patrick modiano y el parÍs de la ocupaciÓna_de... · así ocurre incluso con la última la hierba...
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«El tiempo es destructor como un bombardeo»
(entrevista a Modiano, La Vanguardia, 15-2-2009)
«Tengo miedo a descubrir que siempre he escrito lo mismo»
(entrevista a Modiano, El Cultural, 5-12-2014)
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Patrick Modiano nació en Boulogne-Billancourt un 30 de julio de 1945, casi un año
después de que París fuera liberada por los Aliados, en agosto de 1944. Su padre, Albert
Modiano, era un judío de origen italiano, hijo de un emigrado
de Salónica. Pese a ello, Patrick nunca se considerará judío,
sino el resultado de varias culturas que transciende la propia
Francia: «Soy producto de una mezcla extraña. Nunca me he
sentido estrictamente judío. Mi padre se halló metido en esta
categoría bruscamente, por la guerra»1.
Única foto conocida de Albert Modiano hacia 1930
De la vida del padre, lo poco que conocemos proviene de la
obra de Patrick, pues es una constante en su literatura recurrir al recuerdo para modelar
algunos de sus personajes o reflexionar en torno a la relación paterno-filial, en lo que
Dora Bruder, su obra menos ficcional, no será una excepción. Durante la Ocupación,
Albert Modiano pasó de ser un modesto empresario con ansias de prosperar a manejarse
en el mercado negro y los bajos fondos del hampa parisina para salir adelante. Fue
precisamente por esta época (noviembre de 1944) cuando conoce a
la que sería su esposa, la actriz belga Louisa Colpijn (o Colpeyn).
Fruto de la relación con ella llegarían dos hijos: Patrick y Rudy
(este último, nacido en 1947, moriría prematuramente a los diez
años).
Louisa Colpijn, madre de Patrick Modiano
Las continuas ausencias de los padres (él, por su desinterés por
la familia y ella debido a sus giras teatrales), hicieron que la infancia de Patrick
Modiano fuera difícil, solitaria y un tanto marginal. Todo ello se trasladará igualmente a
su literatura con personajes adultos frívolos, deshumanizados, fríos.
Durante sus estudios de bachillerato Patrick conoce al escritor Raymond Queneau,
amigo de la madre y su profesor de geometría, que le contagia su amor por la escritura.
Desde entonces Modiano, guiado por el ejemplo de Queneau, se consagra a ser escritor
renunciando a los estudios superiores. Además es un lector empedernido de novela
negra norteamericana, de la que adaptará el estilo entre misterioso y enigmático.
En 1968 publica El lugar de la estrella (La place de l’étoile) que remite a la Plaza de
la Estrella ―actual Plaza Charles de Gaulle―, con evocaciones a las ominosas estrellas
amarillas que distinguían a la población judía del resto. El libro fue premiado con el
1 Entrevista de Elianne Rosk, El Periódico, 24-09-2010.
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Roger Nimier y el Fénéon. Pero durante años Modiano será un autor muy poco
conocido fuera de Francia; Place de l’Étoile no se publicará hasta el 2004 en alemán, en
1989 al castellano y en inglés, sólo tras la concesión del Nobel.
En septiembre de 1970 el escritor se casa con Dominique Zerhfuss. El matrimonio
tendrá dos hijas, Zina y Marie, cineasta y cantautora respectivamente. En 1978 se le
concede el prestigioso Premio Goncourt por Calle de las tiendas oscuras, dedicado a su
padre, recientemente fallecido, y donde Modiano volvía a evocar, como en las novelas
anteriores, la época de la ocupación nazi en Francia.
De carácter reservado, algunos dirían que huraño, pero de imponente presencia física
―mide casi dos metros―, las apariciones del escritor en los medios de comunicación
son muy contadas. Tampoco le interesa relacionarse con otros escritores ni que le
asocien con la figura del intelectual comprometido. El autor francés no pretende
reivindicar nada, sino evocar el pasado. Modiano consagra su literatura al recuerdo de la
Ocupación, que considera la época más amarga de la historia contemporánea de Francia.
Otra cosa es que la evocación de ese pasado dé mucho que pensar: «Es muy triste, es
como si [los escritores] levantáramos una muralla, somos un poco autistas. Debe de
haber gente, no necesariamente en Francia, que trabaje en una línea parecida a la mía,
pero no los conozco y si les conociera no sabría qué decirles.»2
En 1974 colabora con Louis Malle en el guión de la película Lacombe Lucien, primera
que aborda el tema del colaboracionismo con los nazis en Francia y que provoca una
encendida polémica al señalar la culpabilidad de los franceses en el destino de los judíos
durante la Ocupación.
Un pedigrí, de 2004, su obra literaria más reconocida por la crítica, retoma sus temas
clásicos: el descubrimiento del padre ausente, el homenaje a la madre, escenas de claro
componente autobiográfico y personajes reales de la familia de Modiano.
En muchas de sus títulos aparece un personaje llamado Jean. Así ocurre incluso con la
última La hierba de las noches (2014). Modiano utiliza a este personaje como alter ego,
una voz propia que en forma de cicerone nos lleva a la acción, al recuerdo y la
descripción del resto de personajes y de la trama a través de la memoria. Así define el
escritor a su obsesivo protagonista tipo:
No recuerda nada de su vida anterior. Intenta encontrar briznas de su pasado. Lo raro es que
mis novelas son siempre eso, y no me doy cuenta más que cuando las he acabado: «Mira
2 Entrevista a Modiano, Xavi Ayén, La Vanguardia, 15-02-2009.
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―me digo―, has vuelto a hacer la misma cosa, qué curioso». Pero no me doy cuenta de
esos leitmotivs que vuelven una y otra vez3
.
Al igual que tantas obras del autor, Un pedigrí parece sacada de la propia vida de
Modiano, como una especie de autobiografía novelada:
Todo es real. Es una autobiografía un poco especial. Quería hablar de cosas que me
hicieron daño y que me resultaban extrañas. En otras autobiografías se habla de cosas
íntimas con las que uno está de acuerdo, con las que te reconoces. Yo, por el contrario,
quería liberarme de cosas que me hicieron daño. Quería desembarazarme de todo eso que
yo no elegí, que no me concernía del todo y que me hizo daño...4
En cualquier caso, no se entendería la literatura actual en lengua francesa sin Patrick
Modiano, un nombre que surge junto a los de otros grandes como Pierre Michon, Le
Clézio, Daniel Pennac, Michel Houellebecq, Roland Barthes o Pascal Quignard, cuando
se menciona cualquier selcción. El escritor representa una literatura comprometida, que
no militante, con la memoria y los hábitos de autores de otros tiempos: le gusta seguir
escribiendo a la mesa de cualquier café concurrido (para colmo, lo sigue haciendo a
pluma) y pasear por una ciudad que le trae recuerdos pero que ya no existe:
Cuando empiezo un libro, lo raro es que no sé bien adónde voy. Estoy igual que el lector,
no sé nada y la cosa se va definiendo poco a poco, a medida que uno avanza. Es como
conducir un coche sin ninguna visibilidad, no sabe uno si está al borde del barranco o en
una autopista. Eso es lo que da un toque incierto.
En diciembre de 2014 se le concede el Premio Nobel de Literatura en honor ―según
la Academia Sueca― a «su arte de la memoria con el que ha evocado los destinos
humanos más difíciles de retratar y desvelado el mundo de la Ocupación». En el
discurso de recepción, Modiano defendió la idea de que en la escritura de un autor no
tiene por qué aflorar su intimidad ni translucirse en su persona una oralidad apabullante.
Sin embargo, no le gusta hablar mucho de su literatura, pues es algo que le
desasosiega y hasta cree que puede llegar a afectarle en un plano personal:
Me doy cuenta de que hay cosas que vuelven de manera obsesiva. Es algo que me angustia
un poco. Seguro que un psicoanalista encontraría material que poder interpretar… Por lo
3 Ibid..
4 Entrevista de Antonio Jiménez Barca, El País, 16-05-2009.
6
que a mí respecta no quiero profundizar demasiado. Sería como despertar a un sonámbulo,
y no me apetece mucho5.
DORA BRUDER (1997)
Pregunta. - ¿Qué significa lo modianesco?
Modiano. - Que algo se repite, puede ser irónico y también un cumplido. Inconscientemente repito el
mismo libro.
(Entrevista de Elianne Ros)
Dora Bruder es una obra que va
germinando en el pensamiento de
Modiano desde que en 1988, buscando
material para la que sería su novela
Viaje de novios, se encontró un anuncio
en el periódico Paris-Soir del 31 de
diciembre de 1941; en él unos padres
piden información sobre su hija de 15
años, Dora Bruder, fugada de un
internado de monjas. El mismo nombre
que una chica deportada a Auschwitz en
septiembre de 1942, según el listado que
aparece en la obra de Serge Klarsfeld, Le
mémorial des enfants juifs déportés de
France (1995).
5 Entrevista a Maryline Heck, El Periódico, 24-09-2010
8
Pregunta.― ¿Cómo llegó a interesarse por Dora Bruder?
Patrick Modiano.― Consultando viejos periódicos en diciembre de 1988, di con el anuncio
de búsqueda de Dora Bruder en el Paris-Soir del 31 de diciembre de 1941. El anuncio me
impresionó vivamente. Me imaginé a esos padres que habían perdido el rastro de su hija en
el último día del año y me hice una idea de dónde vivían; conocía bien el barrio: el cine de
Ornano, 43, junto al 41 del boulevard Ornano y la estación de metro Simplon. Tuve una
corazonada. Consulté la lista de la deportación de los judíos de Francia que Serge Klarsfeld
publicó en 1978. El nombre de Dora Bruder aparecía en el listado del convoy número 34,
del 18 de septiembre de 1942, que partió de Drancy con dirección a Auschwitz. No hay
fecha ni lugar de nacimiento junto al nombre, como es habitual en los otros nombres
incluidos en la lista. El siguiente nombre era el de «Bruder, Ernest, 21/05/99. Viena.
Apátrida». Encontré el nombre de Bruder, Cecilia, en la lista del convoy del 11 de febrero
de 1943. Lo que me conmocionó fueron las dos desapariciones sucesivas de Dora Bruder:
la del anuncio del periódico y la última, nueve meses más tarde; y esos padres y esa hija
que van cayendo en la nada cada uno a su turno6.
El germen de Dora Bruder
Patrick Modiano estaba literalmente atormentado por
el vacío que se abría en la existencia de una joven de la
que sólo se conocía un anuncio, insertado en un
periódico por sus padres, y la fecha de nacimiento del
listado que el historiador Klarsfeld publica en su
Mémorial. Después de años de búsqueda, investigación
y escritura, encontró el sentido de seguir adelante con Dora Bruder en un doble desafío:
por un lado la incertidumbre en torno a un hecho, característica de toda su obra; por
otro, el recuerdo de su propia infancia: «Encontrar algo muy preciso, pero un solo
elemento, ya que todo está rodeado de una aureola de incertidumbre. También reflejaba
una opinión que tengo con respecto a mi infancia. Hay infancias que son lógicas,
comprensibles. La mía estaba fraccionada, compuesta por piezas dispersas que me
costaba unir»7.
Modiano aprovecharía parte del material recogido para Viaje de novios (Voyage de
noces, una novela publicada en 1990, que es la antesala de Dora Bruder), para esta
última, salvo que aquí todos los elementos son reales, nada novelísticos. El propio
escritor lo explicaba en la entrevista anterior: «Escribí esta novela [se refiere a Viaje de
6 Rencontre avec Patrick Modiano, à l’occasion de la parution de Dora Bruder (1986). En :
http://www.gallimard.fr/catalog/entretiens/01034347.htm (última consulta: 31/10/2016). 7 Entrevista Maryline Heck, op. cit.
9
novios] tratando de llenar el vacío que sentía cuando pensaba en Dora Bruder, de la que
no sabía nada. Pero la novela terminó y yo estaba en el mismo punto. Y sólo podría
terminar en un libro que no es una novela».
Los Bruder al completo
Viaje de novios se centra en los recuerdos de un
hombre ya maduro que viaja a Milán. En el hotel
donde se aloja, una mujer francesa se ha suicidado
y el viajero descubre que se trata de una anigua
conocida, perdida en los recuerdos del pasado.
Cuando vuelve a París decide buscar las huellas de aquella mujer, Ingrid, y de su marido
Rigaud, que huyeron a la Riviera francesa durante la guerra. La reconstrucción de la
vida de una persona desaparecida por parte del autor-narrador es similar a la de Dora
Bruder, sin que a Modiano le importe si es ficción o realidad. Léase el fragmento de
Viaje de novios en que el protagonista encuentra un recorte de periódico:
Encontré el viejo recorte de periódico que databa del invierno en que Ingrid conoció a
Rigaud… Era un suelto pequeñísimo, entre otros anuncios, demandas y ofertas de empleo,
la rúbrica de transacciones inmobiliarias y comerciales. «Desaparecida una joven, Ingrid
Teyrsen, dieciséis años, 1,60 m., rostro ovalado, ojos grises, trenca marrón, jersey azul
claro, falda y sombrero grises, zapatos de sport negros. Dirigirse a M. Teyrsen, 39 bis
boulevard Ornano, París»8.
El efecto en ambos libros es el mismo para Modiano. El autor no hace distinción entre
lo real y lo novelístico, algo que, para emplear sus mismas palabras, obedece a una
necesidad: la de dejar aflorar el recuerdo de un pasado, unas veces duro, otras feliz, y
siempre con la infamia de la Ocupación rodeando los destinos de los personajes, ya sean
inventados o reales.
Pregunta.― Dora Bruder fue un caso real, pero eso a usted le da igual.
Modiano.― Sí, no hago esa distinción, Dora Bruder ha existido, todo es real, pero lo
extraño es que, tras haber escrito su libro, no tuve la impresión de que me desviaba de mi
línea. No hay ninguna diferencia, finalmente, entre este libro y mis novelas9.
8 Patrick Modiano, Viaje de novios, Barcelona, Anagrama, 2015, pp. 142-143.
9 Entrevista de Xavi Ayén, op. cit.
10
ESTILO Y VOZ NARRATIVA DE DORA BRUDER
Amante de la literatura de Georges Perec, de la que extrae el recurso de aludir siempre
a algunos motivos continuados, incluso a ciertas cifras o palabras que se van repitiendo
a lo largo de sus obras, Modiano reconoce que el libro Las cosas (1965) de Perec fue un
auténtico descubrimiento para él.
Como en la mayoría de sus libros, Modiano recurre a la voz narrativa de la primera
persona, lo que confiere un fuerte acento autobiográfico y personal a lo relatado, que
alterna ―con el laconismo y la sobriedad característicos del autor― el presente de la
actualidad del narrador con el pretérito perfecto de lo evocado. El narrador viaja
constantemente entre uno y otro, desde el ahora de 1997 y el recuerdo de su juventud en
1965, hasta lo poco que queda del recuerdo de Dora Bruder en 1941-1942. Los tres
viajes se hallan unidos tanto por el narrador ―protagonista en ocasiones de la
narración―, como por los lugares que se describen y finalmente por los recuerdos
comunes (unos padres perseguidos durante la Ocupación) a Modiano y Dora Bruder, lo
que legitima al primero a intentar reconstruir, en un
ejercicio de empatía, las vivencias de la joven
desaparecida.
Calle Ornano, 41, la casa de los Bruder en la actualidad
El estilo es pausado, casi sintético, una instantánea
movida donde el narrador fuera el fotógrafo y Dora
Bruder quien cruza fugazmente delante de la cámara, antes de volver a perderse fuera
del encuadre. Pese a los presentimientos, que llevan a Modiano a intuir cómo pudieron
ocurrir las cosas, los únicos datos fiables son en realidad una partida de nacimiento, un
nombre en un registro policial, la mala memoria de algunos testigos y otro nombre en la
lista de un tren de deportados a Auschwitz. A ello se reducen las escasas fuentes
documentales disponibles y en eso queda toda una vida humana truncada a los quince o
dieciséis años. De ahí que el narrador se muestre en todo momento cauto, pero honrado
con el lector: no hay más, pese a todo el esfuerzo de reconstrucción.
Para apoyar la narración el escritor utiliza las citas de otras obras que nos ayudan a
situarnos en el París que le tocó vivir a Dora y en la locura instalada entre los hombres:
escritores prometedores que fueron asesinados, cartas enviadas al prefecto de la policía
para asuntos judíos implorando con patetismo la libertad de las víctimas, unas últimas
11
misivas de un judío deportado que ya intuye su destino o una imagen del escritor y su
padre, sentados juntos en un coche celular.
Las obras de Modiano son, a su entender, impactos en la memoria y moral del lector,
llamadas de atención sobre tal o cual personaje, real o ficticio, que podría haber
deambulado por las calles de ahora mismo, pero cuyas huellas se han perdido
irremediablemente en el tiempo:
He puesto el mismo nombre a personajes de diversas novelas, sin darme cuenta. A veces
deslizo los de algunas personas con la esperanza infantil de que se manifiesten, gente de las
que me gustaría saber qué ha sido. Como una forma de lanzar una llamada10
.
En junio de 2015, Modiano es invitado a inaugurar un nuevo paseo en París, en el barrio donde vivió la
protagonista: paseo de Dora Bruder. Literatura, historia y memoria reconocidas en un solo acto.
«Dora Bruder se convirtió en un símbolo. Es la primera vez que un adolescente anónimo se registra para
siempre en la geografía parisina. Hoy estamos reunidos en este callejón que lleva su nombre, no puedo evitar
pensar que Dora era sólo una niña del distrito XVIII, una niña de Montmartre», declara el escritor.
10
Entrevista de Maryline Heck, op. cit.
12
TEMAS
1. El París de Modiano, el París de la Ocupación.
El París en el que he intentado encontrar su pista se ha quedado tan
desierto y silencioso como aquel día. Transito a través de calles
vacías. Para mí lo están, incluso al llegar la tarde, a la hora de los
embotellamientos.
(Patrick Modiano, Dora Bruder)
Modiano recrea en su obra un París que fue el de su primera niñez, el de la reciente
ocupación nazi. Lo sigue reconociendo y vive en él a pesar de que los años han hecho
mella en la fisonomía de la ciudad. Se trata de un París de grandes pero oscuros
bulevares, de tétricas callejuelas, repletas, sin embargo, de garitos bulliciosos. Una
ciudad donde la presencia
de los judíos se hacía notar
a cada paso, ya fuesen
judíos franceses o
emigrados desde Alemania
o la Europa oriental.
Con una población de
más de 200.000 judíos,
muchos de ellos
provenientes del resto de
Europa huidos de la
expansión nazi, el París de 1939 era una de las ciudades europeas consideradas más
seguras para esos miles de prófugos. Pocos podían imaginar que estaban a punto de caer
en las garras del nazismo.
En mayo de 1940 Alemania invade Francia y en junio se firma el armisticio que sella
la fulminante derrota francesa. Ese mismo mes, Hitler visitaba París como símbolo de
su triunfo. Ya por entonces cerca de 30.000 judíos habían abandonado apresuradamente
la capital rumbo al sur. Ante las primeras medidas antijudías, se crean numerosas
organizaciones de resistencia o asistencia como Solidarité o el Comité Amelot de
asistencia social.
13
Coordinados por el «experto en asuntos judíos» afincado en París, el capitán de las SS
Theodor Dannecker, tanto la Francia ocupada como la supuesta Francia libre bajo el
gobierno de Vichy del mariscal Pétain, comienzan a dictar medidas de persecución
antisemita. En enero de 1941 sólo se permite una organización judía, el Comité
Coordinador de Asociaciones Judías de Beneficiencia, controlada prácticamente en su
cúspide por miembros de la
Gestapo. En Vichy, su
homóloga bajo la vigilancia
del régimen será la Unión
General de Israelitas de
Francia (UGIF).
Redada de judíos en el París ocupado
En mayo de 1941 se lleva a
cabo el primer arresto masivo
de judíos en París: 3.700
hombres enviados a campos de trabajo franceses. Nace el tristemente famoso campo de
concentración de Drancy, en un suburbio al noreste de la ciudad.
En octubre de 1941 arden las sinagogas parisinas y se prohíbe a los judíos tener
aparatos de radio y teléfonos. Las acciones de la Resistencia francesa contra los
invasores hacen que la represión contra la población judía se dispare en forma de
redadas y multas desorbitadas a la comunidad hebrea (en diciembre de 1941 ascienden a
mil millones de francos).
A finales de 1941 se prohíbe a los judíos abandonar París o cambiar de domicilio;
tampoco se les permite salir de sus hogares durante la noche. Es la época en que Dora
Bruder se fuga del internado y es buscada por sus padres.
En marzo de 1942 comienzan las primeras deportaciones desde los campos de
internamiento franceses al Este. En ese mismo mes detienen por primera vez a Ernst
Bruder, padre de Dora. En junio, todos los judíos mayores de seis años están obligados
a portar la estrella amarilla, marcada con la palabra Juif, en sus ropas.
En julio, Adolf Eichmann, encargado de los asuntos judíos de Europa del Estado nazi,
visita París y el día 16 tiene lugar una gran redada de 12.000 judíos extranjeros, a los
que se concentra en el Velódromo de Invierno. Hombres, mujeres, niños y ancianos
14
permanecen hacinados durante días, sin apenas agua ni comida, antes de ser trasladados
a Drancy y, posteriormente, rumbo a Auschwitz.
A comienzos de 1943 ya solo quedan 60.000 judíos identificados en París. Otros
30.000 han sido deportados a Auschwitz y 15.000 más se han ocultado o han huido al
sur, donde el gobierno de Vichy también los persigue. Los transportes al Este deben
continuar y se incluye a internados en orfanatos infantiles y asilos de ancianos; también
es vaciado el hospital judío. Al inicio de 1944, los hijos de matrimonios mixtos son
igualmente llevados a Auschwitz. Quedan menos de 15.000 judíos en París. Las
deportaciones se mantendrán hasta días antes de caer la capital en manos de los Aliados,
el 25 de agosto de 1944.
En Dora Bruder el París de 1941 es el frecuentado por Modiano, el mismo en que
vivió desde niño, pero ya no existe salvo en su mente y su pluma. «El París donde viví y
que recorro sin parar en mis libros ya no existe. Escribo para volver a recuperarlo»,
declara el propio autor11
. La vivencia en la lectura de Modiano es palpable porque
conoce los lugares, las casas y los locales que fueron el escenario de la corta vida de
Dora Bruder. Se trata de una ciudad real:
Pregunta.— Reencontramos a París como personaje.
Modiano.— También es un París onírico que, aunque basado en lo real, con calles precisas,
está totalmente interiorizado, a partir de mis recuerdos de adolescente. Un París que ya no
existe. Ojo, no es nostálgico, sino soñado, totalmente interior12
.
2. Antisemitismo: la infamia en Francia. Francia, cuna del Estado democrático y de
los derechos del ciudadano, es también uno de los países donde nace el antisemitismo
moderno, distinto al antijudaísmo clásico anterior.
Los judíos habían ido asimilándose durante los siglos XVIII y XIX, gracias sobre todo
al impulso integrador de Napoleón. A pesar de casos como el sonado juicio a Alfred
Dreyfus, oficial judío falsamente acusado de traición en 1890, el proceso de
asimilación, gracias sobre todo a los matrimonios mixtos, no había dejado de crecer a lo
largo del XIX. Tampoco el antisemitismo dejó de hacerlo en paralelo y precisamente el
caso Dreyfus sirvió para demostrar hasta qué punto se habían desarrollado los prejuicios
antijudíos en la sociedad francesa.
11
Béatrice Commengé, Le Paris de Modiano, Paris, Éditions Alexandrines, 2015, p. 11 (traducción
propia). 12
Entrevista Xavi Ayén, op. cit.
15
El antijudaísmo tradicional, que hundía sus raíces en el catolicismo y también en el
protestantismo, se verá reemplazado por una versión más moderna, surgida a finales del
siglo XIX. Se publican populares libelos en Francia, Rusia y Alemania, el más famoso
de los cuales será Los protocolos de los sabios de Sion (1901), que diseminan los
remozados prejuicios de siempre. Gracias a modernas teorías como el darwinismo social
o la genética, se reactualizan los viejos y contradictorios tópicos: los judíos resultan
reconocibles a primera vista como raza, pero al mismo tiempo poseen como nadie la
habilidad de camuflarse; son capitalistas despiadados y ganan dinero a costa de los
trabajadores, pero también su contrario: son socialistas que alientan la llegada del
bolchevismo a toda Europa; representan la modernidad frente al pasado, tanto como la
pervivencia de las costumbres más bárbaras y atávicas; se les relaciona con los últimos
avances ―los automóviles, el cine, el arte abstracto…―, no menos que con el caftán
del ropavejero; se les identifica con las teorías más revolucionarias (Freud y Marx, por
ejemplo, dignos herederos del ateo Spinoza), pero también con el gran Sanedrín de
rabinos, que, según Los protocolos…, prepara la conspiración para apoderarse del
mundo. Al ser un pueblo errante y cosmopolita, se les supone inmunes al amor a la
patria y, como demuestra el caso Dreyfus, proclives a traicionarla. Si por un lado
abunda entre ellos la actividad intelectual, por otro son incapaces de actividad
productiva alguna (evolución del cliché de la holgazanería judía). Se les presenta
sosteniendo un libro o un instrumento musical, pero nunca una herramienta de trabajo.
La música se considera un área especialmente infectada por su influencia; en
consecuencia, una de las primeras medidas de los judeófobos será sanearla de su
contagio: los nazis «depurarán» la música clásica de grandes compositores de origen
judío, mientras que prohibirán el jazz por considerarlo música «degenerada».
Será precisamente un francés, el conde Joseph Arthur de Gobineau (1816-1882), uno
de los fundadores del moderno racismo y el creador del concepto de raza como
determinante en la antropología. Gobineau situó la lucha racial como el verdadero
motor de la historia, cuyo resultado inevitable era la prevalencia de unas razas sobre
otras, consideradas inferiores. Sus ideas calaron más en Alemania, pero también
tuvieron eco en Francia.
En 1889 y bajo el patrocinio del periodista Édouard Drumont, se funda en París la
Liga Antisemita de Francia, una agrupación dirigida no sólo contra los judíos sino
también contra los masones. Su delegado general era Jacques de Biez y Jules Guérin,
16
nacido en Madrid mientras su padre construía la primera fábrica de gas de la capital, fue
uno de los miembros más activos.
La Francia judía de Drumont conoció un notable éxito y, a su estela, apareció un
sinfín de panfletos en forma de periódicos y revistas antisemitas: La Libre parole
(dirigido por Édouard Drumont), L'Antijuif (de Jules Guérin), La Cocarde (Maurice
Barrès), L'Intransigeant (Henri Rochefort) y el diario católico La Croix.
Junto a su actividad propagandística, la liga organizaba manifestaciones antisemitas,
distribuía propaganda en periodos electorales y provocaba algunas algaradas. Estuvo
también muy implicada en la lucha contra Dreyfus.
Tras la Gran Guerra, un gran número de judíos del Este europeo emigró a Francia,
hasta llegar a constituir el 50% del total de 350.000 que había al comienzo de la
invasión nazi. En su mayor parte carecían de nacionalidad francesa. Dos tercios del
total, cerca de 200.000 personas, vivían en París. En el período de entreguerras nacen
asociaciones culturales y sociales judías, también los llamados Consistoires, que
organizaban algunas comunidades. Asimismo se editan periódicos y revistas en yiddish.
A finales de los años treinta se empieza a restringir el enorme flujo de refugiados que
llegan de la Europa oriental y central huyendo de la persecución nazi. Con el aumento
de judíos refugiados, que contemplan su patria de acogida como el fin de la
incertidumbre, el antisemitismo se dispara en Francia, alentado por partidos como
Action Française. Así describía Joseph Roth el desconocimiento de los judíos que
llegaban desde el Este:
En su tierra natal, el judío oriental lo ignora todo acerca de la injusticia social de
Occidente; acerca de los prejuicios que imperan sobre los modos de ser, los actos, las
costumbres y la concepción del mundo del europeo occidental medio; acerca de la
estrechez del horizonte occidental, rodeado de instalaciones energéticas y erizado de
chimeneas fabriles; acerca del odio, tan grande ya que se lo cuida y mantiene como un
medio de preservar la existencia (pero de matar la vida)13
.
Fueron, sin embargo, judíos franceses los primeros en establecer un centro de
documentación sobre el Holocausto y en 1950 se erige en París uno de los primeros
monumentos recordatorios de la infamia. Con todo, no ha sido sino hasta el siglo XXI
cuando la sociedad francesa comenzó a salir de la ignorancia, cuando no rechazo, de la
propia responsabilidad en el Holocausto. Hasta entonces, por ejemplo, muchos
13
Joseph Roth, Judíos errantes, Barcelona, Acantilado, 2008, p. 25.
17
descendientes de judíos deportados tuvieron que litigar en los tribunales para recuperar
propiedades e incluso niños robados.
El supuesto cómico Dieudonné, famoso por sus comentarios
antisemitas y por la invención de la quenelle, un remedo de saludo
nazi, arrastra diversas condenas y prohibiciones de espectáculos por
sus posiciones parafascistas
En la actualidad, el antisemitismo no sólo no deja de
aumentar en el país galo, sino que los ataques contra
judíos y propiedades judías se han incrementado
exponencialmente, llegando al caso extremo de los
asesinatos de cuatro niños y un profesor de un colegio
judío en Toulouse (2012), la matanza en un supermercado kosher de París, que costó la
vida a cuatro personas (2015) o las frecuentes palizas y menosprecios a personas de
aspecto judío. Según algunos medios, en el año 2014 un 70% de los cerca de medio
millón de judíos franceses consideraron la posibilidad de emigrar a Israel u otros países
por miedo a las agresiones antisemitas.
3. Modiano y el pasado. Uno de los primeros escritores franceses en ocuparse de la
narrativa del pasado durante la Ocupación fue Patrick Modiano. A finales de los años 60
y durante los 70, la historia oficial en Francia afirmaba que, durante el nazismo y la
ocupación alemana, muchos franceses habían resistido al opresor y sus políticas. Ya en
su momento sorprendió la facilidad con que Francia claudicó ante el Ejército nazi y se
sabe que había un caldo de cultivo muy importante de simpatías hacia el nazismo.
Chaves Nogales, en su elocuente La agonía de Francia14
, fue publicando artículos
donde no dejaba de mostrar su incomodidad y sorpresa por la fácil derrota francesa a
manos de los nazis.
Modiano abordará sin hacer ruido el tema del colaboracionismo francés con las
medidas nazis durante la Ocupación; para él la resistencia no será más que un mito, una
imagen oficial vendida por la historiografía posterior a la guerra, que no quiso depurar
todas las responsabilidades pendientes. En ese sentido, el autor francés es un precursor a
la hora de valorar el pasado: «Es terrible ver cómo todo se pierde: incluso si usted
14
Manuel Chaves Nogales, La agonía de Francia, Barcelona, Libros del Asteroide, 2010.
18
pregunta a alguien sobre su propia vida, él mismo habrá olvidado muchas cosas o
deformará otras inconscientemente, hay una incertidumbre total»15
.
El pasado es también París…
Pregunta. — ¿Por qué las direcciones y los números de los portales son tan precisos?
Modiano. — El París de mis novelas, más que un París de hace décadas, es un París interior,
casi onírico, que nace de las cosas que me impresionaron cuando yo era un adolescente. Y
para que ese lado onírico se desarrolle, es preciso que las direcciones sean exactas. Puede
que el edificio que se describe sea banal, no importante, pero sí que su ubicación en la
novela sea perfecta. Es como un cuadro de Magritte: los objetos, aunque de carácter
onírico, están dibujados de forma muy nítida16
.
Una joven Dora Bruder (derecha), junto con su abuela y su madre
Y su infancia, siempre su infancia…
Pregunta. — Se ha dicho que en su infancia está la clave de toda su obra.
Modiano. — Puede ser. Pero no es por una especie de nostalgia de la infancia. Es
más por las cosas que yo he observado y que me impresionaron durante aquel tiempo.
Hay una clase de atención especial, que hace que las cosas te impresionen
fuertemente cuando eres un niño. Además, ese periodo para mí es triste.
La memoria persigue a Modiano casi todos sus libros, es una obsesión que se
hace constante que se hace constante porque nadie responde de lo sucedido, pero
también porque son pocos los que se ocupan en mantener viva la llama del
recuerdo. Se tiende a borrar lo que no se quiere.
Pregunta. — La memoria puede ser engañosa...
Modiano. — ...Y turbadora. Hay recuerdos que ocultan a otros. A veces te das cuenta de
que has sido testigo de un fragmento de la vida de alguien que quisiera suprimir esa parte
de su existencia. A medida que pasa el tiempo ves que hay muchos caminos en la vida que
no has cogido, ¿es espantoso, no?17
Si en Un pedigrí Modiano escribe sobre una mujer que bien podría ser su madre, o
consigna apuntes biográficos sobre ella, quizás sea en los tres libros donde aborda el
tema de la Ocupación (El lugar de la estrella, La ronda nocturna y Los bulevares
15
Entrevista de Xavi Ayén, op. cit. 16
Entrevista de Antonio Jiménez Barca, op. cit. 17
Entevista de Elianne Ros, op. cit.
19
periféricos, también titulada Los paseos de circunvalación18
), donde el escritor
desarrolla más extensamente sus recuerdos y obsesiones, en especial a través de la
figura del controvertido padre y de ciertos personajes que son su remedo, como el del
judío obligado a buscarse la vida en los bajos fondos del París ocupado, con la espada
de la deportación pendiente de su cabeza. Se trata de obras claves como pocas para
entender la escritura de Modiano.
A la manera de un mito personal, una y otra vez evocado, en Dora Bruder Modiano
vuelve a relatar el incidente real que tuvo lugar cuando su padre, siendo Patrick ya
adolescente, le denunció por acudir a su casa y pedirle dinero tanto para él como para su
madre, prácticamente sin recursos. Al escándalo le sigue el furgón policial y la
comisaría. Modiano lo compara con el furgón policial en el que veinte años antes pudo
ser transportada Dora Bruder camino de Tourelles, Drancy y la deportación. La escena
de repudio queda grabada en la mente del escritor y volveremos a encontrarla en Los
bulevares periféricos transformada en el intento del padre de empujar al hijo a las vías
del metro. ¿Fue así como sintió Modiano la actitud de su padre?
Subimos al coche celular estacionado en la avenida Jorge V. El público sentado en la
terraza del Fouquet´s está disfrutando de aquella hermosa puesta de sol estival. Estamos
sentados el uno al lado del otro. Mi padre permanece con la cabeza gacha. Los dos
guardias, sentados frente a nosotros, guardan silencio19
.
4. Las otras Dora Bruder. Para Modiano, el impulso de su escritura se fundamenta en
una ausencia constatada, en algunos casos real como Dora Bruder y en otros imaginaria;
a partir de ahí comienza a desarrollarse la trama: «El impulso de escribir para mí
consiste siempre en partir de una desaparición y en construir una búsqueda. Al principio
lo que me atrajo de Dora Bruder fue un aviso de búsqueda»20
.
Las historias de tantas mujeres, hombres y niños que fueron asesinados en pocos años
por la barbarie nazi se perdieron con la destrucción de pruebas por parte de los verdugos
y colaboracionistas, en su intento por borrar cualquier huella de su paso por la tierra, a
lo que hay que sumar el olvido al que la sociedad sometió a supervivientes y víctimas
en los años posteriores de la infamia.
18
Editadas como obra única por la editorial, no por el autor: Patrick Modiano, Trilogía de la ocupación,
Barcelona, Anagrama, 2012. 19
Patrick Modiano, Los bulevares periféricos, Madrid, Alfaguara, 1985, p. 90. 20
Entrevista de Maryline Heck, El Cultural 5-12-2014
20
Desde los años setenta surge en Francia un movimiento para rescatar del olvido a las
víctimas: Charlotte Delbo, Elie Wiesel, Serge Klarsfeld, David Rousset, Robert
Antelme, Claude Lanzmann o el propio Modiano empiezan a poner nombres y apellidos
a esas víctimas, a hacerlas visibles como recuerdo, homenaje y aviso a las generaciones
posteriores; ¿qué hubiera sido de Europa en general, y de Francia en particular, con el
trabajo y el genio de algunas de esas víctimas? ¿Cuántos médicos, artistas, ingenieros,
literatos, periodistas perdió la sociedad?
Se recuperan también documentos, diarios y cartas que, como las de ese Robert
Tartakovsky al final de Dora Bruder, nos siguen emocionando por su entereza ante el
trágico destino que se vislumbra, pero también por su esperanza de que es algo pasajero
y todo cambiará.
Hélène Berr, asesinada en Bergen-Belsen en 1945
Se rescatan diarios como el de Hélène Berr, una joven judía
francesa acomodada que será finalmente asesinada en Bergen-
Belsen en 1945, días antes de ser liberado el campo. Hélène Berr
era una chica sensible, estudiosa y de una calidad a la hora de
escribir que anunciaba un prometedor futuro. Las últimas palabras
escritas en su diario son «¡Horror!, ¡Horror! ¡Horror!»…
Los diarios, epístolas y memorias, en especial las pertenecientes a las víctimas, son
lecturas predilectas de Modiano. Él mismo será quien escriba el prólogo a la edición del
diario de Berr, que publicó en 2008 en francés la editorial Tallandier21
. Con su peculiar
estilo directo, parco en palabras aunque no en imágenes, muy parecido a la narración de
Dora Bruder, Modiano nos aclara las diferentes situaciones por las que atravesó la
joven Berr desde abril de 1942 hasta el 8 de marzo de 1944, día de su detención. Como
en Dora Bruder, el autor transita por las mismos espacios de Hélène:
Una tarde quise recorrer estas mismas calles para comprender lo que podría haber sido la
soledad de Hélène Berr… Sin duda había tardes en 1942 en que la guerra y la ocupación
parecían lejanas e irreales en estas calles. Salvo a una joven llamada Hélène Berr, que sabía
que se hallaba en lo más profundo de la desdicha y la barbarie: pero era imposible decírselo
a los transeúntes amables e indiferentes. En el umbral de este libro, ahora hay que callarse,
escuchar la voz de Hélène y caminar a su lado. Una voz y una presencia que nos
acompañarán toda la vida.
21
Existe traducción española: Hélène Berr, Diario: 1942-1944, Barcelona, Anagrama, 2009.
21
MODIANO Y KLARSFELD
Dora Bruder debe su existencia a la curiosidad de Modiano, pero también al impacto
que supuso para él la lectura del Mémorial del historiador Serge Klarsfeld. En una
entrevista reciente declaró:
El Mémorial con todos esos nombres, esas listas de víctimas francesas del nazismo, daba a
la Shoá una dimensión inédita. Fue una forma de tomar conciencia. Esas listas tenían algo
de definitivo. Y lo que supuso una conmoción fue que el Mémorial coincidía precisamente
con algunos de los temas que llevaba dentro de mí desde hace tiempo, unos motivos
recurrentes en mis libros, como la desaparición, el tema del anonimato… Porque en ese
Mémorial solo hay nombres y fechas de nacimiento. Eso coincidía con asuntos que
siempre me han atormentado: una precisión muy puntual, rodeada por un inmenso vacío.
El Mémorial coincidía con uno de los motivos esenciales por los que escribo: encontrar
algo muy preciso, pero un solo elemento, ya que todo el resto está rodeado de una aureola
de incertidumbre.22
No se trataba de un simple interés historicista; en Dora Bruder Modiano vio un alter
ego, con numerosas similitudes con su propia infancia desarraigada. En un artículo de
1994 para el diario Libération, titulado «Con Klarsfeld, contra el olvido», Modiano
exponía algunos de los motivos que le llevarían a publicar Dora Bruder tres años más
tarde:
Sentí admiración por Serge Klarsfeld y su mujer Beate, que luchaban desde hace más de
diez años contra el olvido. Me consideré en deuda con este hombre por habernos causado, a
mí y a muchos otros, una de las mayores conmociones de mi vida. […]Tras la aparición del
memorial de Serge Klarsfeld, me sentí como si fuera otro. Averigüé entonces de qué clase
era el malestar que experimentaba.
Y, de pronto, dudé de la literatura. Puesto que su principal motor es con frecuencia la
memoria, me parecía que el único libro necesario que había que escribir era este memorial,
tal como Serge Klarsfeld lo había hecho.
22
Entrevista de Maryline Heck, El Cultural, 5-12-2014
22
Por entonces se inicia una afectuosa correspondencia entre ambos, que duraría hasta la
publicación de Dora… Modiano reitera una y otra vez su deuda de gratitud con la
impresionante labor de recuperación de Klarsfeld;
en tanto éste le proporciona todo lo que logra
averiguar de la Bruder: fotos y algunos datos, como
las fichas policiales de la familia Bruder. Modiano
llega a escribirle: «Para mí, este libro donde usted
ha reunido todos esos destinos rotos, y donde ha
prestado testimonio de toda esa inocencia saqueada,
es el más importante de mi vida».
Los niños judíos de Izieu, cerca de Lyon: 44 niños y 7 adultos fueron enviados a Auschwitz en febrero de 1944
Y, de repente, la decepción: el libro se publica y Klarsfeld comprueba dolido que su
nombre no se menciona en ningún lado, ni siquiera en una mera nota de agradecimiento.
En carta a Modiano, Klarsfeld, aun reconociendo la valía de la obra, no puede evitar
manifestarle su desconcierto:
Permítame decirle que la investigación, tal como usted la relata, tiene más de novela que
de realidad, dado que usted me borra de ella y, sin embargo, Dios sabe cuánto he trabajado
para descubrir y reunir informaciones sobre Dora y luego comunicárselas. No sé si esta
desaparición [...] es significativa de una excesiva presencia mía en esta investigación o si
se trata de un procedimiento literario para permitir al autor aparecer como el único
demiurgo. […] Quizás se ha encariñado usted de Dora y de su sombra, y como la hemos
buscado juntos, usted quería guardarla para usted solo, al tiempo que se la hacía amar al
público en general.23
A la vista de la tensa relación epistolar con Klarsfeld, entendemos mejor el esfuerzo
de Modiano, pues tampoco hay que olvidar que, a pesar de que Dora Bruder pueda
parecer un libro breve, de fácil escritura, exigió una larga y dolorosa gestación de casi
una década de averiguaciones e incertidumbres; desde el lejano descubrimiento del
anuncio de Paris-Soir en diciembre de 1988, hasta su publicación en marzo de 1997.
Sin contar con que para Modiano —algo que puede parecer sorprendente en un Premio
Nobel— escribir nunca ha sido placentero:
23
http://lereseaumodiano.blogspot.com.es/2012/01/modiano-klarsfeld-une-correspondance.html (última
consulta 31/10/2016).
23
Es un trabajo doloroso, monótono sobre todo. Puesto que es muy largo, es muy difícil
mantener el impulso original. La escritura es algo penoso para mí. Me resultaba terrible
cuando era joven, era muy lento… Escribo todos los días; como el hecho de escribir no me
resulta en absoluto agradable, trato de pasar el trance lo más deprisa posible, pero todos los
días, porque si no perdería el hilo y correría el riesgo de abandonar. Tampoco escribo
mucho tiempo seguido. Me asombra oír a autores que son capaces de escribir seis horas
seguidas; yo soy incapaz, estoy pensando todo el día, pero el momento de escribir dura una
hora24
.
24
Entrevista de Maryline Heck, op. cit.
24
BIBLIOGRAFÍA DE MODIANO EN ESPAÑOL
1968: El lugar de la Estrella, Barcelona, Martínez Roca, 1989. (Integrada en Trilogía de la Ocupación,
Barcelona, Anagrama, 2012).
1969: La ronda de noche, Madrid, Alfaguara, 1979. (Con el título La ronda nocturna, integrada en
Trilogía de la Ocupación, Barcelona, Anagrama, 2012).
1972: Los bulevares periféricos, Madrid, Alfaguara, 1977. (Con el título de Los bulevares de la
circunvalación, integrada en Trilogía de la Ocupación, Barcelona, Anagrama, 2012).
1975: Villa triste, Barcelona, Anagrama, 2009.
1977: Libro de familia, Barcelona, Anagrama, 2014.
1978: Calle de las tiendas oscuras, Barcelona, Anagrama, 2009.
1981: Una juventud, Madrid, Alfaguara, 1983 (también en: Barcelona, Anagrama, 2015).
1982: Tan buenos chicos (De si braves garçons), Madrid, Alfaguara, 1985.
1985: Barrio perdido, Barcelona, Cabaret Voltaire, 2012.
1986: Domingos de agosto, Madrid, Alfaguara, 1989.
1988: Reducción de condena (Remise de peine), Valencia, Pre-Textos, 2009 (existe otra edición anterior
con el título de: Exculpación, Madrid, Espasa Calpe, 1989).
1988: Los mundos de Catalina (Catherine certitude), ilustrado por Sempé, Madrid, SM, 2001 (infantil).
1989: Ropero de la infancia (Vestiaire de l'enfance), Barcelona, Anagrama, 2015 (existe otra edición
anterior con el título de: El rincón de los niños, Madrid, Alfaguara, 1990).
1990: Viaje de novios, Barcelona, Anagrama, 2015.
1991: Flores de ruina, Barcelona, El Aleph, 2012 (editado conjuntamente con Perro de primavera).
1992: Un circo pasa, Barcelona, Cabaret Voltaire, 2013.
1993: Perro de primavera, Barcelona, El Aleph, 2012 (editado conjuntamente con Flores de ruina).
1996: Más allá del olvido (Du plus loin de l'oubli), Madrid, Alfaguara, 1997 (también en: Barcelona,
Anagrama, 2014).
1997: Dora Bruder, Barcelona, Seix Barral, 1999.
1999: Las desconocidas, Barcelona, Debate, 2001 (Con el título Tres desconocidas en: Barcelona,
Anagrama, 2016).
2001: Joyita, Barcelona, Debate, 2003.
2003: Accidente nocturno, Barcelona, Anagrama, 2014.
2005: Un pedigrí, Barcelona, Anagrama, 2007.
2007: En el café de la juventud perdida, Barcelona, Anagrama, 2008.
2010: El horizonte, Barcelona, Anagrama, 2010.
2012: La hierba de las noches, Barcelona, Anagrama, 2012.
2014: Para que no te pierdas en el barrio, Barcelona, Anagrama, 2015.
2015: Discurso en la Academia Sueca, Barcelona, Anagrama, 2015. Discurso de recepción del Premio
Nobel 2014, también disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=p4BpdXSB7XQ
2016: Tres desconocidas, Barcelona, Anagrama, 2016.
Sobre Modiano
2012: Fernando Castillo, Noche y niebla en el París ocupado, Madrid, Forcola, 2012.
2014: María Luisa Bernabé Gil (coord.), Patrick Modiano. Dora Bruder (1997) En Hommage au Prix
Nobel de Littèrature 2014, Madrid, Comares, 2016.
2015: Fernando Castillo, París-Modiano: de la Ocupación a Mayo del 68, Madrid, Forcola, 2015.
2015: Béatrice Commengé, Le Paris de Modiano, Paris, Éditions Alexandrines, 2015.
25
MODIANO EN LA RED25
Entrevistas
―Entrevista a Modiano (Editorial Gallimard, 2004, en francés):
http://www.gallimard.fr/catalog/entretiens/01034347.htm
―Entrevista de Antonio Jiménez Barca (El País, 16-5-2009):
http://elpais.com/diario/2009/05/16/babelia/1242430752_850215.html
―Entrevista de Álex Vicente (Público, 7-12-2009):
http://www.publico.es/culturas/275997/cualquier-autorpodria-haber-escrito-mis-novelas
―Entrevista de Elianne Ros (El Periódico.com, 24-9-2010):
http://www.elperiodico.com/es/noticias/cultura-yespectaculos/20100924/patrick-modiano-francia-vive-
climaque-recuerda-vichy/496076.shtml
―Entrevista a Modiano y análisis de su obra (en francés):
https://www.youtube.com/watch?v=OTThPLvYXHw
―Entrevista de Maryline Heck (El Cultural, 5-12-2015):
http://www.elcultural.es/revista/letras/Patrick-Modiano-Tengo-miedo-a-descubrir-que-siemprehe-escrito-
lo-mismo/35586
Sobre Modiano en Internet
―Le Réseau Modiano: página monográfica dedicada a Modiano (en francés):
http://lereseaumodiano.blogspot.com.es/
―Dora Bruder en Wikipedia (en francés):
http://fr.wikipedia.org/wiki/Dora_Bruder
―Espacio dedicado a Patrick Modiano de los Premio Nobel 2014:
http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/literature/laureates/2014/
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