Perdn

1- RETRATOS

Por mucho que lo intenta, Samuel no se convence para asistir a la celebracin de los

cincuenta aos de casados de sus padres. La falta de inters que ellos han manifestado por su

vida y su familia le ha herido tanto que no quiere saber nada de ellos, y mucho menos celebrar

sus Bodas de Oro.

Berta no concilia el sueo de noche. No deja de tener pesadillas sobre su madre, que la

maltrat cuando era una nia. Aunque su madre lleva muerta diez aos, Berta no logra

perdonarla por ese sufrimiento.

La mejor amiga de Juana minti sobre ella a su novio, inducindole a romper su relacin

con ella. Ahora la amiga de Juana sale con el exnovio de ella. Cada vez que Juana los ve en el

instituto, vuelve a sentirse traicionada y no logra dejar de pensar en el tema.

Toms descubre que su compaero de trabajo le ha criticado delante del jefe y ha hecho

comentarios negativos sobre su trabajo. El jefe ha ascendido a su compaero y ha degradado a

Toms; l no deja de pensar en maneras de vengarse de su compaero.

Hace falta uno para perdonar, pero dos para reconciliarse.

2- DEFINICIONES E IDEAS CLAVE

Qu es el perdn y qu no lo es

La falta de perdn es un estado de resentimiento, amargura, odio, hostilidad, ira, temor y

estrs hacia un individuo que ha ofendido a alguien de una manera determinada. La falta de

perdn es un cncer que corroe el alma de la persona.

El perdn se produce cuando los sentimientos glidos propios de la falta de perdn se

convierten en emociones clidas, cariosas, compasivas, cooperativas y altruistas gracias a una

transformacin sentida en el corazn.

En Lucas 7:40-47 Jess nos dice la verdad de que aquellos a quienes se les ha perdonado mucho

tambin aman mucho.

Explique a la persona a quien aconseje las siguientes definiciones y parmetros del perdn.

El perdn

No significa que sean aceptables los perjuicios que le causaron.

No disminuye e el perjuicio que le hicieron, ni es una negacin de lo sucedido.

Forma parte esencial de no permitir que esas heridas continen dolindole.

No elimina las consecuencias que tendr para la otra persona el pecado cometido.

Significa abandonar el deseo de herir a la otra persona. Dicho en pocas palabras, perdonar

significa cancelar una deuda.

Es un proceso difcil e incmodo. Cuando usted toma la decisin de perdonar, Dios ofrece la

gracia y la fuerza para perdonar y mantener un corazn perdonador.

No es una debilidad. Es lo ms poderoso que puede hacer. Negarse a perdonar permite que

Satans siga perjudicndole; el perdn detiene el poder destructivo de Satans en su vida.

No es reconciliacin.

Para perdonar solo hace falta uno, pero para reconciliarse son necesarios dos.

No depende de los actos de la otra persona, y no es un acto condicionado (por ejemplo, decir:

Te perdonar si no vuelves a beber alcohol).

No le exige convertirse en un felpudo, ni tampoco permitir que el ofensor vuelva a hacerle

dao.

Es un don que usted da al ofensor. La confianza, por otro lado, hay que ganrsela. Debe poner

lmites.

No espera que el ofensor se arrepienta. A diferencia de Dios, que nos perdona cuando nos

arrepentimos, los humanos no pueden exigir arrepentimiento antes de perdonar.

Consiste en cunto confa usted en que Dios le cuidar.

Supone experimentar empata hacia el ofensor, humildad respecto a su propia

pecaminosidad, y gratitud por ser perdonado por Dios y por otros.

El poder humano por s solo no logra alcanzar el perdn pleno. Hay un componente del

perdn que es divino. No se puede alcanzar sin Dios. Frank Minirth.

Motivos para perdonar

El perdn le hace libre para que siga adelante con su vida.

Se niega a dejar que la persona que le hiri tenga poder sobre su vida.

Abre su relacin con Dios (ver Mt. 5:43-48).

Le impide amargarse, y por tanto protege a quienes le rodean.

Le impide parecerse a la persona que le hizo dao.

La falta de perdn no perjudica en absoluto al ofensor; solo le hace dao a usted.

La Escritura nos ordena que perdonemos (Mt. 18:21-35).

3- ENTREVISTA DE EVALUACIN

Cuando una persona busca ayuda para perdonar, es porque la incapacidad de hacerlo ha

empezado a interrumpir su vida personal, emocional o espiritual.

La incapacidad de perdonar (debido al estrs que genera) puede ser el origen de problemas fsicos, como astenia, insomnio, cefaleas, dolor articular o dorsal. Tambin puede ser

la causa de depresin o ansiedad.

A veces la persona no se da cuenta de que el origen de su problema es la falta de perdn.

Por consiguiente, puede que sea necesario un consejero para revelarle cariosamente esta

informacin.

Reflexione sobre las siguientes preguntas de evaluacin:

1. Puede hablarme de su trasfondo?

2. Cul cree que es el origen de su inquietud?

3. Qu le indujo a acudir a consejera?

4. Qu espera conseguir?

5. Qu incidente o incidentes le cuesta perdonar?

6. Cmo le hizo sentir ese incidente(s)?

7. Qu puede decirme de la persona que le hiri?

8. Qu ha intentado hacer y a para ayudarse a perdonar?

9. Cmo se ha protegido para que la misma persona no vuelva a herirle?

10. Cmo puede saber que an no ha perdonado a esa persona?

11. Alguna vez durante su infancia vio en su casa ejemplos de perdn?

12. Cundo fue la primera vez que recuerda que alguien le ofendi? Cmo gestion la

situacin?

13. Ve un patrn en su respuesta cuando otros le ofenden?

14. Esa respuesta, le ayuda o le perjudica?

15. Qu dice Dios sobre el perdn?

16. Qu cree usted que es el perdn?

Cuando no perdonas a alguien, en cierto sentido esa persona est en la crcel y t eres el

guardin. T tambin ests preso, porque tienes que asegurarte de que el prisionero siga

dentro.

Kerney Franston

4- CONSEJOS SABIOS

Comparta con la persona alguna informacin sobre el perdn real, como lo describimos antes.

A menudo, una persona no ha perdonado porque no entiende lo que es el perdn.

Es mejor entender el perdn como un acto y como un proceso. Cuando una persona perdona,

su corazn empieza a curarse. Podemos perdonar cuando nos damos cuenta de que Dios nos

ha perdonado (Ef. 4:31-32).

Si la persona no quiere que el ofensor se vea libre de culpa, explquele que el perdn permite

que el propio aconsejado quede libre, y le protege del poder destructivo de la falta de perdn,

dejando que la persona pueda seguir adelante con su vida.

Identifique emociones

Muestre empata a la persona y admita el mal que ha tenido lugar. Anime a la persona a dolerse

por la ofensa y por las prdidas resultantes de cualquier acto contra l o ella.

Explquele que el dolor y la ira no son pecados, sino reacciones normales a una ofensa.

Es importante identificar y expresar los sentimientos hacia la ofensa cometida; cmo se sinti la

persona en el momento de la ofensa y cmo se siente ahora.

Fije lmites

Trabaje con la persona para averiguar qu hay que hacer para evitar que el ofensor vuelva a

hacerle dao. Esto afecta al modo en que la persona mantiene una relacin constante con el

ofensor. Por ejemplo, puede ser educado (lmites seguros) sin ser su mejor amigo (lmites

inseguros). De igual manera, puede escuchar pero sin aceptar su consejo.

Minimice el tiempo que pasa con personas peligrosas, que son esos individuos que hieren sin

tener en cuenta el perjuicio que supone para la vida de otros.

No busque la aprobacin de una persona que probablemente le infligir dao.

Ayude a la persona a reconocer que no necesita la aprobacin de otros para tener una vida

libre y plena. La nica aprobacin que necesita es la de Dios.

Reconozca la mano de Dios

Sepa que Dios puede utilizar la ofensa para inducir el crecimiento personal y la dependencia de

l para su plan y su gloria.

Pida la intervencin del Espritu Santo para sanar las heridas emocionales de la persona.

Pida a Dios que ayude a la persona a amar al ofensor. Se dice que todo acto que no est

motivado por la compasin es pecado. Dado que quienes transgreden a menudo estn

perdidos, quebrantados o heridos, incluso la vctima puede sentir piedad y compasin por el

ofensor.

Orar por el ofensor ayudar a que los sentimientos del aconsejado pasen de querer venganza a

no querer perjudicarle, y por ltimo a desear lo mejor para el transgresor. Cuando la persona

llegue a esta ltima etapa, conocer la verdadera libertad.

5- PASOS PRCTICOS

Everett Worthington, Jr., autor de The Handbook of Forgiveness [solo en ingls], ha creado un

acrstico til para seguir el proceso del perdn. Se conoce con el acrstico REACH:

Recuerde la herida

Recordar la herida es difcil pero necesario.

No minimice o niegue el sufrimiento de la persona.

No excuse al ofensor.

Recordar la herida no tiene como objetivo sealar con el dedo, sino que es un medio para

examinar objetivamente lo sucedido.

Llevar un diario es una manera excelente de procesar la ira y el dolor. Organiza sus

pensamientos y le ayuda a admitir la verdad en blanco y negro.

A veces escribir una carta al ofensor es til, pero no se la enve.

Empatice con la persona

Escriba una carta como si usted fuera el ofensor. Debe escribir sobre sus pensamientos,

sentimientos, ideas y presiones. Que sea una carta de disculpa. Hasta qu punto le cuesta

hacerlo?

Al ponerse en la piel de la persona que le ofendi, puede empezar a comprender por qu ella

hizo lo que hizo.

Esto no desculpabiliza al individuo, pero s contribuye e a demostrar que las personas que

hieren a menudo padecen heridas profundas.

Altruismo: el don del perdn

Piense en el don del perdn. Piense en un momento en que hiciera algo malo y fue

perdonado. Reflexione sobre su mala accin y sobre la culpa que sinti.

Cmo se sinti al ser perdonado?

Le gustara ofrecer ese regalo del perdn a la persona que le hizo dao?

Escriba un cheque de perdn en blanco. Anote en su diario que este da usted ha liberado al

transgresor de la deuda que tena con usted.

Es posible que quiera anotar las ofensas cometidas por esa persona contra usted, y luego

escribir sobre ellas Canceladas o Abonadas.

Por medio de este paso, recuerde tambin la gran misericordia y la gracia de Dios hacia usted.

Existe una diferencia entre el perdn intelectual y el emocional. Por ejemplo, cuando alguien

ha tenido una aventura amorosa, normalmente el cnyuge engaado tendr que optar por

perdonar a su pareja intelectualmente y enseguida, pero el perdn emocional puede tardar

meses en llegar.

Charles Stanley

Compromtase pblicamente a perdonar

Escriba un certificado o una carta de perdn afirmando que no dar ms vueltas a las ofensas

que le hayan hecho, pero no la enve.

Al participar de alguna manifestacin externa de perdn, como escribir una carta, ser ms

probable que recuerde que ha sido perdonado, y as se vea libre de la plaga de la falta de

perdn.

Diga a su familia y /o a sus amigos que ha decidido perdonar. Al revelar su perdn a otros,

ser responsable de su decisin de perdonar al transgresor.

Habitese al perdn

Cuando surjan dudas, afrrese al perdn.

Existe una diferencia entre recordar una transgresin y no perdonar.

Levante Piedras memoriales. Despus de que Dios dividiera el ro Jordn para que los

israelitas lo atravesasen sobre tierra seca, Dios dijo a Josu que cada tribu eligiera una piedra

que apilaran como memorial de las grandes cosas que Dios haba hecho aquel da.

Aquellas piedras seran un recordatorio para el pueblo y para sus hijos en los das venideros

(Jos. 4). Es bueno disponer de algo concreto que le ayude a recordar el da en que dej en

libertad a su ofensor.

Recuerde perdonar! Cuando Corrie ten Boom recordaba alguna ofensa que alguien le haba

hecho, responda: Recuerdo claramente que ya la haba olvidado. Aunque es posible que

usted nunca perdone del todo, puede recordar que ya perdon.

6- EJEMPLOS BBLICOS

As que deber restituirlo ntegramente y aadir la quinta parte de su valor. Todo esto lo

entregar a su dueo el da que presente su sacrificio por la culpa. Le llevar al Seor un

carnero sin defecto, cuyo precio ser fijado como sacrificio por la culpa. Lo presentar al

sacerdote (Lev. 6:5- 6).

Las ofrendas del Antiguo Testamento iban destinadas a que el transgresor pudiera recibir el

perdn de Dios. Pero el ofensor tambin deba responsabilizarse de su conducta, haciendo

restitucin a la persona a la que haba perjudicado.

Tambin nosotros debemos responsabilizarnos de los efectos de nuestros pecados sobre otros.

Tenemos que reconciliarnos no solo con Dios, sino tambin con aquellos a los que hemos

ofendido. La ley bblica nos hace responsables de nuestra conducta.

Joab fue a comunicrselo al rey; ste, por su parte, mand llamar a Absaln, el cual se present

ante el rey y, postrndose rostro en tierra, le hizo una reverencia. A su vez, el rey recibi a

Absaln con un beso (2 S. 14:33).

A pesar de todo lo que haba hecho Absaln, David permiti la posibilidad de la reconciliacin al

perdonar a su hijo. Sin embargo, Absaln no llor, ni se arrepinti ni cambi su forma de actuar.

En realidad, un da Absaln intentara arrebatarle el trono a su padre (2 S. 15:10).

Una persona puede perdonar, pero para la reconciliacin hacen falta dos. El perdn no

garantiza la reconciliacin. Sin embargo, el perdn beneficia a quienes estn dispuestos a

renunciar a la herida y a las ofensas sufridas por parte de otros.

Cundo perdon Jess tu pecado? Hace dos mil aos, en la cruz. Dos mil aos antes de que

acudieras a pedirle perdn, este ya estaba all: preparado, rico, pleno y gratuito.

Joseph M. Stowell

Yo soy el que por amor a m mismo borra tus transgresiones y no se acuerda ms de tus

pecados (Is. 43:25).

Cuando la culpa de los pecados pasados nos aplasta, debemos recordar que, cuando buscamos

perdn, Dios borra nuestras transgresiones y perdona nuestros pecados.

Borrar los pecados significa dejar la pizarra limpia. Sean cuales fueren los pecados que hemos

cometido, Dios promete borrarlos. Sabe lo que hemos hecho, pero nos trata como si nunca

hubisemos pecado.

Como Dios nos ha perdonado, debemos perdonarnos a nosotros mismos.

Pedro se acerc a Jess y le pregunt: Seor, cuntas veces tengo que perdonar a mi

hermano que peca contra m? Hasta siete veces?. No te digo que hasta siete veces, sino

hasta setenta y siete veces, le contest Jess (Mt. 18:21-22).

Ni siquiera cuente los pecados: siga perdonando.

Entonces Jess cont una parbola sobre un hombre que, despus de que le fuera perdonada

una gran deuda que tena con alguien, se neg a perdonar a otra persona que le deba muy

poco. Jess ilustraba con esto que nosotros, pecadores, hemos sido perdonados por la gracia de

Dios, y que l nos perdona diariamente, una y otra vez.

Debemos manifestar la misma gracia para perdonar a otros. Negarse a perdonar demuestra

que no hemos entendido lo mucho que Dios nos ha perdonado.

Pero si ustedes no perdonan, tampoco su Padre que est en el cielo les perdonar a ustedes sus

pecados (Mr. 11:26).

Jess afirm que el perdn que Dios nos concede est relacionado en cierto sentido con el

modo en que perdonamos a otros. Cuando aceptamos el perdn de Dios por todas las ofensas

que hemos cometido contra l, deberamos estar tan agradecidos que esto nos lleve a ofrecer

el mismo tipo de perdn a quienes nos han perjudicado.

Negarse a perdonar a otros demuestra que no apreciamos el perdn que Dios nos ofrece.

7- ORACIN

Seor, tu siervo ha recibido una herida profunda. Quiere olvidarse de ella, librarse del dolor,

pero le cuesta mucho. Las emociones le embargan, y no quiere que ese sufrimiento le afecte

ni un instante ms. Te ruego que le ayudes a ser libre. Te ruego que le ayudes a perdonar a

quien le ha ofendido de la misma manera que t le has perdonado a l/ella. Por favor, dale

una vez ms de tu vida