antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del...

30
Antrum 11. Diciembre 1999 Boletín del Grupo de Actividades Espeleológicas de Madrid

Upload: others

Post on 23-Apr-2020

5 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

AntrumN° 11. Diciembre 1999

Boletín del Grupo de Actividades Espeleológicas de Madrid

Page 2: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

S U M A R ][ O

Pag.: 2. Fuentenavina 570Por Roberto Cano Muñoz

Pag.: 8. Trabajo de las cuerdas en verticalPor Cecilio Martínez BlascoI Parte: La cuerda

Pag.: 11. El XIII CursilloPor Lourdes Fernández

Pag.: 14. El Bajo, el Gordo y el CalvoPor Esther García Peña (GAEM) y Javier Fouz (Grupo Flash)

Pag.: 17. Breve aproximación a la geología del karstPor Julio Barca Luchena (SECJA)

Pag.: 2O. Locura de alturaPor Miguel Ángel Vela Soto

Pag.: 23. EspeleoinsersoPor José Manuel Gil NavasDisquisiciones teórico-prácticas sobre el espeleólogo jubilado.

Pag.: 24. Las Fuentes de EscuaínPor Carlos Cantalejo García y Enrique García Castellón

Pag.: 27. El «Finde» de los García Brother'sPor Esther García Peña

Pag.: 28. Noticias y Proyectos

Edita: G.A.E.M. Coordinación y realización: Ma Angeles VaUejo y JoséAntonio Olivo. Portada: Sifón de Fuentenavina. Foto: José María Gómez.Página de cobertura: Foto 1: Midiendo la radiación del espécimen (Anóni-mo). Foto 2: La soledad del corredor de fondo (Foto Andino). Foto 3: For-maciones en una cueva cántabra (José Manuel García). Foto 4: A la «puer-ta» de Cueva Huerta.Artículo de «Fuentenavina 57O»: Fotos de José María Gómez.Artículo de «XIII Cursillo»: Fotos de Lourdes Fernández.

Page 3: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

Fuentenavina 570

Introducción

Dos años habían pasado desde la ú l t ima puntaque el GABM había hecho en la Surgencia deFuen tenav ina en Poveda de la Sierra, (Guadala-¡araj. Entonces los 420 m a los que se llegó consti-tuían prácticamente el límite al que podíamos lle-gar con los equipos y técnica que disponíamos. Elpasado 17 de octubre se realizó un nuevo ataque enel sifón colocando el hilo guía a 570 m de la en-trada. Con anterioridad un espeleobuceador ingléshabía avanzado 50 m más en el sifón con respectoa la anterior punta del GAEM alcanzando los470 m. Tras este nuevo avance, Fuentenavina pasaa tener un total de 684 m de galerías sumergidas loque la reafirma como el mayor sifón explorado dela zona centro.

Esta nueva punta en la Surgencia, además deconfirmar la gran importancia de esta cavidaddesde el punto de vista hidrogeológico, ha signifi-cado algo más que 100 nuevos metros de galeríasexploradas. Ha sido para nosotros un gran paso enlo que a técnicas y materiales se refiere. Del bibo-tella de aire comprimido, trajes húme-dos y demás elementos básicosque componen el equipo nor-mal de espeleobuceo he-mos pasado al empleo detrajes secos, utilizaciónde torpedos subacuáticos, técnicas de«Staging», uso de mezclas distintas alaire (Nitrox), descompresión con oxí-geno y cálculo de las descompresio-nes con programas específicos de or-denador. .. en definitiva un gran número de nuevoselementos que ha supuesto mucho tiempo conse-guir de aquí y buscar de allá y que han recibidoexamen en esta inmersión un tanto de prueba quesentará las bases para próximas exploraciones enFuentenavina.

La Planificación

Antes de pasar a planificar una inmersión punta,lo primero era plantearse cuántos metros más está-bamos dispuestos a avanzar, o mejor dicho, cualera la distancia razonable a la que podíamos llegar,

no olvidando nunca cual era el límite de nuestraexperiencia. Tras muchos cálculos y consideracio-nes se vio viable alcanzar los 600 m lineales y-40 m como profundidad máxima.

Dado que en la úl t ima punta se había llegadocasi al límite de la autonomía del bibotella, no eradif íc i l imaginar que para un futuro ataque tendría-mos la necesidad de emplear un mayor número debotellas. No hay que olvidar que una de las nor-mas más importantes en espeleobuceo es la de lostercios: no consumir nunca en el avance más deun tercio del aire total que llevemos, dejando deeste modo dos tercios para garantizar la vuelta .

Para realizar esta punta se calculó que se-rían necesarias 4 botellas ade-cu a e~

más de las de seguridad y dedescompresión.

Había dos opciones, obien llevar las cuatro botellas

encima durante toda la inmer-sión, con el consiguiente es-

fuerzo que ello suponía o, por otraparte, emplear una técnica conocidaen espeleobuceo como «Staging», y

que al igual que la norma de los ter-cios debemos al gran maestro Sheek Ex-

ley. Ésta consiste básicamente en recoger unaprimera botella dejada con anterioridad en la en-trada del sifón y avanzar con ella hasta agotar untercio del aire que contiene. A continuación el bu-ceador se desprende de ella y recoge una segundabotella, que también ha sido dejada allí con an-terioridad, repitiendo la misma operación de modoque tras dejar la última de estas botellas -se pue-den usar cuantas se quieran- comienza a respirarde las que lleva fijas consigo. De este modo consi-gue adentrarse en el sifón sin necesidad de llevar-las todas a la vez y además llega a la parte final dela cueva, que es donde se realiza la exploración, deuna manera más cómoda y desembarazada.

La vuelta se realiza del mismo modo pero a lainversa. Estas botellas de «stage» se llevan por logeneral cruzadas en diagonal al pecho con un sis-tema de enganche simple para quitárselas o ponér-selas sin dificultad. En esta punta se iban a usardos botellas fijas de 15 1 montadas en la cintura ydos botellas de «stage». La primera, de 10 litros se

Page 4: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

dejaría a 15 ni de las entrada y la se-gunda de 7 I a 200 ni . A s i m i s m o ycomo viene siendo h a b i t u a l se dejaríatambién otra botella de 7 I para unaemergencia a 100 m y otra de 12 I a-9 m como reserva para la descompre-sión. Hasta aquí estaba resuelto eltema de suministro de aire para llegary volver al objetivo marcado con losmárgenes de seguridad establecidos.

El siguiente tema que se nos plan-teaba requería una mayor considera-ción. La descompresión. Como decíaRupert Skorupka « . . .hay muchasproblemos con decompresión porquees muy alto...» (1.205 m.s.n.m.).

Galería del Escalón a 180 m.

Usando aire como gas para respirar tendríamos,según el programa de ordenador con el que íbamosa calcular las descompresiones y dándose la opciónque el sifón bajase hasta —40 m (la profundidadmáxima que nos habíamos fijado) una descompre-sión de 8 minutos a -12 m, 26' a -9 m, 47' a -6 my finalmente 124' a -3 metros de profundidad, esdecir un tiempo total de descompresión de tres ho-ras y media, algo que si sumamos al ya de por sídilatado tiempo de inmersión daría como resultadoun buceador «pajarito, pajarito» aún con traje seco.Por ello era vital buscar medios para reducir estostiempos de descompresión. Estos medios seríanempleo de oxígeno, nitrox y un pequeño torpedo.

Puesto que los tiempos de descompresión estáníntimamente ligados a la cantidad de nitrógeno quese disuelve en la sangre durante la inmersión, laopción era emplear gases con menor cantidad denitrógeno o incluso sin nitrógeno, es decir oxígenopuro. En cuanto a gases con menor porcentaje denitrógeno tenemos el Nitrox también llamado AireEnriquecido Nitrox (AENx). Haciendo referenciaal porcentaje de oxígeno que contiene la mezclaestá el AENx 28 (28% de oxígeno y 127c de nitró-geno), AENx 32, 36, 40 o cualquier otra propor-ción que en principio contenga más oxígeno, obien menos nitrógeno, según como se mire, que losporcentajes que tiene el aire y que son 21% de oxí-geno y 79% de nitrógeno. Sustituyendo el aire porNi t rox podríamos pues ayudar a reducir en partelos tiempos de descompresión si bien la maneramás efectiva de hacerlo era empleando oxígenopuro para la descompresión.

Pero todo lo que produce beneficios por un lado,tiene serios inconvenientes por otro: respirar oxí-geno a presiones parciales de 2 o más bares pro-duce la llamada intoxicación aguda por oxígeno.Esta afecta al sistema nervioso central y puede va-riar de la repentina perdida de conocimiento a laaparición de convulsiones similares a las de un ata-que epiléptico. Estando sumergido es fácil adivinarla suerte del buceador si cualquiera de estas situa-ciones se produjese.

Por otro lado respirar oxígeno a presiones par-ciales de más de 0.6 bares durante prolongados pe-ríodos de tiempo produce envenenamiento crónicopor oxígeno que causa .serios daños irreparables enlos pulmones, aunque esto es poco probable quellegue a ocurrir en espeleobuceo debido a que estostiempos han de ser muy prolongados. Así, segúnlos expertos y que es la más ampliamente aceptadacomo límite es 1,6 bares. Aun así, se recomiendano pasar de 1,4 para tener mayor margen de seguri-dad.

De acuerdo a todo lo anterior se decidió em-plear para lo que era la inmersión en sí dos mez-clas dist intas de nitrox y para la descompresiónoxígeno puro. Como «mezcla de viaje» se usaríaAENx 36 que era lo que tenían las dos botellas de«stage». Con éstas la profundidad máxima que seiba a alcanzar eran -21 m, es decir, una presiónparcial de oxígeno de 1 , 1 1 bares (presión absolutaa -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígenoen la mezcla = 0.36 resultado 1 , 1 1 ) bien dentro delos l ímites. Como «mezcla de punta» y teniendoen cuenta la profundidad máxima que habíamosmarcado se emplearía AENx 28. Esto es lo que

Page 5: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

IX

l l evar ían las dos botellas de 15 I a la c i n t u r a , al-•caii/ando el oxígeno a esa profundidad m á x i m auna presión parcial de 1,4 bares, también dentrodel l ímite.

Además con esta me/cía de punta, al ser menorel porcentaje de nitrógeno, disminuíamos de a lgúnmodo, la posible aparición de la narcosis o borra-chera de las profundidades. Esta puede manifes-tarse a par t i r de -40 m con aire o lo que es lomismo cuando la presión parcial de, en este caso elnitrógeno, alcanza los 4 bares. Consiste en entraren un estado comparado al de una intoxicación etí-lica, con el evidente riesgo que ello supondría es-tando a más de 500 m de la salida en un sifón. Ladescompresión se haría con oxígeno puro para lasparadas de -6 m y -3 m. Aquí también hubo quebasarse en los «límites» es decir usar oxígeno a nomás profundidad que —6 m por ser la presión deloxígeno puro a esa profundidad 1,6 bares (algomenos por estar en altitud). Las paradas a mayorprofundidad tendrían que hacerse con AENx 36.

Pues bien recalculando la descompresión conestos tres gases los tiempos pasaban a ser para-40 m, 8 minutos a -9 m, 13' a -6 m y 23' a -3 m.Es decir, dos horas y 46 minutos menos con res-pecto a usar sólo aire, desde luego una gran dife-rencia. Como la profundidad de la anterior puntaera de -30 m se confeccionarían tablas para -35 my para -40 m.

Otro elemento que íbamos a usar y que ayuda-ría en parte a reducir tiempos de descompresión ysobre todo a reducir esfuerzo fue el torpedo. Estetenía una autonomía de 35 a 40 minutos. Su pocapotencia (hélice de dos aspas) junto a la resistenciaal agua que producía llevar tres bote-llas, daba como resultado una veloci-dad de avance ligeramente superior a lade un buceador nadando, con la ventajade apenas mover un músculo. Ni quedecir tiene que la distancia a recorreren función al aire que se llevaba, secalculó en base a la velocidad del buce-ador nadando. Al emplear el torpedoúnicamente se conseguía reducir tiem-pos de avance y no prolongar distan-cias recorridas. De este modo aunqueel torpedo fallase a la vuelta, habríaaire suficiente para volver nadando, almenos en teoría.

La Inmersión.

Sáliado 16 de octubre. Pr imera i n m e r s i ó n :J u a n j o García y Enr ique García en t ran al sifónusando un 2 x 1 5 1 cada uno. Su objetivo, l levar labotella de 7 I de emergencia a 100 metros y la se-gunda de «stage», también de 7 1 a 200 metros.Ambas botellas llevan AENx 36. A los pocos mi-nutos regresan a la salida y mientras Juanjo esperaen la cabecera del pozo Enrique sale a recoger dosbotellas más y el torpedo.

Haciendo una cadena las van metiendo y colo-cando en distintos puntos. Una es la primera de«stage» de 101 que junto con el torpedo dejan en labase del pozo y la otra, que es la de reserva para ladescompresión, a -9 m. Estas también están carga-das con AENx 36. Su última tarea es introducir unamanguera de oxígeno de 20 m de larga, con dos re-guladores en el extremo, para colocarlos a -6 m deprofundidad.

Domingo 17. Inmersión punta, Roberto Cano:«.. . Diez minutos metido en el "charco" de entradason necesarios para descansar y relajarme del es-fuerzo que ha supuesto equiparme. Comprobaciónde reguladores, luces, manómetros... y tras unadiós, me sumerjo. En la base del pozo tengo algúnque otro problema para abrir la grifería de la pri-mera botella de «stage» ¿quien la cerraría así? Porfin y tras colgármela, me engancho el torpedo alcinturón, lo que me permitirá manejarlo con unasola mano y así poder ir santiguándome con la otray ya, apretando el acelerador comienzo a volar. De-bajo de mi veo pasar la botella de 12 1 a -9 m queservirá para la descompresión en caso de que falle

• • • - - • - ; • • • ' - " '-"•-• ' ' ' ' ' - • • ' • ' • • ' '•

Page 6: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

Buce ador a ¡60 m de la entrada.

el suministro de oxígeno. Más adelante, a 100 mveo también pasar la botella de emergencia, su pre-sencia me tranquiliza. "Ruta de los Despistados":apago motores, ...bueno el motor, y hago apnéa.Este tramo que va desde los 125 m hasta los 150 mse puede llegar a enturbiar tanto que la visibilidadse reduce a unos pocos centímetros. La culpa la tie-nen los sedimentos que se encuentran en pequeñasfisuras en el techo. Estos sedimentos no dudan enaceptar la invitación de nuestras burbujas para bajary conocer a los intrusos. Por eso lo de la apnéa.

Primera parada, 200 m. Cambio de la primerabotella de «stage» por la segunda y anotación detiempos. Debo llegar a los 320 metros (-21 m) enel minuto 20 o menos y a los 470 (-31 m) en el 33como máximo, esto de acuerdo a los cálculos quehe hecho y que son en los que me he basado paraprogramar la descompresión. Distancia: 320 me-tros y última flecha en el hilo que marca metros ydirección de salida. Tiempo de inmersión 20 minu-tos: de algo han servido todas las notas de consu-mos, tiempos, etc. que se han hecho en todas lasanteriores inmersiones en Fuentenavina. Me de-sengancho la segunda botella de «stage», dejo eltorpedo y comienzo a nadar respirando de las dosbotellas de 15 1 que llevo a la cintura con nitrox 28.Pocos minutos después aparece en escena mi viejocarrete con unas pintas un poco impresentables, yaque el pobre lleva sumergido nada más'y nada me-nos que tres años. Estoy a 420 m, es decir en la an-terior punta del GAEM. Atado al hilo y al carretehay otro hilo de mayor diámetro que continua sifónadentro. Esto quiere decir que el inglés en lugar dehaber usado mi antiguo carrete, no me extraña, elcual aún tenía hilo para llegar a 500 m, ha usadouno suyo. Mis planes, que estaban basados en que

el ingles luí hiera usado mi v ie jo carretepara llegar a 470 ni, eran cont inuar con élhasta agolar los t r e i n t a metros que aúnquedarían, alcanzando los 500 m. Enton-ces avanzaría con el nuevo carrete de100 ni que llevaba y que estaba marcadode 500 a 600 m. Ahora la opción que seme ocurría era llevarme hasta los 470 mmi viejo carrete, usar sólo treinta metrosy luego atar el nuevo. Sin embargo trasvarios intentos infructuosos de liberar elviejo carrete y teniendo en cuenta que losminutos no se detienen decidí no compli-carme v continué avanzando.

470 m, l ímite de lo explorado; profundidad-30 m; tiempo de inmersión 29 minutos. Hastaahora, es decir la primera parte de la ida, lostiempos se han adaptado a las tablas. A partir deaquí he planeado tres opciones: avanzar 5, 10o15 minutos más. Para saber los límites de cadaopción me apunto en la t a b l i l l a los tiempos paradarme la vuelta que son 34, 39 o 44 minutos.Llevo tablas para estas tres opciones con sus dosposibles profundidades; -35 m o -40 m. Tam-bién tablas para usar nitrox 36 en la descompre-sión en caso de avería del oxigeno en cada unade estas opciones y profundidades. Variacionescon más margen de seguridad también en todaslas opciones posibles, para el caso que haya al-gún retraso... en fin un total de 24 opciones dedescompresión... ¡Que follón! A la vuelta tendréque decidirme a pinto, pinto, gorgorito, cual deellas hacer. Pero eso será más tarde, ahora solodebo recoger datos.

Avanzo tendiendo el nuevo hilo cuya numera-ción lleva un desfase de 30 m. Tengo que controlarla profundidad, el tiempo y lo que es más impor-tante, los manómetros que son los que me indicanel aire que me queda. La bonita galería se va por-tando bien ya que continua con una leve inclina-ción, en contra de lo que yo esperaba y sus dimen-siones se mantienen. Pronto veo que al carrete lequeda poco hi lo , momento en que paso sobre unagran piedra la cual no dudo en coger y llevarme,así podré atar el hi lo a algún s i t io cuando se meacabe ya que por lo general el tubo freático está"pelado". Fin del hi lo guía; tiempo de inmersión40 minutos; dislancia 570 m; profundidad -34 m.Ato el h i lo a mi piedra, cojo el carrete vacío y trasanotar datos varios empiezo a salir. Vuelvo topo-

Page 7: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

grafiando la nueva galería hasta llegar a los 470 ni.Más (arde alcan/.o mi viejo carrete a 420 m. Ahoracon más tranquilidad consigo recuperarlo y conti-nuo hacia la salida. Tras poco más de una hora enel sifón y a 320 m, me alegra volver a recibir losservicios del pequeño torpedo y la segunda botellade «stagc». Setenta minutos de inmersión y estoyde nuevo a 200 m donde dejé la primera «stage» de10 1. Aunque aquí debía dejar la de 7 I que traigo ycoger ésta, decido sacar las dos para evitar que lossiguientes buceadores tengan que entrar a 2(K) m arecuperarla.

Ochenta y cinco minutos de inmersión y ya es-toy a 40 m de la entrada y -14 de profundidad.Aquí empieza la rampa ascendente que lleva a labase del pozo. Reposo unos minutos y me des-prendo del torpedo y de la botella de 7 1 de«stage». Comienzo muy lentamente a ascender yme detengo a -9 m junto a la botella de seguridadde 121. Después de echar un par de merecidasmeadas y no mojarme "ni gota, ni gota" gracias alDodotis que llevo, comienzo a valorar las notasque he tomado para ver que tabla uso. Al final se-guiré la de -35 m y 15 minutos de avance perocon un grado superior de seguridad por habermepasado unos minutos en los tiempos de vuelta: 15minutos a -9 m, 16' a -6 m y finalmente 25 minu-tos a -3 metros.

Durante la parada de -9 m aparece Juanjo paracomprobar si ya he vuelto y ver que todo ha idobien. También me trae un brick de zumo de man-zana por aquello de estar hidratado. Después de in-dicarle la descompresión que seguiré y decirle queestoy tiritando de frío, sale al exterior. Ya en la pa-

rada de -6 m viene Knr ique , también con /.unió,para hacerme compañía y controlarme. Aquí dis-pongo hasta de música y en estéreo. Las dos com-putadoras Alladín que llevo comien/.an como lo-cas, un ritmo de pitidos avisándome que me estoysaltando las paradas de descompresión, ¡su des-compresión! Aunque aquí siento menos frío co-mien/.o a tener tirones en los muslos. Alterno eluso de oxígeno con nitrox mientras "charlamos" enla tablilla. Me alegra saber que fuera, un termo decaldo caliente me está esperando. Tres metros ymedio, profundidad de la últ ima parada, un pocoincómoda por cierto ya que es en la mitad delpozo, aunque por suerte dispongo de una pequeñaestalactita para cogerme, con delicadeza por su-puesto.

Por fin completado el tiempo de descompresióny de nuevo muy lentamente, comienzo a salir alexterior mientras Enrique va recogiendo la man-guera de oxígeno. Ya fuera permanezco tranquilorespirando oxígeno durante unos 20 minutos...»Tiempo total de inmersión 153 minutos. Poco des-pués Javier Jerez y José María Gómez entran en elsifón y recogen la botella de emergencia que aunqueda a 100 m junto con el resto de botellas y eltorpedo. Al salir los dos buceadores ya podemosconcluir que el ataque punta a finalizado y, segúndice no se quien, hemos conseguido lo más impor-tante: salir vivos.

Agradecimientos

Agradecemos a las Federaciones Española y Ma-drileña la gran ayuda prestada, presente y espera-

mos que futura para poder seguir reali-zando esta exploración. Asimismoagradecemos a los amigos de SUBA-QUA (Casco Antiguo) y DEPORTESLÁSER su apoyo por el material quehan puesto a nuestra disposición. AJosé María Gómez por su ayuda y en-tusiasmo y también a Damián Borillopor hacer posible que avanzáramos unpoco más rápido y sin esfuerzo. Tam-bién damos las gracias a Rupert Sko-rupka por su ayuda en lo que al cálculode las descompresiones se refiere.

-EXPLORACIÓN EN CURSO-

Robcrto Cano

Page 8: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

««3

Surgencla de FUENTENAVINA

Poveda de la Sierra (Quadalajara)Hoja 1:25000 539-1(47-41) 1GNCoordenadas UTM:x i 583.200y • 4.498.270z ¡ 1205 m.

Topografía: G.A.E.M. 1997-98

Desarrollo i 534 ral.Profundidad! -27 m.p.

«UiDO E-1'500 í

HH

Page 9: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

La cuerda: I Parte

Trabajo de las cuerdas en vertical

Las cuerdas que ut i l izamos actualmente en es-calada o espeleología son de fibras s in té t icas ,como la poliamida (nylon), son de gran resistenciaporque son capaces de absorber una gran cantidadde energía al estirarse las fibras del «alma». Lógi-camente cuanto mayor sea la longitud de las fibrasque se estiran, más energía absorben.

Ello quiere decir que cuanto más larga sea lacuerda que soporte una caída, al estirarse mayor lon-gitud de fibras, más aguanta y menor/M<?r.-a de cho-que se transmite a nuestro cuerpo, a los bloquea-dores y a los anclajes en el momento de la retención.

La resistencia de la cuerda es por lo tanto pro-porcional a su longitud, es decir que por muygrande que sea una carga, podemos aguantarla siconseguimos la suficiente longitud de cuerda paraabsorber la energía que produzca.

Por este motivo la importancia de una caída nose mide sólo por los metros de caída, sino tambiénpor la longitud de la cuerda que la retiene. El pesodel cuerpo que cae también influye, pero se consi-dera constante al suponer que es el peso de una per-sona (en los ensayos de las cuerdas se establece elpeso de 80 Kg.). Por tanto el parámetro que nos in-dica la importancia de una caída es el factor decaída, que se calcula dividiendo la longitud total dela caída, entre la longitud de la cuerda que retieneesa caída.

FACTOR DE CAÍDA =LONGITUD DE LA CAÍDA

LONGITUD DE LA CUERDA QUE RETIENE LA CAÍDA

Es decir: en cuanto a resistencia de la cuerda ya fuerza de choque, es lo mismo caer 3 m. si nosretiene una cuerda de 6 m., que caer 10 m. si nosretiene una cuerda de 20 m., en ambos casos el fac-

LsC

V U

^.--, .-,-.• - *,•.;• :*•<•,•

Page 10: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

tor de caída es de 0,50. Otro tenia son los posiblesgolpes que nos podamos producir en una caída máso menos larga.

Pongamos tres ejemplos: (Figura 1)

En el primer caso, si se produce la caída del es-calador, el factor de caída es cercano a cero, sinque la cuerda sufra grandes tensiones.

En el segundo caso, la longitud de la caída escasi igual a la longitud de la cuerda, siendo el fac-tor de caída cercano a 1. Los que hacen «puenting»someten las cuerdas a un factor de caída de 1.

En el tercer caso la longitud de la caída es casiel doble que la de la cuerda, siendo un factor decaída cercano a 2, que es el mayor factor de caídaque puede producirse. Los seguros dinámicos quese emplean en escalada para asegurar al primero decordada, dejan deslizar parte de la cuerda, redu-ciendo el factor de caída.

Las CUERDAS DINÁMICAS de escalada sonlas únicas que pueden someterse a un factor decaída cercano o igual a 2. pero las fibras, al esti-rarse tanto, no se recuperan del todo, perdiendo laelasticidad y resistencia, debiendo desecharse parauna nueva utilización todas las cuerdas dinámicasque hayan sufrido un factor de caída cercano a 2.

Las CUERDAS ESTÁTICAS utilizadas en es-peleo no deben estar sometidas nunca al riesgo deun factor de caída mayor que 1, y de producirseeste caso, debería desecharse la cuerda para unanueva utilización. Estas cuerdas tienen mucho me-nos elasticidad que las dinámicas y por lo tanto noabsorben tanta energía al estirarse menos las fibras,están diseñadas únicamente para subir y bajar porellas.

OJO: En espeleología puede darse el caso deuna caída de factor cercano al 2, que es soportadapor el cabo de anclaje, como cuando nos descolga-mos desde el borde exterior de la sima al primermosquetón, siempre es mejor colocar un shunt a lacuerda por encima de nosotros para disminuir elfactor de caída (Figura 2).

El CABO DE ANCLAJE ha de ser siemprede CUERDA DINÁMICA y diámetro mínimode 9 mm (mejor de 10 a 11 mm).

En la Figura 3 se representa una instalación decuerda fija y un fraccionamiento con una comba

A

de 1 m, supongamos que rompe el anclaje del frac-cionamiento, en caso de que el espeleólogo esté enla posición A el factor de caída seria: 1/2 = 0,5, yen el caso de que el espeleólogo esté en la posi-ción B, el factor de caída sería: 1/10 = 0.1. lo queindica que cuanto más cerca del fraccionamientoestemos mayor factor de caída tenemos, y que an-

Page 11: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

XX

ciados al spi t , que todos creemos nuestra salva-ción, estamos en el punto más peligroso en caso derotura del mismo.

Hn las cabeceras de pox.os es fácil encontrar unainstalación como la de la Figura 4, con un riesgode un factor de caída 1 en caso de que el espeleó-logo esté en el fraccionamiento y este rompa o sesuelte, es mejor siempre hacer una instalación en Vo reasegurar. Ojo en las travesías, factor de caídacercano a 1. (El caso de travesías se tratará en elpróximo capítulo sobre el trabajo de las cuerdas enhorizontal).

En la salida de pozos alejando la cuerda (Fi-gura 5-A), se reduce el factor de caída, si no haymás remedio que anclar cerca o si hay aristas rea-segurar (Figura 5-B).

El mayor peligro de factor de caída elevado seproduce en escalada, en espeleología simplementetomando las precauciones en cabeceras de pozos yprocurando que las instalaciones sean lo más verti-cales posibles se reduce considerablemente elriesgo del factor de caída.

Aunque las cuerdas son de gran resistencia, encaso de un factor de caída grande, se produce unagran fuerza de impacto sobre el arnés, el anclaje y

principalmente sobre los bloqueadores, que son laparte más débil del sistema (siempre procurar estarcolgado de dos aparatos).

Hay sistemas de reducir la fuerza de impacto entramos cortos con nudos amortiguadores, pero sino están bien hechos y no trabajan adecuadamentepueden producir un efecto contrario al deseado, yaque si en lugar de deshacerse se aprieta, es unpunto de la cuerda que puede perder hasta un 60%de su resistencia.

En caso de que una cuerda de espeleología su-fra un factor de caída cercano a 1 DEBERÁDESECHARSE, ya que sus fibras no volverán arecuperar toda la elasticidad que tenían original-mente, y por lo tanto pierden resistencia. Asímismo en caso de caídas aguantadas por las cuer-das, deberá tenerse en cuenta el rozamiento a quese ha sometido con las rocas (sobre todo si hayaristas por las que ha pasado la cuerda al estirarse),la práctica ha demostrado que las cuerdas que hanroto por una caída, han sido en la mayoría de loscasos en las zonas que han rozado con un saliente uotro elemento de la roca.

Cecilio Martínez

Page 12: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

El XIII Cursillo

¿Te gusta la Espeleología?, me preguntaron undía, yo conteste «pero qué me dices», cuando meexplicaron en que consistía me pareció una activi-dad sugerente, alucinante y diferente.

Con lo que no contaba, era que además de lasnuevas experiencias encontraría un grupo de genteencantadora, con sus manías, locuras, pero sobretodo, con un entusiasmo arrollador para emprenderexcursiones agotadoras y, por cierto, si me lo per-mitís bastante «guarras», porque ¡CUÁNTO BA-RRO!

—Sí, me apunto ¿qué hay que hacer?

—¿Puedo apuntar a mis hijos? Este ha sido elcursillo de los niños.

—Pásate por el grupo que primero os daremosunas «charlitas».

...Las charlitas fueron «im-presionantes».Rambo dio unas indicaciones del equipamiento autilizar de lo más completas y detalladas. Don Ce-

cilio explicó la litología y las formaciones de lascavidades en su versión completa, José Manuel, in-formó de todo lo relativo a la seguridad y técnicasde fortuna (ojo cursillistas con el nudo fin decuerda). Después de estas introducciones teóricaspasamos a la acción.

El cursillo se desarrolló en tres etapas:

PRIMERA ETAPA

La cueva

Fresnedo (Asturias). El primer fin de semana deabril de 1999 quedamos para ir a la «cueva». Lle-gamos a San Martín de Teverga, un paraje singulary precioso, y cerquita de ese lugar estaba «CuevaHuerta», que nos esperaba silenciosa, oscura y¡OH CIELOS! con puerta, esto es algo que me sor-prendió bastante, pero parece ser que los macarrastambién han llegado a las cuevas y hay que preser-var las cavidades, hasta el punto de cerrarlas conllave.

La entrada era muy espaciosa y se atravesabaun corredor espléndido, el ambiente era húmedo yel calorcito de la compañía era entrañable. Los mo-nitores en su papel, in-creíbles, algunos cursillistastenían miedo, otros alucinación ante la perspectivade las vistas, pero en general el personal estaba

n

Page 13: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

XX

fascinado. Subimos, bajamos, nos anclamos, nosdesanclamos, nos «rebozamos», nos reímos y hastacantamos. Nos hablaban de la «Roca que sangra»,pero ya no sabíamos si nos vacilaban, porque laroca no aparecía (los monitores nerviosos), las chi-cas nos hacíamos pis ¿y ahora que hacemos? HAYMOMENTOS EN QUE NO TE IMPORTARÍASER CHICO. Los monitores subían, bajaban, de-saparecían por un agujero, aparecían por otro (al-gunos cursillistas se miraban recelosos, como pen-sando «QUIEN ME MANDARÍA METERME ENESTOS ANDURRIALES»), pero sí, llegamos ala susodicha roca y comimos cacahuetes comomonos.

Porque en estos cursillos de la nueva genera-ción se hacen picnics dentro de las cuevas, en otrostiempos no comíamos nada, pero hay que recono-cer que es divertido, y si vienen en el grupo Javiery Mikel las chucherías, picoteos y pócimas, (eso si,medicinales) están en degustación constante. Elbalance de la primera salida: agotador, agujetashasta en las pestañas, pero mucha ilusión y ganasde continuar.

Los chavales estuvieron demoledores, con todasu energía, sus ganas de participar y la alegría quelos caracteriza. Todos los dinosaurios y dinosauriasnos sentimos muy orgullosos de ellos, y una pizcade emoción palpita dentro de nuestros corazones«fósiles» cuando les vemos desenvolverse por lassimas.

SEGUNDA ETAPA

Las Majadas (Cuenca) o los Dibujos Animadosen el Polo Norte

Como ya habíamos conocido una cueva hori-zontal, había que prepararse para las cavidadesverticales, las abismales simas. Había que prepa-rarse y para ello el lugar idóneo (sería en otro díamás soleado) era en Las Majadas. Allí hay unasparedes de caliza, del estilo de la Ciudad Encan-tada, pero sin gente, por lo tanto mucho más agra-dable.

Salimos en el segundo fin de semana de abrilde 1999 y llegamos al lugar. Cual no sería nuestrasorpresa cuando todo estaba nevado, preciosopero muy desapacible, los cursillistas nos mirába-mos, pensando que los monitores dirían: vamos atomar un cafetito al bar. Pero sí, sí, no sabíamosla pasta que tienen estos del GAEM, ni que cai-gan chuzos de punta, que os lo prometo que caían;se pusieron a instalar los trenes para hacer lasprácticas. El segundo paso fue equipar a TODOSlos cursillistas con los «atalajes»: que si el des-cendedor, el mosquetón de freno ¿«endequee»?,el arnés te lo has puesto al revés, oye profe que yo

Page 14: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

XX

necesito uno XXL, el arnés de pecho, no de collarno, se pone así. Aunque pare/.ca mentira y con laque estaba cayendo todos terminamos equipadosy helados. Empezamos a subir y bajar, a bajar ysubir, por este lado, por este otro, por esta cuerda,por esta que tiene un fraccionamiento interesante.Terminamos agotados y llegó la hora de dormir.

Unos se fueron al campo de fútbol a poner lastiendas (el campo en cuestión os diré que estaballeno de charcos), otros nos fuimos a las Escuelasdel Pueblo, en el patio techado del mismo dur-mieron algunos, otras en el «Cajero automático»del zaguán de la entrada a las aulas. El balance deeste cursillo fue: Si sigo en estas actividades mecompraré un arnés para mí misma, esto de andarcon el arnés por las rodillas es super incómodo.

TERCERA ETAPA

La sima: Valsalobre (donde se encuentrala famosa sima de Pin y Pon)

La tercera salida del cursillo fue también aCuenca, a la zona de Valsalobre, cerca de Villa-nueva de Alcorón, se desarrolló en el tercer fin desemana de abril de 1999. El objetivo de la mismaera hacer una sima con todas sus consecuencias.

Como el número de cursillistas era amplio nosdividieron en tres grupos y tres simas. Un grupofue a la «Juan Herranz», sima espectacular conuna Sala al final del pozo que recorrimos contotal tranquili-dad, teniendo encuenta que tenía-mos que bajartodos y esperar.En el descensosiempre nosacompañaba unmonitor ya quela técnica reciénaprendida habíaque revisarla insitu. Otro grupofue a la «Z6» (lasima de Olivo),es un abismo

acogedor de paredes rosáceas y varios pozos, nose llegó hasta el f inal , porque el tiempo no lo per-mitía, éramos muchos. El tercer grupo (los niños)fue a «Perdidos», que como su nombre indica,poco os puedo contar de ella, porque no la encon-tré, al parecer la referencia para acceder a ella esun árbol que a veces no se encuentra ni el mismo.

Cada grupo hizo su sima y algunos cursillistashicieron dos; cuando Carmen fue a la «Juan He-rranz» (os diré que por la mañana había entradoen la «Z6») le comentaron que esta otra era unasima con mayúsculas. Carmen se bajo la «Juana»y cuando subió exclamó: si he estado en la simade Pin y Pon, a los monitores se les cambiaba elcolor, según aparecían se comentaban entre diver-tidos y alucinados: «pero mira lo que dice estamujer, será posible» y al final todo terminó en ri-sas y chuletitas. ¡Ah! y desgraciadamente para al-gunas en tormenta, salimos de allí inmedia-tamente.

Se me olvidaba comentaros que perdimos unasgafas de sol en la panadería del pueblo. Fuimos ala farmacia y nos dieron el teléfono de la pana-dera, la llamamos y finalmente nos abrió la puerta(estaba espeluznante, se acababa de levantar) nosdio las gafas y fue muy amable, aunque poco po-díamos entender de lo que nos decía, su marido yella hablaban a dúo, pero cada uno nos contabauna cosa. En fin, todo bien, anotar su teléfonopuede que en alguna salida sea úti l para encar-garle el pan o algún comestible con antelación816089.

Resultados del XIII Cursillo: Han entradonuevos espeleó-logos en elGAEM, estánbastante conten-tos del descu-brimiento deuna actividadtan interesante yesperan conocermás simas deFeber y hacerbarrancos dePlay Móvil.

LourdesFernández

Page 15: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

UNAS MCMOniAS A MODO DE -SrABffl!ITI WLSTEIIN

Hola amigos, esta Semana Santa fui de cuevas a Al-mería con el Grupo «FLASH»; un miembro del Grupo«Javier Fouz» (Calígula), escribió una memoria muydivertida que espero que os guste.

«EL BAJO, EL GORDO Y EL CALVO»Unas memorias a modo de «Spaghetti-Western»

El reparto o asistentes:

Por el FLASH:

Ricardo, «Richi» EL MEJICANOJuan «Cuadro» JOHNY EL TAHÚRAlberto «Alberti» ALBERT EL TRAMPEROJavi «Calígula» EL CHICO

PorelUNDERGROUND:

Isabel «Isa» ELISABETH (Una mujer decarácter)

Jorge «Capitán pirata» .. GEORGE EL BUHONEROEl niño Aitor A-I-TOR, EL NIÑO INDIOSantiago EL MARSHALL JACOB

(Joven irlandés)Esmeralda ESMÉRALO A O'HARÁ

(La joven irlandesa)

Por el GAEM:

Esther «Esterilla» LA SOBRINA DE LAVIUDA O'CONNOR

...Y por el KAMI la actuación estelar de:

Manolo «Chancleto» .... EL ABUELO (PISTOLERO)

Yo era un chiquillo, apenas un gavilán pollero,cuando sucedió la historia que os voy a contar. Unahistoria de valor y abnegación: LA CONQUISTA DELOESTE.

Despuntaba el sol de aquel primero de abril enKansas City (Aluche) y ya estábamos los pasajeros deJa diligencia reunidos en la destartalada parada delviejo Camino de los Poblados (Sioux).

La Well's Fargo «Vanette» llegó puntual, comosiempre (ejem...). Yo era un chico enclenque que ape-nas podía con mi abultado equipaje.

En el pescante de la diligencia, el cochero, un meji-cano bajito y mal encarado, llamado Ricardo. Un tipoborrachín y pendenciero, peligroso como un nido deescorpiones.

Mi compañero de viaje resultó ser un forastero altoy algo desgarbado, con las piernas arqueadas de cabal-gar las praderas y mal afeitado. Nada mas verle un es-calofrío recorrió mi espalda. Un escalofrío como el quesentirá un perro de las praderas ante una estampida debúfalos.

—«Es un pistolero». Pensé.

El tipo (del que nunca supe su nombre), se levantóel ala de su sombrero negro como ala de cuervo y memiró de arriba abajo, escupió tabaco y con voz pro-funda exclamó:

—«Me llaman EL ABUELO. ¡Nunca lo olvideschico!

—«Descuide señor. No lo haré». Contesté aterrado.

—¡Basta de charla, atajo de dingos rabiosos!, ter-ció la desagradable voz del Mejicano en un pésimoinglés.

El Abuelo, levantó la vista de la puntera de sus bo-tas de montar y fijó sus gélidos ojos en el Mejicano.Con un gesto imperceptible retiró un poco su viejoguardapolvos dejando entrever el reluciente Colt del45; la mano de Ricardo asió la culata de su formidableWinchester 73. Los segundos parecían horas.

Por fin el Abuelo eructó sonoramente:

bada>;;<Lo siento», dijo ruborizado. «Ayer cené fa-

—«Y yo he dormido tres horas ¡No te jode! Salga-mos de una maldita vez». Subió de un salto al pescantee hizo probar el látigo a los caballos.

—«¡Arreeee! ¡Malditos pencos!

Salimos de Kansas City por el viejo camino del Sura orillas del Manzanares.

Nos acompañaba otra diligencia de laFargo», lenta y pesada como un viejo castor.

<Nissan-

La conducía Albert, un antiguo trampero de origenincierto, que prometía a los pasajeros «seguridad y co-modidad», cosa condenadamente falsa, al ser el tal Al-bert, un tirador tan malo como un coyote ciego.

De suerte que viajaba con ellos John «el Cuadro»:

Page 16: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

hermético taliúr de voz extraordinariamente baja y delque se decía que estaba en busca y captura por haberdesplumado a un Sheriff en Oklahoma.

El Cuadro era tan bueno con el revolver como conla baraja.

Completaba la expedición la encantadora sobrinade la viuda O'Connor, de nombre Esther. Joven, va-liente y de carácter, que se embarcó en esta aventuraincierta.

El camino al Oeste estaba colapsado por infinidadde carretas en busca de la tierra prometida. Eran lospioneros. Había comenzado:

¡LACONQUISTA DEL OESTE!

Entre otros pudimos ver alSheriff Carmel y su joven es-posa May, o al barbero italianoMariconetti.

La pradera infinita se ex-tendía ante nuestros ojos y au-mentó la velocidad de la marcha.Tras atravesar el peligroso desfila-dero del perro despeñado, (fa-moso por sus emboscadas), al-canzamos la granja del hombreguarro (Guarroman), donde cam-biamos los caballos y pudimostomar un bocado. El abuelo setrasegó media botella dewhisky con un pin-cho de tortilla yeructó sonoramente.

—«¡Que me aspen si no co-nozco a este tipo!» -gritó Albert que en-traba en ese momento en la cantina.

—«¡Sus eructos son famosos en todo el condado!».

—«Y también su forma de disparar» susurró elCuadro.

—«Pues a mí me parece un hombre sencillo ytierno». Suspiró Esther con ojos soñadores.

—«Lo que es, es jilipollas. ¡Y además del KAMI!»Sentenció Ricardo dando un golpe en la mesa.

—«Y ahora mismo pagamos y nos largamos comoun tornado de Mohave».

El Abuelo levantó los ojos del bocata-tortilla y losposó, uno a uno sobre todos los presentes. Se hizo unsilencio eterno.

Albert ventoseó sonoramente.

Por fin el Abuelo habló:

—«¡Quiero Cheetos!» dijo.

La tensión se disipó entre gritos y abucheos entrelos que se oyó la voz del Abuelo decir: «Kroña queKroña» (expresión incomprensible).

El resto del viaje fue un calvario. El sol apretaba sinpiedad y hasta las serpientes buscaban la sombra. Erael desierto de Almería (perdón del Colorado).

Cada piedra podía esconder a un pies negros. En lasdiligencias el silencio se podía cortar con un cuchillo.

—«¡Coyotes rabio-sos! Bramó Ricardo,

¿por dónde diablosse va?».

El abuelo sevolvió hacia mí yespetó:

-• A Mur-cia.'».

Yo temblaba demiedo y contesté a cie-

gas

—«Si queanuncia, sí».

se

Ricardo refrenólos caballos y ex-

clamó:

— « M e n o smal que he visto

el cartel que ponía:Cuevas de Sorbas. ¡De-

monios!, sois peor que una serpiente decascabel en una bañera».

El Abuelo lanzó una feroz carcajada.

—«Ja, ja, ja. ¿Bañera has dicho? ¡Vamos vieja mo-feta, si tú no has visto el agua desde el desastre del Ge-neral Custer!».

—«El séptimo de caballería», pensé al recordar aCuster. «Lo que daría por ir escoltado por el TenienteO'Haramill. El siempre sabe lo que hacer».

Por fin llegamos a la aldea (que por cierto tenía mu-cho parecido a un pueblecito andaluz en SemanaSanta).

Page 17: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

En la cantina aplacamos la sed del camino.

Al l í debería estar la única persona en todo el Oestecapa/ de guiarnos al rancho de la viuda O'Connor,pero no había ningún rastro de él. Incluso tratamos deponerle un telegrama, pero la línea estaba cortada.

—«¡Maldito seas George. viejo mapache! ¿dóndediablos te has metido?».

Se quejó Albert mientras bebía whisky sin parar yobservaba a su pasajera por el rabillo del ojo.

—«Buen botín para los indios, ¿eh amigo?», le dijoRicardo dándole un codazo y levantando sus pobladascejas.

—«Es tarde» susurró John el Cuadro.

—«¡Yo quiero cheetos!», dijo el Abuelo.

—«Oh, ya cállate, ¡Molestas!».

El mejicano aseguró saber dónde encontrar al talGeorge, así que continuamos a ciegas.

El infernal y polvoriento camino acababa en unrancho, con aspecto de cortijo, llamado «La Cumbre».Ni rastro de nadie.

—«¡Ji, ji, jü». Resonó la estridente risita de Albert,el trampero. «Tengo un plano, ¡un maldito plano!».

Pensé que allí acabarían los días del viejo trampero,pero se defendió como un escorpión acorralado.

—«George está en el rancho de la vieja Ingrid, co-nozco bien a ese maldito buhonero. Si me matáis ahorano llegareis nunca».

—«Está bien. ¡En marcha!.

De regreso a Sorbas nos topamos con un pistolerode bigote recortado y aspecto letal que vivía de enga-ñar a los incautos que buscaban oro en los secos ba-rrancos.

El pistolero, resultó ser enemigo acérrimo del GranJefe Oso-Soso, de la tribu Natur-Sport, acampadoscerca del rancho de Ingrid y que se ganaban la vidamostrando sus tesoros a los forasteros.

El plano de Albert nos condujo, por fin al destarta-lado rancho de la vieja alemana, de la que se decía quehabía trabajado en el Music-Hall en su país.

Allí estaban las dos carabinas con las que seguiría-mos camino al rancho de la viuda O'Connor.

La carreta de George, el buhonero era un desvenci-jado carromato pintado de horribles colores.

Era el tal George un tipo zafío, con aspecto de oso,feroces barbas y pendientes en las orejas. Hablabadando voces y reía y eructaba sin parar. Oí contar quehabía estado embarcado en un ballenero en Alaska yque era un magnífico arponero, pero no sé que había de

cierto en ello. Su mujer, Elizabeth, era todo carácter.Lograba mantener la disciplina y evitar el caos, dadoque George pasaba el día tumbado o emborrachándoseen la tienda de la Sra. Ingrid. Con ellos viajaba el niñoCherokee «A-I-TOR», que significa: «Pequeño juncode pies grandes». Era el único superviviente de un ata-que de la caballería a su poblado. Tenían además unperro extrañamente peludo en aquel desierto al que lla-maban «Colmillo Blanco».

Había por último una joven pareja irlandesa.

El marshall Jacob, un tipo alto y juicioso y su en-cantadora esposa Esmeralda O'Hara. Esta pareja viaja-ban en una pequeña calesa blanca.

El encuentro con George fue grotesco. Sus gritosasustaron a los caballos y los cuervos abandonaron susnidos despavoridos.

—«Al diablo con la viuda O'Connor, os digo queaquí hay oro y entre todos lo encontraremos». ChillóGeorge.

Pusimos los carros en círculo de defensa y comen-zamos a comer. George engullía a diestro y siniestro.

—«¡Que me aspen si no esta bueno el estofado deEsther! Comentó Albert».

—«¡Diantre! Ya lo creo. Perdona pequeña, pero tutía cocina la peor bazofia de toda la pradera».

—«Cierto, cocina como un maldito indio».

—«Pero conserva las mejores piernas al Oeste delpecos».

—«Aunque tiene menos puntería que un coyoteciego».

—«Bueno, bueno Ricardo, dime, ¿dónde com-praste estas muías viejas?».

El whisky fue soltando la lengua de todos los queestábamos allí y empezamos a recordar viejas histo-rias.

Como os podéis imaginar nunca llegamos al ranchode la viuda O'Connor. (La propia viuda O'Connor vinoa visitarnos una noche de cervezas y guitarras...)

Tampoco encontramos oro.

Pero sí descubrimos el «tesoro de Sorbas»: sus pre-ciosas y extrañas cuevas de yeso.

(Ah, y el mar mediterráneo en Mojacar), pasar cua-tro días de risas también es un lujo ¿o no? ¡Viejas mo-fetas!

Espero que hayáis disfrutado todos de este relato.

Gracias al grupo G:E:FLASH por dejarme ha-cer uso de sus memorias.

Esther García

^-;̂ JTL''.-.v'.-.̂ c'T-""'?r '̂V?ro> :̂'̂ o'XV-71^w71íXw?

Page 18: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

Breve aproximación a la Geología del karst

Introducción

Las cuevas han sido desde el comienzo de lahistoria de la Humanidad, algo más que un huecoen la roca, oscuro e inútil . Por el contrario, nues-tros antepasados se sirvieron de ellas como mo-rada, santuario o cementerio. En la actualidad, lascuevas ya no son apenas utilizadas por el hombre,exceptuando la explotación turística y el uso queen algunas regiones hacen de éstas como bodegaso neveras (elaboración de queso, cultivo de cham-piñón, crianza de vino).

El término geológico que define el conjunto deprocesos que dan lugar a una cueva y las formasdel relieve asociadas a ellos se denomina «karst».Este vocablo, aceptado internacionalmente, tienesu origen en una región caliza entre Trieste yLjubljana (Italia-Eslovenia), donde se estudiaron ydefinieron por primera vez estos fenómenos. Loscaracterísticos de un karst o de una región kársticason:

— Existencia de formas del relieve singularesde diversas escalas, producidas por la diso-lución química de las aguas, con la forma-ción de depresiones cerradas muy caracterís-ticas y de formas superficiales de disoluciónde la roca (lapiaces).

— Escaso drenaje superficial, con la casi ine-xistencia de redes fluviales. Esto se debe alpredominio de la infiltración del agua en elterreno y a su circulación subterránea.

— Abundancia de cuevas y simas. Algunas deellas actúan como puntos donde se pierdenlas aguas superficiales (sumideros), o comomanantiales (surgencias).

El karst es un medio singular que reúne nume-rosos aspectos atractivos desde el punto de vistapaisajístico, naturalista, científico, exploratorio ydeportivo. Para los estudios geológicos el karst,con sus formas y depósitos superficiales y subte-rráneos asociados, constituye una interesantefuente de información sobre acontecimientos delpasado. Algunos depósitos endokársticos, comolos espeleotemas (estalactitas, estalagmitas, etc.)

permiten dataciones y deducciones de carácter pa-leoclimático, y en ocasiones, también tectónico.

Factores que condicionan los procesosde karstificación

Para que se formen cuevas se deben dar unascondiciones adecuadas que permitan la actuaciónde los procesos de karstificación.

Geológicos

La litología o composición de la roca, es uncondicionante fundamental para la formación deun karst. Las rocas más propicias para desarrollarfenómenos kársticos son las llamadas «rocas solu-bles», esto es, las que son susceptibles de sufrir laacción de disolución química por parte de lasaguas meteóricas (lluvia, nieve). Las más abundan-tes son las rocas carbonatadas: calizas y dolomías,seguidas de yesos, conglomerados, areniscas y sa-les, todas ellas son rocas sedimentarias. Pero noson las únicas, puesto que también se han descritociertos tipos de karst en cuarcitas y granitos.

La existencia de discontinuidades en la roca(fallas, diaclasas, planos de estratificación), es otracondición importante para la formación de cavida-des, ya que constituyen vías de acceso de las aguassuperficiales al interior del macizo rocoso. Elloproducirá un progresivo ensanchamiento y jerar-quización de estas discontinuidades debido a la ac-ción de disolución del agua, dando lugar a conduc-tos preferentes por los que ésta circulará, primerode manera forzada y después libremente.

Climatológicos

Se han descrito fenómenos kársticos en todaslas latitudes del planeta, lo que pone de manifiestola importancia del proceso. Pero cabe preguntarse:¿Existe algún clima más favorable que otro para laformación de cuevas?

Page 19: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

XX

Hasta hace algunos años, se creía que los c l i -mas fríos eran más favorables para la actuación delos fenómenos kársticos. listaba fundamentado enaspectos relacionados con las reacciones químicasque tienen lugar. A temperaturas bajas, el agua esmás agresiva pues es capaz de contener mayorescantidades de CO-,. Este gas interviene activa-mente en la disolución del carbonato calcico (cons-tituyente principal de las rocas calcáreas). Sin em-bargo, a raíz del estudio de diversos karsts enzonas tropicales y realizando ensayos comparati-vos sobre tasas de disolución de la roca en distintosmacizos kársticos del mundo, se ha comprobadoque existe una relación directa entre la cantidad deprecipitación y el volumen de roca disuelta, o sea.el grado de karstificación. Por tanto, las mayorescavidades y los karst más desarrollados y especta-culares, como es el caso de los «karsts en mogo-tes», se encuentran en regiones tropicales húmedas(China, Papua-Nueva Guinea, Cuba, Brasil) o enzonas donde en el pasado geológico se ha dadoeste tipo de clima.

Temporales

La importancia que tiene el tiempo en la géne-sis de una cueva es evidente. Cuanto mayor seaéste más posibilidad tendrán los fenómenos dekarstificación de actuar sobre la roca y mayores se-rán sus efectos. Pero, ¿cuánto tarda una cueva enformarse? Como hemos visto son varios los facto-res que deben intervenir para que se generen cue-vas, por lo que la pregunta no tiene una respuestaconcreta. Para unas condiciones ideales se puedeestablecer que las primeras fases de karstogénesiscon la generación de una red incipiente de drenajepuede requerir del orden de 100.000 años. Poste-riormente esta red irá evolucionando y agrandán-dose, algunos de sus conductos se transformaránen galerías por las que el agua circulará de manerapreferencial. Esta segunda fase puede durar por en-cima de unos 10.000 años.

Como vemos la formación de las cuevas es, entérminos geológicos, un fenómeno bastante rápido.Pero debemos tener en cuenta que a lo largo deltiempo los agentes que modelan el karst no actúande forma continuada existiendo, por ejemplo cam-bios en el clima (húmedo-seco, períodos glaciales

e inlerglaciales, etc.), que pueden acelerar o retar-dar los procesos de karstificación.

Karst en España

España posee una superficie de más de 100.000km2 de materiales carbonatados karstificables (ca-lizas y dolomías), a los que se suman los aflora-mientos de rocas evaporíticas y conglomerados.Actualmente se conocen más de 10.000 cuevas, delas cuales 13 superan los 1.000 m de profundidadsituando a nuestro país en el primer puesto mun-dial en cuanto a simas con este desnivel, y más de60 tienen desarrollos superiores a los 5.000 m.

Los macizos kársticos más importantes de Es-paña se encuentran situados en los principales sis-temas montañosos del país (Pirineos, cordilleraCantábrica, cordillera Ibérica y cordillera Bética),pero también son reseñables los karsts ubicados enMallorca, los bordes norte y sur del Sistema Cen-tral y la cadena Costera Catalana.

Debido al elevado número de cuevas que exis-ten en España estas tienen o han tenido gran di-versidad de usos por parte del hombre desde laantigüedad: minería, abastecimiento de agua, tu-rismo, actividades agropecuarias, deporte, cien-cia, etc. Sin embargo, el karst también pueden lle-gar a ocasionar problemas en relación con lasactividades humanas: colapsos en obras de inge-niería, fugas de aguas en presas, contaminaciónde acuíferos, etcétera.

Debido a las peculiaridades de las áreas kársti-cas como, por ejemplo, la escasez de suelo, la altadensidad de fisuración y la consiguiente fuerte in-filtración, los problemas medioambientales asocia-dos al karst son numerosos. Los acuíferos kársticosson los más vulnerables a la contaminación. Ade-más, su sobreexplotación puede ocasionar la dese-cación de humedales (ej. Tablas de Daimiel), oproblemas de intrusión de agua marina (ej: variossectores de la costa mediterránea). La extracciónde roca carbonatada, para fabricar cemento o parasu uso como piedra ornamental , además de im-pacto visual produce alteraciones en los ecosiste-mas de la áreas kársticas, muchos de los cuales po-seen un alto valor ecológico. En este sentido, essignificativo que buena parte de nuestros ParquesNacionales, Parques Naturales y zonas protegidas

Page 20: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

están situadas en parajes kársticos (Covadonga,Monte Perdido, Cazorla, Río Lobos, Hoces delDuratón, etc...). Por otro lado, las visitas masivase incontroladas a ciertas cuevas también supone unriesgo directo para el entorno (acumulación de de-sechos, alteraciones del medio físico, molestias ala fauna cavernícola, etc.).

Yacimientos paleontológicos y arqueológicosasociados al karst

Debido a las características del medio subterrá-neo, las cuevas son lugares donde los restos pa-leontológicos y arqueológicos pueden quedar pre-servados de la erosión y, por lo tanto, protegidos desu destrucción. Estos restos son transportados alinterior del karst junto con sedimentos o por caídasaccidentales. Sin embargo, los depósitos más inte-resantes son aquellos que se encuentran in situ, esdecir, en cuevas que han servido de guarida o refu-gio a animales o a seres humanos.

En las cuevas españolas abundan los yacimien-tos, como lo demuestra el elevado número y la im-portancia de los hallazgos realizados en ellas (Al-tamira, Atapuerca, Tito Bustillo, Nerja, etc.). Losrestos paleontológicos más antiguos encontradosen yacimientos kársticos españoles son precuater-

narios, es decir, más de 1,8 millones de años. Encuanto a los restos arqueológicos más antiguos, da-tan del Pleistoceno medio, hace alrededor de700.000 años.

Bibliografía

La bibliografía existente sobre aspectos geoló-gicos del karst es muy abundante. No obstante, sonreseñables aquí, por su interés más general, las si-guientes obras:

COLLIGNON, B. (1988): Spéléologie, approchesscientifiques. Edisud. Aix-en-Provence. 236 pp.

DURAN VALSERO, J. J. y LÓPEZ MARTÍNEZ,J. (Eds.) (1989): El karst en España. Monogra-fía 4. Sociedad Española de Geomorfología.Madrid. 414 pp.

FERNÁNDEZ, E.; HERRERO, N.; ORTIZ, I.;PEIRO, R. y ROSSI, C. (1995): Introducción ala geología kárstica. Federación Española deEspeleología. Barcelona. 202 pp.

FORD, D. y WILLIAMS, P. (1989): Karst geo-morphology and hidrology. Unwim Hyman.London. 601 pp.

Julio Barea LuchenaSECJA (Alcobendas)

Caluas mtercalatlai entremateriales no solubles

Fuenie: Atlas d* las grandes cavidades españolas. Autor: Carlos Pnch. 198~!.

12)

•- ••,-. -,-.-,-,• - ,• *~

Page 21: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

Locura de altura

Como algunos de vosotros ya sabéis, el pasado 6de j u n i o participé, por tercera ve/., en el MARATÓNALPINO MADRILEÑO, al que calif ican como «po-siblemente el maratón más (litro del inundo»', pruebade resistencia que este año puntúa para los SkayGames (campeonato del mundo), organizado por laFederation for Sport al Al t i tud (F.S.A.) a celebrar enel año 2000. Hste tipo de pruebas (pensado para ¿su-peratletas?, ¿aventureros?, ¿gente con problemas ce-rebrales?) combinan la exigente distancia del Maratóncon la d i f icu l tad de desarrollarse en zonas de altamontaña, lo que conlleva grandes desniveles y zonasmuy trialeras.

El que nos ocupa se desarrolla en la Sierra de Gua-darrama: partiendo del albergue Alvaro Iglesias (en elPuerto de Navacerrada) subimos a la Loma delNoruego, para bajar al Puerto de Cotos y, ascen-diendo por el collado de Peña Citares, enlazar lascumbres de Peñalara, Los Claveles y, pasando por laLaguna de los Pájaros, regresar al Puerto de Cotos.Desde aquí, nos dirigimos a Cabeza de Hierro Menory «cumbreando», alcanzamos Bola del Mundo y lle-gamos nuevamente al Puerto de Navacerrada, paraseguir a Siete Picos, Collado Ventoso, Mirador dela Reina (en la antigua carretera de la República),Puerto de la Fuen/ría y volver al punto de partida, porel Camino Schmidt.

Recuerdo la primera ve/, que participé en esta ca-rrera, vi el anuncio para inscribirse hojeando una re-vista y me dije, «esto parece interesante, voy a l lamarpara informarme de las características de la prueba ysi hay tiempo l ímite para completar el recorrido»;«no, no hay l imite», me contestaron; y, ni corto ni pe-rezoso, me apunté, pensando que sería una amigablemarcha por la montaña.

El gran día había llegado, me levanté a las 5:45 dela madrugada (¡Dios, que sueño!), ya que daban la sa-lida a las ocho y tenía que desplazarme hasta el Puertode Navacerrada. Allí estaba yo, con mi macuto y misbotas de treking, dispuesto a participar en aquellafiesta. Fue entonces cuando vi a los demás participan-tes: pantalón corto, camiseta y zapatillas de atletismo,músculos por doquier, comencé a sospechar que aque-llo no iba a ser tan fácil. Para colmo, momentos antesde dar la salida, nos comunicaron que todos los corre-dores que no consiguieran pasar en siete horas, por elprimer paso del Puerto de Navacerrada, serían elimi-nados.

Por fin dieron la salida, «PUM» ¡ala!, todos comolocos, como si se hubieran asustado con el disparo,-¡vamos, los de delante, que no se paren!-, gritaban amí alrededor en la primera cuesta, que era por un sen-dero muy estrecho. Cuando llegué a lo alto de laLoma del Noruego, divisé en la lejanía, a los corre-

2800

2600

2400

2200

2000

1800

1600

1400

1200

1000

PERFIL " MARATÓN ALPINO MADRILEÑO '

PeñalaraClaveles

Cabeza HierroMenor

Loma delNoruego

Valde-

Coll-PeñaCitores

SALIDA" Pto.Cotos

BolaSiete

Colí. CoH.VaWe Guarra-rnartín millas

PicosPto. Ñauacerrada

ArroyoCe nadillas

PuertoÑau acerrada

Ftienffria

Mirador dela Reina

MEDIA MARATÓN

KM. O KM. 21 KM. 42

Page 22: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

XX

dores que me precedían. En el Puerto de Cotos, dondeestaba el primer av i tua l lamiento , me preguntaron quepor qué no dejaba al l í el macuto, ya que tenía que vol-ver a pasar por el mismo lugar «¿querrán decirme quevaya más rápido?» pense. Al llegar al segundo puntode avi tual lamiento, en el collado de Peña Citares, yame sentí presionado, -«¿eres de la carrera?»- me pre-guntaron, mientras recogían el puesto. Lo peor llegóen el segundo paso por el Puerto de Cotos, una per-sona de la Organización hablaba con otra, por el inter-comunicador: sí, sí, ya ha llegado -refiriéndose a mipersona- solo faltan la francesa y el de los calambres.A partir de ese momento, creo que yo era el últ imoclasificado. En el puesto de avituallamiento de Ca-beza de Hierro, más de lo mismo -«¿eres el dorsaltal?»- me gritaban a distancia, «siii i i , ya voy», con-testaba con voz agónica. Una vez me habían abas-tecido de agua, salían pitando cuesta abajo, con losmacutos llenos de envases vacíos. El final llegó enel Puerto de Navacerrada, una persona de la organi-zación se acercó a mí y, dándome la enhorabuena porhaber llegado hasta allí, me despojó de mi dorsal, porllegar con el control de paso cerrado, que desastre, eli-minado por lento, llevaba siete horas y cuarto de es-fuerzo físico y sufrimiento psíquico.

¡Ja!, pero en vez de desmoralizarme, al año si-guiente, después de una exhaustiva preparación, parti-cipando en otras carreras por asfalto y entrenando enel Monte del Pardo, conseguí mi objetivo, acabarel «II MARATÓN ALPINO MADRILEÑO», en untiempo de 7 horas y 30 minutos. Al entrar en la META,me acordé de ese pensamiento tan renombrado: «NOSIENTO LAS PIERNAS, NO SIENTO LAS PIERNAS».

Este año, en el «111 MARATÓN ALPINO MADRI-LEÑO», ha participado un inconsciente más, José An-tonio Olivo, que con una preparación a fondo (durante15 días), ha conseguido acabar el reto en un tiempo de7 horas y 28 minutos. Yo creo que si de joven, en vezde decidirse por la espeleo, se hubiera dedicado a estode correr, alguna medal l i ta nos habría traído. En fin,esta edición nos la hemos tomado como auténticos pro-fesionales: concentración el sábado por la tarde en elalbergue Alvaro Iglesias (habitación doble, baño condos duchas, pensión completa, mujeres -las nuestras-,niños -los míos-); como veréis, un lujo.

A las seis y cuarto de la madrugada, del día 6 de ju-nio de 1999, suena el despertador «pipipi , pipipi ,pipipi», empieza la acción, hay que levantarse prontopara desayunar y hacer medianamente la digestión an-tes de la salida. Siete treinta y cinco de la... madru-gada también, calentamiento y estiramientos, «ya nomás, no vaya a ser que nos cansemos». Siete cin-cuenta, control de salida; los fotógrafos deportivosrealizan sus últimas instantáneas, los reporteros de«TELEMADRID» apuran los minutos previos a la sa-lida recogiendo impresiones de los corredores, la ten-sión y los nervios se palpan en el ambiente, el olor a«Reflex» invade las pituitarias. Las ocho en pun-to, este año, bocinazo de salida «fuuuuooooooo»; sali-mos todos disparados, pero al momento nos encontra-mos andando con los pulmones colgando debido a lafuerte pendiente, cuando ésta se modera echamos a co-rrer, llegamos a la al tura del Pto. de Navacerrada ycomenzamos la subida a la Loma del Noruego, la pen-diente se acentúa y tenemos que subir andando, vamosen fila india sin poder adelantar ni ser adelantados.

CROQUIS "MARATÓN ALPINO MADRILEÑO"

Mirador dela Rema

Catieza Hierroavor

Catieza HierroCVaWemartín menor

C.Cuarramílas

Albergue A. Iglesias

SAUOA.' META

Page 23: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

ya c|uc, el eslueiv.o c|iic supone salir del sendero y sal-lar por encima de los «piornos» y las rocas, para ganaralguna posición no compensa. Llegados a la Loma,emprendemos una galopada hasta el Puerto de Cotos,primer punto de av i tua l l amien to al cjue llegamos en 57minutos y donde nuestras chicas aplauden a rabiar.Desde aquí' iniciamos la subida al Pico de Peñalam.por el Collado de Peña Citores, a ratos andando y a ra-tos corriendo (los menos). Una vez coronado dichoPico y el de Los Claveles, nos arrojamos entre una pol-vareda hacia la Laguna de los Pájaros, mientras laspiedras que arrastramos nos golpean los tobillos.

Seguimos corriendo hasta pasar por segunda vezpor el Puerto de Cotos, llevamos 2 h 39 min y nos di-rigimos a Cabeza de Hierro descendiendo primero alarroyo de Las Cerradillas. En esta zona, José Antonioy Yo nos separamos (ya no nos veremos hasta lameta). En la subida a Cabeza de Hierro se estiran lasdiferencias entre los participantes. Es una subida largay muy pronunciada sin trazas de sendero, en la que elcansancio empieza a hacer mella y que me sitúa en elcollado de Cabezas a las 3 h 1 min de carrera. Metomo un respiro en el avituallamiento y continuo ha-cia la cumbre. Comienza el descenso, la primera partese hace tan peligrosa como la de Claveles, pues deboir saltando por encimas de los bloques de piedra, conla posibilidad de sufrir alguna lesión, superado esteobstáculo sigo cumbreando en «andicorri» hasta Bolay me dejo caer directamente al Puerto de Navace-rrada, (4 h 54 min), donde se encuentran: Ángela yLuis con los niños, una compañera de la oficina y sumarido, y llegando con un poco de retraso, casicuando ya emprendía nuevamente la carrera, las dosMaría Angeles con mis niños, que venían del Puertode Cotos donde habían quedado retenidas debido a lacelebración de una prueba ciclista. En el tramo deSiete Picos, me sorprendo al oír unos gritos «vamosMiki», «¡leche!, pero si son Conchi, José A., Palomay los Javieres Segovias», no me lo esperaba, que emo-ción ver gente conocida. Este encuentro me da nuevosbríos, pues son ya 33 kilómetros, aproximadamente,los que llevo encima; tanto es así, que un grupo depersonas con las que me cruzo comenta, «este sí que

va fuerte» (¡qué cosas hay que oír!). Hn el a v i t u a l l a -miento que hay en la pista que sube al Puerto de la{''uenfria, nos juntamos unos cuantos corredores y co-mentamos que vamos muy bien, que podemos hacermenos de siete horas, nos animamos unos a otros. Yopensando en rebajar el t iempo del año anterior, im-primo a mi carrera un ri tmo ¿frenético? que me lleve alograr mi objetivo: ganarme a mi mismo. Paso por elPuerto de la Fuen/ría (5 h 50 min), giro a la derecha atomar el Camino Sinidht, una de las zonas más bellasdel recorrido y ataco la últ ima parte de éste, en dondecada kilómetro parece que tenga 1.500 metros. Entreaplausos y gritos de aliento, consigo llegar a laMETA, me parece mentira, he terminado en 6 horas47 minutos y 29 segundos en el puesto 117; poco des-pués, en honor de multitudes, atraviesa la pancarta dellegada, José Antonio.

Después de tantas horas de lucha, el merecido pla-cer: ducha de agua caliente, masaje recuperador, co-mida (ensalada de pasta, albóndigas en salsa y plátanoo yoghurt), que devoramos con ansiedad.

Diréis que estamos un poco locos, pero la sensa-ción que se experimenta al cruzar la línea de llegadaes «la bomba». Es una experiencia inolvidable, yodesde aquí os la recomiendo, total ¿qué podéis per-der?, no más de cuatro uñas y, sin embargo a cambio,ganáis otras tantas ampollas.

Por cierto, antes de despedirnos decidimos ir a to-mar unos cafetitos al Puerto de Navacerrada, «vamosen coche o dando un paseo?», «vamos andando totalesta ahí mismo», según subíamos por la carretera oí unestruendo, «¡ala! Mi coche seguro», dije en broma; mástarde, cuando volvíamos, grite (esta vez en serio) «mecago en la... pero si es mi coche; un camión de la orga-nización, que estaba recogiendo las vallas de la carrera,se había acercado «demasiado» a mi vehículo.

Quiero aprovechar estas líneas, para agradecer sin-ceramente, en nombre de José Antonio y en el míopropio, a todos los familiares, amigos y conocidos queestuvieron ofreciéndonos su apoyo a lo largo de todoel recorrido; ANIMA UN MONTÓN.

Miguel Ángel Vela (Migui)

LA III EDICIÓN DEL «MARATÓN ALPINO MADRILEÑO» EN CIFRAS

DISTANCIA APROXIMADA

DESNIVEL ACUMULADO DE SUBIDA

NÚMERO DE PARTICIPANTES

NÚMERO DE PARTICIPANTES LLEGADOS A META

TIEMPO DELGANADOR

42,195 Km

2.250 m

253

209

4 h 28 min 36 s

•» -n.*.v.=i •-•.-. '.'.-.i.?.-.' -,.• .- • — . ...... .--• • • ••

Page 24: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

XX

Espeleoinserso o las disquisiciones teórico-prácticassobre el espeleólogo prejubilado

Últ imamente no hago más que escucharen las no-ticias (|ue si las pensiones, que si las jubilaciones, quesi las prejuhilaciones, que si cada vez hay más viejosy menos niños, que si la edad media de la poblaciónestá aumentando alarmantemente, y en definit iva quela sociedad que nos tocará v i v i r dentro de unos añosva a tener que estar diseñada para la tercera edad.

Pues bien, con todo eso me puse a pensar que unaactividad como la espeleología no puede escapar a lostiempos, y no le va a quedar más remedio que acomo-darse a las necesidades de sus practicantes.

Y puestos a imaginar necesidades de un espe-leojubilado se me ocurre por ejemplo que el diseñodel arnés tendrá que tener en cuenta la posibilidad deno impedir el uso simultáneo del suspensorio, seguroque aparecerá en el mercado el suspensorio Peltz, elbraguero Bonatti, la faja Mamut, o una muleta paragrandes travesías, claro que deberá tener la posibili-dad de ser de neopreno si se trata de una cueva deagua.

Pero para ir viendo la realidad del panorama quese nos avecina, lo mejor es plantear de principio a finuna jornada espeleológica en la que los protagonistasson espeleojubilados.

Se quedará como siempre en Cartagena, esquina aAvenida de América, pero en esta ocasión los espe-leólogos no irán llegando, sino que los irán trayendosus familiares, o las asistentes del asilo, o vaya usteda saber quien, siempre que carguen con las sacas delabuelillo. Tengamos en cuenta que estas sacas sonmucho más pesadas y voluminosas que de costumbreporque además de todo el material propio de la acti-vidad, es preciso cargar con algunos pañales de in-continencia de repuesto, recipiente esterilizador parala dentadura, las pastillas para la tensión o para el co-lesterol, etcétera.

Habrá que salir pronto porque se tiene que pararvarias veces por el camino, y no precisamente a com-prar pan o tomar un café, más bien por problemas depróstata.

Pero vamos a suponer que ya están nuestros vetus-tos protagonistas a pie de boca, ahora viene la parte in-grata de tener que «albardarse», es decir, ponerse lasalbardas o arreos de espoleo, y se seguirán oyendo losmismos comentarios de siempre: este arnés ha enco-gido... hay que lavar el mono más a menudo... unalma caritativa que me ayude a abrir la carburera, perocon cuidado por lo de la hernia.. . ¿alguien ha visto a

don Cecilio?..., ¿quién instala?..., ¿comemos antes deentrar, o una vez abajo?, y como siempre comemosantes de entrar y otra vez abajo, que para eso somosdel GARM.

Se pueden presentar situaciones realmente delica-das en una cueva, no me refiero a quedarse sin carburo,sino a quedarse sin pila en el Sonotone y no poder oír el¡LIBRE!, o lo que es peor no poder oír ¡PIEDRA!

Alguna ventaja debe tener este tipo de situacio-nes, por ejemplo, si el que instala pierde la llave, o nola ha metido en su equipo de instalar, cualquier com-pañero le deja la que lleva para ajustarse la prótesis.

El paso de un fraccionamiento puede complicarsesobremanera cuando hay que hacerlo con un bastón an-clado en el cabo corto, sobre todo si el espeleojubiladose ha pasado el fraccionamiento y se ha quedado en lacomba por no llevar las gafas de cerca.

En el caso de una gatera o un paso estrecho, habráde tenerse en cuenta el estado de las bisagras, las her-nias, las panzas, las artrosis, y en definitiva las linde-zas y achaques de cada individuo. Normalmente esen este momento cuando se decide que el resto de lacueva es impenetrable, a no ser que esté presente unespeleojubilado que viva con los hijos y nietos en unpisito de 40 metros cuadrados, que por ello sabe ma-nejarse perfectamente en los pasos estrechos.

Por último queda lo más difícil, salir de la cueva(si no que se lo pregunten al grupo de espeleoinserso-socorro). Es aquí donde suelen plantearse más pro-blemas. Nada más empezar hay que poner en prácticalos conocimientos de autosocorro para un desblo-queo-ascenso, es decir, desbloquear la prótesis de ca-dera y que empiecen a subir de una puñetera vez.

Cuando en el ascenso se encuentran repisas es unalivio para todo el grupo, es el momento de recuperarel aliento, cambiar el pañal de incontinencia, y eva-cuar otra vez (ya se sabe, ¡la dichosa próstata!), dehecho la palabra repisa viene de «repisar», es decir,volver a hacer pis.

Pero todo eso puede ir solventándose con pacien-cia, lo peor se puede presentar en los cursillos de ini-ciación donde los espeleomonitores (espeleojubiladomonitorizado) tienen que aguantar con dignidad loscomentarios de los cursillistas, pero esto es tema paraotra ocasión.

José Manuel Gil Navas (Fariña)

Page 25: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

Las Fuentes de Escuaín

IÍI fin de semana de 1 1 - 1 2 de septiembre, dosintrépidos espeleólogos del GAhM, fueron a reali-zar la travesía B I 5 - R I o más conocida, como«Fuentes de Escuain». Hasta hace poco la travesíanías profunda de la tierra, con sus más de 1 .(KM) mde desnivel. Tras un año de espera, tres solicitudes(y dos negaciones), teníamos el permiso que nosdaba acceso a las cavidades anteriormente dichas.Concedido por la dirección del parque de Ordesa yMonte Perdido.

Por fin el viernes 10 de septiembre, junto concuatro espeleólogos del Secja (Julio, Cata, Antonioy Adolfo), salíamos con dirección a Escuain. Trasunos 100 Km recorridos y hablando de todo unpoco, alguien comenta algo del carburo.

—Nos miramos y salta la pregunta.

—¿Habréis traído carburo?, pero ¿no dijisteque...?

—Pues yo no tengo nada.

—Yo tengo para mí.

—Tu me dijiste que no me preocupara -no yodije que... , -pero si te llamé por teléfono para pre-guntar...

—Pero yo... ¡Gañan! ¡torpe!, ¡inútil!

—Pues no hacéis la cueva, etc., etc., ...

Tras varias discusiones, recuento del carburo yopiniones para todos los gustos, decidimos pararen el primer pueblo a preguntar si tenían carburo yde paso comprar una buena provisión de pilas.Como era de esperar, nadie sabía donde podríamosobtener carburo. Continuando hacia Zaragoza, An-tonio tiene la genial idea de llamar al camping deRodellar y preguntar si tienen carburo y ¡Eureka!,tienen y nos dejan reservado unos kilos. Así quedecidimos que un grupo vaya más rápido a Rode-llar, coger el carburo, y encontrarnos más adelante.Tras todo este lío por fin llegamos a Revilla alrede-dor de las dos de la madrugada.

A las seis y media del sábado, suena el terribledespertador, con la sensación (real) de no haberdormido nada. Tras sus más y sus menos para le-vantarnos, desayunamos y preparamos las cosas deúltima hora. Empezamos a meter todo el material

personal y colectivo en nuestras sacas, pero es im-posible que entre todo: traje de neopreno, mono deforro polar y de espeleo, aparatos de ascenso y des-censo, arnés, casco y carburera. . . , comida, car-buro, ropa de abrigo, agua, cuerda de 60 ni, etc...Con lo que con la saca hasta arriba, con materialcolgando de la saca, las manos ocupadas con máscosas y la cuerda puesta al cuello, iniciamos la su-bida. Con los preparativos de ú l t ima hora, salimoscon una hora de retraso, a las ocho y media, por loque para recuperar el tiempo perdido, la subida seconvirtió en una contrarreloj por equipos, no pará-bamos casi ni a beber, y cargados como muías. Alos diez minutos, el dolor de espalda por el peso dela saca era insoportable, y nos faltaban 900 m dedesnivel para llegar a la sima de entrada.

Tras unas pendientes interminables, llegamos alas 11 de la mañana a la boca de entrada (B15), co-memos y recuperamos fuerzas. Al poco aparecenuna pareja de franceses, que casualmente, tambiéniban a realizar la travesía, les preguntamos si te-nían permiso y se encogieron de hombros. Nospreguntaron si no nos importaba que fueran connosotros, pues no llevaban topo de la cueva ni des-cripción.

Hacia las 11:30 comenzamos el descenso de lospozos, comprobando, con gran satisfacción que to-dos los pozos están instalados con cuerda en muybuen estado, además todos los anclajes y fraccio-namientos están realizados con parabol. En estaprimera parte de la cavidad los pozos se sucedenuno tras otro, con pequeñas rampas y dos mean-dros con sendos pasos estrechos (para hacer másdivertida la travesía) que nos hizo sufrir pues ape-nas cabían las sacas.

A partir de -24 Im, empieza una zona, con unpequeño río y aparecen las primeras marmitas, lascuales se pueden evitar por cornisas o niveles col-gados. Se suceden pequeños pozos, zonas de blo-ques, cascadas, galerías, hasta llegar al ¡IM-PRE-SIONANTE!, pozo de 116 m, con sus más de 20 mde diámetro. En la cabecera de este hay dos insta-laciones paralelas, pero hay que tener cuidado,pues en una de ellas hay algún que otro nudo (serápara divertir al personal). Curiosamente en el úl-timo pozo, a unos 8 m del suelo por una de las doscuerdas hay un maravilloso nudo, que te hace acor-

Page 26: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

darte de toda la f ami l i a de quien lo hizo. Aunquehay un bloque donde puedes cambiarte de cuerda.Tras un corto recorrido, llegamos a la segunda ver-tical más importante, e! pozo de 54 m, por el quellegamos a la gran Sala Cataluña de 50 x 15 m auna cota de -680 m.

En este punto repusimos fuerzas, comiendo ydescargándonos de la saca que cada vez se hacíamás pesada. Junto a nuestros «amigos» los france-ses, que nos dieron un buen susto, pues se les cayóuna de las sacas que llevaban por el pozo de 54 m.

Al poco nos pusimos otra vez en marcha, perosurgió una pequeña disputa. En este punto hay doscaminos posibles: uno cont inuar por el río y lazona de marmitas, dos tomar un atajo por unas ga-lerías fósiles por las que se ahorran de 3 a 4 horasde recorrido. Julio, quería continuar por el río puesera-lo auténtico-, pero al ver que continuaba solo,tuvo que volver refunfuñando y protestando.

Pronto se le pasó el cabreo al comprobar que enesta galería había unas formaciones increíblementeblancas y con unas formas de lo más curiosas, ade-más de estar el recorrido muy bien indicado e ins-talado como los pozos anteriores.

Tras esta pequeña «trampa» llegamos de nuevoal curso activo a una cota de -900 m. Continuamospor el río con alguna marmita que cubría más de loesperado y Julio recordándonos cada ciertotiempo.

—Pues hay más agua que cuando yo lo hice ydeberíamos haber ido por el otro ramal.

Lo que nos hacía pensar en el «túnel del in-fierno» (galería que se sifona con una gran facili-dad), como espada de Damocles. Tras subir, a unasgalerías que van por encima del río. accedemos alpozo Negro 28 m, que antecede a una estruendosacascada, que conecta, con el río principal del sis-tema (río de la turbina).

Desde este punto es imprescindible el uso deneopreno, pues se continúa en todo momento porel río, además de discurr ir por zonas completa-mente inundadas, grandes marmitas, rápidos, re-saltes y pozos con cascadas. A 2 km. se encuentrala salida, y la «galería del infierno», que continua-mente Julio nos decía.

—No recuerdo que el río llevara tanta agua,

además la semana pasada estuvo lloviendo intensa-mente.. .

Según las descripciones que teníamos, conti-nuando por la galería hay un punto donde hay quecoger una galería superior para evitar un sifón, yeste sitio está claramente indicado por que hay unacuerda que atraviesa la galería para indicar dondehay que tomar la galería superior. Esto es la teoríapero en la practica, tras una media hora andando,cruzamos por un pasamanos una zona completa-mente inundada hasta llegar a un. . . ¡sifón! y surgeel desconcierto:

—Yo estoy seguro que cuando vine no había unsifón aquí.

—Yo no me acuerdo de nada.

—Claro como siempre vas corriendo te habráspasado la cuerda.

—¿Si esto está inundado? el túnel del in-fierno...

Así que vuelta hacia atrás y empezar a buscar lagalería perdida. Continuamos cada uno por dondecreemos que se puede encontrar la misteriosa gale-ría, y afortunadamente tras alguna que otra esca-lada encontramos el lugar por donde hay queascender para acceder a la susodicha galería. Pudi-mos comprobar que en este punto importante deperdida, no hay ningún tipo de indicación (reflec-tante, cuerda, hito, etc...), que te facilite la progre-sión por la cueva.

Continuando por la galería anteriormente men-cionada, de nuevo llegamos al río, aunque anteshay que bajar un pozo de 19 m. Este fue el únicopozo donde pusimos nuestra cuerda, ya que el es-tado de la que había (a punto de partirse), aconse-jaba usar nuestras cuerdas.

Progresando por la galería del Gran Cañón, lle-gamos de nuevo a un punto donde hay que ascen-der por una gran colada, al final de la cual hay unapequeña estrechez, que a todos nos hizo sufrir conla saca, pues pasaba justa y las fuerzas escaseaban.Estuvimos esperando un buen rato a reagruparnos,lo que alguno aprovechó para echarse un sueñe-cito. Hasta este punto los franceses siempre habíanido detrás de nosotros, pero empezaron a solicitarnuestra ayuda con su saca, además de utilizar nues-tras cuerdas.

Page 27: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

XX

Justo al empezar a andar había un gran remansode agua iiue nos obligó a nadar un poco, ¡Hinque aparlir de aquí estábamos más tiempo nadando queandando. Por fin llegamos al po/o de la unión, quesalva una impresionante y ruidosa easeada. Trasi n f i n i d a d de marmitas profundas y resalles más omenos expuestos, nos aproximamos al fatídico tú-nel del infierno.

Llegamos a un resalte de unos 6 m, donde el ríoforma una gran cascada, a la vez que se reducen lasdimensiones de la galería. El techo baja y se per-cibe una fuerte corriente de aire que inevitable-mente te apaga la llama del carburo. Tras un giro ala izquierda nos encontramos con una marmitamuy profunda que antecede al túnel del infierno,-se trata de una galería de unos 20 m de longitud,con un pasamanos de acero anclado en el techo envarios puntos y con una profundidad de unos 5 tri-que mirábamos con ojos ansiosos, para tratar dever su f ina l . Afortunadamente el camino estababastante despejado y había aproximadamente 1 mentre el agua y el techo (normalmente unos 30 cm).Nos dispusimos a pasarlo lo más rápido posiblecolgados del cable de acero. Pasando por los ancla-jes vimos como había gran acumulación de dife-rentes materiales en estos, probablemente de anti-guas crecidas.

Ya más tranquilos, tras pasar este punto conflic-tivo, llegamos a la Cascada Silvia. Esta se des-ploma desde 21 m de altura, produciendo un ruidoensordecedor, que se ve acompañado de una fuertecorriente de aire al pulverizarse el agua. Por un pa-samanos instalado en una gran colada se accede auna zona donde no cae agua y por la que se des-ciende. Es curioso ver como en un lateral de la co-lada, están todavía las pértigas que se usaron, parasuperar la cascada.

Poco resta para la salida, un resalte de 12 m quese destrepa fácilmente y unas galerías de techobajo, que en su mayor parte vas arrastrado con elpecho pegado al suelo lo que te hace dudar si vas

por buen camino y rezar para que no haya una cre-cida, pues la escapatoria es imposible, En esta úl-t i m a parte fu imos saliendo desperdigados, segúnlas fuerzas de cada uno o las ganas en salir, ademáslos franceses requerían de nuestra ayuda para lle-var su saca, lo que tratamos de evitar sut i lmente.Antes de la salida hay otro punto conflictivo, ape-nas a 100 m de las Fuentes de Escuain, donde se si-fona en grandes crecidas, y al igual que el Túneldel Infierno, hay una cuerda que te sirve de guía.Fuimos saliendo poco a poco, aunque alguno tuvoun pequeño despiste, pudimos encontrar fácil-mente la salida. Eran las 4 de la mañana, lo que re-presentaba 16 horas dentro de la cavidad. Por finhabíamos realizado la tan ansiada travesía.

Cada uno nos dolíamos de diferentes partes delcuerpo y mirábamos con odio la saca que tanto noshabía hecho sufrir. Parte del grupo se quedo a dor-mir en la entrada de la cueva, para reponer fuerzas.Carlos y yo decidimos continuar hasta el pueblo deRevilla y descansar donde habíamos dejado los co-ches. Los franceses se nos acoplaron para que lesindicásemos el camino, pero antes nos habían di-cho que si les hacíamos el favor de llevarles unacuerda... obviamente nadie les hizo ni caso. Porsuerte pudimos encontrar fácilmente el camino deregreso y con las primeras luces llegamos a los co-ches y sin demora nos echamos para reponer fuer-zas y esperar a que regresara el otro grupo. Antesde llegar nos cruzamos con uno de los francesesque venía en coche, pues se había adelantado y nofue capaz ni de saludarnos, obviamente ni hizo in-tención de parar para acercarnos a Revilla.

Esperamos que con esta pequeña descripciónanimemos a los espeleólogos del GAEM, a realizareste tipo de travesías, ya que por su interés y be-lleza merece la pena conocerlas, además de sermuy entretenidas y divertidas.

Carlos Cantalejo García (Carlinguis)Enrique García Castellón (Yo)

•.••...-. , . -

Page 28: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

LO

¿Igll,

HH

Page 29: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

NoticiasFueatenavina:

Como ya habréis leído en páginas anteriores, en octubrese consiguió un gran éxito cu las exploraciones La punta sedeja a una distancia de 570 y a una profundidad de -34 mis.

El Embalsador:

El pasado mes de junio se reali/.ó una nueva explora-ción en el stunidcro del Embalsador. El objetivo fue conti-nuar con la exploración y topografía del «Quinto mean-dro» encontrado Iras el sifón I I I (8 mi). Para ello, y con laayuda de un equipo de apoyo, tres buceadores superaron elsifón I! para posteriormente transportar ellos mismos elmaterial de inmersión hasta el sifón I I I . Una vez pasadoéste, el equipo continuó hasta el escarpe al que se había lle-gado el año pasado. Tras anclar allí una cuerda, se descen-dieron 11 metros, accediendo a una pequeña sala tras lacual se continuó de nuevo por un meandro con numerososgiros y. aunque de mas de 10 m de altura, con bastantesestrecheces. Finalmente y tras haber topografiado 315 nue-vos metros, se dio por concluida la exploración, en lo queparecía la base de un pozo con la continuación en forma demeandro a la derecha. Con ello, el Embalsador pasa a tenerun total de 4.661 metros topografiados.

N

El Quinto Meandro(Aguas abajo)

SUMIDERO DEL EMBALSADORSU. Marta del Val, Cuenca

Escala

Sifón III

Calseca (San Roque de Riomiera):

Aquí, amén de las veces que algunos miembros delgrupo (Enrique y Carlos), han colaborado con el SECJ A enla exploración de Bcmallán, se realizaron dos salidas depateo y exploración, que dieron como resultado el descu-brimiento de cinco nuevas simas, una de ellas, la C-26. conuna profundidad de -124 mts (se adjunta croquis), seexploró por completo En otra se bajaron tres pozos, aun-que no se llegó al final por falta de material, y de las tresrestantes solamente se conoce su ubicación.

¿T-Z6

8 .80 m/cm

I

Cursillo:

Como habréis visto, en abril se realizó el XIII cursillode iniciación, con una gran participación tanto de cursillis-tas como de miembros del grupo. Paralelamente se impar-tió otro cursillo mas avanzado, para los mas jóvenes, queya habían superado previamente el de iniciación.

Reunión extraordinaria:

La reunión extraordinaria del grupo tendrá lugar el pró-ximo 22 de enero del 2000. No obstante se os comunicarápor carta.

Natalicio:

Felicitamos desde aquí a nuestrosamigos Paloma y Javier, que han tenidouna «Irene». La niña está muy bieny por suerte se parece a la madre.

Internet:

Se recuerda que la página web del grupo es:

http ://\vwtv.sini\.net/paginas/espeleo/gaem.htm

Page 30: Antrumparcial de oxígeno de 1,11 bares (presión absoluta a -21m = 3.1 bares x presión parcial del oxígeno en la mezcla = 0.36 resultado 1,11) bien dentro de los límites. Como

flfei

rV ** *