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ROCK Del garage al escenario Las bandas under que buscan un lugar en el firmamento del rock. (página 18) TENDENCIAS Comer sobre ruedas El boom de los food trucks. Cuánto cuesta montar el negocio. (página 16) EL QUÉ, DÓNDE, CUÁNDO, QUIÉN Y POR QUÉ DE LA INFORMACIÓN AÑO XII Nº 42 JUNIO DE 2016 Los chicos son la cara más dramática del deterioro de las condiciones socioeconómicas. La vida en un barrio marginal en Entre Ríos y la solidaridad en las villas porteñas. (páginas 2-5) PRISION TRY: EL RUGBY EN LA CARCEL El equipo de los Espartanos ya juega con los grandes. Un entrenamiento contado desde el penal. (página 14) POBREZA E INFANCIA

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ROCK

Del garage al escenarioLas bandas under que buscan un lugar en el firmamento del rock.(página 18)

TENDENCIAS

Comer sobre ruedasEl boom de los food trucks. Cuánto cuesta montar el negocio.(página 16)

EL QUÉ, DÓNDE, CUÁNDO, QUIÉN Y POR QUÉ DE LA INFORMACIÓN

AÑO XII Nº 42JUNIO DE 2016

Los chicos son la cara más dramática del deterioro de las condiciones socioeconómicas. La vida en

un barrio marginal en Entre Ríos y la solidaridad en las villas porteñas. (páginas 2-5)

PRISION TRY: EL RUGBY EN LA CARCELEl equipo de los Espartanos ya juega con los grandes. Un entrenamiento contado desde el penal. (página 14)

POBREZA E INFANCIA

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JUNIO 2016 | 2 |

NOTA DE TAPA

La inflación, el se-gundo semestre, los fondos buitre y el

cambio de gobierno no alteraron el ritmo de El Silencio. Sus habitantes están y nada más. Si-guen luchando contra la tos y las infecciones pul-monares que avanzan sigilosamente a causa de los residuos tóxicos. Esperan que pasen los días, los años y la vida.

Elías se levantó tem-prano y se fue a trabajar. Estaba descalzo y tenía puesto el buzo-polar violeta que viste siem-pre. Desde la mañana hasta las tres de la tar-de estuvo en el basural juntando metales para vender. Su piel morena se oscureció aún más con manchas negras

por el contacto con cha-pas, chatarra y residuos. Elías tiene apenas 7 años.

El barrio de El Si-lencio nació en los 90’ por su cercanía con el Campo del Abasto, uno de los basurales más grandes de la provincia de Entre Ríos. Ante la crisis de empleo, el ci-rujeo se convirtió en la única fuente de trabajo. Empezaron siendo unas casas de materiales descartables y ahora ya son casi 200 familias en una especie de aguan-tadero. El nombre del asentamiento no puede ser más descriptivo: des-conectados del mundo, sin futuro, sin salida y alimentándose de lo que otros descartan.

Vivir al margen

Los trabajos informales crecen al ritmo de la crisis económica. Y empuja una carrera acelerada hacia la

pobreza. Las organizaciones sociales advierten sobre las consecuencias de la

desprotección. El caso de Entre Ríos.

Páginas 2 a 5

La agenda urgente. El aumento de la pobreza y

las dificultades económicas que impactan en los

sectores más vulnerables.

El Silencio. Un barrio que convive con un basural.

Por Pedro Molina

Sumas y restas en la 1-11-14. Por Melisa Reinhold

Página 6

Educación alternativa, ¿moda o superación?

Cómo es el método Montessori que se expande

en el país y genera polémica. Por Belén Angelillo

Página 7

Dislexia: un problema de muchos. Afecta al 15%

de la población y se necesita información para

integrar. Por Valentina Sepúlveda

Página 8 y 9

Convivencia religiosa en Argentina modelo “for

export”. una extensa cantidad de organizaciones

argentinas promueven el diálogo intercultural,

lo que inspira iniciativas similares en otros

países del mundo. Por Juan Moyano

Pagina 10

Trabajo esclavo. Complicidades y ocultamientos

detrás de los talleres textiles clandestinos. Por

Mercedes Reimer

Páginas 12 y 13

El peor momento del Teatro Colón. Lesiones,

presentaciones de poca calidad y críticas al

director Maximiliano Guerra. ¿A dónde va el

teatro lírico mas importante de Argentina? Por

Candelaria Penido

Páginas 14 y 15

Rugby tumbero. El Club “Los Esparatanos”,

nació en una cárcel y compite con los clubes de

elite. Un periodista de 5W ingresó al penal de

San Martín y presenció un entrenamiento. Por

Santiago González Cutre

Ballet en la cárcel. Una disciplina no tradicional

tras las rejas. Por Josefina Sicardi

Página 16

Negocio sobre ruedas. El boom de los food trucks

generó un alto interés de los emprendedores

Cómo montar un camión y no ahogarse en

deudas. Por Mercedes Contreras

Página 17

Lo que no se ve del fútbol. El seleccionado

de Fútbol para Ciegos ganó 13 titulos

internacionales. Pero está a punto de desaparecer

por falta de financiamiento. Por Bianca Pallaro

Página 18

Rock de garage. Las bandas under que luchan

por llegar a un lugar en el firmamento de la

música. Por Mariano Dalesio

Página 19

Sin el INCAA, ¿no hay cine? El financiamiento

del Instituto, vital para la producción de nuevos

proyectos y talentos. Por Agostina Ormeño

Página 20

Alt lit. El fenómeno de la hiperconexión y la

inmediatez llega a la literatura. Por Marcos Lalor

CincoW es una publicación de distribución gratuita editada por Departamento de Ciencias de la Comunicación y Periodismo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica Argentina, y realizada íntegramente por sus alumnos.

Más información en cincow.uca.edu.ar

SUMARIO

Los adultos sufren la desesperanza porque no ven mejoras.

CRÉD

ITO:

ARC

HIVO

PRO

PIO

Director de la Carrera de Periodismo: Hernán CappielloCoordinación General: Gabriela GranataEdición General: Daniel Gutman – Damián Nabot Diseño y diagramación: Ricardo Gabriel Díaz

Impresión: Agencia Periodística CID-Diario del Viajero

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JUNIO 2016 | 3 |

NOTA DE TAPA

Las calles por las que deambulan Elías y otros chicos están inundadas de un olor impetuoso. Las casillas de nylon y chapa acumulan papeles, car-tones, ruedas, maderas, juguetes rotos y plásticos de forma desordenada. En cualquier lugar del mun-do eso se definiría como basura. En El Silencio, son bienes de cambio.

El mundo “nuevo”

Las 68 casas que cons-truyó la Dirección Munici-pal de Viviendas de Entre Ríos no modificaron los hábitos. “Han hecho ca-sas, pero no les enseñaron a cuidarlas”, dice Moni, una especie de madrina del barrio. Ella vivía en Buenos Aires hasta que el jardín de infantes del que era directora, cerró. Desde hace casi 15 años que ayuda en el “refugio”, una construcción donde los buscadores de basura dejan a sus bebés.

Muchos conocieron un mundo nuevo gracias a Moni. Los llevó a tomar un helado, al cine y ca-minaron por el centro de Concordia mirando nego-

cios. “Esas nenas que esta-ban conmigo hoy ya son madres y no terminaron la secundaria por criar a sus hijos”, dice con deses-peranza. Su lamento tie-ne un motivo contunden-te: según estiman los ve-cinos del barrio, sólo una completó los doce años de educación.

La secundaria más próxima está en Colonia Roca, a menos de veinte kilómetros aunque con una distancia cultural que la vuelve inalcanza-ble. El colectivo disconti-nuo y el estigma del lugar matan día a día el futuro de unos cuantos jóvenes. Son pocos como para apa-recer en los diarios, pero demasiados para que el mundo siga como si nada.

En 2012, Maxi, un chi-co moreno y delgado de 16 años, murió en el Campo del Abasto. Dio vuelta un tacho de basura con resi-duos industriales, sufrió quemaduras y una intoxi-cación mortal.

Aquella vez ante el caso que conmocionó a la ciu-dad, desde la Intendencia prometieron colocar un alambrado perimetral y controlar que no ingresen menores de edad ni perso-nas sin autorización. Si lo hubieran cumplido; ayer, hoy o mañana, Elías no habría tenido qué comer.

La escuelita primaria del barrio incorporó en 2014 un segundo grado bis. Surgió como una ma-nera elegante de no decir que la mitad de los chicos de primero repiten. Ade-más de las seis clases que dan al patio de piso sin re-vocar, hay una sala aparte que es la dirección. Sonia, la directora, vive en el

centro de Concordia, pero tiene los pies en el barro por El Silencio. No de ma-nera metafórica, sino lite-ral: cada vez que alguien tira la cadena del baño o abre la canilla para la-varse las manos, un caño que pasa por su pared, go-tea. El resultado es el piso constantemente mojado y las patas del escritorio podridas.

-Es una atrapada sin salida. –dice Moni y hace una pausa- Hay… pero con alguien que quiera meter-se con todo, promocionar, comercializar.

Esteban fue a la escue-la y ahora trabaja. Tenía 13 años cuando le dijeron que no podía seguir yen-do al único establecimien-to educativo del barrio. Les había pegado más de diez veces a chicos de pri-mero y segundo grado. Al-gunos quedaron sangran-do por los fuertes golpes.

Las casillas acumulan ruedas, maderas, juguetes rotos y plásticos. En cualquier lugar eso se definiría como basura. En El Silencio, son bienes de cambio.

Más niños pobres

Un niño que vive en un hogar cuyo jefe es un asalariado no registrado

tiene una probabilidad 3,4 veces más alta de experimentar privacio-

nes, comparado con un niño que reside en un hogar cuyo jefe es un

asalariado registrado. Esta es una de las conclusiones del último in-

forme de Unicef, el organismo de la ONU para la infancia. El dato es

un reflejo del impacto en los cambios de condiciones de empleo de-

rivado del deterioro de la situación económica general. Si se pierden

puestos de empleo y comienza a ampliarse el bolsón de trabajadores

informales, las consecuencias en los niños implica que se va a repro-

ducir –o ampliar- la brecha de oportunidades y desarrollo.

La cantidad de niños y jóvenes alcanzados por la pobreza es alarman-

te. Para Unicef el 30% de los chicos y chicas de hasta 17 años que

vive en Argentina es pobre”. Son 4 millones de niñas y niños. Pero

para esa conclusión no sólo mide ingresos sino que también evalúa

la nutrición, la salud, la educación, la información, la vivienda, la vio-

lencia y el juego.

El estudio de UNICEF muestra que el 19% de niños que no son po-

bres por ingresos sí lo son por dimensiones no monetarias como la

educación o la vivienda inadecuada. En tanto, un 34% de los que no

son pobres por dimensiones no monetarias, sí lo son por el criterio

de pobreza monetaria.

Esos datos son compatibles con la última medición del Observatorio

de la Deuda Social de la UCA que registró un aumento de cinco pun-

tos en la pobreza en el primer trimestre del año, de tal modo que uno

de cada tres argentinos es pobre. El relevamiento determinó que la

tasa es del 34,5% en el primer trimestre de 2016, cuando a fines de

2015 era del 29 por ciento, es decir, cerca de 13 millones de perso-

nas pobres. Y que hay 2,3 millones de indigentes. Una cifra global del

más de 15 millones de argentinos en condiciones de fragilidad.L os niños t ienen pr oblemas de apr endiz aje y se cr eó un segundo g r ado “bis” par a los r epit ent e s.

CRÉD

ITO:

JUAN

CAS

TELL

ARO

(FAC

EBOO

K)

El basur al, al lado del bar r io, e s par t e del pais aje y mue s t r a de la de spr ot ec ción que ex is t e en las zonas mar g inale s.

CRÉD

ITO:

ARC

HIVO

PRO

PIO

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JUNIO 2016 | 4 |

NOTA DE TAPA

¿1×11?, pregunta la seño.

César quiere mirar las tablas de multiplicar anotadas en una hoja suel-ta, pero su maestra se las tapa. Mira a la seño. Mira de nuevo hacia el papel sin respuestas.

-14. 1×11=14.-No, César. Es una vez

once. Si 1×1 es 1 y 1×2 es 2… ¿1×11?

-Ehhhh… 25.-¡No, César! ¡11!-Pasa que yo soy buuurro,

¿vio seño?, se reprocha a sí mismo con un puchero en la cara. Un compañero que lo escucha se le burla por-que no sabe multiplicar.

–Igual yo sé muchas otras cosas, dice intentan-do defenderse a sí mismo.

-Si sabe’ mucho no es-taría’ acá, le contesta su amigo, también llamado César, en una oración mal formulada.

El pequeño esboza una sonrisa que deja lucir sus blancos dientes y en sus mejillas se le forman dos

hoyuelos. Su contextura física es tan chica que se lo confunde con un nene de segundo grado, pero no, va a cuarto, igual que el primer César.

El lugar se encuentra en un predio de la Villa

1-11-14, en la Ciudad de Buenos Aires, rodado por dos canchitas de fútbol, un centro de rehabilita-ción por drogas, una se-cundaria y la Iglesia. El paredón lindero al terre-

no es un apilamiento de casas de ladrillo, pintadas de diferentes colores esti-lo la Boca.

Por dentro, en el galpón no hay espacio. Tres mesas largas se distribuyen en el pequeño salón y en las esquinas se encuentran amontonadas muchas ca-jas, latas vacías y artilu-gios, ya desgastado por el tiempo y el uso. Lo único que alumbra allí es una pequeña ventana a lo alto y cuatro focos casi inútiles. El olor a viejo y humedad se siente. Pero el frío de un invierno a las cinco de la tarde se siente todavía más.

Los siete tutores de “Compromiso Social de la Universidad Católica Ar-gentina” tienen entre 18 y 22 años. Llevan a cabo la orientación escolar con sus camperas puestas y bien cerradas para inten-tar mantener el calor cor-poral. Ya no sienten sus pies.

En cambio, los quince niños que asisten a hacer

Sumas y restas en la 1-11-14

Siete tutores de “Compromiso Social de la Universidad Católica Argentina” que tienen entre 18 y 22 años, realizan un trabajo solidario. Llevan a cabo

la orientación escolar en la villa del Bajo Flores donde los niños con dificultades de aprendizaje encuentra

un respaldo para salir adelante.

Sofía es como

un comodín,

una maestra

multifunción

que va de

mesa en mesa

dejando su

conocimiento

en cada nene.

Los retos, los llamados a la reflexión y las charlas naufragaron. Volvió a su casa y la parienta que lo criaba lo mandó a traba-jar.

Desde hace más de un año que Esteban via-ja a las plantaciones de cítricos. Si bien antes era más redituable, aho-ra es lo suficiente como para no revolver la basu-ra. Se cortó el pelo con una cresta como los fut-bolistas, hace abdomi-nales en cada momento libre y sigue hablando con monosílabos. Su éxi-to relativo es el fracaso absoluto de la educa-ción.

-Acá la gente es muy buena aunque dicen que es ladrona y para nada. Es un grupo cautivo que está lejos de la ciudad y para ir ahí necesitan di-nero que no tienen. Se dedican a la cosecha y la mayoría con la fruta. La idea es estar, cobrar un plan y ver cómo pasa la vida. No tienen cultu-ra del trabajo-, describe Moni por comunicación telefónica. Ella quiso enseñarles a tejer, a fa-bricar algunos produc-tos y todavía sigue visi-tando El Silencio.

-¿Y desde el gobierno se hizo algo?

-No sé este nuevo gobierno, pero el ante -rior hizo. Les daba co -sas, a cambio de votos, pero les daba.

- ¿Aumentó el desempleo?

-No existe el trabajo estable. Algunos to -maron el gustito a la cosecha y van a otro lugar, pero no tienen idea lo que es un tra-bajo. Miran la v ida del otro y no hacen nada. Capaz que la futura generación es la que cambia-, concluye Moni.

Pedro Molina

El basur al e s l inder o al bar r io donde v i ven las f amil ias, que luchan por c onseguir un empleo e s t able y mejor e s c ondic ione s de v ida.

CRÉD

ITO:

JUAN

CAS

TELL

ARO

(FAC

EBOO

K)

L a e s c ue la de l b ar r io, y e l e s f ue r z o p or s e g uir e duc ando e n t ie mp o s de c r i s i s .

CRÉD

ITO:

ARC

HIVO

Matemáticas, la materia en la que los chicos presentan más dificultades, requiere mucha paciencia.

CRÉD

ITO:

GEN

TILE

ZA U

CA

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JUNIO 2016 | 5 |

NOTA DE TAPA

sus tareas, dejan sus abri-gos colgados en las sillas. Al mirarlos pareciera que no sienten el aire helado que se cuela a través de las ventanas sin vidrio y las rendijas de aire que se forman entre la unión del techo y la pared, am-bos construidos en chapa. Pero no son inmunes a la gripe. Al rato los mocos aparecen en sus narices y la tos se les escapa de la garganta.

Micaela de Martino tie-ne una personalidad hu-milde, es estudiante de De-

recho, y vive en Olavarría. Es la única del taller que, más o menos, está un poco más ligada a Buenos Aires. Con la suma de todos los otros proyectos de ayuda social, con suerte solo un 20% de los voluntarios son porteños. Suele participar gente del conurbano, del interior o incluso extran-jeros, pero porteños, esca-sean. La respuesta al por qué nadie la sabe.

Ella se encuentra dan-do una clase de Ciencias Sociales a tres chicos de quinto grado que no paran

de dispersarse, reír y hacer bromas. Nahuel, Nahuel y Yoel. Micaela pasa cons-tantemente de reírse y ju-gar con ellos a marcarles el límite entre lo gracioso y el mal gusto. Es el segun-do jueves que participa de la actividad y le encanta. Le hace bien estar ayudan-do a otros.

El riojano Facundo Me-nem vive en la Ciudad de Buenos Aires desde 2012, cuando se mudó para es-tudiar Derecho en la UCA. Ya hace un año que se com-prometió con el proyecto

del taller, creyendo que te-nía que salir del recorrido Palermo-Puerto Madero y conocer lo que es la Gran Ciudad en todos sus mati-ces. “Salir de la burbuja”, lo llamó él.

Por otra parte, luego de haber completado la ficha de inscripción de Aron y Álvaro, Sofía Hernández se saluda con la madre de los nenes y se encarga de encontrarles un tutor a cada uno. Ella es como un comodín, una maestra multifunción, un colibrí que va de mesa en mesa

dejando su conocimiento en cada nene.

Sofía, al igual que Fa-cundo, desde marzo del año pasado que integra la actividad con el afán de ayudar al prójimo, aunque sea tres horas a la semana. Esa suele ser la respuesta a todos los tutores; que lle-na el alma y que te cambia totalmente la semana.

Vino a Buenos Aires hace tres años a estudiar Ciencias Políticas, pero dejó para comenzar re-cientemente Comunica-ción Publicitaria. Vivió

toda su vida en Bariloche, la ciudad de la joda y el bo-liche. Fue un gran cambio para ella mudarse de una ciudad con solo 112.000 habitantes a una verdade-ra ciudad donde, según Fa-cundo, solo en la villa de Bajo Flores viven 40.000 personas. Además, tuvo que abandonar el lago Na-huel Huapi para reempla-zarlo por el dique del río de La Plata en Puerto Ma-dero. Por lo menos hoy, el frío no lo extraña. Tal vez sí a la nieve blanca.

Melisa Reinhold

Números y personas“No debemos pensar en los pobres como

números o estadísticas sino como her-

manos”. La frase del t i tular de la Co -

misión Episcopal de Pastoral Social,

monseñor Jorge Lozano, ref leja el lado

B de las cifras. “La pobreza tiene ros-

tros concretos, no se nos t iene que pa-

sar por alto”. Pobreza y marginación son

dos preocupaciones acerca de las que

aler ta la Iglesia Católica y en su últ ima

declaración en el encuentro realizado en

Mar del Plata, involucró la necesidad de

que se creen puestos de trabajo. Agregó

que cuando se habla de “reducir la pobreza

y ex terminar el hambre estamos hablando

del acceso a todos los derechos con los

cuales Dios nos soñó y que los bienes de la

creación lleguen efectivamente a todos y no

sean acaparados solamente por algunos”.

“Pensarnos como Nación nos hace pensar

en un proyecto de país en el cor to, me-

diano y largo plazo. Tenemos cuestiones

urgentes que resolver ahora, pero tam-

bién horizontes que trazarnos para las

próximas décadas. No mirarnos el ombligo

sino pensar en nuestros vínculos con los

países hermanos, con la Patria Grande de

América Latina y cómo nos vinculados con

el resto del mundo”, remarcó.

En la villa del Bajo Flores donde se realiza la acción viven cerca de 40 mil personas.

En el galpón, el olor a viejo y a húmedo se siente. Pero el frío del invierno se siente más.

En los proyectos de ayuda social, no más de un 20 por ciento de voluntarios son porteños.

César tiene una contextura física que parece de segundo grado, aunque va a cuarto.

E l g r up o de t r ab ajo que de s ar r o l ló la s ac t i v idade s e n la v i l la de l Bajo F lor e s .Los chicos se concentran con las tareas que les dan los coordinadores para poder superarse.

CRÉD

ITO:

GEN

TILE

ZA U

CA

CRÉD

ITO:

GEN

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CA

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JUNIO 2016 | 6 |

EDUCACION

La primera tarea con-siste en observar el comportamiento del

niño, que sirve para co-nocer su naturaleza psí-quica y los impulsos que emanan de esa naturale-za como guías de su desa-rrollo. Y la segunda, que padres y profesores prepa-ren y ofrezcan estímulos adecuados que permitan al niño la elección de aquellos que demanden sus impulsos interiores. Esas son las dos premisas básicas que guían el Méto-do Montessori, un sistema no tradicional de educa-ción que llegó a la Argen-tina hace pocos años y co-menzó a ocupar un lugar, con respaldos y críticas.

“El método Montessori se caracteriza por pro-veer un ambiente prepa-rado: ordenado, estético, simple, real, donde cada elemento tiene su razón de ser en el desarrollo de los niños. Las áreas que lo integran son: Vida prácti-ca, sensorial, lenguaje y matemática. Este ambien-te le ofrece al niño la posi-bilidad de realizar traba-jos con un propósito y un interés especifico a través de períodos de concentra-ción. Estos son necesarios y no deben ser interrum-pidos porque preparan al niño para trabajos más complejos”, explica Va-nesa Gagliardi profesora del instituto Montessori CONIN de San Isidro.

Otra particularidad es la forma en la que se organizan las aulas. En estas niños de diferentes edades, de 1 a 3 años; de 3 a 6 años, de 6 a 9 años; de 9 a 12, comparten la clase. Esto es así ya que en esas agrupaciones los niños siguen su propio ritmo de aprendizaje, con la ventaja de que los peque-ños imitan a los mayores y estos ayudan a los más pequeños. Al terminar un ciclo, los niños que han alcanzado los objeti-vos pasan al curso y ciclo siguiente. La docente ex-plica que “los niños de 3 a

6 años se encuentran jun-tos ya que esto permite que el niño más pequeño tenga una serie de mode-los graduados a imitar, y que los niños mayores tengan la oportunidad de reforzar sus propios conocimientos ayudan-do a los más pequeños. Siempre promoviendo

naturalmente el respeto, la sociabilización y la so-lidaridad”.

El control de los erro-res también el crucial en la metodología Montes-sori para que los niños no pierdan motivación o se desaliente ante las equi-vocaciones que cometen. Así, con cada material di-dáctico, se construye una manera en la cual el pro-pio niño reconoce si su trabajo se ha realizado co-rrectamente o no. Como resultado de esto, nadie critica su error o marca

sus errores con un lápiz de color rojo.

Experiencias y críticas

Los docentes del Insti-tuto CONIN de San Isidro explican que este tipo de educación se refleja en los niños inmediatamente. Son calmos, serenos y so-cializadores. Se manejan en forma independien-te, saben elegir y decidir, son capaces de conocer el mundo que los rodea y las cosas que hay en ellos, siempre están dispuestos a cooperar con el prójimo y sobre todo manifiestan sus deseos por aprender.

Javier y Olga Gómez Linares evidencian el po-tencial de esta educación:

“Mi hija Luciana lleva ya 3 años en el Colegio Villa Montessori. Nos sentimos felices con nuestra elec-ción ya que veo los avances y logros tanto académicos como personales en ella y la dedicación de parte del personal del plantel educativo. Mis sobrinos estudian en colegios tradi-cionales muy reconocidos y realmente buenos y para mi sorpresa… Luciana está más adelantada acadé-micamente que ellos. Eso hace que siga dando mi

voto de confianza por Vi-lla Montessori”.

También Patricia Rive-ra adhiere: “Con la educa-ción Montessori aprendí, como bien promovió se creadora hace ya 104 años, que la experiencia acadé-mica es mucho más que un aula con un maestro y sus 30 estudiantes. El aprendizaje es disfrute, es curiosidad, respeto, solida-ridad, amor.”

La metodología de edu-cación Montessori se está expandiendo lentamente en Argentina. Ya hay co-legios en Olivos, en Luján y en Pilar. También hay proyectos en formación en Palermo, La Plata, Rosario, Santa Fe, Salta y Córdoba, según lo publicado en el sitio de la Fundación Ar-gentina María Montessori.

“El método, junto con otras modalidades innova-doras, como el modelo de aprendizaje efectivo e in-clusivo permiten que una gran variedad de alumnos aprendan muy bien por-que son metodologías que utilizan dinámicas varia-das y no homogéneas”, opi-nó Carlos Torrendell, pro-fesor del Departamento de Educación de la UCA.

Sin embargo, todavía hay quienes se oponen. El método es considerado por algunos poco viable para el desarrollo de la educación escolar: Esto se debe a que se piensa que

“aprender” y “jugar” son términos opuestos que no pueden darse juntos.

Ana Catelin, maestra jardinera y de primaria cree que la educación

Montessori todavía res-ta más de lo que suma:

“Como todo, la educación tradicional y Montessori tiene pros y contras. Pero creo que todavía la balan-za se inclina más a los pros cuando se trata de la tra-dicional. La metodología Montessori, en mi opinión, tiene una gran fisura que es que solo se puede apli-car al nivel de educación primario. De esta manera, al alumno le resulta com-plicado adaptarse luego a la educación secundaria. También el hecho de que la metodología se base en el juego puede afectar la capacidad de disciplina en los niños, que en su debida forma es importante para la educación de los niños y jóvenes”.

Está claro que al méto-do no le faltan las críticas. Es común que se reproche también su carácter elitis-ta. Las instituciones son reducidas, lo que provoca la competencia entre los padres. Las escuelas Mon-tessori cierran durante largos períodos de vaca-ciones, lo que obliga a los padres trabajadores a to-marse días libres o a des-embolsar dinero extra en niñeras. Todo contribuye a que estas instituciones no suelan reflejar la diver-sidad de la sociedad. Otros observan que en las clases hay solo juguetes y no se promueve el juego imagi-nativo. Maria Montessori lo justificaba alegando que los niños prefieren lo real a la fantasía.

Belén Angelillo

Educación alternativa versus aula tradicional

El Método Montessori es un sistema no graduado, en el que se pasan los ciclos cumpliendo objetivos. Propone desarrollar la potencialidad individual.

Pero es cuestionado por elitista y porque su base lúdica dificulta la inserción de los chicos en el secundario.

Que los chicos no se desalienten con sus errores es uno de los ejes que se trabajan. Ya hay cuatro escuelas en el país y se proyectan más.

El origenEl método Montessori fue desarrollado en Italia por la doctora María Mon-

tessori, que baso sus ideas en el respeto, la libertad y la capacidad que

tienen los niños. La propuesta indica que la educación debe iniciarse des-

de el nacimiento, fomentando siempre la espontaneidad y la libertad de

elección. María Montessori resume la ideología de este tipo de educación

en una frase: “El niño que ha aumentado su propia independencia con la

adquisición de nuevas capacidades, solo puede desarrollarse normalmente

si tiene libertad de acción.”

Los niños siguen sus propios ritmos de aprendizaje en grupos que se organizan por rangos de tres años.

CRÉD

ITO:

GEN

TILE

ZA C

ONIN

SAN

ISID

RO

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JUNIO 2016 | 7 |

EDUCACION

Santiago se encuentra en su aula frente a una prueba de Mate-

mática. Lee las consignas y sigue mirando la hoja. No sabe qué contestar. Se le puso la mente en blanco. El había estudiado mucho para esta prueba pero no podía hacer ningún ejerci-cio. Se acerca la profesora. Entre risas le pregunta al alumno si estudió. San-tiago contesta que sí. Ella le lee las consignas. San-tiago le contesta: “Ahora sí, no había entendido lo que me preguntabas”. La profesora vuelve a su es-critorio. Santiago hace su prueba. Obtiene un ocho.

“Como el niño con dis-lexia utiliza tres veces más tiempo que sus com-pañeros para leer y 5 veces más energía para realizar una tarea, siempre e inde-fectiblemente la atención se encuentra comprometi-da. Esta es la razón por la cual se cansan y terminan agotados, siendo la falta de atención consecuencia

de la dislexia y no la causa de su dificultad lectora”, comenta Gustavo Abicha-ra, médico pediatra e im-pulsor de la ley.

Al no haber un marco legal, Dislexia y Familia (DISFAM) ayuda a conte-ner a muchos papás de dis-léxicos que llegan a la aso-ciación sin entender bien qué les pasa a los chicos Los orientan en cuanto al diagnóstico y la posible adaptación escolar.

El proyecto de ley es para las Dificultades Es-pecíficas del Aprendizaje (DEA): dislexia, disgrafia, discalculia, y todas las dís. En el ámbito educati-vo postula la formación

docente, adecuaciones en niveles primarios, secun-darios y universitarios. En jardín de infantes, que se haga una detección temprana porque el diag-nóstico de las DEA no se hace hasta los 8 años pero a partir de los 4,5 años ya hay indicios que van mar-cando que tal vez ese chi-quito sea disléxico.

La ignorancia institucional

Las prepagas y las obras sociales van a tener que incluir en el plan mé-dico obligatorio los diag-nósticos y tratamientos.

“Las adecuaciones no son difíciles pero hay mucho resistencia por falta de co-nocimiento. Yo soy maes-tra y a mí no me enseña-ron nada, la definición de dislexia nada más. El cole-gio no sabe el dolor que le causa a un chiquito al que durante muchos años le dijeron que no puede y es un burro”, comenta María Abichacra, integrante de DISFAM.

Catalina lee en voz alta. La profesora de mú-sica le dice que no enten-día como una chica de 11 años podía leer tan mal. Todas sus amigas escu-charon. Catalina vuelve a su casa cuando termina el horario escolar. Su ma-dre la encuentra llorando. Esta no fue la única vez que se sintió angustiada, una vez le preguntó a su mamá por qué ella era así y no como las demás com-pañeras.

“Cuando vos tenés un chiquito en el aula que le cuesta leer y la maestra le dice: Siempre el último, qué desprolijo, qué mala letra, no terminaste de co-piar̀ . Todo lo que el chico recibe es negativo, todo lo que no pudo hacer. Esto a lo largo de la escuela va influyendo en la autoes-tima de los chicos porque en un chiquito de cual-quier edad el colegio es su mundo. Después es muy difícil sanar el daño que le causó el colegio. Ya sea

por desconocimiento de las maestras o por su mala predisposición, hay maes-tras que aunque tengan el diagnóstico se siguen re-sistiendo”, lamenta María Abichacra.

“Si bien algunos chicos se sienten más pequeños e intimidados por el resto de sus compañeros, están también los que intentan ser graciosos y llamar la atención de los demás. No está bueno cuando te toca leer en voz alta. En mi colegio como no me ayudaban, yo prefería hacer quilombo. Por lo general le contestaba mal

a la maestra, la intentaba boludear o algo para que no me haga leer”, destaca Santiago Abichacra, otro miembro de DISFAM.

Candelaria Rodriguez Guzax, maestra de pri-mer grado en el colegio Cardenal Newman, sos-tiene: “Me parece funda-mental darles confianza a mis alumnos, exponer lo menos posible a los que tienen una dificultad. Cuando alguno se traba leyendo en voz alta, sus compañeros empiezan a decir que no se entiende nada porque lee muy len-to. No tienen filtro. Al ins-

tante te das cuenta como se frustra el que leyó.”

A los disléxicos les cuesta saber los días de la semana y los meses. Pero saben muy bien cuando es domingo, el día anterior a tener clases. A DISFAM lle-gan chicos que no quieren ir más al colegio, algunos se cambian hasta cuatro veces de colegio o repiten más de una vez. Les llega a dar diarrea los domingos porque saben que empie-za la pesadilla. No hay que esperar que un chico se enferme para actuar. Ve-rónica Taube, psicopeda-goga y disléxica, recuerda

lo que le pasaba a ella: “A mí me dolía la panza, mi mamá me llamaba doña dolores. En mi época la dislexia era emocional, porque era la hija del me-dio. Hoy se sabe que hay algo neurobiológico. Si está la ley, van a tener un resguardo que yo no tuve. Como profesional signi-fica no tener que pedirle más favores al colegio y un paso adelante en los derechos de los chicos, to-dos tenemos derecho a la misma educación.”

Julio Guyot, abogado de DISFAM sostiene: ”La ley es importante que salga porque eso genera el marco legal en el que van a tener que adecuar-se los colegios y las en-tidades educativas, por otra parte entiendo que además se reglamenta la obligatoriedad de que las universidades capaciten a los futuros maestros para que puedan adaptar correctamente las evalua-ciones de los chicos. Los colegios se van a adaptar rápidamente dentro de un plazo lógico es decir uno o dos años el tema ya tie-ne mucha difusión por lo cual está dejando de ser un tema tabú.”

Valentina Sepúlveda

Sigue postergada la ley de la dislexiaEs un trastorno que provoca dificultad inesperada para leer en forma fluida, exacta y automatizada.

Al encontrarse afectado el lenguaje oral, las personas necesitan más tiempo para comprender y expresarse correctamente. Afecta al 15% de la población argentina.

El proyecto de ley y la escolaridadEl año pasado la senadora Laura Leguizamón (FPV), se contactó con DISFAM y presentó el 27 de agos-

to un proyecto de ley sobre dificultades específicas del aprendizaje que obtuvo la media sanción de la

Cámara. ”Quizás se está demorando su tratamiento porque es una ley compleja con una temática que

no es conocida por todos. La ley tiene dos grandes objetivos: garantizar el derecho a la salud y a la edu-

cación. Creo yo que nadie puede estar en contra de esos objetivos. Se necesita un gran compromiso

de todos los actores involucrados. Es nuestro deber garantizar una sociedad más justa e inclusiva para

todos y más comprometida con lo que le pasa a los otros”, opina la senadora.

Entre otras el proyecto de ley contiene las siguientes metas:

• Darle prioridad al lenguaje oral porque les cuesta evocar algunas palabras.

• Más tiempo para concluir las tareas y dividir las consignas - dar una y cuando la termine y dar la otra

• Comprobar la comprensión de las consignas

• Que puedan escribir en un tamaño mayor y en un espaciado mayor, les facilita su ritmo de lectura.

• Entrega anticipada de temas nuevos, así el alumno podrá leer antes de la clase el tema que se dictará.

• Permitir el uso de tecnología de asistencia

Si en la escuela no están preparados para tratar la diferencia, se afecta la autoestima de los chicos.

El diagnóstico se hace recién a partir de los 8 años pero a los 4 años y medio ya es posible ir viendo las señales.

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JUNIO 2016 | 8 |

RELIGION

Gladys es católica. Todos los miér-coles, junto a un

grupo de personas, se dirigen al templo judío Mishkán de la calle Su-cre y Libertador, en Bel-grano. El rabino Gabriel Mazer pone a disposición la cocina del edificio para que ellos hagan un guiso de fideos y carne. Esta comida está destina-da a un grupo de 120 per-sonas que están en esta-do de emergencia, viven en la calle y no tienen para comer. Se reúnen en una plaza de Barran-cas de Belgrano y les en-tregan el guiso. Una vez allí, miembros de ONGs y una iglesia evangelista se acercan para contri-buir con estas personas

ya sea con algunos alfa-jores o algo de ropa. Este es un proyecto de acción social organizado por el templo desde el 2002. Pero esta actividad no tiene ninguna impronta religiosa. “Ahora mismo en el grupo cocinamos católicos, judíos, musul-manes, agnósticos. No importa quien sea”, dice Gladys. Y sigue: “El he-cho de ayudar a quienes más lo necesitan es sufi-ciente. No hay barreras. Al contrario, quien quie-ra ayudar bienvenido sea, somos muy abiertos”.

El Padre Guillermo Marcó, Director de la Pastoral Universitaria del Arzobispado de Bue-nos Aires al salir de una entrevista con el Papa

Francisco en 2015 dijo que una actividad que incluya personas de dis-tinta religiones con un fin común “también es diálogo interreligioso”. El primer antecedente de este diálogo llevado a cabo en nuestro país data del año 2002, preci-samente con la creación del Instituto de Diálogo Interreligioso. Fue fun-dado por la DAIA, el Cen-tro Islámico de la Repú-blica Argentina y el Ar-zobispado de la Ciudad de Buenos Aires. Sus fun-dadores fueron el Rabino Goldman como referente del judaísmo, el padre Guillermo Marcó por el catolicismo y Omar Ab-boud por el Islam. Según este último, la idea tuvo

que ver con una iniciati-va que tuvo el entonces Arzobispo de Buenos Ai-res Jorge Bergoglio con el fin de “dar referencias respecto a la búsqueda de una cohesión social que tiene como objeto re-mitirnos a una instancia superior de respeto”.

Abboud expresa que Argentina es un país con un nivel de diálogo inte-rreligioso que no se ve en casi ningún otro lugar. Dice que en otros países el diálogo no ha podido pasar “la etapa de té y cortesía, se manifiesta en un cúmulo de bue-nas intenciones, pero no pueden dar el paso de generar actividades jun-tos”. Abboud además es legislador porteño por el

Convivencia religiosa en Argentina,

modelo “for export”El Papa Francisco, Daniel Barenboim y su West-East Divan Orchestra conformada por músicos árabes, israelíes y palestinos, son dos formas notorias de alentar la

convivencia religiosa. Con más bajo perfil, una extensa cantidad de organizaciones en nuestro país promueven el diálogo intercultural.

El diálogo interreligioso desde la músicaEn 1999 el pianista y director de orquesta ar-

gentino Daniel Barenboim fundó junto con el

filósofo Edward Said una orquesta a la cual

llamaron West-Eastern Divan Orchestra con el

objetivo de reunir a músicos árabes, palestinos

e israelíes.

No solo para formarlos musicalmente sino para

que se diera un diálogo y una convivencia inter-

cultural entre ellos.

El 26 de julio se presentará en el Teatro Colón

junto con la pianista argentina Marta Argerich

como invitada.

L ue go de de p o s i t ar e n t e la s r o c a s de l mur o un P adr e N ue s t r o e s c r i t o e n e s pañol de s u puño y le t r a, Fr anc i s c o s e abr a z ó c on e l r abino judío A br aham Skor k a y a l l íde r mu s ulmán O mb ar A bb oud.

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JUNIO 2016 | 9 |

RELIGION

Pro, y el 2 de junio logró que se promulgara una ley en la cual Buenos Ai-res fue declarada Ciudad de Diálogo Interreligio-so. A su vez también se fijó el 9 de agosto como Día del Diálogo Interre-ligioso.

El Dr. Sumer Nou-furi, presidente de la Asosiación Islam para la Paz está seguro de lo que dice: “La mejor he-rramienta que tenemos para promover la convi-vencia es el conocimien-to”. Agrega también que el Instituto “se centró en profesionalizar y siste-matizar esa transmisión de conocimiento. Arma-mos una diplomatura en cultura islámica en con-venio con la Universidad Nacional de San Martín”, así como otros cursos cortos. Noufuri además fue uno de los organiza-dores del Congreso Mun-dial de Diálogo Intercul-tural e Interreligioso que tuvo lugar en la UCA en abril de este año, con el lema “Una Senda Ha-cia la Paz”, donde espe-cialistas e intelectuales de distintas religiones expusieron en distintas mesas de diálogo sobre temas como la consolida-ción de la paz social, la integración y la concor-dia. Este Congreso tam-bién contó con el aval del Papa Francisco.

El rabino Abraham Skorka, Rector del Se-minario Rabínico Lati-noamericano Marshall T Meyer y amigo cerca-no al Papa desde mucho antes de que este fuera

elegido como Sumo Pon-tífice, dice que la convi-vencia interreligiosa en la Argentina se debe en gran parte a las olas mi-gratorias del siglo XIX.

“El hecho de haber aban-donado a sus familias y compartir el drama del desarraigo en los mis-mos conventillos, bajo un mismo techo, judíos, musulmanes y también cristianos, conllevó a un diálogo, una solidaridad muy especial y a un co-nocimiento mutuo que es la base que permite elevar todas aquellas ba-rreras sobre las cuales se construyen perspicacias, diferencias y en última instancia odio”, expresa. Siguiendo el análisis de porqué en la Argentina existe este diálogo, ex-plica que además de to-dos los componentes de agresividad que posee nuestro país, “tal vez lo que primó es un carácter

efusivo, latino, donde los sentimientos se expre-san a viva voz”.

La primera semana de junio se inauguró en el Seminario Rabínico el CELAJI o “Centro Lati-noamericano el Estudio,

Diálogo y el Encuentro entre el Judaísmo y el Islam”, programa desti-nado, según dijo el rabi-no Yattah en su presen-tación, a profundizar la relación entre estas dos religiones y a “instru-mentar un ámbito para que se puedan estudiar ambas tradiciones gene-rando un diálogo entre ellas”.

El CELAJI también contó con el apoyo del Centro de Diálogo Inter-cultural Alba y su Di-rectora Ejecutiva Nancy Falcón, quien dice que la misión del centro es la de “promover la coo-peración, el respeto y el desarrollo intercultural, estableciendo un espacio de promoción del diálo-go, la comunicación y en-tendimiento entre las di-

ferentes culturas”. Este centro posee un progra-ma llamado “Construc-tores de puentes”. Es, se-gún dice la página Web,

“un grupo interreligioso de judíos, musulmanes y cristianos (y otras re-ligiones) que nos reuni-mos para promover rela-ciones constructivas de entendimiento en espa-cios compartidos de es-tudio y acción solidaria con toda la comunidad”.

También se sumó el Gobierno porteño. El Mi-nisterio de Culto cuenta con un programa llama-do RIJBA: Red Interre-ligiosa de Jóvenes de la Ciudad de Buenos Aires. Es una idea similar a la de “Constructores de Puentes”, busca conectar jóvenes de distintas reli-giones al crear un diálo-

go entre ellos y a su vez persigue “derribar pre-juicios y valorizar la ri-queza de cada tradición de fe”.

Iván Petrella, Secreta-rio de Integración Fede-ral y Cooperación Inter-nacional del Ministerio de Cultura de la Nación considera que es funda-mental para la Argentina seguir con las activida-des de diálogo interreli-

gioso por el hecho de que “gran parte del mundo no [lo] conoce”. Según él

“Argentina es un modelo de diálogo de pluralismo, de tolerancia religiosa que no se encuentra en otra parte del mundo”. En parte se lo atribuye a que América Latina es un continente de paz en materia de conf lictos de tipo religioso. También expresa que nuestro país es “un modelo a exportar y para compartir con el resto del mundo.” Y con-cluye: “El Papa tuvo una inf luencia enorme en el diálogo interreligioso que comenzó a gestarse hace 15 años en la Argen-tina y no tengo duda que ahora va a pregonar por esta misma convivencia a nivel mundial”.

Juan Moyano

Danie l Bar e mb oid di r ig ie ndo una de la s pr e s e n t ac ione s de la or que s t a que in t e g r a a i s r ae l íe s y pale s t ino s .

El Papa Francisco, promotor mundial del Diálogo InterreligiosoDesde que llegó al Vaticano y fue nombra-

do Sumo Pontífice sorprendió al mundo

con actitudes poco comunes para el Jefe

de la Iglesia Católica. A principio de este

año visitó la sinagoga de Roma en lo que

tuvo mucho revuelo mediático. La iniciati-

va que tienen Abboud, Goldman y Marcó

de crear un Instituto de Diálogo Interre-

ligioso de las Américas que funcione en

la órbita de la OEA cuenta con el apoyo

del Papa Francisco y habrá un Congreso

en Roma en septiembre de este año para

discutir este tema.

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RGAmérica Latina es un continente de paz en materia de conflictos de tipo religioso y Argentina un modelo.

Abboud expresa que Argentina es un país con un nivel de diálogo interreligioso que no se ve en ningún otro lugar.

Fue un almue r z o e n t r e v ie jo s amigo s e l que c ompar t ie r on ay e r e n la r e s ide nc ia de S an t a Mar t a, e n e l Va t ic ano, e l P apa, e l padr e G ui l le r mo Mar c ó, e l r abino Danie l G oldman y e l d i r ige n t e i s lámic o O mar A bb oud.

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JUNIO 2016 | 10 |

INVESTIGACION

Cuando en 2013 la ONG “La Alameda”, que lidera el diputa-

do Gustavo Vera, presentó la primera tanda de la lis-ta con las marcas y talleres que violan derechos huma-nos, el taller que se incen-dió en abril pasado y causó la muerte de dos niños de nacionalidad boliviana es-taba allí. Un informe de la Cámara Argentina de la In-dustria reveló que el circui-to clandestino textil mue-ve anualmente más de 700

millones de dólares solo en CABA. Algunas de las mar-cas son: Adidas, Awada, Ayres, Bensimon, Cheeky, Chocolate, Como quieres que te quiera, Duffour, La-coste, Le coqsportif, Leed’s, Mimo, Narrow, Ona Saez, entre otras. Según Vera, el 78% de la industria textil se basa en confecciones producidas en talleres clandestinos.

Pero las grandes mar-cas no son las únicas que se

nutren del trabajo esclavo. El año pasado tras el des-mantelamiento de 7800 puestos de la feria popular conocida como “La Salada”, se detectaron vínculos con más de 50 mil talleres que en su gran mayoría son clandestinos. Estos se lo-calizan en los municipios de Villa Celina, Barrio Olimpo, Burzaco y Capital Federal. La Alameda con-firma que “los cabecillas” de la gran feria (Enrique Antequera y Jorge Castillo)

financian campañas elec-torales y además aportan a la policía bonaerense. Todos están informados al respecto pero ninguna autoridad toma cartas en el asunto. Gustavo Vera en una de sus denuncias con-tra Castillo y Antequera declara: “En Monte Gran-de trabajan 10 indocumen-tados, 2 menores de 5 a 22 y ganan 600 pesos por mes, en Miralla al 1900 (Mata-deros) trabajan de 7 a 21 y

ganan 1500 pesos por mes, en La Rioja al 1500 traba-jan seis costureros sin DNI, dos son menores de 17 años y ganan 1000 pesos al mes, todos indocumenta-dos y víctimas de trata de personas.”

Y continúa Vera, “en La Plata hubo un allanamien-to donde cuatro ciudada-nos fueron detenidos por hacer trabajar a 12 perso-nas en condiciones infra-humanas. Allí la DDI de encontró ropa confeccio-

nada para ven-der en La Sala-da. Trabajaban doce horas al día y recibían una paga muy por debajo de lo estipula-do. Además se secuestraron tres armas de fuego, muni-ciones, 22 má-quinas de co-ser y etiquetas de Puma, Top-per y Ona Saez.

Desde el Es-tado siguen haciendo la vista gorda, si se mantu-vieran los controles sani-tarios de fronteras y “no se corrompiera la Dirección Nacional de Migraciones” y si la Gendarmería real-mente interviniera para controlar la trata de per-sonas, el 78% de las pren-das no serían elaboradas por trabajo esclavo. Hay una cadena de responsa-bilidades que empieza en la frontera y se concentra

en los talleres de Flores y Floresta, por lo que CABA es la que debería estar primero en la escala para controlar las habilitacio-nes y no lo hace. También la AFIP podría hacer su parte siguiendo de cerca la evasión impositiva, el Ministerio del Interior de-bería controlar más rigu-rosamente la inmigración y el Ministerio de Trabajo y la Secretaria de Medio Ambiente vigilar las condi-ciones laborales. Jornadas

de más de 14 horas, obli-gados a dormir hacinados, bajo la amenaza diaria de sufrir deportaciones y sin ningún tipo de cobertura formal (obra social, vaca-ciones, ART o aportes jubi-latorios).

Ezequiel Conde, encar-gado de prensa de la Ala-meda, conoce con lujo de detalle el circuito de la mafia y lo describe como un camino que comienza en los países limítrofes, principalmente Bolivia en un 90% y Perú un 10%. Cuando los contactan en sus países les realizan pro-

puestas laborales que re-sultan alentadoras ya que ofrecen un trabajo y una vivienda digna.

Primero los suben a un micro que supuestamente lo llevará a la Argentina sin cargo alguno. Una vez en Retiro, un remis los traslada hasta los barrios de Flores o Liniers, los ba-rrios donde se concentran gran parte de estos talle-res ilegales. Allí comien-za la pesadilla para los extranjeros que buscaban un lugar mejor para vivir: les retienen el documento, les exigen pagar los pasa-jes, comida y vivienda. Y es a partir de ese momento cuando quedan totalmen-te aisladas. No se les per-mite tener contacto con el mundo exterior sin autori-zación previa. Por supues-to, esto también implica la prohibición de entablar relaciones con ajenos a los trabajadores que com-parten el reducido mundo. Sólo se les permite escu-char la radio, aunque son emisoras clandestinas bo-livianas que terminar por completar el círculo de aislamiento.

Un informe del INTI re-veló que si se blanquearan los talleres clandestinos y los trabajadores estuvie-ran bajo el amparo de la ley igualmente La Salada vendería un 43% más bara-to que los shoppings. Esto da cuenta que se trata de pura codicia, cuyo costo incluye la vida de inocen-tes.

La connivencia de las autoridades salta a la vista. Las víctimas vienen Como los vienen trayendo desde Bolivia, pasan por siete provincias argentinas y las fuerzas de seguridad responsables no advier-ten absolutamente nada. Fronteras internacionales y pasos interprovinciales funcionan como zonas li-beradas, y la inmigración esclavizada llega hasta Li-niers sin que nadie se dé cuenta.

En la ciudad de Buenos Aires se estima que hay cerca de 20 mil costureros precarizados y 5 mil que se consideran esclavizados por la situación de extre-ma precariedad y opresión en la que desenvuelven sus tareas.

Esto significa que se trata de unas 30 mil per-sonas en riesgo solo en la ciudad de Buenos Aires de un total de 500 mil perso-nas a nivel nacional que forman parte de la mano de obra intensiva en este rubro.

Bianca Pallaro

El trabajo esclavo crece al amparo de la complicidad empresarial y políticaLos talleres clandestinos que confeccionan indumentaria son un complejo reino de ilegalidad que engloba trata de personas, trabajo esclavo, droga y prostitución. Por qué no se puede desarmar y qué falla de los controles oficiales.

Durante los operativos en La Salada se detectaron vínculos con más de 50 mil talleres, en su mayoría, clandestinos.

Desde el Estado siguen haciendo la vista gorda. No se reforzaron los controles y sigue habiendo evasión impositiva.

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L a s c ampaña s f ue r on mu y c on v o c an t e s par a p o de r c onc ie n t i z ar . E l inc e ndio de l t a l le r de la c al le L ui s V ia le, uno de lo s íc ono s de la t r age dia .

La Alameda promovió una campaña de trabajo textil decente.

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COMUNICACION

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JUNIO 2016 | 12 |

CULTURA

Desde comienzos de 2015 el Tea-tro Colón ya no

es lo que era. Hablar de la compañía de ballet era anunciar elegancia, perfección, sutileza y admiración. Hoy encar-na tristeza, inquietud y desilusión. Maximilia-no Guerra, director de la compañía, reconoce el malestar que hay en el cuerpo de baile: “Siem-pre habrá desazones y siempre habrá solucio-nes”, comentó para una nota de Balletin Dance. Entre las principales quejas de los bailarines se encuentran, las ma-las condiciones de traba-jo, frecuentes lesiones debido a los pocos en-sayos y clases, la mala calidad de las funciones, y principalmente la au-sencia del director. “No somos tenidos en cuen-ta a pesar que somos no-sotros los que salimos a dar la cara y bailar con lo que se puede”, afirma

Federico Fernández, pri-mer bailarín de la com-pañía. “Parece ser que solo queda mirar cómo se destruye institucio-nalmente al cuerpo de baile del Teatro Colón. Uno de los primeros sín-tomas de la destrucción, son sus propias puestas en escena: van en caída libre”, dice Fernández. La despreocupación de las autoridades del Tea-tro por el cuerpo esta-ble es evidente, “la di-rección es ineficiente, es como si deliberada-mente se eligiese aque-llo que arrasa con lo que tanto costó construir”, opina Agustina Lluma, crítica de danza y fun-dadora de la revista Ba-lletin Dance. Se los ve desorganizados, “en lo que va del año, las des-uniones en escena han sido el mayor signo del desorden reinante”, in-siste Lluma. “Guerra no está el ciento por ciento con nosotros”, dice un

bailarín. Tampoco la f i-gura de Guerra al frente del ballet estable gene-ra expectativas, todo lo contrario, “estamos tris-tes, bajoneados y con decepción”, comentan los bailarines. “Se baila muy poco. Uno se vive

formando para esta pro-fesión, baila desde muy chico. Trabaja desde adolescente para hacer lo que le gusta. Pero el número de funciones es muy baja”, lament Ma-ría Laura Domingo, bai-larina del Colón.

El año pasado, el cie-rre del ballet contó con sólo cinco funciones

de El Cascanueces. En comparación con otras compañías que se supo-ne que tienen el mismo nivel que el Colón el número es muy bajo. El American Ballet Thea-tre cierra su tempora-da con 15 funciones, el

New York City Ballet con 45 funciones en la versión de George Ba-lanchine, mientras que el Boston Ballet lo hace con 42, un poco más que el ballet de la Òpera de París que alcanza las 40 funciones o el Royal Ballet de Londres con 23 funciones, en tanto el Ballet de Santiago

de Chile cierra el año operístico con 16 repre-sentaciones de El Casca-nueces.

Dudosa calidad

Tampoco el público queda satisfecho ya que este año, los abonados contarán con tan solo cuatro funciones que pa-recerían no responder a la tradicional excelencia que entrega el Colón. Al menos ésa es la impresión que se desprende del aná-lisis de Néstor Tirri, cono-cido crítico de arte quien definió “como una tibia versión” al Don Quijote dirigido por Maximilia-no Guerra. Los bailarines coinciden: “A mí no me gustó. Lo coreográfico no destacaba, apagaba, pero creo que nosotros, los bailarines, hicimos un esfuerzo enorme para que salga”, enfatizó Federico Fernández. “No sé por qué la montó. No había tenido buenas críticas en Alema-

nia, por qué pensar que acá sería diferente. Tiene sus cosas sólidas igual. Re-quiere un gran trabajo de técnica para los roles prin-cipales. Las escenas clave están, pero no fue lo me-jor que podríamos haber hecho”, señaló el primer bailarín.

Patricia Casañas, la encargada de prensa del Teatro Colón, expresó su opinión en cuanto a las presentaciones del pasado abril: “Este Don Quijote pone sobre el tapete un par de temas lamenta-blemente recurrentes. El primero es si teniendo en repertorio versiones alta-mente eficaces de los clá-sicos se justifica el monta-je de otras nuevas de leve originalidad. Si se quiere crear un ballet nuevo, hay que tener un determina-do punto de vista, algo que se quiere decir, ase-guraba el célebre bailarín ruso Rudolf Nureyev. El segundo: si es pertinente la contratación de figuras

Uno de los peores momentos del ballet del Colón

Los bailarines del Teatro Colón responsabilizan al director actual, Maximiliano Guerra, de los padecimientos que vive la compañía de ballet. Lesiones, quejas, presentaciones de poca calidad, cansancio y desprolijidad son las consecuencias de una conducción calificada como deficiente por los bailarines. Emprendimientos

privados estarían colisionando con la atención exclusiva que demanda el cuerpo de baile.

E l Bal le t de l Te a t r o C olón r e pr e s e n t ando D on Q ui jo t e. L a v e r s ión pr opia de l Di r e c t or f ue a l t ame n t e c r i t ic ada p or s u la de s pr ol i j idad y f a l t a de or ig inal idad.

“Los bailarines no somos tenidos en cuenta a pesar que somos nosotros los

que salimos a dar la cara y bailar con lo que se puede”

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CULTURA

invitadas que no superan el nivel de nuestros baila-rines, y es más: tampoco lo igualan.”

Para Casañas “cuando un ballet es tan conocido no se pueden hacer tantos cambios, además se super-ponen las parejas, es un lío no se entiende nada sin leer el argumento, los pies se ven muy feos, les falta fuerza, ¡que despro-lijidad!, pobres, al final ya no podían saltar, están

agotados”. Al escuchar es-tos comentarios, una bai-larina que no estaba en es-cena por una lesión, pero que es parte de la com-pañía, elevó la voz y dijo

“nadie les dice nada. Están haciendo lo que pueden”.

Por su parte, el direc-tor fue cortante del ballet:

“No me interesan las críti-cas.”

Bailar solo 17 funcio-nes en todo el año no per-mite que los bailarines es-tén en training. A su vez, dos semanas antes del estreno ensayan 4 veces por día. “No nos dan cla-ses, pero después nos ma-tan con los ensayos en dos

semanas y terminamos todos lesionados, además el ambiente no es el me-jor”, indicó la bailarina Ayelén recordando que durante la última función del ballet en abril, más de 15 bailarines sufrieron le-siones.

“Falta exigencia. No te reclaman que tomes cla-ses, que estés fit. Todos lo sabemos pero es trabajo del director verificar que estemos todos bien a la

hora de bailar”, apunta un bailarín de la compañía.

El director del ballet se exime de toda respon-sabilidad: “Que se lasti-men porque están tristes es raro, un bailarín tiene que estar entrenado, y si está entrenado, es raro que se lastime. Eso depen-de de ellos. Lo que puede haber son accidentes.”

Copy/paste

Los problemas no ter-minan allí. A fines del 2015 surgió un escándalo internacional vinculado a los derechos de autor so-bre el ballet Romeo y Julie-

ta y una denuncia pública de fraude.

Una de las circunstan-cias más escandalosas se dio con la representación del Romeo y Julieta de MacMillan cuya viuda Lady Deborah MacMillan interpuso una denuncia por el grado de similitud que presentaba respecto del original. “El problema fue que la propietaria de los derechos de autor no tenía repositores para en-viar al país. Consecuente-mente, decidí montar mi propia versión para salir rápido del paso”, se excu-só Guerra.

“Es algo vergonzante a nivel internacional. Hay que ser sinceros, acá no hay plata y menos para el arte. Eso siempre fue así, y siempre existieron este tipo de versiones. Pero lo de Guerra ya fue demasia-do. Fue descarado el haber pedido los derechos para después casi copiar el ba-llet entero”, alega Federi-co Fernández.

Sin embargo Guerra, en una nota del diario Clarín el pasado noviem-bre, contradice a la dueña de los derechos con un to-que de humor: “Mi Romeo y Julieta solo tiene mucho perfume de Kenneth Mac-Millan”, aseguró.

MacMillan no opinó lo mismo ya que en una entrevista hecha por la periodista Laura Falcoff, afirma que “mi equipo y los bailarines que cono-

cen la obra íntima y físi-camente dicen que todos los momentos icónicos de la obra de Kenneth fueron apropiados: la puesta en escena, los comienzos y finales de los pas de deux, las escenas grupales, la es-cenografía, todo.”

Las consecuencias del accionar del director del ballet no solo fueron para su persona, sino que los bailarines que realizaron las funciones también se verán afectados. “Ya no estamos autorizados a bai-lar nada de McMillan. Ni dentro ni fuera del Teatro, salvo casos especiales que hagan un pedido explíci-to”, explicó una bailarina del cuerpo de baile.

“Tener que sacarnos de la mente a Romeo y Julieta o Manón por los próximos años es muy triste. Son clásicos contemporáneos que todos aman, tanto el público como nosotros”, balbucea tristemente Sán-chez.

Director ausente

Maximiliano Guerra creó en 1999 la compañía El Ballet del Mercosur. Era director, coreógrafo y primer bailarín de ella. Al ser nombrado director de Ballet del Teatro Co-lón tuvo que firmar un contrato de exclusividad y le cedió la dirección del Ballet del Mercosur a su esposa. Aun así, Guerra continuó con diversas actividades con su com-pañía privada. “Mis pro-yectos con el Ballet del Mercosur, siguen intactos.

Es la compañía con la que quiero seguir bailando y estamos, en este momen-to, armando una nueva producción. Bailar con Patricia Baca Urquiza, mi esposa, es lo que más me gratifica como artista y no lo voy a dejar. He deja-do de entrenar como lo ve-nía haciendo, pero nunca dije que dejaría de bailar”, expresó el artista.

Esta situación moles-ta a los bailarines. “Nos afecta. No sé si debería dejarlo porque eso lo hace

feliz y las personas feli-ces trabajan mejor, pero, creo que deberíamos te-ner prioridad nosotros”, indica la bailarina Aye-lén Sánchez. “No quiero decir que seamos chiqui-tos, que necesitemos una paliza cuando hacemos algo mal, pero sí necesita-mos que nos digan cómo nos vemos como grupo y como solistas, qué afecta el estilo, cómo sería mejor representar tal ballet, tal personaje. Faltan cosas en la dirección que hace que no podamos dar lo mejor de nosotros o que lo de-mos pero que el público no pueda percibirlo”, con-tinua.

Constanza Bertolini, periodista de La Nación le preguntó en una nota a Maximiliano Guerra cómo repartía su tiem-po. “Estoy todos los días acá, en el teatro. Aun así, de entrada dije que mi carrera es de bailarín, no de director, y voy a seguir bailando”, contestó.

Muchos miembros del Ballet se preguntan por-que aceptó el puesto si no le iba a dedicar todo su tiempo y energía. “El hecho de que está en dos

lugares a la vez hace que en uno de ellos no esté, y hace falta un cien por cien para el Colón, no es cualquier cosa,”, reclama Fernández.

“Hay un malestar cons-tante que sumado a la ma-las condiciones en las que estamos, hace que se vuel-va muy difícil trabajar. Es-tos problemas nos angus-tian, somos el Ballet del Teatro Colón, deberíamos ser lo mejor de lo mejor. Todos, no solo los bailari-nes. Nosotros nos lo exigi-mos, nos gustaría que las autoridades también se lo exijan”, cierra Ayelén Sán-chez.

Candelaria Penido

Ma x imil iano G ue r r a, Di r e c t or de Bal le t de l Te a t r o C olón a quie n s e le a t r ib u y e la r e s p on s abi l idad de l mal e s t ado de lo s b ai lar ine s de la C ompañía .

D e b or ah Mac Mil lan, due ña de lo s de r e c ho s de l b al le t Rome o y Jul ie t a, pr e s e n t ó una de nunc ia in t e r nac ional c on t r a e l Di r e c t or de l Te a t r o y lo s b ai lar ine s .

“La dirección es ineficiente, es como si deliberadamente se

eligiese aquello que arrasa con lo que tanto costó construir”

“Fue descarado, de Maximiliano Guerra, el haber pedido los

derechos para después casi copiar el ballet entero”

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JUNIO 2016 | 14 |

SOCIEDAD

Fabián estaba grave. Muy grave. Tenía perforado un pul-

món por una pelea con facas en la que salió per-diendo. Las puñaladas fueron moneda corrien-te en sus primeros dos años en la Unidad 48 de San Martín, un penal de máxima seguridad. Quien llega de afuera debe atravesar una ba-rrera custodiada por dos policías armados hasta la médula.

El penal propiamen-te dicho está cincuenta metros más adelante del primer control. Mu-ros. Alambres. Canda-dos. Todo sea por con-trolar a quienes están privados de su libertad. Un portón de seis me-tros de alto por cua-tro de ancho oficia de entrada, un vigilador dentro de una garita or-dena: - ¡Pasa uno!. El can-dado se abre. El portón cede. Otro control. Otra puerta, esta vez hecha de alambre tejido y con el mismo material, pero de púa, en su parte su-perior. Y así dos veces más hasta ingresar.

Los candados pare-cen esos que se consi-guen en cualquier ferre-tería, algunos hasta es-tán partidos y no dan la sensación de ser tan fir -mes. Los alambres están oxidados. También las puertas. Sin embargo es una cárcel, y no pare-ce ser muy viable hacer una queja al respecto.

En cada esquina del penal hay una torre de control. Todo parece estar estratégicamente calculado. Los pabello -nes con las celdas en-cierran un gran patio. Allí hay algunos reclu-sos trabajando sobre las plantas que rodean el sector. Más al fondo se ve una cancha, o algo que se le asemeja. Sin pasto, ni líneas de cal que la delimiten y con dos arcos de fútbol a los que solo les quedan resabios de su antiguo color blanco y carecen de las redes que alguna

vez aguantaron los go-les. Ahí están ellos, los Espartanos, prestos a comenzar un nuevo en-trenamiento.

Pelota mata puñal

Fabián hoy es uno de ellos. Pero no siempre lo fue. Tuvieron que pasar cuatro de los ocho años de condena que tiene por homicidio para que se acercara al grupo.

Antes de conocer al equipo su vida dentro de la prisión era totalmente dis-tinta. Estaba “muy metido en el sistema carcelario”. En la faca. En la puñalada. En la droga. Todas esas co-sas que suceden dentro de una penitenciaría. En una pelea le perforaron un pulmón y quedó al borde de la muerte. “Sentía que eso ya no era vida. Tener que andar peleando por pelotudeces y agarrarme a puñaladas todos los días, hasta que uno saliera más lastimado que el otro, ya no valía la pena. Con el rugby encontré un senti-do”, explica Fabián.

Su opinión no era po-sitiva respecto del equi-po. Creía que eran unos locos que se la pasaban entrenando, golpeándose, practicando un deporte del que apenas tenía refe-rencia. “No podés andar haciendo esas cosas acá. Estamos en cana”, asegura. Pero todos los pensamien-tos van cambiando. Y el de él no fue la excepción. “Yo estaba equivocado. No en-tendía que ellos se sentían más libres que yo hacien-do eso. Porque así por ahí estás físicamente privado de tu libertad. Pero men-talmente estás libre”.

A lo que más le teme este recluso es al después de la cárcel. No recupera simplemente la libertad. También tiene obligacio-nes que cumplir: Mante-ner una casa, una familia si la tiene, y, lo más im-portante, trabajar. Dejar de ejercer la delincuencia para buscar un empleo digno, y así no correr el peligro de retornar al pe-nal. Pero no les es fácil. Di-

fícilmente alguien contra-te a quien pasó ocho años privado de su libertad.

“Si yo hoy tengo trabajo te aseguro que es gracias a esto”, cuenta Fernando, quien salió en libertad hace poco más de dos me-ses, luego de cumplir su condena por robo a mano armada. Estuvo un par de años entrenando junto a los Espartanos. Hoy tra-baja en una reconocida cadena de comidas. “El rugby nos ayuda en todo sentido a reinsertarnos. La gente del rugby cree en nosotros. Nos da una oportunidad que pocos se animan a darnos. Y eso nos ayuda un montón”, se-ñala Fernando.

El fenómeno espartano creció a tal punto que has-ta el propio Papa Francis-co se interesó por ello. No solamente envió un video saludando al plantel, sino que también una comiti-va de ex integrantes del equipo-ya en libertad- lo visitó en el Vaticano. “Eso repercutió muchísimo. Porque te cambia una banda saber que si perte-necés a los Espartanos te-nés esa posibilidad”, cuen-ta Fabián y cierra: “esa y tantas otras puertas que se te abren por pertene-cer a este equipo. El rugby ayuda muchísimo”

El rugby no es un ele-mento más en la vida de estos presos. Más allá de inculcar valores, como el compañerismo y el respe-to, también ayuda al en-carcelado a reinsertarse. Y no reincidir. La estadís-tica marca que de los 500 reclusos que pasaron por el equipo solo el 1% retor-nó. El promedio de rein-cidencia en otros penales de la provincia es del 65%.

Fabián estaba grave. Muy grave. Tenía perfo-rado un pulmón por una pelea con facas en la que salió perdiendo. Pero eso forma parte del pasado. Hoy, como tantos otros internos, espera con an-sias que sea martes para poder escapar, aunque sea por unas horas, a su libertad.Santiago González Cutre

Espartanos: El camino del rugby hacia la libertad

Desde 2009 Eduardo Coco Oderigo, abogado penalista y ex jugador de rugby entrena todos los martes del año un equipo formado únicamente por convictos. 5W presenció una de las

prácticas de Los Espartanos en el penal de San Martín.

C on t r a S an A ndr é s , uno de lo s par t ido s c on e quip o s t r adic ionale s par a lo c ual s ale n de l P e nal .

E l e quip o de S e v e n, f or mado an t e s de di s pu t ar un par t ido e n la c ár c e l .

E n t r e nador e s , f amil iar e s y r e c lu s o s e n la Unidad P e nal de S an Mar t ín .

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JUNIO 2016 | 15 |

SOCIEDAD

Para los 69.000 presos de las 250 cárceles argentinas que viven

tras las rejas, la cárcel es una vida con las puertas cerradas. Pero cada vez son más quienes buscan que las puertas se les abran, o por lo menos alguna ven-tana. Bailando, meditando o simplemente respirando.

Según el último infor-me presentado por el Sis-tema Nacional de Estadís-ticas sobre Ejecución de la Pena (SNEEP) publicado en 2014, el 39% de los presos del país tiene entre 25 y 34 años y el 96% son hombres.

Desde hace muchos años se busca promover la reinserción en la sociedad de los presos, así como ac-tividades que les permitan despejarse de esa vida de encierro, para que la esta-día en la cárcel sea lo me-nos conflictiva posible.

En el año 1986 se dio inicio al programa UBA XXII para que las personas que viven en la cárcel pu-dieran estudiar una carre-ra universitaria. También se dan clases para aquellos que desean terminar la primaria o el secundario. Además por supuesto se in-centiva a estas personas a que trabajen desde ahí.

Pero en los últimos años se han empezado a desarrollar dentro de los penales distintas activida-des que no tienen que ver con lo educativo o laboral. Se trata de prácticas de-portivas o recreativas que incluyen actividades como el rugby, clases de música, talleres de pintura y seri-grafía, de teatro, escritura,

de yoga, meditación y de baile.

Según los datos del SNEEP 2014, el 80% de los reclusos no participó de un programa de Capa-citación Laboral y el 51% no participa de ningún programa educativo. En cambio el 81% si participó en prácticas deportivas o recreativas.

El arte de respirar

Cruzar el primer can-dado. Nervios, ruidos en la cabeza ¿qué estoy hacien-do? Pasar el segundo can-dado: asombro, expectati-va ¿Qué va a pasar? Esos

son los pensamientos de alguien a punto de entrar a visitar una cárcel por primera vez. A la salida en cambio la sensación es to-talmente distinta, según cuenta Daniel Buda.

Buda es instructor del Arte de Vivir. Hace más de diez años que lleva a distintos penales de la provincia de Buenos Aires la técnica de Sudarshan Kriya inventada por Sri Sri Ravi Shankar hace 35 años. Esta es una técnica de respiración que busca eliminar el estrés y las emociones negativas y au-mentar la energía, el entu-siasmo y la concentración.

Es parte del programa Pri-son Smart que lleva cur-sos de respiración, yoga y meditación a distintas cárceles alrededor de todo el mundo.

En Argentina se im-plementó hace trece años y por el momento se han dictado cursos en más de 25 cárceles. Algunas de ellas son las de: Florencio Varela, La Plata, San Mar-tín, San Isidro, Ituzaingó, Magdalena, Campana, Sie-rra Chica y en otras pro-vincias como Santa Fe y Río Negro.

El instructor va todos los martes a distintos penales de la provincia, donde a da cursos de res-piración y meditación a grupos de entre 60 y 75 in-tegrantes. “Es el lugar don-de me siento más cómodo más efectivo y más útil”, confiesa.

En nuestro país más de 10.000 personas, tanto internos como personal de los penales, participa-ron de este programa que busca bajar la violencia en las cárceles, y mostrarle a las personas que sufren su condena en la cárcel, que pueden salir adelante y motivarlos para así lograr bajar los niveles de violen-cia dentro de las cárceles, la reincidencia y facilitar su reinserción en la socie-dad.

Trabajan bajo el lema de Ravi Shankar “Si la

gente se enferma, los lle-vamos al hospital y les da-mos la medicina correcta para que se mejoren. Si el comportamiento de la gente está enfermo, los traemos a la cárcel, pero nos olvidamos de las me-dicinas”.

Reducir la angustia, la violencia y la desespera-ción. Esos son los objetivos que plantea Prison Smart. Mitigar la culpa y la bron-ca para empezar a ver la vida de otra manera. “Al empezar el programa las caras fieras miran con des-confianza, con curiosidad. Pero el último día, solo hay sonrisas y palabras de agradecimiento”, relata Buda.

El esquema no solo se compone de los cursos en las cárceles que duran al-rededor de un mes, sino que también se hace un programa de seguimiento para los que siguen dentro, y un programa de conti-nuidad para aquellos que recuperan la libertad. Gra-cias a él ex convictos pue-den convertirse en nuevos instructores del Arte de Vivir.

Reggaeton en el pabellón

En el penal de San Martín los viernes a las tres de la tarde se escu-cha música a todo volu-men en el pabellón 47. Y

risas. ¿Una fiesta dentro del penal? No, son las clases de Zumba, una disciplina que mezcla el baile con la actividad aeróbica, que dicta So-f ía Del Campo, conocida como “Sofi Zumba”.

La actividad es op-cional para las internas que tienen buena con-ducta. Algunas deciden integrarse, otras simple-mente observan las cla-ses desde afuera. Empe-zaron siendo 6, pero ya son 12 las alumnas que todos los viernes acep-tan tomar esta clase.

“El efecto de las clases en ellas es tener un poco de alegría en medio de tanta hostilidad, por una hora son libres y su alma olvida los pesares”, cuenta la profesora.

En algunos pena-les es más fácil que en otros. En el pabellón 47 del penal San Mar-tín que cuenta con 380 presos, “el personal del penal agradece que uno regale su tiempo y fa-cilitan todo lo que está a su alcance”, confiesa Del Campo. En otras cárceles, en cambio, es-tas actividades no son recibidas con tanto en-tusiasmo.

Se ha demostrado que este tipo activida-des han contribuido a bajar los niveles de vio-lencia en las cárceles. Asimismo, se dice que evitan la reincidencia y favorecen la reinserción laboral, no solo en nues-tro país sino en todo el mundo. España es uno de los países donde esto ha tenido mayores resul-tados.

Este año el gobierno de Vidal anunció que quiere implementar el sistema carcelario es-pañol que consiste en la promoción de estas ac-tividades dentro de las cárceles, con áreas dedi-cadas específicamente para estos talleres. Por eso Carlos Mahiques, cuando era ministro de Justicia de la provincia firmó un acuerdo con su semejante español, Rafael Catalá Polo, con el fin de adaptar el siste-ma a nuestra provincia para prevenir la reinci-dencia y las fugas, tan frecuentes hoy en día.

Josefina Sicardi

Un respiro en la cárcel

Clases de baile, de yoga y meditación. Son algunos de los talleres que se desarrollan dentro de los penales para bajar los niveles de violencia y evitar la reincidencia.

Una de la s pr ác t ic a s de y og a, un mome n t o de r e la jac ión de n t r o de la s ac t i v idade s c o t idiana s .

M ue v a . E l b ai le c omo e le me n t o r e c r e a t i v o, ae r óbic o y de r e lac ión s o c ial .

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JUNIO 2016 | 16 |

TENDENCIAS

La Dorita, Cucina Pa-radiso, Don Julio y una larga lista de los

restaurantes más conoci-dos ya se han adaptado a este nuevo fenómeno gas-tronómico que ha ido cre-ciendo gracias a la amplia oferta de ferias y eventos como Masticar, Buenos Aires Market y Buenos Ai-res Week entre muchos otros más. Venden desde panchos y hamburguesas hasta menús elaborados como empanadas de cor-dero con papas rústicas o sándwiches de bife acom-pañados de cebollas cara-melizadas, eso sí, hay para todos los gustos. Lo cierto es que son muchos los que eligen hoy en día apostar a tener su propio negocio so-bre ruedas y este es el caso de Lucas Sosa y su herma-no Felipe que en agosto de 2015 decidieron comprar uno y luego de 7 años de reacondicionamiento sa-lieron al mercado con “El Rodazo”, nombre que eli-gieron para su Food Truck.

“Lo vimos en otros países y como mi hermano tiene un catering hace 10 años nos pareció una buena idea” sostiene Lucas y re-salta que la especialidad son las hamburguesas de autor y los sándwiches ahumados. Para enterarse de los eventos, éste resalta la importancia de tener contactos y de estar aten-tos a las redes sociales por-que es la forma de saber lo que se viene.

Cómo armar el negocio

Por el éxito del empren-dimiento, son muchas las personas que desean ven-der su comida en la calle. Oscar Cortijo, es vicepre-sidente de la Asociación Argentina de Gastrono-mía Móvil (ASOCARGAM) y su objetivo es capacitar y asesorar en el armado y posterior mantenimiento del negocio de gastrono-mía móvil. Sostiene que alrededor del 30% de los dueños de Food Trucks es-tán interesados en salir a vender a la calle pero dice que no existe una ley que lo permita, a pesar de que es un tema que se debate desde hace tiempo en la Ciudad de Buenos Aires.

“Estamos en una mesa de trabajo con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para tratar de reglamen-tar la actividad para segu-ridad nuestra y de ellos” remarca Cortijo. “Además la idea es que a principios o mediados de 2017 se co-miencen a hacer pruebas piloto en las calles para ver como funciona”.

Por otro lado, Rodri-go Asargam, miembro de ASOCARGAM sostiene que “el problema es que después de dos años en donde los Food Trucks empezaron a ser un éxito

ahora al haber pocos even-tos y no poder salir a ven-der en la vía pública, deja de ser negocio. Eso le está pasando a mucha gente”.

Desde el Gobierno de la Ciudad no hay una respuesta concreta res-pecto a la habilitación de los Food Trucks en la vía pública. Una fuente que pertenece al sector de habilitación de la Agen-cia Gubernamental de Control de CABA sostuvo que existe una especie de habilitación tripartita en-tre los sectores de Higiene y Seguridad Alimentaria y Habilitaciones y Trans-porte. “ Se está trabajando en algo nuevo porque es un fenómeno que viene en proliferación absolu-ta” sostuvo. Así como en muchos países es habi-tual salir del trabajo e ir a comprar el almuerzo a un Food Truck, en Argentina el concepto es distinto. La gente está interesada en

ir a eventos y festivales y probar las distintas ofer-tas gastronómicas que ofrecen estos restauran-tes sobre ruedas y que a diferencia con el resto del mundo no suelen vender la famosa fast food.

Pero dicen que comer bien y barato es un lujo que hoy en día pocas per-sonas pueden darse. Lo cierto es que son varios los que ven como una al-ternativa ir a un evento y

probar los distintos tipos de comida que ofrecen los Food Trucks. Pero cuan-do llegan al lugar se dan cuenta de que los precios no eran lo que esperaban y que al igual que en un restaurante había que es-perar la comida.

“Muchos tienen proble-mas a la hora del despa-cho de comida, pero lo que se intenta hacer es tener cosas medianamen-te preparadas pero que

no dejen de ser frescas y ricas” sostiene Lucas Sosa.

“Nosotros tenemos comi-da de calidad con precios acordes, pero la gente está acostumbrada a ir y comer el típico choripán precocinado. Esto es como un restaurante, uno se pide un menú que reque-riría aproximadamente 20 minutos de cocción y nosotros lo despachamos en 8/10 minutos”.

Mercedes Contreras

Un boom sobre ruedas

Son furor en el mundo hace ya varios años. En las grandes

ciudades se han convertido

en pequeños negocios

rentables y centro de

atención en eventos. Y

Argentina no es la excepción.

Cuánto cuestaSon muchos los eventos que los tienen como protagonistas, entre los más famosas están las ferias como Masticar y festivales como el Loolapalooza . “Hay ferias

a las que acceden muy pocos como es el caso de Masticar, en dónde el fee que hay que pagar para poner el Food Truck ronda los $12.000 por día pero también

es cierto que ganas diez veces más que en otra feria” sostiene Lucas, quién dice, que suele tener una ganancia de entre $10.000 - 15.000 por fin de semana.

Rodrigo, en cambio cree que solo el hecho de estar en un evento como puede ser el Loolapalooza no es negocio porque los organizadores se quedan con un

porcentaje de ganancia sumamente alto.

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No sólo los precios son el atractivo de esta modalidad de comer, sino la experiencia de compartir al aire libre.

L a s mo v ida s no c t ur na s inc lu y e n lo s c amione s par a dar una v ar ie dad de op c ione s a lo s a s i s t e n t e s .

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JUNIO 2016 | 17 |

FÚTBOL

La pelota de fútbol se desplazaba de un lado a otro mientras

un cascabel bailaba en su interior al ritmo de las patadas de los jugadores. Éstos llevaban sus ojos vendados y gritaban “voy” cada vez que iban a mar-car al contrincante. Sus piernas estaban envuel-tas en medias largas del color de sus equipos y las rodillas vestían canilleras negras que protegían sus caídas sobre piso de már-mol del patinódromo. Se guiaban por los gritos de sus entrenadores que es-taban detrás de los arcos, o por las vallas verticales que rodeaban la cancha. El juego era rápido e in-tenso, los botines pisaban la pelota con naturalidad y coordinación, y los pa-ses siempre llegaban a destino. Este fue el primer súper clásico de ciegos en la historia de la Argenti-na, que se jugó el sábado 21 de mayo en el marco de la primera jornada del Campeonato Nacional de Fútbol para Ciegos, y en la que participó Silvio Velo, el mejor jugador del mun-do en esta disciplina y goleador histórico de Los Murciélagos.

El desarrollo creciente de este deporte en la Ar-gentina se refleja a través de los 13 títulos interna-cionales del Seleccionado de Fútbol para Ciegos, y en la extensa convoca-toria de los 25 equipos de diversas regiones que participan del torneo na-cional. Pero, el futuro de esta disciplina está en jue-go. “Después de la muerte de Julio Grondona, la AFA (Asociación del Fútbol Argentino) nos quitó el subsidio que estaba desti-nado a la escuelita de fút-bol de Los Murcielaguitos integrada por chiquitos ciegos de 6 a 16 años”, ma-nifiesta el Dr. Domingo

Latela, presidente de la FADEC (Federación Argen-tina de Deportes para Cie-gos). Y agrega: “Directa-mente nos dijeron que no hay un solo peso, y sin em-bargo te estoy hablando de 20 mil pesos mensua-

les. Cada uno de los tres profesores de la escuela cobraba 5 mil pesos por mes, y los otros 5 mil res-tantes eran destinados a indumentaria”. La factura para recibir el dinero per-manece impaga en conta-duría de la AFA hace 10 meses, y en consecuencia, los entrenadores de Los Murcielaguitos no cobran su sueldo desde noviem-bre del año pasado.

El silencio de la AFA

Desde la AFA, Ernes-to Cherquis Bialo, voce -ro oficial, sostiene: “Es-

tamos con una AFA en quiebra, no se les está pagando ni a los provee-dores ni al técnico de la Selección Argentina de Fútbol, Martino. No debe haber dinero para esos subsidios, igual yo

no tengo vinculación con la parte adminis-trativa, y no tengo la respuesta a este legíti-mo reclamo, pero hay que entender que la AFA está viviendo una situación económica crítica”. Sin embargo, Florencia Sartirana, Asistente de Finanzas y Mónica Bouvet, Geren-te de Administración y Control, se negaron a brindar información.

Por el lado de los ju-gadores, la mayoría no tiene conocimiento de este problema, pero re -conocen la importancia

de que todos los ciegos deben tener la posibili-dad de formar parte de un equipo de fútbol. “A los 28 años me quedé ciego por une enferme-dad congénita, y haber tenido la posibilidad

de jugar a la pelota es increíble y gratif ican-te. Al principio es muy dif ícil, tenés miedo de golpearte con tus com-pañeros y te caes todo el tiempo, es como vol-ver a aprender a cami-nar. Pero es muy impor-tante que existan estos equipos porque te hace sentir como una perso -na normal, dejás de ser ciego y sos jugador de fútbol”, explica Sebas-tián (37), del equipo de Estudiantes de La Plata que participa del tor -neo de la Federación.

FADEC se fundó en

el 1988 con el f in de or -ganizar y promover el deporte entre personas con discapacidades vi-suales. Desde entonces, el fútbol ha sido una de las disciplinas líderes del organismo por el

reconocimiento inter -nacional y el atractivo de Los Murciélagos. La entidad logra cubrir sus gastos con la ayuda económica del ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deporti-vo) cuyos socios fun-dadores y coadminis-tradores son el Comité Olímpico Argentino y la Secretaría de Depor-tes. Ellos proveen las instalaciones, el dine-ro para los viajes y las becas para los jugado-res. “Pero muchas veces esto no es suficiente. Y como ya no tenemos

los subsidios de la AFA, estamos haciendo una captación para que se acerquen a colaborar las empresas. Tenemos que aprovechar la res-ponsabilidad social corporativa que impli-ca un acercamiento de las diversas compañías a las instituciones de bien público”, dice La-tela. La empresa con más aportes es Bimbo, el main sponsor de Los Murciélagos, que inclu-so solventa los sueldos de los árbitros.

Un 2016 a todo trapo

Este año todos los es-fuerzos económicos y f í-sicos están destinados a los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016 que comienzan el 7 de septiembre, y en el que la Selección Argentina de Fútbol para Ciegos es uno de los equipos favoritos. EL objetivo es construir un estadio nacional en el CENARD (Centro de Alto Rendi-miento Deportivo) para que puedan entrenarse acorde a las altas exi-gencias de la compe-tencia. Es una creación conjunta del ENARD y la Secretaría de Depor-tes que comenzará a edif icarse a mediados de junio, y gozará de una torre de f ilmación, césped sintético, una gran tribuna, of icinas, arcos de 3.66 y 2.14, y vallas para que la pelo -ta se mantenga dentro de la cancha. Por pri-mera vez los jugadores con discapacidad vi-sual, tendrán su propio lugar para desarrollar sus potencialidades y seguir demostrándole al mundo que nada es imposible.

Bianca Pallaro

La AFA arriesga la vida del

Fútbol para CiegosCuando asumió al frente de la Asociación de

Fútbol, Segura suprimió los subsidios para Los Murcielaguitos, un modelo de integración.

E l pr ime r s up e r c lá s ic o de c ie go s e n la h i s t or ia de A r ge n t ina .

E l de b ú t de l e quip o de f úb t ol par a c ie go s de l C lub At é t ic o de Bo c a J unior s .

Ante la ausencia de subsidios de la AFA, se está haciendo una captación para que se acerquen a colaborar las empresas.

Los entrenadores del equipo de Los Murcielaguitos no cobran su sueldo mensual desde noviembre del año pasado.

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JUNIO 2016 | 18 |

MUSICA

Argentina es un país arraigado por una cultura artística

muy singular. La música es parte de la esencia y de la vida de los argentinos y el país tiene una histo-ria muy rica en cuanto a contribuciones a la músi-ca. Soda Stereo, Patricio Rey, Charly García, Luis Alberto Spinetta, Pappo, Sumo son solo alguno de los nombres que han pa-sado a ser leyendas de la escena musical nacional. ¿Pero cómo es empezar de cero en la música?. ¿Cómo es la vida de los que tocan en el circuito under de la música, es movimiento que contra la cultura ma-instream?

Pájaros del viento es una banda de rock ba-rrial que tuvo sus comien-zos a mediados del 2014 y que se ha ido metiendo en el circuito ‘under’ de la escena musical porte-ña. Javier Damonte es el cantante y guitarrista de la banda y, a sus 20 años, cuenta que las dificulta-des son muchas. “Mi vie-jo también fue músico

y me contaba que antes las nuevas bandas tenían un apoyo de los medios de comunicación y que las grandes compañías discográficas buscaban y buscaban bandas para promocionar. Hoy no es así, ni por asomo. Ahora todo depende de noso-tros, es más autogestión de los artistas por tener resonancia que otra cosa. Nosotros por ejemplo, los temas propios o los covers que vamos grabando los subimos a la plataforma BandCamp para que lo es-cuche cualquiera que ten-ga acceso. Gracias a eso tuvimos la posibilidad de empezar a tocar en pe-queños lugares, como La Colorada o Museo Rock, de la Ciudad”.

¿Pero cómo es llevar a cabo el sueño de hacer música con los costos so-ciales y económicos que se pueden tener? Agustín Rondolino, alumno del Instituto Superior de Mú-sica Popular e integrante de Supernova, formada a principios del año pasa-do y que ya ha tocado en

lugares como Infeckted y SIC Club cuenta un poco como es sostener una ban-da con amigos: “Es difícil porque con la facultad y con el trabajo no tenés mucho tiempo para en-sayar, ni te digo de tocar. ¡Y encima para costear a la banda dependemos mucho del trabajo o de la plata que puedan dar los padres! A veces nos replanteamos las cosas

porque uno piensa que no pero hay un gasto con el tema de los instrumentos, como no tenemos muchos contactos tenemos que arreglar por qué monto tocar… recién en el últi-mo recital recibimos algo de plata. No es fácil pero el sueño nos fortalece para seguir”.

Llegar a la meta

A pesar de esas dificul-

tades, los ejemplos de las bandas que nacieron en el under y ahora ya tienen un lugar en los escenarios principales. Ese es el caso de La Beriso, el grupo de rock oriundo de la ciudad de Avellaneda que comen-zó su carrera en 1998 y se fue haciendo parte del circuito poco a poco has-ta que encontraron su es-tilo musical. Con su cuar-to álbum, Atrapando sue-

ños, lanzado en el 2012, pegaron el salto. Su líder Rolando Sartorio cuenta cómo fue la llegada a ser una banda reconocida y ser catalogada como la “nueva esperanza del rock callejero” según la revista Rolling Stone. “Yo venía de jugar en las infe-riores de Independiente, de donde me fui por todo lo malo del ámbito del fútbol, los dirigentes y los representantes, y me pasé

a las inferiores de San Lorenzo y seguía viendo lo mismo. Decidí dejar porque era todo lo mismo en cualquier club, no era lo mío. Y entonces empe-zamos este lindo proyec-to en el ’98 en un lugar remoto de la ciudad de Avellaneda como una tí-pica banda de amigos que quiere hacer música y pa-sar el rato. Comenzamos a tocar para la familia, para los amigos, que nos venían a ver a los peque-ños recitales que hacía-mos. Todo era un desastre pero un desastre hermo-so, de esos con los que te reís con tus amigos. No sabíamos para dónde iba y todos manteníamos a la banda viva con la plata que ganamos en los tra-bajos que cada uno tenía. Fue una apuesta que ter-minó saliendo bien”.

Según ‘Rolo’ hubo un quiebre en el 2005 cuan-do fueron elegidos como una de las tres mejores bandas participantes del Bombardeo del Demo: “En ese festival vimos la opor-tunidad. Ya veníamos de presentaciones en bares y boliches underground en donde empezamos a generar un movimiento de público interesante y el Bombardeo sirvió para después poder lanzar nuestro primer disco y mostrarle al mundo que teníamos algo que con-tar”. Para graficar el cam-bio, el cantante de la ban-da de Avellaneda cuenta:

“Nunca me interesó ser masivo pero es lindo el re-conocimiento de la gente. Cuando nos dimos cuenta del salto fue en el Teatro de Flores, llenar un re-cinto histórico como el Teatro por primera vez es algo único e irrepeti-ble, después vino Obras y nuestro propio Luna Park que eso ya es como que tu club de fútbol gane la Copa Libertadores”.

Malas y buenas compañías

Pero no solo son los artistas los que le dan

forma al circuito de la ‘contracultura’, sino también merodean las compañías discográ-f icas que buscan a los talentos del ‘under’. Pero la forma en la que buscaban nuevos artistas o que los ar -t istas buscaban a las multinacionales para producir y lanzar álbu-mes ya no es la misma que t iempo atrás. An-tes las discográf icas apostaban por la esce -na musical local y con-trataban bandas para su sello. Hoy el cambio se ve en la autogestión de los propios artistas a tener su propio sello independiente o a pro -mocionar su material por las plataformas digitales. Roberto Cos-ta, presidente de Pop Art Discos, fundada en 2001, explica los v ien-tos de cambio que hay en la escena musical:

“Todo cambia y muy rá-pido. Cuando empeza-mos con Pop Art, venía-mos de una época don-de los artistas interna-cionales no venían a la Argentina y había que darle prioridad al rock argentino, y las ban-das necesitaban apoyo de una discográf ica. Hoy los t iempos son otros, el reloj corre y hay que estar al tanto de las nuevas tecno -logías. Además los ar -t istas han generado la idea de tener su propio sello independiente si es que lo pueden pagar, ahora las discográf icas son más distribuidoras que productoras de los artistas”.

Según los artistas, n punto a favor es la uti-l ización de las plata-formas digitales -Ban-dCamp o SoundCloud- son las que predomi-nan que han contri-buido y han ayudado a los grupos musicales principiantes. Siempre guiados por el lema de

“tocar, contar historias y divertirse”.

Mariano Dalesio

Del garage al escenario

A la sombra de las leyendas de la música argentina, cientos de bandas juveniles buscan el camino para

pegar el salto. Dificultades y sueños para llegar a la masividad sin perder la esencia.

“Hacer nuestro propio Luna Park es como que tu club de fútbol gane la Copa Libertadores”, Rolando Sartorio, de La Beriso.

L a Ber iso es el espejo en el que las bandas independientes se miran, porque logr ó acceder al top.

CRÉD

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Ja v ie r D omon t e de P ájar o s de l v ie n t o. A g u s t ín Rondol ino de Sup e r no v a .

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JUNIO 2016 | 19 |

CINE

“Si no se tiene el dinero del Incaa es muy difícil hacer una película. El

cine es una actividad muy cara y además, muy riesgo-sa, con lo cual conseguir inversores no es tan sen-cillo”, explica Alberto Ur-thiague, gerente de Fomen-to del Instituto de Cine, y se pregunta “¿Hay alguna película que se haga en Ar-gentina que no recurra al Incaa?”. Lo mismo sostiene Pablo Del Teso, consultor de guión en PorMásFilms y profesor en la Universidad Nacional de San Martín y la Universidad Católica Argentina. Afirma que el principal aporte que hace el organismo al desarrollo de la industria nacional es la financiación, disminu-ción de riesgo y ayuda en el recupero de la inversión por parte de las produc-toras. “No se puede hacer una película sin subsidio”, asevera Mercedes Furst Za-piola, productora de con-tenidos audiovisuales de Karma Cine quien agrega que hacer cine en la Ar-gentina “es un lujo que so-los algunos se pueden dar

“ y que la única forma de hacerlo es con la financia-ción del Incaa.

La industria del cine en Argentina está básicamen-te conformada por pymes. El tamaño de las producto-ras va desde las que hacen una película y luego desa-parecen hasta las que rea-lizan más de cuatro al año. Si bien es importante en términos de cantidad de films, ya que por año se es-trenan alrededor de 70 lar-gometrajes de mediano y

alto costo, el promedio de espectadores por película es muy bajo. Solo unas 10 películas por año alcan-zan una performance co-mercial aceptable mien-tras que el resto tiene una distribución marginal.

El cine en el mundo está hegemonizado por los Estados Unidos. Se calcula que el 85% del mercado mundial está tomado por films “hollywoodenses”, y Argentina no es la excep-ción. En el país, solo un 15% de las películas son na-cionales, esto en un “buen año” sino la cifra descien-de a 10%. El 2016 constitui-ría uno de estos “buenos años”. Según el sitio web Ultracine, cuantro de las 10 películas más vistas por los 4 millones y medio de espectadores fueron nacio-nales: El hilo rojo, Al final del túnel, Me casé con un boludo y Kóblic.

El objetivo principal

del INCAA es el fomento de la actividad cinemato-gráfica, y para alcanzarlo tiene dos grandes vías. los créditos y los subsidios. Hay una tercera forma de apoyo económico para aquellos que aún no son profesionales. Se trata de los concursos Ópera Pri-ma, que les permite a quie-nes recién se reciben reali-zar su primera obra.

“Lamentablemente, el Incaa no tiene nada de transparente ahora ni en ninguna gestión. Es más, es uno de los entes esta-tales más cuestionados” destaca Furst Zapiola. “Te-niendo en cuenta que en los últimos doce años vi varias películas a favor del peronismo o el kirch-nerismo y ninguna que lo critique, deduzco que fue-ron partidistas a la hora de dar subsidios”, agrega Pablo del Teso, guionista. Ante estas acusaciones Al-berto Urthiague, Gerente de Fomento del organis-mo, dice que “algo de cier-to debe haber” pero que cada nuevo presidente “se va cuidando más porque sabe que hay antecedentes de complicaciones”.

El Instituto de Cine es autárquico, por lo que no recibe dinero del presu-puesto nacional sino que tiene un fondo propio. Este Fondo de Fomento Ci-nematográfico está cons-tituido por el 10% de cada entrada que se vende en el país, sea una película nacional o extranjera; el 10% del alquiler del DVD, y una porción de los impues-tos a la publicidad en TV y

radio que el ENACOM (ex-AFSCA) cobra. El 50% de lo recaudado por el Incaa, que suele ser entre 1.000 y 1.200 millones de pesos, se debe destinar a subsidios, pero no se puede pagar más que eso. Se estima que financia 140 pelícu-las de todo tipo al año. La mitad son de costo medio y alto, y la otra, de costo bajo, experimentales y no profesionales.

Revisando la herencia

Entre las conclusiones que saca la Auditoría Ge-neral de la Nación en su informe sobre el manejo del Fondo de Fomento Ci-nematográfico durante la gestión de Liliana Mazure se encuentran: es imposi-ble verificar la suma de dinero que la ex-AFSCA transfirió al FFC del Insti-tuto de Cine; que el orga-nismo solicitó $149 millo-nes a la Tesorería de la Na-ción para costos que le co-rresponde cubrir al Fondo de Fomento; los créditos

y subsidios del INCAA no fueron otorgados a través de una entidad bancaria sino que fueron pagados directamente desde el propio INCAA. Todos es-tos hallazgos van en con-tra de la ley 17.741, conoci-da como Ley del Cine.

Desde enero de este año el Instituto está a car-go de Alejandro Cacetta,

contador y productor que trabajó en Pol-Ka y Patago-nik Film Group, y produjo películas como Un novio para mi mujer, Igualita a mí, Dos más dos, Elefante Blanco y Corazón de León. Por el momento mantie-ne el Plan de Fomento vigente, el cual fue mo-dificado por última vez en 2013, aunque hay una idea de renovarlo. Tampo-co se ha reglamentado la ley 26.838 que declara al cine como industria, que permitiría a los producto-res ser beneficiados con las mismas ventajas que obtienen las demás indus-trias nacionales, como re-ducciones de determina-dos impuestos o de aran-celes a las importaciones. Desde la Gerencia de Fomento destacan que, si bien hasta ahora los cam-bios son más formales que de fondo, están cuidando la prolijidad de las nor-mas y reglamentaciones, y están haciendo un pro-ceso de ordenamiento.

Agustina Ormeño

Por ahora el cine nacional tiene

quien lo financie

Los productores audiovisuales y el mismo Instituto de Cine aseguran que sin los créditos y subsidios de la entidad no existiría una industria cinematográfica nacional. Pero existen denuncias por irregularidades en el manejo del Fondo de Fomento durante la última década.

En el país,

solo un

15% de las

películas son

nacionales,

cuando hay

un “buen

año”. Si

no, la cifra

desciende

a un 10%.

El INCAA

solicitó $149

millones a

la Tesorería

de la Nación

para costos

que le

corresponde

cubrir al

Fondo de

Fomento.

El camino del subsidioEl actual sistema de fomento funciona de la siguiente manera: El primer paso es la presentación del proyecto para que este sea evaluado por el Instituto. Los

comités de selección no están integrados por funcionarios del INCAA sino por directores, productores, guionistas y actores de la industria. Luego de analizar su

valor artístico, los aspectos productivos y el potencial comercial, el comité declara si el proyecto es de interés o no. Es cuando se obtiene la declaración de interés

que el productor se encuentra en condiciones de recibir los beneficios económicos que ofrece la entidad.

En la primera etapa se otorgan los créditos. Un comité evalúa los aspectos económicos del proyecto y verifica que el productor sea solvente, es de-

cir, que pueda garantizar que devolverá el préstamo. Luego, el Instituto de Cine va otorgando porcentajes de ese crédito a medida que se van

terminando las etapas de producción, que suelen ser aproximadamente cinco. Una vez finalizado el proceso productivo el largometraje se estrena en los cines,

luego se edita en DVD y, finalmente, pasa al cable. Recién cuando este ciclo de exhibición se agota, el productor puede presentar los gastos ante el INCAA y

solicitar un subsidio para recuperar los costos. De acuerdo con la información que provee el INCAA, han recibido subsidios largometrajes como Abzurdah, prota-

gonizada por Eugenia Suarez; Permitidos, que se estrena en agosto de este año; Una noche de amor, escrita por Sebastián Wainraich; Truman; Kóblic, que tienen

a Ricardo Darín como protagonista; Me casé con un boludo, del dúo Suar-Bertuccelli; Papeles en el viento y Voley.

D e s de f e br e r o de 2016 A le jandr o C ac e t t a e s e l pr e s ide n t e de l In s t i t u t o de C ine.

CRÉD

ITO:

HER

NÁN

ROJA

S

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JUNIO 2016 | 20 |

CONTRATAPA

Con la integración de aparatos electróni-cos a la cotidianei-

dad, aparecieron nuevos sentimientos que debían ser interpretadas y nuevas formas de escribir. Horas inagotables mirando la pantalla de un dispositivo móvil con 4G, mensajes vistos sin respuesta y la angustia que genera la in-diferencia digital. El cru-ce entre la era tecnológica y las emociones que se pierden en la fibra óptica de la recepción y emisión de mensajes. Estos son algunos temas que suele abordar Spencer Madsen, poeta contemporáneo de Nueva York, fundador de Sorry House (prensa de edición independiente) y uno de los más reconoci-dos en el género de alt lit, la literatura alternativa que cada vez gana más protagonismo.

Porque a partir de me-diados de los noventa, se origina esta nueva litera-tura en Estados Unidos, proveniente de los con-fines de internet y de los casi extintos blogs, y co-mienza unos años antes que la generación de los milennials. Se caracteriza por no tener censuras en lo que tiene que comuni-car, y deja de lado todo lo que no tiene un propósito en el relato, lo que sobra. Se contrapone a la gene-ración anterior de escrito-res, indiscutida en el ca-non estadounidense como Bret Easton Ellis y David Foster Wallace, dos de los más representativos de la época.

Spencer Madsen, Mira Gonzalez y Ben Brooks son tres de los autores que representan esta nueva ola de literatura instantá-

nea denominada alt lit.Los autores “alt literos”,

llamados así por los críti-cos, exhiben una nueva sinceridad post tecnoló-gica: producto del fin del imperio estadounidense por el atentado del 11 de septiembre, ya no les que-da resguardo en el confor-mismo del materialismo,

porque ellos también son vulnerables. Para esta ge-neración es todavía más problemático el hecho de que nada puede dar solu-ción al aburrimiento de la posmodernidad y la alie-nación que produce cual-quier trabajo que consiste en hacer ganar dinero a otra persona.

Se trata de un tipo de escritura extra sensibili-zada e introspectiva, que trata de llegar a lo más profundo de las emocio-nes que derivan de las cavilaciones de la rutina. Busca que el lector pueda identificarse en ese mis-mo pensamiento y no deja lugar para grises.

Escrito a modo de poema o novela, mucho del contenido elaborado suele ser auto referencial en el caso de Madsen y Brook, ya que es más fácil detallar experiencias de manera quirúrgica donde uno más sabe de sí mismo. Se trata de retratar una fragilidad que en el fondo

enmascara enfado, frente a la brusquedad que signi-ficó el traspaso a la era de internet y las redes socia-les, sin tener opción y sin saber cómo sentirse al res-pecto. En el fondo, se tra-ta de “resetear” la manera de escribir. Tao Lin es tal vez el más famoso en este grupo de desconocidos.

En “Puedes hacer que cualquier cosa sea triste”, Spencer Madsen no tiene problema mostrarse a tra-vés un sincericidio absolu-to en su escritura. Llega al punto de parecer una per-sona abominable por el hecho de disecar sus emo-ciones, hasta que solo que-da un análisis desperso-

nalizado de un sentimien-to en unas pocas palabras. Afirma sin pudor: “ahora me siento como una cá-mara de seguridad para mis emociones, viéndolas sospechosamente desde una esquina”. Luego dice:

“cuando pienso en Keila es algo forzado, básicamente puedes olvidarte de ella”.

El término Alt podría aludir a la tecla “alt” o ser una referencia a la pa-labra “alternativo”. Está principalmente orientada a cuestiones cotidianas de la vida diaria que son llevadas a una banalidad irónica; parecen no tener una profunda significa-ción, pero sí la tienen des-de la perspectiva de los protagonistas y el autor.

En su obra “Nunca voy a ser lo suficientemente bella como para hacernos bellos estando juntos”, Mira González nos pasea a través de sus vividos sen-timientos sobre relacio-nes de pareja. Dice: “voy a tocar tu rostro usando mi cuerpo entero” y “la próxima vez que estés manejando tu auto, vas a pensar en la vez que tu-vimos sexo en la cama de mi padre”. También dice:

“ahora siento confort por-que tu cerebro esta en-casillado en un cráneo a millas de donde estoy, lo siento”.

Mateo Mórtola, autor de Automac, publicación estreno de la editorial Dri-ve, tiene cosas para contar. La obra reúne diez relatos que describen la aventura acomodada de dos jóvenes de clase media alta que intentan descifrar, sin animarse a tomar gran-des decisiones, el pase a la vida adulta. “Automac es un libro para todos los

que quieran perdonar”, dice sentidamente.

También habla del fe-nómeno literario que atra-viesa su juventud desde que empezó a tomar en se-rio la escritura. “Alt lit es la expresión literaria de los jóvenes que estamos aburridos en la segunda década del tercer milenio. Es la literatura que brota de consumos hipermedia-tizados, que se hace de fragmentos de videos, de pedazos de canciones, de escaneos en artículos de Wikipedia. Alt Lit es lo último que tenemos para decir después de haber scrolleado Instagram y perfiles de Facebook has-

ta perder la conciencia de nuestros deseos”.

Estos autores anali-zan las cosas como si ellos fueran una masa amorfa y todo lo que su-cede alrededor sus vidas fuera extremadamente raro y confuso. Como si no se sintieran parte de la humanidad y tampo-co tuvieran una respues-ta a como sentirse al res-pecto. Quizás este sea el nuevo molde de persona del futuro no tan lejano: hiperconectado a inter-net, sensibilizado por las redes, y atrapado en el f lujo de datos inter-minable.

Marcos Lalor

Alt lit reseteando

la forma de escribir

La tecnología se entrometió en casi todo y la literatura no escapó al fenómeno

planetario de conexión las 24 horas. Los sentimientos en la emergencia de una

nueva ola narrativa. Spencer Madsen se hizo famoso con su libro “Puedes hacer que cualquier cosa sea tr iste” donde desnuda sus emociones.

CRÉD

ITO:

MIR

A GO

NZÁL

EZ (T

WIT

TER)

CRÉD

ITO:

SPE

NCER

MAD

SEN

(FAC

EBOO

K)

Es la literatura que brota de

consumos hipermediatizados,

con fragmentos de videos,

pedazos de canciones, escaneos

en artículos de Wikipedia.

Mucho del contenido suele

ser auto referencial, ya que es

más fácil detallar experiencias

de manera quirúrgica donde

uno más sabe de sí mismo.

Mir a G on z ále z s e e s p e c ial i z ó e n t e x t o s s obr e par eja s .