pertenencia etnica his

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  • Documento de Investigacin 60

    El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes

    para una discusin

    Nstor Valdivia Vargas

    El estudio que dio lugar a la presente publicacin fue realizado en el marco del proyecto Nuevos dilemas en el anlisis y seguimiento pblico de la desigualdad tnica en el Per, el cual fue posible gracias al apoyo fi nanciero de la Fundacin Ford, a travs de la donacin 1115-0780.

  • La serie Documento de Investigacin que inaugura el Grupo de Anlisis para el Desarrollo (GRADE) contina el legado de los consolidados documentos de trabajo que la institucin viene publicando desde 1988. Con un nombre y diseo renovados, estas publicaciones reanudan la labor de sus predecesoras de difundir oportunamente los resultados de los estudios que realizan sus investigadores. En concordancia con los objetivos de GRADE, su propsito es suscitar un intercambio con otros miembros de la comunidad cientfi ca que permita enriquecer el producto fi nal de la investigacin, de modo que esta llegue a aprobar slidos criterios tcnicos para el proceso poltico de toma de decisiones. Las opiniones y recomendaciones vertidas en estos documentos son responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente los puntos de vista de GRADE ni de las instituciones auspiciadoras.

    Este publicacin se llev a cabo con la ayuda de una subvencin del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo, Canad, bajo la Iniciativa Th ink Tank.

    Lima, noviembre de 2011Impreso en Per700 ejemplares

    Grupo de Anlisis para el Desarrollo, GRADE Av. Grau 915, Barranco, Lima, Per Telfono: 2479988 Fax: 2471854 www.grade.org.pe

    Hecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per: 2011-13946ISBN: 978 9972 615 57 3Directora de Investigacin: Lorena AlczarRevisin de texto y cuidado de edicin: Johann PageAsistente de edicin: Paula Pino V.Diseo de cartula: Elena GonzlezDiagramacin e impresin: Impresiones y Ediciones Arteta E.I.R.L.Cajamarca 239 C, Barranco, Lima, Per. Telfono: 247-4305 / 265-5146

    CENDOC / GRADEVALDIVIA, Nstor

    El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin / Nstor Valdivia. Lima: GRADE, 2011. 220 pp. (Documento de Investigacin 60)

    GRUPOS ETNICOS / RAZA / NEGROS / POBLACION INDIGENA / CENSOS / ENCUESTAS DE HOGARES / PERU / AFROPERUANOS / AFRODESCENDIENTES

  • ndice

    Resumen Ejecutivo 7Presentacin 151. Exclusin social, pobreza y grupos tnicos: necesidad de estadsticas tnicas para el desarrollo 19

    2. Por qu, para qu y cmo recoger datos de etnia/raza a travs de encuestas y censos 29

    3. El uso de categoras tnico/raciales en los Censos y encuestas en el Per 69

    4. Medicin de etnicidad/raza en el Per: algunos temas conceptuales y metodolgicos relevantes 137

    Conclusiones 183

    Referencias bibliogrfi cas 187

    Anexos 211

  • 6 El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin

  • Resumen Ejecutivo 7

    RESUMEN EJECUTIVO

    En las ltimas dcadas, en el marco de un resurgimiento de la cuestin tnica a escala global, se ha producido un cambio en las concepciones de desarrollo vigentes. Los Estados bajo la infl uencia de organismos multilaterales y la Cooperacin Internacional- estn orientando sus polticas pblicas hacia la atencin de las necesidades de los grupos tnicos, a partir del reconocimiento de sus derechos econmicos, so-ciales, culturales y polticos.

    En Amrica Latina existe consenso sobre la necesidad de avanzar hacia la visibilizacin de los grupos indgenas y afrodescendientes a fi n de identifi car sus problemas y sus necesidades, brindarles el reco-nocimiento debido y otorgarles un papel protagnico en las decisiones relacionadas con su propio desarrollo. Bajo la infl uencia y con el apoyo de los organismos multilaterales y la Cooperacin Internacional, en los pases de la regin se ha avanzado en la incorporacin de variables tnico/raciales en los censos nacionales y los registros administrativos de los servicios pblicos. Uno de los principales objetivos de esta nueva estadstica con enfoque tnico es contar con una mayor y ms confi a-ble identifi cacin de los pueblos indgenas y afrodescendientes para el diseo y la implementacin de polticas pblicas globales y sectoriales dirigidas a ellos.

    Desde fi nes de los aos 90 se vienen dando avances en el diseo de instrumentos censales dirigidos a recoger informacin sobre la per-tenencia tnica de la poblacin. Para ello, la conceptualizacin sobre la etnicidad desarrollada en los pases latinoamericanos ha abarcado cuatro dimensiones bsicas que a su vez marcan las orientaciones en la ronda de censos de 2010 en la regin: a) la dimensin de recono-cimiento de la identidad o la autoidentifi cacin, que alude al sentido

  • de pertenencia al pueblo; b) el origen comn, que se refi ere a la des-cendencia de ancestros comunes y alude, entre otros factores, a la me-moria social y colectiva de los pueblos; c) la cultura, que se relaciona con el apego a la cultura de origen, la organizacin social y poltica, el idioma, la cosmovisin, conocimientos y modos de vida; y d) la terri-torialidad, que estara ligada a la herencia y la memoria colectiva de los pueblos, as como a la ocupacin de tierras ancestrales y vnculos materiales y simblicos que se inscriben en ella.

    El Per ha mostrado algunos avances en la misma direccin, aunque en trminos comparativos sigue siendo uno de los pases que muestran mayor rezago. Histricamente, en nuestro pas es posible identifi car una evolucin en el tratamiento de la dimensin tnico/racial desde los censos ofi ciales que puede ser dividida en cuatro etapas:

    1) Una primera, que va desde inicios de la Repblica y comprende tanto los primeros esfuerzos por llevar a cabo registros censales, como el Censo de 1876 y los posteriores realizados durante cuatro dcadas del siglo XX, en los cuales se us la categora raza para abordar los problemas de las diferencias tnicas y culturales en el pas. Con la rea-lizacin del Censo de 1940 se cierra esa etapa dado que es el ltimo que incluye una pregunta sobre raza-.

    2) Una segunda etapa es la que corresponde al periodo de la dcada de los aos 40 y los aos 60, en la que la infl uencia de la antropologa que empezaba a ocupar un espacio en el pas como una ciencia moderna que se aproximaba al estudio de la etnicidad y la otredad- llega a infl uir en los enfoques de generacin de la estadstica en los organismos del Estado. Eso se traduce en la inclusin de un mdulo dentro del Censo de 1961 con preguntas destinadas a captar o regis-trar algunos marcadores tnicos considerados como tpicos de las culturas tradicionales aborgenes o indgenas en el Per adems de la lengua nativa-: camina descalzo, usa ojotas, usa poncho, lliclla, mastica coca.

    3) Luego de ese ltimo Censo de 1961 se observa un periodo de cuatro dcadas donde el tema tnico/racial est en cierto sentido ausente. Porque si bien los censos siguieron incorporando lengua materna como dato, la motivacin original de la inclusin de este tipo

    8 El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin

  • de preguntas estaba vinculada a la idea de identifi car los problemas de alfabetismo y acceso a la educacin formal no as, al propsito de establecer indicadores o variables proxy de condicin tnico cultural de origen indgena-.

    4) Una cuarta etapa es la que se inicia en la dcada pasada, ya en el siglo XXI, cuando por primera vez en el pas se introducen en las en-cuestas ofi ciales preguntas de autoidentifi cacin tnica, cuyo propsito va ms all de la delimitacin de universos lingsticos. Cabe notar que este giro metodolgico tuvo lugar principalmente por las infl uencias de propuestas y proyectos de organismos internacionales como la Orga-nizacin Internacional del Trabajo, el Banco Mundial o el Banco Inte-ramericano de Desarrollo- sobre los enfoques y prcticas de generacin de estadsticas vigentes en la regin.

    Fue as que en el ao 2000 por primera vez el INEI incorpor una pregunta de autoadscripcin tnica en la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), requiriendo al Jefe del Hogar y a su respectivo cnyuge ese tipo de informacin. Desde esa fecha, la pregunta se ha mantenido en ese tipo de encuestas con algunas variaciones en su fra-seo y en las opciones de respuesta-. Adicionalmente, en algunas rondas de esa misma encuesta de hogares se incluyeron mdulos especfi cos en el marco de estudios especfi cos promovidos por organismos mul-tilaterales o de la Cooperacin Internacional. Ese fue el caso de un proyecto auspiciado por el Banco Mundial en el ao 2004 para un estudio sobre poblacin afroperuana. Tambin el caso de un estudio desarrollado desde GRADE con el apoyo de IDRC- que incluy en las rondas de los aos 2006 y 2007 de la Encuesta Demogrfi ca y de Salud Familiar (ENDES) un mdulo con indicadores sobre lengua de ancestros y marcadores tnicos (como vestimenta y vnculo con la co-munidad de origen).

    En otro plano vinculado al trabajo desde los sectores del Estado y las polticas pblicas, en octubre de 2010, el Centro de Salud Intercul-tural (CENSI) del Ministerio de Salud inici una experiencia piloto de inclusin de informacin sobre pertenencia tnica en los sistemas de informacin HIS y otros registros- de los establecimientos de salud. Aunque no existe un balance de esa experiencia, informacin preliminar

    Resumen Ejecutivo 9

  • 10 El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin

    revela algunos problemas tcnicos, operativos y de capacitacin de los proveedores encargados de registrar los datos, los mismos que como el equipo tcnico del CENSI lo reconoce- debern ser enfrentados y resueltos en el futuro.

    En los ltimos diez aos se observan iniciativas importantes para abordar la dimensin tnico/racial a travs de su operacionalizacin en instrumentos de recojo de informacin cuantitativa. Este cambio se inici con la incorporacin en las encuestas del INEI de preguntas sobre la pertenencia tnica de la poblacin adems de la pregunta sobre lengua materna que ya exista-. A ese esfuerzo ofi cial le siguieron diversos estudios e investigaciones promovidos por organismos inter-nacionales e instituciones dedicadas a la investigacin acadmica a fi n de analizar los problemas de desarrollo, pobreza y exclusin social. El balance realizado permite hablar de una suerte de boom de las en-cuestas sobre etnia/raza en nuestro pas, en la medida en que se han ubicado al menos treinta trabajos de investigacin en los que se utiliza alguna forma de operacionalizacin cuantitativa de esas dimensiones.

    Un anlisis de la metodologa usada en esos estudios permite con-cluir que han sido tres las principales formas de operacionalizacin de la dimensin tnica usadas en las encuestas en forma separada o com-binada-: a) el uso de la lengua materna como opcin mayoritaria-; b) el uso de la autoidentifi cacin tnico/racial; c) el uso de variable raza (fenotipo o color de piel).

    A pesar del avance en las defi niciones operativas y el uso de ins-trumentos cuantitativos, a la fecha, en nuestro pas no ha habido un debate sobre cmo medir la dimensin tnico/racial; tampoco sobre qu medir o con qu criterios hacerlo. Esto es particularmente delicado cuando se trata de contar con informacin sobre la identidad tnica de las personas. Las iniciativas llevadas a cabo de modo aislado y des-articulado- carecen de sustento conceptual, y por lo general- asumen supuestos que no son explicitados ni discutidos. Por lo que la seleccin de las categoras tnicas incluidas en los cuestionarios no ha ido acom-paada de una debida justifi cacin.

    En general, avanzar en la inclusin de la dimensin tnico/racial en las encuestas e instrumentos cuantitativos en nuestro pas requerir

  • Resumen Ejecutivo 11

    abordar ciertos temas, tanto de tipo conceptual como metodolgico. Un balance inicial de los mismos permite identifi car los siguientes puntos:

    a) Defi nicin de etnicidad e identidad tnica y su registro a travs de instrumentos censales y encuestas. Es un reto para los instrumentos de medicin cuantitativa dar cuenta y lidiar con la complejidad de una realidad como la etnicidad. Debe tenerse en cuenta que las identi-dades tnicas hoy en el mundo se defi nen a partir de dos condiciones fundamentales. Por un lado, dada la forma como son construidas y los distintos planos en los que eso ocurre, las identidades son considera-das como categoras mltiples, fl exibles y porosas. No existe una sola identidad, sino muchas dependiendo del plano de referencia. Y dado el contexto de creciente globalizacin e intercambio meditico en el que distintas culturas confl uyen en espacios localizados, las identidades tampoco se establecen como categoras cerradas e inmutables. Final-mente, en la medida en que las identidades tnicas estn sujetas a un proceso histricamente situado y en la interaccin con otros grupos, aquellas se defi nen como condiciones contextuales y situacionales.

    La etnicidad alude a una dimensin compleja y dinmica, por lo que el proceso de registro mediante ese tipo de instrumentos implica en cierta medida reducir una realidad subjetiva, fl exible, fl uida y re-lacional a un solo dato aislado. Los censos y las encuestas ofi ciales implican una forma de reconocimiento orientado por el inters del Estado por reconocer un status de derechos y establecer cierto tipo de vnculo con cada grupo o categora poblacional. En ese marco, ese tipo de instrumentos comporta una forma de clasifi cacin (la identidad) que en cierto sentido- es ajena a la manera de identifi cacin cotidiana de las personas y los grupos sociales.

    b) La dimensin etnicidad/raza comprende una serie de planos, tales como los ancestros comunes (que hace referencia a un tronco his-trico comn originario que da lugar a la descendencia de la etnia has-ta el presente), la cultura de origen (que abarca idioma, costumbres y otros elementos, los mismos que pueden haberse debilitado por efecto de la aculturacin y la globalizacin, pero tambin pueden haber asumi-do otras formas) y la conciencia de pertenencia grupal. En ese sentido, este ltimo corresponde al campo privilegiado de la identidad, cuya

  • 12 El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin

    medicin requiere por su misma naturaleza y desde un enfoque de derechos- priorizar la modalidad del autoreconocimiento o la autoiden-tifi cacin.

    c) La tarea de operacionalizar la identidad tnica y establecer ciertas categoras o etiquetas de identifi cacin implica desafos comple-jos e importantes, con consecuencias directas sobre los resultados a ser obtenidos. Las propuestas operativas para medir etnicidad y raza tie-nen como base un principio metodolgico vinculado a los dos enfoques el primordial y el circunstancial-. A partir de ellos, la defi nicin de los grupos tnico/raciales puede enfatizar o bien los componentes objetivos o bien los componentes subjetivos. En el primer caso, la identidad tnica puede ser captada a partir de la asignacin o la categorizacin de los sujetos en funcin de ciertos atributos (raciales, culturales, sociales) que los caracterizaran como miembros de deter-minado grupo tnico. En el segundo caso, la identidad es defi nida de modo endgeno a partir de la propia visin y conceptualizacin de los sujetos sobre s mismos. Esa distincin se basa la diferenciacin entre categorizacin realizada por otros (orientada externamente) y la autoidentifi cacin (orientada desde dentro), como dos principios de la dialctica de la identidad individual y grupal (Jenkins 2000, 2004). En ese sentido, las identidades tnicas son fruto de una relacin dialctica entre procesos de identifi cacin grupal y categorizacin social.

    d) Por otro lado, la seleccin de las categoras o etiquetas debera tener en cuenta una particularidad del caso peruano: las identidades tnicas no siempre tienen un membrete y una etiqueta de reconoci-miento. Las etiquetas tnicas que suelen usar las poblaciones andinas quechuas corresponden principalmente a los gentilicios, y tienen como referente a la comunidad de origen (anexo, pueblo o distrito de nacimiento). Se podra decir que las poblaciones indgenas andinas a travs de la alusin a una membresa geogrfi camente referida- pres-cinden de cualquier rtulo que nominal y explcitamente aluda a una condicin tnica y cultural. Lo cual, obviamente, no implica que la denominacin basada en el gentilicio carezca de un signifi cado cul-tural, sino todo lo contrario: se trata de una etiqueta profundamente tnica, en el sentido de estar cargada de connotaciones culturales e

  • Resumen Ejecutivo 13

    idiosincrticas ricas y complejas. Por otro lado, debe tenerse en cuenta que muchas de las etiquetas existentes en la sociedad peruana han sido usadas como categorizaciones externas o insultos al menos, en el caso de indio, indgena, serrano y cholo-. Y aunque en las dcadas recientes parece haberse confi gurado signifi cados distintos y ambivalentes (por lo que se observa cierta tensin entre la resistencia y la resignifi cacin de algunas etiquetas), difcilmente esos trminos logran constituirse como membretes identitarios de la poblacin. Adi-cionalmente, tambin es importante tener en cuenta que la condicin de mestizo o de indgena as como otras denominaciones sobre las identidades tnicas- son defi niciones variables porque se producen en funcin del contexto y el vnculo social establecido con los otros. Eso hace ms inestables los signifi cados de las etiquetas y agrega mayor complejidad y difi cultad al registro de las identidades.

    e) Asumir que la categora raza es ante todo una construccin social debera llevar a las Ciencias Sociales peruanas a emprender la tarea de dar cuenta de ese proceso antes que desechar de antemano la raza como una categora de anlisis para comprender las formas de estratifi cacin y las relaciones de poder en nuestro pas-. Ello supone la necesidad de dar cuenta de los mecanismos de identifi cacin y clasifi -cacin racial entre personas y grupos. Vale decir, conocer cules son las categoras raciales usadas en cada localidad, regin y contexto-, cul es el contenido de cada una de esas categoras raciales, cmo se articula la dimensin racial a otras variables como clase, gnero y status social. Ese tipo de informacin ayudar a conocer mejor cmo se produce la construccin de las identidades tnicas, sociales y culturales de los distintos grupos que conforman la sociedad peruana.

    Una de las principales conclusiones del presente trabajo es que la di-mensin tnico/racial tiene distintas formas de abordaje y medicin; y que el uso de cada una de ellas depender de cul sea el objetivo que orienta la propuesta de medicin. Una revisin del uso que se le ha dado a la variable etnia/raza en encuestas ofi ciales y estudios acadmicos durante la ltima dcada- revela cuatro tipos de objetivos: a) conocer situacin de pobreza y exclusin social de los grupos tnicos; b) caracterizar, describir los valores y la cultura de los grupos tnicos; c) identifi car a los grupos tnicos como

  • 14 El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin

    sujetos de derechos individuales y colectivos; y d) analizar los procesos de discriminacin ejercida hacia ellos.

    Solo en ciertos casos, y para determinados objetivos, la variable tnico/racial asume la forma de lo que corresponde a la identidad t-nica. Se trata de los registros e instrumentos censales que generalmente son implementados desde el Estado con la fi nalidad de alcanzar dos propsitos: reconocer la dimensin demogrfi ca de los grupos tnicos (defi nidos como tales) e identifi car a los miembros de esos colectivos a travs de las afi liaciones tnicas. Consideramos que en esos casos la mejor manera de operacionalizar la identidad tnica es a travs de una pregunta de autoreconocimiento. Ello es as porque la identidad tnica se genera, se gesta y se expresa por defi nicin- principalmente a partir de la propia percepcin y la eleccin (voluntaria) de los individuos y los grupos.

    La identifi cacin tnica tiene un componente de categorizacin externa en la medida en que, si bien se constituye principalmente a partir de la propia percepcin del individuo respecto a s mismo, tam-bin est defi nida por cmo los otros ven a esa persona. Como bien se ha dicho, es en esa dialctica de autopercepcin y percepcin externa que se forja la identidad. En ese sentido, resulta vlido complementar la informacin sobre la etnicidad con datos correspondientes a caracte-rsticas y marcadores que defi nen a los grupos tnicos aun asumiendo que la no posesin de ciertos elementos culturales tradicionales de las comunidades indgenas o afroperuanas no implica necesariamente la prdida de una identidad tnica-. Si bien algunos de esos mar-cadores (lengua, vestimenta, costumbres, raza) pueden haber sido defi nidos externamente como caractersticos de una identidad ind-gena o afrodescendiente, no dejan de ser elementos importantes en la defi nicin del vnculo que la sociedad y el Estado establece con los individuos y los grupos portadores de esas caractersticas.

    Por ello consideramos que adems del autoreconocimiento- la identifi cacin y la descripcin de esos marcadores resultan fundamen-tales para ciertos objetivos y propsitos orientados hacia el estudio de las brechas tnicas en campos como la educacin y la salud, as como de los procesos de discriminacin social.

  • Resumen Ejecutivo 15

    PRESENTACIN

    El presente trabajo establece un balance de las iniciativas imple-mentadas desde el Estado y el mundo acadmico para incorporar la dimensin tnica en los instrumentos cuantitativos usados para el anlisis de la realidad social peruana. Ello ha implicado hacer una revisin de los censos, las encuestas y los registros administrativos que han incorporado algn tipo de variable referida a condicin tnica o racial de la poblacin peruana.

    En las dos ltimas dcadas, la normativa internacional y las nuevas orientaciones de las polticas pblicas han supuesto un viraje en la concepcin de los indgenas y afrodescendientes como grupos con problemas y demandas propios que a su vez requieren solu-ciones especfi cas-.

    Por otro lado, el momento poltico que vive actualmente el Per pone sobre el tapete una serie de temas relacionados a las polticas de inclusin social y de reconocimiento de las poblaciones indgenas y afro-descendientes. Adems, la reciente dacin de la Ley de Consulta Previa en cumplimiento del Convenio 169 suscrito por el Estado peruano- conlleva la necesidad de operacionalizar la identidad de los pueblos originarios en nuestro pas.

    En suma, el contexto actual plantea el desafo de avanzar hacia la identifi cacin y la visibilizacin estadstica de esos grupos tradicionalmente excluidos y olvidados. Lo cual exige el desarrollo de metodologas adecua-das e instrumentos vlidos para tal fi n, as como debidamente sustentados en slidas propuestas conceptuales y tcnicas.

    El trabajo tiene, en ese sentido, tres propsitos. Por un lado, cono-cer cmo en el Per se ha tomado en cuenta la variable tnica en los registros estadsticos del Estado, dando cuenta de los problemas

  • 16 El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin

    y los vacos detectados en los censos y las encuestas para captar esa realidad. En segundo trmino, analizar los avances realizados desde la investigacin acadmica en la generacin y el uso de data cuantitativa basada en la identifi cacin tnico/racial de la poblacin destacando los aportes conceptuales y metodolgicos logrados en los ltimos aos-. Y, fi nalmente, destacar una serie de temas que podran servir de punto de partida para elaborar una agenda de discusin orientada hacia el desarrollo de criterios y de polticas del Estado en el campo de la identifi cacin tnica de la poblacin.

    Como ha sucedido en otros pases, en esta discusin deben estar presentes tres actores implicados en una problemtica que tiene una doble dimensin tcnica y poltica: el Estado (y la institucin encargada de las estadsticas nacionales), los grupos tnicos (y sus organizaciones repre-sentativas) y los investigadores dedicados al anlisis de la misma.

    El documento presentado busca ofrecer insumos para avanzar en la discusin acadmica sobre los principales problemas tericos y metodolgicos relacionados al tema. Se trata, sin duda, de un aporte inicial y parcial que pretende servir de base para un esclarecimiento, defi nicin y consolidacin de propuestas metodolgicas para la medi-cin estadstica de una dimensin compleja, como es la etnicidad.

    El documento es producto de la investigacin desarrollada prin-cipalmente a partir de la revisin bibliogrfi ca y documental, pero tambin ha sido complementada con entrevistas a actores clave vin-culados al instituto de estadsticas del Per. El autor desea agradecer a estas personas por el tiempo brindado para la realizacin de dichas entrevistas. Entre ellas, cabe mencionar de modo especial el personal directivo y miembros de los equipos tcnicos del Instituto Nacional de Estadstica e Informtica (INEI). En particular se agradece el apoyo y la gentil colaboracin del personal de la Direccin Nacional de Censos y Encuestas, como Nancy Hidalgo, actual Directora Nacion, a Isabel Valladares, encargada del Proyecto ENAPRES Encuesta Nacional de Programas Estratgicos; Luca Gaslac Torres y Marianela Saire de la Encuesta Nacional de Hogares ENAHO - y a Raquel Frassinetti; as como a Elva Dvila y a Hctor Benavides de la Direccin Tcnica de Demografa y Estudios Sociales.

  • Va otro reconocimiento a Jos Antonio Llorns, antroplogo que trabaj en el INEI a inicios de la dcada pasada, y que brind gene-rosamente su tiempo para conversar sobre su experiencia como asesor tcnico en esa institucin.

    Por otro lado, y de un modo especial, el autor agradece el apoyo de Martn Benavides, impulsor del proyecto marco de este esfuerzo, con quien adems ha desarrollado un permanente y fructfero inter-cambio de ideas que han posibilitado mejorar una versin preliminar del documento.

    Tambin expresa su reconocimiento a Martn Moreno, por el apoyo en la elaboracin de la matriz de datos sobre las encuestas ofi ciales y el uso de la variable tnico/racial que se presenta en el Anexo 4. Y, fi nal-mente, agradece la asistencia de lvaro Paredes en la sistematizacin de datos de fuentes censales y la revisin de bibliografa sobre el tema.

    17Presentacin

  • 18 El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin

  • 19Exclusin social, pobreza y grupos tnicos: necesidad de estadsticas tnicas para el desarrollo

    1. EXCLUSIN SOCIAL, POBREZA Y GRUPOS TNICOS: NECESIDAD DE

    ESTADSTICAS TNICAS PARA EL DESARROLLO

    En el marco de la globalizacin y la crisis de los sistemas polticos, desde la segunda mitad del siglo XX se observa un resurgimiento de los confl ictos tnicos y una nueva presencia de los grupos indgenas en el escenario mundial (Alb 1991, Robin y Salazar-Soler 2009). Estas tendencias han infl uenciado sobre un cambio en las concepciones de desarrollo vigentes hasta el momento: la pertinencia de orientar las pol-ticas pblicas hacia la atencin de las necesidades de los grupos tnicos, a partir del reconocimiento de sus derechos econmicos, sociales, culturales y polticos.

    La atencin a los problemas de desarrollo de estos segmentos de la poblacin ha sido incorporada como un tema prioritario en las agendas de los organismos multilaterales y la Cooperacin Internacional. En el marco de las relaciones internacionales, organismos como las Nacio-nes Unidas, la Organizacin de Estados Americanos, la Organizacin Internacional del Trabajo, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y diversas organizaciones no gubernamentales de ayuda internacional, han enfatizado la necesidad de disear e implementar polticas y programas que atiendan las necesidades de esas poblaciones (Deruyttere 1997, BID 2006).

    Por su parte, los Estados en el mundo han reconocido la deuda social pendiente con los grupos afrodescendientes y las poblaciones originarias. En la regin latinoamericana ha ido ganando consenso la necesidad de avanzar hacia la visibilizacin de los grupos indgenas y afrodescendientes a fi n de identifi car sus problemas y sus necesidades, brindarles el reconocimiento debido y otorgarles un papel protagnico en las decisiones relacionadas con su propio desarrollo. En ese sentido, se han implementado iniciativas orientadas a la identifi cacin tnico/

  • 20 El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin

    racial en las estadsticas ofi ciales generadas en varios pases, a fi n de contar con informacin que sirva para disear y desarrollar polticas de inclusin social que tomen en cuenta la problemtica social, econmica, poltica y cultural de esos grupos histricamente excluidos (Schkolnik y Del Popolo 2006: 249).

    Estas iniciativas representan un cambio histrico importante, dado que en el pasado las motivaciones bsicas de los Estados para medir o registrar informacin sobre etnia y/o raza de la poblacin estuvieron orientadas principalmente a la clasifi cacin de los grupos sociales con fi nes tributarios o de control poltico (bajo regmenes coloniales), o para promover su inclusin en aras de la integracin nacional- bajo patrones de aculturacin y la vigencia de un discurso del mestizaje como parte del proceso de formacin de los Estado-nacin modernos en Amrica Latina.

    Pobreza, exclusin social y discriminacin: las brechas tnicas en Amrica Latina

    Los anlisis y las investigaciones realizados en las dos ltimas dcadas sobre la exclusin social, la pobreza y la desigualdad en Amrica Latina han puesto de relieve la situacin de desventaja y marginacin de la poblacin indgena y los grupos afrodescendientes la misma que tiene como punto de origen el colonialismo y el sistema esclavista del cual fueron vctimas-.

    Se ha llegado as al reconocimiento de la existencia de ciertas bre-chas tnicas; las cuales hacen evidente que los grupos tnico/raciales viven en diferente grado y de distinto modo los problemas de pobreza y exclusin social (Psacharopoulos y Patrinos 1994, CEPAL 2000, Hall y Patrinos 2005, Banco Interamericano de Desarrollo 2006).

    La tarea de proponer soluciones a esa situacin requiere de diag-nsticos que permitan conocer mejor los mecanismos generadores de esas desigualdades. En ese contexto, se ha sugerido considerar nuevas variables sociales como la etnia y la raza- al momento de concebir y formular las polticas pblicas para el desarrollo. Para lo cual se plantea la necesidad de elaborar indicadores sensibles a la heterogeneidad tnica

  • 21Exclusin social, pobreza y grupos tnicos: necesidad de estadsticas tnicas para el desarrollo

    de los pases de la regin, as como la conveniencia de usar identifi -cadores tnico/raciales para permitir a los formuladores de polticas y los servidores pblicos focalizar sus intervenciones hacia las necesida-des especfi cas de ciertos grupos de poblacin. Existe, en ese sentido, una mayor conciencia sobre el hecho de que resulta imprescindible contar con informacin oportuna, confi able y culturalmente perti-nente para visualizar la situacin de los pueblos indgenas, particu-larmente sobre las brechas de acceso a bienes y servicios (Schkolnik y Del Popolo 2006: 249).

    Como bien se ha sealado, la descripcin adecuada y el conoci-miento efectivo de diversos problemas sociales relacionados a la salud reproductiva y el acceso a servicios entre otros- requiere del cono-cimiento de la incorporacin de la variable tnica en las estadsticas vitales (Galarza 2010: 33-34).

    Marco normativo internacional: mandatos y avances

    Desde la dcada de los 90 se ha venido consolidando una corriente a nivel internacional que en consonancia con el fortalecimiento de las organizaciones indgenas y los movimientos sociales de base tnica en el mundo- ha llevado a establecer una serie de marcos de acuerdos, convenios y recomendaciones sobre el reconocimiento de los derechos de los pueblos indgenas y grupos afrodescendientes.

    En esa perspectiva, la regin de Amrica Latina ha sido partcipe de esos compromisos internacionales derivados del consenso estable-cido entre los distintos Estados que recogen las demandas de grupos tnicos y establecen recomendaciones especfi cas en ese sentido.

    Entre otros instrumentos, se debe mencionar el Convenio 169 de la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT), elaborado en el ao 1989, uno de principales instrumentos jurdicos internacionales en el avance del reconocimiento y la proteccin de los derechos de los pueblos indgenas. A travs del mismo se establece el reconocimiento de su carcter de pueblos, el respeto a su cultura, sus instituciones y su forma de vida, as como el reconocimiento del derecho sobre sus tierras y territorios. Cabe sealar que en su artculo 1 se seala que La

  • 22 El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin

    conciencia de su identidad indgena o tribal deber considerarse un criterio fundamental para determinar los grupos a los que se aplican las disposiciones del presente Convenio1.

    Tambin se puede mencionar la Conferencia Internacional sobre la Poblacin y el Desarrollo (CIPD, El Cairo, 1994)2, donde se desta-ca la necesidad de reconocer las necesidades especfi cas de los grupos indgenas, tales como lo relacionado a la atencin primaria de la salud y la salud reproductiva; por lo que se establece que se deberan reunir datos sobre sus caractersticas demogrfi cas e integrarlos en los sistemas nacionales de recopilacin de datos.

    En el ao 2007, las Naciones Unidas, mediante Resolucin 61/295, aprueba la Declaracin sobre los Derechos de los Pueblos In-dgenas. En el marco del reconocimiento de la diversidad y el respeto a las diferencias, esa declaracin reconoce los derechos individuales y colectivos de esos pueblos, as como su derecho a determinar su propia identidad o pertenencia conforme a sus costumbres y tradiciones3.

    Otra de las declaraciones que de modo ms explcito aluden a la necesidad de informacin y polticas referidas a la situacin de los pue-blos indgenas es la que se produjo a raz de la Conferencia Mundial contra el racismo, la discriminacin racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, realizada el ao 2001 en Durban, Sudfrica. En la declaracin de la misma, en un captulo denominado Prcticas y polticas: Reunin y Desglose de Datos, Investigacin y Estudios, se incluy el Artculo 92, que estableca literalmente lo siguiente: Insta a los estados a que recojan, recopilen, analicen, difundan y publiquen datos estadsticos fi dedignos a nivel nacional y local y a que tomen todas las medidas conexas necesarias para evaluar peridicamente la situacin de los individuos y los grupos que son vctimas de racismo, discriminacin racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia4.

    1 Fuente: http://www.ilo.org/public/spanish/region/ampro/lima/publ/conv-169/convenio.shtml.

    2 Fuente: http://www.un.org/spanish/conferences/accion2.htm#cap6d.3 Fuente: http://www.un.org/esa/socdev/unpfi i/documents/DRIPS_es.pdf.4 En la Declaracin se agrega lo siguiente: Los datos estadsticos y la informacin deberan

    reunirse con el objetivo de vigilar la situacin de los grupos marginados, y el desarrollo y

  • 23Exclusin social, pobreza y grupos tnicos: necesidad de estadsticas tnicas para el desarrollo

    En este contexto, a partir de la dcada pasada, los pases de Am-rica Latina han empezado a prestar mayor atencin al tema del registro y conteo de poblacin indgena y afrodescendiente. El impulso viene dado principalmente a partir de las iniciativas tomadas desde organismos como CELADE (Centro Latinoamericano y Caribeo de Demografa, Divisin de Poblacin), de la Comisin Econmica para Amrica Latina y El Ca-ribe (CEPAL) y UNFPA (United Nations Population Fund). Durante la dcada pasada se han venido impulsando una serie de eventos relacionados a la inclusin en los registros estadsticos de las poblaciones indgenas y afrodescendientes, con un nfasis en la realizacin de las rondas censales en la regin. Entre ellos, cabe desatacar el evento organizado por el De-partamento Nacional de Estadstica (DANE) de Colombia y auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo conjuntamente con el Banco Mundial, que consisti en el Seminario internacional Todos contamos: Los grupos tnicos en los censos. Se trat de un seminario realizado en Cartagena, Colombia, del 8 al 10 de noviembre del ao 2000, cuyo obje-tivo fue identifi car estrategias para promover la captacin de la diversidad tnica y cultural en los censos de Amrica Latina y el Caribe5. En ese even-to se comparti y se discuti sobre los conceptos y metodologas usadas en el levantamiento de informacin sobre los grupos tnicos; para lo cual se hizo una revisin de las experiencias desarrolladas a partir de los ejercicios censales y dems procedimientos estadsticos de cada pas.

    la evaluacin de la legislacin, las polticas, las prcticas y otras medidas encaminadas a prevenir y combatir el racismo, la discriminacin racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, as como con el fi n de determinar si algunas medidas tienen un impacto involuntario desigual sobre las vctimas. Asimismo, se incluy el Artculo 100 que deca: Insta a los estados a que establezcan, sobre la base de informacin estadstica, programas nacionales, con inclusin de medidas afi rmativas o positivas, para promover el acceso de personas y grupos que sean o puedan ser vctimas de la discriminacin racial, a los servicios sociales bsicos, incluidas la enseanza primaria, la atencin primaria de salud y la vivienda adecuada. Fuente: http://www.oas.org/dil/esp/afrodescendientes_instrumentos_interna-cionales_Declaracion_Programa_Accion_Durban.pdf.

    5 El antecedente ms importante de este evento es la iniciativa que el BID lanz en 1996, conjuntamente con el Banco Mundial y la Comisin Econmica para Amrica Latina y el Caribe, para implementar el Programa para el Mejoramiento de Encuestas de Hogares y la Medicin de Condiciones de Vida en Amrica Latina (MECOVI) con la fi nalidad de fortalecer la capacidad tcnica de las instituciones a cargo de las estadsticas de los pases.

  • 24 El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin

    La siguiente edicin de ese Seminario se denomin II Encuentro Internacional Todos Contamos: Los Censos y la Inclusin Social. Fue realizado en Lima, en octubre del ao 2002, y organizado por el Instituto Nacional de Estadstica e Informtica (INEI). La temtica gir en torno a los indicadores demogrfi cos y de vivienda, y su rela-cin con los grupos tnicos.

    Tambin se han realizado eventos como el Seminario Internacio-nal sobre Pueblos Indgenas y afrodescendientes de Amrica Latina y El Caribe: relevancia y pertinencia de la informacin socio demogrfi ca para polticas y programas, el mismo que se llev a cabo en abril de 2005 y fue organizado por CELADE/CEPAL, UNFPA y el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indgenas de Amrica Latina. Luego, en el ao 2008, junto con UNFPA, UNICEF, OPS, el Fondo Indgena y la UNIFEM se organiz el Seminario Taller sobre Censos 2010 y pueblos indgenas en Amrica Latina, que buscaba trabajar el tema de la inclusin del enfoque tnico en los registros censales. Y ms recien-temente en agosto de 2011- el Seminario Internacional Censos 2010 y Pueblos Indgenas en Amrica Latina, llevado a cabo en Cartagena, bajo el auspicio de CEPAL, Fondo Indgena y Foro Permanente para las cuestiones indgenas de las Naciones Unidas6.

    El rol del Estado y la generacin de estadsticas tnicas

    En este contexto, en las agendas de los Estados de la regin de Amrica Latina se ha incorporado la necesidad de una mayor y ms confi able identifi cacin de los pueblos indgenas. El objetivo de ello es contar con informacin que una vez procesada- pueda servir para la elabora-cin y monitoreo de polticas pblicas globales y sectoriales dirigidas a ese tipo de poblacin7.

    6 Ver: http://www.fondin.org/2011/08/22/inicia-en-cartagena-de-indias-el-seminario-in-ternacional-censos-2010-pueblos-indigenas-de-america-latina/.

    7 En la actualidad, existe consenso al reconocer a los pueblos indgenas como sujetos de derechos. Incluso se han desarrollado propuestas de visibilizacin de esos grupos apelan-do a un enfoque de derechos que integra la normativa, los principios y los estndares del sistema internacional de derechos humanos en la legislacin, los programas, los planes y

  • 25Exclusin social, pobreza y grupos tnicos: necesidad de estadsticas tnicas para el desarrollo

    Desde hace unos aos existe en la regin una necesidad creciente de disear y evaluar polticas y programas adecuados a la realidad de esa poblacin. Hay mayor conciencia sobre el hecho de que resulta im-prescindible contar con informacin oportuna, confi able y cultural-mente pertinente para visualizar la situacin de los pueblos indgenas, particularmente las brechas de acceso a bienes y servicios (Schkolnik y Del Popolo 2006: 249).

    En ese sentido, un instrumento clave son los censos nacionales como fuente para obtener informacin vlida y confi able sobre la si-tuacin social y econmica de la poblacin. Los censos tienen como una de sus ventajas principales su cobertura universal, porque permiten generar datos sobre la poblacin en su conjunto, y a partir de ah sobre grupos especfi cos. Aunque tambin cuentan con ciertas limitaciones, como las restricciones para recoger mucha informacin dado que la extensin del cuestionario o cdula censal no puede ser muy grande-.

    Desde fi nes de la dcada pasada se han dado importantes avances en la regin, lo cual se traduce en el hecho de que 16 de los 19 pases que han realizado censos de poblacin alrededor del ao 2000 han incorporado preguntas para la identifi cacin indgena (CELADE 2011: 2). Incluso en lo que va de la actual dcada, de 6 pases que han realizado sus censos 5 de ellos han incorporado preguntas sobre poblacin indgena (CELADE 2011).

    En general, los institutos de estadstica de la regin reconocen varias ventajas derivadas del hecho de contar con informacin censal basada en criterios de identifi cacin tnica. Entre ellas se menciona el hecho de poder dar cuenta de la diversidad social y cultural de las sociedades; favorecer la visibilidad estadstica, social y econmica de los grupos tnicos; conocer mejor las condiciones de vida de esa poblacin; poner en evidencia no solo la heterogeneidad, sino las

    el proceso de desarrollo (CELADE 2011: 3). Bajo un enfoque de derechos, la condicin ciudadana de las personas pertenecientes a algn pueblo indgena se vincula al concepto de ciudadana ampliada, la misma que implica el reconocimiento de derechos econmicos, sociales, culturales, as como los derechos colectivos (o de tercera generacin) como son el derecho a la identidad y la autodeterminacin (CEPAL 2000, Stavenhagen 2008).

  • 26 El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin

    desigualdades e inequidades sociales; identifi car las brechas tnicas a fi n de superarlas; permitir la localizacin de polticas sectoriales y establecer las prioridades de los programas sociales gubernamentales (CELADE 2011: 17-21).

    En Amrica Latina, los avances desde los aos 90, y sobre todo a partir de la dcada pasada, son evidentes. En los ltimos aos se han llevado a cabo iniciativas orientadas a la generacin de sistemas de indicadores sobre el desarrollo social de los grupos afrodescendientes y pueblos indgenas. A modo de ejemplo, puede mencionarse el caso de Mxico. En ese pas, la Comisin Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indgenas (antes Instituto Nacional Indigenista) con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)- llev a cabo el ao 2002 una iniciativa para establecer indicadores socioeco-nmicos que permitan conocer la distribucin de las decenas de pueblos indgenas existentes en su territorio, as como de las condiciones de vida de los mismos8. La construccin de los indicadores supuso la revisin de criterios metodolgicos y tcnicos que tomasen en cuenta los lmites territoriales del asentamiento, permanente o temporal, de los pueblos indgenas. Para lo cual tambin se usaron las bases de datos de los resul-tados del XII Censo General de Poblacin y Vivienda 2000 del Instituto Nacional de Estadstica y Geografa (INEGI).

    Para la obtencin de ese tipo de datos, los institutos de estadsticas han tenido que enfrentar varios desafos y problemas que tienen que ver con las defi niciones conceptuales y metodolgicas previas a las tareas del recojo de informacin en campo. En otras palabras, han tenido que lidiar con la necesidad de defi nir cmo operacionalizar y medir la variable etnia/raza entre su poblacin.

    Los desafos a ese nivel no son pocos ni menores. Sobre todo porque resulta fundamental que las soluciones tcnicas y metodol-gicas propuestas respondan a criterios y categoras sociales vigentes del contexto de cada pas. Debe tenerse en cuenta que no solo en

    8 Fuente: http://www.cdi.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=206:indicadores-socioeconomicos-de-los-pueblos-indigenas-de-mexico-2002&catid=38:indicadores-y-estadisticas&Itemid=54

  • 27Exclusin social, pobreza y grupos tnicos: necesidad de estadsticas tnicas para el desarrollo

    Amrica Latina, sino en otros pases del mundo se ha observado un desfase entre las defi niciones y frmulas tcnicas ofi cialmente asu-midas y los trminos que manejan las personas para autoidentifi carse (Spencer 2006: 48).

    La discusin sobre el tema ya lleva varios aos aunque la misma no haya tenido an en nuestro pas las repercusiones que de hecho ha tenido en otros-. Eventos realizados en la ltima dcada en la regin han dado lugar a recomendaciones sobre cmo avanzar en la inclusin de informa-cin referida a grupos tnicos en las encuestas y censos ofi ciales. En ese sentido, uno de los consensos a los que se ha arribado tiene que ver con el enfoque que se ha ido imponiendo segn el cual se debe privilegiar el autoreconocimiento o la autoidentifi cacin de parte del sujeto. Como ya se vio antes, las Naciones Unidas establece como recomendacin que los grupos indgenas se defi nan a s mismos como tales.

    El desarrollo de una propuesta de estrategia para la visibiliza-cin de los pueblos indgenas de Amrica Latina en las estadsticas nacionales, impulsada por CEPAL, las Naciones Unidas y el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indgenas de Amrica Latina y El Caribe, involucra a distintos actores vinculados al tema: institutos de estadsticas y censos, organismos de apoyo nacionales e interna-cionales, organismos del Estado, y pueblos indgenas mismos y sus organizaciones-.

    Este es el contexto internacional que ha infl uido en los cambios de paradigmas en la medicin y el registro de datos y estadsticas de parte del Estado. De ese modo, se han propuesto nuevas formas de identifi -cacin y recojo de informacin que puedan dar cuenta de la dimensin demogrfi ca y las particularidades de los problemas que afectan a indgenas y afrodescendientes, en un proceso que se ha dado en llamar de visibilizacin de los grupos y pueblos tnicos.

    Estas transformaciones han abarcado los enfoques que sustentan los registros estadsticos de los pases de Amrica Latina. Las polticas de conteo ofi cial principalmente a travs de encuestas de niveles de vida y operaciones censales de mayor alcance- tambin han empezado a formar parte de esa nueva corriente. Eso ha implicado discusin a tres niveles: 1) conceptual (cul es el fundamento terico de los enfoques

  • 28 El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin

    de reconocimiento de la etnicidad como una dimensin clave de la realidad social), 2) metodolgico y operativo (cules son los mtodos y las tcnicas adecuadas para registrar las distintos aspectos que implica esa dimensin tnica, y pasa adems por defi nir en trminos operativos cmo medir la etnicidad) y 3) poltico (que no est desligado de lo anterior, porque supone establecer cmo se defi ne la etnicidad, qu aspectos de la misma interesa y cul es el uso que se tiene o quiere dar a esa informacin generada).

  • Por qu, para qu y cmo recoger datos de etnia/raza a travs de encuestas y censos 29

    2. POR QU, PARA QU Y CMO RECOGER DATOS DE ETNIA/RAZA A

    TRAVS DE ENCUESTAS Y CENSOS

    El presente acpite est orientado a establecer el marco de conceptos y temas relacionados a la dimensin tnico/racial y su medicin a travs de los censos y las encuestas.

    En una primera parte se expondr muy sucintamente algunas defi -niciones e ideas sobre los conceptos de etnicidad y raza. El propsito no es reproducir los planteamientos y los temas de los numerosos trabajos y extensos debates acadmicos que se han llevado a cabo en las ltimas dcadas, sino brindar algunas defi niciones conceptuales que sern relevantes para entender la revisin del caso peruano.

    Seguidamente se pondr de relieve algunos problemas y difi cul-tades que se derivan de la tarea de medicin de la etnicidad/raza a travs de los censos y las encuestas. Se aludirn tanto a cuestiones conceptuales y metodolgicas relevantes, como a las connotaciones polticas del tema.

    Finalmente, un ltimo tema que merece un lugar especfi co en el balance realizado es el referido a la conveniencia y/o utilidad de incluir la raza como una dimensin especfi ca en las mediciones de la etnicidad.

    Etnicidad y raza: algunas defi niciones bsicas

    La conceptualizacin de la etnicidad bsicamente se ha desarrollado a tra-vs de dos grandes vertientes tericas. Una primera conocida como el enfoque primordial- sostiene que los grupos tnicos se defi nen a partir de caractersticas propias e inherentes a su cultura: lengua, msica, costumbres, ancestros, vestimenta, instituciones, valores, etc. El vnculo desarrollado entre sus miembros a partir de esas caracters-ticas en comn sobre todo los lazos de parentesco asumidos por los

  • 30 El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin

    miembros del grupo- determina que las afi liaciones tnicas sean pro-ducto de la activacin de sentimientos y apegos primordiales (Shils 1957). De all que algunos vnculos tengan un fuerte contenido afectivo e irracional, y parecieran fl uir ms de una afi nidad natural incluso, se dira, espiritual- que de la interaccin social (Geertz 1987).

    Desde esa perspectiva, la identidad es algo dado, que existe a priori. En ese sentido, hay una serie de rasgos que establece de ante-mano la pertenencia tnica de las personas y los grupos. La importancia otorgada a los vnculos primordiales supone la existencia de identidades fi jas o en todo caso solidifi cadas bajo ciertas condiciones-.

    En sentido estricto, la segunda corriente conceptual no comprende un solo enfoque, sino varias posturas surgidas en oposicin al llamado pri-mordialismo. Por lo general, todas ellas son agrupadas aludiendo a un enfoque contextual o circunstancial, desde el cual se comparten dos ideas bsicas. En primer lugar, no existen identidades tnicas predefi nidas e inmutables, dado que la identidad es dinmica y est sujeta a los cambios del desarrollo histrico de los grupos. Y, en segundo trmino, las identida-des dependen en gran medida del entorno social, poltico y cultural en el que se desarrollan los pueblos o grupos involucrados, por lo que obedecen a ciertos posicionamientos estratgicos defi nidos a partir del contexto. Por ello, se puede concluir que bajo ese enfoque la etnicidad no es un rasgo ontolgico de la organizacin humana, dado que siempre tiene su origen en fuerzas histricas especfi cas (Comaroff y Comaroff 1992).

    De modo especfi co, existe una variante terica que asumiendo los postulados del constructivismo- concibe la identidad tnica como un proceso de construccin social, sosteniendo que la misma puede ser reinventada y redescubierta bajo la forma de una etnognesis (Roosens 1989). No existen rasgos esenciales y necesariamente dura-deros de la etnicidad, sino permanentes reinvenciones de la misma. Y ello es as porque los grupos tnicos se defi nen de modo relacional; vale decir, en funcin de otros grupos y su vnculo con ellos.

    Otra postura es la del enfoque instrumental, segn la cual la identidad tnica es bsicamente un recurso para la movilizacin poltica, por lo que es manipulada para obtener determinados fi nes. Desde esa perspectiva, un grupo tnico funciona en la prctica a modo de un

  • Por qu, para qu y cmo recoger datos de etnia/raza a travs de encuestas y censos 31

    grupo de inters, que tiene uno de sus principios organizativos el logro de una efi cacia estratgica (Glazer y Moynihan 1975).

    Finalmente, desde un enfoque interaccionista o relacional, se ubican los aportes de Frederick Barth, quien a travs de su obra Ethnic Groups and Boundaries (1969) ha tenido gran infl uencia en el desa-rrollo conceptual del tema. Segn Barth, no se trata de describir los elementos que conforman una cultura compartida basada en tradiciones autnticas, sino de ubicar los principios organizativos a partir de los cuales un grupo social se articula y regula sus interacciones. Para com-prender el proceso de desarrollo de la identidad de esos grupos resulta clave ubicar el sentido de pertenencia a partir de la delimitacin de fronteras entre nosotros y otros. En ese sentido, la interaccin intertnica es una condicin de la identidad tnica; en la medida en que las similitudes (internas) son fundamentalmente fruto de la construccin de diferencias (externas).

    En general, ambas vertientes tericas tanto la primordialista como la circunstancial- han sido objeto de crticas. En relacin con el primordialismo se ha sealado que este enfoque asume la existencia de una esencia defi nitoria de la etnicidad. Se ha dicho tambin que sus postulados pueden llevar al desarrollo de concepciones sociobio-lgicas, por un lado, y a la mistifi cacin de la emocin, por otro. En realidad, como bien se ha indicado, el concepto de a priori propuesto por este enfoque es problemtico, en la medida en que las identidades tnicas en la prctica se renuevan, se modifi can y se rehacen en cada generacin (Spencer 2006: 78). No tener en cuenta esto puede llevar a asumir una concepcin a-histrica de la etnicidad.

    Por otro lado, una de las crticas que se hace a los enfoques cir-cunstanciales particularmente a su variante instrumental- es el relativismo absoluto mediante el cual la identidad tnica acaba teniendo solo un sentido instrumental y poltico casi vaca de contenido, por as decirlo-. Otro problema es que difcilmente ese enfoque puede dar cuenta de la perdurabilidad de las etnicidades; entre otros motivos, se aduce que ello es as porque no comprende que la signifi cancia atri-buida por las personas a los vnculos de consanguinidad posee una base psicolgica y social (Bayar 2009: 1639).

  • 32 El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin

    Se ha sealado, adems, que ignora la dimensin pasional o emotiva generada por los vnculos tnicos y los smbolos culturales (Spencer 2006: 79). El extremo de esa postura puede llevar a un enfoque pragmtico que niega la capacidad humana de operar al nivel de lo simblico y subvalora la importancia de la cultura en el sentido amplio del trmino (Spencer 2006: 80).

    En general, las defi niciones convencionales sobre la etnicidad suelen recoger elementos de ambas perspectivas la primordialista y la circunstancial o constructivista-. En ese sentido, el concepto de grupo tnico suele hacer referencia a aquella comunidad que comparte un pasado (tradicin), una cultura y una forma de organizacin social, la cual adems se percibe y es percibida por otros como un colectivo con atributos sociales y elementos culturales en comn (idioma, religin, nacionalidad o raza). Su existencia supone valores y creencias compar-tidos, e involucra la vigencia de un sentimiento comn de identidad.

    En ese sentido, coincidimos con quienes conciben la etnicidad como una combinacin de dos planos: la identidad adscripta a partir de vnculos (reales o asumidos) de comn descendencia, y otras carac-tersticas tales como raza, lengua, religin, geografa y cultura (Bayar 2009: 1641).

    Sin embargo, en general, existe consenso en reconocer que las identidades tnicas hoy en el mundo se defi nen a partir de dos condiciones fundamentales. Por un lado, dada la forma como son construidas y los distintos planos en los que eso ocurre, las identidades son consideradas como categoras mltiples, fl exibles y porosas. No existe una sola identidad, sino muchas dependiendo del plano de referencia. Y dado el contexto de creciente globalizacin e intercambio meditico en el que distintas culturas confl uyen en espacios localiza-dos, las identidades tampoco se establecen como categoras cerradas e inmutables. Finalmente, en la medida en que las identidades tnicas estn sujetas a un proceso histricamente situado y en la interaccin con otros grupos, aquellas se defi nen como condiciones contextuales y situacionales.

    Por su parte, el concepto de raza alude al fenotipo de las personas; vale decir, a las caractersticas fsicas de los seres humanos: rasgos

  • Por qu, para qu y cmo recoger datos de etnia/raza a travs de encuestas y censos 33

    faciales, forma de la nariz, tipo de ojos, cabello, color de piel, as como a la estatura y la estructura corporal, entre otros. Desde hace varias dcadas existe consenso en las Ciencias Sociales sobre la falta de sus-tento cientfi co de la raza como categora biolgica vale decir, como una forma de clasifi cacin vlida porque permitira agrupar a los seres humanos bajo ciertos tipos fsicos genticamente homogneos-. El des-prestigio de la categora raza ha sido creciente en las ltimas dcadas, y tiene como origen el serio cuestionamiento a su validez cientfi ca y su utilidad analtica.

    Los trabajos acadmicos y cientfi cos que cuestionan la categora raza se han intensifi cado desde mediados del siglo XX poca en la que la UNESCO auspici el estudio de Ashley Montagu, que lleva el sugerente y expresivo ttulo de Mans most dangerous myth: Th e fallacy of Race, publicado en 19539-. Pero ha sido a partir de los aos 70 con la publicacin de trabajos como los de R. C. Lewontin en los EEUU y posteriores avances en la investigacin de la gentica humana- que se brindaron mayores evidencias que demostraron, por ejemplo, que el color de la piel no era un buen predictor de otras caractersticas huma-nas y que las categorizaciones raciales no explicaban adecuadamente la diversidad gentica humana (Lewontin 2006). Desde entonces, avances en diversos campos de la ciencia han demostrado las limitaciones por no decir la falacia- que implican ciertas posiciones que apuestan por la racializacin de la diversidad, generalmente basadas en el poder de la gentica (Goodman 2006)10.

    Se ha desechado ampliamente la idea decimonnica de que la condicin gentica expresada en la raza induca o estaba asociada a determinados comportamientos, valores y propensiones culturales. La expresin probablemente ms extrema de esta postura pseudo cientfi ca cobr forma bajo las distintas versiones del racismo contemporneo que defendieron las tesis de la superioridad de ciertas razas sobre otras.

    9 En ese trabajo, Montagu cuestiona el carcter tipolgico del concepto, apuntando a un hecho claro: la variacin humana es inestable y las razas no pueden ser defi nidas en forma confi able.

    10 Goodman, Alan (2006). Two questions about race. Recuperado el 14 de octubre de 2011, de: http://raceandgenomics.ssrc.org/Goodman/

  • 34 El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin

    En cierto sentido, parte de esas ideas se mantienen hasta nuestros das bajo la forma de estereotipos raciales (donde cada raza est asociada a ciertos atributos fsicos, intelectuales, sociales, culturales e incluso espirituales).

    Uno de los elementos clave en la argumentacin principal de quienes recusan la validez y la confi abilidad del concepto raza apunta a demostrar el carcter inherentemente inestable e impreciso del mis-mo: las defi niciones raciales y los lmites que establecen las clasifi ca-ciones derivadas de las mismas cambian a lo largo del tiempo y del espacio. Eso es lo que ha sucedido con la tpica clasifi cacin en cuatro razas (blanca, negra, amarilla, cobriza), la cual ha sido descartada por la gentica moderna porque como numerosos estudios lo han demos-trado- la distribucin de caractersticas fsicas hereditarias no sigue l-mites defi nidos ni patrones claros. Y ello es as porque las diferencias o variaciones en esas caractersticas fsicas al interior de un grupo racial suelen ser mayores que las halladas entre dos grupos raciales11.

    Etnia y raza: un vnculo conceptual y emprico complejo

    La relacin entre las categoras etnia y raza siempre ha resultado compleja y ha sido objeto de mltiples debates. Algunas posturas han enfatizado la simbiosis conceptual de ambos trminos, lo cual ha llevado a atribuir una connotacin cultural a la categora raza. En una perspec-tiva similar, aunque extrema, la equivalencia entre biologa, gentica y cultura ha formado parte de la argumentacin de las teoras racistas que adjudican atributos sociales y valores culturales (y hasta rasgos de personalidad) a las razas biolgicas.

    Aunque aparentemente ambos conceptos aluden a cuestiones diferentes, en la prctica, ambos trminos han sido usados en forma conjunta e, incluso, como categoras intercambiables. Ello es as porque aun cuando puede resultar til la distincin entre raza como catego-ra que alude a lo fsico- y etnicidad como categora que se defi ne a partir de lo cultural- (Giddens 2000), habra que sealar que, desde el

    11 Al respecto se puede ver la discusin seguida en este link: http://raceandgenomics.ssrc.org.

  • Por qu, para qu y cmo recoger datos de etnia/raza a travs de encuestas y censos 35

    punto de vista antropolgico, lo fsico tambin tiene un contenido cultural y simblico por lo que la distincin acaba siendo relativa-. Adems, en la medida en que las caractersticas comunes de un grupo tnico incluyen su historia y sus vnculos de parentesco, resulta vlido asumir que los ancestros, los antepasados y las races genticas comunes forman parte de esa base compartida de identifi cacin.

    Por otro lado, hay corrientes dentro de la antropologa que postulan la conveniencia de analizar las relaciones raciales como parte del estu-dio de los vnculos tnicos como lo sostiene Pierre Van den Berghe (1967), para quien las relaciones raciales representan un caso especial de etnicidad-. Otros estudiosos como Michael Banton (1967) sostienen, en cambio, la necesidad de distinguir entre etnicidad y raza, por tratarse de dos dimensiones con lgicas propias.

    Aunque algunos autores argumentan que debe privilegiarse el tr-mino etnicidad porque la raza se origina en taxonomas pseudo biolgicas que han servido para justifi car histricamente el racismo (Hirschman 2004), debe tenerse en cuenta que en la prctica- al ana-lizar casos histricos especfi cos se observa que lo racial suele estar presente en los confl ictos tnicos y en los procesos de conformacin de las identidades. Por ello, como bien se ha sealado, en la medida en que las ideologas y discursos tnicos aluden y apelan a una ascendencia comn entre los miembros de un mismo grupo tnico, resulta proble-mtico e incluso cuestionable establecer una distincin entre etnicidad y raza (Eriksen 2002: 6).

    Las difi cultades para establecer niveles conceptuales claramente diferenciados han animado a otros autores a proponer el trmino de etno/raza (Goldberg 1992). De hecho, los lmites entre etnia y raza son borrosos. Incluso algunos grupos raciales han sido etnifi cados (ethnifi ed), como ha sucedido con los negros americanos que han acabado siendo identifi cados como afroamericanos; pero tambin algunos grupos tnicos han sido racializados asocindolos con caractersticas vinculadas a la raza supuestamente inmutables -. En ese sentido, como bien se ha sealado: In societies where ideas of race are important, they must therefore be studied as part of local discourses on ethnicity (Eriksen 2002: 5).

  • 36 El uso de categoras tnico/raciales en censos y encuestas en el Per: balance y aportes para una discusin

    No obstante lo sealado, en el mundo acadmico existe una clara preferencia por el uso las categoras etnicidad o grupo tnico prin-cipalmente por su ventaja analtica, pero quizs tambin porque resulta menos polmico que el desacreditado y controversial trmino de raza.

    La raza como construccin social: realidad o fi ccin?

    La crtica y el rechazo al uso de la categora raza generalmente han ido acompaados de la argumentacin de que la raza es una cons-truccin social, en la medida en que no existe como entidad biolgica, sino como una forma de categorizacin y clasifi cacin social. A partir de este marco, hay quienes han desarrollado una fuerte crtica al uso de la categora raza para analizar los problemas sociales. Entre otros, Robert Miles (1989) alertando del peligro que implica usar trmi-nos como raza, relaciones raciales y racismo- ha sostenido que la raza es un trmino analtico intil, espurio e ideolgico porque carece de sustento en la realidad.

    Sin embargo, consideramos que la falta de comprensin de los alcances de ese tipo de crticas puede llevar a equvocos con consecuen-cias importantes sobre el tema del anlisis de la etnicidad y su medicin a travs de instrumentos cuantitativos. Por ello, es importante volver al tema y preguntarse: Qu signifi ca que la raza como categora social carezca de existencia objetiva? De qu realidad objetiva estamos hablando?

    Como bien han planteado diversas posiciones desde la antropo-loga y sociologa, si bien la raza es una construccin social, no por ello deja de ser real como experiencia social vivida. La siguiente cita resume muy bien los alcances de esta postura:

    Th e idea that race is a social construct derives in part from natural scientists like Lewontin who maintain that race is a myth, or more precisely that the concept does not capture human diversity. It also derives in part from a misunderstan-ding of the notion of historical or social construction. Even though race was invented and made to seem real by social humans, and even though race makes little sense on the genetic

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    level, this does not mean that it is not real in other ways. Th omas makes the mistake of thinking that because race is a social construct, race cannot have real eff ects. To the con-trary, processes of racing, racializing, and practicing racism have enormous and powerful consequence for human wealth and health (Goodman 2006)12.

    Desde la antropologa y, particularmente, la sociologa, se han generado mltiples evidencias empricas sobre la importancia y la vi-gencia social que tiene la categora raza en el funcionamiento de una sociedad y en los vnculos de poder y jerarquizacin que sus miembros establecen entre ellos13.

    Por ello, como bien dice Goodman (2006), creemos que es el momento de formular la pregunta correcta. Y esta no es si la raza es real o no, sinode qu modo o a travs de qu mecanismos la hacemos realidad en la vida social.

    En esa misma lnea de pensamiento, Chris Smaje (1997) previene del peligro que supone conformarse con el uso de la metfora de la construccin social aplicada a las nociones de etnia y raza. Sin una cabal teorizacin de la raza se corre el riesgo de concebirla como un mero epifenmeno de las categoras verdaderamente reales, tales como el poder y la clase social. Esto puede llevar a ignorar el sentido que tienen ambas categoras: no tener en cuenta que la etnicidad y la raza operan como principios funcionales de la exclusin social y como fuentes de signifi cado social. Como bien ha sealado Smaje: Too often, the analysis of race begins and ends with its dismissal as a social construct. Race as social construct becomes a master trope, sociologys own construction of what race is about. Yet the discipline is substantially

    12 Fuente: http://raceandgenomics.ssrc.org/Goodman/.13 Solo como dato ilustrativo de la importancia que tiene el tema racial y el racismo

    en las sociedades contemporneas se puede mencionar la informacin proporcionada por Alan Goodman quien fuera presidente de la American Anthropological Association de los EEUU- sealada en su artculo Two questions about race: entre 1996 y 2005 el peridico Th e New York Times public 15,976 notas, artculos y noticias donde apareca el trmino raza asociado a temas diversos como poltica y deportes-, mientras que el trmino racismo apareci 1.35 veces por da en dicho periodo.

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    founded on the notion that all forms of sociality are constructs, particular relations inscribed in the world from the universe of possible relations (1997: 308).

    Desde la perspectiva de las Ciencias Sociales, como bien ha sea-lado Ann Morning (2006)14, la clave de la discusin tiene que ver con el concepto de distincin aplicado al campo de la sociedad. Segn la autora, es posible establecer un punto de conexin entre las posturas esencialistas y las constructivistas y concluir lo siguiente: In short, while human biological variation certainly seems to be real, the ways that we cut it up, name and describe it are the product of our scientifi c imagination (Op. Cit.). Desde esa perspectiva, el estudio de la etnici-dad debe ser concebido como parte de una estrategia de investigacin orientada a analizar cmo se conciben y se defi nen las diferencias entre los grupos tnicos a partir de una serie de dimensiones incluyendo la raza, ms all de su realidad biolgica, como categora de clasifi -cacin-. En ese sentido, coincidimos con quienes defi nen la etnicidad como una forma de construccin social de la diferencia que tiene como referente a la raza (como factor biolgico) (Billington et al. 1991).

    La doble dimensin de la identidad tnica: categorizacin e identifi cacin

    Las propuestas operativas para medir etnicidad y raza tienen como base un principio metodolgico vinculado a los dos enfoques primordial y circunstancial- antes mencionados. A partir de ellos, la defi nicin de los grupos tnico/raciales puede enfatizar o bien los componentes objetivos, o bien los componentes subjetivos. En el primer caso, la identidad t-nica puede ser captada a partir de la asignacin o la categorizacin de los sujetos en funcin de ciertos atributos (raciales, culturales, sociales) que los caracterizaran como miembros de determinado grupo tnico. En el segundo caso, la identidad es defi nida de modo endgeno a partir de la propia visin y conceptualizacin de los sujetos sobre s mismos.

    14 Morning, Ann (2006). On distinction, recuperado el 14 de octubre de 2011, de: http://raceandgenomics.ssrc.org/Morning/

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    La nocin eminentemente subjetiva de la identidad tnica en-cuentra sus races en las defi niciones de la sociologa clsica de Max Weber. Para l, los grupos tnicos se fundan en la creencia subjetiva de su comn descendencia, ms all de si las relaciones de sangre o vnculos de parentesco existan o no15. Esta forma de defi nicin ha encontrado en tiempos recientes correspondencia con la necesidad de los Estados de establecer medidas estables de los grupos tnicos a fi n de desarrollar y monitorear polticas a su favor.

    Sin embargo, por lo general se reconoce que la etnicidad y la identidad tnica comportan una doble dimensin. Motivo por el cual los grupos tnicos pueden ser concebidos como grupos culturales con organizacin e instituciones propias, que comparten tanto elementos objetivos (por ejemplo, lengua, religin y rasgos fenotpicos), como elementos subjetivos (por ejemplo, conciencia de identidad, cosmo-visin, valores y tica) (Stavenhagen 1991, Schkolnik 2009).

    Esta defi nicin conceptual tiene consecuencias importantes sobre las formas de operacionalizar la etnicidad, as como las decisiones sobre qu medir y cmo hacerlo. Ello es as porque en cierto sentido es posible establecer una diferenciacin aparentemente irrelevante, pero clave- entre la identidad tnica y la identifi cacin. La identidad estara defi nida fundamentalmente por lo que las personas creen o piensan ser; en cambio, la identifi cacin tnica se construira en funcin prin-cipalmente de la mirada de los otros, por lo que en ese mbito los marcadores tnicos cobran una dimensin particular.

    A su vez, esta distincin tiene relacin con la diferenciacin entre la identidad como una afi liacin de los propios sujetos, y la identidad como atributos asignados externamente por otros. En ese sentido, nos parece til la distincin realizada por Jenkins entre categorizacin realizada por otros (orientada externamente) y la autoidentifi cacin (orientada desde dentro), como dos principios de la dialctica de la identidad individual y grupal (Jenkins 2000, 2004). Para Jenkins, las identidades tnicas son

    15 Segn Weber, los grupos tnicos son aquellos grupos humanos que, fundndose en la seme-janza del hbito exterior y de las costumbres, o de ambos a la vez, o en recuerdos de coloni-zacin y migracin, abrigan una creencia subjetiva en una procedencia comn (1997: 318).

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    fruto de una relacin dialctica entre procesos de identifi cacin grupal y categorizacin social (Jenkins 2000: 4). El autor tambin apela a la distincin establecida por Marx entre clase en s y clase para s para diferenciar grupos una colectividad defi nindose a s misma- de catego-ras una colectividad que es identifi cada y defi nida por otros-; la misma que de algn modo es retomada en las nociones que propone Bourdieu de grupo prctico y grupo institucionalizado (Jenkins 2000: 4). Lo cual lleva a la distincin entre los grupos o colectividades que se recono-cen a s mismos y sus propias membresas (las colectividades para s) y los grupos que son identifi cados y defi nidos por otros (como una categora en s misma) (Jenkins 2000: 4).

    La autoidentifi cacin y la autodeterminacin forman parte del proceso de identifi cacin social, pero no necesariamente constituyen el elemento central de la misma; dado que el reconocimiento y la valida-cin de parte de los otros son sino determinantes al menos cruciales en la fi jacin de sus lmites de posibilidades y actuacin (Jenkins 2000: 17).

    Siguiendo una lnea de argumentacin similar a la de Richard Jenkins, otros autores como Brubaker y Cooper (2000) sugieren di-ferenciar entre el concepto de identifi cacin (realizada por otros) y el de identidad (de uno mismo), aduciendo que el primero es un trmino procesual que carece de las connotaciones reifi cantes del segundo. Los planteamientos de esos autores se pueden resumir en tres afi rmaciones:

    Another basic distinction is between self-identifi cation and the identifi cation and categorization of oneself by others. Self-identi-fi cation takes place in dialectical interplay with external identi-fi cation, and the two need not converge (p. 15).

    Identifi cation of oneself and of others is intrinsic to social life; identity in the strong sense is not (p. 14).

    How one identifi es oneself and how one is identifi ed by others - may vary greatly from context to context; self- and other-iden-tifi cation are fundamentally situational and contextual (p. 14).

    En una lnea similar, Claude Dubar ha sealado que histrica-mente la identifi cacin tnica en el mundo- ha sido el resultado de una serie de factores asociados a dos tendencias: por un lado, los actos

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    de atribucin identitaria realizada por instituciones o agentes externos ocurrida por tanto en la interaccin con el individuo- y las afi rmacio-nes identitarias propias basadas en actos de pertenencia que expresan la identidad para s (citado en Lavaud y Lestage 2009: 52).

    Finalmente, una lnea de argumentacin que permite comprender las distintas formas que puede asumir la etnicidad y la identidad tnica es la que plantea Rogers Brubaker en su texto Ethnicity without groups (2002). Este autor sostiene que para clarifi car conceptualmente el tema resulta fundamental distinguir entre grupos y categoras en una lnea argumental similar a la distincin de Jenkins (2000) sealada lneas arriba entre los grupos o colectividades que defi nen propias membresas y los grupos que son identifi cados y defi nidos por otros-.

    El agrupamiento o formacin de grupos (groupness, en ingls) tiene como base la existencia de grupos, los cuales se defi nen a partir de ciertas comunalidades caracterizadas por la mutua interaccin, el reconocimiento mutuo, la orientacin mutua, la efectiva comunicacin, identidad corpo-rativa, colectividad delimitada con sentido de solidaridad y capacidad de accin concertada (Brubaker 2002: 169). Las membresas a categoras no dan paso (necesariamente) a la creacin de grupos tnicos; son solo la base potencial de un proceso de formacin de grupos.

    Pero Brubaker seala que la etnicidad puede existir y funcionar sin la existencia de grupos tnicos como entidades sustantivas (2002: 170). Por lo que no es necesario estructurar el anlisis en trminos de grupos tnicos: () it may be more productive to focus on practical categories, cultural idioms, cognitive schemas, commonsense knowledge, organi-zational routines and resources, discursive frames, institutionalized forms, political projects, contingent events and variable groupness (p. 186).

    La medicin de la etnicidad/raza en los censos y las encuestas: algunos temas conceptuales y metodolgicos (y polticos) relevantes

    El anlisis de cmo se mide la etnia y la raza en diversos pases en el mundo permite constatar no solo una amplia diversidad de aproxima-ciones y formas de clasifi cacin lo que se evidencia en el espectro de trminos usados: raza, origen tnico, nacionalidad, ancestros, indgena,

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    tribal, aborigen-, sino una notoria ambigedad en los signifi cados de las categoras y trminos empleados (Morning 2008).

    El tema es sumamente complejo y las posiciones en debate cubren un amplio espectro. Debe sealarse que existen posiciones que dudan de la posibilidad de registrar o aprehender una dimensin tan compleja como la etnicidad a travs de instrumentos tcnicos cuantitativos (un censo o una encuesta). Es importante ser conscientes de lo que implica hablar de me-dicin y del uso de instrumentos cuantitativos cuya herramienta tcnica tpica es la encuesta basada en la entrevista semiestructurada-. Se trata de una tarea cuya naturaleza y alcances difi ere de la tradicin antropolgica y sociolgica que en el pas ha indagado sobre la cultura y las formas de orga-nizacin de los grupos tnicos. Las ciencias sociales peruanas cuentan con un acervo importante de investigacin social y etnografas que describen las tradiciones, las costumbres y los valores de los pueblos indgenas (aun-que casi nada de los afrodescendientes). Lo que se busca con los censos y las encuestas es capturar la compleja realidad de la cultura y la identidad en unos cuantos indicadores necesariamente limitados, sobre todo en las cdulas censales-. Se trata de una realidad compleja no solo porque se ubica en el plano de la subjetividad, sino porque la cultura por defi nicin- alude al plano de lo simblico. Y la medicin supone necesariamente la cuan-tifi cacin de una propiedad o un atributo; en este caso, la clasifi cacin en grupos determinados, discretos y cerrados.

    Aunque la diferencia entre la aproximacin cuantitativa y la cualitativa fi nalmente es de grado, la primera supone reducir la compleja realidad a variables e indicadores que permiten particularizar una caracterstica de una poblacin y realizar una estimacin cuanti-tativa de la misma. Y si bien ese tipo de conteo parece ser ms viable para cualidades como el gnero o la edad de la persona, supone ciertas difi cultades y consideraciones especiales para caractersticas como la identidad tnica- asociadas a dimensiones subjetivas y culturales16. La

    16 Hay quienes sostienen que a diferencia de variables socioeconmicas y demogrfi cas como la edad, los ingresos, el sexo, la escolaridad, etc. consideradas objetivas- las variables tnicas y raciales son ms complejas porque refl ejan las interrelaciones tnico-raciales existentes en cada sociedad y realidad local; lo cual tendra incidencia tanto en el modo como se formula la pregunta como en el tipo de respuesta que se obtiene ((Paixao 2009: 190).

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    identidad tnica no es un dato dado, del que solo hay que registrar su existencia a travs de una pregunta simple y una respuesta unvoca.

    Por otro lado, se ha sealado que una forma de identifi cacin externa particular es la que realizan las instituciones y autoridades (estatales) a travs de sistemas de categorizacin formalizados, objeti-vados y codifi cados. Este tipo de identifi cacin no tiene contraparte en la realidad y la vida social cotidiana en la que las personas se identifi can y al mismo tiempo categorizan a otros, y son identifi cados y categori-zados por otros (Brubaker y Cooper 2000).

    No obstante, las encuestas y los censos son reconocidos como metodologas indispensables para establecer mediciones confi ables y vlidas aplicadas a un universo amplio de personas que defi nen conjuntos demogrfi cos susceptibles de ser objeto de intervencin pblica o de polticas de apoyo y desarrollo o de inclusin social. Al tener que ser abordada mediante encuestas, la etnicidad aparece como cualquier otra variable cuantitativa que requiere un proceso de operacionalizacin y, por ende, la bsqueda de indicadores medibles.

    En cierto sentido, se puede decir que el puente entre las defi ni-ciones tericas y metodolgicas por un lado- y las soluciones operativas plasmadas en los cuestionarios censales por otro- se da a travs de la eleccin de los trminos o etiquetas tnicos y raciales. Se trata de un proceso crucial y corresponde a la etapa de la operacionalizacin de los conceptos.

    Como bien se ha enfatizado recientemente, se hace necesario de-sarrollar operacionalizaciones especfi cas y localmente signifi cativas. Un ejemplo de ello es el trabajo de construccin de indicadores de identifi cacin tnica realizado en Chile para disear instrumentos ade-cuados para registrar la realidad de los pueblos indgenas de ese pas (Oyarce et al. 2006).

    Todo ello hace que el registro de la dimensin tnica y/o racial no sea un asunto simple. Su implementacin prctica comporta problemas y decisiones previas de carcter conceptual, metodolgico y tcnico de gran complejidad.

    En este ltimo campo, las cuestiones a tener en cuenta van desde la validez de los instrumentos a ser usados, hasta la decisin de privilegiar

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    la autopercepcin del entrevistado o recurrir a la observacin directa del entrevistador, pasando por el tipo de preguntas a ser incorporadas en el cuestionario. Como bien han sealado Susana Schkolnik y Fabiana del Popolo (2006: 258), la redaccin de las preguntas no es un elemento irrelevante en la medicin e identifi cacin de las personas: redacciones diferentes para las mismas variables pueden producir resultados no com-parables. Tambin podran mencionarse los problemas, disparidades y contradicciones derivadas de las distintas formas de medir la etnicidad aplicando criterios de imputacin a la poblacin menor de 15 aos a la que no se le hace la pregunta correspondiente (p. 269).

    Una abundante literatura da cuenta de las difi cultades inherentes al proceso de clasifi cacin de las personas bajo determinadas categoras tnico/raciales (Burton et al. 2010: 1333, Spencer 2006: 48)17. En ese sentido, debe reconocerse que las soluciones propuestas por las entidades del Estado incluyendo, en primer lugar, a los organismos encargados de las estadsticas ofi ciales- generalmente son aproximaciones y soluciones parciales e incompletas que pueden requerir de ajustes conceptuales y/o tcnicos posteriores18. Sin embargo, las preguntas sobre la identi-dad tnica defi nidas a partir del autoreporte no dejarn de ser objeto de controversia en parte- debido a la dimensin eminentemente pol-tica que tiene ese tipo de defi niciones hechas frente a un organismo del Estado. De hecho, al menos en los formatos basados en la autoidentifi -cacin, el tipo de fraseo y el uso de determinadas categoras contienen

    17 Un anlisis de diversos casos nacionales permite conocer el grado de confusin e incluso confrontacin- que supone el uso de las categoras etnicidad y raza. Esta falta de una-nimidad abarca tanto las defi niciones propias de la cultura popular como los documentos ofi ciales tal como sucede con el uso de esas categoras en los Censos del Reino Unido y de los EE.UU. (Spencer 2006: 48)-.

    18 Los formatos de las encuestas ofi ciales y los registros censales a nivel mundial son variables, mutables, a lo largo del tiempo, y ello principalmente responde a las discusiones que se dan tanto en el plano acadmico y el mbito tcnico u operativo, como en la dimensin poltica del tema-. Hay un constante esfuerzo en otros pases por reinventar y redelinear las identi-dades pasadas y nuevas, tratando de captar las identidades hbridas de modo ms realista en concordancia con las experiencias sociales de cada uno (Spencer 2006: 49). La desventaja que signifi ca esta a veces indispensable- tarea de renovacin y adecuacin es que implica cambios en los criterios y las metodologas de medicin; lo cual difi culta o hace imposible el seguimiento longitudinal de datos y la comparabilidad de resultados.

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    en s mismos una serie de criterios y defi niciones en el campo de la subjetividad, la autodeterminacin y el reconocimiento de derechos frente al Estado.

    Hay quienes sostienen que dado el carcter eminentemente poltico y contextual de las defi niciones y categoras tnicas utilizadas en los censos de cada pas, resulta inviable o en todo caso- relativo establecer un solo enfoque a ser aplicado a nivel mundial (Morning 2008: 28). Y ello es as porque las defi niciones de los cuestionarios y preguntas censales sobre etnia/raza dependen de las interpretaciones polticas, las agendas y las motivaciones que lleva a los Estados de cada pas a em-prender esa tarea.

    En todo caso, que el Estado sea el ente encargado de registrar la identidad tnico/racial de las personas no es irrelevante19. A travs de este tipo de accin que involucra previamente una serie de decisiones relativas a las polticas del nombramiento (naming)- en la prctica lo que se pone en juego es la constitucin de actores potencialmente sujetos de derechos e interlocutores vlidos frente al Estado.

    En general, existe consenso en reconocer que ese tipo de defi ni-ciones debe llevarse a cabo a partir de una discusin en que participen cuatro tipos de actores: funcionarios de las instituciones de estadsticas, funcionarios pblicos encargados de la formulacin de las polticas so-ciales, representantes de los grupos tnicos e investigadores provenientes de la academia. Adems, al ser las defi niciones identitarias un campo de autoadscripcin y pertenencia, se considera vlido y necesario que previamente a la realizacin de encuestas y censos para registrar ese tipo de informacin- las organizaciones tnicas desarrollen acciones orientadas a promover la mayor conciencia grupal, colectiva o tnica20.

    Hay una serie de temas que subyacen a las decisiones de construir determinadas categoras censales. Por ejemplo, los cambios operados

    19 Segn el balance de un estudio relativamente reciente, de 138 pases en el mundo 87 pases (alrededor del 63%) han incorporado alguna forma de clasifi cacin tnica los censos nacio-nales (Morning 2008: 7).

    20 Un ejemplo reciente del tipo de campaas desarrolladas por las organizaciones tnicas en Ecuador se puede observar en este link: http://www.slideshare.net/ccordova1012/presen-tacin-censomeg

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    en la formulacin de las opciones pre