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    CRTICADELIBROSPARADIGMAS DE LA POLfTICA,T. RUBIO CARR ACEDO: Paradigmas que esgrima una autolegitimacin dede la poltica. Del estado justo al carcter histrico-social. El paternalisestado legtimo (Platn, Marx, mo del primero y la reduccin del estaRawls, Nozick), Barcelona, do a un organismo coercitivo para ga

    Anthr opos-M laga , Uni versi dad de ranti zar l a lib ertad negat iva ( reali smoMlaga, 1990, poltico), habran de experimentar su278 pp. cesivas transformaciones tras la incorporacin con Hobbes del contractualisDe s d e la d c a d a d e lo s c in c u e n ta e l e n - mo y l a re v i s i n d e la c o s mo v is i n iu sfoque emprico-descriptivo de la cien- naturalista por autores como Locke,cia poltica haba aglutinado la aten- Montesquieu, Rousseau y Kant.cin de los analistas. El debate se am- El nuevo paradigma resultante, el lepliara con la recuperacin, a finales de gitimista, pondra el nfasis de la justifilos sesenta, de la filosofa poltica, de la cacin del poder sobre un tipo de legitireflexin normativa, crtica, sobre el midad constructa (en un proceso de deproblema del poder. liberacin pblica), de clara inspiracinSi, por un lado, la intervencin regu- rusoniana. En la configuracin dellativa en la vida pblica iba a contri- constructo normativo del contrato sob u i r d e c is i v a me n te a la re h a b i l i t a c i n c ia l e l p ro c e d imie n to y l a s p re mis a s d eterica de la tradicin liberal, por otro, la justificacin actan como razones lea partir de los escritos de Plamenatz y gitimantes (Habermas). Con este anteposteriormente de Rawls, Nozick, Oa- cedente, el propio Rubio opta por unkeshott o Dworkin, la teora poltica iba concepto normativo de legitimidad, desa configurarse como un enfoque mixto prendido de rasgos metafsicos y en trq u e in c lu a a n l i s i s e mp r i c o s y p ro - min o s e s t r i c ta me nte c o n s t ru c t i v o s , a lp u e s ta s n o rma t i v a s . En e s te mo me n to q u e s e a p ro x ima n d e s d e v e rs io n e s d i fede reconstitucin de la filosofa poltica rentes Rawls, Apel, Lorenzen o Dworkinla pregunta clave, seala Rubio Carra- (pp. 39-54). Una vez presentada la gnecedo, gira en torno al modelo de esta- sis del estado legtimo, procede a condo. El cuestionamiento de sus lmites y trastarlo con los otros dos paradigmassu relacin con la sociedad civil le per- (pp. 55-64) mediante diez indicadoresmiten enlazar con el problema de la que dibujan las facetas del poder y la

    just ific aci n del pode r en e l seg undo soci edad civi l so bre l a que se ej erce .captulo, y central, Paradigmas de la Por un lado, la concepcin educadoobligacin poltica. ra del estado justo, basada en un talanEn qu se fundamente la obediencia te estatalista y con una concentracinde los ciudadanos al estado, esto es, la unitaria del poder, propia de regmenescuestin de la obligacin poltica, de- aristocrtico-ilustrados, contrasta con

    p e n d e a s u v e z d e c mo e s t le g i t ima d o la v i s i n d e l e s ta d o mn imo c o e rc i t i v oel ejercicio del poder. Hasta la Ilustra- en el realismo poltico, caracterizadocin la idea del estado haba oscilado por un talante pragmtico que traeentre dos interpretaciones: el estado consigo la primaca del ejecutivo y se

    just o, pa ra el que e l eje rcic io de l pod er de sarro lla e n reg men es aut ocrt icos yse justificaba en trminos iusnaturalis- oligrquicos (las tendencias neocorpotas y ontolgicos, y el realismo poltico, rativistas, que el autor adscribe a este216 ISEGORA 13 (1991)

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    CRTICADELIBROSmodelo, se dan tambin en la actuali- En segundo lugar, y conectado condad y con una implantacin creciente este segundo punto, sostiene que ele n lo s re g me n e s d e mo c r t i c o s ) . Amb o s p ro b le ma p la t n ic o d e la j u s t i c ia t i e n econtrastan, a su vez, con el estado de- un referente incuestionable en la exilemocrtico constitucional propugnado rienda del juicio de Scrates. De ahpor el tercer paradigma, basado en un que Platn se proponga evitar estructutalante legitimista que, por tanto, con- ralmente las situaciones de injusticiacede primaca al legislativo. en el estado justo (p. 71), diseado conPor otro lado, a diferencia del estado una intencin educadora dirigida a los

    just o y el reali smo p olt ico, que t ienen gober nante s (pp . 81 s s.), en cu ya forcomo referentes un marco tico absolu- macin cifra la garanta de la excelento el primero y la neutralidad tica del cia e incorruptibilidad en el ejerciciopoder el segundo, el paradigma legiti- de su funcin. La teora marxista delmista entiende el poder como autori- estado incluye en su seno un antagonisdad reconocida pblicamente y ejercida mo entre el realismo instrumental ye n u n ma rc o n o rma t i v o d e ju s t i c ia . e l r a c io n a l i s mo le g i t imis ta . L a a mb iv a

    Adem s, la so cied ad ci vil q ue pr omu e- len cia, no re suel ta- po r Mar x, co mpl icave es de un tipo mixto entre comuni- el debate en torno a sus interpretaciodad y asociacin y, por tanto, donde las nes. Rubio Carracedo ensaya una lecturelaciones entre sus miembros no estn ra integradora de los textos de Marxntidamente mediadas por la racionali- (pp. 114-117). En esta tarea de bsquedad comunicativa o la estratgica, sino da de la coherencia interna, la evoluque se tratar de relaciones emancipa- cin hacia el estado social arranca endoras mediadas por una racionalidad la crtica a la teora hegeliana del estanormativa constructa. Los cuatro cap- do. Marx se opone a la escisin entretinos restantes estn dedicados a auto- estado y sociedad civil, entre inters geres representativos de los paradigmas neral e intereses privados. As, frente adel estado justo en sus versiones aristo- la funcin mediadora que Hegel otorgacrtica (Platn) y social (Marx), y legiti- a la burocracia (un trasunto, segnmista en sus versiones liberal-social Marx, del aparato administrativo pru(Rawls) y liberal-radical (Nozck). sano), en el proyecto marxista la con

    Al ab ordar el pr oyect o pla tnic o del fluen cia e ntre inter eses p arti cular es yestado justo sostiene Rubio Carracedo, generales se lleva a cabo por la va deen primer lugar, que en su elaboracin la emancipacin de la clase trabajadorainfluye de forma determinante la teora (que arrastra en su superacin de losde las ideas (que evoluciona de una pri- intereses particulares al resto de la some ra o n to lo g iz a c i n a la d ia le c t i z a c i n c ie d a d ) , c o n s ig u i n d o s e d e e s te mo d oy aplicacin al terreno poltico). Los una reabsorcin del estado en la societres paradigmas, cosmognico, histri- dad civil (pp. 118-127).

    co y jurdico (pp. 102 ss.) configuran El progresivo distanciamiento deun proyecto en el que van a hilvanar- Hegel se produce paralelo a un acers e d o s c o n s ta n te s d e s u p e n s a mie n to : c a mie n to a l mo d e lo le g i t imis ta d euna, la armonizacin entre tica y poli- Rousseau. La estrategia revolucionariatica; y dos, la primaca del modelo con- para la conquista del poder no persivencional sobre el natural, y ello en el gue la instauracin de un nuevo tipomarco de un estado aristocrtico-ilus- : de dominacin poltica, sino hacer trado donde gracias a dicha armoniza- posible una democracia real mediante cin queda asegurada la justicia (p. 80). la anulacin de los antagonismos deISEGORA 1 3 (1991) 217

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    CRTICADELIBROSclase (p. 129). De hecho, la dictadura procedimental, aunque no supera la esdel proletariado, inspirada en la Co- trechez de miras que lo lleva a no anamuna de Pars, tiene un sentido estric- lizar contextualmente su modelo de justamente transitorio en la revolucin ticia con otros distintos del utilitarista.permanente que habra de conducir La revisin de 1980, Kantian consal estado social (pp. 131 ss.), momen- tructivism in moral theory, significa unto en el que podr confirmarse que el nuevo intento de conciliar las exigennuevo estado ha sido posible con el cas de libertad e igualdad con la inhombre nuevo, habiendo dado paso corporacin de los modelos de socielas relaciones de dominacin a rea- dad bien ordenada (igualdad), de insciones emancipatorias. piracin rusoniana, y de persona moEn el quinto capitulo analiza Rubio ral, de inspiracin kantiana; as,Carracedo el proyecto rawlsiano de re- como el egosmo racional y el sentidoconstruir, con la ayuda de Kant, la tra- moral con los conceptos de rational ydicin tica del contrato social (pp. reasonable. La revisin de 1985 aporta,153-241). Tras un esbozo de la teora sorprendentemente, una nueva redacen 1951, en torno a la elaboracin de cin de los dos principios por la queun procedimiento de decisin para la el equilibrio se rompe en favor deltica, y un trabajo sobre la concepcin componente liberal, y ello a pesar ded e la s re g la s mo ra le s e n 1 9 5 5 , p u b l i c a q u e s u c o n c e p c i n p o l t i ca d e la j u s t iRawls en 1958 Justice as fairness, la ca se apoya en lo que Rawls llamaprimera versin de la teora, don- de, overlapping consensus (que Rubio trad is ta n c ia d o d e l u t i l i t a r i s mo c l s i c o , d u c e c o mo c o n s e n s o a s o la p o o s oidentifica la imparcialidad o equidad lapante; tambin recientemente Thiecomo la idea central de la justicia, ex- baut lo ha traducido como consensop re s a d a s ta l t ima me d ia n te u n p r i - c o m n y Va l le s p n c o mo c o n s e n s omer principio de igual libertad para to- superpuesto), esto es, el consenso end o s , y o t ro s e g u n d o q u e t ra z a e l l mi te e l q u e s e imb r i c a n o in c lu y e n la s d id e la s d e s ig u a ld a d e s mo ra lme n te a d mi - v e rs a s c o n c e p c io n e s f i l o s f i c a s o re l is ib le s . g io s a s v ig e n te s e n la s s o c ie d a d e s d e moLa segunda formulacin, aparecida crticas constitucionales.en diversos artculos entre 1963 y 1968, En Anarchy, state, and utopia, desupone una ntida defensa de la postu- 1974, se propone Roben Nozick ofrecerra l i b e ra l -s o c ia l ( n o e x a c ta me n te s o c ia l - u n a le g i t ima c i n t i c a d e l mo d e lo l i b edemcrata), un difcil intento de coor- ral puro. A estos efectos, el estado sedinar justicia y eficacia desde la aplica- convierte en protector de unos derec i n d e lo s p r in c ip io s d e ju s t i c ia a l a s c h o s in d iv id u a le s a b s o lu ti z a d o s . Pe ro lainstituciones que conforman la estruc- identificacin entre el estado mnimo ytura bsica de la sociedad. Las innova- el caamazo o marco para la utopa

    dones introducidas en la versin clsi- (framework for utopia) se realiza sobreca, A theory of justice (1971), compren- un radicalizado individualismo moral,den la inclusin del velo de ignoran- que carece de la lgica interna caractecia en el constructo de la posicin ori- rstica de la tradicin utpica.ginal, la prioridad lxica del principio Por lo dems, su crtica a Rawls, funde igual libertad sobre el de justicia dada en la desconfianza hacia la prodistributiva, o la nocin del equilibrio puesta liberal-social, se torna en el esreflexivo. Con ello consigue Rawls crito en una decidida apologa de la liapuntalar las garantas de la justicia bertad (de adquisicin) al margen de218 ISEGORA / 3 (1991)

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    CRTICADELIBROSconsideraciones de justicia. No obs- miento que puede recibir la relacintante, seala Rubio, una relectura de entre tica y poltica. El escrito de RuLocke, en quien Nozick basa la justifi- bio Carracedo, elaborado en clavec a c i n d e la a p ro p ia c in i l imi ta d a d e c o n s t ru c t i vi s ta y a c tu a l i z a b le e n c o nbienes, mostrara que la introduccin creto en el caso de Marx, constituyede medidas redistributivas resulta cohe- una herramienta de trabajo, con querente con un libertarismo que fundara analizar la gnesis y perspectivas delel derecho de propiedad en el derecho estado contemporneo, para un debatede todos a la libertad (pp. 263-264). que en los ltimos aos ha cobradoEl captulo que abra el libro, La re- una creciente intensidad.cuperacin de la filosofa poltica, presentaba los datos sobre el estado de la Jos Mara Rosalescuestin y sealaba el diferente trata- Universidad de MlagaISEGORA ! 3 (1991) 219