pleno extraordinario sobre la tolerancia y en contra de la incitaciÓn al odio y a la violencia...

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INTERVENCIÓN DE LA PORTAVOZ DEL GRUPO MUNICIPAL POPULAR EN EL AYUNTAMIENTO DE MADRID EN EL PLENO EXTRAORDINARIO SOBRE LA TOLERANCIA Y EN CONTRA DE LA INCITACIÓN AL ODIO Y A LA VIOLENCIA EN LA CIUDAD DE MADRID, SOLICITADO POR ESTE GRUPO MUNICIPAL (Madrid, 9 de julio de 2015) Excma. Sra. Alcaldesa de Madrid, 1

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PLENO EXTRAORDINARIO SOBRE LA TOLERANCIA Y EN CONTRA DE LA INCITACIÓN AL ODIO Y A LA VIOLENCIA EN LA CIUDAD DE MADRID.

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Solicitud de Celebracin de un Pleno Extraordinario sobre la tolerancia y en contra de la incitacin al odio y a la violencia e

INTERVENCIN DE LA PORTAVOZ DEL GRUPO MUNICIPAL POPULAR EN EL AYUNTAMIENTO DE MADRID EN EL PLENO EXTRAORDINARIO SOBRE LA TOLERANCIA Y EN CONTRA DE LA INCITACIN AL ODIO Y A LA VIOLENCIA EN LA CIUDAD DE MADRID, SOLICITADO POR ESTE GRUPO MUNICIPAL(Madrid, 9 de julio de 2015)

Excma. Sra. Alcaldesa de Madrid,Ilmas. e Ilmos. Concejales del Ayuntamiento de Madrid,

El pasado 13 de junio por la maana se constitua esta Corporacin Municipal, segn los resultados de las Elecciones del 24 de mayo.

A la salida, un grupo de partidarios de Podemos, increp, insult y amenaz a nuestra compaera Begoa Villacs y a los concejales de Ciudadanos que la acompaaban con una agresividad tal que ella declar despus que "haba visto el odio en sus miradas y que haba tenido miedo.

Esa misma tarde comenzaron a circular por la red los textos de una serie de tuits escritos por algunos miembros del Grupo Municipal de Ahora Madrid. Unos textos absolutamente intolerantes e intolerables.

Los textos de esos tuits, hoy ya sobradamente conocidos por todo el mundo, son, y creo que eso lo reconocen hasta sus propios autores, absolutamente reprobables.Banalizar el Holocausto impide ocupar puestos de responsabilidad poltica en cualquier pas de Europa. Y llamar al asesinato de los adversarios no es el mejor camino para conseguir la confianza de los conciudadanos en los pases libres y civilizados.

El 16 de junio tambin supimos que el Juzgado de lo Penal nmero 6 de Madrid va a abrir juicio oral contra la concejal portavoz de este Ayuntamiento por un delito contra los sentimientos religiosos, por el que estaba imputada desde hace tiempo por el Juzgado de Instruccin nmero 1 de Pozuelo de Alarcn. (Por cierto, que esta imputacin no la impidi ir en las listas de Ahora Madrid, en contra de lo que predica Podemos, su partido poltico).En resumen, que nada ms constituirse este Ayuntamiento hemos conocido un conjunto ingente de manifestaciones de algunos de sus concejales que pueden ser consideradas como banalizacin del Holocausto, como xenfobas, como desprecio a las vctimas de la violencia machista o del terrorismo, como incitaciones a la violencia por razones polticas, o como atentatorias contra el derecho fundamental de la libertad religiosa y de conciencia.Algunas de estas manifestaciones estn hoy ya en manos de la Justicia y es a ella a la que le corresponde dilucidar las posibles responsabilidades penales de sus protagonistas.Otra cosa son sus responsabilidades polticas, de las que s podemos y debemos hablar aqu. Y por eso nuestro Grupo solicit la celebracin de este Pleno Extraordinario.

Hay que decir que, independientemente de lo que resuelva la Justicia, esas responsabilidades polticas deberan llevar consigo en la devolucin del acta de concejal de todos ellos.

Eso es lo que pensamos desde el Grupo Municipal Popular.

Sin embargo, no hemos pedido la convocatoria de este Pleno Extraordinario nicamente para hablar de estos textos, aunque nos parecen muy graves.

Queremos que este Pleno sirva para reflexionar ms en profundidad sobre el denominador comn que subyace en todas estas manifestaciones absolutamente impresentables y reprobables. Y ese sustrato es el odio de algunos frente a los que tienen otras ideas polticas.

Empezar por decir que, aunque no con toda la contundencia que nos hubiera gustado, todos los autores de los tuits y del asalto a la capilla de la Complutense han declarado que, de una u otra manera, se arrepienten de lo que han hecho.

La alcaldesa ha excusado a alguno de ellos en razn de su juventud. Otro ha pedido perdn con la excusa de que, cuando los escribi, no estaba en poltica. La seora portavoz ha declarado que ahora no lo hara.

Seores concejales, estoy dispuesta a aceptar esas excusas, si son pblicas, radicales y sinceras.

Y este Pleno podra ser el lugar apropiado para que las presentaran a todos los madrileos, que son, en definitiva, los ofendidos y despreciados con esas actuaciones.

Pero mucho ms importante que tratar estos hechos concretos es que de aqu salga un compromiso absoluto de erradicar el odio y la violencia verbal y fsica de la vida poltica de Madrid.

La Historia de Espaa de los ltimos dos siglos es, desgraciadamente, una Historia en la que el odio poltico ha tenido demasiado protagonismo.

Desde la Guerra de la Independencia, que tuvo ms de lo que parece de guerra civil, hasta nuestros das, han sido muchos, demasiados, los conflictos que los espaoles hemos acabado dirimiendo con episodios de violencia, a veces inusitada.

Ahora los polticos de Podemos, entre los que hay muchos jvenes que no la vivieron y otros muchos que parecen desconocer nuestra Historia, predican sin cesar que hay que revisar la Transicin poltica que sigui a la muerte de Franco y nos condujo a la Espaa Constitucional de hoy.

Muchos de lo que esto preconizan quieren encontrar la legitimidad democrtica de nuestro rgimen poltico en la II Repblica.

Pues bien a los que quieren despreciar la obra de los polticos de la Transicin, de los que en este Pleno puede haber ms de uno, le voy a leer unos textos bastantes elocuentes de 1956.

En el campo republicano son ms numerosas e influyentes las opiniones de los que estiman que hay que enterrar los odios y rencores de la guerra civil.No hemos cesado de preconizar la unin nacional de los espaoles, de insistir en la necesidad de cerrar el foso abierto por la guerra civil entre unos y otros.

Estos prrafos proceden de la declaracin que el Comit Central del Partido Comunista de Espaa hizo pblica en junio de 1956, hace ya 59 aos!, con motivo del XX aniversario del comienzo de la Guerra Civil.

Y an voy a leerles algunos prrafos ms:

Al acercarse el XX aniversario del comienzo de la guerra civil, el Partido Comunista de Espaa declara solemnemente estar dispuesto a contribuir sin reservas a la reconciliacin nacional de los espaoles, a terminar con la divisin abierta por la guerra civil.

Crece en Espaa una nueva generacin que no vivi la guerra civil, que no comparte los odios y las pasiones de quienes en ella participamos.

Existe en todas las capas sociales de nuestro pas el deseo de terminar con la artificiosa divisin de los espaoles en rojos y nacionales, para sentirse ciudadanos de Espaa, respetados en sus derechos, garantizados en su vida y libertad, aportando al acervo nacional su esfuerzo y sus conocimientos.

Esto es lo que, hace casi sesenta aos, decan los comunistas espaoles, los que haban hecho la Guerra Civil y que, sin embargo, renunciaban al odio, al rencor, al nimo de revancha. Y eso que todava estaban cercanos la muerte y el terror de aquella Guerra tremenda.

Ese afn de concordia se hizo an mayor en los aos de la Transicin. Algunos jvenes creen que la Constitucin se hizo bajo la amenaza de los llamados poderes fcticos que obligaban a no cruzar determinadas lneas y que ahora hay que hacer una nueva transicin para traspasar esas lneas.

Estn profundamente equivocados. La nica lnea roja que tuvieron presente los diputados de 1978 fue el odio. Porque conocan muy bien la historia de Espaa, porque conocan muy bien la historia de la II Repblica, de la Guerra Civil y del franquismo, saban muy bien a dnde haba conducido a los espaoles el odio.

Y saban, como debemos hoy saber nosotros, que el odio empieza siempre por las palabras. Empieza por esas palabras de las que luego te arrepientes, como me gustara que ocurriera hoy, por esas palabras que a veces no controlamos pero que son el vehculo del rencor, del insulto, del intento de descalificar incluso humanamente al otro, al que no piensa como t.

La labor de los constituyentes de 1978, que tuvo sus fallos, desde luego, se agiganta cuando tenemos que afrontar asuntos como el que hoy nos ocupa.

Ellos expresaron como no ha expresado nadie en la Historia de Espaa el nunca ms.

Ellos no queran una Constitucin que media Espaa impusiera a la otra media.

Ellos no queran una Constitucin como la de la II Repblica, cuya elaboracin ya provoc el no es eso, no es eso de Ortega y Gasset, que haba sido el intelectual que ms haba hecho para traerla.

Ellos no queran actuar como los liberales de 1820 que cantaban con afn de revancha el trgala a los que no les gustaba la Constitucin de Cdiz.

Ellos quisieron una Constitucin que no le gustara del todo a nadie pero en la que todos pudieran encontrarse a gusto. Una Constitucin de la concordia, de la reconciliacin.

Porque si se rompe esa concordia, si se desprecia esa reconciliacin, si se opta por cultivar el odio, si no se comprende que los espaoles tenemos que compartir un destino comn, si no se acepta que en el pluralismo est la mayor de las riquezas polticas, volveremos al odio.

Y entonces, la responsabilidad de los que hayan movido ese odio ser incalculable.

En este sentido y para los que no las conozcan y para los que las hayan olvidado, quiero citar las palabras de Azaa el 18 de julio de 1938, segundo aniversario del inicio de la Guerra Civil: y cuando la antorcha pase a otras manos, a otros hombres, a otras generaciones, que les hierva la sangre iracunda y otra vez el genio espaol vuelva a enfurecerse con la intolerancia y con el odio y con el apetito de destruccin, que piensen en los muertos y que escuchen su leccin: la de esos hombres que han cado magnficamente por una ideal grandioso y que ahora, abrigados en la tierra materna, ya no tienen odio, ya no tienen rencor, y nos envan, con los destellos de su luz, tranquila y remota como la de una estrella, el mensaje de la patria eterna que dice a todos sus hijos: paz, piedad, perdn.

Sra. Alcaldesa, seoras y seores concejales,

Muchos de los concejales acaban de llegar a la poltica. Lo hacen llenos de ilusin y de ganas de cambiar todo lo que est mal. Y a m me alegra enormemente esa ilusin y esas ganas de mejorarlo todo.

Pero no pueden creerse que son los primeros y los nicos que tienen esa ilusin y esas ansias de mejorar.

Tienen que saber y que aceptar que todos los dems que estamos aqu tambin estamos llenos de esa ilusin y de esas ganas de acabar con todo lo que est podrido.

Tienen que aceptar eso.

Y tienen que comprometerse a erradicar de forma tajante y definitiva la violencia y el odio a sus adversarios de sus acciones, de sus palabras y, tambin, de sus pensamientos.

Muchas gracias.PAGE 2