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REPBLICA ARGENTINA MINISTERIO DE ECONOMA Y PRODUCCIN SECRETARIA DE AGRICULTURA, GANADERIA, PESCA Y ALIMENTOS PROYECTO DE DESARROLLO DE PEQUEOS PRODUCTORES AGROPECUARIOS PROINDER CONSULTORIA: ASISTENCIA TCNICA PARA LA FORMULACIN DE UN PLAN ESTRATGICO DE DESARROLLO TERRITORIAL INTEGRADO E INTEGRAL INFORME FINAL Correspondiente al contrato comprendido entre el 01 de Agosto de 2009 y el 30 de setiembre de 2010

Consultor: Jos Antonio MAZZELLA Aprobado por: Fecha de aprobacin:

Lugar y fecha de presentacin Viedma, Ro Negro, diciembre de 2010

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INDICE DE CONTENIDOS

0. Prlogo 1. Resumen 2. Aspectos Metodolgicos 3. Desarrollo 3.1. Identificacin y validacin de la Visin 3.2. Propuesta de Regionalizacin 3.3. Memoria de los talleres del Alto Valle y del Valle Medio de Ro Negro 3.3.1. Memoria del Taller del Alto Valle de Ro Negro 3.3.1.1. Introduccin 3.3.1.2. Desarrollo propiamente dicho de la Memoria del Alto Valle 3.3.2. Memoria del Taller del Valle Medio de Ro Negro 3.3.2.1. Introduccin 3.3.2.2. Desarrollo propiamente dicho de la Memoria del Valle Medio 3.4. Diagnstico socio-econmico e institucional de Ro Negro. 3.4.1. Tipologa de potenciales beneficiarios 3.4.2. Identificacin y caracterizacin de Instituciones 3.4.3. Identificacin y caracterizacin de organizaciones del pblico 3.4.4. Identificacin y caracterizacin de articulaciones 3.4.5. Principales problemticas 3.5. Definicin de Misin y Visin de la Estrategia de DR provincial 3.6. Proyectos y Programas 3.7. Propuesta de Marco Institucional y organizacional. 4. Memoria del Taller Provincial de Presentacin del Plan con Anexos 5. Bibliografa

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0. Prlogo Esta Consultora asiste a la Direccin General de Desarrollo Territorial DGDT- del Ministerio de Produccin en la realizacin de las actividades que se constituyen en el proceso de formulacin del Plan Estratgico de Desarrollo Rural Integrado e Integral de la Provincia de Ro Negro, en el marco del subcomponente Apoyo Tcnico para el Fortalecimiento de la Institucionalidad Rural Provincial del Proyecto de Desarrollo de Pequeos Productores Agropecuarios ppa- -PROINDER Adicional-. Para la formulacin de dicha estrategia se toma como punto de partida el Documento Base DB- de diagnstico y la propuesta de elaboracin de la Estrategia de Desarrollo Rural EDR- de la Provincia de Ro Negro y se trabaja con una metodologa participativa, que promueve la participacin de instituciones pblicas provinciales y nacionales- y miembros de las organizaciones de productores. A partir de la revisita al DB y otros informes suministrados por la DGDT, se prepara un informe preliminar, que se constituye en un documento que es la plataforma para la discusin en los diferentes talleres regionales que permite la definicin de las estrategias territoriales de Desarrollo Rural DR-. Valen mencionar al respecto ciertos lineamientos generales del DB que se tienen en cuenta en forma crtica y diversa: La cuestin rural necesita presentarse y operarse como una problemtica compleja teniendo una comprensin distinta no reducible- que tiene que ver con la aparicin del cambio, del devenir, de la construccin de nuevos rdenes, intencionales. El accionar en lo rural requiere combinar diversos escenarios concurrentes a travs de un pensamiento sistmico que permita pensar en trminos de contexto y de vnculos para que aparezcan nuevos rdenes en un entorno que tiende al desorden. Por todo ello es que formular una EDR requiere observar la existencia de un contexto de polticas nacionales macroeconmicas que referencian la poltica provincial, otro sectorial, otro territorial 3

Pensando en el corto, en el mediano y, fundamentalmente, en los procesos de largo plazo

Distinguiendo con la mayor claridad posible entre, por un lado, la reversin de las Necesidades Bsicas Insatisfechas NBI- y las Emergencias y Asistencias Sociales imprescindibles de ser atendidasy, por el otro, las maniobras que obligadamente se requieran para arrancar con una EDR.

Entendiendo la necesidad de reconocer condicionamientos previos a revertir tales como el acceso a la tierra y la seguridad social entre las imprescindibles.

Por otra parte, en el comienzo de la formulacin de la EDR se hace necesario: Pensar, a la hora de encuadrar el DR en el Desarrollo Territorial de la Provincia, en las asimetras productivas, econmicas y sociales existentes en el sector rural como condicionantes de las diferencias territoriales Visibilizar la compleja problemtica del DR como no terminada, como no consolidada, como en construccin permanente, empoderando a las comunidades rurales y urbanas, dando fuerza a las mltiples actividades que desarrollan los pequeos productores rurales para lograr acuerdos que los favorezcan y disminuyan las desigualdades existentes. Articular equitativamente a los actores institucionales -tanto de nivel nacional, como provincial, municipal y del nivel de los comisionados de fomento- de modo de brindar los recursos imprescindibles para los pequeos productores PP- de cada regin de la provincia. Ejemplo de ello sera el de brindar servicios sociales bsicos, servicios a las producciones de los PP, mercados con precio justo, servicios de educacin y salud, ordenamiento territorial,

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-

Promover y garantizar la atencin de las necesidades especficas de cada regin y de cada micro regin, a travs del asociativismo, disminuyendo los niveles de informalidad, atendiendo siempre en primer lugar las NBI

-

Integrar y articular los Entes de Desarrollo con Agencias de Desarrollo Local, ONGs, y otros mbitos institucionales segn la problemtica particular de cada regin, para potenciar los recursos, produciendo acuerdos que reduzcan los conflictos entre tcnicos y polticos, construyendo normas que permitan intervenir integralmente en la realidad que contextualiza a las organizaciones de la agricultura familiar-

Asimismo, al pensar en la EDR, se hace necesario enmarcarla en las caractersticas propias de la provincia. Para ello se tiene en cuenta que: a. Hay desigualdades sociales y econmicas que parecen condicionar los desequilibrios territoriales existentes. b. Las profundas asimetras en las infraestructuras comunicacionales y de transporte junto a las diferencias econmico-productivas conlleva una polarizacin territorial, con diferentes grados de concentracin, crecimiento y acceso a los servicios pblicos. De esta manera se est diferenciando del pensamiento de Dirven (2004). c. Las alternativas para los pp ubicados en las zonas aisladas, es la posibilidad de asociarse e integrarse en proyectos comunitarios, y disminuir el alto nivel de marginalizacin y pobreza, aunque no se reviertan las desigualdades provocadas por las tendencias en curso. d. Otra posibilidad es descentralizar el accionar de los pp a travs de polticas de arriba hacia abajo que incorporen las contradicciones y la diversidad territorial, y que potencien la movilizacin, la organizacin y la autogestin de los pp a travs de la economa social, solidaria. Todo esto incentivado por el Estado a travs de la generacin desde sus instituciones-, de estos espacios de autonoma donde se puede favorecer la solidaridad y la identidad local disminuyendo as la 5

marginacin.

Teniendo siempre presente, como dice Manzanal

(2007:33), que la produccin social del espacio es el resultado del ejercicio de relaciones de poder. e. En los territorios concretos, al decir de Gorestein y Napal (2008), las inquietudes por la pobreza, por las desigualdades sociales y el desarrollo en general, se expresan en planteamientos muy diversos: a los productores y su familia les preocupa su sobrevivencia; a las comunidades locales su sostenimiento; a los ecologistas el impacto ambiental; entre los gobiernos, en sus distintas jurisdicciones y niveles, la orientacin del gasto pblico y el equilibrio u ordenamiento territorial; a los polticos la incidencia de estos procesos en sus partidos y en los resultados electorales. Como se observa, una vez ms se corrobora que para mirar la realidad con claridad, se hace necesario implicar a la complejidad por cuanto el menor conocimiento comporta componentes biolgicos, culturales, cerebrales, sociales, histricos. (Morin, E. 1991:22). f. Es importante recordar, una vez ms, la necesaria labor del Estado disminuyendo las condicionantes estructurales, educativas, sanitarias, ecolgicas, contribuyendo a construir poder local entre los pp con lo que ello significa, especialmente teniendo en cuenta los desequilibrios a la hora de contextualizar las interrelaciones de poder de unos sobre otros en el juego de las fuerzas sociales. No obstante, si bien es cierto que cierta consistencia en las instituciones es necesaria para atenuar las disparidades, ello no es bice para pensar en otras cuestiones que hagan suficiente el poder plasmar prudentes procesos de articulacin y vnculos entre los actores que pueden desarrollar EDR. g. El Proyecto de Desarrollo Rural de la Patagonia PRODERPAorientado especficamente al DR y a los minifundistas es una nueva configuracin que se perfila en la provincia como un programa integrador que tiene en cuenta a los pp, con sus componentes de gnero, de los jvenes, y a las comunidades de los pueblos originarios, atacando los aspectos productivo, socioeconmico e institucional. 6

En otro orden, a la hora de pensar en la formulacin de la EDR, se presta especial atencin a las problemticas troncales que condicionan el DR: Inapropiadas condiciones de venta de su produccin por parte de los pp. Problemtica de la tierra a travs de la precariedad de la tenencia, la degradacin de los suelos, inadecuada subdivisin parcelaria. Parque de maquinarias envejecido, desactualizacin tecnolgica Baja capacidad de retencin de los jvenes en el territorio y, por ende, su xodo hacia los centros urbanos en bsqueda de mejores condiciones de vida. Inadecuada red de infraestructura comunicacional, conectiva y habitacional Servicios educativos poco fortalecidos para los hijos de los pp. Asimismo, poco orientados en sus contenidos a la estructura productiva de cada territorio Desarticulacin, superposicin y modos de ver a veces paradjicos entre tcnicos y decisores de diferentes programas territoriales que lleva a una asimetra en la distribucin de la atencin a los pp. Todo ello puede estar debindose a la existencia de una visin un tanto desesperanzada en cuanto a concretar una EDR para la agricultura familiar. Potencial tensin contnua entre tcnicos y funcionarios de diferentes programas, observables en las actitudes controversiales y discrepantes que llevan a conflictos por el ejercicio del poder en el territorio. Las problemticas del pp no tienen un tratamiento que asuma la complejidad que necesariamente tienen las intervenciones. De all la necesidad de instrumentar polticas territoriales a travs de acuerdos asociados a leyes y/o resoluciones que construyan un esquema normativo apropiado a los pp, de modo de constituir y disponer de fondos nicos de diversos orgenes. 7

Finalmente, pensando en la operatividad de la EDR, se hace especial hincapi en las denominadas Mesas de Desarrollo Territorial Rural que, en el marco del PRODERPA, tienen las siguientes caractersticas: Son espacios de concertacin o entes de desarrollo

comunitario que se encargan de detectar las necesidades del sector productivo de pequea escala en cada regin, organizar proyectos, enumerar las demandas y considerar los requerimientos de inversin Funcionan de tal modo que en cada localidad se establecen los nexos con los tcnicos del lugar que sirven como canalizadores de las necesidades de los pp ante las autoridades del Proderpa. Una vez considerados todos los programas locales se define el monto global que el programa, a travs de financiamiento externo, destinar a la Provincia para la concrecin de los proyectos que surjan de cada una de estas mesas locales Su accionar pblico contempla la constitucin, acompaamiento y promocin de las organizaciones de productores y de poblaciones rurales, sus recursos y capacidades operativas y polticas. Garantizan espacios de efectiva participacin en procesos de definicin de estrategias y/o lneas de accin en torno al DR Estn compuestas por Instituciones Pblicas, Privadas y Organizaciones que trabajan con los pp. Esta instancia se traduce en la convocatoria desde cada intendencia a organismos gubernamentales y a los Comisionados de Fomento del rea cercana, con la invitacin a aquellas entidades que trabajen en la temtica del DR. Consolidan las particularidades de cada zona y establecen las prioridades para el fortalecimiento de organizaciones de desarrollo productivo, en el marco de los programas de gnero, para jvenes y pueblos originarios,

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Se han constitudo ya las unidades de El Bolsn, la de Cipolletti, la de Roca, la de Jacobacci, orquinco, Comallo, Sierra Colorada, Los Menucos, Pilcaniyeu, Ramos Mexa, Maquinchao, la de Valcheta, la del Valle Medio e Inferior.

Como se observa desde la perspectiva del gobierno provincial, las Mesas Territoriales Rurales desempean un papel clave en el proceso de discusin y formulacin de la EDR. Se entiende que constituyen instancias, simultneas, de representacin, debate y deliberacin, al tiempo que tienen la potencialidad de promover procesos de concertacin de actores en la escala regional.

Al mismo tiempo, desde las Mesas los esfuerzos estn destinados a acordar sobre los objetivos, contenidos y alcances del proceso participativo; posicionar la herramienta de las Mesas para el DR dentro de la estructura burocrticaadministrativa y poltica del Estado provincial.

Desde las Mesas los actores perciben que los resultados alcanzados en las o previstos compensan gastos para que de se los costos de su de participacin (se dejan de lado otras actividades para intervenir reuniones, tcnicos, movilidad); produzcan proveen informacin, confiable, oportuna y debidamente sustentada en aportes propuestas adecuadas; luchan contra la potencial manipulacin polticopartidaria y/o electoral; difunden los aspectos centrales que hacen al DR en la provincia (diagnsticos, diferentes propuestas) y del proceso de debate que se lleva a cabo en las Mesas; prevn los recursos para facilitar el acceso de los representantes de las entidades y sectores de la sociedad agro-rural.

Las Mesas se constituyen en una instancia de elaboracin de propuestas y de articulacin de demandas para el desarrollo regional, en el sentido que no producen decisiones vinculantes. Por esta razn, la posibilidad de sostener este proceso en el tiempo est vinculada a la efectiva discusin de propuestas y contrapropuestas entre lo pblico y lo privado y, 9

si correspondiera, en su efectiva implementacin. Lo anterior implica una lgica operativa que contemple encuentros de intercambio de informacin concernientes a las demandas del territorio y las posibles ofertas programticas desde el sector pblico. Priorizan las demandas y definicin/planificacin de propuestas; realizan encuentros destinados al consenso sobre las propuestas a implementar y cual es el marco para ejecutarlas. Se definen Instrumentos de contractualizacin para la ejecucin, monitoreo y evaluacin de las propuestas a implementarse; contemplan la convocatoria a instancias provinciales en cada una de las etapas sugeridas que se constituyan como espacios i) de reconocimiento a partir del intercambio de experiencias y el refuerzo de las identidades compartidas; ii) operativos, en virtud de la posibilidad de articular, coordinar y combinar propuestas; y, iii) polticos, a travs de promover de la visibilidad de la problemtica.

1. Resumen Teniendo en cuenta lo anteriormente descripto, es que se realiza un primer taller en el ciudad de Viedma para comenzar a consensuar los lineamientos estratgicos del Plan. Ms tarde se realizan talleres regionales para la identificacin de estrategias territoriales de desarrollo rural en cada regin. Las referidas estrategias se formulan en base a la participacin y consenso de representantes de organizaciones de agricultores familiares, de pueblos originarios y de trabajadores agrarios y de las instituciones pblicas y privadas vinculadas al desarrollo rural. Se realizan talleres en la Zona Andina, en el Valle de Conesa e Inferior del Ro Negro, en la Zona Atlntica y en la Regin Sur. En tanto, para las zonas del Alto Valle y el Valle Medio, se realiza un anlisis de los datos secundarios actualizados existentes para elaborar las respectivas estrategias. Se preparan y organizan los talleres para lo cul se dan curso a las invitaciones, se distribuyen previamente entre los invitados los documentos preliminares para la discusin, se prepara la planificacin de cada taller, y se asumen las gestiones con el PROINDER Adicional para la concrecin de los talleres y para realizar las memorias de cada encuentro. 10

Tambin se mantienen reuniones con los representantes locales de las instituciones pblicas y de la sociedad civil vinculadas al desarrollo rural, con el fin de coordinar acciones para la ejecucin de los talleres y avanzar en la formulacin de las Estrategias Territoriales de Desarrollo Rural. Finalmente, en base a las definiciones de los talleres regionales se formula para cada territorio la Estrategia Territorial de Desarrollo Rural. Se entrega oportunamente un primer informe de avance conteniendo las actividades preparatorias del Primer Taller que se realiza en la ciudad de Viedma (lista de participantes, metodologa utilizada, documentos para la discusin, programa y mecanismos de difusin y convocatoria, conclusiones), un segundo informe de avance conteniendo las memorias del taller provincial y del primer y segundo talleres regionales, un tercer informe de avance conteniendo las memorias del tercer y cuarto talleres regionales, y este Informe Final. El mismo que se entrega al finalizar la consultora- contiene el Plan Estratgico de Desarrollo Territorial Rural Integrado e Integral de la Provincia de Ro Negro, el que incluye, adems de los tems que siguen, las memorias del Taller Provincial de Presentacin del Plan. Los tems a los que se hace referencia son: Realizacin de reuniones e instancias consultivas a los responsables y/o funcionarios de instituciones pblicas y privadas vinculadas al desarrollo rural de la provincia de Ro Negro a fin de identificar y validar los objetivos estratgicos (visin) del desarrollo rural provincial. Propuesta de una regionalizacin de la provincia de Ro Negro. Se caracteriza cada regin en trminos ecolgicos, sociales, institucionales y econmicos (con nfasis en lo agrario), detallando los principales procesos de transformacin socioeconmicos (estructura agraria, cambios tecnolgico-

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productivos, conflictos agrarios) con impacto en lo rural, ocurridos en los ltimos diez aos. Realizacin de un taller en el Valle Medio de Ro Negro y otro en el Alto Valle de Ro Negro, en los que se convoca a representantes de los agricultores familiares y trabajadores transitorios agropecuarios y de las instituciones pblicas y privadas locales, para actualizar el diagnstico de la realidad rural local y definir la estrategia de desarrollo territorial de cada regin. Las memorias de los talleres incluyen las estrategias de desarrollo territorial. Realizacin de un diagnstico socio-econmico e institucional de la provincia de Ro Negro con especial nfasis en el mbito rural. El referido diagnstico contiene los siguientes ejes analticos: a. una tipologa de los potenciales beneficiarios agricultores familiares, aborgenestrabajadores de las transitorios de agropecuarios, desarrollo rural, organizaciones incluyendo su polticas

caracterizacin (dotacin de recursos, principales problemticas, su participacin en la produccin agropecuaria provincial) y cuantificacin, segn regiones; b. Identificacin y caracterizacin de las instituciones, proyectos y programas del gobierno provincial y nacional, as como del mbito privado, que atienden desde distintas perspectivas la situacin de los agricultores familiares, trabajadores transitorios agropecuarios, organizaciones aborgenes, grupos de jvenes y/o mujeres rurales, con el objetivo de determinar el marco poltico institucional en el que se inscribe la estrategia. La caracterizacin contiene, entre otras, la siguiente informacin: lneas de accin, reas temticas de intervencin, regiones en las que participan, presupuesto anual invertido, equipo tcnico que poseen. c. Identificacin y caracterizacin de las organizaciones del pblico definidos como usuarios de las polticas de DR, existentes en la Provincia y caracterizacin segn: la caractersticas de sus miembros, los recursos/infraestructura de que disponen, su rea de accin, las acciones que realizan, las problemticas que definen como prioritarias, entre otros 12

aspectos. Tambin se realiza una evaluacin del tipo de acciones en las cuales podra convocrselas en la ejecucin del Plan de Estratgico de Desarrollo Territorial. d. Identificacin y caracterizacin de las instancias de articulacin y coordinacin de acciones de las instituciones pblicas y privadas, vinculadas a la promocin del desarrollo rural. Para los mbitos identificados realizacin de un diagnstico (por ej. Del tipo F.O.D.A) de su funcionamiento. e. Definicin de las principales problemticas o limitantes de los PPM y TTA y de la Provincia, en general, para la promocin de su desarrollo. En la identificacin de dichas problemticas se consideran variables productivas, de infraestructura, de financiamiento, de disponibilidad de recurso, pautas de manejo, funcionamiento del complejo agroindustrial, legislativas, entre otras. Definicin de la misin y visin de la estrategia de desarrollo rural provincial, considerando dimensiones tales como ordenamiento territorial y manejo sostenible de los recursos naturales (recuperacin y conservacin de ecosistemas degradados); tierra (titulacin, catastro, arrendamiento, compraventa); actividades productivas agropecuarias y rurales no agrcolas (turismo, industria, micro y PyMEs); progreso tcnico y empleo; mercados; infraestructura de servicios y su cobertura, incluyendo educacin y salud instituciones del sector pblico y privado vinculadas al desarrollo rural, participacin de las instancias de poder local. Identificacin de los instrumentos de polticas de desarrollo rural (proyectos, programas, acciones en general financiadas por la Provincia, la Nacin o entidades privadas) existentes que confluyen al cumplimiento de los objetivos identificados. Desarrollo y proposicin de un marco institucional y organizacional para la ejecucin de la EDR y para la concertacin permanente de acciones con los municipios, las organizaciones campesinas, universidades regionales y con las ONGs, que incluya: a) niveles adecuados de gestin descentralizada y autonoma geogrfica; b) la promocin de 13

formas activas de participacin de las organizaciones de los agricultores familiares y otros destinatarios de las polticas de DR; c) la formacin y conservacin de los recursos humanos a nivel provincial y local (capacitacin para la insercin laboral); d) el financiamiento (apoyo a la reconversin y diversificacin agrcola y a actividades no agrcolas y e) instrumentos de seguimiento y evaluacin.

2. Aspectos Metodolgicos En el momento que se realiza el presente informa se tiene presente que un plan es la toma anticipada de decisiones destinada a reducir la incertidumbre y las sorpresas, y a guiar a la accin hacia una situacin deseada, instrumentando racionalmente los medios. Asimismo, lo que caracteriza un plan es el conjunto de decisiones presentes sobre actividades y resultados futuros poniendo el acento en hoy y en el futuro, intentado alguna mediacin entre ambos, seleccionando opciones y dando provisin de medios para alcanzar un futuro elegido, teniendo en cuenta la previsin y promocin de acciones futuras para la construccin de futuros deseados. Tambin se establecen hiptesis de las acciones que se tendrn que hacer para conquistar el futuro deseado, se hace una preparacin previa de la accin como mtodo de trabajo, se hace un enfoque racional de decisiones que selecciona y define objetivos y cursos de accin, tratando de reducir el azar a su mnima expresin e intentando la modificacin voluntaria de los acontecimientos, haciendo que las cosas cambien intencionalmente, decidiendo cmo se desea que sea ese cambio. Pero como de lo que se trata es de construir un Plan Estratgico de desarrollo territorial rural PEDTR-, se parte de la idea que la Estrategia es un mtodo de pensamiento dialctico, lo que implica que el razonamiento opera en funcin de la oposicin de dos o ms fuerzas de sentido contrario.

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Cuando se desarrolla el PEDTR se tiene en cuenta que en el razonamiento estratgico el diseo del empleo de la fuerza propia depende del clculo hipottico de la fuerza contraria, por lo que se dice que tiene un carcter conciente, adaptativo y condicional y depende de la percepcin que tienen los actores, de las circunstancias o del cambio de las condiciones iniciales en el teatro de operaciones o escenario. Se entiende por Escenario al lugar de encuentro de los actores donde se confronta y se lucha. All se pondera las fuerzas en juego en el escenario, se calculan las decisiones estableciendo hiptesis sobre el comportamiento del adversario y de las fuerzas propias, se intentan prever las reacciones adversas posibles frente a las acciones propias, se seleccionan los medios considerados idneos y se combinan los diversos dispositivos en forma convergente y sincronizada hacia un mismo resultado. A medida que se desarrolla la tarea se tienen presentes las fases de todo Planeamiento Estratgico que son: a) La apreciacin de la situacin Identificacin de la situacin problemtica Descripcin de los problemas para precisar su significado Distincin y segregacin en sus causas y consecuencias Confeccin del rbol de problemas Identificacin de los actores y las fuerzas sociales en juego: Situacin presente y tendencias Objetivos y metas (explcitos e implcitos) Trayectorias deseadas, posibles y reales Conjeturas sobre la explicacin situacional de cada actor Establecimiento del objetivo de gran visin (VISIN) Establecimiento del rbol de objetivos (en correspondencia con el rbol Diseo de los escenarios futuros Establecimiento de planes de contingencia (cursos de accin) Anlisis de factibilidad

b) La formulacin estratgica

de problemas)

c) La instrumentacin estratgica 15

estrategia) -

Programacin (establecimiento del orden temporal y el mbito espacial Organizacin (reorientacin de los dispositivos orgnicos a la Informacin (retroalimentacin permanente) Recursos humanos (reasignacin de responsabilidades y desarrollo de

de los proyectos y acciones del plan)

actitudes y aptitudes) Vale sealar el hecho que se tengan presentes estas fases, no significa que en todas y cada una de las regiones se lleven a cabo de la misma manera. Tambin se debe observar que los momentos que siguen- no tienen una secuencia lineal obligada; no son excluyentes y uno de ellos es dominante sobre los otros. 1. Momento explicativo Indagacin y construccin conceptual de la situacin problemtica. Los actores explican la realidad desde su punto de vista (cmo fue para ellos y cmo es y tiende a ser) 2. Momento Normativo Prefiguracin de cmo debe ser la realidad una vez realizada la accin (situacin objetivo, rea de utopa) El deber-ser 3. Momento estratgico Establecimiento de los obstculos a vencer y el modo como superarlos. Diseo de la estrategia: articulacin del deber ser con el puede ser (el puede ser del deber ser) 4. Momento Tctico operacional Diseo de acciones a emprender para alcanzar los objetivos planteados. Pensamiento y accin. Hacer y recalcular Vale mencionar que a la hora de realizar la apreciacin de la situacin acto reflexivo, en proceso, por el que se toma conciencia y se sistematiza la informacin del contexto-, se piensa como ms arriba se comentara- en el fenmeno de la complejidad, es decir, la realidad que se observa est conformada con la participacin de mltiples actores sociales con intencionalidades propias, cada una de las cuales sostiene entre s relaciones de interdependencia. 16

Dicha apreciacin de la situacin es general situacin de conjunto- donde se analizan los macroproblemas, y particular por cuanto tambin se ocupa de los problemas y los subproblemas. A partir de aqu se realizan anlisis interno fortalezas y debilidades- y externo oportunidades y amenazas-. FODA Ms tarde se analizan los actores sociales que pueden ser aliados, adversarios o neutrales. Ellos son los que clasifican y jerarquizan los problemas a travs de la conformacin de un ARBOL Finalmente, a la hora de formular la estrategia se tiene en cuenta la Misin y la Visin, el rbol de Objetivos. No obstante lo anteriormente mencionado, debe hacerse notar que para la elaboracin de este trabajo, se tuvo en cuenta la mirada de la Gestin Asociada aplicada a un escenario de Planificacin Gestin. Puesto que se vive un momento de reforzamiento de la confianza en los cambios, por la precisin con que se estn identificando y abordando los problemas; y porque esa identificacin est expresada desde el sentir de la poblacin rural, especficamente los pp, desde sus necesidades y sus objetivos. El QU de los lineamientos son las transformaciones estratgicas que se requieren. El CMO es el conjunto de los instrumentos para actualizar las formas del accionar de los pp. El CUNDO es el horizonte temporal en que se van definiendo los alcances. Y El QUIN, es lo ms importante: los pp, que siempre ser la garanta. Esa capacidad de identificar, analizar y desarrollar se garantizar en la medida en que la construccin del trabajo que se realiza responda a la mayora de los pp. El cambio se construye a voluntad, y esa voluntad se la educa, se la desarrolla y se la preserva. Esa parece ser una de las

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pocas formas de mantener vivo y sano el cambio que mejore las condiciones de vida de los pp. Esto se construye a voluntad y a conciencia. Eso requiere de la instrumentacin de la planificacin. La estrategia es lo que se pretende alcanzar a largo plazo, la poltica es el conjunto de acciones que se logran para resolver los problemas en la consecucin de la estrategia. Y el modelo de gestin es el mecanismo con que se asegura el conjunto de polticas para lograr la estrategia. Esta interaccin es orgnica y coherente, pero progresiva. Se sabe que difcilmente se encuentren soluciones definitivas. Y como existen nuevas formas de Planificacin, que tienen en cuenta una Metodologa de Planificacin y Gestin (Ramassotto y otros, 1985), sta se elabora para su aplicacin en este anlisis de caso. Su actual versin es la consecuencia de sucesivas aplicaciones, evaluaciones y revisiones que se han realizado en las distintas regiones y localidades de la Provincia de Ro Negro desde 1987, en escenarios y contextos diversos, no solamente en experiencias de capacitacin, sino tambin en relacin con la formulacin, implementacin y evaluacin concretas de proyectos de desarrollo rural integrales y sectoriales. Esta ptica alternativa de planificacin y gestin integradas, surge de un ahondar crticamente en las formas tradicionales de la planificacin y de una evaluacin de los resultados obtenidos a lo largo de ms de dos dcadas en la Provincia de Ro Negro. El trabajo se hace desde una perspectiva realista generando

recomendaciones de accin realistas y viables, aunque stas deban considerarse como slo tentativas y revisables, dadas las limitaciones internas (debilidades), de tiempo en que se desarrolla el curso de los acontecimientos, y los factores externos (amenazas) que pudieran incidir durante la implementacin de las acciones. Esta Metodologa incluye, sintticamente:

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tratamiento. principio, de

Una forma grupal interactiva de realizacin y resolucin de las tareas

de planificacin y gestin delineadas ms adelante en la secuencia lgica de La inclusin en el equipo de trabajo, en lo posible y desde el representantes de aquellos sectores involucrados directa o

indirectamente en la ejecucin de las acciones a ser programadas. De esta estrategia operativa y de comunicacin van a depender: a) la obtencin de la informacin necesaria sobre la realidad en que se insertarn las acciones, b) la obtencin de la informacin necesaria sobre las demandas, intereses, relaciones y realidades de los diversos actores sociales involucrados, y c) una reconstruccin ms rica y consensuada de dicha realidad, y d) el grado de compromiso de los actores pertinentes en relacin con la implementacin del proyecto. La Secuencia Lgica de Tratamiento de cada caso tiene,

sintticamente, ocho grandes fases que se conectan entre s, con los siguientes propsitos: 1. Diagnstico de la situacin presente confrontada (deficiencias, debilidades, riesgos, potencialidades, oportunidades, restricciones, cuestiones positivas, fortalezas) y sus tendencias, en relacin con el proyecto que se enfrenta 2. 3. soluciones 4. 5. 6. Definicin preliminar de estrategias de intervencin posibles, Identificacin de los actores Diseo de las estrategias de accin tendientes a cambiar las deteccin de los puntos crticos y puntos a ser atacados Identificacin y estructuracin preliminar de los problemas que Anlisis de los procesos pertinentes y elaboracin del modelo conforman la problemtica de gestin a resolver integrado de procesamiento de los problemas identificados y de sus posibles

salidas problemticas del sistema en las direcciones deseadas, considerando los recursos disponibles y accesibles

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En resumen, esta Metodologa tiene, fundamentalmente, las siguientes caractersticas: Cmo mtodo es no convencional Cmo tcnica de planificacin y gestin es integral, dinmica y procesual Trabaja el corto, el mediano y el largo plazo, ajustando a ste ltimo por Apoya la implementacin de acciones, llenando el hueco que

aproximaciones peridicas. generalmente se produce entre los niveles de decisin y los de ejecucin Es de ejecucin interactiva y participativa Es transdisciplinaria en el lenguaje y las tcnicas usadas Trabaja cambiando lo tradicional y va ms all del lmite que los sistemas

formales de informacin colocan al conocimiento y a la accin, lo que permite reducir la incertidumbre Desarrolla un estudio de caso real, inserto en polticas y proyectos propios de las instituciones demandantes, produciendo estrategias acordadas y cursos de accin viables para su inmediata aplicacin. Entre las distintas tcnicas, tiene en cuenta a los anlisis FODA, a elementos de la Psicologa Social, a procedimientos de la Sociologa Crtica y recurre al paradigma de la Complejidad para un anlisis ms completo. Cada una estas fases se descompone en diversas tareas no necesariamente sucesivas ni de igual extensin e intensidad. El listado y la secuencia de tales tareas son, obviamente, tentativos, pudiendo ser modificados y adaptados a los casos que aparezcan, y a los contextos particulares de aplicacin, ajustndose en sucesivas aplicaciones. La secuencia lgica es, ms que nada, una gua para colaborar con los usuarios de la metodologa para avanzar sistemticamente desde una clara y comprometida formulacin de la problemtica de gestin a resolver, hasta el diseo de una estrategia concreta de acciones factibles de ser desarrolladas. Como se dijera, a lo largo del desarrollo de la metodologa se introducen tcnicas e instrumentos adecuados de apoyo y de registro para la ejecucin de las tareas.

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3. Desarrollo 3.1. Identificacin y validacin de la Visin La identificacin y la validacin de los objetivos estratgicos (visin) del desarrollo rural provincial, surgida a partir de las reuniones e instancias consultivas realizadas a los responsables y/o funcionarios de instituciones pblicas y privadas vinculadas al desarrollo rural de la provincia de Ro Negro, permite resumirla de la siguiente manera:

En el marco del PROINDER, generador de las condiciones necesarias para poder llevar a cabo las actividades del Plan Estratgico de Desarrollo Rural de la Provincia de Ro Negro, el Ministerio de Produccin de la Provincia, elabora un PLAN acordado entre todos los decisores del rea, para distribuir los fondos que comenzarn a revertir racionalmente las condiciones de vida inaceptables de los pequeos productores agropecuarios. Se avanza en la visin de las personas, poniendo en valor tanto a la agricultura familiar, cuanto a la capacidad que tienen los minfundistas agropecuarios de organizarse, revisando lo que est ocurriendo, sin preconceptos, a sabiendas que se dispone de los datos del ltimo censo 2010 y de un relevamiento tcnico, jurdico y catastral de la tierras de las poblaciones originarias. Es decir, se cuenta con datos que permiten un enfoque Territorial de construccin social, cultural, ambiental, socioproductivo-. Entendiendo a la TIERRA como un soporte fsico, se comienza a hacer un uso y una tenencia adecuada, teniendo claro que el horizonte es la ruralidad, la familia del Pequeo Productor. El logro de un adecuado vnculo organizativo, en ferias u otros eventos, permite conocer qu se necesita de lo que produce el otro, se observa tambin que el buen negocio lo es si lo es para todos y si hay interaccin. Siempre teniendo en cuenta que un eje importante est en lo urbano, en los circuitos productivos. Entonces, entendiendo la importancia de trabajar en lo comunicacional hacia lo urbano, para que lo rural siga avanzando, se comienzan a revertir situaciones de desigualdad, de desequilibrio, ahora que el Estado est presente. Se rompe con la lgica de Inequidad y de diferencias sociales, poniendo en la superficie lo que est en la raz, unindose y empezando a buscar alternativas para formar parte de la AGENDA POLTICA. Todo ello teniendo y poniendo una visin crtica, a travs de espacios de discusin que se propician para seguir teniendo capacidad de discusin, y continuar 21

con la apropiacin de stos espacios aplicndolos de forma razonable. Para ello se sigue trabajando en conjunto, teniendo continuidad en el accionar, logrando articulacin entre organizaciones y entre los actores de cada organizacin, dejando de lado los preconceptos, trabajando las diferencias, abrindose y buscando soluciones. Dejando de lado prejuicios para construir lo nuevo, respetando la diversidad, tanto sea en el aspecto productivo, como en el cultural, en lo geogrfico, en lo metodolgico, en lo programtico, en los intereses, en todo tipo de recursos.

3.2. Propuesta de Regionalizacin La propuesta de una regionalizacin de la provincia de Ro Negro, caracterizando cada regin en trminos ecolgicos, sociales, institucionales y econmicos (con nfasis en lo agrario), detallando los principales procesos de transformacin socio-econmicos (estructura agraria, cambios tecnolgicoproductivos, conflictos agrarios) con impacto en lo rural, ocurridos en los ltimos diez aos, requiere realizar previamente algunas consideraciones tericas para encuadrar conceptualmente la tarea. Dadas las diversas miradas existentes al respecto se considera oportuno presentarlas y dejar abierta dichatemtica. Una primera mirada al tema permite observar que se est haciendo evidente que la cercana geogrfica y espacial trae como resultado el fenmeno de la vecindad o de la extranjera. Aunque no pareciera ser totalmente as. Simmel (1986) sostena al respecto que lo que tiene importancia social no es el espacio, sino el eslabonamiento y conexin de las partes del espacio, producidos por factores espirituales. Sin embargo, cuando las personas viven aisladas dentro de determinados lmites espaciales, cada una de ellas llena tan slo el lugar que ocupa inmediatamente. Ello no significa que en el momento en que los sujetos entran en accin recproca, el espacio que existe entre ellos aparezca lleno y animado. Por eso se dice que dicha mutua accin es la que transforma el espacio en algo lleno, ya que es ella la que hace posible la relacin.

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Siempre segn Simmel, las formaciones de la vida social en relacin con el espacio deben contar con ciertas cualidades. 1) Lo que el autor da en llamar la exclusividad del espacio. Esto quiere decir que algunas variedades de asociacin solamente pueden ocurrir cuando en el escenario en que se desarrollan no hay lugar para otro. El Estado es un claro ejemplo de esto. 2) Otra cualidad del espacio radica en dividirse en pedazos para el aprovechamiento prctico que se consideran como unidades y estn contextualizados por lmites que intervienen especialmente sobre las acciones sociales recprocas. En esta cualidad resulta importante el concepto de lmite a la hora de la demarcacin de los espacios. 3) El espacio permite la fijacin de contenidos de las formaciones sociales. Dicho de otro modo, par el autor de referencia, este sentido sociolgico del punto fijo en el espacio, se aproxima a otro que pudiera designarse con el nombre de individualizacin del lugar (Simmel, 1986, op. cit). Profundizando an ms, se afirma que la individualidad, el carcter nico, personal, que posee el lugar donde estn establecidas determinadas personas o grupos, impide unas veces y favorece otras, con las ms variadas combinaciones, que las relaciones que de l parten puedan ligarse a otros elementos (Simmel, 1986, op. cit). 4) Un cuarto tipo de cualidad ofrece el espacio a travs de la proximidad o distancia que ponga entre las personas que se hallen en cualquier relacin mutua. En el caso de la proximidad local, entre familias rurales vecinas son probables tanto relaciones amistosas como hostiles, siendo la indiferencia prcticamente imposible. Lo que se puede ver entonces es que, desde una perspectiva sociolgica, lo que predomina es el vnculo, la interaccin. Entonces el espacio queda como contexto. Y esto tiene sus derivaciones en la concepcin del espacio en general y del territorio en particular, especialmente por parte de quienes han analizado procesos recientes y elaborado regionalizaciones en Ro Negro.

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Desde la disciplina de la geografa, autores como Andr Corboz (2004) afirman que hay tantas definiciones de territorio como disciplinas vinculadas a l. De all que juristas y planificadores proponen definiciones en el campo de cada disciplina y de sus interrelaciones. Aunque tambin utilizan el trmino gegrafos, socilogos, etngrafos, historiadores, economistas. A esta complejidad de definiciones se le debe agregar el uso diario del trmino, sea buscando referencias a la Nacin o al Estado, a extensiones agrcolas. Para el autor mencionado, el territorio es consecuencia de variados procesos. Por un lado, se cambia espontneamente debido a la inestabilidad de la morfologa de la tierra. Por otro, el territorio tiene cambios humanos que hacen del mismo un espacio de transformacin permanente. Como los pobladores de un territorio nunca dejan de intervenir sobre los suelos, el territorio hace las veces de construccin. Es una especie de artefacto. Por consiguiente, constituye tambin un producto (Corboz, 2001). Pero dado que el territorio tiene que ser percibido como tal, se hace imprescindible que las cualidades que se le reconocen sean admitidas por los interesados, debe ser considerado tambin un proyecto. Por tanto, no hay territorio sin la imaginacin del territorio. Finalmente, Corboz afirma que el territorio tiene otra cualidad: y es que tiene una forma, y ms todava, asevera que el territorio es una forma. Por otra parte, Paul Claval, desde la concepcin de la geografa poltica, indica que el concepto de territorio debe relacionrselo con la idea de Nacin y de Estado. Es decir, en este caso, el territorio es el resultado de la apropiacin colectiva del espacio por parte de un grupo. Otra forma de definir el territorio est relacionada a la idea de soberana. De all que esta concepcin se encuentra asociada al control. A partir de aqu, el territorio es concebido desde estrategias de control que se consideran imprescindibles para el desenvolvimiento de la vida comunitaria. 24

Todo esto hace que se hable de territorio en vez de espacio. Esto significa subrayar que los vnculos en los cuales se inscriben las existencias humanas son construidos por los hombres a la vez que por su accin tcnica y por los discursos que ellos sostienen a su propsito (Claval, 1996). As, una vez ms, los vnculos que los grupos construyen con el medio son, adems de materiales, tambin de orden simblico. En otro orden, otro autor (Sack, 1986) plantea definir la territorialidad como el intento por parte de un individuo o grupo de afectar, influenciar, o controlar personas, fenmenos y relaciones, a travs de la delimitacin y el establecimiento de un control sobre un rea geogrfica. Esto est significando, ambiguamente, que un espacio en un momento puede ser territorio en tanto que en otro no. Por eso pone nfasis en afirmar que los territorios requieren un esfuerzo constante para su establecimiento y mantenimiento. Son el resultado de estrategias para afectar, influenciar y controlar personas, fenmenos y relaciones (Sack, 1986). Para este autor, acotar cosas en un lugar ayuda a identificarlo, sean estas reas o regiones. Pero no crea por s mismo territorio. De all la importancia de lo que dice este autor para el presente informe. Porque la demarcacin se vuelve territorio solamente cuando sus lmites son usados para afectar el comportamiento a travs de un control del acceso. Este control, para hablar de territorio, lo concreta una autoridad que marca lmites para influenciar o controlar actividades. Adems, muy libremente dicho autor indica que el territorio no siempre es una regin deba ser defendida, ya que el territorio puede ser utilizado tanto para contener o retener como para excluir, y no se hace imprescindible que los habitantes que ejercen el control estn dentro del territorio. Tambin aade que tanto los lmites de un territorio como los medios a travs de los que tales lmites son comunicados pueden alterarse. 25

Por ello es posible pensar que en tanto y en cuanto tiene un carcter estratgico, la territorialidad humana est en el contexto de las motivaciones y objetivos humanos y no entra a discutir respecto a la raz biolgica de la territorialidad. Se considera importante este concepto puesto que se direcciona a incluir las perspectivas de los controlados y la de los que ejercen el control. Este ltimo autor le da a la territorialidad definindola tanto en cuanto a qu es como a lo que puede hacer-, tres tipos de relaciones que tienen su lgica y respectivos efectos. Significativos, por cierto. Primero, la territorialidad debe incorporar una forma de clasificacin por rea, puesto que no se define el control por las cosas que controla sino por el rea bajo control que incluye cosas. Segundo, la territorialidad debe incluir una forma de comunicacin (a travs de una marca o seal). Se entiende por lmite territorial la forma simblica que combina una proposicin sobre la direccin en el espacio y una proposicin sobre la posesin o la exclusin. Tercer, cada caso de territorialidad debe admitir un intento de reforzar el control sobre la entrada a un rea o a elementos dentro de esa rea, o a elementos o cosas fuera del rea, a travs de la retencin de las que estn dentro. Estas tres relaciones son la base para la significacin de la territorialidad. Como se observa, en estas distintas versiones hay un intento serio y riguroso por definir con la mayor precisin posible el concepto de territorio. As es como al da de hoy, los analistas del espacio perciben que las actividades compiten por localizaciones. Es decir, los estudios se centran en las formas en que los grupos se deciden por unos y otros lugares. Preferir una u otra cosa se basa en la accesibilidad y la distancia. 26

Este acento puesto en la distancia lleva a una lgica geogrfica basada en las propiedades mtricas del espacio. Y ello puede estar debindose a que dichos analistas del espacio no tiene en cuenta la posibilidad que la lgica geogrfica pueda ser extendida por otra lgica un tanto ms compleja-, que implica los usos territoriales del espacio. Porque parece que la lgica de las acciones territoriales es ms compleja que la lgica de la distancia puesto que la territorialidad es siempre socialmente construida. Y aqu est el quid de la cuestin y por eso se insiste en que: la territorialidad es siempre socialmente construida. Al decir de Sack, es un acto de voluntad e involucra mltiples niveles de razones y significados. Entonces se puede entender que la territorialidad est ms relacionada con el contexto social que el concepto de espacialidad. Sintetizando, la territorialidad solamente existe cuando hay un intento concreto por parte de las personas o grupos de afectar las interacciones de los otros.

Ahora si, teniendo en cuenta lo anteriormente explicitado, se comienzan describir una serie de indicadores para la propuesta de regionalizacin rionegrina que se construye a travs de un proceso participativo contnuo. 1) En primer lugar se pone a la Constitucin de Ro Negro, la que en su artculo 106, seccin XI, establece que el territorio provincial se organiza en regiones. Se constituyen en base a los municipios, atendiendo a caractersticas de afinidad histrica, social, geogrfica, econmica, cultural e idiosincrasia de la poblacin 2) En segundo lugar se presta atencin a los contenidos de la LEY N 4437 (Ver Anexo N 2) , Aprobada en 1 Vuelta el 03 de abril de 2009, Sancionada el 31 de julio de 2009, Promulgada el 26 de agosto de 2009 y aparecida en el Boletn Oficial del 03 de setiembre de 2009, en la que la Legislatura de la Provincia de Ro 27

Negro se refiere a las microrregiones, diciendo de ellas, en su artculo 2, que se constituyen por la asociacin de dos o ms municipios integrantes de una Regin de Desarrollo con afinidad social, cultural y contigidad territorial, teniendo como objetivo fundamental la integracin para el desarrollo regional. Asimismo, en el artculo 3 se hace referencia, a los fines de organizar territorialmente las microrregiones, que el territorio de la provincia se divide en cuatro (4) regiones de desarrollo: A) B) C) D) Meseta Centro Sur, Andina, Atlntica y Valles Interfluviales.

Al respecto, y hablando de los lmites geogrficos y el desarrollo territorial local, Goicoechea (2007), cuando habla de las regiones y las unidades territoriales de gestin en el Plan Rionegrino de Desarrollo Estratgico RN 2015, comenta, entre otras cosas que: La referencia al concepto de lmites se relacion desde tiempos

remotos al desafo de ocupacin y posesin del territorio por parte del Estado, pues establece en forma precisa donde finaliza la jurisdiccin de una entidad poltica y empieza la otra, en qu lugar cesa la competencia de una autoridad y se inicia una distinta o, tambin, dnde deja de tener vigencia la legislacin de una nacin y se ingresa en un sistema legal diferente. Si bien esa referencia se mantiene desde el punto de vista de vista

jurdico, en relacin al desarrollo regional se modific con el devenir histrico, en tanto los lmites son elementos de integracin, de articulacin, smbolos de vnculos sociales, polticos y econmicos, adems de potencial de desarrollo local. Este cambio de alcance de la categora lmite atae a la identidad

que adquiere un determinado territorio, como potencial para el desarrollo local, analizado desde las funciones que se brindan desde cada ciudad hacia el rea de

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influencia. Est signado por las sinergias y la especificidad de cada lugar, de manera que se pueda gestar el desarrollo local a partir de acciones planificadas. A partir de esas consideraciones, se comienza a realizar una revisin conceptual de la categora de lmites, producindose en el contexto del Plan Rionegrino de Desarrollo Estratgico RN 2015, la creacin de lo que se dio en llamar unidades territoriales de gestin (UTG). Estos son espacios con situaciones diagnsticas diferentes, que requieren proyectos y programas especficos para potenciar el desarrollo local. As es que se hizo necesario analizar los lmites intrarregionales, como espacios de integracin, de articulacin y de potencialidad, para cada UTG que conforman las regiones de desarrollo del territorio provincial. La idea es poner en marcha un proceso de planificacin para el desarrollo. Para ello, bsicamente, se considera su territorialidad puesto que cualquier hecho social se concreta en ese espacio determinado que es el territorio. Por eso es que se construye una nueva mirada a la organizacin territorial y su funcionalidad en relacin con el desarrollo y la superacin de la calidad de vida de los rionegrinos. Para ello, se tiene en cuenta un enfoque sistmico, lo que permite conocer los factores que unifican e identifican los diferentes subespacios de la provincia, de manera de potencia fortalezas y neutralizar debilidades. Por ello es que se requiere identificar todos los factores que influyen en la caracterizacin de cada subespacio, es decir tanto las caractersticas de sus formas naturales, como de las formas artificiales, creadas por la sociedad en cada subregin a travs del proceso histrico. De esta manera se puede abordar la identidad que caracteriza los diferentes mbitos territoriales de la Provincia.

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En un primer momento se organiza, desde esta concepcin, al territorio de la provincia en cuatro regiones, a saber: Regin de los Valles Interfluviales, Regin de la Meseta Centro Sur, Regin Andina y Regin Atlntica. Cada regin se identifica en funcin de los datos que surgen de su dimensin territorial y de su ocupacin poblacional. Despus se trabaja sobre las subregiones. Para ello se aplica el criterio que sustenta la planificacin para la produccin y el desarrollo, y que surge de aplicar el concepto de circuito econmico regional. Se tienen en cuenta tres criterios bsicos para elaborar la subregionalizacin. El primero de los criterios que se tiene en cuenta es el fortalecimiento de los roles urbanos de abastecimiento de bienes y servicios y de acopio de la produccin, en las localidades que muestren potencialidades para la formacin de recursos humanos para la innovacin o tecnologa apropiada. Entran en este espacio las localidades de General Roca, Villa Regina, San Carlos de Bariloche, Cinco Saltos y San Antonio Oeste. El segundo de los criterios tiene en cuenta la creacin de nuevos papeles en las ciudades de la periferia rionegrina que desplieguen acciones que se localizan en su rea de influencia, en relacin a los circuitos espaciales de produccin predominantes y circuitos productivos incipientes en la regin. Las localidades, en este caso son las que se consideran los lugares de entrada al territorio provincial y de conexin con el resto de las regiones del pas, como Catriel, Ro Colorado, Bolsn, Sierra Grande, Viedma y Cipolletti El ltimo criterio tiene en cuenta la potencializacin de circuitos productivos embrionarios que puedan fomentar circuitos econmicos regionales innovadores de integracin territorial y social, con articulacin de los eslabonamientos productivos en el territorio provincial. En este caso, las localidades son General Conesa, Choele Choel, Los Menucos, Maquinchao y Valcheta.

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Como se observa, la aplicacin de estos criterios para la concrecin de la subregionalizacin, delinea los ejes programticos del desarrollo local con el objeto de integrarlo en el desarrollo regional, tratando de incluir, en un proceso productivo regional integrado, la mayor parte de las acciones que la poblacin y el Estado llevan adelante para producir cambios estructurales. Por todo lo anteriormente descripto, y dado que el territorio es, entre otras cuestiones, un componente clave para la generacin de condiciones favorables para el desarrollo sustentable, las escalas de actuacin principales ya nombradas- se dan en llamar (de acuerdo al Plan de Desarrollo Estratgico RN 2015), las Unidades Territoriales de Gestin (UTG), que estn constituyendo el inicio de un nuevo reconocimiento del territorio. As, aparecen las siguientes UTG: A) Noroeste B) Alto Valle Oeste C) Confluencia D) Alto Valle Centro E) Alto Valle Este F) Valle Medio G) Noreste H) Valle de Conesa I) Fluviomartima (Valle Inferior) J) Atlntica Central K) Meseta Central Oriental L) Meseta Central Occidental M) Andina Norte N) Andina Sur Entonces, esta Organizacin Subregional del territorio en UTG, y de acuerdo con la concepcin terica metodolgica y el diagnstico estratgico elaborado, se identifican en cada una de las regiones del territorio rionegrino las unidades territoriales de gestin (UTG) que se mencionan a continuacin.

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En la regin de los Valles Interfluviales se identificaron 9 UTG y sus respectivas localidades de influencia, segn el siguiente detalle: Noroeste: Catriel, Alto Valle Oeste: Cinco Saltos, Campo Grande, Ctte Cordero, Alto Valle Confluencia: Cipolletti, Alto Valle Centro: General Roca, Allen, Alto Valle Este: Villa Regina, Mainqu, Ingeniero Huergo, General Valle Medio: Choele Choel, Beltrn, Lamarque, Pomona, Noreste: Ro Colorado, Valle Inferior Occidental: General Conesa, Fluvio-martima: Viedma. La Regin Atlntica comprende una UTG, a saber: San Antonio Oeste, La Regin Meseta Centro Sur engloba dos UTG, Oriental: Los La Regin Andina abarca tambin dos UTG: Norte: San Carlos de

Godoy, Chichinales, Valle Azul,

Valcheta y Sierra Grande, Menucos y Maquinchao y Occidental, Ingeniero Jacobacci, Bariloche y Sur: El Bolsn. Para llegar a la anterior descripcin no solo se establecen las coordenadas geogrficas aproximadas de la UTG, sino que se investiga tambin el proceso histrico que le proporciona una identidad espacial y social que la individualiza y diferencia. Como consecuencia, se determina por qu municipios est conformada cada UTG. As es que se estudian las normas que expresan a travs del tiempo la organizacin que la propia sociedad legitima. Ello permite comprender los vnculos que se establecen entre los lugares en funcin de los intereses de cada uno y de los que impone la racionalidad global, porque se supone que el orden local ana en una misma lgica interna a hombres, empresas, instituciones, formas sociales, jurdicas y geogrficas.

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Una norma importante a tener en cuenta para la interpretacin de la conformacin de las UTG, est dada por la Ley N 2.159/87, de Ejidos Colindantes, que responde al artculo 227 de la Constitucin Provincial. A travs de ella, los municipios que conforman cada UTG firmaron oportunamente, acuerdos y actas de intencin que ratifican los lmites establecidos entre los municipios. Sintetizando, las UTG constituyen la totalidad funcional que permite lograr una mejor calidad de vida de la poblacin a partir de las acciones locales de las gestiones municipales, de las ONGs. y, en general, de la sociedad civil. En ese contexto, dicha subregionalizacin apunta al desarrollo local y regional partiendo de un concepto de desarrollo integrado, es decir la que lo considera como la puesta en marcha de medidas fortalecedoras de cualidades existentes, para producir mayores y mejores condiciones de vida para la comunidad especialmente la que se encuentra en situacin de alto grado de vulnerabilidad social y econmica-, es decir, un desarrollo a escala humana. Dicho de otro modo, de lo que se trata es de pensar en un desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. 4) Por otra parte, se tiene en cuenta el trabajo realizado por el Ministerio de Familia, a travs de su Programa de Fortalecimiento y capacitacin para articuladores territoriales, que considera el territorio a abordar dividido en cinco regiones A) B) C) D) E) Regin del Alto Valle Regin del Valle Medio Regin Andina Regin Atlntica y Regin de la Lnea Sur

Como se ve, en un primer anlisis, que permita ver las similitudes, se puede observar que: La Regin de la Meseta Centro Sur abarcara la Regin de la Lnea Sur La Regin Andina coincide en ambas clasificaciones 33

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La Regin Atlntica coinciden en ambas clasificaciones, y La Regin de los Valles Interfluviales abarca a las Regiones del Alto

Valle y el Valle Medio 5) El equipo tcnico del PRODERPA que funciona desde la Direccin General de Desarrollo Territorial del Ministerio de Produccin de la Provincia de Ro Negro tambin ha hecho, en una primera aproximacin, una sub microrregionalizacin llammosla as- que tiene en cuenta preferentemente la Meseta Centro Sur puesto que habla de: A) B) C) D) Sierra Grande y Zona de Influencia Valcheta y Zona de Influencia Cerro Polica y Zona Rural de Influencia, y orquinco y Zona Rural de Influencia.

En esta caracterizacin y sub microrregionalizacin, se tienen en cuenta, al observar cada microrregin, dos cuestiones: a) el territorio conformado por las localidades, parajes y/o espacios

ms cercanos que delimitan los centros tomados cercanos al territorio delimitado. Y, b) la caracterizacin de los actores indicados como beneficiarios:

pequeos productores agropecuarios y sus familias, comunidades aborgenes, poblacin rural no agropecuaria y jvenes rurales. As es entonces que las cuatro microrregiones estn constituidas de la siguiente manera: Microrregin Sierra Grande y zonas de influencia: Tomando como centro de esta microrregin a la localidad de Sierra Grande, al Oeste se encuentran los parajes de Arroyo de la Ventana y Cona Niyeu sobre la ruta 5. Tambin estn, siempre al Oeste, de Sur a Norte, los parajes de Arroyo Verde, Campana Mahuida y Arroyo Los Berros. Finalmente, hacia el Noroeste pero ms cerca de la localidad de Valcheta est el paraje Arroyo Tembrao, Sierra Paileman y Laguna Grande. 34

Microrregin Valcheta y zonas de influencia: Ya sobre el comienzo de la Lnea Sur (y yendo del mar hacia la cordillera), aunque todava en la Regin Atlntica, se encuentra la localidad de Valcheta con su zona de influencia, As, nos encontramos con que hacia el Noroeste est el Bajo Santa Rosa; al Noreste, el Bajo del Gualicho; al Oeste sobre la ruta 23, Faulkner, Tte. Maza, la localidad de Ramos Mexa y el paraje Nahuel Niyeu; al Oeste Sudoeste el paraje Treneta; y al Sur, los parajes de Paja Alta y Arroyo Tembrao. Microrregin Cerro Polica y zona rural de influencia: Esta microrregin particular que toma como centro al Cerro Polica, a pocos kms. del Embalse Ramos Mexa, se halla casi en el cruce de las rutas 74 y 71. Est limitada al Norte por la Bajada del Bravo y ms lejos Rentera sobre la ruta 74; al Este se encuentra Trica-Co en el cruce de las Rutas 71 y 6; al Sud-sudeste, sobre la ruta 6 se encuentra El Cuy; en tanto que al Sur-sudoeste estn los parajes El Maruchito y Barda Colorada y, un poco ms lejos, Aguada Guzmn y Lonco Vaca. Otros espacios territoriales dispersos -pero que interactan con el Centro de esta Microrregin- son Mencu, Laguna Blanca, Naupa Huen, Pilquiniyeu del Limay, El Cuy y los parajes de Michi Huau, Marrac, Trapalc, Chasic, La Esperanza, Carriyegua, Coln Conu, La Salina, La Rinconada, Santa Luca, Cura C, El Jagelito, El Arenoso, El Barreal, Tricac, Quili Malal. Vale mencionar que los pequeos productores familiares de esta microrregin se dedican especialmente a la ganadera ovina. Tambin vale sealar que adems de los parajes nombrados con anterioridad, cuando se renen los pobladores de esta microrregin como en el caso, por ejemplo en son informados por el Programa de Control de la Sarna Ovina Obligatorio que se estableci por la Resolucin 158/08 de la SAGPyA-, los mismos provienen de otros parajes ms tales como Planicie Jagelito, El Barrial, Costa El CHocn, El Manzano, Cofinc, Marrac, y otros parajes de influencia. Microrregin orquinco y zona rural de influencia: Observando esta microrregin, la localidad de orquinco se encuentra en la denominada Regin Sur rionegrina, sobre la ruta provincial N 40. 35

En su zona rural de influencia se encuentran: al sudoeste, Fitamiche; al norte, Mina Pico Quemado; al noreste, Chacay Huarruca, Ro Chico y Chenquenyeu; al Este, Aguada Troncoso, Mamuel Choique; y al Oeste, los parajes de El Rincn y Los Repollos, y la localidad de El Bolsn. Esta microrregin se superpone con la Regin Andina que, de acuerdo a un trabajo realizado sobre su caracterizacin regional (Capano, J., 2009), la misma hablando de lmites territoriales y divisin poltica- podra estar comprendida entre el paralelo 42 (Pcia de Chubut) al sur, Chile al oeste, y al norte el Ro Manso y Villegas. Luego, trazando una lnea horizontal hacia el este, se completa el territorio con la vertical que marca el paraje de Ro Chico, as cerrara en direccin sur nuevamente, con el lmite de la provincia del Chubut. Dicha superficie posee aproximadamente 10.000 km 2, comprende parte de los departamentos de S. C de Bariloche y orquinco, encontrndose en dicho territorio las Municipalidades de El Bolsn y orquinco, como tambin las comisiones de Fomento de El Manso Villegas y Comisin de Fomento de Ro Chico.

3.3. Memoria de los talleres del Alto Valle y del Valle Medio de Ro Negro Memorias de los talleres que se realizan en el Valle Medio y el Alto Valle de Ro Negro, en los que se convoca a representantes de los agricultores familiares y trabajadores transitorios agropecuarios y de las instituciones pblicas y privadas locales, para actualizar el diagnstico de la realidad rural local y definir la estrategia de desarrollo territorial de cada regin. 3.3.1. Memoria del taller del Alto Valle de Ro Negro 3.3.1.1. Introduccin. Previo a la memoria del taller del Alto Valle se realiza un anlisis de la situacin de la Regin. 36

Observando a esta Regin en su trama geogrfica vemos que se encuentra dentro del departamento de Gral. Roca caracterizado por tener la mitad de la poblacin de toda la provincia concentrada en una superficie de menos del uno por ciento de todo el territorio rionegrino. Al respecto, un reciente anlisis (Dirven, 2004) confirma que la polarizacin territorial, expresada en los muy distintos grados de concentracin y crecimiento urbano, constituye un elemento primordial cuando se desea dar una explicacin a las grandes divergencias sociales en trminos de ingresos y acceso a los servicios pblicos, as como las pronunciadas diferencias econmico-productivas de las estructuras rurales. Si se entra a considerar la configuracin general de la regin, se puede acordar con Bandieri S., y Blanco G. (1994) cuando afirman que la regin del Alto Valle del ro Negro, que fuera hasta fines del siglo pasado un rea de frontera interna, sufri, a partir de su integracin plena a la economa nacional, -infraestructura de riego mediante-, un cambio sustancial en su conformacin social y productiva. La incorporacin progresiva de superficies regables produjo un rpido proceso de subdivisin y venta de las grandes propiedades territoriales originadas en la conquista militar de 1879, proceso que se acentu en las primeras dcadas del siglo XX y se consolid hacia 1930 con la definicin econmica regional por la produccin frutcola a escala intensiva, sobre la base de pequeas explotaciones de carcter familiar Existe un eje vertebrador del Alto Valle, paralelo al ro Negro, que va enhebrando las distintas urbes dispersas, y que son la ruta Nacional N 22 y el ferrocarril. Para contextualizar histricamente este anlisis, es importante tener presente que el Alto Valle del Ro Negro fue poblado en la primera mitad del siglo XX por la combinacin de las necesidades geopolticas del gobierno nacional, la bsqueda de rentabilidad del ferrocarril y la especulacin inmobiliaria. Cuando se abre el mercado nacional y luego internacional para la produccin de manzanas y peras, la permanente mejora tecnolgica y la disponibilidad de agua para el riego fueron 37

haciendo de esta economa agraria un ejemplo de xito. Tanto fue as que durante los primeros aos de la dcada del setenta, el Alto Valle del Ro Negro concentraba el mayor capital financiero del pas. Pero claro, la situacin empez a modificarse en el momento en que los mercados internacionales empezaron a exigir nuevas variedades y mejor calidad, y adems se produjo un proceso de concentracin hacia atrs en la cadena agroindustrial. As fue como los grandes galpones de empaque comenzaron a comprar tierras para la produccin, o tratar de controlar a los productores. Por otra parte, los viejos productores que haban implantado sus montes frutales en las dcadas del cuarenta o del cincuenta vieron que poco a poco su productividad declinaba, y ante la necesidad de reemplazarlos muchos optaron por vender. A esto habr que sumar que la herencia produce un proceso de fragmentacin y comienza a aparecer en el Alto Valle la figura del minifundio. Adems, como nos dice Reboratti, C. (2007) aparece un problema adicional: desde la construccin de las obras de riego de la dcada de 1920 no haba habido procesos de ampliacin del rea regada, y la saturacin lleg de la mano de la ampliacin de la superficie de las ciudades (en el Alto Valle, como en todas las reas de riego, la frontera entre lo urbano y lo rural siempre ha sido singularmente difusa, sino imposible de marcar). Todo esto se ve reforzado puesto que debido a este inconveniente, en los aos noventa comienza una expansin hacia el bajo Neuqun y el valle medio del ro Negro, pero ahora los actores son diferentes, ya no son los chacareros los que hacen retroceder al desierto, sino las grandes compaas agroexportadoras (Radonich y Steimbreger, 1999). Ante este panorama, con la entrada al siglo XXI nos encontramos con una poblacin rural declinante, situacin a la que se ha llegado por muy distintos caminos, pero que nos enfrenta con algunos interrogantes tales como si este proceso es positivo o negativo, natural o generado (y si fue generado, por quines), si es necesario y posible revertirlo y, de ser as, qu formas, mtodos y tcnicas utilizar para ello. 38

En octubre de 2010 se realizar el Censo Nacional de Poblacin y Vivienda. Es altamente probable que cuando se observen los resultados vista la tendencia preponderante desde hace ya tres dcadas-, nos encontremos con un muy alto crecimiento demogrfico pero ntimamente asociado a un fortalecimiento del ncleo urbano constitudo por el contnuo de ciudades y pueblos que configuran el Alto Valle del Ro Negro, corazn de la actividad frutcola de la regin. Es decir, las urbes seguirn creciendo con la consecuente disminucin de la poblacin rural por, entre otras razones, las permanentes migraciones que se vienen sucediendo desde estas zonas. Ya es notable que en la regin se yergan dos de las tres ciudades de ms de cincuenta mil habitantes que tiene la provincia y cuatro de las ocho ciudades de ms de diez mil habitantes, a las cuales hay que sumarle seis localidades de ms de dos mil habitantes y un intrincada telaraa de localidades chicas (cuarenta y cuatro) que explicaran a uno de los inconfundibles fenmenos de extensin geogrfica del espacio urbano sobre el rural circundante. Entonces, si bien es cierto que en esta regin se ve una mayor presencia de asalariados transitorios y no transitorios- por sobre los pequeos productores (PP) que son minora-, estos ltimos se vern incrementados en cantidad, de manera que el nmero de los PP ser importante y ya debera ser tenido en cuenta. A esto debemos sumarle que, de acuerdo al perfil productivo regional, la intensidad en el sector agropecuario es muy alto -45 %-, aunque la ocupacin en las EAPs PP es del 16,1 %. Varias son las conjeturas que podran explicar este hecho. Una de las ms razonables es que esta participacin es porcentualmente reducida puesto que en el Alto Valle del ro Negro existen ms empresas que toman asalariados, especialmente los denominados trabajadores golondrina o TTA. Otro de los obstculos de nivel macro que habrn de tenerse en cuenta a la hora de pergear lineamientos estratgicos para la regin es la creciente competitividad y la necesidad de incrementar la calidad de los productos frutcolas. Al respecto se pueden resumir en cinco proposiciones lo analizado por autores como Coriat (1997), Allaire y Boyer (1995) Eymard-Duvervay (1994): 39

a) b) c)

los actores sociales tendrn que coincidir en una definicin realista de la calidad de los productos, la definicin de calidad es el resultante de un proceso social (pobre hasta el momento) que debe amalgamar lgicas diferentes, la calidad de los productos est relacionada con la calificacin de la fuerza de trabajo y con la organizacin del proceso de trabajo en las empresas,

d)

para la mayora de los sectores econmicos, la calidad es un determinante de la competitividad y es esencial el desarrollo de modelizaciones que permitan verificar la fuerza de esta ligazn entre calidad y competitividad, y

e)

a diferencia de los paradigmas productivistas, los mecanismos de la economa de la calidad son el resultado de la confianza.

El complejo fenmeno anteriormente expresado se relaciona, segn Quaranta (1998) y Foray ((1995), con que en el sector agropecuario, especialmente en el Alto Valle, se est innovando en la organizacin del trabajo y se buscan trabajadores polivalentes con altos niveles de calificacin. Precisamente Pescio y Bendini ((1996) afirman que se est produciendo en este mbito de anlisis un tipo de dualizacin en el que coexisten un segmento tradicional y fordista, y otro dinmico y post-fordista. Este fenmeno se ve confirmado por Murmis y Feldman (1996) cuando estiman que se estaran disminuyendo las actividades empobrecedoras o descalificadoras como por ejemplo la seleccin y el empaque manuales de fruta. Todo esto lleva a reflexionar en la importancia que pueden tener estas apreciaciones para el futuro del Trabajador Transitorio del Alto Valle. Ms an cuando se puede leer en Miranda, O. (1991) que de todo lo anterior se puede inferir que se est imponiendo una mayor valorizacin del trabajo cualificado en los establecimientos embaladores y que, en estas empresas, los conocimientos de la mano de obra se han convertido en una de las aristas principales para lograr y sostener posiciones competitivas. 40

Obviamente, al decir de Andrada, L. (2006 : 101), lo anteriormente descripto se ve reforzado por cuanto la fruticultura ha promovido el desarrollo de actividades conexas como el acondicionamiento y empaque de la fruta, la transformacin industrial y la produccin de insumos y servicios a la produccin, conformando un sistema altamente consolidado. Por supuesto que los PP que se hayan en el Alto Valle deberan tener en cuenta estas cuestiones al momento de tomar decisiones laborales familiares o de trabajo en pequeas cooperativas, puesto que la calidad, se insiste, parece ser un elemento insoslayable a la hora de producir en el mbito frutcola. Ms an teniendo en cuenta el incremento de la desocupacin y sus consecuencias tales como la aparicin de asentamientos territoriales con viviendas y servicios precarios en incesante aumento. Detrs de esto se puede visibilizar una poblacin con ms de cincuenta mil personas en la regin que se encuentra con sus necesidades bsicas insatisfechas. Dicho de otra manera, dentro de la estructura agraria actual, el grupo ms numeroso est conformado por pequeos productores marginales, descapitalizados y empobrecidos que utilizan la fuerza de trabajo familiar para mantener en mnima actividad sus explotaciones. A ello debe sumrsele que un alta proporcin de pequeos productores tiene fuertes limitaciones tecnolgicas y, por ende, mayores costos en el proceso productivo. Estas y otras explicaciones permitiran comenzar a entrever que en el Alto Valle se estaran necesitando polticas intensivas de desarrollo rural integrado e integral. Especialmente ante las grandes dificultades cuando se piensa en la posibilidad de renovar y/o cambiar las plantaciones y mejorar los sistemas productivos por parte de los PP y observando que cada vez ms se van descapitalizando y, por ende, necesitan recursos econmicos y financieros -difciles de conseguir-, adems de capacitacin para actualizarse productivamente.

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En esta regin, territorio de mxima densidad demogrfica y concentracin de actividades econmicas, se asienta la principal insercin comercial externa (frutas, turismo) as como la base de negocios privados e inversiones (transnacionales) ms significativas de la provincia. Cuando se observan los resultados de diferentes autodiagnsticos de diversos actores que operan en este territorio rural, se puede notar con total claridad un acuerdo casi total alrededor de cuestiones ms que importantes. Ellas son, entre otras: las problemticas especficas de acceso a la tierra, la vivienda y el hbitat la descapitalizacin creciente la comercializacin el envejecimiento en la conduccin de las pequeas explotaciones el xodo de la juventud e, incluso, de los adultos tanto varones como mujeres la necesidad de acceder a servicios urbanos de vivienda y tierra la necesidad de acceder a la salud y a la educacin la necesidad de acceder a la sociabilidad (conectividad, recreacin) la desarticulacin a nivel gubernamental la superposicin de recursos, la escasez de herramientas, la ausencia de objetivos comunes la baja participacin de los PP en actividades o instituciones de tipo asociativo las polticas centradas en la emergencia la magnitud de los recursos destinados a los problemas de pequeos productores y poblaciones rurales la calidad de los arreglos institucionales

Este valle irrigado concentra alrededor del sesenta por ciento de la poblacin rionegrina con situaciones socioeconmicas diferentes. De todos modos la base econmica permite ver una cierta capacidad para generar empleo, que resulta

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definitoria para acoger tanto la poblacin de localidades rurales circundantes como la proveniente del resto de la provincia. De acuerdo a la informacin registrada por Andrada (2006) se observa dentro de la fruticultura como especializacin productiva en esta regin, que la problemtica de la PPA est fuertemente vinculada al tipo de insercin que detenta en la cadena frutcola. Esta situacin est claramente planteada en el Plan Frutcola Integral (2008): los PP independientes no integrados se encuentran en una situacin de crisis que afecta seriamente su viabilidad econmica en el mediano y largo plazo. Dentro de este segmento, hay un tipo social que presenta la mayor vulnerabilidad, los productores pequeos,.La cada de este segmento de productores tendra un alto impacto en el tejido social del territorio y en particular sobre las bases mismas de la fruticultura regional (Plan Frutcola Integral, SAGPyA, 2008:5) Ahondando un poco en el anlisis, se puede afirmar que el complejo frutcola del Alto Valle de Ro Negro, especializado en la produccin de peras y manzanas, atraviesa desde hace ms de una dcada un fuerte proceso de reestructuracin productiva y tecnolgica, liderado por el subcircuito de fruta fresca orientada a los mercados mundiales. Los aspectos centrales de este contexto surgen de algunos estudios recientes que indican lo que sigue: (Preiss, 2006; Boltshauser y Villarreal, 2007, Gutman, 2006; Bendini et. al 2005: Las producciones frutcolas (pera y manzana especialmente) registran, tambin, un aumento del sistema de conduccin en espaldera, alcanzando el 74% y el 68% de las plantaciones de peras y manzanas respectivamente. Este indicador de modernizacin tecnolgica, muestra las asimetras que hay. Como dicen Boltshauser y Villarreal (op.cit.:35): En el Alto Valle el nivel medio es el predominante, Segn el destino de la produccin, industrializacin o consumo en fresco, se verifica una clara diferenciacin entre ambas especies, dado que mejores condiciones del sistema productivo en trminos de especies, variedades y calidades obtenidas se reflejarn en mayores porcentajes destinados al consumo en fresco (Preiss, 2006:135). Entonces, mientras la produccin 43

anual de manzana destinada a la industria es del 46%, la de pera slo llega a un 27%, ms razonable de acuerdo a lo obtenido por los pases lderes. Los altos volmenes de manzana, anualmente procesados por la industria, muestran la declinacin en las condiciones productivas de las plantaciones ms antiguas, que no alcanzan los requisitos de calidad demandados por los mercados consumidores. La fruta que no es til para consumo inmediato se vuelca a la industria del jugo y a la fabricacin de sidra y conservas. El jugo se exporta en un 95% de su produccin, especialmente a EEUU. La industria del jugo, en general, atraviesa una crtica situacin motivada por el ingreso de China al mercado estadounidense, con la consiguiente cada de los precios del jugo concentrado de manzana (DNPER, 2005). Hay un acuerdo de gran alcance alrededor de la intensificacin de la concentracin econmica del complejo frutcola ntimamente unida a la modernizacin productiva y la profundizacin de los procesos de integracin vertical por propiedad o mediante agricultura de contrato, que conlleva una diferencial subordinacin de los pequeos productores a las etapas postagrcolas (Bendini y Streimbreger, 2002:42). Es decir, el eslabn de la cadena que Preiss (op.cit, 141) nombra como Empresa integrada cambia desde los 70, al integrar el proceso productivo a su papel de empacador comercializador. Su objetivo fue incrementar la rentabilidad, al poder contar con una oferta propia de las nuevas variedades que se demandaban en el mercado internacional. Sin embargo, de acuerdo con este autor, no se llevaron a cabo incentivos para la reconversin varietal de las explotaciones de sus habituales proveedores (mayormente pequeos y medianos), acompaando el recambio que otros pases venan introduciendo en el comercio internacional de frutas de pepita.

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-

Estas modificaciones estn asociadas a la transnacionalizacin de las empresas, fenmeno que ocurre en los ltimos decenios, reforzando el rol intermediador que cumplen. Es decir, la fuerte reorientacin exportadora de los 90s, y el recrudecimiento de la competencia en los mercados mundiales (presencia competitiva Chile, Sudfrica, y otros pases del Hemisferio Sur), ha convertido al acceso y control de canales comercializacin en los mercados de destino (supermercados de los pases europeos) y al acceso y manejo de la informacin relevante, en particular en relacin al control y fijacin de estndares de calidad globalizados (del tipo EUREPGAP) y normas sanitarias, en variables centrales de las estrategias de las mayores empresas (Gutman, 2006:6). Desde aqu, comienza a efectuarse sobre el resto de la cadena una coordinacin del tipo de cuasi-jerarquas, con condiciones de fijacin de precio de venta y condiciones de pago que transfieren una parte sustancial de los riesgos de la actividad al productor primario, quien debe afrontar las contingencias asociadas a la produccin, a la evolucin de los mercados consumidores y a las variaciones en el tipo de cambio (Preiss,op.cit.:145)

- Finalmente, hay adems procesos de ocupacin de tierras dedicadas a otras producciones. Las grandes empresas de la fruticultura del Alto Valle son lderes que llevan adelante la expansin hacia las zonas destinadas a un uso extensivo predominantemente ganadero del tramo medio del ro Negro, particularmente en la Margen Norte, ubicadas a 100 km de la zona del Alto Valle, a no ms de 250 km del puerto de San Antonio Este, y con importante disponibilidad de suelos frtiles y agua para riego. Ello ha dado lugar a una continua sistematizacin de la tierra en la Margen Norte para la implantacin de cultivos intensivos con variedades de crecimiento rpido. (Bendini et. al, 2005:16) Sintetizando, el sector de frutas de pepita, muestra un proceso de reconversin productiva estimulado por las tendencias en el mercado mundial, con incorporacin de tecnologa y aumento de la productividad. En este cambiante escenario es que: se profundiza la concentracin y transnacionalizacin econmica, 45

se incrementa la crisis y aumenta el proceso de desplazamiento tecno-econmico de la pequea fruticultura.

Los rasgos que tipifican este proceso, y que permiten seguir profundizando en el entendimiento de la problemtica por la que atraviesa actualmente el Alto Valle del Ro Negro, son entre otros- los siguientes (PFI, 2008, 9): Baja escala de produccin Bajo o casi nulo poder de negociacin con el empaque (precio, forma de pago) y/o contratos donde no se establecen o respetan estos indicadores Baja capacidad de reinversin Una insuficiente incorporacin de tecnologas u obsolescencia absoluta de las explotaciones productivas Dificultades econmicas asociadas a los bajos niveles de productividad y calidad Falta de estrategias asociativas que podran atenuar estas problemticas Envejecimiento de la conduccin de las explotaciones por discontinuidad generacional Escaso apoyo de polticas pblicas (sectoriales, nacionales, provinciales)

Claro que la cuestin no finaliza aqu. Si nos adentramos a la problemtica desde otro lugar, vemos que es imposible que el proceso de reestructuracin de la fruticultura no se asocie a las transformaciones ocupacionales. Dicho de otro modo, . Por eso es que durante el espacio de tiempo abarcado entre 1993 y 2005: la relacin personal temporario/permanente, se duplica e incluso llega a triplicarse durante la poca de cosecha, principalmente en las reas de produccin a escala. (Bendini y Lara Flores, 2007: 39). Dichos autores nos informan tambin que si bien es cierto que el uso de la fuerza de trabajo migrante es un hecho concreto que viene se va desencadenando un corrimiento del trabajo familiar hacia la mano de obra transitoria, no familiar.

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de hace tiempo, y est asimismo relacionado con momentos tradicionales de trabajo precario, y de una problemtica habitacional y sanitaria, la relacin flexibilidad laboral-movilidad espacial que desarrollan los operadores globales de la fruticultura rionegrina transuntan con total claridad un agravamiento de las mismas En el marco de los elementos analizados, la distribucin regional de los habitantes y producciones resume un patrn de comportamiento en el que se pueden mencionar tres situaciones: 1) En primer lugar, el territorio del Alto Valle -de mxima densidad demogrfica y concentracin de actividades econmicas- se han desarrollado histrica y estructuralmente estas condiciones-. 2) En segundo lugar, en esta regin se asienta la principal insercin comercial externa (frutas, turismo) as como la base de negocios privados e inversiones (transnacionales) ms significativas de la provincia. 3) En tercer lugar, en el Alto Valle se produjo y dada la informacin brindada se puede sospechar que continuar ocurriendo-, uno de los procesos urbanizadores ms sobresalientes de los ltimos lustros.

3.3.1.2. Desarrollo propiamente dicho de la Memoria del Alto Valle. El Taller Regional de la Regin del Alto Valle - de Planificacin Estratgica de Desarrollo Rural Integrado e Integral se desarrolla en la Profesional de Ingenieros Agrnomos de General Roca. El primer momento de encuentro se realiza durante la primer parte de la maana del primer da con el representante del PRODERPA, el contador Jos Ramirez. sede del Consejo

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All, se hacen las presentaciones de rigor de los representantes de los distintos sectores, del Estado provincial, tcnicos, agrnomos, y organizaciones de agricultores familiares para, inmediatamente despus comenzar con el resto de la tarea, de acuerdo al Programa tentativo de actividades que se haba previsto. Este Taller Regional se lleva a cabo los das 4 y 5 de noviembre de 2010. Respecto a los invitados, vale sealar que se decidi desde la Direccin General de Desarrollo Territorial en acuerdo con el Ministro de Produccin, dejar en manos de las Delegaciones Regionales a los actores a invitar, poniendo como limitante el nmero de treinta participantes. El listado de participantes da una muestra cabal de los que realmente asistieron. Los Objetivos que se persiguen con el presente taller consisten en continuar con el desarrollo del Proyecto de Formulacin de la de la Estrategia de Desarrollo Provincial Territorial Rural de la de la Provincia de Ro Negro, en el marco del subcomponente Apoyo Tcnico para el Fortalecimiento de la Institucionalidad Rural Provincial del Proyecto de Desarrollo de Pequeos Productores Agropecuarios -PROINDER Adicional-. Para la formulacin de dicha estrategia se sigue tomando como punto de partida el Documento Base de diagnstico y un Informe Preliminar adecuado a la Regin del Alto Valle y la propuesta de elaboracin de la EDR de la Provincia de Ro Negro. Se trabaja a travs de una metodologa participativa, que permite promover precisamente- la participacin de instituciones pblicas y miembros de organizaciones de ppa. Vale mencionar una vez ms que el mtodo de trabajo llevado a cabo, el Consultor lo viene utilizando desde hace veinticinco aos en distintos lugares de la Provincia. En l se concilian la mirada de una Sociologa Crtica, los Mtodos Cualitativos de Investigacin-Accin-Participativa IAP-, y las tcnicas de grupo Operativo de la Escuela Argentina de Pichn Rivire. Una vez hechas las presentaciones de rigor, y de la presentacin del PRODERPA, el Coordinador del Taller comienza con la segunda parte de las 48

actividades conjuntamente con los representantes de los distintos sectores, se explicitan los objetivos del encuentro, la metodologa a llevar a cabo, y un pequeo recuento de lo realizado hasta el momento. Inmediatamente despus se solicita a los participantes que registren sus expectativas para el taller. As es que entonces, lo que esperan, de acuerdo a la organizacin a la que se pertenece es:

NOMBRE Y ORGANIZACIN A LA QUE PERTENECE Indaver, Elvio; Coop. Ganadera Lihuen Malleo Barriga, Martn; Coop. Ganadera Lihuen Malleo Rodriguez, Roberto Fabin; Coop El Arroyn Sanchez, Beatriz Coop. Girpat Domini, Santiago; INTA AER AVO. 1. Bell, Jorge; Deleg. AVO Min. de Prod 2. Oran, Lidia; Coop Paraje el 15 3. Galar, Ma.; Ss.A.Fliar. 4. Sheridan, Miguel; INTA 5. Paredes, Tamara; SsAF 6. Curzel, Nstor; PRODERPA 7. Urquijo, Lucio; Min. Prod. AVO 8. Segon, Marilena; UNCo 9