petrología
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Geología y Morfología del Terreno
1º Curso
I.T.O.P.
UNIDAD: 3
PETROLOGÍA
Profesor: Victor Barrientos
Curso 2009-2010
Universidad de A Coruña
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Introducción Los macizos rocosos se componen de rocas que, en su conjunto, puede adscribirse a alguna de las siguientes tres categorías principales: a) rocas ígneas; b) rocas sedimentarias; y c) rocas metamórficas. Las rocas ígneas junto con las metamórficas son rocas endógenas, mientras que las rocas sedimentarias son rocas exógenas.
Cada uno de esos tipos de rocas es el resultado de una serie de procesos geológicos que, de forma completa o incompleta, afectan a todas ellas dentro de lo que se conoce como el Ciclo de las Rocas. Esos procesos geológicos son los responsables de las propiedades que presentan las rocas en los afloramientos y pueden ser relacionados, por tanto, con las propiedades geomecánicas y las problemáticas ingenieriles resultantes de las actuaciones sobre el terreno. En estas notas repasaremos algunos conceptos geológicos básicos, con especial énfasis en las clasificaciones litológicas más frecuentemente empleadas. Dichos conceptos deben ser tenidos presentes y entendidos a fin de poder captar en toda su amplitud la importancia del conocimiento del terreno antes, durante y después de una actuación de ingeniería específica.
Figura 1. Esquema simplificado del Ciclo de las Rocas y relación existente entre los distintos tipos de
roca y procesos geológicos Las Rocas Ígneas Las rocas ígneas proceden de un magma original. Se entiende por magma un fluido natural a elevada temperatura, constituido por material de roca que goza de cierta movilidad y que es susceptible de intruir o extruir. Se supone que las rocas ígneas han derivado de la cristalización de un magma y de los procesos relacionados con el enfriamiento del mismo. El magma del que proceden las rocas ígneas puede contener sólidos en suspensión, cristales, fragmentos de rocas y gases.
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Clasificación de rocas ígneas según el tipo de yacimiento En primer lugar, las rocas ígneas se clasifican según el tipo de yacimiento en:
• Rocas ígneas intrusivas – Son rocas que presentan una textura de tamaño de grano medio a gruesa debida a su enfriamiento lento. Cuando se encajan y forman a cierta profundidad suelen constituir cuerpos intrusivos de tamaños considerables, batolitos o plutones, por lo que se denominan también rocas plutónicas. Muy a menudo poseen (p. Ej. granitoides) colores claros, si bien no siempre es así (p. Ej. gabro, muchas rocas ultrabásicas, etc.). Cuando se encajan y forman a menor profundidad se denominan rocas hipoabisales o subvolcánicas. Éstas se caracterizan por los cuerpos intrusivos de menor tamaño y formas diferentes, como sills, lacolitos y diques o filones, por lo que también se denominan rocas filonianas. Las texturas son variadas dependiendo de la composición particular del magma original y de las características de formación.
• Rocas ígneas extrusivas – Son rocas a menudo vítreas o de tamaño de
grano muy fino debido a su enfriamiento rápido. Suelen presentar vacuolas generadas como resultado de la degasificación del magma a partir del cual se han generado. Muy frecuentemente presentan tonalidades oscuras (p. Ej. basaltos) si bien también existen de colores claros (p. Ej. traquitas).
Figura 4. Principales tipos de yacimiento de rocas ígneas (intrusitas y extrusivas)
Evolución magmática
La diversidad de rocas ígneas existentes está asociada fundamentalmente a su evolución, no a la composición inicial del magma.
Entre los procesos evolutivos principales de un magma cabe destacar:
• la asimilación o reacción entre el magma y la roca encajante,
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• la mezcla de magmas de diferentes características y composición, • y la diferenciación magmática.
De estos procesos, la diferenciación magmática parece con mucho el más
frecuente e importante en la evolución magmática. Durante este proceso un magma originalmente homogéneo se separa en fracciones desiguales, formando rocas de composición diferente.
Ciertos minerales están asociados porque cristalizan a temperaturas similares.
Cuando se produce la cristalización en un magma, los cristales formados tienden a mantener un equilibrio con el fundido restante. Esta circunstancia se puede dar cuando la temperatura desciende muy lentamente y no existen procesos de segregación. Si el equilibrio se restablece mediante soluciones sólidas continuas, se produce una serie continua de cristalización, si es mediante transformaciones minerales abruptas, se produce una serie discontinua de cristalización. Bowen fue el primero que estableció estas series de cristalización para minerales característicos.
Rocas Igneas
Peridotita / Basalto
Gabro / Basalto
Diorita / Andesita
Granito / Riolita
Figura 2. Series de cristalización discontinua y continua de Bowen. A menor temperatura de
cristalización, mayor estabilidad frente a la meteorización presenta el mineral en cuestión. De esa manera, se conoce como serie de meteorización de Goldlich la inversa de la de Bowen
Figura 3. Serie de meteorización de Goldlich. Junto a cada mineral se indica, entre paréntesis, el tiempo medio de meteorización de cada uno de ellos para unas condiciones climáticas templadas y
húmedas
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Si no hay reequilibrio entre el fundido y los cristales formados, se produce fraccionamiento, evidenciando, por ejemplo, minerales transitorios (incluidos), texturas de segregación y zonación mineral, lo que produce cambios en la composición del magma residual. A este proceso, que suele ser el más importante de la diferenciación magmática, se llama cristalización fraccionada. Entre las causas que favorecen la cristalización fraccionada cabe destacar la rapidez en el descenso de la temperatura, la diferenciación gravitatoria, es decir, la separación de cristales por gravedad, así como la segregación de magmas residuales, lo que puede ser debido a diferentes causas mecánicas y tectónicas características de la historia geológica del cuerpo intrusivo.
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Diagramas de 2 componentes Fe / (Mg + Fe) Los sistemas de estabilidad de fases
En general, los sistemas de estabilidad de fases se pueden clasificar en miscibles e inmiscibles.
Una solución sólida es pues característica de los sistemas que son miscibles, aunque esa miscibilidad, completa o parcial, depende de los campos de estabilidad de los extremos isomorfos que la definen. La fusión de un mineral cuya estabilidad está
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representada por una solución sólida, origina un fundido magmático de composición igual a la del sólido original, por lo que se dice que tiene una fusión congruente.
Entre los sistemas de estabilidad de fases que se consideran inmiscibles cabe
destacar el sistema eutéctico, el sistema peritéctico y los sistemas de inmiscibilidad de líquidos y de sólidos.
En el sistema de reacción eutéctico, la transformación de fases se realiza de
manera que toda la fase fundida termina cristalizando por enfriamiento, en una isoterma que da lugar a dos fases sólidas. La fusión mineral es congruente, puesto que se forma un fundido de composición igual a la del conjunto sólido original.
En el sistema peritéctico, el enfriamiento de un fundido original pasa por la
cristalización de un sólido inicial que, por reacción con el fundido residual, dará como resultado un sólido de composición diferente. El proceso de fusión se dice que es incongruente, puesto que una fase mineral, dará lugar por calentamiento, a dos fases distintas, una líquida y otra sólida, cuyas composiciones son desiguales a la del sólido original. El sistema peritéctico es una característica habitual de la serie discontinua de Bowen.
Los huecos de miscibilidad definen la inmiscibilidad de fases sólidas
durante el enfriamiento de ciertos minerales. De este modo, se pueden dar fenómenos de exsolución y desmezcla (texturas pertíticas) dentro de unas determinadas condiciones termodinámicas.
La inmiscibilidad de líquidos, para determinados rangos de presión y
temperatura, favorece tanto la difusión como la segregación de magmas, así como, por consiguiente, la cristalización fraccionada.
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Diagramas de 3 componentes
1. Clasificación de las Rocas 1.1. Clasificación de las Rocas Ígneas
A parte de la clasificación general de las rocas ígneas por tipo de yacimiento (rocas intrusitas y extrusivas), las rocas ígneas se clasifican de acuerdo con dos criterios fundamentales:
a) Tamaño de grano y textura b) Contenido de sílice y composición mineral
1.1.1. Clasificación basada en el tamaño de grano y la textura
• Rocas vítreas – Formadas por vidrio (no contienen cristales). P. Ej. obsidiana
• Rocas afaníticas – De tamaño de grano muy pequeño (cristales no distinguibles a simple vista)
• Rocas faneríticas – El tamaño de los cristales puede ser identificado sin problema a simple vista
• Rocas pegmatíticas – De tamaño de grano muy grueso (en general, > 10 mm)
• Rocas vesiculadas – Textura desarrollada en rocas volcánicas o subvolcánicas que evidencia la presencia de gases expandidos antes de la consolidación
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• Rocas amigdaloides – Rocas que presentan una textura con cavidades producto de la expansión de gases y, más tarde, rellenas por diversos minerales
• Rocas porfiríticas (o porfídicas) – Caracterizadas por la presencia de grandes cristales (fenocristales) rodeados de una matriz fanerítica o afanítica de tamaño de grano muy inferior
1.1.3. Clasificación basada en el contenido de sílice y la composición mineral
• Rocas ígneas ácidas – Ricas en sílice (% SiO2 > 65% en peso). Se caracterizan por la abundante presencia de minerales denominados félsicos (cuarzo y feldespatos, mayoritariamente) y cuya tonalidad es clara.
• Rocas ígneas intermedias – El contenido de sílice va del 45 al 65% en peso.
• Rocas ígneas básicas – Pobres en sílice ( < 45 % en peso) • Rocas ígneas ultrabásicas • Rocas leucócratas – Rocas formadas por minerales de tonalidad
mayoritariamente clara o félsicos (p. Ej. feldespatos, cuarzo,…) • Rocas melanócratas – Rocas formadas por minerales de tonalidad
oscura o máficos (minerales ferromagnesianos, sobre todo: piroxenos, biotita, anfíboles, etc.). No todas las rocas melanócratas son ultrabásicas y viceversa. Por ejemplo, la anortosita es una roca leucócrata y ultrabásica.
Figura 6. Diagrama QAP (Streckeisen, 1966) para la clasificación modal de rocas ígneas intrusivas. a) Cuarzodiorita, cuarzogabro y cuarzoanortosita; b) Diorita, gabro, anortosita; c) Monzodiorita,
monzogabro; d) Cuarzosienita de feldespato alcalino; e) Sienita de feldespato alcalino
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Figura 7a. Clasificación de las rocas ígneas intrusivas, de acuerdo con la IUGS. Q = cuarzo; P =
plagioclasas; A = feldespato potásico y albita; F = feldespatoides. Fuente: Le Bas y Streckeisen (1991) IUGS systematics of igneous rocks; J. Geol. Soc. London 148, pp. 825-833
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Figura 7b. Clasificación de las rocas ígneas extrusivas, de acuerdo con la IUGS. Q = cuarzo; P = plagioclasas; A = feldespato potásico y albita; F = feldespatoides. Fuente: Le Bas y Streckeisen (1991)
IUGS systematics of igneous rocks; J. Geol. Soc. London 148, pp. 825-833
traquita
traquita
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Figura 7c. Clasificación de las rocas ígneas intrusivas ultrabásicas, de acuerdo con la IUGS. Ol: olivino; Opx: ortopiroxeno; Cpx: clinopiroxeno; Hb: hornblenda; . Fuente: Le Bas y Streckeisen
(1991) IUGS systematics of igneous rocks; J. Geol. Soc. London 148, pp. 825-833
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Figura 8. Clasificación química (diagrama TAS) de las rocas volcánicas de acuerdo con su composición expresada en términos del porcentaje de sílice (SiO2) y álcalis (Na2O+K2O)
Temperatura de Cristalización (ºC) 500 1000 1500
Plagioclasa Olivino
Piroxeno Anfíbol Biotita Cuarzo Feldespato K
Composición Mineral
Moscovita
Color Claro
(ácidas) Medio
Oscuras (básicas)
Color
Grano grueso
GRANITO DIORITA GABRO Intrusiva
Grano fino RIOLITA ANDESITA BASALTO Extrusiva
Porfídica Granito o Riolita
porfídica Diorita o Andesita
porfídica Gabro o Basalto
porfídico Intrusita o Extrusiva
Porosa Pómez Escoria
Te
xtu
ra
Vítrea Obsidiana Extrusiva
Ori
ge
n
Figura 9. Clasificación, textura y mineralogía de los principales tipos de rocas ígneas (plutónicas y
volcánicas). Nota: Los rangos de temperatura de formación para los minerales son aproximados
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Figura 10. Clasificación de los distintos productos volcánicos. Accesorio: formado a partir de fragmentos del cono volcánico o de anteriores coladas; Accidental: formado a partir de rocas no volcánicas o de rocas volcánicas no relacionadas con el episodio volcánico en cuestión; Juvenil:
formada a partir del magma que alcanza directamente la superficie. Abreviaturas: Cort.: ‘Corteza’; Cab.: ‘Cabellos’; Lág.: ‘Lágrimas’
Figura 11. Clasificación químico mineralógica de las rocas ígneas (plutónicas y volcánicas) así como
variación de alguna de sus propiedades más destacadas
LAVA
almohadilladas pahoehoe aa
GAS
SO2 CO2 H2O
TEPHRA
BOMBAS BLOQUES LAPILLI CENIZAS OTROS
Esferoidales
Retorcidas
Acordonadas
Cort. de Pan
Accesorios
Accidentales
Escorias
Pómez
Cenizas
Juveniles
Accesorias
Accidentales
Cab. de Pelé
Lág. de Pelé
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El Origen de Las Rocas Sedimentarias Las rocas sedimentarias se originan por los procesos de meteorización, erosión, transporte, sedimentación y diagénesis de rocas preexistentes o anteriormente formadas, ya sean estas ígneas, metamórficas o igualmente sedimentarias.
La meteorización o alteración de una roca preexistente conlleva la desintegración y descomposición fisico-química de las rocas que se hallan en contacto con los agentes externos principales, es decir, la atmosfera y la hidrosfera. La meteorización puede ser esencialmente física, o mecánica, y química. Los procesos físicos principales de la meteorización física son la gelifracción, la descompresión, la expansión térmica y la actividad biológica. En la meteorización química interviene como agente principal el agua, por lo que los procesos más notables son la disolución, la oxidación, la hidrólisis, la hidratación y el intercambio iónico. La mayoría de estos procesos contribuyen en sentido amplio a la alteración de las rocas en sus lugares de afloramiento y serán ulteriomente analizados con mayor profundidad cuando tratemos del origen y formación de los suelos.
Península Ibérica
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La erosión es el proceso responsable de desplazar los materiales del suelo por la acción del agua, el hielo y el viento. La erosión puede darse, por ejemplo, mediante un flujo de aire o agua de tipo laminar o turbulento, así como en forma de láminas, acanaladuras o abarrancamientos de agua. La velocidad de erosión depende de las características del suelo, del tamaño de las partículas, del clima, de la pendiente y del tipo de vegetación. En ello es conveniente considerar igualmente la rugosidad y el campo de velocidades en la capa superficial y límite del suelo. Campo de velocidades en la capa límite del suelo Erosión glaciar
Límite de erosión
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Mediante el transporte se realiza la redistribución de los materiales erosionados hasta llegar al lugar de sedimentación. Los procesos principales implicados en el transporte de materiales por la acción del aire y del agua son la tracción o arrastre, la saltación, la suspensión, la flotación y la disolución. La sedimentación es la acumulación de materiales meteorizados, erosionados y transportados desde los lugares de mayor energía hasta aquellos, potencialmente más bajos, en que la energía del medio de transporte (aire, agua o hielo) es menor. Si la sedimentación se origina esencialmente por gravedad, se forman las rocas sedimentarias detríticas, y si es por precipitación, se forman las rocas sedimentarias químicas.
Así pues, la mayor parte de los sedimentos son el resultado de la meteorización y erosión que afecta a rocas preexistentes, a través de los distintos procesos físicos y químicos mencionados. Una vez generados, los sedimentos son transportados por acción de agentes sedimentarios tales como el viento, el agua o el hielo, hasta lugares donde se acumulan, es decir, cuencas de sedimentación.
Diagrama de Hjülstrom
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La diagénesis es el conjunto de cambios fisico-químicos que experimenta un
sedimento tras su deposición, lo que en sentido amplio también se suele denominar litificación, o conjunto de procesos que transforman los sedimentos en rocas. Se dice, sin embargo, que en la diagénesis existen tres procesos claramente diferenciables:
1) Sindiagénesis, o reordenamiento de partículas en el momento de la sedimentación;
2) Anadiagénesis, o proceso de litificación en sentido más estricto, en el que se produce la compactación, la deshidratación y la cementación de la roca poco consolidada;
3) Epidiagénesis, o conjunto de procesos que intervienen cuando se expone a la superficie una roca originalmente más profunda. En este sentido cabe destacar la descarga litostática, la saturación con aguas subterráneas, procesos de oxidación, etc.
En suma, el proceso de litificación de las rocas sedimentarias, no es más que
el resultado de la compactación, cementación y deshidratación parcial de, en muchos casos por ejemplo, fangos húmedos. La compactación se produce como resultado de la acumulación progresiva de los sedimentos sobre otros previamente depositados, con el consiguiente incremento de carga litostática. A medida que el contenido de agua se va viendo reducido en los poros, cada vez más pequeños, la solución remanente en los mismos puede experimentar un incremento en su concentración, pudiendo precipitar algún mineral que actuará como cemento entre las partículas. Durante el proceso de deshidratación, o expulsión del agua de los poros, las partículas sedimentadas laminares, como las de arcilla, pueden quedar reorientadas dando lugar a superficies aproximadamente planas y paralelas a la orientación de las mismas (foliación), lo que en ciertos casos dará origen a las pizarras sedimentarias.
Proceso de compactación y litificación en una roca arcillosa, desembocando en la formación de una pizarra
El proceso de disminución de volumen y expulsion de agua de los sedimentos,
deshidratación, puede llegar a producir la consolidación o compactación del sedimento. Si el fluido no puede ser expelido de los sedimentos, estos pueden permanecer no consolidados. La velocidad de consolidación está controlada de forma muy eficiente por la permeabilidad de los sedimentos. De esa manera, tanto la porosidad (es decir, una medida de la proporción de huecos que presente un
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sedimento) como la permeabilidad se ven drásticamente reducidas al producirse la consolidación y cementación de los sedimentos.
Este conjunto de procesos tiene lugar dentro de lo que se denomina la
diagénesis de las rocas sedimentarias. La diagénesis no comprende las primeras modificaciones que sufre el sedimento por factores biológicos (Ej: bioturbación), pero no obstante se extiende hasta donde comienza el metamorfismo (es decir a aproximadamente T = 300 ºC y P = 1000 bares). En la práctica, la cementación que tiene lugar durante la diagénesis incluye procesos de disolución, recristalización y reemplazamiento que afectan esencialmente a las fases carbonatadas, silíceas y sulfatadas.
Como un ejemplo de recristalización puede citarse, la inversión durante la
diagénesis del aragonito en calcita (CaCO3), lo que favorece ulteriormente los procesos de cementación debido a que el aragonito es un 8% más denso que la calcita. El reemplazamiento implica además un cambio químico. Así, por ejemplo, tanto la dolomitización como la silicificación, suelen ser procesos secundarios de reemplazamiento relativamente frecuentes durante la diagénesis. Conviene resaltar que los fósiles son susceptibles de cambiar la composición sin cambiar por tanto de forma.
Clasificación de las Rocas Sedimentarias
Los sedimentos se subdividen en dos categorías principales: detríticos y no detríticos. Los sedimentos no detríticos pueden ser a su vez: químicos y orgánicos. Las características de estas tres categorías principales de sedimentos son las siguientes:
• Sedimentos clásticos o detríticos. Comprenden partículas de varios tamaños que son transportadas en suspensión por el viento, el agua o el hielo. La arena o el limo son ejemplos de sedimentos clásticos.
• Sedimentos químicos o precipitados. Son aquellos generados como
resultado de la precipitación directa a partir de una solución acuosa. Las rocas evaporíticas, como las formaciones de yeso, son ejemplo de precipitados químicos.
• Los sedimentos orgánicos o biogénicos son el resultado de la
acumulación o precipitación inducida por agentes biológicos. Muchos organismos (p. Ej. foraminíferos marinos, algas, briozoos, etc.) provocan la precipitación de calcita de forma que generan fangos carbonatados. También pueden existir fangos de composición silícica de origen biogénico (p. Ej. las tierras de diatomea o Trípoli por la acumulación de los exoesqueletos de dichas algas o los fangos de radiolarios, que son un tipo de microorganismo acuático).
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Grupo Clase Sedimento y
tamaño textural Compactada
Criterios de subdivisión
Bloques
Ruditas (2 – 256 mm) Cantos
Grava
Según la forma de los cantos:
• Conglomerado (redondeados)
• Brecha (angulosos)
• Génesis • Composición de los
cantos
Arena muy Gruesa (1 – 2 mm)
Arena Gruesa (0.5 – 1 mm) Arena Media
(0.25 – 0.5 mm) Arena Fina
(0.125 – 0.25 mm)
Arenitas 0.0625 – 2
mm)
Arena muy Fina (0.0625 – 0.125
mm)
Arenisca
• % de cuarzo, feldespatos y líticos
• % de matriz detrítica • Génesis
Limo (0.0625 – 0.004
mm) Limolita
RO
CA
S D
ET
RÍT
ICA
S
Lutitas < 0.0625 mm
Arcilla Arcillita
Grupo Clase Criterios de subdivisión
Rocas Carbonatadas de origen orgánico o químico
• Composición • Textura
Evaporitas de origen químico a partir de salmueras • Composición
Rocas Silíceas de origen orgánico o químico (Ej. Chert, Trípoli, etc.)
• Génesis • Composición
Rocas Alumino-Ferruginosas (Residuales) de origen químico (Ej. Lateritas, Bauxitas)
• Génesis • Composición
Rocas Organógenas (Carbonosas) (p. Ej. turba, lignito, hulla, etc.)
• Composición • Textura y estado físico
RO
CA
S N
O D
ET
RÍT
ICA
S
Rocas Fosfatadas • Textura y estructura • Génesis
Clasificación de conjunto de las rocas sedimentarias detríticas y no detríticas, de acuerdo con
Pettijohn (1957), Krumbein y Sloss (1963), Rastall (1965) y Vatan (1967). Las clases marcadas con un asterisco suponen más del 99 % del total de rocas sedimentarias
Tamaño de los clastos Sedimentos Parcialmente litificada Litificada CaCO3 biogénico
Fango Ooze calizo Creta Micrita Arena Calcarenita Grava
Lumaquela Coquina Rudita
SiO2 biogénico Fango Ooze silíceo Chert (silex) Arena Grava
No existen
Clasificación de las rocas y sedimentos con fragmentos biogénicos carbonatados o silíceos (Ooze : fango orgánico)
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Contenido en C Roca Alto Carbón antracítico
Carbón bituminoso (Hulla) Medio
Lignito Bajo Turba
Clasificación de las rocas carbonosas, de acuerdo con su contenido en carbono orgánico
Bauxita Sedimento biogénico Los sedimentos se clasifican de diversa manera, como por ejemplo, de acuerdo
con su origen, granulometría y composición mineralógica de las partículas que lo componen.
La naturaleza de un sedimento queda determinada por el grado de
meteorización que ha sufrido, así como por la distancia y tipo de transporte. Algunos sedimentos pueden ser el resultado de la meteorización sin que se llegue a producir su transporte, lo que origina, dependiendo del clima, los suelos más o menos desarrollados (p. Ej. Lateritas), sin embargo otros pueden ser desplazados distancias de miles de kilómetros a contar desde el punto de su generación.
Los agentes de transporte sedimentario, el viento, el agua y el hielo, generan
sedimentos con características distintivas, tales como el grado de abrasión de las partículas o el de ordenación
La granulometría es un factor importante a la hora de determinar muchas
propiedades físicas de las rocas, entre ellas su resistencia, porosidad, permeabilidad, densidad, etc. De acuerdo con ella, se da nombre también a las rocas sedimentarias clásticas.
La forma de las partículas sedimentarias constituye, asimismo, un importante
atributo de los sedimentos. Existen muchos términos descriptivos que pueden ser aplicados a la forma de las partículas. De esa manera, la forma inicial de cualquier partícula está relacionada con la mineralogía: los filosilicatos tienden a ser laminares, los feldespatos tabulares mientras que el cuarzo tiende a ser equidimensional. Otras formas, tales como elipsoidales, cilíndricas o esféricas suelen ser el resultado directo de procesos de abrasión.
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El agua es el medio de transporte más efectivo y responsable del redondeo de las partículas sedimentarias. La abrasión eólica también puede conducir a ese tipo de forma. El transporte por el hielo puede llevar partículas a lo largo de grandes distancias sin producir modificaciones significativas en su forma.
Las rocas sedimentarias clásticas se clasifican de acuerdo con la granulometría
de las partículas (o clastos) que, una vez cementadas, dan lugar a la roca en cuestión.
Tipos de granulométría de los sedimentos detríticos
Tamaño de Partícula Descripción Litología
Grava Fragmentos de roca redondeados Conglomerado (pudingas)
Grava Fragmentos de roca angulosos Brecha
Arena
Entre los componentes minerales predomina el cuarzo. Los granos son visibles a menudo muy bien empaquetados.
Muchas veces es posible reconocer estructuras sedimentarias, como la estratificación cruzada
Arenisca
Arena Arenisca con un contenido en granos de feldespato superior
al 25 % Arcosa
Limo Entre los componentes minerales predomina el cuarzo. Los granos son difícilmente visibles si bien al tacto presenta una
sensación áspera Limolita
Arcilla
A menudo, capas potentes >1cm. No se distinguen partículas. Pueden llegar a observarse grietas poligonales. Su
composición mineralógica se caracteriza por la presencia de minerales de la arcilla y cuarzo de grano muy fino
Lutita ó Arcillita
Arcilla Fango compactado, laminado y fisible (se separa en láminas
muy finas) Pizarra
Relación de los principales tipos de litología clástica y sus características
mal clasificados
moderad. clasificados
bien clasificados
muy bien
clasificados
muy mal
clasificados
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Clasificación de los sedimentos detríticos clásticos de Sheppard (1954)
Las rocas sedimentarias químicas se clasifican de acuerdo con los minerales
precipitados predominantes que constituyen la roca así como por su textura. Se forman como resultado de la precipitación directa a partir de una solución acuosa.
Las rocas sedimentarias orgánicas o biogénicas son el resultado de procesos de
tipo biológico. Pueden ser acumulaciones clásticas de fragmentos de esqueletos de organismos (el caso de muchas calizas), precipitados catalizados biológicamente (como en muchas rocas ferruginosas y fosfatadas), la acumulación de detritus vegetales (rocas carbonosas o carbón) o a partir de organismos silíceos (p. Ej. chert).
Existen tres tipos de rocas sedimentarias cuya importancia, dado el volumen
con el que se encuentran en la corteza terrestre, merece la pena ser destacada: las lutitas (y pizarras), las areniscas y las calizas. Todas ellas están mayoritariamente compuestas por un muy limitado número de minerales.
Mineral % en lutitas % en areniscas % en calizas Cuarzo 32 70 4
Feldespato 18 8 2 Minerales de la arcilla 34 9 1
Calcita y Dolomita 8 11 93 Óxidos de Hierro 5 1 −
Abundancia de distintos minerales en tres de los tipos litológicos sedimentarios principales
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Textura Composición Nombre de Roca
Clástica Fragmentos de calcita y cemento calcítico. Color blanco, gris o azulado. Reacciona con intensidad en contacto con
HCL diluido Caliza
Clástica Oolitos de calcita (redondeados) y cemento calcítico. Puede estar parcialmente dolomitizada.
Caliza oolítica
Clástica Fragmentos de calcita y cemento calcítico parcialmente transformado en dolomita. Reacciona con HCl diluido
Caliza dolomítica
Clástica
Roca carbonatada casi totalmente transformada en dolomita. A menudo de tonalidades amarillentas o
rosadas. Reacciona de forma poco aparente con HCl diluido
Dolomía
Cristalina Cristales cúbicos de halita formando un entramado Sal
Cristalina Cristales cúbicos de halita y silvita, a veces mezclados con carnalita
Potasa, Silvina
Cristalina Cristales de yeso de morfología variable de color, a menudo, blanco o gris claro
Yeso
Relación de las características más destacables de los principales tipos de rocas químicas
Rocas Aloquímicas Rocas Ortoquímicas
Componente I (Cemento de calcita
esparítica) II (Matriz calcítica
microcristalina)
III (Calcita microcristalina
sin componentes aloquímicos)
Intraclastos
Intraesparita
Intramicrita
Micrita
Ooides
Oosparita
Oomicrita
IV (Rocas arrecifales autóctonas)
Fósiles
Biosparita
Biomicrita
Biolitita
Pellets
Pelsparita
Pelmicrita
Calcita esparítica
Calcita
microcristalina
Clasificación de Folk (1962) para las rocas carbonatadas
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oolitos
Clasificación simplificada de Vatan (1967) para las rocas sedimentarias intermedias entre lutitas, arenas y carbonatos. Notas: C = calizas; C.a. = caliza arenosa; C.m. = caliza margosa; C.a.l. = Caliza
arenosa lutítica; C.l.a. = Caliza lutítico arenosa; A.c. = arena calcárea; A.l. = arena lutítica; A. = arena; A.c.l. = arena calcárea lutítica; A.l.c. Arena lutítico calcárea; L.m. = lutita margosa; L.c.a. = lutita calcáreo arenosa; L.a. lutita arenosa; L. = lutita; El término lutita pude ser reemplazado por el de arcilla o limo en la medida que se conozca la granulometría del material. En el caso de materiales
cementados, en lugar del término arena se empleará el de arenisca. Cuando se trate de dolomías en lugar de calizas, se hará el cambio de nombre correspondiente
Textura Composición Litología Clástica Acumulación clástica de fragmentos de concha Lumaquela (caliza) Clástica Esqueletos microscópicos de cocolitofóridos Creta Alterada Organismos microscópicos siliceous. Sílice recristalizada. Chert Clástica Restos de plantas consolidados Carbón (s.l.)
Algunos ejemplos de rocas sedimentarias orgánicas biogénicas
Los principales tipos de cemento que mantienen unidas las partículas de las rocas sedimentarias son la calcita, diversas formas de sílice y los óxidos de hierro. La presencia de óxidos de Fe en muy pequeña cantidad puede ser suficiente para conferir a muchas rocas sedimentarias una tonalidad pardo-rojiza, anaranjada o verdosa. Por otro lado, muchas rocas sedimentarias de grano fino, como las pizarras y lutitas suelen ser de tonalidades grisáceas a negras. Las pizarras negras son un caso particular de lutita que contienen cantidades muy elevadas de carbono de origen orgánico.
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Clasificación de los sedimentos biogénicos en función de la proporción de partículas esqueléticas carbonatadas o síliceas. 1) Fango carbonatado; 2) Fango carbonato-silícico; 3) Fango silícico-
carbonatado; 4) Fango silícico; 5) Ooze1 carbonatado arenoso/arcilloso/limoso; 6) Ooze carbonatado-silícico arenoso/limo-arcilloso/arcilloso; 7) Ooze silícico-carbonatado arcilloso; 8) Ooze silícico
arcilloso; 9) Ooze carbonatado con arena/limo/arcilla; 10) Ooze carbonatado-silícico con arena/limo/arcilla; 11) Ooze silícico-carbonatado con arena/limo/arcilla; 12) Ooze silícico con
arena/limo/arcilla; 13) Ooze carbonatado; 14) Ooze carbonatado-silícico; 15) Ooze silícico-carbonatado; 16) Ooze silícico
La resistencia mecánica de un medio granular depende de la fricción entre las
partículas que lo constituyen. En general, las partículas angulosas y con baja esfericidad tienden a movilizar una mayor fricción que las redondeadas. Por otro lado, las partículas redondeadas o esféricas tienden a presentar un mayor grado de empaquetamiento, dando lugar a sedimentos más densos.
La resistencia de la roca cementada es una propiedad ingenieril de gran
importancia. Por ejemplo, las cuarzoarenitas bien cementadas pueden ser extremadamente resistentes si bien su comportamiento puede ser friable (poco resistente) cuando la cementación sea mala o inexistente. Las limonitas, lutitas y pizarras son, en general, rocas poco resistentes debido a la presencia de partículas laminares arcillosas, las cuales la proveen de una baja resistencia al corte.
Los conglomerados y areniscas poseen un relativamente elevado índice de poros. Son rocas importantes desde el punto de vista económico dado que suelen constituir buenos acuíferos para el abastecimiento de agua o rocas-almacén de petróleo o gas natural. Sin embargo, las rocas evaporíticas, menos densas, suelen constituir estructuras halocinéticas como los diapiros, los cuales suelen actuar como trampas petrolíferas que impiden la migración de los hidrocarburos desde las rocas almacén.
La habilidad de las rocas para almacenar fluidos (porosidad) así como para transmitirlos a través suyo (permeabilidad) son otras dos propiedades de un considerable interés, tanto económico como ingenieril. Los sedimentos, en el momento de su deposición, son extremadamente porosos, ocupando los poros (espacios huecos) un volumen muy importante en relación al volumen del propio sedimento.
1 Sedimento compuesto por fango orgánico o biogénico no consolidado formado por más de un 30 % de partículas biogénicas, ya sean estas silíceas o carbonatadas
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Los distintos componentes granulométricos y texturales propios de las rocas sedimentarias detríticas
Si el espacio ocupado por los poros es rellenado por otros sedimentos de menor tamaño de grano, tanto la porosidad como la permeabilidad pueden verse reducidas drásticamente. De esa manera, las arenas limpias (desprovistas de limo y arcilla) constituyen magníficos acuíferos y rocas almacén. Sin embargo, las arenas sucias (con limo y arcilla) presentan la porosidad parcialmente taponada por las partículas más finas.
Los sedimentos clásticos muestran una amplia variedad de estructuras sedimentarias cuya interpretación ayuda a descifrar factores tales como el origen y el ambiente deposicional de los sedimentos o el techo y la base de los mismos (criterio de polaridad sedimentaria).
cemento poro
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Estructura Sedimentaria Ejemplo
Estructura Sedimentaria Ejemplo
Laminación / Estratificación
Granoclasificación
Laminación Cruzada/ Ripples
Flute Marks
(Vórtices)
Imbricación
Tool Marks - Groove Cast (Marcas de Arrastre -
Acanaladuras)
Dirección de flujo
Flute cast Groove marks
Tool marks Figura en croissant
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Estructura Sedimentaria Ejemplo
Estructura Sedimentaria Ejemplo
Estromatolitos
Burrows (Bioturbación)
Mud Cracks (Grietas de Desecación)
Rain Drops (Gotas de Lluvia)
Load Cast (Marcas de Compactación
o de Carga)
Moldes de Cristales
Algunos tipos de estructuras sedimentarias primarias
suspensívoros limnivoros
sedimentación
erosión
arenas litorales arenas
Y limos arenas arcillosas y limos
fangos pelágicos
Facies de Skolithos Facies de
Cruziana Facies de Zoophycos Facies de
Nereites
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La estratificación planar, desde el punto de vista diagnóstico, ofrece poca información si bien las trazas de actividad orgánica (p. Ej. burrows u otras bioturbaciones) pueden constituir criterios de polaridad y de tipo de ambiente sedimentario.
Las laminaciones cruzadas ofrecen una clara indicación sobre la polaridad de los estratos ya que su techo se encuentra truncado por los flujos de sedimento posteriores. La orientación de las laminaciones da información también sobre la dirección y sentido de las corrientes (acuáticas o aéreas) responsables del transporte de los sedimentos.
Las capas con evidencias de ripple-marks (ondulaciones) muestran el efecto de oleaje (fluvial o marino somero) y su cresta apunta hacia los sedimentos más modernos. Son esencialmente marcadores del techo de los estratos.
La imbricación de cantos suelen desarrollarse en ambientes donde prima el transporte de sedimentos en ambientes más o menos energéticos (en función del tamaño y densidad de los bloques transportados). Suele presentarse en sedimentos donde abundan las conchas fósiles o de cantos de hábito tabular. Pueden emplearse como indicadores de dirección y sentido de corrientes.
Muchos sedimentos suelen presentar una ordenación en el tamaño de grano de sus partículas que se denomina granoclasificación. La granoclasificación positiva se corresponde con una disminución progresiva del tamaño de grano hacia el techo de los estratos mientras que en la negativa sucede lo inverso. Si bien la granoclasificación positiva es la más frecuente, al existir también la negativa, constituye un criterio de polaridad ambiguo. Sin embargo, los sedimentos gradados reflejas pulsos de sedimentación individuales cuya periodicidad temporal puede ser muy variable. Entre las estructuras sedimentarias primarias que son marcadoras de la base de los estratos (sole marks) conviene destacar los Flute marks, Groove casts, Tool marks, Rain drops, Load casts y moldes de cristales.
Por ultimo, las estructuras sedimentarias de relleno de canales proveen con indicaciones relativas a la polaridad de los estratos y a la dirección y sentido de la corriente de agua responsable de los rellenos. A este tipo de estructuras se las denomina paleocanales y son característicos de ambientes fluviales.
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Ambiente
Deposicional Características
Ambientales Organismos Sedimento Estructuras
Sedimentarias Litología
Cauce fluvial
Corrientes de agua de alta o baja
energía. Sequía eventual. Oxidante
Plantas y animales de agua dulce
Grava, arena y fango con
clasificación y angulosidad
variable
Laminaciones cruzadas,
granoclasificación, ripple marks, mud
cracks, restos fósiles de animales y plantas
Conglomerados Areniscas
Lutitas
Llanura aluvial
Avenidas de baja energía. Periodos de sequía. Desarrollo
de suelos. Oxidación
Plantas y animales de agua dulce
Arenas y fangos bien clasificados
Laminación, ripple marks,
granoclasificación, fósiles abundantes
Lutitas y Areniscas
(Red Beds)
Delta fluvial
Corrientes de agua. Mareas. Baja
energía
Plantas y animales de agua dulce
Arenas y fangos bien clasificados
Fragmentos fósiles de plantas y animales
Areniscas y Lutitas
Cono de deyección
Avenidas relámpago periódicas, Coladas
de fango. Alta energía
Plantas y animales terrestres
Gravas > arenas. Mala
clasificación y elevada
angulosidad
Fragmentos de plantas y animales fósiles
Brechas sedimentarias
Arcosas
Duna (eólica)
Corrientes de viento de energía variable. Sequedad. Oxidante
Pequeños insectos y reptiles. Plantas
dispersas
Arenas bien clasificadas y redondeadas
Laminaciones cruzadas, ripple
marks, fósiles poco abundantes
Areniscas
Playa (cuenca
endorréica)
Baja energía. Intensa
evaporación. Avenidas
periódicas. Sequedad
Pequeños insectos y
reptiles. Pocas plantas
Evaporizas, fango
Mud craks, ripple marks, trzas de fósiles
Evaporizas Areniscas
Lutitas
Lago
Baja energía. Cuerpos de agua
permanentes someros o profundos
Plantas y animales de agua dulce
Fango, arena, sedimentos
carbonatados
Laminación, ripple marks,
granoclasificación, fósiles abundantes
Lutitas Areniscas
Calizas
No
ma
rin
o
Glaciar Hielo. Roca
desnuda. Frío
Plantas y animales
dispersos y poco
abundantes
Gravas y arenas angulosas y mal
clasificadas Pocas Till
Playa Oleaje de baja y alta
energía. Mareas. Corrientes. Viento
Animales marinos y no
marinos
Grava, arena, fango,
sedimentos carbonatados
bien clasificados y redondeados
Ripple marks, laminaciones cruzadas y abundantes fósiles y
fragmentos fósiles
Conglomerados Areniscas
Lutitas Calizas
Lumaquela
Tra
nsi
ció
n
Lagoon Baja energía.
Mareas. No muy oxidante
Plantas y animales
marinos y no marinos
Fangos Laminación, ripple
marks, fósiles abundantes
Lutitas (de color verdoso a negro.
No rojas)
Marino somero
Oleaje (de baja a alta energía).
Mareas. Corrientes oceánicas fuertes.
Viento
Plantas y animales marinos
Arenas, fango, sedimentos
carbonatados bien clasificados y redondeados
Laminación, laminación cruzada, ripple marks, fósiles marinos abundantes
Areniscas Lutitas Calizas
Arrecife
Oleaje (de baja a alta energía).
Mareas. Corrientes oceánicas fuertes.
Viento
Plantas y animales marinos
Gravas, arenas, fango,
sedimentos carbonatados
con clasificación variable
Fósiles marinos abundantes
Brechas carbonatadas
Areniscas Lutitas M
ari
no
Marino profundo
Baja energía. Corrientes de
variable intensidad
Plantas y animales marinos
Fango, carbonatos y oozes silíceos
Fósiles marinos abundantes
Lutitas Calizas Chert
Relación de los principales tipos de ambiente sedimentario con sus propiedades, sedimentos y
litologías asociadas
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Metamorfismo
La mayor parte de las rocas metamórficas son el resultado de la recristalización de otras rocas de naturaleza ígnea, sedimentaria o metamórfica bajo la acción de cambio en la presión, temperatura o en los fluidos intersticiales. El límite inferior del metamorfismo está poco definido y coincidiría con el máximo alcanzado durante la diagénesis (de 200 a 300 ºC) mientras que el límite superior coincide con la fusión de las rocas o anatexia. Al producirse la fusión (total o parcial) se genera un fluido geológico denominado magma, cuya cristalización conduce a la formación de los distintos tipos de roca ígnea vistos con anterioridad.
Los distintos tipos de roca metamórfica son determinados por la roca precursora (o protolito) y, de forma determinante, por las condiciones de presión y temperatura a las que se desarrolla el proceso.
En general, los efectos principales que el metamorfismo ocasiona en las rocas
son las siguientes: • Crecimiento de nuevos minerales • Deformación y rotación de granos minerales preexistentes o neoformados • Recristalización de minerales para formar cristales mayores • Producción de rocas foliadas frágiles y muy resistentes o anisótropas con
una baja resistencia al corte.
El desarrollo preferente de los cristales durante el metamorfismo da lugar a las texturas foliadas. Estas
no reflejan más que el crecimiento cristalino dentro de un campo de esfuerzos anisótropo
Deformación y desarrollo de cristales como respuesta a los diferentes tipos de esfuerzos (tensión, compresión y cizalla.
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Texturas metamórficas
Las rocas metamórficas presentan texturas características que sirven en muchos casos para su descripción y clasificación. Así, el tipo de roca metamórfica queda determinado por su protolito y las condiciones de P y T, distinguiéndose:
Rocas no foliadas. No presentan una orientación preferente en sus componentes minerales, que suelen ser equidimensionales, lo que se define como textura granoblástica. El mármol, que está compuesto esencialmente de calcita recristalizada, es un ejemplo de roca metamórfica no foliada.
Rocas foliadas. Los componentes minerales presentan una acusada
orientación manifestada a través de lineaciones, bandeados y laminaciones.
En las rocas foliadas, cuando la estructura es esencialmente planar, más o menos penetrativa, y se encuentra asociada a pequeños y abundantes cristales de mica, se denomina que la roca presenta foliación. Si las estructuras son lineales, ya sea por la presencia de minerales deformados o recristalizados en direcciones preferenciales, o bien por la intersección de estructuras planares, se dice que en la roca se observa lineación. Cuando la estructura planar es muy penetrativa y está acompañada de minerales de mayor tamaño y abundante recristalización (blastesis), se dice que la roca tiene esquistosidad . La textura gneísica es una textura más bien ojosa caracterizada por un bandeado claro-oscuro irregular de grano grueso en el cual la foliación está pobremente definida debido a la preponderancia de feldespato y cuarzo sobre los minerales micáceos. Este tipo de rocas, gneis, procede normalmente del metamorfismo de rocas graníticas o de areniscas.
Desarrollo de foliaciones y lineaciones a partir de minerales de hábito tabular o prismático durante los procesos metamórficos. En ausencia de anisotropías en el campo de esfuerzos, los
minerales tienden a crecer sin orientación preferida (es decir, sin desarrollar foliaciones) mientras que cuando el campo de esfuerzos es anisótropo (casos B y C) los minerales se desarrollan de acuerdo con la orientación de las componentes principales del esfuerzo
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El desarrollo de foliación permite igualmente determinar la orientación de los esfuerzos que originaron la deformación.
Desarrollo progresivo de una foliación de crenulación asimétrica y simétrica
Las rocas metamórficas están constituidas por minerales que favorecen o no el desarrollo de texturas foliadas. De este modo, las rocas tendrán un comportamiento frente a la deformación que será más o menos anisótropo (foliadas) o más bien isótropo (no foliadas o masivas). En este sentido, algunas rocas de distinta composición y desigual comportamiento frente a la deformación podrán presentar fenómenos de refracción respecto de la orientación de ciertas texturas foliadas.
• σ1 > σ2 = σ3 → foliación sin lineación • σ1 = σ2 > σ3 → lineación sin foliación • σ1 > σ2 > σ3 → foliación y lineación
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Esquistosidad (refracción)
Foliación de crenulación simétrica en esquisto rico en cuarzo y anfíboles. La concentración de cuarzo es mayor en las charnelas. Borradaile et al. (1982) Atlas of Deformational and Metamorphic Rock Fabrics. Springer-Verlag.
Foliación de crenulación asimétrica en esquisto rico en cuarzo y mica. Nótese la variación composicional de la estratificacion horizontal original, así como la disolución preferencial del cuarzo en uno de los flancos de los pliegues. Borradaile et al. (1982) Atlas of Deformational and Metamorphic Rock Fabrics. Springer-Verlag.
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Conviene resaltar igualmente otras texturas características de las rocas metamórficas. Desde el punto de vista de las rocas foliadas, la textura lepidoblástica sirve para caracterizar las rocas metamórficas foliadas ricas en minerales lamelares como las micas. No obstante, si una roca típicamente masiva con minerales equidimensionales (granoblástica) sufre una intensa deformación en el campo frágil, se origina la textura cataclástica, la cual se caracteriza por la trituración de minerales anteriores con la consiguiente disminución del tamaño de grano. Si la deformación se realiza en el campo dúctil, la textura se describe como milonítica, en la cual existe foliación además de una lineación de estiramiento por deformación plástica intracristalina. Si en este último caso la recristalización es abundante la textura se dice blastomilonítica. Cuando la mayoría de los minerales no son lamelares pero presentan una orientación similar, se dice que la roca posee una textura nematoblástica. La textura porfiroblástica define mas bien un conjunto de cristales similarmente orientados, cuyas dimensiones son mucho mayores que las del resto de los otros minerales. La presencia de minerales aciculares o fibrosos orientados en todas direcciones e íntimamente compenetrados caracteriza la textura diablástica.
En el caso de que existan grandes cristales o porfiroblastos (en una matriz de cristales de menor tamaño) con inclusiones de otros minerales de diferente naturaleza, se origina la textura peciloblástica. Ciertas características de este tipo de textura permite determinar en muchos casos la edad relativa de formación de dichos minerales.
Pre-tectónico Sin-tectónico Post-tectónico
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Durante el metamorfismo de una roca se desarrollan asociaciones minerales cuya naturaleza depende de varios factores, entre ellos, la composición química y las condiciones termodinámicas de presión y temperatura. Se denomina paragénesis mineral de una roca metamórfica al conjunto de minerales de esa roca que son estables dentro de un margen concreto de condiciones termodinámicas. Al contrario que en las rocas ígneas, en la que la mayoría de sus minerales constituyen una asociación en equilibrio, es decir, una paragénesis mineral, en las rocas metamórficas podemos encontrar varias paragénesis minerales en la misma muestra debido esencialmente a dos factores: a) cambios espaciales en la composición química de la roca; b) cambios en las condiciones termodinámicas a lo largo del tiempo.
Por ello, para poder considerar a una asociación mineral como una paragénesis, es necesario que todos los minerales aparezcan en contacto mutuo y con límites de grano rectos, lo que significa que dichos minerales están en equilibrio. Si por el contrario los límites entre minerales son indentados, ello indicaría un contacto de reacción entre ellos. Clasificación de las Rocas Metamórficas
Las condiciones metamórficas son determinantes a la hora de la generación de las distintas rocas metamórficas si bien la litología implicada en el proceso es otro factor digno de ser considerado. De esa manera, dos rocas de idéntica composición mineralógica y química, al ser sometidas a condiciones metamórficas distintas pueden desembocar en rocas metamórficas muy distintas. Por el contrario, dos rocas inicialmente muy distintas pueden resultar en rocas metamórficas muy parecidas, bajo condiciones metamórficas distintas. Estas dos ideas son la base de estudio de las denominadas facies metamórficas.
El metamorfismo suele dividirse en varios tipos, de acuerdo con el proceso
dominante que tiene lugar. De esta manera se habla de:
Metamorfismo dinamo-térmico. Cuando los procesos deformativos son importantes y van acoplados a variaciones sustanciales de presión y de temperatura. El significado es similar al que más tarde denominaremos metamorfismo regional. Este tipo de metamorfismo no suele ir acompañado de una variación en la composición química original de la roca.
Metamorfismo térmico. Cuando el proceso metamórfico dominante es
la variación de temperatura y las manifestaciones deformativas son poco importantes. Tiene un significado análogo al que más tarde denominaremos metamorfismo de contacto. Este tipo de metamorfismo suele ir acompañado de un cambio global en la composición química de la roca.
Metamorfismo dinámico. Es un metamorfismo esencialmente debido a
presiones dirigidas y/o esfuerzos de cizalla. Se da en relación con fallas y cabalgamientos, en donde tiene lugar una intensa deformación que produce cambios texturales y estructurales importantes (milonitas, cataclasitas).
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Pirometamorfismo. Es un tipo especial de termometamorfismo en el
que los gradientes térmicos pueden llegar a ser extremos, como es el caso de la combustión a baja presión de formaciones carbonosas (y la consecuente formación de clinkers).
Ultrametamorfismo. Un tipo extremadamente excepcional de
metamorfismo en el que se asocian muy elevadas presiones y temperaturas. Suele corresponder a las condiciones que se dan durante un impacto meteorítico y la consiguiente liberación brusca de energía.
De esta forma, el metamorfismo isoquímico es aquél proceso metamórfico en el que la composición de la roca metamorfizada permanece constante a lo largo de los procesos metamórficos, con la excepción de la pérdida de volátiles (H2O y CO2, en especial). Por el contrario en el metamorfismo aloquímico o metasomatismo la composición original no se preserva y distintos componentes del protolito pueden ser eliminados y/o ser incorporados nuevos componentes químicos. Los skarns es un ejemplo de dicho tipo de proceso.
Así a grandes rasgos, las rocas metamórficas se dividen en dos grandes grupos,
de acuerdo con las condiciones P/T de formación:
Rocas metamórficas regionales. Son el resultado de procesos metamórficos acoplados a otros deformativos y térmicos que tienen lugar durante la orogénesis o formación de cordilleras. De esa forma las rocas reflejan importantes variaciones de presión.
Rocas metamórficas de contacto. Resultado del desarrollo de
importantes gradients térmicos en los márgenes de las intrusiones ígneas.
Relación existente entre los cuerpos ígneos intrusivos y el metamorfismo de contacto
Por otra parte, hay términos de uso general, como el prefijo META que
significa metamorfizado. De este modo, si conocemos la roca original, podemos denominar a la roca metamórfica formada anteponiendo el prefijo META a la roca de partida. Así por ejemplo, una metapelita, es una roca metamórfica derivada de rocas arcillosas y cuarzo arcillosas, o pelitas: lutitas, areniscas-lutíticas, etc. Una metabasita correspondería a una roca ígnea básica metamorfizada.
Los prefijos ORTO y PARA indican parentesco ígneo y sedimentario,
respectivamente; así, un ortogneis es una roca cuarzo-feldespática que procede del metamorfismo de rocas ígneas ácidas, y un paragneis es también una roca cuarzo-
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feldespática, pero que en este caso procede de algún tipo de areniscas sedimentarias. Una para-anfibolita es una roca metamórfica compuesta esencialmente de anfíboles, y que deriva normalmente de rocas margosas.
Relación entre los principales tipos de roca metamórfica y algunos datos relevantes a las mismas
El número de rocas metamórficas relevantes desde el punto de vista ingenieril
es relativamente escaso. Las rocas de metamorfismo de contacto se caracterizan por su marcada recristalización y porque raramente presentan foliación. Las pizarras afectadas por la inmediata intrusión de un cuerpo ígneo se transforman en unas rocas de grano fino masivas y muy resistentes denominadas corneanas (o cornubianitas). Las rocas carbonatadas, en un proceso isoquímico, se transforman en mármoles (si el protolito está constituido por calcita pura) o en corneanas calcosilicatadas (si el protolito contiene silicatos). Sin embargo, bajo un metamorfismo aloquímico, las calizas se transforman en skarns, mediante la incorporción de importantes cantidades de sílice y otros elementos químicos.
A medida que aumenta el grado metamórfico, nuevos minerales pueden formarse. Los minerales presentes en las rocas metamórficas son indicadores de las condiciones P/T a la que esta dejó de transformarse. Así, el grado metamórfico viene a ser una escala de intensidad metamórfica que emplea indicadores minerales como geotermómetros y geobarómetros.
Por ejemplo, la secuencia pizarra filita esquisto gneiss es una secuencia de rocas metamóficas de grado creciente, cuyo protolito suele ser pelítico (lutitas, lutitas arenosas, limolitas) y cuyos minerales indicadores asociados podrían ser la clorita, la biotita y el granate. Así, la transición desde el grado de la clorita (isograda) a la de la biotita determina la primera aparición sobre el terreno del segundo de estos minerales.
Tipo de Metamorfismo Textura Litología
Carácter Grado Protolito
Laminada, mate
Pizarra Regional Bajo Pizarra ó Lutita Grano Fino Satinada,
laminada Filita Regional Pizarra ó Lutita
Laminada Esquisto Regional Medio
Pizarra ó Lutita Fo
lia
da
Grano Grueso Bandeado Gneiss Regional Alto Pizarra, Lutita ó
Granitoide
Masiva Corneana ó
Cornubianita Contacto Alto Pizarra ó Lutita Grano
Fino Masiva Anfibolita Regional o
Contacto Medio a
Alto Basalto ó Margas
No reacciona con HCl
Cuarcita Contacto ó Regional
Bajo a Alto
Arenisca rica en cuarzo
No
Fo
lia
da
Grano Grueso Reacciona con
HCl Mármol Contacto ó
Regional Bajo a Alto
Caliza ó Dolomía
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Mapa geológico hipotético en el que determinadas rocas sedimentarias pelíticas metamorfizadas manifiestan el grado metamórfico. Winter (2001) An Introduction to Igneous and Metamorphic Petrology. Prentice Hall.
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El concepto de las facies metamórficas es una más sofisticada extensión del concepto de grado metamórfico a fin de incluir en el mismo tanto la presión (información geobarométrica) como la temperatura (información geotermométrica) a fin de obtener información de las rocas metamórficas. Así, los minerales indicadores se agrupan para formar asociaciones minerales que caracterizan una región particular del espacio P/T.
Distribución de las principales facies metamórficas en el espacio presión-temperatura
Facies Definitive Mineral Assemblage in Mafic Rocks Zeolite zeolites: especially laumontite, wairakite, analcime
Prehnite-Pumpellyite prehnite + pumpellyite (+ chlorite + albite)
Greenschist chlorite + albite + epidote (or zoisite) + quartz ± actinolite
Amphibolite hornblende + plagioclase (oligoclase-andesine) ± garnet
Granulite orthopyroxene (+ clinopyrixene + plagioclase ± garnet ± hornblende)
Blueschist glaucophane + lawsonite or epidote (+albite ± chlorite)
Eclogite pyrope garnet + omphacitic pyroxene (± kyanite)
Contact Facies
After Spear (1993)
Table 25-1. Definitive Mineral Assemblages of Metamorphic Facies
Mineral assemblages in mafic rocks of the facies of contact meta-morphism do not differ substantially from that of the corresponding regional facies at higher pressure.
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a)
b) a) Distribución de facies metamórficas para series de bajo, medio y alto gradiente P/T.
b) Los gradientes T/P altos A, medios B y bajos C son característicos de A dorsales oceánicas y arcos de islas activos, B interior de placas y orógenos, y C zonas de subducción.
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Las facies metamórficas y su relación con la téctónica de placas.
Típicos cambios mineralógicos que tienen lugar en metabasitas durante el metamorfismo progresivo en la serie de facies metamórfica de media P/T. Se indica para comparación la localización aproximada de las zonas pelíticas de metamorfismo de Barrow. Winter (2001) An Introduction to Igneous and Metamorphic Petrology. Prentice Hall.
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Representación esquemática del concepto de las facies e isogradas metamórficas, de acuerdo con el grado metamórfico y la litología implicada en el proceso. Protolitos: areniscas (plegadas y falladas) y pizarras.
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Caliza no alterada
Mármol (calcita)
Aureola metamórfica
Skarns
Zonas minerales y modos desarrollados en el contacto entre una diorita cuarcítica y un mármol dolomítico. El contacto inicial puede estar en cualquier lado de la zona de contacto. Frisch and Helgeson (1984) Amer. J. Sci., 284, 121-185. Winter (2001) An Introduction to Igneous and Metamorphic Petrology. Prentice Hall.