perez-oliva_milagros-expectativas salud sociedad mediatica global-humanitas2009

Upload: palpacuixes

Post on 07-Jul-2018

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    1/30

    TEMADEL MESON-LINE

    N.o 45, Diciembre de 2009ISSN: 1886-1601

    EXPECTATIVAS DE SALUD

    EN LA SOCIEDAD MEDIÁTICAGLOBAL Milagros Pérez Oliva 

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    2/30

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    3/30

    Consejo Asesor

    Dr. Francesc Abel i FabreDirector del Instituto Borja de Bioética (Barcelona) 

    Prof. Carlos Ballús PascualCatedrático de Psiquiatría. Profesor Emérito de la Universidad de Barcelona 

    Prof. Ramón Bayés SopenaCatedrático de Psicología. Profesor Emérito de la Universidad Autónoma de Barcelona 

    Dr. Marc Antoni Broggi i TriasCirujano. Miembro del Comitè Consultiu de Bioètica de Catalunya 

    Prof. Edelmira Domènech LlaberiaCatedrática de Psicología. Departamento de Psicología de la Salud y Psicología Social. Universidad Autónoma de Barcelona 

    Prof. Sergio Erill SáezCatedrático de Farmacología. Director de la Fundación 

    Dr. Antonio Esteve. Barcelona Dr. Francisco Ferrer RuscalledaMédico internista y digestólogo. Jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital de la Cruz Roja de Barcelona. Miembro de la Junta de Govern del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona 

    Dr. Pere GascónDirector del Servicio de Oncología Médica y Coordinador Científico del Instituto Clínico de Enfermedades Hemato-Oncológicas del Hospital Clínic de Barcelona 

    Dr. Albert JovellMédico. Director General de la Fundación Biblioteca 

    Josep Laporte. Barcelona. Presidente del Foro Español de Pacientes 

    Prof. Abel MarinéCatedrático de Nutrición y Bromatología. Facultad de Farmacia. Universidad de Barcelona 

    Prof. Pere PuigdomènechDirector del Laboratorio de Genética Molecular Vegetal CSIC-IRTA. Barcelona. Miembro del Grupo Europeo de Ética de las Ciencias y Nuevas Tecnologías (EGE) 

    Prof. Jaume Puig-JunoyCatedrático en el Departamento de Economía y Empresa de la Universidad Pompeu i Fabra. Miembro del Centre de Recerca en Ecomía i Salut de la Universitat Pompeu i Fabra de Barcelona 

    Prof. Ramón Pujol FarriolsExperto en Educación Médica. Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitario de Bellvitge. L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) 

    Prof. Celestino Rey-Joly BarrosoCatedrático de Medicina. Universidad Autónoma de Barcelona. Hospital General Universitario Germans Trías i Pujol. Badalona 

    Prof. Oriol Romaní AlfonsoDepartament d’Antropologia, Filosofia i Treball Social.Universitat Rovira i Virgili. Tarragona 

    Prof. Carmen Tomás-Valiente LanuzaProfesora Titular de Derecho Penal. Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia 

    Dra. Anna Veiga LluchDirectora del Banco de Células Madre. Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona 

    Director

    Prof. Mario Foz SalaCatedrático de Medicina. Profesor Emérito de la Universidad Autónoma de Barcelona 

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    4/30

    COMENTARIOEDITORIAL

    Sergio Erill

    Catedrático de Farmacología. Director de la Fundación Dr. Antonio Esteve.Barcelona.

    Milagros Pérez Oliva aborda el tema de lasexpectativas de salud en la sociedad mediáticaglobal con un rigor y una profundidad tales quecualquier comentario a su trabajo corre peligro de

    resultar totalmente hueco. No escapan a suanálisis los distintos factores que juegan un papelclave en la distorsión del significado real de unoshallazgos científicos hasta convertirlos en la basede expectativas del todo irrazonables. Cita, claroestá, el papel de las propias revistas científicas y no ignora la posibilidad de que los propioscientíficos puedan tener algo de responsabilidaden esta distorsión. La elegancia de su discurso leimpide sin duda bajar al terreno de lo anecdótico, y quizás no esté de más explorar aquí este entorno.

     Adentrándonos en este contexto, no deja deresultar ilustrativo que, en una entrevista aldirector de una de las revistas médicas másimportantes del mundo (grabada sin suconocimiento), éste admitiera sin rubor que una desus prioridades era conseguir una importanterepercusión mediática de los artículos quepublicaba, dando a entender que esta repercusiónmediática era también tenida en cuenta al decidir qué manuscritos eran aceptados para supublicación. En un mundo así, no puede extrañar que otra revista anunciara en uno de sus

    comunicados de prensa que en pacientes con undeterminado tipo de cáncer cierto medicamento“doblaba la posibilidad de sobrevivir”, cuando elartículo al que hacía referencia concluía que lospacientes tratados con este medicamento moríanpor término medio a los 8 meses, en tanto que losque recibían un placebo sobrevivían sólo 4.Comenta Pérez Oliva que ahora el nuevoconocimiento pasa directamente del laboratorio a lasociedad. La relación de los propios científicos conla prensa tiene múltiples facetas, desde el noble

    deseo de dar a conocer al gran público lo que paraellos tiene merecida importancia, hasta el deseo deadquirir notoriedad u otros beneficios. Ello hace quesu posible papel como inductores directos de falsas

    expectativas no pueda ser, ni mucho menos,descartado. A este respecto puede ser ilustrativoremontarse a los primeros datos respecto alpotencial terapéutico del interferón, a finales de losaños 70 del pasado siglo, cuando hubo unareacción airada de un grupo de investigadores a unpar de artículos publicados en The New York Times ,en los que el periodista daba cuenta de maneracomedida y convincente de las limitaciones que seapreciaban en aquel momento. Esos científicosargumentaban que artículos tan prudentes podrían

    disminuir sus probabilidades de conseguir lafinanciación necesaria para continuar sus estudios.La relativamente reciente emergencia en nuestropaís de periodistas especializados en lacomunicación científica debe ser saludada consatisfacción, pero continuando en el terreno de laanécdota, es imposible sustraerse a la evocaciónde la gran metedura de pata de una de las mejoresperiodistas científicas del mundo, cuando anuncióen 1998, también en el The New York Times , quedeterminado científico iba a curar el cáncer en dosaños y que sería recordado al igual que Darwin por 

    su contribución a la civilización.Errores o no, los periodistas científicos son cada

     vez más necesarios en una sociedad en la que lospropios centros de investigación acuden arecursos hasta hace poco limitados a empresascon afán de lucro o a sociedades o personajes conafán de notoriedad: las agencias de prensa.También aquí el recurso a un caso concreto puederesultar de interés. Un grupo determinado publicóen 1990 en The Lancet  un artículo en el quedescribía el papel de mutaciones en el gen p53 en

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    5/30

    el cáncer de pulmón. Este artículo fue objeto demultitud de comentarios elogiosos en la prensabritánica, en los que hablaba de una nuevaesperanza en la curación del cáncer o de la

    posibilidad de que diera pie a la obtención de una vacuna. Lo realmente curioso es que antes de queapareciera este artículo se habían publicado en laprensa médica ni más ni menos que 391 artículossobre p53 y cáncer, 121 de los cuales tratabanespecíficamente de mutaciones en el p53. Laúnica explicación a esta a todas luces desaforadareacción a un artículo importante, pero nonecesariamente “rompedor”, radica en que elcentro en el que se realizó la investigación contabacon una muy potente agencia de prensa.

    Nos habla también la autora del problema de lasalarmas sanitarias y de su tendencia adesencadenar reacciones compulsivas en unasociedad que tiende, en general, a lahiperreacción. Explorando una vez más el mundode las anécdotas, es obvio que da en el clavocuando comenta que los medios pueden contribuir a la histeria colectiva por la necesidad que tienende captar la atención mediante la dramatización delos acontecimientos. En 1991 se publicaron enJAMA  (Journal of the American Medical  Association ), en el mismo número, dos artículossobre la proximidad a una central nuclear comocausa de cáncer. Uno concluía que la relaciónexistía y el otro la descartaba. Lo sorprendente esque estos artículos científicos dieron lugar a 28artículos en la prensa diaria. En 19 de ellos semencionaban los dos artículos de JAMA y en los 9restantes sólo se presentaba el artículoacusatorio. Por si fuera poco, la extensión mediade los comentarios a este artículo era de 354palabras, en tanto que los referidos al artículoexculpatorio era de sólo 192.

    En el escrito que nos ocupa se abordandirectamente los problemas éticos que genera laposibilidad de intervenir en los procesos básicosde la biología. La sociedad se ha acostumbrado ya

    a intervenciones que evitan la presencia dedeterminados trastornos genéticos en ladescendencia, pero el incremento en el margen dedecisión que se ha dado en tantos órdenes de la

     vida llevará, como se advierte, al deseo deengendrar hijos a la carta y no deja de ser preocupante que existan datos en animales sobre“terapias” génicas centradas en el incremento dela musculatura o el crecimiento del pelo. Con todo,no son solamente estos casos extremos los queinvitan a una reflexión sobre las implicaciones

    éticas de las expectativas de salud en unasociedad mediática. Como se ve en el artículo, y en este breve repaso de casos concretos, lafrontera entre lo simplemente irrelevante y lopotencialmente peligroso parece volverse cada

     vez más tenue. Por otra parte, es cada vez máspreocupante la posibilidad de que la sociedad seacostumbre a aproximaciones emocionales,propias de una cultura mediática desbordada, alenfrentarse a problemas que exigirían un debateriguroso.Termino aquí estas notas con la convicción de

    haberle hecho un flaco servicio al magnífico trabajode Milagros Pérez Oliva que se publica en estenúmero de HUMANITAS Humanidades Médicas .Las razones de mis limitaciones al intentar comentarlo las he esbozado ya al principio. Surigor y su profundidad son tales que poco puededecirse sobre el mismo, como no sea que el lector sacará enorme provecho de leerlo más de una vezpara no perderse todos los matices y niveles desu argumentación y acrecentar así el disfrute deacercarse a él.

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    6/30

    CURRICULUM VITAE

    Formación y títulos académicos

    •  Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona (1980).

    •  Estudios de Derecho en la Universidad de Barcelona (1980-1984).

     Actividad académica y profesional

    •  Defensora del Lector del diario El País desde febrero de 2009.

    •  Colaboradora habitual como analista de los programas “Hora 25” y “El Balcó” de la Cadena Ser,“El Matí” de Catalunya Ràdio, “Els Matins” de TV3 y “59 segons” de TVE en Cataluña.

    •  Profesora del Master del Periodismo de El País-Universidad Autónoma de Madrid.

    •  Profesora del Master de Comunicación Científica de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y de otros cursos de postgrado.

    EXPERIENCIA PROFESIONAL PREVIA 

    •  Redactora jefe responsable del área de biomedicina y del Suplemento de Salud de El País.

    •  Redactora jefe de las secciones de Política, Local, Economía y Sociedadde la redacción de Cataluña.

    •   Jefe de la Sección de Sociedad.

    •  Redactora de El Periódico de Catalunya.

    •   Redactora de la revista Arreu.

    •  Profesora de los Estudios de Periodismo de la Universitat Pompeu Fabrade Barcelona.

    Milagros Pérez Oliva

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    7/30

    OTRAS ACTIVIDADES

    •  Miembro del Comité de Bioética de Catalunya.

    •  Miembro del Consejo Social de la Universitat Pompeu Fabra.

    •  Miembro del Observatorio Infantil Faros del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.

    •  Vicedecana del Colegio de Periodistas de Catalunya y presidenta de la Demarcación de Barcelona (1997-1991).

    •   Miembro de la Junta de Gobierno y Presidenta de la Comisión de Formación del Colegio de Periodistas deCatalunya (1993-1997).

    •  Miembro del Consejo Asesor de Planificación Sanitaria del Departament de Salut de la Generalitat deCatalunya (2006).

    •   Miembro de la Comisión para el Estudio de Medidas Preventivas de la Reincidencia de Delitos Graves,creada por el Departament de Justicia de la Generalitat de Catalunya (2007).

    •  Profesora del Master de Criminología “La construcción social del delito”, del Centro de Estudios Jurídicos-UAB (1990-1993).

    PREMIOS Y DISTINCIONES

    •  Premio Nacional de Periodismo 2006 concedido por la Generalitat de Catalunya.•  Premio Grifols de Bioética (2007).

    •  Premio de la Asociación de la Prensa de Aragón 2008 a “la trayectoria humana y profesional”.

    •  Premio Bienestar Social del Ayuntamiento de Barcelona (1996).

    •  Premio Sociedad Española de Medicina General (2007).

    •  Premio Asociación Española de Derecho Farmacéutico (ASEDEF) sobre información de medicamentos.

    •  Premio a las buenas prácticas profesionales en educación no sexista, de la Asociación de MujeresPeriodistas de Cataluña (2009).

    •   Premio UNICEF a la tarea informativa a favor de la infancia (1987).

    •  Premio de la Sociedad Española de Cardiología (1994).

    •  Premio CITRAN sobre tratamiento de las drogodependencias (1988).

    •  Beca de la German Marshall Foundation para una estancia en Estados Unidos (1990).

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    8/30

    La salud es un elemento esencial en la culturadel bienestar y las expectativas que losciudadanos tienen de sus posibilidades de salud

     vienen en gran parte determinadas por la cultura.La interacción entre genética y ambiente vamodulando la respuesta de nuestro organismo alo largo de la vida. De la misma manera quesomos lo que comemos, lo que bebemos y loque respiramos, también somos lo quepensamos. Las percepciones condicionannuestro pensamiento y nuestro comportamiento

     y esto repercute sobre la salud. ¿Cómo segeneran esas percepciones en nuestrasociedad? En gran parte a través de los mediosde comunicación.

    La sociedad mediática globalizada se asientasobre una revolución de las tecnologías de lacomunicación que permiten transmitir cualquier información a cualquier parte del mundo en tiemporeal. Gracias a Internet, los centros de producciónde conocimiento están permanentementeconectados. La sociedad en red ha contribuido deforma excepcional a la aceleración de los tiempos,

     y también a una aceleración sin precedentes en laproducción de conocimiento científico.Uno de los cambios más relevantes afecta a lasocialización del conocimiento. Los medios de

    comunicación se han convertido en el principalinstrumento de transmisión del nuevoconocimiento a la sociedad. En el ámbito de labiomedicina, eso significa que el nuevoconocimiento pasa ahora directamente dellaboratorio a la sociedad, y cambia a tal velocidadque la sociedad apenas tiene tiempo de asimilar las consecuencias de los nuevosdescubrimientos.Los espectaculares avances en el campo de labiología han permitido penetrar en los últimosaños en ámbitos que parecían inasequibles. Las

    investigaciones en clonación, reprogramación

    celular, ingeniería de tejidos, nanotecnología oneurociencias suponen un salto extraordinario enla capacidad de intervenir sobre el organismo.

    Es natural que despierten una gran expectación.Pero la extrema competencia en la que operanlos equipos les lleva a comunicar los hallazgosen fases cada vez más tempranas. Y para poner en valor informativo los avances que seproducen en el laboratorio, con frecuencia sepresentan ante la opinión pública, no en surealidad actual (una molécula con potencialidadterapéutica, identificación de un nuevomecanismo genético), sino en su potencialidadfutura (un nuevo tratamiento, una nueva dianaterapéutica). Son los futuros de la medicina, que

    muchas veces no llegan a concretarse o, si seconcretan, no lo hacen en los tiempos previstos,como hemos visto en el caso de la terapiagénica.Esta manera de comunicar y la forma hagiográfica,casi épica, con la que se presenta en general lainvestigación médica, generan en la sociedadfalsas expectativas, no sólo en las posibilidadesindividuales de curación, sino también acerca delas posibilidades de la medicina en general. Laemergencia en paralelo de un nuevo tipo depaciente más informado, más exigente y con

    menos capacidad de frustración, dificultaenormemente la relación entre el médico y elpaciente y favorece un clima de ansiedadcolectiva del que intenta beneficiarse una nuevaindustria centrada en el comercio de la salud.La posibilidad de intervenir en los procesosbásicos de la biología ha suscitado nuevosdilemas éticos y cambios fundamentales en lacultura, como por ejemplo nuestra relación con elazar y con el futuro. Nunca como ahora unapersona había tenido tantas posibilidades deelección. Y tanta necesidad de anticipación. La

    tradicición y las reglas sociales encarrilaban de tal

    EXPECTATIVAS DE SALUD

    EN LA SOCIEDAD MEDIÁTICA GLOBAL

    RESUMEN

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    9/30

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    10/30

    Health is a core issue in the culture of welfareand the expectations that citizens have on their potential health are largely determined by culture.

    The interaction between genetics andenvironment will modulate the response of our body throughout life. In the same way that weare what we eat, what we drink and what webreathe, we are also what we think. Perceptionsdetermine our thinking and our behavior, and thishas an effect on health. How these perceptionsare generated in our society? Largely through themedia.The globalized media society is founded on arevolution in communication technologies that let

     you transmit any information anywhere in theworld in real time. Thanks to the Internet, thecenters of knowledge production arepermanently connected. The networked society has contributed exceptionally to the accelerationof time, and also to an unprecedentedacceleration in the production of scientificknowledge.One of the most significant changes affects thesocialization of knowledge. The media havebecome the main vehicle of transmission of newknowledge to society. In the field of biomedicine,this means that the new knowledge is nowdirectly travelling from the laboratory to society,and changing so fast that society has little timeto assimilate the implications of new discoveries.In recent years, the stunning advances in thefield of biology have allowed us to enter areasthat seemed unaffordable. Research on cloning,cellular reprogramming, tissue engineering,nanotechnology and neuroscience increase by 

    leaps and bounds the ability to work on the body.It is natural for them to awaken greatexpectations. But the extreme competition in

    which teams operate leads them to communicatefindings in an increasingly early stage. And for the advances reached in the laboratory to beprovided with an informative value, they are oftenpresented before the public, not in its currentreality (a molecule with therapeutic potential,identification of a new genetic mechanism), butas its future potential form (a new treatment, anew therapeutic target). They are the future of medicine, which often fail to materialize or, if certain, they do not do it on schedule, as seen in

    the case of gene therapy.This way of communicating and the hagiographicform, almost epic, in which medical research isoften presented, create false expectations insociety, not just with regards to the individualpossibilities of healing but also to the possibilitiesof medicine in general. The parallel emergence of a new type of patient that is more informed,more demanding and has a lesser frustrationcapacity, greatly complicates the relationshipbetween doctor and patient and promotes aclimate of collective anxiety from which a newindustry focused on health trade is meant toprofit.The possibility of intervening in the basicprocesses of biology has created new ethicaldilemmas and fundamental changes in culture,such as our relationship with the chance and thefuture. Never before has a person had so many choices. And so much need of being advanced.Not long ago, tradition and social rules led the

    HEALTH EXPECTATIONS

    IN THE GLOBALIZED MEDIA SOCIETY 

    SUMMARY 

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    11/30

    lives of people to such an extent, that many lifedecisions were environmentally conditioned. Now,we can choose almost anything and the advances

    in biology place us at the doors of even being ableto make choices on our bodies that till now weredetermined by chance. Preimplantational diagnosisenables to choose among different embryos,those that are free from a specific geneticabnormality. It is not difficult to imagine that as thelevel of knowledge gets higher, decisionopportunities will increase. Today, it would bepossible to choose the sex of a baby. Until now,the limit for the intervention has been establishedon its therapeutic purposes, but it is also likely 

    that with advancing knowledge and changingsocial perception these boundaries will move. Willit be possible one day to choose a custom-madechild? The liberal eugenics, one that seeks theperfection of the individual, is already the subjectof intense debate in academic circles.What underlies the new culture based on thepossibilities of science is a desire to controlchance. In an increasingly complex society andwith greater uncertainty, the desire to control andanticipate the future is conditioning the socialresponse to phenomena that were previously largely governed by chance. We have clearly seenit regarding three recent global health threats: theasian atypical pneumonia (SARS), avian influenzaand influenza A.Some features of the global media society exacerbate the negative consequences of thesethreats. In this society, highly important conceptsfor location, such as center and periphery, near and far, real and hypothetical get diluted. The

    immediate communication enables to live as closethreats, ones that may be distant. When an eventcaptures global attention tends to grow like a

    snowball by the media effect, so any health threatperceived as serious can cause a tsunami of reactions across the globe, as we have seen inrecent health crises. The media, with their tendency toward spectacle, to present ascertainties mere hypotheses and always placed inthe worst case scenario, powerfully contribute tocreate a dynamics that generates alarm. As wehave seen in recent crises, fear of the pandemiccan cause more damage than the pandemic itself.The need to anticipate the future in a political

    structure whose key decision-making process isimmediateness often leads to implementpreventive policies that are often excessive or unjustified. The fear of being blamed for nothaving been advanced conditions the decisions of politicians whose individual horizon is measured by terms of office. The new culture of emergency frequently leads to compulsive and many timesmistaken decisions among which the ones relatedto health are telling examples.The dialectic between the individual and society frequently arises in the health field as a conflict.The culture of prevention has, undoubtedly,brought about very positive results when it comesto health and life quality improvement. But there isalso an unhealthy prevention. The obsession withhealth, to prevent suffering or disease, may become a new social disorder. A disorder of theconsumer culture. We consume health as anythingelse and eventually we end being healthconsumers consumed by our own obsession.

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    12/30

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    13/30

    EXPECTATIVAS DE SALUDEN LA SOCIEDAD MEDIÁTICA

    GLOBALMILAGROS PERÉZ OLIVA

     Periodista. Defensora del Lector de “El País”.

    TEMADEL MESON-LINE

    HUMANITAS Humanidades Médicas, Tema del mes on-line - N.o 45, Diciembre 2009   13

    La salud es un elemento esencial de la culturadel bienestar. Nunca como ahora la humanidadhabía tenido instrumentos tan eficaces paraproteger y restablecer la salud, hasta el punto deque en apenas un siglo esos instrumentos hanpermitido doblar la esperanza de vida en lospaíses desarrollados. Vivir más y vivir mejor, esdecir, con mayor calidad de vida, es hoy unaaspiración universal que en nuestro medio se haexpresado con el certero eslogan de “añadiraños a la vida, pero también vida a los años”.

    Aumentar la longevidad con buena salud esel propósito de las políticas de salud pública, y a

    este objetivo contribuyen tanto las investigacio-nes en el conocimiento básico de la biología,como los estudios epidemiológicos sobre hábi-tos y exposición a tóxicos ambientales. Existeuna extensa literatura científica que trata dedilucidar cuánto influye la genética y cuánto elambiente en nuestras expectativas de vida y desalud. La genética se ha revelado como un fac-tor importante, pero cada vez más estudiosdemuestran que el ambiente también es unpoderoso determinante, no sólo porque la pre-

    sencia de agentes tóxicos causa daños directosen nuestro organismo, sino porque el entornoactúa como un elemento modulador de la res-puesta genética.

    La interacción entre genética y ambiente dalugar a las transformaciones epigenéticas quehacen que cada individuo reaccione de formadiferente a los distintos estímulos ambientales.Más allá, pues, de las reacciones bioquímicasque se producen en los entresijos celulares denuestro organismo, la cultura aparece como el

    gran modulador de las conductas y está bienestablecida la estrecha relación que hay entreconducta y salud. No sólo somos lo que come-mos, lo que bebemos y lo que respiramos.Somos también lo que pensamos.

    La forma de pensar, la percepción de la reali-dad, está condicionada por estímulos culturales

     y sociales que en los últimos años se han vistosacudidos por un doble proceso: de globaliza-ción, por una parte, y de aceleración por otra.Los medios de comunicación son el gran verte-brador de la cultura en nuestro tiempo, el esce-nario en el que se representa la realidad. Por eso

    a la sociedad en la que vivimos se le denominasociedad de la información, o del conocimiento,según sea la amplitud del enfoque. Producir,almacenar y distribuir información es el ele-mento esencial del nuevo modelo de produc-ción, como producir mercancías lo fue de lasociedad industrial. ¿Cómo influyen los mediosde comunicación en la generación de expectati-

     vas de salud? ¿Qué consecuencias tiene, en elplano individual y en el colectivo, el hecho de

     vivir en una sociedad mediática globalizada?

    Muchas, sin duda, porque las nuevas tecnologí-as de la comunicación no sólo cambian la formade percibir la realidad, sino que interactúan conella y crean nuevas realidades, como veremos acontinuación.

    LA REVOLUCIÓN DE INTERNET

    La sociedad de la información se asienta sobreuna revolución tecnológica que se inició a par-

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    14/30

    tir de los años cincuenta del pasado siglo y queha culminado con la emergencia y generaliza-

    ción de Internet. De acuerdo con las investiga-ciones del sociólogo Manuel Castells, la socie-dad red es la que ha permitido culminar elproceso de globalización y la que está contribu-

     yendo de forma decisiva a la aceleración de losprocesos productivos. Y lo ha hecho en untiempo extraordinariamente corto. Las prime-ras aplicaciones de esta tecnología, surgidas enel ámbito de la investigación militar de EstadosUnidos, data de 1969, pero el gran salto tecno-lógico en el ámbito civil se produjo en 1990,con la creación de la World Wide Web por par-te de Tim Berners-Lee. Hace, pues, sólo 18años que tenemos Internet, lo que la convierteen la tecnología que más rápidamente se hapropagado en la historia. La red tiene en estosmomentos unos 1.400 millones de usuarios, esdecir, más del 20% de la población mundial,aunque la mayor parte se concentra en los paí-ses más desarrollados.

    La suma de Internet, telefonía móvil y comu-nicación por satélite configuran una revolucióntecnológica que permite hoy enviar cualquier

    mensaje de texto, audio o imagen desde cual-quier lugar del planeta a cualquier otro y hacer-lo en tiempo real. Más que eso: esa revoluciónpermite mantener en perpetuo funcionamientouna red de canales por la que la información cir-cula de forma ininterrumpida en cantidadesingentes. Esa conectividad permanente es laque ha permitido la definitiva globalización dela economía, mientras la emergencia de lasredes horizontales de comunicación interactivaestá propiciando la transformación de las rela-

    ciones sociales. Como dice Manuel Castells(2009), “vivimos en Internet”, con todo lo queello significa.

    Las nuevas tecnologías tienen vocación decablear cada rincón del planeta, pero ese proce-so, como siempre ha ocurrido en la historia, noes homogéneo. Si el mundo se organiza en red,quedar fuera de ella supone hoy la condena deexclusión social de más largo alcance, puessupone quedar fuera de los canales del conoci-miento. En las sociedades empobrecidas, la

    medicina tiene todavía grandes carencias.Cuando ni siquiera las vacunas disponibles des-

    de hace tiempo llegan a todo el mundo, pensaren la brecha de Internet puede parece extempo-ráneo. Pero eso ocurre cuando en los países másavanzados comienza a implantarse la medicinapersonalizada o la historia clínica digital, lo cualimplica la combinación de genética, informática

     y comunicación en un nivel que los paísespobres están muy lejos de alcanzar.

    La brecha digital marca cada vez más lasfronteras de la pobreza. Las nuevas tecnologíasde la comunicación no son mucho más costosasque las anteriores y algunas de sus aplicacio-nes, como la telefonía móvil, han demostradotener incluso un potencial de penetración mayoren las sociedades empobrecidas, pues siemprees menos costoso implantar antenas que unared de hilos sobre el territorio. Pero sigue sien-do difícil tener conexión a través del ordenadorsin energía eléctrica y todavía hay en el mundomil millones de personas que no tienen acceso ala electricidad.

     ACELERACIÓN DEL CONOCIMIENTO

    La sociedad mediática globalizada permiteconocer qué se está haciendo en cualquier partedel mundo, tomar decisiones en un país y eje-cutarlas instantáneamente en el otro hemisfe-rio. La misma red que permite conectar merca-dos y bolsas permite también conectar loscentros de producción del conocimiento. Laexistencia de Internet ha hecho posible, por pri-mera vez, que los focos de creación de nuevo

    conocimiento trabajen en permanente interac-ción. El conjunto de los investigadores conecta-dos por Internet a través de su ordenador con-forma una especie de cerebro global quecontribuye a la aceleración de los tiempos que

     vivimos.La revolución tecnológica de las comunica-

    ciones ha producido importantes cambios, nosólo en la forma de acceder a la información,sino en la manera de percibir la realidad, lo quetiene consecuencias indiscutibles en el ámbito

    14   HUMANITAS Humanidades Médicas, Tema del mes on-line - N.o 45, Diciembre 2009

    MILAGROS PÉREZ OLIVA - EXPECTATIVAS DE SALUD EN LA SOCIEDAD MEDIÁTICA GLOBAL

    TEMADEL MESON-LINE

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    15/30

    de la salud, tanto a escala individual comocolectiva.

    Uno de los cambios más notorios afecta alproceso de socialización del conocimiento, locual repercute en la creación de falsas expecta-tivas. En la sociedad industrial el conocimientose socializaba a través de canales reglados einstituciones acreditadas para esa función,básicamente la academia y el sistema educativo.Este proceso tomaba su tiempo. Cuando apare-cía un nuevo conocimiento, primero era someti-do a discusión y/o refutación en los restringidoscírculos de la academia. Sólo después de ser

     verificado pasaba al sistema educativo, desdedonde se propagaba al conjunto de la sociedad.Cuando llegaba a la población, podía conside-rarse un conocimiento bastante seguro, o almenos todo lo seguro que permitía la evidenciadisponible en ese momento. Así se han difundi-do durante mucho tiempo los avances másimportantes de la medicina.

    Ahora, el nuevo conocimiento pasa directa-mente del laboratorio a la sociedad, y lo hace através de los medios de información general. Dehecho, éstos se han convertido en el principal

    instrumento de difusión de los avances científi-cos. Y ello en un momento en que los tiemposde producción se han acortado de forma drásti-ca y el trabajo en red ha exacerbado la compe-tencia entre equipos. Hay cientos de grupos deinvestigación trabajando denodadamente sobrelos mismos temas, en las fronteras mismas de laciencia, y es ya una regla implícita de supervi-

     vencia comunicar cualquier hallazgo que seconsiga lo más pronto que se pueda, si es posi-ble en el momento mismo en que se produce.

    Comunicar ciencia a través de los medios deinformación tiene una gran eficacia comunicati- va, pero comporta ciertos peajes. La competen-cia entre medios tiende a primar los temas másespectaculares o que tienen mayor capacidad deimpacto. Las noticias sobre ciencia y biomedici-na no se salvan de la creciente tendencia a laespectacularidad que se observa en el conjuntode los medios de comunicación, lo cual da lugara percepciones a veces muy distorsionadassobre el alcance de los avances médicos.

    EL PAPEL DE LAS REVISTAS CIENTÍFICAS

    Las revistas científicas continúan ejerciendo elpapel de valedor de ese nuevo conocimiento. Elsistema de revisión por pares hace que aquelloque se publica en las revistas tenga, en princi-pio, las garantías necesarias para ser considera-do un conocimiento seguro. Los medios deinformación rigurosos adoptan como sistema decontrol de calidad de los contenidos científicosel mismo que ha adoptado la propia comunidadcientífica, es decir, la presentación en congresoso la publicación en revistas científicas que serigen por el llamado   “peer review”   o revisiónpor pares. Pero no todos los medios aplicanestos criterios de rigor. Cada vez es más fre-cuente, por otra parte, que equipos de investi-gación y laboratorios busquen difundir directa-mente a través de los medios de informacióngeneral los trabajos que no han superado la exi-gente criba de la revisión por pares.

    Las propias revistas científicas, conscientesdel nuevo papel que ejercen los medios decomunicación, facilitan versiones anticipadas delos contenidos que publicarán, de modo que

    puedan ser conocidos por el gran público en elmomento mismo en que están disponibles paralos científicos. Pero también estas revistas estánacusando las consecuencias de la comunicacióninstantánea. En un estudio del Observatorio dela Comunicación Científica de la UniversidadPompeu Fabra de Barcelona se ha observadoque las propias revistas introducen un sesgo deespectacularidad o impacto en la selección delos temas incluidos en los avances de conteni-dos que envían a los medios. La capacidad de

    impacto de las revistas científicas ya no se midesólo por la difusión de sus contenidos entre losinvestigadores, sino por su capacidad paralograr que los medios de información general sehagan eco de los trabajos que publican.

    Diversas investigaciones han demostradoesta relación.   The New England Journal of    Medicine  publicó hace ya casi veinte años evi-dencias de este fenómeno (Philips et al., 1991).En este trabajo se hizo un seguimiento delnúmero de citaciones para comparar el factor de

    HUMANITAS Humanidades Médicas, Tema del mes on-line - N.o 45, Diciembre 2009   15

    MILAGROS PÉREZ OLIVA - EXPECTATIVAS DE SALUD EN LA SOCIEDAD MEDIÁTICA GLOBAL

    TEMADEL MESON-LINE

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    16/30

    impacto que habían tenido artículos aparecidosúnicamente en la revista científica con otros que

    además habían sido objeto de atención en eldiario norteamericano  The New York Times . Elresultado puso de manifiesto que los artículosdifundidos en ambos medios tenían un númerosignificativamente mayor de citaciones.

    Un trabajo más completo y más reciente(Kierman, 2005) compara de la misma forma elimpacto de un número importante de artículoscientíficos, pero en éste amplía el ámbito a 24diarios y 4 grandes canales de televisión. Laconclusión es que los trabajos publicados tam-bién en la prensa escrita obtienen un notable-mente mayor factor de impacto que los publica-dos sólo en una revista científica. En cambio, elhecho de aparecer en televisión no incrementael número de citaciones.

    LOS FUTUROS DE LA MEDICINA

    El nuevo conocimiento que llega a través de losmedios es, pues, necesariamente inseguro y provisional. La mayoría de las veces está pen-

    diente de verificación. Pero la ciudadanía no lopercibe así. Contribuye a esta falsa percepción elhecho de que los medios tienden a anticipar lasconsecuencias de un hallazgo, destacando en eltitular sus posibles aplicaciones, aunque éstassean lejanas e inciertas, y no siempre hacendespués un seguimiento riguroso de lo quepublican. Con frecuencia se presenta en losmedios como un posible tratamiento lo que sóloes una molécula o una diana terapéutica conhipotéticas aplicaciones. Porque la feroz compe-

    tencia entre los equipos en el ámbito de la bio-medicina hace que los posibles hallazgos secomuniquen en fases cada vez más tempranasdel proceso de investigación y todos, en la cade-na que va del laboratorio al ciudadano, lo quedestacan siempre son las posibles aplicacionesfuturas.

    Esta forma de divulgar el conocimiento cien-tífico en el ámbito de la biomedicina tiende agenerar falsas expectativas. La terapia génica,por ejemplo, generó tantas expectativas que

    mucha gente pensaba que se podrían curarenfermedades tan graves y frecuentes como el

    Parkinson o el Alzheimer quitando o poniendogenes, y todavía hay quien cree que la terapiagénica es ya una realidad clínica, cuando no halogrado pasar de la fase experimental.

    La secuenciación del genoma humano abrióciertamente las puertas de un camino muy pro-metedor, pero el recorrido está resultando sermucho más complejo de lo que se esperaba.Conforme avanzan por esta parcela del conoci-miento, los investigadores se encuentran connuevos escollos que no esperaban. Ahora yasabemos que la terapia génica no está a la vuel-ta de la esquina y aunque se ha logrado produ-cir miles de especies distintas de ratones trans-génicos capaces de expresar en su organismoenfermedades humanas, estamos lejos de poderaplicar los mismos procedimientos en humanospara curar enfermedades por el simple procedi-miento de quitar y poner genes. Primero porquehay muy pocas enfermedades que estén causa-das por un único gen. La mayoría son multigé-nicas y, además, la mayor parte de los genes tie-nen diversas funciones según la posición y las

    proteínas que intervengan. Y porque, a la pos-tre, lo que cuenta es la forma en que se relacio-nan entre sí genes y proteínas. Es decir, algomuchísimo más enmarañado de lo que se pen-saba. Y para poder progresar, la investigacióntiene que echar mano de potentes programas decálculo computacional. Sin la bioinformática yano sería posible avanzar.

    Ciertamente los avances médicos de los últi-mos años han sido espectaculares y justificanen cierto modo el optimismo. Louise Brown, el

    primer bebé probeta que nació por fecundaciónin vitro en 1978, es ya madre. Treinta años deinvestigación sobre el embrión han dado frutosextraordinarios y algunos de los últimos avan-ces, por ejemplo la reprogramación celular, nosólo nos han permitido adentrarnos en lasimpresionantes posibilidades de la ingeniería detejidos, sino que han permitido descifrar e inter-

     venir en los procesos que hasta hace muy pococonstituían el gran misterio de la vida. En ellaboratorio se han logrado gestas que hace ape-

    16   HUMANITAS Humanidades Médicas, Tema del mes on-line - N.o 45, Diciembre 2009

    MILAGROS PÉREZ OLIVA - EXPECTATIVAS DE SALUD EN LA SOCIEDAD MEDIÁTICA GLOBAL

    TEMADEL MESON-LINE

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    17/30

    nas unos años eran consideradas propias de laciencia ficción. Hoy es posible tomar una célula

    de un simple cabello, una célula somática yadiferenciada y, aplicándole sólo cinco genes,lograr que retroceda en el reloj biológico de laevolución hasta el principio del proceso de des-arrollo de un ser humano, y conseguir que secomporte de nuevo como si fuera una célulaembrionaria.

    La imagen de la oveja Dolly ha quedado fija-da en la retina colectiva como el hallazgo queabre la puerta a la clonación humana y muchosciudadanos seguramente creen que ya se haconseguido, pues la falsa clonación del científi-co coreano Hwang Woo-Suk se publicó en lasportadas de todos los diarios del mundo. Laposibilidad de reproducir un ser humano idénti-co a otro está todavía lejos, pero las tecnologíasque hicieron posible que el equipo de Ian Wil-mut clonara en 1996 a la oveja Dolly a partir deuna célula adulta de otra oveja están producien-do aplicaciones prácticas extraordinarias. Porejemplo, en el mismo centro, el Instituto Roslinde Edimburgo, se ha creado una gallina capazde poner huevos con interferón humano.

    El interferón es una sustancia de múltiplesaplicaciones terapéuticas, pero era muy difícilde obtener. Una de las investigadoras del equi-po de Wilmut, Helen Sang, ha logrado modifica-ciones genéticas en una estirpe de gallinas paraque produzcan interferón en sus huevos, y nosólo ha conseguido que esas gallinas ponganese tipo de huevos, sino que transfieran la nue-

     va propiedad a varias generaciones de gallinasdescendientes. En experimentos como éste esdonde puede verse de forma más plástica cómo

    la ciencia aplicada a la biología está convirtién-dose en un potente acelerador de la evolución.Evidentemente el salto cualitativo que en los

    últimos años se ha producido en el conocimien-to de la biología justifica la fascinación que labiomedicina provoca. Pero, con ser realmenteimportantes, estos avances presentan todavíamás promesas que realidades. Y la forma decomunicarlos tiene también su yatrogenia. Lageneración de expectativas poco realistas es laprimera consecuencia de estos cambios en la

    socialización del conocimiento. Falsas expecta-tivas a escala individual sobre las posibilidades

    terapéuticas al alcance de una patología concre-ta, y falsas expectativas colectivas sobre elpoder de la propia medicina.

    CAMBIO DE PARADIGMA

    Evidentemente el salto cualitativo que en losúltimos años se ha producido en el conocimien-to de la biología justifica la fascinación que labiomedicina provoca en la sociedad. Pero esteproceso también tiene su yatrogenia. Y una par-te de los efectos adversos procede precisamentede la rapidez con que avanza el propio conoci-miento científico, de manera que la sociedad notiene tiempo de asimilar las consecuencias detodos los avances. La aceleración del conoci-miento dificulta el debate social sobre los usosposibles de los avances médicos, lo que en oca-siones se traduce en un rechazo apriorístico deesos avances. En ocasiones los cambios son tanrápidos que el debate queda en una vía muertao se desvanece porque la propia dinámica cien-

    tífica ha producido un nuevo paradigma.Eso es lo que ha ocurrido, por ejemplo, con la

    utilización de embriones en la investigaciónsobre células madre. Nadie duda de que lascélulas madre sean en estos momentos una pro-mesa terapéutica extraordinaria. La posibilidadde reparar tejidos con células cultivadas en ellaboratorio a partir del material genético delpropio individuo es un sueño de la medicinaque cada vez está más cerca. Pero para llevar acabo esta investigación ha sido preciso recurrir

    a embriones sobrantes de la fecundación   invitro, algo que ha provocado el rechazo de cier-tos sectores religiosos.

    El problema, sin embargo, no se limitaba sóloa la utilización de embriones para la investiga-ción. En el supuesto de que las células madrepudieran convertirse en una alternativa tera-péutica, cada vez que se quisiera tratar a unenfermo se precisaría la donación de un óvulopara vaciarlo de su núcleo y poner en su lugarel material genético del individuo a tratar. Está-

    HUMANITAS Humanidades Médicas, Tema del mes on-line - N.o 45, Diciembre 2009   17 

    MILAGROS PÉREZ OLIVA - EXPECTATIVAS DE SALUD EN LA SOCIEDAD MEDIÁTICA GLOBAL

    TEMADEL MESON-LINE

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    18/30

    bamos lejos de conseguir ese estadio, pero sinduda se vislumbraba como un escollo extraordi-

    nario, cuando surgió la reprogramación celular.Con este procedimiento, ya no será necesarioobtener óvulos ni crear preembriones paralograr un posible tratamiento. Bastará una célu-la somática del propio individuo.

    Aunque no tan espectaculares, los avancesen los distintos ámbitos terapéuticos han sidotambién impresionantes: en estos momentos,por ejemplo, las estadísticas relativas a EstadosUnidos indican que el 65% de las personas queson diagnosticadas de cáncer se cura, un por-centaje impensable hace sólo unas décadas.Pero la forma de comunicar todos estos avan-ces, a menudo con un lenguaje épico y hagio-gráfico, en una sociedad crecientemente hedo-nista, ha provocado también que la población, y particularmente las nuevas generaciones, ten-gan unas expectativas exageradas sobre lasposibilidades de la medicina.

    Como apunta el profesor Eric Cassell, miem-bro del prestigioso Hastings Center de Nueva

     York, la propia medicina ha contribuido, con suforma de operar, a generar esas expectativas

    desmesuradas que dificultan la relación entre elmédico y el enfermo, crecientemente problemá-tica por la emergencia de un nuevo perfil depaciente más culto, más informado y más exi-gente. Muchos médicos observan con preocupa-ción cómo algunos enfermos llegan a la consul-ta con unas expectativas poco realistas sobre lasposibilidades de la medicina y les piden unosresultados que muchas veces no están en con-diciones de garantizar.

    La consecuencia de todo ello es una menor

    tolerancia a la frustración y una menor capaci-dad de soportar la enfermedad y la muerte. Dehecho, nuestra cultura trata la muerte de formaabsolutamente paradójica: mientras la muerte

     violenta es objeto de una exhibición impúdica y constante en la ficción, la muerte próxima, lareal, es ignorada, cuando no escondida. Un niñopuede ver hoy decenas de muertes violentas enun solo día, pero querrán protegerlo del miedoque a ellos les provoca evitando por ejemplo queasista a la capilla ardiente de su abuelo.

    NUEVOS DILEMAS ÉTICOS

    Las posibilidades de intervenir en los procesosbásicos de la biología provoca también nuevosdilemas éticos y un cambio fundamental respec-to de lo que había sido un elemento esencialhasta ahora en la cultura occidental: nuestrarelación con el azar. En las generaciones ante-riores gran parte de la vida dependía de las con-diciones del azar, empezando por el cuerpo y lasalud que se recibía al nacer. La enfermedad eratambién una cuestión de azar.

    En su último libro “El futuro y sus enemi-gos”, el filósofo Daniel Innerarity observa quenunca como ahora una persona había tenidotanto margen de decisión. La naturaleza y latradición determinaban gran parte de las deci-siones de las generaciones anteriores. La mayo-ría de la población vivía toda su vida en el lugarde nacimiento, ejercía la profesión de suspadres y hasta el matrimonio venía muchas

     veces impuesto por otros. Ahora, en cada granpaso de la vida hay múltiples opciones entre lasque optar y hasta la ropa que se elige cadamañana puede convertirse en una cuestión de

    identidad. Disfrutamos de una gran libertad deelección pero también pagamos un alto precio:una considerable carga de angustia y ansiedad.

    El margen de intervención sobre nuestrocuerpo es cada vez mayor. Vencer la enfermedades el gran empeño de la medicina, pero losintentos por controlar el azar en la salud estánteniendo peligrosos efectos secundarios. Nosólo la cirugía estética promete la posibilidad deautomodelar el cuerpo. También los estados psí-quicos son objeto de intervención. Procesos que

    deberían ser aceptados como naturales y vivi-dos como tales son objeto de medicalización. Semedicaliza la menopausia, el duelo y la pérdidadel trabajo; se medicaliza la tristeza y determi-nados estados de ánimo que no son patológicos,sino fruto del simple malestar de la vida, porquela felicidad absoluta y permanente sigue siendouna quimera.

    De este deseo de control se aprovecha la per-tinaz industria del bienestar, que fomenta acti-tudes hipocondríacas por las que pagamos un

    18   HUMANITAS Humanidades Médicas, Tema del mes on-line - N.o 45, Diciembre 2009

    MILAGROS PÉREZ OLIVA - EXPECTATIVAS DE SALUD EN LA SOCIEDAD MEDIÁTICA GLOBAL

    TEMADEL MESON-LINE

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    19/30

    alto precio. La medicina se presta en parte a estamedicalización creciente de la vida. La cultura

    de la prevención ha arraigado de la mano de lascampañas de salud pública destinadas a cam-biar las conductas de riesgo. Pero una derivadaindeseada de esa cultura de la prevención es labúsqueda de parámetros de predicción que per-mitan detectar un proceso patológico en fasesprevias a la aparición de los síntomas. Sería unempeño loable si ello condujera a un cambio deconductas o permitiera evitar ese proceso pato-lógico. Pero una cosa es tratar de prevenir laenfermedad y otra muy distinta convertir a cadapersona en un pre-enfermo.

    La industria farmacéutica ejerce presión pararebajar los parámetros a partir de los cualesempezar a tratar, por ejemplo, el exceso decolesterol o la hipertensión. Pero ese parámetroes arbitrario y no tiene el mismo efecto paratodos los enfermos. El síndrome de las piernasinquietas es un buen ejemplo de cómo la con-cepción patológica gana terreno en nuestra cul-tura. Proliferan los nuevos síndromes, cuyodiagnóstico presenta la mayoría de las vecesuna gran dificultad de concreción. Lo que ha

    ocurrido con el trastorno por déficit de atencióne hiperactividad es un buen ejemplo del tipo deproblemas que esta creciente medicalizacióncomporta.

    Es cierto que muchos niños sufren un tras-torno que tiene componentes de hiperactividad,personalidad límite y déficit de atención en dis-tintos grados de intensidad. Pero no todo niñotravieso es un hiperactivo. Un estudio realizadoen Holanda a finales de 2008 encendió la alar-ma sobre esta cuestión. El estudio reveló que

    uno de cada tres niños holandeses tomaba fár-macos para la hiperactividad. En total, 750.000niños y adolescentes de entre 5 y 15 años, esdecir, el 34,2% de esa franja de edad, cuando laincidencia de este trastorno se estima en no másde un 5%. Fue la Fundación para la Estadísticaen Farmacia la que puso a las autoridades sani-tarias sobre aviso al observar que el 75% de losniños y jóvenes que tomaban psicoestimulantescomo metilfenidato (Ritalin® o Concerta®) eranchicos, y que además, la prescripción de estos

    fármacos se había incrementado de formaespectacular a partir de 2007.

    También en Estados Unidos se ha observadoun incremento no justificado del número deniños tratados con psicoestimulantes. Detrás deeste incremento está la actividad de los departa-mentos de marketing de los laboratorios farma-céuticos que producen estos medicamentos,pero semejante aumento no se explicaría sin lacolaboración de médicos y padres. Una culturaproclive a la medicalización permite derribarfácilmente las barreras de contención que debe-rían garantizar un uso racional de estos medi-camentos. Siempre es más fácil tratar con fár-macos a los niños que tratar de ponerles límitesa base de frustración y contención, es decir, abase de educación. En el debate que se suscitóen Holanda, algunos especialistas apuntaronademás a otro factor, también de naturaleza cul-tural: la obsesión de muchos padres por que sushijos sigan sin problemas las exigencias de unaeducación competitiva. Quieren hijos modélicos,bien dotados, bien dispuestos y capaces desuperar los requisitos de ese tipo de educación.

    HIJOS A LA CARTA

    Muchos padres están dispuestos a pedir o atolerar que sus hijos sean tratados con fármacospara modular sus conductas creyendo que conello contribuyen a su bienestar y aumentan susposibilidades de éxito. Forma parte de una cier-ta forma de entender la vida y la educación.¿Qué harían estos padres si pudieran recurrir ala manipulación genética para moldear a sus

    hijos? La posibilidad de elegir un hijo a la cartano está, desde luego, a la vuelta de la esquina,pero las técnicas de reproducción asistida y dediagnóstico pre-implantacional ofrecen ya algu-nas posibilidades de intervenir antes del naci-miento del hijo, cuando todavía está en faseembrionaria.

    De momento, este tipo de intervencionesestán sujetas al control de los comités de bioéti-ca, y en algunos casos requieren incluso de laaprobación del Comité Nacional de Bioética.

    HUMANITAS Humanidades Médicas, Tema del mes on-line - N.o 45, Diciembre 2009   19

    MILAGROS PÉREZ OLIVA - EXPECTATIVAS DE SALUD EN LA SOCIEDAD MEDIÁTICA GLOBAL

    TEMADEL MESON-LINE

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    20/30

    Pero los progresos son tan constantes que loslímites pueden cambiar, y de hecho cambian.

    Hasta hace poco se aplicaba el diagnóstico pre-implantacional para evitar el nacimiento de unniño con una enfermedad hereditaria de la quese conocen los genes implicados. Se descartan,en este caso, los embriones en los que se obser-

     va la anomalía genética que causa la enferme-dad. La elección se hace en beneficio del propioniño que va a nacer. En algunas enfermedades

     vinculadas al sexo, como por ejemplo la hemo-filia, que transmiten las mujeres y padecen loshombres, se trata de seleccionar simplementeun embrión del sexo que no transmite la enfer-medad. En todos los casos, el límite ético seestablece en que la intervención sea por razonesterapéuticas y en beneficio del niño que nacerá.En 2008 se dio un paso más: se permitió conce-bir y seleccionar a un embrión con finalidadterapéutica, sí, pero en beneficio de un tercero.En el caso de los bebés concebidos para serdonantes de un hermano enfermo, es cierto queellos mismos se benefician, porque de lo contra-rio no nacerían, y ahora pueden hacerlo libresde enfermedad.

    No hay, pues, objeción ética. Pero es eviden-te que los límites se han movido. Porque si hay 

     varios embriones sanos, no se implantarántodos ellos, sino únicamente aquellos que ade-más de no tener la anomalía genética sean his-tocompatibles con el hermano enfermo. Si aho-ra podemos elegir en este tipo de situaciones,¿por qué no elegir el sexo u otras característicasque se puedan conocer conforme avancen lasinvestigaciones sobre los genes y sus funcio-nes? Sólo una reflexión adicional: si se han

    podido crear moscas con memoria fotográfica y ratones alterados genéticamente que tienen y transmiten a sus hijos una mayor capacidad dememoria, ¿cuánto tardaremos en poder hacerlotambién en humanos?

    En su libro “Contra la perfección”, MichaelSander advierte sobre las consecuencias quepodría tener la posibilidad de elegir un hijo a lacarta. Hasta ahora -argumenta- todos éramosdiferentes y nuestra diferente dotación genéticano era considerada una injusticia. Era, simple-

    mente, fruto de una lotería. El deseo de perfec-cionamiento quedaba circunscrito a la mejora de

    aquello que nos había sido dado. Pero una cosaes intentar dar a los hijos el máximo de oportu-nidades a partir de sus propias capacidadesmediante el entrenamiento y la educación, y otra muy distinta elegir las características quehan de tener los hijos al nacer. Porque en esecaso no se trata ya sólo de cultivar los talentos

     y habilidades heredados, sino de elegir esostalentos. Y si algún día podemos hablar de hijosde diseño –advierte Sander– tendremos quehablar también de padres diseñadores. Lo cualcambia por completo las premisas de nuestraexistencia.

    Ahora, el amor incondicional juega un papeldeterminante en nuestra vida. No es casualidadque la naturaleza haya seleccionado este senti-miento y lo haya elevado a la categoría de ins-tinto. De ello depende la supervivencia de laespecie. El amor incondicional de los padres porsus hijos, independientemente de cómo seanéstos, es un cemento que traba la continuidadde las generaciones y alimenta la seguridad delniño. La aceptación de los hijos como un don

    desaparece con la posibilidad de tener un hijo ala carta. Cuando se puede elegir, ya no es undon. Es una decisión. Y, por tanto, también pue-de ser una equivocación.

    “La aspiración de perfeccionar a los hijospuede llevar a muchos padres a expresar y adoptar actitudes contrarias a la norma delamor incondicional”, advierte Sander. “El amorde los padres” -añade- “tiene dos aspectos:aceptación y transformación. En el primero, seafirma el ser del hijo, mientras que en el segun-

    do persigue su bienestar. (…) Los defensoresdel perfeccionamiento argumentan que no hay diferencia entre perfeccionar un hijo a través dela educación y hacerlo a través de la bioinge-niería. Los críticos del perfeccionamiento insis-ten en que hay toda la diferencia del mundo:tratar de mejorar a los hijos manipulando suconstitución genética recuerda la eugenesia.(…) La hiperpaternidad característica de nues-tro tiempo lleva a un exceso en la ambición dedominio y control que tiende a prescindir del

    20   HUMANITAS Humanidades Médicas, Tema del mes on-line - N.o 45, Diciembre 2009

    MILAGROS PÉREZ OLIVA - EXPECTATIVAS DE SALUD EN LA SOCIEDAD MEDIÁTICA GLOBAL

    TEMADEL MESON-LINE

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    21/30

    carácter recibido de la vida. Y eso nos acerca deforma inquietante a la eugenesia” –concluye.

    A la luz de estas reflexiones, es inevitablepensar qué harían, si pudieran intervenir en labiología, esos padres locos por el deporte empe-ñados en convertir a sus hijos en campeonesolímpicos, o esos otros que se empeñan en diri-gir y controlar la trayectoria académica de sushijos, porque consideran que los éxitos y fraca-sos de sus hijos son sus propios éxitos y fraca-sos. Sobrecoge pensar cómo podría tratar estacuestión el mercado. Sólo hay que echar un vis-tazo a la publicidad de empresas como Cryo-bank, en California, para hacerse una idea.

    Esta empresa garantiza en su propagandasemen de la máxima calidad. Los donantes sonsometidos a una estricta revisión que incluyeparámetros biológicos, culturales y académicos,

     y de hecho -dicen- sólo el 1% de los voluntariosque se ofrecen son aceptados. Los clientes pue-den elegir entre un catálogo de donantes queincluye resultados académicos, además de talla,color de ojos, tipo de pelo, tipo de piel, e inclu-so si tienen o no un hoyuelo en la barbilla, puesparece ser que este rasgo es muy demandado.

    No sólo pueden consultar todos los parámetrosbiológicos de los donantes. También pueden verlas fotos de cuando eran bebés, y previo pago deuna considerable cantidad adicional, puedenconsultar incluso el resultado de un test de per-sonalidad, diez folios de análisis de tempera-mento por el método Keirsey TemperamentalSorter.

    Afortunadamente, la biología sigue impo-niendo las reglas del azar y no es posible saberqué carga genética llevará ese semen, lo cual

    significa que nadie puede garantizar aún que elniño nacerá con el temperamento del donante ocon un hoyuelo en la barbilla. De momento, loque los clientes compran es sólo una probabili-dad. Pero en el futuro, es seguro que la genéti-ca permitirá ir concretando cada vez más y entonces el dilema ético será fenomenal. El peli-gro no radica tanto en una posible eugenesia deEstado, como la que practicó el nazismo, sino enuna eugenesia de mercado basada en expectati-

     vas meramente materialistas.

    La eugenesia liberal tiene ya sus partidarios.Consideran legítima la utilización de las técnicas

    biológicas para mejorar en lo que se pueda lanaturaleza humana. No encuentran diferenciaentre estas técnicas y los programas de entrena-miento a los que nos sometemos desde quenacemos para mejorar nuestras capacidades.Entienden que el problema no está en la posibi-lidad de utilizarlas, sino en utilizarlas mal. Laeugenesia liberal ha sido defendida por autorescomo Ronald Dworkin o Jonh Rawls, y rechaza-da por otros como Jürgen Habermas. Para elfilósofo alemán, la contingencia del inicio de la

     vida de otra persona no está a nuestra disposi-ción. “Un hijo genéticamente diseñado estásubordinado a otras personas -los padres res-ponsables del diseño- de una manera que no loestá el hijo nacido de manera contingente eimpersonal”, afirma Habermas.

    Elegir las características de un hijo no sólodestruye el valor del don recibido, sino que ade-más coloca al hijo en posición de pedir algún díacuentas por esa elección. En cualquier caso,parece claro que de llegar a existir la posibilidadde elegir un hijo a la carta, es previsible que el

    dilema ético evolucione hacia un debate sobrelos usos de las nuevas posibilidades de elección.Hay que tener en cuenta que nunca hasta aho-ra una tecnología médica madura ha dejado deaplicarse. En todo caso se han limitado algunosde sus usos. Parecidos debates se produjeron enlos inicios de la fecundación   in vitro  y hoy esuna práctica médica rutinaria de la que hannacido ya millones de personas.

    La importancia de estos asuntos ha llevadohasta ahora a buscar un consenso internacional

    sobre dónde deben establecerse los límites. Peroes evidente que en la sociedad globalizada, ellímite está siempre en el país que aplica la legis-lación más permisiva. La legislación españolaprohíbe, por ejemplo, la maternidad subrogada,pero nada impide a una pareja de homosexua-les españoles viajar a Estados Unidos y engen-drar un hijo en una madre de alquiler. EstadosUnidos, a su vez, aplicó durante los gobiernosde George W. Bush medidas restrictivas queimpedían destinar fondos públicos a la investi-

    HUMANITAS Humanidades Médicas, Tema del mes on-line - N.o 45, Diciembre 2009   21

    MILAGROS PÉREZ OLIVA - EXPECTATIVAS DE SALUD EN LA SOCIEDAD MEDIÁTICA GLOBAL

    TEMADEL MESON-LINE

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    22/30

    gación con embriones, pero eso no impedía queotros equipos avanzaran por esta vía en otros

    países. El hecho de tener una legislación permi-siva en este ámbito se convirtió durante esetiempo en una ventaja relativa para España, quegracias a ello ha podido escalar posiciones en lainvestigación sobre células madre.

     AMENAZAS GLOBALES

    Lo que subyace en todos estos debates es undeseo de control del azar y la incertidumbre quelleva a intentar anticipar constantemente elfuturo. Este deseo de prevenir, de intervenirsobre lo que pueda ocurrir, está impregnandocada vez más la toma de decisiones. Hasta aho-ra hemos visto algunas consecuencias en el pla-no individual. Pero también las tiene en el pla-no colectivo, social. La combinación de variosde los factores que hemos analizado hasta aho-ra -instantaneidad en la comunicación, antici-pación del futuro y globalización- puede darlugar a poderosas dinámicas que tampoco estánexentas de efectos adversos. Las crisis sanita-

    rias globales son el paradigma de este tipo deproblemas, a los que me referiré a continuación.

    Lo ocurrido con las crisis de la gripe aviar de2003 y ahora con la crisis de la pandemia degripe nueva es un buen ejemplo del tipo de peli-gros al que nos enfrentamos. Pero para podercomprender las dinámicas que se generan enestos casos es preciso detenerse antes en el aná-lisis de algunas de las características que defi-nen la sociedad mediática global y los mecanis-mos por los que se conforma la opinión pública

    en este tipo de sociedad.Partiendo de la definición de esfera públicade Habermas, el sociólogo británico John B.Thompson desarrolla el concepto de “esferapública mediática” como el “espacio colectivo noubicado necesariamente en el espacio o el tiem-po, que tiene su base en los medios de comuni-cación, y que ha transformado radicalmente losprocesos políticos y de toma de decisiones”. Laopinión pública, que muchas veces se confundecon la opinión publicada, emerge como un ele-

    mento nuclear de la toma de decisiones políti-cas.

    Esa esfera pública mediática tiene, en ocasio-nes, dimensión global, y en esos casos puedencrearse estados de opinión que tienen repercu-siones también globales. Para comprender lasdinámicas que se generan en estos casos, espreciso tener en cuenta las siguientes caracte-rísticas de la sociedad mediática global.

    Centro y periferia

    En primer lugar, en la sociedad mediática globaldesaparecen los conceptos de centro y periferia.Todo puede ser centro en un momento determi-nado, y todo es periferia de algo. Es en realidaduna sociedad multicéntrica, en la que los puntosde interés se van desplazando conforme se vandesarrollando los acontecimientos. El hallazgode unas aves infectadas por la gripe aviar en unlugar de Europa o de África convierte a eselugar en el centro de un nuevo foco de atención.Cualquier lugar puede convertirse en el centrode una noticia global. Al mismo tiempo, las

    decisiones globales suelen tomarse en organis-mos transnacionales que actúan sobre el territo-rio a través de las autoridades locales. Cual-quiera de estas autoridades puede convertirse,por tanto, en el centro de una respuesta globalen un momento dado.

    Próximo y lejano

    Cuando los virus viajan en avión y las noticias a

    través de satélite, cualquier crisis puede conver-tirse en una crisis global. El sistema mediáticoglobalizado es capaz de transmitir en tiempo realtodo lo que ocurre en cualquier parte del mundo.El territorio informativo tiene dimensión plane-taria. Interesa todo lo que pueda ocurrir en cual-quier parte del mundo. En este espacio global, lalínea divisoria entre próximo y lejano tiendetambién a disiparse. Un acontecimiento remotopuede vivirse como una amenaza próxima si laintensidad del peligro es suficientemente impac-

    22   HUMANITAS Humanidades Médicas, Tema del mes on-line - N.o 45, Diciembre 2009

    MILAGROS PÉREZ OLIVA - EXPECTATIVAS DE SALUD EN LA SOCIEDAD MEDIÁTICA GLOBAL

    TEMADEL MESON-LINE

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    23/30

    tante y verosímil, cosa que puede verificarsefácilmente en las amenazas terroristas y sanita-

    rias. Cualquier persona puede considerarse indi- vidualmente concernida por una amenaza remo-ta. La amenaza puede ser hipotética, pero lareacción y los efectos son reales.

    Las imágenes del personal sanitario ataviadocon trajes blancos y máscaras de protección conlas que se ilustraron las primeras noticias sobreel SARS contribuyeron poderosamente a gene-rar una alarma que rápidamente se hizo plane-taria. Por muy remota que parezca en el espacioo en el tiempo una amenaza (por ejemplo laposibilidad de que el virus de la gripe aviarmute y se expanda como el virus de la gripecomún), puede vivirse, gracias al efecto mediá-tico, como próxima e inminente.

    Instantaneidad

    La inmediatez se convierte en un factor deintensificación de la amenaza. La sociedadmediática global puede vivir por delegación, através de los medios de comunicación, cualquier

    acontecimiento por alejado que esté. Después decontemplar el desplome de las Torres Gemelas endirecto, ya nadie puede dudar de que la instan-taneidad que garantiza el sistema de comunica-ción sea uno de los principales factores de crea-ción de globalidad. En su libro “La tiranía de lacomunicación”, el periodista Ignacio Ramonet advierte: “Lo que da valor a una noticia es lacantidad de personas susceptibles de interesar-se por ella (…), pero también la rapidez con laque se difunde. Si se tiene una información y se

    tarda un mes en difundirla, pierde mucho de su valor. La pregunta es ¿cuál es el grado de rapi-dez plausible? Hoy es la instantaneidad, y esevidente que la instantaneidad comporta gran-des riesgos”.

    Permanencia

    Cuando un acontecimiento determinado atraelos focos de la atención mediática global, ya no

    se desvanecerá fácilmente. Se crea en estoscasos una sinergia en forma de espiral que hace

    que el acontecimiento vaya creciendo hinchadopor el viento que genera la propia atenciónmediática. En el momento en que conceden unaatención especial al acontecimiento, los medioscontribuyen a agrandar las dimensiones de lacrisis. Por otra parte, en una sociedad en la quetodo está conectado, todo es susceptible tam-bién de ser relacionado con el acontecimientoprincipal. Con frecuencia se crean dinámicas demimetismo que amplifican en el ámbito local elreflejo de la amenaza global. Una forma dehacerlo es precisamente anticipar las conse-cuencias que esa posible amenaza tendría en elámbito local.

    En todas las crisis globales se exige de lasautoridades locales un plan de actuación pre-

     ventivo para el caso de que la amenaza se con-cretara. Como esto ha ocurrido ya en varias oca-siones, ahora son los propios políticos localesquienes, para demostrar su capacidad de antici-pación y control, se adelantan a las demandas y adoptan planes de actuación que en el mejor delos casos no llegarán nunca a aplicar. Eso es lo

    que ocurrió con la gripe aviar y lo que ha vuel-to a ocurrir con la gripe nueva, con la diferenciade que en el primer caso la amenaza nunca seconcretó y en el segundo sí que se ha concreta-do, pero con una gravedad muy inferior a latemida.

    EL FUTURO COMO PROBLEMA

    ¿Podrían actuar de otro modo? Seguramente,

    pero no es fácil. Daniel Innerarity nos da las cla- ves de por qué ocurre así. Tiene que ver connuestra relación con el futuro y merece la penadetenerse un poco en esta cuestión. Innerarity considera que la experiencia del cambio acelera-do en el que vivimos crea malestar, de modo que“nuestra relación con el futuro colectivo no esde esperanza y proyecto, sino más bien de pre-caución e improvisación”. Es una relación “máscompleja y menos ingenua”. Max Weber asig-naba a la política la misión de gestionar el futu-

    HUMANITAS Humanidades Médicas, Tema del mes on-line - N.o 45, Diciembre 2009   23

    MILAGROS PÉREZ OLIVA - EXPECTATIVAS DE SALUD EN LA SOCIEDAD MEDIÁTICA GLOBAL

    TEMADEL MESON-LINE

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    24/30

    ro y responsabilizarse de él. Pero vivimos enuna sociedad del riesgo en la que el antagonis-

    mo político está absorbido por el presente, sobreel cual incide, de forma negativa, según Innera-rity, “la presión que ejerce el tiempo de losmedios de comunicación, frente a la que el sis-tema político muestra una preocupante vulnera-bilidad”.

    La pugna política en clave de presente y elmiedo a ser culpados de no haberse anticipadolleva con frecuencia a los políticos a una actua-ción preventiva que tiene más de seguro perso-nal frente a posibles críticas futuras que deestrategia de real anticipación. Por eso, segúnInnerarity, “las conductas de anticipación tienenun tono más bien de prevención y precauciónque de prospectiva y proyecto”. “Las nuevastecnologías de la instantaneidad” -añade- “hanpropiciado una cultura del presente absoluto sinprofundidad temporal. El origen de esta relacióncon el tiempo se encuentra en la alianza esta-blecida entre la lógica del beneficio inmediatopropia de los mercados financieros y la instan-taneidad de los medios de comunicación. Vivi-mos en una época fascinada por la velocidad y 

    superada por su propia aceleración”.Innerarity sostiene que nuestra época ha pro-

    movido una cultura general de la urgencia, y esta urgencia “está vinculada también a la sen-timentalización de las sociedades modernas”.“La hegemonía de lo sentimental tiende a legi-timar la acción inmediata y desconsiderar otrasalternativas que se inscriban en un registromenos inmediato. Muy relacionado con ello estáel papel de los medios, que se han convertido enunos grandes generadores de inmediatez. O el

    fenómeno de la democracia de los sondeos, queprima la lógica de la opinión coyuntural frente ala de representación y los proyectos sostenidosen el tiempo. (…) Lo urgente ha sustituido a loimportante”.

    Esta cultura de la urgencia, de lo quiero todo y lo quiero ahora que se ha señalado como unode los rasgos preocupantes de las nuevas gene-raciones educadas en el consumismo, tienetambién su reflejo en los sistemas sanitarios. Elpaciente impaciente, el paciente que espera de

    la medicina más de lo que es razonable esperar,forma parte de esta cultura de la queja de la que

    nos habla Robert Huges, y que Innerarity des-cribe en estos términos: “Producimos una diná-mica social de la urgencia donde todo es exigi-ble inmediatamente y la espera resultaespecialmente irritante. Se trata de un indivi-duo dominado por el deseo de satisfaccióninmediata, intolerante frente a la frustración,que lo exige todo ya, que salta de un deseo aotro con una impaciencia crónica, que prefierela intensidad a la duración, incapaz de inscri-birse en el menor proyecto y de toda continui-dad, que exige del presente lo que deberíaesperarse del futuro”.

    REACCIONES COMPULSIVAS

    El problema es que las alarmas sanitarias tien-den a desencadenar reacciones compulsivas enuna sociedad que tiende, en general, a la hipe-rreacción. Actuar bajo presión impide tomardecisiones coherentes. Cuanto mayor sea la per-cepción de riesgo, mayor será la exigencia de

    actuación, aun cuando las probabilidades realesde que ese riesgo se materialice sean escasas.La presión de una opinión pública sensibilizadasuele generar reacciones políticas exageradas,que con frecuencia comportan un alto coste.

    Los medios pueden contribuir a la histeriacolectiva por la necesidad que tienen de captarla atención mediante la dramatización de losacontecimientos. Dada la gran capacidad conec-tiva de la sociedad en red, las respuestas a lasalarmas suelen incrementar el impacto de la

    propia alarma. La publicación en primera pági-na de los periódicos de cada nuevo muerto de lagripe nueva ejerce una presión sobre la opiniónpública que difícilmente podrá ser ignorada porlas autoridades sanitarias. La expectación quegenera puede provocar efectos adversos muy costosos, desde el colapso de los servicios sani-tarios hasta hospitalizaciones innecesarias,cuando el número de muertes registradas esinferior al de las que causa cada año la gripeestacional.

    24   HUMANITAS Humanidades Médicas, Tema del mes on-line - N.o 45, Diciembre 2009

    MILAGROS PÉREZ OLIVA - EXPECTATIVAS DE SALUD EN LA SOCIEDAD MEDIÁTICA GLOBAL

    TEMADEL MESON-LINE

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    25/30

    Como el discurso narrativo de los medios decomunicación tiende a presentar los hechos de

    forma dramatizada, las amenazas que planteanmayor incertidumbre son las que mayor poten-cial tienen de crecer. El virus de la gripe porcinatiene una gran capacidad de contagio, pero esmuy poco agresivo, menos que el de la gripecomún. Sin embargo, todo el dispositivo de aler-ta que ha organizado la OMS se basa sobre unahipótesis, la de que ese virus pudiera entrar encontacto con el de la gripe aviar, intercambiarmaterial genético, y dar lugar a una nueva cepa,tan infectiva como la gripe porcina y tan letalcomo la gripe aviar, que presenta una mortali-dad cercana al 60%. La posibilidad de mutaciónes sólo un escenario posible. Pero se actúa con-forme a ese escenario.

    Algunas dinámicas periodísticas tienden aagravar la percepción de amenaza. La compe-tencia entre los propios medios provoca unacierta tendencia general hacia la espectaculari-dad. Los asuntos que tengan mayor capacidadde impacto tendrán un lugar más destacado enel espacio informativo. Aunque sea hipotética,si la amenaza es percibida como grave, tenderá

    a ser presentada como si ya fuera real. Hay unaregla implícita en el periodismo que sueleseguirse en todos los medios: la de situarsesiempre en el peor escenario posible.

    Un titular a cuatro columnas en primerapágina de El País decía: “La gripe nueva golpe-ará a uno de cada cuatro europeos”. El subtítu-lo aclaraba que la afectación sería leve. Si seráleve, ¿por qué el verbo “golpeará”? ¿Y por quéno se utiliza el condicional en un titular que nohabla de hechos, sino de previsiones? La infor-

    mación procedía de un organismo asesor de laComisión Europea. En una conferencia de pren-sa, los periodistas habían preguntado a su res-ponsable, un experto en salud pública, quéescenarios contemplaban. El experto relató losposibles escenarios. Todos los medios reprodu-

     jeron el peor.Curiosamente, los medios repetían constan-

    temente el mensaje que las autoridades sanita-rias trataban de difundir: que no había razonespara la alarma, pues la gripe parecía benigna.

    Pero al mismo tiempo todos los medios dedica-ban al tema un espacio inusualmente extenso.

    En periodismo tan importante es lo que se dicecomo la forma en que se dice. Decir que la gripe“golpeará”, pero que es leve, es una contradic-ción, como contradictorio es también, dada lapenuria de espacio en que habitualmente ope-ran los periódicos, decir que no hay motivo dealarma y dedicar al mismo tiempo siete páginasdiarias al tema durante una semana.

    PANDEMIA DE MIEDO

    Lo peor de una alarma sanitaria global es elmiedo que genera. Como se ha visto en lasrecientes crisis por la gripe aviar o por la gripenueva, el miedo a la pandemia puede resultarmás temible que la propia pandemia. Un solodato ilustra bien la dimensión que puede alcan-zar este fenómeno: la crisis del SARS se saldócon una caída de 2,3% del PIB en los paísesasiáticos más directamente afectados.

    Ello es así porque los medios de comunica-ción no sólo son el escenario en el que se repre-

    senta la realidad, sino que interactúan con esarealidad. Por su propia naturaleza y la funciónque cumplen, se convierten en parte integrantede las crisis. Eso es justamente lo que ha ocu-rrido en las tres grandes alarmas sanitarias glo-bales, la del SARS, la de la gripe aviar y ahorala de la gripe nueva. Sorprende que en lasiguiente no se haya aprendido de la anterior.Eso es porque, en realidad, cuando estalla unacrisis por una amenaza de evolución inciertapero gran potencial perturbador, los medios y la

    sociedad, como las bolsas, tienden a descontarel futuro desde el primer momento.La fase de mayor expectación informativa

    suele coincidir además con la fase de mayorincertidumbre, cuando todavía se tienen pocosdatos de la realidad y de cómo puede evolucio-nar la situación. En las primeras fases de unaalarma global, hay mucho espacio informativodisponible y pocas certezas que comunicar. Afalta de evidencia científica, el espacio se llenade hipótesis especulativas.

    HUMANITAS Humanidades Médicas, Tema del mes on-line - N.o 45, Diciembre 2009   25

    MILAGROS PÉREZ OLIVA - EXPECTATIVAS DE SALUD EN LA SOCIEDAD MEDIÁTICA GLOBAL

    TEMADEL MESON-LINE

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    26/30

    En esos casos se plantea con frecuencia undéficit de autoridad. La amenaza es global, pero

    el mundo carece de instrumentos globales degobernanza. Las responsabilidades están frac-cionadas. A nadie se le oculta que en las trescrisis sanitarias vividas en los últimos años,además de reaccionar ante la amenaza, la OMSha tratado de consolidar su papel de autoridadplanetaria. Esa agenda oculta ha podido condi-cionar su modo de actuar, especialmente en elcaso de la gripe nueva. Las modificaciones enlos requisitos para declarar una pandemia y laintensidad de la alerta lanzada en este caso,considerada excesivamente alarmista, han des-encadenado críticas en sectores vinculados a lasalud pública.

    Cuando se lanza un mensaje, el emisor pier-de en cierto modo el control. El mensaje vuelalibre por las ondas, y libremente es interpreta-do. Para lograr una mínima reacción en los paí-ses asiáticos inicialmente afectados por el SARSo por la gripe aviar, con sistemas sanitarios nodel todo fiables, la OMS tuvo que lanzar unaalerta planetaria de cierta intensidad. Pero noprovocó la misma reacción en todos los lugares.

    Mientras en los países asiáticos afectados laalerta provocaba una tímida respuesta, en loshipersensibles e hiperreactivos países ricosoccidentales desencadenaba una alarma que enabsoluto estaba justificada. Cómo modular elmensaje para obtener respuestas adecuadas endiferentes receptores es el gran reto de la OMS y de las agencias internacionales en estos tiemposde globalización mediática.

    Cuanto más intensa es la percepción social deamenaza, mayor es la demanda de respuesta

    preventiva. Interviene aquí un curioso fenóme-no: la distinta valoración que del riesgo tiene laciudadanía según sea su origen. En general, lasociedad muestra una gran tolerancia hacia losriesgos libremente asumidos, fruto de una deci-sión personal (fumar, conducir a 160 kilómetrospor hora, escalar, hacer barranquismo…), perose rige por el principio de tolerancia cero hacialos riesgos impuestos, que dependen de las con-ductas o decisiones de otros (una contamina-ción en la cadena alimentaria, una infección

    hospitalaria, una curva peligrosa…). La toleran-cia cero se extiende a las conductas de falta de

    previsión. Así, la sociedad es capaz de tolerar ennuestro país miles de muertes anuales por eltabaquismo, pero ni una sola como consecuen-cia de un fallo en la cadena alimentaria o deseguridad. Inmediatamente se cuestiona sihubiera podido evitarse.

    DECISIONES CONDICIONADAS

    Una vez instalada en la opinión pública la per-cepción de amenaza, los ciudadanos reaccionanexigiendo medidas preventivas. Con frecuenciase produce una espiral: a mayor información,más alarma, y a mayor alarma, más reacción,que además suele ser compulsiva y a veces has-ta injustificada. Eso es lo que ocurrió con lareacción a la crisis de la gripe aviar y está vol-

     viendo a ocurrir con la gripe nueva. Obligadas atomar medidas para tranquilizar a la población

     y demostrar que se tiene el control de la situa-ción, las autoridades sanitarias respondieron alas demandas de la sociedad alarmada haciendo

    acopio del antiviral oseltamivir (Tamiflú®).Tomaron esta decisión pese a ser conscientes

    de que era una medida muy probablementeinútil. En el momento de su comercializacióncomo tratamiento de la gripe común ya se habíaadvertido de que el valor terapéutico de este fár-maco era muy limitado: de hecho no curaba lagripe, sino que únicamente reducía la intensi-dad de los síntomas. Entre las ventajas de suprescripción se citaba que podía acortar lasbajas laborales en unos dos días. Se sabía pues

    que el fármaco no curaba la gripe común. En elhipotético caso de que la gripe aviar mutara y adquiriera la capacidad de contagio entre huma-nos de la gripe estacional, difícilmente el Tami-flú® sería una barrera. Pero ante el pánico gene-rado por la posible llegada de una gripe tanpeligrosa, las autoridades decidieron hacer aco-pio del único medicamento que, aunque de efec-to muy limitado, tenían a disposición.

    Aceptando incluso que el acopio de medica-mento pudiera tener alguna eficacia, lo racional,

    26   HUMANITAS Humanidades Médicas, Tema del mes on-line - N.o 45, Diciembre 2009

    MILAGROS PÉREZ OLIVA - EXPECTATIVAS DE SALUD EN LA SOCIEDAD MEDIÁTICA GLOBAL

    TEMADEL MESON-LINE

  • 8/19/2019 Perez-Oliva_Milagros-Expectativas Salud Sociedad Mediatica Global-Humanitas2009

    27/30

    lo lógico, hubiera sido confiar a la OMS lamisión de gestionar las existencias del fármaco

    de forma que pudiera ser rápidamente adminis-trado allí donde saltara la mutación. En lugar deeso, los países ricos entraron, para regocijo delos laboratorios productores, en una especie desubasta con el fin de asegurarse el suministropara su población. El antiviral acumulado nun-ca llegó a utilizarse, porque el virus nunca llegóa mutar. Y, pese a que eso ocurrió a la vista detodos, las mismas autoridades han caído denuevo en la misma dinámica compulsiva conmotivo de la nueva alerta sanitaria por la pan-demia de gripe nueva.

    ¿Cuánto ha costado este modo de proceder?¿Cuántas vidas se hubieran salvado si ese dine-ro se hubiera destinado a combatir el hambre, adistribuir vacunas en los países pobres o a faci-litar medicamentos genéricos a los países en losque la epidemia de sida está diezmando a supoblación productiva? De nuevo en palabras deInneratity, “la democracia contemporánea resul-ta especialmente vulnerable a los grupos de pre-sión. La práctica política habitual (…) tiende adecidir a golpe de presión inmediata. (…) El

    estado de urgencia permanente contribuye afragilizar las organizaciones y es un terreno fér-til para que se desencadenen crisis mayores”. Y también para que los mejor posicionados pue-dan pescar en río revuelto.

    EL EFECTO VECINO

    Decidir bajo presión es la peor forma de decidir.Pero cada vez ocurre con mayor frecuencia. Un

    ejemplo reciente muestra lo costoso que puedellegar a ser decidir bajo la presión de una opi-nión pública que ha sido objeto de manipula-ción informativa. La lucha contra el cáncer essin duda una de las actividades que mayor con-senso suscita. La posibilidad de erradicar untipo de tumor es saludada por la sociedad comoun gran hito. Lo fue, por ejemplo, el descubri-miento de que las úlceras gástricas y el cáncerde estómago subsiguiente estaban causados poruna bacteria, la Helicobacter pylori.

    Establecer que la causa de estos procesos quetantas muertes causaba era una bacteria capaz

    de sobrevivir en un med