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1. INTRODUCCIÓN En las últimas décadas se ha producido un aumento de la preocupación social por la conservación de los recursos natu- rales, en gran parte debido a la mayor percepción de la escasez relativa de ciertos elementos y a la progresiva degradación de la naturaleza y el medio ambiente. Estas circunstancias aviva- ron la inquietud de los economistas hacia este campo de estu- dio y, en pocos años, los conceptos, formalizaciones y herra- mientas analíticas utilizadas experimentaron un gran nivel de evolución. Todo ello ha dado lugar a la generación de una lite- ratura económica de notoria complejidad, con entidad propia y rasgos diferenciados a los de otros campos de la economía. Dentro de este contexto general, el análisis económico apli- cado a la pesca ha evolucionado de forma vertiginosa pues, hasta mediados de este siglo, la economía apenas había consi- derado esta actividad como objeto relevante de estudio. En el siglo XIX la preocupación por la escasez de los recursos natura- les se localizaba en los agotables o no renovables. De hecho, en aquella época existía la creencia bastante generalizada de que, dada la inmensidad de este tipo de recursos renovables, la ac- ción de la actividad pesquera apenas causaba efectos relevantes ECO NOMIA AGRA RIA 41 J UAN C ARLOS S URÍS R EGUEIRO (*) MANUEL M. V ARELA L AFUENTE (*) Pesca y economía: Una visión general (*) Departamento de Economía Aplicada. Universidad de Vigo. Economía Agraria, n.º 179 (Enero-Abril 1997) (pp. 41-88).

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Page 1: Pesca y economía: Una visión general · dos de los años setenta (4) y, en algunos casos como los de Norteamérica y Canadá, tuvieron una marcada influencia en la política pesquera

1. INTRODUCCIÓN

En las últimas décadas se ha producido un aumento de lapreocupación social por la conservación de los recursos natu-rales, en gran parte debido a la mayor percepción de la escasezrelativa de ciertos elementos y a la progresiva degradación dela naturaleza y el medio ambiente. Estas circunstancias aviva-ron la inquietud de los economistas hacia este campo de estu-dio y, en pocos años, los conceptos, formalizaciones y herra-mientas analíticas utilizadas experimentaron un gran nivel deevolución. Todo ello ha dado lugar a la generación de una lite-ratura económica de notoria complejidad, con entidad propiay rasgos diferenciados a los de otros campos de la economía.

Dentro de este contexto general, el análisis económico apli-cado a la pesca ha evolucionado de forma vertiginosa pues,hasta mediados de este siglo, la economía apenas había consi-derado esta actividad como objeto relevante de estudio. En elsiglo XIX la preocupación por la escasez de los recursos natura-les se localizaba en los agotables o no renovables. De hecho, enaquella época existía la creencia bastante generalizada de que,dada la inmensidad de este tipo de recursos renovables, la ac-ción de la actividad pesquera apenas causaba efectos relevantes

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JUAN CARLOS SURÍS REGUEIRO (*)

MANUEL M. VARELA LAFUENTE (*)

Pesca y economía:Una visión general

(*) Departamento de Economía Aplicada. Universidad de Vigo.

– Economía Agraria, n.º 179 (Enero-Abril 1997) (pp. 41-88).

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sobre la abundancia y cuantía de los mismos. Incluso a finalesde ese siglo, y en contraste con las perspectivas pesimistas de losmalthusianos, algunos biólogos como T. H. Huxley seguían rea-lizando afirmaciones como: «La pesca del bacalao, ... y, proba-blemente, todas las grandes pescas maríticas son innagotables»(1). A pesar de ello, en aquellos años algunos economistas yaempezaban a reconocer la necesidad de extender la noción derenta a la explotación de los recursos naturales renovablescomo los pesqueros (2), quizá porque los estudiosos en esetiempo fueron testigos de un intenso desarrollo tecnológicoque hacía imposible incrementar la producción, pero que pro-vocaba una pronta escasez en las reservas de recursos naturalesy una disminución de las productividades marginales.

En las primeras décadas del siglo XX el dominio de los bió-logos en el estudio de los recursos renovables era claro. Quizá,la supuesta abundancia de los recursos pesqueros seguía sien-do el motivo fundamental de la ausencia de estudios económi-cos sobre el tema. Con todo, debemos resaltar que en muchosde los artículos publicados por los biólogos se expresaba ya lanecesidad de introducir variables fuera de su estricto dominio,incluidas las económicas. Por su parte, en el ámbito de la eco-nomía de los recursos no renovables ya existía entonces unapalpable preocupación que se plasmó en diversos trabajos y es-tudios, la mayor parte de ellos de carácter empírico (3).

Después de la Segunda Guerra Mundial se plantearon nue-vos interrogantes sobre la explotación y gestión de los recur-sos naturales y sobre la necesidad de hacer frente a problemascomo la desforestación y la sobrepesca. Así, algunos gobiernosempezaron a tomar decisiones que restringían el acceso y eluso de estos recursos naturales. En gran medida, estas decisio-nes se tomaban con fundamentos más empíricos que científi-cos, pues se carecía de medios estadísticos precisos y de for-malizaciones teóricas lo suficientemente desarrolladas comopara permitir una previsión certera de las situaciones de ago-tamiento de los stocks naturales. Los problemas no residíansolamente en el conocimiento de las características biológicas

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(1) Esta afirmación fue escrita en el año 1883 y publicada en un texto editado en 1943.Referencia y cita tomada de R. M. E. Junqueira Lopes (1985).

(2) El propio A. Marshall en sus «Principles» hace referencia a este tema.(3) Entre los trabajos de mayor impacto académico podemos destacar el de L. C. Gray

(1914) y, por supuesto, el de H. Hotelling (1931).

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y de comportamiento de las poblaciones naturales de peces,además era preciso estimar en qué medida el mayor o menorvolumen de producción pesquera variaría la oferta natural delrecurso en el futuro y, a través de los medios disponibles,cómo se podría gestionar la explotación para poder obtenerun rendimiento sostenido a lo largo del tiempo.

Las respuestas a estos interrogantes han ido surgiendo amedida que evolucionaba el conocimiento, tanto sobre los re-cursos naturales renovables, como sobre las herramientas yconceptos económicos aplicables al estudio de la actividad. Deesta forma, en la década de los años 50 se publican diversosartículos con una modelización estática y que, a nivel acadé-mico, son considerados como el germen de la economía pes-quera moderna. Entre ellos podemos destacar los de H. S.Gordon (1953, 1954), A. D. Scott (1955) y M. B. Schaefer(1957). La originalidad de estos trabajos básicamente consis-tió en la introducción explícita de los aspectos biológicos yeconómicos en un cuerpo teórico homogéneo y la considera-ción de la situación institucional referente a la propiedad delos recursos como uno de los condicionantes básicos en la de-terminación de las soluciones alcanzadas en la actividad.

Los estudios económicos aplicados a pesquerías concretasutilizando aproximaciones estáticas proliferaron hasta media-dos de los años setenta (4) y, en algunos casos como los deNorteamérica y Canadá, tuvieron una marcada influencia enla política pesquera. Sin embargo, los estudiosos del temaeran conscientes que, dadas las características de estos recur-sos, el análisis sobre la explotación de los mismos demandabauna formulación esencialmente dinámica. Por una parte, lareproducción y el crecimiento de las especies no se realiza deforma instantánea por lo que desde el punto de vista biológi-co se pueden tardar años en alcanzar nuevos estados de equi-librio a partir de situaciones de sobrepesca. Por otra, desde elpunto de vista económico, está claro que los flujos moneta-rios tienen un componente temporal que podemos traducirmediante los valores actualizados a través de una tasa de des-cuento.

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(4) Podemos citar algunos trabajos aplicados a diferentes especies como el de L. K. Boe-rema y J. L. Obarrio (1962) sobre los camarones; L. Van Meir (1967) sobre la merluza y el deF. W. Bell (1972) sobre la langosta.

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La introducción del factor tiempo en los modelos pesque-ros tardó en desarrollarse pues era preciso dominar las herra-mientas matemáticas adecuadas y, además, requería un mayorconocimiento sobre la evolución temporal de las variables bio-lógicas y económicas. La dinamización de los modelos sobrerecursos naturales renovables podemos situarla en los princi-pios de los años sesenta y una de las primeras técnicas mate-máticas utilizadas fue el cálculo de variaciones (5). Los resul-tados de estos modelos no fueron muy satisfactorios pues ofre-cían soluciones de compleja interpretación, de ahí que loseconomistas mayoritariamente siguieran utilizando modelosestáticos que generaban resultados comprensibles y útiles parala elaboración de propuestas prácticas de política pesquera.

Con la introducción en el análisis pesquero de la teoría delcontrol óptimo basada en el Principio del Máximo de Pontry-agin, los otros métodos matemáticos para el análisis dinámicofueron relegados a un segundo plano. Ya en los primeros añosde la década de los setenta aparecen estudios centrados espe-cíficamente en pesca en los que se utilizaba esta poderosa he-rramienta matemática (6). Posteriormente, la crisis energéticamundial reforzó la preocupación social y política sobre la delos recursos naturales, dedicándose bastantes medios y esfuer-zos al estudio de nuevas fuentes energéticas renovables, lo queprovocó a su vez un intenso desarrollo en los conceptos, técni-cas matemáticas y estadísticas aplicadas y en la modelizacióneconómica.

El caso de la pesca no fue una excepción en este contexto ge-neral, de tal forma que los modelos dinámicos para el análisis depesquerías se fueron complicando con la introducción de nuevossupuestos y herramientas analíticas que permitieron afrontar elanálisis de situaciones más complejas. Así, en la década de losaños ochenta y primeros años de los noventa, entre los economis-tas pesqueros se respiraba un clima de optimismo casi generaliza-do. Dado el desarrollo de la modelización bioeconómica y susposibilidades analíticas, parecía que cualquier problema pesque-ro podría tener una pronta solución. Sin embargo, en muchos

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(5) Uno de los trabajos más representativos en el que se utiliza esta técnica es el estudiorealizado sobre la pesquería del halibut del Pacífico de J. A. Crutchfield y A. Zellner (1962).

(6) Podemos citar los trabajos pioneros de C. G. Plourde (1970, 1971) y J. P. Quirk y V. L.Smith (1970).

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casos, esto no sucedió así, surgiendo recientemente corrientes«más agnósticas» (7) respecto al paradigma seguido mayoritaria-mente por los economistas pesqueros hasta el momento.

Frecuentemente, los analistas incurrían en un exceso de sim-plificación en la modelización bioeconómica que dejaba fueradel estudio variables relevantes de la realidad pesquera que sepretendía analizar. Si bien la simplificación es imprescindiblepara la modelización y el avance del conocimiento, la aplicaciónsin más de las recomendaciones emanadas de estos modelos auna pesquería concreta pueden ocasionar el fracaso de una inter-vención o generar otros problemas diferentes del inicialmenteexistente. No debemos olvidar que en la explotación de los recur-sos pesqueros intervienen condicionantes bioecológicos, institu-cionales y técnicos que se pretenden recoger de alguna forma enla modelización bioeconómica, pero las pesquerías también pue-den estar influenciadas por otra gran variedad de factores difíci-les de plasmar o sintetizar en estos esquemas formales.

En este artículo pretendemos ofrecer una panorámica ge-neral del estado de la cuestión en la actividad pesquera y elanálisis económico aplicado a este campo de este estudio. Así,en el primer apartado de forma sintética daremos cuenta decuestiones relevantes relacionadas con las características natu-rales de los recursos y su localización, con las condiciones ins-titucionales y técnicas bajo las que se desarrolla la actividad,con las necesidades alimentarias y las diferentes estrategiaspesqueras nacionales seguidas para satisfacerlas, con las es-tructuras empresariales existentes, y con las tendencias comer-ciales observadas en los últimos años. Posteriormente se pre-sentarán los aspectos más significativos del enfoque bioeconó-mico pesquero y los mecanismos de regulación asociados a losmismos, así como las principales líneas de avance y desarrollodel análisis económico aplicado a la pesca.

2. ASPECTOS RELEVANTES A CONSIDERAREN LA ACTIVIDAD PESQUERA

Ya hemos comentado que son múltiples y variados los fac-tores que pueden condicionar la pesca. Aquí nos limitaremos

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(7) Expresión utilizada por D. Feeny, S. Hanna y A. F. McEvoy (1996).

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a presentar algunos de los más relevantes, bien por su influen-cia y consideración en la modelización bioeconómica, bienpor su significativa importancia en la configuración del con-texto pesquero internacional y en la toma de decisiones políti-cas que afectan a la actividad. Por una parte, tradicionalmentelos modelos pesqueros parten de la idea básica de que las pes-querías presentan tres tipos de condicionantes principales: lasleyes naturales que rigen la evolución de poblaciones de pes-ces, los aspectos institucionales que delimitan las reglas dejuego de la actividad y los factores técnicos que definen las po-sibilidades de extracción. Por otra parte, las necesidades ali-mentarias de la población y las posibilidades de acceder a losrecursos pesqueros influyeron notoriamente en las estrategiasadoptadas por los distintos países en el desarrollo y caracteri-zación empresarial de las flotas pesqueras, así como en elmayor o menor grado en que las demandas internas son abas-tecidas por productos propios.

2.1. Características biológicas de los recursos pesquerosy su situación actual

El ciclo de vida de los recursos oceánicos presenta ciertassimilitudes con el terrestre aunque, en este caso, dentro de lacadena trófica debemos referirnos a la secuencia fitoplancton-zooplancton-peces (ver esquema 1). El fitoplancton represen-ta la producción primaria, base del alimento del zooplancton,y existen muy pocas áreas ricas en este aspecto (según los ex-pertos, sólo existen cuatro zonas de afloramiento con una ri-queza productiva equiparable a la de un bosque o prado yestán localizadas al borde oriental de los grandes océanos: cos-tas de California, Perú, Sahara, y Sudoeste de África). Diferen-tes factores naturales (efecto de las corrientes marinas, tempe-raturas, vientos, etc.), provocan que la distribución geográficade la producción secundaria de primer nivel (zooplancton)cambie en relación al mapa de fitoplancton. Dado que el zoo-plancton constituye el principal nutriente de los animalesplanctófagos y éstos a su vez nutren a los comedores de peces,la distribución del zooplancton se convierte en uno de loscondicionantes básicos en la localización de la producción se-cundaria de niveles superiores (peces, crustáceos y moluscos).

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47Los humanos podemos actuar sobre esta cadena natural deuna forma directa (pescando), o de manera indirecta a travésde la contaminación, obras y actividades diversas que implicanun impacto sobre el medio marino.

En función de los niveles de concentración de producciónprimaria y secundaria, las distintas zonas marítimas puedentener mayor o menor productividad pesquera que, a su vez,puede ser explotada por los humanos con diferentes nivelesde intensidad. Con el fin de obtener una visión general sobreestos aspectos, en el cuadro 1 se ofrece un resumen de la si-tuación actual basado en los datos ofrecidos por la FAO y enapreciaciones y estudios de diversos expertos en la materia.

Como ya hemos anticipado, para el estudio económico delas explotaciones pesqueras se precisa conocer las característi-cas naturales de la dinámica de la población de peces. Dadoque los stocks de peces son recursos naturales renovablesautorregulables, su capacidad de regeneración está en fun-ción del tamaño de su población, siendo ésta a su vez funcióndel nivel de la extracción humana, entre otros factores. Los

Esquema 1

Cadena trófica en los recursos pesqueros

FITOPLANCTON

ZOOPLANCTON

ANIMALES PLANTÓFAGOS

ANIMALES CARNÍVOROS(Ictiófagos)

BACTERIAS

FOTOSÍNTESIS

SALES MINERALES

Energía solar O2 / CO2

NUTRICIÓN

RESTOS

Fuente: L. Santos y J. F. Núñez (1994).

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biólogos pesqueros analizan las características naturales deestos recursos para poder medir su cuantía, predecir la evolu-ción de los stocks y estimar la masa de recursos efectivamentedisponibles para la captura humana de forma sostenida a lolargo del tiempo.

La dinámica de un recurso pesquero básicamente vendrádeterminada por factores como el reclutamiento, el creci-miento y la mortalidad (8). Una vez organizada y sistematiza-da toda esta información, los biólogos pueden diseñar mode-los (denominados analíticos, estructurales o de rendimiento por re-cluta) cuyos resultados se centran en la dinámica temporal dela biomasa de peces y en la capacidad de predecir las influen-cias que sobre la misma puedan tener las diferentes estrate-gias de pesca. Sin embargo, dada la cuantía y complejidad delas variables e información manejadas, la utilización de estamodelización biológica como fundamento de los modelos bio-económicos ha sido bastante limitada (9).

Las dificultades señaladas obligaron a los biólogos a in-troducir varias simplificaciones (como la aproximación deBeverton-Holt y la de Schaefer), que sin duda han tenidomejor acogida por parte de los economistas. En estos mode-los simplificados (denominados generalizados de producción),se describe el crecimiento neto de una población de peces através de una simple ecuación diferencial, donde la evolu-ción del tamaño del stock natural en cada momento deltiempo se iguala a la diferencia entre el crecimiento naturalde la población y las capturas. El crecimiento natural depen-de del tamaño de la propia biomasa del recurso y de las con-diciones medioambientales del mar (que normalmente seconsideran estables y constantes en el largo plazo). Las cap-turas también dependerán de la biomasa y de la mayor o

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(8) En los estudios de reclutamiento se trata de estimar el número o la biomasa de alevi-nes que cada año logran sobrevivir tras el proceso reproductivo, incorporándose (reclutándo-se) a la pesquería. En los estudios de crecimiento de los individuos se establecen relacionesentre talla, edad y peso medio de los mismos. En los de mortalidad se distinguen los indivi-duos que se eliminan de la población por causa de la actividad humana (mortalidad pesque-ra) y los que se eliminan por causas dependientes de la pesca como la senilidad, enfermeda-des o depreciación por parte de otros individuos del mismo ecosistema (mortalidad natural).Una introducción muy didáctica a este tipo de variables y modelos se encuentra en J. A. Perei-ro (1982).

(9) A pesar de los avances en el instrumental estadístico y matemático, algunos autores,G. R. Munro y A. D. Scott (1985), opinan que no ha sido posible llegar a soluciones analíticaseconómicamente satisfactorias en el estudio de estas pesquerías con modelos multicohortes.

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menor intensidad con que los humanos aplicamos nuestrotiempo y capacidades técnicas para apropiarnos el recurso(lo que entendemos por esfuerzo de pesca). Así, en el casode que crecimiento natural y capturas se igualen, el creci-miento neto de la población sería nulo, existiendo para cadanivel de biomasa un nivel de capturas que permite mantenerel tamaño de la población de peces a lo largo del tiempo(este nivel de capturas es conocido como producción soste-nible o rendimiento sostenible). Los modelos bioeconómi-cos pesqueros que han utilizado como fundamento este tipode enfoque han ido evolucionando con el paso del tiempo,complicándose más, suprimiendo asunciones restrictivas oincorporando nuevos elementos.

2.2. Condiciones institucionales en la pesca

Los recursos pesqueros han sido y son explotados bajo di-ferentes condiciones institucionales en relación con las for-mas y regímenes de propiedad. Cuando definimos un dere-cho de propiedad es preciso determinar sus coordenadas entiempo y espacio, especificar su contenido (dado un objeto, aqué ámbitos y aspectos afecta el derecho) y el grado de exclu-sividad (quienes y cómo pueden poseer y usar los recursos)(A. Scott, 1988). Desde el punto de vista del sujeto, la propie-dad podrá ser privada o común, pero también puede existir elacceso libre o la no propiedad de los objetos («res nullis»).Autores como G. Stevenson (1991) han perfilado clasificacio-nes atendiendo principalmente a los aspectos de limitación oexclusión, tanto en lo que respecta a la existencia o no de gru-pos de usuarios del recurso excluidos y a la existencia o no delimitaciones en el uso o la extracción del mismo (los aspectosprincipales de la misma se resumen en el cuadro 2).

Como se puede observar en el cuadro, las principales coin-cidencias entre la propiedad privada y la común se basan en elhecho de que, en ambos casos, hay un grupo bien definido deusuarios del recurso que conocen la existencia de reglas, im-plícitas o explícitas, para la utilización del recurso. Por suparte, las principales coincidencias entre propiedad común ylibre acceso se basan en que en ambos regímenes los usuariosdel recurso no lo poseen hasta después de la captura y además

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compiten por la obtención del recurso, lo que implica la exis-tencia de efectos externos negativos a los demás (10).

También se puede establecer una tipología atendiendo altipo de usuarios que en cada momento explota el recurso, cla-sificando éstos en función de los distintos «derechos» que po-sean. E. Schlager y E. Ostrom (1992) distinguen dos tipos dederechos de propiedad sobre un recurso, los de nivel opera-cional (acceso y extracción) y los de elección colectiva (ges-tión, exclusión y alienación). La distinción entre ambos tiposde derechos es crucial, pues básicamente es la diferenciaentre ejercitar un derecho (poder entrar en una propiedad fí-sica definida, «acceso», y obtener productos de un recurso,«extracción»), y participar en la definición de los derechosque podrán ser ejercidos en el futuro: el derecho de gestión(fijar las reglas internas de uso del recurso), el de exclusión(determinar quién tendrá derecho de acceso y como puedeser transferido), y el de alienación (derecho a vender, arren-dar o ceder uno o los dos derechos de elección colectiva ante-riores). Con todo esto y según se muestra en el cuadro 3, sedistinguen cuatro tipos de usuarios de un recurso en funciónde sus derechos: los dueños, los propietarios, los concesiona-rios y los usuarios autorizados. En esta clasificación la pose-sión de un determinado derecho implica la posesión de los

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Cuadro 2

LIMITACIÓN Y FORMAS DE PROPIEDAD DE LOS RECURSOS

Propiedad Propiedad Libre acceso

privada común Usuarios limitados Usuarios no limitados

LimitaciónUna persona Sólo miembros Sólo miembros

Abierto agrupo todos

Limitación Limitación por Limitación por Ilimitada Ilimitadaextracción decisión indiv. reglas

Fuente: G. Stevenson (1991).

(10) En esta clasificación conviene salir al paso de una posible confusión entre bienes pú-blicos y propiedad común, ya que ambos casos suponen el soporte de un grupo. Un bien pú-blico es un tipo de bien o servicio que puede ser disfrutado de diferentes maneras por un co-lectivo sin que implique exclusión, competencia y apropiación. La propiedad común la pode-mos interpretar como una forma de gestión de estos bienes o recursos que sí suponen esasposibilidades.

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anteriores. Así, el derecho de extracción no tiene sentido sinel de acceso, el de gestión sin el de extracción, y así sucesiva-mente. Evidentemente, se puede definir un quinto grupo deusuarios, los «furtivos» o usuarios no autorizados que, aún pu-diendo tener derecho de acceso, no poseen ni derecho de ex-tracción ni derecho alguno de eleción colectiva.

Como se puede deducir, la propiedad puede estar definidadesde un contenido absoluto hasta diversas formas y gradosde «derechos» limitados y específicos. Así, pueden existir de-rechos a capturar determinados peces (licencias), en determi-nada zona, en determinado período, en determinada canti-dad (cuota); y además la aplicación de estos derechos puededejar aspectos no definidos (por ejemplo, otros usos o activi-dades en el el mismo espacio y período). Entonces, podemosdescomponer la propiedad absoluta en diferentes aspectos,términos o variables, que relacionados con la parte subjetivanos permitirá comprender el amplio repertorio de formas ju-rídicas reales y posibles (11).

En el mar y en relación con los recursos pesqueros se pre-sentan históricamente diferentes formas de propiedad queestán evolucionando vertiginosamente en los últimos años,con los consiguientes efectos económicos. Así, tradicional-mente, el acceso a los recursos pesqueros era libre. El princi-

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Cuadro 3

USUARIOS DE LOS RECURSOS Y DERECHOS

Dueño Propietario Concesión Usuario aut.

Acceso Sí Sí Sí SíExtracción Sí Sí Sí SíGestión Sí Sí Sí NoExclusión Sí Sí No NoAlineación Sí No No No

Fuente: E. Schalager y E. Ostrom (1992).

(11) Una de las cuestiones a tener en cuenta en la definición del tipo de propiedad, es-pecialmente significativa desde el punto de vista económico, es la transferibilidad de lamisma. Esta capacidad puede existir o no (en la propiedad común, por ejemplo, un miembrode la comunidad no puede vender «su» derecho a un ajeno), y puede referirse además (divi-sibilidad) a partes o aspectos de la misma.

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pio del «Mare Liberum» se mantuvo inalterable hasta media-dos del siglo XX, momento en que la «Truman Proclamatio-ni» (1945), al establecer zonas de conservación para los Esta-dos Unidos, enciende la mecha de la revisión del status quo. Apesar de que la administración norteamericana corregirá másadelante su postura, otros países empezaron a concretar laidea, y así en la Declaración de Santiago de Chile de 1952Perú, Ecuador y Chile acordaron implantar zonas de exclusivi-dad de 200 millas. La III Conferencia sobre Derecho del Mar,iniciada en 1973 en Nueva York y concluida en 1982 en Jamai-ca, legitima esa práctica y la regula, dejando manifiesto su ca-rácter funcional (no es una soberanía plena) para la explora-ción, explotación, conservación y administración de todos losrecursos naturales, vivos y minerales, del lecho y subsuelo ma-rino y de las aguas suprayacentes (artículo 56 de la Ley delMar). Con la generalización de las Zonas Económicas Exclusi-vas de 200 millas, y con el fin de evitar la sobrepesca, tambiénse aplicaron regulaciones localizadas cada vez más intensas yprecisas (licencias, cuotas, vedas, etc.) que varían según áreas,especies y países (en Europa, la Comunidad actúa con carác-ter supranacional). Como resultado global de todo ello, enpocos años se generó un nuevo orden pesquero mundial sus-tancialmente distinto. En este contexto, se ha establecido enla práctica un estado de competencia en el acceso a los recur-sos y su explotación, tanto a nivel internacional (en el marcode acuerdos públicos o privados) como local (competenciaentre flotas en una misma área). La búsqueda de las mejoressoluciones económicas y de gestión de los recursos, compati-bles con un rendimiento sostenido, se ha convertido en un in-teresante problema económico.

2.3. Los avances técnicos aplicados a la pesca

El crecimiento de la producción pesquera que se ha expe-rimentado en las últimas décadas a nivel mundial está estre-chamente vinculado a los avances técnicos. En relación coneste tema podemos considerar varios aspectos interrelaciona-dos: sistemas y técnicas de pesca, mejoras en las embarcacio-nes, avances técnicos en los inputs, y mejora en la transforma-ción del pescado.

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Las distintas técnicas de pesca empleadas se concretan enlos «artes» de pesca que utilizan como tecnología de base elanzuelo, redes de enmalle, trampas y redes de arrastre (lasprimeras con mayor grado de selectividad, artes especializadasen determinadas especies e incluso tamaños, y las últimas máspoderosas). Cada modalidad ha evolucionado introduciendonovedades técnicas adaptadas a las necesidades concretas decada caso. Así fueron apareciendo aparejos cada vez más com-plejos (palangres de centenares de anzuelos, por ejemplo),con mayor grado de mecanización (izado y despliegue mecá-nico de las redes y mayor potencia para faenar en profundi-dad), y con materiales más resistentes. Con el fin de obteneruna visión global de las artes de pesca podemos establecer laclasificación que se resume en el cuadro 4.

En esta clasificación se distinguen dos grandes grupos:pesca artesanal y pesca comercial. A su vez, dentro de cadagrupo se diferenciarán diferentes sistemas en función del ins-trumental y técnica de pesca empleada. En el grupo de pescaartesanal se recogen aquellas técnicas y procedimientos de

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54 Cuadro 4

CLASIFICACIÓN DE LAS TÉCNICAS DE PESCA

Tipo de pesca Técnicas Ejemplos de artes de pesca en uso

ARTESANAL

Útiles de arrastre Rastrillos; angazos; rastros; dragas; ganapánCon utensilios Útiles hirientes Lanzas, tridentes, fisgas, garfios, tenazas, arpones de

mano, arpones balleneros

Con aparejos Pesca con anzuelo Liñas, cañas, chambeles, volantines, balancines, poteras

COMERCIAL

Con caña y anzuelo Curricán, cebo vivo, líneas verticales de poterasCon redes de enmalle • Enmalle a la deriva: sardinal, xeito, bonitera

• Enmalle fijo: volantas, betas, trasmallosCon sistemas

Con trampas Almadrabas, corrales, nasas para crustáceos, nasapasivosfanequera o japonesa, nasa langostera

Con palangres • Fijos: palangre de fondo• A la deriva: palangre de superficie

Red de cerco Xavegas, cercos de jaretaCon sistemas Red de arrastre • Arrastre de fondo: de vara, de puertas a la parejaactivos • Arrastre pelágico: de puertas, a la pareja, camaronera

• Redes gemelas: con puertas, a la pareja

Fuente: Elaboración propia a partir de L. Santos y J. F. Núñez (1994).

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pesca considerados más elementales y que pueden ser usadosindividualmente o con ayuda de otra persona. Dentro de lapesca comercial se distingue entre artes pasivas, aquellas quese basan en la posibilidad de que la presa se enrede en el apa-rejo o pique en el anzuelo por sí misma, y activas, se capturanlas presas yendo a buscarlas allí donde se encuentren. Hemosde destacar que, salvo en lo referente a la dimensión de losaparejos, los métodos pasivos de pesca apenas han vivido va-riaciones tecnológicas importantes que cambiasen significati-vamente el uso y la eficacia de los mismos. Esto no ocurre conlas artes de pesca activas, sobre todo con las de arrastre, pueshan evolucionado incorporando avances tecnológicos que in-crementaron significativamente su rendimiento y capacidadpesquera.

Evidentemente, el desarrollo de cada técnica o arte depesca está estrechamente ligado al avance técnico en las em-barcaciones e inputs requeridos para la pesca. Dentro delgrupo de pesca comercial, los barcos tienen un papel muy re-levante, pues de ellos dependen en gran parte la efectividadde las artes y, en algunos casos, estas embarcaciones debenadaptarse a las necesidades del procedimiento de pesca.

En cuanto a las características de los barcos, los datos fun-damentales se refieren a propulsión, capacidad, potencia ymaterial del casco. Entre ellos, los cambios más significativospor sus implicaciones en la actividad pesquera se dieron en lapropulsión. Desde la vela y el remo a la propulsión a vapor y,de ahí, hasta la introducción de los motores de combustibleslíquidos que en términos de costes y autonomía constituyeronuna verdadera revolución, además de incrementar notable-mente el poder de pesca.

Otros datos importantes se refieren a las mejoras técnicasincorporadas en las embarcaciones y en los materiales utiliza-dos en las artes de pesca. Entre el instrumental incorporado alas embarcaciones pesqueras destaca el que se refiere a las téc-nicas de detección del recurso pesquero (ecosondas, sonares,radares de superficie y, recientemente, sistemas de detecciónvía satélite), y aquel que ha incrementado la eficacia y seguri-dad de las técnicas de pesca (grúas hidráulicas de izado, siste-mas automáticos de cebado y estiba de palangres, maquinillasde carga de redes, rodillos transportadores, radio boyas, pote-ras automáticas, etc.). Asimismo, un avance importante en la

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efectividad y durabilidad de las artes de pesca se produjo conla introducción de nuevos materiales para la fabricación delos paños de las redes (sustitución de las fibras vegetales porlas sintéticas más ligeras y resistentes) y los cables o cabos (me-joras en las fibras y en el acero que incrementaron la resisten-cia al mismo tiempo que la flexibilidad y elasticidad de lasartes y su capacidad de soportar mejor la corrosión).

Por último, también debemos señalar la gran evoluciónque ha vivido la tecnología pesquera en relación a las técnicasde conservación y procesado. Desde las técnicas de secado,ahumado y salado, se pasó al enlatado y de ahí, a los diversossistemas industriales para la congelación del pescado (túnelesde congelación, los congeladores de placas, congeladores porinmersión en salmuera y los congeladores por rociado con gaslicuado). Esta tecnología de congelación también ha sido in-troducida en los barcos pesqueros, lo que les ha permitido in-crementar notablemente el radio de acción y realizar a bordotareas de procesamiento industrial (congelación, troceado, fi-leteado y empaquetado).

Todas estas mejoras técnicas han permitido incrementar elpoder de pesca y la oferta de productos en diversas presenta-ciones para su consumo o procesado, influyendo notablemen-te en el desarrollo de la actividad pesquera y los hábitos deconsumo alimentario.

2.4. El consumo de pescado

En la actualidad, los productos de la pesca constituyen unode los alimentos básicos de la humanidad y su consumo se haincrementado paulatinamente en las últimas décadas (segúnla FAO, desde una media anual de 9,1 kilogramos de pescadopor persona en 1961, hasta los 13,3 en 1990). Sin embargo, ladistribución geográfica del consumo por países es desigual,existiendo factores de tipo cultural o religioso que han marca-do en muchos casos la evolución histórica de los hábitos ali-mentarios. Además, podemos considerar otros factores paraexplicar las pautas de consumo actuales. Así, en algunos casos,la proximidad geográfica de abundantes recursos naturalesmarinos ha condicionado el elevado consumo medio de pes-cado. En otros, el factor determinante ha sido la ausencia de

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otras posibles fuentes de proteínas animales por escasez o au-sencia de ganado y de tierras aptas para su cría. Sin embargo,uno de los factores más relevantes para explicar los cambios yevolución en los hábitos de consumo referidos al pescado hasido la incorporación paulatina de técnicas de conservación ytratamiento de los productos de la pesca, así como el conoci-miento que actualmente se tiene de las cualidades alimenti-cias de estos productos (12).

Como se puede observar en el cuadro 5, actualmente existeuna significativa diferencia entre los Países Desarrollados y aque-llos en Vías de Desarrollo en relación al consumo medio porpersona. Naturalmente, dentro de estos dos grandes gruposexiste una gran variedad de casos según los países y zonas. Así,por ejemplo, en el área asiática del Pacífico (donde figuranpaíses desarrollados y otros que no lo son), casi el 50 por cientode las proteínas animales consumidas proceden de productos dela pesca, mientras que en zonas de África y de América Central ydel Sur (donde muchos países gozan una abundancia relativa derecursos pesqueros accesibles) el consumo medio de pescado esmuy bajo. Dentro de Europa también se aprecian diferenciasentre los países nórdicos con elevados consumos medios y otrosdel Centro y Sur con un consumo moderado o bajo.

En el cuadro 5 también se muestra la evolución del consu-mo medio per-cápita en las tres últimas décadas. De estosdatos podemos destacar la tendencia creciente en el consumomedio de China (en el período considerado triplicó el consu-mo medio per-cápita de pescado en una población muy signi-ficativa en número), y el relativo estancamiento en el consu-mo personal de países que, como los del Norte de Europa(Noruega y Suecia, por ejemplo), ya tenían consumos medioselevados.

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(12) La FAO estima que, en 1990, aproximadamente el 29 por ciento de las capturas tu-vieron un uso industrial (básicamente para la elaboración de harinas y aceites) y el restante71 por ciento se destinaron al consumo humano (32 por ciento en fresco, 35 por ciento encongelado, 18 por ciento en conserva y 15 por ciento en seco, salado o ahumado). A esto hayque añadir que el pescado puede constituir un alimento relativamente barato para aquellaszonas del planeta que sufren de subalimentación a la vez que ayudan a evitar los inconvenien-tes de las dietas de los países con sobrealimentación (estos productos tienen característicasnutritivas muy interesantes pues sus principales componentes son el agua y las proteínas ani-males; son ricos en vitaminas, sales minerales, hierro, sodio, potasio, iodo, calcio, magnesio,fósforo, etc.; y aportan pocos hidratos de carbono y grasas, ambos elementos consumidos enexceso en las dietas de los países desarrollados).

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2.5. Expansión pesquera. Diversidad de estrategiasy procesos

La combinación de todos los datos expuestos ha dadolugar a un mercado pesquero mundial caracterizado tanto poruna elevada concentración productiva en pocos países (entrelos 10 primeros productores acumulan más del 70 por cientode las capturas mundiales), como por una tendencia hacia elincremento de la importancia relativa de los Países en Vías deDesarrollo (ver cuadro 6). Además, en esta evolución, lospaíses adoptaron diferentes estrategias de expansión pesque-ra, lo que en muchos casos explica la actual situación de susrespectivas flotas. Haciendo un esfuerzo simplificador pode-mos distinguir cinco casos básicos.

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Cuadro 5

DISPONIBILIDAD DE PESCADO EN KILOS POR PERSONA AL AÑO (1961-90) (*)

País o zona 1961 1990 1990/61

TOTAL MUNDIAL 9,1 13,3 146Desarrollados 17,5 26,1 149En vías de desarr. 5,1 9,4 184Japón 49,5 71,2 144Noruega 38,7 39,1 103Finlandia 17,5 29,3 167Suecia 25,8 26,7 103Ex-URSS 14,0 25,3 181UE (12) 17,6 23,4 133USA 14,0 21,6 154China 3,1 9,9 319Austria 7,0 9,4 134

UE (12) 17,6 23,4 133

Portugal 55,8 58,2 104España 26,7 38,0 142Francia 18,8 31,9 170Dinamarca 16,6 21,8 131Reino Unido 19,7 20,8 106Italia 12,7 20,6 162Grecia 19,1 20,6 108Bélgica + Luxemb. 17,7 19,9 112Irlanda 7,1 16,2 228Alemania 11,6 13,3 115Países Bajos 10,7 10,9 102

Fuente: FAO.(*) Kilos de pescado en peso vivo.

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1. El primer grupo de países estaría formado por aquellosque tienen una gran capacidad de pesca en términosabsolutos, conseguida a partir de una notable variedadde modalidades de pesca y combinando explotación derecursos cercanos con el desarrollo de importantes flo-tas a larga distancia. Japón, España y Corea del Sur se-rían los casos más representativos.

2. Este segundo grupo englobaría a los países con gran ca-pacidad pesquera y flotas bien dotadas tecnológicamen-te, pero que explotan básicamente recursos cercanos,por lo que el número de barcos de gran dimensión esreducido. Países como Dinamarca, Islandia, Canadá,Noruega y Estados Unidos (en este caso con excepciónde las pesquerías de atún) estarían en esta condición.

3. El tercer grupo estaría formado por los países del Estede Europa, al que se podría añadir Cuba. En algunoscasos, como los Polonia, la ex República DemocráticaAlemana y Cuba, la estrategia pesquera se basó en la ex-plotación de recursos lejanos para lo cual desarrollaronuna significativa flota congeladora y de buques factoría.En otros, como el de Rusia, también dispusieron de ca-pacidad de pesca en sus aguas cercanas.

4. Este cuarto grupo estaría formado por Países en Vías deDesarrollo que gozan de una gran capacidad pesquerapara aprovechar sus abundantes recursos cercanos, conflotas de diferente tipo, unas más modernizadas (casode Perú y Chile) y otras más artesanales (caso de Thai-landia, Indonesia, India y Filipinas).

5. En este quinto grupo fundamentalmente figurarían elresto de los Países en Vías de Desarrollo que por faltade medios o por una menor presión de la demanda nohan desarrollado una actividad pesquera significativa,aún disponiendo de recursos cercanos importantes (si-tuación de muchos países africanos, que recientementehan mejorado su posición a través de los convenios deexplotación con terceros países).

Con esta información se puede comprender fácilmenteque el impacto de la implantación de Zonas Económicas Ex-clusivas de 200 millas ha cambiado el panorama pesquero in-ternacional. A corto plazo, los países beneficiados fueron

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aquéllos que con caladeros importantes estaban en condicio-nes de aprovecharlos de inmediato con flota adicional y mo-derna, con medios para ejercer una vigilancia efectiva y conconocimientos para intentar regular adecuadamente la explo-tación (es el caso, sobre todo, de Australia, Nueva Zelanda,Canadá, Estados Unidos, Noruega y Sudáfrica). A largo plazo,hay otros países beneficiados por disponer de recursos abun-dantes que podrán explotar directamente en un futuro o, entodo caso, controlar ahora mejor y con ventaja a través de con-venios internacionales con terceros países (Angola, Argentina,Chile, India, Marruecos, Brasil, México, Ghana o Namibia, es-tarían en este grupo). Los grandes perjudicados, al menos acorto plazo, fueron los países con flotas de mayor presenciaen los caladeros internacionales, en primer lugar Japón, URSSy España. A más distancia, en términos absolutos al menos,Portugal, Alemania y los países del Este junto con Cuba fue-ron otros de los afectados.

No obstante, el impacto de los cambios jurisdiccionales anivel empresarial dependerá en gran medida de las caracterís-ticas específicas de la estructura productiva de cada país (engeneral, las flotas española y japonesa parece que han tenidomayor capacidad de reacción y maniobra ante estos aconteci-mientos). Tratando de sistematizar la variedad empresarial,frecuentemente se han diferenciado cuatro tipos de procesosproductivos asociados con unidades empresariales de distintadimensión y carácter: la pesca familiar y marisqueo; la pescacostera, la pesca de altura y la pesca de gran altura (13). En al-gunos casos, además de los conflictos entre países, tambiénhan surgido problemas entre pescadores de los distintos pro-cesos o entre flotas de diferentes artes, cuestiones que en mu-chas ocasiones han estado presentes en la política pesquerainterna de cada país.

Aunque pueden existir diferentes valoraciones según cadacaso, en términos generales, la evolución futura de la activi-dad pesquera en cada país dependerá en buena medida dedecisiones exteriores. Por el lado de la demanda, la tendenciade evolución de la misma estará ligada a las decisiones socialesy políticas sobre los modelos de alimentación a seguir, pues

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(13) Más detalles sobre la caracterización de cada proceso se pueden encontrar en M. M.Varela (1985).

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condicionan la dirección e intensidad de los procesos de in-tervención pública sobre la actividad y, por tanto, también enI+D. Por el lado de la oferta, los mencionados cambios en elorden pesquero internacional supondrán variaciones en lasposibilidades de pesca para cada país y cada flota.

2.6. El comercio exterior pesquero

Si combinamos los datos de producción con los de consu-mo pesquero, podemos obtener una perspectiva de la depen-dencia externa de cada país respecto al comercio exterior. Así,países como Japón, USA y los de la Unión Europea (salvo Ir-landa, Dinamarca, Suecia y el Reino Unido) han perdido ca-pacidad de autoabastecimiento pesquero, viéndose obligadosa recurrir a los mercados internacionales para satisfacer lasnecesidades de su demanda interna. Otros como Noruega, Is-landia, Canadá, Países Sudamericanos y gran parte de los Asiá-ticos se están consolidando como abastecedores de los merca-dos mundiales (14). Estas tendencias han configurado unmercado pesquero altamente concentrado (entre Japón y laUE absorben más del 65 por ciento de las importaciones pes-queras mudiales), y por la tendencia a que los Países en Víasde Desarrollo incrementen su importancia relativa sobre elconjunto total de las exportaciones, mientras que la pierdenen las importaciones.

En el cuadro 7 se puede observar cómo las ganancias rela-tivas más significativas dentro de las exportaciones se produ-cen en la zona de América Latina y en el conjunto englobadoen «demás», grupo en el que sobre todo destacan países asiáti-cos (como Tailandia, China, Indonesia e India). Los descen-sos relativos en el conjunto mundial de las importaciones bási-camente se han localizado en América Latina y África.

Por su parte, el menor peso relativo de los Países Desarro-llados respecto al conjunto de las exportaciones pesquerasmundiales en gran parte se debe a los descensos de Japón, Es-tados Unidos y Canadá. En las importaciones ocurre lo contra-rio, pues la evolución de las mismas está muy influenciada porel aumento en la zona norteamericana y Japón, mientras que

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(14) J. C. Surís y M. S. Otero (1997).

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el grupo de demás países desciende su participación (el pesorelativo de la UE en el conjunto de las importaciones pesque-ras mundiales inicialmente mostró una tendencia descendien-te, evolución que se invirtió en la década de los ochenta).

2.7. Los circuitos comerciales interiores

Otro de los aspectos interesantes dentro de la actividadpesquera se localiza en la parte de la comercialización y es-tructuración de los mercados interiores. El proceso de comer-cialización de productos de la pesca abarca una gran cantidadde agentes y operaciones cuyo objetivo último es hacer llegarlos productos pesqueros a los consumidores finales. Estos pro-ductos pesqueros pueden ser comercializados sin apenas su-frir transformación alguna a lo largo de todo el proceso (casodel pescado y marisco fresco), tratándose entonces de relacio-nes comerciales puras, donde prima el intercambio y dondelos aspectos fundamentales se localizan en el ámbito de la re-lación personal entre proveedores y compradores. Los pro-ductos pesqueros también pueden llegar al consumidor finalde formas muy distintas a las del producto fresco original(pescado congelado, conservas, etc.) por lo que, en estoscasos, además de las relaciones puras de intercambio se aña-den otras actividades propiamente productivas que transfor-man el pescado en un nuevo bien diferenciado de la originalmateria prima con la que se elaboró.

Dada la amplitud de productos pesqueros existentes, losnumerosos lugares de desembarco y la gran variedad de espe-cies y presentaciones posibles para el consumo, también exis-ten unos circuitos muy complejos para la distribución y comer-cialización de los mismos. En general, podemos distinguir treseslabones fundamentales en el proceso comercial: primeraventa o mercado en origen (los agentes fundamentales que in-tervienen son los pescadores y los compradores mayoristas yminoristas que adquieren los productos negociando directa-mente con los productores o a través de la subasta en lonja), elmercado mayorista central (generalmente situado en lugarescercanos a las aglomeraciones urbanas) y, por último, el mer-cado detallista (comercializadores mayoristas y minoristas queofertan los productos pesqueros a los consumidores finales).

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También se distinguen diferentes circuitos en función del tipode producto considerado (pescado fresco, congelado, en con-serva, etc.) y, dentro de éstos, no todos los productos siguen lasmismas trayectorias comerciales que están condicionadas porlos diferentes destinos geográficos, por los posibles usos de losproductos (consumo final, usos industriales, etc.), o por laexistencia de una integración vertical de la actividad comercia-lizadora (muchas veces ligada a empresas o grupos empresaria-les con relaciones directas con la parte extractiva) (15).

Para facilitar la visión de los canales comerciales interioreshemos sintetizado en los esquemas 2 y 3 algunas posibilidades

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Esquema 2

Circuito comercial del pescado fresco

Mariscadores y flotacostera y de altura

Otros orígenes

Industria transformadoray conservera

Mayoristas centrales cono sin puesto en mercas

Demás detallistas, hostelería,restauración y otros

Detallistas y hostelería.Restauración locales

Mayoristas en origenIndustriales

Otros mayoristas

Consumidores finales

Lonja de contrataciónen puerto

Fuente: M. M. Varela et. al. (1997).

(15) Información más detallada sobre la comercialización de los productos pesqueros sepuede encontrar en M. Varela et al. (1997).

Page 26: Pesca y economía: Una visión general · dos de los años setenta (4) y, en algunos casos como los de Norteamérica y Canadá, tuvieron una marcada influencia en la política pesquera

dentro de los dos grandes circuitos para la distribución co-mercial del pescado: la de los productos frescos y la de loscongelados (en España entre ambos circuitos absorberían entorno al 90 por ciento del total de los productos consumidosfinalmente en los hogares). Además, la industria conserveratambién acude a estos circuitos para abastecerse de materiasprimas, aunque la comercialización posterior de este tipo deproductos elaborados sigue cauces diferentes.

3. LOS MODELOS BIOECONÓMICOS

El marco general que hemos planteado en el anteriorapartado nos permite comprender mejor la necesidad deavanzar tanto en análisis de economía pesquera de forma

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Esquema 3

Circuito comercial del pescado congelado

Empresas armadorasflota de gran altura

Elaboradores yconserveros

Frigorista

Mayoristas

Distribuidores

Hostelería,Restauración y otros Detallistas

Cadena de distribuciónpropia en tiendas

detallistas

Elaboración yalmacenamiento en

instalaciones deempresas armadoras

Consumidores finales

Fuente: M. M. Varela et. al. (1997).

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compatible con las condiciones mencionadas como en el pro-pio estudio de esas condiciones. De esta forma el poder expli-cativo y la capacidad operativa de los modelos teóricos se in-crementará. Una de las líneas de avance más fructíferas eneste sentido ha sido la de los modelos bioeconómicos, a cuyanaturaleza y capacidad analítica nos referiremos a continua-ción. Empezaremos exponiendo los elementos básicos deestos modelos así como los resultados teóricos más conocidosque se han alcanzado con los mismos. Posteriormente se haráun breve repaso a los mecanismos de intervención en las pes-querías para acabar exponiendo muy brevemente algunas delas principales extensiones de este tipo de planteamientos.

3.1. El planteamiento bioeconómico y principalessoluciones pesqueras

Para introducirnos en los planteamientos bioeconómicospodemos presentar el modelo básico. En este modelo se asumeque el precio del pescado (p), el coste unitario del esfuerzo depesca (w) y la tasa social de descuento (y) son independientesdel tiempo. La dinámica de la población de peces viene defini-da por una sencilla ecuación diferencial llamada «ecuación deestado» y la biomasa, X(t), es la «variable estado».

[1] dX/dt = X.= F(X) – H(t)

La evolución de la población de peces depende de muchosfactores de los que nosotros solamente podemos controlar deforma directa la cantidad que se extrae del recurso, por loque las capturas (H) o el esfuerzo pesquero (E) serían las «va-riables de control». La variable T representa el «horizontetemporal», que normalmente se considera infinito dado el ca-rácter renovable del recurso. Los pescadores pueden dejar depescar, H(t) = 0, pero no pueden ejercer un esfuerzo de pescailimitado razón por la cual los controles admisibles pertene-cen a un «aparato de control» limitado superiormente, Ht =[0, Hmax], donde Hmax representa la máxima capacidad depesca factible.

Con estas variables, el planteamiento bioeconómico consis-te en limitar las capturas (o el esfuerzo de pesca) con el fin de

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controlar la evolución del tamaño de la población de peces alo largo del tiempo, de tal forma que se logre maximizar elvalor presente de una función objetivo (normalmente unflujo de beneficios). La solución de este problema constituiráuna referencia para determinar hasta dónde se deberá inver-tir o desinvertir en el recurso natural (propiciar un incremen-to o una disminución, respectivamente, en la biomasa delstock de peces), y para estimar las capturas óptimas a lo largodel tiempo. Dado que el tamaño de la biomasa del stock depeces condiciona la productividad del esfuerzo, los costes delas capturas serán una función de la biomasa, C(X), de ahíque podamos definir la función de beneficios de la pesqueríaen el momento t y una función objetivo de la siguiente forma:

[2] π(X, H) = [p – C(X)] H [3] ∫ e-γt π[X(t), H (t)] dt;con t = 0, ...., ∞

Entonces, el problema fundamental consiste en determi-nar el control factible óptimo, H(t) = H*(t) con t ≥ 0, que ma-ximice nuestra función objetivo a la vez que se satisfacen lascondiciones del problema entre las que figura la restricciónbiológica expresada a través de la ecuación [1]. La resoluciónde este problema puede venir expresada de forma simplifica-da por la siguiente expresión:

En esta ecuación el tiempo no es una variable explícita,pues la solución X* corresponde a un estado estacionariodonde H*(t) = F(X*). Como se puede observar, esta expre-sión constituye una versión modificada de la conocida «ReglaDorada de la Acumulación» de la teoría del capital, pues nosindica que la sociedad deberá invertir en el recurso naturalhasta que la tasa intrínseca de interés del mismo se iguale a latasa social de descuento (l6).

F'(X*) – C'(X*) F(X*)p – C(X*)

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(16) Esta tasa intrínseca está dividida en dos componentes, el producto marginal instan-táneo del recurso, F’(X*), y la expresión que podemos denominar «efecto marginal delstock», (∂π/∂X*)/(∂π/∂H) = C’(X*) F(X*)/[p – C(X*)], que es una medida del impacto deltamaño del stock sobre la renta marginal sostenible del recurso.

[4]

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En el modelo pesquero dinámico que acabamos de presen-tar implícitamente asumimos condiciones institucionales ex-tremas donde existe un único propietario del recurso (porejemplo un país), con derechos exclusivos sobre la explota-ción del mismo y con capacidad para controlar quién puedeejercitar la actividad pesquera y cómo lo puede hacer (artespermitidas, épocas, zonas, etc.). Pero como hemos visto en elanterior apartado, esta situación institucional, conocida en laliteratura económica pesquera como de «único dueño», esuna de las posibles, existiendo otras circunstancias bajo lasque se se desarrolla realmente la actividad pesquera. En elotro extremo encontramos aquella situación institucional enla que no existen derechos exclusivos para explotar la pesque-ría, ni existe un control efectivo sobre el esfuerzo, caso cono-cido en la literatura como situación de «libre entrada» dondeel agente decisorio a considerar es el pescador individual.

Si suponemos que en un momento inicial existen N pesca-dores con similares capturas individuales iguales al productomedio de la pesquería, el esfuerzo total ejercido (E) será igualal sumatorio de los esfuerzos individuales (Ei) de los N pescado-res. Para el pescador individual representativo como agente de-cisor, las variables stock (X), precio del pescado (p), coste delesfuerzo (w) y esfuerzo ejercido por sus competidores (ER), sonvariables exógenas, por lo que decidirá aplicar tanto esfuerzoen la pesca como aquél que le permita maximizar el valor pre-sente de sus beneficios individuales (πi = pHi – wEi). En este con-texto, el pescador no tendrá ningún incentivo para incluir ensu proceso de toma de decisiones ni el efecto de sus actos sobrela productividad del resto de los pescadores, ni el efecto en elcrecimiento de la población de peces, motivo por el cual eneste problema de maximización no existe variable estado (elstock). El equilibrio a corto plazo para cada pescador implicaráque el producto marginal individual se iguale al coste real delesfuerzo pesquero (17). Como no existen derechos exclusivossobre las poblaciones de peces y si no hay barreras o impedi-

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(17) En este razonamiento es importante resaltar que, a pesar del conocimiento de laexistencia de un precio sombra para los peces y de los efectos de la doble productividad delstock (sobre la productividad del esfuerzo en la industria pesquera y sobre las característicasnaturales del crecimiento del recurso), el pescador individual no toma como indicador elvalor neto del pez, sino el precio del pescado.

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mentos de acceso a la pesquería, cada pescador individual trata-rá de maximizar su participación en la porción de las rentas noapropiadas todavía de tal forma que el número de pescadores(y/o el esfuerzo pesquero) aumentará en tanto que los ingresosindividuales de los pescadores estén por encima del coste deoportunidad de su esfuerzo en ocupaciones alternativas, y esteproceso no se paralizará hasta alcanzar la completa disipaciónde las rentas por exceso de explotación del recurso (lo que G.R. Munro y A. D. Scott, 1985, denominaron problema tipo I).En ese momento, la cantidad de esfuerzo ejercido por el con-junto de los pescadores será tal que en la pesquería se igualaránel producto medio del esfuerzo con el salario real:

[5] [H(t) / E] = (w/p) (18)

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(18) Si consideramos que el stock de peces es un recurso escaso (esto implica un precio som-bra del recurso mayor que cero µ > 0) y tasas de descuento positivas, γ > 0, las soluciones pesque-ras estacionarias obtenidas bajo las dos diferentes condiciones institucionales señaladas serán cla-ramente diferentes, pues el equilibrio estacionario de libre acceso al recurso se alcanza para me-nores niveles de stock y mayores niveles de esfuerzo que en régimen de único dueño (Xc < Xu;Ec > Eu). Hay una sola posibilidad teórica en la que ambas soluciones estacionarias coinciden:cuando el propietario único del recurso introduce en su regla de decisión una tasa de descuentoigual a infinito. Así, no estará valorando los ingresos futuros ni considerará el precio sombra delrecurso, que es exactamente lo mismo que hacen los pescadores individuales en libre acceso. EnJ. C. Surís, M. M. Varela y D. Garza (1995) se realiza un análisis pormenorizado de las solucionespesqueras alcanzadas ante diferentes condiciones de propiedad sobre los recursos.

Gráfico 1Soluciones pesqueras estacionarias

X max

E

Eu

Ec

XMRS Xc Xu

X= 0.

Libre entrada

Único dueñoC

U

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Una comparación gráfica entre las soluciones estacionariasde libre entrada (Xc, Ec) y la de único dueño (Xu, Eu) sepuede observar en el gráfico 1 donde la curva X

.= 0 represen-

ta el equilibrio biológico y los puntos de intersección U y C lascombinaciones de stock y esfuerzo de pesca compatibles conlos equilibrios estacionarios de único dueño y libre acceso,respectivamente.

En términos generales, siempre bajo el supuesto de que elprecio sombra del recurso sea positivo (µ > 0), el nivel destock correspondiente a la solución estacionaria de únicodueño (Xu) y el asociado al máximo rendimiento sostenible(XMRS) son diferentes. Además, si el agente maximizador valo-ra de la misma forma los ingresos futuros y presentes (asumeuna tasa de descuento nula), para un salario real positivo, eltamaño óptimo del stock siempre será mayor que el XMRS. Porotra parte, con tipos de descuento nulos, el stock óptimo sólocoincidirá con el asociado al máximo rendimiento sostenibleen el caso de que el salario real también sea nulo. Con tiposde descuento positivos y coste real del esfuerzo igual a cero, elstock óptimo siempre se localizará en niveles inferiores delXMRS. Por último, con tasas de descuento y salarios reales posi-tivos, el valor que alcance Xu puede ser mayor, menor o iguala XMRS. En estos casos, la solución más frecuente es que Xu >XMRS, aunque combinaciones de bajo coste del esfuerzo y altastasas de descuento pueden dar lugar a valores óptimos de lapoblación iguales o, incluso, inferiores a XMRS.

3.2. La necesidad de la regulación pesquera

Con el sencillo ejemplo desarrollado, acabamos de mostrarla ineficiencia económica que provoca la explotación de losrecursos pesqueros en régimen de libre acceso, por lo que esaconsejable un cambio en las condiciones bajo las que se ex-plotan estos recursos naturales. Lógicamente, el gestor del re-curso (una administración pública, por ejemplo) pretenderáintroducir unas regulaciones que limiten de alguna forma lautilización del recurso en el global de la pesquería y que con-duzcan a la obtención de un equilibrio lo más próximo posi-ble a la solución de único dueño. Existen muchas clasificacio-nes de los mecanismos de regulación pesquera posibles, pero

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por su sencillez aquí podemos exponer la realizada por C. W.Clark (1990). Este autor distinguen tres formas principales deregulación, advirtiendo que no son necesariamente incompa-tibles entre sí o excluyentes de otras posibilidades:

a) Asignación de la propiedad sobre el recurso. Se trata deceder (vendiendo, arrendando o regalando) los dere-chos exclusivos de uso y explotación de un recurso na-tural pesquero a una sola empresa o grupo. Bajo condi-ciones normales, dicho propietario se comportarácomo un «único dueño», de tal forma que para maxi-mizar los beneficios a lo largo del tiempo aplicará unesfuerzo y mantendrá unas capturas compatibles con lasolución óptima.

b) Los mecanismos de impuestos. En esta ocasión se tratade intervenir de una forma indirecta en la actividadpesquera a través de sistemas impositivos que gravenlas capturas o el esfuerzo de pesca. Al incorporar en lapesquería un impuesto específico sobre las capturas(TH), los pescadores individuales los introducirán ensu proceso de toma de decisiones como una mermadel precio del pescado (p – TH) en su función instan-tánea de beneficios individuales. En el caso de que elimpuesto se aplique sobre el esfuerzo de pesca (TE), elpescador individual representativo decidirá sobre lacantidad de esfuerzo a aplicar en la pesquería incor-porando dicho impuesto en su función instantánea debeneficios como si se tratase de un coste añadido de laactividad dependiente del esfuerzo (TE Ei). El proble-ma básico para el regulador de la pesquería consistiráen calcular y aplicar un impuesto de equilibrio queconduzca a los pescadores a operar en el nivel de acti-vidad que sea compatible con la explotación óptima.Si suponemos estabilidad en los precios, el valor ópti-mo que deberán tener estos impuestos en nuestroejemplo concreto vendrá determinado por las expre-siones:

[6] TH = µ – {[Ci (Li) / Hi (Ei, X)] – [Ci, Ei / Hi, Ei]}

[7] TE = [Hi (Ei, X) / Ei] {µ + [Ci, Ei / Hi, Ei]} – [Ci(Ei) / Ei]

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Expresiones en las que Ci, Ei y Hi, Ei representan, respec-tivamente, las derivadas parciales de la función indivi-dual de costes y de producción respecto del esfuerzopesquero individual, y en la que el precio sombra delrecurso (µ) ha de ser evaluado en el óptimo de acuerdocon las condiciones del equilibrio estacionario.

c) Sistemas de licencias y cuotas. Se trata de incidir directa-mente sobre el uso de los factores de producción, impo-niendo limitaciones que determinen quién puede acce-der al recurso y en qué medida puede aplicar esfuerzopesquero (licencias de pesca), o limitaciones sobre la can-tidad de recurso que es posible extraer (cuota de pesca).Básicamente, el sistema basado en licencias de pesca con-siste en que el regulador emita unas licencias de pesca sinlas cuales las empresas pesqueras no podrán acceder alrecurso (excluyendo así a los competidores externos). Ló-gicamente, se supone que el número de licencias emiti-das deberá ser tal que permita ejercer un esfuerzo pes-quero global compatible con el esfuerzo socialmente ópti-mo de la pesquería (E*). Por su parte, en el sistema basa-do en las cuotas de captura el regulador deberá fijar paracada campaña, temporada o período, la cantidad de re-curso que las empresas pesqueras están autorizadas a ex-traer. Cantidad que, nuevamente, debe ser compatiblecon las capturas globales de la solución socialmente ópti-ma (H*). Esta cifra total de capturas permitidas podrá serrepartida en forma de cuotas entre países (si se trata deun recurso compartido o en aguas internacionales), entreempresas pesqueras, entre diferentes colectivos de pesca-dores, comunidades pesqueras, etc. En ambos sistemas deregulación, el gestor del recurso tiene la posibilidad deponer en funcionamiento un mercado donde las licen-cias y cuotas puedan ser comercializadas. La transferibili-dad de estos derechos, supuestamente, debería favorecerla obtención de ganancias de eficiencia pues, en el largoplazo, los pescadores menos eficientes serían los que que-darían excluidos de la actividad. En dicho mercado, losprecios de equilibrio para las cuotas y licencias que garan-tizan una solución óptima serían, en este caso, idénticosal valor de los impuestos sobre las capturas y sobre el es-fuerzo de pesca, respectivamente.

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Históricamente, la mayor parte de las pesquerías se desa-rrollaron bajo condiciones institucionales muy próximas a loque nosotros identificamos como régimen de libre acceso.Frecuentemente esta situación ha dado lugar a una sobreex-plotación económica del recurso natural y, en numerosas oca-siones, también a situaciones de sobrepesca biológica. Comolas poblaciones de peces no se reconstituyen de forma inme-diata, antes de aplicar los mecanismos de regulación descritos,es necesario pasar por estados transitorios previos a los esta-dos estacionarios finales. En el contexto de modelos lineales,el comportamiento óptimo del gestor del recurso consistiráen alcanzar lo más pronto posible los valores de equilibrio es-tacionario, para lo cual aplicará unos controles específicos deforma transitoria. La forma más rápida de alcanzar la sendaóptima partiendo de una población inicial X(0) diferente aXu (nivel óptimo), se realiza a través de la puesta en prácticade los denominados controles bang-bang que consisten endejar de pescar en caso de que el stock inicial sea inferior alóptimo, H = 0 si X(0) < X*, y pescar lo máximo posible encaso contrario, H = Hmax si X(0) > X*. La duración de esteproceso transitorio es muy variable ya que depende de la natu-raleza de la especie de que se trate (no todas las especies cre-cen al mismo ritmo) y del grado de deterioro de la biomasadel recurso natural. Estos controles transitorios dejarán deaplicarse cuando se alcance el nivel de stock óptimo, momen-to a partir del cual los mecanismos de cuotas, licencias o im-puestos deberán aplicarse como nuevos controles (controlessingulares).

A pesar de la existencia de una extensa literatura económi-ca sobre desarrollos teóricos de mecanismos de regulación,hasta el momento, la gran mayoría de los programas de inter-vención sobre pesquerías se han basado en los instrumentosde cuotas y licencias en alguna de sus formas posibles. Sin em-bargo, una parte significativa de estas limitaciones no han te-nido el éxito esperado. Así por ejemplo, la imposición de To-tales Admitidos de Captura (TACs) sobre determinados recur-sos fue uno de los primeros instrumentos de intervención uti-lizados por los gobiernos para regular pesquerías concretas,quizá porque la primera preocupación era la protección delrecurso ante un fuerte deterioro del mismo que podría inclu-so llevarlo hasta la extinción. Si bien estos límites ayudaron a

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proteger los stocks de peces, desde el punto de vista económi-co no garantizaron su explotación racional pues dieron paso alo que G. R. Munro y A. D. Scott (1985) denominaron «pro-blema de propiedad común tipo II». El resultado en este casotambién es la disipación de rentas, ahora ligada a la existenciade más barcos o pescadores (exceso de capacidad pesquera)compitiendo fuertemente en relación al nivel limitado de cap-turas existente (19).

Tampoco los sistemas basados únicamente en licencias ocontrol de inputs lograron solucionar completamente los pro-blemas de sobrecapacidad e ineficiencia económica. Ello esdebido a que al regulador de la pesquería le resulta muy difí-cil limitar legalmente todos los inputs productivos que influ-yen en la capacidad de pesca de los barcos. Así, ante un siste-ma de este tipo, la competencia entre pescadores puede deri-var ahora en un proceso por el que se intente incrementar laeficacia pesquera individual a través de la mejora de los facto-res no regulados, incurriendo de esta forma en una sobrecapi-talización de las empresas de pesca (20). En las últimas déca-das se han ido sucediendo experiencias de regulación pesque-ra utilizando esquemas que combinaban los mecanismos decuotas (a través de la fijación de un TAC) y de licencias (limi-taciones sobre el número de barcos, sus dimensiones y capaci-dad, sobre el tipo de aparejos, etc.). Ya en los años ochenta yprincipalmente en los noventa se han llevado a cabo regula-ciones a través de un sistema basado en cuotas individualestransferibles (ITQs) que, en muchos casos, parecen haber me-jorado sensiblemente la eficiencia de las intervenciones sobredeterminadas pesquerías (2l). A pesar de todo ello, los proble-mas de ineficiencia persisten en gran parte de las pesqueríasmundiales. Inconvenientes que se multiplican en casos de po-blaciones de peces compartidas entre dos o más países y/o

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(19) J. Crutchfield (1982) da cuenta de este resultado en la gestión realizada sobre la pes-quería del halibut del Pacífico llevada a cabo por los gobiernos de Estados Unidos y Canadáen la primera mitad de este siglo.

(20) Un caso ilustrativo de esta situación se encuentra en intervención canadiense sobrela pesquería del salmón en Brithis Columbia a finales de los años sesenta y setenta. Detallessobre esta experiencia y sus resultados se pueden encontrar en G. A. Fraser (1979), J. E.Wilen (1988) y D. P. Dupont (1990).

(21) Pioneros en la aplicación de estos sistemas de ITQs fueron los neozelandeses que yaa mediados de los años ochenta comenzaron a implantarlo en diversas pesquerías. I. N. Clarket al. (1989) y M. P. Sissenwine y P. M. Mace (1992).

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con aguas intemacionales y en casos de poblaciones naturalescon grandes procesos migratorios.

3.3. Líneas de avance de la bioeconomía pesquera

En este último apartado se trata de ofrecer una visión ge-neral de algunas de las principales vías de modificación yavance que se han desarrollado a partir del modelo básico ex-puesto. También, en la medida de lo posible, se intentará ex-poner brevemente los resultados más significativos de estosnuevos desarrollos. Con el fin de facilitar la exposición,hemos diferenciado las líneas de avance en cuatro grandesapartados.

a) Modificación de aspectos de tipo económico

Una de las primeras variantes que se puede realizar delmodelo básico presentado se relaciona con el abandono de lahipótesis de linealidad, manteniendo el resto de los supuestos.Así, por ejemplo, la introducción de precios variables, p =p[H(t)], o costes variables, C = C[X(t), H(t)], en la funciónde beneficios que utilizamos en el caso lineal ya nos situaríaante un problema cuya función objetivo no es lineal en rela-ción a la variable control. La no linealidad de los modelosprovoca, al menos, dos consecuencias relevantes: primero noexisten garantías de que exista una única solución para elnivel óptimo de la biomasa y capturas y, segundo, la políticaóptima en el estado transitorio de acercamiento al punto deequilibrio deberá seguir una senda de aproximación asintóti-ca. Una segunda extensión del modelo básico podría consistiren hacerlo no autónomo, considerando que los parámetrosdel modelo no son independientes del tiempo. Si mantene-mos las demás condiciones e hipótesis, pero asumiendo quelos precios y/o los costes del esfuerzo pueden fluctuar a travésdel tiempo, nos encontraremos ante un modelo lineal no au-tónomo. En este tipo de planteamientos, las decisiones ópti-mas también se verán influenciadas por la evolución temporalesperada en los precios del pescado y en los costes de extrac-ción. Así, por ejemplo, en caso de que existan fundadas ex-

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pectativas de futuros incrementos en los precios del pescadoy/o de descensos en el coste del esfuerzo de pesca, puede re-sultar eficiente aplicar menos esfuerzo pesquero y capturarmenos pescado en el presente para posibilitar un incrementode la biomasa del recurso que, a su vez, permitirá un mayornivel de capturas en el futuro. Es decir, en estos casos el com-portamiento óptimo puede consistir en sacrificar ingresos pre-sentes por expectativas de mayores niveles de ingresos en elfuturo.

En el modelo básico implícitamente asumimos una perfec-ta transferibilidad de capital y mano de obra pesqueros haciaocupaciones alternativas. Si bien éste es un supuesto que seconsidera razonable en el largo plazo, la realidad del corto ymedio plazo nos indica que la curva de oferta de esfuerzo pes-quero no goza de una elasticidad infinita en relación al salariovigente. Es decir, la «maleabilidad» del esfuerzo de pesca es es-casa (22). En las extensiones en las que se introduce cierta ri-gidez en la oferta de esfuerzo de pesca se ha observado quepuede provocar algunas modificaciones prácticas en las medi-das de control, como la necesidad de acercamiento al puntode equilibrio a base de ajustes graduales y no de controlesbang-bang.

b) Consideración de información biológica más compleja

En el modelo bioeconómico planteado, por razones desimplicidad, se consideró una pesquería monoespecíficadonde existía un solo grupo de pescadores que capturabanuna sola especie. Sin embargo, como es bien conocido, la rea-lidad nos enseña que otras situaciones que conocemos con ladenominación de multiflota y multiespecie son mucho másfrecuentes, lo que ha dado lugar a diversos desarrollos del mo-delo básico.

Una pesquería multiflota es aquella donde diferentes gru-pos rivales de pescadores, con distintos métodos de captura(artes o ingenios de pesca), compiten por un mismo stock de

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(22) La «no maleabilidad» es una expresión utilizada por C. W. Clark, F. H. Clarke y G.R. Munro (1979), para referirse a la existencia de restricciones sobre la retirada de las inver-siones de capital realizadas en las explotaciones de recursos naturales.

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peces. Cuando esto ocurre, la gestión correcta de la pesqueríano sólo consistirá en la determinación del nivel óptimo de labiomasa del recurso, sino que también deberá determinarseel reparto de las capturas totales óptimas entre cada uno delos distintos grupos de pescadores (23). En este problema ten-dremos tantas variables de control como grupos de pescado-res (el nivel de capturas o de esfuerzo pesquero de cadagrupo) y una función de beneficios sociales netos de la pes-quería compuesta por la suma de las funciones de beneficiosde los distintos tipos de pescadores. Si la existencia de diferen-tes flotas pesqueras no provoca alteraciones sensibles sobre elefecto marginal del stock, la consideración de los distintosagentes apenas tendrá impacto sobre la determinación delnivel óptimo de biomasa pero sí sobre el reparto de las captu-ras entre los diferentes grupos. Este reparto deberá ser tal,que logre igualar los beneficios sociales marginales de cadauno de los distintos agentes y puede implicar la exclusión dealgún grupo de pescadores.

Los casos multiespecie son aquellos donde una flota captu-ra simultáneamente diferentes especies o dirige su actividadhacia distintas especies del mismo ecosistema a lo largo delaño. Estas situaciones son mucho más complejas de tratar ysimplificar a través de un modelo bioeconómico. En estas pes-querías los problemas se multiplican cuando existen interac-ciones biológicas entre las especies que comparten el mismoecosistema. Las extensiones al modelo básico más conocidasdentro de este ámbito multiespecie son aquellas que estudianpesquerías donde existe una relación predador-presa entredos especies comercialmente explotadas (24). En la formaliza-ción de este tipo de modelos, aparecen dos funciones mutua-mente interrelacionadas que describen el crecimiento naturalneto de las poblaciones de peces, una para el depredador yotra para la presa. El crecimiento de la biomasa de la especiepredadora no sólo está en función del nivel de stock y captu-ras de la misma sino que también dependerá de las capturas ytamaño del stock de la especie que es su principal alimento(presa). A su vez, la dinámica de la biomasa de la especie

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(23) Sobre gestión de pesquerías multiflota se puede consultar D. Garza (1995).(24) Sobre modelos predador-presa podemos citar los trabajos de O. Flaaten (1989) y N.

Dávila (1996).

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presa también dependerá del tamaño del stock de su preda-dor. Por otra parte, en la función objetivo a maximizar, apare-cerán dos niveles de capturas, una por especie, y, por lo tanto,también dos precios del pescado y dos costes unitarios de ex-tracción diferentes. La solución a este tipo de problemas ven-drá expresada a través de dos o más ecuaciones de equilibrioconjuntas, resultado de la interdependencia existente entrelas especies. Los resultados son muy variables, pues dependende multiples factores como los distintos precios y costes relati-vos de capturar las especies implicadas.

c) Modelos pesqueros que incorporan incertidumbre

Otro grupo de extensiones se basan en el abandono de lacondición determinista de los modelos básicos (25). En algu-nos modelos pesqueros que incorporan la incertidumbre, elobjetivo consistirá en maximización del valor presente de lacorriente «esperada» de beneficios derivada de la explotacióndel recurso. Los primeros modelos pesqueros estocásticos dela segunda mitad de los años setenta incorporaban la incerti-dumbre a través de términos aleatorios en la función de creci-miento de las poblaciones de peces (incertidumbre de stock).Más tarde, en los modelos se introdujeron variables aleatoriasreferidas a precios del pescado, costes del esfuerzo, capturas,la demanda, el reclutamiento, la mortalidad natural, la captu-rabilidad, etc.

Los efectos que sobre los resultados tiene la incorporaciónde la incertidumbre en los modelos pesqueros frecuentementeson ambiguos. Así, las diferencias entre los resultados estocásti-cos y deterministas dependen en gran medida de las hipótesisasumidas en cada caso y de cómo se han incorporado los tér-minos aleatorios en la estructura general del modelo. A modoilustrativo podemos resumir algunos resultados significativosde los modelos estocásticos y las diferencias más notables.

En general, la solución de equilibrio estacionario en losmodelos bioeconómicos pesqueros deterministas se alcanzapara menores niveles de stock natural que en aquellos que in-

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(25) Una primera revisión de los métodos y resultados básicos de los modelos bioeconó-micos con incertidumbre la encontramos en el trabajo de P. Andersen y J. G. Sutinen (1984).

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corporan incertidumbre sobre el stock, aunque es posible elresultado inverso para bajos niveles de captura y tasa de des-cuento. En el contexto de los modelos con incertidumbresobre el crecimiento de la población, también se ha estudiadola influencia de las diferentes formas funcionales asumidaspara la función de costes de captura sobre la población deequilibrio. Cuando la función de costes es estrictamente cón-cava o lineal, la población de equilibrio estocástica resulta sermayor que la determinista, ocurriendo lo contrario para unafunción de costes estrictamente convexa. Además, a medidaque se considere una mayor incertidumbre sobre el creci-miento de la población, su tamaño óptimo de equilibrio tam-bién aumenta (26).

Otros autores han incorporado en sus modelos el análisisde las diferentes actitudes que el administrador de la pesque-ría puede adoptar ante el riesgo. En estos estudios se ha com-probado que, para pequeños tamaños de las poblaciones depeces, los niveles de esfuerzo y capturas óptimos serán mayo-res para un regulador adverso al riesgo que para uno neutralante el riesgo, ocurriendo lo contrario en caso de que el ta-maño del stock natural de peces sea elevado. En estos casos,el administrador de la pesquería tendrá que intervenir paraalcanzar el tamaño óptimo del stock, pero cuanto mayor seala disposición negativa ante el riesgo aplicará una políticaque implica un acercamiento más lento a esa población ópti-ma (27).

En otros análisis se ha demostrado que en caso de queexista variabilidad e incertidumbre sobre el precio del pesca-do, el equilibrio estacionario en situación de libre acceso re-porta menores niveles de esfuerzo pesquero y mayores tama-ños de stock. La solución óptima de único dueño apenas sufri-rá variaciones si el administrador de la pesquería es neutralante el riesgo. Sin embargo, si el administrador es adverso alriesgo, aumentos en la variabilidad del precio del pescadopueden reportar niveles de esfuerzo óptimos mayores para pe-queños tamaños del stock, y menores para tamaños del stockelevados (28).

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(26) Sobre esto se puede consultar a D. F. Spulber (1982).(27) T. R. Lewis (1981).(28) Resultados obtenidos por P. Andersen (1982).

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También se ha introducido la incertidumbre al considerarcambios en las condiciones medioambientales, la distribucióndel stock, la capturabilidad u otros factores. Esto puede provo-car una elevada aleatoriedad en las capturas, lo que influiráen la determinación de los niveles estacionarios óptimos deesfuerzo de pesca y stock. Así, ante esta incertidumbre, en al-gunas pesquerías, recientemente se está valorando la posibili-dad de mantener áreas marítimas totalmente protegidas y sinposibilidad de explotar sus recursos pesqueros (29).

d) Las nuevas variantes institucionales

En este caso, los nuevos escenarios institucionales pode-mos situarlos a dos niveles, uno internacional y otro local. Enel caso internacional, la pauta viene marcada por hechos rea-les como la ampliación de la jurisdicción pesquera, lo que in-centivó el análisis más allá de los problemas de sobreexplota-ción de los recursos naturales, incorporando en la discusiónlos problemas de ineficiencia (30). A pesar de todo, el estu-dio de la ampliación en sí misma deja al margen dos casos in-teresantes y con relativa importancia. El primero relativo azonas de pesca de jurisdicción internacional y que son fre-cuentadas por flotas de diferentes países, por lo que la regu-lación queda en manos de organismos o comisiones interna-cionales que por su naturaleza tienden a ocuparse de la so-breexplotación, pero no de la ineficiencia, relegada a los ám-bitos de cada país (en todo caso, al haber concurrencia múlti-ple, con datos y objetivos diferentes, el problema es complica-do de resolver).

El segundo relativo a los recursos migratorios y transfronte-rizos, donde pueden coincidir dos o más países con estructu-ras e intereses distintos, dando lugar a situaciones con reglasde juego diferentes, y por tanto también con distintas solucio-nes pesqueras (3l). Si existe una situación no cooperativaentre los distintos países los resultados dependerán de las es-tructuras de cada uno de ellos. El problema puede ser con-

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(29) Son las «reservas protegidas» propuestas por C. W. Clark et al. (1995).(30) L. G. Anderson (1977) constituye una primera y amplia referencia.(31) G. R. Munro (1991).

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templado centrando la atención en la existencia de informa-ción asimétrica y en la existencia de un conflicto de objetivosentre países mediante una aproximación Agente-Principal(32). Como resultado general de las situaciones no cooperati-vas, salvo supuestos menos relevantes, la población tenderá aagotarse y las rentas a disiparse, dando lugar a situaciones noóptimas, aunque también se pueden determinar óptimos subsi-diarios. Si, en cambio, la situación es cooperativa, las estructu-ras podrían ser similares (y entonces se podría llegar a situacio-nes en las que ambas partes maximizan posiciones) o diferen-tes (y los resultados dependerán de otros datos como si las par-ticipaciones en capturas son constantes a lo largo del tiempo ysi los intercambios con pago adicional son posibles, además deotras variables económicas). Naturalmente, la comparación desoluciones deja un amplio campo de análisis abierto (33).

Desde otra óptica, las nuevas circunstancias en la legisla-ción marítima concede a los países ribereños la posibilidad degestionar a nivel local. Ahora, los países costeros tienen la ca-pacidad de fijar el nivel óptimo de las cuotas totales de captu-ras por especies (a través de la determinación de los conoci-dos TACs) y a continuación realizar una distribución de dichacuota total entre los pescadores. Estas prácticas de regulaciónpermiten analizar nuevas reglas de juego (institucionales)como las cuotas individuales transferibles (ITQs). Técnica-mente, la ITQ puede ser considerada como un derecho priva-do de propiedad sobre una fracción del exceso de produccióno población del recurso, pero no sobre la población misma, ypuede ser transferida en un mercado de cuotas (algunospaíses ya la han implantado). Los resultados que se obtienendel análisis de sistemas reguladores donde se combinan TACsy ITQs parecen confirmar que es posible alcanzar la maximi-zación de los beneficios netos de la pesquería y trasladar el in-centivo del pescador desde la maximización de capturas (y es-fuerzo) a la minimización de costes (34).

Las soluciones al problema de optimización a largo plazose pueden complicar si se consideran distintas posibilidades

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(32) M. C. Gallastegui (1992).(33) Una aproximación teórica al problema de la gestión de recursos pesqueros trans-

fronterizos se puede encontrar en M. D. Garza, C. Iglesias y J. Surís (1995).(34) J. Surís, M. Varela y C. Iglesias (1994).

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en la duración de los derechos que poseen los pescadores enforma de cuota, pues los comportamientos de los mismos,como inversores, cambiarán en cada caso. De cualquierforma, estas cuestiones se pueden enmarcar en el ámbito dela discusión sobre las formas de regulación para corregir losfallos de mercado. Al igual que sucede en la gestión de recur-sos forestales o pastos comunales, también en el caso pesque-ro se han estudiado variantes relativas a la aplicación de las re-glas de propiedad común, o a la existencia de combinacionesde la misma con la propiedad privada. ❒

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RESUMEN

Pesca y economía: Una visión general

La preocupación social por los recursos naturales y elmedio ambiente ha propiciado un gran desarrollo de los estu-dios económicos sobre estos temas. La pesca no ha sido ajenaa esta evolución. Con este artículo se pretende ofrecer una pa-norámica general sobre el estado de la cuestión. En primerlugar se realiza un breve repaso a la evolución del análisis eco-nómico aplicado a la pesca. Después, se sintetizan algunos delos aspectos relevantes a considerar en la actividad pesqueracomo: las características biológicas de estos recursos, las con-diciones institucionales y técnicas, las necesidades alimenta-rias, las diferentes estrategias pesqueras nacionales de expan-sión pesquera y las tendencias comerciales observadas en losúltimos años. Por último, se presentan los aspectos más signifi-cativos del enfoque bioeconómico pesquero y los mecanismosde regulación asociados a los mismos, así como las principaleslíneas de avance y desarrollo del análisis económico aplicadoa la pesca.

PALABRAS CLAVE: Economía de la pesca.

RÉSUMÉ

La pêche et l’economie: une vision generale

La préoccupation sociale pour les ressources naturelles etl’environnement a occasionné un grand développement desétudes économiques sur ces sujets. La pêche n’a pas été éloig-née de cette évolution: Cet article veut montrer une panora-mique générale sur l’etat de la question. En premier on réali-sera une bref révision de l’evolution de l’analyse économiqueappliquée à la pêche. Après, on synthétisera quelques uns desaspects importants à considérer dans l’activité de la pêche,comme: la caractéristique biologique de ces ressources, lesconditions institutionnelles et techniques, les besoins alimen-taires, les différentes stratégies nationales de pêche de l’ex-pansion de la pêche et les tendances commerciales observéespendant les dernières années. Finalement nous présenterons

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les aspects les plus significants du points de vue bio-économi-que de la pêche et les mécanismes de la régulation associées àces derniers, ainsi que les lignes principales de l’avance del’analyse économique appliquée à la pêche.

MOTS CLÉF: Economie de la pêche.

SUMMARY

Fishery and economics: an overview

Social concern for natural resources and the environmenthas led to a proliferation of economic studies on these issues.Fishery, too, has been party to this trend. With this paper, weseek to give an overview of the state of the art. Firstly, thetrend in the economic analysis applied to fishery is reviewed.Secondly, some relevant aspects to be considered in fisheryare summarised, such as: the biological characteristics ofthese resources, institutional and technical conditions, foodneeds, different national fishery strategies for fishery expan-sion and trade trends observed in recent years. Finally, themost significant aspects of the bioeconomic fishery approachand its associated control mechanisms are presented, alongside the major areas of advance and development in econo-mic analysis applied to fishery.

KEYWORDS: Fishery economics.

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