polÍtica cultural en los ayuntamientos democrÁticos · 2012-10-19 · 5 los textos del sociólogo...
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POLÍTICA CULTURAL EN LOS
AYUNTAMIENTOS DEMOCRÁTICOS
Elías Zamora Acosta (coordinador)
Federico Baena Vázquez Ana P. Franco Blanco
Mª de la Luz Hernández-Palomo Peña Mª del Rosario Rodríguez Adorna
Olga Soto Peña Observatorio Local de Andalucía1
Publicado en J. Ponce y otros: Municipios y libertad: los ayuntamientos
democráticos sevillanos. Sevilla: Diputación Provincial de Sevilla, pp. 261-
295. (ISBN: 84-932804-5-3)
La transición política en España no significó únicamente el paso de
una dictadura a un sistema de libertades. Con la implantación de la demo-
cracia política se abrió todo un abanico de posibilidades y esperanzas para
los ciudadanos, que pensaban que el sistema de gobiernos democráticos
representativos era el marco idóneo para profundizar en otros aspectos
que debían contribuir a superar los límites de la democracia formal para
dar lugar a una democracia realmente participativa. Dos campos resulta-
ban fundamentales para conseguir ese objetivo: el de la participación ciu-
dadana en los procesos de toma de decisiones y el de la acción cultural. El
primero requería de la vertebración de la sociedad civil, absolutamente
descoyuntada después de cuarenta años de dictadura. El segundo, un es-
fuerzo extraordinario para conseguir sacar la cultura del ámbito de las cla-
ses y los grupos social y económicamente privilegiados, y hacerla extensi-
va a toda la población. Y desde algunas perspectivas, ambos campos iban
indisolublemente unidos: uno sin el otro resultaba impensable.
1 El Observatorio Local de Andalucía es una sección del Grupo de Investigación
“Cultura, Ecología y Desarrollo de Pequeños Territorios” (Grupo SEJ-377 del Plan Andaluz de Investigación de la Junta de Andalucía), formado por profesores e investigadores de la Universidad de Sevilla, del que es coordinador el Dr. Elías Zamora Acosta.
2
Patio interior de la Casa de Cultura de Aguadulce
CULTURA Y DEMOCRACIA
La cultura se entendió no sólo como bien para el disfrute sensorial y
espiritual, ya fuera de los grupos social y económicamente privilegiados o
de las clases subalternas –una forma específica del consumo de los bie-
nes–, sino también (y fundamentalmente) como un medio para la acción
social. Avelino Hernández Lucas, uno de los impulsores y director técnico
del programa «Culturalcampo» que constituyó una experiencia innovadora
en el uso de la cultura como medio
para el desarrollo territorial, conside-
raba en 1982 que la acción cultural
iba a ser “un factor de dinamización
social especialmente agresivo”2. De
este modo tanto desde las institucio-
nes que comenzaban a ser goberna-
das por representantes democráti-
camente elegidos, como por parte de
los aún incipientes movimientos pro-
tagonizados por ciudadanos organi-
zados, las acciones de promoción
cultural se convirtieron en uno de los
ejes de las acciones políticas y ciu-
dadanas.
El principio que inspiraba estas
acciones era el de la democracia cul-
tural, la cultura para todos. La cultu-
ra debía pasar de ser un bien exclusivo a un bien generalizado, y no sólo
las clases acomodadas tendrían acceso al disfrute de los bienes de la cul-
tura, sino que los hasta ese momento desposeídos también deberían tener
la posibilidad disfrutarlos. Este debería ser uno de los objetivos de la ac-
ción política en una democracia avanzada y progresista. Pero la acción cul-
tural que se proponía desde los sectores más innovadores de la sociedad
2 A. Hernández Lucas, “Notas sobre la animación sociocultural”, en A. Hernández
Lucas y otros (1982), La acción sociocultural en los Municipios. Sobre textos del 1er Con-greso de Animación Sociocultural y Municipios. Madrid: Editorial Popular, pp. 5-9.
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española pretendía ir aún más allá: la «cultura» no se debería entender
sólo como aquello que podría estar comprendido en el significado genérico
de las Artes y el Saber, sino que debería englobar también todo lo que
hasta ese momento formaba parte de la denominada «cultura popular» –la
que correspondía, en el sentido que le dio Antonio Gramsci, a las clases
subalternas–, las fiestas y el folklore, el patrimonio y la comida… Además,
debería ser una acción descentralizada y participativa (esto es, democráti-
ca) que, en palabras del antropólogo catalán Eduard Delgado, transforma-
ra la cultura de un
bien de cambio en
un bien de uso3.
Para llevar a
cabo una acción
cultural, o mejor
socio-cultural, co-
mo ésta se inicia-
ron dos líneas de
actuación. De un
lado, las adminis-
traciones públicas
democráticas asu-
mieron la política
cultural como uno
de los pilares de su
actuación: tanto el gobierno del Estado4 como las corporaciones locales y,
posteriormente, las administraciones autonómicas, introdujeron en sus or-
ganigramas un Área de Cultura con competencias diversas, pero entre las
que el fomento y la promoción general de la cultura constituyeron un obje-
3 E. Delgado, «Diseño de las políticas de animación en el Municipio», en A. Her-
nández Lucas y otros (1982), Op. cit., pp. 15-32. 4 Resulta interesante notar que el Ministerio de Cultura se creó en 1978 formando
parte del primer gobierno democrático de la España posfranquista presidido por Adolfo Suárez González. En aquella ocasión fue ocupado por el político conservador Pío Cabani-llas Gallas. Durante la guerra civil que siguió al golpe de estado contra la República exis-tió formando parte de la Junta Técnica del Estado formada por el General Francisco Fran-co en octubre de 1936, una Comisión de Cultura y Enseñanza, presidida por el escritor y académico José Mª Pemán y Pemartín.
Casa de Cultura de Bollullos de la Mitación
4
tivo prioritario. De otro, los incipientes movimientos ciudadanos (asocia-
ciones, organizaciones no lucrativas de diverso signo, sectores de la iglesia
católica con inquietudes sociales…) emprendieron la tarea de poner en
marcha en España una nueva forma de pedagogía popular no instituciona-
lizada que en Europa había sido común desde los años inmediatamente
posteriores a la Segunda Guerra Mundial y algo después en algunos países
de Hispanoamérica5, pero que en nuestro país constituyó, debido a las cir-
cunstancias políticas, una estrategia novedosa: la animación sociocultural.
La primera, una forma de acción institucional las más de las veces
alejada del ciudadano, tuvo que partir casi desde la nada, sin experiencias
ni programas, sin personal especializado que en muchas ocasiones se veía
incapaz de hacer frente a tareas que desconocía y para las que carecía de
preparación6, y que tuvo que hacer frente a una gran cantidad de trabas
administrativas. La segunda fue una iniciativa de grupos de ciudadanos in-
quietos, procedentes muchas veces de la lucha sindical o política, que pre-
tendían provocar cambios sociales desde la base. Con más entusiasmo que
preparación, trabajaron por hacer posible el principio de cultura para to-
dos, poniendo énfasis en la reconstrucción del tejido asociativo y en los
aspectos participativos, especialmente a través del fomento de asociacio-
nes ciudadanas de diverso tipo.
CULTURA Y MUNICIPIO
En 1982 se celebró el I Congreso de Animación Sociocultural y Mu-
nicipio, que pretendía ser un espacio para la evaluación y, sobre todo, pa-
ra el lanzamiento de una acción cultural ordenada. Uno de los resultados
de aquella reunión, que se puede considerar fundacional, fue que el ámbi-
to municipal era el espacio idóneo para llevar a cabo la acción cultural: “La
primera constatación rotunda es que el trabajo cultural constituye una ta-
5 Los textos del sociólogo argentino Ezequiel Ander Egg, considerado por muchos
como uno de los padres de la animación sociocultural, junto con los del pedagogo brasile-ño Paulo Freire, creador de la pedagogía del oprimido, se convirtieron en libros de cabe-cera de muchos de los defensores de esta nueva forma de dinamización social.
6 A aquel Ministerio de Cultura fueron a parar los funcionarios adscritos durante la Dictadura a la Secretaría General del Movimiento, que después fueron traspasados, junto con algunas de sus competencias, a las Comunidades Autónomas.
5
rea propia e irrenunciable de cualquier ayuntamiento”7. Además se llegó a
la conclusión de que en la mayor parte de los municipios de las zonas ru-
rales, dadas las condiciones demográficas y sociales en que se encontra-
ban, los programas de acción cultural y los de animación sociocultural de-
berían desarrollarse conjuntamente. Unos y otros deberían contribuir a lo-
grar una mejora de las condiciones sociales y culturales de la población,
en definitiva de su calidad de vida, contribuyendo así a alcanzar el objetivo
de desarrollo territorial que se pretendía.
Los ayuntamien-
tos democráticos de-
bería así hacer frente
a un nuevo reto: in-
troducir la política cul-
tural entre sus áreas
de actuación, del
mismo modo y con la
misma importancia
que asumían el urba-
nismo, el suministro
de agua, la limpieza
pública, los cemente-
rios o el mantenimien-
to del viario urbano. El
ayuntamiento, como las demás administraciones públicas que introdujeran
la política cultural entre sus áreas de actuación, asumiría así contribuiría
así un papel redistribuidor de recursos en beneficio de los grupos más fa-
vorecidos, a la vez que dejaría la cultura al menos parcialmente fuera del
dominio total del mercado dominado por las industrias culturales y los
medios de comunicación de masas.
Esto planteaba una serie de problemas que hubo que ir solucionan-
do. En primer lugar, fue preciso incorporar un Área de Cultura en el orga-
nigrama de las corporaciones locales –como se hizo en las administracio-
nes de escala estatal, autonómica o provincial– y designar un Concejal De-
7 J. A. Pérez Millán, «Programas de acción cultural en medios urbanos», en A. Her-nández Lucas y otros (1982), Op. cit., pp. 33-41.
Salón de actos en el interior de la Biblioteca Municipalde Camas
6
legado, de modo que los programas de fomento cultural formaran parte
integral de la política municipal8. Pero éste era el de más fácil resolución.
Los demás tenían que ver directamente con la posibilidad de llevar a cabo
esa política. Era necesario contar con infraestructuras en las que poder
llevar a cabo las actividades, personal especializado capaz de programar-
las y gestionarlas, y sobre todo dotación económica para construir los
equipamientos, contratar al personal y financiar las actividades. En ese
empeño las Diputaciones Provinciales, al constituirse en la España demo-
crática como Ayuntamiento de los
Ayuntamientos, deberían tener un
papel fundamental en el apoyo a los
pequeños municipios rurales cuyos
recursos no fueran suficientes para
hacer frente a los nuevos retos.
LA POLÍTICA CULTURAL EN LA
PROVINCIA DE SEVILLA En la Provincia de Sevilla la po-
lítica cultural se convirtió desde el
comienzo de la existencia de los
ayuntamientos democráticos en una
prioridad. En la implementación de
los recursos y las medidas necesarias
para llevarla a cabo participaron tanto
las propias administraciones locales
como al administración autonómica –desde que asumió en 1984 las com-
petencias en materia de política cultural–, y sobre todo la Diputación Pro-
vincial que asumió un papel protagonista en esta materia desde su prime-
ra constitución democrática en 1979.
Consciente de las carencias en que se encontraban los ayuntamien-
tos para asumir los retos del nuevo servicio que debían prestar a sus veci-
nos, la Diputación Provincial de Sevilla asumió la tarea de dotar a los mu-
8 Hasta ese momento el campo de la cultura se incluía de manera difusa en las
concejalías encargadas de la organización de festejos y ferias.
Interior de la Biblioteca Municipal deEstepa
7
nicipios de los recursos necesarios para
hacerlo posible. La dirección y gestión
de la política provincial de cultura pasó
desde la constitución de las corporacio-
nes democráticas por diversas fases y
modelos organizativos, que trataban de
responder en cada momento a las cir-
cunstancias particulares por las que pa-
saban los municipios sevillanos: Comi-
sión de Cultura (1979-1982), Departa-
mento de Cultura (1982-1985), Funda-
ción «Luis Cernuda» (1985-1995) y
Área de Cultura (1995).
Dos han sido las líneas principales
de la política cultural de la Diputación
Provincial durante los más de veinte
años en que ha venido desde los prime-
ros momentos en que asumió la tarea
de apoyar y complementar la política
cultural de los municipios. De un lado
elaborar y producir una programación
cultural coherente al servicio de los
municipios, de modo que estos pudieran complementar las actividades que
se desarrollaban desde el propio ayuntamiento. De otro, dotar a los muni-
cipios de las infraestructuras y los equipamientos necesarios para hacer
posible la acción cultural9.
La programación cultural elaborada por la Diputación Provincial, que
desde 1983 tomó la forma de circuitos, tenía como objetivo fundamental
hacer posible que todos los municipios contaran a lo largo del año con una
serie de actividades adecuadas a las características particulares, comple-
mentando las que se organizaran desde los propios ayuntamientos en los
casos de los pueblos demográficamente más importantes y social y cultu-
ralmente más dinámicos –que en muchos casos organizaron con rapidez
9 Diputación Provincial de Sevilla (1989), Guía de Recursos Culturales de la Provin-cia de Sevilla. Sevilla: Fundación «Luis Cernuda», Diputación Provincial de Sevilla.
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estructuras para la acción cultural en forma de Institutos o Patronatos–, o
haciendo posible el acceso a las actividades culturales en el caso de los
más pequeños y peor dotados. La programación de los circuitos se hizo
tratando de atender tanto las acciones orientadas a lo que se podría de-
nominar como consumo cultural (espectáculos de teatro y música, exposi-
ciones, proyecciones cinematográficas…), como al fomento de la capacidad
de expresión artística de los ciudadanos por medio de talleres de técnicas
asociadas a las artes plásticas y escénicas (talleres de artesanías, aulas de
expresión musical y de teatro…).
Todas las actividades programa-
das se reunían en cinco grandes áreas:
música, teatro, cine, artes plásticas y
cerámica y artesanías. De todas ellas,
sin duda la música y el teatro –
consideradas como las dos más impor-
tantes manifestaciones de la cultura–
ocupaban la mayor parte de la progra-
mación, junto con la organización de ta-
lleres de artesanías que fueron espe-
cialmente potenciados entre 1983 y
1988. Además la Diputación Provincial
emprendió la tarea de organizar e in-
ventariar los archivos locales, tarea que
no sólo tuvo el interés derivado de la
conservación del patrimonio documen-
tal, sino que facilitó sobremanera la in-
vestigación histórica de ámbito local y
comarcal, fruto de la cual fue la publi-
cación de numerosas monografías.
9
ACTIVIDADES CULTURALES REALIZADAS POR LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL EN LA PROVINCIA ENTRE 1979 Y 1988 1979-1983 1983-1987 1988
MUSICA
Aulas populares de Extensión Musical Centros municipales de Enseñanza musical Centros municipales de enseñanza musical (subvención a)
Cursillo de introducción a los sistemas musi-cales
Circuito de música (piano, jazz y danza con-temporánea) y a través de ellos, promoción de grupos provinciales
Circuito de música (especializado y mínimo) y a través de ellos, promoción de autores y grupos de la provincia (corales, danza, mú-sica, rock, flamenco, bandas y cantautores)
Campana de formación musical para escola-res (1982)
Conciertos en la provincia Conciertos en la provincia
Ciclos de música Semana de música clásica Semana de música clásica Subvenciones a Bandas de Música Municipa-les
Publicaciones y ediciones musicales Circuito flamenco
Colaboración con entidades musicales e insti-tuciones
TEATRO Aulas de Teatro para niños Aulas de Teatro Aulas de Teatro Aulas de Teatro para adultos Itálica en la provincia Aulas de Teatro (seguimiento) Festival internacional del Títere Itálica en la provincia
Circuitos de Teatro (A y B) y a través de ellos promoción getipos provinciales
Circuitos de Teatro (especializado y mini mo) y a través de ellos promoción de gru pos provinciales
Muestra de Teatro Aficionado Muestra de Teatro Aficionado CINE
Semanas de Cine Cátedra Ambulante de Historia y técnica del cine
Cátedra Ambulante de Cine
Colaboración con Cine-clubs y Caja de Aho-rros
Semanas de Cine (circuitos A y B) Semanas de Cine (circuito mínimo)
Catálogo-inventarío de Teatros y Cines en la provincia
Puesta en marcha del Plan de Rehabilita ción de Cines y Teatros en la provincia
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ARTES PLASTICAS Ayudas a la creación de Escuelas de Arte municipales
Talleres de Estampación Talleres de Estampación
Conferencias sobre Arte Exposiciones itinerantes Exposiciones itinerantes Encuentros de Arte Contemporáneo Encuentros de Arte Contemporáneo CERAMICA Y ARTESANIA Exposiciones comarcales de Artesanía Talleres itinerantes:
Cestería Papel maché Títeres Cerámica Artes plásticas Modelado Fotografía
Talleres itinerantes: Cestería (palma) Cestería (mimbre) Papel maché Esmalte Cerámica Técnica textil Fotografía
Exposiciones itinerantes Exposiciones itinerantes Fuente: Diputación Provincial de Sevilla (1989), Guía de Recursos Culturales de la Provincia de Sevilla. Sevilla, Diputación Provincial de Sevilla,
Fundación Luis Cernuda
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En los primeros años la Diputación Provincial proporcionaba espec-
táculos o actividades a los municipios que los solicitaban y que disponían
de equipamientos adecuados para llevarlos a cabo, ya fueran de propiedad
municipal o cedidos por otras instituciones10. Sin embargo la experiencia
permitió mejorar el sistema de programación, de modo que las ofertas de
Diputación se integraran en la programación propia de cada municipio. Pa-
ra lograr este objetivo la Fundación «Luis Cernuda» elaboraba una pro-
gramación y los municipios debían solicitar las actividades que fueran de
su interés, entregando junto con la solicitud su programa anual de cultura
que debería integrar la actividad solicitada. De este modo se trataba de
conseguir que la acción cultural no fuera sólo un conjunto de actividades
más o menos repartidas a lo largo del año (en muchos municipios toda la
actividad cultural se concentraba en una semana cultural), sino que res-
pondiera a una planificación adecuada a las condiciones de cada uno de
los pueblos. Esto suponía asimismo que los ayuntamientos deberían esfor-
zarse por disponer de personal con formación específica para la gestión de
los programas culturales, lo que motivó que se comenzaran a llevar a cabo
cursos específicos para la formación de técnicos en gestión de programas
de promoción cultural y en animación sociocultural, una nueva profesión
que era consecuencia de los nuevos servicios que los ayuntamientos de-
bían proporcionar a sus vecinos.
El sistema de programación de actividades para la provincia estaba
constituido por tres circuitos diseñados según el tamaño de los municipios
a los que se destinaron. La programación correspondiente al año 1987 es-
taba segmentada por actividades que se ofrecían a los ayuntamientos ads-
critos a cada uno de los circuitos:
10 Durante años existió una estrecha colaboración en materia de acción cultural
entre la administración provincial, los entes locales y las cajas de ahorros de la provincia.
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Circuito A Circuito B Circuito C
- Aguadulce - Huevar - Las Cabezas de San Juan - Cazalla de la Sierra - Alanís - La Lantejuela - Mairena del Alcor - Castilleja de la Cuesta - Albaida del Aljarafe - Lora de Estepa - Alcalá del Río - Estepa - Alcolea del Río - La Luisiana - Aznalcollar - Pilas - Algámitas - El Madroño - El Viso del Alcor - Alcalá de Guadaira - Almadén de la Plata - Marinaleda - Puebla de Cazalla - Carmona - Almensilla - Martín de la Jara - Cantillana - Dos Hermanas - Aznalcázar - Los Molares - Arahal - Lebrija - Badolatosa - Las Navas de la Concepción - El Coronil - Coria del Río - Benacazón - Paradas - Fuentes de Andalucía - Morón de la Frontera - Bollullos de la Mitación - Palomares - Montellano - Osuna - Bormujos - Pedrera - Herrera - La Rinconada - Brenes - El Pedroso - Olivares - Utrera - Cañada dcl Rosal - Peñaflor - Camas - Marchena - Burguillos - Pruna - Tomares - Carrión de los Céspedes - Puebla de los Infantes - Villanueva del Río y Minas - Casariche - El Ronquillo - La Algaba - Castilblanco de los Arroyos - El Rubio - Coria del Río - Castilleja de Guzmán - El Real de la Jara - Lora del Río - Castilleja del Campo - La Roda de Andalucía - Mairena del Aljarafe - El Castillo de las Guardas - Salteras - Los Palacios - La Campana - San Nicolás del Puerto - San Juan de Aznalfarache - Coripe - Sanlúcar la Mayor - Guillena - Los Corrales - Santiponce - Puebla del Río - Espartinas - El Saucejo - Villaverde del Río - El Garrobo - Tocina - Gelves - Umbrete - Gerena - Valencina de la Concepción - Gilena - Villamanrique de la Condesa - Gines - Villanueva del Ariscal - Guadalcanal - Villanueva de San Juan
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A cada circuito correspondían las siguientes actividades de entre las
que podían elegir los correspondientes ayuntamientos:
CIRCUITO A
62 Cursillos
15 Papel maché 15 Cestería
15 Cerámica 17 Fotografía
62 Representaciones teatrales
12 Libélula 13 Teatro de Papel
12 Teatro La Piña 13 El Búho Teatro de las sombras
12 Títeres Atiza
62 actuaciones musicales
12 Trío Cherzo 14 Eduardo López
12 José Mª Maldonado 12 Pepe Suero
12 Manolo Gomero 62 Semanas de Cine
CIRCUITO B
25 Representaciones teatrales
4 Etcétera 4 Bao Teatro
4 La Jácara 4 Fantoche
5 La Pupa 4 Giraldillo de Comedias
25 actuaciones musicales
5 Albania 5 Arden Lágimas
5 Helio 5 Dogo y los Mercenarios
5 Tiernos Mancebos
25 Cursillos
8 Tejidos 9 Madera
8 Títeres
25 Recitales de Guitarra Flamenca
8 Diego del Gastor 5 Isidoro Carmona
5 Pedro Bacán 7 Paco del Gastor
25 Semanas de Cine
25 Exposiciones Fuente: Fundación Luis Cernuda, Programación 1987. Diputación Provincial de Sevilla.
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Los municipios pertenecientes al circuito C tenían una programación
adaptada a las características particulares de cada uno de ellos, construida
entre los ayuntamientos correspondientes y los técnicos de la Fundación
Luis Cernuda.
Una de las virtualidades de una
programación como está fue que dio
entrada a los circuitos culturales a ar-
tistas andaluces de diversas especia-
lidades, con lo que además de pro-
mover la acción cultural en los muni-
cipios, fomentaba el sector de la pro-
ducción cultural y la creatividad, uno
de los aspectos fundamentales en
cualquier programación coherente de
gestión cultural desde las institucio-
nes públicas.
En los últimos años la progra-
mación de la Diputación al servicio de
los pueblos de la provincia se ha ido
perfeccionando y haciendo más com-
pleja como consecuencia de los cam-
bios experimentados en la demanda
de los vecinos de los municipios para
los que la actividad cultural ha pasado a ser algo cotidiano al tiempo que
pasaron de ser meros espectadores o consumidores de cultura a practi-
cantes de alguna forma de expresión artística, especialmente teatro y mú-
sica.
Así, entre 1995 y 1999 la Diputación produjo para la provincia los
siguientes programas:
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TEATRO MÚSICA
Teatro en la Provincia - Teatro Infantil - Teatro para Adultos
Música en la Provincia
Circuito Provincial de las Artes Escé-nicas y de la Música
Ciclo de Música Antigua
Talleres de Creación en las Artes Es-cénicas
Música de Navidad
Muestra de Teatro Aficionado
FLAMENCO CINE
25 para 50: Flamenco en las Peñas Cine en la Provincia
Festivales en la Provincia Cursos de Cine y Video
FESTIVALES ARTESANÍAS
Itálica en la Provincia Artesanía en la Provincia - Talleres especializados
Festival Internacional de Jazz Exposiciones de Artesanías
El Son Cubano y el Flamenco Exposiciones de Patrimonio
EXPOSICIONES HOMENAJES Y CONMEMORACIONES
Exposiciones itinerantes de artes plásticas
Homenajes a personajes relevantes y acontecimientos históricos de rele-vancia
Fuente: Diputación Provincial de Sevilla (1999), Memoria de la Legislatura 1995-1999 del Área de Cultura y Ecología. Sevilla: Diputación Provincial de Sevilla.
La programación cultural en los municipios se ha ido construyendo
poco a poco como una programación variada (combinando el consumo con
el fomento de la práctica de artes y artesanías; lo tradicional con la mo-
dernidad) y ajustada a las características de cada municipio. Esta progra-
mación ha sido consecuencia de la acción coordinada entre los ayunta-
mientos y la Diputación Provincial que suple las deficiencias sobre todo en
los municipios de menor tamaño y menores recursos.
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LOS EQUIPAMIENTOS CULTURALES
Pero siendo importante el reto que suponía llenar los municipios de
actividad cultural, las carencias más importantes en los primeros años de
la democracia era la de infraestructuras y equipamientos apropiados para
llevar a cabo la política cultural que se deseaba. No habiendo sido el fo-
mento y la promoción cultural una prioridad para las instituciones públicas
en el período político anterior, los pueblos carecían de espacios adecuados
para la acción cultural. En los pueblos de la provincia de Sevilla, sólo esta-
ban disponibles algunas escasas instalaciones casi siempre dependientes
de instituciones privadas, sobre todo la Iglesia y las cajas de ahorros. Era
preciso pues em-
prender una deci-
dida acción orien-
tada a dotar a los
municipios de
equipamientos en
los que llevar a
cabo de una for-
ma adecuada las
actividades cultu-
rales que se ve-
nían programan-
do.
Dos eran los
problemas a re-
solver en orden a
superar esta deficiencia. El primero conseguir las dotaciones económicas
para edificar los equipamientos. El segundo, decidir qué tipo de equipa-
miento era el más adecuado para llevar a cabo una acción cultural como la
que se estaba emprendiendo. Las dotaciones económicas vinieron funda-
mentalmente de la Diputación Provincial que de nuevo asumía la tarea de
dotar a los municipios de los recursos para hacer posible el bienestar de
los ciudadanos. También los propios municipios en la medida de sus posi-
bilidades, la Junta de Andalucía, tras asumir las competencias sobre la po-
Casa de Cultura de Castilleja de la Cuesta
17
lítica cultural en 1984, y la administración estatal aportaron fondos para
dotar a los pueblos de instalaciones culturales adecuadas.
La decisión sobre la clase de equipamientos que debían construirse
se revolvió de acuerdo con el espíritu que animaba a los impulsores de la
acción política en los primeros años de la transición a la democracia. Dos
fueron los equipamientos que se consideraron básicos para la política cul-
tural: las Bibliotecas y las Casas de Cultura. Separadas o integradas las
primeras en las segundas, ambos equipamientos deberían ser los centros
de la acción cultural en los municipios. Después se consideraba que debían
construirse espacios polivalentes con posibilidad para representaciones
teatrales y espectáculos escénicos, y salones multifuncionales.
La inversión en equipamientos
Como se indicó líneas atrás, la inversión pública en equipamientos
para uso cultural se realizó por todas las instancias de la administración
pública, desde los ayuntamientos hasta la administración del Estado. Sin
embargo, el esfuerzo más importante vino de la mano de la Diputación
Provincial, que asumió el reto de dotar a los municipios de la provincia de
infraestructuras adecuadas para la acción cultural. Las inversiones fueron
constantes por parte de todas las administraciones, pero en términos rela-
tivos, la segunda parte de los años 90 fueron los que experimentaron ma-
yor flujo de capitales a esta clase de dotación municipal.
INVERSIÓN TOTAL EN EQUIPAMIENTOS CULTURALES EN LA PROVINCIA DE SEVILLA (1985-2002)
0100200300400500600700800900
1.0001.1001.200
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
Millo
nes
de P
ts.
18
Como se observa en los gráficos que acompañan a este texto, el es-
fuerzo inversor más importante se produjo en los años 1996 a 1998, sobre
todo por parte de la Diputación Provincial, que dedicó en la legislatura
1995-1999 una atención muy especial a la dotación de infraestructuras
culturales en los municipios –más de 2.500 millones de pesetas (15 millo-
nes de Euros)–, derivando a esta área una parte de los recursos que hasta
ese momento se habían dedicado a equipamientos deportivos, de los que
la mayor parte de los pueblos estaban ya en este momento conveniente-
mente dotados11.
La mayor parte de las inversiones se dedicó a dotar a los municipios
de dos tipos de equipamientos que se consideraban básicos para la política
cultural municipal: Casas de Cultura y Bibliotecas. Cuando existían ambos
con unas condiciones adecuadas, se construyeron equipamientos apropia-
dos para audiciones de música y representaciones teatrales (teatros y au-
ditorios), y salones multifuncionales que, junto con los dos anteriores,
11 Véase el catálogo de instalaciones deportivas de la provincia, editado por la
Diputación Provincial en 199
INVERSIÓN EN EQUIPAMIENTOS CULTURALES EN LA PROVINCIA DE SEVILLA POR PARTE DE LAS DISTINTAS ADMINISTRACIONES
PÚBLICAS (1985-2002)
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1.000
1.100
1.200
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
Millo
nes
de P
ts.
DIPUTACIÓN JUNTA DE ANDALUCÍA MAP FED-ADLO
19
constituyen la infraestructura cultural básica para los municipios. Otras in-
versiones se dedicaron a museos, archivos locales y otros equipamientos
menores tales como salas de exposiciones, aularios para el desarrollo de
talleres y cursillos, incluidos los de formación musical a la que se prestó
especial atención, kioscos de música, etc.
DISTRIBUCIÓN DE LA INVERSIÓN EN GRANDES EQUIPAMIENTOS CULTURALES
(1985-2002)
Teatros, Cines, Auditorios
38%
Salones de Usos Múltiples
19%
Casas de Cultura36%
Bibliotecas7%
EVOLUCION DE LAS ACTUACIONES EN CENTROS CULTURALES
0
5
10
15
20
25
30
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
NU
MER
O D
E A
CTU
AC
ION
ES
BIBLIOTECAS CASAS DE CULTURASALON DE USOS MULTIPLES TEATROS, CINES Y AUDITORIOS
20
INVERSIONES REALIZADAS EN EQUIPAMIENTOS CULTURALES EN LA PROVINCIA DE SEVILLA (en Pesetas)
TOTAL MAP % COMUNIDAD AUTONOMA
% DIPUTACION PROVINCIAL
% FED-ADLO %
1985 25.395.833 5.229.198 21 0 0 14.455.831 57 5.710.804 22
1986 43.463.185 10.072.566 23 0 0 21.661.759 50 11.728.860 27
1987 74.488.982 24.016.918 32 0 0 27.344.143 37 23.127.921 31
1988 123.815.286 35.390.822 29 0 0 56.816.636 46 31.607.828 26
1989 147.323.371 61.098.742 41 0 0 44.052.500 30 42.172.129 29
1990 173.658.545 23.603.111 14 0 0 104.265.801 60 45.789.633 26
1991 77.704.412 0 0 54.860.000 71 0 0 22.844.412 29
1992 46.461.332 0 0 23.230.666 50 11.615.334 25 11.615.332 25
1993 34.800.916 0 0 16.252.029 47 9.848.659 28 8.700.228 25
1994 86.574.342 0 0 34.961.309 40 29.162.427 34 22.450.606 26
1995 117.160.079 0 0 46.995.398 40 39.985.662 34 30.179.019 26
1996 1.221.144.497 0 0 8.023.465 1 1.151.456.089 94 61.664.943 5
1997 1.479.116.093 7.500.000 1 425.595.032 29 661.228.564 45 384.792.497 26
1998 858.345.044 13.780.500 2 228.388.954 27 417.775.454 49 198.400.136 23
1999 449.021.897 0 0 86.188.996 19 273.407.995 61 89.424.906 20
2000 441.033.241 532.000 0 124.258.115 28 240.950.376 55 66.892.750 15
2001 249.946.036 1.009.803 0 46.149.600 18 135.042.509 54 49.989.207 20
2002 255.772.053 6.785.387 3 32.441.110 13 43.123.757 17 51.153.712 20
TOTAL 5.905.225.144 189.019.047 3 1.127.344.674 19 3.282.193.496 56 1.158.244.923 20
21
Las Casas de Cultura
El equipamiento considerado fundamental para la acción cultural en
los municipios fue la Casa de Cultura. Un equipamiento con diversas de-
pendencias que
debía ser la base
de la política cultu-
ral del municipio.
Sus espacios inter-
nos deberían per-
mitir la relación en-
tre los ciudadanos,
la realización de ta-
lleres y cursillos,
actividades cultura-
les para grupos no
excesivamente
numerosos, ade-
más de contener
los espacios admi-
nistrativos necesarios para programas y gestionar la política cultural. En
buena medida la Casa de Cultura coincidía en su organización y objetivos
con los Centros Socioculturales y los Centros Cívicos, diferenciándose de
ellos sólo en función del énfasis que en cada municipio se pusiera en la ac-
ción cultural, sociocultural o en los aspectos relacionados con la participa-
ción ciudadana en las programaciones sociales y culturales.
En la construcción de las Casas de Cultura en la provincia de Sevilla
se siguió el criterio general de utilizar en la medida de lo posible edificios
emblemáticos de los pueblos, dando así dignidad al espacio dedicado a las
actividades culturales, al tiempo que se colaboraba a la conservación del
patrimonio cultural e histórico que de otro modo podría correr el riesgo de
perderse. Cuando no se disponía en los municipios de este tipo de anti-
guos de edificios, se optó por la construcción de edificios de nueva planta
que resultaban menos emblemáticos, pero sin duda más funcionales, dado
que sus espacios interiores se diseñaron para el uso específico al que es-
taban destinados.
Interior de la Casa de Cultura de Las Cabezas de San Juan
22
Conscientes de la im-
portancia de este equipa-
miento, las administraciones
responsables de la política
cultural invirtieron una gran
cantidad de fondos en cons-
truir Casas de Cultura en la
provincia: casi 2.500 millo-
nes de pesetas (15 millones
de Euros) en el período que
va de 1985 a 2002. Como en
el resto de los casos, la ma-
yor inversión se produjo por
parte de la Diputación Provincial en el período de 1995 a 1999, de modo
que al final del siglo prácticamente la totalidad de los municipios de la
provincia disponían de un equipamiento de este tipo dispuesto para su uso
o en construcción.
Casa de Cultura de Lebrija
INVERSIONES EN CASAS DE CULTURA (1985-2002)
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
Millo
nes
de P
ts.
23
Esta inversión permitió pasar de 78 Casas de Cultura en 1985, fecha
para la que existe el primer censo de equipamientos culturales de la pro-
vincia, muchas d ellas en muy mal estado o claramente deficitarias, a 115
en el año 2002, incluyendo en este número también los Centros Cívicos y
Socioculturales que cumplen en muchos municipios las mismas funciones
que las Casas de Cultu-
ra.
Las Casas de Cul-
tura se han construido
como equipamientos po-
livalentes que incluyen
diversos espacios para
usos diferentes. Muchas
de ellas incorporan bi-
bliotecas, salones de ac-
tos, aularios para cursos
de música y cursillos de
diverso tipo. salas de
reuniones, dependencias
administrativas, etc. De
modo que en casi todos los municipios se convierten en el centro funda-
mental de la actividad cultural de la localidad y, al ofrecer muchos servi-
cios, en lugares de encuentro para vecinos de todas las edades.
Las Bibliotecas
Las Bibliotecas han
sido consideradas desde la
Antigüedad como equipa-
mientos culturales de prin-
cipal importancia. Conte-
nedores de Cultura, debían
ser no sólo el depósito del
saber, sino también el lu-
gar para su transmisión.
Biblioteca en la Casa de Cultura de Osuna
Salón de actos en la Casa de Cultura de Estepa
24
Su número y uso han sido siempre
considerados como un indicador
fundamental del nivel de desarrollo
de un pueblo.
La extensión de la red de Bi-
bliotecas municipales a todos los
pueblos de la provincia ha sido asi-
mismo uno de los objetivos priorita-
rios de la política cultural en Sevilla,
así como la adecuación a las nor-
mas fijadas desde los organismos
responsables de la gestión de la red
de Bibliotecas, tarea que lleva a ca-
bo desde 1983 la Consejería de Cul-
tura de la Junta de Andalucía, a tra-
vés del Centro Provincial Coordina-
dor.
La dotación de Bibliotecas en la provincia ha sido notable en los úl-
timos 20 años, así como su adecuación a las normas generales, lo que en
muchas ocasiones ha obligado a abandonar el edificio usado anteriormente
para este fin y construir uno nuevo, ya fuera exento ya fuera integrado en
las Casas de Cultura. Para ello se han invertido en la provincia más de 400
millones de pesetas (2,4 mi-
llones de Euros). Esta inver-
sión ha permitido pasar de
las 45 Bibliotecas censadas
para 1985, a las 109 exis-
tentes en los municipios
menores de 50.000 habitan-
tes en el año 2002, que su-
ponen un total de 31.000 m2
de superficie dedicada a es-
te uso, y un depósito de
700.000 volúmenes. En la
actualidad sólo seis munici-
Biblioteca municipal de Cañada del Rosal
Biblioteca de Cazalla de la Sierra
25
pios de la provincia todos los municipios de la provincia no cuentan con
una biblioteca con las condiciones adecuadas de depósito y salas de lectu-
ra. En muchos de los casos las bibliotecas cuentan con salas de lectura se-
paradas para lectores adultos e infantiles, así como con fondos audiovisua-
les (vídeos, discos compactos, CD-Rom…) y medios para su consulta. Sólo
algunas de la Bibliotecas cuentan con medios para el acceso a Internet.
EVOLUCIÓN DE LA SUPERFICIE DESTINADA A GRANDES EQUIPAMIENTOS CULTURALES (m2)
278.876
180.974
80.363
82.279
0
50.000
100.000
150.000
200.000
250.000
300.000
1985 1990 1995 2000
Fuente: Encuestas de Infraestructuras y Equipamientos Locales de la Provincia de Sevilla,
1985, 1990, 1995, 2000.
Teatros, Cines y Auditorios
En la Guía de Recursos Culturales de la Provincia de Sevilla elabora-
da por la Fundación «Luis Cernuda» entre 1985 y 1988, y publicada en
1989, se hacía notar el enorme descenso que habían sufrido las salas de
espectáculos (cines y teatros) en la provincia en los diez años anteriores al
inventario: habían llegado a existir 300 cines en la provincia (sin incluir la
capital) y de ellos sólo quedaban 63 en 1985, incluyendo cines de verano
y de invierno y algunos teatros, ya fueran de gestión pública o privada.
Los cambios en los hábitos culturales de la población que optó por otras
formas de entretenimiento, fueron los responsables de esta masiva desa-
parición.
26
Sin embargo, era evidente que una
política cultural adecuada debía contar
inexcusablemente en su programación
con espectáculos teatrales y musicales,
así como incluir proyecciones cinemato-
gráficas entre las actividades de consu-
mo cultural en los municipios. Muchas de
las proyecciones, las representaciones
teatrales y los recitales de música se
montaron en muchos municipios en luga-
res alternativos que suplieron a los espa-
cios escénicos: templos, plazas públicas,
salones… Como las deficiencias en este
aspecto eran muchas dadas las escasas
salas susceptibles para ser utilizadas en
este tipo de actividades, los responsables
de la política cultural emprendieron la tarea de ir dotando a los municipios
de infraestructuras apropiadas.
En algunos casos se procedió a la restauración y rehabilitación de
teatros y cines que habían tenido un uso común en decenios anteriores y
que habían sido abandonados, como el Teatro Cerezo de Carmona o el En-
rique de la Cuadra de Utrera. En la mayoría se procedió a la construcción
de equipamientos de nueva planta, a veces con estructura y organización
de teatros y posibilidad de instalar una pantalla para proyecciones cinema-
tográficas, como el Teatro
Municipal de Olivares, a
veces en forma auditorios
con estructura apropiada
para espectáculos musica-
les, pero susceptibles de
albergar un escenario con
cámara negra para repre-
sentaciones teatrales, co-
mo en los casos de los au-
ditorios de la Casa de la
Teatro Cerezo de Carmona
Teatro Municipal de Los Palacios
27
Cultura de Cantillana o de la
Sala «Blas Infante» en Bre-
nes. En aquellos municipios
con pequeña población y con
carencia de equipamientos
fundamentales se optó por la
construcción de amplios Salo-
nes de Actos en los que se
instaló un estrado alto que
podía servir tanto para confe-
rencias, proyecciones cinema-
tográficas, espectáculos musicales o representaciones teatrales que no re-
quirieran una compleja tramoya, como en Casariche, el salón de la Casa
de la Cultura de Martín de la Jara, y muchos otros.
En el período que va de 1985 a la actualidad, la inversión en este ti-
po de equipamientos ha sido superior a 2.000 millones de pesetas (12 mi-
llones de Euros), con distintas fases de intensidad. Pero fue en la última
década del siglo XX cuando se hizo una más importante inversión relativa
en salas de teatro y auditorios. Esta inversión ha propiciado que en la ac-
tualidad la provincia disponga de 31 equipamientos de este tipo, sin contar
los que, como por ejemplo en Estepa, en La Algaba o en Cantillana, entre
otros, se integran en edificios polivalentes como las Casas de Cultura o los
Centros Cívicos.
Excepto en los casos
de rehabilitación (tarea que
aún no está terminada en
todos los teatros que, como
el San Fernando de Villa-
nueva del Río y Minas, son
recuperables) los teatros y
auditorios se construyeron
una vez que el municipio
contaba con otros equipa-
mientos básicos, especial-
mente Casas de Cultura. Es-
Casa de la Cultura de Cantillana
Salón de Actos/Teatro de Casariche
28
ta parece obviamente ser la razón por la que el final de la última década
del siglo XX es el período en que se realizan mayor número de interven-
ciones en este tipo de equipamientos.
INVERSIÓN RELATIVA POR GRANDES EQUIPAMIENTOS CULTURALES
0%
20%
40%
60%
80%
100%
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
BIBLIOTECAS CASAS DE CULTURASALONES DE USOS MULTIPLES TEATROS, CINES Y AUDITORIOS
Nº DE ACTUACIONES EN TEATROS Y AUDITORIOS
0
1
2
3
4
5
6
7
8
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
29
TEATROS-CINE Y AUDITORIOS EN LA PROVINCIA DE SEVILLA (2002)
Municipio Denominación El Arahal Cine (Antiguo Teatro Cervantes) Brenes Sala Blas Infante Las Cabezas de San Juan Teatro-Cine San Juan Carmona Teatro Cerezo Casariche Teatro Castilblanco de los Arroyos Centro. Cultural de Espacios Escénicos Castilleja de la Cuesta Auditorio Coria del Río Auditorio Municipal El Coronil Auditorio* Écija Teatro Municipal de Écija El Garrobo Auditorio Gerena Auditorio Gines Auditorio Carlos Cano Lebrija Mirador de la Peña* Lebrija Teatro Municipal Juan Bernabé Mairena del Alcor Casa Palacio Morón de la Frontera Altos del Mercado de Abastos Olivares Teatro Municipal Osuna Teatro Álvarez Quintero Los Palacios y Villafranca Teatro Municipal La Puebla de Cazalla Sala/Teatro Bodega Antonio Fuentes La Puebla del Río Teatro La Rinconada Cine de Verano* San Juan de Aznalfarache Auditorio Municipal* San Juan de Aznalfarache Teatro Municipal El Saucejo Teatro Municipal La Alberquilla Umbrete Cine de Verano* Utrera Auditorio del Castillo* Utrera Teatro Municipal Enrique de La Cuadra Villanueva del Río y Minas Teatro-Cine San Fernando * Espacios al aire libre Fuente: Encuesta de Infraestructuras y Equipamientos Locales de la Provincia
de Sevilla, 2000
30
Salas de Usos Múltiples
Otro tipo de equipa-
miento que ha recibido espe-
cial atención en los últimos
veinte años ha sido el deno-
minado Salón de Usos Múlti-
ples. Un equipamiento muy
versátil que, dotado con ade-
cuados sistemas de separa-
ción de espacios, puede ser
utilizado para actividades
muy diversas, desde cursillos y talleres, a conferencias o exposiciones de
artes plásticas, e incluso para espectáculos musicales o representaciones
teatrales dirigidos a un público reducido y que no requieran de escenogra-
fías complejas. Adecuado especialmente para municipios pequeños cuya
programación cultural no requiera la utilización simultánea de varias insta-
laciones, el Salón de Usos Múltiples es, junto con la Casa de Cultura, el
equipamiento básico ideal para la acción cultural en las zonas rurales.
Este es el motivo de que a lo largo del período que aquí se analiza,
una buena parte de la inversión, al menos en número de actuaciones, ha-
ya sido destinada a estos equipamientos multifuncionales: un total de 70
actuaciones con una inversión de más de 1.000 millones de pesetas. Este
esfuerzo inversor ha tenido como resultado la existencia en estos momen-
tos de 45 salas de usos
múltiples en la provincia,
un crecimiento espectacu-
lar, si se tiene en cuenta
que en 1985 sólo había
censada una instalación de
este tipo., y 13 en 1995.
Auditorio abierto de Mairena del Alcor
Salón de Usos Múltiples de Fuentes de Andalucía
31
Otros equipamientos
Además de estos grandes equipamientos básicos para la política cul-
tural, los municipios han ido siendo dotados en los últimos veinte años de
otras instalaciones que colaboran a lograr ya la conservación y difusión del
patrimonio, ya a mejorar las condiciones de la población para el consumo
cultural o la práctica de las artes.
Así por ejemplo en la
Guía publicada en 1989 por la
Fundación «Luis Cernuda» se
anotaba la existencia de 12
aularios aptos para cursillos y
talleres de diverso tipo (sin
contar los que forman parte
de Casas de Cultura o de otros
equipamientos). En el año
2002 estas instalaciones han
aumentado hasta 55 de diver-
sa capacidad y adecuados pa-
ra talleres especializados o multifuncionales.
Los depósitos del patrimonio histórico y cultural han recibido tam-
bién mucha atención en los municipios de la provincia de Sevilla. Mientras
que en 1988 existía en la provincia un censo de 13 depósitos entre colec-
ciones de diverso tipo y Museos Locales12, en la actualidad existen 18, la
mayor parte de ellos abiertos permanentemente y con fondos organizados.
Por otra parte, la mayoría de los municipios disponen de archivos organi-
zados locales organizados, y de ellos 7 son archivos históricos con docu-
mentación anterior al siglo XIX y en su mayor parte con espacios adecua-
dos para la consulta de los legajos. En bastantes casos han ocupado edifi-
cios históricos recuperados y rehabilitados para este fin. Esta tarea de or-
ganización y adecuación de los depósitos documentales históricos ha per-
mitido un notable incremente de los estudios de historia local, muchos de
los cuales han sido publicados por la Diputación Provincial.
12 Muchas de estas colecciones eran privadas. No se han tenido en cuenta los Mu-
seos de Itálica y la Necrópolis de Carmona que superan el rango de Museos Locales, ni los museos eclesiásticos.
Escuela Municipal de Música de Lora del Río
32
MUSEOS LOCALES DE LA PROVINCIA DE SEVILLA (2002)
Municipio Denominación
La Algaba Museo-Torre de Los Guzmanes
Badolatosa Centro Interpretación del Río Genil*
Bollullos de la Mitación Casa Museo
Carmona Museo y Centro de Interpretación de la Ciudad de Carmona
Écija Palacio de Benamejí
Estepa Museo Padre Martín Recio
Herrera Museo Municipal
Marchena Museo Lorenzo Coullard Valera
Marchena Museo Zurbarán
Marchena Museo Arqueológico y Etnológico
Osuna Museo Arqueológico
Osuna Museo Arte Sacro
La Puebla de Cazalla Museo de Arte Contemporáneo José Mª Moreno Galván
La Puebla de Cazalla Museo Etnográfico Molino El Serio
Montellano Museo de Artes y Costumbres
El Real de la Jara Museo Municipal de Ciencias Naturales
Santiponce Museo Municipal Fernando Marmolejo
Utrera Colección Arqueológica
* En construcción
Museo L. Coullard Valera en Marchena
33
En algunos municipios de
la provincia el equipamiento cul-
tural ha sido completado con
emisoras de radio y televisión, o
con kioscos de música en las
plazas, y casetas en los campos
de feria que pueden ser utiliza-
das a lo largo del año para llevar
a cabo actividades culturales de
diverso tipo.
Museo Municipal de Herrera
Museo Etnográfico de La Puebla de Cazalla
Caseta Municipal de La Campana
34
LOS EQUIPAMIENTOS CULTURALES A COMIENZOS DEL SIGLO XXI
Al comenzar el siglo XXI, la provincia de Sevilla se encuentra en una
situación absolutamente diferente de la que tenía en el momento de la
restauración de la democracia en España. Como se puede observar en las
tablas que se adjuntan a este texto, todos los municipios de la provincia
cuentan con infraestructuras que permiten el desarrollo de actividades cul-
turales, que también tienen lugar en todos los municipios en los que la
programación cultural cuenta
con actuaciones impulsadas
por los propios ayuntamientos
y por la Diputación Provincial.
La provincia dispone en
estos momentos de 515 equi-
pamientos culturales que ocu-
pan casi 279.000 m2: un in-
cremento del 339% en relación
con los 82.000 m2 que existían
en 1985, el primer año para el
que existe un censo confiable de equipamientos culturales de la provincia.
Estos equipamientos cubren una buena parte de las necesidades de los
pueblos.
AÑO SUPERFICIE DE USO CULTURAL
(m2)
INCREMENTO%
1985 82.279 100 1990 80.363 98 1995 180.974 220 2000 278.876 339
En relación con las infraestructuras fundamentales, sólo 12 munici-
pios no cuentan con el equipamiento básico de que es la Casa de Cultura o
edificio equivalente (Centro Cívico o Centro Sociocultural), y seis no dispo-
nen de Biblioteca Municipal convenientemente dotada, aunque el número
de Bibliotecas Municipales de la provincia es de 116, es decir que existen
municipios como Algámitas, Carmona, Guillena, La Luisiana, Mairena del
Kiosco de música en Coria del Río
35
Aljarafe, Morón de la Frontera, Pedrera, Pilas, La Rinconada, Utrera y El
Viso del Alcor que cuentan con más de una.
En general todos los municipios pequeños están dotados de una in-
fraestructura cultural mínima, y esto hace que, en términos relativos, los
municipios menores de 5.000 habitantes tengan un índice de superficie de
equipamientos culturales por habitante mayor que los municipios más im-
portantes demográficamente. En este aspecto es de destacar que Burgui-
llos, con 3.450 habitantes es el municipio relativamente mejor dotado de
equipamientos culturales con una proporción de más de 2 m2 de superficie
cultural por habitante, mientras que Utrera, uno de los mayores munici-
pios de la provincia con más de 46.000 habitantes, dispone de sólo 0,3
m2, a pesar de disponer de una excelente dotación de equipamientos.
BIBLIOTECAS CASAS DECULTURA
SALONES DEUSOS
MULTIPLES
TEATROS CINESY AUDITORIOS
1985
1990
1995
2000
110116
37 37
54
94
13
29
37
79
1
18
37
85
1
19
0
20
40
60
80
100
120
EVOLUCIÓN DE LOS EQUIPAMIENTOS CULTURALES EN LA PROVINCIA DE SEVILLA (1985-2000)
36
PROMEDIO DE M2 DE SUPERFICIE DE USO CULTURAL POR HABITANTE
SEGÚN EL TAMAÑO DE LOS MUNICIPIOS
MUNICIPIOS M2/HBT. RELACIÓN CON LA
MEDIA PROVINCIAL
Menores de 5.000 hbts. 0,828 0,158
De 5.000 a 10.000 hbts. 0,533 -0,137
De 10.000 a 20.000 hbts. 0,602 -0,068
Más de 20.000 hbts. 0,414 -0,256
Total provincial 0,670 0,000
El gráfico siguiente, en el que cada municipio está representado por
un punto que pone en relación su población con el índice de superficie cul-
tural por habitante, refleja con claridad esta situación. Un número impor-
tante de municipios menores de 10.000 habitantes se encuentran a la de-
recha de la línea que marca el promedio del índice para la provincia, mien-
RELACIÓN ENTRE EL TAMAÑO DE LOS MUNICIPIOS Y LOS M2
DE SUPERFICIE DE USO CULTURAL POR HABITANTE
-10.000
0
10.000
20.000
30.000
40.000
50.000
0,000 0,250 0,500 0,750 1,000 1,250 1,500 1,750 2,000 2,250
m2/habitante
Pobla
ción
Promedio(0,670 m2/hab)
Lora de Estepa
0,041 m2/hab
Burguillos2,103 m2/hab
61 municipios<0,670m2/hab<41
37
tras que los mayores se encuentran
en mayor proporción a la izquierda.
Las líneas de tendencia trazadas en
el gráfico también dejan ver clara-
mente esta situación: mientras que la
línea roja, que indica la tendencia li-
neal, muestra cómo efectivamente en
términos absolutos la superficie de
uso cultural disminuye cuando es
menor la población, la línea logarít-
mica (verde) que tiene en cuenta la
situación relativa en función de la
población, tiende a convertirse en pa-
ralela al eje horizontal, mostrando
que los municipios menores tienen
una dotación mínima de equipamien-
tos culturales, resultado de una polí-
tica de discriminación positiva a favor de los pequeños municipios rurales.
Si se comparan estos datos con los que resultaron del inventario que
sirvió de base a la ya citada Guía de recursos culturales de la provincia de
Sevilla publicada por la Fundación «Luis Cernuda» en 1989, los resultados
son sin duda positivos. En la Guía se mostraba la existencia del siguiente
déficit para equipamientos considerados entonces indispensables para lle-
var a cabo una mínima actividad cultural en los municipios:
EQUIPAMIENTO DÉFICIT
ABSOLUTO
1988
DÉFICIT
RELATIVO
1988
DÉFICIT
2002
Bibliotecas 14 10 6
Salones de Actos 12 37 1
Salas de Exposiciones* 4 3 0 *Para poblaciones de más de 15.000 habitantes
Excepto en el caso de las Bibliotecas, los déficit señalados están hoy
resueltos, y son otros los que se plantean en los municipios. Sólo existe en
Radio Minera de Villanueva del Río y Minas
38
la actualidad un municipio en la provincia –Lora de Estepa– que pueda ser
considerado deficitario de equipamiento cultural en términos absolutos.
BALANCE DE DOS DÉCADAS DE POLÍTICA
CULTURAL EN LOS MUNICIPIOS De los datos expuestos en las pá-
ginas de este ensayo se puede concluir
de un lado, que la acción cultural ha pa-
sado a formar parte indispensable de la
política municipal, y de otro que el déficit
de equipamientos para la cultura que
existía en los pueblos de la provincia de
Sevilla al final de la dictadura, ha sido
superado y que los municipios se en-
cuentran, salvo escasas excepciones,
convenientemente dotados.
Sin embargo, como consecuencia
de que la actividad cultural ha pasado a
formar parte de la vida cotidiana de los pueblos, han aparecido nuevos
problemas que constituyen el reto fundamental para los responsables polí-
ticos y los gestores culturales en los próximos años. Dos de estos retos
tienen que ver directamente con la programación cultural en los munici-
pios, y un tercero con los responsables de su diseño y gestión.
Es evidente, a la luz de los resultados, que ha habido una importan-
te inversión en equipamientos para la cultura en los municipios de la pro-
vincia, pero también lo es que muchos de ellos están infrautilizados duran-
te una buena parte del año. Casas de Cultura extraordinariamente dotadas
cuya actividad casi única a lo largo del año es la realización de talleres o
cursos de música a los que sólo asisten niños, Salones de Actos, Auditorios
y Teatros que únicamente se utilizan con ocasión de la fiestas locales o
para esporádicos recitales de música y representaciones teatrales, y Bi-
bliotecas con horarios restringidos forman parte del panorama cultural de
muchos de los pueblos de la provincia. Es la consecuencia de la apuesta
por la necesaria construcción del equipamiento, pero que una vez levanta-
Aula de Música de la Casa de Culturade Estepa
39
dos no se dotan de presupuesto y perso-
nal para llenarlos de actividad. Parece
pues que en los municipios de la provin-
cia es la hora de llenar las partidas pre-
supuestarias en los capítulos del perso-
nal especializado y de las actividades, y
disminuir las destinadas a la construc-
ción: un equipamiento cerrado o infrauti-
lizado es la prueba evidente de una polí-
tica cultural fracasada.
Esta primera deficiencia está es-
trechamente unida a problemas relacio-
nados con la planificación y programa-
ción de las actividades culturales. Junto
a pueblos dinámicos en los que la activi-
dad cultural se ha introducido en la coti-
dianidad de la vida ciudadana, demasiados otros tienen una vida cultural
débil y alejada de las demandas de los vecinos. En opinión de los hombres
y mujeres que han trabajado desde la transición a la democracia para ha-
cer realidad el objetivo de la democracia cultural, el problema fundamental
que tienen en la actualidad los munici-
pios de la provincia es el de una progra-
mación cultural ordenada y coordinada.
En su opinión parece conveniente que los
programas de cultura de los municipios
se construyan 1) de modo que respon-
dan a las características particulares de
cada territorio y contando con la opinión
y la participación de los vecinos de los
pueblos; 2) evitando la concentración en
períodos específicos del año (modelo de
las semanas culturales y las actividades
centradas en las fiestas locales), mien-
tras que el resto del tiempo no existe ac-
tividad cultural alguna; 3) coordinándose
Salón de Actos del Complejo Culturalde El Real de la Jara
Interior de la Casa de Cultura Palaciode Peñaflor en de Écija
40
con los municipios próximos para evitar reiteraciones en la programación y
abarcando de ese modo un más amplio espectro de actividad; y 4) logran-
do una mayor comunicación y coordinación entre el Área de Cultura de la
Diputación Provincia y los responsables de la política cultural de los muni-
cipios, de modo que la oferta de actividades culturales de la institución
provincial se ajuste de la mejor manera posible a las demandas y caracte-
rísticas particulares de aquellos.
Pero ni llenar de contenido los equipamientos culturales y la progra-
mación ordenada y coordinada son problemas solucionables sólo con la
conveniente y necesaria dotación presupuestaria de los capítulos de per-
sonas y actividades. Es preciso, además,
que las personas que trabajan en las
áreas de cultura de los municipios de la
provincia dispongan de una conveniente
formación técnica para la programación
y gestión de actividades culturales. Este,
que era uno de los retos más importan-
tes para la política cultura de los ayun-
tamientos democráticos, ha sido proba-
blemente el más olvidado. En general en
los municipios, sobre todo en los media-
nos y pequeños, las actividades cultura-
les se han ido programando y gestio-
nando con la voluntad y el esfuerzo de
los concejales del área –en algunos ca-
sos encargada a maestros o profesores
de enseñanzas secundarias miembros de las corporaciones pero en otros a
ediles sin la capacitación debida– con la colaboración de vecinos preocu-
pados por temas culturales. Pero en la mayoría faltaba el criterio técnico y
la continuidad. La programación cultural resulta en consecuencia improvi-
sada, desordenada y no siempre adecuada a las características del muni-
cipio. Resulta pues conveniente dotar a los municipios de personas ade-
cuadamente formadas en la programación y gestión de actividades cultu-
rales, un campo profesional aún no suficientemente consolidado en Anda-
lucía, de modo que la inversión en equipamientos y en actividad cultural
Casa de Cultura de Alcalá del Río
41
tenga la rentabilidad que el esfuerzo realizado y la importancia de un ser-
vicio público como éste requiere.
El futuro se presenta entonces difícil, los retos en materia de política
cultural local son importantes, pero las condiciones en que lo afrontan los
municipios de la provincia de Sevilla son espectacularmente diferentes a
las que se encontraron los hombres y mujeres que asumieron el reto de
dirigir los ayuntamientos democráticos, y de construir desde la nada el
nuevo servicio cultural que los ciudadanos de la naciente sociedad deman-
daban.
Sala infantil de la Biblioteca deAguadulce
42
EQUIPAMIENTOS CULTURALES DE LA PROVINCIA DE SEVILLA
MUNICIPIOS
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TAL
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Aguadulce 3 Alanís 5 Albaida del Aljarafe 2 Alcalá del Río 4 Alcolea del Río 2 Algaba (La) 5 Algámitas 4 Almadén de la Plata 2 Almensilla 4 Arahal 5 Aznalcázar 4 Aznalcóllar 4 Badolatosa 8 Benacazón 3 Bollullos de la Mitación 3 Bormujos 4 Brenes 4 Burguillos 5 Cabezas de San Juan (Las) 5 Camas 15 Campana (La) 4 Cantillana 4 Cañada del Rosal 3 Carmona 11 Carrión de los Céspedes 6 Casariche 4 Castilblanco de los Arroyos 8 Castilleja de Guzmán 4 Castilleja de la Cuesta 5
43
Castilleja del Campo 4 Castillo de las Guardas (El) 8 Cazalla de la Sierra 6 Constantina 5 Coria del Río 7 Coripe 2 Coronil (El) 7 Corrales (Los) 4 Cuervo (El) 3 Écija 11 Espartinas 6 Estepa 6 Fuentes de Andalucía 4 Garrobo (El) 4 Gelves 2 Gerena 5 Gilena 4 Gines 4 Guadalcanal 3 Guillena 9 Herrera 7 Huevar 5 Isla Mayor 2 Lantejuela (La) 3 Lebrija 8 Lora de Estepa 1 Lora del Río 4 Luisiana (La) 6 Madroño (El) 3 Mairena del Alcor 3 Mairena del Aljarafe 6 Marchena 12 Marinaleda 3 Martín de la Jara 3 Molares (Los) 4 Montellano 5 Morón de la Frontera 4 Navas de la Concepción (Las) 5 Olivares 5 Osuna 6 Palacios y Villafranca (Los) 10 Palomares del Río 3 Paradas 3 Pedrera 6 Pedroso (El) 3 Peñaflor 3
44
Pilas 6 Pruna 4 Puebla de Cazalla (La) 11 Puebla de los Infantes (La) 3 Puebla del Río (La) 7 Real de la Jara (El) 4 Rinconada (La) 12 Roda de Andalucía (La) 5 Ronquillo (El) 6 Rubio (El) 4 Salteras 3 San Juan de Aznalfarache 7 San Nicolás del Puerto 4 Sanlúcar la Mayor 6 Santiponce 4 Saucejo (El) 4 Tocina 4 Tomares 2 Umbrete 6 Utrera 15 Valencina de la Concepción 5 Villamanrique de la Condesa 3 Villanueva de San Juan 2 Villanueva del Ariscal 3 Villanueva del Río y Minas 5 Villaverde del Río 5 Viso del Alcor (El) 8 Fuente: Encuesta de Infraestructuras y Equipamientos Culturales de la Provincia de Sevilla, 2000.
45
SUPERFICIE DE USO CULTURAL POR HABITANTE EN LA PROVINCIA DE SEVILLA
MUNICIPIO POBLACIÓN
SUPERFICIE DE USO
CULTURAL (m2)
m2/HAB
RELACIÓN CON EL
PROMEDIO (0,670 m2)
Aguadulce 1.952 1.996 1,023 0,352
Alanís 2.017 960 0,476 -0,195
Albaida del Aljarafe 1.847 652 0,353 -0,318
Alcalá del Río 9.036 5.299 0,586 -0,084
Alcolea del Río 3.412 790 0,232 -0,439
Algaba (La) 12.635 5.476 0,433 -0,237
Algámitas 1.380 1.151 0,834 0,163
Almadén de la Plata 1.760 1.884 1,070 0,400
Almensilla 3.084 1.985 0,644 -0,027
Arahal 18.448 22.793 1,236 0,565
Aznalcázar 3.405 1.512 0,444 -0,227
Aznalcóllar 5.772 3.008 0,521 -0,150
Badolatosa 2.986 3.315 1,110 0,439
Benacazón 5.027 523 0,104 -0,567
Bollullos de la Mitación 5.009 1.186 0,237 -0,434
Bormujos 9.266 4.197 0,453 -0,218
Brenes 10.565 8.927 0,845 0,174
Burguillos 3.451 7.256 2,103 1,432
Cabezas de San Juan (Las) 15.655 4.069 0,260 -0,411
Camas 40.582 6.419 0,158 -0,513
Campana (La) 5.187 4.005 0,772 0,101
Cantillana 8.847 1.944 0,220 -0,451
Cañada del Rosal 3.036 1.811 0,597 -0,074
Carmona 24.856 32.803 1,320 0,649
Carrión de Los Céspedes 2.331 1.918 0,823 0,152
Casariche 4.827 871 0,180 -0,490
Castilblanco de Los Arroyos 4.389 5.338 1,216 0,545
Castilleja de Guzmán 1.444 594 0,411 -0,259
Castilleja de la Cuesta 16.318 11.608 0,711 0,041
Castilleja del Campo 633 747 1,180 0,509
Castillo de las Guardas (El) 1.522 2.731 1,794 1,124
Cazalla de la Sierra 4.996 4.835 0,968 0,297
Constantina 6.857 2.470 0,360 -0,311
Coria del Río 23.678 8.224 0,347 -0,323
Coripe 1.476 707 0,479 -0,192
Coronil (El) 5.100 4.901 0,961 0,290
46
Corrales (Los) 4.130 5.592 1,354 0,683
Cuervo (El) 7.241 2.895 0,400 -0,271
Écija 35.712 27.119 0,759 0,089
Espartinas 5.074 3.265 0,643 -0,027
Estepa 11.700 7.542 0,645 -0,026
Fuentes de Andalucía 7.407 8.336 1,125 0,455
Garrobo (El) 756 853 1,128 0,458
Gelves 6.050 8.417 1,391 0,720
Gerena 5.544 2.032 0,367 -0,304
Gilena 3.815 3.103 0,813 0,143
Gines 10.016 2.938 0,293 -0,377
Guadalcanal 2.960 2.692 0,909 0,239
Guillena 8.118 4.751 0,585 -0,086
Herrera 5.988 4.669 0,780 0,109
Huevar 2.322 1.356 0,584 -0,087
Isla Mayor 6.049 7.451 1,232 0,561
Lantejuela (La) 3.588 880 0,245 -0,426
Lebrija 23.924 8.434 0,353 -0,318
Lora de Estepa 790 32 0,041 -0,630
Lora del Río 18.577 5.218 0,281 -0,390
Luisiana (La) 4.365 4.026 0,922 0,252
Madroño (El) 364 414 1,137 0,467
Mairena del Alcor 16.436 9.148 0,557 -0,114
Mairena del Aljarafe 36.166 8.631 0,239 -0,432
Marchena 18.018 22.251 1,235 0,564
Marinaleda 2.586 1.867 0,722 0,051
Martín de la Jara 2.740 3.460 1,263 0,592
Molares (Los) 2.683 397 0,148 -0,523
Montellano 6.827 1.935 0,283 -0,387
Morón de la Frontera 28.377 5.129 0,181 -0,490
Navas de la Concepción (Las) 1.888 2.617 1,386 0,715
Olivares 7.760 2.383 0,307 -0,364
Osuna 17.212 15.167 0,881 0,210
Palacios y Villafranca (Los) 32.052 10.543 0,329 -0,342
Palomares del Río 3.766 2.447 0,650 -0,021
Paradas 6.944 1.277 0,184 -0,487
Pedrera 5.006 1.754 0,350 -0,320
Pedroso (El) 2.302 569 0,247 -0,424
Peñaflor 3.880 1.145 0,295 -0,376
Pilas 11.284 3.451 0,306 -0,365
Pruna 3.292 3.724 1,131 0,460
Puebla de Cazalla (La) 10.588 6.838 0,646 -0,025
Puebla de Los Infantes (La) 3.475 2.056 0,592 -0,079
Puebla del Río (La) 10.317 4.637 0,449 -0,221
47
Real de la Jara (El) 1.739 2.237 1,286 0,616
Rinconada (La) 28.106 10.698 0,381 -0,290
Roda de Andalucía (La) 4.171 5.541 1,328 0,658
Ronquillo (El) 1.366 1.663 1,217 0,547
Rubio (El) 3.734 2.572 0,689 0,018
Salteras 2.942 1.981 0,673 0,003
San Juan de Aznalfarache 20.750 4.033 0,194 -0,476
San Nicolás del Puerto 694 1.386 1,997 1,326
Sanlúcar la Mayor 10.405 6.975 0,670 0,000
Santiponce 6.966 2.522 0,362 -0,309
Saucejo (El) 4.233 2.594 0,613 -0,058
Tocina 8.831 2.536 0,287 -0,384
Tomares 18.104 2.261 0,125 -0,546
Umbrete 4.871 5.497 1,129 0,458
Utrera 46.173 13.359 0,289 -0,381
Valencina de la Concepción 6.629 3.351 0,506 -0,165
Villamanrique de la Condesa 3.754 1.246 0,332 -0,339
Villanueva de San Juan 1.512 540 0,357 -0,314
Villanueva del Ariscal 4.656 2.989 0,642 -0,029
Villanueva del Río y Minas 5.482 1.600 0,292 -0,379
Villaverde del Río 6.529 3.644 0,558 -0,113
Viso del Alcor (El) 15.684 10.387 0,662 -0,009
TOTALES 888.206 481.958 0,573 -0,127 Fuente: Encuesta de Infraestructuras y Equipamientos Culturales de la Provincia de Sevilla, 2000.