pilar muñoz calero

4
15 Nuestra entrevistada ha asumido una misión importante, alzar lo voz alto y fuerte desde el infierno en el que viven muchas personas a causa de una enfermedad no reconocida por la OMS, pero que afecta en nuestro país a más de 700.000 personas, la sensibilidad química múltiple, una enfermedad de las muchas que están surgiendo en nuestros días y que podríamos denominar «enfermedades del progreso», un progreso que no sólo se separó de la naturaleza, sino que decidió oponerse a sus leyes construyendo edificios que enferman, produciendo alimentos que intoxican, fabricando tejidos que contaminan con sus tintes, cosméticos que contienen metales pesados… Y puede alzar la voz fuerte porque ella habitó en ese infierno de no ser diagnosticada correctamente durante años, mientras la vida se le iba poco a poco y la etiquetaban de «enferma imaginaria» hasta que un médico americano, Wiliam Rea, le diagnosticó la terrible intoxicación que tenían las células de todo su organismo, por el mercurio de las amalgamas, el plomo de las tuberías, los pesticidas de sus flores, los parafenoles de los plásticos, las ondas de sus electrodomésticos, por la vida moderna que silenciosamente se había colado en su interior a través de un ejército de sustancias químicas que la colapsó. Como enferma, ya curada, y como médica especializada en pediatría, neonatología y estomatología, decidió dirigir el Centro Médico Fundación Alborada para luchar por los que, cada vez más, desaparecen de nuestra vida y se recluyen en burbujas, que les aíslan de un mundo enfermo que sólo ellos detectan, por ahora, pero que son la avanzadilla de la crónica de una muerte anunciada, de un sistema contranatura que envenena lentamente hasta que la dosis se convierte en letal ¿Qué es la Fundación Alborada y por qué decidió llevar adelante este proyecto? La Fundación Alborada es una institución sin ánimo de lucro que se constituyó hace unos diecisiete años. Al principio se dedicó a tratar a personas con problemas de adicción. Después descubrí que padecía sensibili- dad química múltiple y tuve que irme a Estados Unidos a que me hicieran el tratamiento, puesto que aquí, en España, ni sabían diagnosticarlo ni conocían tampoco nada relacionado con el tratamiento de esta patología. Cuando volví decidí cambiar el objeto social de la Fundación, debido al doloroso peregrinaje que tuve Pilar Muñoz Calero Médica «Estamos ante un nuevo paradigma que sostiene que son los contaminantes ambientales los que están provocando, como causa principal, una serie de enfermedades.» AV230_06_25_ENTREVISTAS:AV4_10_25_ENTREVISTAS 28/11/12 19:13 Página 15

Upload: others

Post on 28-Nov-2021

10 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Pilar Muñoz Calero

15

Nuestra entrevistada ha asumido una misión importante, alzar lo voz alto y fuerte desde el infierno enel que viven muchas personas a causa de una enfermedad no reconocida por la OMS, pero que afectaen nuestro país a más de 700.000 personas, la sensibilidad química múltiple, una enfermedad de lasmuchas que están surgiendo en nuestros días y que podríamos denominar «enfermedades delprogreso», un progreso que no sólo se separó de la naturaleza, sino que decidió oponerse a susleyes construyendo edificios que enferman, produciendo alimentos que intoxican, fabricando tejidosque contaminan con sus tintes, cosméticos que contienen metales pesados…

Y puede alzar la voz fuerte porque ella habitó en ese infierno de no ser diagnosticadacorrectamente durante años, mientras la vida se le iba poco a poco y la etiquetaban de «enfermaimaginaria» hasta que un médico americano, Wiliam Rea, le diagnosticó la terrible intoxicación quetenían las células de todo su organismo, por el mercurio de las amalgamas, el plomo de lastuberías, los pesticidas de sus flores, los parafenoles de los plásticos, las ondas de suselectrodomésticos, por la vida moderna que silenciosamente se había colado en su interior através de un ejército de sustancias químicas que la colapsó. Como enferma, ya curada, y comomédica especializada en pediatría, neonatología y estomatología, decidió dirigir el Centro MédicoFundación Alborada para luchar por los que, cada vez más, desaparecen de nuestra vida y serecluyen en burbujas, que les aíslan de un mundo enfermo que sólo ellos detectan, por ahora,pero que son la avanzadilla de la crónica de una muerte anunciada, de un sistema contranaturaque envenena lentamente hasta que la dosis se convierte en letal

¿Qué es la Fundación Alborada y por qué decidióllevar adelante este proyecto?La Fundación Alborada es una institución sin ánimo delucro que se constituyó hace unos diecisiete años. Alprincipio se dedicó a tratar a personas con problemasde adicción. Después descubrí que padecía sensibili-

dad química múltiple y tuve que irme a Estados Unidosa que me hicieran el tratamiento, puesto que aquí, enEspaña, ni sabían diagnosticarlo ni conocían tampoconada relacionado con el tratamiento de esta patología.Cuando volví decidí cambiar el objeto social de laFundación, debido al doloroso peregrinaje que tuve

Pilar MuñozCaleroMédica

«Estamos ante un nuevoparadigma que sostiene queson los contaminantesambientales los que están

provocando, como causa principal, unaserie de enfermedades.»

AV230_06_25_ENTREVISTAS:AV4_10_25_ENTREVISTAS 28/11/12 19:13 Página 15

Page 2: Pilar Muñoz Calero

supuesto son multicausales. De hecho él habla no sólode los tóxicos ambientales, sino también de traumasfísicos y psicológicos, de virus, bacterias, infecciones,es decir, la mayoría de las veces lo que ocurre es queson múltiples causas, pero lo que cada vez se ve másclaro es que una de las causas más importantes, y queen muchas ocasiones puede ser incluso el detonantepara que se desencadenen estas enfermedades, sonlos tóxicos ambientales.

El doctor Martin Pall habla de un nuevo paradigma.En la historia de la medicina ha habido aproximada-mente unos nueve paradigmas, y ahora estaríamosante el décimo. A lo largo de la historia de la humanidadsiempre son un pequeño grupo de personas las que, dealguna manera, asoman la cabeza, son los pioneros ovanguardistas, que tienen muchos detractores, a losque no se cree, pero son los que tienen la intuición deque algo está ocurriendo, y plantean esas hipótesis. Seempieza a hacer ensayos, hay discusiones, se producenmuchas crisis hasta que todo eso se va resolviendopoco a poco, y hasta que al cabo de los años, efectiva-mente, se acaba demostrando que eso es así. Porejemplo, uno de los nueve paradigmas es la teoríamicrobiana; Summer Weis, que era un obstetra, fue elprimero que, en el año 1845 o 1846, señaló que, cuan-do se lavaban las manos, disminuía la mortalidad desus pacientes en los paritorios. Y se burlaron de él, has-ta el punto de que se suicidó; murió totalmente aban-donado, sin que se hiciera caso a ninguna de sus teorí-as, en medio de numerosos detractores y enemigos.

Más tarde vino Pasteur, en los años sesenta de esemismo siglo y, después, en el 80, Cock con la teoría dela tuberculosis. Con esto quiero decir que ahora estápasando lo mismo, que estamos ante un nuevo para-digma que sostiene que son los contaminantesambientales los que están provocando, como causaprincipal, una serie de enfermedades.

Todo esto nos debería hacer más humildes, y lle-varnos a reconocer que estamos claramente ante unaepidemia de muchas patologías, y que los propios pro-fesionales de la medicina no saben qué hacer conmuchas de estas personas que acuden a las consultasporque, cuando un paradigma cambia, no podemosutilizar los mismos métodos diagnósticos ni los mis-mos tratamientos. Además, hay demasiados intere-

ses, que hacen que se utilicen los mismos métodos,los mismos laboratorios, las mismas pruebas, losmismos fármacos, etc., e impiden que se puedan irintroduciendo diagnósticos y tratamientos nuevos.

Así que las personas afectadas por estas enferme-dades van a los profesionales de la medicina y seencuentran con que no hay ninguna comprensión, nin-gún conocimiento, y entonces no les queda más reme-dio que buscar y buscar, incluso en Internet, y algunosacaban automedicándose o se autorrecetan o se auto-diagnostican, porque sienten que los profesionales dela medicina no les pueden guiar.

¿Cuáles son las principales fuentes decontaminación medioambiental?La mayoría de la gente desconoce todas las sustanciasnocivas que nos podemos encontrar en las viviendas,como por ejemplo, algunos tanatos, retardantes dellama, compuestos perfluoarados, compuestos voláti-

que sufrir de médico en médico y al conocimiento deque la incidencia era cada vez mayor, no solamente enEspaña, sino a nivel mundial. Decidí que la Fundaciónse convirtiera en un punto de referencia para poderayudar a personas que padecían esta sensibilidad yotras enfermedades relacionadas con la contamina-ción ambiental y poder decir así que dentro de lo terri-blemente duro que resulta, había una esperanza, queera posible diagnosticarlas, y por supuesto tambiéntratarlas, mejorando notablemente la calidad de vida.

¿Hay suficiente documentación científica sobre elpapel de los tóxicos químicos y físicos en la génesisde las enfermedades crónicas, como Alzheimer,Parkinson, muchos tipos de cáncer, diabetes,hipersensibilidades a los químicos tóxicos o a lasradiaciones electromagnéticas, fatiga crónica yfibromialgia, hiperactividad, intoleranciasalimentarias, asma y alergias?Parece ser que muchas veces no es suficiente, sobretodo cuando tratamos temas en los que hay interesescreados, tanto de industrias farmacéuticas como deindustrias químicas que realmente son los que finan-

cian gran parte de las investiga-ciones que se hacen y consi-guen con su dinero que susresultados se publiquen y seacepten como una evidenciamás científica.

Por otro lado hay muchasinvestigaciones sobre ciertasenfermedades que no se pue-den hacer porque no hay sufi-cientes medios económicospara hacerlas, pero eso no sig-nifica que esas enfermedadesno sean reales, como, porejemplo, la esclerosis múltiple,que tardó catorce años en serreconocida. Durante esoscatorce años, los pacientespadecieron realmente la escle-rosis múltiple, pero sin embar-go fueron tachados de perso-nas que tenían una catatoniaperiférica o que tenían proble-mas psicológicos porque podí-an estar en una silla de ruedasen un momento determinado yluego ponerse a caminar. Hoy

ya se sabe que la esclerosis múltiple causa brotes, y loque ocurría es que no había suficientes estudios.Debido a la burocracia, que lo lentifica todo, se añadióun gran sufrimiento a esas personas que la padecíansin que su enfermedad fuera reconocida.

Esto ha pasado muchas veces a lo largo de la his-toria de la medicina. Respecto a las pruebas clínicas,yo creo que cuando hay personas que tienen unasenfermedades y que mejoran cuando se las trata evi-tando los químicos tóxicos, está claro que ahí hay algoque está relacionado y que tienen en común.

En esa dirección va el descubrimiento de MartinPall de un mecanismo bioquímico común en unatreintena de enfermedades, que van desde lasensibilidad química múltiple hasta la fatiga cróni-ca, pasando por parkinson, alzheimer, esclerosismúltiple, asma, autismo, hiperactividad...Sí. Martin Pall, profesor de bioquímica de laUniversidad de Washington durante muchos años, haescrito un libro que se titula precisamente Explicandolas enfermedades inexplicadas, que son las que llama-mos enfermedades de causa ambiental, que por

«Cuando un paradigma cambia, no podemos utilizar los mismos métodos diagnósticos ni los mismos

tratamientos.»

«Al mercado llegan más de cien milsustancias tóxicas sin haber sidodemostrada su inocuidad, y esas

sustancias se inhalan, se beben, seingieren, se ponen en contacto con

nuestra piel...»

16

“Vivir tras el cristal”, cartel de la asociación Asquimiem(http://asquimiem-asociacion.blogspot.com.es).

En página anterior, Judith Marqués, afectada de SQM, participanteen un acto en favor del reconocimiento de la Sensibilidad Química

Múltiple en Biocultura Barcelona en 2011. Fuente: Fodesam(fondosaludambiental.org)

17

AV230_06_25_ENTREVISTAS:AV4_10_25_ENTREVISTAS 28/11/12 19:13 Página 16

Page 3: Pilar Muñoz Calero

les. Se encuentran muchas veces en aglomerados queestán en las maderas de muchas casas, de muchosarmarios o puertas, en alfombras. También está elpercolitireno, que se utiliza abundantemente en tinto-rerías y tiene una gran toxicidad. Luego están los cos-méticos, gran parte de los cuales contiene numerosassustancias tóxicas como parabenes o dióxido de tita-nio; algunos pintalabios, para incrementar su fijación ysu duración utilizan ciertos metales pesados, como elplomo. También está la ropa, que a veces es conser-vada con formaldehído; luego están los productos dehigiene personal, jabones, suavizantes de la ropa, quetienen productos que pertenecen a la docena suciacomo el cloroformo, el metanol, el alcanfor... En losalimentos también encontramos insecticidas, herbici-das, fertilizantes, conservantes, potenciadores delsabor y del color. En el agua acaban muchos de lospesticidas y encontramos arsénico, mercurio y otrosmetales. Y así se podrían citar infinidad de ellos.

¿Cómo no caer en el alarmismo paralizante anteesta información, ante esta lista interminable en laque figura casi todo lo que usamos en nuestra vidacotidiana como posible causa de estas nuevasenfermedades ambientales? Creo que lo primero que hay que hacer es, por supues-to, informarse, tener conocimiento, darle más impor-tancia a saber exactamente qué nos metemos en elcuerpo, qué nos ponemos en contacto con el cuerpo.Hay personas que se ponen cremas que tienen 40 o 50ingredientes determinados. Y lo que nos ponemos enla piel nos lo deberíamos poder comer, pues la piel esuna gran vía de absorción, altamente eficaz. Si uno sepone por todo el cuerpo una crema que tiene un mon-tón de tóxicos, ¡imagínese!

Primero hay que saber qué está ocurriendo, paraluego poner remedio. Hay alternativas y la gente pue-de elegir los llamados productos ecológicos, o lacomida ecológica, aunque a algunos les resultará másdifícil. Se puede intentar estar más cerca del campo,donde hay mucha menos contaminación, aunque haymucho pesticida en las zonas agrícolas.

¿Están la administración, la industria, la sociedaden general, preparadas para tomar conciencia deestas amenazas tóxicas, químicas oelectromagnéticas, que son causa deenfermedades ambientales, y poner soluciones? Es difícil; todavía queda mucho por hacer y por eso se

está luchando. Pero es muy raro que haya hoy díaalguien que no haya oído hablar algo de la sensibilidadquímica múltiple y hay un consenso en el Ministerio deSanidad que permite saber, a todo el que quiere infor-marse, que la sensibilidad química existe. También haytrabajos realizados como el Convenio de Estocolmo,que habla sobre contaminantes orgánicos persisten-tes, y se han redactado normativas como el reglamen-to Reich. También hay una serie de declaraciones cien-tíficas, como el Llamamiento de París, declaracióninternacional sobre los peligros sanitarios de la conta-minación química. O por ejemplo la declaración dePraga sobre los disruptores endocrinos, que ha llama-do la atención, desde hace mucho tiempo, sobre lagravedad del problema sanitario que está creando lacontaminación química.

El problema es que esto tarda mucho en implan-tarse; por ejemplo el Bisfenol-A es una sustancia quese usa mucho para ablandar los plásticos, como lastetinas de los biberones de los niños; es una moléculaestrogénica, es decir, imita al estrógeno y está muyvinculada, como señala el profesor Nicolás Olea, cate-drático del Hospital Clínico de Granada, con la inciden-cia del cáncer de mama. En Canadá hace tiempo que elministro dijo en los medios de comunicación que estasustancia es cancerígena, que es un disruptor endocri-no; pero ¿qué ocurre?: que dan un período de tiempoa las fábricas para cambiar ese producto pues de locontrario las pérdidas económicas serían muy gran-des, con lo cual, siguen pululando sustancias que sesabe que son dañinas, que son tóxicas. Realmente, noes nada fácil cualquier cambio de este tipo.

Ahora ya hay cierta predisposición. Cuando haytantas pruebas y muchos se han quedado en el cami-no, es cuando empiezan a hacerse cambios. Yo nocreo que el problema sea el alarmismo; creo que sedebería exigir el principio de precaución, pues no tene-mos por qué ser conejillos de indias. Al mercado lle-gan más de cien mil sustancias tóxicas cuya inocuidadno se ha demostrado, y esas sustancias se inhalan, sebeben, se ingieren, se ponen en contacto con la piel…Cuando los efectos ya son dañinos y cuando hay cadavez más personas afectadas, entonces se exigen másestudios; es cuando se decide «vamos a quitarlo»,pero luego hay todo un período de tiempo para retirartodos esos productos.

¿Y esto sucede porque los intereses económicos seanteponen a la salud, o porque realmente hay una

entrevistas

ignorancia de los efectos de lassustancias químicas, comocuando se desconocían losefectos de los virus o losmicroorganismos?Yo creo que los intereses están porencima de la salud. Cuando se haceun ensayo clínico de un medica-mento, se necesitan 7 años. ¿Quédiferencia hay entre un fármaco queva a entrar en nuestro organismo aalgo que vamos a ingerir también,por ejemplo, aditivos, conservan-tes? El problema, además, es quese autoriza una serie de dosis deconservantes o de aditivos; porejemplo está autorizado 0,05microgramos de tanatos. Peronadie ha sumado esos 0,05 micro-gramos que lleva una colonia conlos que lleva una crema, con lo quelleva el pesticida..., es decir, con la multitud de sustan-cias químicas a las que estamos sometidos; nadie seha sentado a calcular la suma de todas esas pequeñasdosis toleradas, los antagonismos, las interacciones,las sinergias, cómo se potencian unas a otras, y quéreacción tienen esa multitud de sustancias una vez queentran en nuestro cuerpo. No hay intereses suficientescomo para que se empiece a estudiar, e incluso, cuan-do se sabe, se permite, pues la salud no es lo primero.

Por supuesto, también hay ignorancia, desinfor-mación, en el mundo de la medicina, en los profesio-nales médicos. Yo, como médica, desconocía todoesto. Debido a lo que me ocurrió tuve que informarme,pero yo vivía absolutamente inconsciente. Es muy tris-te escuchar, por ejemplo, a Christopher P. Wild, miem-bro de la OMS y de la Academia Internacional de laInvestigación del Cáncer, decir que «el 90% de los cán-ceres son provocados por contaminantes ambienta-les» y que eso salga un solo día en la prensa. Para eldoctor Nicolás Olea, el cáncer se puede considerar unaepidemia y sin embargo no se difunde la información.

¿Y por qué cree que ocurre eso? ¿Por qué lahumanidad no reacciona ante la extrañeza de quecada vez mueran más personas de cáncer o hayamás alergias en los niños? ¿Qué hay dentro denosotros que nos incapacita para despertar anteesa evidencia?

Creo que hace mucho tiempo que hemos delegadotodo nuestro poder, nuestra capacidad de conocer,informar, saber, investigar; todo eso lo hemos dejadoen manos de otros: «el medico sabrá», «el señor queinvierte en el banco sabrá». Y lo que eso ha hecho esacomodarnos, aburguesarnos, nos ha llevado a confiaren que hay un sistema que nos cuida, que nos protege,que nos ayuda, que si realmente anuncian algo es por-que eso es verdad, que si realmente lanzan algo almercado es porque es verdad. Hemos ido perdiendo lacapacidad de cuestionarnos, el espíritu crítico paradecir «esto es así, esto no es así», y por lo tanto tam-poco tenemos esa capacidad de reacción. También noshemos ido adaptando a una forma de vida. Ciertosmédicos incluso llegan a decir que con 45 años unapersona ya tiene que estar cansada, que es lógico quelo esté y que le duela el cuerpo. Esto supone bajar lacalidad de lo que sería la edad de la salud, porque esta-mos considerando que todo eso es normal. Y éste esuno de los conceptos que introduce la medicinamedioambiental: El concepto de adaptación, porquenos vamos adaptando poco a poco, de tal manera quenos pasa lo mismo que se cuenta de la rana a la que sepone en un recipiente con agua tibia y cada día se subeun grado la temperatura del agua; la rana se va adap-tando a ese calorcito, hasta que llega un momento enque se duerme y se muere. Es decir, esa adaptaciónestá impidiendo la capacidad de reacción y de alarma

A la derecha, algo habitual por todas partes del mundo, el armariobajo el fregadero lleno de productos de limpieza, un cóctel de

sustancias químicas que metemos en nuestros hogares.

18

«Nadie se ha sentado a calcular la suma de todas esaspequeñas dosis toleradas, los antagonismos, las

interacciones, las sinergias, cómo se potencian unas aotras, y qué reacción tienen esa multitud de sustancias

una vez que entran en nuestro cuerpo.»

19

AV230_06_25_ENTREVISTAS:AV4_10_25_ENTREVISTAS 28/11/12 19:13 Página 18

Page 4: Pilar Muñoz Calero

intrauterina, y también através de la leche mater-na; en algunos paísesincluso, con lo sana y lomaravillosa que es laleche materna, se aconse-ja no dar demasiada sus-tancia materna, precisa-mente por la cantidad decontaminantes que pue-den estar introducidos enla leche.

Son muchas conse-cuencias de las que noestamos siendo conscien-tes. Lo ideal, como usteddice, es intentar vivir deotra manera.

¿Qué le pasa al serhumano? ¿Se hadesconectado de lanaturaleza? Ése es el gran problema.Mis charlas siempreempiezan con esta reflexión: realmente somos natura-leza y podemos vivir conectados con ella y con nos-otros mismos o desconectados, y la desconexión conla naturaleza nos hace tratar a las plantas como obje-tos, y a los animales como utensilios, que si no nos sir-ven los maltratamos y los desechamos. Utilizamos lanaturaleza como algo de usar y tirar. Nos hemosmecanizado y eso nos ha llevado a separarnos, ya nosolamente de la naturaleza, sino de nosotros mismos,porque nosotros somos también naturaleza. Noshemos desconectado hasta tal punto que realmente eldolor que está viviendo el ser humano es tremendo.Tratamos al cuerpo como si fuera un basurero, dondemetemos lo que sea, le damos lo que sea. Y luego nosextraña cuando nos dicen: «Tiene usted un cáncer, tie-ne usted una enfermedad». Y es que no hemos hechonada más que maltratarlo, somos un poco terroristascon nuestro cuerpo. Una de las cosas que yo experi-

menté como una maravi-lla, a pesar de todo eldolor que pasé, con laenfermedad, fue volver-me a conectar con lossesenta billones de célu-las de mi cuerpo, y poderagradecer a mi cuerpo elestar aquí. Volví a conec-tar con la naturaleza, adarme cuenta de queestamos integrados conella; y eso te ayuda arecuperar la ilusión y lasganas por vivir, y vuelvesa encontrar un sentido ala vida y a lo que te rodea,a estas plantas y a estosanimales y a toda lamaravilla que es el uni-verso.

Carl Sagan dijo unafrase que me pareciómaravillosa: «El serhumano es el guardiándel sentido del universo».Pero hemos perdido esesentido y esa descone-xión ha hecho que nosestemos maltratando anosotros mismos y queestemos llegando a don-

de estamos llegando.

¿Querría añadir algo?Creo que nuestro mensaje es doloroso, pero esperan-zador, porque hay solución, porque podemos y debe-mos vivir de otra manera, recuperando el sentido de lapalabra «necesidad». Pues nos han confundido y noshan hecho pensar que muchas cosas son necesariascuando no lo son. La vida puede ser mucho más sen-cilla, y viviríamos mucho más felices. A través de estasensibilidad que yo he tenido, he desechado muchísi-mas cosas de mi vida, de las que ni siquiera era cons-ciente de que me estaban dañando y estorbando. Lavida es un regalo y merece la pena vivirla consciente-mente y luchar por lo que merece la pena y no vivir conesta falta de sentido.

Entrevista realizada por Beatriz Calvo

entrevistas

del organismo, que es algo sano, que es algo buenoque el organismo debe tener, porque al irnos adaptan-do poco a poco, lo que ocurre es que nos vamosmuriendo poco a poco.

¿Y qué es la medicina ambiental? ¿Es unaespecialidad de la medicina convencional? ¿Seestudia ya en las universidades españolas o todavíafalta tiempo para que eso ocurra?Realmente la medicina ambiental todavía no está reco-nocida como una especialidad, por eso el ParlamentoEuropeo dijo en el 2009 que era muy importante queesta medicina se reconociera como una especialidadtransversal, que implique a todas las especialidades,porque si sabemos que hay pesticidas que puedenprovocar alteraciones en el tiroides, es muy bueno queel endocrino conozca que los tóxicos ambientales pro-vocan alteraciones hormonales y que no basta con darhormonas tiroideas sin ir a la causa. E igualmente elneurólogo, el ginecólogo... todos.

¿Nos puede hablar algo de la sensibilidad químicamúltiple? ¿Por qué la OMS no la reconoce cuandose supone que los casos aumentanexponencialmente? La OMS la reconoce pero muy relativamente.Reconoce los pesticidas, reconoce el daño que estánprovocando muchas sustancias y si se une todo eso,ahí está la causa de la sensibilidad química múltiple. Esdecir, que de alguna manera sí está reconocida, aun-que no de una manera evidente. De hecho, se estáluchando para que se introduzca en la clasificacióninternacional de enfermedades. Ya es una enfermedadque está reconocida en Alemania, Austria, Japón yFrancia. Nuestro organismo no es tan diferente comopara que si se reconoce en un país no se reconozca enel resto.

El que lo reconozca la Organización Mundial de laSalud lleva un tiempo. Con la esclerosis múltiple fue-ron 14 años; con el autismo fue también mucho tiem-po. Se pensó que eran madres que realmente creabanuna gran distancia con los hijos hasta que se vio queera un problema de neuroquímica, a nivel cerebral.Ahora seguimos en la lucha y yo creo que no va a tar-dar demasiado tiempo en ser reconocida, pues es untema ya muy evidente y, sobre todo, la incidencia escada vez mayor. ¿Qué posibilidades tiene en España una persona deser diagnosticada correctamente? ¿Hay untratamiento para estas enfermedades en la sanidad

pública española o todavía queda muchosufrimiento para quienes no son correctamentediagnosticados? Les queda mucho sufrimiento todavía, porque normal-mente si tú tienes una enfermedad, tienes el apoyo y elcariño de tu familia, pero con esta enfermedad el vivirse para y los parientes dudan de que sea una enferme-dad orgánica, física, pues los profesionales de la medi-cina no la reconocen y piensan que es mejor llevarlosa un psiquiatra. La mayoría de las veces los médicosque pueden diagnosticarla son privados. Había unmédico que estaba en un hospital público de Barcelonaal que se prohibió diagnosticar más casos en el hospi-tal, porque si se diagnostican casos de sensibilidadquímica múltiple, llegará un momento en que tendránque entrar dentro de la seguridad social, y tendránderecho a tratamiento, y la crisis parece que es un fre-no, pues son tratamientos costosos. Por eso estamosintentando que se reconozca. Tenemos unas ocho odiez mil firmas de personas afectadas y de su entornopara exigir al Parlamento Europeo que se reconozca elderecho al tratamiento de esas personas afectadas porlos contaminantes ambientales.

Por otro lado la mayoría de los médicos que dicenque la diagnostican y que creen que es una enferme-dad como tal, no creen sin embargo que haya un trata-miento. Yo fui un caso especial porque tuve que ir aEstados Unidos a tratarme. Estaba en una silla de rue-das, no podía comer, no podía caminar, no podía prác-ticamente vivir, estaba al borde de la muerte, y ahorahago mi vida normal por lo que sí puedo decir que exis-te tratamiento.

Es decir, que la mejor solución para todos sería laprevención, buenos hábitos de vida y conseguirentornos saludables; cambiar la dirección, pasarpor ejemplo de una química agresiva a una químicaverde. ¿Tal vez, la única solución?Claro, es de sentido común, lo que nuestras célulasquieren es aire limpio, agua limpia y alimentos sanos.El cuerpo tiene que estar continuamente luchandocontra un montón de sustancias que llamamos xeno-bióticos, puesto que son ajenos a la vida y el cuerpo nosabe qué hacer con ellos, los tiene que eliminar nece-sariamente, pero muchas veces, cuando entran en elorganismo se depositan en el cuerpo porque son lipo-fílicos, tienen una gran tendencia a quedarse engan-chados, secuestrados por la grasa y entonces quedandepositados ahí. De hecho, pueden atravesar la pla-centa y afectar a los niños, por una contaminación

21

Ilustración del cartel de lapelícula “Los pájaros de lamina” de Victor Moreno, sobreguión de Mariam Felipe, quetrata sobre el SQM y que seestrenará este mes de diciembre(www.lospajarosdelamina.com).

20

«Nos hemos mecanizado y eso nos hallevado a separarnos, ya no solamente

de la naturaleza, sino de nosotrosmismos, porque nosotros somos

también naturaleza.»

Jon Kabat-Zinn

AV230_06_25_ENTREVISTAS:AV4_10_25_ENTREVISTAS 28/11/12 19:13 Página 20