parmenides

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Interpretando el poema del ser

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Parménides y los fragmentos del poema del Ser.

El presente ensayo intenta mostrar que el poema de Parménides más que defender un monismo, lo que hace es criticar una metodología y vivificar una razón (logos) que es compartida y limitada, pero que asimismo puede ser, gracias a la intersubjetividad, alcanzadora de la verdad. Estas ideas se encuentran afianzadas por las metáforas del poema, tales como, el errabundo Nous, las doncellas son quienes persuaden a la Justicia, la necesidad que aparece en los fragmentos de las vías y la verdad, etc.

Para mostrar tales postulados veo necesario citar cada momento del poema, esto con el fin de decir y expresar las ideas más claramente.

Fragmento 1:

Si ha de haber algo hermoso para resaltar en el poema es la función del alma respecto a la sabiduría, considero que con Parménides (con su poema) se encuentra el primer acercamiento al concepto de Filosofía, tal cual, como es etimológicamente, a saber, amor a la sabiduría. Al principio del poema se nos dice que los corceles (sin número exacto) lo arrastran por el camino de la diosa (Atenea1: Sabiduría) deleitándose de pasar, quizás, por hermosos poblados, lo hermoso es que afirma que va “tan lejos como el ánimo anhela”. Considero aquella expresión como el aforismo que acepta que todos deseamos saber, algunos en demasía otros módicamente, pero todos deseamos conocer. Lo que se puede notar, hasta ahora, es que el deseo de saber es lo que nos mueve a realizarnos las preguntas y las respuestas que, en este caso, nos ofrece Parménides.

Otro aspecto primordial de esta primera parte es la indicación, la guía, que las doncellas (Helíadas2) nos ofrecen y que, en efecto, cumplen. Después se nota la astucia de Parménides al establecer a la Justicia como portera y vigilante de la puerta que nos dirige y nos permite el ingreso a la Sabiduría (Atenea) revelando que aquel que conozca ha de ser justo y mostrando, por otro lado, que la Justicia es un objeto que ha de ser conocido para poder persuadirse de que se sabe algo, no obstante, no es Parménides quien conoce la Justicia, así como tampoco es él quien la convence de dejarlo entrar; es aquí donde las doncellas persuaden3 a la Justicia y ella abre las puertas.

Por otro lado está lo expresado por la Diosa:

“Mancebo, de auriga inmortales compañero, que con sus caballos que te traen , a nuestra morada llegas, ¡salud!, que no una mala moira te envió a seguir este camino (pues fuera del sendero de los humanos está), sino Themis y Dike”.

1 No debe olvidarse que Atenea también es la diosa de la guerra, la estrategia, etc.2 Adoradoras de Atenea con el interés de que ella perteneciera con ellas.3 En un diálogo de Platón, Critón, Sócrates dice que hablará con las leyes, aquellas afirman que deben ser persuadidas.

La diosa desde el saludo elucida que la sabiduría es algo inalcanzable, es algo que está por fuera del sendero humano; de ahí que Parménides busque una vía para conocer y, además, que esta vía sirva a los humanos y sea la propia de los humanos. De igual manera, como se mostró antes, la justicia y las leyes son quienes nos dirigen a la sabiduría, el conocimiento es algo que nos ayuda a conocer el universo pero sobre todo a nosotros mismos con el fin de actuar de acuerdo a la Justicia y a las leyes.

Vía de la verdad.

Fragmento 2.

En este apartado quisiera seguir igual que antes, es decir, mostrar los criterios fundamentales para luego reconstruir esquemáticamente lo que Parménides nos quiere decir. En este sentido, el fragmento primero de la vía de la verdad nos revela dos criterios fundamentales, el prejuicio y, al igual que antes, la persuasión. El filósofo eleático nos hace escuchar por medio de la palabra de la Diosa que debemos estar atentos de la palabra escuchada refiriéndose, quizás, a la opinión pública, es decir, masificada. Pero no estoy completamente seguro que sólo se refiera a aquello, sino que también se refiere a lo que oímos nosotros mismos, a nuestros propios pensamientos y opiniones; debemos estar atentos y, únicamente, escuchar la voz de la Diosa que como dice muy bien Fattal en su texto Mytos y logos en Parménides4 el concepto mito significa la palabra digna de confianza emitida por la diosa (sabiduría).

El segundo criterio, i. e, la persuasión devela, al igual que antes, la necesidad del hombre por convencer a los demás, obviamente, siguiendo la justicia y las leyes. La verdad que está por el camino de la persuasión vislumbra el papel que Parménides le otorga, esto es, la intersubjetividad. Por intersubjetividad entiéndase el consenso de las personas acerca de la verdad. Lo grandioso del papel parmenídeo sobre tal tema es el logos como disputador y debatiente sobre lo que el otro establece. Es de aquí que tiene completa razón lo que más tarde dirá la Diosa, a saber, que la metodología es el ser y no el no-ser. Esto se ve claramente cuando estamos de acuerdo en que el logos es la palabra racionalizada que piensa las cosas del universo, pero aunque reconoce su limitada capacidad disputa con los demás –logoi- para alcanzar la verdad (verosimilitud5).

Fragmento 3.

...pues lo mismo es inteligir y ser.

Aunque es muy oscuro se ha interpretado tradicionalmente como “todo lo racional es real y todo lo real es racional”. No obstante quisiera agregar que por inteligir se entienden diferentes procesos, tales como, entender, mirar, discernir, comprehender, etc. Ahora está en nuestras manos suponer que el entendimiento y el discernimiento se deben a un proceso individualizado que luego afecta a otro, es decir, cada quien debate sus opiniones con el fin de hallar el ser. 4 Fattal, M. Mytos y Logos en Parménides. (2009) Areté Revista de Filosofía, XXXI, 1. Páginas 9-33.5 Considero que se es más prudente si hablamos de verosimilitud y no de Verdad, pues como se mostró más arriba, el hombre llega hasta donde puede, mostrando que no podemos alcanzar la verdad tal cual como la Diosa.

Fragmento 4.

Realmente siendo sincero me permitiré decir que, tal apartado revela una crítica a la metodología negativa de las investigaciones. Esta metodología es aún funcional y muy reconocida, tanto que todavía se pide explicación por la luz y lo primero que hacemos es recurrir a definir la oscuridad, explicamos algo desde su contrario lo blanco es lo contrario a lo negro, el todo a la nada, el ser al no-ser. La inteligencia incluso en su limitada condición es capaz de captar la realidad desde una mirada positiva, es decir, desde la observación de que las cosas no siempre deben definirse por su contrario, sino más bien por lo que son en realidad. El ejemplo que se me ocurre es el mostrado por Platón en su Mito de la Caverna donde dice que el hombre después de estar acostumbrado a mirar los cuerpos desde el agua y en la noche, luego pasará al sol en el día desde su propio territorio.

Fragmento 5.

Indiferente es para mí por donde empiece, pues allá retornaré de nuevo.

Este fragmento muestra, a mi juicio, un abrebocas de la condición humana respecto al conocimiento. Como se puede notar Atenea dice que le es indiferente por dónde empezar supongo que se está refiriendo al camino a seguir; esto revela en parte que para la diosa y, en especial, para la Sabiduría es lo mismo empezar por X o por Y pues siempre llegará a la verdad, ya que esta es inmutable, eterna, etc. Por otra parte revela que sólo para ella es decir, únicamente la diosa puede hacer ese paso, esto es, puede empezar por cualquier lado, pues sólo ella es poseedora de un conocimiento (metodológico) que el hombre no tiene ni podrá poseer.

Fragmento 6.

Si continuamos la lectura, que hasta ahora hemos hecho, notamos que el hombre tal como dice la Diosa: conduce con su desconcertado pecho al errabundo nous. No encuentro razón para suponer que Parménides esté hablando de una verdad alcanzable por el hombre, el conocimiento se le escapa a la humanidad; incluso siguiendo el camino que la Sabiduría nos ofrece nos veríamos limitados para alcanzar alguna verdad. Somos “sordos y ciegos” dice Atenea, indecisos a la hora de saber. Todo esto muestra que el hombre es un ser limitado e incapaz de conocer. Pero también muestra el deseo del hombre mismo por conocer. Parménides intenta encontrar la vía que nos lleve al entendimiento de las cosas, en este sentido, el filósofo eleático piensa que el hombre no puede conocer no por su limitada razón sino porque no ha encontrado el método para hacerlo, esto es algo que se verá con Descartes más profundamente.

Fragmento 7.

Este parágrafo muestra la razón de cada ser humano, una razón que es crítica. Un logos que no acepta los prejuicios y no confía en las palabras de los mortales como si lo hace con las palabras de la Diosa (Mytos). Incluso es demasiado significativo que la Diosa lo exhorte a pensar razonadamente lo que ella ha dicho. Esto muestra que debemos pensar muy bien lo que creemos que es la verdad o, mejor, lo verosímil y es de aquí que resulta la idea de que para pensar

razonadamente y racionalmente debemos debatir ya sea con otros con nosotros mismos, pero si de algo debemos estar convencidos es que para conocer debe existir el diálogo.

Fragmento 8.

Como dije anteriormente la propuesta de Parménides es buscar una vía o al menos un camino en el que podamos confiar para alcanzar verdades (verosimilitudes). Este camino aunque oscuro es el que ha sido tratado y traído hasta la actualidad, a saber, cada objeto tiene un nombre y el significado de este nombre es su objeto (referencialidad). De ahí que se diga que la verdad es un proceso de des-ocultamiento (lógico). La vía es aquella en la que establece todo lo que se juzgue es verdadero o falso según la realidad, hablamos de lo que es (objetos) por del no-ser no se puede hablar, los objetos tienen nombres lo no-ser no puede ser nombrado, es decir, no puede ser ni juzgado ni conocido. ¿Cómo se sabe o se conoce algo? Comparando el juicio con la realidad, es decir, siguiendo la vía del ser.

Vía de la Doxa.

Como se ha notado a lo largo del poema la vía de la opinión es el camino de los mortales, de los hombres, de la humanidad. De ahí que la Diosa diga “Toda esta aparente ordenación te expongo para que ningún juicio de mortales te sobrepase”. La apariencia es el camino de los hombres o en palabras de Platón al hombre sólo le queda la opinión por alimento. No obstante aquel que pudo ingresar al templo de la Diosa fue quien pudo encontrar la vía de la verdad pero cabe preguntarse ¿Pudo él aplicar el método?.

Fragmentos del 9 hasta el último.

Si continuamos leyendo el poema nos damos cuenta inmediatamente que la Diosa crítica la postura de la lógica negativa que antes hablé. Al igual que hace Descartes (aunque sin cometer anacronismos) Parménides critica el aprendizaje por semejanza-diferencia, aprendemos lo que es la oscuridad por comparación con la luz. Así es como aprendemos y, además, así es como conocemos.

Además todos estos fragmentos develan una revelación de la Sabiduría, una revelación que al igual que el mytos es la palabra digna de fe. Al menos así lo quiere expresar Parménides. La Diosa expresa todo el conocimiento sobre la physis, este conocimiento como es bien sabido fue buscado por los filósofos presocráticos y, por lo tanto, en Parménides aquel conocimiento es fundamental.

Por otro lado está la relación de Parménides con Anaxágoras al establecer al Nous como el conciliador de las buenas mezclas de las cuales todo ha surgido. Este Nous es racional y, por lo tanto, todo lo entiende. No obstante en el hombre el Nous es errabundo y no logra conocerlo todo.

Reconceptualización

En todo este análisis hablé de un Parménides que se preocupó por la condición humana, por la filosofía como tratamiento a aquella limitada condición y por su deseo de establecer que podemos conocer algo gracias a un buen método.

Conceptos como persuasión, deseo y prejuicio devela una filosofía que no sólo se debe categorizar como filosofía de la naturaleza o cosmología, sino también una filosofía preocupada por el hombre, una epistemología antropológica. Todo esto para decir que las lecturas cegadas por un Parménides que apuesta hacia el monismo y a encontrar el Uno como criterio para validar la verdad, son lecturas reductoras de todo el pensamiento parmenídeo, incluso, yo fallo a la hora de ser exhaustivo.

Sin embargo propongo este análisis para reinterpretaciones de Parménides, interpretaciones que deben hacerse.