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Plataforma de Vinculación de Periodistas (PVP) Impunidad de las agresiones a periodistas en México Informe Ejecutivo Distinguidas y Distinguidos integrantes de la Honorable CIDH Presidenta Rose-Marie Belle Antoine Primer Vicepresidente y relator para México, James Cavallaro Comisionadas Tracy Robinson y Rosa María Ortiz Secretario Ejecutivo Emilio Álvarez Icaza Longoria Secretaria Adjunta Elizabeth Abi-Mershed Relator Especial para la Libertad de Expresión, Edison Lanza En representación de la Plataforma de Vinculación de Periodistas (PVP), que reúne a representantes de periodistas de 13 estados de la república Mexicana, nos dirigimos a ustedes en atención a su investidura y misión, con la finalidad de explicar a través del informe sobre Impunidad de las agresiones en México, la severa crisis en materia de libertad de expresión y por ende de la democracia en nuestro país. Consideramos que México vive una crisis humanitaria en materia de libertad de expresión, ante los más de cien casos de homicidios de periodistas registrados del año 2000 a la fecha, casi dos decenas de periodistas sin aparecer, los cientos de periodistas amenazadas y amenazados, todos, casos documentados por diversas organizaciones nacionales e internacionales como Freedom House, Reporteros sin Fronteras, Artículo 19, Casa de los Derechos de Periodistas, Centro de Derechos Humanos y Asesoría Pueblos Indígenas, Propuesta Cívica, entre otras. Esta situación ha llevado a que Freedom House haya catalogado a México en 2014, por cuarto año consecutivo, como país no libre en materia de libertad de expresión. En 2015, el número de asesinatos a periodistas va en aumento y la impunidad sigue siendo la constante, a pesar de existir una Fiscalía Especial para investigar delitos cometidos contra la libertad de expresión, los responsables siguen sin ser llevados ante el sistema de justicia. Moisés Sánchez Cerezo, Armando Saldaña, Juan Mendoza, Gerardo Nieto Álvarez, Filadelfo Sánchez Sarmiento, Abel Manuel Bautista Raymundo, Rubén Espinoza Becerril, entre otros, son los periodistas asesinados durante los últimos nueve meses en México por ejercer el periodismo, hipótesis que familiares y colegas sostendrán hasta que la autoridad demuestre lo contrario con investigaciones científicas y apegadas a derecho.

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Plataforma de Vinculación de Periodistas (PVP)

Impunidad de las agresiones a periodistas en México

Informe Ejecutivo

Distinguidas y Distinguidos integrantes de la Honorable CIDH

Presidenta Rose-Marie Belle Antoine

Primer Vicepresidente y relator para México, James Cavallaro

Comisionadas Tracy Robinson y Rosa María Ortiz

Secretario Ejecutivo Emilio Álvarez Icaza Longoria

Secretaria Adjunta Elizabeth Abi-Mershed

Relator Especial para la Libertad de Expresión, Edison Lanza

En representación de la Plataforma de Vinculación de Periodistas (PVP), que

reúne a representantes de periodistas de 13 estados de la república Mexicana,

nos dirigimos a ustedes en atención a su investidura y misión, con la finalidad de

explicar a través del informe sobre Impunidad de las agresiones en México, la

severa crisis en materia de libertad de expresión y por ende de la democracia en

nuestro país.

Consideramos que México vive una crisis humanitaria en materia de libertad de

expresión, ante los más de cien casos de homicidios de periodistas registrados del

año 2000 a la fecha, casi dos decenas de periodistas sin aparecer, los cientos de

periodistas amenazadas y amenazados, todos, casos documentados por diversas

organizaciones nacionales e internacionales como Freedom House, Reporteros

sin Fronteras, Artículo 19, Casa de los Derechos de Periodistas, Centro de

Derechos Humanos y Asesoría Pueblos Indígenas, Propuesta Cívica, entre otras.

Esta situación ha llevado a que Freedom House haya catalogado a México en

2014, por cuarto año consecutivo, como país no libre en materia de libertad de

expresión.

En 2015, el número de asesinatos a periodistas va en aumento y la impunidad

sigue siendo la constante, a pesar de existir una Fiscalía Especial para investigar

delitos cometidos contra la libertad de expresión, los responsables siguen sin ser

llevados ante el sistema de justicia.

Moisés Sánchez Cerezo, Armando Saldaña, Juan Mendoza, Gerardo Nieto

Álvarez, Filadelfo Sánchez Sarmiento, Abel Manuel Bautista Raymundo, Rubén

Espinoza Becerril, entre otros, son los periodistas asesinados durante los últimos

nueve meses en México por ejercer el periodismo, hipótesis que familiares y

colegas sostendrán hasta que la autoridad demuestre lo contrario con

investigaciones científicas y apegadas a derecho.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) documento la impunidad

operante en México respecto a los agravios cometidos en contra de periodistas y

emitió la Recomendación General 20/2013, sin embargo, ni las autoridades

estatales ni federales, ni el mismo organismo autónomo emisor, le dieron

seguimiento y la impunidad sigue permeando los agravios a la libertad de

expresión y con ello deteriorando la incipiente democracia mexicana.

Las relatorías sobre Libertad de Expresión de la CIDH y de la ONU, emitieron en

2010 un informe, luego de una visita a México, cuyas recomendaciones siguen

siendo pendientes del Estado Mexicano.

Recomendaciones que otros países hicieron a México en materia de Libertad de

Expresión, luego del Examen Periódico Universal (EPU) de 2013 siguen

esperando respuestas prácticas, ya que el discurso institucional mexicano, es

insuficiente para detener los asesinatos, las desapariciones, las amenazas, entre

otras agresiones al gremio periodístico nacional.

Esta Plataforma, es un espacio ciudadano en el que confluyen periodistas,

comunicólogos, organizaciones de la sociedad civil, personas defensoras de

derechos humanos y ciudadanía en general, con la finalidad de acompañar, desde

un ángulo interdisciplinario, al gremio periodístico mexicano para defender y

promover la Libertad de Expresión y demás derechos de las personas que ejercen

el periodismo.

Entre estas organizaciones civiles coinciden Freedom House, Reporteros sin

Fronteras, Casa de los Derechos de Periodistas, Propuesta Cívica y otras. La

Plataforma de Vinculación de Periodistas, tiene el propósito de acompañar a

periodistas en riesgo o víctimas de algún agravio por su labor profesional y en el

proceso de capacitación para abatir vulnerabilidades como profesionales del

periodismo.

Esta plataforma, que busca incidir a nivel nacional, actualmente tiene

representación en 13 entidades: Baja California, Coahuila, Guerrero, Morelos,

Michoacán, Oaxaca, Sinaloa, Veracruz, Guanajuato, Colima, Campeche, Tabasco

y el Distrito Federal.

Este ejercicio de vinculación de periodistas surgió como resultado del proyecto

Proceso de Articulación y Vinculación de Acciones para Mejores Prácticas de

Apoyo a las y los Periodistas en Situación de Riesgo, auspiciado por Freedom

House México.

México, Distrito Federal, 28 de septiembre de 2015.

Coordinación Ejecutiva

Víctor Ruiz Arrazola Andrés Resillas Mejía

Impunidad de las agresiones a periodistas en México

Informe presentado a la CIDH sobre los estados de

Veracruz, Michoacán, Guanajuato, Durango, Coahuila, Colima, Oaxaca,

Guerrero y Distrito Federal

México, Distrito Federal, Septiembre de 2015.

México vive una severa crisis en materia de libertad de expresión y prueba de ello

son los más de cien casos de homicidios de periodistas registrados del año 2000 a

la fecha, casi dos decenas de periodistas sin aparecer, los cientos de periodistas

amenazadas y amenazados, todos, casos documentados por diversas

organizaciones nacionales e internacionales como Freedom House, lo que ha

llevado a que esta organización internacional haya catalogado a México en 2014,

por cuarto año consecutivo, como país no libre en materia de libertad de

expresión.

La Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos en contra de la Libertad

de Expresión (FEADLE), que depende de la Procuraduría General de la

República (PGR), es una instancia que a pesar de tener nuevas facultades

constitucionales, publicadas en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el día 8 de

octubre de 2013, aun no se ha consolidado, para lo cual se requiere que sea una

fiscalía especializada en Libertad de Expresión y no especial.

El escaso personal y presupuesto genera que las investigaciones se realicen de

manera muy lenta y cuando llegan a consignar una indagatoria ante algún

juzgado, en varias ocasiones, son rechazadas por el juez, debido a que tienen

deficiencias de técnica jurídica o investigaciones ministeriales sin cientificidad,

tales son los casos de Regina Martínez, Gregorio Jiménez y Moisés Sánchez, en

el estado de Veracruz.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la segunda parte del

inciso c de la fracción XXI del Artículo 73 dice que:

“Las autoridades federales podrán conocer de los delitos del fuero común, cuando

éstos tengan conexidad con delitos federales o delitos contra periodistas,

personas o instalaciones que afecten, limiten o menoscaben el derecho a la

información o las libertades de expresión o imprenta”. Sin embargo, la mayoría de

los delitos cometidos contra periodistas son investigados por las fiscalías de los

estados (departamentos) donde se cometieron las agresiones, muchas veces por

los mismos agentes estatales, lo que perpetua la impunidad.

Ante ello, incluso antes de esa reforma constitucional, las organizaciones civiles

defensoras de la Libertad de Expresión y de los Derechos de Periodistas, hemos

insistido en que los delitos cometidos contra la Libertad de Expresión y Periodistas

se deben federalizar, con la finalidad de que sean las fiscalías federales las que

los investiguen y el Poder Judicial de la Federación, sea la instancia encargada

de administrar justicia en la materia, sin embargo, el Congreso de la Unión se ha

negado a colocar en su agenda esta petición, la cual, de llevarse a la legislación,

permitiría mayor neutralidad de quienes procuran y administran justicia en torno a

los delitos cometidos en contra de la Libertad de Expresión y de Periodistas,

El hecho de que la mayoría de estos delitos sean investigados y judicializados por

autoridades locales, ha generado complicidades e impunidad, ya que los mismos

que investigan forman parte de las corporaciones policiales que agreden a

periodistas y los que juzgan, tienen un vínculo de poder político con agentes

estatales considerados como agresores de periodistas, debido a que en México, la

independencia del Poder Judicial de los poderes Ejecutivo y Legislativo, solo

existe de forma.

El Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y

Periodistas, dependiente de la Secretaría de Gobernación, a tres años de su

operación, aún no tiene la confianza necesaria por parte de las personas

defensoras de derechos humanos y periodistas, ya que durante los dos primeros

años de su creación, enfrentó una serie de irregularidades en la aplicación del

presupuesto, debido a que a pesar de que tenía un fundamento constitucional y

una Ley General, no contaba con las políticas públicas y los instrumentos

jurídicos-administrativos para operar.

Esta situación generó desconfianza entre la población beneficiaria, ya que cuando

se encontraban en riesgo o habían recibido alguna agresión, la incorporación al

mecanismo era muy lenta y las medidas de protección otorgadas por la Junta de

Gobierno del Mecanismo no eran las idóneas.

Otra vulnerabilidad de este mecanismo, es la constante rotación tanto de

directivos como de personal ejecutivo.

Desde el año 2014, la organización Freedom House suscribió un convenio con la

Secretaría de Gobernación para capacitar al personal del Mecanismo en análisis

de riesgos, con lo cual han cambiado las metodologías y sistemas de trabajo, con

lo que se han optimizado los tiempos y los recursos humanos, sin embargo, tanto

periodistas como personas defensoras de derechos humanos aún no recuperan la

confianza en la institución y en muchos casos se abstienen de solicitar su apoyo

cuando se encuentran en riesgo por su labor profesional.

Otro organismo que existe en México para atender a la población víctima de

delitos, es la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, un organismo autónomo,

conformado luego de que organizaciones de la sociedad civil impulsaron y

proyecto de ley para su creación. Sin embargo, la falta de planeación y los

escasos recursos presupuestales impiden que periodistas, víctimas de agresiones

por su quehacer profesional sean atendidos adecuadamente.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), otro organismo autónomo,

tiene el Programa Agravio a Periodistas y Defensores Civiles, sin embargo, la

mayoría de los casos de agresiones a periodistas no llegan a esta instancia

debido a la permanente desconfianza en las instituciones, ante los prolongados

periodos de investigación en los que por lo general no se concluyen con

recomendaciones específicas para cada uno de los casos y se opta por las

recomendaciones generales y por los informes especiales, lo que minimiza los

daños que sufren periodistas y defensores civiles en lo particular.

Es importante destacar el contenido de la Recomendación General Número

20/2013 de la CNDH, sobre Agravios a periodistas en México y la impunidad

operante, sin embargo, no se le dio seguimiento y los casos allí documentados se

encuentran en los archivos del olvido institucional.

Estas instituciones y su respectiva legislación, convierten a México en el país de

la región con mayores instrumentos jurídicos para proteger a periodistas y

garantizarles el ejercicio a su derecho a libertad de expresión, lo que no ha sido

suficiente para disminuir las agresiones al gremio periodístico y muestra de ello

es que en este país se sigue asesinando periodistas, como ha sucedido en las

últimas semanas.

Hay que destacar que los últimos homicidios a periodistas se han registrado en

zonas rurales y suburbanas, en localidades donde el quehacer periodístico

principal lo hacían precisamente las víctimas mortales, ello sucedía en la localidad

de Villa Allende, en el municipio de Coatzacoalcos, Veracruz, donde en el mes de

febrero de 2014, fue desparecido y luego asesinado el periodista Gregorio

Jiménez de la Cruz.

En enero de 2015, fue desaparecido y luego asesinado Moisés Sánchez Cerezo,

director del Periódico La Unión, que editaba y distribuía en el municipio de

Medellín de Bravo, en la zona conurbada al puerto de Veracruz, en el estado del

mismo nombre. A principios de este mes de julio pareció muerto el periodista Juan

Mendoza, quien dirigía el periódico por internet Diciendo la Verdad que se

publicaba desde el mismo municipio de Medellín de Bravo. Ambos se

desempeñaban como taxistas para resolver sus necesidades económicas, ya que

el periodismo lo desempeñaban como un servicio a su comunidad.

El 26 de junio pasado fue encontrado asesinado Gerardo Nieto Álvarez, director

del periódico El Tábano, que se editaba en el municipio de Comonfort, en una

zona rural del estado de Guanajuato. El Tábano era la única publicación

periodística que tenía la comunidad y Nieto Álvarez, el único periodista que hacia

periodismo hiperlocal.

También en zonas rurales del estado de Oaxaca hacían periodismo hiperlocal,

Filadelfo Sánchez Sarmiento, asesinado el 2 de julio pasado en Miahuatlán de

Porfirio Díaz; Armando Saldaña Morales, fue asesinado el 4 de mayo en el

municipio de Acatlán de Pérez Figueroa, Oaxaca, quien laboraba en una estación

de radio en la vecina ciudad de Tierra Blanca, Veracruz.

El 14 de abril de este año, fue asesinado a balazos Abel Manuel Bautista

Raymundo, director de la radiodifusora no concesionada Spacio 96.9 de FM que

transmite desde el municipio de Santiago Juxtlahuaca, en la región Mixteca del

estado de Oaxaca.

El periodista Octavio Rojas, corresponsal en Oaxaca del diario del estado de

Veracruz, El Buen Tono y director de Comunicación Social del Municipio de San

José Cosolapa, Oaxaca, fue asesinado a balazos el día 11 de agosto de 2014,

frente a su casa, por un individuo que le pidió que saliera para tratar la

compraventa de un automóvil.

También en la ciudad de Miahuatlán, el 16 de febrero de 2014, fue asesinado a

balazos el corresponsal del diario El Tiempo de Oaxaca y abogado, Omar Reyes

Fabian, cuando llegaba a su despacho.

El periodista veracruzano Juan Mendoza Delgado, director general del portal de

noticias Escribiendo la Verdad, fue asesinado el 1 de julio de 2015. Su cuerpo fue

localizado con huellas de violencia.

El informador trabajaba en Medellín, donde fue ultimado, municipio ubicado al sur

de la ciudad-puerto de Veracruz.

Lo último que se supo de él fue el martes 30 de junio, a las 16:00 horas, cuando

anunció que trabajaría como chofer de taxi, labor que combinaba con el

periodismo. Los familiares del periodista presentaron una denuncia ante la agencia

séptima, ubicada en el municipio de Medellín de Bravo, según informó Taide

Pavón, esposa del comunicador.

Otra persona relacionada con medios de comunicación y asesinada en Oaxaca es

el director general del periódico digital de Oaxaca Foro Político, Edgar Hernández

García, el 9 de julio de 2015. Hernández García se desarrollaba principalmente

como consultor fiscal y en el año 2013, se postuló como candidato a presidente

municipal de Santa María Huatulco, por el Partido Nueva Alianza, municipio donde

fue asesinado.

Rubén Espinosa Becerril, fotoperiodista de Proceso y Cuartoscuro, Distrito

Federal, 31 de julio 2015.

Fotógrafo y periodista mexicano de la agencia Cuarto Oscuro y la revista Proceso,

fue especialista en la cobertura de protestas sociales e investigación sobre la

corrupción del poder y su relación con el narcotráfico, trabajo por el que recibió

múltiples amenazas en Veracruz, estado del que salió en 2015.

Rubén Espinosa nació el 29 de noviembre de 1983 en la ciudad de México y fue

asesinado junto con cuatro mujeres el viernes 31 de julio de 2015, en el Distrito

Federal (DF). Todos los cuerpos mostraban huellas de tortura y el tiro de gracia

Veracruz

La realidad para quienes ejercen el periodismo en Veracruz es aterradora, abruma

de tal manera, que la memoria ya no nos alcanza para enumerar a los colegas

asesinados, algunos de manera muy cruel. Otro tanto de desaparecidos,

secuestrados, muchos procesados penalmente, otros hostigados durante las

coberturas periodísticas, golpeados, comunicadores con sus domicilios asaltados,

muchos despedidos y boletinados, por lo tanto, impedidos para encontrar trabajo.

Ataques virtuales, campañas de difamación, en fin, en Veracruz se pueden

encontrar todos los ejemplos imaginables de embestida a la libertad de expresión

y el derecho a la información de las audiencias, pues el objetivo central es evitar la

difusión de hechos realizados por el crimen organizado o la corrupción y tolerancia

del gobierno en sus tres niveles.

Además de la violencia directa ejercida contra los periodistas, la mayoría de los

propietarios de los medios de comunicación pagan bajísimos salarios, niegan las

prestaciones de seguridad social de ley, y ni siquiera aportan el equipo técnico

necesario. Pero eso sí, han creado portales y les exigen a sus trabajadores

información “en tiempo real”, y son los comunicadores quienes terminan

financiando al medio al adquirir computadoras, celulares, cámaras, grabadoras y

baterías.

Por increíble que parezca, el salario promedio mensual es de cinco mil pesos (295

dólares), pero hay muchos que ganan menos, unos mil 500 o 2 mil pesos al mes,

por lo que tienen que trabajar en por lo menos tres medios para asegurar un

ingreso regular. Y eso si no se encuentran con que cada quincena les bajan el

sueldo de manera arbitraria.

Sin embargo, los dueños de los medios y un grupo de comunicadores cercanos al

poder estatal, tienen ingresos suficientes para tener residencias en los

fraccionamientos de lujo, autos, viajes al extranjero y a sus hijos como estudiantes

en escuelas privadas. Sus publicaciones inundan los puestos de revistas y tratan

de confundir en las redes sociales.

Más grave resulta que los propietarios de medios de comunicación son también

políticos, ya sea priistas o panistas. Un caso extremo es el del diputado local

Eduardo Sánchez Macías, que tiene un consorcio de periódicos, pero aunque es

parte de la Comisión Legislativa de Atención a Periodistas, ha cerrado y

despedido a personal sin indemnización de ley.

Periodistas Asesinados:

Noel López Olguín, reportero de Noticias de Acayucan, marzo 2011.

Miguel Ángel López Velasco, columnista de Notiver, junio 2011.

Misael López Solana, fotógrafo de Notiver, junio 2011.

Yolanda Ordaz de la Cruz, reportera de Notiver, julio 2011.

Regina Martínez Pérez, corresponsal de Proceso, 28 abril 2012.

Gabriel Huge Córdova, fotógrafo de Notiver, mayo 2012.

Guillermo Luna Varela, fotógrafo de Veracruznews, mayo 2012.

Esteban Rodríguez Rodríguez, fotógrafo de AZ, mayo 2012.

Víctor Manuel Báez, editor de Reporteros Policíacos, junio 2012.

Gregorio Jiménez de la Cruz, fotógrafo de Notisur, febrero 2014.

Moisés Sánchez, director de La Unión, enero 2015.

Armando Saldaña, locutor de La Ke Buena, mayo 2015.

Juan Mendoza Delgado, director de Escribiendo La Verdad, julio 2015.

Rubén Espinosa, fotoperiodista de Proceso y Cuartoscuro, julio 2015.

*Rubén Espinosa, es la víctima más reciente. Huyó del estado tras recibir

amenazas, para salvar su vida, pero fue salvajemente asesinado en la Ciudad de

México.

Reporteros desaparecidos:

Evaristo Ortega Zárate, director del semanario Espacio, que se editaba en el

municipio de Colipa. Lo último que se conoció es que fue “levantado” por

elementos de Seguridad Pública en plena campaña política en abril de 2010.

Anwar Israel Castillo Domínguez, integrante de Reporteros Policiacos,

desaparecido desde 2010.

Gabriel Fonseca Hernández “Cuco”, reportero del Diario de Acayucan,

desaparecido desde el 16 de septiembre de 2011.

Cecilio Rodríguez Domínguez, del Semanario Proyectos, desaparecido en

Chinameca el 11 de mayo de 2012.

Miguel Morales, fotógrafo del Diario de Poza Rica, reportado como desaparecido

desde el 19 de julio de 2012.

Raúl Alfonso Rivera, de Diario Imagen, “levantado” en su domicilio con lujo de

violencia por un grupo armado en 2012.

Sergio Landa Rosado, del Diario de Cardel, propiedad del magistrado Edel Álvarez

Peña, desaparecido desde el 23 de mayo de 2013.

Un tema complicado es el de los exilios, pues son innumerables y de diversas

maneras, porque va, desde los que cambiaron de ciudad pero siguen residiendo

en Veracruz, u otros que han salido del Estado y del País. Pero no hay un reporte

exacto por las mismas condiciones de seguridad, o ellos mismos evitan el estatus

de exiliado.

Por supuesto, las agresiones verbales, conatos de bronca, golpes como lo recién

sucedido la noche del 15 de septiembre con el fotógrafo Karlo Reyes Luna, son

hechos cotidianos en el ejercicio periodístico, exacerbados por la impunidad en

todos los casos donde se involucra el ataque a un reportero. (Recopilación de

Plataforma de Vinculación de Periodistas-Veracruz)

Michoacán

Michoacán vive una encrucijada. La crisis que en materia de inseguridad e

ingobernabilidad nos plantea enormes retos democráticos, a los cuales tanto sus

representantes populares como el Estado Mexicano no han dado solución.

Michoacán es el vivo ejemplo de lo que es un Estado fallido. Sus instituciones

fueron socavadas por el crimen organizado, corrompidas y sometidas a su

voluntad. Se crearon un gobierno y un sistema de justicia paralelos, donde el

asesinato, el cobro de piso, la extorsión y el despojo patrimonial fueron las

constantes en una entidad de cuatro millones de habitantes.

El titular del Poder Ejecutivo de la República, Enrique Peña Nieto calificó el

fenómeno como de “debilidad institucional” y ordenó el desplazamiento masivo de

militares y policías. También se nombró un gobernador interino, pues se comprobó

que tanto su Secretario de Gobierno como el Gobernador tuvieron vínculos y

complicidad con el crimen organizado.

En el plano institucional, el saldo es grave. Cuatro alcaldes fueron asesinados en

el presente periodo de gobierno 2011-2115, de los municipios de Santa Ana Maya,

Tanhuato, Nahuatzen y Tancítaro por negarse a obedecer las órdenes de los

criminales; un diputado local originario de la Tierra Caliente también fue

asesinado.

En enero de este año al dejar el cargo de comisionado cuyo cargo fue otorgado

por el Presidente de la República, Alfredo Castillo Cervantes informó del saldo de

la vinculación de funcionarios públicos con el crimen organizado fue el siguiente:

“Se detuvo al exsecretario de Gobierno, Jesús Reyna García; a Rodrigo Vallejo

Mora, hijo del exgobernador, Fausto Vallejo Figueroa, así como a 225 servidores

públicos en todo el estado, entre exsecretarios de estado, ocho presidentes

municipales, un tesorero, dos síndicos, 11 directores municipales de Seguridad

Pública, tres subdirectores de Seguridad Pública municipal, ocho policías

ministeriales, 29 policías estatales y 150 policías municipales.”

Por ello fue necesario que todo el sistema de procuración de justicia y de

seguridad pública en Michoacán fueron intervenidos y desplazados por

funcionarios de la Federación.

Mientras que en los pueblos más agraviados la población tomó las armas y se

reveló contra los criminales, iniciándose una guerra de civiles contra civiles bajo el

auspicio del Gobierno Federal. Los civiles rebeldes fueron organizados como

Fuerza Rural, pero ya fue penetrada por el mismo crimen organizado.

Los pueblos han sido víctima de los efectos de esta devastadora situación que ha

dejado miles de hogares enlutados; de familias truncadas y destruidas.

También, en medio de esa lucha encarnizada, los ciudadanos han sido los más

afectados física, patrimonial, social y psicológicamente.

Los derechos humanos han sido claramente vulnerados en Michoacán, así como

otros fundamentales de toda sociedad democrática: las libertades de expresión y

de información. Nuestra entidad se ha convertido en una amplia zona de silencio.

Son los periodistas o comunicadores los que han encabezado el ejercicio de estas

libertades en la colectividad contemporánea, por lo que se han convertido en un

sector vulnerable y objeto de amenazas, agresiones físicas, secuestros,

desapariciones y asesinatos que provienen de diversos sectores, desde las

entidades públicas, hasta de los poderes fácticos que existen en la sociedad

michoacana.

El saldo para este sector profesional no es menor en Michoacán: en la última

década han sido asesinados cuatro periodistas: Jaime Arturo Olvera Bravo,

Gerardo Israel García Pimentel, Miguel Ángel Villagómez Valle y Martín Javier

Miranda Avilés.

Desaparecidos: José Antonio García Apac, Mauricio Estrada Zamora, María

Esther Aguilar Cansimbe y Ramón Ángeles Zalpa.

También sufrieron persecución los periodistas Ángel Méndez Flores del municipio

Aquila y Antonio Ramos Tafolla de Nueva Italia.

En todo el estado de Michoacán y principalmente en el Valle de Apatzingán los

periodistas locales fueron secuestrados por el crimen organizado, intimidados y

obligados a la autocensura.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos registra que actualmente existen 29

quejas de periodistas que están siendo investigadas desde hace varios años sin

ningún resultado

La Fiscalía Especial para Delitos contra la Libertad de Expresión de la

Procuraduría General de la República indica que tiene 17 averiguaciones abiertas

en Michoacán, sin que ninguna haya arrojado resultados sobre detenciones y

sentencias.

A ello hay que agregarle decenas de agresiones, golpes y maltrato a reporteros,

reporteros gráficos y camarógrafos en las movilizaciones sociales. Además de

despojarlos de sus instrumentos de trabajo como cámaras fotográficas, de video,

grabadoras, libretas y teléfonos celulares.

Para documentar la impunidad en los agravios a periodistas, solicitamos a la

Comisión Estatal de Derechos Humanos de Michoacán un informe con todas las

quejas presentadas y sus resultados, así como las averiguaciones previas por

delitos cometidos a periodistas iniciadas por la Procuraduría de Justicia de

Michoacán.

El informe oficial lo anexamos a esta participación y documenta la impunidad; de

22 quejas sólo una procedió y fue ejecutada la recomendación contra el agresor;

mientras siete averiguaciones previas iniciadas por la Procuraduría de Justicia, en

todos los casos fueron archivadas o suspendidas. (Recopilación de Andrés

Mariano Resillas Mejía).

Coahuila

Contexto actual: En resumen, se puede decir que la suerte del periodismo crítico y

de los periodistas críticos en Coahuila está echada: es precaria y arrastra una

vulnerabilidad irrefrenable.

Desde 1942, año en que fue asesinado Salvador Guerrero Álvarez, convirtiéndose

en el primer periodista acribillado, miembro de la familia Guerrero fundadora del

periódico “La Opinion” en 1917 -este año cumplió 98 años, aunque ya con el

nombre de Milenio Laguna-), la impunidad en Coahuila es la cara dura de la

procuración e impartición de justicia.

Nada inhibe las agresiones a periodistas en una entidad gobernada por siempre

por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). El partido-gobierno, o el gobierno-

partido, que en los últimos doce años se adueñó de las instituciones públicas,

incluso las 38 alcaldías, y de voluntades cooptadas. El gobierno, aquí, marca el

derrotero del periodismo, de los medios de comunicación y de los periodistas en

Coahuila. No hay más. Aquí cabe eso de “o estás conmigo o estás contra mí”.

Los dueños de los medios informativos “grandes”, sean de Saltillo, Torreón,

Monclova o Piedras Negras, se han doblado ante el autoritarismo que ejerce la

administración estatal. O aceptan practicar un periodismo alineado a la voluntad

gubernamental, o corren el riesgo de verse en serios aprietos publicitarios, sea por

la cancelación de las pautas oficiales, sea por el estrangulamiento que les fabrican

desde el llamado Palacio Rosa, casa del ejecutivo. No hay opción. Son 12 años

que en Coahuila no hay periodismo crítico, que el gobierno “chayotea” a los

periodistas y reporteros de la mayoría de los medios, aun en la situación

complicada por la abultada deuda pública superior a los 40 mil millones de pesos.

Entre amenazas, atentados y despidos

Funcionarios estatales y municipales, y miembros del sector privado optaron por la

intolerancia con la prensa. Ambos sectores cancelan pautas publicitarias a quien

juzgue sus actos.

La libertad de expresión está acotada, es endeble. No pasa nada si se dejan de

leer los periódicos, o se dejan de escuchar los noticiarios radiales o televisivos, no

se pierde nada. En Coahuila no hay problemas, el periodismo los silencia, los

encubre. Todo está bien, no hay nada malo que informar, excepto los problemas

cotidianos de los servicios públicos. Nada.

Según la Comisión Especial para dar Seguimiento a las Agresiones a

Periodistas y Medios de Comunicación, de la 61 legislatura de la Cámara de

Diputados, en 2010, de cinco periodistas amenazados, uno fue en el estado

(Torreón); de siete instalaciones de igual número de medios informativos que

resultaron atacadas, 3 se dieron en Torreón); en 2011, otra vez los edificios de El

Siglo de Torreón y la empresa Multimedios Laguna fueron atacados, y por primera

vez las del periódico saltillense Vanguardia.

Para el año 2012, las cosas no mejoraron, cinco comunicadores sufrieron de

agresiones físicas.

De todo lo que ha sucedido en el tema, sea por negligencia, omisiones u otros

factores, la justicia ni siquiera se asoma. La impunidad, arropada por el desprecio

que hay por el trabajo periodístico, es más fuerte que nunca. Ni el gobernador, ni

la Comisión Estatal de Derechos Humanos, ni ninguna instancia oficial, han

expresado interés y mucho menos preocupación por la situación de violencia

física, amenazas, agresiones, secuestros, bajos salarios, dobles jornadas de

trabajo, e incluso hasta de la ausencia de garantías laborales en muchos

comunicadores. Los periodistas en Coahuila son una voz endeble.

Asesinatos y desapariciones

Asesinato de Ezequiel Huera Acosta (1989).

Asesinato de José Valdés (2006) en Sabinas.

Cuauhtémoc Ornelas Campos desapareció desde el 3 de octubre de 1995.

Rafael Ortiz Martínez, del Zócalo de Monclova, está desaparecido desde 2006.

Eliseo Barrón Hernández, reportero policíaco de La Opinión Milenio, de Torreón,

fue victimado en el conurbado municipio de Gómez Palacio, Durango, en mayo de

2009.

En Saltillo, el 8 de enero de 2010, el joven reportero del diario Zócalo, Valentín

Valdés Espinoza, murió balaceado.

En 2010, en las cercanías del Centro de Readaptación Social de Gómez Palacio,

Durango, tres reporteros que trabajaban para medios establecidos en Torreón

fueron capturados por un grupo armado y posteriormente liberados: Javier

Canales Fernández (camarógrafo de Multimedios Laguna), Alejandro Hernández

Pacheco (camarógrafo de Televisa Laguna), Héctor Gordoa Márquez (reportero de

Televisa México), y Oscar Solís (reportero del periódico Vespertino). El segundo

pidió asilo político en los Estados Unidos y lo obtuvo tras verse asediado.

El 9 de febrero de 2011, Rodolfo Ochoa Moreno, técnico operario del Grupo

Milenio Laguna, murió acribillado por un grupo armado.

Luis Emmanuel Ruiz Carrillo, joven periodista coahuilense, también fue asesinado,

en Monterrey el 25 de marzo de 2011. Trabajaba para La Prensa, de Saltillo.

Las amenazas a reporteros y directivos se sucedieron: advertencias telefónicas,

mantas, ataques a las instalaciones de, por ejemplo, El Siglo de Torreón, que en

agosto de 2009 y hasta marzo de este 2013, sufrió cinco atentados, con daños

materiales producidos por armas de alto poder a su edificio de la avenida

Matamoros entre Acuña y Rodríguez, en pleno centro de la ciudad. Un civil que

deambulaba por ahí, murió. La noche del 8 de febrero pasado, y por varias horas,

cinco trabajadores de la empresa –ninguno reportero- se vieron privados de su

libertad en las inmediaciones del periódico, y golpeados y amenazados por los

21presuntos delincuentes que, días después acabaron siendo detenidos en la

región y en otras entidades a donde habían huido.

Narcomantas contra Televisa Laguna y TV Azteca Laguna, que han quedado,

afortunadamente, en el anecdotario.

El listado de los reporteros levantados, golpeados y amenazados es largo.

Algunos han optado por retirarse de la actividad, dejando atrás sus carreras en

este ambiente laboral de zozobra, miedo y necesidad: Violeta Valenzuela y

Onésimo Zúñiga, los últimos ejemplos.

En Saltillo, la reportera policíaca Estephanía Rodríguez Cardoso, del periódico

Zócalo, desapareció del 8 de junio de 2012 al día 15 de ese mes en que se reportó

viva.

La impunidad manda

El 19 de marzo de 2013, el Congreso de Coahuila emitió la Ley para la Protección

y Garantía de la Libertad de Expresión de las y los Periodistas del Estado de

Coahuila, que consta de 26 artículos. Su aporte a la seguridad de los periodistas

es dotarlos de chalecos antibalas, en caso de saberse amenazados de muerte.

Aquí, no pasa nada, en términos reales, a favor de los periodistas. Más allá de las

agresiones físicas, amenazas y atentados, el clima es de incertidumbre laboral.

Los despidos, sean o no por argumentos válidos, no cesan. Reporteros como

Reginaldo Luna y Javier Casio, ambos de Milenio Laguna, por citar dos casos

ejemplares, se vieron despedidos por la intolerancia prevaleciente. El primero, por

haber criticado –al parecer sin fundamento- a Rubén Moreira Valdez, siendo éste

secretario de Gobierno con su hermano Humberto como gobernador; el segundo,

al atreverse a poner el nombre de Ricardo Martín Bringas, de la familia lagunera

fundadora y dueña de la cadena de supermercados Soriana, en una nota

informativa.

En este sentido, se podría hacer todo un libro con nombres y apellidos de

reporteros de diferentes medios en todo Coahuila, pero más en Saltillo y Torreón.

El conocido columnista Ricardo Alemán, el domingo 3 de julio de 2011, en una

mesa de debate por televisión nacional (Foro TV), a propósito de la elección de

Rubén Moreira ese día como nuevo gobernador del estado, afirmó que en

Coahuila “no pasa nada. Tienen 30 años sin periodismo”.

En el remate de toda esta caótica situación, el 11 de marzo de 2013 el periódico

Zócalo editorializó: “En virtud de que no existen garantías ni seguridad para el

ejercicio pleno del periodismo, el Consejo Editorial de los periódicos Zócalo

decidió, a partir de esta fecha, abstenerse de publicar toda información

relacionada con el crimen organizado”.

Esta empresa cuenta con ediciones diarias en Saltillo, Monclova, Piedras Negras y

Acuña. Su propietario, Francisco Juaristi, alguna vez secretario de Gobierno con

Rogelio Montemayor, fue amenazado a través de medio centenar de mantas por

grupos criminales. En 2010 un artefacto explotó en el estacionamiento del

periódico en Piedras Negras.

Lo único cierto es que por la falta de una organización grupal sólida, los

comunicadores coahuilenses atraviesan una etapa de profunda vulnerabilidad.

(Recopilación Juan Noé Fernández Andrade)

Guanajuato

La tarde del jueves 4 de septiembre de 2014 tres hombres entraron a la

corresponsalía de El Heraldo de León en el municipio de Silao. Mientras Luis

Gerardo Hernández Valdenegro vigilaba la entrada y Joaquín Oswaldo Valero

Garnica amagaba con un cuchillo a Adriana Elizabeth Palacios, asistente de la

oficina, José Manuel Ornelas Martínez atacó a golpes a la reportera Karla Janeth

Silva Guerrero y le advirtió: “Bájale de huevos a tus notas”.

Con este caso Guanajuato entró en la lista de los estados donde se agrede a

periodistas y se atenta contra el derecho a la libertad de información y expresión.

Detenidos, los agresores fueron condenados a prisión pero obtuvieron su libertad

con el pago de una fianza de poco más de dos mil 500 pesos y la obligación de

realizar trabajo comunitario que no les signifique humillación. Luis Gerardo

Hernández Valdenegro dijo que quien lo contrató por cinco mil pesos fue Nicasio

Aguirre Guerrero, entonces director de la Policía Municipal y hoy prófugo, y que

quien ordenó la agresión fue el alcalde de Silao, Enrique Benjamín Solís Arzola,

que no ha sido investigado.

Diez meses después, la mañana del 26 de julio de 2015 fue hallado sin vida

Gerardo Nieto Álvarez, director del semanario El Tábano. Su cuerpo fue

encontrado al interior de su oficina ubicada en un centro comercial de Comonfort,

municipio que de esa forma perdió al único medio de comunicación que informaba

del acontecer político local. La Procuraduría General de Justicia del Estado

informó que presentaba una herida cortante en el cuello. A cinco horas del

hallazgo, el fiscal del estado, Carlos Zamarripa Aguirre, aseguró que el periodista

perdió la vida durante un convivio en el que estuvo “ingiriendo bebidas” y que, de

acuerdo a datos “muy preliminares”, no había elementos para suponer que tuviera

relacion con su labor periodística. A la fecha la Procuraduría General de Justicia

del Estado no ha esclarecido el caso, a pesar de que se trata de la primera muerte

violenta de un comunicador documentada en esta entidad federativa.

Los ataques contra comunicadores en Guanajuato se dan en un contexto en el

que, además de la falta de una ley de protección de periodistas, se repite a nivel

estatal el sistema nacional e internacional de concentración de medios y el control

gubernamental de la información a través de las pautas publicitarias. Las

manifestaciones por la falta de justicia en los casos de Karla Janeth Silva Guerrero

y Gerardo Nieto Álvarez impulsaron los esfuerzos para promulgar una ley de

protección. Sin embargo, el 15 de junio de este año, diputados y diputadas del

Congreso del Estado archivaron la iniciativa de forma definitiva.

La agresión a Silva Guerrero y el asesinato de Nieto Álvarez hablan de los riesgos

que corren los periodistas en Guanajuato. En el sistema actual de concentración

de medios, los recursos destinados a la comunicación social son manejados

discrecionalmente por municipios, gobierno estatal, organismos descentralizados,

los poderes Judicial y Legislativo, además de los partidos políticos. Son pocos los

medios, acaso diez de entre los más de cien que existen en la entidad, cuyos

directivos y/o propietarios y las personas en posiciones de poder entablan un tipo

de relación en que la crítica aumenta o disminuye según fluyen los acuerdos

publicitarios.

Ese sistema no sólo controla la información sino también a los periodistas. De ahí

se desprenden las agresiones. Testimonios en ese sentido son aportados por

comunicadores del noreste del estado, que dan cobertura a una decena de

municipios donde la pobreza y el aislamiento son características. Los directivos de

los medios para los que laboran, portales y publicaciones impresas, son sometidos

a presiones para que dejen de publicar información sobre algunos temas, con

alusiones a los contratos publicitarios. Esa presión en ocasiones se traduce en

exigencias para muevan a los reporteros de fuente o incluso que los despidan.

Aún así, periodistas y medios resisten.

En demarcaciones del suroeste del estado, periodistas como Esaú González,

director del portal Notus, relatan que son acosados y atacados por autoridades e

incluso trabajadores de otros medios. Un ejemplo: en Huanímaro, donde el alcalde

Gustavo Rodríguez Rangel ha sido criticado por contratar a familiares, los

reporteros que dieron a conocer la información fueron objeto de agresiones

verbales en videos difundidos en las redes sociales. El hecho fue denunciado ante

la Procuraduría de Derechos Humanos de Guanajuato, que emitió una

recomendación al munícipe para que se disculpara, aunque hasta el momento no

ha sido incumplida.

Comunicadores que cobren los municipios de Huanímaro, Abasolo, Pénjamo,

Cuerámaro, Pueblo Nuevo e Irapuato, fueron intimidados durante el cierre de

campañas de la elección del 7 de junio. Personal al servicio del entonces

candidato a diputado del PAN, Alejandro Flores Lazo, los hostigó durante el

recorrido que realizó el candidato por las principales calles de Cuerámaro y que se

prolongó durante más de cuatro horas. A uno lo retaron diciéndole: “Qué te traes”;

a la reportera Sara Garibaldi la aventaron, y a Soledad Guerra le reclamaron “que

qué hacía ahí”. Se presentó una denuncia ante la Fiscalía Especial para la

Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), que quedó

asentada en el expediente AP/SO/301/2015 sin que hasta la fecha se conozcan

los avances.

El 30 de junio en León, la policía detuvo y esposó a Guillermo Villegas, foto

reportero del periódico Mileno, por tomar fotografías de un operativo en el que se

detuvo a un hombre en la colonia Nueva Santa Rosa de Lima. La Procuraduría de

Derechos Humanos de Guanajuato inició la queja 194/2015-A. (Recopilación de

Agustín Galo Samario y Martha Camacho).

Durango

Desde 2008 no se ha resuelto el caso de desaparición forzada de Enrique

Rodríguez Lozano, del periódico El Correo de la Montaña.

Antes de su desaparición, Rodríguez Lozano publicó algunas notas sobre las

andanzas de criminales organizados en la zona de Las Quebradas, que se ubica

en la sierra madre occidental en el estado de Durango.

Desde 2009 se mantienen impunes los asesinatos de Carlos Ortega Melo Samper,

corresponsal de un diario local, Eliseo Barrón Hernández, de la Opinión- Milenio y

de Vladimir Antuna García, reportero del diario El Tiempo de Durango.

Carlos Ortega Memo Samper: Asesinado el 3 de mayo de 2009 de tres balazos en

la cabeza. Los hechos ocurrieron en el municipio de Santa María El Oro, de donde

era corresponsal del diario Tiempo de Durango, que se publica en la capital del

estado. Antes de su muerte, publicó una nota sobre las condiciones insalubres del

rastro municipal y la corrupción imperante.

El 29 de abril de ese mismo año envió a la redacción del matutino una nota en la

que aseguraba haber sido amenazado por Martín Silvestre Herrera, entonces

alcalde de El Oro, y por Juan Manuel Calderón Herrera, encargado de los

programas federales y del rastro, y Salvador Flores Triana, agente del Ministerio

Público, a quienes responsabilizó de lo que pudiera ocurrir.

Eliseo Barrón Hernández: Secuestrado la noche del lunes 25 de mayo de 2009,

apareció muerto la mañana del martes 26. Según las autoridades, Barrón se

encontraba en su domicilio en la ciudad de Gómez Palacio, en el estado de

Durango, cuando fue sacado por hombres armados que lo insultaron y golpearon.

Cubrió la información del conflicto generado al interior de la Dirección de

Seguridad Pública Municipal, donde fueron cesados por pérdida de la confianza

más de 300 policías preventivos. La esposa del comunicador detalló que un

comando de ocho hombres vestidos de negro y encapuchados ingresó

violentamente a su vivienda para llevárselo por la fuerza.

El jueves 11 de junio de 2009, 17 días después del crimen, el ejército informó que

había aprehendido a los asesinos de Eliseo. Cinco sujetos se reconocieron como

miembros de los Zetas y victimarios del comunicador. Sólo que ni el ejército ni el

Ministerio Público Federal detallaron sus identidades. Tampoco revelaron dónde o

cómo los detuvieron.

Vladimir Antuna García: El 2 de noviembre de 2009 fue interceptado por un

comando armado, que 12 horas después, lo arrojó sin vida en un lote baldío, a

espaldas del Teatro del Instituto Mexicano del Seguro Social (a sólo unos metros

de donde fue levantado por la mañana), presentaba dos impactos de bala y

encima de él fue dejada una cartulina con un mensaje que decía: "Esto me pasó

por dar información a los militares y escribir lo que no se debe. Cuiden bien sus

textos antes de hacer una nota. Atentamente Vladimir". Su cuerpo presentó

señales de tortura e impactos de bala.

De 2010 a la fecha, cinco periodistas han sido desplazados: dos de la ciudad de

Durango y tres de la Comarca Lagunera.

Actualmente en la capital del estado un comunicador tiene asignado como medida

cautelar un “botón de pánico”, por parte del Mecanismo de Protección para

Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.

En 2013 voceadores de la publicación impresa “Raza Cero, Periodismo

Ciudadano”, denunciaron acoso y agresiones por parte de empleados municipales.

Les quitaron varios ejemplares y señalaron que fueron advertidos de que dejaran

de vender el impreso o les iría muy mal. Su director, Fernando Miranda Servin,

señaló también que ha sido víctima de intento de secuestro. Raza Cero publicó

algunos artículos sobre un presunto fraude en el ayuntamiento capitalino con

algunos empresarios de la construcción.

En 2014 los canales de televisión TV Azteca, 10 y 12, además de la radiodifusora

“La Tremenda”, permanecieron sin transmitir durante cinco horas el lunes 27 de

octubre de 2014 debido a que estudiantes de la Escuela Normal Rural “José

Guadalupe Aguilera” bloquearon los accesos principales a sus instalaciones. La

toma, argumentaron los estudiantes, se debió a la omisión de estos medios de

difundir la información referente a los 43 normalistas de la escuela rural Isidro

Burgos de Ayotzinapa, hasta hoy desaparecidos.

En diciembre de 2014 los diputados duranguenses de la LXVI Legislatura dieron

un albazo al aprobar la Ley Estatal de Protección a Periodistas y Personas

Defensoras de Derechos Humanos, con tan sólo 60 minutos de lectura y

discusión, 22 votos a favor de 28 diputados presentes, pero sin considerar la

opinión de los principales interesados: los periodistas de Durango.

Los organismos internacionales defensores de periodistas consideran hasta 15

derechos inherentes a la labor periodística. La Ley Estatal de Protección a

Periodistas y Defensores de Derechos Humanos de Durango únicamente

reconoce 4; sin embargo, por los antecedentes en la entidad se hace obligado el

que se reconozcan 10 como mínimo”.

Los cuatro derechos que se reconocen en el recién creado ordenamiento estatal

propios del ejercicio periodístico son:

I Secreto profesional;

II Acceso a las fuentes de información;

III Respaldo Estatal para la formación profesional continua;

IV Reconocimiento como periodista.

- La referida ley nació endeble, urgida de mejoras; no incluye derechos laborales

de los comunicadores pero además es omisa en cuanto al derecho a la cláusula

de conciencia de los periodistas, toda vez que la reforma constitucional integral de

2013 la incluyó en su artículo 31 del Capítulo II, de los derechos económicos,

sociales y culturales. (Recopilación de Víctor Montenegro).

Colima

La libertad de expresión en el estado de Colima —el cuarto con el territorio más

pequeño en el país y el segundo con el menor número de habitantes— se

encuentra acotada a través de diversos mecanismos instrumentados por las

autoridades con ese propósito.

Aunque el gobierno estatal, encabezado por Mario Anguiano Moreno hasta el 31

de octubre de 2015, maneja un discurso en el que asegura ser respetuoso de la

libertad de expresión, lo cierto es que es el principal responsable de la censura

contra medios de comunicación a través de la asignación arbitraria y

discriminatoria de la publicidad oficial, además de que no ha procurado justicia en

casos de agresiones contra reporteros, lo que ha provocado que en algunos casos

haya prevalecido la impunidad.

Así también, desde 2013 el gobierno estatal implementó una política restrictiva de

la información en temas de seguridad pública, que según el anuncio inicial se

retrasaría la información sobre homicidios hasta que se avanzaran algunas etapas

de la investigación, pero con el paso del tiempo se redujo aún más este tipo de

datos, hasta que en la actualidad prácticamente las corporaciones de seguridad no

proporcionan información oficial sobre hechos de violencia.

A partir de 2011, durante la cobertura de sucesos violentos, periodistas

colimenses de diversos medios han sufrido acoso, amenazas e intimidación de

parte de elementos de corporaciones de seguridad federales y estatales. A pesar

que desde entonces organizaciones gremiales han propuesto la creación de

protocolos de seguridad para cobertura informativa de hechos de violencia, las

autoridades no han atendido esta demanda.

En lo que se refiere a la legislación, después de varios años de insistencia de

parte del gremio periodístico colimense el Congreso del Estado despenalizó el

delito de difamación en 2013, pero no lo hizo en atención a estas demandas, sino

porque un tribunal colegiado determinó en una sentencia que se trata de una

figura inconstitucional. Mientras tanto, el delito de calumnias sigue formando parte

del Código Penal del Estado.

En julio de 2012 se aprobó la Ley de Protección del Ejercicio Periodístico en el

Estado de Colima, que establece figuras valiosas como la Cláusula de conciencia

y el secreto profesional del periodista, pero la primera de ellas es imposible de

aplicar porque remite a la Ley Federal del trabajo, donde no existe esa figura. Así

también, a más de tres años de su aprobación y un año de la expedición de su

reglamento, la ley es inoperante porque no ha sido conformada la Comisión

General para la Protección Integral del Ejercicio Periodístico, órgano garante de la

aplicación de las disposiciones legales.

Agravios contra periodistas colimenses:

—El 8 de febrero de 2011, los reporteros Sergio Uribe Alvarado y Salvador Jacobo

Morán, de Diario de Colima; Dante Alfaro de Anda, de Fuerza Informativa Azteca y

Carlos Pérez, de Televisa Colima, sufrieron atropellos por parte de elementos de

la Secretaría de Marina-Armada de México y la Agencia Federal de Investigación

(AFI), mientras cubrían operativos de combate al crimen organizado.

A través de un pronunciamiento, la asociación Periodistas y Comunicadores

Independientes de Colima (Pecic), el Club de Reporteros de Colima A.C. y la

Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos-Zona Occidente

(Fapermex) exigieron garantías para el ejercicio periodístico en Colima y

demandaron la inmediata intervención de la Secretaría de Marina, el Congreso del

Estado y el gobierno del Colima para que se investigaran los hechos y evitar que

se repitieran en lo sucesivo. Sin embargo, no hubo investigación ni se

esclarecieron los hechos.

—El 1 de mayo de 2012, el reportero Sergio Uribe Alvarado, quien cubre temas de

seguridad en elDiario de Colima, fue detenido y golpeado por la Policía Estatal

Acreditable mientras desarrollaba su trabajo, acusado de traspasar el perímetro de

seguridad de una escena de crimen y de “agredir” a una agente del Ministerio

Público con una cámara que traía colgada del cuello, pero 17 horas después, tras

una protesta de reporteros, fue liberado mediante el pago de una fianza de 3 mil

pesos.

Tras una queja ante la CDHEC, el organismo emitió en octubre siguiente la

recomendación 12/2012 en la que determinó que se violaron diversos derechos

del reportero, entre ellos el de la libertad de prensa y solicitó a la Procuraduría

General de Justicia investigar a su personal, pero la titular de la corporación,

Yolanda Verduzco Guzmán, rechazó la recomendación.

—El 19 de mayo de 2012, cuando cubría una marcha “AntiPeña Nieto” en el

centro de la ciudad de Colima, el fotoperiodista del Diario de Colima Marcos

Elizarrarás Mendoza fue agredido físicamente por un golpeador identificado con el

Partido Revolucionario Institucional, cuando un grupo de personas disolvieron

violentamente la manifestación.

Elizarrarás denunció penalmente a su atacante, Manuel Moreno Romero, quien

fue consignado por la PGJE bajo el cargo de “lesiones simples”. Posteriormente, la

CDHEC emitió la recomendación 13/2012, en la que resolvió que hubo violaciones

a los derechos humanos del reportero gráfico, dado que a pesar de que en el lugar

de los hechos había policías estatales, éstos no intervinieron para evitar la

agresión, por lo que el organismo solicitó investigar a los presuntos responsables,

pero la recomendación fue rechazada por el secretario de Seguridad Pública, Raúl

Pinedo Dávila.

Poco más de tres meses de que fue “consignado”, Manuel Moreno, el agresor del

fotoperiodista, se convirtió en director de Abasto y Comercialización del

Ayuntamiento de Colima, gracias al nombramiento que le expidió el entonces

alcalde, Federico Rangel Lozano, actual presidente estatal del PRI.

—En septiembre de 2012, el reportero Luis Rosales Chávez, del portal

Colimanoticias y del diario Ecos de la Costa, fue acosado por un agente del

Ministerio Público del fuero común, que pretendía obligarlo a borrar las fotografías

que tomó al Palacio Municipal de Armería, que había sufrido un ataque a

granadazos.

—El 10 de octubre de 2012, el director general del diario Avanzada y de la revista

del mismo nombre, Juan Gabriel Moctezuma Castellanos, interpuso una queja

ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima (CDHEC), a la que

se le asignó el número de expediente 565/12, en la que denunció el retiro de la

publicidad oficial del gobierno del estado y un boicot publicitario, como

consecuencia de la molestia del gobernador, Mario Anguiano Moreno, por la línea

editorial crítica del diario y la revista. Esta situación provocó la desaparición de las

versiones impresas de ambos medios, y actualmente Avanzada sólo trabaja como

medio digital. Hasta la fecha, la CDHEC no ha emitido una resolución sobre este

asunto. En marzo de 2010, a seis meses de iniciado el sexenio de Mario Anguiano

Moreno, el diario Milenio Colima también se vio obligado a dejar de circular por el

retiro de la publicidad oficial con motivo de su línea editorial.

—En febrero de 2014, un elemento de la Policía Estatal intentó arrebatarle su

cámara fotográfica a Marcos Elizarrarás cuando cubría una asamblea en la

comunidad indígena de Zacualpan, donde el pueblo se opone a la explotación de

una mina de oro, plata, cobre y manganeso en su territorio.

—En abril de 2014, el periodista Óscar Adrián Galindo Luna, director del portal

Perriodismo, presentó una queja ante la CDHEC por hostigamiento y amenazas

de parte de personal de la Procuraduría General de la República, por la

publicación de una nota sobre una protesta de habitantes de Zacualpan. Una

funcionaria de la corporación pretendía que acudiera a rendir una declaración, de

lo contrario amenazó con enviar a agentes policiacos para obligarlo a presentarse.

La intervención de la Fiscalía Especializada en Atención de Delitos contra la

Libertad de Expresión hizo cesar el acoso.

—El 17 de marzo de 2015, la presidenta del Instituto Electoral del Estado, Felícitas

Valladares Anguiano, ordenó el desalojo de cinco periodistas que realizaban una

cobertura en las instalaciones del organismo electoral. Los agraviados, Arnoldo

Delgadillo, del portal Afmedios; Janetthe Andrade, delDiario de Colima; Óscar

Cervantes, de Colimanoticias; Anilú Salazar, de El Noticiero, y Héctor Villa de

Meganoticias, presentaron una queja ante la CDHEC, que fue registrada bajo el

expediente CDHEC/162/2015, cuyo proceso no ha concluido.

—El 4 de mayo de 2015 la organización Artículo 19 emitió una alerta por

amenazas contra la periodista Gabriela Vives y su compañero José Luis Guzmán,

ambos de MVS Radio, recibidas después de publicar información desfavorable

para el candidato del PRI a la gubernatura de Colima, José Ignacio Peralta.

—El 4 de junio, Elizabeth Ibal Rocha y Fabiola Rosales, reporteras del diario El

Occidental, de Guadalajara, y El Sol de México, fueron agredidas verbalmente y

amenazas por integrantes del equipo de campaña del candidato panista a la

gubernatura, Jorge Luis Preciado Rodríguez, a quienes las periodistas les tomaron

fotografías mientras realizaban proselitismo por las calles de la ciudad de Colima

en tiempos de veda electoral. (Recopilación de la Red de Periodistas Colimenses

“19 de Mayo”.

Campeche

Con una población menor a un millón de habitantes, Campeche es una entidad

con una incipiente economía, misma que está basada en el ejercicio presupuestal

del Gobierno del Estado. Aunque los índices de violencia no se comparan con el

resto de los estados, particularmente, en los del norte del país, la violencia hacia

los periodistas y comunicadores es la misma que se registra en México, sin

embargo ésta sea “naturalizado” que pasa desapercibida incluso para quienes a

diario viven la corrupción y la impunidad.

A penas el 15 de septiembre, se realizó en cambio en la administración estatal, el

nuevo gobernador en su mensaje expuso que la libertad de expresión se ejerce en

Campeche, sin embargo precisó que el periodismo sólo es el que se ejerce

cuando se critica de manera constructiva.

Alejandro Moreno Cárdenas se caracterizó porque su imagen y campaña en

medios fue manejada por empresas del Distrito Federal y de Michoacán, aunque

se simuló que era desde el área de prensa que manejó quien ahora ya ostenta el

cargo de director de Comunicación Social del Gobierno del Estado, Walter Olivera

Valladares.

El actual gobernador está vinculado con el periódico Tribuna, que se considera el

más antiguo del estado y que pertenece a la familia Arceo, también propietaria del

periódico “Crónica”, el canal de televisión “Telemar” y del monopolio de radio

Núcleo Comunicación del Sureste. Los propietarios obtienen “jugosos” contratos y

prebendas desde que se fundó el periódico, aunque los cimientos del emporio los

hizo el ex gobernador Carlos Sansores Pérez.

Los medios que surgieron en las últimas dos décadas pertenecen a ex

gobernadores y políticos, por consiguiente las condiciones de trabajadores y

periodistas no son tan diferentes.

Están, “El expreso” y su canal “Telesur”, propiedad de la familia Castillo;

“Novedades Campeche” de la familia Ruiz; El Sur del ex gobernador Salomón

Azar García, que en su sexenio fundó para contrarrestar los ataques de Tribuna.

La i y el Diario de Yucatán del grupo Multimedia; Campeche Hoy de los Cantón

Zetina; los canales Mayavisión, TMV y el canal oficial TRC.

Grupo SIPSE del grupo Novedades de Campeche, revistas y medios alternativos.

Los periodistas, cobran bajos salarios, que contablemente se han maquillado y

carecen de prestaciones. La profesionalización y la capacitación es una utopía.

La publicidad se otorga de manera discrecional e inequitativa. Las grandes

“tajadas” son para los medios más grandes.

De acuerdo con una publicación de Por Esto! Artículo 19 y Fundar obtuvieron

información de la Secretaría de la Contraloría en la que advierte el anterior

gobierno de Fernando Ortega Bernés gastó 313 millones que en 2013 en

publicidad oficial

Entregó una lista de las empresas a las que pagó convenios, anuncios e

inserciones pagadas por un monto de 230 millones de pesos, entre las que

destacan las de la familia Arceo, con al menos 56 millones; las de la familia

Castillo, con 24 millones, y las de Grupo Milenio, con 18 millones de pesos.

De los 230 millones 362 mil pesos de 2013; 96 millones 527 mil fueron destinados

a la prensa escrita; 30 millones 806 mil pesos a la radio; 67 millones 298 mil a la

televisión; 17 millones 299 mil al internet, y 18 millones 429 mil a otros.

Entre las empresas de la familia Arceo, Producciones Telemar S.A. de C.V. recibió

16 millones 563 mil pesos, un poco más que Organización Editorial del Sureste

S.A. de C.V., editora del periódico Tribuna, con 16 millones 445 mil; le siguen

Medios Informativos de Campeche S.A. de C.V. (editora de Crónica), con siete

millones 819 mil; Comunicaciones Telemar S.A. de C.V., con siete millones 656

mil pesos.

Las estaciones de radio de Núcleo Comunicación del Sureste (NCS), propiedad de

los Arceo, también aparecen, como CIA Campechana de Radio S.A., con un millón

306 mil pesos; Radio Amiga S.A., con un millón 383 mil; Radio Comercial de

Campeche S.A., con un millón 245 mil; Radio Escárcega S.A., con un millón 175

mil; Radio Palizada S.A., con un millón 340 mil, y Radiorama del Sureste S.A., con

un millón 338 mil pesos.

Las compañías de la familia Castillo recibieron cinco millones 169 mil pesos la

denominada Escala Gobernadores S.A. de C.V., vinculada a Telesur; Multimedios

Campeche S.A. de C.V., que edita el periódico Expreso de Campeche, con siete

millones 901 mil, y Mediasur S.A. de C.V./Telesur Televisión, con 11 millones 415

mil pesos.

Los pagos al Grupo Milenio fueron a Bancorp, S.C.P./Milenio Internet, con cinco

millones 568 mil pesos; Grupo Editorial Caudal S.A. de C.V./Milenio Tabasco, con

un millón 856 mil, y Milenio Diario S.A. de C.V., con 10 millones 780 mil pesos.

Otras de las empresas favorecidas fueron SIPSE S.A. de C.V./Antes Radio

Campeche S.A. de C.V., con 10 millones 440 mil pesos; TV Azteca S.A. de

C.V./Red Azteca Internacional, con nueve millones 816 mil; Editorial Campeche

Hoy S.A. de C.V., con ocho millones 854 mil; Publicidad Impresa del Sureste S.A.

de C.V./POR ESTO!, con seis millones 904 mil; el Diario de Yucatán, con dos

millones 968 mil, y el canal de cable Mayavisión, con siete millones 552 mil,

además de los diarios nacionales, como Reforma, con 427 mil; La Jornada, con

tres millones 450 mil y El Universal, con 927 mil pesos.

Menciones aparte merecen el periódico El Sur de Campeche, de escasa

circulación, pero propiedad del Grupo Azar, del ex gobernador Jorge Salomón

Azar García, con seis millones 882 mil pesos, y Novedades de Campeche, con

vínculos con la familia González Curi, con 16 millones 898 mil pesos. Hace dos

años, fue el periódico que recibió mayor cantidad de dinero oficial, por encima del

Tribuna, aun cuando su circulación también es escasa.

La revista digital Convicciones, de Enrique Pastor Cruz Carranza, recibió en el

2013 un millón 183 mil pesos del gobierno de Fernando Ortega; el conductor de

Telesur y columnista de La Opinión, Tomás Zapata Bosch/Politikanalisis, cobró

ese año un millón 856 mil, y Comunicación y Medios de Campeche S.C./Criterios,

propiedad de Carlos Martínez, de La Barra, con un millón 44 mil pesos.

Igual que Martínez, que está en Telesur, hay otros conductores de programas de

ese canal de televisión por internet, como El Abarrote TV, a través de Jazmín

Beatriz Cach Martínez, pariente del ex vocero del gobierno del Estado, Jorge Cach

Uc, con dos millones 60 mil pesos, y también por el mismo programa, recibió

recursos Manuel Agustín Cruz Castillo, hijo de Manuel Cruz Bernés, el otro titular

del programa, con un millón 627 mil pesos.

Por el programa El Reportero del Crimen, de Abraham Martínez, cobró Dianey

Guadalupe Galera Gala, 161 mil 664 pesos; Infomedia facturó un millón 840 mil; el

aún corresponsal de Televisa en Campeche, Gustavo Sánchez Paredes, a través

de sus empresas Gustavo Sánchez Producciones S.A. de C.V./SISTERAC y

Matos López Producciones y Asociaciones S.C., cobró 738 mil, y el ex

corresponsal de TV Azteca, Adrián Vírgen Miranda, con 480 mil pesos.

Resalta también el pago a la compañía Mike Publicidad S.A. de C.V., con dos

millones 204 mil pesos, que se dedica a la publicidad en internet, y no podían

faltar el autodenominado “decano del periodismo campechano”, Carlos Joaquín

Reyes Alpuche, con 765 mil pesos, por su periódico Mundo Campechano, y la

editora de La República, Lourdes del C. Alonzo Parrao, con 972 mil pesos.

A penas hace unos días fueron detenidos los periodistas Juan Sánchez Ramírez,

José del Carmen Rodríguez Rodríguez y David Sánchez Santiago, por delitos

electorales. Su detención causó revuelo por tratarse de un delito menor, sin

embargo fueron recluidos en el Cereso de San Francisco Kobén.

Los hechos no se han documentado con la debida certeza y la reacción de los

demás periodistas paso del enjuiciamiento a la apatía.

Como la violencia, el abuso, la impunidad, la inseguridad y todos los riesgos que

enfrentamos quienes ejercemos el periodismo se ha naturalizado, entonces ni se

visibiliza, no se le da voz y lo peor, se le justifica.

Oaxaca

De acuerdo con un informe presentado el pasado 31 de agosto por el titular de la

Defensoría especializada en atención a Defensores de Derechos Humanos y

Periodistas, Razhy González Rodríguez, expuso que en el Estado de Oaxaca, se

han registrado 177 agresiones en contra de defensoras, defensores y periodistas

durante el 2015

Explicó que durante 2015 la oficina de la Defensoría especializada en periodistas y

personas defensoras de derechos humanos documentó 98 agresiones a personas

que defienden derechos humanos y 79 agresiones a periodistas.

Detalló que de los 98 agravios en contra de defensoras y defensores de derechos

humanos en el estado, 10 casos involucran a colectivos, comunidades y

organizaciones en defensa de los derechos, y otros 50 fueron contra personas

específicas. Es decir, que en ciertos casos, las y los afectados fueron víctimas de

más de un tipo de agresión.

González Rodríguez subrayó que las principales agresiones registradas son de

tipo físico, de las cuales 14 fueron por intimidación, 10 por amenazas de muerte, 9

por homicidio, y no recibieron mucha difusión en medios informativos porque

sucedieron en el ámbito rural, además de que a las personas agraviadas no se les

reconoce como defensoras o defensores de derechos humanos.

Agregó que seis de los asesinatos contra defensoras y defensores fueron

cometidos en un periodo específico: de principios de mayo a finales de junio de

este año, es decir, seis asesinatos un mes antes y un mes después de las

pasadas elecciones.

El defensor de Periodistas, Defensoras y Defensores de Derechos Humanos

puntualizó que en el caso de periodistas hay un registro de 49 personas que

sufrieron un total de 79 agravios contra, de las cuales 17 fueron agresiones físicas,

10 de bloqueo informativo, nueve por hostigamiento, seis amenazas de muerte,

cinco por robo de equipo de trabajo y cuatro homicidios.

Entre los periodistas y comunicadores asesinados en el 2015 se encuentran: el

director de "Radio Spacio 96.1 FM", Abel Manuel Bautista, la de Filadelfo

Sánchez Sarmiento, locutor y director de la estación de radio La Favorita 103.3 FM

de Miahuatlán, Oaxaca, asesinado el jueves 2 de julio, Armando Saldaña Morales,

conductor de la Ke Buena 100.9 FM periodista veracruzano que apareció muerto

en Cosolapa Oaxaca y la del director general del periódico digital de Oaxaca Foro

Político, Edgar Hernández García, el 9 de julio de 2015-

¿Quiénes son los agresores?- De acuerdo con diversos organismos defensores de

los derechos humanos de Oaxaca, casi el 70 por ciento de las agresiones

registradas provienen del poder político en sus tres niveles de gobierno, un 20 por

ciento de organizaciones políticas, sindicales o gremiales y un 10 por ciento

restante de particulares.

Comportamiento de las instituciones del Estado ante agresiones a periodistas, y

legislación para este fin.

De acuerdo con el registro de 177 agresiones en contra de defensoras, defensores

y periodistas durante el 2015, la procuraduría general de justicia del Estado de

Oaxaca, apenas logró la consignación de 2 presuntos responsables, el resto

incluyendo los homicidios permanece impune.

Finalmente en el Congreso del Estado de Oaxaca, se han recibido 8 iniciativas de

ley para la protección de los periodistas en Oaxaca, entre ellas: el presentado por

el Grupo Prensa Oaxaca, otra más presentada por el diputado priista Marco

Antonio Hernández, en abril del 2013, la iniciativa de ley para la protección a

periodistas y libertad de expresión en el Estado de Oaxaca, promovida por

estudiantes de Ciencias de la Comunicación de la Universidad José Vasconcelos

en diciembre del 2013 y una más presentada en el presente año y cuatro más

presentadas por otras organizaciones de periodistas en el año 2014. Ninguna de

ellas ha sido sometida a discusión. (Recopilación de Eduardo Cruz

Silva/Asociación de Periodistas Independientes de la Mixteca-APIM)

http://apim.com.mx/ Cel: 953 107 39 74

Región Costa de Oaxaca

En la región de la Costa de Oaxaca, el ejercicio periodístico se ha convertido en

un trabajo de alto riesgo para los cerca de 40 reporteros que se ubican en la franja

costera, desde Pinotepa hasta las bahías de Huatulco.

Con una mayoría de varones laborando en medios de comunicación escritos,

digitales y electrónicos regionales y estatales (solo unas diez mujeres reportean en

varios puntos de la zona), los trabajadores de los medios de comunicación tienen

como a sus principales enemigos a funcionarios públicos de varios niveles,

caciques, integrantes o líderes de organizaciones o grupos sociales, y en menor

medida, al crimen o delincuencia organizada.

Aunque a lo largo de los últimos años varios compañeros han sufrido diferentes

tipos de amenazas y agresiones verbales o físicas –que afortunadamente no han

tenido mayores consecuencias- en este año resalta por la gravedad del suceso, el

asesinato del locutor y reportero Filadelfo Sánchez Sarmiento, ocurrido el pasado

2 de julio en la ciudad de Miahuatlán de Porfirio Díaz, municipio ubicado a tres

horas de la Costa.

Según datos oficiales, el periodista, que fungía como director y conductor de la

estación de radio La Favorita, con frecuencia radial 103.3 FM, fue atacado a

balazos por dos sujetos que se desplazaban en una moto, cuando salía de la

estación de radio ubicada en la calle Margarita Maza de Juárez, barrio San

Francisco, Miahuatlán.

El locutor, que iba acompañado de otra persona, recibió al menos cinco balazos

de parte de uno de los sicarios, quien antes de cometer el crimen le soltó un seco

“¡hasta aquí llegaste!”. A pesar de que el periodista intentó protegerse y correr, la

herida de una bala hizo que cayera boca abajo sobre su brazo izquierdo.

Luego de las primeras indagatorias, la Procuraduría de Justicia del Estado señaló

que la línea de investigación más fuerte en el asesinato de Sánchez Sarmiento,

estaba relacionada con su trabajo como periodista por las críticas que éste habría

vertido contra quien lo mandó a asesinar.

Existen dos casos más de amenazas y agresión directa contra un voceador de un

periódico local que a continuación reseño.

El pasado 19 de julio el reportero del diario local El Sol de la Costa, Idelfonso

Pacheco Acevedo, fue amenazado por el ex regidor de Ecología del municipio San

Miguel del Puerto, José Martínez Olivera, quien habita en la comunidad Barra de

Copalita, ubicada a unos 15 minutos del desarrollo turístico bahías de Huatulco.

Según el propio afectado, el ex funcionario lo amenazó de muerte por haber

publicado días antes una nota sobre presuntas irregularidades ocurridas en la

escuela primaria Niños Héroes de Chapultepec, ubicada en el Sector U2,

Huatulco, donde su concubina de nombre Rosa María Díaz Ahualt, funge como

directora.

El comunicador señaló que Martínez Olivera, que ahora se desempeña como

taxista en el destino turístico, le advirtió con pistola en mano, que si seguía

publicando notas contra su pareja, lo mataría.

Como precedente de la amenaza, el reportero mencionó que meses antes el

mismo sujeto realizó disparos con arma de fuego en el domicilio de un maestro

que había tenido problemas con su concubina.

El hecho más reciente de agresión contra un medio de comunicación sucedió la

noche del pasado 23 de agosto, cuando tres sujetos “secuestraron” y golpearon al

voceador del periódico El Sol de la Costa, José Antonio Amezcua Zabaleta.

El afectado informó que los hechos sucedieron en la madrugada del domingo 23

cuando se dirigía del fraccionamiento Infonavit a su domicilio, ubicado en el Sector

U2.

Narró que de pronto, tres sujetos con el rostro cubierto lo obligaron con amenazas

a subir a un auto tipo Tsuru color blanco, con vidrios polarizados. Luego de

“pasearlo” un rato, el joven fue golpeado con la cacha de una pistola y en el

trayecto se le cuestionaba sobre el lugar donde vive el director del periódico y

reportero de temas de seguridad y justicia, Daniel Pérez Espinoza, a quien por su

conducto le mandaron un mensaje amenazante.

“Hijo de tu pinche madre, dile que le baje de huevos a Daniel Pérez, de lo

contrario, este es un aviso de lo que le puede pasar”.

Por su parte, Daniel Pérez refirió que semanas antes del hecho recibió amenazas

vía Whats App, donde le mandaron la imagen de una pistola y un mensaje de que

eso iba a recibir.

Según versiones de vecinos de varios sectores, se sabe que los sujetos que

viajaban a bordo del referido automóvil, habrían cometido antes varios robos a

negocios y casas habitación, y los hechos habían sido dados a conocer en el

diario local. (Recopilación de Patricia Pacheco).

Guerrero

El estado de Guerrero, al sur de México, lo habitan más de 3 millones 389 mil

personas, en 82 municipios distribuidos en siete regiones, que están en el último

lugar del desarrollo nacional, debido, sobre todo, a la corrupción e impunidad por

la nula justicia que padecen sus hombres y mujeres, desde la conformación de la

entidad.

En la actualidad, debido a los factores imperantes: corrupción e impunidad, la

labor periodística es mucho más complicada, por los riesgos de la presencia del

crimen organizado, que opera en complicidad con los servidores públicos de los

tres niveles de gobierno; la mayoría de las y los reporteros han sido amenazados y

un alto número de periodistas pota por la autocensura, porque no hay garantías

para su protección y sí una alta desconfianza en las autoridades ministeriales por

lo que son escasas las denuncias que se presentan.

Lo siguiente es una lista de los asesinatos y desapariciones de periodistas de

Guerrero, de 1997, a la fecha ninguno de estos crímenes ha sido debidamente

esclarecido y en todos existe la sospecha que se debió al ejercicio de su trabajo

que incomodaría a los gobernantes en turno.

1.- Jesús Abel Bueno León, director del semanario “Siete Días”, de Chilpancingo,

Gro. Su cuerpo calcinado, se encontró dentro de su vehículo, el 22 mayo 1997.

Antes, redactó una carta en la que temía por su vida y sospechaba del

gobernador emanado del PRI, en ese tiempo Ángel Heladio Aguirre Rivero, así

como de otros funcionarios estatales.

2.- Leodegario Aguilera Lucas , director de la revista Mundo Político, desapareció

el 22 de mayo de 2004; en una investigación desaseada, la Procuraduría General

de Justicia del estado informó que fue asesinado y calcinado, por un pleito entre

“particulares” por la disputa de un predio, en Acapulco. Aunque presentó restos

fósiles, sus colegas periodistas y sociedad en general no creen la versión, debido

a que en sus últimos reportajes se enfocó en el enriquecimiento ilegal del

entonces mandatario estatal de las filas del PRI, René Juárez Cisneros y el ex

secretario de Seguridad Pública, Luis León Aponte, de acuerdo con la queja que

presentó su hermana Ernestina Aguilera Lucas, ante la Comisión de Defensa de

los Derechos Humanos de Guerrero.

3.- Rafael Villafuerte Aguilar, director del semanario La Razón, fue asesinado a

balazos, el 13 de diciembre de 2003, alrededor de las dos de la tarde, le

dispararon desde otro vehículo, a unas cuadras del palacio municipal de Coyuca

de Catalán.

4.- Misael Tamayo Hernández, director del diario Despertar de la Costa; apareció

muerto, en una habitación de un motel situado a la salida del municipio de Ixtapa

Zihuatanejo, 10 de noviembre de 2006.

5.- Amado Ramírez Dillanes, Corresponsal de Televisa en Guerrero, fue

asesinado, en el zócalo de Acapulco, al mediodía, el 6 de abril de 2007.

6.- Jean Paul Ibarra Ramírez, fotógrafo del periódico, El Correo, fue ejecutado, 13

de febrero de 2009, cuando se dirigía a cubrir un accidente automovilístico.

7.- Juan Carlos Hernández Martínez 27 de febrero de 2009 Semanario El Quijote,

asesinado de tres tiros el 27 de febrero de 2009.

8.- Jorge Torres Palacios, escribía la columna política “Nada personal” en el

semanario El Dictamen de Guerrero; además vocero de Salud de Acapulco;

después de 96 horas de su secuestro, el 2 de junio de 2014, hallaron el cuerpo del

periodista con huellas de tortura y decapitado.

9.- Juan Daniel Martínez Gil, conductor de dos noticiarios en el puerto de

Acapulco, para W Radio; fue encontrado muerto, semi-enterrado, el 28 de julio de

2009, con huellas de golpes en diferentes partes del cuerpo y con cinta canela en

la boca.

10.- Juan Francisco Rodríguez Ríos. corresponsal de El Sol de Acapulco, Coyuca

de Benítez, 28 de junio de 2010. Asesinados adentro del café internet de su

propiedad.

11.- Jorge Ochoa Martínez, director del periódico El Oportuno y Despertar de la

Costa, fue asesinado, el 2 de febrero de 2010.

12.- María Elva Hernández Galeana 28 de junio de 2010 editora y directora del

semanario Nueva Línea. Esposa de Juan Francisco Rodríguez Ríos, asesinado,

junto con él.

13.- Evaristo Pacheco Solís, reportero del semanario Visión Informativa, de

Chilpancingo, Guerrero, Su cuerpo fue encontrado en un camino rural de

Chilpancingo, el 12 de marzo, de 2010, con cinco disparos, uno de ellos en la

cabeza.

Durante 2014, Freedom House registró la cifra récord de 46 agresiones físicas en

2014, sufridas por periodistas en Guerrero. En lo que va del primer semestre del

2015 la organización Articulo 19 documentó: Guerrero ocupa el primer lugar con

38 ataques “Guerrero, foco rojo para el periodismo”. (Recopilación de Luz Orona

Aguilar).

Anexos

Veracruz

Periodistas Asesinados:

Noel López Olguín, reportero de Noticias de Acayucan, Acayucan, marzo 2011.

El 1 de junio de 2011 fue encontrado cerca de Jáltipan, estado de Veracruz (este),

el cuerpo sin vida de Noel López Olguín, colaborador de los semanarios locales

Horizonte y Noticias de Acayucan, y del diario La Verdad. El periodista había

desaparecido el 8 de marzo de ese año en el municipio de Texistepec, y su cuerpo

hallado sin vida en una fosa clandestina en el ejido Malacate, en el municipio de

Chinameca. Cuatro días antes de localizar el cuerpo, Alejandro Castro Chirinos,

alias “El Dragón”, capturado en Coatzacoalcos, estado de Veracruz, confesó haber

participado en el asesinato del periodista. Entre las pertenencias de El Dragón,

cuando fue detenido, se encontraba la cámara del periodista. Según las

autoridades, Castro Chirinos dio indicaciones que permitieron localizar la fosa

donde se encontraba el cuerpo.

Aún no se cuenta con indicios de permitan determinar el móvil del crimen, no

obstante, es muy probable que asesinato de Noel López Olguín esté relacionado

con su actividad profesional, ya que era activista social, interesado en los

problemas comunitarios, como la corrupción y la inseguridad, había denunciado

los abusos de las autoridades y de miembros del crimen organizado.

Veracruz representa un punto de tránsito clave para el tráfico de drogas en

dirección a Estados Unidos. Durante la época en que fue asesinado el

comunicador, Los Zetas asolaban de forma particular la región de Jáltipan,

limítrofe con el estado de Oaxaca, donde vivía y trabajaba Noel López Olguín.

(Fuente Reporteros Sin Fronteras)

A principios de septiembre de este año, trascendió que el caso fue reabierto, pues

la expresidenta municipal de Texistepec, Mirna Anzalmetti Gutiérrez, señaló que

elementos de la PGR realizaron investigaciones y han platicado con ciudadanos

que pudieran tener información al respecto, entre ellos ella misma, aunque la

ahora funcionaria en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) dice que le

cuestionaron sobre situaciones que ella desconoce "pues jamás fue un asunto

atendido por mi gobierno", aunque cerca de su domicilio en esa población fue

hallado el automóvil Nissan Tsuru propiedad de López Olguín. (Fuente Imagen del

Golfo)

Miguel Ángel López Velasco (columnista de Notiver), Misael López Solana (Hijo y

fotógrafo) y Agustina Solana (Esposa y madre, respectivamente). Veracruz, 20

junio 2011.

La madrugada del lunes 20 de junio de 2011, el Periodista y Columnista de la

casa editorial NOTIVER de Veracruz, Miguel Ángel López Velasco, mejor conocido

por su columna como Milo Vela, fue acribillado en el interior de su domicilio, junto

con su hijo Misael López Solana y su esposa, Agustina Solana. Los tres

presentaban el tiro de gracia.

Justo cuando dormía en compañía de su familia, sujetos hasta la fecha no

identificados, llegaron hasta su domicilio ubicado en la esquina de la calle Villa

Rica y San Jerónimo en la colonia López Arias al norte de la ciudad de Veracruz

justo a dos cuadras de lo que era la Policía Intermunicipal de Veracruz, hoy

Fuerza Civil.

Al parecer con un objeto pesado rompieron la puerta principal logrando entrar

hasta las recámaras donde dormía la familia del periodista y él. Los hechos se

registraron presuntamente a las 5:30 de la mañana.

Por tales hechos la entonces Procuraduría de Justicia en el Estado inició las

investigaciones correspondientes, pero hasta la fecha, no hay avances del caso,

pues no han sido detenidos los autores materiales, ni tampoco se ha esclarecido

el motivo.

Sobre el triple asesinato, Reynaldo Escobar Pérez, quien era procurador de

Justicia de Veracruz, en aquella fecha y que conoció del caso, desde un principio

únicamente dio a conocer como dato relevante que el principal sospechoso del

multi homicidio era un sicario identificado como Juan Carlos Carranza Saavedra

alias “El Ñaca”, líder del Cartel Jalisco Nueva Generación en Veracruz, que el

mismo funcionario ligó al asesinato de la reportera, Yolanda Ordaz de la Cruz,

ocurrido un mes después. Carranza Saavedra fue asesinado en un

enfrentamiento con marinos el 10 de mayo de 2013, en Zapopan, Jalisco. Su

cuerpo fue identificado por un familiar, según el reporte oficial, y hasta allí llegó la

investigación ministerial.

Miguel Ángel López Velasco fue subdirector de NOTIVER, y tenía 55 años de

edad, al momento de su muerte, le sobreviven sus hijos Miguel Ángel y Jazmín

López Solana que se encuentran exiliados en Estados Unidos.

López Velasco se dedicaba principalmente a exponer temas de información

policiaca, constantemente hacía señalamientos en muchos casos que

involucraban a diferentes corporaciones policiacas. (Fuente Notiver)

Yolanda Ordaz de la Cruz, reportera de Notiver, Veracruz, julio 2011.

Su cadáver degollado fue encontrado en la madrugada del martes 26 de julio de

2011, en la calle Habaneras, donde se encuentran las oficinas de MVS e Imagen

del Golfo, apenas un mes después del homicidio de su jefe inmediato en Notiver

donde laboraba, Miguel Ángel López Velasco. Yolanda Ordaz recibió varias cartas

con amenazas de muerte, antes de ser asesinada. La periodista de información

policiaca fue reportada como desaparecida por sus familiares, la noche del

domingo 24 de julio de 2011. Ella les había dicho que iba a cubrir una noticia, y ya

no regresó. El martes 26 de julio de 2011 se encontró su cuerpo decapitado, con

huellas de tortura, y su cabeza fue encontrada detrás de las oficinas de la estación

de noticias Imagen del Golfo, en Boca del Río, con una nota escrita que decía:

"Los amigos también pueden traicionarte. Atentamente, Carranza."

Juan Carlos Carranza, un ex oficial de la policía de tránsito y, al parecer líder local

de Los Zetas, quien había sido señalado por el entonces procurador Reynaldo

Escobar como el principal sospechoso del asesinato de la familia López Velasco.

El caso sigue abierto, y las motivaciones del crimen aún no están claras. El día

después del asesinato, el fiscal general Reynaldo Escobar dijo que el homicidio de

Ordaz era un ajuste de cuentas entre bandas del crimen, pero no presentó

ninguna prueba. Otras publicaciones también visibilizaron similares alegatos.

Notiver editorializó públicamente la renuncia de Escobar por esas declaraciones.

Pocos días después del crimen, Fuerzas del ejército mexicano mató a dos

presuntos miembros del cártel de drogas, y el fiscal dijo que uno de ellos tenía una

identificación de Yolanda Ordaz. Además, fueron publicados anónimamente en

Internet, un par de videos acusatorios, mencionando a Ordaz como mediadora de

Los Zetas, hechos que jamás han sido comprobables, como refiere la nota firmada

por Tim Johnson para McClatchy Newspapers, en donde también cita

declaraciones de conocidos de Yolanda Ordaz que niegan con vehemencia tales

señalamientos. (Fuente https://es.wikipedia.org/wiki/Yolanda_Ordaz_de_la_Cruz).

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) anunció desde hace

cuatro años que investigaría el asesinato de Yolanda Ordaz, pero el caso sigue sin

ningún avance. (Periodico La Jornada). También la directora general de la

UNESCO, Irina Bokova, condenó el asesinato de la periodista mexicana: "Este

último caso demuestra (...) un aumento mundial de la tendencia a atacar a

periodistas mujeres, algo que me preocupa mucho", declaró Bokova en un

comunicado publicado unos días después del homicidio, sin embargo, todo ha sido

infructuoso para dar con los autores de este

crimen.http://noticias.terra.com.mx/mexico/seguridad/unesco-condena-el-

asesinato-de-la-periodista-yolanda-

ordaz,3bc91d47603df310VgnCLD200000bbcceb0aRCRD.html

Regina Martínez Pérez, corresponsal de Proceso, Xalapa, 28 abril 2012.

Regina Martínez fue asesinada el 28 de abril de 2012 en su domicilio ubicado en

la colonia Felipe Carrillo Puerto de la ciudad de Xalapa. Una vecina reportó que la

puerta de su casa había permanecido abierta desde la mañana de ese día. Al

acudir al lugar, la policía halló el cadáver en el piso del baño con huellas de

golpes. Los reportes oficiales señalaron que Martínez fue torturada y golpeada

severamente antes de morir. La necropsia realizada posteriormente reveló que la

causa de muerte fue asfixia por estrangulamiento y que falleció entre las cuatro y

cinco de la madrugada.

Tras su muerte, el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, ordenó una

«investigación exhaustiva» y prometió que se investigaría «hasta las últimas

consecuencias». Luego de esta declaraciones, la redacción de Proceso afirmó:

«Respecto de esa investigación, que está a cargo del gobierno de Veracruz,

Proceso es escéptico [...] No les creemos y se los hicimos saber».

Menos de dos meses después se filtró información relacionada con el caso,

señalando al asesinato como un crimen pasional, versión que todos los colegas

reporteros que la conocían no creen porque Regina era conocida por su discreción

y seriedad. Sin embargo, el 30 de octubre de ese año, derivado de la investigación

19/2012/PC se arrestó a Jorge Antonio Hernández Silva —alias El Silva—

acusado del asesinato y se aseguró la participación de José Adrián Hernández

Domínguez —alias El Jarocho— quien permanece prófugo.

Hernández confesó haber cometido el asesinato y declaró que la reportera

conocía a Domínguez, por lo que les permitió ingresar a su residencia en la noche

del asesinato. Según la declaración de Silva dada a conocer por la PGJ, tras

conversar, Domínguez comenzó a golpear a Martínez con la intención de que

revelara donde escondía sus pertenencias más valiosas y su dinero, pues según

comentó en su momento la ex vocera del Gobierno del Estado, Gina Domínguez,

Regina recién había cobrado su liquidación en el Diario Política. Después de

asesinarla, robaron diversos objetos de valor y dinero hallado bajo un colchón y

huyeron del lugar, refirió la Procuraduría cuando presentó al acusado a los medios

informativos.

No obstante, tras ser presentado ante un juez, Hernández Silva se retractó y

declaró haber firmado la confesión bajo tortura mediante choques eléctricos en los

testículos. «Sí he robado pero nunca he matado a nadie», declaró, además acusó

a las autoridades veracruzanas de amenazarlo a él y a su madre.

La declaración era la única evidencia en su contra, pues ni el ADN, las huellas

dactilares o las muestras de sangre coincidían con las suyas. Fuentes cercanas al

Comité para la Protección de los Periodistas —CPJ, por sus siglas en inglés—

señalaron que las muestras de sangre de la escena del crimen no coincidían con

ninguno de los criminales presentes en la base de datos nacional. El CPJ

mantenía la versión de que el caso fue fabricado y que Silva fue empleado como

chivo expiatorio.

El 9 de abril, Hernández Silva fue sentenciado a 38 años de prisión, además de

una multa de 80 mil pesos como reparación de daño por el homicidio y robo contra

de la reportera. En agosto, el Tribunal Superior de Justicia de Veracruz revocó la

sentencia al considerar que se violaron las garantías de Hernández, por lo que fue

puesto en «libertad por fallas en la justicia» por once meses, hasta que el mismo

tribunal resolvió recapturarlo para que cumpla la pena. Actualmente el caso sigue

abierto, según ha mencionado el fiscal general Luis Ángel Bravo Contreras, pues

el principal acusado, José Adrián Hernández Domínguez, sigue prófugo.

Hasta la fecha, las autoridades ministeriales han ignorado investigar la hipótesis

que refiere el trabajo periodístico de Martínez Pérez, pese a que en las últimas

semanas publicó en la revista Proceso, temas sobre la corrupción y el abuso del

gobierno, además escribió extensos reportajes sobre el crimen organizado y el

narcotráfico en el estado. Una de sus últimas publicaciones fue un perfil político de

Reynaldo Escobar Pérez y Alejandro Montano, dos candidatos del Partido

Revolucionario Institucional —PRI— a diputaciones federales.

También escribió sobre el arresto por parte de la Armada de México de nueve

policías acusados de trabajar para organizaciones de narcotráfico, el arresto de un

líder de Los Zetas conocido como Comandante Chaparro y una historia sobre

Martín Padua Zúñiga, entonces alcalde del Partido de Acción Nacional —PAN—

del municipio de Chinameca, arrestado, luego de un enfrentamiento con el Ejército

Mexicano, por nexos con narcotráficantes.

(Fuente https://es.wikipedia.org/wiki/Regina_Mart%C3%ADnez)

Gabriel Huge Córdova, fotógrafo de Notiver; Guillermo Luna Varela, fotógrafo de

Veracruznews; Esteban Rodríguez Rodríguez, fotógrafo de AZ; e Irasema

Becerra, empleada de El Dictamen y pareja sentimental de Luna Varela. Veracruz,

jueves 3 de mayo de 2012.

Los cuerpos de los fotógrafos Gabriel Huge, Guillermo Luna Varela y Esteban

Rodríguez fueron localizados junto con el de Irasema Becerra, confirmó la

Procuraduría General de Justicia (PGJ). Estaban reportados como desaparecidos

desde las tres de la tarde del día anterior, cuando compañeros de otros medios en

el puerto los buscaron para cubrir un accidente vial en la ciudad.

"Por las características del crimen se presume la participación de la delincuencia

organizada en la comisión de estos homicidios, por lo cual se solicitará a la

Procuraduría General de la República la atracción del caso", detalla el comunicado

de la PGJ publicado para informar de los pormenores. Los cuerpos fueron

hallados en cuatro bolsas, estaban desmembrados y con señales de tortura.

Las autoridades inicialmente solo confirmaron la muerte de Huge y Luna Varela.

En un segundo comunicado, la PGJ informó la identidad de los otros dos cuerpos.

Uno pertenecía a Esteban Rodríguez, quien trabajaba como soldador en un taller

mecánico, pero que hasta agosto del 2011 laboró en un diario local AZ, propiedad

del empresario Oscar Rodríguez Hernández, y el cual hasta la fecha se niega a

reconocer que el fotógrafo era parte de sus trabajadores. El otro era el de Irasema

Becerra, pareja sentimental de Guillermo Luna, que se desempeñaba como

secretaria en El Dictamen.

Luna Varela trabajaba como fotógrafo para la página veracruznews.com.mx y

Huge "se dedicaba a actividades particulares", tras haber renunciado al Diario

Notiver. hasta julio del 2011, cuando fue asesinada la periodista del mismo medio,

Yolanda Ordaz.

Los tres fotógrafos estaban incluidos en una lista con 13 nombres de periodistas

de Veracruz que estaban amenazados de muerte. La lista circuló a través de

redes sociales desde mediados del 2011 y hasta hora no está confirmado quién la

elaboró pero fue usada por directivos de diversos medios para obligar a reporteros

de la fuente policiaca a salir de la ciudad o reubicarse en otros estados.

En esas fechas, Ricardo González, oficial de seguridad y protección de Artículo

19, afirmó que incluyó la lista como parte de un informe que entregó en octubre del

2011 a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la

situación de los periodistas en México en una reunión en la que hubo

representantes de la PGR, de la Presidencia de la República y de la Secretaría de

Gobernación.

Hasta el momento no hay un solo detenido por este cuádruple homicidio, ni

tampoco hay indicios de quiénes podrían haber sido los autores materiales del

crimen que cimbró a la comunidad reporteril por su salvajismo.

Víctor Manuel Báez, editor de Reporteros Policíacos, Xalapa, 13 de junio 2012.

Editor de la nota roja en el periódico Milenio El Portal, Víctor Manuel Báez también

integraba una agencia noticiosa especializada en temas policiacos.

La noche del 13 de junio de 2012, un grupo de desconocidos lo sacaron de sus

oficinas ubicadas en la colonia Laureles de Xalapa. Una asistente había ido a la

tienda y al regresar observó cuando un grupo de encapuchados se lo llevaba sin

dar tiempo a nada.

Las investigaciones y testimonios refieren que desde días antes había recibido

llamadas amenazantes algunas de las cuales habían escuchado las personas que

trabajaban con Báez y el equipo de reporteros de nota roja. No pidió protección

pero sí puso en antecedentes de los hechos a la coordinadora de Comunicación

Social del Gobierno del Estado, Gina Domínguez.

Horas más tarde, la madrugada del 14 de junio, el cuerpo de Báez fue localizado

mutilado y con un mensaje en el que el grupo delictivo “los Zetas” se atribuían el

crimen.

El 30 de junio de ese mismo 2012, durante un operativo, la policía localizó a una

banda en un hotel y una casa de seguridad. En total fueron detenidas nueve

personas entre los que presumían podría estar el o los homicidas del reportero.

Sin embargo, en agosto de ese mismo año, el entonces procurador de Justicia,

Amadeo Flores Espinosa informó que los asesinos de Víctor Báez habían muerto

durante un enfrentamiento ocurrido muy cerca de las oficinas donde un mes antes

había sido levantado.

Y sin explicar cómo había llegado a tales conclusiones, sólo dijo que los

responsables fueron identificados como Juan del Ángel Torres y Daniel Reynoso,

quienes murieron durante la refriega ocurrida el 19 de junio.

Para la autoridad, con esa conclusión no volvió a tocar el tema del comunicador ni

de su asesinato y aparentemente no fue turnado a la PGR a pesar de que “los

Zetas” se atribuyeron su secuestro y muerte.

Gregorio Jiménez de la Cruz, fotógrafo de Notisur, Coatzacoalcos, 5 de febrero

2014.

La mañana del 5 de febrero de 2013, un comando armado irrumpió en la vivienda

del reportero Gregorio Jiménez de la Cruz, justo cuando se preparaba para llevar

a sus hijos a la escuela.

Goyo, como le decían sus compañeros, vivía en la comunidad Allende, del

municipio de Coatzacoalcos.

La búsqueda, por parte de las autoridades de aquella región, siguió durante seis

días hasta que una semana y media después la entonces Procuraduría General

de Justicia dio a conocer que habían detenido a Teresa de Jesús Hernández Cruz,

vecina de Gregorio y quien era dueña de un bar.

En el lugar donde fue hallado el cuerpo del reportero veracruzano, Gregorio

Jiménez, también fue encontrado sin vida Ernesto Ruiz Guillén “El cometierra”,

secretario de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en el municipio

de Villa de Allende, Veracruz, quien permanecía secuestrado desde el 18 de enero

de ese mismo año, luego de ser levantado en una protesta, hecho del que el

periodista Gregorio Jiménez dio cuenta en sus textos en Notisur.

Ruiz Guillén participaba en una asamblea que se estaba llevando a cabo en la

casa del conocido líder sindical Leonardo Mendoza alias "el Chaquira", donde

según transcendió posteriormente acababan de participar en un evento llevando a

un numeroso grupo de choque compuesto por varios obreros, que llegaron a

bordo de cinco autobuses armados con palos a la entrada de la Laguna de

Pajaritos, donde al parecer se encontraba una manifestación de camioneros.

Al poco rato llegaron hasta ese lugar hombres armados, que intentaron plagiar a

tres de ellos, entre los que figuran Leonardo y Ernesto, pero el primero logró darse

a la fuga, no así Ruiz Guillén, que al intentar correr recibió dos proyectiles de arma

de fuego que se le alojaron en las piernas, lo que le impidió siguiera corriendo, fue

así levantado por sujetos que se lo llevaron con rumbo desconocido. Este vínculo

no ha sido investigado por las autoridades, pues solamente han indagado sobre la

hipótesis que inculpa a la dueña del bar.

Según la investigación ministerial, la esposa de Gregorio, Carmela Hernández,

días antes había presenciado una discusión entre su esposo, Gregorio y Teresa

de Jesús Hernández, quien lo amenazaba por publicar una información sobre el

bar en uno de los medios para los que publicaba.

La información refería que en el bar trabajaban mujeres menores de edad,

explotadas por Teresa Hernández y que al parecer eran centroamericanas.

Además, días antes un vecino de la zona había sido apuñalado en el interior del

bar y también lo había reportado para el periódico “Notisur”.

Con Teresa fueron detenidas 5 personas más, José Luis Márquez Hernández,

Santos González Santiago, Jesús Antonio Pérez Herrera, Juan Manuel Rodríguez

Hernández y Gerardo Contreras Hernández, sin embargo los vicios en el proceso

y lo que aparentemente pudiera ser un resquicio dejado adrede por las

autoridades, pues el juzgado Noveno de Distrito, con cabecera en Coatzacoalcos,

otorgó un amparo para que se haga una revisión del caso, ya que los inculpados

alegan violaciones a sus derechos humanos a lo largo del proceso.

Los señalados -en la petición del amparo- dicen que fueron torturados física y

psicológicamente desde el primer momento en que fueron detenidos por personal

de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI) que en ese entonces

comandaba Amadeo Flores Espinosa. Con este antecedente, podrían alcanzar la

libertad en cualquier momento.

Las autoridades no quieren reconocer que la muerte de Gregorio fue por el

ejercicio periodístico, por el contrario, la entonces vocera del Gobierno del Estado,

Gina Domínguez Collío, dijo que lo habían asesinado por “problemas de vecinos y

familiares” ya que Teresa Hernández es madre de la novia del hijo de Goyo.

Moisés Sánchez, director de La Unión, Medellín de Bravo, enero 2015.

El cadáver del periodista José Moisés Sánchez Cerezo, --quien estaba

desaparecido desde el 2 de enero de este año, luego de que desconocidos lo

secuestraron de su domicilio, entrando con lujo de violencia hasta su recámara, en

la comunidad El Tejar, municipio de Medellín de Bravo--, fue encontrado la

madrugada del sábado 24 de enero del presente en el municipio de Manlio Fabio

Altamirano, informó el Fiscal General, Luis Ángel Bravo Contreras. Su familia

inmediatamente reportó el secuestro a la Policía Municipal, pero extrañamente no

prestaron el auxilio.

En conferencia de prensa, el Fiscal dio a conocer que, como parte de las

diligencias derivadas de la investigación ministerial 01/E/2015, ubicó a Clemente

Noé Rodríguez Martínez, integrante de la extinta Policía Intermunicipal Veracruz-

Boca del Río-Medellín, como uno de los que participó en el secuestro del director y

editor del periódico La Unión, de Medellín de Bravo.

Señaló que en su confesión, Rodríguez Martínez señaló al alcalde panista de

Medellín de Bravo, Omar Cruz Reyes, como el autor intelectual del homicidio de

Moisés Sánchez, con quien tenía diferencias, por los señalamientos que hacía el

reportero sobre hechos de inseguridad en la zona.

Durante la conferencia de prensa, Bravo Contreras presentó un video donde se

observa a Rodríguez Martínez, en compañía de un abogado defensor, confesar

haber participado junto con otras cinco personas en el secuestro de Sánchez

Cerezo y en los hechos en los que se le dio muerte.

En el video, Rodríguez Martínez relata que la muerte de Moisés Sánchez se

produjo por encargo directo de Martín López Meneses, subdirector de la Policía

Municipal de Medellín, así como chofer y escolta personal del presidente

municipal, Omar Cruz Reyes, a petición de este último.

Después de narrar cómo secuestraron al periodista en su casa y cómo se alejaron

del lugar, Noé Rodríguez dijo: “El Moi se le subió al señor y El Harry sacó un

cuchillo que traía, yo creo, ahí en la camioneta.

“El Harry empezó a cortarle el cuello, ya se lo cortó por completo y ya me dijo

textualmente: “ya cumplimos con la orden que había dado el alcalde de Medellín

de Bravo”.

Además de Rodríguez Martínez, quien era miembro de una banda dedicada a la

venta de droga en Medellín de Bravo, la PGJ identificó a otros inculpados en la

sustracción de Moisés Sánchez, con los alias El Harry, El Chelo, El Piolín, El Moi y

José Luis Olmos, alias El Olmos, ex miembro de la policía intermunicipal.

El 26 marzo, el alcalde de Medellín, Omar Cruz Reyes fue relevado de su fuero

por decisión unánime del Congreso del Estado de Veracruz, y un mes después se

giró una orden de aprehensión como presunto responsable del homicidio de

Sánchez Cerezo. Según su abogado defensor, Sergio Vaca Betancourt, está en

Nueva York, en espera de tener un amparo que le permita regresar.

En tanto, el 11 de septiembre, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos

cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) no atraerá la investigación

del caso de Moisés Sánchez, director del semanario La Unión, porque concluye

que su principal actividad era la de taxista y no el periodismo.

En respuesta a un recurso de amparo interpuesto el 1 de abril por la organización

Artículo 19, la Procuraduría General de la República (PGR) –de la que depende la

FEADLE- expone que no hay elementos suficientes para sostener que la privación

ilegal de la libertad y el posterior asesinato de Moisés se deba a su condición de

periodista, pues según sus propias conclusiones, esta labor la ejercía de manera

esporádica, con esa postura, la Fiscalía se alinea a la postura que desde el inicio

mantuvo el gobernador Javier Duarte de decir que Sánchez Cerezo era

taxista. Esto, a pesar de que Artículo 19 documentó que según el artículo 10 del

Código Federal de Procedimientos Penales, el caso de Moisés aplicaba en al

menos seis de los 10 supuestos bajo los cuales la FEADLE puede atraer delitos

contra la libertad de expresión.

Armando Saldaña, locutor de La Ke Buena, Tezonapa, mayo 2015.

Armando Saldaña Morales, periodista y locutor veracruzano, fue asesinado el

domingo 3 de mayo de 2015 en la zona cañera donde confluyen los estados de

Oaxaca y Veracruz. Su cuerpo fue encontrado con huellas de tortura y cuatro

orificios de bala en la nuca. Armando Saldaña, conductor del programa radiofónico

La Grilla Punto y Debate en la estación Ke Buena, de Tierra Blanca. Colaboraba

en El Mundo de Córdoba, El Sol de Córdoba y La Crónica de Tierra Blanca.

Las investigaciones policiacas revelaron que el comunicador fue interceptado

cuando se dirigía a su domicilio en la comunidad de Laguna Chica, en el municipio

de Tezonapa, Veracruz. Según reportes oficiales y de corporaciones policiales, su

cuerpo fue localizado en una parcela entre las comunidades de Morelos y La

Aurora, en el municipio oaxaqueño de Cosolapa, Oaxaca, razón por las que las

autoridades veracruzanas se negaron a intervenir. “Armando era un periodista

muy frontal. Daba información veraz, muy fuerte. No se mordía la lengua. Si

hablaba de cañeros, decía lo que pensaba, aún y cuando ese es uno de los temas

delicados en la zona de Tierra Blanca, porque hay grandes intereses de dinero y

de poder”, señaló un reportero en anonimato por temor a represalias en un

municipio donde el crimen organizado tiene en el secuestro de migrantes y en el

robo de combustible a Pemex. En la zona, hay presencia de bandas delincuencias

que se dedican a robar combustible.

En Oaxaca, el viernes 22 de mayo, la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) de

la Procuraduría de Justicia detuvo en el municipio de Acatlán, a Juan Carlos de la

Cruz Vergara, de 25 años de edad, a quien señaló como presunto responsable del

delito de homicidio calificado con agravante de ventaja, en agravio de Armando

Saldaña, en cumplimiento a la orden de aprehensión Causa 147/2015 librada por

el Juez de Garantías de San José Cosolapa. Su asesinato no ha sido esclarecido

aún, y su familia quedó sin su principal proveedor.

Juan Mendoza Delgado, director de Escribiendo La Verdad, Medellín de Bravo, 1

de julio de 2015.

El periodista veracruzano Juan Mendoza Delgado, director general del portal de

noticias Escribiendo la Verdad, fue asesinado el 1 de julio de 2015. Su cuerpo fue

localizado con huellas de violencia.

El informador trabajaba en Medellín, donde fue ultimado, municipio ubicado al sur

de la ciudad-puerto de Veracruz.

Lo último que se supo de él fue el martes 30 de junio, a las 16:00 horas, cuando

anunció que trabajaría como chofer de taxi, labor que combinaba con el

periodismo. Los familiares del periodista presentaron una denuncia ante la agencia

séptima, ubicada en el municipio de Medellín de Bravo, según informó Taide

Pavón, esposa del comunicador.

En el municipio de Medellín, el cuerpo de Juan Mendoza Delgado apareció

vendado y semidesnudo sobre la carretera la noche del 1 de julio, aunque la

Fiscalía de Veracruz insistió que el informador fue atropellado. Su asesinato no ha

sido esclarecido.

Rubén Espinosa Becerril, fotoperiodista de Proceso y Cuartoscuro, Distrito

Federal, 31 de julio 2015.

Fotógrafo y periodista mexicano de la agencia Cuarto Oscuro y la revista Proceso,

fue especialista en la cobertura de protestas sociales e investigación sobre la

corrupción del poder y su relación con el narcotráfico, trabajo por el que recibió

múltiples amenazas en Veracruz, estado del que salió en 2015.

Rubén Espinosa nació el 29 de noviembre de 1983 en la ciudad de México y fue

asesinado junto con cuatro mujeres el viernes 31 de julio de 2015, en el Distrito

Federal (DF). Todos los cuerpos mostraban huellas de tortura y el tiro de gracia.

El fotoperiodista, en entrevista otorgada al canal de televisión RompeViento, culpó

al gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, de las amenazas recibidas,

así como de las agresiones perpetradas contra manifestantes y ciudadanos

molestos por la forma de gobierno en esa entidad.

https://www.youtube.com/watch?v=wnA1HKwmpSw

“Salí de Veracruz porque el seis de junio de 2015, supe que estaba siendo vigilado

por hombres vestidos con bermudas y playeras deportivas, de procedencia

norteña.

El 14 de septiembre de 2013, mientras documentaba un violento desalojo de

maestros y alumnos en la Universidad Veracruzana, Rubén y otros compañeros

de profesión fueron agredidos por las fuerzas de seguridad del estado y se les

obligó, sin éxito, a eliminar las imágenes de sus equipos digitales. De su autoría

fue una foto del gobernador Javier Duarte aparecida en la portada de la edición

1946 de la revista Proceso (editada el 15 de febrero de 2014) que molestó

especialmente al gobernador por su mirada rencorosa y desafiante, aunque el

mandatario negó que la foto le molestara durante una entrevista con El Universal.

El 9 de junio de 2015 se autoexilió de Veracruz y regresó a su ciudad natal, la

Ciudad de México, debido a amenazas de muerte en su contra, en que varias

personas lo intimidaron con la frase: «Bájale o te va a pasar lo mismo que a

Regina Martínez», periodista asesinada el 28 de abril de 2012.

El proceso judicial de las investigaciones (FBJ/ BJ-1/T2/4379/15-07), es un claro y

reciente ejemplo del pésimo sistema de investigación para esclarecer su

homicidio, pues el expediente está lleno de irregularidades diversas: se restó

importancia a la posibilidad de que su asesinato estén relacionados con su trabajo

como fotorreportero y a las amenazas que recibió.

En su asesinato se ha dado más relevancia a la hipótesis de que se trató de un

asalto; se criminalizó a las víctimas en función de su nacionalidad, su sexo y su

oficio. En este momento, se menciona la posibilidad de que el narcotráfico de

Colombia esté vinculado a la muerte de fotorreportero.

El 12 de septiembre fue detenido el tercer implicado, César Omar Martínez

Zendejas, quien fue ingresado al Reclusorio Norte. El diario La Razón informó que

el sujeto de 32 años de edad, detenido el pasado viernes en la delegación

Coyoacán, era empleado de la tienda Zara, esto en la plaza comercial ubicada en

Avenida Patriotismo, en la colonia San Pedro de los Pinos. Aceptó haber

participado en los hechos de la colonia Narvarte, pero niega haber asesinado a las

cinco personas.

Cabe destacar que el ex policía capitalino, Abraham Torres, segundo detenido por

el multihomicidio, declaró ante el Ministerio Público que “El Yuye o El Omarcito”

era parte del grupo criminal de “Los Zetas”.

El primer detenido por el multihomicidio en la colonia Narvarte, donde fallecieron el

fotoperiodista Rubén Espinoza, la activista Nadia Vera, Yesenia Quiroz Alfaro,

Mile Virginia Martin y la trabajadora del hogar Alejandra Negrete Avilés, es Daniel

Pacheco Gutiérrez, de 41 años, quien estuvo internado en el 2000, en el

Reclusorio Preventivo Norte, por los delitos de robo y violación, indicó la PGJDF

en un comunicado.

Reporteros desaparecidos:

Evaristo Ortega Zárate, director del semanario Espacio, desaparecido en Xalapa el

19 de abril de 2010.

Editaba el semanario Espacio en el municipio de Colipa. Lo último que se conoció

es que fue “levantado” por elementos de Seguridad Pública en pleno periodo

electoral, el 19 de abril de 2010.

Su hermana, Irene Ortega, recibió varios mensajes en los que él aseguraba haber

sido arrestado por la policía en Xalapa, la capital del estado. Desde entonces, no

se tienen noticias de él.

“Avísale a todos”, “nos llevan detenidos”, “nos llevan en patrulla hacia Veracruz”,

señalaba el mensaje que Evaristo Ortega Zárate envió a su hermana. A partir de

ese momento su familia lo busca en vano. La policía local ha negado desde

entonces estar involucrada en el asunto. La entonces Procuraduría General de

Justicia del Estado abrió la investigación, pero hasta la fecha sigue sin resolverse.

Lo único que se supo después es que un comando de supuestos policías que,

utilizando patrullas semejantes a las de la policía de Veracruz, “levantó” al

periodista Evaristo Ortega Zárate y Francisco Mota Uribe, lo mismo que al señor

Andrés Anglada Morgado, de Nautla, los tres aspirantes aspiraban a ser

candidatos del PAN a alcaldes.

Según la columnista Claudia Guerrero, primero la PGJV reunió los elementos para

integrar la investigación ministerial en contra de Fernando Hernández Masegoza,

ex alcalde panista de Colipa, quien supuestamente había amenazado a Evaristo

Ortega, pero aguantarían la orden de detención hasta que diera inicio formal la

campaña de gobernador en ese año, con el fin de asestar un golpe mediático a

sus enemigos políticos de Acción Nacional.

Pero, dice Guerrero, la investigación llegó hasta la Secretaría de Educación de

Veracruz, cuando estaba a cargo de Víctor Arredondo Álvarez. Allí, se conoció que

Fernando Hernández Masegoza, conservaba una plaza de profesor, que desde

varios años antes, gozaba de una comisión y se encontraba asignado al área de la

Oficialía Mayor de la SEV, cuyo titular era el ahora diputado federal Edgar Spinoso

Carrera. Según Claudia Guerrero, Hernández Masegoza habría estado sirviendo

a los intereses de la SEV, en la zona de Misantla, pues la SEV sirve como

estructura de base para la estrategia electoral del partido oficial.

Este hecho, involucraría también a Julio Vélez Hernández, quien era encargado de

la agenda y responsable de decisiones trascendentales de Arredondo, éste

personaje fue ubicado durante la investigación ministerial como soporte político de

Hernández Masegoza, y protector junto con Edgar Spinoso. (Fuente Proceso

y http://www.periodicoveraz.com/nota.php?id=5388)

Gabriel Fonseca Hernández “Cuco”, reportero del Diario de Acayucan,

desaparecido desde en Acayucan el 17 de septiembre de 2011.

Familiares de Manuel Fonseca Hernández fueron quienes denunciaron la

desaparición del reportero de la fuente policiaca del periódico El Mañanero de

Acayucan (propiedad de Fernando Kuri, asesor del diputado federal Jorge Carvallo

Delfín), quien contaba apenas con 19 años de edad.

De acuerdo con los familiares, Fonseca Hernández desapareció desde el sábado

17 de septiembre de hace cuatro años, cuando salió de su domicilio para cubrir un

evento del periódico y ya no regresó ni se comunicó a la redacción del diario.

El padre del joven reportero, Juan Fonseca Aguirre, presentó en ese entonces la

denuncia correspondiente ante la Agencia del Ministerio Público de Acayucan,

ante el temor que “algo malo le haya sucedido”, dijo. La denuncia ante las

autoridades judiciales quedó registrada con el número de averiguación previa

ACA/621/2001.

Apenas el viernes 26 de septiembre, los padres del joven periodista y colegas de

Acayucan, realizaron una protesta en la Fiscalía General y bloquearon la calle de

Enríquez para exigir el esclarecimiento del caso.

Indicaron que, posterior a la desaparición del periodista, en Acayucan localizaron

cuerpos en fosas clandestinas, por lo que ahora exigen que el ADN del reportero

sea cotejado con el de sus papás.

“De esta manera sabremos si entre los cadáveres estaba el de Gabriel Manuel

Fonseca”. Hasta el momento, el caso está estancado. (Fuente Proceso y Plumas

Libres)

Cecilio Rodríguez Domínguez, del Semanario Proyectos, desaparecido en

Chinameca el 11 de mayo de 2012.

Reportero de la revista “Proyecto de Chinameca” fue levantado la tarde del 11 de

mayo de 2012 en la calle 16 de septiembre frente a la gasolinera Cruz Verde, de

Chinameca por un comando armado a bordo de un carro rojo sin placas. No

obstante la denuncia de la desaparición del periodista la Procuraduría General del

Estado, no realizó ningún protocolo de búsqueda, y archivó su caso.

Su desaparición se dio en el contexto de una oleada de desapariciones en el

municipio, luego de la detención del alcalde Martín Padua acusado de nexos con

el crimen organizado. A la fecha no se sabe de su paradero.

Después de la agresión, sus familiares repartieron volantes donde sus padres solo

quieren saber dónde está, porque ellos temen del papel del gobierno del Estado,

en relación con la criminalidad imperante en la región.

Cecilio Rodríguez Domínguez cubría la fuente policiaca en los momentos en los

que la delincuencia organizada y las autoridades mostraban estar relacionadas. El

secretario de Seguridad Pública del Gobierno del Estado, Arturo Bermúdez, en

ese entonces, señaló públicamente: “Antes se presumían de amistad con los zetas

y ahora ya no”.

Entre la información que difundió Cecilio Rodríguez estuvo la detención de Martin

Padua Zúñiga, ocurrida el 17 de abril de 2012, en posesión de 4 armas largas, 3

armas cortas, 3 granadas de mano, 23 cargadores, 433 cartuchos (CNN

MEXICO), acusado de delitos por delincuencia organizada. Su caso penal es

99/2012/V, siendo alcalde por el PAN de Chinameca.

El alcalde fue detenido en una balacera en una casa de Minatitlán, donde fueron

asegurados, entre otro, el líder de los zetas, José Carmen Fragoso Martínez, alias

El Comandante Reyes” o “El conchas.”

Sin embargo, el 24 de diciembre del 2013, el edil fue liberado mediante un

amparo. Apenas salió, participó en un bloque de alcaldes panistas que se pasaron

al PRI para apoyar a Enrique Peña Nieto.

Miguel Morales, fotógrafo del Diario de Poza Rica, reportado como desaparecido

en Poza Rica desde el 19 de julio de 2012.

Cubría la fuente policiaca del Diario de Poza Rica, hasta 19 de julio del 2012. Esa

noche entrego su equipo periodístico en su empresa, señalando que por motivos

personales se ausentaría de la ciudad, ya no llegó a dormir a su casa. Al otro día

su esposa lo reportó como desaparecido. Su desaparición se documentó en el

expediente PZR/384/2012.

Con un dato anexo se sabe que en 2011, antes de su desaparición, ya había sido

interceptado por hombres armados quienes le propinaron una severa golpiza para

luego dejarlo en libertad.

El periódico “Noreste de Poza Rica” afirmó que ese año se intensificó la violencia y

que en Veracruz se empezó a vivir una guerra declarada y abierta del gobierno

estatal contra periodistas independientes. Puntualizó que los diferentes grupos

armados que dominan la entidad son los que colaboran con el gobierno estatal y

que en este sentido usan las más variadas formas de acabar con un reportero

“incómodo para el sistema”.

Sergio Landa Rosado, del Diario de Cardel, desaparecido en Ciudad Cardel,

municipio de Úrsulo Galván, desde el 20 de enero de 2013.

El reportero de información policiaca del Diario de Cardel (del consorcio

informativo del magistrado Edel Álvarez Peña), Sergio Landa Rosado, fue

levantado frente a las oficinas de su periódico el domingo 20 de enero de 2013. A

las 4pm, recibió una llamada y salió, dejando su computadora encendida con un

texto incompleto que terminaría al volver. Desde entonces se desconoce su

paradero. “Hablar de ‘su caso’, indagar sobre sus posibles captores, saber por qué

(él), cómo va su proceso de investigación en la Procuraduría General de Justicia

del Estado de Veracruz (PGJV), e intentar contactar a sus familiares, es toparse

con un fuerte edificado de miedo y silencio”. A dos años y 8 meses de su

desaparición, nadie quiere informar del caso, refiere Karla Lottini, reportera ahora

exiliada en Canadá. En un texto para Nuestra Aparente Rendición, menciona que

a lo largo de semanas --cuatro meses después de reportarse la desaparición--,

intentó ponerse en contacto con el responsable del área de Personas

Desaparecidas de la entonces PGJV, sin éxito. Incluso la solicitud de información

a la Procuraduría, supuestamente la remitieron directamente al gobernador Javier

Duarte, hasta que, finalmente, Guillermo Altamirano Bencomo, agente del

Ministerio Público de la Dirección de Investigaciones Ministeriales, declaró: “El

artículo 348 del Código Penal, me impide dar información sobre la averiguación

ministerial de Landa”. (Fuentes Blog Expediente Mx y Nuestra Aparente

Rendición)

Anwar Israel Castillo Domínguez, integrante de Reporteros Policiacos,

desaparecido en Xalapa desde 2012. Raúl Alfonso Rivera, de Imagen de

Veracruz, desaparecido en Veracruz desde 2012.

De estos dos periodistas de información policiaca poco se sabe, solamente que

desde hace mucho tiempo se desconoce su paradero. En el caso de Raúl Alfonso

Rivera, algunos compañeros suyos han dicho extraoficialmente que fue levantado

por un comando armado, para luego desaparecer. Algunas versiones lo dan por

muerto, y otras dicen que está exiliado en Estados Unidos al peligrar su vida en

Veracruz.

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