+ PASCUA 2020 (A) +

Recursos para preparar en casa el Evangelio del domingo

DOMINGO 4º

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Queridas familias, Seguimos enviando materiales para que podáis preparar en vuestras casas el Evangelio del siguiente domingo e, inspirado en él, una oración sencilla y una propuesta de lectio divina. Esta semana volvemos a poner unos ejercicios y juegos para aprender a buscar en la Biblia (para recordar cómo se busca hay que repasar lo explicado en la Semana V de Cuaresma). Finalmente, se adjuntan más dibujos de Fano para colorear. Junto a este documento se envía el oratorio en familia y otros materiales (en catalán) elaborados por el Secretariado Interdiocesano de Catequesis de Cataluña y las Islas Baleares (SIC). Seguimos unidos en Cristo resucitado.

ÍNDICE Evangelio ------------------------------------------------------------------------------------- 3 Oración en familia -------------------------------------------------------------------------- 4 Lectio divina ----------------------------------------------------------------------------------- 5 Juegos para aprender a buscar en la Biblia -------------------------------------------- 11 Juegos para aprender a buscar en la Biblia (solución) ------------------------------- 14 Dibujos para colorear --------------------------------------------------------------------- 17

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Evangelio del siguiente domingo

Domingo IV Pascua – A Jn 10,1-10

Lectura del santo Evangelio según san Juan: En aquel tiempo, dijo Jesús: «En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños». Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».

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Oración en familia

Domingo IV Pascua - A En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Monición Jesús ha venido a la tierra para ayudarnos. Él es un buen pastor: nos conoce uno a uno y nos ama. Va por delante conduciéndonos por caminos buenos. Lectura del Evangelio Se puede utilizar el texto de la página 3 o directamente la Biblia (Jn 10,1-10). Oración Señor, que me deje ayudar por Ti reconociendo tu voz en mis padres, catequistas y en todas aquellas personas que quieren lo mejor para mi.

Jesús, enséñame a seguirte en medio del mundo, para caminar por aquellos caminos buenos que tu me has preparado.

Señor Jesús, gracias por la gran familia de la Iglesia, que aprendamos a vivir unidos los unos de los otros siguiéndote a Ti, el Buen Pastor.

Jesús, ayúdame para que en este tiempo de confinamiento en el que nos encontramos privados de nuestros seres queridos, recemos los unos por los otros. ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO POR EL CORONAVIRUS Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y esperanza. A ti nos encomendamos, Salud de los enfermos, que al pie de la cruz fuiste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe. Tú, Salvación del pueblo romano, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que lo concederás para que, como en Caná de Galilea, vuelvan la alegría y la fiesta después de esta prueba. Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y hacer lo que Jesús nos dirá, Él que tomó nuestro sufrimiento sobre sí mismo y se cargó de nuestros dolores para guiarnos a través de la cruz a la alegría de la resurrección. Amén. Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita! ¡Amén!.

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Lectio divina – Lectura Orante de la Palabra DOMINGO IV DE PASCUA (CICLO A)

“JESÚS, EL BUEN PASTOR”

Esta Lectura Orante de la Palabra se puede hacer individualmente y, si es posible, en familia.

“Habla Señor que tu siervo escucha” (1Sam 3, 10)

TEXTO Se puede utilizar el texto de la página 3 o directamente la Biblia (Jn 10,1-10). Oramos con este pasaje del Evangelio desde cuatro miradas, una en cada parte de esta Lectio: a) Los prados; b) El pastor; c) Las ovejas; d) El rebaño. LECTIO – QUÉ DICE EL TEXTO a) Los prados La Biblia, siendo como es la historia de un pueblo, el Pueblo de Israel, el Pueblo de Dios, antecedente de la Iglesia, es la historia de las personas que conforman ese pueblo, de sus vidas y su relación con Dios. Unas vidas que tienen muchos elementos cotidianos relacionados con su tierra, con su trabajo, con sus alegrías, dificultades y sufrimientos. El Pueblo de Israel es un pueblo de origen de pastores nómadas. Es por ello que en la Biblia tiene una importante y constante presencia de ovejas, de pastores y rebaños. Si hacemos un recorrido por el Antiguo Testamento nos encontramos con que eran pastores Abel, Abraham, Moisés, David… es tan solo por citar algunos de los nombres más conocidos e importantes, pero nos sirve para hacernos una idea de por qué esta imagen se mantiene en toda la Biblia, también en el Nuevo Testamento. Uno de los mejores exponentes del cómo y por qué había calado tanto esta imagen en los judíos del Nuevo Testamento es, sin duda, el Salmo 23. Recordemos su conocido inicio: “El Señor es mi pastor, nada me falta. Por prados de fresca hierba me apacienta”. Tal cómo son imágenes del Reino de Dios y su Iglesia la mies y la viña, también estos “prados de fresca hierba”, estas verdes praderas (según otra traducción muy popular), son también símbolo del inmenso amor que el Dios-Padre-Pastor nos tiene, qué es lo que nos ha regalado con la vida, cómo desea que esa vida sea de felicidad y, además, cómo nos tiene preparada una vida aún mucho mejor.

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Estos anteriores domingos hemos tenido evangelios que eran relatos, narraciones, que tienen sus personajes en movimiento en espacio y tiempo: las apariciones de Jesús a las mujeres, a los discípulos con y sin Tomás o a los discípulos de Emaús. En cambio, en este evangelio, aun siendo a modo de imágenes de pastor y ovejas, contiene un mensaje aparentemente menos dinámico y más conceptual, pero en realidad está lleno de acciones que veremos en las siguientes partes de esta Lectio. Podemos ampliar nuestra lectura con: Podríamos leer en familia o grupo el Salmo 23 fijándonos en cómo el Señor nos cuida. MEDITATIO – QUÉ ME DICE DIOS b) El Pastor Quizá de los evangelios el pasaje más conocido y comentado respecto de pastores y ovejas sea la Parábola de la oveja perdida. Trataremos sobre ella en el siguiente apartado, la Oratio. Por tanto, quizá sea menos popular este evangelio, en cuanto a su texto, pero la imagen del Buen Pastor sí que es muy cercana a nosotros: ¡cuántas estampas y recordatorios de Primeras Comuniones con la imagen del Buen pastor! Cada Domingo IV de Pascua es el Domingo del Buen Pastor. Es, por tanto, una realidad simbólica y litúrgica muy frecuente en nuestra vida de cristianos. Sin embargo, como en otros tantos casos, el texto bíblico lo tenemos un poco en nuestra “nube” pero no nos lo acabamos de “bajar”. Demos ahora al menos un vistazo a lo que nos dice: - El pastor conoce a las ovejas y las llama por su nombre: Dios nos conoce a sus hijos y nos ama a todos y cada uno. - Las ovejas conocen al pastor, atienden su voz, le siguen: Dios se ha revelado a sus hijos, es un Dios que desea relacionarse. Es cercano y accesible, está atento y vigilante. - Jesús es la puerta: en el Evangelio según San Juan encontramos una buena colección de “Yo soy” en los que Jesús explica quién y cómo es. “Yo soy el pan de vida” (6, 35); “Yo soy la luz del mundo” (8, 12); “Yo soy la puerta” (10, 9); “Yo soy el buen pastor” (10, 11); “Yo soy la resurrección y la vida” (11, 25); “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (14, 5); “Yo soy la vid verdadera” (15, 1). - Ha venido para que tengamos vida y la tengamos abundante: Dios nos ha dado a conocer su proyecto de felicidad para nosotros. Es un plan generoso en el que todos los grandes esfuerzos y concesiones los pone Él y todos los beneficios, si quiero, me los llevo yo. Y la expresión “vida abundante” se refiere tanto a una vida de felicidad aquí como a la plenitud de la felicidad eterna. Jesús, por tanto, nos dice que Él es el Buen Pastor. Los pastores no estaban precisamente lo que se dice muy bien considerados. En tiempos de Jesús, con la población casi

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olvidada de las incomodidades que supone ser nómada, miraba a los pastores con desdén debido a que eran uno de los últimos escalafones de la sociedad: les era difícil tener casa y familia, y olían a oveja. Precisamente los pastores van a ser los primeros en ir a adorar al Niño, en reconocer que es Dios. Podemos reflexionar algo más con: Podríamos buscar en familia o grupo los fragmentos del Evangelio en que Jesús dice “Yo soy”. ORATIO – QUÉ LE DIGO A DIOS c) Las ovejas Dios siempre ha provisto de buenos pastores, patriarcas y profetas a sus ovejas. Pero las ovejas no siempre han atendido su voz y les han seguido. De manera más trágica e, incluso violenta, fueron perseguidos por reyes y pueblo los profetas. Jesús nos presenta en la Parábola de la Oveja perdida la necesidad que las ovejas tienen del pastor y cómo el pastor responde diligentemente a esa necesidad. En el Evangelio según San Lucas (15, 1-7) se nos presenta esa parábola en formato “oveja perdida”. En cambio, en el Evangelio según San Mateo (18, 12-14) la oveja ya no es que se haya perdido sino que se ha “descarriado”, es decir que se ha escapado. Esta pequeña pero significativa diferencia en las dos versiones de la parábola, perdida o descarriada-escapada, nos permiten afrontar desde dos perspectivas la relación de docilidad de la oveja hacia el pastor. O lo que es lo mismo, mi respuesta como cristiano ante mi Señor Jesús, el Buen Pastor. Por supuesto que muchas ovejas de las que andan algo perdidas, pudiera ser que fuera por despiste, o que las otras ovejas, las más dóciles, no hayan ayudado mucho, e incluso puede que ciertas actitudes de esas dóciles ovejas hayan resultado excluyentes para las perdidas. Y ello nos lleva a que hay ovejas que más que perdidas son escapadas. Quizá el “lobo” les haya confundido como la serpiente hizo con nuestros primeros padres, quizá se les prometió unos nuevos pastos y sentirse “liberadas” de la autoridad del pastor. Sea una u otra causa, en mi oración necesito descubrir como de unido estoy al pastor, o si me he perdido o escapado, si me están seduciendo “nuevos pastos” alejado del pastor y mi rebaño. La denuncia de los profetas, y del gran Profeta Jesús, el Hijo de Dios, se reviste de mayor gravedad cuando unas ovejas son las culpables de la dispersión o de la persecución de las otras. De eso da buen testimonio el libro del profeta Ezequiel: "Así dice el Señor: Yo mismo voy a juzgar entre la oveja gorda y la flaca. Puesto que vosotras habéis empujado con el flanco y con el lomo y habéis topado con los cuernos a todas las ovejas más débiles

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hasta dispersarlas fuera, yo vendré a salvar a mis ovejas para que no estén más expuestas al pillaje; voy a juzgar entre oveja y oveja" (34, 20-22). En el fondo lo que Dios nos dice por boca de Ezequiel nos lo dice después Jesús en uno de sus discursos más fundamentales y programáticos, el conocido como el Juicio Final: "Y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos" (Mt 25, 32). Así pues, en mi oración, ahora quizá sea el momento de hacer examen de conciencia y revisar cómo me comporto respecto de mi prójimo. Dice Jesús: "Y al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor" (Mt 9, 36) Si en mi oración descubro mi alejamiento del pastor y las consecuencias de soledad y desesperanza que ello me supone, Jesús va a sentir compasión de mí. De por sí eso es lo que hizo al encarnarse hombre. Tras ver como a los pastores-profetas se les perseguía. Dios mismo vino como profeta-pastor a reunir a todas las ovejas perdidas y escapadas. Y lo hizo tal como nos cuenta la continuación del texto de hoy, justo el versículo siguiente: “El buen pastor da su vida por las ovejas” (Jn 10, 11). O como nos dirá el mismo Jesús: “Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos” (Jn 15, 13). Podemos hacer un momento especial de oración con: Una oración en familia o grupo en que cada uno dé gracias a Dios de lo mejor de los demás. CONTEMPLATIO/ACTIO – ME COMPROMETO d) El rebaño Muchos pequeños pastores con sus ovejas suman un gran rebaño. Eso es la Iglesia, el gran rebaño del Buen Pastor Jesús que ha llamado a algunos a ayudarle en el pastoreo de ese su rebaño. Empezando por el Papa, con su encargo al primer Papa, Pedro, a quien le ha encomendado ser fundamento de la Iglesia (“sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”) y le ha confiado la guardia y cuidado de la Iglesia (“lo que atéis quedará atado”), en su aparición a la orilla del lago le pide a Pedro, hasta en tres ocasiones, “apacienta mis ovejas” (Jn 21, 15-17) Será el mismo San Pedro quien en su Primera Carta les recuerde a los otros pastores, a los diferentes ministros ordenados: "Apacentad la grey de Dios que os está encomendada, vigilando, no forzados, sino voluntariamente, según Dios" (1 Pe 5, 2). Y San Pablo, en la misma línea, dirá: “Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios” (Hch 20, 28)

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Parece lógico que cualquier oveja que sepa leer esto, y lo quiera entender, comprenderá que estos encargos a los pastores suponen una implícita, pero no menos evidente, petición a las ovejas que se mantengan unidas al Buen Pastor, Jesús, y al gran rebaño, la Iglesia, por medio de la comunión con los pastores legítimos llamados por el Señor, como nos recuerda el Concilio Vaticano II, “para apacentar al Pueblo de Dios y acrecentarlo siempre, Cristo Señor instituyó en su Iglesia diversos ministerios, ordenados dirigidos al bien de todo el Cuerpo. Pues los ministros que poseen la sagrada potestad están al servicio de sus hermanos” (LG 18). Estamos, pues, contemplando el Misterio de la Iglesia. Pero, ¡ojo!, por “misterio” no debemos entender algo que Dios busca escondernos, sino una realidad viva que viniendo de Dios es tan grande y, por ello, nos supera tanto, que nuestra sola razón no puede llegar a comprenderlo. Solo gracias a la iluminación del Espíritu Santo en el Pueblo de Dios, por medio de los patriarcas, profetas, hasta llegar nuestros pastores actuales, se nos ha revelado con una didáctica comprensible. No quisiera acabar este último apartado, una vez contemplado el Misterio, sin acercarnos a la cotidianidad del rebaño. De postre, pues, una imagen-fuerza y una sencilla anécdota. - El Papa Francisco acuño, siendo aun el Cardenal Jorge María Bergoglio, la expresión “pastores con olor a oveja”. Se refería a que los pastores de la Iglesia deben ser bien cercanos a sus ovejas y, como el Buen Pastor, conocer a cada oveja por su nombre y que éstas conozcan bien del pastor su voz. Esto me lleva a la conclusión de que también las ovejas, todas, deben tener el buen olor del Buen Pastor. Porque, en un significado profundo, todos, también los pastores de la Iglesia, somos ovejas que conforman el único rebaño del gran Buen Pastor. Por ello el Concilio Vaticano II comenzó la Constitución Lumen Gentium, tras hablar del Misterio de la Iglesia, tratando sobre la totalidad del Pueblo de Dios antes de abordar las vocaciones específicas. - Me permito relatar una pequeña anécdota personal que espero pueda servir lo que a mí me ha servido y sigue sirviendo: empecé muy joven de catequista, a mitad de mi adolescencia con un grupo de pre-adolescentes los sábados por la mañana y otro de confirmación los viernes por la tarde. La sala de la parroquia que se me asignó para ambas sesiones tenía un gran tapiz en la pared que representaba al Buen Pastor con su rebaño y el detalle del perro-pastor que le ayudaba. Recuerdo haber dicho a los dos grupos, y en muchos otros grupos he explicado este recuerdo, que el Buen Pastor es Jesús, el Hijo de Dios; que el rebaño es toda su Iglesia; y que el perro-pastor somos todos los que auxiliamos en su labor al Buen Pastor. Sí, pastores que a veces puede parecer que no logramos más que dar ladridos pero en realidad lo más importante en nuestra colaboración con el Buen Pastor es nuestra fidelidad a Él y su proyecto. Y, un secreto: en esa labor de auxiliares del pastor estamos, además de los pastores ordenados, también los padres, maestros, catequistas. Sí, también en cierto modo, no poco importante, ayudan a que los pastores, todos al servicio del Buen Pastor, apacienten el rebaño.

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Nos podemos preguntar y, si es posible, comprometernos con: ¿Podría nuestra familia o grupo, o algunos de sus miembros, colaborar algo más en la función catequética y formativa de la Iglesia?

«María guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.» (Lc 2, 19)

PARA PROFUNDIZAR Y DISFRUTAR MÁS Comentarios de los Padres de la Iglesia al Evangelio del Buen Pastor https://www.deiverbum.org/jn-10_01-10/ “Jesús de Nazaret” de Benedicto XVI: El pastor (págs. 125 a 131) https://www.corazones.org/espiritualidad/espiritualidad/JesusDeNazaret.pdf Fresco del Buen Pastor en las Catacumbas de Priscila en Roma https://arte.laguia2000.com/arquitectura/catacumbas-de-priscila Parábola de la oveja perdida de Valiván https://www.youtube.com/watch?v=6afENDe4_RM Canción “Sacerdote” de José Manuel Montesinos https://www.youtube.com/watch?v=YRFswkHeDzA Fe de erratas: En la Lectio de la semana pasada a algunas personas no les funcionaba uno de los enlaces. Aquí se indica otro complementario que lleva a la misma página. Disculpen las molestias. Cuadro “Los Discípulos de Emaús” de Caravaggio https://es.aleteia.org/2017/04/26/el-simbolo-secreto-de-los-discipulos-de-emaus-de-caravaggio/amp/

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Juegos para aprender a buscar en la Biblia En estas páginas se ofrecen algunos ejercicios para repasar cómo se busca en la Biblia. Los textos que aparecen son de la versión oficial de la Biblia de la Conferencia Episcopal Española. Por tanto, si se utiliza otra Biblia puede variar ligeramente el texto. Puedes utilizar la Biblia para responder en todos los ejercicios salvo en el núm. 8. Nivel básico: 1.- Indica el libro, capítulo y versículo de la cita. Si no existe déjalo en blanco. a) 1Jn 2 Libro: Capítulo: Versículo: b) Ecl 1,10 Libro: Capítulo: Versículo: c) Esd 2,20 Libro: Capítulo: Versículo: d) 1Re 5,6 Libro: Capítulo: Versículo: e) Ag 2 Libro: Capítulo: Versículo: f) Jds 2 Libro: Capítulo: Versículo: 2.- Indica si existen o no las siguientes citas: a) Ex 40,40 S / N // d) Lv 18,1 S / N // g) 3Sam 2 S / N b) Ex 40-38 S / N // e) Lv 1,18 S / N // h) 2Sam 3 S / N c) 40Ex 39 S / N // f) Lv 1,8-2,1 S / N // i) 1Sam 2,3 S / N 3.- ¿El texto escrito se incluye en la cita que está junto al texto? a) 3Jn 4,5-6 «Nicodemo le pregunta: ¿Cómo puede nacer un hombre siendo viejo?» S / N b) Jer 25,3.5 «También os envió el Señor día tras día a sus siervos, los profetas, y tampoco escuchasteis ni prestasteis atención» S / N c) Sal 8,5b «¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?» S / N d) Rom 3,2s «De ningún modo. Más bien, él aparecerá como verdadero y todos los hombres como falsos…» S / N

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Nivel avanzado: 4.- Busca los nombres de los 12 Apóstoles en la sopa de letras. Si es un nombre compuesto aparece seguido, sin espacios. Los puedes encontrar en ambos sentidos de todas las direcciones (horizontal, vertical y diagonal). Las listas completas de los apóstoles aparecen en los evangelios sinópticos (Mt 10,2-4; Mc 3,16-19; Lc 6,14-16). A S R B E S Y D R X E U B E R E H U C D I C Q E E J X E W M I A L M A O E F L A O G A I T N A S G U A V Q O E S O N O N O S M N M A G I A X H D N D S S I M O N P E D R O R F O M T O M S A F R A A E E J O U Y I E L E R N R L O L R O A E P A Q S G U A R D C E S U L P B A S M R O S C E B S U T U R I F E R A R I O E S E C O S R R A Y C J D A A L R E F O U I H B U G H O S Q U E R I J U O D O L E O T U E B Q U R U A S E H A K S A C D S E O U I C S C O E D E B E Z O G A I T N A S A H O S E A N C A F E N I C I X U L L O C U R R G U H S C G I V V O A R C A S O N V L E L E V A A E E E O A H N U O G E S N M I C O S S O C R P H R S B W C R E B K U H U D I C A S E O M R R U S E O N E T O N F J R E E R S O U S H I A E B N I P R R Y S A S O E P I L E F E L M J P T S O A R U R N Y U E S N I R N A S M R U B G M E W O C K P P N J U D A S I S C A R I O T E M I O U L M T R E R R O F N N O X E G A E A L L N Y P E H I U O X U R J H S K T E T O L E Z N O M I S A S S E I U U S O R A E M I G U A G U A S T E O F G I F U X O R D G N E L E U O Q U E R W L R L P G S U G O A L Q E A K L P A E L P A C S O C A C E A G T O M A S A M T O N T F E L A F A T E A B A R Z

5.- ¿Está bien citado Jn 21,1-25? Justifica tu respuesta. 6.- Escribe cómo se lee esta cita: 2Pe 1-2; 3,17.19. 7.- ¿Existe un libro llamado Sirácida? 8.- Explica porqué están mal las siguientes citas (Recuerda que para este ejercicio no puede usarse la Biblia): a) Mateo 1,2-4.7 b) Mc 100 c) Lc 4,4; 6-7; 7,2 d) 4Jn 4,4

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9.- Une los dos nombres que tienen varios personajes en la Biblia. Señala la cita que lo demuestra (algunas citas se utilizan varias veces):

ANTES DESPUÉS PISTA

a) Ananías a) Abdénago a) Gn 17,5

b) Abrán b) Abrahán b) Gn 17,15

c) Azarías c) Baltsasar c) Gn 32,29

d) Benoní d) Benjamín d) Gn 35,18

e) Daniel e) Cefas (Pedro) e) Gn 41,45

f) Edisa f) Ester f) Núm 13,16

g) Gedeón g) Israel g) Jue 6,32

h) Jacob h) Jerubaal h) Rut 1,20

i) José i) Josué i) Est 2,7

j) Noemí j) Mará j) Dan 1,7 v

k) Misael k) Misac k) Jn 1,42

l) Oseas l) Pablo l) Hch 13,9

m) Saray m) Sara

n) Saulo n) Sidrac

o) Simón o) Zafnat Panej 10.- ¿Quién es el personaje más viejo de la Biblia: Adán, Enós, Yared, Quenán, Matusalén, Noé o Set? Todos estos personajes aparecen en el primer libro del Pentateuco. En esta cita hallarás la respuesta: Gn 5,5.8.11.14.20.27;9,29.

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Juegos para aprender a buscar en la Biblia (solución) Nivel básico: 1.-

a) 1Jn 2 Primera Carta de san Juan Capítulo: 2 Versículo

b) Ecl 1,10 Libro de Eclesiastés (o de Qohélet) Capítulo: 1 Versículo: 10

c) Esd 2,20 Libro de Esdras Capítulo: 2 Versículo: 20

d) 1Re 5,6 Libro primero de los Reyes Capítulo: 5 Versículo: 6

e) Ag 2 Profecía de Ageo Capítulo: 2 Versículo

f) Jds 2 Carta de san Judas Capítulo Versículo: 2 2.-

a) Ex 40,40: N (Aparentemente bien formulada, pero no existe el v. 40).

b) Ex 40-38: N (Mal formulada, indica del cap. 40 al 38, pero nunca se cita en sentido decreciente).

c) 40Ex 39: N (Mal formulada; pues ningún libro tiene 40 volúmenes distintos, el máximo de volúmenes es 3, en las Cartas de san Juan).

d) Lv 18,1: S (Libro del Levítico, cap. 18, v. 1).

e) Lv 1,18: N (Aparentemente bien formulada, pero no existe el v. 18).

f) Lv 1,8-2,1: S (Libro del Levítico, del cap. 1, v. 8 al cap. 2, v. 1).

g) 3Sam 2: N (Mal formulada; pues solo las Cartas de san Juan tienen 3 volúmenes).

h) 2Sam 3: S (Libro Segundo de Samuel, cap. 3).

i) 1Sam 2,3: S (Libro Primero de Samuel, cap. 2, v. 3). 3.-

a) N: La Carta Tercera de San Juan (3Jn 4,5-6) no tiene capítulos, la cita correcta sería Jn 3,4 (de su Evangelio, no de las Cartas).

b) N: La cita es la del versículo 4, que no está incluido en la cita (Jer 25,3.5).

c) N En realidad, es la primera parte del versículo y no la segunda (Sal 8,5a).

d) N La cita solo incluye el versículo siguiente (3) y no el 4, que es el que se cita (Rom 3,4).

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Nivel avanzado: 4.-

J O E F L A O G A I T N A S U D S I M O N P E D R O A S S T E A G D R E O E D E B E Z O G A I T N A S O N A A O N B D M N R A A E P I L E F T U S M E J U D A S I S C A R I O T E O L E T O L E Z N O M I S T R A

T O M A S B

SIMÓN PEDRO (Mt 10,2; Mc 3,16; Lc 6,14) ANDRÉS (Mt 10,2; Mc 3,18; Lc 6,14) SANTIAGO ZEBEDEO (Mt 10,2; Mc 3,17; Lc 6,14) JUAN BOANERGES ((Mt 10,2; Mc 3,17; Lc 6,14) 1 FELIPE (Mt 10,3; Mc 3,18; Lc 6,14) BARTOLOMÉ (Mt 10,3; Mc 3,18; Lc 6,14) TOMÁS (Mt 10,3; Mc 3,18; Lc 6,15) MATEO (Mt 10,3; Mc 3,18; Lc 6,15) SANTIAGO ALFEO (Mt 10,3; Mc 3,18; Lc 6,15) JUDAS TADEO (Mt 10,3; Mc 3,18; Lc 6,16) SIMÓN ZELOTE (Mt 10,4; Mc 3,18; Lc 6,15) 2 JUDAS ISCARIOTE (Mt 10,4; Mc 3,19; Lc 6,16) 5.- Jn 21,1-25 no está bien citado porque un criterio para hacerlo es utilizar los menores símbolos posibles. Aquí basta Jn 21. 6.- 2 Pe 1-2; 3,17.19: Segunda Carta de san Pedro capítulo uno y dos; y capítulo 3, versículos 17 y 19. 7.- Sí. El libro de Sirácida o de Ben Sira (Sir), es otro nombre del libro Eclesiástico (Eclo).

1 El subrayado indica la cita que lo justifica. 2 Aunque Zelote no es un nombre familiar sino que hace referencia al grupo con características propias que pertenecía dentro del pueblo judío, se utiliza este nombre para distinguirlo del otro Simón (Pedro).

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8.- a) Mateo 1,2-4.7: No está bien porque el libro no está abreviado. b) Mc 100: Ningún libro de la biblia tiene 100 capítulos (salvo el de los Salmos que tienen 150 capítulos, un salmo por capítulo). Si has acertado eres un crack porque nunca se explicó esto antes. c) Lc 4,4; 6-7; 7,2: No está bien porque es reiterativo. El capítulo 7, versículo 2 ya está incluido en la segunda parte (capítulo 6 a 7 completos). d) 4 Jn 4,4: No está bien porque los libros tienen normalmente un solo volumen salvo algunos pocos que tienen 2 volúmenes y las cartas de Juan que tienen 3 volúmenes, pero no 4. 9.- (a-n-j) Ananías – Sidrac – Dan 1,7 (b-b-a) Abrán – Abrahán – Gn 17,5 (c-a-j) Azarías – Abdénago – Dan 1,7 (d-d-d) Benoní – Benjamín – Gn 35,18 (e-c-j) Daniel – Baltasar – Dan 1,7 (f-f-i) Edisa – Ester – Est 2,7 (g-h-g) Gedeón – Jerubaal – Jue 6,32 (h-g-c) Jacob – Israel – Gn 32,29 (i-o-e) José – Zafnat Panej – Gn 41,45 (j-j-h) Noemí – Mará – Rut 1,20 (k-k-j) Misael – Misac – Dan 1,7 (l-i-f) Oseas – Josué – Núm 13,16 (m-m-a) Saray – Sara – Gn 17,15 (n-l-l) Saulo – Pablo – Hch 13,9 (o-e-k) Simón – Cefas (Pedro) – Jn 1,42 10.- Matusalén es el personaje más viejo de la Biblia… ¡¡casi 1000 años!! Los 7 personajes más ancianos, según la Biblia son: Matusalén (969 años), Yared (962 años), Noé (950 años), Adán (930), Set (912), Quenán (910) y Enós (905). ¿Es eso posible? En realidad no se cree que vivieron tantos años… hay varias teorías que intentan explicarlo. Una probable es interpretar que donde dice 1000 años debería decir 1000 meses, o sea algo más de 80 años… Hay otras teorías, pero lo que sí sabemos hoy es que la resurrección de Jesús nos indica que podemos vivir eternamente si escuchamos la Palabra de Dios (por tanto, escuchamos a Jesús) y creemos en su Padre (Jn 5,24).

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Dibujos para colorear

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