perspectivas de laindustria siderÚrgicena lo saÑo s …boletines.secv.es/upload/198423015.pdf ·...

14
PERSPECTIVAS DE LA INDUSTRIA SIDERÚRGICA EN LOS AÑOS 80. I. LA CRISIS DE LA SIDERURGIA. SITUACIÓN ACTUAL. PERSPECTIVAS DE LA DEMANDA Y DEL EQUILIBRIO OFERTA-DEMANDA EN LA DECADA DE LOS 80 (D J.A. BONED SOPEÑA Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas, C.S.I.C., Madrid. Se hace una descripción de la situación actual de la crisis siderúrgica, de las causas determinantes de la misma y de su evolución desde la eclosión de 1974, caracterizado todo ello por una ralentización en el crecimiento de la producción y un desplazamiento hacia países del tercer mundo de las nuevas instalaciones. Se analizan las previsiones estimadas para los años 80, dentro del elevado grado de in cer- tidumbre que ha impuesto la magnitud de la crisis, así como de la imposibilidad de plantear un modelo único de crisis para todos los países. Posteriormente se abordan las políticas de modernización y de adaptación que ha emprendido la industria siderúrgica para superar las dificultades existentes. Perspectives of the steel industry in the eighties. I. The crisis of the steel industry. Present situation. Perspectives of the demand and of the supply-de- mand equilibrium in the eighties. A description is made of the present status of the steel industry crisis, the main causes behind it and its evolution from the bloom of 1974. All this has been characterized new installations to third world countries. The previsions forecast for the eighties are analysed within the high degree of uncertainly inposed by the large crisis and the impossibility of estabUshing a unique crisis pattern for all countries. Iliis in followed by a consideration of the pohcies of modernization and adaptation that the steel industry has undertaken to overcome the present difficulties. Perspectives de l'industrie sidérurgique durant les années 80. I. La crise de la sidérurgie. Situation actuelle. Perspectives de la demande et de l'équilibre offre-deman- de pendant la décade des années 80. On fait une description de la situation actuelle de la crise sidérurgique, des causes déterminantes des mêmes et de leur évolution depuis Teclosion de 1974; tout ceci se caractérise par un ralentissement pour ce qui concerne l'accroissement de production et un déplacement des nouvelles installations vers des pays du tiers-monde. On analyse les prévisions estimées pour les années 80, tout en faisant atten- tion on degré élevé d'incertitude qu'a imposé l'étendue de la crise, ainsi comme à l'imposibilité d'expo- ser un seul modèle de crise pour tous les pays. Postérieurement on aborde les poHtiques de modernisa- tion et d'adaptation que l'industrie sidérurgique a entrepris afin de supérer les difficultés existentes, Perspektiven in der Hüttenindustrie in den achtziger Jahren. I. Krise in der Hüttenindustrie. Heutiger Zustand. Perspektiven in der Nachfrage und im Gleichge- wicht von Angebot und Nachfrage in der Dekade der achtziger Jahre. Es wird eine Beschreibung der heutigen Lage in der Krise der Hüttenindustrie, der bestimmenden Gründen und der Entwicklung seit dem Ausbruch in 1974 gemacht. Dies alles wird durch eine Verlang- samung im Wachstum der Produktion und eine Verdrängung der neuen Einrichtungen gegen Länder der dritten Welt, charakterisiert. Es werden die geschätzten Voraussehungen für die achtziger Jahre, trotz der Unwissenheit, dass die Grösse der Krise auferlegt hat, analysiert, sowie die Unmöglichkeit ein einziges ModeU der Krise für alle Länder zu entwerfern. Zuletzt werden die modernisierenden Politiken und die Anpassungen, die Hüttenindustrie unter- nommen hat,um die bestehenden Schwierigkeiten zu überwinden, behandelt. mismo tonelaje que en 1975. Esta cifra está muy lejos de los 800 M t que las previsiones de 1975 corregidas a la baja consideraban alcanzables. La capacidad nominal de producción de acero bruto de los países de la OCDE comunicada por ellos mismos en 1978 era de 567 M t. Sobre esta base la capacidad efectiva que corresponde a la producción máxima posible medida empíricamente, se estableció en unos 512 M t siendo por tanto las tasas respectivas de utilización de 73 y 80% de la capacidad nominal y de la efectiva respectivamente (tablas lA, IB, II y III). En el curso del período 1970-79 la evolución de.la capa- cidad no ha dado pruebas de ninguna flexibilidad y no ha reaccionado a las modificaciones de la tendencia de la de- manda de acero. La capacidad nominal ha pasado del 1970 al 1977 de 451 a 566 M t con una tasa de crecimiento nota- blemente constante del 3,3% anual (figura 1). Esta tasa de crecimiento ha incluso aumentado en 1975, 76 y 77, años en los que la demanda de acero sufrió una disminución bru- 1. SITUACIÓN ACTUAL La magnitud de la crisis se revela para la industria side- rúrgica por los datos siguientes: Hasta el año 1974 la producción mundial de acero se du- plicó en los últimos quince años, pasando de 346 a 703 M de toneladas y en general el crecimiento de dicha produc- ción venía acelerándose cada vez más, de forma que si para pasar de la producción de 100 M t en 1926 a 200 M en 1950 hicieron falta 24 años, para alcanzar un incremento igual aumentando la producción de 600 a 700 M t sólo se necesitó un intervalo de dos años, 1972 a 1974, justo en el bienio anterior a la crisis del petróleo. Pues bien, este creci- miento se interrumpió bruscamente a partir de 1975, año en que descendió a 645 M t en lugar de mantenerse o aumentar; y después de un crecimiento lento hasta 1979 con 746 M t descendió de nuevo y en 1982 se produjo el (1) Original recibido el 1 de septiembre de 1983 ENERO-FEBRERO 1984 15

Upload: others

Post on 22-Jul-2020

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: PERSPECTIVAS DE LAINDUSTRIA SIDERÚRGICENA LO SAÑO S …boletines.secv.es/upload/198423015.pdf · perspectivas de laindustria siderÚrgicena lo saÑo s 80. i. la crisisde lasiderurgia

PERSPECTIVAS DE LA INDUSTRIA SIDERÚRGICA EN LOS AÑOS 80. I. LA CRISIS DE LA SIDERURGIA. SITUACIÓN ACTUAL. PERSPECTIVAS DE LA DEMANDA Y DEL EQUILIBRIO OFERTA-DEMANDA EN LA DECADA DE LOS 80 (D

J.A. BONED SOPEÑA Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas, C.S.I.C., Madrid.

Se hace una descripción de la situación actual de la crisis siderúrgica, de las causas determinantes de la misma y de su evolución desde la eclosión de 1974, caracterizado todo ello por una ralentización en el crecimiento de la producción y un desplazamiento hacia países del tercer mundo de las nuevas instalaciones. Se analizan las previsiones estimadas para los años 80, dentro del elevado grado de in cer­tidumbre que ha impuesto la magnitud de la crisis, así como de la imposibilidad de plantear un modelo único de crisis para todos los países. Posteriormente se abordan las políticas de modernización y de adaptación que ha emprendido la industria siderúrgica para superar las dificultades existentes.

Perspectives of the steel industry in the eighties. I. The crisis of the steel industry. Present situation. Perspectives of the demand and of the supply-de­mand equilibrium in the eighties.

A description is made of the present status of the steel industry crisis, the main causes behind it and its evolution from the bloom of 1974. All this has been characterized new installations to third world countries.

The previsions forecast for the eighties are analysed within the high degree of uncertainly inposed by the large crisis and the impossibility of estabUshing a unique crisis pattern for all countries. Iliis in followed by a consideration of the pohcies of modernization and adaptation that the steel industry has undertaken to overcome the present difficulties.

Perspectives de l'industrie sidérurgique durant les années 80. I. La crise de la sidérurgie. Situation actuelle. Perspectives de la demande et de l'équilibre offre-deman­de pendant la décade des années 80.

On fait une description de la situation actuelle de la crise sidérurgique, des causes déterminantes des mêmes et de leur évolution depuis Teclosion de 1974; tout ceci se caractérise par un ralentissement pour ce qui concerne l'accroissement de production et un déplacement des nouvelles installations vers des pays du tiers-monde. On analyse les prévisions estimées pour les années 80, tout en faisant atten­tion on degré élevé d'incertitude qu'a imposé l'étendue de la crise, ainsi comme à l'imposibilité d'expo­ser un seul modèle de crise pour tous les pays. Postérieurement on aborde les poHtiques de modernisa­tion et d'adaptation que l'industrie sidérurgique a entrepris afin de supérer les difficultés existentes,

Perspektiven in der Hüttenindustrie in den achtziger Jahren. I. Krise in der Hüttenindustrie. Heutiger Zustand. Perspektiven in der Nachfrage und im Gleichge­wicht von Angebot und Nachfrage in der Dekade der achtziger Jahre.

Es wird eine Beschreibung der heutigen Lage in der Krise der Hüttenindustrie, der bestimmenden Gründen und der Entwicklung seit dem Ausbruch in 1974 gemacht. Dies alles wird durch eine Verlang­samung im Wachstum der Produktion und eine Verdrängung der neuen Einrichtungen gegen Länder der dritten Welt, charakterisiert.

Es werden die geschätzten Voraussehungen für die achtziger Jahre, trotz der Unwissenheit, dass die Grösse der Krise auferlegt hat, analysiert, sowie die Unmöglichkeit ein einziges ModeU der Krise für alle Länder zu entwerfern.

Zuletzt werden die modernisierenden Politiken und die Anpassungen, die Hüttenindustrie unter­nommen hat ,um die bestehenden Schwierigkeiten zu überwinden, behandelt.

mismo tonelaje que en 1975. Esta cifra está muy lejos de los 800 M t que las previsiones de 1975 corregidas a la baja consideraban alcanzables.

La capacidad nominal de producción de acero bruto de los países de la OCDE comunicada por ellos mismos en 1978 era de 567 M t. Sobre esta base la capacidad efectiva que corresponde a la producción máxima posible medida empíricamente, se estableció en unos 512 M t siendo por tanto las tasas respectivas de utilización de 73 y 80% de la capacidad nominal y de la efectiva respectivamente (tablas lA, IB, II y III).

En el curso del período 1970-79 la evolución de.la capa­cidad no ha dado pruebas de ninguna flexibilidad y no ha reaccionado a las modificaciones de la tendencia de la de­manda de acero. La capacidad nominal ha pasado del 1970 al 1977 de 451 a 566 M t con una tasa de crecimiento nota­blemente constante del 3,3% anual (figura 1). Esta tasa de crecimiento ha incluso aumentado en 1975, 76 y 77, años en los que la demanda de acero sufrió una disminución bru-

1. SITUACIÓN ACTUAL

La magnitud de la crisis se revela para la industria side­rúrgica por los datos siguientes:

Hasta el año 1974 la producción mundial de acero se du­plicó en los últimos quince años, pasando de 346 a 703 M de toneladas y en general el crecimiento de dicha produc­ción venía acelerándose cada vez más, de forma que si para pasar de la producción de 100 M t en 1926 a 200 M en 1950 hicieron falta 24 años, para alcanzar un incremento igual aumentando la producción de 600 a 700 M t sólo se necesitó un intervalo de dos años, 1972 a 1974, justo en el bienio anterior a la crisis del petróleo. Pues bien, este creci­miento se interrumpió bruscamente a partir de 1975, año en que descendió a 645 M t en lugar de mantenerse o aumentar; y después de un crecimiento lento hasta 1979 con 746 M t descendió de nuevo y en 1982 se produjo el

(1) Original recibido el 1 de septiembre de 1983

ENERO-FEBRERO 1984 15

Page 2: PERSPECTIVAS DE LAINDUSTRIA SIDERÚRGICENA LO SAÑO S …boletines.secv.es/upload/198423015.pdf · perspectivas de laindustria siderÚrgicena lo saÑo s 80. i. la crisisde lasiderurgia

J.A. BONED SOPEÑA

tal, cuya importancia no habría escapado a la industria. Las fíguras 2, 3 y 4 muestran las variaciones contradictorias de la capacidad y de la demanda (producción) en el punto de viraje crítico de 1975 para la CEE, Japón y EE.UU.; en ellas se aprecia que en el momento que los responsables de la in­dustria han tomado conciencia de la modificación de las condiciones del mercado, los proyectos de inversión lanza­dos en el cuatrienio 1970-74 estaban en su mayoría dema­siado comprometidos para ser parados. Esta lección tan cos­

tosa nos enseña que es mucho más difícil de lo que se imagi­na habitualmente, el reaccionar eficazmente ante una modi­ficación de la importancia relativa de la oferta y la deman­da. En consecuencia, el grado de utilización (en relación con la capacidad efectiva) ha disminuido desastrosamente desde 98% en 1973-74 a 76% en 1977 (esta última cifra co­rresponde al 70% de la capacidad nominal). Los países de la OCDE que han sufrido más con la CEE y el Japón.

(Aquí tablas lA, IB y II y III).

TABLA I A Capacidades nominales de fabricación de acero bruto

en la zona de OCDE. 1970 -Millones de toneladas.

1979

1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1

CEE (9) 154,5 168,2 173,8 176,6 176,9 189,9 197,7 200,7 202,1 202,9 EE.UU. 138,7 134,8 142,1 142,5 140,6 138,9 143,6 145,2 143,2 140,0 Japón 110,0^ 117,0^ ̂ 121,0 ̂ 132,0^ ' 140,0' ' 141,0^ ̂ 142,0' 151,8 151,3 153,0

Austria 4,1 4,0 4,0 4,7 4,9 5,0 5,5 5,0 4,9 5,0 España 9,5 11,7 11,1 10,9 13,5 14,0 14,5 15,1 15,6 15,7 Finlandia 1,1 1,3 1,5 1,6 1,8 1,9 1,8 2,6 2,5 2,5 Noruega 0,9 0,9 0,9 0,9 1,0 1,0 1,0 LO 1,0 1,0 Portugal 0,4 0,4 0,5 0,5 0,6 0,8 0,5 0,6' 0,7 0,7'^ Suecia 6,0 6,1 6,1 6,4 6,9 7,3 7,3 7,2 7,1 7,0 Suiza 0,5 0,5 0,5 0,5 0,9 0,9 1,0 1,0 1,0 1,0 Turquía 1,8 1,8 1,5 2,3 2,4 2,4 2,9 3,2' 3,6' ' 3,6'^ Yugoslavia 3,4^ 3,8' 4,0 ' 4,1' ' 4,2' ' 4,2^ ̂ 4,2^ 4,9^ 5,4' 5,4" Grecia 0,8 1,0 1,1 1,3 1,3 1,3 1,5̂ 1,5' 2,5' 2,5" Otros países europeos occidentales 28,5 31,5 31,2 33,2 37,5 38,8 40,2 42,1 44,3 44,4

Canadá 12,0 12,8 13,6 14,0 16,3 16,7 16,9 17,0 17,5 17,6 Austraha 7,5^ 8,0^ ̂ 8,0 ̂ 8,8 9,0 9,0 9,0 8,4 8,4 8,4 Nueva Zelanda 0,2^ 0,2^ ̂ 0,2 ̂ 0,2' ' 0,2 ^ 0,2 0,3 ' 0,3' 0,3' ' 0,3" I

Total OCDE 451,4 472,5 489,9 507,3 520,5 534,5 549,7 565,5 567,1 566,7

e == estimación.

TABLA I B Capacidades efectivas en la zona de la OCDE

1970-1979 Millones de toneladas

1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1

América Norte 143,2 140,3 147,9 148,9 149,1 149,9 152,5 154,1 152,6 149,7 EE.UU. (131,8) (128,1) (135,0) (135,4) (133,6) (132,0) (136,4) (137,9) (136,0) ' (133,0) Japón 99,0 105,3 108,9 118,8 126,0 126,9 127,8 136,6 136,2 137,7 CEE 136,0 148,0 152,9 155,4 155,7 167,1 174,0 176,6 177,8 178,6 Otros países europeos occidentales 25,1 27,7 27,5 29,2 33,0 34,1 35,4 37,0 39,0 39,1 Oceania 6,9 7,4 7,4 8,1 8,3 8,3 8,4 7,8 7,8 7,8

1 Total OCDE 410,1 428,6 444,6 460,2 472,0 484,3 498,0 512,2 513,5 512,9 I

16 BOL.SOC.ESP.CERAM.VIDR.VOL.23 -NUM.l

Page 3: PERSPECTIVAS DE LAINDUSTRIA SIDERÚRGICENA LO SAÑO S …boletines.secv.es/upload/198423015.pdf · perspectivas de laindustria siderÚrgicena lo saÑo s 80. i. la crisisde lasiderurgia

Perspectivas de la industria siderúrgica en los años 80. I. La crisis de la siderurgia. Situación actual. Perspectivas de la demanda y del equüibrio oferta-demanda de la década de los 80.

TABLA II Evolución del Producción /

grado de utilización capacidad efectiva

Porcentaje.

1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979

América Norte 91,1 85,7 89,7 101,0 97,8 80,3 84,9 82,6 91,0 92,9 EE.UU. (90,5) (85,4) (89,6) (101,1) (98,9) (80,2) (85,1) (82,4) (91,2) (92,4) Japón 94,2 84,1 89,0 100,3 92,9 80,7 84,0 75,0 75,0 81,2 CEE 101,3 86,6 91,0 96,6 100,0 74,9 77,2 71,4 74,6 78,4 Otros países europeos occidentales 95,3 87,6 98,3 101,0 94,2 86,9 84,8 79,3 79,8 86,0

! Oceania — — — 97,6 96,7 97,8 95,6 97,1 99,7 106,0

Total OCDE 95,4 85,7 90,4 99,3 97,0 79,3 82,1 76,1 80,4 84,4 1

TABLA III Capacidades estimadas en 1978 y

Millones de toneladas. 1985

1978 Capacidad nominal

A

1985 Capacidad nominal

1985 Capacidad nominal (media)

Aumento de la capacidad nominal

1978-85 B-A

Grado de utilización supuesto

1978 Capacidad efectiva

1985 Capacidad efectiva (media)

América del Norte 160.7 162.0-168.0 165.0 + 4.3 1.03 95.0 152.6 156.8 1 EE.UU. CEE

(143.2) 202.1

(144-148) 196.0-200.0

(146.0) 198.0

(+ 2.8) - 4.1

(1.02) 0.98

(95.0) 88.0

(136.0) 177.9

(138.7) 174.2

Otros países Eur. occi. 44.3 49.2-58.6 53.9 + 9.6 1.22 88.0 39.0 47.4 Japón 151.3 152.0-155.0 153.5 + 2.2 1.01 90.0 136.2 138.2 Oceania 8.7 10.6 10.6 + 1.9 1.22 90.0 7.8 9.5 Total OCDE 567.1 569.8-592.2 581.0 +13.9 1.03 513.5 526.1 1

América Latina 31.7 51.0-53.4 52.2 +20.5 1.64 90.0 Brasil 70.0 Otros 24.3 41.5

Africa del Sur 9.9 10.0 10.0 + 0.1 1.01 90.0 7.9 9.0 Otros países de Africa 2.0 5.8-7.4 6.6 + 4.6 3.30 75.0 1.5 4.9 Medio Oriente 3.6 7.9-9.9 8.9 + 5.3 2.47 50.0 1.5 4.5 India 13.0 18.3 18.3 + 4.7 1.41 75.0 10.1 13.7 Otros países de Africa 15.5 22.8-28.9 25.9 + 10.4 1.67 90.0 Rep.

de Corea, Taiwan 75.0 Otros

10.5 22.4

Total países no miembros de la OCDE 75.7 115.8-127.9 121.9 +46.2 1.61 55.8 96.0

Total general 642.8 685.6-720.1 702.9 +60.1 1.10 569.3 622.1 1

Otro hecho que confirma la gravedad y dificultad de su­perar la crisis de carácter mundial y estructural que ya he­mos dicho afecta desigualmente a las distintas regiones y países del mundo, es que la Comisión Europea del Acero de la CECA haya aprobado recientemente el Programa provi­sional acero anticrisis, propuesto por M. Davignon y que para el primer trimestre de 1983, refleja la degradación muy sensible de las perspectivas del mercado comunitario y mun­dial del acero (que continúan degradándose) y que autoriza a los países comunitarios una producción de acero bruto de solamente 23,7 M t, contra 32,25 para el mismo período de 1982 y un volumen extremadamente bajo de 25,6 M t que se produjeron en el cuarto trimestre de 1982.

La Comisión constata el deterioro del clima económico mundial que afecta muy notablemente las grandes indus­trias consumidoras de acero. En efecto, los intercambios de bienes de equipo y de material de transporte (que constitu­yen la parte esencial de las aplicaciones indirectas de acero) continúan sufriendo de la inestabilidad política y financiera de numerosos mercados de ultramar; la tendencia de las ta­sas de interés a la baja y el ablandamiento de las condicio­nes del mercado monetario han sido más que compensados (anulados) por tres elementos negativos, a saber:

— la continuación de la recesión en Estados Unidos (actualmente parece se ha frenado, e incluso se ha producido un comienzo de reactivación).

ENERO-FEBRERO 1984 17

Page 4: PERSPECTIVAS DE LAINDUSTRIA SIDERÚRGICENA LO SAÑO S …boletines.secv.es/upload/198423015.pdf · perspectivas de laindustria siderÚrgicena lo saÑo s 80. i. la crisisde lasiderurgia

J.A. BONED SOPEÑA

8 5 0

800 -1-

750 -̂

700 Í

650 I I I

600 I

' 550 i

GRADO OE Z^'^'CV^ ^ ^ U T I L I Z A C I Ó N (B) T

GRADO DE UTILIZACION(A)

-PRODUCCIÓN

. - « . . . C O N S U M O APARENTE DE ACERO

. . . ^ CAPACIDAD NOMINAL

I . . _ CAPACIDAD EFECTIVA

-»-«-PRODUCCIÓN/CAPACIDAD NOMINAL(A)

"O—O- PRODUCCIÓN/CAPACIDAD EFECTIVA(B)

105

100

95

90

85

+ 8 0 [ ^

''i 7 0 ^

N 6 5 : ]

4 6 0 ^

+ 5 5 ^

50 g

4 0

35

30

25

2 0

1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979

AÑOS Fig. 1.— Grado de utilización, producción, capacidad, consumo: zona de la OCDE.

240 + \

CO 200 + <

60 +

40 — PRODUCCIÓN ———CAPACIDAD NOMINAL

20 I —INVERSION DE CAPITAL

- I -

110

100

90

80 O O

70 ••

60 21

+ 50¿ O)

^ tu ü

+ 30 Q z

20

+ 10

O 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982

AÑOS

Fig. 2 . - Producción, capacidad, inversión de capital: CEE.

— el estancamiento de los mercados de materias primas que son vitales para los países en vías de desarrollo.

— el agotamiento del enorme excedente de la balanza comercial de los países de la OPEP (que estaba con­siderada como una fuente casi permanente de liqui­deces internacionales)

Sobre el mercado interior de la Comunidad estas influen­cias externas se han traducido por una importación masiva de automóviles y bienes de equipo ofrecidos a precios com­petitivos, así como de productos siderúrgicos terminados provenientes muy a menudo de Daises en vías de desarrollo, esforzándose ellos mismos en procurarse divisas por sus ex­portaciones.

220 PRODUCCIÓN

- — — INVERSION DE CAPITAL

CAPACIDAD NOMINAL

trro + 160

+ 150 Q

+140? + 130 í 4-120

^ • ^ ' " ^ -li io t <7>

+ 100 + 90 ü + 8 0 Í + 70 I 60

1973* 1974 ' 1976 ' 1976 ' 1977 ' 1978 ' 1979 ' 1980

AÑOS

Fig. 3 . - Producción, capacidad, inversión de capital: Japón.

190

180 ——PRODUCCIÓN

170 + ———CAPACIDAD NOMINAL

— . — INVERSION CAPITAL

rh: -+7

190 + 180

170

^\eo 150

140

+ 130

120

lio +100 [ 90

60 + 70

±0

Fig. 4.-

1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979

AÑOS Producción, capacidad, inversión de capital: EE.UU.

Al mismo tiempo el mercado comunitario sufre todavía de una falta de confianza por parte de las empresas, lo que explica la debilidad de las inversiones; además, la política presupuestaria de la mayor parte de los estados miembros trata de controlar estrictamente los gastos del Estado y a ra-lentizar la inflación más que a relanzar la economía.

En el conjunto ninguna mejora es previsible antes del verano de 1983, época en la que se espera que la ralentiza-ción de la inflación y el aligeramiento de las medidas fisca­les haráíi progresar la actividad económica si las tasas de in­terés pueden ser mantenidas a su nivel actual, o si continía su baja.

Los principales sectores de actividad confirman por otra parte este análisis pesimista a corto plazo; el último exa­men de las tendencias del mercado y de la opinión de los medios económicos y comerciales, refleja el estado de ma­rasmo actual, que no ha hecho más que confirmar las previ­siones pesimistas del último trimestre de 1982.

También la Comisión que ha examinado las perspectivas de evolución de la actividad en el primer trimestre de 1983 en los principales sectores de consumo de acero, llega a de­ducir una cifra de consumo real de solamente 22,1 M t en equivalente de acero bruto, contra 28,16 M t para el primer trimestre dé 1982. Si los stocks continúan su tendencia a disminuir, las importaciones a aumentar y las exportaciones

18 BOL.SOCESP.CERAM.VIDR.VOL.23 -NUM.l

Page 5: PERSPECTIVAS DE LAINDUSTRIA SIDERÚRGICENA LO SAÑO S …boletines.secv.es/upload/198423015.pdf · perspectivas de laindustria siderÚrgicena lo saÑo s 80. i. la crisisde lasiderurgia

Perspectivas de la industria siderúrgica en los años 80. I. La crisis de la siderurgia. Situación actual. Perspectivas de la demanda y del equilibrio oferta-demanda de la década de los 80.

a disminuir, se llega para el primer trimestre de 1983 a la producción Comunitaria de acero bruto, indicada anterior­mente de 23,7 M t-

El año 1982 no permitió, tampoco, a las empresas side­rúrgicas salir de la crisis que conocía este sector desde hace 8 años. Por el contrario, una importante y nueva caída de actividad ha sucedido en Francia y en Europa en el curso del año, justificando así el endurecimiento de las disciplinas comunitarias. No obstante, a pesar de un entorno poco fa­vorable, se han conseguido por la siderurgia francesa impor­tantes progresos técnicos o comerciales en 1982 como los siguientes:

1) Un nuevo récord mundial del menor consumo de co­que para el horno alto n^ 2 de SOLMER. De una manera general, en arrabio hematites los Hornos altos franceses es­tán a la cabeza en Europa en la economía de combustible.

2) El desarrollo acelerado de la colada continua: en 1982, cerca de un 60% del acero francés ha sido producido por colada continua, lo que coloca a Francia con Alemania a la cabeza de los países siderúrgicos después del Japón. Ya se sabe que la colada continua permite mejorar sensible­mente la relación entre la producción de productos acaba­dos terminados y los tonelajes de acero bruto necesarios pa­ra su fabricación. Así, en 1982 hubiesen hecho falta 2 M t de acero bruto más para el mismo tonelaje de productos acabados si no se hubiese utilizado la colada continua.

3) La importancia creciente de productos revestidos utiHzados preferentemente por la industria automóvil (cha­pas galvanizadas por una sola cara, id. prelacadas, electro-cincadas, chapas cincrometal).

4) El desarrollo en el mundo del empleo del procedi­miento franco-luxemburgués LBE ha continuado en 1982. Se han equipado en dicho año 54 convertidores contra 30 en 1981.

5) Una implicación más importante del conjunto de personal en el progreso de las empresas. En 1982 se ha pro­ducido en efecto un notable incremento de los "círculos de caHdad" facilitando la expresión directa de los trabajadores para el progreso tanto técnico como social de la empresa.

El conjunto de los progresos técnicos citados ha sido he­cho posible por un esfuerzo de investigación (0,7% de la ci­fra de negocios de la siderurgia) que coloca a Francia a un nivel comparable al de EE.UU. y Alemania, a pesar de una participación pública netamente más importante en este úl­timo país.

Las perspectivas del mercado del acero para la primera mitad de 1983 permanecen preocupantes. Exigen, a nivel europeo, un reforzamiento de las disciplinas internas por parte de los productores de la Comunidad; exigen también una determinación sin debilidad por parte de las autorida­des de Bruselas, para adaptar el volumen de las importa­ciones provenientes de terceros países a la situación del mercado de la Comunidad y para hacer respetar las reglas apHcables a estas importaciones.

Esta doble acción debe permitir salvaguardar en el inte­rior de la Comunidad, un nivel de precios de venta del acero compatible con la superviviencia de aquellas empresas que, como en el caso de las francesas, habían realizado esfuerzos importantes en todos los dominios dependiendo de su res-ponsabihdad propia.

Finalmente como una muestra más de la crisis, vamos a re­ferirnos ahora a las conclusiones de la encuesta 1982 sobre las

inversiones en las industrias de la CECA según las cuales las posibilidades de producción de acero bruto en la Comuni­dad descenderán a un nivel total de 187,6 M de t en 1985, contra 193,1 en 1982 y 190,5 en 1983. En la encuesta del año precedente, se había todavía previsto para 1984 unas posibilidades de producción de 196,8 M t; las últimas cifras indican pues un progreso en la adaptación de las posibilida­des de producción a la evolución del mercado. No obstante, se está todavía lejos del objetivo 1985 que la Comisión ha fíjado en 142 M t/año las posibilidades de producción má­ximas necesarias para la cobertura de una producción efec­tiva estimada en 120,8 M t, (suponiendo una tasa de utiliza­ción de 84% de aquellas posibiHdades). La tasa de utiliza­ción podrá alcanzar en aquellas condiciones un poco más de 60% lo que es muy insuficiente para augurar la rentabiHdad de las instalaciones de producción; será necesario conse­cuentemente que sean decididas reducciones suplementarias de capacidades en el cuadro de los programas de reestructu­ración de las siderurgias de la Comunidad.

Según la misma encuesta las posibilidades de producción de colada continua deberán pasar de 1981 a 1985 de 81,5 a 109,9 M t que coincide con la que la Comisión ha puesto en sus "Objetivos Generales". De esta forma el 68%de las posi­bilidades de producción en 1985 serán realizadas en colada continua; por razones de compatibilidad esta proporción deberá ser mayor, del 85 al 90%. En cuanto a los productos laminados terminados, también existirá un excedente de capacidad de más de 45 M t/año en 1985 si se comparan los 147 M de t de la encuesta y los 102 de los objetivos de la Comisión/es decir, que la tasa de utilización apenas alcanza­rá un 55%.

Para completar esta visión diremos dos palabras sobre las capacidades totales de los países de la OCDE y de los no miem.bros de dicha Organización. Entre los países de la OCDE ya hemos visto lo que sucede con los de la CEE; el Japón se ha dedicado a invertir solamente para economías de energía, reducciones de costos, mejora del producto y

120

100

< 90

80 4-

Uj 70

o

60 +

50

40

30

20,

TASA DE COBERTURA DE LAS NECESIDADESfSO

^CONSUMO APARENTE DE ACERO

— — — IMPORTACIONES NETAS

— . . PRODUCCIÓN /

f ^^^y

1970 ' 197 ri-; r h r+7 rtr

9

972 1973 1974 1975 1976 " 1977 1978

AÑOS

Fig. 5.— Produción, consumo, importaciones y tasa de cobertura de las necesidades: Países no miembros de la OCDE.

ENERO-FEBRERO 1984 19

Page 6: PERSPECTIVAS DE LAINDUSTRIA SIDERÚRGICENA LO SAÑO S …boletines.secv.es/upload/198423015.pdf · perspectivas de laindustria siderÚrgicena lo saÑo s 80. i. la crisisde lasiderurgia

J.A. BONED SOPEÑA

protección del ambiente, pero no para aumentar capacida­des; y los EE.UU. han invertido también insuficientemente para mantener las actuales capacidades, es decir, que en 1985 habrán descendido. Ahora bien, otros países más pe­queños de la OCDE aumentarán notablemente su capacidad y por ello el total de los de la OCDE tendrán en 1985 previ-siblemente una capacidad igual o ligeramente superior (515 a 535 M t) a la de 1979,(513).

En los países no miembros de la OCDE se estima que la capacidad por el contrario aumentará significativamente pa­sando de 56 M de t en 1978 a 96 en 1985 (fig. 5).

Como un resumen ilustrativo de lo expuesto sobre la magnitud y variación de algunos parámetros importantes de la siderurgia a consecuencia de la crisis presentamos las figu­ras y gráficas 6 a 16 referidas a la situación española.

I2T

1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 AÑOS

Fig. 6 . - índices generales. % Variación anual (1) Producto interior bruto (3) Producción'de acero

(2) índice producción industrial

1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982

[AÑOS]

Fig. 7.— Importaciones siderúrgicas y consumo aparente de acero.

240

220

200

180

160

140

i 20

100 +

80

60 +

40

20

-VALOR PRODUCCIÓN BIENES DE EQUIPO • VEHÍCULOS DE TURISMO (U.) •BUQUES BOTADOS (TR.B.)

.>r— ^^¿p:'-^^

Fig. 8.

1974 1975 1976 1977 »978 1979 1980 1981 1982 AÑOS

Producción (1) Valor producción bienes de equipo. (2) Vehículos de turismo (u.) ~" (3) Buques botados (T.R.B.)

160

140

120

100

80

60

4 0

20

— CONSTRUCCIÓN METÁLICA ( t ) . . . VIVIENDAS TERMINADAS (valor)

TRACTORES (u)

^o::

Fig.

1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982

AÑOS

9 . - Producción (1) Valor producción bienes de equipo (2) Viviendas terminadas (valor); (3) Tractores (u.)

160

150

140 +

I30J

I20Í

I lo4

100

ENERGÍA ELECTRICA (KWh) — — C E M E N T O (t)

FRIGORÍFICOS (u )

Fig.

1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 AÑOS

1 0 . - Producción (1) Energía eléctrica (KA^^) (2) Cemento (t) (3) Frigoríficos (u.)

2. ORÍGENES Y CAUSAS DE LA CRISIS DEL ACERO, ANALISIS DE LAS MISMAS.

Una explicación de la crisis del acero muy simple y de conocimiento general es el hecho de que la fase de expan­sión de las capacidades de las factorías siderúrgicas que ha tenido lugar en los principales países industrializados princi­

palmente de la zona de la OCDE en el curso de los años 70, ha continuado hasta mucho después que la demanda había disminuido y ha resultado excesiva; la combinación de estos dos factores ha ocasionado una sub utilización de las instala­ciones, y pérdidas financieras importantes. Se estima que la capacidad excedentaria era entonces de 80 M t, o sea, 16% de la capacidad efectiva.

20 BOL.SOC.ESP.CERAM.VIDR.VOL.23 -NUM.l

Page 7: PERSPECTIVAS DE LAINDUSTRIA SIDERÚRGICENA LO SAÑO S …boletines.secv.es/upload/198423015.pdf · perspectivas de laindustria siderÚrgicena lo saÑo s 80. i. la crisisde lasiderurgia

Perspectivas de la industria siderúrgica en los años 80. I. La crisis de la siderurgia. Situación actual. Perspectivas de la demanda y del equilibrio oferta-demanda de la década de los 80.

en

— ••ESTADOS UNIDOS

• — - J A P O N

ALEMANIA R.F

^ \

, •••.. !•••••

\

1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 AÑOS

Fig. 11.— Producción de Acero Bruto (1) Estados Unidos (2)Japón (3) Alemania, R.F. (4) Francia (5) Italia (6) España

^

16

14+

§12+ Lü

10+

ÜJ 8 T Û

O

- ACERO COMÚN

ACERO ESPECIAL

Fig. 12, 12

1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 AÑOS

- Producción de acero común y acero especial

(O g 10 < _l

^ 8 +

üJ 6 + O

•ACERO COMÚN

— ACERO ESPECIAL

1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 ©81 1982

AÑOS Fig. 13.— Producción de laminados en caliente de acero común y acero especial.

14.000

13.000+

^ 12.000

— EN ACERO EQUIVALENTE ~ —EN PRODUCTOS

•••CONSUMO POR HABITANTE

+400

450

1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981

AÑOS

Fig. 1 4 . - Acero total. (1) En acero equivalente (2) En productos (3) Consumo por habitante

1982

1 20- . CAPACIDAD DE PRODUCCIÓN DE ACERO

19-

18

— — — CARIVCIDAD MEDIA

— • — — PRODUCCIÓN DE ACERO

17. 16- ^ ^ ^ M

1 | I5-

_«r^

12- . . . j — • —

l l - ^•mm. ^ r~*—

10-

9 8.

1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 85% 79% 76% 74% 73% 76% 75% 75% 76%

AÑOS INDICE DE UTILIZACIÓN DE LA CAPACIDAD MEDIA

Fig. 15.— Evolución de la capacidad de producción de acero y la producción realmente alcanzada.

(1) Capacidad de producción de acero (2) Capacidad media (3) Producción de acero

1974 1975 1976 1977 1978 1979

AÑOS 1980 1981 1982

Fig. 1 6 . - Porcentaje de acero colado en colada continua.

Profundizando más en las causas de la crisis, que se re­monta al año 1975 con una duración hasta el presente de ocho años, puede decirse que es el resultado de una grave escisión provocada por la tensión política mundial, y al mis­mo tiempo a renglón seguido hay que decir, que ha supues-

ENERO-FEBRERO 1984 21

Page 8: PERSPECTIVAS DE LAINDUSTRIA SIDERÚRGICENA LO SAÑO S …boletines.secv.es/upload/198423015.pdf · perspectivas de laindustria siderÚrgicena lo saÑo s 80. i. la crisisde lasiderurgia

J.A. BONED SOPEÑA

to el paso de una recesión cíclica a un servero hundimiento estructural, cuya recuperación exigirá así mismo profundos cambios que afectarán también a muchas estructuras; la cri­sis no es coyuntural sino estructural y afecta a todos si bien diferentemente, pero con intensidad. Cada país y cada sec­tor de la economía padece y afronta su crisis y también ca­da país por sus peculiaridades emplea medios de lucha con­tra ella que utilizan otros, y medios propios o adaptaciones de los generales.

En todas partes las políticas inadaptadas, los aconteci­mientos políticos mundiales y las contramedidas insuficien­tes, han engendrado un círculo vicioso de supresión de em­pleos, de sobrecapacidad, de subconsumo, de déficits astro­nómicos y de quiebra de muchas acerías.

El problema mayor reside en la falta de crecimiento de la demanda de bienes de equipo y de consumo, y de acciones concertadas para el desarrollo de un sector con necesidades enormes.

Desde hace años, las acerías, incluyendo en ellas las ins­talaciones más modernas, sufren pérdidas engendradas por una competición que practica precios inferiores a los costos de producción, y por las prácticas desleales de subvenciones de precios en un sistema de mercado libre mal gestionado, que han agravado la distorsión sobre el mercado mundial.

La feroz competición, la expansión no planificada de la capacidad y a menudo la no modernización y la no reestruc­turación de las instalaciones de producción existentes, han ocasionado situaciones caóticas.

Conviene en este punto en nuestra opinión hacer una breve aportación para analizar los orígenes y raíces más ca­racterísticos de la crisis del acero, que aunque su manifesta­ción brutal ha sido en 1975 desde mucho antes (dos dece­nios, aproximadamente años finales de los 50), había co­menzado subrepticiamente, es decir, debido a las fuerzas económicas que han desorganizado las industrias europeas y americanas y que estaban en gestación, durante los veinte años citados. Dichas fuerzas económicas tienden a impulsar un desplazamiento de la capacidad siderúrgica de los países europeos y de los EE.UU. a los países en desarrollo, a los países menos industriales y posteriormente a los del Tercer Mundo, o si se quiere evitar este hecho, se producirán polí­ticas comerciales restrictivas con sus secuelas de desorgani­zación del mercado mundial que frenaría su reactivación y en definitiva frenaría la lucha contra la crisis para superarla.

Y, ¿cuáles son estas fuerzas económicas?. Pues las que influyen en los costos de producción (fijos y sobre todo va­riables) de los productos siderúrgicos, en los costos del dine­ro, inversiones, y en los desequiHbrios de los mercados ofer­ta y demanda, así como en la influencia que la situación y evolución de estas fuerzas en unos países tienen sobre las de los otros. Para concretar un poco nos fijaremos brevemente en los costos del acero acabado en función de las materias primas, transporte y costo de mano de obra en Japón, lili. UU. y la CECA, inversiones fijas en las tres regiones, estima­ciones relativas a las inversiones por t de capacidad y evolu­ción de la capacidad y de la producción por región en el pe-

TABLA IV Costos de acero acabado en Japón y en los Estados Unidos:

Materias primas y mano de obra 1956-1976.

Ano Costo de Costo de Costo materias Costo materias Relación de mano de obra/t e;i

Japón

mano de obra/t en

EE.UU.

primas/t en Japón

primas/t en EE.UU.

costo de materias

primas en Japón y EE.UU.

1956 26.66 54.67 93.17 56.17 1.66 ! 1957 26.79 60.24 106.42 49.76 2.14 i 1958 30.12 70.09 68.53 52.10 1.32 1 1959 25.02 66.67 65.03 47.31 1.37 1960 23.01 71.83 62.07 48.35 1.28 1961 21.94 72.36 69.66 50.14 1.39 1962 24.10 71.36 57.49 47.38 1.21 i 1963 23.76 69.62 55.27 46.39 1.19 1964 20.97 67.00 54.23 47.97 1.13 1965 22.11 65.06 54.27 47.93 1.13 1966 20.68 65.93 51.18 47.28 1.08 1967 19.93 69.88 49.60 47.82 1.04 1968 20.83 70.35 46.95 49.05 0.96 1969 21.20 75.81 48.73 ¡ 50.07 0.97 1970 23,22 80.81 54.83 1 56.42 0.97 i 1971 27.98 85.03 53.30 60.95 0.87 ¡ 1972 31.97 89.52 51.59 65.59 0.79 1973 35.32 87.31 65.65 73.90 1 0.89 1974 42.60 100.91 104.70 114.64 0.91 1 1975 49.93 132.87 109.33 137.30 0.80 i 1976 49.64 143.55 112.29 151.10 0.74

1

Page 9: PERSPECTIVAS DE LAINDUSTRIA SIDERÚRGICENA LO SAÑO S …boletines.secv.es/upload/198423015.pdf · perspectivas de laindustria siderÚrgicena lo saÑo s 80. i. la crisisde lasiderurgia

Perspectivas de la industria siderúrgica en los años 80. I. La crisis de la siderurgia. Situación actual. Perspectivas de la demanda y del equilibrio oferta-demanda de la década de los 80.

TABLA V Inversiones fijas en tres Regiones 1961-71

(X 1.000 millones de dolares)

Regiones Inversiones Tasa de cobertura Inversiones Capacidades Capacidades I declaradas 1961-71

estimadas 1961-71

1964. En mi-millones de t métricas

1971

EE.UU. 19.5 0.90 21.7 136 142 CECA (6) 16.5 0.89 18.5 80 135 Japón 12.8 0.81 15.8 30 110

Regiones Inversiones (en millares) de millones de dólares)

TABLAVI Estimaciones relativas a las inversiones por

1961-71

Capacidad Nuevas capacidades en 1961 puestas en servicio

1961-1971

t de capacidad

Gastos de inversiones port. Puesta en servicio de nuevas capacidades

Mantenimiento de capacidades existentes Dolares/t

EE.UU. CECA (6) Japón

21.7 18.5 15,8

136 80 30

6 55 80

350 210 175

13 8 5 1

TABLA VII Evolución de la capacidad y de la producción por región

í 1960-78

Millones de t métricas Año

EE.UU. Capacidad

CECA (6) Japón

1960 135 76 25 1970 141 127 104 1978 143 174(e) 144(e) Tasa de crecimiento anual

1960-78 0.3% 4.6% 9.7%

pai'ses menos industrializados de Asia y América Latina) (tablas VIII y IX). Finalmente, en la tabla X se dan las im­portaciones netas en % del consumo de acero (1970-78).

TABLA VIII 1 Costo de producción en las factorías con un grado de i

utilización del 90^/o

Dolares de 1978/Tonelada métrica

EE.UU. Japón Alemania-Benelux

i Mano de obra

Materias primas, varios

Mantenimiento equipo

114

220

30

74

200

30

108

230

30

Total 364 304 368

Horas-hombre por t

Costo total mano obra

por hora-hombre

8.8

$14.0

8.25

$9 .00

9.0

$12.0

TABLA IX Coste de producción en las nuevas factorías siderúrgicas

En dólares de 1978 / Tonelada métrica

EE.UU.-CECA Japón Otros Países America

Mano de obra 108 69 22 44 Materias primas 190 190". 190 190

1 Inversiones equipo 178 152 168 209

Total 476 411 380 443

Hipotecas Horas hombre/ t 7.7 7.7 11 11 Tasa salarios (dólares/hora) 14 9 2 4 Costo instalación/t productos acabados dólares 937.50 800 800 1.000 Cargas de capital 172 172 190 190

ríodo 1960-77 que se gestaba la crisis; estos datos pueden verse en las tablas IV, V,VI y VII; así como los costos de producción en las factorías eficientes, con una tasa de uti­lización de capacidad del 90%, y las nuevas factorías siderúr­gicas (en este último caso se incluyen además las regiones de

TABLA X Importaciones netas en **/o del consumo de acero

1970-1978 (—) Exportación neta ( + ) Importación neta

Año EE.UU. CEE Japón America Latina

Otros Países Asia (con exclusión de China, Corea del

Norte)

1970 6% - 1 1 % - 3 2 % 28% 54% 1974 8 - 2 9 -52 42 54

1 1978 14 -29 -54 26 37

Completamos estos datos con los costos de construcción de una nueva factoría siderúrgica integrada producienûo la-

ENERO-FEBRERO 1984 23

Page 10: PERSPECTIVAS DE LAINDUSTRIA SIDERÚRGICENA LO SAÑO S …boletines.secv.es/upload/198423015.pdf · perspectivas de laindustria siderÚrgicena lo saÑo s 80. i. la crisisde lasiderurgia

J.A. BONED S 0 P 1 : N A

minados que en USA y en la CEE es de 1050/t de producto acabado; en Asia del Este es quizás 10 a 15% inferior; en América del Sur aproximadamente 10% más elevado.

¿Qué nos dicen estos valores de los cuadros sobre las fuerzas económicas que han originado la crisis si reflexiona­mos sobre ellos, y en especial sobre los de las tablas 8 y 9, es decir, sobre los costos de producción del acero, bien sea en fábricas existentes o en las nuevas.

La respuesta inmediata es que hay diferencias sensibles de unas regiones a otras y el anáHsis de estas diferencias nos dice que provienen del coste del trabajo, de las inversiones en equipo, de la productividad, y no del coste de las mate­rias primas (especialmente cuando se trata de factorías cos­teras las que se comparan).

A continuación hay que decir que la significación de es­tas comparaciones de costos que han puesto en evidencia las diferencias mencionadas (sin que por salirse de la conferen­cia, tratemos de explicarlas) es mucho mayor a nivel políti­co, que al puramente económico. En efecto, los costes me­dios enmascaran las diferencias de costes según los tipos de instalación y las tasas de utilización. Lo que es importante es tratar de saber cuál es el coste suplemento originado por la producción de acero en las instalaciones existentes y cuál es el coste de producción de acero en una nueva factoría concebida según un esquema óptimo. A largo plazo es la respuesta a la última cuestión la que constituirá la base so­bre la cual se determinarán los precios mundiales y se elegi­rán los emplazamientos de producción. En este sentido po­dría resultar útil comparar los costes de producción en las acerías eficientes de los Estados Unidos o de la CEE con los costos en las nuevas instalaciones situadas en diversas partes del mundo.

También lo es, señalar que las instalaciones actualmente en servicio en Japón, pueden producir acero a un coste sen­siblemente menor que aquellas en servicio en Alemania, en los países del Benelux o en los Estados Unidos, porque la eficacia de la mano de obra es allí mayor, los rendimientos mejores, la colada continua más utilizada y los salarios me­nores. En las mejores condiciones, el costo de una tonelada de productos acabados es de aproximadamente 304 dólares en Japón, es decir, 50 menos que en los EE.UU., o en los países de la CEE.

Concluiremos esta visión de la crisis y sus orígenes di­ciendo que la evolución de los precios en los años venideros, será función de los costes marginales de producción en las instalaciones existentes más eficientes, y del coste medio de producción en las nuevas factorías, a menos que los poderes púbhcos no entorpezcan el libre juego de los mecanismos del mercado.

Aunque volveremos sobre ello, digamos también como al principio, que la crisis actual tiene por origen un desequili­brio entre la oferta y la demanda y da testimonio de una evolución fundamental de las condiciones económicas de la producción mundial de acero en favor de los países menos desarrollados.

Las condiciones de explotación en las acerías existentes y en las nuevas a que nos hemos referido hacen inevitable que a la larga la concurrencia ejercida por las acerías eléctri­cas de los países menos avanzados, del Japón, de la Europa del Este, y de la Europa del Oeste llevará consigo una tal re­ducción de márgenes de beneficios de un gran número de factorías siderúrgicas europeas que éstas se encontrarán en

una situación de crisis permanente. Nos queda por ver aunque sea brevemente las perspecti­

vas de la demanda de acero y del equilibrio oferta/demanda en los 80.

3. PERSPECTIVAS DE LA DEMANDA Y DEL EOUILI-LIBRIO FUTURO OFERTA/DEMANDA HASTA 1990

Para hacer previsiones sobre la demanda en el decenio de los 80 conviene primero hacerlas de la primera mitad del decenio; es decir hasta 1985, dado que los hechos actual­mente conocidos, permiten una mayor probabilidad y sobre esta base hacer un intento aunque mucho más incierto hasta 1990. Algo parecido ocurre con el equilibrio oferta/deman­da.

Previsiones optimistas estimaban en 1980 el consumo aparente de acero en el mundo para 1985 en 900 Mt, y cál­culos pesimistas si la economía mundial permanece estanca­da en 800 Mt; puede pensarse que 850 Mt sea una cifra pro­bable. Las 900 Mt se descompondrían en relación con los índices de crecimiento económico de los distintos grupos de países como sigue:

Los países industrializados, 445 Mt; los países en desa­rrollo, 135 Mt; y los países de economía planificada, 320 Mt de acero bruto.

Sin embargo a 18 meses vista del comienzo de 1985 y conocidos ya según los datos oficiales del IISI sobre 1982 y sus previsiones para el actual 1983 (que se considera año de recuperación aunque los resultados se consigan más bien en 1984) va a ser muy difícil incluso acercarse a la cifra de 800 Mt de la demanda de acero.

Veamos cuales han sido estos resultados en 1982 y la previsión en 1983:

En 1982 el consumo mundial de acero bruto fue de 654 Mt y las previsiones del IISI para el presente 1983, de 660 Mt (un 1 %de aumento solamente); distribuyéndose este in­cremento, como sigue:

Los países industrializados pasarán de 309 a 314 Mt ( + 1,8^ (este incremento se deberá en gran parte a la re­cuperación americana de 91 a 105 Mt, que aún quedará un 27% por debajo de su cifra histórica, de 143 Mt.

La comunidad Europea disminuirá un millón pasando de 92a91Mt.

Los países en desarrollo producirán 95 Mt es decir un millón más que en 1982, y los Países del Este 253 Mt, o sea uno más que en 1982.

En cuanto a España el consumo en 1982 fue de 8,04 Mt y para 1983 se estima en, 8,18 Mt con incremento de 1,7%.

Sobre el equilibrio oferta/demanda diremos que hay de­cisión en la mayoría de los países de superar el desequilibrio actual y de alcanzarlo para 1985, aunque en la practícalas medidas que comporta no hayan avanzado lo mismo que los deseos, y los progresos realizados hasta ahora por cada país sean distintos.

Estas medidas que veremos en la parte siguiente están en curso en los países industrializados y en España (en nuestro caso les dedicamos un punto aparte) y son acciones tenden­tes a conseguir un ajuste estructural mediante inversiones en la reestructuración y la racionalización de las acerías. Se tra­tará en concreto de reducir los costos variables por medidas de economía de energía y de mejora de explotación, como aumento de la colada continua, sustitución del proceso

24 BOL.SOC.ESP.CERAM.VIDR.VOL.23 -NUM.l

Page 11: PERSPECTIVAS DE LAINDUSTRIA SIDERÚRGICENA LO SAÑO S …boletines.secv.es/upload/198423015.pdf · perspectivas de laindustria siderÚrgicena lo saÑo s 80. i. la crisisde lasiderurgia

Perspectivas de la industria siderúrgica en los años 80. I. La crisis de la siderurgia. Situación actual. Perspectivas de la demanda y del equilibrio oferta-demanda de la década de los 80.

Martín Siemens por la conversión al oxígeno con revesti­miento básico y hornos eléctricos, utilización del calor de recuperación y de proporciones máximas de chatarra; deli­mitar los costos de capital por aumento de las mini-acerias; adaptación a las condiciones del mercado haciendo frente a la demanda relativamente elevada de aceros especiales y cumpliendo las normas de calidad, cada vez más elevadas, de los productos planos; y destinando inversiones a la pro­tección del ambiente. Es decir, las inversiones tenderán más a mejorar, que ampliar la capacidad de las factorías, y al mismo tiempo afrontar el costo del cierre total o parcial de algunas de ellas.

Hay que decir además que al hablar de la situación de la oferta y de la demanda no hay que referirse solamente al equñibrio cuantitativo en tonelaje al que nos hemos referi­do en los párrafos anteriores, sino asimismo a la relación precio/costo, y la posibilidad financiera que de ello resulte, para responder eficazmente a la situación perseguida, de acercarnos gradualmente al equilibrio citado. No entramos en este aspecto y solo diremos, repitiendo lo expuesto al co­mienzo de este apartado, que teniendo en cuenta el grado de incertidumbre que rodea estos factores sería demasiado inseguro y muy aleatorio tratar de estimar las posibiHdades de la oferta y la demanda en 1990. Hay estudios técnicos-económicos barajando diversas hipótesis más o menos com­plicadas en los que no entramos, y solo nos Hmitaremos a recoger unas condiciones muy generales en las que coinci­den muchos autores, y que son las siguientes:

- La previsión de la demanda y de la oferta mundial de acero hasta 1990 hace aparecer: . una ralentización neta del crecimiento del consu­

mo y de la producción. . un importante aumento en el "peso" de dichas

variables, de las regiones menos desarrolladas en detrimento de las fuertemente industrializadas, siguiendo la producción al consumo en el espacio y en el tiempo.

— Este desplazamiento del Centro de gravedad se si­tuará previsiblemente en una fase todavía caracte­rizada por los excedentes de capacidad que ocasio­nará una lenta atenuación de los desequilibrios. En la Comunidad Europea y sobre todo en Japón esta­rán en un primer plano los problemas ligados al ajus­te ya en marcha de la capacidad de producción en relación con una demanda que no aumenta y cuan­do lo haga, será más débilmente que lo previsto, mientras que en los países en desarrollo tendrán que enfrentarse con problemas de financiación, endeuda­miento exterior y a grandes dificultades en la puesta en explotación de sus nuevas capacidades.

4. POLÍTICAS DE MODERNIZACIÓN Y ADAPTACIÓN DE LA INDUSTRIA SIDERÚRGICA A LA SITUA­CIÓN DE LA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL PARA SUPERAR LAS DIFICULTADES PRESENTES.

Este es un tema que él solo podía ser objeto de una o va­rias conferencias. Por tanto trataremos de resumirlo hacien­do una breve mención o descripción sucinta en lo esencial de las citadas políticas en los países industrializados, que

constituyen la fuente donde se aprovisionan los demás paí­ses que tratan luego de adaptarla y aplicarla a su nueva si­tuación de crisis económica e industrial y seleccionando aquello de lo que apHcan los países desarrollados que les pa­rece más positivo en su caso. La dificultad está en lo lento de obtención de resultados de dicha aplicación por los gran­des y que por tanto al copiar los métodos existe un buen margen de incertidumbre y de riesgo.

Todo el mundo está de acuerdo que los años 80 que esta­mos comenzando a vivir se presentan como un período de incertidumbre y de tensión económica considerables para los sectores industriales y para el acero al que nos estamos refiriendo .Lös poderes públicos^ empresas^ sindicatos y aso­ciaciones representativas de consumidores deben absoluta­mente adoptar unas políticas apropiadas para facilitar el ajuste de la industria siderúrgica.

En cinco dominios esenciales se imponen unas soluciones nuevas y al mismo tiempo atrevidas.

Veamos cuales son éstas según lo que se opina en la O.C. D.E.

En primer lugar la reestructuración, en el doble sentido de aHneamiento de las capacidades sobre la demanda y de ajuste económico, tiene que ser facilitada y estimulada por los Gobiernos. Estos deben sin embargo dejar a la industria siderúrgica más capacidad de movimiento en varias cuestio­nes, y sobre todo en el ajuste de sus precios. Las autorida­des deben reflexionar sobre la manera de preservar los inte­reses legítimos del Estado, dejando al mismo tiempo a los dirigentes de las empresas la libertad de tomar las decisiones que afectan a sus intereses esenciales.

En segundo lugar, si se quiere que la industria siderúrgica sepa evolucionar, es preciso que la mano de obra evolucio­ne también.

El tercer dominio se refiere a que los países en desarro­llo, considerados en conjunto, no amenazan apenas la indus­tria siderúrgica de los países desarrollados. Entre otras cues­tiones estos últimos deben considerar seriamente la supre­sión de los obstáculos tarifarios o no, a las exportaciones de aceros de los países en desarrollo.

En cuarto lugar sería poco realista esperar ver un día al comercio internacional purificado de cualquier tipo de res­tricciones exteriores a los intercambios de aceros. También parece razonable dejar a los países adoptar en la materia, políticas apropiadas para remediar la desorganización del mercado, pero también facilitar en el período futuro, los ajustes y transiciones necesarias para transformar las indus­trias siderúrgicas en más modernas y competitivas.

En quinto lugar los años 80 son y serán sin duda testigos de los esfuerzos de clarificación de la intervención de los poderes públicos en los asuntos de la siderurgia, con una tendencia a conceder más autonomía a los dirigentes de em­presas públicas. Uno de los grandes problemas será el de la lealtad de la concurrencia entre las empresas que cuentan principalmente sobre el Estado para asegurar su financia­ción y aquellas que deben recurrir al mercado privado de ca­pitales. Por último las políticas del acero y las soluciones dadas a los problemas de este sector, deberán ser globales en el futuro. Es preciso aportar varias mejoras de orden institu­cional a las relaciones internacionales y especialmente llevando a los países en desarrollo a entrar en la arena de las discusiones sobre las políticas a seguir y a examinar los me­dios para remediar la desorganización de los intercambios.

ENERO-FEBRERO 1984 25

Page 12: PERSPECTIVAS DE LAINDUSTRIA SIDERÚRGICENA LO SAÑO S …boletines.secv.es/upload/198423015.pdf · perspectivas de laindustria siderÚrgicena lo saÑo s 80. i. la crisisde lasiderurgia

J.A. BONED SOPEÑA

Consideramos finalmente algunas concreciones impor­tantes que deben hacerse a las políticas indicadas.

Los responsables en el sector público y en el sector priva­do deben comprender que la siderurgia es una de las ramas más importantes de toda la ecnomía industrializada y que debe todavía progresar. Los poderes públicos deben adoptar unas políticas que favorezcan y no ahoguen los factores de dinamismo en el seno de esta industria. Tal es el desafío de los años 80.

La siderurgia está atravesando una situación de malestar que puede durar hasta finales del siglo; puede salir de esta situación superando la crisis, por la correcta aplicación de las políticas enumeradas, o puede degradarse más o menos rápidamente, hasta su quiebra si no es así. Al menos los ac­tuales y próximos años debe disponerse a vivir en la inesta­bilidad e incertidumbre.

Las políticas de ajuste deben realizarse teniendo en cuen­ta cuatro grandes orientaciones:

1) Los Gobiernos deben con la cooperación de las em­presas y de los sindicatos una política a largo plazo en el cuadro de la cual, la industria siderúrgica pueda planifi­car su evolución futura. 2) Los Gobiernos deben poner en práctica una política económica interior que permita a la siderurgia de sus paí­ses respectivos efectuar libremente los ajustes a corto plazo que exige la situación del mercado. 3) Los Gobiernos deben correctamente definir su acti­tud en cuanto a las medidas de orden comercial que tien­den a remediar la desorganización del mercado, y en cuanto a la manera en que se ligan a los programas de de ajustes apropiados; y 4) Los Gobiernos deben continuar cooperando entre ellos, para vigilar que la interacción de las políticas na­cionales no falsee gravemente las corrientes comerciales, y de este hecho no comprometa los progresos sobre la vía de la liberación de los intercambios internacionales. Los dominios en los que conviene dejar una cierta liber­

tad de movimientos y en los que la presión de los poderes públicos ha sido la mayor, son los siguientes:

— ajuste de precios — normas de salud, seguridad y ambiente — cierre de fábricas — exigencias en materia de empleo y acuerdos de sala­

rios. — dimensiones de la industria siderúrgica — tipos de productos a fabricar — procesos y tecnologías a utilizar en la producción de

los tipos a fabricar — mercados que deberían alimentar los productos fa­

bricados. Los programas de reestructuración y modernización que

deben aplicarse de una forma o de otra, sin tener ninguna incidencia sobre el empleo, están condenados al fracaso des­de su comienzo.

La siderurgia constituye un todo, un conjunto, a consi­derar globalmente, bien se trate de su tecnología, de su aprovisionamiento en materias primas, o de sus mercados, de las políticas del acero y de las soluciones dadas a los pro­blemas de este sector, que deberían en el futuro ser globa­les. Esto impone que en lo que resta del decenio y a más largo plazo se refuercen las instituciones y el marco regla­mentario internacional. Es desgraciado el hecho de que por

diversas razones, los gobiernos y las industrias siderúrgicas se hayan opuesto a una concertación entre todos los países para abordar los problemas del acero, que en el fondo les son comunes.

Las autoridades competentes deben abordar seriamente el problema de la desorganización y de las medidas de sal­vaguarda de los mercados. Ya que los esfuerzos desplegados para elaborar un código de salvaguarda de carácter general no han fructificado todavía, y que el problema de la desor­ganización de los intercambios amenaza agravarse todavía (del hecho del recurso a unos dispositivos nacionales), es quizás conveniente examinar la posibilidad de establecer un código propio para el sector del acero. El Comité del acero la O.C.D.E. parece suministrar un cuadro completamente perfilado para este examen y para la formulación de reco­mendaciones.

Una de las misiones que se deberán fijar para los años 80 que vivimos, es ciertamente el suscitar debates más activos a nivel internacional sobre los problemas del acero, amplian­do la representación de grupos de intereses y de países y perfeccionar los mecanismos institucionales que permitan conseguirlo.

5. REESTRUCTURACIÓN Y RECONVERSION SIDE-RURGICA ESPAÑOLA.

5.1. Reestructuración de la siderurgia integral

Se previeron dos grupos de acciones. El primero según Decreto 878/81 de 8-3-81, comprendía medidas financieras, técnicas y laborales.

Se creaba una Comisión Coordinadora, Administración-Empresas, y se trataba de unas primeras acciones que en lo técnico se referían a mejoras en el consumo de energía, en la productividad y en la calidad de los aceros.

Se distribuyeron 25.000 M de pesetas, fundamentalmen­te para coladas continuas; (por ejemplo, se financió la de desbastes planos de AHM); para ahorros de energía; desulfu­raciones de arrabio (la de AHV), investigaciones sobre co-quización y precalentamiento de mezclas a coquizar (ENSI-DESA-INCAR); mejoras de los tres H.A. de AHV, etc.

En total se distribuyeron 14.000 M a ENSIDESA; 8.500 a AHV y 2.500 a AHM.

No se atacaban las medidas básicas de reconversión, es decir, sustitución de unas instalaciones obsoletas por otras nuevas (acerías, coladas continuas, TBC, etc.), o bien gastar en un segundo paquete de acciones, dinero, para mejorar o completar procesos (ej: instalaciones acabadoras del tren frío AHM, galvanización por una sola cara, electrocincado, lacado de la chapa fría/etc).

De esta primera acción se han invertido el 60% de las can­tidades aprobadas en el plan.

Para tomar las medidas básicas se creó la Comisión de Se­guimiento, en la que se estudiarían los aspectos citados, téc­nicos, financieros y laborales, y en la que por esto último sobre todo, se da entrada a las centrales sindicales. A poco de ello, tiene lugar el cambio al nuevo gobierno socialista que desea lograr un acuerdo y propuesta de reconversión para producir en lugar de 8 M sólo 7 M t de acero, y saber en qué plantas e instalaciones hacer las mejoras, transforma­ciones, cierres, etc., de la reconversión, y contemplando va-

26 BOL.SOC.ESP.CERAM.VIDR.VOL.23 -NUM.l

Page 13: PERSPECTIVAS DE LAINDUSTRIA SIDERÚRGICENA LO SAÑO S …boletines.secv.es/upload/198423015.pdf · perspectivas de laindustria siderÚrgicena lo saÑo s 80. i. la crisisde lasiderurgia

Perspectivas de la industria siderúrgica en los años 80. I. La crisis de la siderurgia. Situación actual. Perspectivas de la demanda y del equilibrio oferta-demanda de la década de los 80.

rias soluciones de menor a mayor inversión.No se decide la Comisión de Seguimiento al principio a pronunciarse, y so­bre todo a la Administración le parece mejor encargar un es­tudio a una Ingeniería Consultora extranjera y piensa en la USS Steel y en Nippon Steel y luego en un consorcio de las dos, y finalmente se lo encarga a Kawasaki, que prepara su extenso informe con 4 partes: 1) estudio de la demanda de acero hasta 1995 en España (con bastante fundamento has­ta 1990); 2) estudio de los actuales medios productivos de acero españoles; 3) distintas soluciones de reconversión para adecuar la oferta a la demanda, y 4) medios financieros y planes económicos para cada una de las soluciones avanza­das de menor a mayor costo.

El plan Kawasaki expone una línea argumentai sobre una solución más costosa; es decir, hacer en España una integral única nueva de 10 m t, lo que no es posible por ser muy ele­vada la inversión necesaria; y entonces, como no es rentable gastar poco dinero, o aún bastante, para distribuirlo en las tres actuales integrales con fruto, recomienda un gasto posi­ble para eliminar desequilibrios productivos y ¿btener me­nos acero pero mejor; es decir, mejores productos planos (chapa fina); estructurales largos (alambron), y más baratos (trabajando para ello más automáticamente y con menos mano de obra). A la vista del Informe Kawasaki se puede decir que esta firma intentaría lo siguiente:

Poner el TBC donde esté el mejor tren frío, y dejar AHV que subsiste lo mejor posible hasta 1990, y ENSIDESA has­ta el 2000 y entonces cuando se vea que aumenta la deman­da ir completando AHM y parando AHV primero y ENSI­DESA más tarde,

Pero el informe Kawasaki se cubre también las espaldas, y por ello deja abierta la posibilidad a otras soluciones, co­mo la de mejorar los TBC de ENDISESA y AHV y mejorar las dos acerías de ENSIDESA (Aviles) y AHV. La Adminis­tración para asignar el dinero disponible (unos 60-65.000 M) piensa, después de considerar el Informe Kawasaki, que sea el Comité de Seguimiento el que se ponga de acuerdo (en él entran representantes también de las Comunidades Autónomas Asturiana, Vasca y Valenciana) y proponga un Plan de Reconversión y Modernización. El Comité de Segui­miento no se ha puesto de acuerdo y entonces para esta se­gunda etapa con Plan de reestructuración y reconversión y con medidas Básicas, el Gobierno puso el tope de 1 de Julio y si no había consenso y propuesta correspondiente del Comité, el Gobierno reestructuraría el sector Integral por decreto, como lo ha hecho con fecha de 7-7-83 en el R.D. 1851/83.

En la concepción del Gobierno, que arranca de reducir 1 M (de 8 a 7 M t) la producción de acero de las Integrales debiendo al mejorar, modernizar, poner nuevas instalacio­nes y completar otros, equilibrar todas las producciones de los elementos productivos H.A., acerías, coladas continuas (poner varías), trenes de bandas en caliente, trenes fríos, es­peciales, etc., para mejorar la proíÍuctividad, la especializa-ción y la calidad de todos los productos, pero sobre todo de los productos más cotizados, deja a las empresas integrales, (que ya conocen la mentaHdad del Gobierno por participar en la Comisión de Seguimiento), que propongan sus planes de reconversión rápidamente. Las tres los han presentado antes del 29 de Julio pasado. Ahora los tiene que estudiar el Gobierno y aprobar tal cual, o modificarlos, y a continua­ción se pondrán en práctica.

Parece ser que las "ideas" van por los siguientes reequili­brios, mejoras y cierres que desea la Administración, a la luz de las reaHdades de las instalaciones que contamos y su "es­tado" actual. 5.2. Actuales desequilibrios y producciones no necesarias

por cantidad o calidad, e insuficiencias o carestía de producción en otras.

A.H.M.: Para el tren frío adquiere 300.000 a 400.000 t/ año de bobinas ("coils"). Dicho tren muy moderno podrá producir 1,7 M t y se queda corto en 1,2 a 1,3. Actualmen­te le faltan instalaciones acabadoras de tratamientos moder­nos de tecnología avanzada de las chapas que se deben po­ner. La factoría de Sagunto produce 900.000 t de acero que no parece probable se sigan produciendo después de 1985 y será junto con 300 a 400.000 t menos que producirá ENSI­DESA después de su reconversión la que disminuirá el con­junto de la integral.

A.H.V.: Con tres H.A. modernizados (colocándoles tra­gantes Paul Wurtz, baterías modernas, etc.) y una acería (tres LD de 70 t sustituidos por 3 de 100 t y mejora del TBC actual de ansio). Ya se sabe que las "mejoras" com­portan casi siempre aumento paralelo de producción. Con la nueva acería y varias coladas continuas y la mejora mo-dernizadora del TBC, AHV podrá producir 2 M t y además de estos 2 M t convertirá totalmente en productos planos 1,7 M y el resto, (que no dé abasto su tren frío de echeveri), serán "coils" para el tren de laminación en frío de AHM.

ENSIDESA: Conservará con ligeras mejoras su factoría de Veriña, en la que cuenta con fabricaciones modemas de "estructurales"; y la buenísima de alambron (de las más modernas de Europa), y reducirá en unas 400.000 t su pro­ducción de acero de Aviles entre LD-1 y LD-2; seguramente parando LD-1 y aumentando un tercer convertidor en LD-2 de 100 t y con coladas continuas y mejoras de su TBC y del tren frío. Parece, sin embargo, que la Empresa prefiere "ce­rrar" sus tres acerías (dos LD y una Siemens) y poner una de tres LD 150 t cada uno para hacer 2,5 M t de acero de caHdad, con utilización de sublanzas y de pretratamiento del acero en cuchara, etc.

5.3. Reestructuración de la siderurgia no integral. Acerías de aceros comunes. (Empresas privadas).

Se hizo una primera acción, o serie de medidas, durante 1981, cometiéndose algunos errores por lo que no se produ­jeron los resultados esperados por la Administración:

Se trata de disminuir 1 M t de capacidad y se ofrecían y se dieron 6.000 ptas por cada t de acero que se disminuyese la capacidad. Se gastaron casi 5.000 M ptas, o sea, que se fi­nanció el cierre de 900.000 t de acero pero la falta de coor­dinación y algunos despropósitos invaHdaron la buena fina­lidad, cuando no perjudicaron al conjunto de acerías, es de­cir, su acervo de instalaciones útiles.

Ahora se piensa en otras fórmulas, como asociaciones por grupos de Empresas con disminuciones concertadas de capacidades de producción y cuotas globales, (cuotas de producciones de cada producto autorizadas para cada tri­mestre) con objeto de rentabilizar al menos al mínimo, las instalaciones no cerradas y hacer que la comercialización de las cantidades de productos de acero fabricados, permitan

ENERO-FEBRERO 1984 27

Page 14: PERSPECTIVAS DE LAINDUSTRIA SIDERÚRGICENA LO SAÑO S …boletines.secv.es/upload/198423015.pdf · perspectivas de laindustria siderÚrgicena lo saÑo s 80. i. la crisisde lasiderurgia

J.A. BONED SOPI'NA

primero sobrevivir durante lo más duro de l£i crisis (baja de­manda), y luego afianzarse y crecer con la reactivación, a medida del aumento del consumo, cuando la situación de la economía y del mercado lo permitan. Es decir, se les im­pondrá como en la CECA unas fórmulas justas y solidarias pero con mecanismos controladores y penaüzaciones al que no cumpla, tratando de conservar el equilibrio precios/cos­tes.

Se pretenderá también mantener a toda costa el equili­brio oferta/demanda interior con precios mínimos garanti­zados obligatorios; y en las exportaciones, que se respete el libre comercio y no se venda por debajo del coste.

De aquí a fin del año se tiene que poner ésto en marcha.

5.4. Reestructuración de la siderurgia no integral. (Acerías de aceros especiales).

Se consiguió en el bienio 80-81 su reestructuración, creando un ente asociativo tAceriáes); que ha permitido

afrontar la crisis primero, evitando cierres totales de empre­sas; y coordinar, completar y recionalizar, en un plan de re­conversión y reestructuración el subsector, como objetivo conjunto preferente, sobre los parciales de cada empresa.

En realidad, varias empresas se han agrupado para producir una verdadera "asociación" en lo técnico, en las finanzas, y en la resolución de los problemas de la mano de obra, inhe­rentes a todas reconversión, creando incluso una bolsa de trabajo y un órgano para estudiar, promover y facilitar la reinserción del trabajador, y la reindustrialización; medida necesaria y complementaria en las zonas de cierres parciales o totales de empresas, con el "costo social" de pérdidas de empleos, que llevan anejas estas operaciones

28 BOL.SOC.ESP.CERAM.VIDR.VOL.23 -NUM.l