PARROQUIA SAN FRANCISCO El Puerto de Santa María, Asidonia-Jerez.

Iglesia: C/S. Francisco, nº 27 TLF.956.850961// Centro Social: C/Los Toreros, nº2

Noviembre

2016

Nº 51

Parece el anuncio de una agencia de viajes, pero no se trata

de eso. No se trata de devorar kilómetros, visitar países

exóticos o vivir de turista. Se trata de hacer del mundo

nuestra casa común, sin zonas reservadas, áreas

exclusivas, llaves o cerrojos. Nuestra fe nos invita al empezar

este nuevo tiempo de ADVIENTO a romper fronteras, tirar

muros, sentirnos parte de un todo. Nos invita a sacudirnos

rutinas y certidumbres, a abrir las puertas de lo nuevo y llenar

el corazón con las historias y los gritos de los otros, con sus

tormentas y esperanzas. De esos otros cercanos y de esos

otros más lejanos. Ojalá que en este curso nadie se sienta

“extraño”.

Al final del libro de los Ejercicios Espirituales Ignacio nos

propone unas orientaciones para sentirnos Iglesia, para vivir

con profundidad la dimensión comunitaria de nuestra fe. Por

eso, nuestro lema para este curso es “Nuestra casa es el

mundo” y en especial para el tiempo de adviento. Esta frase

de Jerónimo Nadal, uno de los primeros compañeros jesuitas,

nos puede ayudar a profundizar en nuestra vivencia eclesial.

Esa casa de la que hablamos es nuestra Iglesia en la que

vivimos plenamente la encarnación del Señor y su venida a

este mundo. Adviento nos recuerda que vivimos en un

mundo compartido donde esperamos la esperanza final de

tiempos nuevos.

A todos… ¡BUEN ADVIENTO! Que de verdad seamos capaces

de hacer de este mundo una casa, un hogar de acogida y

encuentro en donde Jesús el Salvador se nos hace presente

cada año, recordando su mismo nacimiento. Sea casa común

de acogida.

“VEN SEÑOR JESÚS”

Ha transcurrido un año y de nuevo nos

encontramos en el Adviento: tiempo de

esperar y de preparar la venida del

Señor. Mirando nuestro mundo,

cercano y lejano, podemos pensar que

cada día todo está peor, que no hay

salida, y esto nos turba. Pero, si

escuchamos atentamente, oiremos la

voz del Padre que nos dice: “Levántate y

ponte las gafas de colores para ver y

vivir la Esperanza, el Coraje, la Ilusión y

el Consuelo”. A esto nos invitan las

cuatro semanas de este tiempo para

poder vivir la auténtica Navidad del

Señor.

Padre, ayúdanos a velar siempre con la

esperaza puesta en ti y en Jesús, tu Hijo.

Que, esperamos su venida, trabajemos

con fidelidad a favor de los que más lo

necesitan. Que no nos falten el coraje y

la ilusión de María para que, imitando su

sencillez, seamos portadores de

consuelo y cariño a tantos hombres y

mujeres que se encuentran solos y

desamparados.

Parroquia de San

Francisco

Significado del Adviento

La palabra latina "adventus" significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a

la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro

semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la

esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa penitencia, esfuerzo.

El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos ya que nos

invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro.

Esta es su triple finalidad: - 1 . Recordar el pasado: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El

Señor ya vino y nació en Belén. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y

pobreza. Vino como uno de nosotros, hombre entre los hombres. Esta fue su primera

venida.

- 2. Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente de nuestra vida diaria la

"presencia de Jesucristo" en nosotros y, por nosotros, en el mundo. Vivir siempre

vigilantes, caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.

- 3. Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la Parusía o segunda venida de

Jesucristo en la "majestad de su gloria". Entonces vendrá como Señor y como Juez de

todas las naciones, y premiará con el Cielo a los que han creído en Él; hay que vivir

como hijos fieles del Padre y hermanos buenos de los demás. Esperamos su venida

gloriosa que nos traerá la salvación y la vida eterna sin sufrimientos.

El adviento viene cargado de ilusión. Siempre es tiempo propicio para dejar la

desesperanza y abrirse de nuevo a la novedad de Dios. Dios siempre nos sorprende y

nos ilusiona para empezar de nuevo. No importa lo que pueda estar pasando a nuestro

alrededor. Dios está pasando a nuestro alrededor, Dios siempre es más grande que

nuestro corazón. Donde Él está, allí hay vida, amor y esperanza que nunca defrauda. Se

hizo niño para que no tengamos miedo de recibirlo. Él vino a nuestro mundo y se lo jugó

todo por nosotros. En el adviento este niño viene a llamarnos “mira que estoy a tu puerta

y llamo, si me abres todo se hará nuevo”.

Feliz adviento que nos prepara para la Navidad, os deseo a todos

Durante este curso las líneas de pastoral de la Compañía de Jesús tienen como lema “Nuestra casa es el

mundo” con el fin de hacer del mundo un verdadero hogar. El tiempo de adviento es buen momento para

ponernos manos a la obra, para arrancar motores y ponernos en marcha. ¡Hay mucho por hacer!

Queremos que nuestra casa sea lugar donde alimentarse, donde experimentar y celebrar con sentido una

fe viva. El adviento nos da la oportunidad de gustar de nuestras celebraciones, de disfrutar de los

símbolos, de sentir la alegría de recibir al Niño que llega.

Queremos que nuestra casa sea lugar donde acoger, donde estrechar lazos, donde vivir una auténtica

amistad y fraternidad, que integre diferencias y particularidades. En Adviento nuestra casa puede ser fiel

reflejo del portal del Belén en el que se acogió a pastores, a sabios de Oriente y a todo aquel que se acercó.

Que el adviento sea tiempo de puertas abiertas y también tiempo de salir al encuentro, de ir a acercarnos

al otro, al que está fuera, al que no es como nosotros.

Queremos que nuestra casa sea lugar de encuentro con el mundo, saliendo de nuestros círculos,

queriendo en todo y a todos amar y servir. Este adviento debe ser tiempo de vigilar, de mirar al mundo y

compadecernos de él. Tiempo de cambiar nuestras actitudes y convencernos de que un mundo mejor es

posible, tiempo de tener esperanza.

Nuestra casa inicia en Adviento un tiempo de cambio que empieza por cada uno de nosotros.

Arreglemos nuestra

habitación. Lugar de

encuentro con uno mismo,

de oración personal. Mi

habitación durante este

tiempo de adviento debe

ser lugar de silencio donde

revivo lo acontecido

durante la jornada y lo

pongo delante del Señor.

Preparemos nuestra cocina. La

cocina es el centro del hogar,

lugar donde se prepara

nuestro alimento. Cocinamos

para alimentarnos, crecer,

disfrutar y compartir la mesa.

Jesús es el centro de nuestras

celebraciones y nosotros

debemos ser, sobre todo en

este tiempo de adviento, sal

para dar sabor. a la vida.

Revisemos el baño. Preparar el baño implica

preparar todo aquello que nos purifica, que nos

limpia. El adviento es tiempo de cambiar, de

renovarse, de limpiarse por dentro. De mirar

nuestras debilidades y ponerlas en manos del Señor.

Acomodemos el salón. Un salón que tenemos que

hacer cómodo, que tiene que ser lugar de

encuentro y diálogo. En adviento nuestro salón

debe acoger a todos, debe buscar estrechar lazos

para vivir una auténtica amistad y fraternidad.

Durante el tiempo de adviento aporta

alimentos al cajón solidario instalado en la

puerta del templo y la capilla del Barrio

Todos los días de lunes a sábado rezo de oración de laudes antes de misa de 9,30

Día 26: Retiro parroquial de Adviento de 10,30 a 13,30 (te invitamos a participar).

Ponencia, Café, rato de Oración y Celebración de la Palabra.

Día 2: 1ºViernes de Mes, 18,00 Rezo de vísperas//18,30 Misa (Apostolado de la Oración).

Día 3: San Francisco Javier sj. Misas 9,30 y 20,30 (Día P. Guerrero sj.).

Día 7: 20,00 Rosario // 20,30h Vigilia Inmaculada.

Día 8: Solemnidad de la Inmaculada. (Misas 9,30 / 10,30 / 11,30 / 12,30).

Día 15: Jueves, 20,00 Vigilia de Adoración Nocturna femenina.

Día 16: Viernes 17,30h Celebración de la penitencia comunitaria // 18,30 Misa.

Día 16: Viernes 21,30 Vigilia de Adoración Nocturna masculina.

Día 17: Sábado, Bendición del Belén del Centro Parroquial (Apostolado Juvenil).

Día 18: Misa de 11,30h (niños). Grupo Scouts presenta la “Luz de Belén”.

Día 18: 13,30 Encuentro Festivo de Agentes de pastoral y Grupos.

* Almuerzo y Zambombá (Patio parroquial).

TODOS LOS JUEVES DE 10,00 A 13,00

Capilla Sagrado Corazón

Barrio Parroquial