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Revista de Geografía Norte Grande ISSN: 0379-8682 [email protected] Pontificia Universidad Católica de Chile Chile Vélez Restrepo, Luis Aníbal Del parque urbano al parque sostenible. Bases conceptuales y analíticas para la evaluación de la sustentabilidad de parques urbanos Revista de Geografía Norte Grande, núm. 43, septiembre, 2009, pp. 31-49 Pontificia Universidad Católica de Chile Santiago, Chile Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=30011632002 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Revista de Geografía Norte Grande

ISSN: 0379-8682

[email protected]

Pontificia Universidad Católica de Chile

Chile

Vélez Restrepo, Luis Aníbal

Del parque urbano al parque sostenible. Bases conceptuales y analíticas para la evaluación de la

sustentabilidad de parques urbanos

Revista de Geografía Norte Grande, núm. 43, septiembre, 2009, pp. 31-49

Pontificia Universidad Católica de Chile

Santiago, Chile

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=30011632002

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Sistema de Información Científica

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

31DEL PARQUE URBANO AL PARQUE SOSTENIBLE. BASES CONCEPTUALES Y

ANALÍTICAS PARA LA EVALUACIÓN DE LA SUSTENTABILIDAD DE PARQUES URBANOS

Revista de Geografía Norte Grande, 43: 31-49 (2009)Tema central: medio ambiente urbano

Del parque urbano al parque sostenible.Bases conceptuales y analíticas para la

evaluación de la sustentabilidad deparques urbanos1

Luis Aníbal Vélez Restrepo2

RESUMENLas funciones ambientales de los parques urbanos se plantean hoy como unacuestión básica; como un objetivo de la gestión urbana. No obstante, el análisisy manejo ambiental de tales espacios es llevada a cabo por distintos sectoresinstitucionales sin una consideración de conjunto en términos de su aporte a lasustentabilidad urbana. El objetivo del presente trabajo es desarrollar un mode-lo para la evaluación de la sustentabilidad de grandes parques urbanos, comopunto de partida para su análisis y manejo ambiental integrado. Se define unaestructura conceptual y analítica que integra tres principios y nueve indicado-res, en un valor único de sustentabilidad. El modelo se presenta como un aporteconceptual y metodológico; y como una herramienta de gestión, a partir de unmodelo abierto, flexible, que admite la modificación de indicadores o la incor-poración de otros, atendiendo a las condiciones específicas en posibles casosde estudio.

Palabras clave: Parque sostenible, áreas verdes urbanas, sustentabilidad urbana.

ABSTRACTThe environmental functions of urban parks have become a basic question, atarget for urban management. However, the analysis and environmental mana-gement of such spaces is usually done by various institutional sectors withoutconsideration of array in terms of its contribution to urban sustainability. Theaim of the following paper is to develop a model for evaluating big urban parkssustainability, as a starting point for its analysis and integrated environmentalmanagement. A conceptual and analytic structure is defined, which is made upof three principles and nine indicators. The model is showed as a conceptualand methodological contribution; and as a management tool, from an openedmodel, flexible, that accepts the changing of indicators or the adding of others,according to the specific conditions.

Key words: Sustainable park, urban green areas, urban sustainability.

1 Artículo recibido el 20 de febrero de 2009 y acep-tado el 8 de mayo de 2009.

2 Escuela de Planeación Urbano-Regional, Universi-dad Nacional de Colombia (Colombia). Email:[email protected]

32 R E V I S TA D E G E O G R A F Í A N O R T E G R A N D E

Ya sea que se consideren o se definanpor su carácter metropolitano, central, zo-nal, recreativo, ecológico, temático, etc., losparques urbanos en general empiezan a sercuestionados hoy en términos de su aporte ala sustentabilidad; especialmente por su pro-pio impacto ambiental a nivel de materiales,consumo energético, producción de dese-chos, exclusión social, inseguridad, artificia-lidad en su funcionamiento y por su esterili-dad como hábitat ecológico (Cranz &Boland, 2004).

Así, frente a los paradigmas que conven-cionalmente han asistido la creación o dise-ño y manejo de parques, hoy se plantea lapregunta por la contribución de estos al pro-yecto de hacer ciudades más balanceadas ysostenibles ecológicamente, adquiriendo re-levancia la cuestión del parque sostenible(Cranz & Boland, 2004).

En efecto, con la dinámica expansiva delas ciudades y la urbanización de la vida,los parques, así como el verde urbano engeneral, empiezan a ser vistos por sus fun-ciones y valores ambientales, como natura-leza urbana, y no solo por sus formas estéti-cas u ornamentales en el espacio urbano(Platt, 1994; Hough, 1998; Ward, 2002; Vé-lez, 2007).

El objetivo del presente trabajo es plan-tear elementos conceptuales y analíticosque permitan conducir las dinámicas, es-tructuras y configuraciones de grandes par-ques urbanos con criterios de sustentabili-dad. Para tales efectos se acude en primerainstancia a la literatura internacional a finde obtener un panorama del estado del arteen el análisis de parques y áreas verdes ur-banas desde el punto de vista de la sustenta-bilidad, como concepto integrador que in-tenta especif icar y compatibi l izar lasinteracciones y requisitos sociales, económi-cos y ecológicos en el parque urbano.

A partir de esa revisión se establece unmarco conceptual y analítico para la evalua-ción de su sustentabilidad, en la perspectivaambiental; ello como un modelo general,definido en los aspectos relacionados con elcomponente verde, la economía y manejoambiental de recursos y las condiciones deatractividad para el uso social.

Los parques y áreas verdes enel marco de la sustentabilidad

urbana3

Desarrollo sostenible, ciudad sostenible ysustentabilidad urbana son conceptos asocia-dos y, ante todo, complejos en tanto preten-den involucrar y balancear objetivos de distin-ta índole (Lindsey, 2003; Scipioni et al., 2008).Especialmente en torno a la sustentabilidad ur-bana se desprenden diferentes métodos, res-pondiendo a distintos enfoques o énfasis endeterminados aspectos o funciones del am-biente urbano, con lo cual los indicadorespueden variar según el contexto específico deaplicación, sus condiciones, prioridades y ob-jetivos (Alberti, 1996; Fehr et al., 2004).

En cualquier caso, tales conceptos cons-tituyen un marco de integración de diferen-tes dimensiones del medio ambiente y deldesarrollo, desde distintas escalas y perspec-tivas. De manera análoga, el discurso y elanálisis de la sustentabilidad, referido a losparques o al verde urbano, es campo demúltiples miradas desde diversas escalas yenfoques de integración.

El Cuadro Nº 1 presenta una síntesis deplanteamientos en torno a la sustentabilidadde parques y áreas verdes, dejando ver dis-tintos niveles o escalas de aproximación. Enprimer lugar, en los análisis de sustentabili-dad a escala urbana o de ciudad, los par-ques y espacios verdes suelen ser considera-dos solo como un indicador o un dato másen las guías o estructuras analíticas determi-nadas, agrupados ya sea en términos de área(m2) de espacio verde, acciones de mejora-miento de la biodiversidad, incremento deáreas naturales (Abolina & Zilans, 2002; Zi-lans & Abolina, 2007), mantenimiento deparques y preservación de recursos naturales(Fehr et al., 2004).

Esa consideración es bastante reducidafrente a la pregunta por la contribución delos parques al proyecto de ciudad sosteni-ble, que supone ir más allá de los datos oreportes sobre cantidad y mantenimiento de

3 Los términos sustentabilidad y sostenibilidad seconsideran equivalentes en este estudio.

33DEL PARQUE URBANO AL PARQUE SOSTENIBLE. BASES CONCEPTUALES Y

ANALÍTICAS PARA LA EVALUACIÓN DE LA SUSTENTABILIDAD DE PARQUES URBANOS

estos. Efectivamente, los espacios verdes ur-banos no son espacios cualitativamente neu-trales, por el contrario, son lugares caracte-rísticos, diferenciados en sus contenidos yformas, al igual que en sus funciones ecoló-gicas, urbanas y sociales. No implican, deantemano, una expresión intrínseca de desa-rrollo sostenible (Chiesura, 2004), ni debenser asumidos como bienes incuestionablesen la ciudad (Halvorsen, 2000). Su aporte ental sentido va a estar mediado justamentepor las especificidades que presentan, cuyoreconocimiento supone acercarse al espacioverde como objeto de estudio en sí mismo.

Un segundo nivel de aproximación a lasustentabilidad de los parques y áreas verdesen el Cuadro Nº 1, es justamente un acerca-miento a la escala del verde urbano en suconjunto, entendido como la estructura deáreas verdes de la ciudad. El análisis a esta es-cala (sustentabilidad del verde urbano) apreciay diferencia los atributos de los distintos tiposde áreas, especialmente de su componenteverde, el cual se analiza o evalúa en funciónde criterios, principios o indicadores de tiposocial, ecológico, y en algunos casos, econó-mico, como dimensiones e interrelaciones dela sustentabilidad (Cuadro Nº 1).

En tercer lugar, la sustentabilidad a la esca-la de parque y de área verde, asumidos comounidad de análisis en sí mismos, es un nivelanalítico aparentemente menos abordado enla literatura, pero que deriva también en dis-tintas aproximaciones y alcances: en términosde la pregunta por el aporte de uno u otro par-que a la sustentabilidad urbana, específica-mente por los beneficios sociales y psicológi-cos que su uso tiene en los ciudadanos, locual estará determinado por las cualidades delparque como tal (Chiesura, 2004); o bien, entérminos de la definición de indicadores degestión y uso para estimar la sustentabilidaddel parque (García y Guerrero, 2006); o de laevaluación de la sustentabilidad de senderosverdes urbanos (Lindsey, 2003).

A nivel conceptual, Cranz & Boland(2004) se plantean el problema del parquesostenible, considerándolo como un modeloemergente respecto al cual describen las ca-racterísticas generales o atributos que lo ha-cen diferente de otros tipos de parques urba-nos: la autosuficiencia de recursos, la

integración al sistema urbano mayor y losnuevos modelos de expresión estética, atri-butos que caracterizan dicho modelo en susaspectos constructivos y operativos, físicos ysociales, y que están representados en elahorro energético, de recursos materiales(fertilizantes, laboreo y agua) y de costos demantenimiento, el reciclaje, el control desedimentos, la reducción del ruido y de lacontaminación, la configuración en funciónde la ecología del lugar, el diseño y manejosucesional de la vegetación, el aporte albienestar social y la salud pública, la accesi-bilidad, la conectividad y la integración so-cial y urbanística a la ciudad.

Más que una cuestión de escala, los estu-dios reseñados en el Cuadro Nº 1 permiteninferir también algunos rasgos comunes delestado del arte sobre la sustentabilidad en re-lación con parques y áreas verdes. Un deno-minador común es el carácter comprehensivoe integrador que presentan los distintos plan-teamientos analizados, lo que es consonantecon el objetivo de desarrollo sostenible alque asisten. En tal sentido, la mayoría de lasestructuras conceptuales y sus indicadorescomprenden y relacionan, por lo general,componentes ecológicos, sociales, físico-es-paciales, económicos y de gestión, enfatizan-do la importancia del contexto local y de laaceptación social para la sustentabilidad.

En general puede decirse que existe unamplio marco de criterios o principios, obje-tivos e indicadores de sustentabilidad de par-ques y áreas verdes que reconocen la com-plejidad temática. Sin embargo, en lamayoría de las propuestas analíticas del Cua-dro Nº 1, los indicadores quedan planteadosde manera independiente, con lo que suaporte a la sustentabilidad solo se lee aisla-damente, para cada indicador en sí mismo, yno en su relación con los demás; es decir, sinestablecerse una consideración conjunta ointegrada de ellos, que permita reconocer lasituación general en términos de un valorúnico o sintético de sustentabilidad, ya sea anivel cualitativo o cuantitativo. Esa desarticu-lación formal de criterios e indicadores limitala aplicación de los modelos o estructurasconceptuales como herramientas en la tomade decisiones de planificación y manejo o enla definición de escenarios de sustentabilidad(Vélez y Gómez, 2008).

34 R E V I S TA D E G E O G R A F Í A N O R T E G R A N D E

Cuadro Nº 1Aproximaciones conceptuales y analíticas en torno a la sustentabilidad

de parques y áreas verdes urbanas

35DEL PARQUE URBANO AL PARQUE SOSTENIBLE. BASES CONCEPTUALES Y

ANALÍTICAS PARA LA EVALUACIÓN DE LA SUSTENTABILIDAD DE PARQUES URBANOS

Cuadro Nº 1(Continuación)

Fuente: Elaboración propia.

36 R E V I S TA D E G E O G R A F Í A N O R T E G R A N D E

Lo anterior sugiere la importancia deavanzar en la definición de tales estructuras,en la articulación de principios e indicado-res para el análisis de la sustentabilidad deparques y, por lo tanto, para la planificacióny manejo del parque sostenible.

Principios e indicadores desustentabilidad de grandes

parques urbanos. Del parqueurbano al parque sostenible

De acuerdo con Clark et al. (1997) lasustentabilidad puede ser entendida como lahabilidad para producir y/o mantener, du-rante algún tiempo en el futuro, un conjuntode condiciones o cosas deseadas. En esemarco general, algunos conceptos clave desustentabilidad, como el de capacidad deautorregeneración, tienen un alcance limita-do al plantearse a nivel de la ciudad, de losparques o del verde urbano. Específicamen-te se hace referencia a las restricciones quepresenta, por ejemplo, el desarrollo de pro-cesos sucesionales de la vegetación, nosiempre viables técnica y socialmente dadaslas múltiples funciones que se le demandana estos espacios (Clark et al., 1997).

Asimismo, se plantea que, de maneraanáloga, la autocosteabilidad económicacomo criterio de sustentabilidad tiene un al-cance restringido en tales espacios, si se tie-ne en cuenta que aquellos proveen serviciosambientales antes que bienes o productos fí-sicos directos (Clark et al., 1997), aunqueesos servicios incidan positivamente en laproducción o productividad de diversos sec-tores económicos y sociales urbanos.

No obstante, en ese contexto urbano res-trictivo, la noción de parque sostenible estáasociada, de acuerdo a los criterios de sus-tentabilidad, a la existencia de determinadosatributos o características ecológicas, am-bientales, sociales y de economía de recur-sos, como principios que definen su estruc-tura y funcionamiento y que se conviertenen beneficios para el presente y para el futu-ro. En concordancia con lo anterior, el Cua-dro Nº 1 permite definir un marco concep-tual y analí t ico de sustentabil idad deparques urbanos, expresado en tres princi-

pios generales que enmarcan una relaciónde indicadores para una visión integrada: lafuncionalidad ecológica, la economía y elmanejo ambiental de recursos y la funciona-lidad social, como se representa en la FiguraNº 1.

La funcionalidad ecológica, como unprimer principio del modelo, hace referen-cia fundamentalmente al componente de ve-getación de parques o áreas verdes urbanas,el que constituye por excelencia el elementoesencial y caracterizador de esos espacios.La naturaleza o la vegetación de la sustenta-bilidad es aquella que provee un nivel alto ycontinuado de beneficios netos, incluyendola reducción de contaminantes atmosféricos,amortiguación del clima y del ruido, mejo-ramiento de la calidad visual del paisaje yprovisión de refugios para especies de faunaurbana no doméstica, entre otros (Clark etal., 1997; Vélez, 2007).

En general, se asocian mayores benefi-cios a una mayor naturalidad del verde, a laexistencia de procesos sucesionales de lavegetación (Rebele, 1994; Kendle & Forbes,1997; Niemelä, 1999; Cilliers et al., 2004),a su conectividad ecológica en el paisaje ur-bano y regional y a su menor fragmentación,como condiciones que enmarcan dicha fun-cionalidad.

Una cuestión que se plantean de una uotra forma distintos autores (Freeman, 1999;Milligan & Raedeke, 1995; Jorgensen et al.,2002) es la relacionada con el tipo de natu-ralidad socialmente aceptable en la ciudad(qué tan naturales pueden ser los parquesurbanos, tanto en apariencia como en fun-ción). Si bien la utilización de procesos su-cesionales es ecológicamente deseable, tam-bién afecta valores de amenidad y usosocial, y su implementación no siempre esposible en algunos parques (Gustavsson,2005), de manera que habría que entenderla naturalidad como un grado de impactohumano o una menor art i f icial ización(Breuste, 2004; Forsyt & Musacchio, 2005).

Justamente, el parque sostenible recono-ce las restricciones urbanas para restablecerprocesos ecológicos e incrementar la natura-lidad de sus áreas verdes. Dicho parque,como lo señalan Cranz & Boland (2004),

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ANALÍTICAS PARA LA EVALUACIÓN DE LA SUSTENTABILIDAD DE PARQUES URBANOS

imita la naturaleza en su composición de es-pecies y en su función y para ello no tieneque restringirse a un modelo único, pudien-do ser naturalístico o formalista en aparien-cia, y contener especies nativas o no nativasapropiadas. Se trata, más bien, de enfatizarla creación de comunidades de plantas convalor no solo ornamental, sino ecológico(Hough, 1998; Gobster, 2004; Vélez, 2007).

Por lo visto en la literatura internacional,el análisis del contenido ecológico del verdeurbano acude en muchos casos a la conside-ración de una o más variables estructuralesque en alguna medida reflejan la compleji-dad y funcionalidad biológica del compo-nente verde. Se trata de variables relaciona-das ya sea con la organización espacial o ladiversidad estructural (cobertura de dosel,cobertura de sotobosque, cobertura a nivel

de piso o suelo), la distribución de edades,la frecuencia y dominancia de especies y lapresencia de vegetación nativa, entre otras(Clark et al., 1997; Halvorsen, 2000; Garcíay Guerrero, 2006).

Generalmente, tales variables se asumencomo indicadores independientes cada unoen sí mismo, en otros casos se integran en unvalor único o concepto integrador, a modode índices, ya sea de integridad biótica (Lind-sey, 2003), cualidad florística (Miller & War-drop, 2006), aptitud o valor de hábitat (Li-vingston et al., 2003; Kroll & Haufler, 2006),integridad ecológica (Vélez y Gómez, 2008)o naturalidad, tratándose de ámbitos regiona-les (Machado, 2004), entre otros.

Entre las distintas conceptualizacionesposibles, en este trabajo se opta por una no-

Figura Nº 1Representación esquemática de la construcción del Índice de sustentabilidad

Fuente: Elaboración propia.

38 R E V I S TA D E G E O G R A F Í A N O R T E G R A N D E

ción de aptitud o valor de hábitat como in-dicador de funcionalidad ecológica en par-ques y/o áreas verdes urbanas (Figura Nº 1).Ello por dos razones, por ser un conceptocomplejo que da cuenta en sí mismo de ca-racterísticas estructurales y funcionales de lavegetación y su relación con la fauna, y por-que tiene un gran potencial como referentede naturaleza urbana y de sustentabilidadecológica del verde urbano, pudiendo seruna categoría de análisis más flexible yaceptada, respecto a otras conceptualizacio-nes que pueden percibirse asociadas gene-ralmente a una idea de ruralidad o de eco-sistema no intervenido, desde la perspectivaurbana. De hecho, los métodos y variablesde evaluación en bosques y ecosistemas na-turales suelen resultar inapropiados o insufi-cientes a efectos de evaluación ecológica deespacios verdes en la ciudad, donde los cri-terios de tamaño, rareza y riqueza, entreotros, son menos apropiados (Freeman,1999).

De acuerdo con Cranz & Boland (2004)la autosuficiencia o economía y manejo am-biental de recursos es uno de los principiosde sustentabilidad de los parques, el queresponde a su vez a un principio de econo-mía local como base de economía de recur-sos en el desarrollo sostenible (Berke &Manta, 2000).

En ese sentido, el parque sostenible con-lleva un conjunto de estrategias para dismi-nuir los consumos de energía, fertilizantes,materiales básicos, laboreo y agua; al mis-mo tiempo, produce menos ruido, menosaguas lluvias contaminadas, menores canti-dades de residuos líquidos y sólidos, inclu-yendo la hierba cortada (Cranz & Boland,2004).

Es obvio que la plena autosuficiencia derecursos en el funcionamiento del parque esun objetivo poco viable, de manera que lasfinalidades y condiciones de la sustentabili-dad se dirigen fundamentalmente a la reduc-ción en el consumo de recursos y producciónde residuos. Se relaciona el ahorro y uso efi-ciente de agua, energía y residuos, comoprácticas de producción más limpia ya sea anivel de uso doméstico o de los sectores eco-nómicos industrial, agrícola, comercial, deservicios, entre otros (AMVA, 2007).

En esa perspectiva, los parques, asícomo los hoteles, centros educativos, desalud y restaurantes se incluyen en el sec-tor servicios, en tanto constituyen espacioscuyo funcionamiento, desde el punto devista hídrico, energético y de residuos, seasocia básicamente a la operación de insta-laciones sanitarias, actividades de aseo, rie-go y mantenimiento de jardines, cocciónde alimentos, iluminación, equipos de ofi-cina y, en algunos casos, motores de juegosmecánicos.

Las opciones de economía y manejo am-biental de recursos que pueden asociarse aese tipo de actividades e instalaciones, tie-nen que ver no solo con la reducción depérdidas y cambio de hábitos de uso y con-sumo del recurso, sino también con la opti-mización de procesos, implantación de dis-positivos ahorradores, reciclaje, uso defuentes alternas y cambios tecnológicos(AMVA, 2007).

Distintos indicadores propuestos paradeterminar la sustentabilidad en el contex-to urbano consideran directa o indirecta-mente la aplicación de cambios en tal sen-tido (Alberti, 1996; Huang et al., 1998;Fehr et al., 2004; Leal, 2004; Van Dijk &Mingshun, 2005; AMVA, 2007; Hernan-dez, 2003; Gonzalez y De Lázaro, 2005;UNEP, 2005).

Con base en el estado del arte a nivel in-ternacional y local, el modelo representadoen la Figura Nº 1 incorpora, en efecto, cincoindicadores de economía y manejo ambien-tal de recursos en parques; indicadores refe-ridos a aspectos que son hoy un imperativode la gestión ambiental urbana, y cuya defi-nición y medición es básica para garantizarrealmente avances en la sustentabilidad; sonindicadores relacionados con el consumo derecursos y la producción de residuos o emi-siones atmosféricas y acústicas, como se in-dica en la Figura Nº 1.

La funcionalidad social como principio,en general se refiere al reconocimiento de lacontribución que hacen los parques al bien-estar de los ciudadanos (Chiesura, 2004; Tyr-väinen et al., 2007), para lo cual la acepta-bil idad de estos espacios es uncondicionante de dicha funcionalidad y,

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ANALÍTICAS PARA LA EVALUACIÓN DE LA SUSTENTABILIDAD DE PARQUES URBANOS

particularmente, de los procesos y formas denaturalización o ambientalización (Purcell &Lamb, 1998; Briffett, 2001; Jorgensen et al.,2002; Lindsey, 2003; Van Herzele & Wiede-mann, 2003; Asakawa et al., 2004; Gobster,2004; Forsyth & Musacchio, 2005; Bjerke etal., 2006; Jim & Chen, 2006; Özguner &Kendle, 2006; Roovers et al., 2006; Barbosaet al., 2007).

El concepto de atractividad puede cons-tituir aquí un marco de integración de dis-tintos factores físicos y humanos que inci-den en el mayor o menor uso social de losparques y áreas verdes. Con base en VanHerzele & Wiedemann (2003) el modelogenerado en este estudio acude básicamen-te a tres requisitos generales de atractivi-dad: accesibilidad, tranquilidad y seguri-dad, como indicadores de cual idadesindispensables en cualquier parque o espa-cio verde, y en buena medida, objetivas,independientes de la clase de usuario y deltipo de área.

Una estructura analítica paraevaluar la sustentabilidad del

parque urbano

Tal como se indicó antes, el esquema dela Figura Nº 1 representa una visión de lasustentabilidad de parques urbanos, comoresultado de la relación de principios e indi-cadores de características ecológicas, am-bientales, sociales y de economía de recur-sos, considerados de manera conjunta sobreun espacio y tiempo dados. El Cuadro Nº 2expresa una estructura analítica correspon-diente a ese planteamiento, desarrollandouna perspectiva integral y consolidada de lasustentabilidad como estado de tales carac-terísticas.

En efecto, a partir del análisis propuestoen el Cuadro Nº 2 será posible evaluar lasustentabilidad del parque y, a su vez, esti-mar el significado o el aporte de cada indi-cador a la sustentabilidad, cuantificándolocomo un porcentaje con respecto al conjun-to o total. Igualmente, se podrá calificar ojuzgar el estado de uno u otro indicador ensí mismo, e identificar las variables críticasen cada caso, como factores que inciden oexplican, en parte, la situación socioeconó-

mica o ambiental reflejada en la matriz deanálisis.

En primer lugar, el indicador de aptitud ovalor de hábitat presentado en el Cuadro Nº2, recoge el índice planteado por Livingstonet al. (2003), según el cual la aptitud resultade la sumatoria de cuatro parámetros de lavegetación, considerados fundamentalespara la vida silvestre: cobertura vegetal (por-centaje de la superficie cubierta de plantas),vegetación nativa (porcentaje del área cu-bierta por plantas de especies nativas), co-bertura vegetal de refugio (porcentaje delárea con presencia de vegetación cercana alsuelo o a nivel de este) y diversidad estruc-tural (número de capas estructurales o diver-sidad de alturas de la vegetación existente,expresado en porcentaje respecto a un po-tencial definido).

Tales parámetros son pertinentes en tan-to permiten, en conjunto, conocer el arre-glo estructural y composicional actual de lavegetación en sí misma; siendo este un re-sultado que puede interpretarse en térmi-nos de aptitud o valor como hábitat (Li-vingston et al., 2003), que expresa, encierta medida, una calificación o configura-ción de naturalidad del componente verde,o bien, una estructura para la funcionalidadecológica, admitiendo un papel biológico alas plantas en las distintas tipologías delverde urbano.

Una aplicación de este índice en paisa-jes urbanos, en Arizona, es presentada porLivingston et al. (2003), donde se asumecomo una herramienta predictiva para califi-car distintos tipos de verde urbano e incor-porar la conservación en su manejo.

Se trata de una expresión flexible yadaptable desde el punto de vista de sucuantificación en un caso dado, en la medi-da en que es posible ponderar y categorizarsus variables (Cuadro Nº 2) según los objeti-vos o particularidades del análisis. En efec-to, los referentes teóricos de diversidad es-tructural, cobertura vegetal de refugio y deaptitud de hábitat en general, se definen deacuerdo a los objetivos o metas establecidosy características biogeográficas de las áreasdel entorno o especies animales que se con-sideren.

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ANALÍTICAS PARA LA EVALUACIÓN DE LA SUSTENTABILIDAD DE PARQUES URBANOS

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Por lo anterior, el índice constituye tam-bién un referente para el diseño (o rediseño)de espacios verdes, permitiendo configurar ycuantificar posibles niveles o valores de na-turalidad o de aptitud de hábitat a restable-cer en los parques urbanos, en una perspec-tiva de evaluación de la sustentabilidad.

Aunque en el ámbito colombiano no sereporta aún la aplicación explícita de índi-ces de aptitud de hábitat en contextos urba-nos, sí existen experiencias y proyectos decreación de ambientes boscosos o naturali-zados en estos. El proyecto de parque TulioOspina, en el Área Metropolitana de Mede-llín, incorpora el planteamiento de áreascon distintos niveles de naturalidad (FiguraNº 2), cuya materialización puede ser asisti-da a partir de la definición de valores de ap-titud y niveles de aproximación a la susten-tabilidad.

Desde el punto de vista de la economíay manejo ambiental de recursos, un indica-dor de ahorro y uso eficiente del agua sepropone en el Cuadro Nº 2, tomando encuenta los cambios tecnológicos, o la im-plantación de dispositivos ahorradores susti-tutivos de equipos convencionales (AMVA,2007). El ahorro estará dado entonces por ladiferencia entre el consumo total de agua delos equipos convencionales y el de los equi-pos o dispositivos ahorradores, en m3/año.De manera análoga, el ahorro en el consu-mo de energía está dado en términos de ladiferencia entre el consumo actual y el con-sumo propuesto (kWh/año), según los cam-bios de equipos.

En cada caso existirá un ahorro potencialde referencia de manera que el porcentajede ahorro de agua o energía (promediomensual o anual), antes que un valor abso-luto, resulta del cociente entre el ahorro al-canzado y el potencial, de acuerdo al núme-ro de equipos o dispositivos ahorradoresimplementados respecto al total posible enel parque. Una expresión matemática parala estimación de estos indicadores se en-cuentra en AMVA (2007), y un ejemplo deaplicación puede verse en Uribe (2007).

Los indicadores relacionados con el ma-nejo de los residuos sólidos y líquidos, pre-sentados en el Cuadro Nº 2, se fundamentan

en la medición de los residuos producidos,más que en los reciclados. Se asume así queun proceso de gestión de residuos debe es-tar orientado, inicialmente, a minimizar losmismos, en segundo lugar a su tratamiento oreciclado y, por último, si esto no es posi-ble, disponerlos en lugares seguros (Estruc-plan, 2008).

Consecuentemente, el indicador denomi-nado reducción en producción de residuossólidos per cápita/año (Cuadro Nº 2) dacuenta de los residuos no reciclados, nocompostados o reutilizados, y no separados;es decir, l levados a relleno (CONAMA,2001). Asimismo, hace referencia a la pro-ducción per cápita a fin de independizar losresultados, respecto a variaciones en el flujode usuarios entre un período y otro.

La reducción de residuos sólidos obteni-da se valora como un porcentaje, respecto aun potencial de reducción o valor de refe-rencia a establecer (Cuadro Nº 2) según es-tándares internacionales o de acuerdo a ca-racterísticas locales en términos de metasnacionales, según políticas establecidas ytecnología existente, para un programa demedición y reducción. Justamente, esta con-sideración de umbrales de comparación per-mite dar cuenta de los avances hacia la sus-tentabilidad del parque.

En el mismo sentido, el indicador deno-minado reducción de residuos líquidos percápita/año debe interpretarse como un por-centaje respecto a una reducción o valor dereferencia establecido. En el marco de unprograma de medición habría que conside-rar las descargas indirectas, conducidas através de alcantarillas, a suelos y corrientessituados fuera del parque, como residuos overtidos producidos, situación común enmuchos parques recreativos urbanos ysuburbanos de países en desarrollo. Conello se reclama y se aprecia la articulacióndel parque a plantas de recolección o trata-miento situadas dentro o fuera.

El seguimiento a la generación o produc-ción de residuos desde el origen responde auna visión de la sustentabilidad más estructu-ral, ligada no solo a procesos de tratamientoo reciclaje, sino a la cuestión de la reducciónde la producción misma de estos, lo que re-

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ANALÍTICAS PARA LA EVALUACIÓN DE LA SUSTENTABILIDAD DE PARQUES URBANOS

mite a la pregunta por la tecnología y los ni-veles de consumo. A partir de los datos quetradicionalmente registran las entidades am-bientales sobre la cantidad de residuos pro-ducidos y cantidad de aprovechados o sepa-rados, mes a mes, es posible construir estosindicadores de reducción en la generaciónde residuos dispuestos en el parque como

sector de actividad. Un caso de aplicación sereporta en Cano y Cano (2008).

Como parte de este grupo de indicadoresrelativos al manejo de recursos se incorporauna estimación de la calidad del aire en elparque y su entorno, a través de la mediciónde la concentración de contaminantes en la

Figura Nº 2Proyecto de parque Tulio Ospina, en el Área Metropolitana de Medellín.

Distintos niveles de naturalidad y funcionalidad ecológica implícitos en eldiseño de su componente verde

Fuente: Elaborado por el Consorcio Aquatro para el Área Metropolitana del Valle deAburrá, Medellín, 2009.

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atmósfera. Para ello se toma como base elíndice de calidad del aire (Air Quality In-dex, AQI) propuesto por Environmental Pro-tection Agency (EPA, 1999), que asocia nive-les de calidad a rangos de concentración departículas y sus efectos sobre la salud.

El índice convierte la concentración me-dia de uno o varios contaminantes a una es-cala que va de cero (0) a quinientos (500).Un rango de 0 a 50, equivale a un nivelbueno y a un 100% de sustentabilidad. Elporcentaje disminuye a medida que el valordel índice se incrementa; a partir de 200, elíndice toma el valor de 0%, puesto que lacalidad se vuelve pésima, muy peligrosa(EPA, 1999). AQI incluye seis contaminantesclave, categorizados también en dicha fuen-te. La asignación de categoría o calificacióndel índice se hace con base en el contami-nante con mayor concentración. Aplicacio-nes de AQI se encuentran en EPA (1999) yen Toro y Marín (2006), para la ciudad deMedellín.

La explicación del índice, presentadotambién en el Cuadro Nº 2, es la siguiente:

Donde:Ip = índice para el contaminante pCp = concentración redondeada de con-

taminante pBPHi = punto de cambio donde es ≥ a la

concentración CpBPLo = punto de cambio donde es ≤ a la

concentración CpIHi = valor correspondiente de AQI para

BPHiILo = valor correspondiente de AQI para

BPLo

Finalmente, el Cuadro Nº 2 presenta tresindicadores de sustentabilidad, desde laperspectiva de la funcionalidad social: acce-sibilidad, tranquilidad y seguridad, los cua-les constituyen condiciones básicas deatractividad, a la vez que representan rela-ciones socioespaciales en el ámbito urbano,esto es, interacciones parque-ciudad.

La accesibilidad está dada por el gradode acceso físico al parque que, de acuerdocon Van Herzele & Wiedemann (2003), de-pende de la posibilidad de ingresar a este através de distintos costados o puntos cardi-

nales. Esta definición permite, en buena me-dida, obviar valoraciones subjetivas en tornoal número de accesos que deban tener losparques o sobre si estos deban ser de carác-ter cerrado o abierto en un caso particular.Asimismo, constituye una alternativa frentea la medición de la accesibilidad en funciónde las distancias únicamente. El indicadoracude a criterios de acceso, que generanuna calificación más objetiva o indepen-diente de apreciaciones individuales. Por lotanto, antes que referirse a un número míni-mo de accesos como elemento de juicio, o alas distancias en sí mismas, el grado de ac-ceso físico se determina en función del nú-mero de puntos cardinales con al menos unacceso, considerando con ello que la posibi-lidad de ingresar al parque desde diferentespuntos incrementa el grado de acceso a este(Van Herzele & Wiedemann, 2003). Conbase en este criterio, al menos un acceso encada punto cardinal otorga un grado de ac-ceso físico al parque de 100%; dicho gradodisminuye a medida que el número de pun-tos cardinales, con al menos un acceso, sereduce.

El segundo indicador de funcionalidadsocial, la tranquilidad, está representado porlos niveles de ruido percibidos en el parque,ya sea que se originen en su interior o en sucontexto (Van Herzele & Wiedemann,2003), reconociendo con ello que aun losparques de recreación activa requieren nive-les aceptables de ruido. Una valoración ental sentido, en la perspectiva de la sustenta-bilidad, puede hacerse con base en ScottishEnvironment Protection Agency (SEPA,2004), que clasifica los niveles de sonidopresentes en situaciones rutinarias, asignan-do la categoría de muy tranquilo a nivelessuperiores a 0 hasta 30 dB(A), y ruidosocuando iguala o supera los 70dB(A). El nivelde tranquilidad se define como una funcióninversa del nivel de intensidad sonora (dB),de manera que para niveles hasta de 30dB(A) corresponde un valor de 100% detranquilidad, tal como se propone en elCuadro Nº 2. Las mediciones de ruido cons-tituyen procesos que por lo general se llevana cabo en las ciudades o sectores de activi-dad, existiendo capacidad técnica y posible-mente distintas categorizaciones de sonidoo tranquilidad, alternativas a la presentadaaquí, con base en SEPA (2004).

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ANALÍTICAS PARA LA EVALUACIÓN DE LA SUSTENTABILIDAD DE PARQUES URBANOS

El indicador de percepción de seguridadse determina como el porcentaje de visitan-tes que afirman sentirse seguros al visitar elparque, respecto a un potencial de percep-ción de seguridad de 100%. Esta es una me-dición de un buen nivel de complejidad enla información, puesto que refleja la sensa-ción de la gente en el parque que puede es-tar asociada en parte a las características fí-sicas y de manejo del lugar, así como aexperiencias directas e indirectas de victimi-zación (Austin et al., 2002). Por otra parte,la tasa de victimización, siendo necesaria,no da cuenta de la sensación del público enel parque, y está limitada a la existencia dedenuncias, reporte de los hechos o presen-cia de las víctimas entre los encuestados. Es-tudios o encuestas de percepción de seguri-dad se exponen en Austin et al. (2002) y enMedellín cómo vamos (2008).

Si bien cada uno de estos indicadorespresentados tiene en sí mismo un importantepoder explicativo e integrador, la estructuraanalítica del Cuadro Nº 2 propone avanzarhacia la integración de todos ellos en un va-lor único o indicador sintético, enmarcandoasí una determinada conceptualización desustentabilidad de parques urbanos: el prin-cipio de funcionalidad ecológica conlleva elreconocimiento de una visión dinámica dela naturaleza en la ciudad, y con ello, de laimportancia de los procesos naturales en elverde urbano; el principio de economía ymanejo ambiental de recursos da cuenta dela reestructuración energética y del flujo demateriales en la ciudad como criterios desustentabilidad; mientras que la funcionali-dad social enmarca dicha sustentabilidad enlos propósitos de calidad de vida urbana, dehabitabilidad a partir del espacio público.

La estructura planteada en el Cuadro Nº2 constituye ante todo un marco analíticoamplio, objetivo, que no pretende inducirnecesariamente un tipo o modelo estándarde parque urbano, sino que, por el contra-rio, admite que cada parque puede ser sos-tenible desde su carácter, tipología o funcio-nes urbanas propias. La estimación de lasustentabilidad a partir del marco analíticoplanteado adquiere también un alto nivel deobjetividad, puesto que cada indicador o susvariables se pueden calificar o interpretar deacuerdo a las particularidades geográficas

de las áreas consideradas, siendo esas espe-cificidades las que permiten establecer losreferentes de valoración de cada aspecto.

Se trata fundamentalmente de indicado-res de estado-respuesta que en conjuntoofrecen un panorama de la situación am-biental actual de los parques urbanos, demanera cuantitativa (Cuadro Nº 2), dejandover además los factores críticos o requeri-mientos de sustentabilidad, en términos devariables e indicadores y posibilitando me-diciones comparativas entre parques y entreciudades, asistiendo con ello la gestión deprocesos de cambio y seguimiento.

Un valor agregado de esta estructura omodelo de análisis es el hecho de posibili-tar, e incluso inducir, un manejo ambientalintegrado del parque, lo cual en la gestiónurbana suele dificultarse por la carencia deun marco de evaluación desde las distintasdimensiones de sustentabilidad. Es impor-tante anotar que el único referente de inte-gración de indicadores reportado en la lite-ratura consultada se encuentra en Lindsey(2003), para la evaluación de la sustentabili-dad en senderos verdes urbanos.

Consideraciones finales

La integración de dimensiones planteadaaquí constituye un sistema flexible, abierto,que acepta la inclusión de más principios,dentro de los cuales pueden involucrarseigualmente otros indicadores, o modificar oremover algunos de los existentes o sus va-riables, o ponderar el peso o valor de los in-dicadores en el conjunto para otorgar un rolmás o menos determinante a uno o más in-dicadores, atendiendo las posibilidades e in-tereses de investigación. Adicionalmente,cada indicador podría considerarse, alterna-tivamente, de manera independiente paradeterminar o cotejar características específi-cas de interés, a nivel social o ambiental.

De acuerdo con lo anterior, el Cuadro Nº2 no pretende agotar los posibles indicado-res de sustentabilidad de parques. Allí se hapresentado solo un conjunto consideradofundamental o básico para expresar la situa-ción actual. No obstante, este marco analíti-co permite y anima la incorporación de

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otros. Dependiendo de las posibilidades demedición, dicho conjunto podría involucrarindicadores de conectividad ecológica y defragmentación del parque, en función de es-pecies o requisitos definidos de hábitat (For-man & Godron, 1986; Gustafson and Parker,1992; Mac Garigal & Marks, 1995; Forman,1997; Frohn, 1997; Hargis et al., 1998; Jae-ger et al., 2008; Ward, 2002; Higueras,2006).

Tal selección de indicadores no pretendesimplificar la gestión o la temática de la sus-tentabilidad relacionada con los parques,esa sería una expectativa inconveniente. Seprocura, en cambio, aportar a su estructura-ción, para lo cual la puesta en práctica delmodelo supone, al menos en el ámbito insti-tucional, el desarrollo de un proceso técnicoprevio de definición de indicadores y susvalores de referencia en el contexto específi-co, como la base de programas de medicióny reducción de los factores negativos. Sepuede afirmar que la mayoría de los indica-dores incluidos en dicha estructura no soncomplejos en cuanto a su medición o cálcu-lo, como sí lo pueden ser las transformacio-nes y el seguimiento que deberán darse enel parque para incrementar la sustentabili-dad, esto es, para mejorar los datos arroja-dos por las mediciones.

Finalmente, hay que recordar que dichaestructura analítica se concibe especialmen-te para parques de significativa magnitud,que admitan los requerimientos implicadosen tales principios, es decir, ecosistemas es-tratégicos y parques de escala de ciudad,metropolitana o regional, mas no de carác-ter barrial. En ciudades como Medellín que,siendo deficitarias en grandes parques,cuenta con importantes cerros tutelares,considerados parques y ecosistemas urbanosa la vez, el modelo constituye una herra-mienta de gestión, no solo para determinarla sustentabilidad actual, sino para inducirmanejo ambiental de ellos frente a la ten-dencia creciente de artificialización en sudiseño y manejo.

Agradecimientos

El autor expresa su reconocimiento al es-tadístico Diego Mauricio Rendón E., por suvaliosa asistencia en este estudio.

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