pder302_beyercep
DESCRIPTION
introduccion a la educacionTRANSCRIPT
-
Puntos de Referenciawww.cepchile.cl
Puntos de Referencia es editado por el Centro de Estudios Pblicos. Director responsable: Arturo Fontaine Talavera. Direccin: Monseor Stero Sanz 162, Providencia, Santiago de Chile. Fono 328 2400 - Fax 328 2440.Cada artculo es responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la opinin del CEP. Esta institucin es una fundacin de derecho privado, sin fines de lucro, cuyo objetivo es el anlisis y difusin de los valores, principios e instituciones que sirven de base a una sociedad libre.
C E N T R O D E E S T U D I O S P U B L I C O S
302Diciembre 2008
El Proyecto de Ley sobre Educacin Pblica: Un Conjunto de Equvocos
HaRaLD BEyER
Harald Beyer. Coordinador Acadmico del Centro de Estudios Pblicos.
El proyecto de ley sobre educacin estatal traslada los establecimientos municipales a corporaciones de giro nico que recibirn fondos adicionales para desarrollar la gestin administrativa y tcnico-pedaggica que le encarga la ley por un total aproximado de 114 millones de dlares. El proyecto establece que se aprobarn a los ms 70 corporaciones por lo que atendida la matrcula actual en manos de los municipios, stas contaran con un promedio aproximado de 25 mil estu-diantes. Adems, el proyecto crea un servicio nacional de educacin que aspira a prestar apoyo educativo a los sostenedores pblicos y privados.
El proyecto est marcado por un enfoque verticalista que supone que la manera de mejorar la educacin es a travs de la accin, recomendacin e involucra-miento de niveles superiores, incluso el central, en la gestin pedaggica de los establecimientos del estado. Esto es una equivocacin, ms an en momentos que parece primar en el mundo la idea de que debe empoderarse a los establecimientos educativos para que se hagan responsables de su gestin.
Respecto de la escala implcita estipulada para cada corporacin, la evidencia comparada no es clara y ms bien apunta a que hay ventajas de distritos escolares relativamente pequeos. La evidencia ca-sustica tampoco es muy alentadora. Considrese la situacin de Finlandia, tan admirada en Chile por sus excelentes desempeos de pruebas internacionales de aprendizaje y competencias de estudiantes. En este pas son los municipios los que tienen a su cargo los
establecimientos estatales y el tamao de la poblacin escolar atendida por cada uno de ellos es muy inferior a la que se observa en Chile.
Tampoco hay buenas razones para defender el aporte de 1,2 UTM por alumno que se destinar a financiar a las nuevas corporaciones de educacin pblica. Sobre todo, si se argumenta la necesidad de contar con un tamao mnimo para stas. Implcito en este argumen-to es que hay economas de escala que permitiran financiar esa estructura con los recursos de la sub-vencin. Ahora bien, si no es este el argumento para defender el aporte adicional, entonces, no se entiende porque se discrimina en contra de los establecimientos particulares subvencionados. Los aportes municipales parecen responder principalmente a un mal diseo de la subvencin y a las ineficiencias que provoca el estatuto docente. Que el proyecto no intente corregir esta situacin es una de sus mayores debilidades.
El enfoque verticalista de este proyecto se refuerza con el papel que se le asigna al Servicio Nacional de Educacin cuyo objeto principal es prestar apoyo a los sostenedores pblicos y la ejecucin de las polticas, planes y programas definidos por el Ministerio para los sostenedores que reciban subvencin o aportes del Estado, as como tambin prestarles asesora tcnico pedaggica de conformidad a la ley. Se comete el error de querer mejorar la educacin desde arriba. Sin embargo, el estado central es un mal evaluador de sus propios programas.
-
Puntos de Referencia www.cepchile.cl2
Introduccin
Es tentador, mirando el panorama educativo
nacional, afirmar que la educacin es un desastre.
La lectura de diversos indicadores, sin una mirada
algo ms profunda, podra dejar esa sensacin.
Pero hay que recordar que recin la educacin
chilena ha alcanzado una cobertura, que sin ser
descollante, es razonable para nuestro nivel de de-sarrollo. Esta historia marca los actuales resultados
de una manera significativa. Algunos datos validan
esta afirmacin: hace cinco dcadas la cobertura
en educacin secundaria no superaba el 15 por
ciento y en educacin primaria no llegaba al 65 por
ciento. Casi la mitad de nuestra fuerza de trabajo
actual no ha completado la educacin secundaria.
Ese estado docente de calidad al que habitualmente
se acude en el debate pblico era un espejismo
porque educaba a slo unos pocos. Es fcil apelar
a una educacin de excelencia cuando el 85 por
ciento de los jvenes de esa poca no asista a la
educacin secundaria. Muchos de los problemas
educacionales que observamos en la actualidad
no pueden entenderse sin acudir a ese pasado de exclusin. Eso no significa estar satisfechos con
los desempeos actuales. Estos dejan mucho que
desear. El pas vive en materia educativa en una
cierta mediana, por no usar la palabra mediocridad,
generalizada. As, por ejemplo, los hijos de padres
universitarios que, en promedio, son los de mejores
desempeos en pruebas nacionales e internacio-nales en nuestro pas, tienen logros en matemti-cas que son inferiores a los que obtienen nios y
jvenes malayos o coreanos cuyos padres apenas
tienen estudios primarios. Para un pas, como el
nuestro, que est completamente volcado al comer-cio internacional y que requiere de mucho capital
humano para lidiar con, entre otras desventajas,
su lejana de los principales mercados mundiales
los desafos en materia educacional son enormes.
Pero el pas tiene dificultades serias para lograr
acuerdos en estas materias. Ello exige, entonces,
apuntar a reformas sustancionales y factibles. El
proyecto de ley sobre educacin estatal que acaba
de presentar el gobierno no parece satisfacer este
criterio. No es para nada claro que tenga suficiente
apoyo y que tampoco resuelva los problemas que
aspira a enfrentar.
El proyecto pretende trasladar los estableci-mientos que actualmente estn en manos de los
municipios a corporaciones de giro nico cuyos con-sejos directivos estaran integrados por los alcaldes
que concurren a formar estas nuevas corporacio-nes, eventualmente concejales y personas nombras
por el Ministerio de Educacin en representacin minoritaria. Estas corporaciones recibirn fondos
adicionales para desarrollar la gestin administrati-va y tcnico-pedaggica que le encarga la ley por
un total aproximado de 114 millones de dlares.
El proyecto establece que se aprobarn a los ms
70 corporaciones por lo que atendida la matrcula
actual en manos de los municipios, stas contaran
con un promedio aproximado de 25 mil estudiantes.
No es evidente por qu se requiere esta escala.
Adems, el proyecto crea un servicio nacional de
educacin que aspira a prestar apoyo educativo a
los sostenedores pblicos y privados. Tal como est
planteado el proyecto en el primer caso parece una
duplicacin de funciones y en el segundo caso una
injerencia indebida en la gestin de los proveedores
subvencionados. No cabe duda que el estado cen-tral debe asegurarse que todos los establecimientos
satisfagan los estndares mnimos de desempeo
de sus estudiantes, pero para cumplir esos pro-psitos es inadecuado que se involucre directa o
indirectamente en la gestin de los establecimientos
tanto pblicos como privados.
El proyecto est marcado por un enfoque ver-ticalista que supone que la manera de mejorar la
educacin es a travs de la accin, recomendacin
e involucramiento de niveles superiores, incluso el
central, en la gestin pedaggica de los estableci-mientos del estado. Esto es una equivocacin, ms
an en momentos que parece primar en el mundo la
idea de que debe empoderarse a los establecimien-tos educativos para que se hagan responsables de
-
Puntos de Referenciawww.cepchile.cl 3
su gestin. El proyecto debera haber ido en esa direccin. En cambio, paradjicamente valida la
situacin actual porque la municipalizacin ha sido
un experimento descentralizador incompleto que no
ha empoderado a los establecimientos educativos.
Este proyecto, en lugar de abordar este problema,
traslada la situacin a una nueva institucionalidad que no slo no corrige el problema mencionado sino
que en muchas dimensiones lo agrava. La principal
falencia del proyecto es, entonces, uno de enfoque.
El Ministerio de Educacin e instituciones como las
nuevas corporaciones de educacin pblica no van a poder gestionar efectivamente los establecimien-tos del pas. Esa tarea es responsabilidad de los directores de los establecimientos y de sus equipos
docentes. Hay muchas barreras para que estos lo-gren transformar sus establecimientos en escuelas
efectivas. Es en la eliminacin de ellas donde debe-ran concentrarse los esfuerzos de las autoridades y
no en intentos de diversa naturaleza para remplazar
o moldear en exceso la gestin de los estableci-mientos educativos estatales y privados.
Hay buenas razones para descartar la con-veniencia de este proyecto o al menos asegurar un
cambio profundo del mismo, pero aun aceptando su
filosofa hay varios aspectos inexplicables. El ms
obvio es por qu se obliga a todos los municipios
a acogerse al traspaso de sus establecimientos a
las nuevas corporaciones de educacin pblica. Hay, como se demuestra ms adelante, grandes
diferencias en el desempeo de municipios y de
establecimientos que hacen poco entendible esta
medida. Es legtimo que el estado aspire a que
todos sus establecimientos satisfagan altos es-tndares de calidad, pero como no es obvio que
el nuevo esquema elegido sea el ms adecuado,
podra haber aceptado que municipios que han
demostrado un desempeo aceptable tuviesen la
oportunidad de satisfacer los estndares de des-empeo de los estudiantes definidos por el Estado.
Para ello podra haber firmado un convenio que
se habra mantenido vigente mientras el municipio
cumpliese las exigencias ah estipuladas. Las razo-
nes para privilegiar este camino son relativamente
obvias. Por una parte, la apuesta de la autoridad es riesgosa. Por otra, los incentivos de los municipios
para preocuparse de la educacin, despus de este proyecto cuya tramitacin, de prosperar, ser
sumamente larga, inevitablemente han cado en una
proporcin significativa.
En lo que sigue se analizan con ms precisin
algunos aspectos de este proyecto. Creemos que
el foco del mismo es equivocado porque falla en
poner los acentos donde estn los cuellos de botella
de la educacin chilena y de la estatal, en particu-lar. Pensar que reorganizar los establecimientos
estatales bajo una nueva estructura burocrtica
va a resolver los problemas que la aquejan es un
enfoque muy parcial que no da cuenta de todas las
complejidades de nuestro sistema educativo. Eso
no significa que el proyecto carezca de una lgica
y que sea coherente con ella. El problema es que
esa lgica descansa sobre bases muy dbiles. Es
evidente que hay una preocupacin por el retroceso
que ha experimentado la matrcula estatal en las l-timas dcadas. Esta representaba en 1981 el 79 por
ciento de la matrcula total del pas, muy por encima
del 46 por ciento actual. Es, sin lugar a dudas, un retroceso dramtico y ello ha ocurrido a pesar de
que los establecimientos particulares subvenciona-dos tienen resultados que si bien son superiores
a los de establecimientos municipales no lo son
drsticamente as1. Hay mltiples razones detrs
de esta evolucin, pero pensar que ello obedece
a la manera en que est organizada la educacin
estatal no tiene sustento. La mejor prueba de ello
es que entre 1920 y 1960 en pleno auge del estado
docente la matrcula estatal cay desde un 86 a un
62 por ciento. En todas estas circunstancias, y ello es algo que tiende a olvidarse en el debate, fueron
1 Este es un asunto controvertido en Chile y la evidencia no es inambigua. Pero, parece justo decir que la evidencia con datos a nivel de alumnos apunta mayoritariamente a que los establecimientos particulares subvencionados tienen resultados que son superiores a los de establecimientos municipales.
-
Puntos de Referencia www.cepchile.cl4
familias desconocidas, eligiendo el establecimiento
que estimaban apropiado para sus hijos, las que
provocaron estos cambios en la composicin de la
matrcula. Las causas del retroceso de la educacin
estatal son ms profundas, entre otras la captura de
la que fue objeto antes y tambin ahora por parte
del gremio docente, y este proyecto no hace nada
por remediar esta situacin u otras que pudieran
estar a la base del fenmeno observado. Se pierde
as una oportunidad para alcanzar acuerdos ms
sustantivos en esta materia. El resultado ms obvio
es que en lugar de rescatar la educacin estatal
este proyecto puede ponerle la lpida definitiva
y deberemos acostumbrarnos en el futuro a una
educacin estatal ms reducida.
La cuestin del tamao de cada unidad educativa
Chile tiene un sistema educativo de provisin
mixta. As, las familias que no pueden pagar un
colegio particular pueden elegir establecimientos
estatales o particulares subvencionados. Los pri-meros estn en manos de los municipios a travs
de dos modalidades. La ms comn es la depen-dencia directa a travs de los Departamentos de
Administracin de la Educacin Municipal (DAEM).
Alrededor de 290 municipios se organizan de esta
forma. En otros 53 municipios los establecimientos
dependen de una corporacin municipal. Los 343
municipios que reportan informacin sobre matrcula
en 2007 tuvieron una matrcula promedio durante
ese ao de 1,7 millones de nios y jvenes, es decir
un promedio de poco menos de cinco mil estudian-tes. Pero la varianza es enorme. As la mediana es
de casi dos mil 400 alumnos, el mximo es de 45
mil 200 y el mnimo de cinco. Asimismo el 75 por
ciento de las comunas tiene menos de 5 mil 600
estudiantes2. Esta realidad ha llevado a sugerir que la municipalizacin de la educacin es a la larga
incompatible con una educacin estatal de calidad
2 Estos datos han sido extrados del Sistema Nacio-nal de Informacin Municipal
porque el tamao de la matrcula es en la mayora
de los casos insuficiente para asegurar una escala
razonable que permita un buen desempeo.
Esta realidad parece ser una de las motiva-ciones centrales del proyecto de ley que aspira a
fortalecer la educacin estatal. Se pretende que
cada corporacin tenga un tamao mnimo mucho
mayor al que est presente en la gran mayora de
las comunas del pas. As, el proyecto autoriza la
creacin de un mximo de 70 corporaciones los
primeros cinco aos despus de dictado el regla-mento que operacionaliza la ley. En este lapso son
los propios municipios los que solicitan la creacin
de las nuevas corporaciones. Luego de transcurri-do ese plazo dicho proceso es obligatorio. No es
claro si en esta ltima etapa el nmero definitivo de
corporaciones podra superar las 70, pero como la
autorizacin inicial est en manos de la autoridad
central cabe suponer que dicho nmero no superar
este guarismo. Es decir se busca que cada corpora-cin tengan un promedio de casi 25 mil estudiantes.
No es evidente cmo se resolver la situacin de
la propiedad de los establecimientos una vez que
se transforme en obligatoria el traspaso de los mis-mos a las corporaciones. Tendrn los municipios
que recibir una compensacin econmica al menos
por los terrenos? Qu pasar con el personal de
las DAEM? Podrn ser despedidos? Y si esa s,
cmo se producir la desvinculacin? Quin
financiar las indemnizaciones? Son aspectos que
no son centrales al proyecto, pero que no tienen
respuestas claras. Volviendo al argumento central, este no parece
tener mucho sustento emprico. Es una materia que
ha sido largamente debatida y sujeto de investiga-cin y no es evidente que del anlisis surja una con-clusin clara. Hay efectivamente algunas economas
de escala en la provisin de educacin que sugieren
un tamao ms grande de los distritos locales, pero
tambin hay deseconomas que pueden ms que
compensar tales economas. As, en una propuesta
reciente sobre educacin para Estados Unidos se concluye que distritos escolares ms pequeos
-
Puntos de Referenciawww.cepchile.cl 5
pueden ser ms eficientes3. La evidencia casustica
tampoco es muy alentadora. Considrese la situa-cin de Finlandia, tan admirada en Chile por sus
excelentes desempeos de pruebas internacionales
de aprendizaje y competencias de estudiantes. En
este pas son los municipios los que tienen a su
cargo los establecimientos estatales. Son un total
de 432, es decir casi 90 ms que en Chile. Adems
tienen una poblacin en edad escolar que es menos
de un cuarto de la nuestra. As, el tamao de la
poblacin escolar atendida por cada municipio es
muy inferior a la que se observa en Chile y ello no
parece afectar sus desempeos.
En nuestro pas como sugiere el Grfico 1 no
hay una relacin clara entre tamao de la matrcula
y rendimiento en el SIMCE. Para hacer este grfico
3 Vase Bendor, Bordoff y Furman, 2007, An Edu-cation Strategy to Promote Opportunity, Prosperity, and Growth, The Brookings Institution, febrero.
se consider el nmero de estudiantes de cuarto
bsico que rindi la prueba SIMCE en 2007 y que
ciertamente est correlacionado con la matrcula
promedio de 2007 en cada municipio y el desem-peo en el SIMCE de cuarto bsico. Para lograr un
grfico ms acotado el nmero de estudiantes se
presenta como el logaritmo natural de dicho nmero.
Se puede observar que el mejor ajuste entre am-bas variables es una lnea con una leve pendiente negativa, sugiriendo que mientras menor el tamao
mejor los desempeos. Se debe mencionar que se
obtiene el mismo resultado si se usa la matrcula
total del municipio. Esto sugiere, entonces, que no
hay relacin evidente entre ambas variables.
Es notorio, sin embargo, que para tamaos
similares hay una gran dispersin de desempeos
y que sta crece mientras menor es la matrcula de
las comunas. Esto no debe ser motivo de mayor
sorpresa porque si la matrcula es baja el desempe-
Grfico 1
Nmero de estudiantes por municipio y desempeo en el SIMCE de Lenguaje
Fuente: Elaboracin propia a partir de Base de Datos SIMCE 2007
150
170
190
210
230
250
270
290
310
2 3 4 5 6 7 8 9
LN(Alumnos SIMCE)
Pun
taje
SIM
CE
-
Puntos de Referencia www.cepchile.cl6
o de una comuna en el SIMCE queda muy marca-do por el resultado de uno o pocos establecimientos
educativos. Sumando y restando, la rearticulacin
de los establecimientos educativos en un nmero
menor de operadores que los actualmente exis-tentes no tiene una justificacin evidente. Es cierto
que en el caso de algunos municipios el nmero
puede ser demasiado bajo y quizs ah vale la pena
explorar asociaciones que resuelvan el problema,
pero la experiencia finlandesa con municipios muy
pequeos y de pocos alumnos tampoco parece
hacer urgente este cambio.
Sobre financiamiento y corporaciones de educacin pblica
Las corporaciones creadas con este proyecto
de ley recibirn 1,2 UTM al ao por alumno matricu-lado, esto representa, a los valores actuales del tipo de cambio y de la UTM, alrededor de 114 millones
de dlares. La corporacin tpica, si se siguen los
nmeros de ms arriba, recibir algo ms de 90
millones de pesos mensuales para financiarse de
manera independiente de la subvencin escolar. Por
supuesto, el monto crecer para las corporaciones
ms grandes y se reducir para las ms pequeas.
Estos dineros financiarn la estructura administrativa
y tcnico-pedaggica de estas nuevas instituciones. Hay que recordar que stas contarn con un direc-tor ejecutivo y al menos una unidad que se ocupar
de la gestin administrativo-financiera y otra que se
ocupar de la gestin tcnico-pedaggica. Es decir,
los nuevos recursos suponen que la subvencin
actual no es suficiente para financiar la estructura
administrativa de estas instituciones. Si ello es as,
se debilita el argumento de que una buena razn
para reestructurar la organizacin de la educacin estatal es que, dada el tamao de los municipios, no
se logra una escala adecuada. El aumento en el ta-mao medio y mnimo de las nuevas corporaciones
debera generar una reduccin en los costos medios
de proveer educacin que haran innecesario o al
menos discutible el financiamiento adicional que
este proyecto contempla. En cualquier circunstancia
no parecera apropiado un financiamiento por estu-diante que no est correlacionado con el tamao
de la corporacin.Ahora bien, si se estima que el monto actual
es insuficiente para financiar las competencias
pedaggicas necesarias en los establecimientos
estatales la realidad es que ese argumento se tras-ladara tambin a los establecimientos particulares
subvencionados y lo que correspondera es disear
una subvencin por estudiante distinta y evitar un financiamiento adicional para la educacin estatal a
travs de una va discriminatoria. La realidad actual
es que los municipios realizan un aporte adicional
que, medido por estudiante, difiere sustancialmente
entre municipios. El Cuadro 1, elaborado a partir del
SINIM, nos entrega una idea de esas diferencias.
Cabe hacer notar que el SINIM entrega el aporte
de cada municipio a la educacin y la matrcula
promedio durante el ao escolar. Para obtener el
aporte municipal por estudiante se divide el primero
de estos indicadores por el segundo. El cuadro se obtiene dividiendo los municipios en diez grupos
iguales despus de haberlos ordenado de menor
a mayor aporte por alumno. En l se presenta los
umbrales que dividen los diez grupos.
Cuadro 1
Aporte municipal anual por estudiante para el ao 2007
(Valor superior de cada decil)
Pesos anuales
D10 12.384D20 24.929D30 42.651D40 54.144D50 74.195
D60 96.458D70 122.293
D80 165.406D90 252.666
Fuente: Elaboracin propia a partir del SINIM.
-
Puntos de Referenciawww.cepchile.cl 7
Grfico 2
Aporte municipal por alumno y desempeo en el SIMCE de Lenguaje
Fuente: Elaboracin propia a partir del SINIM y Base de Datos SIMCE 2007.
Se ve que hay enormes diferencias en el aporte
municipal por estudiante. As, D90/D10 es 20 veces
y, adems, dicho aporte crece ms rpido a partir del
cuarto decil. El ltimo decil es especialmente disper-so. Por ejemplo, el Percentil 95 representa un valor
de casi 418 mil pesos. Las razones de estas diferen-cias en gasto no estn claras. Como sugiere el Grfi-co 2 el mayor gasto no parece traducirse en un mejor
desempeo. Ntese que como el logaritmo natural
de cero no est definido los municipios que realizan
un aporte de cero a la educacin no se incluyen en el grfico. Tambin se han excluido dos pequeos
municipios Laguna Blanca y Sierra Gorda cuyos
aportes por estudiante son particularmente elevados.
La exclusin de todos estos municipios no cambia
las conclusiones recin sealadas. Esta evidencia parece estar en lnea con una serie de investigacio-nes que apuntan a que no existe una relacin directa
entre gasto por estudiante y desempeo escolar. Un
ambiente institucional que no vincule esos aportes
directamente con el desempeo de los estudiantes
hace muy difcil que estos se traduzcan en un cam-bio sustancial en dicho desempeo. En Chile, por
diversas razones, ese entorno no existe y, por tanto, no extraan tanto estos resultados. Por supuesto, detrs del aporte municipal puede haber en muchos
casos una apuesta legtima a mejorar los desempe-os de los establecimientos de su dependencia que
no han rendido los frutos esperados o que an no
han madurado.
Con todo, los Grficos 3 y 4 sugieren que
las motivaciones detrs de estos mayores gastos
pueden ser de carcter estructural. Estos presentan
la relacin entre aporte municipal por estudiante y ruralidad y entre la primera de estas variables y
matrcula. Se observa una correlacin positiva y
negativa, respectivamente. La correlacin no es
especialmente fuerte entre ruralidad y aporte, del
orden de 30 por ciento, pero si lo es entre nmero
de alumnos y aporte, alcanzando 55 por ciento.
0
50
100
150
200
250
300
350
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
Ln (aporte municipal por alumno)
SIM
CE
leng
uaje
-
Puntos de Referencia www.cepchile.cl8
Grfico 3
Aporte municipal por alumno y ruralidad
Fuente: Elaboracin propia a partir del SINIM.
Grfico 4
Aporte municipal por alumno y matrcula promedio de la comuna
Fuente: Elaboracin propia a partir del SINIM y Base de Datos SIMCE 2007.
0
20
40
60
80
100
120
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9Ln (aporte municipal por alumno)
Rura
lidad
(%)
0
2
4
6
8
10
12
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
Ln(aporte municipal por alumno)
Ln(m
atr
cula
pro
med
io)
-
Puntos de Referenciawww.cepchile.cl 9
Esta situacin se podra resolver con un di-seo mejor de la subvencin que diera cuenta de
que mientras mayor es la ruralidad o menor es el
nmero de alumnos ms difcil es financiar la edu-cacin a travs del mecanismo de subvencin por
estudiante4. Por supuesto, esto en el entendido de que ese bajo nmero de alumnos es el resultado de
condiciones geogrficas particulares. De hecho, ello
se reconoce en la actualidad definindose montos
mnimos de transferencia a los establecimientos.
Pero ello puede ser insuficiente y posiblemente los
umbrales son mayores y deben ser reducidos de
manera gradual. Hay, entonces, algunos costos fijos
que sugieren economas de escala en educacin.
Pero, stas parecen estar ms bien a nivel de los
establecimientos educativos que a nivel agregado
y stas parecen agotarse rpidamente. Por cierto,
estos argumentos tambin seran vlidos para esta-blecimientos particulares subvencionados.
Hay que tener en cuenta, adems, que el
estatuto docente acarrea una serie de aumentos
salariales a los docentes que no tienen que ver
con su desempeo propiamente tal y que estn
muy imperfectamente relacionados con el valor de
la subvencin. As, por ejemplo, despus de dos
aos de permanencia en la profesin los salarios se
reajustan automticamente en un 6,76 por ciento y
luego cada dos aos por una proporcin adicional de 6,66 por ciento con un tope de 100 por ciento de la remuneracin bsica mnima nacional (RBMN).
Asimismo, tienen una asignacin por perfeccio-namiento que puede llegar hasta 40 por ciento de
dicha remuneracin y que, en la prctica, tambin
sube con la antigedad en el cargo. Ninguna de
estas asignaciones guarda relacin directa con el desempeo de los estudiantes. Hay incentivos
adicionales que se han incorporado con el paso del
tiempo que tambin elevan el costo de la planilla
pero sin estar ligado al desempeo. Entre estos se
4 Un interesante estudio sobre esta materia puede en-contrase en Gallego, Rodrguez y Sauma, 2007, Provisin de educacin en zonas rurales de Chile: Incentivos, costos y calidad, Informe Final, Universidad Catlica.
encuentra la unidad de mejoramiento profesional
(UMP) para aquellos docentes con 30 o ms horas
de contrato. Existe, adems, un monto complemen-tario para aquellos docentes con 12 aos y ms de
servicio que sube hasta los 30 aos de antigedad.
Es una asignacin recibida, al igual que las otras,
slo por los profesores de la educacin municipal.
sta se reajusta en la misma proporcin que los sa-larios de los funcionarios del sector pblico. Desde
2007 ha comenzado a pagarse la bonificacin de
reconocimiento profesional que reemplazar gra-dualmente a la UMP en 2010. sta se compone en
un 75 por ciento de un bono por contar con el ttulo
profesional de profesor y un 25 por ciento por men-cin. La evidencia comparada en este caso tampoco
asegura que este beneficio se traduzca en mejor
desempeo. Ahora bien estas asignaciones afectan
de distinta manera a los municipios dependiendo de
factores como la estructura de edades de sus pro-fesores y sus calificaciones profesionales, pero el
Grfico 5 que compara la distribucin de edades en
la educacin municipal y particular subvencionada
no deja de ser sintomtico.
Por cierto, entre los distintos municipios hay
estructuras de edades diversas que impactan los
costos. La subvencin educacional, que est defi-nida por estudiante, no reconoce este fenmeno y
por tanto puede introducir un desequilibrio entre los
Grfico 5
Distribucin de los docentes segn edad y dependencia
Fuente: Elaboracin propia a partir de Anuarios Estadsticos Mineduc.
0,0%
5,0%
10,0%
15,0%
20,0%
25,0%
M enosde 26
26a 30
31 a 35
36 a 40
41 a 45
46 a 50
51 a 55
56 a 60
61 a 65
ms de 65
Municipal PS
-
Puntos de Referencia www.cepchile.cl10
costos e ingresos de los municipios. Sin embargo,
desde el punto de vista de la poltica educativa y del inters pblico no es razonable validar esa situacin porque los desempeos no estn relacionados con
ese aumento de costos. Lo que corresponde es des-articular esos incentivos perversos y ms bien pre-miar el desempeo. Aqu hay una avenida que no
se ha explorado en nuestro pas, salvo tmidamente
a travs del sistema nacional de evaluacin del
desempeo (SNED), que es definir una subvencin
adicional para los establecimientos que se desem-pean claramente por encima de establecimientos
similares. El esquema vigente en la educacin mu-nicipal que premia antigedad, perfeccionamiento y
titulaciones, entre otros aspectos, no est en lnea
con los desafos educacionales que tiene el pas.
Tambin se observa que el nmero de alumnos
por docente difiere mucho entre municipios lo que
puede influir en el aporte que estos hacen a la edu-cacin. Hay de hecho, una correlacin levemente
negativa entre aporte municipal por estudiante y la
razn alumnos docentes de aula, sugiriendo que el
aporte es mayor mientras menor es la ltima razn.
Hay, entonces, ineficiencias encubiertas que tam-poco conviene sustentar a travs de transferencias
a las corporaciones. No es evidente cmo ello se
controlar una vez que, adems, de las subven-ciones se transfieran los recursos adicionales a
dichas corporaciones. Los nuevos dineros podran
emplearse en financiar ineficiencias que en nada
aportan a una educacin de calidad. Parece haber argumentos razonables para
reexaminar el valor de la subvencin en el caso de
que el municipio cuente con establecimientos con
pocos estudiantes por cierto siempre que ello sea
consecuencia de razones geogrficas que, por
razones de eficiencia, deben resolverse indepen-dientemente de si estos establecimientos terminan
en manos de las corporaciones o permanecen en
los municipios. El Grfico 6 que presenta la relacin
entre el ndice de vulnerabilidad escolar de cada establecimiento con su desempeo en el SIMCE
de cuarto bsico revela que hay una relacin ne-
gativa y significativa entre ambos, es decir que las
caractersticas socioeconmicas de los estudiantes
importan en el desempeo de las escuelas y cole-gios. Ntese que esa relacin es efectiva tanto para
establecimientos municipales como particulares
subvencionados. Este ndice es calculado por la JUNAEB y se utiliza en la asignacin de la alimen-tacin escolar. Posiblemente por ello el ndice est
sobrestimado y exagere la condicin de debilidad
socioeconmica de los estudiantes, pero como la
exageracin debe ser universal no hay razones para pensar que una correccin de la misma puede
cambiar el sentido de la interpretacin que sugieren
estos datos. Adems del hecho de que, en promedio, los
establecimientos educativos que atienden a una
mayor proporcin de nios vulnerables tienen
peores resultados, es posible observar que hay
una mayor concentracin de establecimientos
municipales atendiendo a nios en situaciones de
alta vulnerabilidad. Pero tambin que eso no sig-nifica que no existan establecimientos particulares
subvencionados atendiendo a esos nios. Eso es una indicacin adicional de que no es razonable
que el financiamiento discrimine entre estableci-mientos en funcin de la naturaleza jurdica de los
mismos. Igualmente interesante es comprobar que
establecimientos que atienden a nios similares
tienen desempeos muy distintos y que incluso en
establecimientos con una alta proporcin de nios
vulnerables pueden alcanzar altos puntajes en el
SIMCE. Esas son escuelas efectivas que estn pre-sentes tanto en el mundo municipal como particular
subvencionado. Lograr esa efectividad en la mayor
cantidad de establecimientos debera ser un obje-tivo de la poltica educativa, pero es difcil pensar
que ello se pueda lograr sin darle autonoma a los
establecimientos educativos exigindole a cambio
cuenta por sus resultados. Pero, en su estado actual el proyecto no va a lograr avanzar en esa direccin. El grfico tambin revela una vez ms que alcanzar
resultados ms igualitarios en educacin supone
compensar por sobre la subvencin normal a los es-
-
Puntos de Referenciawww.cepchile.cl 11
Grfico 6
Desempeo en el SIMCE 2007 de Lenguaje de cuarto bsico e ndice de Vulnerabilidad Escolar del esta-blecimiento
Establecimientos municipales
Fuente: Elaboracin propia a partir de Base de Datos JUNAEB y SIMCE 2007.
Establecimientos particulares subvencionados
Fuente: Elaboracin propia a partir de Base de Datos JUNAEB y SIMCE 2007.
150
170
190
210
230
250
270
290
310
330
0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1 1,1
ndice de Vulnerabilidad Escolar
Punt
aje
SIM
CE
Leng
uaje
150
170
190
210
230
250
270
290
310
330
0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1 1,1
ndice de Vulnerabilidad Escolar
Pun
taje
SIM
CE
Len
guaj
e
-
Puntos de Referencia www.cepchile.cl12
tablecimientos que atienden nios ms vulnerables.
La subvencin preferencial avanza en esa direccin
y debe evaluarse si son suficientes los recursos
para producir dicha compensacin. Estos recursos
deberan estar llegando, a juzgar por el Grfico 6,
en mayor proporcin a los establecimientos muni-cipales, brindndoles una oportunidad a muchos
de ellos para mejorar sus desempeos. Pero el
proyecto no quiere esperar a una evaluacin de
esta iniciativa sino que ya ha descubierto una nueva
razn para que los establecimientos estatales no
satisfagan los estndares de desempeo desea-dos, embarcando a dichos establecimientos en una
aventura de inciertos resultados.
Sobre descentralizacin y corporaciones de educacin pblica
Uno de los principales defectos del proyecto de
ley que aspira a fortalecer la educacin estatal es
precisamente que no reconoce los efectos del esta-tuto docente sobre los costos de los establecimien-tos municipales. Pero el actual marco institucional
no slo tiene esos defectos. Uno de los principales
problemas de la municipalizacin no es la descen-tralizacin de la educacin sino que se qued corta
en este proceso. No ha habido un empoderamien-to de los establecimientos educativos y en esas
condiciones estos no sienten ni pueden sentir la responsabilidad que les cabe en la mejora de la
calidad educativa. Una reforma que aspire a elevar
los desempeos de los establecimientos estatales
supone entregarle a ellos una mayor autonoma en
el desarrollo de su labor y al mismo tiempo hacerlo
responsables por sus resultados. En cambio, el
proyecto hace todo lo contrario. Privilegia el desa-rrollo de las capacidades tcnico pedaggicas en las corporaciones por sobre los establecimientos.
De hecho, como se desprende de la letra b) del ar-tculo 15 del proyecto radica en ellas las directrices
tcnico pedaggicas y administrativo financieras
que deben seguir los establecimientos de su de-pendencia. Son ellas, adems, las encargadas de
rendir cuentas respecto de la prestacin del servicio educativo (letra c) del mismo artculo). Slo en la
letra d) del artculo 15 se habla de fortalecer las
capacidades y autonoma tcnico-pedaggicas de
los establecimientos de su dependencia pero slo
como una consecuencia de la supervisin pedag-gica de la que son objeto. A buen entendedor pocas
palabras. Son las corporaciones las que gestionarn
los establecimientos estatales. Del empoderamiento
de estos establecimientos, de sus equipos directivos
y pedaggicos poco o nada. Hay detrs de esta concepcin el mismo ver-
ticalismo que ha imperado hasta ahora. No slo
son centralizadas las negociaciones salariales y las condiciones laborales de los docentes de estable-cimientos municipalizados dejando sin flexibilidad a
las autoridades locales y menos a los directivos de
los establecimientos estatales sino que tambin las
decisiones tcnico-pedaggicas siguen en manos
de la autoridad central o de su brazo local que son
las direcciones provinciales de educacin. Despus se reclama que los municipios o los establecimien-tos estatales no han desarrollado competencias en
estos mbitos. Entre los factores que explican el
xito de la educacin finlandesa no cabe duda que
se encuentra el hecho de que la descentralizacin
se ha entendido como el empoderamiento de los
equipos directivos y pedaggicos de los estableci-mientos estatales. No es casualidad, entonces, que
los cuestionamientos a muchos sistemas educativos
apunten a que estos no se han descentralizado
de manera suficiente, de modo de asegurar que
las mejoras vendrn desde los establecimientos
porque, por una parte, ello permite otorgarles ms
autonoma y, por otra, hacerlos ms responsables
por los resultados5.
5 Un ejercicio interesante en esta lnea en un pas que tiene un muy buen desempeo educativo es el reciente reporte del Australian Council for Educational Research elaborado en el contexto de un programa de la OCDE orientado a mejorar el liderazgo en los establecimientos educacionales. Vase http://www.acer.edu.au/documents/AER_53-TheLeadershipChallange.pdf
-
Puntos de Referenciawww.cepchile.cl 13
El enfoque verticalista de este proyecto se
refuerza con el papel que se le asigna al Servicio
Nacional de Educacin cuyo objeto principal es
prestar apoyo a los sostenedores pblicos y la ejecucin de las polticas, planes y programas de-finidos por el Ministerio para los sostenedores que
reciban subvencin o aportes del Estado, as como
tambin prestarles asesora tcnico pedaggica de
conformidad a la ley. As, tan ampliamente definido,
se presta para que el margen este servicio maneje
toda la educacin chilena. La enumeracin de sus
funciones y atribuciones, en particular los artculos
28 letras a) y c) y 29 letras b) y c) no son tranqui-lizadoras a este respecto. Nuevamente se comete
el error de querer mejorar la educacin desde
arriba. Ello se ha intentado en los ltimos aos a
travs de diversas iniciativas pero sin los resultados esperados. El estado central es un mal evaluador
de sus propios programas y tiende a contentarse
con la introduccin de los mismos haciendo caso
omiso de sus impactos. Por eso es tan importante
distinguir entre sus funciones y descentralizar ade-cuadamente la gestin. A mayor abundamiento y en
una confirmacin de verticalismo, el proyecto de ley
apunta a instalar en los consejos directivos de las
corporaciones de educacin pblica a representan-tes del Ministerio de Educacin. Ellos aunque son
minoritarios ciertamente que tendrn influencia en
la gestin, sobre todo teniendo en cuenta la presin que pueden ejercer estas personas para que las
corporaciones acten con grados importantes de
acuerdo con el Servicio Nacional de Educacin.
La solucin que plantea el acuerdo educa-cional entre el Gobierno y la Alianza, aun con sus
imperfecciones, apunta en una direccin distinta y
permite hacer una separacin ms precisa entre los
roles de los distintos niveles del estado. En efecto,
la agencia de calidad de la educacin opera a tra-vs de dos vas: la prueba SIMCE o su sucesora
y una visita inspectiva con personal calificado que
prepara un informe sobre la marcha del estableci-miento. El control principal se dirige al desempeo
de los estudiantes, pero el informe puede establecer
recomendaciones en todo lo referido a gestin del
establecimiento. No existe, sin embargo, obligacin
de acogerlas, aunque hay consecuencias para los
establecimientos que no cumplen los estndares
de desempeo de los alumnos propuestos por el
Ministerio de Educacin y ratificados por el Consejo
Nacional de Educacin que reemplaza al actual
Consejo Superior de Educacin. Ese informe es
pblico y ese hecho unido a la divulgacin de los resultados SIMCE invita a una reflexin al interior
de las comunidades educativas locales respecto de
cmo mejorar la educacin de los distintos estable-cimientos. Como se ve el foco est puesto en los
establecimientos. Pero, podra argumentarse que si
el establecimiento no tiene las capacidades difcil-mente va a lidiar con este informe y las reflexiones
que ellos generen. Pues bien, se contempla acceso
a apoyo de su eleccin que puede ser un servicio
especializado del Ministerio de Educacin pequeo
y enfocado en esta tarea (muy distinto del sobredi-mensionado Servicio Nacional que crea este pro-yecto) o un prestador independiente certificado por
un panel de expertos o una institucionalidad similar.
El enfoque, entonces, es mucho menos verticalista
estimando que los impulsos para una educacin de
calidad deben venir desde abajo y no desde el nivel
central. Este tiene que cumplir un papel evaluador,
orientador y de apoyo bien especificado.
Por cierto, no se acaban aqu las tareas del
estado central en educacin, pero los dems estn
en otros mbitos que no parece oportuno tratar
aqu. El proyecto en comento aspira a fortalecer a
la educacin estatal, pero se olvida completamente
de las escuelas y los liceos. Sus directores apa-recen apenas mencionados en su articulado: slo
para anunciar que los Directores Ejecutivos de las
Corporaciones podrn delegarles las funciones y
atribuciones que estimen conveniente y para in-dicarles que dicho director aprobar los proyectos
educativos que ellos elaboren. Construir nuevos
entramados institucionales sin reconocer que las
mejores posibilidades de mejorar la calidad de la
educacin estatal vienen desde los propios esta-
-
Puntos de Referencia www.cepchile.cl14
blecimientos antes que de instancias alejadas de
ellos es un error. La primera pregunta que debera
responder un proyecto de esta naturaleza es cmo
asegurar una transformacin que convierta a los
establecimientos estatales en escuelas efectivas.
Este proyecto est lejos de responderla y ms
bien postula que la inefectividad de las escuelas
obedece al pequeo tamao de las comunas y a
la ausencia de una organizacin que rena sufi-cientes competencias pedaggicas en la estructura
burocrtica del Estado. Creemos que la evidencia
disponible y la prctica comparada no validan estas
argumentaciones.
a modo de conclusin
No es evidente cmo el proyecto de ley de
educacin pblica puede contribuir a resolver los problemas de calidad de la educacin chilena y,
en particular, los de la educacin estatal. La des-centralizacin de la educacin chilena no se ha concretado de manera efectiva porque los esta-blecimientos educativos estatales en la prctica no
estn empoderados, careciendo de la autonoma y,
estando exentos, en la prctica, de la rendicin de
cuentas que es la contrapartida de la primera. En
estas circunstancias difcilmente pueden sentirse
responsables de los desempeos de sus estableci-mientos, instalndose, salvo excepciones valiosas,
una cultura que no pone demasiada atencin a los
aprendizajes de los estudiantes y que los respon-sabiliza a ellos o a sus situaciones familiares de
los pobres desempeos de los establecimientos.
El proyecto actual hace poco para remediar esta
situacin. Ms bien confa, sin mayor sustento,
que organizaciones ms grandes relacionadas
estrechamente con el nivel central a travs de una
coordinacin en el campo de los apoyos tcnico-
pedaggicos van a introducir los cambios que
requiere una educacin estatal de calidad, pero no
es claro porque los establecimientos educativos van
a responder a estos cambios institucionales de una
manera que sea productiva para el pas y que no
se traduzca en un gasto permanente adicional sin
mayores impactos.
Adems, ese gasto adicional de dudosa efec-tividad termina discriminando entre los distintos
proveedores de educacin y, por lo tanto, entre las familias que eligen entre ellos. Si los argumentos
sobre necesidad de financiar una estructura de ges-tin para los establecimientos estatales son vlidos
no se aprecia la razn de que este financiamiento
no se extienda a los establecimientos particulares
subvencionados. Si se estima que este se justifica
slo para un tamao mnimo de estudiantes, pues
habra que definir adecuadamente ese mnimo y
extender el financiamiento a aquellas fundaciones,
sociedades o asociaciones de establecimientos
que satisfagan ese mnimo. La demanda para ms
fondos para la educacin estatal sobre la base de
que esta reunira a estudiantes ms vulnerables es
algo que se resuelva a travs de un mejor diseo
de la subvencin. Como veamos ms arriba todo
indica que efectivamente los establecimientos muni-cipales atienden a nios que, en promedio, son ms
vulnerables desde el punto de vista social, pero una subvencin mejor diseada debera ser suficiente
para estos propsitos. De hecho, es esperable que
los establecimientos municipales estn recibiendo
una mayor proporcin de los recursos asignados a
la subvencin preferencial.
El mejor diseo de la subvencin tambin
supone reconocer aquellos casos en los cuales
la matrcula es insuficiente o muy dispersa para
lograr establecimientos suficientemente grandes
y distribuir sus costos fijos en un nmero sufi-ciente de estudiantes. Ntese que esto no guarda
relacin con la idea de aumentar el tamao de la
matrcula que depende de cada organizacin es-tatal. Estas tambin van a administrar, en algunos
casos, establecimientos de pocos alumnos y no es
apropiado que existan subsidios cruzados entre
establecimientos para resguardarse del dficit de
no tener una escala suficientemente grande a nivel
de establecimiento.
-
Puntos de Referenciawww.cepchile.cl 15
Por ltimo, se argumenta que habra estableci-mientos selectivos y no selectivos en el pas, siendo
los municipales principalmente de los segundos y
que eso les reservara el derecho de recibir recursos
adicionales pero, de nuevo, no es evidente la liga-zn a menos que se creyese que el desempeo de
los estudiantes en los establecimientos no selectivos
se viese perjudicado por la existencia de estableci-mientos selectivos. Aqu la literatura especializada
reciente tiene resultados que son ambiguos, es
decir que no es evidente que una recomposicin
del estudiantado en los diversos establecimientos
definitivamente pueda cambiar el desempeo agre-gado de los estudiantes. La evidencia que todava
dista de ser conclusiva pareciera apuntar a que no
cabe esperar demasiados efectos de cambios en la
composicin social del estudiantado aunque podra
haber efectos si se cambiase la composicin de
los estudiantes de acuerdo a sus habilidades. As,
por ejemplo, los estudiantes seran influidos muy
fuertemente por estudiantes similares a ellos y si en
un curso especfico se incorpora un estudiante de
altas (bajas) habilidades los efectos seran relativa-mente locales afectando slo el desempeo de los
estudiantes existentes de altas (bajas) habilidades.
No hay aqu, entonces, tampoco argumentos para,
desde el punto de vista de los desempeos edu-cativos, justificar un financiamiento especial para
los establecimientos estatales. Ahora bien, hay de
todas maneras otras buenas razones para aspirar
a establecimientos educativos ms inclusivos y lo
que corresponde es premiar esas prcticas pero
independientemente de la naturaleza de los esta-blecimientos. Para consolidar esta prctica se debe
velar, adems, que los establecimientos sean eva-luados por el valor que agregan a los estudiantes y
no slo por su desempeo absoluto.