peirce y la psicología

Upload: algarrobina1966

Post on 14-Apr-2018

227 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    1/17

    Peirce y la psicologa

    Marta Morgade

    En 1872 Charles Sanders Peirce anuncia ante la Academia Nacional deCiencias Americana parte de los resultados de las investigaciones que realizaba(W3. tem 48). Entre varios estudios, Peirce llevaba unos meses dedicando partede su tiempo, como investigador del Coast Survey y del Observatorio

    Astronmico de Harvard, a realizar mediciones de fotometra. Trataba deconseguir, entre otros objetivos, un catlogo de estrellas inspirado en el que hizo

    siglos atrs Ptolomeo (W3. tem 69). En el contexto de ese estudio ofreceresultados del todo novedosos para la psicologa sobre la percepcin del color.Aos antes ya haba publicado (W3, tem 41), en el mismo contexto, otrosestudios sobre la percepcin del color que son considerados como las primerasinvestigaciones experimentales que se realizaron en la psicologa estadounidense(APA-Street, 1994).

    El inters de esas investigaciones pareca aparentemente lejano a lapsicologa americana de la poca, pero son hoy el ms claro ejemplo de lascaractersticas que presenta la relacin de Peirce y la psicologa. Normalmente la

    historia de la psicologa nos dice que Peirce era un autor alejado, en su trabajo,de la disciplina psicolgica; en algunos casos se afirma su rechazo de esadisciplina en el terreno de la ciencia, pese a que realiz numerosasinvestigaciones experimentales de psicologa (Morgade, 2004). Sin embargo, enla actualidad la psicologa recupera parte de sus aportaciones en disciplinasdistintas a ella en el seno de las explicaciones y teoras psicolgicas ms demoda; como es el caso de la psicologa cultural, la psicologa cognitiva, etc.(Rodrguez y Moro, 1998, y Gomila, 1998). Es un encuentro paradjico entre loque Peirce trabaj y dijo de la psicologa, y lo que la psicologa actual recupera.

    No obstante, esa aparente contradiccin est siendo aclarada en las ltimasinvestigaciones histricas sobre la produccin del autor americano (Cadwallader,1992, y Behrens, 1993). En la obra de Peirce nos encontramos estudios,investigaciones, y ensayos sobre psicologa, en algunos casos bastante novedosospara la poca. Adems, era habitual en su vida diaria la relacin con losprofesionales ms destacados de la psicologa, americanos y europeos, relacionesque procuraron intercambios provechosos para todos, incluido el propio Peirce y

  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    2/17

    su pensamiento (Morgade, 2002). El retrato que queda tras estos ltimoshallazgos es el de un Peirce muy interesado por la psicologa, que investiga yteoriza sobre ella, y no slo como curiosidad, sino en el seno de su trabajo paralos centros de investigacin de los que form parte. Estos resultados dan luz a lasrelaciones entre la psicologa y Peirce, aclarando la historia y procurando

    esquemas de comprensin para las propuestas psicolgicas que estnrecuperando la obra de Peirce hoy en da.

    Peirce, por tanto, no es ajeno a la psicologa, pero parece que ha existido unperiodo bastante amplio en el que la disciplina psicolgica descuid la obra dePeirce. Adems, la recuperacin de Peirce para la historia del pensamientoamericano desatendi su trabajo en psicologa a falta de estudios profundos yrigurosos sobre la calidad de las aportaciones que Peirce hizo a esa disciplina. Nisiquiera la originalidad de sus investigaciones, como la que se anuncia al iniciode este trabajo, fueron descritas en la historia de la psicologa (Morgade, 2004).Finalmente, esos trabajos han permanecido como parte de los resultados deciencias en las que se era ms consciente de su labor como cientfico, porejemplo: fsica, astronoma, lgica, etc. (Swets, 1974).

    Ante tales circunstancias, voy a tratar de presentar, en este trabajo, algunosde los detalles que rene esa relacin, que he anunciado, Peirce y una psicologaamericana que empezaba a nacer. Pero tambin, prestar atencin al presente,proyectando en el momento actual las conexiones que la obra de Peirce tuvo conla psicologa de su tiempo. Se trata, por tanto, de perfilar una relacin que existi,y que ahora se empieza a conocer.

    2. Lneas de trabajo en psicologa

    Como se ha podido ver, en los artculos sobre la biografa de Charles S.Peirce, la formacin, y actividad profesional e intelectual del pensador americanofue multidisciplinar. Desde el inicio de sus estudios estuvo interesado pordisciplinas de muy diversos mbitos. Ese perfil variado daba cobertura a trabajosdedicados a la psicologa, entre otros campos, algo que tena lugar por interspersonal de Peirce, pero tambin como parte de su labor de investigador enel Coast Survey.

    Peirce se encuentra con la psicologa en su labor como cientficoexperimental, utilizando algunos de los hallazgos de la joven disciplina; porejemplo, la psicofsica. Pero, por otra parte, tambin deduce el lugar de lapsicologa en su pensamiento filosfico, en su sistema de las ciencias (Bosco,1962; Apel, 1981, y Morgade, 2004). Tanto su metafsica como su teora delconocimiento dan a la psicologa un lugar importante dentro de disciplinas

  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    3/17

    cientficas con un futuro ms prometedor, en palabras del propio Peirce(CP8.249-315, 1897-1909).

    Podemos encontrar escritos de Peirce en sus aos de universitario, as comoen sus primeros aos trabajando en el Coast Survey, en los que hace referencias

    precisas al estado de la investigacin y de la teora psicolgica de su tiempo.Peirce se preocupa por sealar, con argumentos rigurosos, los elementos mspositivos de las aportaciones de diversos autores europeos y americanos; porejemplo Wundt o Fechner (W2. tem17). Es ms, Peirce avisa de la importanciade ciertos descubrimientos de la psicologa alemana para el desarrollo de lasinvestigaciones que su padre, Benjamin, diriga en el Coast Survey (Fisch, 1964).

    Esas primeras menciones a la psicologa estaban enfocadas, en gran parte, ala psicofsica y psicologa fisiolgica. Temticamente estaba especialmenteinteresado por los avances de la psicologa de la percepcin, no era casualidad,

    dada su labor profesional y su formacin terica. En tanto investigadorexperimental utilizaba con frecuencia la observacin y medicin como mtodoprincipal de su trabajo. En el contexto de sus actividades era particularmenterelevante estudiar la naturaleza de la percepcin desde la psicologa (Almeder,1970, y Rosenthal, 1977). De sus estudios psicolgicos sobre la percepcin sedeben destacar los que realiz sobre percepcin del color ya que sonconsiderados, actualmente, por la Asociacin Americana de Psicologa (APA),los primeros estudios experimentales de psicologa que se realizaron en EEUU(APA-Street, 1994). Tambin cabe destacar los que hara aos despus sobre losumbrales de sensibilidad, concepto que l se encarga de investigarexperimentalmente. Peirce realiza este estudio en el contexto de su trabajo en laUniversidad Johns Hopkins, y se convirti en el primero realizado en dichauniversidad (Jastrow, 1930). Un hito con importancia histrica pues G. S. Hallsiempre afirm que el primer laboratorio, e investigacin psicolgica, de launiversidad americana fue el suyo en la Johns Hopkins. Parece evidente que lahistoria de la psicologa ha seguido trasmitiendo el relato que Hall expuso en unade las revistas que diriga (Hall, 1895). El trabajo de Peirce qued, solamente, enlos relatos de la Academia Nacional de Ciencias Americana, formando parte desu labor como cientfico natural, alejndolo de las fuentes documentales de lapsicologa.

    Ha sido habitual que las investigaciones psicolgicas de Peirce pasaraninadvertidas para el relato histrico de la psicologa, por diversos motivos.Primero, por que Peirce los realiza en el contexto de su trabajo como astrnomoy geodsico, presentado sus resultados en las academias de ciencias generales, yno en el contexto de las asociaciones de psicologa, que en los primeros aos noexistan. Segundo, porque Peirce nunca reclam, en los contextos de estudio de

  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    4/17

    lo psicolgico, su lugar como iniciador de tales investigaciones experimentales.Dejaba en manos de algunos de los psiclogos que se formaron con l reivindicarlos resultados de las investigaciones (p. ej.: Jastrow, Ladd-Franklin, Cattell,Mitchell, etc.). Tercero, por una razn comn a su olvido general en elpensamiento americano, no slo en psicologa, los numerosos avatares de su vida

    y obra.

    Una ancdota ilustrativa del destino que tuvieron sus investigaciones, enpsicologa de la percepcin, viene a suceder a partir del anuncio que iniciaba esteartculo. En el contexto de sus investigaciones de fotometra y percepcin delcolor, podemos encontrar el descubrimiento de un efecto perceptivo denominadoactualmente Belzold-Brucke, por los autores que lo anunciaron en 1873 (Lillo,1993). Peirce fue el primero en anunciarlo pblicamente (1872), pero el contextoelegido para hacerlo, la Academia Nacional de Ciencias, y la publicacin tardade su anuncio, en la dcada de los 80 del siglo XX (W3 tem 48), ha impedido elreconocimiento de Peirce como primer descubridor. Algo similar ocurre en elcaso de sus investigaciones sobre los umbrales de sensibilidad.

    Pero no debe pensarse que esos estudios constituyeron meras ancdotas ensu vida como cientfico, ms bien al contrario. Peirce inici esas investigacionesmuy temprano, en muchos casos en su casa, y slo aos despus en laUniversidad, y en el propio Coast Survey, las realiz sistemticamente (W5.tem24). Por otra parte esas investigaciones formaran parte de los argumentosms determinantes para defender la existencia de procesos psicolgicosinferenciales inconscientes, una afirmacin que se enfrentaba a la opinin deautores claves en la psicologa de la poca, Fechner, o el propio W. James(CP8.55-90). Las afirmaciones de Peirce sobre este tema no slo se hancorroborado aos despus, sino que adems adelantaban novedadesmetodolgicas y tericas de la psicologa posterior (Behrens, 1993; Cadwalladery Cadwallader, 1974). Tanto en el terreno de la psicologa de la percepcin,como en otros campos de la psicologa, Peirce apunt novedades tericas, perotambin aportaciones metodolgicas a la investigacin experimental. Novedadesque no nacan de la aplicacin de los mtodos de las ciencias naturales a lapsicologa, algo habitual en el conductismo. Nacan de la consideracin de lopsicolgico opuesto a cualquier lgica mecanicista. Sus conocimientos sobre lamatemtica y lgica probabilstica los hubo de aplicar al conocimiento de lopsquico, terreno frtil para el azar, y la consideracin de los hbitos en tantoprincipios explicativos de la evolucin de lo psicolgico (CP6.102-166).

    En el mbito terico, la existencia de procesos psicolgicos inconscientes ysu carcter inferencial, ser retomada como argumento a favor de la continuidadde la mente, as como en la defensa de la percepcin, con su carcter inferencial

  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    5/17

    no autocontrolado, en el origen de las primeras abducciones del pensamiento(CP5.1-211). Peirce llega afirmar que las inferencias inconscientes, presentes enlos primeros pasos de la percepcin, son las primeras abducciones. Unaafirmacin que rechazaba cualquier mecanicismo y necesitarismo, en lapsicologa, opcin que se empez a generalizar entre algunos de los psiclogos

    de la poca y que est en el inicio de la psicologa conductista, o la psicologacognitiva posterior (Brennan, 1969).

    La continuidad de la mente era un principio metafsico que le impeda aPeirce otorgar a lo fsico y lo psquico la categora de sustancias distintas. El Serpresentaba en su continuidad dos caras, lo fsico y lo psquico. Igualmente, esacontinuidad atravesaba cualquier explicacin de los procesos psicolgicos,incluida la percepcin, en la que no podemos definir discontinuidades, como lasque ocurran si existieran los umbrales de sensibilidad no perceptibles. Laposibilidad de procesos inferenciales inconscientes permita entender que elsujeto perciba diferencias de sensibilidad aunque no fuera auto-consciente entodo momento de esa percepcin (inferencia). Sin embargo, esa continuidad delser, entre lo fsico y lo psquico, no implicaba que se estudiaran con la mismametodologa, dada las caractersticas distintas que tienen en su presentacin(Apel, 1998; Bosco, 1962).

    Peirce discuti en profundidad sobre todas estas cuestiones con lospsiclogos ms importantes de la poca. Hablamos de W. James, J. M. Cattell,Wundt, Helmholtz, Baldwin, Dewey, etc. Siempre se sinti ms cercano a laspropuestas de Baldwin y a las de Dewey (1916), pero se enfrent claramente aJames; por ejemplo en lo que respecta a su teora de la percepcin. James nocrea en la existencia de procesos inferenciales inconscientes. Peirce era herederode Kant, de Darwin, y del pensamiento ingls, y en su sntesis original seenfrentaba a cualquier teora psicolgica que no asumiera la naturalizacin delsujeto kantiano que la psicologa de Wundt (1867) en sus primeros escritos(Fernndez, 1995 y 2003), Helmholtz, o aun Baldwin venan afirmando, y que elpropio Peirce puso a prueba en sus estudios. Un sujeto activo, pero producto de laevolucin de la mente. Una evolucin que abarcaba la consideracin de lafilognesis, la ontognesis, y por supuesto la historiognesis de lo psicolgico,del ser en general. No existe, por tanto, una ruptura entre el terreno de la libertady la naturaleza, como en Kant, tampoco existe una separacin entre el sujetoanimal, pasivo, atado al reino de la naturaleza kantiana, y el sujeto libreconstructor de su propio destino. El sujeto en todos sus procesos, en todas susfunciones contempla todos los niveles de gnesis: filognesis, ontognesis,micrognesis e historiognesis (Morgade, 2004)

  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    6/17

    En concreto, esa naturalizacin del sujeto est presente claramente entrabajos tan originales e incomprendidos en la poca como "La ley de la mente" o"La esencia cristalina del hombre" (CP6.102-163 y 238-271, 1892). En ellos sehace referencia no slo a sus estudios psicolgicos, tambin a la obra deBaldwin, o de Helmholtz. El pensamiento de Peirce con respecto a la psicologa

    comprende opciones funcionalistas y pragmatistas que no triunfaran en sutiempo, igual que ocurri con Baldwin (Baldwin, 1930; Snchez, 1999). Slobastantes aos ms tarde estas propuestas se estn redescubriendo a travs deteoras de enorme parecido (Rosenthal, 1997)

    Antes de sealar la actualidad de sus propuestas, hemos de destacar otrasvas de su trabajo en el terreno de la psicologa. La naturaleza de la conciencia yla personalidad fueron objetivo de su inters. Las referencias a estos temas estnen diversos ensayos, y sobre todo en muchas de las cartas que Peirce intercambicon autores, psiclogos incluidos, de su tiempo (CP8.270-305, 1897-1909).Gran parte de esos intercambios an permanecen sin publicar, tan slo podemosaproximarnos a sus ideas de forma provisoria. Los ejes que atravesaban las ideasque sobre la conciencia y la personalidad mantena seran, en principio, tres.Primero, el principio de la continuidad de su metafsica, algo que alcanzaba acualquier explicacin de la psicologa. Hablamos antes de la continuidad presenteen la naturaleza y gnesis de los procesos conscientes e inconscientes,hablaramos ahora de la relacin entre comunidad y persona (Morgade, 2004).Segundo, la naturaleza social del hombre, incluida su conciencia y su identidadcomo persona. Peirce entenda que un yo aislado es incomprensible, es necesariola comunidad como otro igual a m y como otro al que referirse. Tercero, elcarcter semitico, y por tanto mediado, de todo lo psicolgico, unaconsideracin actualmente muy de moda, y que Peirce expona en todos susescritos sobre psicologa. Los procesos de mediacin estn implicados encualquier funcin psicolgica que refiere siempre a algo distinto a ella misma. Lacomunicacin, el lenguaje, la memoria, la atencin, la percepcin, la conciencia,y aun, la persona, refieren a la realidad, al mundo. Igualmente estn mediadospor esa realidad, y ese mundo social (Rosa, 2001; Rosenthal, y Bourgeois, 1988).

    Con respecto al tercer eje, el anlisis semitico de lo psicolgico podemosencontrar varios trabajos de Peirce a lo largo de toda su obra. Algunos de los msesclarecedores aplicaban las tres categoras esenciales a los fenmenospsicolgicos, sensacin, conocimiento y voluntad, redefinidas a partir de sutriada:

    Parece, pues, que las verdaderas categoras de la conciencia son: primero, la sensacin, laconciencia que puede ser incluida en un instante de tiempo, la conciencia pasiva decualidad, sin reconocimiento o anlisis; segundo, la conciencia de una interrupcin en el

  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    7/17

    campo de la conciencia, el sentido de resistencia, de un hecho externo, de algo distinto;tercero, la conciencia sinttica, que vincula al tiempo, el sentido de aprendizaje, elpensamiento (CP1.377, 1885)

    Estos anlisis, e ideas, llegaron a travs de Royce al pensamiento de autores

    como Mead o Morris, y estn, aunque a veces de forma poco explcita, en la lneaque lleva desde los trabajos de Peirce a la introduccin de la semitica en lapsicologa actual (Houser, 2002). El carcter tridico de lo psicolgico estanunciado en Peirce, por ello no es extrao que, aunque a travs de vasindirectas, se llegue a Peirce en la psicologa actual.

    Las propuestas de Peirce sobre la psicologa rompen la idea representacionalde la psicologa cognitiva de los ltimos aos, y se acerca a la comprensin de lopsicolgico en su carcter semitico (Riba, 1995 y 1990). Con ello, laspropuestas de la psicologa cultural ms de moda, y tambin, el psicoanlisis

    encuentran en la semitica peirceana una va de trabajo e interpretacin (Andachty Gil, 1995).

    Son tambin interesantes ciertos trabajos que desarroll con sus alumnos,principalmente Marquand (Peirce, 1887; Ketner, y Stewart, 1984), que sonconsiderados como los primeros estudios sobre computacin de los procesospsicolgicos. Peirce argumenta, a partir de su lgica y su metafsica, contra laposibilidad de simular de forma completa el pensamiento y el razonamientohumano. La naturaleza de su metafsica y teora lgica no admite una explicacinmecanicista sobre lo psicolgico. No obstante, desarrolla las primeras mquinas

    lgicas, simulaciones de los razonamientos que se dan en el hombre; mquinasde computar signos.

    Otras vas que Peirce trabaj en la psicologa, y que podemos rastrear desdesus primeros escritos hasta su labor como profesor en la Universidad JohnsHopkins, son los dedicados a los primeros estudios americanos sobre lacreatividad y el genio desde una perspectiva psicolgica (Jastrow, 1886). Peirceen este tema no slo se limit a teorizar; en sus anlisis sobre la creatividadtambin realiz estudios diferenciales sobre las caractersticas personales de loshombres ms ilustres de la historia. Si bien estos trabajos los realiz, con sus

    alumnos de la universidad, para poner a prueba la lgica de los estudiosprobabilsticos en el terreno de las disciplinas psquicas, en una nueva aportacinsuya a la metodologa en psicologa o la historia, su estudio le interes a Peircepersonalmente.

    Peirce estuvo preocupado desde joven por definir qu es un "Gran Hombre"motivado por las ideas de su padre, quien siempre crey que su hijo Charles

  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    8/17

    estaba destinado a ser un "gran hombre" en la historia de la ciencia. Afirmacionespaternas que marcaron de manera trgica la visin de Peirce sobre su destino.Ms all del terreno vital, sus consideraciones sobre el origen de un "granhombre" estaban enfrentadas a mximas esenciales de su pensamiento. Peircehace un anlisis probabilstico de los elementos que definen a un gran personaje

    de la ciencia, evitando cualquier tipo de explicacin mecnica, pero explica supropio destino desde la herencia de caracteres de sus antepasados con teorascercanas a las de Galton y tambin a las de Lombroso (CP7.248, 1901y CP7.539-560, s. f.). Eran teoras muy alejadas de la teora evolucionistadarwiniana o, incluso, de la defendida por el propio Peirce, en la que el azar y elamor evolutivo (el lugar del hbito en la evolucin) era esencial. Sus propuestasen el terreno de la percepcin eran originales y novedosas en su tiempo(Bjrkman, 1994), pero los estudios de los grandes hombres no son de destacar,al contener explicaciones y asunciones superadas y contradictorias. Sin embargo,podemos rescatar estos primeros estudios sobre la genialidad en lo que respecta asus aportaciones metodolgicas, es decir, a la aplicacin de la probabilidad en elestudio de variables psquicas (p.ej. Merikle, Joordens, y Stolz, 1995).

    En este breve repaso de algunas de las lneas maestras de su trabajo en lapsicologa no hemos profundizado en la importancia de las relaciones que Peircemantuvo con los psiclogos de la poca. Encuentros y relaciones que permitenrastrear la influencia de Peirce en la psicologa posterior, y por tanto, actualizar elrelato de la historia de la psicologa sobre Peirce. No nos vamos a detener adestacar aqu cules fueron y de qu manera se desarrollaron por problemas deespacio, tan slo destacar algunas de sus consecuencias. A travs de intercambiosepistolares y reuniones privadas, muchas de ellos de carcter personal y no sloprofesional, con los grandes autores de la psicologa de su tiempo (James, Hall,Royce, Munsterberg, Baldwin, Wundt, Helmholtz, etc.), Peirce logr manteneractualizado su conocimiento sobre la psicologa, atender a las novedades yproponer teoras propias enormemente interesantes (Rosenthal, 1977; Merikle,1992). El estudio sobre esos intercambios est por hacer, apenas se ha sacado a laluz parte de los que mantuvo con James. Dado el carcter ntimo de estosintercambios, la influencia sobre sus contemporneos se ha mantenidooscurecida, tal como hemos dicho, por ejemplo, respecto a Mead (Houser, 2002).

    Con relacin a sus alumnos en la universidad diremos que algunos de ellos debenser considerados como autnticos discpulos de Peirce en el terreno delpensamiento psicolgico (Ladd-Franklin, Jastrow, Marquand o aun Dewey enalgunos aspectos). Esto ltimo cobra importancia cuando tratamos de seguir culpuede ser la importancia de las propuestas peirceanas en la historia de lapsicologa, atendiendo al lugar que ocuparon sus discpulos. Jastrow por ejemplo,

  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    9/17

    fue secretario en la APA, y posteriormente presidente de esa asociacin (Jastrow,1930).

    Para calibrar el lugar que Peirce ocupa en la psicologa hasta hace unos aos,vamos a detenernos, brevemente, en ciertos datos sobre la historia de la

    psicologa y la psicologa actual.

    3. Visin en la historia

    En trabajos anteriores (Morgade, 2002 y 2003) ya hemos detallado elrecuerdo que de Peirce se hace de la psicologa a travs de los relatos histricos.A tenor de lo que recogen los trabajos histricos ms conocidos se puede decirque Peirce no tiene ninguna importancia en la psicologa. Apenas se seala surelacin con James en el famoso Club Metafsico de Harvard (Fisch, 1964) quedio lugar al pragmatismo, pero la importancia del propio Peirce en dicho club fue

    mnima, se nos dice en la mayor parte de las ocasiones. Slo algn trabajo sealaque Peirce fue el padre del pragmatismo, pero se atribuye a su mal carcter o a supensamiento eminentemente lgico la razn por la cual Peirce no tiene ningnlugar en la psicologa (Cadwallader, 1992). Esa imagen debe ser rechazadaatendiendo a los datos sobre sus investigaciones en psicologa, y tambin dada lainfluencia que tuvo en autores destacados de la propia historia de la Psicologa,tal como se ha indicado ms arriba.

    Si vamos ms all de los relatos histricos, y nos adentramos en los trabajospsicolgicos concretos que citan a Peirce, vemos como Peirce es un autor que tan

    slo aparece de forma destacada en la ltima dcada. Las bases documentales dela psicologa apenas recogen trabajos que contengan referencias a Peirce, siexceptuamos los diez ltimos aos. Y concretando los trabajos en los que esrecuperado en la actualidad podemos decir que casi en exclusiva se debe a suaportacin en el anlisis de los signos: la semitica (Castaares, 2000). Lainfluencia de la semitica sobre psicologa actual, tambin el psicoanlisis, escada vez mayor, y la recuperacin de Peirce para la psicologa se centra en esainfluencia. Es decir, en la aportacin que la semitica hace al estudio de lopsicolgico, y no tanto a los trabajos propiamente psicolgicos que Peirce hizo.Adems, las citas y referencias a la semitica de Peirce en muy pocos casos dancuenta de los escritos en los que Peirce ya utilizaba la semitica en el estudio delo psicolgico. Puede ms, entonces, esa imagen antipsicolgica que se hapresentado de Peirce que la realidad de algunos de sus manuscritos. Parece quePeirce se sita actualmente en la Psicologa aunque l no lo quisiera (Riba,1990).

  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    10/17

    Por tanto, Peirce y sus propuestas sobre la psicologa estn siendorecuperadas. Pienso que lo ms correcto sera decir que se est descubriendo engeneral, y en el caso de algunas propuestas, como la semitica se estredescubriendo. La aportacin de la teora de la percepcin y del estudioexperimental de la percepcin de Peirce, ya en su tiempo, apenas tuvo

    importancia explicita. Se atribuy a sus alumnos las novedades metodolgicas, ylas aportaciones tericas fueron olvidadas (Fullerton y Cattell, 1892; Boring,1943). Con respecto al estudio del carcter mediado de lo psicolgico, y lasposibilidades de las herramientas semiticas para el estudio de lo psicolgico, stuvo influencia en algunos autores, aunque en muchos casos de manera pocoexplicita, el caso de Mead es un buen ejemplo, o tambin el de Morris(1934/1972). Con la recuperacin de la semitica en lo psicolgico descubrimosen autores como Mead la influencia de uno de los padres de la semitica: CharlesS. Peirce.

    As, ms que un olvido de Peirce en la psicologa, parece haber ocurrido unafalta de inters, ya en su poca, sobre ciertas teoras como las de Peirce oBaldwin, en cierto sentido similar. En ese olvido pesaron mucho suscircunstancias vitales y tambin las caractersticas de sus propuestas, muyalejadas de las que triunfaban en su tiempo. Sin embargo, no pienso que hubieraun olvido intencionado en la psicologa. Excepto avatares concretos, como elrelatado sobre el laboratorio de Hall en la Johns Hopkins, fue el propio Peircequien no reivindic su lugar en la psicologa que se institucionaliz. Quizs elnico momento concreto en el que s existi un inters por parte de Peirce en lasinstituciones universitarias, con respecto a la psicologa, se refiere a la plaza quepudo haber ocupado en la Johns Hopkins y que finalmente fue a parar a manos deHall (Fisch y Cope, 1952). Si Peirce hubiera ocupado ese lugar podra habermarcado de forma explcita la labor que en psicologa se hizo en uno de loscentros de formacin ms importantes de la poca. De hecho, si atendemos a losseminarios del Club Metafsico de la Johns Hopkins, que Peirce inici, vemos elcambio que se dio al tratamiento de lo psicolgico, tambin el resto dedisciplinas, en esa universidad. En el discurso de inicio de curso tras la marcha dePeirce, G. S. Hall defiende que en la ciencia americana no haba lugar para eltrabajo que Peirce realizaba, tanto en sus formas como en su contenido. Peirce

    cree que la psicologa ha de ocupar un lugar importante en la ciencia, pero nodebe convertirse en un estudio de carcter fsico, mecnico. La aplicacin porparte de Peirce de la probabilidad al estudio de lo psicolgico comprende unadiferenciacin entre el estudio de lo psquico y lo fsico pese a la continuidadasumida de ambos lados del ser. Por otra parte, debe ser un estudio riguroso queatienda a ciertos elementos de la biologa, de la lgica y an de una metafsica.Sin embargo, para Hall lo psicolgico deba asumir mtodos, principios y teoras

  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    11/17

    de las ciencias naturales, y a la vez tena que conservar el carcter filosfico ymoral de la Amrica victoriana (Morgade, 2004).

    4. Proyeccin actual. Realidad y posibles vas

    Tras aos de desencuentros entre Peirce y la Psicologa, en los ltimos aosse est produciendo el acercamiento entre ambos. Como sealbamos se haoriginado un incremento significativo de los trabajos psicolgicos que refieren ala obra de Peirce. Y, si bien en muchos de los casos las referencias sealan ellugar de Peirce nicamente como padre de la semitica, encontramos otrostrabajos preocupados por recuperar y analizar la actualidad de las proposicionesdel propio Peirce sobre la semitica.

    El contexto en el que la recuperacin de las propuestas psicolgicas dePeirce, sobre todo en lo relativo al anlisis semitico de lo psicolgico, se

    relaciona con la psicologa cultural, donde el concepto de mediacin, as como elcarcter tridico de las funciones psicolgicas est totalmente asumido (Uslucan,2004). Por otra parte, la naturaleza social, por tanto cultural e histrica, delconocimiento y de la gnesis del propio sujeto, algo que Peirce comprenda ensus escritos, llevan nuevamente a la Psicologa Cultural a la recuperacin de laobra de Peirce.

    An queda por investigar muchos de los escritos de Peirce sobre psicologa,en el entramado de manuscritos y cartas que permanecen sin investigar. No esraro, entonces, que otro foco importante de los estudios ms actuales sean de

    carcter histrico-terico. En ellos, tras situar a Peirce entre algunas de laspropuestas pragmatistas, y funcionalistas, que tuvieron menos eco en sumomento, como es el caso de Baldwin, se exploran todas las vertientes deltrabajo de Peirce relativas a la psicologa americana en sus inicios (Morgade,2003).

    De la mano de esas ltimas investigaciones tiene lugar la recuperacin, yactualizacin, de sus estudios sobre percepcin, personalidad, conciencia, ascomo anlisis de la cognicin y el pensamiento (Baranski, y Petrusic, 1994;Merikle, et al 1995; Moxley, 1997). Las corrientes tericas de la psicologa que

    realizan estos estudios son variadas, y no nicamente la psicologa cultural comoocurra en el caso de las propuestas semiticas. Encontramos estudios realizadospor psiclogos cognitivos, psiclogos constructivistas, modelos ecolgicos, comoel de J. Gibson (Morgade, 2004), y tambin psiclogos conexionistas.

    Aunque sin duda alguna la vertiente psicolgica que ms sigue produciendoen el terreno de las publicaciones cientficas se refiere al psicoanlisis. En este

  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    12/17

    caso no hablaramos de recuperacin y actualizacin de la obra psicolgica dePeirce, sera ms bien de una utilizacin de los anlisis semiticos en el terrenode la teora psicoanaltica.

    Con respecto a las aportaciones instrumentales y metodolgicas que Peirce

    realiz a la psicologa, he de sealar que casi todas sus aportaciones han sidoasumidas e integradas. Sin embargo, no por ello dejan de tener valor su estudio.En su tiempo todas las novedades que Peirce realiz se adelantaban dcadas. Eltriste final de sus ltimos aos hizo posible que algunas de ellas se perdieran, yslo en la actualidad, en anlisis historiogrficos, podemos decir que Peirceanunci cambios que la investigacin psicolgica habra de asumir ulteriormente(Boring, 1943)

    An quedan muchos caminos por explorar sobre la relacin de Peirce con lapsicologa. Podemos resumirlas en dos vas principales. Primero se explora

    histricamente los trabajos psicolgicos de Peirce, a travs de sus manuscritos,cartas, conferencias, etc. De ese trabajo surge una actualizacin del relatohistrico en psicologa, analizando tanto la validez de sus propuestas como lainfluencia en la psicologa posterior. Segundo, la utilizacin de parte de suspropuestas en otros campos del saber en psicologa, con ello se lleva la obra dePeirce mucho ms all de sus formulaciones originales, en lo que sera unacontinuacin de la historia.

    Bibliografa

    Almeder, R. (1970). "Peirce's Theory of Perception". Transactions of theCharles S. Peirce Society, 6, 99-110

    Andacht, F. y Gil, D. (1995). "Un recuerdo florido: Sobre la determinaciny el determinismo. Dialogo entre Freud y Peirce".Revista Uruguaya de

    Psicoanlisis, 81, 31-64.

  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    13/17

    APA-Street, W. R. (1994).A Chronology of Noteworthy Events inAmerican Psychology. Washington, DC: American PsychologicalAssociation.

    Apel, K. O. (1981). Charles S. Peirce. From Pragmatism to

    Pragmaticism. Amherst: University of Massachusetts Press.

    Baldwin, J. M. (1930). "Autobiography of James Mark Baldwin". En: C.Murchison (Ed.)History of Psychology in Autobiography 1. Worcester,MA: Cark University Press.

    Baranski, J. V. y Petrusic, W. M. (1994). "The Calibration and Resolutionof Confidence in Perceptual Judgments".Perception and Psychophysics,55, 412-428.

    Behrens, P. J. (1993). "Peirce's Psychophysics then and now". En: E. C.Moore (Ed.), Charles S. Peirce and the Philosophy of Sciences.

    Tuscaloosa, AL: University of Alabama Press.

    Bjrkman, M. (1994). "Internal Cue theory: Calibration and Resolution ofConfidence in General Knowledge". Organizational Behavior and Human

    Decision Processes, 58, 386-405.

    Boring, E. G. (1943). Sensation and Perception in the History of

    Experimental Psychology. New York: Appleton-Century-Crofts.

    Bosco, N. (1962)." La psicologia in Peirce".Filosofia 13, 177-202.

  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    14/17

    Brennan, R.E. (1969).Historia de la Psicologa. Madrid: Morata.

    Brent, J. (1993). Charles Sanders Peirce: A Life. Bloomington, IN:

    Indiana University Press. Segunda edicin, 1998.

    Cadwallader, T. C. (1992). "The Historical Roots of the AmericanPsychological Association". En: R. B. Evans, V. S. Sexton y T. C.Cadwallader (Eds.) The American Psychological Association: A Historical

    Perspective, 3-41. Washington, DC, US: American PsychologicalAssociation.

    Cadwallader, T. C. y Cadwallader, J. V. (1974). "America's First ModernPsychologist: William James or Charles S. Peirce?"Proceedings of the

    Annual Convention of the American Psychological Association, 7-2, 773-774.

    Castaares, W. (2000).La semitica de C. S. Peirce y tradicin

    lgica,http://www.unav.es/gep/Castanares.html

    Dewey, J. (1916). "The Pragmatism of Peirce". The Journal of Philosophy,13, 26, 709-715.

    Fernndez, T. R. (1995) "Kant y la historia del sujeto: Un esbozobiogrfico". VIII Symposium de la SEHP, Palma de Mallorca.

    Fernndez, T. R. (2003). "Sobre los progresos de la psicofisica (Un esbozoinicial)".XVI Symposium de la SEHP, Sevilla.

    http://www.unav.es/gep/Castanares.htmlhttp://www.unav.es/gep/Castanares.htmlhttp://www.unav.es/gep/Castanares.html
  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    15/17

    Fisch, M. H. (1964). "Was There a Metaphysical Club in Cambridge?" En:E. C. Moore y R. S. Robin (Eds.), Studies in the Philosophy of Peirce:Second series, 3-32. Amherst: University of Massachusetts.

    Fisch, M. H. (1986). "Introduction". En: Peirce Edition Project(Eds.), Writings of Charles S. Peirce: A Chronological Edition, 3.Bloomington, IN: Indiana University Press.

    Fisch, M. H. (1964). "A Chronicle of Pragmatism", 1865-1879. TheMonist48, 441-446.

    Fisch, M. H. y Cope, J. I. (1952). "Peirce at the Johns HopkinsUniversity". En: P. P. Wiener and F. H. Young (Eds.) Studies in the

    Philosophy of Charles Sanders Peirce. Cambridge, MA: HarvardUniversity Press.

    Fullerton, G. S. y Cattell, J. M. (1892). On the Perception of SmallDifferences. Philadelphia, PA: University of Pennsylvania Press.

    Gomila, A. (1996) "Peirce y la ciencia cognitiva".Anuario Filosfico, 29,1345-1367.

    Hall, G. S. (1895). "Editorial".American Journal of Psychology, 7, 3-8. Houser, N. (2002). "Some Thougths about Pragmatics from Peircean

    Perspective". (Lecture, University Autonomous of Madrid. Spain). Jastrow, J. (1886). "The Longevity of Great Men", Science, 8, 294-96. Jastrow, J. (1930). "Autobiography of Joseph Jastrow". En C. Murchison

    (Ed.)History of Psychology in Autobiography 1 Worcester, MA: CarkUniversity Press.

    Ketner, E. y Stewart, A.F. (1984). The Early History of Computer Design:Charles Sanders Peirce and Marquand's Logical Machines, The PrincetonUniversity Library Chronicle, 45, 187-211.

    Lillo, J. (1993).Psicologa de la percepcin. Madrid: Debate. Merikle, P. M. (1992). "Perception without Awareness: Critical

    Issues".American Psychologist, 47, 792-795.

  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    16/17

    Merikle, P. M., Joordens, S., y Stolz, J. A. (1995). "Measuring the RelativeMagnitude of Unconscious Influences". Consciousness and Cognition, 4,422-439.

    Morgade, M. (2004). Charles Sanders Peirce en la Psicologa. Propuestaspara una Teora de la Percepcin. Tesis Doctoral. Universidad Autnomade Madrid.

    Morgade, M. (2003). "La obra psicolgica de Charles Sanders Peirce.Realidad, recuerdo y rememoracin". Revista de Historia de la Psicologia,24 (3-4), 577-596.

    Morgade, M. (2002). "Charles Sanders Peirce. Un filsofo en laPsicologa?".Revista de Historia de la Psicologia, 23(3-4), 449-466.

    Morris, Ch. (1934/1972).Introduccin a Espritu, Persona y Sociedad, deG. H. Mead, 23-48. Buenos Aires: Paids, 3 edicin. Moxley, R. (1997). "A Skinner: From Determinism to Random

    Variation",Behavior and Philosophy 25(1), 3-28.

    Peirce, C. S. (1887). "Logical Machines", The American Journal ofPsychology 1, 165-170.

    Riba, C. (1990).La comunicacin animal. Un enfoque zoosemitico.Barcelona: Anthropos.

    Riba, C. (1995). "Charles S. Peirce (1839-1914)",Anuario de Psicologa,64, 83-99.

    Rodrguez, C. y Moro, C. (1998).El mgico nmero tres. Cuando losnios an no hablan. Barcelona: Paids.

    Rosa, A. (2001). "Qu aade a la psicologa el adjetivo cultural".Anuariode Psicologa, 31, 4, 27-57.

    Rosenthal, S. y Bourgeois, P. (1988). "Meaning and Human Behavior:Mead and Merleau Ponty". Southern Journal of Philosophy 24, 339-349.

    Rosenthal, S. (1977). "Activity and the Structure of Perceptual Experience:Mead and Peirce Revisited". Southern Journal of Philosophy 15, 207-214.

  • 7/27/2019 Peirce y la psicologa

    17/17

    Snchez, J. C. (1999)Proyecto Docente. Historia de la Psicologa.Universidad de Oviedo (indito).

    Swets, J. A. (1974). (Ed.) Signal Detection and Recognition by HumanObservers. New York: John Wiley & Sons.

    Uslucan, H (2004) "Charles Sanders Peirce and the Semiotic Foundationof Self and Reason",Mind, Culture and Activity, 11-2, 96-108.

    Wundt, W. (1867). "Neuere Leistungen auf dem Gebiete derphysiologischen Psychologie. Vierteljahrsschrift fr Psychiatrie in ihrenBeziehungen zur Morphologie und Pathologie des Central- Nerven-Systems, der physiologischen Psychologie", Statistik und gerichtli-chen

    Medicin, 1, 23-56.