabajo de investigacin hemos seleccionado la

movilizacin de los Purpechas en el municipio de Chern, estado de

Michoacn, ocurridas en abril de 2011. Este movimiento es relevante ya que

gan un proceso legal para gobernarse a travs de sus usos y costumbres,

dejando fuera a los partidos polticos y al ayuntamiento tradicional.

La meseta purpecha posee abundante riqueza boscosa, por lo que la

tala clandestina siempre haba sido una constante en la regin. Sin embargo,

con la aparicin del crimen organizado y con ello la depredacin del bosque, la

normalidad se vi trastocada. De acuerdo a nuestro informante A, diariamente

transitaban 200 camionetas llenas de madera conducidas por personas

armadas. El clima de inseguridad no se limitaba a la tala. La extorsin, el

secuestro y la amenaza se conviertieron en situaciones permanentes. Ante tal

situacin, el gobierno municipal nunca se hizo cargo.

El 15 de abril de 2011 aparece el primer conflicto entre comuneras y

miembros del crimen organizado. Un grupo de mujeres detuvieron una

camioneta cargada de madera, y con el apoyo de otros miembros de la

comunidad, capturaron a 2 criminales. Aunque la poblacin local logr

momentneamente que los talamontes se retiraran, horas ms tarde regresaron

por los hombres capturados, y nuevamente fueron repelidos por el uso de

cohetes pirotcnicos, uno de los cuales logr impactar en un talamonte.

Ese mismo da la comunidad organiz un sistema de barricadas en cada

entrada al pueblo, acompaadas por puestos de vigilancia (fogatas) en cada

cuadra (Ventura Patio, 2012, La Jornada, 2011; Entrevistas, 2014). Las fogatas

tuvieron una permanencia de ms de un ao. Su funcionamiento consista en la

toma de turnos para la vigilancia por parte de los vecinos. Los primeros tres

meses, estaban encendidas las 24 horas.

Andrade (2013: 41) explica que las causas del conflicto fueron:

1) El problema del incremento de la explotacin ilegal de la madera por la aparicin de

un nuevo actor en la regin como el crimen organizado; 2) el incremento de la

inseguridad al interior de la comunidad a consecuencia precisamente del creciente poder

del crimen organizado; 3) la corrupcin e ineptitud de la autoridad municipal y tambin

de las autoridades estatales; 4) la profunda divisin entre los cheranenses ocasionada

por el ltimo proceso electoral en el municipio.

Pronto surgi una coordinacin general que encabez el movimiento. La

coordinacin estuvo integrada por ocho comuneros elegidos popularmente, dos

por cada uno de los cuatro barrios de Chern. A la par, se constituyeron

comisiones encargadas de proveer los servicios que antiguamente el municipio

ofreca. Para este momento, el ayuntamiento haba sido tomado y poca gente

reconoca ya al presidente municipal Roberto Bautista Chapina.

Estas nuevas instituciones de base comunal iniciaron el proceso legal

para regirse de acuerdo con sus usos y costumbres. Tras un primer rechazo del

Instituto Electoral de Michoacn, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder

Judicial de la Federacin present el el 2 de noviembre de 2011 una resolucin

a favor del municipio indgena de Chern. Por primera vez en la historia el

Estado mexicano reconoci el derecho de un municipio indgena para elegir a

una autoridad municipal conformada de acuerdo a sus usos y costumbres

(Andrade, 2013: 1).

La nueva organizacin poltica de Chern est constituida por un Concejo

Mayor, formado por 12 miembros de la comunidad (Keris), los cuales son

elegidos cada tres aos y pueden ser removidos si es que la comunidad as lo

desea. Junto al Concejo Mayor se encuentra la Tesorera Comunal y un Concejo

operativo principal. A su vez existen seis concejos operativos especializados en

distintos servicios: 1) Concejo de Administracin Local, 2) Concejo de bienes

comunales, 3) Concejo Coordinador de los Barrios, 4) Concejo de Procuracin,

Vigilancia y mediacin de Justicia, 5) Concejo de los Asuntos Civiles y 6)

Concejo de los programas sociales, econmicos y culturales.

Cada Concejo tiene funciones concretas que responden a las funciones

que el gobierno tradicional ejerca, la diferencia radica en que no existe un solo

representante de la comunidad, y que en el proceso de toma de decisiones se

involucra a la poblacin. Podemos decir que se trata de una democracia directa

en vas de consolidacin.

3. Aproximacin terica al problema

3.1. Procesos de democratizacin, legitimidad y solidez institucional

La democracia, es por mucho, el rgimen poltico mayormente aceptado y

deseable en muchos pases debido a la falla de otros modelos de regmenes

como lo han sido las dictaduras y los autoritarismos. Para Charles Tilly la

democracia es una clase de relaciones entre Estado y ciudadanos. Dicha

relacin implica cuatro dimensiones: amplitud, igualdad, proteccin y consultas

mutuamente vinculantes. La democratizacin es entendida como la modificacin

de estas relaciones de forma positiva, es decir, en la medida en que se aumentan

las dimensiones mencionadas puede hablarse de transicin hacia la democracia

mientras que la desdemocratizacin indica un deterioro en las caractersticas

mencionadas anteriormente (2010, 31-46).

Podemos diferenciar dos dimensiones muy amplias, por un lado una

dimensin estructural, referida al Estado y por otro una dimensin de la accin

colectiva, referida a los ciudadanos. La democracia ms all de los lineamientos

procedimentales busca la participacin poltica de los ciudadanos, entendida

sta como tomar parte en la argumentacin y deliberacin de problemas

pblicos, si lo pensamos cmo podra legitimarse la democracia sin la

participacin ciudadana?

La participacin es clave en el entramado democrtico por su dimensin

poltica (soberana), su dimensin legal (derecho) y su dimensin administrativa

(mejorar la gestin gubernamental), aportando al sistema democrtico dos

elementos fundamentales: legitimidad en la toma de decisiones y efectividad en

la operacin de polticas pblicas. La participacin como resultado se centra en

la construccin de ciudadana, el fortalecimiento de prcticas participativas,

fortalecimiento de estados ms responsables y transparentes y el desarrollo de

sociedades ms inclusivas y cohesionadas (Ciesas-Indesol 2011, 9-42).

La legitimidad es esencial para el funcionamiento de la vida poltica de los

regmenes democrticos ya que se busca justificar el poder y la obediencia, es

decir, hay gobernados (Estado) y gobernantes (ciudadanos). El consentimiento

juega un papel relevante, ste funda el sentimiento de obligacin, haciendo de

la vida poltica la bsqueda de reglas y procedimientos en torno a los cuales los

miembros de una comunidad se ponen de acuerdo a fin de obligarse (Coicaud,

2000, 13-15).

En sus orgenes lo legtimo era lo legal, lo conforme a la ley. La reduccin

de la legitimidad a la legalidad es limitar los procesos de evaluacin de las leyes

al anlisis de sus caracteres formales, lo que vaca el proceso de toda

significacin. Basta con el rotulo de legalidad para que ningn recurso sea apto

para juzgar una ley de ilegitima o arbitraria. Afirmar la ley no hace

obligatoriamente a la legitimidad sinnimo de legalidad. El funcionamiento de la

ley reposa en la creencia de que la legalidad expresa los valores de la sociedad.

La ley contribuye al estado de Derecho pero no puede inventarlo por s mismo

(Coicaud, 2000, 45-47).

Las instituciones polticas por las decisiones que de ellas resultan,

comprometen al conjunto de la sociedad, garantizan el espacio pblico. La

bsqueda de la legitimidad, que en palabras concretas es el reconocimiento

social no se encuentra en la mayora de votos, sino en el desarrollo de un buen

gobierno, con resultados concretos en la solucin de problemticas de la

ciudadana y muestras claras de ser trasparentes en la gestin. Para ello es

necesario contar con instituciones polticas slidas y fortalecidas y actores

polticos con muchas capacidades en poltica y polticas y ciudadanos

participando activamente

Las instituciones son las limitaciones ideadas por el hombre que dan

forma a la interaccin humana y estructuran incentivos en el intercambio, sea

poltico, social o econmico, las instituciones definen y limitan el conjunto de

elecciones de los individuos. Una parte esencial del funcionamiento de las

instituciones es lo costoso que resulta conocer las violaciones y aplicar el castigo

(North, 1993, 14-19).

Existen tres maneras bsicas en las que las instituciones sociales pueden

surgir y transformarse: a) Por accidente (coyunturas histricas); b) por evolucin;

c) por intervencin intencional (en bsqueda de un objetivo).

Quiz el elemento ms importante de una institucin sea que es un rasgo

estructural de la sociedad y/o la forma de gobierno:

Esa estructura puede ser formal o informal

Las instituciones son estables a travs del tiempo

Las instituciones deben afectar el comportamiento individual

Entre los miembros de la institucin debe haber cierto sentido de valores

compartidos.

La principal funcin de las instituciones es reducir la incertidumbre pero

ello no significa que sean estticas, al contrario, se encuentran en constante

evolucin, alterando el marco de referencia para las elecciones. Generalmente

lo hacen de un modo incremental, son cambios de comportamiento que

responden a cambios culturales. De qu depende esta evolucin? De la

interaccin entre instituciones y organizaciones: (i) las organizaciones surgen en

funcin de los incentivos que generan las instituciones, (ii) las organizaciones

actan para modificar las instituciones en funcin de sus intereses. En ltima

instancia el cambio depende de empresarios (entreprenneurs) que perciben

que un cambio en las reglas del juego los beneficiar, pero esta percepcin

depende tanto de la informacin que reciben como de la forma en que la

procesan. El procesamiento se realiza con visiones ideolgicas que pueden

favorecer o frenar el cambio institucional.

El cambio institucional delinea la forma en la que la sociedad evoluciona

en el tiempo y es, a la vez, la clave para entender el cambio histrico. Los

modelos que la mente crea y las instituciones que los individuos crean son

esenciales en la manera en que los seres humanos estructuran su medio e

interactan con l.

En ese orden de ideas, las instituciones dotan de certidumbre a la accin

humana, se acta bajo ciertos parmetros que constrien dicha accin, sin

embargo, estos parmetros pueden ser modificados, a pesar de la estabilidad de

las instituciones stas sufren cambios y una de las causas podra ubicarse en la

legitimidad y funcionalidad que se tiene de ellas.

3.2. Movimientos sociales

Los movimientos sociales (MS) son una forma de participacin que se suscribe

al mbito de la poltica, porque una de sus caractersticas principales es que

buscan la transformacin del orden social y poltico existente. Son definidos

como un proyecto cultural ligado a un conflicto social. Asimismo, es pertinente

mencionar la distincin entre lucha social y MS, este terico nos explica que no

toda lucha es un movimiento social pero siempre hay que buscar en ellas la

presencia de ste (Touraine, 2000: 110). A su vez los MS forman parte de los

actores que dan paso a la democratizacin de sus naciones.

La economa, las relaciones sociales y las formas de poder poltico son

tres elementos que se entremezclan para dar paso al surgimiento de un MS ya

que a partir de la forma en que se establecen las relaciones entre estos

elementos, el conflicto emerge o se presenta de manera latente. Un punto a

resaltar respecto de este marco de referencia es el pensamiento dicotmico, es

decir, la dominacin conlleva la existencia de dos actores: el que tiene el don de

mando y aquel que obedece.

Por su parte Melucci (1999: 12-18, 37) plantea que los movimientos

sociales son sistemas de accin, redes complejas entre los distintos niveles y

significados de la accin social, y son el resultado de intercambios,

negociaciones, decisiones y conflictos entre diversos actores. Los movimientos

sociales se originan en torno a un conflicto que se vuelve visible a travs de los

nuevos patrones de desigualdad y las formas de poder que recrea la sociedad.

Un punto interesante que formula Melucci (1999: 17-20), refiere al sistema

poltico: la democracia es el sistema poltico donde la forma en que se ejerce el

poder puede ser cuestionada y negociada para as elaborar nuevas normas y

criterios de inclusin. Para Melucci los conflictos no se solucionan de una vez y

para siempre.

Como se dijo, los MS refieren a un sistema de accin, donde los

participantes no poseen exclusivamente una visin de costo-beneficio. Melucci

(1999: 46) incluye las categoras de identidad y solidaridad que responden a la

lgica del sistema en el campo cultural y en la vida cotidiana de las personas.

Entiende a la solidaridad como la capacidad de los actores para compartir una

identidad colectiva, en otras palabras, reconocerse como miembros del mismo

sistema de relaciones sociales. En ese sentido, el conflicto es definido como una

relacin entre actores opuestos luchando por los mismos recursos a los cuales

ambos dan valor.

3.3. Ciudadana sustantiva

Existen distintas formas de pensar a la ciudadana, desde aquellas en las cuales

se trata de una cuestin constitucional/formal de derechos y obligaciones; y

aquellas que perciben a la ciudadana como una lucha por la dignidad y el

respeto, una lucha por el derecho a tener derechos. Estas formas de pensar a la

ciudadana buscan responder cuestiones bsicas como a quin debe incluirse

y bajo qu trminos debe establecerse la ciudadana?

En ese sentido, nosotros partimos de la ciudadana sustantiva, teora que

reconoce los marcos institucionales y los controles sociales que determinan el

comportamiento social y jurdico de los individuos, no obstante, hace hincapi en

las experiencias concretas de carcter colectivo que se expresan de modo

desigual y combinado, aludiendo a que estas son prcticas de ciudadana

(Tamayo, 2012: 23). Es decir, existe un carcter institucional de la ciudadana,

pero adems hay patrones de interaccin social que se pueden expresar en

luchas sociales por visiones particulares de los involucrados las cuales se

desarrollan en contextos especficos.

La ciudadana se construye con base en prcticas y experiencias sociales,

es decir, no existe un carcter inamovible y funcional de sta. La existencia de

relaciones desiguales y la distribucin diferencial de los recursos y del poder as

como la evidencia de una heterogeneidad cultural al interior de una nacin

promueven prcticas diferenciadas de ciudadana. Estas prcticas pueden

ubicarse en los movimientos sociales que vindican o reivindican derechos y

prcticas sociales. La ciudadana es pues dinmica, formada y transformada

histricamente por diversos actores sociales Tamayo (2010: 2, 2012: 15).

Con base en lo anterior es pertinente sealar que la participacin es

esencial para la construccin de prcticas ciudadanas ya que es necesario que,

los miembros de la comunidad participen activamente en la argumentacin y

solucin de problemas pblicos (Tamayo, 2010: 58-59). Se trata de una lucha

social contina de interpretacin del ejercicio ciudadano, por la inclusin o

exclusin de algunos. Es tambin un medio para empoderar a los ciudadanos

con el fin de que stos tengan voz dentro de sus comunidades, un sentimiento

de pertenencia a la sociedad en la que viven, la valoracin por la democracia y

el entendimiento de las diferencias. Sin la participacin de los ciudadanos en el

proceso poltico la democracia carece de sentido y legitimidad.

Hablar entonces de ciudadana, es hablar de libertades individuales y

colectivas de los pueblos, que se constituyen y ejercen mediante la participacin

libre de los ciudadanos, que tiene lugar dentro de un contexto socio-histrico

particular y que adems reconoce los marcos institucionales existentes que

garantizan el orden social. No obstante, las diversas formas de participacin

social y poltica, entre stas los movimientos sociales, pueden rechazar estos

marcos institucionales y generar argumentaciones y acciones simblicas o no

para modificar tales estructuras. El ejercicio de la participacin en los espacios

pblicos, es un tipo de poder que ejercen los ciudadanos, ya sea individual o

colectivamente, para incidir en decisiones fundamentales como la distribucin y

apropiacin de recursos pblicos.

Resumiendo, la postura de la ciudadana sustantiva niega el carcter

inamovible de la ciudadana y adems, encontramos tres elementos clave: 1),

los marcos institucionales donde se reconoce la membreca a una comunidad

poltica as como la relacin que existe entre ciudadanos y Estado; 2), el ejercicio

de los derechos; y 3), la participacin de los ciudadanos que se da en contextos

particulares por lo que la ciudadana es una construccin condicionada por las

prcticas sociales (ejercicio de derechos y participacin) y experiencias histrico-

culturales. La imbricacin de estos elementos da cuenta de una definicin

sustantiva que trasciende el aspecto funcional y nos lleva a pensar espacios de

ciudadana como lo sugiere Tamayo (2012: 14). Espacios donde se generan

conflictos que dan cuenta de la resistencia a la dominacin, la desigualdad y la

injusticia. Se trata de un espacio poltico, real y metafrico, donde se sita la

lucha social. La ciudadana implica en principio la lucha por la creacin y

expansin de derechos as como la reglamentacin de la participacin poltica y

la independencia poltica, en otras palabras, de procesos de democratizacin

4. Datos recolectados y anlisis

4.1. Mtodo

La informacin que se presentar en el siguiente apartado fue recopilada

utilizando la tcnica de la entrevista semi-estructurada (Vega, 2009) a actores

clave dentro del movimiento social ocurrido en Chern en abril del 2011. Las

preguntas estuvieron diseas de manera que los entrevistados mostraran su

percepcin positiva o negativa del movimiento, as como de los resultados de

mismo. Las entrevistas se llevaron a cabo en marzo del presente ao. Tambin

se utilizaron diversas fuentes documentales y hemerogrficas.

El anlisis de los datos fue realizado bajo el mtodo del anlisis estructural

de contenido propuesto por Hiernaux y retomado por Surez. El objetivo de esta

estrategia es encontrar las representaciones y sistemas de sentido del locutor en

cuestin, es decir, sus modelos culturales (Surez, 2008). Especficamente, el

mtodo funciona analizando pequeos pasajes del documento de inters que

concentren tensiones fundamentales que se llamarn unidades mnimas de

sentido. Estos fragmentos se ordenarn de manera binaria siguiente los

principios de asociacin y oposicin (Surez, 2008)

Finalmente, para dar validez a los datos hayados, se recurri a la

triangulacin como herramienta de confrontacin y comparacin de diferentes

tipos de datos (Denzin, 1978). Concretamente, las fuentes documentales fueron

contrastadas con la informacin recopilada por las entrevistas.

4.2. Anlisis2

4.2.1. Material comunidad-pertenencia

La percepcin de comunidad y pertenencia est compuesta por dos pares de

cdigos: 1) lo propio/lo extrao y 2) comunidad, bosque/crimen, corrupcin,

empresas. Abordaremos cada uno de estos cdigos de manera separada.

4.2.1.1. Lo propio vs lo extrao

Las relaciones entre miembros de una comunidad se articulan en sistemas

simblicos propios, generados dentro de la misma localidad: la dinmica social

interna producir normas que regularn la vida social de ese grupo. El rol del

vecino, por tanto, girar en torno al cumplimiento de las expectativas que se

tengan en la determinada cultura, grupo o clase. En este sentido, en la

comunidad de Chern se reconoce como distante, egosta y antiptico lo que en

las grandes y medianas ciudades se entiende por normal.

Si bien las relaciones privadas cotidianas han diluido la cohesin social

(en comparacin con el momento cspide del movimiento, tres aos atrs), el

sentido de pertenencia y cohesin continan siendo fuertes. Lo anterior puede

explicarse si consideramos el reforzamiento identitario que signific ser

agredidos por el crimen organizado. En otras palabras, la agresin sufrida por

los talamontes ilegales delimit a la comunidad de Chern, indicndole lo que no

era y deba ser rechazado como ajeno y peligroso. El temor a perder la vida

agudiz la conciencia de su propia existencia como unidad social organizada.

Durkheim llama sociedades mecnicas a aquellas que, por oposicin a

las sociedades modernas, poseen una carente divisin del trabajo que las lleva

a tener una fuerte cohesin normativa, que siempre o casi siempre va

acompaada de habilidades intelectuales pobres por parte de sus miembros. En

Chern esto no sucede: a pesar de que observamos la presencia de un sistema

normativo fuerte, este convive con la presencia de conciencias individuales

reflexivas propias del mundo moderno. Esta situacin se puede explicar como lo

hicimos antes: la falta de proteccin por parte del Estado llev a la comunidad a

cerrarse en s misma ante el peligro del crimen organizado.

2 Por motivos de extensin, no hemos incluido las tablas en donde aparecen los fragmentos. Sin embargo cualquier interesado en estos datos puede pedirlos al correo electrnico de cualquiera de los autores.

En los fragmentos organizados en este primer apartado de la tabla

observamos como los entrevistados ponen nfasis en lo de fuera como algo

desconocido de lo que hay que desconfiar. La experiencia histrica de los

pobladores de Chern les ha enseado que los actores ajenos a la comunidad

rara vez se comprometen con su desarrollo. Asimismo, los distintos grupos

externos se caracterizan por apropiarse de los recursos locales. En oposicin a

esto, encontramos una fuerte identidad local, basada en parte en el conocimiento

mutuo y la confianza que de esto deriva. Claramente hay una connotacin

negativa hacia los actores externos y una percepcin positiva hacia los miembros

de la comunidad de Chern.

4.2.1.2. Comunidad, bosque vs crimen, corrupcin, empresas no sustentables

La cultura e identidad locales se manifiestan de manera vivencial en el da a da

mediante representaciones compartidas, concretizadas por contextos espaciales

y temporales especficos, que en el caso que nos ocupa se materializa en el

bosque. Histricamente, el bosque (y su defensa) ha sido un elemento

constitutivo muy importante de la identidad de los pobladores de la meseta

purpecha.

La poblacin de Chern se ocupa fundamentalmente en actividades

primarias relacionadas a la explotacin de la tierra. Aunque el comercio est

presente, la agricultura y la tala de madera son las actividades productivas

principales de la localidad. Por tanto, la vida social de la comunidad est

ntimamente ligada al bosque y la tierra. Durante mucho tiempo la poblacin local

explot la madera de manera artesanal, para consumo interno y venta a pequea

escala, sin embargo, a principios del siglo XX arrivaron los primeros aserraderos

de tipo industrial a la regin.

Las empresas privadas, en alianza con gobiernos corruptos, tuvieron

desde aquel entonces una actitud depredadora hacia los recursos forestales. La

ausencia de programas de explotacin sustentable, las consesiones desmedidas

y las malas condiciones de trabajo produjeron la aparicin de un primer

movimiento en defensa de la tierra: el liderado por Federico Hernndez Tapia y

sobre todo por Casimiro Leco Lpez. Estos dos personajes se opusieron a la

explotacin del empresario Ins Chvez.

Ms recientemente, los vacos de poder que el Estado disfuncional

mexicano ha dejado, han dado entrada a que organizaciones criminales tomen

el control de algunas regiones. Durante casi un ao y medio, en el municipio de

Chern se mantuvo la presencia de grupos de talamontes que redujeron

considerablemente los recursos forestales de la regin. Slo la comunidad

organizada (sin ayuda del Estado) logr expulsar a los invasores, reforzando el

sentido de pertenencia y cuidado del bosque.

Podemos ver entre los fragmentos del segundo apartado que la poblacin

local tiene conocimiento de los hechos histricos de despojo de las tierras,

adems de los movimientos de la comunidad que han surgido para defender el

bosque. Tambin es posible dar cuenta de la conciencia que existe respecto a la

presencia de grupos criminales, y el riesgo de que puedan reaparecer si no se

mantiene la vigilancia. Finalmente, la desconfianza en las autoridades est

siempre presente, por oposicin a la certidumbre que dan los miembros de la

comunidad.

4.2.2. Material participacin-ciudadana

Dentro de la comunidad de Chern tienen lugar diversas prcticas que hemos

entendido como prcticas que construyen ciudadana. Algunas de estas

prcticas estn especficamente ligadas a la participacin en la toma de

decisiones de la comunidad. Hemos compuesto este apartado por tres pares de

cdigos: 1) inters comunal, unidad/inters individual, 2) ausencia de lderes,

organizacin horizontal/gobierno tradicional, presidencia municipal y 3) prcticas

de ciudadana, participacin activa/pasividad. De manera semejante al material

1, trataremos cada cdigo de manera separada.

4.2.2.1. Inters comunal, unidad vs inters individual

En el apartado anterior dedicamos varias lneas al modo en que los cheranenses

identifican lo propio y lo extrao, dicotoma que a su vez se encuentra ligada

estrechamente con la idea de comunidad. En este apartado nuestro inters

principal es mostrar cmo existe una apreciacin positiva de cierto tipo de

relaciones vecinales, a saber, aquellas que estn encaminadas al cuidado del

bosque y el apoyo mutuo.

Usualmente, las relaciones vecinales estn condicionadas por algunas

variables tales como la densidad de poblacin, la condicin urbana o rural o el

nivel econmico, sin embargo existe un cuarto elemento que en el caso de

Chern es alto: el grado de cooperacin permitida entre miebros de una

comunidad. En Chern existe una percepcin negativa en torno al egosmo y la

ausencia de inters en las decisiones pblicas de la comunidad. Luego de la

agresin externa al pueblo, las relaciones entre vecinos se estrecharon y esto se

manifiesta de tres maneras.

La primera de ellas es la participacin en fogatas y asambleas. Durante

casi un ao y medio, los pobladores de Chern se organizaron en 180 fogatas

que cubran cada esquina del pueblo. Las fogatas no slo eran trincheras desde

donde se vigilaba, sino tambin centros de socializacin. Esta forma de

organizacin permiti el acercamiento de los participantes. La segunda y tercera

formas son consecuencias de la primera, pero stas resultan ser de mayor

impacto y estabilidad en el tiempo. Se trata de las visitas informales y la peticin

de consejos, las cuales ya estaban presentes, pero se reforzaron por las fogatas.

Entre los fragmentos escogidos para este cdigo, observamos que existen

elementos que causan divisin en la comunidad: por un lado el crimen

organizado y los recursos que de este se derivan va la tala ilegal, y por otro lado

la corrupcin de los partidos polticos y los recursos que de estos se derivan va

el presupuesto. Del otro lado tenemos la idea de unidad, que recae en la

organizacin local que se manifiesta en las fogatas, las asambleas de barrio y

las asambleas generales.

4.2.2.2. Ausencia de lderes, organizacin horizontal vs gobierno tradicional,

presidencia municipal

Los partidos polticos suelen tener un mayor nivel de institucionalizacin y

profesionalizacin que hacen que no dependan de la movilizacin de sus

simpatizantes o miembros para conseguir sus objetivos, hecho que s sucede en

los movimientos sociales. Sin embargo, en Chern los partidos polticos han

perdido arraigo en la gente. La explicacin de esto se puede hayar en el

abandono por parte del gobierno y la exitosa organizacin comunal de las

fogatas.

Al existir relaciones desiguales y distribucin inequitativa de los recursos,

derechos y servicios, en este caso en concreto, la ausencia de seguridad por

parte de las autoridades municipales frente a las situaciones de inseguridad y

abuso que vivan los comuneros de Chern por parte del crimen organizado, dio

como resultado la movilizacin de las y los comuneros, creando con ello espacios

de conflicto que como menciona Tamayo (2010, 2012), son espacios de

construccin de ciudadana porque dan cuenta de prcticas diferenciadas de

ciudadana, es decir, trascienden el aspecto legal y muestran diversas acciones

que llevan a cabo los involucrados. El rechazo a la forma tradicional de gobierno,

permiti la posibilidad de repensar y concretizar formas alternativas para la toma

decisiones y acciones.

Las instituciones polticas y administrativas de la comunidad de Chern

expusieron que la idea bsica de la ciudadana tradicional la igualdad de

derechos para todos los ciudadanos de un espacio territorial determinado no

poda traducirse en oportunidades sociales iguales para todos los miembros de

la comunidad; es decir, en el momento en que no hubo respuestas eficaces a las

demandas de seguridad y proteccin de las y los comuneros as como de sus

bosques, la comunidad posterior a una situacin realizada sin un plan previo,

ejecut una serie de acciones que los llev a auto organizarse, implicando con

ellos procesos de reflexin y deliberacin constantes sobre sus instituciones

polticas y administrativas.

Entre los fragmentos escogidos podemos ver una clara hostilidad hacia el

gobierno, los partidos polticos y la presidencia municipal. Al mismo tiempo se

puede dar cuenta del apoyo al autogobierno basado en una consulta. Vemos

tambin la existencia de horizontalidad en la toma de decisiones, la creencia en

la democracia y el empoderamiento de los ciudadanos.

4.2.2.3. Prcticas de ciudadana, participacin activa/pasividad

Tras la agresin del crimen organizado a la comunidad de Chern y la

indiferencia de las autoridades, el pueblo se organiz en una red de vigilancia

con nodos que se podan ubicar por la presencia de fogatas. Aproximadamente

180 puestos de vigilancia fueron montados durante casi ao y medio. Las

fogatas, adems de ser puestos de guardia, tambin se convirtieron en centros

de planeacin y toma de decisiones.

Esta organizacin tuvo al menos tres consecuencias directas: detuvo a los

talamontes; acerc a la comunidad de Chern bajo un mismo objetivo, el de

proteger el bosque y por ltimo autonoma poltica, lo que se tradujo en una forma

alternativa de gobierno. Las fogatas expresaron una forma de participacin

horizontal, no ubicada dentro de los canales institucionales, donde cada

comunera y comunero poda expresar de manera abierta sus ideas,

incertidumbres y propuestas sobre lo que consideraban viable para las

situaciones a las que se enfrentaban. En otras palabras, los miembros de la

comunidad participaron y participan activamente en la argumentacin y solucin

de problemas pblicos, alejndose de los marcos institucionales prestablecidos

y creando con base en la argumentacin y estudio nuevos marcos institucionales

de accin.

Sobre la base de la experiencia de las fogatas, los cheranenses

rechazaron a los partidos polticos y formaron un Consejo Comunitario, el cual

fue elegido por usos y costumbres. La falta de representatividad de la autoridad

para con la comunidad gest el deseo de autogestin. El desconocimiento de la

polica y dems autoridades municipales llev al establecimiento de facto de un

autogobierno. Dentro de la estructura poltica de Chern encontramos tres

niveles: 1) el de las fogatas, que en su origen fue el ms amplio pero que ahora

se ha especializado slo en la seguridad, 2) el de las asambleas de barrios, en

donde se tratan problemticas de cada barrio, y 3) el de la asamblea general,

donde se toman las decisiones de toda la comunidad. Adems de estos tres

niveles operativos de participacin directa, existen comisiones cuya estructura

es ms representativa (estn compuestas por miembros de los cuatro barrios).

En los fragmentos escogidos se puede dar cuenta de que antes de la

explosin del movimiento, haba pasividad en la comunidad. Aunque el conflicto

estuviera latente desde antes de la confrontacin directa, la gente permita el

saqueo del bosque, el trfico y produccin de drogas y la extorsin. Sin embargo,

despus de abril del 2011, sucede un cambio diametral en la actitud poltica de

los cheranenses. La primera reaccin fue ofensiva, ya que quemaron las

camionetas que los talamontes usaban. De ah, se organizaron en fogatas en

donde tomaron la decisin de expulsar a los partidos polticos y conformarse

como comunidad autnoma. Encontramos una ligitimidad fortalecida en la

organizacin poltica de Chern, ya que est conformada por eleccin directa,

toma decisiones en asambleas y rinde cuentas de sus acciones.

4.2.3. Relacin Chern-Estado

En Chern hubo un radical rechazo de los partidos polticos, la polica y cualquier

otra autoridad del Estado. No obstante, el rechazo no se extiende a los recursos

que puedan ayudar al desarrollo de la comunidad. No hay contradiccin en esto:

los recursos no provienen de los bolsillos de los polticos, sino de impuestos de

ciudadanos y riquezas del territorio nacional. En este apartado slo encontramos

un slo cdigo, que, sin embargo, tiene varias aristas.

4.2.3.1. Obtencin de recursos, exigencia de justicia vs partidos polticos, polica,

gobierno municipal y estatal

Como se ha mencionado anteriormente, durante y despus del movimiento los

cheranenses se alejaron de las autoridades legales. La complicidad de la polica,

la indiferencia del gobierno y la corrupcin de los partidos polticos fueron los

factores clave para optar por un gobierno autnomo. Sin embargo, se sabe que

sin los recursos administrados por el gobierno poco se puede hacer. Por lo tanto,

una de las aristas de la relacin Chern-Estado es la obtencin de recursos. Los

distintos planes de reforestacin y la aplicacin de los programas sociales

significan para la regin recursos que de otro modo no estaran disponibles. El

objetivo de los cheranenses no es aslarse de la poltica, sino ubicarse como

igual en la arena poltica.

La otra vertiente de la relacin entre Estado y comunidad autnoma es la

de exigencia de justicia. Diesciocho muertos y cinco desaparecidos fue el saldo

del enfrentamiento con los talamontes, de los cuales hasta el momento no hay

ninguna sentencia. La exigencia de justicia ha empoderado al consejo local, ya

que los ha colocado en una relacin de iguales con sus interlocutores en otras

reas del Estado, lo cual los consolida como una comunidad gobernada por sus

usos y costumbres y abona a su legitimidad.

En los fragmentos escogidos notamos que los entrevistados valoran la

autonoma poltica, pero tienen presente la importancia de la autonoma

econmica. Tanto en el momento de crisis como en los subsecuentes, los

cheranenses tuvieron una actitud de apertura hacia la ayuda del gobierno y la

aplicacin de sus distintos programas. Un elemento importante a destacar de lo

anterior es que los programas sociales y de reforestacin son administrados por

las comisiones creadas dentro de la comunidad. Entre los entrevistados tambin

est presente la posibilidad de un retorno de los partidos polticos, los cuales se

mantienen atentos a cualquier oportunidad de regresar a la vida pblica de la

comunidad. Finalmente, la exigencia de justicia es una deuda pendiente, ya que

hasta el momento continua la impunidad.

4.2.4. Resultados del conflicto, logros y retos

Mucho hay que decir sobre las consecuencias del movimiento, tanto de los logros

consumados como de los objetivos que estn en proceso. En este ltimo material

desprendemos dos pares de cdigos: presente, futuro/pasado y auto

organizacin/estabilidad en riesgo por falta de cohesin. Podemos observar

dentro de lo general que existe una percepcin negativa del pasado y un

optimismo respecto a lo que se vive hoy y el futuro, aunque tieniendo en cuenta

la posibilidad de un retroceso.

4.2.4.1. Presente, futuro/Pasado

Las ideologas polticas siempre tienen posiciones negativas o positivas en

relacin al pasado y al futuro. Algunas ensalzan un pasado glorioso, al que se

debe volver (por ejemplo el fascismo) y otras anhelan un ideal futuro al que se

tiene que llegar (por ejemplo el socialismo). En la comunidad de Chern vemos

una clara preferencia por el presente y la esperanza del futuro que por volver al

antiguo estado de cosas. Vemos que hay una percepcin negativa en torno al

regreso de los talamontes o de los partidos polticos, mientras que se ve

positivamente la continuacin de la reforestacin y el gobierno autnomo.

En los fragmentos escogidos vemos como en 2009 y 2010 la poblacin

viva con mucha impotencia, por un lado vean cmo criminales saqueaban los

bosques y por otro podan perder la vida si protestaban. El acto de protesta de

abril de 2011 por parte de un grupo de mujeres hacia los talamontes resultara

ser un parteaguas. De ah en adelante la comunidad progresivamente se

fortaleci hasta el punto de establecerse como autnoma. Los logros son

muchos: una comunidad segura, reforestacin en proceso y la concientizacin

de la poblacin de su carcter de ciudadanos.

4.2.4.2. Auto-organizacin/Estabilidad en riesgo por falta de cohesin

La desorganizacin y la divisin al interior son los mayores problemas que

enfrenta el proyecto poltico de Chern. Si bien tanto el crimen organizado como

los partidos polticos se encuentran debilitados, la presencia de recursos hace

posible su reaparicin. Aunque no a gran escala, la tala clandestina contina, y

los partidos esperan su oportunidad para ofrecer a la gente volver al pasado.

A pesar de que el gobierno regido por usos y costumbres fue decisin del

pueblo mediante una consulta vigilada por el IEM, mucha gente duda de las

posibilidades de esta alternativa de gobierno. Adems, muchos de los actores

que aos atrs saquearon el bosque siguen presentes en comunidades cercanas

a Chern, como la de Casimiro Leco.

5. Conclusiones

Ante la crisis de gobernabilidad y representacin en Amrica Latina y el inicio de

la transicin a la democracia, los movimientos sociales aparecieron como un

medio de expresin y canalizacin de demandas. Aunque queda mucho camino

por recorrer, los movimientos sociales que comenzaron en el ltimo cuarto del

siglo XX, han logrado renovar sus lazos identitarios y construir hacia adentro un

frente comn. Diversos grupos a lo largo de todo el subcontinente

latinoamericano estn reivindicando su carcter autnomo, al punto de lograr el

esttus constitucional de naciones multiculturales, e incluso en algunos casos,

de naciones indgenas.

Todos estos fenmenos los entendemos como procesos de

empoderamiento y contruccin de ciudadana, que en muchos casos logran

trastocar las instituciones formales del Estado, y hasta reemplazarlas en cierta

medida. Sin embargo, las organizaciones como la de Chern an tienen un largo

camino por recorrer en cuanto a profesionalizacin y consolidacin de sus

instituciones.

Una de las tesis de este trabajo es que las comunidades polticas

desbordan al Estado, siendo este tan solo una forma ms de manifestacin de

la poltica. Queda claro que aquello que delinea a las comunidades polticas

como tales, es su carcter identitario. Es por eso que para las comunidades

indgenas y su unidad poltica es de vital importancia su base histrica y tnica.

6. Bibliografa

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