parte 2 impar

10
8/18/2019 Parte 2 Impar http://slidepdf.com/reader/full/parte-2-impar 1/10 El síndrome de quemarse por el trabajo burnout): una perspectiva histórica/ 3 La elaboración de este nuevo modelo se acom- b l proceso de desarrollo del SQT paña de la delimitación de un nuevo constructo de- ~ a : : s = = : : - - . . : z ~ = = = = = - ~ ' - - _ ; : . . _ _ nominado Engagement que se considera opuesto al SQT. El engagement se evalúa mediante 15 ítems que se distribuyen en tres dimensiones denomina das: vigor, dedicación y absorción. Una segunda línea de investigación desarrollada mediante la aplicación del MBI ha sido el intento de identificar puntos de corte normativos para di ferenciar entre sujetos clínicamente afectados por el SQT y aquellos que no lo son. En este sentido no se han realizado muchos avances debido a que la casi totalidad de los estudios realizados llevan a cabo una selección de la muestra no aleatoria. Esto da lugar a la aparición de falsos positivos cuando se aplican criterios normativos. Además, el criterio diagnóstico recomendado en el manual del MBI HSS de aplicar percentiles percentiles 33 y 66) se ha revelado poco operativo con el paso de los años. La excepción a esta situación es el estudio rea lizado por Schaufeli y Van Dierendonck 1995), en el que se contrastan las puntuaciones obtenidas en el MBI por sujetos que presentaban una clínica lo suficientemente intensa como para concluir que habían desarrollado el SQT y sujetos que aun pre sentado los síntomas no estaban «clínicamente mal» . En España la investigación sobre el SQT se consolidó en esta década. Si bien la investigación sobre el tema comenzó a finales de los ochenta, los estudios publicados en esa década son escasos. Por sus contribuciones y continuidad, cabe subra yar como punto de referencia los estudios desa rrollados en la Universidad de Murcia por el pro fesor Mariano García y colaboradores García, 1990; García y Velandrino, 1992), las contribucio nes realizadas desde la Universidad Autónoma de Madrid por el equipo dirigido por el profesor Ber nardo Moreno Oliver, Pastor, Aragoneses y Mo reno-Jiménez, 1990; Moreno-Jiménez Bustos Matallana y Miralles, 1997) y los estudios desa rrollados por el profesor Pedro R. Gil-Monte en la Universidad de La Laguna Gil-Monte y Schau feli, 1991; Gil-Monte, Peiró y Valcárcel, 1998; Gil-Monte y Peiró, 1999). © Ediciones Pir á mide En la década de los noventa continúa el debate sobre la relación que se establece entre las dimen siones del MBI y cómo progresa el SQT. El avance metodológico que supuso la aplicación de los mo delos de ecuaciones estructurales para el estudio del SQT avivó este debate. A los modelos de Golem biewski et al. 1983) y de Leiter y Maslach 1988), siguió en esta década el modelo reformulado de Leiter 1993), que considera el agotamiento emo cional como un antecedente de despersonalización, pero concluye que las actitudes de despersonaliza ción no median en la relación entre agotamiento emocional y realización personal en el trabajo. Por el contrario, el autor considera que los niveles de baja realización personal en el trabajo son una cau sa directa de los estresores laborales, en especial de la falta de apoyo social y de la falta de oportu nidades para desarrollarse profesionalmente v.g., cooperación de las personas hacia las que se traba ja autonomía, participación en la toma de decisio nes, etc.), y surgen de forma paralela a los senti mientos de agotamiento emocional como respuesta del individuo a esos estresores laborales. Otra alternativa fue desarrollada por Lee y Ash forth 1993), que entienden que tanto la desperso nalización como la baja realización personal en el trabajo son consecuencia directa del agotamiento emocional. Debido a las insuficiencias de los modelos ante riores, Gil-Monte y colaboradores Gil-Monte, 1994; Gil-Monte, Peiró y Valcárcel, 1995b; Gil-Monte et al., 1998) desarrollaron una alternativa teórica a las presentadas. Tomando como referencia la teoría so bre Jos antecedentes de las actitudes Eagly y Chaiken, 1993 , concluyen que el proceso del SQT según lo evalúa el MBI-HSS se inicia con la aparición de baja realización personal en el trabajo dimensión cogni tiva) y paralelamente altos niveles de agotamiento emocional dimensión emocional). Las actitudes de despersonalización que siguen a esos síntomas se consideran una estrategia de afrontamiento desarro llada por los profesionales ante la experiencia cró nica de baja realización personal en el trabajo alto agotamiento emocional figura 1.2).

Upload: enrique-rodriguez

Post on 06-Jul-2018

235 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Parte 2 Impar

8/18/2019 Parte 2 Impar

http://slidepdf.com/reader/full/parte-2-impar 1/10

El síndrome de quemarse

por

el trabajo burnout): una perspectiva

histórica/

3

La elaboración de este nuevo modelo se acom-

b l proceso de desarrollo del SQT

paña de la delimitación de un nuevo constructo de-

~ a : : s = = : : - - . . : z ~ = = = = = - ~ ' - - _ ; : . . _

_

nominado Engagement que se considera opuesto

al SQT. El engagement se evalúa mediante 15 ítems

que se distribuyen en tres dimensiones denomina

das: vigor, dedicación y absorción.

Una segunda línea de investigación desarrollada

mediante la aplicación del MBI ha sido el intento

de identificar puntos de corte normativos para di

ferenciar entre sujetos clínicamente afectados por

el SQT y aquellos que no lo son. En este sentido

no se han realizado muchos avances debido a que

la casi totalidad de los estudios realizados llevan a

cabo una selección de la muestra no aleatoria. Esto

da lugar a la aparición de falsos positivos cuando

se aplican criterios normativos. Además, el criterio

diagnóstico recomendado en el manual del MBI

HSS de aplicar percentiles percentiles 33 y 66) se

ha revelado poco operativo con el paso de los

años.

La excepción a esta situación es el estudio rea

lizado por Schaufeli y Van Dierendonck 1995),

en el que se contrastan las puntuaciones obtenidas

en el MBI por sujetos que presentaban una clínica

lo suficientemente intensa como para concluir que

habían desarrollado el SQT y sujetos que aun pre

sentado los síntomas no estaban «clínicamente

mal».

En España la investigación

sobre

el

SQT

se

consolidó en esta década. Si bien la investigación

sobre el tema comenzó a finales de los ochenta,

los estudios publicados en esa década son escasos.

Por

sus contribuciones y continuidad, cabe subra

yar como punto de referencia los estudios desa

rrollados

en

la Universidad de Murcia

por

el pro

fesor Mariano García y colaboradores García,

1990; García y Velandrino, 1992), las contribucio

nes realizadas desde la Universidad Autónoma de

Madrid por el equipo dirigido por el profesor Ber

nardo Moreno Oliver, Pastor, Aragoneses y

Mo

reno-Jiménez, 1990;

Moreno-Jiménez Bustos

Matallana y Miralles, 1997) y los estudios desa

rrollados por el profesor Pedro R. Gil-Monte en

la Universidad de La Laguna Gil-Monte y Schau

feli, 1991; Gil-Monte, Peiró y Valcárcel, 1998;

Gil-Monte y Peiró, 1999).

© Ediciones Pirámide

En la década de los noventa continúa el debate

sobre la relación que se establece entre las dimen

siones del MBI y cómo progresa el SQT. El avance

metodológico que supuso la aplicación de los mo

delos de ecuaciones estructurales para el estudio del

SQT avivó este debate. A los modelos de Golem

biewski et al. 1983) y de Leiter y Maslach 1988),

siguió en esta década el modelo reformulado

de

Leiter 1993), que considera el agotamiento emo

cional como un antecedente de despersonalización,

pero concluye que las actitudes de despersonaliza

ción no median en la relación entre agotamiento

emocional y realización personal en

el

trabajo. Por

el contrario, el autor considera que los niveles de

baja realización personal en el trabajo son una cau

sa

directa de los estresores laborales, en especial

de la falta de apoyo social y de la falta de oportu

nidades para desarrollarse profesionalmente v.g.,

cooperación de las personas hacia las que se traba

ja autonomía, participación en

la

toma de decisio

nes, etc.), y surgen de forma paralela a los senti

mientos de agotamiento emocional como respuesta

del individuo a esos estresores laborales.

Otra alternativa fue desarrollada

por

Lee y Ash

forth 1993), que entienden que tanto la desperso

nalización como la baja realización personal en el

trabajo son consecuencia directa del agotamiento

emocional.

Debido a las insuficiencias de los modelos ante

riores, Gil-Monte y colaboradores Gil-Monte, 1994;

Gil-Monte, Peiró y Valcárcel, 1995b; Gil-Monte

et

al., 1998) desarrollaron una alternativa teórica a las

presentadas. Tomando como referencia la teoría so

bre Jos antecedentes de las actitudes Eagly y Chaiken,

1993 , concluyen que el proceso del SQT según lo

evalúa el MBI-HSS se inicia con la aparición de baja

realización personal en el trabajo dimensión cogni

tiva) y paralelamente altos niveles de agotamiento

emocional dimensión emocional). Las actitudes de

despersonalización que siguen a esos síntomas se

consideran una estrategia de afrontamiento desarro

llada por los profesionales ante la experiencia cró

nica de baja realización personal en el trabajo alto

agotamiento emocional figura 1.2).

Page 2: Parte 2 Impar

8/18/2019 Parte 2 Impar

http://slidepdf.com/reader/full/parte-2-impar 2/10

El sin rome de quemarse por el trabajo burnout) : una perspectiva histórica

con las personas a las que se atiende, y los

procesos de afiliación y comparación social

con los compañeros del trabajo. En relación

a los procesos de intercambio social , iden-

tifican tres fuentes de estrés relevantes: la

incertidumbre falta de claridad sobre lo que

uno siente

y

piensa sobre cómo debe actuar),

la percepción de inequidad equilibrio per-

cibido entre lo que las personas dan

y

lo que

reciben en el transcurso de sus relaciones)

y la falta de control posibilidad del indivi-

duo de controlar los resultados de sus ac-

ciones laborales). En relación a los procesos

de afiliación social y comparación con los

compañeros, es crucial en el desarrollo del

síndrome la falta de apoyo social en el tra-

bajo por miedo a las críticas o a ser tachado

de incompetente. Los profesionales de la

salud pueden rehuir el apoyo social porque

puede supone una amenaza para la autoes-

tima. En el contexto de las organizaciones

sanitarias también contribuyen

al

desarrollo

del SQT los procesos de afiliación social

que originan situaciones de contagio del

síndrome profesionales que adoptan los

síntomas del síndrome que perciben en sus

compañeros). Además, la relación entre es-

tas variables antecedentes y los sentimientos

de quemarse por el trabajo está modulada

por los sentimientos de autoestima, por los

niveles de reactividad del individuo y por

la orientación en el intercambio.

3. Con relación a los modelos elaborados des-

de la

teoría organizacional señalar las apor-

taciones realizadas por Cox, Kuk y Leiter

1993 , que destacan la importancia de la

salud de la organización, y por Winnubst

1993 , quien enfatiza la importancia de la

estructura, la cultura y el clima organiza-

cional. Para Winnubst, los antecedentes del

SQT varían dependiendo del tipo de estruc-

tura organizacional y de la institucionaliza-

ción del apoyo social. En las burocracias

mecánicas, el SQT es causado por el ago-

tamiento emocional diario consecuencia de

la rutina, por la monotonía y por la falta de

©

Ediciones Pirámide

control derivadas de la estructura. Pero en

las burocracias profesionalizadas por ejem-

plo hospitales

y

centros de salud) , está cau-

sado por la relativa laxitud de la estructura

organizacional que conlleva una confronta-

ción continua con los demás miembros de

la organización, y que origina disfunciones

en el rol y conflictos interpersonales. Ade-

más, este autor considera que el apoyo social

en el trabajo afecta de manera importante a

la percepción que el individuo tiene de la

estructura organizacional. Dado que a través

del apoyo social es posible influir sobre las

diversas disfunciones que se derivan de cual-

quier tipo de estructura organizacional, esta

variable es considerada en el modelo una va-

riable central de cara a la intervención sobre

el síndrome.

A lo largo de esta década, se publicaron nume-

rosos estudios con modelos causales que contem-

plan las variables propuestas en los modelos teóri-

cos publicados desde el inicio de los ochenta.

6 EL SIGLO XXI DEL DIAGNÓSTICO

A LA INTERVENCIÓN

Con el cambio de siglo

el SQT

ha adquirido una

gran relevancia social en Europa y su interés en

Latinoamérica es cada vez mayor. En el caso

de

España,

al

amparo de la Ley de Prevención de Ries-

gos Laborales de 1995, pasa a ser considerado como

accidente laboral en diversas sentencias judiciales,

debido a que se entiende que su etiología está vincu-

lada exclusivamente al ejercicio de la actividad la-

boral. Es el caso de la sentencia de la Sala de lo

Social del Tribunal Supremo de fecha 26 de octubre

de 2000 recurso n.

º:

437911999).

En los últimos años, numerosas publicaciones

en prensa diaria han dedicado atención al

SQT

convirtiéndolo en fenómeno social, con connota-

ciones similares

al

acoso psicológico en e l trabajo.

Junto con éste, el

SQT

es considerado en

spaña

un riesgo psicosocial emergente en la actividad

laboral.

Page 3: Parte 2 Impar

8/18/2019 Parte 2 Impar

http://slidepdf.com/reader/full/parte-2-impar 3/10

  l

síndrome de quemarse

por el

trabajo burnout): una perspectiva histórica 5

ción de masas, así como el aumento de la movilidad

geográfica, han originado que una proporción cada

vez mayor de la población incremente sus exigencias

sobre la calidad del servicio

que

desean recibir y

que redefinan

la

naturaleza de la relación que se debe

establecer entre los clientes y los profesionales. Este

cambio ha influido en gran manera en el sistema

social y en las relaciones que se establecen en su

seno propiciando un aumento de los conflictos rela

cionados con el derecho a la calidad. Las personas

se han hecho más sensibles a

la

s cuestiones indivi

duales en detrimento del interés

por

las instituciones,

y los derechos del individuo se anteponen a cualquier

otro tipo de obligación.

Junto a las demandas sociales

que

reciben estos

colectivos ocupacionales, las características

de

las

organizaciones en las que desempeñan su trabajo

van a causar

la

aparición

de

algunas

de

las princi

pales fuente de estrés laboral. Esas organizaciones

adoptan, por regla general, una configuración bu

rocrática, y su estructura se caracteriza

como

buro

cracia mecánica o como burocracia profesional. En

las burocracias mecánicas el

SQT

tiene su origen

en la rutina, en la monotonía y

en

la falta

de

control

derivadas de la estructura, mientras que en las bu

rocracias profesionalizadas está causado

por la

re

lativa laxitud

de

esta estructura

que

origina disfun-

ciones en el rol y una alta frecuencia de conflictos

interpersonales.

El tercer nivel es el

de

la interacción social.

Este

nivel tiene que ver con

la

calidad

de

las relaciones

interpersonales

que

se establecen en el contexto so

cial

de

la organización, y resulta clave para enten

der la aparición y el desarrollo del proceso del SQT.

Los miembros

de

las organizaciones que trabajan

hacia

per

sonas se ven implicados

en

procesos con

tinuos de intercambio social.

En

estos procesos, la

incertidumbre sobre los límites de

la

relación,

la

implicación y el contagio

emocional

,

la

falta

de

control sobre los resultados de

la

tarea, los conflic

tos interpersonales, la percepción de inequidad

en

los intercambios o la falta de apoyo social ,

junto

a

la ausencia de programas de socialización laboral

adecuados, van a ser variables fundamentales

para

entender el proceso del

SQT

Por último, hay que considerar un cuarto nivel en

el que se recogen un conjunto de variables que, aunque

están vinculadas a la interacción social y a los proce

sos de socialización, se localizan en el sistema perso

nal. Las variables que explican

la

motivación para la

ayuda v.g. , conducta prosocial, altruismo, orienta

ción comunal, etc.),

la

autoeficacia percibida o el

nivel de idealismo existente sobre

la

profesión tam

bién van a s

er

determinantes para entender el SQT.

TABLA

1 1

Taxonomía de Gil-Monte 2005a) sobre los antecedentes del

S T

ntecedentes del entorno social

de la organización

©

Ediciones Pi rámide

1. Cambios en las condiciones sociodemográficas:

- Rápido aumento de las poblaciones de r

efe

rencia.

- Sobrecarga laboral .

2 ambios en

la

normativa

y

en la legislación:

- Crisis de identidad profesional.

- Cambio en responsabilidad jurídica .

3. ambios en la cultura de la población la sociedad de

la

queja):

- Pérdida de prestigio social.

- Deterioro de la relación profesional trabaj ador-cliente.

- Agresiones físicas

y

verbales.

4. ambios en las condiciones tecnológicas:

- Sobrecarga laboral cualitativa.

- Expectativas profesionales irreales.

5.

ambio

s en la concepción del trabajo: trabajo emocio11al.

Page 4: Parte 2 Impar

8/18/2019 Parte 2 Impar

http://slidepdf.com/reader/full/parte-2-impar 4/10

El síndrome de quemarse p r el trabajo burnout): una perspectiva histórica 37

das para prevenir la aparición del SQT. No obstan

te, al igual que ocurre con la escala de despersona

lización del MBI-HSS, la escala para evaluar

cinismo presenta problemas psicométricos.

Por otra parte, hay que señalar que en la actualidad

se

está incorporando al estudio del SQT un gran nú

mero de países de Latinoamérica. Es

el

caso de Ar

gentina, Brasil, Chile, México, Uruguay o Venezue

la véase esta obra). Esta incorporación ha supuesto

la aparición de un amplio mercado que demanda

instrumentos de evaluación y modelos de interven

ción, junto al surgimiento de nuevas realidades la

borales que contribuyen al estudio del SQT.

Los problemas señalados para la utilización del

MBI han contribuido a que se elaboren instrumen

tos alternativos en esta década. Es el caso del «Cues

tionario para la Evaluación del Síndrome de Que

marse por el Trabajo» CESQT), elaborado en la

Unidad de Investigación Psicosocial de la Conduc

ta Organizacional UNIPSICO), de la Universidad

de Valencia http://www.uv.es/unipsico), o las es

calas elaboradas por Moreno y colaboradores en la

Universidad Autónoma de Madrid v.g., CBP-R,

CDPE, IBP).

El CESQT es un instrumento psicométrico que

consta de 20 ítems distribuidos en cuatro dimensio

nes que se denominan: Ilusión por el trabajo cinco

ítems ), Desgaste psíquico cuatro ítems), Indolencia

seis ítems) y Culpa cinco ítems) Gil-Monte, 2005a;

Gil-Monte, Carretero, Roldán y Núñez-Román,

2005b) véase el Anexo).

Este instrumento se sustenta en un modelo del

proceso del SQT que incorpora los sentimientos de

culpa como un síntoma más que debe ser evaluado

para el diagnóstico adecuado Gil-Monte, 2005a).

Según este modelo, cabe la posibilidad de identificar,

al menos, dos perfiles en el desarrollo del síndrome.

El perfil 1 caracteriza a los profesionales que no desa

rrollan sentimientos de culpa intensos y que, aunque

desarrollan el SQT, se pueden adaptar al entorno la

boral, por lo que el síndrome no resulta incapacitante

para el ejercicio de la actividad laboral, aunque ésta

sea deficiente para los clientes y para la organización.

El perfil 2 incorpora la aparición de sentimientos de

culpa como un síntoma más del SQT. La aparición

de sentimientos de culpa puede originar un círculo

© Ediciones Pirámide

vicioso en el proceso de desarrollo del SQT que in

tensifica sus síntomas y lo hace más perverso. Los

sentimientos de culpa llevarán a los profesionales

a una mayor implicación laboral para disminuir su

remordimiento Baumeister, Stillwell y Heatherton,

1994), pero como las condiciones del entorno la

boral no cambian

sólo

cambian los clientes que

presentan idénticos problemas- se incrementará

el deterioro cognitivo y emocional y aparecerán

de

nuevo actitudes de indiferencia, indolencia y des

personalización. Este proceso desarrollará de nuevo

sentimientos de culpa, o intensificará los existentes,

originando un bucle que mantiene e incrementa

la

intensidad del SQT.

De

esta manera, a medio o a

largo plazo se produce un deterioro de la salud

de

los profesionales, un aumento de su tasa de absen

tismo y su deseo de abandonar la organización y

la

profesión figura 1.3).

Este doble proceso podría explicar la distinción

establecida por Paine 1982) entre urnout Stress

Syndrome perfil

1

y urnout Mental Disability per

 i l 2). El primero alude a un conjunto de sentimien

tos y conductas vinculados al estrés laboral que ori

ginan una forma moderada de malestar pero que no

incapacitan al empleado para el ejercicio de

su

tra

bajo, aunque podría realizarlo mejor. El segundo,

por

el contrario, constituye con frecuencia

un

problema

serio, con una clínica caracterizada por la existencia

de síntomas de estrés y bajo desempeño laboral, que

es la fase final del proceso del SQT.

Otro tema relevante en la actualidad es el interés

por conocer la incidencia del SQT en los colectivos

profesionales de riesgo. A este interés ha contribui

do Ja atención que se le está dedicando al estrés la

boral por parte de organizaciones e instituciones

gubernamentales vinculadas al mundo del trabajo.

Sin embargo, aún no existen estudios concluyentes,

pues los criterios manejados para establecer Ja pre

valencia son diferentes. En algunos estudios se habla

de una prevalencia que puede oscilar entre el 6 y el

13

por 100, otros estudios estiman que la prevalenc

ia

puede llegar al 35 por 100, y algunos incluso con

cluyen que un 68 por 100 de los trabajadores pueden

estar afectados por un grado severo del SQT.

También se han realizado en esta década estudios

para analizar si el SQT es

un

fenómeno individual

Page 5: Parte 2 Impar

8/18/2019 Parte 2 Impar

http://slidepdf.com/reader/full/parte-2-impar 5/10

El síndrome de quemarse por el trabajo {burnout : una perspectiva histórica 39

clínica e individual v.g., programas de relajación,

técnicas cognitivo-conductuales, recomendar estilos

de vida saludables, etc.). Esto es debido a que las

organizaciones tradicionalmente se han inhibido o

no han reconocido su responsabilidad en la apari

ción de problemas de salud de carácter psicosocial.

Sin embargo, todos los expertos están de acuerdo

en considerar que el SQT es un problema que tiene

su origen única y exclusivamente en las condiciones

de trabajo y que, por tanto, las intervenciones deben

ir dirigidas a modificar esas condiciones con la par

ticipación de los trabajadores. En este sentido se

han elaborado programas basados en el desarrollo

organizacional Leiter y Maslach, 2000). También

se recomiendan estrategias como: mejora del diseño

y

la ordenación del trabajo, diseño y reestructura

ción de horarios de trabajo, formación de directivos,

socialización anticipada, entrenamiento en manejo

de conflictos, entrenamiento en habilidades sociales,

programas de diseño y mejora de la comunicación

organizacional

y

de la toma de decisiones, recolo

cación de trabajadores, etc.

7.

R SUM N

El objetivo de este capítulo ha sido ofrecer una

perspectiva histórica sobre la evolución de la inves

tigación y el conocimiento del SQT. Como intro

ducción al capítulo, en el primer punto se ha pre

sentado una reflexión sobre la denominación en

castellano de la patología. Se ha expuesto el pro

blema de las numerosas denominaciones que exis

ten y la confusión que generan para el conocimien

to del SQT. Por este motivo, se ha concluido que

es necesario recurrir a una única denominación y

se ha propuesto, tras

su

justificación, el término

«síndrome de quemarse por el trabajo» SQT) para

aludir en español al

burnout syndrome

En el segundo punto del capítulo se ha realizado

la delimitación conceptual del

SQT

y se ha expli

cado su relación con el proceso más amplio del

estrés laboral. El SQT se ha conceptualizado

como

una respuesta l estrés laboral crónico que tiene una

gran incidencia en los profesionales del sector ser

vicios que trabajan hacia personas. Se caracteriza

© Ediciones Pirámide

por un deterioro cognitivo, una experiencia de des

gaste psicológico y la aparición de actitudes y con

ductas negativas hacia los clientes y hacia la orga-

mzación.

Los puntos tres al seis del capítulo están dedi

cados a la revisión de la investigación sobre el SQT

desde su aparición en los años setenta hasta nuestros

días. Se ha seguido un criterio de décadas, estruc

turando la revisión en cuatro fases: años setenta,

años ochenta, años noventa y década actual. Ade

más, dentro de cada década se han considerado:

a

aportaciones psicométricas, dirigidas al diagnósti

co y a la evaluación;

b

aportaciones teóricas, diri

gidas a la elaboración de modelos que permitan una

mejor comprensión del fenómeno, y e aportaciones

empíricas, cuyo objetivo es poner en contacto el

SQT con sus antecedentes y con sus consecuencias

más relevantes. Se comentan además en el último

punto las aportaciones más recientes sobre preva

lencia y prevención.

En la década de los setenta los estudios se diri

gieron a la delimitación conceptual del fenómeno y

al desarrollo de instrumentos para su evaluación.

La

década de los ochenta se caracteriza por la publica

ción de numerosos estudios que informan sobre las

cualidades psicométricas del MBI, y por la elabo

ración de modelos teóricos para explicar el SQT y

su relación con otras variables del proceso de estrés

laboral. La década de los noventa supuso la incor

poración de avances teóricos

y

metodológicos que

permitieron la elaboración de modelos causales

y

de modelos factoriales. El siglo XXI ha supuesto la

difusión del fenómeno

y su

reconocimiento como

un problema de salud vinculado a los riesgos psico

sociales del trabajo.

Con relación a la evaluación psicométrica del

SQT, se ha presentado que en los años setenta se

elaboraron numerosos instrumentos para su eva

luación. Entre los más importantes se citan el Staff

Burnout Scale for Health Professionals SBS-HP),

el Tedium Measure TM)

y

el Maslach

umout

/n-

ventory MBI). En la década de los noventa, además,

se elaboró una nueva versión del MBI, el MBI-GS.

El MBI, en sus diferentes versiones, se consolidó

como instrumento de evaluación por excelencia para

la evaluación del SQT en las décadas de los ochenta

Page 6: Parte 2 Impar

8/18/2019 Parte 2 Impar

http://slidepdf.com/reader/full/parte-2-impar 6/10

  lsíndrome de quemarse por el trabajo burnout): una perspectiva histórica / 4

ANEXO

Cuestionario para la evaluación del síndrome de quemarse por el trabajo,

versión para profesionales que trabajan hacia personas con discapacidad CESQT-PD)

1

o

1

2 3

4

Nunca Raramente algunas

A veces:

Frecuentemente:

Muy frecuentemen-

veces al año

algunas veces al mes algunas veces

por

te: todos los días

semana

l

Mi trabajo me supone un reto estimulante .

o 1 2

3 4

2

No me apetece atender a algunos discapacitados .

o l 2

3 4

3.

Creo que muchos discapacitados son insoportables.

o 1 2

3

4

4

Me

preocupa el trato que he dado a algunas personas en el trabajo.

o

1

2

3

4

5

Veo mi trabajo como una fuente de realización personal.

o

l

2

3

4

6

Creo que los familiares de los discapacitados son unos pesados.

o

1 2

3

4

7 Pienso que trato con indiferencia a algunos discapacitados.

o

1

2

3 4

8

Pienso que estoy saturado por el trabajo.

o 1 2

3 4

9.

Me siento culpable por alguna de mis actitudes en el trabajo.

o

1 2

3

4

10.

Pienso que mi trabajo me

aporta

cosas positivas.

o 1

2

3

4

11.

Me apetece ser irónico con algunos discapacitados.

o 1 2

3

4

12.

Me siento agobiado por el trabajo.

o 1 2

3

4

13.

Tengo remordimientos por

algunos de mis comportamientos en el trabajo.

o

l

2

3

4

14.

Etiqueto o clasifico a los discapacitados según su comportamiento.

o l 2

3

4

15.

Mi trabajo me resulta gratificante.

o

1 2

3

4

16.

Pienso que debería pedir di sculpas a alguien

por

mi comportamiento.

o

1 2

3

4

17

Me siento cansado físicamente en el trabajo.

o 1 2

3

4

18.

Me siento desgastado emocionalmente. o

1 2

3

4

19.

Me

siento ilusionado

por

mi trabajo.

o

1 2

3

4

20

Me siento mal por algunas cosas que he dicho en el trabajo.

o 1

2

3

4

1

La construcción

de

esta versión del instrumento ha sido subvencionada por el Instituto Nacional de Seguridad e Hi

giene

en el

Trabajo INSHT) MTAS) Proyecto de investigación, Ref.: Sd. Téc./226.04 FA/cm).

©

Ediciones Pirámide

Page 7: Parte 2 Impar

8/18/2019 Parte 2 Impar

http://slidepdf.com/reader/full/parte-2-impar 7/10

Evaluación medidas y diagnóstico

del síndrome del burnout

,

J

.. ar

1 INTRODUCCIÓN

La

evaluación es un proceso constitutivo

de

la

actividad científica. Sin evaluación es difícil poder

hacer ciencia

como

actividad que describe, contro

la predice. Para las tres actividades es necesario

establecer algún tipo de medida; por ello la evalua

ción la medida no son actividades secundarias o

complementarias del quehacer científico, sino una

parte integral de él.

Lo que en las ciencias naturales aparece como

una necesidad lo es más en las ciencias sociales.

En las ciencias naturales,

a

designación de Jos ob

jetos estudiados puede resultar en algún caso difícil

compleja, pero en las ciencias sociales, las cate

gorías de estudio y el lenguaje coloquial, se cruzan

se solapan con frecuencia haciendo ambiguo el

objeto de estudio.

La

necesidad en este sentido

de

definir operativamente, de decir qué se está enten

diendo y cómo se está midiendo resulta en no pocos

casos imprescindible.

Lo dicho es en parte la historia del estudio del

bumout. Una buena parte del éxito inicial del tér

mino provino de su uso coloquial, pero ese mismo

factor le dio un cariz de ambigüedad e imprecisión

notable. Cada cual significaba algo diferente cuan

do hablaba del burnout; resultaba por lo tanto ne

cesario definirlo, la mejor forma de hacerlo era

©

Ediciones Pi

mide

BERNARDO MORENO-JIMÉNEZ

diciendo

lo

que se entendía

por

burnout cuando

se

evaluaba el constructo. Fueron el establecimiento

la elaboración de instrumentos estrictos de medi

da Jos que facilitaron el paso de una fase descripti

va, pionera y necesaria, a

una

fase explicativa y

sistemática que impulsó los estudios epidemiológi

cos

los estudios causales.

Lo

uno llevó a lo otro.

Sin la medición estricta, este segundo paso nunca

habría sido posible.

Sin embargo,

la

medición del concepto también

puede tener sus contrapartidas negativas, principal

mente

a

reificación del constructo, esto también

ha sido la historia del burnout. Gran parte de la

historia

de

la investigación sobre el síndrome ha

sido

a

historia de su evaluación, pero, si esto es

así,

se

ha producido un desplazamiento del tema a

su evaluación,

lo

que es probablemente una

de

scen

tralización del problema a su medición.

Schaufeli

uunk

2003),

en

su revisión de

la

conceptualización del burnout, distinguen dos tipos

de definiciones del burnout, estáticas dinámicas.

Entre las primeras presentan la

de

Maslach Jac

kson 1986) la

de

Pines y Aronson 1988), ambas

con su propio instrumento de medida. Entre las se

gundas mencionan la de Chernis l 980a) y la

de

Edelwich y Brodsky 1980), ninguna de las cuales

tiene un instrumento

de

medida propio. Indudable

mente las definiciones entitativas, centradas en la

enumeración de los componentes, facilitan más el

Page 8: Parte 2 Impar

8/18/2019 Parte 2 Impar

http://slidepdf.com/reader/full/parte-2-impar 8/10

Evaluación medidas y diagnóstico el síndrome

el

burnout 45

ción

ha

sido muy escasa. Recientemente este mé

todo ha sido retomado

por

Rohland, Kruse y

Rohrer

2004) para una población

de

médicos. Según los

autores, una sola cuestión sería predictora

de

los

resultados del cansancio emocional evaluado

por

el

MBS-HSS ahorrando un considerable tiempo y es

fuerzo en su aplicación.

Este primer período supuso una ebullición de

fonnulaciones y aproximaciones clínicas e intuitivas

al fenómeno Maslach y Schaufeli, 1993).

De

todos

modos, a pesar

de

las limitaciones expuestas, lo

más meritorio

de

esta etapa consistió en describir

el fenómeno, efectuar las formulaciones iniciales,

mostrar su importancia y conseguir exponerlo

como

una respuesta «patológicamente normal»

que

tenía

sus regularidades. Fueron, sin embargo,

Maslach

y

Jackson 1981) quienes, desde un enfoque psicoso

cial, comenzaron a sentar las bases conceptuales y

empíricas de este síndrome, desarrollando el primer

instrumento de evaluación sistemático: el Maslach

Burnout Inventory.

La

definición del síndrome

por el

MBI se centra

ba

inicialmente en el estudio de profesiones asisten

ciales, especialmente las sanitarias Freudenberger,

1974; Maslach y Jackson 1981b). Visto desde

esta

perspectiva, el síndrome era conceptualizado

como

efecto

de la

interacción con los usuarios

de

servi

cios, cuyas demandas emocionales sobrepasaban

los recursos de los trabajadores.

En

sus primeras

formulaciones, Maslach 1976) definía inicialmente

el burnout como «Un estrés crónico producido

por

el

contacto con los clientes que lleva a la extenuación

y al distanciamiento emocional con los clientes en

su trabajo». Existía un consenso general

de que

el

burnout consistía en un estado de agotamiento fí

sico, emocional y mental

como

consecuencia

de

la

sobreimplicación laboral y

de

las demandas

emo-

cionales del trabajo.

En la versión inicial, las autoras planteaban 25

ítems que constituían cuatro dimensiones, pero fi

nalmente se redujeron a 22 ítems con formato de

respuesta tipo Likert

de

7 grados de O a 6) y que

reflejan tres dimensiones fundamentales: agota

miento emocional nueve ítems), despersonalización

- - - : : ~ 3 ; ; - ~ ; E ; L ~ M ; ; A ~ S ; ; L ; ; A ; C ~ H ~ B ~ U ~ R = N = O = U = T = l = N = V : : : E : N : : : : T : : O = : R : : : Y : : = ~ ( ~ c i n c o

ítems) y realización personal en

l

trabajo

ocho ítems).

En la

primera edición Maslach y Jac-

3.1.

l

Maslach Burnout lnventory

MBI) Maslach y Jackson, 1981 a)

El MBI es el cuestionario más utilizado

para

la

evaluac10n del burnout y ha sido el instrumento que

ha facilitado

la

investigación sistemática sobre

la

teoría. Para entender el impacto de este instrumen

to sobre

la

investigación en burnout, hay

que

men

cionar que

la

aparición del

MBI

como técnica e

instrumento de evaluación probablemente consti

tuye el hecho diferencial

que

marca el paso

de

un

período inicial de formulación a otro riguroso y

sistemático.

La

primera publicación del cuestiona

rio, ligeramente anterior a su comercialización, apa

rece en 1981 Maslach y

J

ackson, 1981 b . Este tra

bajo era el resultado de una serie de entrevistas de

casos anteriormente mantenidas. En el MBI, el bur

nout aparecía definido como «un síndrome

de

can

sancio emocional, despersonalización y reducción

de la

realización personal» Maslach y Jackson,

198lb).

©

Ediciones Pirámide

kson, 1981 a) el formato de respuesta incluía pun

tuaciones complementarias

en

frecuencia e inten

sidad,

pero en la

segunda

edición Maslach

y

Jackson, 1986) las autoras eliminaron la puntuación

de intensidad

por la

elevada correlación encontrada

entre ambas medidas de forma reiterada en diferen

tes trabajos lwanicki y Schwab, 1981 ).

De

la factorización de sus ítems proceden las

tres dimensiones que luego conformarán gran par

te de la aproximación teórica al desgaste profesio

nal que

ha

sido reproducida en diversos estudios

mediante análisis factoriales con rotación ortogonal

Gold, Bachelor y Michael, 1989), oblicua Abu- .

Hilal, 1995) y análisis factorial confirmatorio Gold

et

al., 1992). En cuanto a las propiedades psicomé

tricas del cuestionario, la consistencia del

MBI

os

cila en el rango de .75 a .90, y

la

fiabilidad en test

retest, en períodos

de

hasta cuatro semanas, tiene

un rango de

entre

.60 y

.80

Jackson,

Schwab

y

Schuler, 1986).

El

cuestionario no proporciona una

puntuación global, sino para cada una

de

las dimen-

Page 9: Parte 2 Impar

8/18/2019 Parte 2 Impar

http://slidepdf.com/reader/full/parte-2-impar 9/10

Evaluación medidas y diagnóstico del síndrome

el

burnout 7

rectamente los resultados

en cada

una de las di

mensiones.

El MBI-GS representa una mejora real sobre la

versión anterior. Su estructura factorial parece

s

clara, el número de ítems por dimensión está

s

equilibrado y la formulación teórica de las dos nue

vas dimensiones es correcta, aunque necesita desa

rrollos teóricos complementarios. Igualmente, tan

to los ítems

de

la dimensión

de

cinismo

como

los

de eficacia profesional tienen una formulación me

nos centrada en los aspectos emocionales, de forma

que se recogen aspectos cognitivos de ambas di

mensiones, área prácticamente inexistente

en

la

primera versión Moreno-Jiménez et al., 1997). La

inclusión es altamente relevante, pues Jos síntomas

cognitivos tienen una gran importancia en el sín

drome del desgaste profesional. La adaptación es

pañola del instrumento Gil-Monte, 2002b; More

no-Jiménez, Rodríguez-Carvajal y Escobar, 2001;

Salanova et al., 2000) ha encontrado que la estruc

tura del MBI-GS se corresponde con la propuesta

por Maslach et al. 1996).

3.3.

nálisis del MBI

1

El MBI ha dominado el campo de la investiga

ción sobre el bumout. Sus contribuciones históricas

y teóricas a la investigación científica del burnout

han sido tan importantes que el marco actual del

estudio sobre el burnout no

es

imaginable sin el

MBI; pero ha tenido también contrapartidas impor

tantes.

Especialmente su uso predominante ha llevado

a identificar el burnout y el MBI Halbesleben y

Buckley, 2004; Kristensen

et

al., 2005), a pesar de

que un constructo y su medida son aspectos meto

dológica y epistemológicamente diferentes. Esta

situación ha llevado a lo que Kristensen et al. 2005),

en un lenguaje comercial, consideran como un «es

tado de monopolio y de abuso dominante». Esta

práctica se ha justificado por la necesidad de tener

una medida estándar de evaluación Schaufeli y

Greenglass, 2001).

Comenzando por sus orígenes, el MBI no es un

cuestionario construido teóricamente, sino el resul-

© Ediciones Pirámide

tado de una serie de observaciones sociales y clí

nicas realizadas con trabajadores de tipo asistencial,

who o people work Maslach y Jackson, 1981 b,

p. 99). La triple estructura y la definición operativa

del burnout no fueron elaboradas sino hasta obtener

los resultados del análisis factorial, en otras pala

bras, por el resultado del análisis factorial. No exis

tió inicialmente un modelo teórico que postulase la

naturaleza del bumout, sino que sus dimensiones

son el resultado de una factorialización con una

resolución de tres factores correspondientes a las

dimensiones conocidas y un cuarto factor, con un

valor propio inferior a la unidad, correspondiente

a la dimensión de «implicación con la gente»

in-

volvemente with people)

Maslach

y

J ackson, 1981 b,

p. 104; Maslach, 1998, p. 68).

Sin embargo, el resultado de un análisis factorial

no nos dice nada de un constructo, sino de un ins

trumento con una determinada muestra. Los resul

tados del análisis factorial derivan de la naturaleza,

temática y contenido

de

los ítems

que

componen el

cuestionario. Es decir, un análisis factorial no re

suelve la naturaleza

de

un constructo, sino de los

elementos que se han introducido en el instrumen

to. Identificar posteriormente los resultados de un

análisis factorial con un constructo no es correcto

ni metodológica ni epistemológicamente. La meto

dología del análisis factorial, tanto exploratorio

como confirmatorio, permite alternativas válidas

por las que

la

teoría debe optar.

Cuando Cherniss 1980a) propone su modelo,

considera que el burnout es el proceso resultante

de: 1) una situación laboral, 2) unas variables per

sonales, 3) la interacción

de

ambas que dan lugar

a fuentes de estrés, y como resultado, 4 al bumout

o cambio de actitudes laborales. Entre ellas se enu

mera la reducción de objetivos laborales, la reduc

ción de la responsabilidad personal,

a

pérdida de

idealismo, el distanciamiento emocional, la aliena

ción laboral o pérdida de significado y el énfasis en

los intereses personales. El listado no tiene un valor

enumerativo exhaustivo. Sin embargo, la definición

de Maslach y Jackson 1981 b, p. 99): «Un síndrome

de agotamiento emocional y cinismo que ocurre

frecuentemente entre las personas que trabajan ayu

dando a otras personas», proporciona un tipo de

Page 10: Parte 2 Impar

8/18/2019 Parte 2 Impar

http://slidepdf.com/reader/full/parte-2-impar 10/10

Evaluación medidas y diagnóstico de l síndrome del burnout 49

problema. Aunque el bumout se ha definido opera

cionalmente por un comienzo centrado en el can

sancio emocional, la pérdida del contexto cognitivo

y

justificativo del trabajo

y

del esfuerzo que se está

realizando es un factor crítico insuficientemente

analizado. La pérdida de las expectativas laborales

iniciales marca de forma importante el comienzo

del proceso. El síndrome se caracteriza por ser una

frustración cognitiva, una especie de depresión cog

nitiva al comprobar que los valores iniciales

de

re

ferencia aparecen como insolventes, incapaces de

responder a las situaciones reales laborales. Indu

dablemente los componentes cognitivos son rele

vantes en el síndrome y, para no pocas personas,

determinantes, aspecto que ninguna de las versiones

del MBI recoge suficientemente.

4

OTROSINSTRUMENTOS

DE

EVALUACIÓN

Alternativamente al MBI se han desarrollado

otros instrumentos.de evaluación que han puesto el

énfasis en aspectos complementarios. La práctica

totalidad de ellos han tenido un campo de aplicación

muy reducido, de forma que el conocimiento de su

alcance y validez es muy limitado. Por otra parte,

la referencia y dependencia del enfoque del MBI

en algunos casos es clara; no obstante, la búsqueda

y elaboración de otros instrumentos muestra la ne

cesidad de incluir aspectos diferentes o nuevas for

mas de evaluación.

El Gillespie-Numeroff Burnout lnventory GNBI)

fue elaborado por Gillespie y Numeroff 1984 ), y

tiene la enorme ventaja de contar sólo con diez

ítems, lo que facilita su aplicación de forma rápida

en entornos muy sensibilizados a la aplicación de

encuestas o cuestionarios. Su formato es una esca

la Likert de cero a siete. No se han realizado estu

dios que correlacionen esta medida con otras me

didas de bumout.

Ford, Murphy y Edwards 1983) construyeron

un inventario de quince ítems que puede ser utili

zado fuera del marco de profesiones asistenciales,

el Perceptual Job Burnout Inventory que evalúa tres

dimensiones: 1 cansancio emocional y cinismo, 2)

© Ediciones Pirámide

desmoralización, sentimientos de frustración y efi

ciencia reducida y 3) excesiva demanda de energía,

persistencia y recursos.

Meier 1984) ha elaborado el Meier

Burnout

Assessment un cuestionario con veintitrés ítems en

una escala de verdadero-falso que analiza cogni

ciones y expectativas acerca del trabajo. El autor

analiza cogniciones y expectativas relativas al des

gaste profesional porque entiende el bumout como

la existencia de bajas expectativas

de

recompensa

laboral, acompañado por agotamiento físico y emo

cional. Es un cuestionario de aplicación limitada

que posteriormente adapta para evaluar el síndrome

en estudiantes, y reduce la experiencia del síndrome

a la existencia de sentimientos de fallo profesional,

incompetencia y sentimientos de baja realización

en el trabajo.

Mattews 1990) ha presentado el Mattews Bur

nout Sea/e for employees MBSE), que evalúa el

bumout como un constructo unitario sin distinguir

dimensiones específicamente, aunque contiene ele

mentos cognitivos, afectivos

y

conductuales. Incluye

variables individuales sobre la persona tales como

ajuste de rol, lugar de control, actitudes ante el traba

jo y habilidades de afrontamiento. Otras dos varia

bles se refieren al ajuste personal y al temperamen

to. Estas variables tienen la función de conocer las

variables personales que inciden sobre el bumout.

El cuestionario consta de SO ítems y evalúa en una

escala de

1-1 OO

El Emener Luck Burnout

Sea/e

ELBOS)

Emener, Luck y Gohs, 1982) consiste en 30 íte

ms y consta de siete factores: retroalimentación,

ambiente laboral, autonomía, expectativas, afecto/

actitudes hacia el trabajo, autopercepción y mo-

vilidad. Firth et al. 1987) elaboraron la Escala

de depresión profesional una escala de depre

sión profesional que según los autores se solapa

con la dimensión de cansancio emocional y que

consta de 19 ítems. El Work Related Strain

lnven-

tory Revicki et al., 1991)

es

un inventario

con

dieciocho ítems y que,

aunque

su

nombre

pueda

sugerir un

contexto

laboral cualquiera, se aplica

especialmente a contextos asistenciales, marco en

el que se han

efectuado

sus estudios de fiabilidad

y validez.