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ESTUDIO: COSTO DEL CRÉDITO BANCARIO VS. CRÉDITO INFORMAL 1 1 Documento elaborado por el Departamento de Estudios Económicos de ASBANC, con el apoyo del Sistema de Relaciones con el Consumidor (SRC).

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ESTUDIO:

COSTO DEL CRÉDITO BANCARIO VS. CRÉDITO

INFORMAL1

1 Documento elaborado por el Departamento de Estudios Económicos de ASBANC, con el apoyo del Sistema de Relaciones

con el Consumidor (SRC).

Departamento de Estudios Económicos

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RESUMEN EJECUTIVO

El presente estudio analizó los procesos de otorgamiento de crédito informal en Lima

Metropolitana comparándolos con el crédito bancario, bajo la premisa de que el costo

financiero de un crédito informal resulta mucho más elevado que uno formal. La

investigación permitió comprobar dicha premisa; así mismo, nos dio la posibilidad de

encontrar otras desventajas cualitativas importantes que surgen cuando se recurre al

financiamiento informal. Entre los principales factores que explican la demanda de

financiamiento informal se identificó una baja cultura financiera, la inmediatez de ciertas

necesidades de financiamiento y la imposibilidad de muchos prestatarios de crédito

informal de ser sujetos de crédito de fuentes formales.

Una de las conclusiones que se obtuvieron al terminar esta investigación fue que el reto

para el sector financiero regulado está en acercarse más y mejor al sector microempresarial

y en general a los prestatarios de crédito informal, poniendo en valor las enormes ventajas

relativas que las entidades financieras formales ofrecen.

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INTRODUCCION

El objetivo de este trabajo de investigación es conocer un poco más acerca del proceso de crédito

informal, de modo que sea posible analizar las ventajas y/o desventajas que el financiamiento

formal bancario tiene frente a éste.

Nuestro análisis parte de la premisa que el financiamiento informal es mucho más oneroso en

términos del costo efectivo del crédito. Esta desventaja muchas veces no es tenida en cuenta por

los tomadores de crédito informal, debido a que éstos terminan valorando más otras características

de dicho financiamiento, como su celeridad y simplicidad, entre otras.

1. DEFINICION Y TIPOS DE CREDITO INFORMAL

Según Indacochea (1989) y Raccanello (2013), se puede enumerar siete tipos de financiamiento

informal, entendiendo a éste como aquel que se otorga fuera del sistema financiero o supervisado:

a. Préstamos de familiares y amigos: típicamente no involucra el cobro de intereses, y están

basados en relaciones de confianza entre las partes y acuerdos implícitos de reciprocidad.

b. Sistema de “pandero” o juntas: también conocido como sistema de “fondos colectivos”,

consiste en formar grupos de personas que aportan periódicamente a una bolsa de dinero que

usualmente se adjudica mediante un sorteo o un remate. El objetivo de este sistema puede ser la

ayuda mutua, el ahorro-inversión o el obtener financiamiento para alguna operación. De este

modo, con este esquema de préstamos, el sector informal “autogenera sus propios recursos y se

autofinancia”.

c. Crédito de proveedores: modalidad bastante difundida, que se lleva a cabo entre una empresa

proveedora, que suministra algún tipo de bien (mercaderías, insumos, maquinarias, suministros,

etc.) y servicios a sus clientes (que usualmente son otras empresas dedicadas al comercio),

difiriendo el pago correspondiente por determinado periodo de tiempo.

d. Crédito al minorista o el fiado: se da usualmente sin el otorgamiento de garantías específicas,

generalmente en pequeñas ventas a domicilio. Los costos adicionales (como el cobro de algún

interés compensatorio) se recargan al precio final del bien.

e. Casas de empeño: también conocidos como “préstamos pignoraticios”. Suelen ser preferidos

por el público debido a que los trámites son más rápidos que los del sector bancario y por ende

más cómodo y funcional (Raccanello 2013). En general, los controles que se llevan a cabo se

relacionan con una verificación de la identidad del pignorante (persona que recurre al

financiamiento) y con la comprobación de la procedencia lícita del objeto a empeñar. Los

préstamos son de corto plazo. El pignorante, al vencimiento de cada periodo (generalmente

mensual) según lo estipulado por el contrato tiene tres opciones: renovar el préstamo pagando los

intereses devengados (refrendar la prenda), recuperar la prenda pagando la deuda

correspondiente (capital e intereses) o no pagar, y consecuentemente perder la propiedad del

objeto. Cuando un bien en prenda es subastado, o vendido al público, la casa de empeño está

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obligada a entregar la demasía al pignorante (la diferencia entre el precio de venta y la suma de

todos los costos).

h. ONG (Organismo No Gubernamental)s: entidades formales que suelen brindar financiamiento

de distintos tipos (créditos solidarios, individuales, para mejoramiento y ampliación del hogar, entre

otros) fuera del ámbito de supervisión de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS). Las

ONG tienen más una orientación más social que de negocio, lo que responde directamente a que

dichas entidades no tienen un fin de lucro.

i. Prestamistas individuales o agiotistas: es el caso que se analiza en el presente estudio. La

operación de crédito está estructurada sobre una relación personal, en la cual el acreedor concede

el préstamo a una determinada tasa de interés y, en algunos casos, con una garantía de tipo

prendario que la respalde. Se identifica dos grandes grupos de prestamistas. El primero,

constituido por personas que se dedican exclusivamente a esta actividad, y el segundo, formado

por personas que ejercen esta actividad como complementaria, en sus casas, a fin de rentabilizar

sus excedentes de dinero y obtener un retorno superior al del sistema financiero. Es un crédito a

corto plazo, destinado a financiar necesidades de capital de trabajo, bienes de consumo y, en

algunos casos, bienes de capital. El trámite es bastante simple, en ciertas circunstancias basta con

la entrega de una garantía, la cual varía en función del monto del crédito, y que puede ser de

diversos tipos, como oro, joyas, artefactos electrodomésticos, vehículos, terrenos, casas, etc. Los

costos de estos préstamos son muy superiores a los del sistema formal.

2. ALCANCE DE LA INVESTIGACIÓN Y METODOLOGÍA DE CAPTURA DE INFORMACIÓN

En el presente estudio se hace una aproximación cualitativa para el análisis del crédito informal de

prestamistas individuales en el ámbito urbano de Lima Metropolitana.

La información sobre el costo de estos préstamos se capturó mediante encuestas telefónicas a 12

oferentes de créditos informales que anuncian en diarios locales, y encuestas directas a 18 dueños

de negocios en mercados de abastos en Lima Metropolitana que recurrieron a prestamistas

informales como fuente de financiamiento. Las encuestas se realizaron entre los meses de abril y

mayo de 2013 (ver Anexo 1 para mayor detalle de la formulación de las encuestas).

3. RESULTADOS Y ANALISIS DE LA INFORMACION

3.1 Prestamistas individuales que anuncian en diarios

Presentamos a continuación los hallazgos a partir de las 12 entrevistas telefónicas realizadas a

prestamistas individuales que anuncian en diarios.

Etapa de pre desembolso

Respecto a la tasa de interés cobrada y su relación con la garantía:

Los prestamistas que operaban con garantías de artefactos (en su mayoría tecnológicos, es

decir, televisores LED, laptops, playstations, etc., debido a que éstos tienen mercados

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secundarios más activos), cobraban Tasas de Costo Efectivo Mensual (TCEM) en un rango

entre 9.97% y 20% que equivalen a Tasas de Costo Efectivo Anual (TCEA) en un rango entre

214% y 791% (ver Anexo 2 para la metodología de cálculo de estas tasas).

Los prestamistas que operaban con garantía vehicular (algunos de éstos también trabajan con

garantías de artefactos), cobraban una TCEA que fluctúan entre 210% y 330%, porcentajes

que incluían los montos adicionales cobrados por concepto de cochera -mensuales- y trámites

notariales -por única vez- por traspaso de propiedad de los vehículos.

Los prestamistas que trabajaban sólo con conocidos (o referidos por algún conocido), sin

garantías tangibles, cobraban una TCEA que oscila entre 214% (TCEM de 10%) y 791%

(TCEM de 20%).

Se evidencia que la tasa de interés que establecen por los prestamistas (que vendría a ser la

tasa de interés nominal mensual del préstamo) está inversamente relacionada al valor de la

garantía entregada. Aquellos prestamistas que operan con garantías de artefactos manejan

tasas mayores que los que exigen garantías vehiculares, mientras que aquellos prestamistas

que trabajan con ambos tipos de garantías cobran tasas menores cuando la garantía es

vehicular, y señalaron la posibilidad de mejorar la tasa exigida en función a los atributos de los

automóviles a prendar. Incluso en los casos en los que la garantía es “intangible”, como es el

caso de prestamistas que dan crédito sólo a conocidos, la tasa a cobrar puede ser más baja

cuando el vínculo con el prestatario es mayor.

En algunos casos la tasa exigida también puede bajar si el monto del préstamo aumenta

(casos de prestamistas que se enfocan más en conseguir un retorno bruto mayor, que en una

tasa de retorno determinada).

Respecto a la proporción garantía-monto prestado:

Las garantías solicitadas deben exceder el monto prestado en una proporción que puede variar

entre 1.33 a 1 (se presta por el 70% del valor de la garantía) y 5 a 1 (se presta el 20% de la

garantía), en función de los atributos de dicha garantía, pues éstos determinarán que sea más

fácilmente ejecutable, de ser el caso. Las garantías son valorizadas en función a cotizaciones

vigentes en mercados de segunda mano, las cuales son muy bien conocidas por los

prestamistas.

Respecto a la formalización de las operaciones:

Las operaciones se formalizan a través de contratos privados cuando las garantías son

artefactos, y mediante contratos notariales cuando se trata de automóviles. Cabe señalar que

si bien cuando la garantía es un automóvil la tasa anunciada es más baja que cuando está

conformada por artefactos. En cuanto a los costos adicionales asociados a los trámites

notariales (que se pagan sólo al inicio y pueden sumar hasta S/. 270) y por concepto de

cochera (que se paga mensualmente y pueden llegar a S/. 150), estos terminan elevando

sustantivamente el costo efectivo de estos préstamos.

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Etapa de desembolso:

En casi la mitad de los casos, los prestamistas señalaron hacer los desembolsos sólo en

efectivo, no permitiendo medios alternativos a ese. En el resto de casos se permite

desembolsar el dinero directamente en una cuenta bancaria.

Etapa de post-desembolso - cobranza:

La mayoría de prestamistas entrevistados mencionó aceptar los pagos o reembolsos de los

préstamos mediante depósitos en cuentas bancarias.

En casi todos los casos, los prestamistas señalaron tener tolerancia con las demoras en los

pagos de las cuotas. En algunos casos, precisaron que si el atraso llega a ser muy significativo

(dos semanas), optan por cobrar un mes más de intereses sobre el saldo de capital que

permanezca impago, en vez de aplicar alguna penalidad. Sólo en tres casos se mencionó el

cobro de penalidades por atrasos, bajo la forma de una comisión o pago fijo por cada día de

atraso.

3.2 Préstamos informales otorgados a dueños de negocios en mercados de abastos

En esta sección, presentaremos información en base a 18 encuestas directas realizadas a

prestatarios de crédito informal, dueños de negocios en mercados de abastos.

Etapa de pre-desembolso

Respecto a la tasa de interés cobrada y su relación con la garantía:

Todos consiguen financiamiento informal con esquema de pagos diarios, también llamados

“gota a gota”, con plazos sumamente cortos (de sólo 1 mes).

En todos estos casos la tasa anunciada por el prestamista dista mucho de ser la tasa

efectivamente cobrada. Para hacer más simple el costo a ser asumido por el prestatario, el

prestamista anuncia –por ejemplo- una tasa de 20% mensual. Así, sobre un capital de S/.

1,000 se calcula un monto total a devolver (capital más intereses) de S/. 1,200 en un número

determinado de cuotas diarias iguales, que son usualmente 28 (pagos diarios de S/. 42.9 de

lunes a domingo) ó 24 (pagos diarios de S/. 50 de lunes a sábado). En un esquema como el

descrito, con 28 cuotas diarias iguales, la tasa anunciada de 20% mensual es en realidad una

TCEM de 47.48%, que equivale a una TCEA de 10,488%, la tasa más alta hallada en el

estudio.2

Bajo este esquema, las tasas “anunciadas” por los prestamistas (llamarlas nominales no sería

exacto) varían entre 7% y 20% al mes, las cuales generan una TCEA que oscila entre 500%

(TCEM de 16.28%) y 10,488% (TCEM de 47.48%).

La garantía a presentar es usualmente la acreditación de que se es dueño o arrendatario del

puesto en que se trabaja, y consisten en la simple presentación o muestra de los documentos

de alquiler del mismo. En algunos casos se exige que se demuestre cierta antigüedad en la

2 Ver Anexo 2.

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operación del negocio al cual se va a financiar. En otros casos, se mencionó que el prestatario

debía “conocer” al prestamista para poder acceder a financiamiento. Es decir, en este

esquema de financiamiento las garantías para el prestamista consisten básicamente en

“señales” que le permitan prever que podrá recuperar su dinero. Sólo en un caso se mencionó

que, en función del monto a prestar, el prestamista podía solicitar la entrega de un artefacto

durante el plazo de la operación.

Casi no hay posibilidad de una mejora de las tasas ofrecidas por los prestamistas en estas

operaciones. Sólo un entrevistado mencionó la posibilidad de que se le mejorara la tasa

cobrada en función al grado de confianza con su prestamista.

Respecto a la proporción garantía-monto prestado:

En esta modalidad de préstamos, los prestamistas no exigen una garantía tangible para la

entrega de fondos. En la primera operación de crédito, los prestamistas suelen solicitar una

copia del contrato de alquiler o de los documentos que acrediten la propiedad del puesto en

que opera el negocio, y en algunos casos exigen que el prestatario tenga cierta antigüedad

operando el mismo. En operaciones de crédito posteriores, el monto prestado puede irse

incrementando en función al comportamiento de pago del prestatario.

Respecto a la formalización de las operaciones:

Las operaciones bajo este esquema se formalizan mediante la firma de contratos simples, o de

libretas o cuadernos de control que manejan los prestamistas.

Etapa de desembolsos:

Por el carácter propio de esta modalidad de préstamos, que suele involucrar montos bajos y

pagos diarios realizados en la misma ubicación del negocio, el dinero en efectivo es el medio

de pago elegido por ambas partes en la operación financiera.

Etapa de post-desembolso - cobranza:

La mayoría de los entrevistados señaló contar con tolerancia en caso de demoras en el pago

de los préstamos. No obstante, también mencionaron que era común observar cierta hostilidad

en los reclamos de los prestamistas en casos de atrasos. Finalmente, los atrasos inciden en

una restricción de futuras operaciones de préstamos.

4. INDICADORES: TCEA DE CREDITO FORMAL VS. INFORMAL, PLAZOS DE

OTORGAMIENTO

Indacochea (1989) muestra las siguientes tasas de interés para préstamos en los segmentos

formal e informal (presenta las tasas como “efectivas”, es decir, considerando la capitalización de

intereses, pero no necesariamente el costo real total –o tasa de costo efectivo- de los préstamos):

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INDACOCHEA (1989)

Crédito a 30 días: Tasa efectiva:

Sistema formal 2.844% mensual (40% anual)

Sistema informal 20% a 25% mensual (791.61% - 1,355.19% anual)

Crédito a 360 días: Tasa efectiva:

Sistema formal 40% anual

Sistema informal 213.843% anual

El autor recogió esta información en agosto de 1989 a partir de muestra de prestamistas que

anunciaban en diarios de circulación masiva en la ciudad de Lima.

El hallazgo del presente estudio está en línea con las cifras de Indacochea, en el sentido que las

tasas cobradas por prestamistas informales superan largamente a las del sector formal, y

encuentra límites superiores mucho más altos para tasas de créditos en el sistema informal.

Por ejemplo, las tasas de costo efectivo de los créditos bajo el esquema de pagos diarios (o gota a

gota) para un monto referencial de S/. 1,000, abarcaron un rango de 406.11% a 10,488% en

términos anuales cuando fueron otorgados por informales, frente a uno de 60.86% a 399.32% en el

sistema formal, en el que son las microfinancieras (Cajas Municipales, Cajas Rurales y Edpymes)

las que ofrecen el mismo producto aquí mencionado.

Asimismo, para créditos de consumo a 12 meses para un monto referencial de S/. 1,000, las tasas

de costo efectivo anual cobradas por informales abarcaron un rango de 210% a 791.61%, nivel

marcadamente mayor al mostrado por el sistema formal, de 32.92% a 199.87%.

ESTUDIO ASBANC (2013)

Crédito Microempresa por S/. 1,000 a 30 días (esquema de pagos

diarios):

Tasa de costo efectivo:

Sistema formal (1) (TCEM 4.04% - 14.34%) (TCEA 60.86% - 399.32%)

Sistema informal TCEM 14.47% - 47.48% (TCEA 406.11% - 10,488%)

Crédito de consumo por S/. 1,000 a 12 meses:

Tasa de costo efectivo:

Sistema formal (2) TCEA 32.92% - 199.87%

Sistema informal TCEA 210% - 791.61% (1) Según información de tarifarios de Edymes y Cajas que brindan el producto.

(2) Según sistema de consulta de costo y rendimiento de productos financieros – web SBS, a septiembre de 2013.

Estos hallazgos se complementan con lo encontrado por el IPE en un estudio sobre el mismo

tema. Dicha organización realizó una encuesta entre los meses de setiembre y octubre de 2012 a

502 prestatarios de crédito informal (denominados PCI) residentes en las ciudades de Arequipa,

Trujillo y Lima Metropolitana. La encuesta consideró como universo o población objetivo a

personas de 18 a 65 años de edad de los sectores B, C, D y E, y encontró lo siguiente:

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- El 31.5% de los PCI desconocía la tasa de interés que se le cobraba.

- El 68% restante, que sí conocía la tasa de interés cobrada, declaró que ésta era:

o menor a 10% mensual (TEA menor a 200%) en un 19% de los casos.

o mayor a 10% mensual y menor a 20% mensual (TEA mayor a 200% y menor a 700%)

en un 63% de los casos.

o mayor al 20% mensual (TEA mayor a 700%) en el 19% restante de casos.

Cabe precisar que en este estudio se recogió tasas “declaradas”, las que pueden no estar

incluyendo cobros adicionales, de modo que las tasas de costo efectivo implicadas pueden ser

incluso mayores.

5. REFLEXIONES Y APUNTES DE LA BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

A partir del análisis de los resultados mostrados, y de la literatura revisada, se presenta a

continuación una síntesis de varios aspectos que consideramos cruciales del financiamiento

informal.

Informalidad y “baja cultura financiera” son factores importantes que explican la falta de

acceso de prestatarios de crédito informal al financiamiento formal

Jaramillo y Valdivia (GRADE 2005) señalan que incorporar nuevos sujetos de crédito en el

segmento de consumo de bajos ingresos y mypes (micro y pequeñas empresas) es costoso,

considerando que los mejores clientes ya fueron incorporados, y que los potenciales clientes

conformados por mypes informales no generan registros que permitan una adecuada

evaluación de su riesgo crediticio. La forma que tienen los prestamistas informales para reducir

sus riesgos es básicamente aplicando una alta tasa de interés y exigiendo elevadas garantías.

De este modo, la informalidad de los potenciales sujetos de crédito impide muchas veces que

el financiamiento formal compita con el informal, a pesar de ofrecer tasas más bajas, dado que

en última instancia los agentes informales suelen no cumplir con los requisitos que exigen los

prestamistas formales para acceder a créditos.

El IPE (2012) precisa que los clientes del crédito informal son normalmente personas con

ingresos poco constantes (taxistas, transportistas, cobradores, entre otros), personas mal

calificadas en el sistema, y personas con contingencias urgentes para las cuales acceden a un

prestamista y obtienen un crédito de muy corto plazo.

Por otro lado, muchas veces los prestatarios son formales, pero recurren al financiamiento

informal por falta de cultura financiera o por desconfianza hacia el sistema bancario. En ese

sentido, resalta el aporte de Raccanello (2013), quien señala que los hogares utilizan los

intermediarios financieros informales frente a la negativa de crédito por parte del sector

financiero formal o por “auto exclusión”. Agrega que “gran parte de los clientes (de

prestamistas informales) no tienen conocimiento de cómo se maneja un crédito o carecen de

una ordenada administración de sus finanzas. Esta situación, acompañada por una sobre

estimación de la capacidad de pago de las deudas, puede conducir a problemas de

endeudamiento siempre más perniciosos.” Apunta también que “los usuarios que optan por el

uso de los servicios financieros formales tienen características socioeconómicas distintas a las

de aquellos que utilizan la contraparte informal.” En base a una encuesta sobre la

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caracterización de la Educación Financiera en diversos países latinoamericanos, la CAF

encontró que las personas con menores ingresos por lo general piden dinero prestado a

familiares y amigos, mientras que aquellas con ingresos medios y altos recurren a las

instituciones financieras. También halló una relación directa entre los años de educación

formal de la persona cabeza de hogar y el acceso al crédito a través de instituciones

financieras formales. En el mismo sentido, la OECD (2013) destaca que en general existe un

nivel de desconfianza relativamente alto por parte de la población hacia el sistema bancario, lo

cual conlleva a que la gente acuda principalmente a sus amigos y familiares para el

asesoramiento financiero.

El IPE (2012) agrega que prestatarios de crédito informal encuestados indican que la tasa de

interés es de lejos el factor más importante al pedir un préstamo, lo que demuestra que no hay

un entendimiento muy claro de ésta. Adicionalmente, casi un tercio de sus encuestados

desconoce la tasa que se le cobra. También encontró que casi la mitad de los prestatarios de

crédito informal han solicitado también un crédito formal, y que la mitad que no lo hizo fue por

“altas tasas de interés” (nuevamente se evidencia un escaso entendimiento del costo del

crédito), elevados requisitos, y trámites largos.

Fuentes informales de crédito resultan más flexibles que las formales, pero la banca

formal estaría avanzando en esa línea.

Alvarado y Galarza (2003) señalan que las fuentes informales de crédito muestran una mayor

flexibilidad, menores costos de transacción, y una mayor adaptación a las características de los

sectores de bajos ingresos.

Señalan también que los prestamistas informales tienen un mayor conocimiento de las

actividades realizadas por los prestatarios, debido a su presencia más cercana y a que

mantienen relaciones de largo plazo (y no necesariamente sólo relaciones crediticias).

Según Alvarado et al. (2001) e Indacochea (1989), los prestamistas informales muestran mayor

grado de eficiencia en términos de menores tasas de incumplimiento, menores plazos de

tramitación de los préstamos y menores costos de transacción.

Alvarado et al. (2001) argumenta que para que los formales puedan ingresar al estrato bajo,

deben priorizar un mejor trato directo y personalizado. En ese sentido, recomienda buscar la

escala óptima de diseño de productos específicos para segmentos de bajos ingresos. Por su

parte, Indacochea (1989) señala que “el reto para el sistema financiero (formal) es claro: cómo

crear sistemas crediticios adecuados a las características y necesidades de los trabajadores

informales, sin tener la necesidad de exigirles garantías reales en forma convencional, y en

montos, plazos e intereses adecuados a su movimiento económico.”

Alvarado et al. (2001) precisa que “el diseño de los productos y la innovación tecnológica (en el

sector formal) deben partir de las múltiples experiencias exitosas de productos y tecnología de

los prestamistas no formales. (…) A largo plazo, la meta a alcanzar sería que las entidades

formales puedan satisfacer toda la gama de necesidades de financiamiento de los sectores de

menores ingresos, que todavía cuentan con una capacidad de endeudamiento no utilizada.”

Sin embargo, la nueva oferta financiera formal, especializada en segmentos de bajos ingresos,

ya estaría ganando terreno al informal mediante innovaciones en las tecnologías crediticias

aplicadas y la consecuente mayor eficiencia operativa. En ese sentido, se debe señalar que las

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entidades financieras especializadas en microcréditos vienen haciendo esfuerzos en cuanto a

la búsqueda de clientes y brindando la asesoría técnica adecuada para que éstos puedan

acceder a un préstamo formal.

Necesidades inmediatas de fondos: razón para acudir a prestamistas informales

Raccanello (2013) sostiene que muchas veces prestatarios de créditos formales enfrentan

alguna necesidad particular urgente de liquidez que los hace recurrir al financiamiento informal.

Al respecto, el IPE (2012) señala que la falta de cultura de planeamiento financiero impide

utilizar el crédito formal para obtener liquidez inmediata, por lo que se recurre al crédito

informal para ello. En esa misma línea, las encuestas que realizaron revelan que aquellas

personas que han solicitado un crédito formal y también uno informal consideran que el peor

atributo del crédito formal es el tiempo que toma el proceso de aprobación y desembolso.

Inseguridad, lavado de dinero y evasión fiscal generada por las operaciones de crédito

informal

Raccanello (2013) señala que de acuerdo al estereotipo del modus-operandi del agiotista o

prestamista individual se prevé el uso de la violencia para la recuperación de los préstamos.

Así, una tercera parte de los entrevistados por este autor comentó el haber sufrido actos de

agresión y/o intimidación. Ahora bien, los agiotistas señalan que el uso de la violencia

constituye una opción muy poco práctica, ya que afecta directamente su reputación y, por esta

misma razón, resulta perjudicial para la actividad y puede provocar problemas de naturaleza

legal.

Adicionalmente, cuando los fondos provienen de actividades criminales esta situación se

agrava. Raccanello (2013) menciona el caso de financiamiento por parte de la mafia a las

microempresas en Italia, cuyo objetivo no se centra en el cobro de los intereses sino en tomar

posesión del patrimonio de los prestatarios para poder así lavar el dinero proveniente de otros

negocios ilícitos. En estos casos, el no pagar no es una opción.

En este contexto, es necesario mencionar que la Policía Nacional del Perú (PNP) ha

identificado en nuestro país numerosos casos de prestamistas que manejan el esquema “gota

a gota” con fondos que provendrían de actividades ilícitas realizadas en el exterior, en su

mayoría de Colombia (de esta manera también lavan dinero, pues ahora lo utilizan en

actividades que si bien son informales, no son ilícitas). Es ya de dominio público el hecho de

que estos prestamistas acostumbran desplazarse en moto por los distintos mercados de

abastos de la ciudad para realizar sus operaciones, portando armas de fuego para disuadir a

los morosos. Incluso ha llegado a reportarse un caso de homicidio, el cual según declaraciones

policiales habría estado relacionado directamente a la falta de pago de uno de estos

préstamos.

De este modo, la combinación de la actividad de préstamo informal con el lavado de dinero

deriva en un peligroso agravamiento de la inseguridad en el país, en la medida en que muchos

de estos prestamistas operan al borde de la criminalidad.

Finalmente, no podemos dejar de resaltar el perjuicio para el Estado generado por la evasión

fiscal implicada en las actividades de préstamos informales.

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6. CONCLUSIONES

Las tasas de costo efectivo en las operaciones de crédito informal son marcadamente mayores que

las cobradas por el sistema financiero formal. En particular, llama la atención los niveles de costos

en términos de TCEA que pueden llegar a alcanzar los préstamos con esquemas de pagos diarios

“gota a gota”, de hasta 10,488% cuando son proveídos por fuentes informales, frente a costos que

sólo llegan a 399.32% en el sistema formal.

Si bien el impacto de un costo tan elevado se compensa con el hecho de que los montos prestados

son bajos y los plazos muy cortos, esto deja en evidencia dos cosas: por un lado el altísimo costo

que los prestatarios de crédito informal están dispuestos a asumir con tal de obtener financiamiento

inmediato y fácil, y por otro lo difícil que resulta el cabal entendimiento del costo efectivo de un

crédito.

Ahora bien, en los casos en los que la celeridad en la entrega de fondos no es el factor clave de la

decisión de optar por un crédito informal, la “mayor flexibilidad” percibida en los prestamistas

informales sólo se justificaría en casos de prestatarios que no tienen otra opción de financiamiento.

Es decir, en casos en los que no se tiene acceso (temporal o permanente) al sector financiero

formal. Sin embargo, la falta de cultura financiera termina siendo un factor potente de distorsión en

las decisiones de los prestatarios, desviando su demanda hacia fuentes informales aun cuando en

muchos casos podrían financiarse con bancos a mejores condiciones.

La falta de cultura financiera genera también que prestatarios que recurren al financiamiento

informal no tomen en cuenta factores como la inseguridad de manejar dinero en efectivo en sus

operaciones de crédito, y la peligrosidad de los prestamistas mismos (en los préstamos “gota a

gota” el primer riesgo se diluye ya que son montos pequeños y es el segundo el que toma una

mayor relevancia).

Ante todo ello, el sistema financiero formal tiene en primer lugar el reto de transmitir amplia y

claramente las ventajas que ofrece frente al financiamiento informal, en segundo lugar el de

continuar innovando sus tecnologías crediticias para seguir ganando terreno, y en tercer lugar el de

profundizar y expandir sus esfuerzos en pro de una mayor cultura financiera de la población.

Finalmente, creemos necesario relacionar las conclusiones de la presente investigación con

nuestro recientemente publicado Estudio sobre Topes a las Tasas de Interés3. Uno de los

hallazgos de dicho trabajo fue que el establecimiento de tales topes genera, entre otros efectos, el

surgimiento de prestamistas informales y no regulados. Usualmente, los topes son promovidos con

el pretexto de controlar la supuesta usura de las entidades financieras. Sin embargo, a la luz de la

presente investigación, vemos que –paradójicamente- con el establecimiento de topes a las tasas

de interés se liberaría a los prestamistas informales de su competencia formal, con un resultado

tragicómico: mayor financiamiento a tasas más altas, pero ahora imposibles de controlar.

3

Para acceder al Estudio sobre Topes a las Tasas de Interés de ASBANC, entrar a http://www.asbanc.pe/ContenidoFileServer/ESTUDIO%20TOPES%20A%20LAS%20TASAS%20DE%20INTERÉS%20-%20Julio%202013_20130705125533781.pdf o dar click aquí.

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7. NUEVAS ARISTAS DE INVESTIGACIÓN SOBRE EL CRÉDITO INFORMAL

Se sugiere ampliar el presente estudio a través de la realización de encuestas a una muestra

significativa y homogénea de prestamistas y/o prestatarios, la cual permita tabular las respuestas

con el fin de poder testear empíricamente (mediante el análisis estadístico y econométrico) cuáles

serían los principales determinantes del costo del crédito informal.

La ecuación a plantear tendría la siguiente forma:

donde:

: monto del crédito

: plazo del crédito

: tiempo de evaluación o urgencia de los fondos por parte del prestatario (probablemente a mayor

urgencia de fondos, mayor será la tasa a cobrar).

: grado de conocimiento del cliente (prestatario) de parte del prestamista (factores en los que

influirían el comportamiento o historial de pago entre prestatario y prestamista.

: valor de la garantía presentada

: puntualidad en el pago

A lo largo del desarrollo de tal investigación podrían identificarse asimismo otras variables que

sean determinantes relevantes del costo del crédito informal, las cuales se incluirían en la función a

testear.

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ANEXO 1: Desarrollo de las encuestas

Como se señaló anteriormente, la información sobre el costo de estos préstamos se capturó

mediante encuestas telefónicas a 12 oferentes de créditos informales que anuncian en diarios

locales, y encuestas directas a 18 dueños de negocios en mercados de abastos en Lima

Metropolitana que recurrieron a prestamistas informales como fuente de financiamiento.

Para formular las preguntas a incluir en las encuestas, se analizó por separado los distintos sub

procesos dentro de una operación típica de préstamo, identificándose tres de éstos:

Pre-desembolso.

Desembolso.

Post-desembolso: Cobranza.

En base a las características teóricas de cada uno de estos sub procesos se esbozó posibles

preguntas para recoger empíricamente cuál es la realidad de estas operaciones de crédito, y en

última instancia, cuáles serían los factores determinantes del costo del crédito informal urbano en

Lima Metropolitana.

a. Pre-desembolso

Se estimó que la evaluación en el crédito informal se realiza de una forma mucho menos acuciosa

y mucho más rápida, si se compara con un préstamo formal otorgado por una entidad financiera.

Asimismo, el grado de conocimiento o de relación personal que el prestamista tenga con el

prestatario debería influir positivamente en la rapidez y el resultado (aprobación) de la operación

crediticia.

Hipótesis:

El prestamista informal minimizaría su riesgo de las siguientes formas:

o cobrando una tasa de interés alta;

o prestando a varios clientes montos no significativos (el tamaño de la cartera, en cuanto

a número de prestatarios que mantiene el prestamista informal, probablemente esté

determinado por la capacidad que tenga este último para monitorear las operaciones).

Habría una proporcionalidad mayor entre la garantía otorgada y el préstamo concedido en una

operación de préstamo informal en comparación con un préstamo formal, lo que encarecería

aún más la operación.

Preguntas:

¿Qué garantía es necesario presentar?

¿Cómo se valoriza la garantía entregada?

¿Cuánto se debe pagar por el préstamo y en qué fechas?

¿Es posible una reducción en la tasa de interés?

¿Cómo se formaliza la operación?

¿Es posible pedir prestado más dinero posteriormente?

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b. Desembolso

Hipótesis:

Probablemente no se utilice medios alternativos al efectivo para el desembolso, con lo que el

prestatario incurriría en una serie de riesgos relacionados con la seguridad de la operación

(estará expuesto a ser objeto de robos, incluso de parte de delincuentes que podrían estar en

complicidad con el prestamista).

Pregunta:

¿La entrega del dinero del préstamo es en efectivo o es posible recibirla a través de un

depósito en una cuenta bancaria?

c. Post-desembolso: Cobranza

Hipótesis:

La mayor parte de los pagos para la devolución de los préstamos se realizan en efectivo, y en

caso de mora o atraso se utiliza algún método coactivo de cobranza.

Preguntas:

¿La devolución del dinero se realiza en efectivo?

¿Hay penalidad por pago atrasado?

¿Cuánto tiempo puede excederse la fecha de pago sin recibir una penalización?

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ANEXO 2 – Cálculo de tasas de costo efectivo de los préstamos

Para el cálculo de las Tasas de Costo Efectivo se toma en cuenta todos los cobros implicados en la operación de préstamo, incluyendo los pagos por concepto del interés nominal, cobros por almacenamiento de artefactos, trámites notariales y cualquier otro que pueda existir (es la tasa de interés que abarca todos los pagos implicados en la operación de crédito). Financieramente hablando, es la Tasa Interna de Retorno (TIR) que iguala el flujo de pagos de los clientes con el monto neto recibido en préstamo.

donde:

: Monto neto recibido en préstamo

: Monto total del pago realizado por el cliente en el periodo “i” (incluye pago de intereses, comisiones y cualquier otro gasto relacionados a la operación de crédito)

: Número total de periodos implicados en la operación de crédito El cálculo matemático de la TIR se realiza mediante el método de iteraciones sucesivas (prueba y error), ya sea que se efectúe manualmente o con ayuda de otras herramientas (calculadora/computadora). Si los flujos de pagos son diarios/semanales/mensuales/anuales, la TIR calculada será la tasa de costo efectivo diaria/semanal/mensual/anual. La conversión de la tasa de costo efectivo de una periodicidad a otra se realiza mediante fórmulas estándar de matemática financiera. Por ejemplo: Para pasar de una tasa efectiva diaria a una tasa efectiva mensual :

Para pasar de una tasa efectiva mensual a una tasa efectiva anual :

Para pasar de una tasa efectiva anual a una tasa efectiva mensual :

Para pasar de una tasa anual a una tasa diaria :

TCEA de 10,488% En el presente estudio señalamos que la tasa de costo efectivo (TCEA) máxima encontrada fue de 10,488%, la cual correspondía a un caso en el que sobre un capital de S/. 1,000 se calcula un monto total a devolver (capital más intereses) de S/. 1,200 mediante 28 pagos diarios iguales de S/. 42.9 (de lunes a domingo).

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Para llegar a la TCEA, calculamos en primer lugar la TIR de un desembolso inicial de S/. 1,000 y 28 pagos diarios de S/. 42.9:

Esta TIR asciende a 1.30%, la cual sería la tasa de costo efectivo diario de esa operación. Para convertir esa tasa a TCEM:

Finalmente, para convertir esa TCEM a TCEA:

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BIBLIOGRAFÍA

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KANDEL, Susan, 1996, “Pautas de Crédito de las Microempresas Informales Urbanas”, Revista

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RACCANELLO, Kristiano, 2013, “Fuentes Informales de Financiamiento”, Capítulo 6 del libro “Un

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