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El último enigma del primer emperador La tumba del fundador de la dinastía Qin guarda fabulosos tesoros e información histórica de primer orden. Es el yacimiento arqueológico más importante del mundo. Pero Pekín impide excavarlo. ¿Por qué? JOSÉ REINOSO a pirámide se yergue perezosa, cubierta de cipreses y granados, en medio de la llanura. Verde bajo un cielo gris. Una escalina- ta conduce hacia la cima truncada, a unos 50 me- tros sobre el nivel del suelo, en el distrito de Lintong, 35 kilómetros al este de Xian (capital de la pro- vincia de Shaanxi). Al sur del pro- montorio se levantan las monta- ñas Li. Al norte cruza el río Wei. Alrededor se extiende un paisaje anodino de viviendas, campos de cultivo y fábricas. Este lugar, elegido por su feng shui (el arte de posicionar las edifi- caciones en armonía con la ener- gía cósmica vital), esconde desde hace 2.200 años uno de los mayo- res misterios arqueológicos del Im- perio del Centro: la tumba del em- perador Qin Shihuang (259-210 antes de Cristo), el unificador de China. Se conoce la existencia del mau- soleo desde siempre, debido a la pi- rámide artificial de tierra que lo cubre. Y se tiene una idea del ta- maño del palacio subterráneo que alberga —15 metros de altura— y de su contenido, gracias a las tareas de prospec- ción y a los textos del historiador Sima Qian (145-90 antes de Cristo), que descri- bió un lugar fantásti- co, con ríos de mer- curio y perlas como es- trellas, diseñado a se- mejanza de los dominios de Qin Shihuang en vida. Pero no se sabe exactamente qué hay en su interior o cuánto de leyenda viste su historia. El Go- bierno niega el permiso para exca- var, argumentando que hoy por hoy no existe una tecnología que permita conservar lo que pueda encontrarse. La mayoría de los ar- queólogos chinos coincide con es- ta opinión, aunque regularmente surge la polémica sobre la conve- niencia de abrir la que se conside- ra la más importante de las tum- bas imperiales del país asiático. El debate ha vuelto a vibrar des- pués de que Duan Qingbo, investi- gador del Instituto de Arqueolo- gía de Shaanxi y responsable de los trabajos en la tumba de Qin Shihuang, asegurara recientemen- te que en el interior de la pirámi- de, sobre el palacio subterráneo de piedra, existe otro edificio de 30 metros de altura cuya función era servir de tránsito al alma del emperador en su viaje al más allá. La cámara, con cuatro paredes en forma de escaleras ascenden- tes, organizadas en nueve platafor- mas, ha sido identificada con equi- pos de detección remota. “Los científicos han utilizado radares y otros instrumentos, y los arqueólo- gos hemos interpretado sus da- tos”, explica Duan. Además, se ha verificado la existencia de un com- plejo sistema de drenaje que ha evitado que el agua penetre en la tumba, situada 30 metros bajo el nivel del suelo. La investigación con sensores a distancia comenzó en 2002, y los resultados ya se conocían parcial- mente. Pero ha sido ahora cuando han salido a la luz nuevos detalles sobre esta necrópolis, que ocupa en total una superficie de 56 kiló- metros cuadrados, y que, según el investigador, “no tiene parangón en la historia de la arqueología en China”. “La estructura subterránea se parece a la del mausoleo de Hali- carnaso (351 antes de Cristo), una de las siete maravillas del mundo antiguo, aunque difieren en el con- texto cultural, la idea y el arte”, afir- ma Duan. Las exploraciones remotas, su- madas a los análisis del terreno, que han revelado un alto nivel de mercurio junto al palacio, y los im- portantes vestigios que han sido encontrados en los alrededores han convencido a los expertos de que lo que relató Sima Qian pue- de ser cierto. Y esto es lo que escribió: “Los obreros construyeron en la tumba palacios a escala, pabellones y es- tancias oficiales, y la llenaron de fi- nas vasijas, piedras preciosas y otras rarezas. Los artesanos reci- bieron orden de instalar ballestas accionadas mecánicamente para disparar a cualquier intruso. Se re- produjeron las vías fluviales, los ríos Yangtsé y Amarillo, e incluso el gran océano, y por ellos circula- ba mercurio. En el techo se em- plearon perlas brillantes para re- presentar las constelaciones, y en el suelo se plasmó la tierra con fi- guras de pájaros de oro y plata, y árboles grabados en jade. Las lám- paras se colmaron con aceite de ballena para que ardieran hasta la eternidad”. Qin Shihuang ascendió al tro- no del reino Qin cuando tenía 13 años, y convirtió los llamados siete reinos combatientes (Qi, Chu, Yan, Han, Zhao, Wei y Qin) en un país unificado, en el 221 antes de Cristo, estableciendo la primera dinastía imperial china. De ahí su nombre, que significa literalmen- te primer emperador de la dinas- tía Qin. “Sus logros no tienen igual en la historia de China. Existe una vieja tradición que dice que hay que dar a los muertos lo mismo que tenían en vida. Fue un hom- bre único, así que es de esperar que su tumba también sea úni- ca”, afirma Liu Qinzhu, arqueólo- L Vista de los guerreros y los caballos de terracota (derecha) de Xian en el mismo lugar en el que se encontraron en 1974. AP Sima Qian describió un lugar fantástico, con ríos de mercurio y perlas como estrellas 8 ARQUEOLOGÍA EL PAÍS, DOMINGO 22 DE JULIO DE 2007

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El último enigmadel primer emperadorLa tumba del fundador de la dinastía Qin guarda fabulosos tesorose información histórica de primer orden. Es el yacimiento arqueológicomás importante del mundo. Pero Pekín impide excavarlo. ¿Por qué?

JOSÉ REINOSO

a pirámide se yergue perezosa,cubierta de cipreses y granados,en medio de la llanura. Verde bajo

un cielo gris. Una escalina-ta conduce hacia la cimatruncada, a unos 50 me-

tros sobre el nivel del suelo, en eldistrito de Lintong, 35 kilómetrosal este de Xian (capital de la pro-vincia de Shaanxi). Al sur del pro-montorio se levantan las monta-ñas Li. Al norte cruza el río Wei.Alrededor se extiende un paisajeanodino de viviendas, campos decultivo y fábricas.

Este lugar, elegido por su fengshui (el arte de posicionar las edifi-caciones en armonía con la ener-gía cósmica vital), esconde desdehace 2.200 años uno de los mayo-res misterios arqueológicos del Im-perio del Centro: la tumba del em-perador Qin Shihuang (259-210antes de Cristo), el unificador deChina.

Se conoce la existencia del mau-soleo desde siempre, debido a la pi-rámide artificial de tierra que locubre. Y se tiene una idea del ta-maño del palacio subterráneo que

alberga —15 metrosde altura— y de sucontenido, gracias alas tareas de prospec-ción y a los textos delhistoriador SimaQian (145-90 antesde Cristo), que descri-bió un lugar fantásti-co, con ríos de mer-curio y perlas como es-trellas, diseñado a se-

mejanza de los dominios de QinShihuang en vida.

Pero no se sabe exactamentequé hay en su interior o cuánto deleyenda viste su historia. El Go-bierno niega el permiso para exca-var, argumentando que hoy por

hoy no existe una tecnología quepermita conservar lo que puedaencontrarse. La mayoría de los ar-queólogos chinos coincide con es-ta opinión, aunque regularmentesurge la polémica sobre la conve-niencia de abrir la que se conside-ra la más importante de las tum-bas imperiales del país asiático.

El debate ha vuelto a vibrar des-pués de que Duan Qingbo, investi-gador del Instituto de Arqueolo-gía de Shaanxi y responsable delos trabajos en la tumba de QinShihuang, asegurara recientemen-te que en el interior de la pirámi-de, sobre el palacio subterráneode piedra, existe otro edificio de30 metros de altura cuya funciónera servir de tránsito al alma delemperador en su viaje al más allá.

La cámara, con cuatro paredesen forma de escaleras ascenden-tes, organizadas en nueve platafor-mas, ha sido identificada con equi-pos de detección remota. “Loscientíficos han utilizado radares y

otros instrumentos, y los arqueólo-gos hemos interpretado sus da-tos”, explica Duan. Además, se haverificado la existencia de un com-plejo sistema de drenaje que haevitado que el agua penetre en latumba, situada 30 metros bajo elnivel del suelo.

La investigación con sensores adistancia comenzó en 2002, y losresultados ya se conocían parcial-mente. Pero ha sido ahora cuandohan salido a la luz nuevos detallessobre esta necrópolis, que ocupaen total una superficie de 56 kiló-metros cuadrados, y que, según elinvestigador, “no tiene parangónen la historia de la arqueología enChina”.

“La estructura subterránea separece a la del mausoleo de Hali-carnaso (351 antes de Cristo), unade las siete maravillas del mundoantiguo, aunque difieren en el con-

texto cultural, la idea y el arte”, afir-ma Duan.

Las exploraciones remotas, su-madas a los análisis del terreno,que han revelado un alto nivel demercurio junto al palacio, y los im-portantes vestigios que han sidoencontrados en los alrededoreshan convencido a los expertos deque lo que relató Sima Qian pue-de ser cierto.

Y esto es lo que escribió: “Losobreros construyeron en la tumbapalacios a escala, pabellones y es-tancias oficiales, y la llenaron de fi-nas vasijas, piedras preciosas yotras rarezas. Los artesanos reci-bieron orden de instalar ballestasaccionadas mecánicamente paradisparar a cualquier intruso. Se re-produjeron las vías fluviales, losríos Yangtsé y Amarillo, e inclusoel gran océano, y por ellos circula-ba mercurio. En el techo se em-plearon perlas brillantes para re-presentar las constelaciones, y enel suelo se plasmó la tierra con fi-

guras de pájaros de oro y plata, yárboles grabados en jade. Las lám-paras se colmaron con aceite deballena para que ardieran hasta laeternidad”.

Qin Shihuang ascendió al tro-no del reino Qin cuando tenía 13años, y convirtió los llamados sietereinos combatientes (Qi, Chu,Yan, Han, Zhao, Wei y Qin) en unpaís unificado, en el 221 antes deCristo, estableciendo la primeradinastía imperial china. De ahí sunombre, que significa literalmen-te primer emperador de la dinas-tía Qin.

“Sus logros no tienen igual enla historia de China. Existe unavieja tradición que dice que hayque dar a los muertos lo mismoque tenían en vida. Fue un hom-bre único, así que es de esperarque su tumba también sea úni-ca”, afirma Liu Qinzhu, arqueólo-

go de la Academia de CienciasSociales.

Pero quizá la mejor prueba dela magnificencia de la tumba llegóhace 33 años. Un día de marzo de1974, una cuadrilla de campesinosestaba cavando un pozo 1,5 kilóme-tros al este de la pirámide, cuandose topó con varios fragmentos decerámica de gran tamaño.

Lo que pudo ser un hallazgomás, como los muchos que apare-cían en esta región, conocida co-mo el valle de los reyes chino —enreferencia al de los faraones enEgipto—, despertó inmediata-mente el interés de los arqueólo-gos. Porque aquello era distinto.

La exploración y las excavacio-nes que siguieron identificarontres grandes fosas en las que dor-mía desde hacía dos milenios unextraordinario ejército de 8.000soldados y caballos de terracota detamaño natural, destinados a ser-vir de protección a Qin Shihuangen la otra vida. Miraban hacia elEste, de donde el emperador pen-saba que podía llegar el enemigo.

El hallazgo sorprendió a los ar-queólogos, ya que no había refe-rencias que indicaran que en lascercanías del mausoleo latía unejército de terracota en formaciónde batalla. Ni siquiera Sima Qian,conocido como El Gran Historia-dor de China, había hablado de él.

Desde aquel día de marzo, losexpertos han extraído una cuartaparte de las 8.000 figuras, hanidentificado el trazado de la mura-lla doble que cercaba el mausoleoimperial y han sacado a la luz mi-les de objetos de cerámica, bron-ce, oro y jade.

Pero la conservación de los ha-llazgos sigue siendo un quebrade-ro de cabeza. La policromía quedecoraba los soldados ha desapa-recido al entrar en contacto con elaire. Para evitarlo, los responsa-bles del museo de los guerreros deterracota, que agrupa las tres na-ves construidas sobre los fosos,han creado nuevas técnicas paramantener la pintura pegada a lacerámica. “Pero el resultado no esmuy exitoso, a pesar de que traba-jamos con expertos alemanes”,afirma desde su despacho LiuZhancheng, director del Departa-mento de Arqueología del museoy responsable de la excavación y lareconstrucción de los soldados.

La vista sobre el foso número 1impacta. Once galerías paralelas,en su día cubiertas con vigas demadera, ocupan una superficie de230 metros por 62 metros. Guar-dan unas 6.000 figuras, la mayorparte sin desenterrar. La vanguar-dia está formada por 204 solda-dos, originalmente dotados con ar-cos y ballestas. Detrás, siguen 30cuadrigas de combate (los carroshan desaparecido, porque eran demadera), y después, soldados conarmadura y sin ella, inicialmentecon lanzas y alabardas.

Las armas fueron saqueadaspoco tiempo después de ser ente-rrados los guerreros. Pero aque-llas que han sido encontradas de-notan un alto conocimiento de me-talurgia. Los fosos resultaron da-ñados a causa del fuego declaradodurante un ataque al mausoleoejecutado por un rebelde llamadoXiangyu en el año 206 antes deCristo. Los techos de las galerías,cuyo color negro por las cenizaspuede verse aún en algunas zonas,se hundieron sobre las figuras,rompiéndolas en pedazos. Ningu-na ha sido recuperada entera. To-dos los flancos, incluida la reta-guardia, incluyen una fila de ba-llesteros mirando hacia el exte-rior. La luz cenital de los tragalu-ces y los rostros serenos de los gue-

rreros imprimen al hangar un airemágico.

El segundo foso consta de algomás de 1.000 figuras, de las que só-lo se ha extraído un pequeño nú-mero; y el tercero, de cerca de 70.Este último era el cuartel general.Los fosos 2 y 3 fueron descubier-tos en 1976. A diferencia del pri-mero, están en semipenumbra, yla iluminación es artificial.

Las figuras, una vez reconstrui-das, son devueltas a su lugar ori-ginal. Otras, rotas en fragmentos,yacen semienterra-das. Las demás velanaún bajo tierra el sue-ño del primer empera-dor de China.

Los guerreros fue-ron fabricados en se-rie, utilizando partesiguales, según su ran-go militar. Pero las ca-ras fueron termina-das a mano, son dis-tintas, y muestran una gran delica-deza en su ejecución.

Unas 720.000 personas, se-gún fuentes históricas —170.000,según Liu Zhancheng—, trabaja-ron en la construcción del mauso-leo, que se extendió durante 38años, desde el ascenso al poder deQin Shihuang hasta un año des-pués de su muerte, a los 50 años.

¿Sigue el cuerpo del unificadorde China en el sarcófago de cobreen el que se cree que fue introduci-do? Liu Zhancheng no está segu-ro. “Qin murió en junio en lo quehoy es la provincia de Hebei, y sucuerpo fue transportado, en pleno

verano, hasta Xianyang [antiguacapital de su reino, cerca de lo quehoy es Xian]. Fue enterrado enseptiembre. Si el féretro fue biensellado, podría quedar algo; si no,seguramente no. El clima aquí noes seco como en Egip-to”, explica.

Alrededor de 600fosos, túmulos y res-tos de edificios han si-do identificados enlas cercanías del mau-soleo. Han sido descu-biertos aves y carrosde caballos de bron-ce. También han apa-recido tumbas con losrestos de príncipes, princesas, da-mas de la corte y las concubinasdel emperador, que no tuvo des-cendencia. Fueron sacrificados pa-ra acompañar a Qin Shihuang.

Además, han sido encontradas

L

La policromíaque decoraba lossoldados desapareceal entrar encontacto con el aire

La estructurase parece a la deHalicarnaso, una delas siete maravillasdel mundo antiguo

Restauración de uno de los guerreros. CHINE NOUVELLE / SIPAVista de los guerreros y los caballos de terracota (derecha) de Xian en el mismo lugar en el que se encontraron en 1974. AP

Sima Qian describióun lugar fantástico,con ríos de mercurioy perlascomo estrellas

8 ARQUEOLOGÍA EL PAÍS, DOMINGO 22 DE JULIO DE 2007

El último enigmadel primer emperadorLa tumba del fundador de la dinastía Qin guarda fabulosos tesorose información histórica de primer orden. Es el yacimiento arqueológicomás importante del mundo. Pero Pekín impide excavarlo. ¿Por qué?

JOSÉ REINOSO

a pirámide se yergue perezosa,cubierta de cipreses y granados,en medio de la llanura. Verde bajo

un cielo gris. Una escalina-ta conduce hacia la cimatruncada, a unos 50 me-

tros sobre el nivel del suelo, en eldistrito de Lintong, 35 kilómetrosal este de Xian (capital de la pro-vincia de Shaanxi). Al sur del pro-montorio se levantan las monta-ñas Li. Al norte cruza el río Wei.Alrededor se extiende un paisajeanodino de viviendas, campos decultivo y fábricas.

Este lugar, elegido por su fengshui (el arte de posicionar las edifi-caciones en armonía con la ener-gía cósmica vital), esconde desdehace 2.200 años uno de los mayo-res misterios arqueológicos del Im-perio del Centro: la tumba del em-perador Qin Shihuang (259-210antes de Cristo), el unificador deChina.

Se conoce la existencia del mau-soleo desde siempre, debido a la pi-rámide artificial de tierra que locubre. Y se tiene una idea del ta-maño del palacio subterráneo que

alberga —15 metrosde altura— y de sucontenido, gracias alas tareas de prospec-ción y a los textos delhistoriador SimaQian (145-90 antesde Cristo), que descri-bió un lugar fantásti-co, con ríos de mer-curio y perlas como es-trellas, diseñado a se-

mejanza de los dominios de QinShihuang en vida.

Pero no se sabe exactamentequé hay en su interior o cuánto deleyenda viste su historia. El Go-bierno niega el permiso para exca-var, argumentando que hoy por

hoy no existe una tecnología quepermita conservar lo que puedaencontrarse. La mayoría de los ar-queólogos chinos coincide con es-ta opinión, aunque regularmentesurge la polémica sobre la conve-niencia de abrir la que se conside-ra la más importante de las tum-bas imperiales del país asiático.

El debate ha vuelto a vibrar des-pués de que Duan Qingbo, investi-gador del Instituto de Arqueolo-gía de Shaanxi y responsable delos trabajos en la tumba de QinShihuang, asegurara recientemen-te que en el interior de la pirámi-de, sobre el palacio subterráneode piedra, existe otro edificio de30 metros de altura cuya funciónera servir de tránsito al alma delemperador en su viaje al más allá.

La cámara, con cuatro paredesen forma de escaleras ascenden-tes, organizadas en nueve platafor-mas, ha sido identificada con equi-pos de detección remota. “Loscientíficos han utilizado radares y

otros instrumentos, y los arqueólo-gos hemos interpretado sus da-tos”, explica Duan. Además, se haverificado la existencia de un com-plejo sistema de drenaje que haevitado que el agua penetre en latumba, situada 30 metros bajo elnivel del suelo.

La investigación con sensores adistancia comenzó en 2002, y losresultados ya se conocían parcial-mente. Pero ha sido ahora cuandohan salido a la luz nuevos detallessobre esta necrópolis, que ocupaen total una superficie de 56 kiló-metros cuadrados, y que, según elinvestigador, “no tiene parangónen la historia de la arqueología enChina”.

“La estructura subterránea separece a la del mausoleo de Hali-carnaso (351 antes de Cristo), unade las siete maravillas del mundoantiguo, aunque difieren en el con-

texto cultural, la idea y el arte”, afir-ma Duan.

Las exploraciones remotas, su-madas a los análisis del terreno,que han revelado un alto nivel demercurio junto al palacio, y los im-portantes vestigios que han sidoencontrados en los alrededoreshan convencido a los expertos deque lo que relató Sima Qian pue-de ser cierto.

Y esto es lo que escribió: “Losobreros construyeron en la tumbapalacios a escala, pabellones y es-tancias oficiales, y la llenaron de fi-nas vasijas, piedras preciosas yotras rarezas. Los artesanos reci-bieron orden de instalar ballestasaccionadas mecánicamente paradisparar a cualquier intruso. Se re-produjeron las vías fluviales, losríos Yangtsé y Amarillo, e inclusoel gran océano, y por ellos circula-ba mercurio. En el techo se em-plearon perlas brillantes para re-presentar las constelaciones, y enel suelo se plasmó la tierra con fi-

guras de pájaros de oro y plata, yárboles grabados en jade. Las lám-paras se colmaron con aceite deballena para que ardieran hasta laeternidad”.

Qin Shihuang ascendió al tro-no del reino Qin cuando tenía 13años, y convirtió los llamados sietereinos combatientes (Qi, Chu,Yan, Han, Zhao, Wei y Qin) en unpaís unificado, en el 221 antes deCristo, estableciendo la primeradinastía imperial china. De ahí sunombre, que significa literalmen-te primer emperador de la dinas-tía Qin.

“Sus logros no tienen igual enla historia de China. Existe unavieja tradición que dice que hayque dar a los muertos lo mismoque tenían en vida. Fue un hom-bre único, así que es de esperarque su tumba también sea úni-ca”, afirma Liu Qinzhu, arqueólo-

go de la Academia de CienciasSociales.

Pero quizá la mejor prueba dela magnificencia de la tumba llegóhace 33 años. Un día de marzo de1974, una cuadrilla de campesinosestaba cavando un pozo 1,5 kilóme-tros al este de la pirámide, cuandose topó con varios fragmentos decerámica de gran tamaño.

Lo que pudo ser un hallazgomás, como los muchos que apare-cían en esta región, conocida co-mo el valle de los reyes chino —enreferencia al de los faraones enEgipto—, despertó inmediata-mente el interés de los arqueólo-gos. Porque aquello era distinto.

La exploración y las excavacio-nes que siguieron identificarontres grandes fosas en las que dor-mía desde hacía dos milenios unextraordinario ejército de 8.000soldados y caballos de terracota detamaño natural, destinados a ser-vir de protección a Qin Shihuangen la otra vida. Miraban hacia elEste, de donde el emperador pen-saba que podía llegar el enemigo.

El hallazgo sorprendió a los ar-queólogos, ya que no había refe-rencias que indicaran que en lascercanías del mausoleo latía unejército de terracota en formaciónde batalla. Ni siquiera Sima Qian,conocido como El Gran Historia-dor de China, había hablado de él.

Desde aquel día de marzo, losexpertos han extraído una cuartaparte de las 8.000 figuras, hanidentificado el trazado de la mura-lla doble que cercaba el mausoleoimperial y han sacado a la luz mi-les de objetos de cerámica, bron-ce, oro y jade.

Pero la conservación de los ha-llazgos sigue siendo un quebrade-ro de cabeza. La policromía quedecoraba los soldados ha desapa-recido al entrar en contacto con elaire. Para evitarlo, los responsa-bles del museo de los guerreros deterracota, que agrupa las tres na-ves construidas sobre los fosos,han creado nuevas técnicas paramantener la pintura pegada a lacerámica. “Pero el resultado no esmuy exitoso, a pesar de que traba-jamos con expertos alemanes”,afirma desde su despacho LiuZhancheng, director del Departa-mento de Arqueología del museoy responsable de la excavación y lareconstrucción de los soldados.

La vista sobre el foso número 1impacta. Once galerías paralelas,en su día cubiertas con vigas demadera, ocupan una superficie de230 metros por 62 metros. Guar-dan unas 6.000 figuras, la mayorparte sin desenterrar. La vanguar-dia está formada por 204 solda-dos, originalmente dotados con ar-cos y ballestas. Detrás, siguen 30cuadrigas de combate (los carroshan desaparecido, porque eran demadera), y después, soldados conarmadura y sin ella, inicialmentecon lanzas y alabardas.

Las armas fueron saqueadaspoco tiempo después de ser ente-rrados los guerreros. Pero aque-llas que han sido encontradas de-notan un alto conocimiento de me-talurgia. Los fosos resultaron da-ñados a causa del fuego declaradodurante un ataque al mausoleoejecutado por un rebelde llamadoXiangyu en el año 206 antes deCristo. Los techos de las galerías,cuyo color negro por las cenizaspuede verse aún en algunas zonas,se hundieron sobre las figuras,rompiéndolas en pedazos. Ningu-na ha sido recuperada entera. To-dos los flancos, incluida la reta-guardia, incluyen una fila de ba-llesteros mirando hacia el exte-rior. La luz cenital de los tragalu-ces y los rostros serenos de los gue-

rreros imprimen al hangar un airemágico.

El segundo foso consta de algomás de 1.000 figuras, de las que só-lo se ha extraído un pequeño nú-mero; y el tercero, de cerca de 70.Este último era el cuartel general.Los fosos 2 y 3 fueron descubier-tos en 1976. A diferencia del pri-mero, están en semipenumbra, yla iluminación es artificial.

Las figuras, una vez reconstrui-das, son devueltas a su lugar ori-ginal. Otras, rotas en fragmentos,yacen semienterra-das. Las demás velanaún bajo tierra el sue-ño del primer empera-dor de China.

Los guerreros fue-ron fabricados en se-rie, utilizando partesiguales, según su ran-go militar. Pero las ca-ras fueron termina-das a mano, son dis-tintas, y muestran una gran delica-deza en su ejecución.

Unas 720.000 personas, se-gún fuentes históricas —170.000,según Liu Zhancheng—, trabaja-ron en la construcción del mauso-leo, que se extendió durante 38años, desde el ascenso al poder deQin Shihuang hasta un año des-pués de su muerte, a los 50 años.

¿Sigue el cuerpo del unificadorde China en el sarcófago de cobreen el que se cree que fue introduci-do? Liu Zhancheng no está segu-ro. “Qin murió en junio en lo quehoy es la provincia de Hebei, y sucuerpo fue transportado, en pleno

verano, hasta Xianyang [antiguacapital de su reino, cerca de lo quehoy es Xian]. Fue enterrado enseptiembre. Si el féretro fue biensellado, podría quedar algo; si no,seguramente no. El clima aquí noes seco como en Egip-to”, explica.

Alrededor de 600fosos, túmulos y res-tos de edificios han si-do identificados enlas cercanías del mau-soleo. Han sido descu-biertos aves y carrosde caballos de bron-ce. También han apa-recido tumbas con losrestos de príncipes, princesas, da-mas de la corte y las concubinasdel emperador, que no tuvo des-cendencia. Fueron sacrificados pa-ra acompañar a Qin Shihuang.

Además, han sido encontradas

L

La policromíaque decoraba lossoldados desapareceal entrar encontacto con el aire

La estructurase parece a la deHalicarnaso, una delas siete maravillasdel mundo antiguo

Restauración de uno de los guerreros. CHINE NOUVELLE / SIPAVista de los guerreros y los caballos de terracota (derecha) de Xian en el mismo lugar en el que se encontraron en 1974. AP

Sima Qian describióun lugar fantástico,con ríos de mercurioy perlascomo estrellas

EL PAÍS, DOMINGO 22 DE JULIO DE 2007 ARQUEOLOGÍA 9

fosas comunes con más de 100 es-queletos humanos. La posición delos restos en una de las tumbas su-giere que fueron enterrados vivos.Según textos antiguos, miles deobreros fueron asesinados paramantener la tumba secreta.

Los arqueólogos,sin embargo, discre-pan sobre el conteni-do del mausoleo. “Ladetección a distanciano es muy fiable. Latecnología para este ti-po de exploracionescon radar no está ma-dura. Por ejemplo, an-tes de construir la pre-sa de las Tres Gargan-

tas, se creyó haber localizado en lazona la tumba del rey de Chu. En-viamos un equipo de arqueólogosy vieron que no había ninguna es-tructura subterránea”, dice LiuQinzhu.

“A cualquier arqueólogo le gus-taría excavar para saber lo quehay. Yo dudo de que exista un se-

gundo edificio dentro de la pirámi-de. Pero aún no existe la técnicaque garantice la conservación delo extraído, los colores, los tejidos.Y para abrir cualquier tumba deun emperador se necesita la auto-rización del Comité Permanentedel Partido Comunista Chino (PC-Ch) [el máximo órgano de poderpaís]”, señala Liu Zhancheng.

Otros expertos creen que de-trás de la negativa del Gobiernocentral puede haber motivos polí-ticos y económicos. “Lo más fáciles dejar las cosas como están. Losresponsables en Pekín tienenmiedo de tomar una decisión yque, si la cosa va mal, les puedaperjudicar. En China no son losexpertos quienes deciden, sino elGobierno, como ocurrió con lapresa de las Tres Gargantas, a lacual se oponían los científicos”,señala otro experto que pide elanonimato.

“El Gobierno puede tener otrasrazones, pero la preocupación so-bre la preservación es razón sufi-

ciente para no excavar”, afirma Je-ffrey Riegel, especialista estado-unidense en las dinastías Qin yHan y profesor en la Universidadde Sidney.

Mientras tanto, el secreto delmausoleo imperial parece seguirintacto. Aunque referencias histó-ricas señalan que los saqueadorespodrían haber robado algunos desus tesoros, como ocurrió con las17 tumbas de la dinastía Tang ymuchas de la Han. En este vallede los reyes, las prospecciones indi-can que las principales salas delenterramiento no han sido profa-nadas.

A los habitantes de Lintong lesgustaría que se abriera. Miles depersonas viven en la región del tu-rismo. Restaurantes, hoteles y ta-lleres donde se fabrican copias delos guerreros de terracota —algu-nas, para la exportación— flan-quean las carreteras. Más de dosmillones de turistas visitaron elmuseo el año pasado.

Al caer la tarde, Qin continúa

su reinado bajo las tierras ocres deShaanxi, sobre las que comienza acaer una lluvia torrencial. Turbarel sueño de los muertos no pareceser un inconvenientepara la población lo-cal. “Sé que hay mu-chas cosas en la tum-ba, y me gustaría ver-las. Pero creo que ja-más tendré esa opor-tunidad”, dice PangJuhua, de 47 años,una vecina que se que-ja de que antes detres años, 1.000 fami-lias tendrán que desalojar sus ca-sas, porque se encuentran en lasproximidades del mausoleo. “Megustaría ver qué hay allí dentro,aunque molestemos al alma delemperador”, dice bajo un toldo ala entrada del parque en el que seyergue la pirámide. De repente,un trueno rasga el cielo con unfuerte estallido. Pang se detiene ysusurra: “Es Qin Shihuang, que es-tá enojado”.

EL EMPERADOR QIN SHIHUANG nació en elaño 259 antes de Cristo, bajo el nombre deZhao Zheng, que más tarde pasaría a ser YingZheng. Cuando sometió al último de los reinoscombatientes en los que entonces estaba dividi-da China —gracias al poderío de su ejército, elespionaje y el soborno— y unificó el país (221antes de Cristo), adoptó el nombre con el quesería conocido en adelante: Qin Shihuang, lite-ralmente, Primer Emperador de la dinastía Qin.

Su papel en la historia está rodeado de con-troversia. Es recordado por su extrema cruel-dad y tiranía; por haber ilegalizado el confucia-nismo, quemado libros y mandado enterrar vi-vos a muchos académicos que le criticaron. Y

por haber iniciado la construcción de la GranMuralla, a costa de miles de vidas. También esreconocido por haber creado una extensa redde carreteras; estandarizado el lenguaje escri-to, las monedas, los pesos y las medidas, y porhaber realizado profundas reformas de la Admi-nistración —estableció un Estado centraliza-do—, sobre las cuales se asentaron las siguien-tes dinastías. Pero, sobre todo, es reconocidocomo el unificador de China. “Cambió toda Chi-na, la dirección de su desarrollo y su sistemapolítico. Ejerció un gran impacto que se puedesentir aún hoy”, asegura Duan Qingbo, del Insti-tuto de Arqueología de Shaanxi.

Durante toda su vida, Qin Shihuang buscó

el elixir de la inmortalidad. Su obsesión por lavida eterna le llevó, según algunas fuentes, aconsumir píldoras con mercurio fabricadas porlos alquimistas de la corte, que acabaron cau-sándole la muerte por envenenamiento.

Siempre quiso unir y hacer fuerte el imperiode manera despótica; en gran parte, impulsadopor su culto al legalismo, una de las principalesescuelas filosóficas de la época, que se basa-ba en el gobierno a ultranza de las leyes, quepodían ser elegidas y utilizadas a voluntad porel emperador. Denostado durante el maoísmo,la imagen de Qin Shihuang ha mejorado en losúltimos años, y ha pasado a ser consideradouna figura clave en la historia de China.

Para abrir tumbasde emperadoresse necesita que loautorice el ComitéPermanente del PCCh

El tirano cruel que unificó China hace 23 siglos

El emperador Qin Shihuang.

La posición de losrestos en una de lastumbas sugiere quelos ocupante fueronenterrados vivos

10 ARQUEOLOGÍA EL PAÍS, DOMINGO 22 DE JULIO DE 2007