pocholo y yo
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Narrativa peruana adaptada para niños de primer nivel de la educación básica regular.Escrito por el Lic. Educ. Cosme Medina Centeno. Director de la Insitución Educativa Renacimiento XXI - Coishco - Prov. Santa - Región Ancash.TRANSCRIPT
POCHOLO Y YO
AUTOR: COSME MEDINA CENTENO NARRACION: 1950
Esta es una hermosa historia que ha estado oculto dentro de mi pensamiento hace sesenta y cinco años y al final de mi vida voy contarles a mis nietos: Rafael y Andrea, las aventuras que pasé con mi fiel perro POCHOLO.
Mi padre Andrés, es decir, su bisabuelo que por entonces tendría cuarenta y cinco años y yo contaba los seis años apareció con una mascota en la casa de Corculla. La mascota era un perro de raza “Labrador”. Desde que lo ví me gustó y lo puso en mis brazos, lo acaricié con una gran alegría como quien esperaba ese regalo desde ya hace mucho tiempo, era para como mí un juguete muy añorado.
ANDREA: Abuelito, ¿ Por qué dices que apareció ,mi bisabuelo no vivía Contigo y con mi tía Lila?
ABUELO: Mi papá estaba en Lima trabajando, porque él era Policía de Investigaciones y por su profesión tenía que estar en la capital.
RAFAEL: ¿ Cómo se llamaba mi bisabuela y cómo era?
ABUELO: Mi abuelita se llamaba Felícita Aguilar. Era muy buena me quería muchísimo vivía sola, tenía muchas hectáreas de terrenos donde se cultivaban : menestras como las habas, arvejas; cereales como el maíz, trigo cebada, quinua, tubérculos como: papa, oca, camote, mashua , olluco, recacha, ocas; hortalizas como: col, hierbabuena, orégano .huacatay, Culantro ; hierbas aromáticas como: toronjil , menta, manzanilla, anís, hierbaluisa. Hierbas de forraje como. ALFALFA, suncho .
Tenía además muchos trabajadores a su servicio quienes de dedicaban a trabajar en diferentes actividades del campo y cuidado de animales como: vacas, burros, caballos, ovejas, cabras, mulas, llamas.
A mí, me cuidaban con especial atención y mientras ella estuvo con vida hasta cuando yo tenía 7 años gocé de cuidados especiales y tengo muchos recuerdos muy inolvidables de mi primera infancia. La abuelita se enfermó y como en el pueblo posiblemente no habrían médicos para que su enfermedad, ella murió en mis brazos.
Estuve presente en todas las ceremonias de los funerales junto a su hija Cesárea,
es decir, mi tía a quien yo le decía mamá porque me cuidaba con mucho cariño;
al segundo día del velorio llegó mi papá osea tú bisabuelo .
En esta oportunidad me entregó el perrito” Pocholito” que tenía unos seis meses
su color era beis, cabeza grande, hocico semejante a un cono, pelaje pegado a su
cuerpo, orejas dobladas hacia abajo, Al recibirle a “Pocholito” lo abracé a mi
padre con imnensa
gratitud por un nuevo amigo a quien se ha ganado por su dedicación sin
precedentes a la familia la expresión de “ amigo fiel del hombre”
Después seis meses de estadía mi papá nos volvió a dejar en compañía de su
hermana Césarea para regresar a Lima y seguir trabajando.
ANDREA:¿Cómo era la casa donde vivías hallá en Corculla?
Esta es
la fotografía del pueblo de Corculla donde pasé mi infancia
ABUELO: La abuelita Felícita nos había dejado varias casas Y UNA de ellas
estaba ubicada en una esquina en el donde se cruzaban cinco calles por eso le
llamaron la casa de cinco esquinas. Esta casa era de dos pisos tenía la forma de
un prisma rectangular y techado como una pirámide triangular sobre puesta con
tejas de color ocre por donde caen las aguas para ambos lados durante las
épocas de lluvia, es decir, en la estación de invierno en los meses de noviembre,
diciembre y enero. Primer piso en la parte que daba la puerta a la calle habían
construido un horno donde se elaboraba el pan del día ,el cual se alquilaba, a los
panaderos para que almacen y horneen el pan: a continuación había un patio,
uego
seguía la cocina,
el comedor
y después
los
dormitorios y más allá había unos corrales para criar los animales domésticos. El
segundo piso era destinado como “despensa”, es decir, depósito de toda clase de
alimentos .Una especie de almacen donde se depositaba los alimentos para todo
el año y se iba consumiendo diariamente hasta la otra cosecha.
RAFAEL: Bueno papá Cosme, esta bonito lo de la casa, síguenos contando sobre
tu mascota “Pocholo”
ABUELO: En aquel entonces yo tenía seis años, POCHOLO pasó a ser mi
compañero, mi amigo, mi confidente, jugaba con él en la casa ,en el patio, la calle,
en el campo, en cualquier lugar, en las noches dormía en una canasta con una
frazadita de lana que estaba viejita que mi abuelita Felícita había tejido para mí.
Así
fueron pasando los días los meses, cuando iba al colegio tomábamos desayuno
juntos; cuando iba a la Escuela él me seguía, cuando entraba al patio, Pocholo
se quedaba en la puerta hasta La hora de salida a las 12:00 del día y nos
regresábamos juntos corriendo y jugando hasta la casa.
Despúes de dos años, Pocholo tenía tres años y yo tenía ocho años. Ambos
aprendimos a conocer mejor
Pocholo llevando
mis útiles escolares cuando iba a la escuela
Ibamos a las diferentes chacras que estaba en las afueras del pueblo ,ubicados
en diversas direcciones uno en la quebrada de Pucuto, otros en Antunco,
Huallana, Pachapaque, Yampura , Pampachacra. Los terrenos eran en forma de
escalinata, herencia del incanato.
Molgapampa era un terreno comunal y estaba a unos tres mil metros sobre el
nivel del mar,y a tres horas del pueblo a pie, allí crece pastizales que sirven de
alimentos para todo animal . Todas las personas el pueblo en distintas estaciones
iban por diferentes motivos. Por ejemplo para hacer “chuño” y otros a pastar sus
animales como ovejas, cabras, vacas, caballos, caballos, burros llamas.
ANDREA: ¿ Cómo hacen el chuño?
ABUELO: La gente que tiene chacras y cultivan papa generalmente acostumbran
llevar la papa en costales en agua helada durante varias semanas, esta agua del
cual te estoy contando corría como una serpiente silenciosamente sin hacer
ruido dividiendo una inmensa planicie en dos partes, el ancho del sequión era
de un metro cincuenta a dos metros y su profundidad de un metro y el recorrido
que hacía aproximadamente tres kilómetros allí pues los pobladores de Corculla
colocaban sus costales de papa en sus orillas de la inmensa sequia de agua
CRISTALINA que bajan de las cordilleras luego sacan, lo extienden en el piso
sobre esterones hasta que se consuma el agua, la papa, es decir, el chuño se
seca y lo llevan a sus depósitos o lo venden a los mercados, También en la
fábricas lo convierten en harina y lo envasan en sobres pequeños para la venta al
público y se utiliza para hacer la famosa mazamorra morada.
En las alturas a orillas de estas corrientes se colocaban los sacos de papa
RAFAEL: ¿Papá Cosme qué sucedió con ¨Pocholo ?
ABUELO: Yo, tenía 5 amigos cuyos nombres eran : Hugo Casildo , Godofredo, Baldomero y Uldarico con ellos en la época escolar siempre formábamos el equipo de fulbito, participábamos en eventos artísticos siempre los seis, también nos invitábamos en nuestra f iesta de cumpleaños,
Durante las
vacaciones íbamos a pastar nuestras ovejas a Molgapampa, y este lugar donde la naturaleza nos ofrecía muchas distracciones para nosotros como bañarnos en el sequión, jugar pelota, cazar palomas con nuestras “huaracas” hacer túneles y carreteras, también sacar leñas secas para traer para la casa; mientras nosotros
jugábamos las ovejas eran cuidadas por Pocholo, cuando
ya teníamos que regresar a eso
de las tres de la tarde, Pocholo juntaba a las ovejas y nos pasaba la voz con característico ladrido y nosotros hacíamos caso porque para regresar al pueblo se empleaban tres horas aproximadamente las seis de la tarde estábamos entrando al pueblo y Pocholo nuestro gran ayudante a la oveja que se atrasaba comiendo pastitos por el camino les mordía en sus patas traseras balaba y se venía corriendo junto con la manada, cuando entrábamos al pueblo cada oveja se separaba y se iba a su casa.
ANDREA: Abuelito, ¡ que bonito es Molgapampa, yo también me ubiese gustado estar allí!, síguenos contando la historia de Pocholo.
Paisaje de la serranía de los pueblos del PERÚ
ABUELO: Toda la alegría se ahogó en lágrimas cuando regresó tu bisabuelo de Lima después de dos años de ausencia, Mi tía Cesarea decidió regresar a Lima . entonces como tu bisabuelo tenía un compromiso con la señora Elisabeth quien era su pareja, después de dos meses nos dejó a mí y a tu tía Lila, prácticamente nos quedamos solos en poder de ella, las chacras abandonadas ya no íbamos a nuestras casas todo se quedó bajo la responsabilidad de la señora que paso a ser nuestra madrasta o madre política.
Después de este momento hasta que cumplí 12 años estuvimos bajo la protección de la señora Elizabeth. En estos cuatro años Pocholo siempre me acompañaba Estaba a mi lado como preocupado por lo que estaba pasando, en algunas
ocasiones me mandaba a ver las últimas vacas que nos quedaba y guardarlo en el corralito que había en la chacra de yampura donde se sembraba alfalfa.
Durante el día que estaba en diferentes ocasiones para ver los animales que teníamos Pocholo siempre estaba conmigo, en muchas ocasiones yo me sentaba a contemplar los bellos paisajes que mostraban su belleza en todo su esplendor que aún no podía describirlo como ahora Pocholo se echa a mi lado en su clásica forma de echarse con la cabeza erguida sus patas delanteras extendidas hacia adelante y las traseras apoyadas sobre su vientre y exhalaba un sonido muy fino y algo melancólico así como un suspiro profundo parecía recordarme que no estaba solo, él estaba conmigo , así, lo entendía yo y me levantaba del momento absorto en que me encontraba y nos poníamos a jugar hasta cansarnos.
Río Uchubamba donde se reúnen todos los afluentes de Corculla.Por este puente era el pase obligatorio para llegar a Pauza.
Cuando ya eran cerca de las tres de tarde retornábamos a casa corriendo porque teníamos que pasar por caminos muy accidentados cortados de cerros ,por los ancestros en el día se veía lo peligroso que podía ser pero de noche era muy riegoso pasar puna arequipa que así se llamaba esta trocha o camino de herradura
Pocholo bañándose en la cocha
RAFAEL : Papá Cosme ,Pocholo era bien inteligente.
ABUELO: Pocholo, para mí fue un amigo inolvidable pasamos, en cada lugar que íbamos
siempre momentos muy agradables. Cuando fuimos a PACHAPAQUE Teníamos un terreno donde se sembraba especialmente quinua y habas había una poza de agua de forma ovalada de una profundidad de un metro cincuenta, y 20 metros de largo; en esa poza de agua cristalina , en el fondo había cadenas de muchos huevos de las ranas, yo con Pocholo nos bañábamos y yo sacaba la cadena de huevos de las ranas que eran como gelatina y se resbalaban de mis manos.
Y como si fuera un reloj y sabía que estábamos a tres a cuatro horas del pueblo Pocholo empezaba a ladrar con energía, yo lo entendía me alistaba para regresarnos, cruzábamos varios chacras de los vecinos del pueblo y bajábamos por una quebrada que con el caminar de años y años por los ancestros se había ido ampliando en ancho hasta un metro a dos metros en algunos sitios, había que bajar con cuidado porque si se venía muy rápido se podía resbalar sobre las rocas, así bajábamos con cuidado hasta llegar a la base del cerro de una altura de mil metros aproximadamente y cruzar un río saltando de piedra a piedra cuando la corriente estaba baja ; las aguas venían de dos vertientes de dos quebradas cortadas por miles de años por las aguas de bajaban de las partes más altas. Pocholo cruzaba primero a la carrera
y se sentaba en la otra orilla para verme cruzar, luego que pasamos ese río nos tocaba subir unos dos mil metros hasta llegar a la casa.
Pocholo cruzando el ríoa de Pachapaque
ANDREA: Abuelito, son dejas sorprendido con tan bonitas aventuras que has pasado con tu fiel amigo Pocholo, ¿Hay más aventuras para que nos cuentes?
ABUELO: Por su puesto, Les voy a contar una de la última aventuras que tuvimos en Pampachacra en el aaño de 1950. Como todos los años ; Toda la población de Corculla se trasladaban en el mes de mayo a éste caserío donde la mayor parte de los habitantes del pueblo tenían su lote de terreno destinado a la siembra de maíz y por fin esta época del año se realizaba la cosecha de maíz por esa razón en caravana los pobladores con todas sus instituciones políticas, religiosas y educativas se trasladaban con sus animales, vacas, ovejas , cerdos, cabras, gallinas. Cuyes, caballo, burros, mulas todos dejas cerradas sus viviendas y se van a la cosecha por dos meses. ¡ Qué maravilloso era ver ese panorama verde al principio ,Yo y Pocholo, también íbamos con nuestra familia jugando por
el camino, felices, saltando porque sabíamos que pasaríamos dos meses de muchas aventuras.
Después de ocho horas de caminata cuesta abajo llegábamos cada familia a sus respectivos fundos donde teníamos nuestras casas con sus respectivos corrales para los animales. Muchas familias de una posesión económica activa y cómoda teníamos personas que cuidaban nuestras casas y trabajaban en el cuidado del maizal. Pocholo ya los conocía a cada uno de ello con su clásico ladrido y se acercaba y los lamía las manos o la cara y todos salían a recibirnos, era una verdadera fiesta de bienvenida.
Yo, con Pocholo salíamos a recorrer por los maizales , jugando a las escondidas, él siempre me encontraba; los perros son rastreadores ,es decir, tienen el olfato bien desarrollado. A la semana siguiente todos los peones empezaron a segar los maizales haciendo montones de veinte a cuarenta cañas,, una vez terminado , empezaban la sacar los choclos y llevarlos a la casa, acto seguido despancaban y lo dejaban al aire libre para que seque por cuatro a cinco semanas.
TODAS LAS FAMILIAS SIMULTÁNEAMENTE EMPEZABAN A SEGAR LOS MAIZALES LO CUAL QUEDABA POCAS PARCELAS PARA QUE QUE LOS TERRENO QUENDEN EN RASTROJO, ES DECIR QUE TODOS LOS ANIMALES SE SOLTABA DEL CORRAL PARA QUE DISFRUTEN DE LA RIQUEZA DE LOS ALIMENTOS.ES AQUÍ YO Y POCHOLO SALÍAMOS A CAZAR. PALOMAS, TORCAZAS, CUCULÍES COTORRA1
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