Para un pueblo, sus aniversarios no pueden estar sujetos aotras consideraciones. Se ha gozado y se ha sufrido, se ha cosecha-do triunfos y recogido derrotas, y se ha pasado por días prósperos

y por días de duclo común, tal como s¡ se tratara de un hom bre ode una sola familia. En el conjunto de voluntades tan opuestas yde opiniones tan diversas como existen en un pueblo, es un consue-lo oír en un día señalado, que generalmente es el día que con-

memora la ventura de todos, la voz autorizada que inspire la con-fianza, que nos haga esperar y perservar que fortalezca la fe en esteviaje en busca de la felicidad soñada sin más brújula que las lec-ciones recogidas en los sufrimientos pasados.

Es cosa averiguada que el hombre no puede vivir aislado, en-tregado en las selvas a su propia naturaleza. Asociado con los de-más, vive mejor indudablemente, pero eso sí, cuando la Sociedad eslo que debe ser, un auxilio para sus naquezas, un amparo para sus

derechos, no complemento para su imperfección. Los misántroposdeducen sus ideas de aislamiento de las decepciones que recogen ysufren en la Sociedad, y felizmente es reducido su número, comoes contado el de los soñadores que prefirieran teÓricamente volveral bosque de donde no vinieron por cierto. Pero en cambio, creceel número de los descontentos que con diversos nombres y epítetosen todos los países la atacan, en la imposibilidad de ser selváticos,como lo fueron nuestros primeros padres, con proyectos de re-organización que prueban las dolencias que aun en un estado tannatural dcl hombre, nos aquejan a cada paso.

¡Qué distantes nos hallamos sin embargo, de nuestro orígen!Apenas distinguimos ya, envuelta en el ropaje azul del horizonte,la alta costa de donde partimos allOra siglos. Hemos andado en elcamino del perfeccionamiento social trecho inmenso que no nieganlos más grandes enemigos de las innovaciones. ¿ Por qué no esperarpues, que andaremos más todavía y por regiones más benignas,realizando mayores y más provechosos progresos en todas las cien-cias, en todos los ramos del saber humano? que se aplacarán nues-tras inquietudes presentes, que Gunbiarán y serán desechados losvicios y errores dominantes, que los abusos de la legislación serándestruidos, que el desamparo y la desgTacia de unos frente a frentede la poseída abundancia y la felicidad de otros desaparecerá paradarle puesto a la igualdad de todos, y, en fin, que la persecución

del fuerte contra el débil, de la intriga contra la rectitud, del vence-

dor contra el vencido y de la venalidad contra el hombre íntegro,

de que se ven todavía tan palpables y tristes muestras en la Socie-dad, será abatida por el sentimiento invasor de la fraternidad gene~

ral que apoyan los más poderosos principios y a cuya sombra nopodrá haber otra lucha que la serena lucha de las ideas? ....

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~

Por lo que tanto esperamos es por lo que no debemos olvidar-nos de 10 que fuimos, no descuidar lo pasado, ni llegar a tener enpoco las doctrinas y prácticas de las generaciones que nos han

precedido. Sabemos evidentemente menos y somos hoy mucho me-nos felices que los que han de venir a llenar el vacío nuestro

después de nuestra muerte; pero no por eso podremos ni debere-mos ser desestimados por ellos, como no debemos reír ni tener enmenos á quienes fueron primero que nosotros en esta labor inaca-bada. El hijo de Poncra y el de Comagre en estas comarcas, no

eran menos hijos de la especie humana, perfectibles, ni menos dig-nos ciudadanos que nosotros porque se pintaran el rostro y llevaranplumas en la cabeza o porque aún en los días solemnes se presen-

taran al Concejo o en la Corte de sus padres con los brazos y laspiernas descubiertas, ni con menor razón porque desconocieran eluso del hierro ni llegaran a soñar siquiera con el vapor o con la

electricidad. Por cierto que Sócrates, Aristóteles, Arquímedes ensuma, los más grandes filósofos de la antigüedad serían hoy sidespertaran de su profundo letargo unos niños que necesitarían de

lazarilos para guiarse en cualquiera de nuestras modernas ciudades,tal como lo necesitarían de entre nosotros algunos de nuestros más

notables compatriotas si pudieran, como aquellos dormidores deque nos habla la leyenda bíblica, despertar dentro de un siglo de unsueño suyo que comenzara hoy en el seno de esta bulliciosa activi~dad intelectual, de este progreso material asombroso.

¡Cuánto no se han desconocido, a pesar de todo, estos princi-pios! Por ventura, vienen ellos siendo ya, mediante sabia propagan-

da, patrimonio de la generalidad de las inteligencias. Tratándose denosotros, es evidente que los hemos desconocido cuando nos he-mos ocupado de juzgar a nuestros padres los españoles y al olvidarcomo olvidamos sacrílegamente a nuestros abuelos. Deslu'Tbradosun momento por la historia de otros pueblos como el de Grecia,llena de justa celebridad, hemos llegado a menospreciar a tal puntola antigua nuestra que más pareciera que nos avergonzáramos de

ella y de nuestros orígenes. Los primeros pobladores del Istmo,

hijos de la terrible raza caribe, habitadores en cavernas, sin más

ocupaciones que la caza y la pesca, casi desnudos, temerosos de laLuna en eclipse, errantes en las selvas, agitados por continuas gue~rras, no pueden, no, ser reverenciados lo bastante por nosotros que

somos más humanos, que ejercemos profesiones liberales, vestidosde finísimas telas, sin más temor que el de Dios, y ni aun ese enocasiones; ni más ni menos que esos hijos del campo que IObJfan en

la ciudad ser más que sus padres labriegos, vestir mejor que ellos,con calzado que sus progenitores no resisten, con chaleco que éstosno ajustaran nunca al talle, como prisiones indebidas a su naturale~za indómita, y que se avergüenzan luego de tenerlos por tales pa-

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dres, ocultándolos cuidadosamente a la presentaciÚn de sus amigos,maldiciendo sus indiscreciones y huyendo de las oportunidades deque se sepa que tienen, tan conspícuos sujetos, un origen tan ple-beyo....

Débese, en mucha parte esta inusticia a nuestros conquista-dores y colonizadores, con la cual, á nuestro turno, les hemos

pagado caramente.

Calificados por ellos de salvajes los que habitaban estas tierras,se ha quedado hasta nosotros más o menos tan errada creencia. Esevidente que de ese calificativo se sirvió la conquista para justificarcon él sus depredaciones, sus torturas, sus iniquidades y su despo-

tismo. No eran ciertamente tan civilizados como lo somos nosotros,pero sabemos ya, por los restos que exhuman, con solicitud, deesas generaciones extinguidas exploradores extranjeros, para quienesparecen ser más caros que para nosotros, como por algunos rasgos

escapados como verdad acusadora, de las crónicas de aquellos tiem-pos, que tenían una religión avanzada, que estaban dedicados a lacultura del campo y fabricaban tclas de algodón, como hemos deja-do de hacerlo; trabajaban el barro como no lo trabajamos ya nos-

otros; navegaban en buques de vela como lo hacen rudimen-tariamente todavía nuestros pueblos del interior mediterráneo;cumplían los tratados con la fe sencila que asegura y hace amable

y deseada la vida con los demas hombres; eran hospitalarios ygenerosos y para que no faltara nada entre los rasgos de carácterque distinguen á los individuos de nuestra noble raza, presentaron

ejemplos de fidelidad en el amor, de virtud, de abnegación y de

completo renunciamiento de sí mismo talcs que hoy mismo po-drían servir de muestra palpitante de lo que vale la mujer america-

na. De héroes no se diga, tratándose dc hombres que estaban habi-tuados a combatir con fieras. De entre ellos, Paritha, el más gallar-do e inflexible, el legendario héroe entrc los héroes de aquella

cruzada en el Pacífico, más valiente que Vercingetórix, que Ambio-rix y que todos los guerreros con quienes luchó en vano Julio

César en las Galias y a orilas del Escalda, es bastante para dar

inspiración a nuestros bardos cuando sea llegada para ellos la horade cantar nuestras glorias locales, ¡de todos los tiempos!

y esa hora suena ya en los momentos presentes, de reparacióny de justicia, que debemos emplear igualmente para juzgar a losmismos descubridores y conquistadores de nuestro suelo: Porquc sies ridículo que los presentemos a los ojos de la posteridad exentosde vicios y pasiones, no es menos indigno que sintamos enconocontra ellos porque cometiesen errores. Para estimar debidamente

las épocas como los individuos, la Posteridad se sirve de aquellasacra benevolcncia que ic da su tranquilo alejamiento de los suce~

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sos, como que ella no tiene que perpetuar los agravios sino lasobras que hayan dejado beneficios a la humanidad.

En el contrapeso de los males que causaran y de los serviciosque acumularon en diversos graneros que nos dan todavía abun-dante provisión y que la darán a las futuras generaciones, es impo-sible vacilar un instante. Por cada dragón que mataban, a la manerade Cadmo, surgían diez ciudades; donde hallaban un puerto bello,allí una, rodeada de bastiones y de castillos, coronada por las cúpu-las y campanarios de la congregación, hechos de una argamaza mas

durable que el bronce: donde aparecía a su vista una sabana o unvalle, allí una aldea: donde una mina, un pueblo, que así levanta-ban sobre tierra como taladraban sus arcanos. ¡Qué hombres los

hijos de España, los nobles guerreros de Alarcos y de Navas deTolosa! ¡Todavía parece que se sienten sus pisadas de acero y quese les ve cruzar el bosque, el casco en la cabeza y la espada en lamano! iOn día no bien reducida a cenizas Panamá la Vieja, ya otrosobre las faldas del Ancón, en la extremidad de una enorme rocade granito levantaban los cimientos para siglos de la nueva! Malque pese a algunos desnaturalizados, esos héroes eran también nues-tros abuelos y sus obras, sus ejemplares hechos, sus hazañas revesti-das de épica grandeza, son motivos legítimos de orgullo nuestro.

No fueron liberales y ese fue su pecado. Pero Lutero no habíaasistido aún a la Dieta de Worms. Descartes no había nacido ni sus

dicípulos inmortales como ci espíritu del genio, habían fundadotodavía las escuelas que debían revelar al hombre sus destinos y susderechos. El mundo era todo tinieblas. Desde muy remotos tiem-pos, Prometeo se hallaba encadenado, y las voces aisladas que esca-paban, por todo género de opresión del pecho de las víctimas, eransus tremendas voces que conmovían el orbe entero. Podría decirseque realizado el sueño de Colón, con el descubrimiento de Améri-ca, apenas asomaba, como rosada luz crepuscular de claros días, elsol que debía mostrar a los ojos de todos, horizontes vastísimoshasta entonces ocultos. ¡Qué tiempos! La autoridad lo era todo, elindividuo no era nada. Los Papas y los Emperadores comían juntosen señal de absoluto sometimiento en la tierra. El derecho era unapalabra latina que había durado lo que la República Romana. Laimprenta que tantos frutos ha dado, que tantos bienes ha hecho,no se había vulgarizado y yacía muda como en posteriores épocasen que la autoridad se ha sobrepuesto. A las extravagantes ideasque existían sobre la propiedad, el primero y más grande de losderechos humanos, sacadas de la Edad Media todavía palpitante,venían á agregar se nuevas no menos insólitas con la graciosa adjudi-cación que hizo un Pontífice de estas tierras. Los conquistadorestomaban pues, en el Istmo como en toda América posesión de loajeno, validos de un singular mandato de su soberano, subidos

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sobre la cresta de un monte o bajados al océano, ¡levantando unacruz alto bien alto y extendiendo la vista lejos, bien lejos y gol-peando con la espada el aire Ó las olas!

Tenían que ser la fortaleza y la iglesia sus primeras fundacio-nes. A más de ser evidente que alrededor de cUas se han agrupa-do todos los pueblos, la usurpaciÓn necesitaba de ambas, de la

primera para sancionarla y dcfenderla y de la segunda, para redimirel espíritu de las inquietudes y sobresaltos que ocasiona. España

vivía ciertamente en sobresaltos. Al principio era ci indio quereivindicaba la hcredad perdida, mas luego el terrible bucanero sali~do del Averno como espíritu vengador que todo lo asuela. EnEuropa no se diga: un día había soplado, atizado enormes hoguerasen las plazas públicas para quemar a todos los que no creyeran yadoraran a Dios como Ella, y otro día, inventando tormentos

atroces para arrancar a las víctimas la confesión del delito de teneralma libre, pensamiento libre que sube a los cielos como la palomadc la leyenda. Los ayes desesperados habían dcjado ecos, y las

hOt,rueras inflamado los sueños y la mente de todos. Hostigada,

acosada por las sombras de tantos mártires sacrificados, de erroren abuso. de tiranía en despotismo, sentía ya agitar sobre su cabe-za las alas de los pájaros que había predicho juan Hus se eleva-rían por encima de los lazos de los inquisidores.

Mientras tanto, alcjada de España por un inmenso occano,dirigida por Gobernadores y Capitanes Gcnerales quc venían, ex-cepción honrosa de pocos, a buscar fortuna, por Oidores o sean

Magistrados que deshonraban la justicia y cuyos escándalos motiva-ron un día la supresión de la Audiencia de esta ciudad; con un trende empleados de fuera que venían a hacer capital como los prime-ros, con leyes dictadas para un país imaginario, dcsconocido a legis-ladores de oídas y leídas, vilipendiada, tratada de bárbara como enlos primeros tiempos y tratada, no obstante su generosidad, de

mezquina, que no daba de sus inagotahles minas tanto como que-rían los amos; la Colonia crecía pero no progresaba.

Es de creerse que entonces debía suceder en el Istmo lo quesucede en épocas de furor por la riqueza, de que tenemos actual-mente un ejemplo con el Canal lnteroceánico.

La noticia de las minas de Cana, de las praderas, dc los ríos ybosques vírgenes inexplotados, de las perlas de un archipiélago quehacía un laberinto de islas y de arcanos de fantásticas posesiones,

arrancó seguramente del hogar a muchos hijos de España que vinie-ron a llenar la bolsa para volver a disfrutar de ella a clima mejor,

en el seno de los suyos, bajo el alar de sus casas; y andando a prisapara volver pronto, pasaron días sin reposo, noches sin sueño, épo-

cas enteras sin serenidad para el alma. El gobernante no pudo estar

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exento de reproche. La codicia no le dio tiempo para ocuparse de

sus gobernados, porque ella lo absorbe todo, el cuerpo que agostacomo por un vampiro y el alma que agita como a una veletadesordenado viento.

Pero la riqueza no se halló a m,Ulos llenas y los días de

atesoramiento pasaban duplicados, multiplicándose, cuando un día,tostado el inmigrante por el sol ecuatorial, sorprendido en sus rcdespor el amor que dio frutos, vio cubrir de nieve la cabeza y declinarsus días sobrecogido por la muerte.

Los que vinieron luego, crecieron en su propio suelo, serenos,en su heredad, atÓnitos de ver hombres que venían agitados por

una especie de tarántula a buscar oro, explotando el suelo ajeno

con moiiopolios y privilegios, con impuestos y cargas que inventÓsu codicia y dc que eran víctimas los americanos,

?ara Espai'l eran t,'Taneros sus colonias. Empobrecida por laexpulsii"Hl de los Moros, llegó a estarlo más todavía cuando consi-dcró que el oro que le venía de América era su principal, si no suÚnica riqueza. Tener plata, mucho oro amonedado fue su empCllo,olvidando que éste busca la producciÓn y escapa dc ociosas manos,

como corrc el agua en busca de su nivel de la cuesta a la llanura.Ahora bien, en América había mucho oro y como no bien llegadoa EspaÙa un galeon, debía llegar otro para llenar el cauce, el trajínde los esclavos en estas tierras era enorme, ensordecedor el ruidode las cadenas, las vejaciones bochornosas, crecicnte el clamor de

los oprimidos.

La primera insurrecclOn nano de eso y de eso nuestra revolu-ciÒIi contrd el poder de España.

Porque se nos quitaba con escarnio lo que producíamos, nues-

tra propiedad, fruto de nuestra inteligencia, uniendo el! el gravá-mcii dcl impuesto a la violencia el ultr,~e.

Un tirano puede tomar nuestra propia vida, nuestros hijos,perseguirl!os, atormentarnos, privamos de la asociación, reducirnosal silencio; pero que no nos haga sentir nuestra servidumbre, por-que elld es una alrenta que no podemos experimentar sil! imaginar-nos que somos v íctimas de todos los males imaginables, de todaslas desdiclias humanas. Deseamos ser engaÜados hasta la tumba yaun la escLivitud la sufrimos si se nos trata como a amos y se noshace ver que somos libres.

Es inimaginable el inmenso dolor, la desesperación de un pue-blo que sufre oprimido y que no halla medios de calm(l' sus dolen-cias. J Ú¿galo apenas pálidamente aquel que haya sentido una horri-ble pesadilla rodeado de quiméricos peligros, inminentes, prÓximosa herirlo, que lo tocan, que se le acercan ya y fa devoran, a él que

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yace rctcnido por los brazos de hierro de una inmovilidad comple-

ta, sin voz para pedir auxilio, sin piernas para correr, sin fuerzas

para resistir, sin armas con que luchar, agobiado por el sueño, enun círculo estrecho que rompen sólo al fin, los gritos de una espan-tosa desesperación o el golpe que causa el esfuerzo supremo de lamayor angustia.

Nuestro pucblo se hallaba así al principio de este siglo en unasituacifm tal de tristezas, retenido en su desarrollo, contenido en lavida, cuyos votos se hallaban en contradicción con el régimen del

Estado, con su gobierno colonial, lleno de dolencias que no repara-ban los medios legales existentes, ahogado, hostigado, como en unapesadila por sombras m,ùéficas, por enemigos reales que herían sus

intereses, sus aspiraciones, sus derechos y aun su honor.El deseo del cambio había nacido, sin embargo, y alentaba a

realizarlo el ejemplo dado por los Estados Unidos. Cada día másgeneral la idea, propagada con las mismas persecuciones y los cala-bozos, fresco el ultraje, encendida la pasión, transformada en sordacólera la angustia, sin más que una puñada dada en el rostro deuno de los privilegiados para que se excItaran y animaran los hom-bres, en medio de una inmensa gritería del tumulto, -como untorrente que mugía ante los diques que retenían sus aguas y quedesbordado por una gota de agua mas, llevÓ a la campiña desola-cifm y muerte para proporcionarle la fertilidad impereeedera y laabundancia,- nuestro pueblo en el paroxismo de la desesperación

se lanzÓ contra sus opresores lleno de rabia, suspirando por lalucha, sobrecogido por el entusiasmo que le inspiraba la Libertadnacientc.

El grito formidable de guerra que dio hizo estremecer todo elsuelo americano, propagándose desde la montaña al llano, por loscollados y las breñas hasta el corazón de los héroes. OyÓse enton-

ces el ruido de corceles que subían la cuesta y que bajaban al

llano, el afiar de espadas que llegaba al hueso, ensordecer el truenode la metralla y horrendo un choque de cruzados aceros que pene-

traba al alma.

Colombia era un solo campamento y de su seno generoso yfecundo salían invictos gUerreros de mirar temible que infundíanterror a los tiranos y que, ansiosos de gloria, ora llevaban libertad a

Venezuela, patria daban a los bolivianos, derechos al Perú, y reden-ción al pueblo ecuatoriano.

¡Qué epopeya! Marte nunca sostuvo mejor el brazo de Héctorcomo fuerzas dio y valor la Libertad al soldado Americano. ¡Quévictorias, qué actos de heroísmo podrán igualar nunca los denuestra gucrra magna! Aníbal no subió con más brío los Alpescomo Bolívar los Andes por los cuales descendió Gomo el rayo para

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anonadar al adversario; ni fue más grande Leonidas sucumbiendocon tres cientos bravos espartanos como en las Queseras del Medio

el temido jefe de los Llanos, venciendo con ciento cincuenta leo-

nes; ni Horacio Cocles más denodado, más valiente, más abnegadoy patriota que ese loco sublime que en un mar de llamas que

enrojeció el cielo y quitó la vista para siempre á los tiranos ofrendósu vida por salvar la patria.

¡Qué epopeyal Se combatía a paso de vencedores, avanando,el arma al brazo, un mirar de Medusa, hiriendo sin tregua ni des-canso, acosando, persiguiendo hasta dejar despejada y completa-

mente libre la tierra en que se había enseñoreado por trescientos

años, el principio de la autoridad monárquica, sorda a los clamores

del pueblo, ciega a la luz del progreso, resistente a la ola invasora

del individualismo triunfante.Tocónos como istmeños nuestra considerable parte de sacrifi-

cios y de glorias.Nuestra posición nos hacía estar más cerca de España, reteni-

dos, guardados como llave de sus dominios. Más renovada, más

movible nuestra población que la de los pueblos del centro de laNueva Granada, la atmósfera se depuraba a menudo descargándose

de impurezas y dándonos continuas esperanzas que motivaban loscambios: Ardían por la Libertad, sin embargo, todos los corazones;y de los hijos del Istmo, muchos tiraron de la brida el corcel yaremetieron como buenos en junín, alIado de Laurencio Silva, eldel penacho rojo, y subieron a Ayacucho a estilo republicano, conel arma al brazo; avanando como avanzan los vencedores solo, porentre ondas de muerte.

Un día tuvo lugar un espectáculo grandioso.En la ansiedad que da la expectativa, en la espera de las nue-

vas de la guerra, venidas del teatro de los sucesos, conmovida concualquier rumor, con la careta que pasa, con la mujer que corre,Panamá se hallaba como amante esposa que aguarda por instantesanuncios del resultado caprichoso de un duelo en que se bate sumarido, constreñida a estar lejos de él por las reglas de la sociedady del honor, febricitante, convulsa, quebrantada por la amenaza deuna probable catástrofe. Todos parecían, no obstante, entregadosen la ciudad a la faena diaria, pero el corazón se agita y la memo-ria vaga por los campos de muerte en donde luchan por la libertadlos héroes colombianos. En un momento el artesano ha oído unapalabra misteriosa y ha dejado en el acto sus útiles y herramientassobre la banca del trabajo; al pasar se une al vecino que, como él,ha escuchado y maquinalmente seguido. Ya suben la calle y sejuntan a los grpos que crecen como la ola del océano. Por todaspares asoman, eomo en las aldeas en días de misa, no grupos ya

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sino legiones de hombres que hablan animados por esperanzas ysecretas dichas, confundidos en una sola masa el negro, el blanco,el pelucón, el indio, porque para la Libertad no hay más que unaraza, una sola condición de hombres.

La plaza pública está llena. El Pueblo la ocupa. Ha venido

como en los bellos días de Roma a deliberar sobre la cosa detodos, a fundar el gobierno propio, a declararse libre, y así lo hace,del poder que le privó de desarrollo y lo contuvo en su progreso.

Ni una amenaza, ni una voz de destitución o muerte. El fuerte essereno, y en el Istmo no hay bandos ni partidos que lo debiliten,resistencias que puedan enccnder su cólera. Se trata de la cmanci-pación de todos de una tutela abusiva y en esta causa no hay más

que una voluntad seguida de una sola resolución heroica.

¡Qué bella lección para el porvenir! ¡Qué podcr tan irresistibleel de un pueblo unido!

El movimiento fue tan extraordinario c irresistible que elObispo, ilustre entre todos los Obispos, el Jefe dc las fuerzas acan~

tonadas en la Plaza, las autoridades todas del Istmo, lo siguicronsin vacilaciones, fueron sus motores, su alma madre, su más pode-rosa fuerza impulsiva. ¡Qué prestigio el de la Libertad! ¡Los agentesde la opresión sirviendo a los dictados de ella! ¡Qué bello ejemplopara los que creen que es deber servir al tirano, a despccho de lasleyes, con ruina para los derechos populares; que uno es traidorcuando en lugar de herir el seno de la patria esclavizada, nuestraprimera madre, dirige las armas que le han dado contra el opresorque las puso en sus manos! ¡Loor eterno a esos hombres inmorta-

les, Ayala, Arosemena, Laso de la Vega, Fábrega el primero, el másilustre de ellos, que nos hacen gozar hoy dc los resultados de suobra pacífica, obra magna que aseguró la causa de la emancipaciÚnamericana!

Pudimos librcs ya, dueños de nuestros destinos, formar Estadoseparado. Nuestro territorio es más vasto que el de Bélgica, Holan-da, Dinamarca y Suiza, y nuestra población mayor que la qucRousseau pedía para hacer un país. Teníamos ciudadanos con quehaber llenado a Roma en los tiempos en que por fundar uno hacíala guerra a los vecinos y robaba doncellas con las cuales poblaba

sus casas desiertas de santas alegrías y santas dichas. No lo hicimossin embargo, porque en esos tiempos la Fraternidad de los pueblosera el sentimiento más poderoso de nuestros padres.

La idca de las grandes nacionalidades que ha ido tomando

cuerpo en estos últimos cuios, era en aquellos la aspiración cons-tante de los hombres que habían hallado en la unión de los pue-blos la fuerza mayor que oponer al opresor armado. La Libertad

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li

no podía reinar en estrecho campo. Nade pensó, pues, en hacer laRepública del Istmo.

Unidos á Colombia por declaración libre y espontánea en esesanto día del cual nos alejan ya sesenta y siete años, hemos seguidocon ella, en alternativas diversas, gozando de sus glorias, sufriendogenerosamente con todos sus infortunios, con ella pensando, conella trabajando por la estabildad de la República, callando cuando

el sufrimiento ha sido solo nuestro, nunca indiferente a las grandesaspiraciones suyas, que son nuestras aspiraciones más vehementes.

No hemos progresado, con todo, tanto como lo imaginaronnuestros padres. Somos libres seguramente y este es el mayor delos bienes terrenales. La pobreza no es un mal cuando el hombrepuede hablar cuando quiere, vivir en la sociedad de quienes ama ósigue, escribir, reír, llorar sin embarazo, quejarse de quienes lo opri-man, morir en su choza y no en la cárcel, reposar, en fin, tranquiloen la misma tumba de sus mayores.

Por conservar ese supremo bien si llegáramos á perderlo defini-tivamente, el Istmo volvería sin duda ninguna, a enviar héroes, sushijos, a la lucha contra los opresores, y otro día, solemne como elveinte y ocho de noviembre de 1821, vendría como vino entonces.

a congregarse para deliberar sobre la cosa de todos, silencioso, peroresuelto, sereno y fuerte en su derecho, en esa plaza pública dondejuró su independencia del poder de España.

Pero nuestras ciudades desfallecen o mueren. Canán está ente-rrada como la vieja Babilonia; Portobelo, como una anciana,

muestra ya sus arrugas en las grandes grietas de sus casas por dondeasoma el musgo y el jaramago de las tumbas; Chagres no existe; deOcú emigran los ciudadanos; Pocrí está enferma; Parita vive enruinas y Natá, de antigua fama, en la miseria llora la pérdida de susapuestos caballeros. En nuestros campos no hay agrieultura, ni unmolino mueven nuestras aguas, fábricas no se conocen, ni se cono-een máquinas; cuando todos los pueblos de la tierra viven unidospor el telégrafo, todavía entre nosotros no ha tendido sus redes;

escuelas se cuentan con los dedos de la mano, y, en fin, comoahora tres y medio siglos, navegamos hoy penosamente en los mis-

mos bajeles que a Balboa anunció Pankiako recorrían a vela enaquellos primitivos y heroicos tiempos nuestro gran Océano.

En la Línea de lo que será Canal han surgido, en cambio,

muchas poblaciones, pero todas ellas de endebles cañas, semejantesa Colón, dos veces grande, dos veces bulliciosa, parecida a un mer-cado, poblaciones todas inestables, como tiendas de campaña, comonidos de pajarilo en rama.

II

Sin embargo, vivimos al lado de la civilización, en el centro delmundo que se agita en tanto que seguimos estacionarios en la granlabor del progreso en que tan poca parte tomamos.

No hemos carecido de capitaL. Muchos alegan para no trabajarque no tienen dinero. Capital hemos tenido a manos llenas. La

California nos dio oro, mucho oro, y el Canal da plata, muchaplata. ¡Quiera Dios que en el porvenir no tengamos una edad decobre!

Estuvimos, a pesar de todo, entregados a nosotros mismos enuna larga época de treinta años de federación; pero en ese tiempo

ejercimos sólo nuestra soberanía y nuestras fuerzas en terribles lu-chas de hermanos.

Hemos sufrido, pues, en épocas diferentes, y necesario es queno sea precisamente porque somos libres. Nuestras conquistas polí-ticas, nuestras reformas y nuestros cambios en las leyes han sidodirigidas a proporcionarnos la mayor suma posible de bien; peroellas no han dejado huellas en el espíritu público. Hablamos muchode libertad en nuestras constituciones, por ejemplo, y no la practi-camos; decimos ser iguales y a cada paso hallamos favoritos yprivilegiados; agregamos que nos unen los lazos de la fraternidad, yno es raro ver que negras persecuciones llenan á veces de luto y

dejan desiertas las casas de algunos compatriotas nuestros.

Tal contradicción, por cierto, entre las palabras y los hechos,entre las teorías y nuestros procedimientos dejan en nosotros, co-mo hez amarga, decepciones profundas, relajan nuestra fe, la fesencila que nos dejaron nuestros padres, perturban nuestros princi-pios, amortiguan nuestras esperanzas y abaten nuestras fuerzas quedestinamos a la gran lucha del progreso.

Necesitamos, pues, de verdad, mucha verdad. La República seapoya en las virtudes públicas y privadas de los ciudadanos, y laverdad es la primera de todas. Más que esto, necesitamos de ins-trucción, mucha instrucción. La práctica de la verdad requiere elconocimiento de ella, y la independencia de carácter, completo

sometimiento de nosotros mismos, esto es, de nuestras necesidadesque sojuzgan y avasalla únicamente facultades desarrolladas yfuertes.

Hemos perdido un tiempo precioso y preciso se hace que nosapresuremos. Con territorio inmenso como tenemos, con minas detodos los metales del mundo, con ríos navegables que atraviesan

vastísimos valles y bañan las faldas o vertientes de numerosas mon-tañas o los linderos de espesos y riquísimos bosques, debemos tra-

tar de aumentar los medios de saber, poblar las escuelas de todaclase de genios, aumentar su número hasta la aldea más retirada,

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ponerlas al alcance del más infeliz cuyos andrajos encubren fre-cuentemente un notable talento, e infundir a todos la fiebre delsaber, la ambición del poder que nace de ella y el poder mismoque es su resultado.

Convenzámonos de que la lucha por la Libertad es todavía ylo será eternamente la vieja lucha del tentador demonio y del espíri-tu. En tantos días de agitaciones del mundo no ha habido entreestos combatientes un solo momento de tregua. La reconciliaciónse hace cada día más imposible. Si flaquean pues, si ceden nuestrasfacultades, las necesidades crecientes nos dominan y la tiranía essegura, irremediable.

Por fortuna, si en el Istmo hemos perdido mucho tiempoprecioso, todo indica que vendrán mejores que aprovecharemos enel porvenir. Son muestras de ello esta cosecha de vírgenes que

anualmente de poco tiempo acá, da a nuestra Sociedad alboroza-da el colegio La Esperanza, y esta otra no menor de jóvenes llenos

de virilidad y de talento del Colegio de El Istmo. Para ellos, más

feliees que nosotros, es el brillante porvenir de este caro suelo si esque por la práctica constante de la verdad de que tanto necesita laRepública, se consagran mejor que nosotros a cumplir el deber, arespetar la ley y aprenden a despreciar la mentira.

Señores: es una dicha que en este día de regocijo, al renovarnuestros votos de unión con Colombia, de la cual hacemos parte

integrante, lo hagamos rodeados por los dignos miembros de unCabildo tan amigo del progreso y celoso de los fueros popularescomo el que tenemos y ante un Gobernador que tan bien se identi-fica con nuestras aspiraciones más vehementes, que tanto se esfuer-za en favor nuestro en la obra de la reparación autonómica y quepor sus prendas personales no menos brilantes que sus virtudespúblicas, lanto respeto nos inspira y tanto decidido aprecio.

He dicho.

CAMAFEOS.

ßüsy\i('j(¡~ de NuiabUirladesCOltM"IANAS

~riPOLlTlCA, MILICIA, COMERCIO,

CIENCIAS, ARTES, LITERATuRA,TRApA LAS. MALAS-MAl'AS,

y OTROS EFECTOS; BA! OSU TRIPLE ASPt:CTO

FlSICOi MORAL EINTEI.ECTUAL.

ESCRITOS EN VF.RSOPOR

JOAQUIN P. POSAOA.

BARRANQUILLAIMPRENTA I)E LOS ANDES

1879.

13

-Discurso pronunciado por el doctor José María Vives León el 26

de noviembre de 1877, aniversario de la Independencia del Istmo.

Señores:

En el año de 1870, me cupo en suerte, en esta misma tribuna,leeros el acta de la Independencia de esta sección importante de la

República.

1 vuelvo a ella, no para repetiros la lectura de esa brilantepágina que acabais de oír, no ha mucho, sino para saludar os en elaniversario de tan grata fecha, de eterno recuerdo para todo aquelque sienta, como yo siento, una entusiasta adoración por la liber-tad.

Una noticia aunque superficial, pues el acto no se presta amás, de lo que fué del Istmo ántes de su emancipación, bastará a

mi objeto; i demostrará, señores, a la jeneración que se levanta,

descendiente de aquella, en cuánto debe apreciar el estado de pas-mosa postracion en que permanecía el pueblo de entonces; i logrande i lo heroico de los que concibieron el nobilísimo pensamien-to de dar a la República del inmortal Bolívar una perla mas arran-

cada de la corona de los Reyes católicos de la España.

1 la dieron, señores, llevando el pensamiento, obra del interésmás puro i mas santo, a la realidad, a la efectividad del hecho.

¡El 28 de noviembre de 1821, en este mismo recinto, lo aca-bais de oír, el Istmo de Panamá se hizo independiente!

Es decir, rompió las ligaduras que lo ataban al carro de latiranía, para seguir orgulloso su camino, que no era otro, que elque la cIvilizacion traza a los países que anhelan por su libertad; lalibertad señores, que es el principio de la soberanía del pueblo, de

"quien todo emana i a quien todo vuelve".

¿Cuál era, señores, la situación moral i material del puebloistmeño?

¿Cuál su grado de adelanto en las ciencias i en las artes?

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¿Qué era ese pueblo? ¿Cómo se le trataba?Oidlo, i oídIo bien.

Era esta faja de tierra, privilejiada por la mano de Dios, queune dos grandes Océanos, uno de los puntos más estimados para laMonarquía. Por el Istmo pasaban las valiosas mercaderías españolasal Perú i para la Costa Sur de Méjico.

Por el Istmo regresaban las mercaderías españolas del Perú i de

las parte meridional de Méjico, para las indias occidentales i para laPenínsula.

El Istmo, pues, no era para el çomercio español más que unpuente material; i eso porque así le plugo al que Todo lo gobierna iTodo lo pucde.

¿Su adelanto industrial? Ninguno.¿Su adelanto intelectual? Ninguno.

¿Queréis saber lo que se enseñaba i los únicos textos de permi-tida introduccIon, para la educacion e instruccIon de los istmeños

como fidelísimos súbditos de Fernando VII?Aquí los tenéis:

Las veladas de la Quinta, las Fábulas de Samaniego, la Medici-

na doméstica, el Año Cristiano, el Semanario Santo, el Ramiletedc Divinas flores, el Arte de Nebrija i el vocabulario d(~ latín i

españoL.

¿Gramática? Los españoles no le hacían conocer al pueblo nisu propio idioma.

La prcnsa, esa encarnacIón, ese reflejo de la opinión, era des-conocida.

1 esto estaba en la esfera de lo natural, atendido el trata-miento dado a los colonos.

Los pueblos sumidos en la ignorancia, los pueblos esclavos,fanatizados, sin escuelas ni de cicncias ni de artes, no tienen opi-

nión, ni por consiguiente, imprenta.

Porque la imprenta, señores, es el enemigo más formidable dela tiranía; i

Porque la imprenta es "el vehículo del pensamiento" i lospueblos esclavos no piensan.

En marzo de 1820 llegó al Istmo la primcra imprenta, que sedejó al cuidado del señor José María Goitía.

"La Miscelánea" fué la primera hoja impresa que vieron lospueblos; la primera cartilla de civilización que se les puso en lasmanos.

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1 desde su aparición empezaron a temblar las autoridades es-pañolas.

1 tenían razón.

Los istmeños principiaron a conocer sus derechos i sus deberesi a sentirse con la fuerza bastante para elevarse a la altura de

ciudadanos, iguales ante la lei, independientes i libres.

Permítanme señores, que me incline aquí, ante los honorablesredactores de "La Miscelánea" juan josé Argote, Manuel María

Ayala, juan josé Calvo i Mariano Arosemena, quienes junto con los

Arze, Berguido, Icaza, Correoso, Martínez, Lazo i otros más, padresde la Patria istmeña, decididos sostenedores de la Repúbliea, que

amaban con ardorosa fé, separaron, i para siempre de la Monarquíade Fernando VII, su más codiciada joya, el Istmo de Panamá.

Comparad, señores, lo que fue el pueblo de entonces, con loque es en la actualidad.

¿Qué fue?Constituía ese pueblo, los siervos de la gleba i fue el pueblo

esclavizado de los Morilo, Bóves, Morales i Sámano; pueblo que"golpeaba con sus frentes el polvo al paso de sus señores."

¿I hoi qué es?

Hoi es un pueblo, industrioso, trabajador, que ve en su suelola locomotora, atravesado su territorio por el telégrafo i atado a laEuropa por el cable de la civilzacion que en alas de la electrici-dad, la une al viejo continente; que tiene escuelas i que cada día

se dedica al trabajo.

Un pueblo, en fin señores, parte integrante de una nacionalidadaltiva i civilzada, fundada por el Libertador de cinco Repúblicas,con la valiosa cooperacion de grandes Capitanes, como el gran Ma-

riscal de Ayacucho, josé A. Sucre, i jeneralcs como josé MaríaCórdova, i josé Antonio Páez, el "Centauro de Apure." DeCórdova, señores, que señalÓ a los bravos soldados de Colombia loque era "el paso de vencedores" i de Páez, esa figura eminentemen-te americana, que según la espresión de uno de nuestros oradores

"era tan fuerte como Hércules, valeroso como Héctor e invulnera-ble como Aquiles".

¡Ved lo que eraIS i ved lo que sois!Señores:

El ilustrado escritor Hector F. Varela: hablando de la fiestaanálogas a la que asistimos hoi, trae, entre otros, los siguientes, im-portantísimos pensamientos:

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Nuestras fiestas públicas no son hoi como en otros tiempo,meras diversiones populares destinadas a recordar los hechos glono-sos en que tanto abunda la historia de la revolucion de i 81 O.

A ese tributo de recuerdo i admIracIon por nuestros héroes i

nuestros grandes hombres, que constituye un timbre de honor paralos pueblos civilizados, han venido a unirse otros regocijos, tånnobles, tan elevados como aquéllos, hoi que la civilizacIon cobijacon sus alas de oro la inmensa estensión de nuestro continente.

Celebramos a la vez las glorias pasadas i las glorias presentes.Al evocar el recuerdo de los padres de la patria, unimos a nuestroscánticos de agradecimiento, los himnos que entonamos a nuestrosesfuerzos, a los esfuerzos de nuestro propio patriotismo, en el altarde la civilización.

Uniendo dichosamente al pasado con el presente, en los díasde patria celebramos a la vez "las glonas de ayer i los progresos iadelantos de hoi i de mañana".

Efectivamente, señores a nuestra festividad de siempre, de-bemos agregarle otras festividades.

El istmo, indudablemente, progresa de una manera notable.Su estado de hoi, bajo la faz que quiera considerársele, es

distinto, mui distinto del de ayer. ·

1 un certámen literario o una esposicIón industrial sería, seño-res, la mejor ofrenda que en su gran día, podríamos tributarle alos padres de la patria istmeña.

Hagamos un esfuerzo con tan noble objeto.

1 un esfuerzo mayor, si se quiere para que esa hidra de sietecabezas, la guerra civil, no destruya nuestras esperanzas, ni matenuestras ilusiones.

1 si, por una fatalidad lamentable, el jenio de la discordia

volviere a aparecer entre nosotros, tengamos, señores el patriotismo

bastante, la fuerza de voluntad suficiente para decirles a los trastor-nadores del orden:

iATRAS!

"Insensatos! arrojad esas armas, no hagáis crujir en la tumbalos huesos de nuestros próceres de la independencia."!

¡Señores!

Siempre que he venido a esta tribuna no he dejado de dirijirlea Cuba mi último pensamiento.

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Señores:

Que esa hermosa perla, cuyos hijos unos caen en los camposde batalla i otros andan proscritos, por la libertad de la patria,puedan en el aniversario de Yará, su gran día, agrparse al rededordel pabellón tricolor de la estrella solitaria, i saludar, como saluda-mos nosotros nuestra independencia i nuestra libertad.

(Gaceta de Panamá .--No. 380- de 9 de junio de 1878).

-Discurso pronunciado por el Sr. Francisco Ardila, 1874.

Antes de concluir, debo hacer mencion especial de una feehapara siempre memorable en los fastos de nuestra historia: aludo,señores, al 28 de Noviembre de 1821:

El Gobierno español consideró siempre de grande importancia

para sus empresas de reconquista la sItuacion privilejiada de estapreciosa garganta que se llama el Istmo de Panamá, i no descuidó,por tanto, de mantener siempre en ella una guarnición respetable.

Pero los patriotas del Istmo anhelaban con vehemencia sacudirel yugo de la metrÓpoli española; i desde 1819 organizaron un

"Club independientista" compuesto de los patricios Juan de laCruz Pérez, Manuel Lara, Pedro jimcnez, Balas Arosemena, joséManuel Barrientos, juan José Argote, Agustin TaNaferrom ManuelCeballos, Antonio Escobar, Gaspar Arosemena, Ramón Vallarino,Pedro Ledezma i J osé Antonio Zerda. Aquel núcleo de patriotastuvo sus corresponsales en cada una de las poblaciones del interior,i sus tareas tendían a inculcar en las masas el sentimiento de la

libertad i de la independencia.

Fundóse, con tal objeto, un periódico que se tituló el "Fiscali la lei" por medio del cual la propaganda patriota dio óptimos

resultados, entre otros, al cabildo abierto que se celebró en aquelaño (1819), i en el cual se resolvió, en presencia de los batallones

"Ataluña", "Tiradores de Cadiz" i una brigada de artillería a órde-nes del Coronel Bermejo, fuertes de 1400 plazas, que las fuerzasespañolas evacuaran la capital del Istmo, i que éste se decidiera

libremente por la causa que más del agrado fuera de sus hijos.

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Las autoridades españolas se sometieron sin resistencia a lavoluntad popular del Cabildo abierto; pero al ponerse en marcha,en dirección a Ch age s, las tropas peninsulares se amotinaron, des-conocieron a su jefe, establecieron un gobierno reaccionario, adop-taron desde ese momento el sistema de horrible i cobarde persecu-ción que habían siempre practicado respecto de los patriotas.

Pero la conducta de los representantes de Fernando VII, lejosde intimidar a los ilustres vocales del "Club Independentista", nosirió para otra cosa que para que se redoblaran los esfuerzos enfavor de la República, i para que los ánimos llegaran a un estra-ordinario estado de irritacion.

El decidido pueblo de Los Santos fue el primero que dioentre nosotros resueltamente el grito de Independencia, secundado

después en esta ciudad el 28 de noviembre de 1821.

Reunidas en aquel memorable día, en este mismo recinto, la!'autoridades civiles, miltares i eclesiásticas, i los patriotas de todaslas eondiciones sociales, proclamaron la independencia del Istmode la metrópoli española, i su adesión a la República de Colom-

bia, en los términos espresados en esa gloriosa acta a que ha dado

lectura el señor Secretario jeneral.

Proclamada la independencia en esta capital, fueron nombra-dos en comisión para recibir las fortalezas de Chagres i Portobelolos señores josé i Bernardo Valarino.

Algunos días después, el 6 de diciembre, se presentaron ennuestra bahía varios buques de guerra españoles, entre ellos la"Venganza". Creyóse por los patriotas que el jeneral Mourgeon,regresaba del Ecuador a someter al Istmo; i el pueblo corrió enmasa a tomar las armas para defender la noble causa proclamada el28 de noviembre -"jamás ha presenciado Panamá un estusiasmomás ardoroso", dice uno de los ilustres próceres de aquella época-En presencia de la actitud imponente de los patriotas, la escuadrilaespañola hizo rumbo hacia la Península, por la vía del Cabo deHornos.

Este incidente determinó la resolución de pedir refuerzos alejército republicano del Magdalena, nombrándose comisionado alefecto, cerca del jeneral Mantila, al Sr. Ramón Vallarino, el últimode los padres de la patria en el Istmo, quien regresó poco después

con el batallón "Alto Magdalena" mandado por el bravo Maza, iuna brigada de artilería: era jefe principal de aquellas fuerzas elentonces Coronel josé María Córdoba, el mismo que en Ayacucho,i al "paso de vencedores", destruyera para siempre el poder de la

España en América.

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Aquellas escasas fuerzas colombianas sirvieron de base a lasmás notables de las gloriosas columnas que compusieron el "Ejércitoausiliar del Perú", en el cual se alistaron Tomás Herrera, el másilustre de los hijos de Istmo, Bernardo Vallarino, J osé Antoni~)

Miró, joaquín Vallarino, Sebastián Aree, Bartolomé Paredes, Ma-

nuel Colunje i Bernardo Goitía.. En Matara, en Junín i Ayacucho,se llenaron de gloria estos distinguidos representantes del patriotis-mo istmeño....

En la proclamación de su independencia, los istmeños no imi-taron a Napoleón poniéndose a la cabeza del ejército de los Alpes iemprendiendo la campaña de Italia, pero si tuvieron por modelo aMirabeau, arrojando con el poder de su palabra a la monarquía delrecinto de la Asamblea nacionaL... Los istmeños no tuvieron a Marteal servicio de la democracia; pero sí llevaron a cabo su redención

política con entereza republicana, destruyendo el coloniaje por me~

dio del esfuerzo aislado del elemento civi1.Aquí, señores, la liber-tad no triunfó por medio de la fuerza material; aquí el despotismo

arado se sometió al poder de la idea. En el Istmo la Repúblicano se proclamó engalanada con el oropel de la victoria; j aquí laRepública se levantó imponente en virtud de su propia grande-za! .......

(GACETA DE PANAMA.-Número 178 de 26 de Diciembre de1874).

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CAT'AILlINO ARROCHA GRAELL

LA REVOLUCION

Don josé Agustín Arango, un varón justo y noble como esoscaracteres ejemplares de la Historia, que exalta Plutarco en sus

"Vidas Paralelas" para lección perenne de civismo a la humanidad,que llevaba en su sangre el amor a la libertad, fue el iniciador, lafuerza viva, del movimiento secesionista de Panamá en 1903.

Era el señor Arango senador por este Departamento al Congre-

so colombiano que debía resolver sobre el Tratado Herrán-Hay. Sinembargo -nos dice- "rehusé asistir a sus sesiones porque teníacompleta convicción de que este pacto sería rechazado y entoncesno veía sino un medio, nuestra separación de Colombia, para salvarel Istmo de la ruina a que se le conducía".

"En un principio sólo trabajaban conmigo en este gigantescoproyecto, concebido a impulsos de la necesidad, mis hijos RicardoManuel, Belisario y José Agustín; y mis yernos Samuel Lewis, RaúlOrillac y Ernesto T. Lefevre, a quienes asocié el inteligente y deci-dido joven Carlos Constantino Arosemena".

"Formábamos, pues, un concejo preliminar, sin establecer reu-niones formales que habrían sido en extremo peligrosas, nos comu-nicábamos unos a otros cuanto ocurría o hallábamos conveniente,siendo el sistema acordado, el proceder cada cual a fomentar elespíritu, tan visible ya, de descontento general por la grave situa-ción creada con la conducta observada en Bogotá para con el Istmo

.. Capítulo del libro Histori de la Independenci de Paná, Sus Antecedentes y SusCauii, del profesor Catalino Arrocha GraeU.

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~

en lo relativo al tratado del Canal, y hacer abrigar esperanzas de unmejor porvenir, si se tenía paciencia y confianza en ciertos hom-

bres, que a su tiempo, tomarían la iniciativa en lo que convinierahacer. Tal fue por algún tiempo nuestra tarea: fomentar desconten-

to y alimentar esperanzas, dándonos con frecuencia mutua cuentadel resultado halagador que nuestra labor iba produciendo; pero

guardándonos de dejar traslucir nuestros verdaderos planes para evi-tar las indiscreciones que pudieran destruir la obra tan cautelosa-

mente emprendida". josé Agustín Arango: Datos para la Historia.

Don Samuel Lewis, uno de nuestros hombres públicos másilustrados, miembro entonces del Concejo Municipal de Panamá, quetenía amistad personal íntima con el Capitán J. R. Beers, sugirió alSr. Arango la conveniencia que habría en manifestar a este caballe-ro, que tenía en proyecto un viaje a los Estados Unidos, el planrevolucionario que los ocupaba, en la seguridad de que le prestaríatodo su concurso, por los vínculos de afecto que lo unían a los

panameños entre quienes residía hacía ya muchos años.

Al señor Arango le pareció conveniente y oportuno este con-sejo y lo llevó a efecto. "El Capitán Beers, era el Agente de Fletes

de la Compañía del Ferrocarril de Panamá, hombre respetable, desano y claro criterio, de probidad y honorabilidad absolutas". Te-

nía su oficina en el mismo edificio que la del Sr. Arango, y a ellalo citó éste para tan importante conferencia, pocos días antes de supartida para aquel país.

"Le expresé -dice el Sr. Arango- que el motivo de nuestra

entrevista era manifestarle la practicabilidad de llevar a cabo laseparación del Istmo, quedando así Panamá en aptitud de celebrarcon el Gobierno Americano un tratado análogo al rechazado por elCongreso Colombiano para la apertura del Canal; le aseguré quepodíamos contar con el apoyo unánime del país y que yo mepondría al frente, junto con otros hombres de prestigio, sin elmenor temor de fracaso; pero que para asegurar, no el éxito delmovimiento que era evidente, sino la estabilidad de nuestra inde-pendencia, se hacía preciso que un hombre de las condiciones deél, que contaba con buenas conexiones en su patria, emprendieraviaje a los Estados Unidos para pulsar con su habitual prudencia ydiscreción, la opinión allí relativamente al apoyo que pudiéramosesperar después de hecho el movimiento y proclamada la indepen-dencia; es decir, que dado ese primer paso, valiéndose él de perso-nas de alta posición e influencia pudiera asegurarse de que el Go-

bierno Americano no prestaría auxilio alguno a Colombia parareincorporar el Istmo a esa República; y que, por el contrario,pudiéramos contar con la decidida protección de los Estados Uni-dos, en el sentido de reconocer nuestra independencia una vez

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persuadido aquel Gobierno de que era un movimiento unánime delos pueblos del Istmo.

El noble Capitán Beers aceptó la delicada misiÓn y marchópara la Gran República en donde se valió de personas que conside-ró podían darle eficaz ayuda en el sentido indicado".

La campaña discretamente llevada a cabo por los caballerosmencionados, para hacer más vivo el descontento público por elrechazo del Tratado y alentar las esperanzas de nuestra separación

de Colombia, dio los resultados previstos.Cuando estaba aún el Capitán Beers en los Estados Unidos,

"la mayor parte de los panameños parecía ver claro lo que para mí

lo fue desde el principio. Distintas personas, reiteradas veces, se meacercaron solicitando mi colaboración en el camino de llevar a cabola idea salvadora". "Arango: Obra Citada".

Una de estas personas fue el Dr. Manuel Amador Guerrero,quien sin conocimiento de la tarea emprendida por el Sr. Arango,"le manifestó, con vehemencia, su deseo de que hicieran lo quefuera preciso para sacudir el yugo impuesto a este Departamentopor el Gobierno colombiano con sobra de rigor, y que se debía

aprovechar la oportunidad propicia que prescn taba el general des-contento e indignación que existían". Arango: Obra Citada.

El Sr. Arango le dijo entonces todo lo que ya él había adelan~

tado en este propósito, y le informó detenidamen te de la misión

confidencial que había nevado el Capitán Beers a los Estados Uni-dos.

Desde ese momento, el Dr. Amador fue uno de los agentesmás activos, abnegados e inquebrantables de la proyectada revolu-ciÓn; y los servicios prestados por él a la causa emancipadora fue-

ron de tal importancia, que sin su concurso la inclependencia no se

habría obtenido, y ese conato revolucionario sólo sería un episodio

más en esa larga cadena de dolor que se eslabona de 1831 a i 903.

REGRESA EL CAPITAN BEERS

El Capitán Beers efectuó en los Estados Unidos, con inteligen-cia y acierto, la delicada misiÓn que se le encomencló: celebró

algunas conferencias con prominentes personajes del mundo políti-co y financiero de ese país, y obtuvo, de algunos de ellos, lapromesa de trabajar para conseguir el apoyo que los panameñosestimaban necesario al buen éxito de la revolución.

Entre esas personas, quien más interesado se mostró por se-cundar la idea revolucionaria, fue Mr. Wiliam Nelson Cromwell, sinduda por su condición de abogado de la Compañía Francesa del

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Canal, que buscaba el medio más seguro de evitar la pérdida totalde los cuantiòsos intereses invertidos en esa empresa, seriamente

amenazados ahora, por el rechazo del Tratado Herrán-Hay.

Con estas halagadoras noticias regresó el Capitán Beers a Pana-má, provisto además de clave e instrucciones para comunicarse conlas personas que había logrado interesar, y que cooperarían con lospanameños en el movimiento separatista.

LA JUNTA PATRIOTICA REVOLUCIONARIA

A fin de impulsar la revolución y para asegurar sus r~sultados,los señores Arango y Amador, acordaron iniciar en sus planes aotros panameños prominentes en nuestros círculos políticos y eco-nómicos, de quienes tenían la seguridad que contribuirían, conentusiasmo, en tan noble causa, para organizar con ellos una juntadirectora de la revolución, la cual quedó integrada por los siguien-tes caballeros: don josé Agustín Arango, Dr. Manuel Amador Gue-rrero, don Carlos Constantino Arosemena, don Nicanor A. de Oba-rrio, don Ricardo Arias, don Federico Boyd, don Tomás Arias ydon Manuel Espinosa B.

"La casa de don Federico Boyd fue el punto ordinario dereunión de los conjurados durante el día, y aun a altas horas de lanoche, pues él, sobreponiéndose a todo temor por el peligro quepudiera correr por tan señalado servicio, lo hacía con el mayor

patriotismo y entereza, dignos de encomio". Arango: Obra Citada.

LA MISION AMADOR

Aumentado considerablemente el personal revolucionario y encondiciones de dar mayor expansión al movimiento separatista, lajunta Patriótica acordÓ enviar una misión confidencial a los Esta-dos Unidos, para contribuir a las gestiones que allá debían hacerse,

y con tal objeto designaron al Dr. Manuel Amador Guerrero y adon Ricardo Arias, pues ambos tenían hijos educándose en aquelpaís, y así su viaje no podía infundir sospechas en el Gobierno.

No le fue posible a don Ricardo Arias, por motivos de salud,acompañar al Dr. Amador en tan delicada e importante misión, yéste partió solo a fines del mes de Agosto.

Los primeros pasos del Dr. Amador en New York fueron delo más satisfactorios, y así lo comunicó a la junta. Mr. CromweUleatendió con deferencia e interés, y hasta llegaron a concertar unviaje a Washington, con el objeto de tener una entrevista con elSecretario de Estado, Mr. john Hay. Esta entrevista no se efectuósin embargo, pues cuando el Dr. Amador fue a casa de CromweU

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para la realización de ese viaje, éste se negó a recibirlo )l ni siquieratuvo la cortesía de explicarle las razones que le obligaban a un

proceder tan incorrecto.

El Dr. Amador, hallándose abandonado por la persona quemás seguridades de apoyo había prometido al Capitán Beers, yluego de algunas gestiones infructuosas de su parte, cablegrafió a lajunta en la más angustiosa situación patriótica: "DISAP-POINTED", ¡desesperanzado! de una fe que había prendido en sualma sexagenaria todo el ardor y entusiasmo reivinclicativos de losprimeros años.

LAS PRIMERAS NOTICIAS EN LOS ESTADOSUNIDOS DE LA REVOLUCION EN EL ISTMO

También en el mes de agosto había partido para los EstadosUnidos don josé Gabriel Duque, propietario del "Star & Herald" y"La Estrella de Panamá", caballero muy honorable y apreciado enesta capital por su espíritu generoso, su amistad sincera y esa dis-posición natural a servir al menesteroso, que hizo de él un verda-dero filántropo para todas nuestras instituciones de beneficencia

pública; y como era uno de los empresarios más activos del país,tenía un considerable interés en el bienestar y prosperidad econó-mica de éste.

No tenía el señor Duque ningún conocimiento de que existie-ra en aquellos días una junta Revolucionaria en Panamá, ni podía

sospechar siquiera las actividades que desarrollaba ésta; pero no eradifícil para nadie que viviera la vida panameña de entonces, llegar ala conclusión cierta de que aquí se fraguaba una revolución, con

motivo del posible rechazo del Tratado en el Congreso colombiano.

Basándose en estas observaciones, el Sr. Duque dijo, en unaentrevista que dio en New York, el lo de Septiembre, para el"Washington Post:"

"Hay en Panamá un gran convencimiento de que al negociarColombia la venta de una concesión del Canal de Panamá, está

buscando utilidades que con igual derecho podrían pasar a Panamámismo.

"El otro día no más, el Gobierno colombiano suprimió unperiódico que se atrevió a hablar de la independencia de Panamá.

Poco ha estuvo concertado un plan para cortar vínculos con Co-lombia y buscar la protección de los Estados Unidos".

Además de este comunicado para la prensa, el Sr. Duque, queera amigo personal de Mr. Charles Burclett Hart, exministro de los

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Estados Unidos en Colombia, visitó el 3 de septiembre, al Secreta-rio de Estado Mr. Hay, con quien tuvo una larga conferencia, en lacual confirmó aquella noticia.

De este modo el Sr. Duque prestó indirectamente un valiososervicio a la Junta Revolucionaria, pues su información clara y

terminante al Departamento de Estado, de la inquietud y deseon-tento que sentía el pueblo panameño por la injusticia de que eravíctima, al rechazar el Congreso el Tratado, era uno de los finesprincipales de la entrevista que proyectaron Mr. Cromwell y el Dr.Amador, que no efectuaron.

De esta entrevista tuvo conocimiento el Encargado de Nego-

cios de Colombia, don Tomás Herrán, quien se apresuró a comuni-car!o a su Gobierno por cable de fecha 4 de septiembre, así:

"Agentes revolucionarios de Panamá aquí. Ayer editor de la Estre-lla de Panamá tuvo una larga eonferencia con el Secretario deEstado. Si no se aprueba tratado antes 22 de septiembre la revolu-ción es probable con apoyo americano".

No sólo hizo esto el Sr. Herrán, sino que informado por donIsmael Enrique Arciniegas, en esos días en New York, de que allíactuaban agentes revolucionarios de Panamá, se dirigió al CónsulGeneral de Colombia en esa ciudad, advirtiéndole la presencia dedichos agentes para que tomara las medidas necesarias de vigianciade sus actividades, así como de las que efectuaran a su favor losrepresentantes de la Compañía Francesa del Canal.

De todo esto tuvo oportuna información Mr. Cromwell y fuela causa de su censurable conducta para con el Dr. Amador.

También el "New York Herald", en su edición del 10 deSeptiembre, anunciaba la revolución de Panamá, así:

"Representantes de fuertes intereses en el Istmo de Panamá,que tienen su cuartel general en esta ciudad, están tramando unplan de acción, coadyuvados por hombres de ideas similares enPanamá y Colón, para efectuar una revolución y formar un Gobier-no independiente en el Istmo, opuesto al de Bogotá.

"Hay mucha indignación en el Istmo, con motivo del rechazodel Tratado del Canal, rechazo que se atribuye a los hombres del

Gobierno en Bogotá. Créese que esta opinión es la de la mayoríade los istmeños de todos los partidos políticos, y ellos piensan queestá en su interés más inmediato el que se forme una nueva Repú-blica en el Istmo que pueda negociar directamente con los Estados

Unidos un nuevo tratado que permita la excavación del Canal dePanamá en condiciones favorables".

Después del cable de 4 de septiembre, el Sr. Herrán, conmayor información sobre el particular, se dirigió nuevamente al

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Ministro de Relaciones Exteriores de su país, en oficio de fecha 11del mismo mes, así:

"Legación de Colombia, Washington D. C. Sept. 11, 1903.

A. S. S. Ministro de Relaciones Exteriores Dr. Luis C. Rico,

Bogotá.

"El día 4 del mes en curso tuve el honor de dirigir a S. S. untelegrama en clave que traducido dice: "Agentes revolución de

Panamá aquí. Ayer el Editor de la Estrella de Panamá tuvo unalarga conferencia con Secretario de Estado. Si no se aprueba trata-do antes 22 de Sept. la revolución es probable con apoyo america-

no".Tuve noticia en la mañana del día 4 que el día anterior el Sr.

J. G. Duque, Editor de la Estrella de Panamá, acompañado e intro-ducido por el Sr. Charles Burdett Hart, ex-ministro de los Estados

Unidos en Colombia, había tenido una larga entrevista con el Se-cretario de Estado, Sr. john Hay.

Según informes que creo fidedignos, en esa entrevista el Sr.Duque describió como alarmante la exaltación de la opinión públi-ca en Panamá y anunció como probable un movimiento revolucio-nario separatista, en el caso de que la acción de nuestro congresofuese adversa al tratado que actualmente tiene en consideración.

Parece que el Sr. Hay se apresuró a manifestar que el Gobier-no de los Estados Unidos ningún apoyo daía a semejantemovimiento, y que observando estricta neutralidad, su acción selimitaría a conservar libre y franco el tráfico interoceánico, en

cumplimiento de lo estipulado en el tratado vigente entre los dospaíses.

Mientras nuestro Gobierno conserve su autoridad en las ciuda-des de Panamá y Colón, la intervención americana contribuiría po-derosamente a impedir la realización de los planes revolucionarios;pero en el caso de que lograra una conspiración apoderarse de la

ciudad de Panamá, muy difícil sería la recuperación de esa plaza,pues nuestras fuerzas probablemente no podrían hacer uso delferrocarril, ni se nos permitiría emprender en las ciudades termina-les operaciones que suspendieran o estorbaran el tráfico.

Este es el apoyo indirecto que los conspiradores esperan; pero

como las oportunas medidas que nuestro Gobierno está tomandoen el Istmo alejan mucho la probabildad de que tenga éxito una

tentativa de insurrección en Panamá, la situación va perdiendo loscaracteres alarantes que en días pasados lucía.

Así lo confiesan telegramas dirigidos de Panamá con fecha deayer, y publicados aquí en los diarios de hoy.

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El día 5 de septiembre recibí telegrama de S. S. del 29 deagosto, e inmediatamente despaché en clave la contestación que acontinuación traduzco: "La desaprobaciÓn del tratado produjo malefecto; pero el Gobierno de los Estados Unidos aguarda reacción

favorable antes del 22 de septiembre. Si no fuere así, es probable

que el Presidente de los Estados Unidos asuma actitud hostil".El anuncio que hago relativo a la actitud futura probable del

Presidente se funda en expresiones amenazantes que ha soltado enconversaciones particulares, y que por conductos indirectos hanllegado a mi conocimiento.

Se refieren principalmente a la prontitud con que reconocería

la independencia de nuestro Departamento de Panamá.El Presidente Roosevelt es decidido partidario de la vía de

Panamá, que anhela dar principio a la excavaciÓn del canal durantesu administración.

S. S. conoce el vehemente carácter del Presidente, y sabe cuánpersistente y firme es la prosecución de las empresas que acomete.

Esas consideraciones me han inducido a dar crédito e importancia a

las expresiones amenazantes que se le atribuyen.

Soy de S. S. atento y obediente servidor,

TOMAS HERRAN".El Dr. Amador permanecía en New York, pues la junta Revo-

lucionaria le suplicó que pospusiera su viaje de re¡"'Yeso y que escri-

biera en detalle los motivos que lo habían determinado a enviar sulacónico y deseoncertante mensaje cablegráfico.

Nada podía hacer allí sin embargo: solo como estaba, singrandes recursos económicos y sin amigos innuyentes en los círcu-los financieros o políticos de aquella metrópoli, sus actividades

estaban condenadas al más desesperante fracaso.

LLEGA A NEW YORK MR. PHILIPPE BUNAU-VARILLA

El 22 de septiembre llegaba a New York, procedente de Euro-pa, Mr. Philippe Bunau-Varilla, accionista de la Compañía Francesadel Canal, e, interesado, por consiguiente, en el traspaso de los

bienes y derechos de dicha Compaiìía al Gobierno de los EstadosUnidos.

Es Mr. Bunau~Varila un hombre de gran inteligencia, de tem-peramento activo y atrevido; amante de la especulación y con unespíritu refinadamente semita, que busca en todas las oportuni-dades el medio de acrecentar su fortuna.

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Siendo joven de apenas 26 años, vino al Istmo como Ingenierojefe del Canal, elevado cargo que trocó en seguida por el más

lucrativo de contratista de la misma empresa.Cuando fueron suspendidos los trabajos de esta obra, se trasla-

dó a Washington, y allí, convertido en consejero oficioso de laLegación de Colombia, contribuyó eficientemente a la adopción dela vía de Panamá por el Gobierno de los Estados Unidos.

Desde entonces quedó vinculado a hombres influyentes en loscírculos políticos de esa capital, y con amistades poderosas en elmundo financiero de ese gran país.

Mr. Bunau- Varila llegaba a New Y ork en esa fecha porcasualidad, según él ha dicho, en asuntos de familia, pero nos incli-namos a pensar que iba exprofeso, sin duda informado de las acti-vidades revolucionarias de los panameños, por los directores de laCompañía del Canal, en París. Su misión, sin tener carácter oficialde dicha Compañía, lo que más bien facilitaba su tarea, era obtenerque la vía de Panamá no fuera desechada por el Gobierno america-no, en virtud del segundo mandato de la ley Spooner.

Ya desde París había comenzado a preparar el terreno. Eldiario "Le Matin", de propiedad de su hermano publicó a raíz delrechazo del Tratado del Canal en el Congreso la idea de llevar acabo la construcción del Canal de Panamá, basándose en el derechode tránsito que otorgaba a los Estados Unidos el tratado con Co-

lombia de 1846, o aguardar el desarrollo de una revolución en elIstmo y celebrar entonces el tratado con la nueva República.

Ese artículo lo envió a varios personajes americanos, entre

ellos al profesor Burr, de la Universidad de Columbia, y al Presi-dente de la Repúbliea, Mr. Teodoro Roosevelt.

La tesis del diario francés coincidía con la opinión que yahabía dado al Presidente, Mr. j'ohn Basset Moore, profesor de dere-cho diplomático, "quien consideraba que el tratado de 1846 daba alos Estados Unidos el derecho de nevar a cabo las obras necesariaspara el canal". Y también había emitido idea semejante, Mr.Shelby M. Cullon, Presidente del Comité de Relaciones Exterioresdel Senado americano, quien decía que "los Estados Unidos podíanexpropiar la zona del Canal por motivo de utilidad universal, ava-luando después la compensación que correspondiese a Colombia".

Estas sugerencias y el convencimiento ya arraigado en el espí-ritu del Presidente Roosevelt de que la vía de Panamá era la máseconómica, la que mejor servía a los intereses militares de su país,y a los financieros y culturales de la humanidad, le afirmaron en sudecisión de llevar a cabo la construcción de esta grandiosa obra poresta vía.

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PRIMERAS GESTIONES DE MR. BUNAU-VARILLA

Hombre de acción, convencido de que la actividad es el princi-pio del éxito, apenas llegó a New York, Mr. Bunau-Varila, quiso

ponerse en contacto con los panameños agentes allí de la revolu-ción, y con tal fin se dirigió a la casa comercial Piza Ncphews &

Co., regentada por un viejo amigo suyo, Mr. joshua Lindo, dequicn podía tener informaciones verídicas al respecto, por pertene-cer este caballero a una familia radicada en Panamá hacía muchosaños.

En efecto, Mr. Lindo le informÓ que allí se encontraba el Dr.Amador. como agente confidencial de la revolución, y que ésteestaba a punto de regresar, por no haber encontrado apoyo cn susgestiones. Mr. Bunau- Varila manifestÓ interés en verse con el Dr.

Amador, a quien ya conocía desde Panamá, y el Sr. Lindo prome-tió hablarle aquel mismo día al Dr. Amador para que procuraraverse con éL.

Informado el Dr. Amador de que Mr. Bunau-Varila se hallabahospedado en el hotel Waldorf-Astoria, se dirigió allá esa mismanoche, pero no lo encontró. Le dejó, sin embargo, una carta, solici-tándole una entrevista la cual acordaron telefónicamente para eldía siguiente, en la mañana.

A la hora convenida se presentó el Dr. Amador, y Mr. Bunau-Varila le recibió en su apartamento. Allí conferenciaron extensa-

mente. El Dr. Amador le expuso la situación en Panamá: los hom-bres que constituían la junta Revolucionaria, el descontento cre-

ciente por el rechazo del tratado, la disposición general de los

ánimos para llevar a cabo la separación de Colombia y el propósitode celebrar con los Estados Unidos, en seguida de establecida laRepública, un tratado para la apertura del canal, en los mismos

términos del Tratado Herrán-Hay. Asimismo le informó de su pro-fundo disgusto por la conducta inusitada de Mr. Cromwell, y su

disposición de regresar a Panamá, por falta de apoyo en sus gestio-nes para obtener del Gg8ierno americano la promesa de no permi-

tir el desembarco de tropas colombianas en el Istmo, una vez efec-tuada la revolución y proclamada la independencia de éste.

Mr. Bunau-Varila oyó con interés estas informaciones; él iba aeso, a dar vida a dicha revolución, porque el éxito de ésta asegura-

ba la salvación de los cuantiosos bienes de la Compañía francesa delCanal. Iba de nuevo a interponer su inteligencia, su sagacidad y sudinamismo, entre los intereses rivales de Nicaragua y Panamá; yencontró que los panameños habían avanzado más de lo que élesperaba, en los planes revolucionarios, y con todo gusto le prome-tió su apoyo al Dr. Amador. Convinieron en seguir conferenciando

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sobre el paricular, y, para evitar sorpresas en las llamadas telefóni-

cas o en los mensajes telegráficos, asignó al Dr. Amador el nombrede Smith y él tomó el de j ones. Le suplicó la más estricta reservay que tuviera confianza en sus actividades.

Después de esta entrevista, el Dr. Amador sintió renacer susesperanzas y nuevamente el optimismo dominó su pensamiento.

DON jOSE DOMINGO DE OBALDIA,

GOBERNADOR DE PAN AMA

El Presidente de Colombia, don José Manuel Marroquín, con-sideró que el medio más conveniente para calmar el sentimientopúblico en el Istmo, de donde llegaban hasta la altiplanicie bogota-na vientos de fronda, por el rechazo del Tratado, era nombrar Go-bernador de este Deparamento a un panameño, que, como donjosé Domingo de Obaldía, aunaba, por sus virtudes meritísimas, lassimpatías de nuestras clases sociales a relevantes cualidades de ca-rácter, que le permitían realizar su tarea gubernativa en forma hon-rosa y a contentamiento de todos sus coterráneos.

No faltaron voces del Senado colombiano que impugnaran es-

te nombramiento, sólo porque el Sr. de Obaldía, como buen hijode este suelo, había tenido el valor de sostener la conveniencia de

aprobar el Tratado por aquel augusto cuerpo.

El nuevo Gobernador llegó a Panamá el 16 de septiembre ysu recibimiento fue una elocuente manifestación del aprecio que

aquí se le tuvo siempre.Al contestar el Sr. de Obaldía el discurso de bienvenida, que a

nombre del pueblo panameño pronunció don josé E. Lefevre, co-menzó su oración con estas significativas palabras:

"Al pisar el súelo de mi patria, he sentido todas las palpitacio-nes de su afecto, todas sus inquietudes y zozobras, y también suslegítimas esperanzas de un Gobierno justo, honrado y serio, que

preste atención preferente a sus necesidades públicas.."

Al día siguiente, los hombres más representativos del Estado,conservadores y liberales, representantes consulares y distinguidosextranjeros radicados en el país, ofrecieron un suntuoso banqueteal Gobernador de Obaldía, en el Hotel Central, en el cual prevale-cieron gran cordialidad y confianza, entre todos los asistentes. Lapresencia de un panameño en la más alta magistratura del Estadoparecía, en efecto, resolver en un ambiente de paz, esas "inquietu-des y zozobras", y esas "legítimas esperanzas" de los istmeños, que

presintiera el nuevo Gobernador, "al pisar la tierra de su patria".31

En este ambiente de confraternidad, que hacía resaltar el na-cionalsmo panameño en torno al Sr. de Obaldía, recibieron losmiembros de la junta Revolucionaria las noticias optimistas del Dr.Amador después de su entrevista con Bunau-Varlla, y, sin perdertiempo, comenzaron a iniciar a otros conciudadanos cuyos servcioseran de importancia para el buen éxito del plan revolucionario.Fueron estos cabaleros:

Carlos A. Mendoza, Eusebio A. Morales, Gerardo Ortega, Car-los Clément, Eduardo !caza, Ramón Valdés López, cuya misión fuepreparar los ánimos en las provincias centrales, Domingo Díaz,Pedro A. Díaz, Pastor Jiménez, Carlos Zachrisson y AntonioZubieta.

MR. BUNAU-VARILLA OBTIENE EXITO EN SUS GESTIONES

Después de su conferencia con el Dr. Amador, Mr. Bunau-Varilla llevó a efecto algunas entrevistas con varios caballeros de

New York; entre éstos, con el profesor J ohn Basset Moore, dequien tenía conocimiento que sustentaba una tesis similar a lasuya, respecto de los derechos que otorgaba el tratado de 1846 alos Estados Unidos, para la apertura del Canal de Panamá.

Según afirmación de Mr. Bunau-Varila, Mr. Basset Moore lereveló en esa conversación que su doctrina al respecto era conocidapor altos funcionarios del Gobierno en Washington; y que Mr.Frank Pavey, abogado distinguido de la localidad, le informó quedicho profesor era amigo íntimo del Presidente RooseveIt.

Entonces resolvió un viaje a Washington para verse con elSubsecretario de Estado, Mr. Francis B. Loomis a quien habíaconocido en París; no pudo ver, sin embargo, a este caballero,porque aún no habían regresado a la capital los jefes del Gobierno,que pasan fuera de ésta la estación de verano.

Para ganar tiempo -dice Mr. Bunau- Varila- escribió una ex-tensa carta a Mr. Basset Moore sobre la entrevista que tuvieron, enla cual le trató detenidamente la cuestión de Panamá, con el objetode que esa carta llegara a conocimiento del Presidente RooseveIt.

Días más tarde volvió a Washington Mr. Bunau-Varila, y entoncespudo visitar a su amigo Mr. Loomis, quien le facilitó una audienciacon el Presidente de la República, a la que asistió él también.

En esta entrevista -dice Mr. Bunau-Varilla~ se habló con am-

plitud de la cuestión de Panamá, y por el tono de la conversación

y los gestos de Mr. RooseveIt llegó al convencimiento de que la

actitud de Colombia lo tenía profundamente disgustado, y que sehallaba completamente a favor de la ruta del Istmo.

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También le presentó Mr. Loomis al Secretario de Estado, Mr.john Hay, con quien celebró Mr. Bunau-Varila dos conferencias.

La última y más extensa, en la residencia de Mr. Hay, por invita-ción especial de éste.

En el curso de esta entrevista, que giró toda ella sobre losasuntos de Panamá, Mr. Bunau-Varilla dijo que era preciso aguardarel desenvolvimiento de los acontecimientos, que se resolverían, se-gún todos los datos que tenía, por una revolución.

Mr. Bunau-Varila afirma que el Secretario Mr. Hay, le contes-tó:

"Sí, en efecto, es esa desgraciadamente la más probable de las

hipótesis. Pero a nosotros no nos cogerán desprevenidos. Se han

dado ya órdenes a fuerzas navales norteamericanas de acercarse alIstmo del lado del 'Pacífico. Los Estados Unidos tendrán fuerzas

suficientes en las proximdades de Panamá, paa asegurar la paz, siestalla la rev~hición a lo lao de la línea de tránsito, conforme al

tratado de 1846".

Textuaiés o no, estAs declaraciones que Mr. Bunau-Varilla ha

puesto ert boca, de Mi. Hay, acuerdan con la actitud del Gobiernoamericano eh condiciones similaes, especialmente en 1885 y en1901, y ,eflasdreron al espíritu penetrante de Bunau-Varila, laseguridad.de que si los paameños por una revolución lograbanapoderarse de laS ciudades más importantes del Istmo, Panamá yColó~âtbas situatls en los extremos de la vía férrea a que aludíaMr. Hay, tendrían con toda certeza el apoyo indirecto que busca-ban y que él Se.em~ñaba en asegurar.

Cuando abanonó Mi. Bunau-Varilla.la residencia de Mr. Hay,llevaba la pltna confian~a, sin que mediara ningú pacto, de que ala revoludõii .pamuneñà seguiría inmediatamente la acción de lasfuerZas naTales amerIGas, para impedir a los ejércitos colombianos

venir al Istmo a.debelarlL

Repibese miso día a New York y a su paso por Balti-lnore.. tel~afi6- ..dDr.l\0r, citándolo. a su hotel pata confe-

renciar. À1lí le infòrmo el 'resultado de sus entrevistas y le aseguróque 48 horas después de proclamada la República, las fuerzas ame-ricanas impedirían todo desembarco de tropas colombianas en

Panamá. . .

Como"única garantía de estas promesas Mr. Bunau-Varila pro-metía al Dr. Amador, de sus fondos personales, la suma de cien mildólares Patä - atender los gastos de la revolución, los que le serían

devueltos ~do st h\W_a. organizado la República.H , ,., .. - ..ss

REGRESA EL DR. AMADOR

Era preciso no perder tiempo; el Dr. Amador debía regresar a

Panamá para activar la revolución que, en concepto de Mr. Bunau-Varila,. convenía que estallara antes del 5 de noviembre.

Convenieron una clave para comunicarse las noticias más im-portantes, y el día 20 de octubre embarcaba aquél rumbo al Ist-mo.

En la mañana de su parida fue a despedirlo su sobrino políti-co don Edwin Lefevre, quien le dijo que el "New York Herald"publicaba la noticia de haber estallado una revolución en Panamá.Como no quedaba tiempo para rectificar o informarse al respecto,el Dr. Amador tuvo que hacer su viaje de regreso en la mayortribulación e incertidumbre respecto de los acontecimientos que se

desarrollaban en Panamá. El 26 del mismo mes llegó a Colón,donde fueron a recibirlo don josé Agustín Arango, don Federico

Boyd y Mr. H. G. Prescott, quienes le pusieron al corriente detodo, y le manifestaron la gran ansiedad con que era esperado.

Esa misma noche se reunió la Junta Rev01ucionaria en casa dedon Federico Boyd, para conocer en detalle las gestiones del Dr.Amador en los Estados Unidos, y las seguridades que había obteni-do para el buen éxito del movimiento separatista.

El Dr. Amador informó de las gestiones hechas por Mr.Bunau-Varilla y la seguridad que éste daba de que el Gobierno

americano no permitiría el desembarco de tropas en el Istmo, 48horas después de efectuada la revolución, lo cual había sido elobjeto principal de su misión; pero de esta seguridad no tenía

ninguna garantía oficial, y sólo le daba cierta validez el hecho deque Mr. Bunau-Varila hubiera prometido para los gastos de la revo-lución, de su bolsa personal, la apreciable suma antes dicha. Nosatisfizo esto, sin embargo, a los miembros de la junta; en unasunto de tan graves consecuencias para sus vidas y haciendas, no

les pareció suficiente la palabra empeñada de Bunau-Varila, aunquela hubiera respaldado con el dinero mencionado.

Optaron entonces por buscar un medio que les permitiera con-firmar aquellas promesas. En Panamá se tenía conocimiento de queel Gobierno colombiano, informado del movimiento separatista queaquí se preparaba, había concentrado tropas en Buenaventura y

Cartagena, que de un momento a otro serían enviadas al Istmo,para impedir la revolución.

Basándose en esto resolvieron que el Dr. Amador enviara el 29de oetubre un cablegrama en clave a Mr. Bunau-Varilla, en que ledecía:

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"Llegarán tropas colombiaas por el Atlántico dentro de cincodías; más de doscientos hombres. Urge vapor Colón".

Con este cablegrama tan alarante y comprometedor, Mr.Bunau-Vara se dirigió a Wasington, y allí pudo obtener, de lasautoridades americanas, la confirmación de las noticias publicadasen la prensa del país, que el crucero "Dixie" había recibido órde-

nes de parir de Cuba para el Istmo, y que cosa igual debía hacer

el "Nashvile", que estaba en jamaica; que dichas naves estarían en

Colón como el 2 de noviembre. Así se lo eomunicó al Dr. Amadordesde Baltimore, por cable de fecha 30 de octubre. En efeçto elNashvile llegó a Colón en la fecha anunciada.

A su llegada a New York, Mr. Bunau-Varlla encontró otrocablegrama del Dr. Amador, que había sido enviado antes de reci-bir el suyo, en que le anunciaba el arbo de tropas colombianas

por el Pacífico y preguntaba cuándo llegaían a Colón las navesamencanas.

Mr. Bunau Varlla que sabía que el Departamento de Guerraamericano había dado órdenes al "Marblehead", al "Boston","Wyoming" y "Concord", para que se dirgieran al Istmo, calculandoaproximadamente su llegada a éste, contestó que dichas naves esta-rían en Panamá como el día 7 de noviembre.

En vista de estas categóricas respuestas, la Junta Revolu-

cionaria estimó llegado el momento de participar el plan separatistaal mayor número de sus amigos, y que éstos a su vez atrajeranotros más, para asegurar buen éxito a la revolución. Entonces se

habló a los Srs. Porfirio Meléndez y Orondaste L. Martínez, de

Colón, para que asumieran allí la dirección de ésta; ya Generoso deObaldía, juan Antonio jiménez, Guilermo Andreve, Gil F. Sån-chez, Fernando Arango, ler. jefe de la Policía de Panamá, Félix

Alvarez, 20. jefe de la misma, Francisco de la Ossa, alcalde de

Panamá, Antonio Burgos, Héctor Valdés, Antonio A. Valdés, JuanAntonio Henríquez, Archibaldo E. Boyd, Octavio A. Díaz, Samuel

Boyd, Lino Clemente Herrera, josé M. López D., jorge E. Díaz,Sofanor Moré, Nicolás justiniani, José Antonio Zubieta, ArturoMüller, Víctor M. Alvarado, Juan B. Sosa, Raúl j. Calvo, Ricardo

de la Ossa, Raúl A. Qievalier, Juan J. Méndez y tantos otros más,

pues, en verdad, casi todos los panameños estaban al corriente deldesarrollo de la revolución y simpatizaban con ella.

La dificultad más grande que contemplaban en aquellos días,era la presencia en Panamá del Batallón Colombia; tropa aguerrida,bien arada y al mando de un valeroso soldado, el General Este-ban Huertas, pero habiéndose hecho pública la noticia de que laprovincia de Coclé sería invadida por revolucionarios nicaragüenses,el jefe Militar del Istmo, General Francisco de P. Castro, en virtud

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de esa noticia envió unos doscientos cincuenta hombres de este

batallón a dicho lugar, bajo las órdenes del Comandante LeoncioTascón, a quien en efecto sorprendieron los acontecimientos del 3de Noviembre en esa provincia.

Se decía también con insistencia en la ciudad, en esos días,que al General Huertas le reemplazarían en la jefatura de su bata-llón, y que sería enviado a un Departamento del centro de Colom-bia; con tal pretexto, don josé Agustín Arango se acercó a este

General, le participó la pena con que le vería alejarse de esta ciu-dad, y le habló de la dolorosa situación en que los gobernantes

colombianos mantenían ci Istmo.El Sr. Arango encontró al General Huertas bien intenciona-

do para con los panameños, y le recomendó al Dr. Amador,viejo amigo suyo por haber sido mucho tiempo médico de subatallón, que le siguiera tratando de estos asuntos. El Dr. Amadorhabló bastante claro al General Huertas para que supiera del planseparatista que estaban desarrollando, pero no se atrevió a solici-tarle su valioso y decisivo concurso para llevar a cabo la indepen-

dencia de Panamá; tarea delicada y difícil que encomendó a donPastor Jiménez, amigo muy íntimo del General.

El General Huertas que veía como una injusticia su relevo deun batallón que le era tan querido, con el cual había hecho su

meritoria carrera militar desde sus primeros "años, que sentíapor esta tierra. testigo de sus hazañas de guerra, hondo afecto,

y en la cual tenía víneulos familiares muy íntimos, le prometió contoda sinceridad al Sr. jiménez, cooperar con entusiasmo a la reali-zación de esta noble y justa aspiración de los panameños.

También se obtuvo entonees la promesa del General RubénVarón, Comandante dcl buque de guerra colombiano "AlmirantePadila", surto en la bahía de Panamá con otras naves de guerra delmismo país.

EL 3 DE NOVIEMBRE

La fecha para llevar a cabo la revolución, que había sidofijada para el 28 de noviembre, fue variada más de una vez, peroen vista de los cablegramas de Mr. Bunau- Varilla, se convino en queésta se efectuaría el día 4 del mismo mes.

Cuando se ocupaban con toda actividad en asegurar un éxitofeliz a este movimiento, un suceso inesperado y de gran trascenden-cia vino a comprometer la situación, y a poner en peligro de fraca-so rotundo el plan revolucionario.

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Ocurrió que en la madrugada del día 3, llegaron a Colón,procedentes de Cartagena, el vapor de guerra colombiano "Cartage-na", y el mercante inglés, "Alexander Bixio", con ci Batallón

"Tiradores", de 500 hombres, al mando de los Generales Juan B.Tovar y Ramón G. Amaya.

Venía el General Tovar, con el nombramiento en cartera deGobernador de este Departamento, a hacerse cargo de su Gobiernocivil y militar, y a impedir, por todos los medios a su alcance, larevolución que se fraguaba para separlo de Colombia.

La llegada de esas tropas a Colón produjo un poderoso des-

concierto en el ánimo de los conspiradores. El Dr. Amador que,

desde su regreso de los Estados Unidos, había asumido la direccióndel movimiento revolucionario y quien primero supo del arribo deesas tropas, se entrevistó, en las primeras horas de la mañana de esedía, con los demás miembros de la junta para ver las medidas quedebían acordarse, pero éstos consideraron que, en tales circunstan-cias, la revolución fracasaría, y que sería una tcmeridad cualquierpaso que se diera en tal sentido.

Abandonado por todos los miembros de la junta excepto pordon josé A. Arango, desanimado él mismo, regresaba a su casa,cuando al pesar por la Plaza de la Independencia encontró a don

Carlos Clément y le manifestó 10 que sucedía, agregándole que

todo parecía haber fracasado. El Sr. ('ément sc mostró por elcontrario optimista y le animó a llevar adclante la revolución."Bueno -le contestó el Dr. Amador- si más tarde se resuelve algo,lo mandaré llamar".

Al llegar a su casa encontró en el espíritu heroico de su noble

esposa, nuevas y más apremiantes excitativas a continuar la lucha."Ya has ido demasiado lejos -le dijo- para retroceder o detencrte;todo será peor que afrontar el peligro y continuar la revolución".Además le sugirió una idea luminosa en aquellos momentos detribulación: que hablara con Mr. H. G. Prescott, scgundo jefe delferrocarril y partidario decidido de los panameños, para que secomunicara por teléfono con el Coronel Shaler, Superintendente deesa empresa en Colón, a fin de que éste impidiera el traslado de lastropas colombianas ese día a Panamá.

Cuando salía el Dr. Amador con tal objeto, llegaba a su casadon Nicanor A. de Obarrio y ambos se dirigieron a ver a Mr.Prescott quien habló inmediatamente con Mr. Shaler sobre el parti~cular, y obtuvo de éste una contestación afirmativa.

El Sr. Obarrio se dirigió entonces al cuartcl de Chiriquí para

ver al General Huertas, a quien encontró decidido a llevar adelantela revolución, a pesar de que tenía conocimiento de la llegada del

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Batallón Tiradores, por un telegrama que le envió el Capitán

Serafín Achurra, y que ignoraba que esa tropa no seríatransportada a Panamá.

El Dr. Amador hizo una reunión de algunos miembros de lajunta a las 9 a.m. y en ésta, secundado valerosamente por don

Federico Boyd y don Carlos Constantino Arosemena, se acordóevectuar el movimiento ese mismo día a las 5 de la tarde.

Cuando terminó aquella reunión, el Dr. Amador salió en buscadel General Domingo Díaz, caballero de gran prestigio en la masapopular, por su espíritu generoso, su valor a toda prueba y por la

lealtad que siempre puso en las nobles causas a que consagró sus

esfuerzos. El Dr. Amador le informó de todo lo resuelto, y leencomendó la misión gloriosa de conducir el pueblo a lareivindicación de su libertad en aquel día memorable.

El General Díaz aceptó con entusiasmo la importante tareaque se encomendaba a su patriotismo, y desde esa hora, llevó acabo una activa labor de inteligencia con sus tenientes, y loselementos del pueblo que debían acompañarlo esa tarde.

Fueron factores muy importantes en secundar al GeneralDíaz, su hermano don Pedro A. Díaz, Carlos Oément, GuilermoAndreve, Generoso de Obaldía, Gil F. Sánchez, Antonio y HéctorValdés, Domingo Díaz A., Sofanor Moré, Maximino Almenral,Rafael Alzamora, Agustín Argote, Archibaldo E. Boyd, Pedro J.de Icaza, Antonio Díaz G., Pedro A. Maytín, Alcides de laEspriella, Carlos Zachrisson, Carlos Constantino Arosemena, JuanAntonio Jiménez, Octavio A. Díaz, Mario Galindo, Azael Tachar y

todos aquellos a quienes se había paricipado el plan revolucionarioen los días anteriores.

A las 11 a.m. llegaron a la ciudad, procedentes de Colón, los

Generales Juan B. Tovar y Ramón G. Amaya; su recibimiento en laestación del ferrocaril, por el Gobernador del Estado y los altos

empleados de la Administración, por los jefes militares y unescuadrón del Batallón Colombia, que ..es rindió los honores delrango, fue un acto solemne que no dejaba entrever el movimientorevolucionario que se estaba preparando.

En la gobernación, el señor de Obaldía ies puso al corrientede la falsa noticia de la expedición de Nicaragua, y les dijo

asimismo, que en el interior del Departaixento reinaba calma

absoluta. Poco después, dichos Generales visitaron el cuartel delBatallón Colombia, donde todo lo encontraron en perfecto orden,y, desde la terraza de Las Bóvedas, observaron la pequeña flotilade guerra surta en la bahía, compuesta por los buques: "AlmirantePadila", "Boyacá", y "Chucuito".

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En la tarde, los signos de una revolución que se desencadenapor momentos, eran ya demasiado visibles para no ser advertidos, yasí lo hicieron saber al General Tovar, don José Angel Porras yotros altos empleados del Gobierno, quienes le manifestarontambién, que el Gobernador de Obaldía sería impotente paracontener ese movimiento. Alarmado el General Tovar con estosinformes, marchó en seguida, acompañado por el General Amaya,al Cuartel de Chiriquí, y de allí envió dos de sus ayudantes al

Gobernador, advirtiéndole los rumores de revuelta que acababan decomunicarle y le suplicaba que diera órdenes inmediatas para queel Batalón Tiradores fuera transportado de Colón a Panamá, sin

pérdida de tiempo.

El Gobernador de Obaldía impartió tales Órdenes, pero elSuperintendente del ferrocarril, Mr. Shaler, manifestó que elGobierno debía cierta suma a la Compañía y que mientras ésta nofuera cancelada, no ordenaría el traslado de las tropas.

Cuando el General Tovar supo esto, envió nuevos emisarios alSr. de Obaldía, ofreciéndolc que él pagaría en efectivo dichadeuda, pero que hiciera cumplir, sin más dilaciones, la orden deltraslado de su BatallÓn.

El Gobernador contestó que le sorprendía la actitud de Mr.Shaler, pues estaba seguro de que el Gobierno nada debía a esaempresa, y ordenó de nuevo al Superintendente, el traslado de ElTiradores.

Entonces el General ji:an B. Tovar, envió dos de susayudantes, los Generales Angel M. Tovar y Luis A. Tovar, para que

fueran a la oficina telegráfica de la Compañ ía del ferrocarril, acerciorarse de si el Gobernador había dado efectivamente aquellasórdenes; y que a su regreso pasaran por el despacho de éste, y lemanifestaran que se observaba gran animación de caráctersubversivo en las calles; que el pueblo se aglomeraba en la plaza deSanta Ana, y que la policía no parecía haber tomado medidas para

impedirlo; que de no hacerlo ésta, él, al frente del BatallÓn Colom-bia, impondría el orden en la ciudad. El Sr. de Obaldía se comuni-

cÓ inmediatamente con el Comandante de este cuerpo, don joscFernando Arango, quien le prometió tomar las medidas necesariaspara el caso.

El General Esteban Huertas que estaba bien informado de quea las 5 de la tarde estallaría la revoluciÓn, viendo que tenía ahoraen su propio cuartel a los Generales que habían venido para impedir-

la, resolvió apresarlos, en uno de esos rasgos de valor temerario queenaltecen toda su hoja de servicio militar.

Pretextando tomar algunas medidas de artillería para defenderla plaza, si era atacada por los revolucionarios, se alejó de los

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~

Generales con quienes conversaba, y llamó al Capitán Marco A.

S alaz ar, oficial de toda su confianza, le mandó ararse y escogeruna escolta de soldados armados también. Entonces le dio la ordenmás peligrosa y atrevida de esa revolución: "vaya -le dijo- yponga presos a todos los que están en las bancas". "¿Aquiénes? ¿alos Generales? contestó Salazar". "Sí, tómelos, los lleva a lapolicía y los entrega al Comandante A:rango".

Fue el momento supremo de la revolución: unadesobedien-cia, una vacilación en el cumplimiento de esta orden, y todo habríasucumbido, o el triunfo sólo se hubiera obtenido al precio carísimode muchas vidas humanas, que parece el tributo' inmutable yobligado a toda empresa libertaria de los pueblos.

El pundonoroso Capitán Salazar obedeció; minutos después, latropa del Colombia, miraba estupefacta aquel golpe valeroso y

audaz; los Generales habían sido reducidos a prisión, y ,en tre doshileras de ballonetas caladas, se les conducía a la Comandancia depolicía. Con ellos se iba también, para siempre, el poder militarcolombiano de los cuarteles del Istmo.

En la Plaza de Santa Ana, atestada por una inmetlsa muche-

dumbre, se desarrollaba en esos mismos Ilomentos otra escena me-morable. Los oradores pupulares don Guilermo Anclreve, don GilF. Sánchez y el Dr. Sofanor Moré, en vibrantes discursos patrióti-cos, habían exaltado este noble sentimiento del pueblo, y le habíanimpulsado a la conquista de su libertad. Las figuras proceras deDomingo y Pedro A. Díaz, Carlos Clément, Carlos Men-doza y otrosdistinguidos panameños, encabezaban aquella enorme multitud queiba hacia los cuarteles de "Las Monjas" y "Chiriquí", decidida yvaliente, a reconquistar la independencia de este suelo.

Cuando llegaron al último de estos cuarteles, el General Huer-tas que ya había asegurado el triunfo de.tan noble causa, mandóabrir su única y enorme puerta de entrada, y el pueblo penetró porella, loco de entusiasmo, dando vivas a la independencia, al GeneralHuertas y a la República de Panamá; fraternizó con una gran partede las tropas regulares y en los depósitos de armas se equipó con-venientemente para defender la conquista inapreciable de esa tarde.

Cuando el Gobernador de Obaldía tuvo conocimiento de estoshechos, ya de noche, se dirigió en su carruaje precipitadamente

hacia el cuartel de Chiriquí, pensando sin dud~, que con su pre-

sencia podría aún detener el desarrollo de la revolución; no pudo,sin embargo, llegar a este lugar. Reconocido en el trayecto, fuehecho prisionero por el Coronel Antonio A. Valdés, distinguidooficial panameño que prestó importantes servicios en los aconteci-mientos de esos días.

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Por indicación de don José Agustín Arango, se le dio a estedistinguido prisionero como cárcel, la residencia del Dr. Amador,de quien era amigo muy íntimo.

Una alegría indescriptible dominaba en todos los barrios de laciudad, pues los peligros parecían conjurados y la independencia

drl país un hecho cumplido, que colmaba de justo regocijo elcorazón de los panameños.

No faltó, sin embargo, la nota trágica en las primeras horas dela noche. El contador del buque de guerra Bogotá, jorge MarínezL., al tener conocimiento de la prisión de los Generales Tovar y

Amaya, con su Estado Mayor, se apoderó del comando de estanave y amenazó a los revolucionarios con bombardear la ciudad, sino se ponía en libertad inmediatamente a dichos prisoneros. Comono se accedió a tan ridícula exigencia, ordenó unos cuantos dispa-

ros que ocasionaron algunos daños materiales, y luego abandonó labahía rumbo a Colombia.

SESIONA EL CONSEJO MUNICIPAL

Como a las nueve de la noche, a iniciativa del Presidente delConsejo Municipal de Panamá, don Demetrio H. Brid, celebró se-sión extraordinaria esta honorable corporación, y, en vista de la

trascendencia e importancia de los acontecimientos que se desarro-llaban, aprobó la siguiente resolución, que es el primer documentooficial referente a la independencia de Panamá:

"Sesión Extraordinaria y solemne del día 3 de Noviembre de1903 -Presidencia del Honorable Concejal Brid.- En la ciudad dePanamá, a las nueve y cincuenta minutos de la noche del martestres de Noviembre del mil novecientos tres, se reunió el ConsejoMunicipal, en sesión extraordinaria y solemne, con asistencia de susmiembros señores General Rafael Aizpuru, Agustín Arias Feraud,Demetrio H. Brid, josé María Chiari R., Manuel j. Cucalón P.,Enrique Linares y Manuel María Méndez.

"Abierta la sesión, el señor Presidente manifestó a los señores

miembros del Concejo, que en este solemne momento y de gran ex-citación, un grpo respetable de ciudadanos de esta Capital, ha-bían proclamado la independencia del Istmo, con el beneplácito delos pueblos de su eomprensión y de la ciudadanía, y que con talmotivo, deseaba saber si los actuales representantes de los derechosdel pueblo estaban dispuestos a adherirse y secundar ese movi-

miento bajo juramento de sacrificar sus intereses y vidas, y hasta elporvenir de sus hijos, si fuere necesario.

41

"El Concejo prestó el solemne juramento de aceptar y soste-ner ese movimiento, y en tal virtud el Concejal señor Aizpuru

presentó la siguiente proposición:

"La Municipalidad de Panamá en vista del movimiento espon-táneo de los pueblos del Istmo, y particularmente de la ciudad de

Panamá, declarando su independencia de la metrópoli colombiana,y deseando establecerse en gobierno propio, independiente y libreacepta y sostiene dicho movimiento y en consecuencia,

Resuelve:

"Convocar a Cabildo Abierto al pueblo en general, y a todaslas corporaciones públicas, Civiles, Militares y Eclesiásticas para ma-ñana a las tres de la tarde en el Palacio Presidencial de la Repúblicade Panamá",

"Puesta en discusión el mismo proponente vocal Aizpuru, usóde la palabra para expresar que esa moción estaba de acuerdo enun todo con el juramento prestado anteriormente, y que la inde-pendencia del Istmo era un hecho trascendental que tendría ecoentre nuestros hijos, pues, así como en este mismo recinto nuestrosPróceres juraron la emancipación del Istmo del Gobierno de Españael 28 de Noviembre de 1821, para agregarse espontáneamente a laGran Colombia, hoy proclaman su independencia del Gobierno Co-lombiano para recoger óptimos frutos; y que esa independencia eraabsolutamente indispensable para llegar a la meta de la felicidad.

"Sometida a votación la proposición aludida resultó aprobadapor unanimidad, circunstancia que se hace constar a solicitud delConcejal Cucalón P."

LA JUNTA REVOLUCIONARIA MANTIENE ELORDEN EN EL P AIS

La junta Revolucionaria que había establecido sus oficinas enel Hotel Central, dirigía con inteligencia y prontitud, todo lo rela-tivo a mantener el éxito alcanzado con la revolución y asegurar elorden y la tranquilidad en todo el país, por medio de comisiones

que despachaba constantemente con tan patriótica misión.Al General Domingo Díaz se le asignó el comando militar de

la ciudad y en tal carácter hizo éste reconocer por su ayudante, el

Coronel Guillermo Andreve, al Coronel Víctor Manuel Alvarado,

JEFE DE DIA, para mantener el orden en la ciudad.42

Fueron ayudantes y colaboradores muy decididos del CoronelAlvarado, en esa importante tarea, los señores Juan B. Sosa,

Agustín Arango Jované, josé Antonio Zubieta, Nicolás Justinani,Héctor Valdés y Carlos A. Icaza.

EL CONCEJO PROCLAM LA INDEPENDENCIA

Durante las horas de la mañana del siguiente día 4, ningúnacontecimiento de importancia alteró el ritmo regular de la revolu-ción en la ciudad de Panamá, que entraba ya en el proceso técnicode ordenamiento administrativo del nuevo régimen.

A las 3 de la tarde, conforme a lo resuelto en la sesión ex-traordinaria de la noche anterior, se reunió el Honorable Consejo

Municipal de Panamá, y en sesión solemne a la cual asistierontodos los miembros de dicha corporación, la Junta Revolucionaria,las personas más distinguidas de esta ciudad y una gran concurren-cia del público, aprobó la siguiente acta, redactada por el Dr.Carlos A. Mendoza y don Samuel Lewis, como la declaración deindependencia del pueblo panameño.

"En la ciudad de Panamá, cabecera del Distrito del mismo

nombre, a las tres de la tarde del día cuatro de Noviembre de milnovecientos tres, se reunió por derecho propio el Consejo Munici.pal con la asistencia de los señores Concejales Aizpuru Rafael,

Arango Ricardo M., Arias F. Agustín, Arosemena Fabio, BridDemetrio H., Chiari R. josé María, Cucalón P. Manuel J.,Domínguez Alcides, Lewis Samuel, Linares Enrique, McKay OscarM., Méndez Manuel María y Vallario Darío, el Alcalde del Distritoy el Personero Municipal, y teniendo el exclusivo propósito de

deliberar respecto de la situación en que el país se encuentra yresolver sobre lo más conveniente a la tranquilidad, al desarollo yal engrandecimiento de los pueblos que constituyen la entidad et-nográfica y política denominada Istmo de Panamá, se considerarondetenidamente por los señores Concejales Arias F., Arosemena,

Chiari, Brid, Cucalón P., Aizpuru, Lewis y LInares los hechos histó-ricos en virtud de los cuales el Istmo de Panamá, por su propioestímulo y en esperanza de procurarse los amplios beneficios delDerecho y la Libertad, desligó, el veintiocho de Noviembre de milochocientos veintiuno, sus destinos de los de España, y espontánea-mente asoció su suerte a la Gran República de Colombia.

"Hiciéronse reflexiones tendientes a establecer que la unióndel Istmo con la antigua y moderno Colombia, no ha producido losbienes que de ese acto se aguardaron; y en extensa consideración se

hizo mención particularizada de los grandes e incesantes agravios43

que al Istmo de Panamá le han hecho en sus intereses materiales ymorales, en todo tiempo, los Gobiernos que en la Nación se han

sucedido, ora en las épocas de Federación, ora en las del Centralis-mo; agravios que en vez de ser atendidos y patrióticamente reme-diados por quienes debieron serio, cada día se aumentan en canti-dad y se agravan en importancia, con persistencia y ceguedad talesque han desarraigado en los pueblos del Departamento de Panamála inclinación que por pura voluntad tuvieron a Colombia, y de-mostrándoles que, colmada la medida de las querellas y perdidas lasesperanzas en el futuro, es el momento de desatar unos vínculos

que lo retrasan en cuanto tiende a la civilización, que pone obstá-culos insuperables al progreso y que, en suma, les produce infelici-dad contrariando y haciendo completamente nugatorios los fines dela sociedad política en que entraron movidos por la necesidad desatisfacer la obligación de prosperar en el seno del Derecho respeta-do y de la Libertad asegurada.

"En virtud de las consideraciones expuestas, el Consejo Muni-

cipal del Distrito de Panamá, fiel intérprete de los intereses de susrepresentados, declara, en forma solemne, que los pueblos en sujurisdicción se separan desde hoy y para lo sucesivo, de Colombia,

para formar con las demás poblaciones del Departamento dePanamá, que acepten la separación y se le unan, el Estado dePanamá, a fin de constituir una República con Gobierno indepen-diente, democrático, representativo y responsable, que propend:: a

la felicidad de los nativos y de los demás habitantes del territoriodel Istmo.

"Para llevar a la práctica el cumplimiento de la resolución quetienen los pueblos de Panamá, de emanciparse del Gobierno de

Colombia, en uso de su autonomía y para disponer de sus destinos,fundar una nueva nacionalidad, libre de poderes extraños, el Conse-jo Municipal del Distrito de Panamá, por sí y en nombre de losotros Consejos Municipales del Departamento, encomienda la admi-nistración, gestión y dirección de los negocios, transitoriamente y

mientras se constituya la nueva República, a una junta de Gobier-no compuesta por los señores José Agustín Arango, Federico Boydy Tomás Arias, en quienes, sin reserva alguna, delega los poderes,autorizaciones y facultades necesarias, amplias y bastantes para elsatisfactorio cumplimiento del cometido que en nombre de la Pa-tria se les encarga.

"Se dispuso convocar a la población de Panamá a CabildoAbierto, para someter a su sanción el acuerdo que entraña la pre-sente Acta, que se firmó por los Dignatarios y los miembros pre-

sentes de la Corporación.

44

"DEMETRIO H. BRID.-R. Aizpuru.-A. Arias F.-Manuel j.Cucalón P. -Fabio Arosemena.-Oscar M. McKay.-AlcidesDomínguez.-Enrique Linares.- j. M. Chiari R.-DarÍo Vallarino.-S.Lewis.-Manuel M. Méndez.-Ricardo M. Arango.-El Secretario delConcejo, Ernesto j. Goti".

Encontrándose presentes en esta sesión los señores don joséAgustín Arango, don Federico Boyd y don Tomás Arias, designa-dos por esa corporación para dirigir provisionalmente el Gobiernode la República, prestaron el juramento de estilo e inmediatamentese retiraron a ejercer sus importantes funciones.

En esa misma tarde, por Decreto No. i, quedó eonstituido elprimer Gabinete de Gobierno de la República así: Ministro de Go-bierno, Dr. Eusebio A. Morales; de Relaciones Exteriores, donFrancisco de la Espriella; de justicia, Dr. Carlos A. Mendoza; deGuerra y Marina, don Nicanor A. de Obarrio; de Hacienda y Teso-ro, don Manuel E. Amador y de Instrucción Pública, Dr. julio j.Fábrega.

La junta de Gobierno dio entonces al país esta luminosa ex-posición de motivos, escrita por el Dr. Eusebio A. Morales, síntesis

elevada y serena de las causas que determinaron nuestra separaciónde Colombia.

"El acto trascendental que por movimiento espontáneo acabande ejecutar los pueblos del Istmo de Panamá es consecuencia inevi-

table de una situación que ha venido agravándose día por día.

"Larga es la relación de los agravios que los habitantes del

Istmo hemos sufrido de nuestros hermanos de Colombia; pero esosagravios hubieran sido soportados con resignación en aras de laconcordia y de la unión nacional, si su reparación hubiera sidoposible y si hubiéramos podido abrigar fundadas esperanzas de me-

joramiento y de progreso efectivo bajo el sistema a que se nostenía sometidos por aquella República. Debemos declarar solemne-mente que tenemos el convencimiento sincero y profundo de queera vana toda esperanza e inútil todo sacrificio de nuestra parte.

"El Istmo de Panamá fue gobernado por la República deColombia con el criterio estrecho que en épocas ya remotas aplica-ban a sus colonias las naciones europeas: el pueblo y el territoriolstmeño eran una fuente de recursos fiscales y nada más. Los con-tratos y negociaciones sobre el Ferrocarril y el Canal de Panamá ylas rentas nacionales recaudadas en el Istmo han producido aColombia cuantiosas sumas que no enumeramos para no apareceren este escrito destinado a la posteridad como impulsados por unespíritu mercantil, que no ha sido ni es nuestro móvil; y de esascuantiosas sumas el Istmo no ha recibido el beneficio de un puente

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para Ilnguno de sus numerosos ríos; ni el de la construcción de uncamino entre sus poblaciones, ni el de un edificio público, ni el deun Colegio, ni ha visto tampoco interés alguno en fomentar sus

industrias, ni se ha empleado la Ínfima parte de aquellos caudalesen propender a su prosperidad.

"Ejemplo muy reciente de lo que a grandes rasgos dejamos

relatado es lo acontecido con las negociaciopes del Canal de

Panamá, consideradas por el Congreso y desechadas de un modosumano.

No faltaron hombres públicos que declararon su opinión ad-versa fundados en que sólo el Istmo de Panamá sería favorecido

con la apertura de la vía de un contrato con los Estados Unidos, y

que el resto de Colombia no recibiría beneficios directos de nin-gún género con aquella obra, como si esa razón, aun teniéndola porevidente, justificara el daño irreparable y perpetuo que se le causa-ra al Istmo con la improbación del tratado en la forma en que lofue, que equivalía a cerrar la puerta a fututas negociaciones.

"El pueblo del Istmo, en vista de causas tan notorias, hadecidido recobrar su soberanía, entrar a formar parte de la Socie-

dad de las naciones independientes y libres, para labrar su propiasuerte, asegurar su porvenir de modo estable y desempeñar el papela que está llamado por la situación de su territorio y por susinmensas riquezas. A eso aspiramos los iniciadores del movimientoefectuado, que unánime aprobación ha obtenido. Aspiramos a lafundación de un, república verdadera donde impere la tolerancia,en donde las leyes sean norma invariable de gobernantes y goberna-dos, en donde se establezca la paz efectiva que consiste en el juegolibre y armónico de todos los intereses y de todas las actividades; yen donde, en suma, encuentren perpetuo asiento la civilzación y elprogreso.

"Al principiar la vida de nación independiente, bien compren-demos las responsabilidades que ese estado implica, pero tenemosfe profunda en la cordura y en el patriotismo del pueblo istmeño

que posee además las energías suficientes para labrarse por mediodel medio del trabajo un porvenir venturoso y sin azares ni peli-gros.

"Al separarnos de nuestros hermanos de Colombia, lo hace-mos sin rencor y sin alegría. Como un hijo se separa del hogarpaterno, el pueblo istmeño al adoptar la vía que ha escogido lo ha

hecho con dolor, pero en cumplimiento de supremos e imperiosos

deberes: el de su propia conservación y el de trabajar por su propiobienestar.

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"Entramos, pues, a formar entre las naciones libres del mun-do, considerando a Colombia como nación hermana, con la cualestaremos siempre que las circunstancias lo demanden y por cuyaproperidad hacemos los más fervientes y sinceros votos".

j. A. Arango Federico BoydTomú Ar

LOS SUCESOS DE COLON

Sólo un problema de importancia quedaba pendiente aún a larevolución: la actitud asumida por el Coronel Eliseo Torres, encar-

gado del mando del Batallón Tiradores, quien durante todo el día3 estuvo haciendo exigencias al Superintendente de la Compañíadel ferrocaril, Mr. Shaler y al Cónsul americano Mr. Malmros, paraque su tropa fuera trasladada a la ciudad de Panamá.

Mr. Shaler, que como hemos visto era decidido partidario delos panameños y que co'mprendía que la presencia de esas tropasen Panamá sería de graves consecuencias, con tacto e inteligencia senegó a efectuar dicho traslado.

En la tarde del día 3, se tuvo conocimiento en Colón, de los

acontecimientos ocurridos en Panamá, y los agentes allí de la revo-lución, don Porfirio Meléndez, General Orondaste L. Martínez, don

Juan A. Henríquez y el General Alejandro Ortiz, trataron desde elprimer momento de buscar un convenio satisfactorio y honorablecon aquel jefe, pero éste se negó rotundamente a toda inteligenciacon dichos señores y por el contrario redobló sus exigencias a laCompañía del ferrocaril, para trasladarse a Panamá.

Durante el día 4, la situación que ya era delicada la noche

anterior, revistió todos los caraCteres de una tragedia inminente.

El Coronel Torres, considerándose bastante poderoso con los

500 hombres que tenía a sus órdenes, pidió que se pusieran enlibertad inmediatamente a los Generales juan B. Tovar y Ramón G.Amaya, y amenazaba con incendiar la ciudad y dar muerte a todoslos americanos residentes allí, si tal exigencia no era cumplida porlos revolucionarios de Panamá.

Ante este peligro, el Cónsul americano Mr. Malmros pidió alComandante j ohn Hubbard, del Nashvile, que desembarcara 42marinos para que protegiera la vida de sus connacionales.

Esta pequeña tropa saltó a tierra bajo las órdenes del Subco-mandan te H. M. Witzel y tomó posiciones en la estación del ferro-

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carril; los civiles americanos con sus mujeres y niños, buscaron refu-gio en los buques surtos en la bahía. El Coronel Torres situó su

batallón en línea de combate frente a los marinos, y así permane-

cieron las dos fuerzas, por casi dos horas, listas para disparar a laprimera señal de sus jefes.

A esta espectante situación en que el cont1cto sangriento pa-

recía producirse por instantes, se puso término con una entrevistadel Coronel Torres y el Comandante Hubbard, en la cual el jefecolombiano negó haber proferido tales amenazas de muerte a losciudadanos americanos, ni de incendiar la ciudad; le expresó, por elcontrario, sus sentimientos por lo que ocurría y le propuso quereembarcara sus marinos, que él con su Batallón, se retiraría a unsitio fuera de la ciudad.

Los marinos se reembarcaron, pero las fuerzas del CoronelTorres no se retiraron al sitio convenido, por lo cual, al día siguien-

te volvieron a desembarcar los marinos, protegidos por dos caño-

nes, y ocuparon de nuevo la estación del ferrocarriL.

La Junta de Gobierno envió al General H. G. jeffries, donCarlos Clément y don Héctor Valdés a Colón, para que en asociode los agentes de la revolueión en esa, don Porfirio Mélendez,General Orondaste L. Martínez, General Ortiz y don juan A.Henríquez, celebraran una entrevista con el General Torres y lehicieran ver la temeridad de sus proyectos ante hechos definitiva-mente cumplidos, que él debía aceptar en un convenio honorable,

pues carecía del poder necesario para destruirlos o siquiera paramodificarlos en alguna forma.

El General Martínez y don Carlos Clément fueron designadospara hablar sobre el particular eon el Coronel Torres, quien se

mostró irreductible y hasta profirió amenazas de muerte contra

dichos caballeros; pero más tarde el General Ortiz, jefe de la poli-cía en esa ciudad, habló nuevamente con el Coronel Torres y ésteaceptó al fin las proposiciones que se le hacían a nombre de lajunta de Gobierno.

Según este convenio se pagó al Coronel Torres los sueldos desu tropa y el pasaje de regreso en el vapor Orinoco, pues el cruceroCartagena, en que había venido, zarpó de callanda para Colombiadesde que tuvo noticias de la revolución en Panamá.

Así terminaron las bravuconadas del Coronel Torres; y en latarde del día 5 de Noviembre, desarmado el Batallón Tiradores,abandonó el país en el vapor Orinoco, rumbo a su patria.

Con este sainete militar se puso fin a la dominación colom-biana en el Istmo; y Colón, eomo Panamá y las demás poblaciones

del Estado, celebró alborozada ese acontecimiento feliz, preocupa-

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clOn constante de todos los panameños durante el tiempo de nues-tra unión a Colombia, por la política infecunda con que los diri-gentes de esta nación, por mil títulos acreedora al respeto y cariño

de los pueblos de América, atendían a los intereses vitales de estasección inapreciable de su teritorio.

COLOMBIA INTENTA RECUPERAR EL ISTMO

La noticia de nuestra secesión produjo en Colombia consterna-ción y alara nacionales. Ante la pérdida inminente de un Estado

que significaba para aquella República la posesión más valiosa de suterritorio, el sentimiento público se manifestó en dos corrientescontrarias bien definidas: una, la de los menos, encabezada por

hombres reflexivos y justos, que señalaban como la verdadera causade este acontecimiento nacional

la absurda conducta observada paracon los panameños por los dirigentés políticos del país durante elúltimo cuarto de siglo, sobre lo cual ya hemos citado la autorizadaexposición que hizo el distinguido colombiano, Dr. SantanderGalofre, en diario bogotano. Otros, sin ahondar en las causas socia-les, económicas o políticas, que determinan los hechos históricos,se dieron a la estéril tarea de vituperar por la prensa el proceder delos panameños, fingiendo ignorar que este pueblo, libre y espontá-neamente había unido su suerte a la Gran Colombia, porque estimóque ésta le podía ofrecer la protección adecuada a su bienestar, asu cultura y a los sagrados derechos de autonomía que había alcan-zado con su independencia de España en 1821; Y que Colombia, laque sobrevive a la desintegración de aquel gran organismo político,sólo tenía sobre Panamá el derecho de la fuerza con que pudoimpedir sus conatos de secesión de 1831 y 1840, derecho querobusteció por el tratado de 1846, por el cual puso su soberanía en

el Istmo bajo la poderosa protección de los Estados Unidos deNorte América.

El Presidente Sr. Maroquín que, como bien ha dicho el escri-tor colombiano Alvaro Rebolledo, hÎzo las veces del pretor romanofrente al magno problema de la ratificación del Tratado del Canal,por el senado de su país, ofreció ahora, con precipitación y atur-dimiento indignos de un Gobierno serio, la aprobación de ese mis-mo pacto, si el Gobierno de los Estados Unidos asumía el papel de

gendarme colombiano en el territorio panameño, para garantizar lasoberanía de Colombia sobre el Istmo.

A solicitud del general Rafael Reyes, a quien el Gobierno

confió la importante misión de solucionar este grave conf1cto, elMinistro de los Estados Unidos en Bogotá, Mr. A. M. Beaupre,

49

cablegrafió el día 6 de noviembre, al Departamento de Estado, enlos siguientes términos:

"Sabiendo que la revolución ha comenzado en Panamá, elGeneral Reyes diec qMe si el Gobierno de Estados Unidos quieredesembarcar las tropas para mantener la soberanía de Colombia yel tránsito del Istmo, b¿~i() demanda eventual del Encargado deNegocios de Colombia, este Gobierno proclamará la ley marcial y,en virtud de los poderes constitucionales de que está investido

cuando se turba el orden público, aprobará por decreto la ratifica-ción del Tratado relativo al canal tal cual ha sido firmado o si elGobierno de Estados Unidos lo prefiere, convocará en mayo próxi-mo el Congreso a sesiones extraordinarias, compuesto ya de miem-bros nuevos y favorablemente dispuestos, quienes aprobarán el Tra-tado".

y al día siguiente, com(~ no tuviera una contestación satisfac-toria al respecto, volvió a cablegrafiar así:

"El General Reyes parte el lunes próximo para Panamá conplenos poderes. Ha tc!egrafiado a los jefes de la insurrección que sumisión es la de defender los intereses del Istmo. Antes de partirdesea recibir de usted una respuesta a la cuestión planteada en mitelegrama de ayer, también si el CQmandante americano recibirá laorden de cooperar con él y con el nuevo Gobierno de Panamá parahacer la paz y arreglar la aprobación del Tratado relativo al canal,que será aceptado con la condición de que sea mantenida la inter-gridad de Colombia. Ha telegrafiado al Presidente de Méjico paraque solicite al Gobierno de Estados Unidos y a todos los países

representados en la Conferencia Pan-Americana que ayuden aColombia a mantener su integridad. La cuestiÓn de la aprobacióndel Tratado, mencionada en mi telegrama de ayer, será arreglada enPanamá. Pide que antes de tomar decisiones precisas espere ustedsu llegada allá, y que el Gobierno de Estados Unidos mantenga ental espera la neutralidad y el tránsito del Istmo y no reconozca alnuevo Gobierno".

En efecto el Gobierno de Colombia había nombrado una dele-gación compuesta por el general Reyes, que la presidía, y los seño-res don Jorge Holguín, don Pedro Nel Ospina, don Lucas Caballero

y el Gencral Daniel Ortiz con amplios poderes, para resolver en

Panamá, por cualquier medio honorable al alcance de su Gobierno,la reincorporación de este Estado a la República de Colombia.

Esta misión llegó a Colón a bordo del vapor CAN ADA, y enesa nave, a invitaciÓn del general Reyes, se verificó una importanteconferencia el día 20 de novicmbre, con los señores don TomásArias, don Carlos A. Mendoza, don Nicanor A. de Obarrio, donConstan tino Arosemcna y don Antonio Zubieta en representación50

del Gobierno de Panamá, para cruzar ideas y ver si aún era posibleevitar la separación definitiva del Istmo.

Esta es el acta que se firmó en esa conferencia:

En la ciudad de Colón a bordo del vapor "Canadá" y a los 20días del mes de Noviembre de 1903, se reunieron los Srs. GeneralesDon jorge Holguín, don Pedro Ospina y don Lucas Caballero comi-sionados del General don Rafael Reyes, Jefe de la misión nombra-da por el Gobierno de la República de Colombia, por una parte, y

don Tomás Arias, miembro de la J unta de Gobierno provisional dela República de Panamá que fue proclamada el cuatro de los co-rrientes, Dr. Carlos A. Mendoza, Ministro de justicia, don NicanorA. de Obarrio, Ministro de Guerra y Marina, don ConstaItino

Arosemena y don Antonio Zubieta comisionados por la menciona-da junta de Gobierno provisional, por la otra parte, para procuraruna inteligencia que dé satisfactoria solución a la situaciÓn creadapor aquella proclamación y el movimiento que la originó.

Exhibidas las credenciales de su cargo por los comisionados

del Representante del Excmo. Sr. Vice-presidente, Encargado delPoder Ejecutivo de la Rep. de Colombia y habiendo cambiadoideas con los comisionados de la Rep. de Panamá respecto de lapresente situación del Istmo en relación con la Metrópoli, el objetode la conferencia se concretó por el Sr. General don Jorge Holguín,por medio de la siguiènte interrogación: Existe en concepto deUds., algún medio honorable al alcance del Gobierno de Colombiapara evitar la separación definitiva del Istmo.

Los señores representantes de la junta de Gobierno proViSio-nal de la Rep. de Panamá declararon que la separación del Istmode la nacIonalidad colombiana es un hecho irrevocable, que tiene lasanción unánime de los pueblos del ltsmo y ha sido reconocida porPotencias de este Continente y de Europa, y que en su concepto

no existe medio alguno que pueda retrotraer las cosas al estado quetenían antes. En el curso de la entrevista se expresó por los señoresComisionados de la Rep. de Colombia, que su Gobierno y pueblosestán dispuestos a hacer a Panamá las más liberales concesiones afin de mantener la integridad Nacional y por su lado los Srs. Comi-sionados de la Rep. de Panamá manifestaron con la más hondapena que hacen la declaración de que no existe manera de quePanamá torne a formar parte integrante de la Rep. de Colombia. Sibien los istmeños conservan todo su afecto a los colombianos y

anhelan que reconocida por Colombia la República de Panamá, se

negocie el restablecimiento de relaciones fraternales entre las dospares.

5i

De todo lo cual se deja constancia en la presente acta, porduplicado, y que firman los individuos que concurrieron a la confe-rencia.

JORGE HOLGUlNPEDRO NEL OSPINALUCAS CABALLEROTOMAS ARIASCARLOS A. MENDOZANICANOR A. DE OBARRIOC. AROSEMENAANTONIO ZUBIETA

Habiendo fracasado la gestión diplomática de la misión Reyes,en llegar a un acuerdo con los panameños, se dirigió ésta a losEstados Unidos, donde hizo algunas representaciones ante ese Go-bierno, pero considerando éste que la independencia de Panamá eraun hecho cumplido, pues su Gobierno había sido reconocido porcasi todos los demás países, no dio ninguna acogida a las reclama-ciones del general Reyes, quien terminó por retirarse, después dehaber elevado una protesta en nombre de Colombia, ante el Depar-tamento de Estado.

Además de la vía diplomática ensayó el Gobierno colombianola recuperación del Istmo por medio de la fuerza. Con tal objetoorganizó una expedición al mando del general Daniel Ortiz parainvadir por tierra nuestro país. Este ejéreito desembarcó en las

márgenes del Atrato y se internó en la selva enmarañada e inhospi-talaria del Darién, donde la mayor parte de los hombres perecieronsin haber siquiera atravesado la serranía que divide los dos países.

El resto de la tropa, agotada y enferma, regresó a Cartagena, pun-

to de partida de aquella frustrada expedición militar.

Así terminaron las gestiones de Colombia para reintegrar elIstmo a su Gobierno.

Sin embargo, continuó una activa campaña de prensa, injustae infamante, contra el pueblo panameño en todos los países deAmérica, que, desconocedores de la historia del Istmo, aceptaban yhasta abultaban los cargos, porque consideraban nuestra emancipa-

ción de Colombia una traición a la patria, una repudiación denuestro nexos espirituales con nuestros hermanos de América ycomo una entrega venal al imperialismo americano.

Quienes hayan tenido el cuidado de apreciar serenamente, losdocumentos históricos que aquí hemos expuesto seguramente ha-brán llegado a la conclusión de que la razón y la justicia están denuestra parte; y de que, al separamos de Colombia, no hicimos

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otra cosa que ejercitar un legítimo derecho que nos pertenecíadesde los tiempos lejanos de la colonia; y de que sólo la incom.

prension, el egoísmo y la ceguera política de los gobernantes

colombianos, en la segunda mitad del siglo pasado, llevaron al pue-blo panameño a la imperiosa necesidad de reasumir su autonomíanacional, para asegurar su propia conservación y trabajar por supropio bienestar, ley superior e inmutable que rige la vida de losseres y los pueblos.

53

MARIA J, DE MEL END1E:Z

En la Reunión de A yacucho, con que se celebró el sesquicen-tenario de la batalla que sellara la independencia de América, los

representantes de los diferentes países hispanoamericanos hicieron

resaltar en elocuentcs discursos los lazos fraternales que la tradicióntejió entre ellos, sus intereses comunes de hoy y la necesidad esen-cial - para la supervivencia de la soberanía plena y el desarrollo de

un verdadero progreso -, de la cristalización del ideal bolivariano.

Pero este hermoso propósito, que escuchamos repetidamente

en los frecuentes foros que se celebran en las naciones hermanas,

no pasa de ser más que eso, sin que su continuo cnunciamientologrc llcvarlo a una realidad concreta. Y es que nos falta un autén-tico sentido de unión que vaya más allá que las declaraciones diplo-máticas y que sea íntimo convencimiento en todos nuestros pue-blos, lo que hasta hoy ha sido imposible lograr por el desconoci-

miento del verdadero y objetivo recuento de las rclaciones que hanexistido entre ellos y condicionado su acontecer histórico.

Un ejemplo claro de esta ambivalencia es el caso de Colombiay Panamá. * El gobierno Colombiano acepta a Panamá como lo quees, una nación independiente y soberana y mantiene con ella, ofi-cialmente, las más cordiales relaciones.

'" P¡ua evitar consideraciones que pudieran calificarse de subjetivas en relación con el

tema que tratamos en este artículo, no se han incluido en él opiniones ointerpretaciones de ningún panameño contemporáneo a la secesión de Panamá oque escribiera con posterioridad a ella.

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Pero en cambio, cuando dentro de ese país, en la radio, en latelevisión o en la prensa se alude al tema de la separación de

Panamá, aflora en los comentarios que sobre este acontecimiento sehacen, un franco resentimiento y en los casos más benévolos, una

profunda insatisfacción, tal como hablan los padres de los hijos quehan contraído matrimonio en contra de su voluntad y que aunqueno del todo reconciliados con el hecho, lo aceptan como una reali-dad irreversible. Lo mismo sucede en las conversaciones privadas enla esfera de personas de mediana o más que mediana cultura mien-tras en las clases populares carentes de instrucción, se manifiesta

con mayor énfasis su incomprensión acerca de la validez de lasecesión panameña.

El gobierno de Colombia ha manifestado su apoyo oficial alos reclamos de Panamá ante Estados Unidos en razón al Tratadocelebrado entre ambos países en 1903, referente a la construccióndel Canal interoceánico a través de nuestro territorio. Sin embargo,no bien se precisaba el comienzo de las nuevas negociaciones en las

cuales nuestro país exige su abrogación, cuando en la hermanaRepública surgían, por todos, los medios de comunicación, las vo-ces que exigían, en caso de que se negociara un nuevo Convenio, elcumplimiento por parte de los norteamericanos de la cláusula 2a.del Tratado Thompson+Urrutia que concedía "...el paso libre yfranco de los buques de guerra colombianos, además de material y

tropas por el Canal, mas no así para la marina mercante, la cual

debería quedar equiparada a las demás naciones" (i)Hemos subrayado ciertas frases del citado artículo porque de

manera sorprendente, no en los corrilos populares, sino en uno delos noticieros televisados más importantes del país, en el tono másenfático, su Director ofrecía dar en el próximo programa pruebasirrefutables de la cantidad que la Flota Gran-colombiana pagaba enconcepto de peaje en su paso a través del CanaL. Líbreme Dios de

creer que tan ilustrado personaje ignorara que hasta los buques

mercantes norteamericanos deben cumplir con igual requisito, peropor lo menos, si hacía esa declaración, era porque hasta su despa-cho debían haber llegado numerosos mensajes en los que se consi-deraba tal situación como violatoria del Tratado. En los mismos

días, en diferentes órganos de la prensa aparecieron declaraciones

de altos funcionarios, que aseguraban que Colombia haría respetarlos derechos adquiridos en dicho documento.

Sin necesidad de una preparación jurídica o de conocimientosespecIales en Derecho Internacional, el sentido común indica que si

(1) Citado por LEMAITRE Eduardo. Panamá Y su separación de Colombia. Biblíotecadel Banco Popular. Bogotá 1972. p. 622.

55

~ ~ - .. .. - . - -- .-.

se abroga un Tratado de manera absoluta, todos los otros Conve-nios que de él se derivan, quedan de la misma mi.U1era eliminados.

Si ése es el caso y sin restarle a Colombia el derecho a defender suspropios intereses, sería más consecuente con su política de apo-yo a las aspiraciones panameñas y de más conveniencia para ambospaíses, que fuere directamente con Panamá, una vez ésta consiguie-ra la abrogación del Tratado Hay-Bunau Varila, con quien se ini-ciaran las conversaciones sobre cómo darle solución a ese problema

En la lucha por la autonomía de Hispanoamérica ante el pode-río del vecino del Norte, el énfasis debe hacerse en los interesescomunes que debemos defender a toda costa y no en las diferen-cias que puedan debilitar el frente unido que es necesario mante-ner. Pero como en el caso que antes advertimos y en otros muchosque se suceden entre nuestras naciones hermanas, la finalidad últi.ma de la independencia política y económica de la totalidad deellas, y la posibilidad de emerger como un solo bloque en la defen-sa de los intereses de cualquier miembro del grpo -lo que a lapostre los beneficia a todos-, se pierde por las rencillas internas,las consideraciones egoístas, por el error que de no corregirse a

tiempo llegará a ser pronto irrevocable, de perder de vista l¡)s más

grandes beneficios del futuro por las precarias ventajas del momen-to. Esta ceguera no es de hoy. Oscurece desde los años apenas

posteriores a la independencia americana la visión de la magna

importancia internacional que nos daría esa unidad, 110 sólo frentea los Estados Unidos, sino en el amplio foro donde se debaten lascuestiones mundiales y donde nuestra fuerza aunada sería capaz deinclinar la balanza, en ocasiones críticas, a favor de ese "tercer

mundo" al cual pertenecemos y cuya falta de desarrollo es en partefruto de la desunión, si no de la discordia entre sus miembros.

En muchos de los casos cste fenómeno de aislamiento y disen-ción, se debe en gran parte a la ignorancia que sobre su verdadera

historia tienen nuestros pueblos, y a las relacIones que en su curso

se establecieron entre ellos. Redactada a raíz de hechos que lapasión se empeña en justificar o en llenar de oprobio; usada a vecespara ocultar los errores de los gobernantes, la ceguera de los esta-distas, la ambición de los políticos, en cada caso una versión des-figurada de las circunstancias que conforman determinado aconteci-miento, nos lo presenta, si no falso en su totalidad, sí desvirtuado

en muchas de sus facetas.

En párrafo anterior señalábamos que el pueblo colombianono conoce siquiera el scntido correcto de la citada cláusula delTratado Thompson-Urrutia. Añadimos ahora, que mucho menos sa-be del verdadero carácter y significación de los hechos que en elacontecer histórico configuraron las relaciones entre su país y lo

56

no;.::'"."... .... .'-.....i ... .-..

que es hoy República de Panamá. La frase "Panamá era de Colom-

bia y los panameños la vendieron a Estados Unidos", puede toda-vía hoy considerarse como el contexto de una opinión que no esya declaración explícita del gobierno a la intelectualidad colombia-na, pero cuyo sentido persiste como residuo amargo de un profun-do resentimiento en la mayoría del pueblo colombiano, aun en sus

generaciones más jÓvenes.

Pero ¿acaso puede culpársele totalmente de ello? Por muchosaños esa versión ha aparecido en textos escolares o en libros dercconocidos autores, en artículos de prensa; lo han escuchado tam-bién en arengas y discursos políticos que al principio estaban llenosde odio y que si más tarde han apaciguado su tono, no ha sido

para negar su validez, sino como resultado de la aceptación de unhecho cumplido. Hay nobles excepciones, pero sus voces parecenno haber sido escuchadas:

No pretendemos, ni siquiera lo consideramos posible, que Co-lombia aceptara con agrado la secesiÓn de Panamá en la época enque ésta se realizó, ni era factible en esos momentos el análisissereno de los hechos. Pero hoy, a una perspectiva de más de seten-

ta años, si se hubiera llegado paulatinamente al conocimiento obje-tivo e imparcial y a la divulgación franca de la manera como Co-lombia gobernó al Istmo durante su época dc anexión, sin llegar aborrar el dolor de perderlo, hubiera conseguido crearse en las nue-

vas generaciones la consciencia que del derecho a la secesiÓn leasistía.

Ese derecho a la secesión fue el resultado de un proceso conbases histórico-geográficas que fortalecieron en su curso factores

económicos y sociales, aspectos todos éstos, que desde hace siglosseñalaron al Istmo -más que a cualquier otro lugar en el continen-te- como un territorio que había de llegar de manera fatal aconfigurarse un día como Estado independiente, acontecimientoque precipitó en alto grado la indiferencia y la ceguera en unos

casos, la ambición en otros, de los mismos gobernantes y políticos

colombianos.

Su misma geografía parece implicar su independencia. Unafranja estrecha de tierra extendida entre dos mares, formados geo-lógicamente mucho después de los territorios con que colinda yque bien podría desaparecer en un instante sin que ellos cambiaransu respectiva configuración. Especialmente de Colombia, lo separaun macizo de montañas, espesas selvas y grandes pantanos que aúnhoy, con el enorme adelanto de la técnica moderna, presentan un

obstáculo cuya posibilidad de franquear por vía terrestre es proyec-to todavía no realizado plenamente, y que ha de vencer aún gran-

des dificultades antcs de que pueda llegarse a su feliz culminación.

57

Estas características geográficas peculiares a la región istmeñaeondicionan su historia, cuando en ella se desarrollan grupos depoblaciones indígenas con rasgos propios, a pesar de las continuasmigraciones que usaban al Istmo como paso obligado de un confínal otro del continente. El conocimiento, después de descubierto el

Mar del Sur, de que constituía una delgada cinta entre los dosocéanos que bañan el territorio americano y de que era además supunto central, le confirió significación especial en la conquista yluego en la Colonia un carácter propio dentro de su estructuraciónpolítica y una importancia que perduró hasta el final de la misma.

En 1538, después que del suelo istmeño salieron las expedicio+nes que lograron el descubrimiento de las costas colombianas del

Pacífico primero, y luego la conquista del Imperio de los Incas, seinstituye en el Istmo la Real Audiencia -tercera en América- conjurisdieción tan amplia, que abarcaba desde el Golfo de Fonseca enNicaragua hasta el Estrecho de Magallanes. Es decir, en lenguajecontemporáneo, además de gran parte de América Central, los terri-torios que constituyen a Colombia, Ecuador, Perú, Chile y la Ar-gen tina. (2)

La importancia de este hecho sólo es comprensible si se re-cuerda el inmenso poder y la autoridad de las Audiencias, las queno se limitaban a dirimir cuestiones de justicia, sino que su intluen-cia política las capacitaba para ejercer funciones ejecutivas y aun

para deponer funeionarios de tan alta jerarquía como lo eran losGobernadores Generales. Tanta fue, en todos sus aspectos, la signi-ficación que llegaron a tener estas instituciones, que los límitesterritoriales de su jurisdicción marcarían siglos después, los de lasnacientes repúblicas americanas.

Desgraciadamente sus oficiales -los Oidores- muchas veces noejercían su cargo con la eficencia y la honradez que debía serIe

propias y la Audiencia de Panamá sufrió las peripecias de unaadministración llena de fallas. Se suprimió en 1543 y pasó a serparte de la recién creada en Guatemala llamada "de los Confi-

nes", pero sólo hasta 1563 al extinguirse ésta y restablecerse ladel Istmo, con una jurisdicción que se extendía desde el Golfo de

Fonseca hasta el Puerto de Buenaventura. Así permanece por un

largo período, hasta 1718, cuando por parecidos desarreglos en laconducta de sus Oidores, la Corona vuelve a eliminar este Tribunaly pone al territorio istmeño bajo la autoridad del Virrey y laAudiencia del Perú. Sin embargo, apenas cuatro años después, en

(2) SOSA, Juan B. y ARCE, Enrique J. Comprendio de Historia de Panamá. EdiciónFacsímil de la de 1911. Edición de la Lotería de Beneficencia para conmemorar losCL años de Independencia de 1821. p. 90.

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1722, tomando en consideración el mont ) y la importancia de lasoperaciones comerciales que se desarrollaban en Panamá, vuelve acrearse en ella dicha magistratura con la misma anterior jurisdic-ción. No fue sino hasta 1739 cuando, al igual que las de Venezuelay Quito (hecho digno de tener en cuenta) la Audiencia istmeña sesubordina al Virreinato de Santa Fe. Pero aun entonces, en el casoparticular del Istmo, se mantiene en él el privilegio de las leyeslocales y el mismo orden en el personal de la institucion. No eshasta 175 i en que se elimina totalmente la Real Audiencia dePanamá y como Comandancia General de Tierra Firme pasa defini-tivamente a formar parte del Virreinato Santafercño. Aun entoncesel sometimiento no llega a ser completo, pues mientras dura elcoloniaje, el gobierno de su territorio fue objeto dc medidas espe-

ciales que emanaban directamente de la Corona. (3)Durante el Período Independentista Americano no es menor el

aislamiento y la autonomía del Istmo en relación a las demás colo-nias. Las circunstancias peculiares de su posición geográfica -yaseñaladas- lo convierten esta vez en lugar de paso y centro deentrenamiento de las fuerzas militares con las que España se empe-ñaba desesperadamente en mantener su dominio en América. Aquí

se reconcentraron desde el inicio de la contienda fuertes contingen-tes bélicos y ya casi en sus finales, una importante organización

gubernamental, al escogerse como sede del Virreinato de Santa Fe,cuando Sámano huyó de Nueva Granada ante las arrolladoras victo-rias que alcanzara Bolívar en territorio neogranadino. Durante onceaños, desde que se inició la lucha por la independencia ame-

ricana en 1910, hasta la realización de la suya en 1821, Pa-

namá se mantuvo, de manera obligada, separada de sus hermanasdel continente; manteniendo comunicación sólo y directamentecon la Corona de España.

Como para reafirmar el carácter propio y autóctono de laindependencia del Istmo, el único intento por procurar ayudarlo eneste empeño, la expedición del General McGregor en 1819, terminóen un completo fracaso y no volvió a repetirse el esfuerzo, porlograr el éxito de tal empresa, de manera distinta a 10 que ocurrieraen Venezuela, Ecuador y Perú, privándose así Colombia del dere~

cho que pudiera arguir para la anexión de su territorio. Es necesa~rio hacer notar también, que al consumar Panamá su independen-

cia, la libertad de América no estaba todavía asegurada. Faltaban losclarines triunfantes de Pichincha, junín y Ayacucho para consolidar-la, y mientras tanto persistían focos de resistencia realista en Nue-va Granada y Venezuela, Ecuador no había sido liberado y en Perúel poderío español conservaba todavía un importante bastión.

(3) SOSA Y ARCE. Op. cit. p.p. 90, 91,103,153,157,165.

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En estas circunstancias no puede considerarse menos queaudaz el movimicnto del Istmo, cuando por su sola voluntad decla-ra su independencia de España. El primero en reconoccr el carácterautónomo y propio de esa acción fue el propio Bolívar, Libertadorde América, cuando acusa recibo del Acta en que ella se estaLlececon carácter legaL. Lo señala con el sentimiento de justicia que leera propio y contesta: "No me es posible expresar el sentimientode admiración que he experimentado al saber que Panamá, el cen-tro del Universo, es regenerado por sí mismo y libre por su propiavirtud" (4) ¿Qué mayor o más evidente testimonio de la diferenciaentre la independencia del Istmo, alcanzada con sus propias fuerzasy sin ayuda externa y la de Nueva Granada, Ecuador y Venezuela

(por nombrar sólo los miembros de la Gran Colombia) rcalizadamediante el esfuerzo de los ejércitos combinados de toda Sudaméri-ca? ¿Qué mejor argumento en favor del derecho que asistió alIstmo de trazarse su propio destino cuando al disolverse la confede-ración creada por Bolívar lo hicieron sus otros miembros, o mástarde como efectivamente lo hizo en 1903?

Una vez se proclamó la independencia de España en CabildoAbierto que se celebrará el 28 de noviembre de 1821, se procedió

a extender el Acta en la cual se protocolizaba el acontecimiento. Elartículo 10. de ese documento que cstablecía: "Panamá espontá-

neamente y conforme al voto general de los pueblos de su com-prensión, se declara libre e independiente del gobierno español",fue aceptado en forma unánime y sin vacilación. No así lo qucexpresa el 20., según registro de uno de los participantes en elacto, el prócer Mariano Arosemena. (5)

Se discutió luego con detenimiento, sobre si el nuevo Estadodebía permanecer del todo independiente y en caso de que así no

fuera, a qué otra nación americana debía anexarse. Se mencionaronlas posibilidades de México, Perú y Colombia, pensando en éstacomo la confederación bolivariana, y se determinó que la uniÓneon la última era la más conveniente para su futuro desarrollo. Taldeterminación no sc tomó, sin embargo, porque se pensase que depor sí el Istmo pertcneciera a Nueva Granada; de haber sido ese eleaso, no hubiera habido necesidad alguna de elección. Al conside-rarse lo esencial de la anexiÓn a una entidad más fuerte, por lafalta en el Istmo de un ejército con poder suficiente, para mante-

ner la independencia recién conquistada frente a los inevitablesesfuerzos que realizaría España por hacerse de nuevo de puesto tan

(4) Citado por LEMAITRE. Op. cit., p. 9.(5) AROSEMENA Mariano. Apuntamientos Históricos. 1801-1840. Publicaciones del

Ministerio de Educación. Panamá, R.P. 1949. p. 131.

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estratégico para sus campañas, se escogió a esa naclOn porque laaureola de gloria que nimbaba el nombre de Bolívar -paladín de lalibertad y la justicia-, parecía suficiente para garantizar a todos los

mie:nbros de la entidad política que había creado (la Gran Colom-bia) el respeto a su autonomía política interna y la oportunidaddel progreso que anhelaban.

Los panameños se asociaron así, por voluntad propia y demanera absolutamente espontánea a la República hermana. Aunquetodas estas consideraciones no aparecieran de manera expl ícita yclara en el mencionado Artículo 20., por el lenguaje falto de preci-sión característico de la época, el Artículo 90. de la misma Acta,destaca de modo evidente su sentido. Dice así: "El Istmo, pormedio de sus Representantes formará los reglamentos económicos

convenientes para su gobierno interior..." (6)Tal artículo expresa bien a las claras que el Istmo rechazaba

desde el inicio de su anexión a Colombia, el tipo de gobierno

centralista que ésta procedió inmediatamente a imponenrle y con-tra el cual empezó desde entonces la continua y prolongada luchaque culminaría con su separación total en 1903.

Apenas nueve años después de haberse unido a Colombia en1830, se lleva a cabo el primer intento de secesión. Lo dirigía el

General josé Domingo Espinar, quien escogió para regir los desti-nos de la nueva República a Simón Bolívar, como la única figuracon méritos para hacerlo. Pero éste, que a las puertas mismas de lamuerte luchaba con heroico empeño por evitar .la desmembraciónde la Gran Colombia, convenció a Espinar de que debía reintegrara ella el territorio panameño. Sin embargo a este primer intentoseguirían otros, motivados siempre por las condiciones onerosas enque el exceso de centralismo, entre otros factores, tuvo sumido alIstmo durante todo su período de anexión.

Al año siguiente, en 1831, ocurre el alzamiento de juan EligioAlzuru, el cual coincide con la disolución de la Gran Colombia y laconstitución en Estados independientes de Venezuela y Ecuador.

Con igual o mayor derecho lo hace, pues, también el Istmo. Así sereconoce en el Acta que para reafirmar la legalidad de tal aconteci-miento levanta un grupo de notables. Pero todavía con la esperanzaque se rnmoraba por entonces, de que se organizaría una nueva

Confederación, los representantes del pueblo istmeño declaraban

que si bien los vínculos que los unían a Nueva Granada "estabanrotos" y no podrán reanudarse "por los graves daños que sufri-rían", a semejanza de Venezuela y Ecuador entrarían en el mismo

(6) Documentos Fundamentales Para La historia de La Nación Panamena. Edición dela Junta Nacional del Cincuentenario. Panamá. 1953. p. 9.

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Pacto Federativo con el mismo derecho a la soberanía e indepen-

dencia que ellos. Se expresaba también que los hijos del Istmoautorizados por "las circunstancias actuales" (disolución de la

G.C.), podrían y debían ver por su futura felicidad en uso de "lasoberanía que han reasumido" y acuerdan declarar que Panamápodrá formar parte de la Confederación Colombiana pero que "ten-drá su administración propia, la cual la eleve al rango político aque está llamada a estar naturalmente. . . (y que) enviará Diputa-dos a Venezuela, Ecuador y Nueva Granada, para que instruidossus gobiernos de nuestra transformación política, se logren los obje-tivos consignados en esta Acta". (7)

Desgraciadamente la nueva Confederación no llegó a consti-tuirse y la separación definitiva de Panamá, que en estos momentoshubiera sido posible del mismo modo que la de sus demás miem-bros se frustró, porque Alzuru, jefe del movimiento, estableció en

el Istmo tan cruel dictadura, que los panameños respaldaron la

acción del gobierno de Nueva Granada para derrocarlo.

Sin embargo, la desidia de la administración colombiana en

asuntos relativos a los intereses del Istmo, la desatención completaa sus necesidades más apremiantes y en el mejor de los casos suexcesiva demora en hallarle solución, hasta el punto de que cuandose llegaba a csta ya la necesidad de la medida había desaparecido,

siguieron provocando diversos intentos de secesión a lo largo de todoel siglo, con menores o mayores consecuencias, pero siempre conigual objetivo: la autonomía istmeña. En 1832 se descubre unanueva conspiración militar con este propósito, pero ella fue pronta-mente sofocada.

Un movimiento de mucha más trascendencia ocurrió en 1840.En ese año una de las frecuentes y violentas revoluciones colombia-nas que nunca se originaron en el Istmo, pero cuyas consecuencias

destructoras sufrían en todo momento los panameños, enciende elterritorio de Nueva Granada. Ante el avance arrollador de la rebe-lión, el Poder Ejecutivo, en Circular dirigida a los gobernadores queaún se mantenían fieles a la autoridad legal, declaraba su impoten-cia para controlarla y aconsejaba a éstos "tomar el partido másconveniente". (8)

En Panamá, un grupo de personajes distinguidos, al frente delos cuales estaba el Coronel Tomás Herrera -pundonoroso mi-litar quien había sido condecorado por su valerosa acción en las

(7) Documentos Fundamentales, p.p. 17-22.

(8) AROSEMENA Justo. El Estado Federal de Panamá. Universidad de Panamá.Oficina de Información y Publicaciones. Agosto de 1960. p. 38.

62

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batallas de junín y Ayacucho~, se reunió para proclamar un go-bierno propio y convocaron de inmediato una Convención Consti-

tùyente, la cual estableció, una vez reunida, la Lcy Fundamentalque dio carácter legal a tal decisión. El Artículo lo. de tal Docu-mento declara que las provincias panameñas "comprendían un Es-tado libre y soberano que sería constituido como tal por la presen-te convención bajo el nombre de Estado del Istmo". Sin embargo,

no perdida la esperanza de que en el caso de que triunfara elgobierno legitimista en la República Neogranadina, el Istmo pudieraestablecer con ella una eonvivencia armónica en la que al fin serespetaran sus dercchos y no se lesionara sus intereses, en el Ar-tículo 20. deja abierto el camino para su reincorporación a ella,pero bajo las condiciones clara y firmemente precisadas, de que

ésta sólo podría realizarse "si la organización que se diera a NuevaGranada fuera federal y conveniente a los pueblos del Istmo", ycomo para reafirmar con más fuerza su determinación de no volvera las condiciones desfavorables en que había vivido bajo el régimenanterior, así como su firme vocación autónoma añade como Pará-grafo: "En ningún caso se incorporará el Istmo a la República deNueva Granada bajo el sistema central". (9)

Es conveniente señalar aquí que en los diferentes intentos desecesión el pueblo panameño consideró en todos los casos la posibi-lidad de reincorporarse a Nueva Granada, bajo una forma que legarantizara sus derechos y la atención a sus necesidades. Y apuntartambién la ceguera o la absurda falta de interés de las sucesivasadministraciones colombianas al no satisfacer las justas aspiracionesde un territorio de tal importancia, a cuya pérdida se abocaban

irremisiblemente con la acción de autoridades tan ineficientes, quesólo provocaban su progresiva decadencia, hasta el extremo de ha-cer exclamar a Rufino j. Cuervo a su paso por la ciudad capital amediados de siglo: "El que quiera conocer a Panamá que venga,

porque se acaba".El Estado del Istmo tuvo más de un año de existencia. Dura-

ción efímera en el tiempo de la Historia, pero en el cual el jefe delEstado, Coronel Herrera, logró establecer una era de paz y unaadministración fructífera en la confección y cumplimiento de leyesconvenientes a su desarrollo en todos los campos, al incremento delas actividades económicas internas y de comercio exterior, en in-tentos de mejoras en la esfera de la educación, así como el inicióde relaciones formales con otros países, llegando en el caso de

Costa Rica, al reconocimiento por parte de ésta de su existencialegal.

(9) Documentos Fundamentales. p. 31.

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Pero todavía pobre, y sobre todo débil militarmente, el Istmodebió renunciar a las ventajosas condiciones con que se perfilabaun porvenir que le hubiera asegurado una vida próspera y tranquila,ante la amenaza del poderío bélico de Nueva Granada que le exigíasu reanexión a ella. No solamente eso. A pesar de las promesas

oficiales que hizo el Gobierno Central, a través de representantesdebidamente autorizados, que viajaron a Panamá con la misión deasegurar al Coronel Herrera que de aceptar la reincorporación pací-

ficamente, no sería él objeto de ninguna sanción; el compromiso

tan formalmente contraído y tan lealmente aceptado no se cumplió

y el pundonoroso oficial fue degradado y condenado al exilio. Eldestino se encargÓ de darle la más noble, pero también, más trágica

de las revindicaciones. Este mismo panameño entonces vilependia-do y humilantemente alejado de su patria, años más tarde, despuésde que se reconociera el error con él cometido y a su regreso se lereincorporara al servicio de la República, en época en que ejercía elcargo de Designado a la Presidencia, al iniciarse la revolución delGencral j. A. Melo (llevada a cabo con la evidente complicidad delentonces Presidente Obando), logró huir de Bogotá con otro paname-ño ilustrc y leal, josé de Obald Ía, quien ocupaba la vice-presidencia

de la República; el General Herrera lo instala como j dc dcl PoderEjecutivo en la capital provisional establecida en Ibagué y parteluego a unirse con las fuerzas que luchaban por el retorno a lalegitimidad. En aras de su triunfo ofreció después de una larga

lucha su propia vida que segó un aciago disparo, cuando los ejérci-tos del gobierno legal entraban victoriosos en los arrabales de Bogo-tá.

Pero explícitos u ocultos no cesaron en ningún tiempo los

planes de secesión en el Istmo. En 1850 se lleva a cabo otrointento, el cual, si no tuvo éxito -según comentarios de la prensacontemporánea- fue porque descubierto, cuando estaba a punto deestallar, se controló de la manera más enérgica por la Gobernaciónde la Provincia de Panamá. (10)

Hubo de esperarse hasta 1855, para que Panamá lograra alcan-zar una autonomía. que de no haber sido extinguida posteriormcn-te, habría contribuido poderosamente, si no a impedir, a cambiar

favorablemente para las dos naciones el carácter de su separación

final y les hubiera permitido, también en común, el beneficio realde la obra canalera que se contruiría en la franja istmeña. En 1852,Justo Arosemena, panameño ilustre que puso al servicio de Colom-bia sus dotes intelectuales, su vasta cultura, su saber jurídico y su

(lO) Thc Echo y The Panama Star, 20 de septiembre de 1850.

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aguda visión política, mientras actuaba unas veces como Represen-tante, otras como Senador, y como Ministro ante los Estados Uni-dos y que dejó a esa República disposiciones de tan fundamental

importancia para la actividad económica y laboral, que aún tienenvigencia como estatutos legales en el hermano país, empieza su

lucha por hacer del Istmo un Estado Federal. Fruto de prolongadas

y profundas retlexiones, los argumentos que esgrime en defensa desu proyecto en el Opúsculo que lleva el mismo nombre y que fueradado a la luz en 1855, son sobrados no sólo para justificarlo, sinopara hacer indispensable su creación. No hay aspecto histórico,geográfico, político, social o económico que no use en forma mesu-rada, pero convincente para llevar al gobierno neogranadino a la

consciencia de esa necesidad, que de no satisfacerse, bien podríasignificarle la pérdida total del Istmo, ya fuera por una separaciónfutura llevada a cabo por los mismos panameños, o por la absorcióndel mismo por las poderosas naciones extranjeras que allí teníangrandes propiedades e intereses y que esperaban ávidamente la opor-tunidad -con el pretexto de su defensa-, de hacerse dueñas de un

territorio que ofrecía tan espléndidas conveniencias mercantiles.

Entendámos10 bien. justo Arosemena no propone la inde-pendencia total o propicia la rebelión. Ante la asfixia política yeconómica que produce al Istmo la excesiva eentralizaciÓn a que haestado sometida desde que inició de manera voluntaria su anexióna Colombia, sólo pide que por los medios legales se establezca paraél un tipo de gobierno federal que le permita la autonomía interiornecesaria a una administración política efectiva y para su esencialdesarrollo económico. Señala en su escrito la imposibilidad por ladistancia, por las dificultades casi infranqueables de comunicación,por la indiferencia de los funcionarios o por la ignorancia acerca de

las condiciones del lugar y los hechos, "que la legislación de un

pueblo esencialmente marítimo y comercial se dictara desde el co-razón de los Andes, a más de doscientas leguas distantes delmar". (11)

Las disposiciones legales, apunta, demoraban un tiempo absur-damente largo en cumplirse en el Istmo, o sufrían violenta oposi-ción al proponerse, porque indispensables para solucionar los pro-blemas de ese territorio, eran contrarias a los intereses del centrodel país. Tal situación no la describe meramente con palabras, laprueba con hechos específicos, de los cuales damos los ejemplossiguientes. La reforma financiera, "un proyecto de franquicias co-merciales para el Istmo que no vino a aplicarse sino quince años

después" (Decreto dictado en 1835 y puesto en efecto en 1850).

(11) AROSEMENA Justo. Op. cit. p. 23.

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En 1853 casi se deroga una Ley sobre Tribunales de Comercio, yasancionada, porque "el limitado movimiento mercantil de las pro-vincias interiores no había exigido en ellas semejante ley, ni demos-trado su utilidad después de acordada". Estrechez de miras más

absurda si se recuerda que desde 1849 el carácter esencialmente

comercial de las actividades istmeñas en su reiación con el auge delas minas californianas procuraba al fisco nacional ganancias ¡nada

despreciables! . En el aspecto social la Ley que permitía el matri-monio .entre personas de diferentes creencias religiosas, medida deesencial importancia en Panamá, donde, por la razón antes apunta-da, una considerable proporción de sus habitantes era extranjera yfrecuentemente se unía con vínculos matrimoniales a los nativos,fue motivo de escándalo y de violentas protestas en el interior delpaís donde no se presentaba tal contingencia. (12)

Por otra parte el Gobierno Central era el único que se bencti~

cIaba de la privilegiada posición del Istmo, pues era quien recibía

totalmente los rendimientos que suministraba éste en su productiva

función de vía interoceánica. Nada quedaba aquí de esos benefi-cios. Si desconsoladora, por lo gráfica, era la frase que citamos

anteriormente de Rufino j. Cuervo, no menos deprimentes resultan

los comentarios que sobre la situación, no de un apartado puebleci-to, sino de la ciudad capital, en 1852, hace Salvador Camacho

Roldán, colombiano también ilustre, quien fuera en época anterioruno de los poquísimos funcionarios eficiente; que enviaran desdeBogotá a gobernar las provincias istmeñas. No encontrÓ en ella nialumbrado, ni agua potable, ni cloacas, ni desagües. Ni una escuela

pública. Ni paseos ni jardines. Las calles casi destruidas, llenas dehoyos, y un solo pequeño hospital yeso porque tal institución sesostenía "mediante las pequeñas contribuciones voluntarias de losextranjeros". (13)

Los periódicos locales de la misma época, al protestar por elestado de abandono en que se tenía al Departamento, afirmabanque aun en la Capital sólo había dos vehículos de rueda, ya que no

existían calles en condiciones para ser transitadas por carruajes yque "en las afueras sólo existía un pedazo de camino de apenasuna mila de largo que podía ser recorrido en carretas". En cuantoa la comunicación entre la capital y los cantones que formaban laProvincia de Panamá, no había caminos, "sino sólo trochas paramulas". (14)

(12) ¡bid. p.p. 45, 66, 67.(13) CAMACHO Roldán, Salvador. Notas de Viajes. Cuarta Edición. Bogotá. Librería

Colombiana. 1905. p.p. 311.

(14) The Panama Herald, 28 de abril de 1851 Vol. 1 No. 3. The Panama Star.Noviembre de 1851 Vol II No. 82.

66

y esto en una época en que el auge aurífero de Californiahacía transitar mensualente por el Istmo a miles de personas,

cada una de las cuales debía pagar dos dólares de impuesto. (15)Cuya suma llegaba a una cantidad considerable que llenaba

consistentemente las arcas nacionales, sin que siquiera parte de ellase destinara al servicio y mejoras de su fuente de origen. Lo mismosucedería con las rentas que más tarde aportaría el Ferrocarril dePanamá.

La manera autocrática como Colombia regía a Panamá no selimitaba a la esfera económica. El cargo de Gobernador, como elde otros funcionarios públicos de importancia, los ejercían colom-

bianos que venían de la capital de la República sin tener idea delas condiciones del territorio en el cual iban a desarrollar su labor,

y sin que una vez aquí se preocuparan por estudiar los problemasexistentes y menos por buscarle soluciones adecuadas, en caso de

que se dieran cuenta de ellos. En muchos casos las autoridadesmencionadas, no sólo no cumplían sus funciones con eficiencia,sino que aceptaban su cargù en el Istmo, como contingencia inevi-table y una vez aquí, dedicaban su tiempo a maniobras políticas

para elevar su rango. Con rarísimas excepciones ninguno le tomó

amor al territorio istmeño y los hubo quienes quisieron imponer suautoridad como un yugo, lo que ratifica las palabras de un distin-guido escritor colombiano cuando expresa: "en Panamá hubo com-patriotas nuestros que hicieron el papel de los jefes que enviaba

Roma a los países conquistados". (16)En los últimos veinte años de su unión a Colombia, sólo uno

de los Gobernadores que rigieron el Departamento fue panameño.En el mismo año en que se terminó la vía férrea -1855- el

éxito coronó los esfuerzos del Dr. justo Arosemena y el 27 delmes de febrero se firmó en Bogotá el Acta Reformat;va de laConstitución, mediante la cual se creaba el Estado Federal de Pana-má. Pedro Fernández Madrid, al estampar su firma en ella en sucalidad de Presidente del Senado, consciente de las condiciones

especiales del Istmo, de cómo ellas habían influido en su trayecto-ria histórica hasta ese memorable instante y seguirían haciéndolo

en el futuro, eon clara visión de cómo se perfilaría éste, expresó:"Este es el primer paso... tarde o temprano Panamá será perdida

para la nueva Granada... ". (17)

(15) Informe tomado de la Crónica Oficia. Citado por The Panama Star. 14 denoviembre de 1851 Vol. II No. 82

(16) ARBOLEDA, Gustavo. Secesión de Panamá. Citado por REBOLLEDO, AlvaroReseña Histórico-Política de la Comunicación lnteroceánica. Editorial Hispano-americana. San Francisco de California. 1930. pa. 95.

(17) Citado por LEMAITRE, Op. cit., p. 27.

67

Pero a pesar de su carácter federal el Estado de Panamá nopudo librarse de la influencia nefasta de las contiendas políticas

que agitaban al resto de la República.

Poco a poco los otros departamentos colombianos fueron ad-

quiriendo también status federal y para legalizar situación tan insó-lita, pues todavía regía la constitución centralista y unitaria de1853, y mantener la unidad nacional, se dictó en 1858 una nuevaconstitución, cuyo primer artículo establecía que todos los Esta-dos, incluyendo al de Panamá "se confederan a perpetuidad, for-man una nación soberana libre e independiente bajo la denomina-ción de Confederación Granadina..." (18)

Pero el Ejecutivo, de tendencias conservadoras, no simpatizabacon los principios federalistas y desde su inicio trató de estorbar ellibre ejercicio de la autonomía de los Estados. Agregado a esto, latradicional rivalidad y respectivas ambiciones de los partidos políti-cos, llevan a una guerra que inicia en Colombia, en 1860, el Gene-ral Tomás C. Mosquera. Durante todo el conflicto Panamá trató demantenerse neutral. Al iniciarse, aunque su Gobernador, josé deObaldía, era liberal, se opuso a toda revuelta contra el gobiernolegalmente constituido, pero sí declara que en caso de que larevolución triunfara, destruyendo así la Confederación Gra-nadina, Panamá podía disponer entonces de su porvenir enuso de su propia e incuestionable soberanía y declararse inde-

pendiente bajo la protección de Inglaterra, Francia y Estados Uni-

dos. Su firmeza y decisión mantuvieron al Istmo en tal estado decalma que las elecciones para el bienio 1860-1862 se realizan sindisturbios y resulta electo Don Santiago de la Guardia, quien,

aunque reafirma la legalidad del gobierno constituido, continúamanteniendo la neutralidad del Istmo en la contienda. Triunfantela Revolución, el Gobernador de la Guardia se pliega ante la fuerzade los acontecimientos, pero manifiesta explícitamente que el

Istmo no reanudaría los vínculos con la Nación Granadina, sino encondiciones que le permitieran gozar de la autonomía que su bie-nestar le hacía indispensable. Suscribe entonces un Documento conel Sr. Manuel Murilo Toro, Comisionado del Gobierno de los Esta-dos Unidos de Colombia, enviado por el General Mosquera, y que

recibió el nombre de Convenio de Colón, por haberse celebrado enesa ciudad el 6 de septiembre de 1861. Mediante este pacto, Panamáconvenía en reintegrarse a la entidad nacional, según los términos deun tratado anterior celebrado en Cartagena en 1860, mediante el cualla mayoría de los Estados se unían para crear una entidad nacional decarácter federal y para cuya revalidación el Gobierno Central había

(l8) REBOLLEDO, op. cit. p. 90.

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convocado un Congreso de Plenipotenciarios. Además, Panamá esti-pulaba que mantendría su autonomía administrativa y judicial; quese le reconocería su estricta neutralidad en las guerras civiles delresto de los Estados Unidos de Colombia; que el Gobierno de esaentidad no podría ocupar militarente ningún punto del territoriodel Estado panameño, sin consentimiento expreso del Gobernador,siempre que el mismo Estado mantuviera la seguridad del tránsitode uno a otro mar y que en uso de su carácter soberano se reserva~

ba el derecho de negar su aprobación al nuevo pacto si éste iba encontra de la autonomía o de los derechos del Istmo.

Pero los términos de este Convenio, como los de todos losque celebró el Istmo con Colombia, nunca fueron respetados. Aún

más, en el Pacto de la Unión que casi inmediatamente después se

celebraba en Bogotá y que de hecho echaba por tierra lo convenidoen Colón con tan aparente formalidad y honradez, se establecíaque tanto el Estado de Panamá, así como el de Antioquia no

habían estado presentes en su confección, ellos se consideraríanparte de la Unión siempre que aceptaran el susodicho pacto pormedio de sus Gobiernos o Plenipotenciarios nombrados por ellospara el efecto o por convenios o estipulaciones especiales que ajus-

taran y firmaran con el Gobierno de la Unión. Pero en abiertaviolación de lo antes declarado, el Gobierno provisorio, del que era

jefe el Gral. Mosquera, hizo caso omiso de ellas, como del Conve-

nio de Colón y se negó a aceptar a Panamá en condiciones distintasa los Estados signatarios del Pacto. Más aún, amargado y violentopor la actitud neutral que había asumido el Istmo durante la con-

tienda que lo había llevado al poder, mandó a Colón en junio de1862 un batallón con órdenes de ocupar militarmente la ciudad dePanamá, sin que su envío hubiera sido solicitado por el gobiernodel Istmo o aprobado por él y sin que existiera necesidad alguna desu presencia para mantener la seguridad del tránsito interoceánico.El Gobernador de la Guardia consideró con justa razÓn este actocomo violatorio de la soberanía del Estado y trasladó su gobierno aSantiago, una ciudad del interior. Al ejército invasor se unieron, enverdad, liberales descontentos quienes formaron juntasRevolucionarias. Pero ni aún este hecho disminuye en un ápiee laarbitrariedad de una invasión que eostó la vida del valientedefensor de la integridad del territorio panameño, Don Santiago dela Guardia. (19)

Un distinguido escritor contemporáneo, colombiano, reconocela burla trágica que constituyeron los acontecimientos antes

(19) El llamado Convenio de Colón se encuentra en Documentos Fundamentaes.. p.p.87-90.

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relatados. Al referirse a la negativa que Panamá dio después de suseparación definitiva realizada el 3 de noviembre de 1903, a lamisión colombiana que le ofrecía, si se reintegraba de nuevo a esarepública, "las más liberales concesiones a fin de mantener la

unidad nacional", a pesar de que menciona el respaldo de lasfuerzas navales norteamericanas, añade como otra importantec.ausal, "pero también acordándose de las quc había pasado en1840 don Tomás Herrera, y de la negra y sangrienta jugarreta queen 1860 les había hecho, en ocasión parecida, el General Tomás

Cipriano Mosquera". (20)

Otras manifestaciones importantes en esa época dc la voluntaddel pueblo panameño de mantenerse separado de Colombia fueron

las actas redactadas por reunión de notables y juntas populares,

primero en la ciudad de Santiago de Veraguas, pertenecienteentonces al territorio denominado Departamento de Fábrega y lade David en el Departamento de Chiriquí. La primera se suscribióel 21 de marzo de 1861 y la segunda, que se hizo comoreafirmación de lo expresado en ella, el 31 del mismo mes. Conuna claridad, una firmeza, una mesura que no pueden menos quellevarnos a la convicciÓn de lo que expresan, la voz de lospanameños se alza en ellas para justificar su necesidad deautonomía. Hay allí desde el análisis histórico de las condicionesvoluntarias en que el Itmo se unió a Colombia, como lo hubiera

podido hacer con entera libertad a cualquiera otra nación, lascondiciones en que aquélla lo ha mantenido desde entonces

y que se hacen ya imposibles de soportar, si se vuelve al gobier-no centralista. Señala que la guerra actual (1861) como todaslas anteriores contiendas civiles colombianas "han sido funestaspara el Istmo inquietando a sus habitantes con reclutamientos i

arrancando a los infelices de sus familias i de sus trabajos para ir aperecer a tierras extrañas, por causas que no comprenden ni leimportan", que "los empleados nacionales cstablecidos en el Estado(del Istmo) quienes tratan de ensanchar su poder- a costa de élcoartan la utilidad para la administración"; "que dicho gobierno (elnacional), toma sin aprovechar los recursos naturales de quenuestro gobierno especial podría hacer mejor uso, puesto que ahorase consumen en guerras desastrosas, o en guarniciones innecesariaso en pagar empleados nacionales que de nada nos sirven'..Demasiado largo sería seguir enumerando las quejas que en lasreferidas Actas se presentan, pero sí es necesario agregar que aun

ante las muchas dificultades que han tenido que sufrir y aun losagravios y las injusticias de que han sido víctimas por parte de sus

(20) LEMAlTRE. Op. cit. p. 594. El subrayado es nuestro.

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funcionarios, con su generosidad proverbial los panameñossostienen su deseo de "que la separación de Panamá de laConfederación Granadina sea de tal modo pacífica y armoniosa,que más parezca un arreglo de familia consentido sin odio..." queun cambio político violento. (2 i)

Terminada la guerra en Colombia el clamor político obliga alGeneral Mosquera a convocar la Convención que debía encargarsede dictar una nueva Carta Fundamental. Se crea así la namada

Constitución de Río Negro, en 1863, que establecía en el primerode sus artículos que la nueva entidad nacional - Los Estados

Unidos de Colombia- estaría constituida por nueve EstadosSoberanos. Los constituyentes quisieron proteger su autonomía delos Estados, pero las condiciones especiales del momento cegaron alos convencionales, quienes para librarlos del poder de cualquier

gobernante que se mostrara como Mosquera, un caudilo imperioso

y autócrata, les dieron tan excesiva libertad y extremas facul-

tades, que Colombia quedó sumida en lo que trajo consigo eldesprestigio del tipo de gobierno federal y eventualmente el fin delE st ado Federal del Istmo. Factores económicos y socialescontribuyeron a complicar más el panorama político de Colombia.Las luchas entre Estados, las revoluciones y los derrocamientos de

gobierno se sucedieron durante veinte años casi de manerapermanente, hasta que en 1885, Rafael Núñez, quien ocupó laPresidencia de la República después de una revolución en la quetriunfó con la ayuda de los conservadores, terminó con un sistema

implantado con miras a los más altos ideales, pero que destruyó larealidad, con la célebre frase,: "La Constitucii)ß de Río Ncgro hadejado de existir". Como siempre, el Istmo era el que iba a sufrirlas peores consecuencias de este acontecimiento.

Tcrminó su existencia como Estado Federal y en la nuevaCarta Fundamental, que dividía al país en Departamentos, se leconsideró como mero "territorio", que debía someterse a leyesespeciales, emanadas del Ejecutivo. Las tales leyes ni siquiera

llegaron a cxpedirse, pero no fue sino hasta 1894, cuando despuésde constantes protestas de los panameños volvió a considerársele

como Departamento.Un acontecimiento de inusitada importancia, no sólo por lo

que era en sí, sino por la significación que eventualmente tendría

en la separación de Panamá de Colombia como elemento de sucausa inmediata, ocurrió en el Istmo en 1880. Se inauguran en éllos trabajos del Canal interoceánico que a través de su territorio se

(21) Las dos Actas aparecen transcritas en su totalidad en Documentos Fundamentales..,p.p. 63-80.

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proponía construir la Compañía Francesa del CanaL. N o es denuestro interés señalar las peripecias que llevaron al fracaso de laobra. Baste decir que los trabajos se suspendieron totalmente en

1888 y que al año siguiente la compañía fue liquidada. Tal hechoprovocó un escándalo de enormes proporciones en Francia alcomprobarse que su falla se debía en parte a malos manejos en losque estaban implicados importantes funcionarios del gobierno ymiembros de la Asamblea. Se trató de salvar la situación formandouna Nueva Compañía del Canal, pero nadie, ni en Francia, ni en elresto del mundo, tenía fe alguna en ella, ni creía que em-presa privada alguna pudiera negar a realizar con éxito taningente obra. Parece imposible que en estas circunstancias Colom-

bia confiara todavía en el "genio francés", según opinión delescritor colombiano Alvaro Rebolledo quien dice que: "sólo así seexplica que mientras Francia estaba incendiada con los escándalos

referidos y cuando era evidente la imposibilidad de revivir -bajocualquier forma o condiciones-, la 'fe del pueblo francés en laempresa de Panamá, el Gobierno colombiano sorprendiera almundo por su bondad o ingenuidad al conceder una prórroga dediez años contados desde 1894". (22)

En compensación por la prórroga Colombia recibió diezmillones de francos al contado, y cinco milones en 10.000 accionesbeneficiadas. Hubo una prórroga posterior hasta 19 i O, pero ladiscusión de ésta no la creemos necesaria aquí.

Rebolledo juzga, a nuestro parecer con demasiadabenevolencia al gobierno colombiano, que en materia de talimportancia debió obrar con más prudencia y sobre todo tomar encuenta las posibilidades futuras de tal medida, cuando ya semostraban interesados en la obra Inglaterra y Estados Unidos, porlo tanto, lo lógico y conveniente para la nación era eliminar la

concesión para encontrarse en condiciones de negociardirectamente en cualquier momento la construcción del Canal. Laprórroga concedida en 1894 tuvo, en efecto, consecuenciasdesastrosas para Colombia. Le atÚ las manos en época posterior,cuando necesitaba de la máxima libertad para negociar en la formamás ventajosa la construcción de la vía interoceánica en que estabaempeñado Estados Unidos, después de que el TratadoHay-Pauncefote, en 1901, dejó libre a este país, de las restriecionesque podría imponerle Inglaterra para su realización. Tan grande ygrave fue su alcance, que no sólo cntorpeció en diferentesocasiones la negociación ya en marcha entrc Estados Unidos yColombia por la construcción de la vía, sino que influyó en el

(22) Op. cit. p. 165,

72

mismo rechazo del Tratado Herrán-Hay, cuando éste fue propuestoal Congreso Colombiano en 1903, según se desprende del párrafosiguiente: "Para el 31 de octubre del año próximo (1904) esto es,una vez que el Congreso de Colombia se haya reunido en sesionesordinarias, la prolongación (de la prórroga del 94) habrá expirado ycon ella el privilegio mismo. En tal caso la República volverá aentrar en posesión y en propiedad del Canal mismo y susdependencias sin necesidad de decisión judicial previa y sinindemnización alguna... Para esta fecha la República, libre de

cualquier obstáculo, podrá concluir un contrato y se hallará en unaposición más precisa desde el doble punto jurídico y material. Lasautorizaciones que entonces serán dadas por el próximo Congresotendrán que ser diferentes de las que podrían ser dadas por elCongreso actual". (23)

En 1898 se enciende en Colombia la llamada Guerra de losMil días, lucha encarnizada entre liberales y conservadores por lahegemonía en el poder, tal vez el más sangriento contlicto internode su historia, la cual se extiende con todo su furor al Istmo. Enpalabras del General Víctor M. Salazar, una de las figuras másdescollantes de las fuerzas conservadoras: "Haber llevado la guerraal Istmo fue un error, una desgracia, una calamidad nacional.

Aquéllo carecía de objeto patriótico.." (24)

y aunque en las frases siguientes atribuye toda la culpa deeste hecho a los liberales, su partido compartía por igual talresponsabilidad y por otra parte, de no haber sucedido así, el habermantenido a Panamá ajeno a la contienda hubiera sido excepciónimposible de concebir, pues como antes apuntamos, no hubodurante todo su período de anexión a Colombia movimientorebelde o guerra civil que se originara en ella, cuyo azote no seextendiera al Istmo, sin que éste hubiera participado en su inicio ylo que es peor, sin que a su final recibiera beneficio alguno sinomás bien la más injustificada expiación. En los finales de la Guerrael triunfo de las fuerzas liberales estaba asegurado en la totalidad

del territorio istmeño a excepción de las ciudades de Panamá yColón, a las cuales era imposible aproximarse ante la amenaza de lasfuerzas norteamericanas, cuya intervención había pedido Colombia.Por otra parte, en el resto de la República había ocurrido lo

contrario y los ejércitos del liberalismo estaban en completa

derrota. En estas eircunstancias los copartidarios panameños

debieron plegarse a la fuerza de las circunstancias y la rendición se

(23) ARROCHA GRAELL, Catala. Historia de la Independencia de Panamá. SusAntecedentes y sus Causas. 1821-1903. Panmá, 1973. p. 213.

(24) Citado por LEMAITRE. Op. cit., p. 273.

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formaliza mediante el Tratado del Wisconsin, firmado en el buquede guerra norteamericano de ese nombre surto en la Bahía dePanamá. Una de las cláusulas de tal Convenio, condición impuestapor los liberales, era la de que el gobierno colombiano secomprometía a iniciar a la mayor brevedad posible, las diligenciasque condujeran a la construcción de la obra canalera en cuya

realización los franceses habían fracasado en forma total. Doseslabones adicionales en la cadena de causas y consecuencias

precedentes de la separación final del Istmo de Colombia, trajo

consigo esta guerra. Mientras estaba en pleno desarolIo, lao;constantes fricciones y rivalidades entre los miembros panameños ycolombianos del alto comando obedecían a la diversidad decaracteres y de puntos de vista de los unos y los otros, así como ala abierta actitud de superioridad que adoptaban los centranos enrelación con los istmeños. La disensión se extendía hasta las escalasmás humildes del ejército, comprobándose así que si los unía porfuerza el propósito de hacer triunfar la causa liberal, esa unión erapuramente ideológica, mientras el sentimiento de nacionalismo semanifestaba francamente en los grpos, cada uno hacia su tierranatal. Luego, al finalizar esta contienda en 1902, el estado dedesolación en que quedó el Istmo fue aterrador. Si antes lapobreza, la falta de centros de educación pública, la dificultad delas comunicaciones, la desidia de los funcionarios enviados desde lacapital de la República lo mantenían en un co~pleto atraso, ahora,diezmada su población, saqueadas sus ciudades, arrasados suscampos de cultivos convirtieron su pobreza en miseria absoluta.Abandonados a su suerte como siempre, por el Gobierno Central,cansados, desesperados más bien de la espera infructuosa demedidas oficiales que contribuyeran a reestructurar su economía,

no es raro que los panameños se aferraran, como a la únicaesperanza de redención a la firma del Tratado que por entonces senegociaba entre Colombia y los Estados Unidos para laconstrucción de la vía interoceánica a través del Istmo. Comoexpresara después el ilustre colombiano Luis Eduardo NietoCaballero: "Para Colombia en globo, el problema del Canal eraimportante pero no definitivo. Para Panamá lo era todo. Eracuestión de vida o muerte", (25)

El Dr. Carlos Martínez Silva, primero de los negociadores

enviados por Colombia a Washington repite de manera idéntica lafrase subrayada al instar a su gobierno que considerara con ladebida atención los intereses peculiares de los istmeños, porque

"subsistiendo Panamá casi exclusivamente del comercio de tránsito.

(25) ARROCHA GRAELL. Op. cit. Citado en el Prólogo de Octavio Méndez Pereira, p.XXXVI.

74

Si el canal se abriera por otra vía, la crisis sería inmediata y casi

segura la ruina total... Personas que no tienen vínculos depropiedades, de negocios o de familia pueden opinar lo contrario,pero estoy seguro de que no habrá un solo habitante de Panamá

que no considere como desgracia suprema, peor mil veces que unterremoto, la pérdida de toda esperanza de que el canal se abra poraquella vía. Posible es que en el interior de Colombia se mire estocon relativa indiferencia: pero sería el último grado de crueldad eincomprensión sacrificar los intereses de todo un departamento.. aideas preconstituidas o a meras fantasías. Intereses tan sagrados yvaliosos que representan el porvenir de un pueblo entcro nopueden ser materia de juego político". (26) Aun Oscar Teránimplacable en su juicio sobre la labor de Silva, no puede sino

admitir que a las repetidas y angustiosas peticiones que éste hacía a

su gobicrno de instrucciones precisas sobre asunto de tal delicadezacomo los puntos que le tocaba debatir, solo se le contestaba confrases dilatorias que nada decían. Lo mismo corrobora EduardoLemaitre, cuya opinión de Martínez Silva es mucho más favorabley quien considera que realizó una gestión valiosa que fracasó porfalta de apoyo de su gobierno, y que éste lo eliminó de su cargo,porque se había convertido "en un obstáculo para la camarilla quedominaba las brumas bogotanas y que había que quitárselo deencima y evitar que hombre tan avisado se interpusiera entrc elgobierno y los milones de dólares que ya éste veía relucir entre lasmanos del Tío Sam". (27)

Con las mismas dificultades se encontró su sucesor, el Dr. JoséVicente Concha, quien por otra parte no reunía condiciones quc

eran casi esenciales para el éxito de su misión, pues ni sabía inglés,

ni tenía la menor experiencia diplomática y ni siquiera conocía el

Istmo. Más adelante señalaremos lo mejor de su gestión, elpatriotismo -por demás inútil- de sus protestas a proseguirnegociaciones con un país que en esos momentos violaba lasoberanía colombiana sobre el territorio del Istmo. A semejanza delo que se hiciera con Martínez Silva, existía la misma auscncia y enel mejor de los casos, la ambigüedad y discrepancia en las

instrucciones que su gobierno le enviaba y una de las muy pocasque recibiÓ en términos precisos fue la de que "pidiera no menosde veinte milones de dólares para permitir ci traspaso de losderechos de la compañía francesa". (28)

(26) ARROCHA GRAELL. Op. cit., p. 187-88.(27) LEMAITRE, Op. cit., p. 372.373.

(28) Citado por ARROCHA GRAELL, Op. cit.. p. 195

7&

En la consideración de las circunstancias que lentamentefueron ahondando y dándole fuerza a la voluntad irevocable de losistmeños de separarse de Colombia, no entra el rechazo del TratadoHerrán-Hay, el cual se presenta con carácter de causa inmediata.

Pero sí las negociaciones mediante las cuales llegó a estructurarse.La forma en que el gobicrno colombiano las condujo fue parte deesa permanente renuencia a fijar su atención en las necesidades eintereses vitales del Istmo -tal como lo hubiera hecho concualquier otra parte de su territorio-, como si Panamá no hubierasido cosa propia en identidad y afecto, sino un apéndice adquirido

que ofrecía brilantes perspectivas de lucro para el resto de la

nación, en gracia a su peculiar característica geográfica. Un

eminente colombiano hace la amarga corroboración de lo queapuntamos, cuando admite la realidad de que Panamá ni fue nuncade Colombia con los mismos títulos que sus demostraciones. Alincorporarse a esta última nación en 1821 "hubiera podido decirseque quedó mal prendida". (29)

Si de manera vigilante hubiera buseado, exigido y utilizado lascondiciones que mejor podían favorecer el propósito en que estabaempeñada; si hubiera aprovechado los más capaces funcionarios enmateria diplomática con que contaba el país, para que analizarancon sagacidad los informes que recibía constantemente del primerode sus representantes en Washington, Dr. Martínez Silva de maneratal que les hubiera sido posible aclararlo con recomendaciones, frutode un estudio ininterrmpido y minucioso de todos los ángulos

de la cuestión que se discutía. Si no hubiera sucumbido a las in-trigas políticas y a las rivalidades partidistas que ponían por encimade toda consideración sobre el territorio cuyo futuro se encontrabaen la balanza, la ambición de hegcmonía en el poder y el dineropara conseguirla, todavía se hubiera podido contrarestar las con-

secuencias de la aciaga prórroga que en 1894, entregó a tercerosy quitó de sus manos uno de los más valiosos instrumentos parallegar a un convenio favorable no sólo para el Istmo, sino para

Colombia entera. Aun, ni siquiera el rechazo del Tratado Herrán-Hay,fue fruto de puro patriotismo, pues a decir de Lemaitre no sólo

los términos irrespetuosos con que el Ministro de Estados Unidosinsistía en la aprobación de todas sus cláusulas, sino la oposiciónal gobierno colombiano representada en el Congreso, en vez debuscar medios conciliatorios, sin que ellos hirieran la dignidad na-cional, se empecinaron por motivos políticos en una crítiea caústicaque cerró por completo el camino a cualquier entendimiento.

(29) ARROCHA GRAELL. Op. cit. Citado en el prólogo por Octavio Méndez Pereira,pág. XXXIV.

76

En este momento crucial de su devenir, coyuntara histórica enque se juntaban las causas permanentes que de manera paulatina

llevaban a la separación y el factor inmediato: el rechazo del

Tratado Herrán-Hay, los dos determinantes de su separación de

Colombia. A Panamá no le quedó otro recurso que realizarlahaciendo uso de todos los medios a su alcance. Sólo así obtendría

la libertad y el derecho de negociar directamente sobre la obra

canalera.No puede negarse, no pretende negarlo ningún panameño con

criterio objetivo, que el rechazo del Tratado Herrán-Hay fue lacausa inmediata de la secesión de Panamá de Colombia. Perohacer de ese rechazo el único motivo de la re afirmaciónde una independencia -realizada en 1821-, es olvidar losfactores permanentes que condicionaron su posterior depen-dencia de este país y los comtantes esfuerzos por liberarsede ella, que tan someramente hemos tratado de esbozar eneste escrito. Ellos habían ido gradualmente rompiendo los lazoscon que un día se uniera a él voluntaria y espontáneamente,esperanzada en el apoyo fraterno para su progreso. Cuando el díade la separación llegó, se colmó el anhelo largamente sentido por

los panameños. No fue ella fruto de la voluntad de unos cuanwsindividuos a los que movía el interés económico personal. Fue la

acción liberadora reforzada por el querer de todo un pueblo. Así loconfirma la valiente opinión de un ilustre colombiano, quien a raíz

de la independencia y ante las diatribas que la mayoría de sus

compatriotas derramaban sobre Panamá expresó: "Están en unerror los que juzgan que el movimiento separatista de Panamá fueun hecho exclusivamente local y que hay en el Istmo una corrientede reacción contra dicho movimiento. Este por el eontrario fuegeneral y unánime". (30)

Respecto a la intervención norteamericana en la separación delIstmo, factor irrefutable, cuyos funestos resultados, no por el hechoen sí, sino por el precio que hubo de pagarse por ella, cabría pre-guntar a Colombia cuando califica de acto bochornoso haberlasolicitado, si no es en gran parte, de ella, la responsabilidad de

que ocurriera. Parece olviadr nuestra hermana nación, que en 1846,ella misma sembrara su simiente, cuando celebraba con el gobiernonorteamericano el Tratado Malarino-ßidlack, cuya cláusula 35

decía: "Los Estados Unidos garantiza positiva y eficazmente a laNueva Granada la perfecta neutralidad del Istmo con la mira deque en ningún tiempo, existiendo este Tratado, sea interrumpido

(30) GALOFRE. Santander. "Cómo Gobernamos a Panamá". Artículo publicado en ElRelator de Bogotá en Diciembre de 1903. Citados por ARROCHA GRAELL Op.cit., p.p. 230-232.

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ni cmbarazado el libre tránsito de un mar a otro mar; y por con~

siguiente garantiza de la misma manera los derechos de soberaníay propiedad que la Nueva Granada tienc y posee sobrc dichoterritorio". (31)

La interpretación que en la separación de Panamá deColombia darían los Estados Unidos a esta cláusula, tieneantecedentes históricos que provocó esta última antes de "variasocasiones en que los Estados Unidos rehusaron su ayuda aColombia para proteger el tránsito del Istmo contra ataques derevolucionarios colombianos" (32) y durante la guerra de los Mil

Días. Específicamente, en 1902, el Gobicrno Central pidió al

norteamericano que impidiera el tránsito de las fuerzas liberales através de la franja transÍstmica por el ferrocarriL. La tremendaimportancia de este acto que conllevaba el menoscabo de lasoberanía colombiana sobre ese territorio cn un incidente interno yel peligro dc su repetición en circunstancias análogas, lo señala

Oscar Terán -quien aunque panameño de nacimiento no renunciónunca a su nacionalidad colombiana y dcfendiÚ siempre tenaz yardorosamente los intereses dc Colombia frente a los del territorionatal-, cuando indica: "Pcdir la intervcnción armad~ (del gobierno

de E. U.), no para asegurarse la neutralidad del Istmo contra

amenazas exteriores, lo que no cra el caso, sino para garantizarse lalibertad del tránsito (sólo a los conservadores) en guerra interna e

intestina, fue pedir algo a lo que los Estados Unidos no venían

obligados por el Tratado de J846, fue autorizar oficialmente aEstados Undios en materia de fuero interno nacional, para sus-tituirse y subrogarse al soberano legítimo en el Istmo dc Pa-namá". (33)

El mismo criterio motivó la cuarta renuncia del Dr. joséVicente Concha a la sazón Ministro de Colombia en Washington,

encargado de las negociaciones del Tratado para la construcción delCanal, quien de manera enérgica advertía a su gobierno: "consideroque no pueden celebrarse tratados entre una potencia que seimpone por la fuerza y un gobierno que no sabe o no quieredefender sus derechos". (34)

A lo que sus superiores contestaban, según comentarios dcl

autor que lo cita, que debía hacer abstracción de la cuestión istmeña

(31) Citado por TERAN asear. Escritos y Discursos. Obras Completas. Tomo n.Imprenta Motivos Colombianos. Panamá 1933. p. 76.

(32) REBOLLEDO. Op. cit., p.p. 110-113.

(33) Del Tratado Herrán-Hay al Tratado Hay-Bunau-Varila. Obras Completas. Tomo 1l.Ciudad de Panamá. Imprenta Motivos Colombianos. 1934. p. 358. El subrayado esnuestro.

(34) Ibid. p. 23

78

y limitarse por todos los medios a eonseguir la realización dcl Tra-tado. También LemaItre afirma que Concha recibió "la ordenterminante de abstenerse de tratar del asunto del desembarco" delas fuerzas norteamericanas en el Istmo por lo que tal acción

pudiera entorpecer el curso de las negociaciones. (35)

Para el Dr. Concha el cumplimiento de tales órdenes leresultaba doblemente angustioso. pues sí por un lado sentíalesionada la dignidad de su patria, existía la crítica circunstancia deque ya él había insertado en el Proyecto de Tratado Concha-Hay,

Artículo Ill, la estipulación: "Todas las disposiciones del Artículo

35 del Tratado de 1846 seguirán rigiendo y se aplicarán en todassus fuerzas...". (36)

Ante estas circunstancias, legalizada en teoría y ya confirmadaen la práctica la ingerencia que pudieran tener los Estados Unidosen las peripecias internas que pudieran suscitarse entre colombianosy panamenos en la franja transístmica, ¿cómo le iba a ser posible alos habitantes de este pequeño pedazò de tierra, abandonados a suspropias fuerzas, sin ejército propio, obtener su libertad, cuando

había dc cnfrentarse para obtenerla no sólo al poderío militar delGobierno Central, sino al respaldo que a éste le daría el de EstadosUnidos? Y aun sin existir esa peculiar circunstancia, ¿no teníaigual derecho a buscar apoyo para sus aspiraciones libertarias al queMiranda ofrecía, al solicitar por toda Europa ayuda para laindependencia de América o cuando Bolívar, con igual fin,proponía a Inglaterra otorgarle el privilegio de la construcción de lavía intcroceánica?

Lo que sucedió después, el precio de oprobio y de dolor quesignificÚ y significa todavía las limitaciones que a sus espaldas se leimpuso a la plenitud de su carácter de Estado Soberano con elTratado Hay-Bunau Varila, en nada empaña el hecho mismo de lasecesión. Ella era inevitable. Fatalmente habría de realizarse un díay oeurriÚ en el momento en que ocurrió, porque en él seconjugaron de mancra inexorable dos fuerzas cuyo impulso ya nadapodía detener. La aspiración siempre firmemente manifestada por

los panameños a una patria libre e independiente y el uso que de lanecesidad imperiosa de la vía transoceánica para los intereses deltráfico comercial y de la comunicación entre todas las naciones delmundo hicieron los Estados Unidos para beneficio de su políticaexpansionista de la época, que tan poderosa nación se aprovechara

para su propio interés de estas circunstancias y le impusiera a lajoven y débil nación los términos oprobiosos para su dignidad y de

(35) LEMAJTRE. Op. cit., p. 386.(36) TERAN, Op. cit., p. 256.

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sumo perJuicio para su economía, consignados en el TratadoHay-Bunau-Varila, que regulaba la construcción del Canal, fue algoentonces tan inexcusable y tan sujeto a la más enérgica reprobacióncomo 10 sigue siendo hoy día.

Pero repetimos, el rechazo del Tratado Herrán-Hay fue sólo lacausa inmediata de la separación de Panamá de Colombia. Yaexistía una larga cadena de razones que la hacían de neeesidad

imperante que nada tenían que ver con el Canal. Así loreconocieron varios colombianos ilustres, para señalar conobjetividad admirable la responsabilidad que le cabía a su país por

la pérdida del Istmo. Sebastián Galofre fue uno de ellos. Poniendo

de manifiesto un verdadero patriotismo se atrevió conimparcialidad y valor a describir las condiciones del territorioistmeño durante su anexión a Colombia, en el artículo ya citado ydel cual tomaremos algunos extractos. Al referirse a la reincorpora-ción del Istmo que su Gobierno se proponía, comentaba: "Sometera Panamá pacíficamente o por medio de las armas no es resolver elproblema. Una cosa es reprimir un alzamiento y otra cosa mataruna revolución. Y es revolución lo que hay en el Istmo. La idea deseparación ha tenido allí muchos años de incubación, de desarrollo,y naturalmente ha fructificado". Para señalar el germen de esasituación pregunta: "¿Nos hemos preocupado, acaso, por cultivar,por desarrollar en ellos (los panameños) el amor a Colombia y elsentimiento de adhesión a la Patria? ¿Tuvimos en cuenta que la

independencia del Istmo en 1821 fue conquistada sin el auxilio denuestras armas, y que así como se incorporaron a nosotros pudie-ron incorporarse a otra nación? ¿Qué no hay entre nosotros elvínculo creado por las campañas libertadoras? "

Advierte que seguramente los istmeños al anexarse de maneraespontánea a la Gran Colombia lo hicieron con "la convicción deque nosotros no anularíamos sus derechos y su libertad como pue-blo y que respetraríamos siempre la integridad de su gobierno pro-pio", y señala cómo resultaron fallidas esas esperanzas y la situa-ción llegó a serie insoportable en los últimos veinte años de su

dependencia de Colombia" (Desde la eliminación del Estado Fede-ral del Istmo cuando éste queda sometido al Gobierno Central porleyes especiales a la manera de una simple "Intendencia") por "laobra de iniquidad y despojo realizada en Panamá en el mismolapso".

"De dueños y señores del territorio -prosigue- los converti-mos en parias del suelo nativo. Brusca e inesperadamente les arre-batamos sus derechos y suprimimos todas sus libertades. Los des-pojamos de la facultad más preciosa de un pueblo libre: la de elegirsus mandatarios, sus legisladores, sus jueces... e hicimos prevalecersobre la voluntad popular la de una soldadesca mercenaria y la de

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un tren de empleados ajenos por completo a los intereses delDeparamento". Manifiesta además, que las limitaciones no se im-pusieron sóo en la acción legislativa, sino en las Rentas y la facul-tad de inveridas. Que ho se crearon escuelas en las que pudiera

cultivarse en los niños panameños el amor a la Patria y que serestringió en la forma más rigurosa la libre expresión del pensa-miento.

"Todas las autoridades desde Presidentes y Gobernadores has-

ta los más insignificantes Funcionarios Ejecutivos, los Magistrados yjueces y demás miembros del poder judicial, los jefes Militares ylos soldados así como la Policía, Fiscales, Capitanes, Médicos depuertos", todQbajaha de las altiplanicies andinas o de otras regio-nes de la República para imponer en el Istmo la voluntad, la ley oel capricho. .del más fuerte, paa traficar con la justicia o especularcon el Testn. y' aquel trn de empleados, semejantes a un pulpo

de mÚltipk1 tentáèu -i;upaba el sudor y la sagre de un pueblooprimido y devraba 'löi"tJ.e 'en defenitIva sólo los panameños te.nían derech. a devorar". -

"Hitimos del Istmo -agrga- una verdadera Intendencia Mili-

tar. Y cuando aquel p'ueblli de ttellientas cincuenta mil almas te-nía hombres de reputación continental como justo Arosemena, no-tabildads 'dê primer ¡rado y de popularidad casi irresistible comoPablo ArosCa. y Gil ColGje. tlUtntos e ilustraciones como Ardi~la, insignei;d¡plom.iicos como H\Útado. y celebridades científicasde notoriedad europea. como. Sosa, los dejamos a un lado, losrelegamos ,;i.oJido. en roga de llevados al solio del Istmo para

calmar la ,se.l:.trfinita qe', equidad y de justicia y satisfacer las aspi-raciones di'1.dos los~ños. Semejante proceder hiri el orgu.llo, ladigiìad' y el pìtI-mo de todos los hombres esclarecidos

del Istm y fdfentCrY provoco ~el odio y la cólera de la masapoptla."~ -_ -: .

Santânder Galofre- ltll CQl\ attnto de acendrado patriotismo.

Reconoce rallas e injusticias que en nada desmerecen la grandezade su påtr o la nabltZ¡t de su p\l.blo. Por el contrario, dirige susacuiacioIi' ,aa.ellöiique por in((mpetenÓa. por desidia o por

ambicionea:-ptfsorie:s' oppliticas,obligaron a Colombia a aceptarpor impo~~Di ,ID ;a-e..pudö cedl' voluntaamente én aras delderecho y r~JUstiCiii. "

11" '1 ti ~ ... t,

. . .Al.,:~.;'øc"eâ, ~",~mática exposición de los hechos quedesembOailt.ef 'la .~ß. final y .absoluta de Panamá deColom-

bia. vale :ptetamo$. .iCUál ha. sido nuestro objeto? Decidida-

mente po, l'N'ular un memoal de, acusaciones qu.e Son ya partedelpasad.Como certeritntt: se eXpresó ,en la Reunión de Aya-

cucho, nn podemo$ pent.itir que 108 errores de generaciones ante-_:"

81,

riores sigan pesando sobre nuestro destino, como factores que pro-picien la disensión entre los pueblos hispanoamericanos y tiendan adebilitar el sentimiento de confraternidad que debe unimos. Peropara que esa confraternidad llegue a ser auténtica, no basta cerrarlos ojos al pasado. Es necesario estudiado con actitud objetiva eimparcial y reflexionar con serenidad sobre los errores que duran-

te él se cometieron, para no persistir en ellos o para no repetidos,y así borrar de raíz los resquemores que aún nos apartan.

En el caso de Colombia y Panamá, esto no podrá lograrsemientras en la primera, una campaña de divulgación en todos losniveles culturales, lleve a los colombianos a convencerse de la justi-cia de la causa panameña, del derecho que le asistió en 1903, aromper una asociación que formó espontáneamente en 1821, por-que ésta no llegó a satisfacer sus legítimas aspiraciones. Por otrapare, esa labor no debe ser toda ni principalmente de las institu-ciones colombianas. Es necesario que Panamá, a través de sus Con-sulados en ese país, inicie una labor de divulgación a través de

folletos, conferencias, artículos en la prensa; que realizada con ob-jetividad y discreción presente nuestro caso sin que hiera la suscepti-bilidad de nuestros hermanos y consiga en cambio ganarse su com-

prensión y simpatía.

El derecho de Panamá a reasumir su independencia y éonver-tirse en Estado soberano, no es en manera alguna la negación delideal que animara a Bolívar y que es ahora imperiosa necesidad de

los pueblos hispanoamericanos.

Independientes y sin perder ninguno de ellos un ápice de so-beranía, deben formar una Confederación, con bases sólidas yamplias que se traduzca en una progresiva interreIación económicay cultural y en una identificación de propósitos que les dé lafuerza necesaria para hacer valer en el campo internacional suspropios intereses, a nivel igual de las otras grandes potencias.

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ARBOL GENEALOGICO DE LOS GOMEZ MIRO

General FranCiscoGómez de Miró Bernarda de L.ara

Francisco Gómezde Miró de L.ara

Prócer de laVilla de Los Santos.

Fausto, MatíazGregorio, Francisco,María Josefa Gómez

Miró Lara.

Gregorlo Gómezde MIró Lara.

JosefaRublnl

Mayner.

Fermlna Arosemenade Miró.

José AntonioMiró RUblnl.

José Antonio,Miguel, Josefa, Tomas,Pedro, Vicente y María

Miró Rublnl.

Gregorio Miró ArosemenaPresidente del

Estado Soberano dePanamá

GENEOLOGIA DE LOS GOMEZ MIROAunque el árbol genealógico de los Gómez Miró o Miró,

descrito anteriormente, detalla los vínculos fraternos entre Francis-

co Gómez Miró, el Prócer de la Vila de Los Santos y GregorioGómez Miró, padre de josé Antonio Miró Rubini, TenienteCoronel que comandaba ci batallÓn Vargas en la batalla de Ayacu-cho, insertamos el poder otorgado a Francisco Gómez Miró por sucuñada josefa Rubini viuda de Gómez MirÓ.

jOSE ANTONIO MIRO RUBINIPartida de bautismo del Coroncl josé Antonio Miró,

Prócer de la Independencia de España.

En el pueblo de Pcnonomé, del Obispado de Panamá, a veinti-uno de enero de 1792, yo don josé Buenaventura Buxanda, Te-

niente de Cura de esta feligresía, bau tIcé, puse óleo y crisma conlos nombres de jOSE ANTONIO MARCELO FULGENCIO DEjESUS, a un niño que nació el día 16 del corriente mes, hijolegítimo de don GREGORIO GOMEZ MIRO y de doña MARIAjOSEFA RUBINI; fueron padrinos don Francisco Bassi, Comandan-te de este destacamento y doña Ana Mayner, los que quedaronhechos cargo de su obligación y parentesco espiritual. Para queconste lo firmo,

jOSE BUENA VENTURA BUXANDACura Párroco de la Iglesia San Bautista de Penonomé.

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jOSEFA RUBINI vda. DE GREGORIO GOMEZ MIROCONFIERE PODER ESPECIAL.

Número 3.330 ~ Sépase como nos, joscfa Rubini, tutora desus menores hijos j oscfa Bartola, Vicenta, josé María y MaríaMiró, hijos legítimos del señor Gregorio Gómez Miró, mi difuntoesposo; j oseta Mirb, hija legítima y heredera mayor del difuntoseñor Gómez Miró y esposa del señor Gregorio Gómez, hijo, con suallanamiento y Tomás Miró, así mismo heredero mayor, primo po~lítico de la primera, todos vecinos de esta ciudad otorgan por el

tenor de la presente, por mutuo poder cumplido cuanto se requierey es necesario para su validez, ál señor Francisco Gómez Miró,hermano político de la primera y tío camal de los demás, quienhoy reside en esta dicha ciudad, especial poder para que en nues-tros nombres y representando nuestras propias personas y derechosy acciones, siga la instancia que a nuestro nombre y el suyo, hapromovido en el juzgado Municipal, para lo que nos dejó a salvo elderecho en la sentencia pronunciada por el mismo, el 10 de febrerode 1826, sobre nulidad del testamento de la señora María Florencia

Gómez Miró, nuestra legítima hermana política y tía, para locual parezca y se presente ante cualquiera jueces y justicias denuestra República juzgados y tribunales de ambos fueros, que conderecho puedan y deban actuar y en efecto haga pedimento según

nuestro juramento y nos pida pretexto, informaciones, probanzas,

alegaciones, reconmenciones, etc.

Que es fecho en Panamá, y 28 de diciembre de 1827.josefa Rubini - Tomás Miró, josefa Miró de Gómez, Gregorio

Gómez, hijo.

(Archivos Nacionales de Panamá -Protocolo de la Notaría Pri-mera de Panamá- año 1827 - Número 3.330)

jOSE ANTONIO MIRO RUBINI SE INCORPORAAL BATALLON CATALUIIA.

Leyendo episodios históricos anteriores a 1821, tenemos cono-cimiento de que instaurado en el trono el Rey Fernando (1814)

recuperó fueF.las y preparó la expedición de Pablo Morillo, quien

ordenó a su segundo, General Alejandro Hore, imponer el castigo alos istmeños por sus manifestaciones libertarias, convirtiendo a ciu-dadanos distinguidos por sus cualidades personales en peones deobras en caminos y en la limpieza de las fortalezas del Reino.

8&

Es este mismo Gral. Hore, quien logró sorprender a los ingle-ses del McGregor que se habían apoderado de Portobelo y lossometió a las mayores torturas en las bóvedas de la fortaleza deSan jerónimo.

Lo que no sabíamos y ahora lo esclarece el historiador Ro-drigo Miró, en artículo publicado en la revista Lotería de Mayoúltimo, que en 1819, el joven josé Antonio Miró se incorporó a lasfuerzas militares acantonadas en Panamá y formó parte del batallónCataluña que batió a las tropas de McGregor, cuyas fuerzas se

habían posesionado de Portobelo el día 10 de abril de 1819. Alreferirse a este episodio de guerra el historiador Miró Grimaldoinforma:

"En efecto, muy joven se incorpora a las fuerzas militares acan-tonadas en Panamá. Y en el año de 1819 lo encontramos de Sub-teniente del Batallón Cataluña, al que tocó batir las tropas delGeneral McGregor, cuyas fuerzas se habían tomado Portobelo eldía 10 de abril. Miró participó en la acción para la reconquista dela ciudad-fortaleza, ocurrida el 30 del mismo mes. Y diez días mástarde, el 11 de mayo, se le confió una misión que desempeñó contodo suceso. Al mando de treinta hombres, embarcado en la goletaportobeleña para hacer frente a una embarcación enemiga que traíade Jamaica refuerzos para McGregor, logró su captura en los térmi-nos que relata el parte de su jefe inmediato, Comandante josé deSanta Cruz:

"El trato recibido entonces por el Subteniente Miró, a quien no

se reconocieron oportunamente sus servicios, dio ocasión para quese expresara públicamente cierta inquietud por la injusticia que secometía, sobre todo, luego del arribo del Virrey D. Juan de Sáma-no, en las postrimerías de 1820, quien decretó algunos ascensos,

postergando siempre a los oficiales criollos, al parecer sospechososde simpatías por la causa de la emancipación. La recompensa llegó,aunque tardía, durante el breve gobierno del Mariscal de Campodon juan de la Cruz Mougeon, de ideas constitucionalistas, quienlo ascendió al rango de Teniente.

"Con la marcha de Mourgeon al Sur se ofreció la coyunturaque condujo al 28 de noviembre de 1821. josé Antonio Miró fue

de los militares que se enrolaron enseguida en el ejército patriota, yse le asignó el cargo de Ayudante de Mayor".

EL TENIENTE JOSE ANTONIO MIRO VA A LOS CAMPOSDE BATALLA DEL ECUADOR Y PERU.

El 28 de noviembre de 1821 el Istmo de Panamá se separó de

España y se unió a Colombia. El 9 de febrero de 1822 se creó por

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Decreto Ejecutivo el Departamento del Istmo. Para su gobierno senombró al Coronel venezolano, José María Careño, Intendente dela nueva entidad y Gobernador de la Provincia de Panamá, pues el

Coronel José de Fábrega había sido trasladado a la provincia deVeragas.

Obedeciendo ordenes del Libertador Bolívar, el IntendenteCareño organizó el batallón del Istmo que prestó, de inmediato,servicio en la ciudad de Panamá para no ocupar las tropas quepasaban por el Istmo rumbo a los campos de batalla del Ecuador yPerú.

El batallón Istmo se había organizado con jóvenes de las prin-cipales familas de la ciudad, tales como Sebastián de Arce, Barto-lomé Paredes, josé Antonio Miró, josé María Alemán, Benito Leca-

ro y Francisco Gutiérrez Herrera a quienes se les dio el grado de

Alférez. En este grpo de Oficiales panameños se destacaban los

teniente Tomás Herrera y josé Antonio Miró.El batallón Istmo salió de Panamá en 1823 y concurrió, refun-

dido en otros batallones veteranos -voltijeros, Pichincha y Vence-

dor- en la campaña que Bolívar abrió en 1824 contra el ejércitoespañol en los países del sur.

LA BANDERA DEL ISTMO EN LA BATALLADE A Y ACUCHO

Por Juan Bautista Sosa

Las Memorias de Francisco Burdett O'Connor, publicadas enMadrid bajo la dirección de Rufino Blanco Fombona, contienen

numerosos y muy interesantes detalles de la época en que aqueldistinguido oficial irlandés vino a América para pelear en las fiasde los patriotas por la causa de la independencia, así como de los

siguientes sucesos de la guerra en los cuales tomó parte de modovisible en puestos de importancia y de responsabildad.

O'Connor, que era entonces un joven de treinta años, de unasólida y vasta ilustración, pues además de su idioma poseía elespañol, el francés, el alemán, el grego y el latín y tenía profundosconocimientos en varios ramos del saber, se hizo tan estimableentre los panameños en general como grato entre sus subalternos ypopular entre los oficiales, a quienes daba siempre altas lecciones

del honor militar; y tanto se ligó por el cariño al Cuerpo escogido

y organizado bajo su ciudado y pericia, que no había de dejarpasar, sin aprovecharla, una ocasión seguramente excepcional, para

87

testimoniarle su simpatía en una forma resonante y simbólica,obsequiándolo con una rica y vistosa bandera que costeó de subolsa personal. "En aquellos mismos días, escribe, fondeó en elpuerto un buque procedente de la Oiina, en el que compré uncajón de té y una buena cantidad de finísima seda con los coloresdel pabellón de Colombia: amarilo, azul y colorado, de la quemandé hacer una hermosa bandera para mi batallón Istmo".

MEMORIA DEL TENIENTECORONEL FRANCISCO BURDETT O' CONNOR

No hemos de relatar aquí -expresa el Teniente CoronelO'Connor- los inicios de la campaña de 1824, ni referir lo acaeci-do el 6 de agosto de ese año en la pampa de Junin y el 3 dediciembre en Matará, donde le tocó a una compafiadel Vargas,

mandada por el Capitán panameño José AntDnio Miró .soportargran peso de la acción y salvar de un mayor desastre la retaguardiadel Ejército; ni tampoco los preliminares e incidentes todos de labatalla del 9 sobre el campo de Ayacucho, hasta que: profirió eljefe de la división de vanguardia, compuesta de los batallones V 01-

tíjeros, Pichincha, Bogotá y Caracas, las c-4ebres tan conoddas cnar-decedoras palabras, que impulsaron el avance incontraitable, ascen-dente y arrollador, detenido cuando fue clavada en el Cundurcuncala bandera gallarda de los libres.

"En ese momento, relata, el General Valdés, d,stinguió la ban-dera tricolor colombiana flameando en media falda de los altos delCundurcunca. Se persuadió entonces el jefe e~añol que todo esta-ba perdido..." Así, agrega O'Connor, terminó la memorable batalla

de Ayacucho, en la que, según el parte del General Sucre al Minis-tro de la Guerra de Colombia, los españoles presentaron un ejército

de 9,310 hombres y el ejército Unido Libertador era sólo de 5,780.En esa parte no se hace mención de un sólo nombrecxtranjero aexcepción del nombre del Coronel Sandes, del batalón Rifles, ydel Capitán Brown, de la compañía de Granaderos del Pichincha,por haber salido levemente heridos después de habe'davado labandera republicana en la falda del Cundurcunca. El Capitán jorgeBrown fue quien clavó la bandera: la misma bandera que yo habíamandado hacer en Panamá, para mi antiguo Batallón Istmo. (1)

(1) (Memorias del Teniente Coronel Friicisco Burdett O'Connor),

88

-.

EL CORONEL JOSE ANTONIO MIROAnécdota. Lima, 9 de diciembre de 1934.

Señor doctorHéctor Conte Bcrmúdez

l'enonomé

Muy distinguido señor:Pido a usted mil perdones por la demora en dar respuesta a su

muy apreciada carta de 21 de octubre. Se debe ello a un curiosoerror cometido por mí que equivocadamente, hice viajar hasta Gi-nebra, en sobre dirigido a un hermano mio, la carta en que contes-taba a la suya y sólo ahora me he dado cuenta de este yerro.

Con muchísimo gusto habría dado a usted los datos que de mísolicita relativos a la familia Miró; pero, entre los papeles de mipadre solo existen los que se refieren a la rama cstablecida en elPerú, sin que haya encontrado los que usted necesita del coronelJosé Antonio Mirci. Varias veces le oí hablar a mi padre de esteilustre miembro de nuestra familia, de quien refería algunos rasgos

notables de su carácter, pero no recuerdo haberle oído decir en quélugar murió. Curiosa anécdota del coroncl, que revcla su cultura ydelicadeza personal es, sin duda, la siguiente: después de uno de loscombates en que tomó parte fue a alojarse en una de las mejorescasas del pueblo donde pernectaron sus tropas. Le cedieron el dor-mitorio de la seÚora de la casa. Todo en el aposento estaba en

orden y en limpieza. Las sábanas habían sido escogidas entre lasmás finas con que contaba la familia y el lecho, blanco y acogedor,

se ofreció tentadoramente a él que llegaba fatigado al reposo, des-pués de dura jornada. Miró el coronel la cama y halbndose cubier-to de lodo y de polvo, no quiso que su cuerpo dejara allí huellaingrata de su sueño. Se envolvió en su capa y se tendió en el suelodonde pasó la noche. Extrañada la familia, al siguiente día, de verel lecho intacto, temió que el huésped hubiera tenido algún motivopara no usarlo. Interrogado explicó el hecho, diciendo que comono había tenido tiempo de tomar un baño antes de rccogcrse habíapreferido no servirse del lecho, antes que exponerse a dejar en clrecuerdo desagradable de su hospedaje.

Encuentro que este rasgo basta para dar idea de la delicadezade alma del coronel Miró. Se lo refiero a usted por ser lino de losepisodios que más me impresionaron entrc otros anecdóticos que,cuando niño, escuchc de mi padre sobre la vida de aquci.

Mucho me interesaría leer la biografía del coronel J osé Anto-nio Miró, quc preparaba usted. Le ruego, pues, tenga la amabilidadde hacer llegar a mis manos un ejemplar del folleto que la conten-ga,

89

Aprovecho esta grata oportunidad para ofrecer a usted lasseguridades de mi distinguida consideración junto con los senti-mientos de mi simpatía y amistad.

Antonio Miró Quezada.

EL CORONELjOSE ANTONIO MIRO CONCURRlO CON TROPASDEL CANTON DE NATA A DERROTAR LOS EjERCITOS DE

ALZURU EN LA BATALLA DE BIQUERevisando la hoja de servicio militar presentada por e! Te-

niente Corone! josé Antonio Miró para lograr su retiro efectivo delejército hemos constatado que a mediados de 1831 el ComandanteMiró prestaba servicio en los Cantones de Natá y Los Santos. Ellose confirma con el hecho de que al desembarcar en Montijo, e!General Fábrega y otros políticos que iban expulsados al Ecuadorpor mandato de Alzuru lograron subvertir a los soldados que losconducían al destierro, logrando luego el respaldo de las tropas delgobierno de Alzuru que comandaba en el interior el Coronel joséAntonio Miró.

Es de suponer que por su decidida actuación al frente de losejércitos que habían movilizado el general Fábrega desde Ver aguaspara combatir a Alzuru el General Herrera le designara como Co-

mandante de la Fortaleza de Chagres. Compensaba así, e! General

Herrera al compañero de armas, Coronel Miró, desde los días enque juntos combatieron en junín y Ayacucho (1824) y más tardeen las albinas de Bique (1831), para someter al tirano Alzuru.

CAMPAIIAS y ACCIONES DE GUERRA EN QUE SE HAHALLADO EL CORONEL jOSE ANTONIO MIRO

En febrero de 1822 se embarcó el Alférez josé Antonio Mirópara el Ecuador en la división quc bajó del Magdalena a las órdenes

de los Generales josé María Córdoba y Hermógenes Maza, la quepuesta en la ciudad dc Cuenca se reunió el Ejército que mandaba elGral. Antonio josé de Sucre contra los españoles que capitularonen Pichincha el 24 de mayo de 1822.

En una segunda campaña entró en acción en las Pampas deRiobamba el 4 de mayo de 1822, bajo las órdenes inmediatas delos Generales Antonio Morales, j de del Estado Mayor y CoronelDiego Ibarra, Comandante de la caballería.

Concluida esta campaña se movilizó el ejército sobre la ciudadde GuayaquiL. Destinados al Perú algunos Cuerpos del Ejército fue

90

de Ayudante Mayor en el batallón Yaguachi, a las órdenes del Gral.juan Paz del Castilo para regresar luego a GuayaquiL. En esta

ciudad el ejército permaneció hasta el año 1823, que volvió al Peroa las órdenes del Gral. Antonio josé de Sucre. Sufrió el sitio delCallao y se halló en varias salidas comandando guerrilas a las órde-nes del Coronel Florencio jiménez.

Prolongada la campaña por el interior del Perú, en el año1824, concurrió a la batalla de Junín a las órdenes del Gral. SimónBolívar en donde 6,000 soldados independientes se enfrentaron a7,000 españoles y el 9 de diciembre de 1824, concurrió a la batallade Matará a las órdenes del Gral. Sucre en la que se enfrentaron6.000 soldados de América a 9.000 españoles y en cuya refriegafue destinado a sostener a toda costa un paso de río de gran

importancia estratégica, jefaturando la compañía de Cazadores delBatallón Vargas que comandaba como su jefe inmediato. Detenidoslos enemigos pudo el ejército consolidarse y hacerse fuerte y capa-citarse para enfrentarse a las fuerzas españolas en Ayacucho, encuya batalla fue agraciado con el grado de Teniente Coronel.

De retorno a la patria volvió a pisar las playas de Colombia,sirviendo el batallón junín que contribuyó muy eficaz y oportuna-mente al restablecimiento de las leyes en el Istmo, combatiendo enlos campos de Río Grande contra el usurpador juan Eligio Alzuru,caudilo que comandaba 1,000 combatientes que fueron destruidosel 27 de agosto de 1831, cuya campaña abrió y terminó victoriosa-mente el benemérito Coronel Tomás Herrera.

Queda demostrado que prestó servicios desde el 28 de noviem-bre de 1821 hasta el 22 de mayo de 1833 que quedó en uso delicencia indefinida.

Tomás Herrera.Coronel efectivo, Jefe Militar de la Provincia

Certifica:

Que la hoja de servicio que antecede es exacta conforme a losdiferentes documentos auténticos que ha presentado el TenienteCoronel josé Antonio Miró, constándome, además, de la veracidadde lo expresado por haberlas presenciado y que hallándose dicho

jefe en uso de licencia indefinida desde el 22 de mayo último, loconsidero acreedor al medio sueldo que señala la Ley Orgánicamilitar en su artículo 54, por haber contraído los servicios requeri-dos en él.

Panamá, septiembre 30 de 1833.Fdo. Tomás Herrera.

Tomado del archivo de Don Héctor Conte Bermúdez.

91

JEHNESTO 1. CASTILLER()

Tiempo hace que venía pre~ocupándome en estructurar unaB i b 1 i ografía nacional 10 máscompleta posible, del Movimien-to Emancipador de P ANAMAescrita por panameños. Por des-ventura este trabajo, lo com-

prendo, no me es dable presen-tado tan completo como es de-seable, por escasez de infor-mación. Pero no he dcclinadoen mi empeño, y hoy he decidi-do ofrecer la presente tentativa

de ensayo biblio¡"rráfico utilizan-do los elemcntos editados que

hasta el presente he tenido a mialcance.

Algunos de los libros queanuncio son meramente docu-mentales, pero su contenido

guarda relación con los orígenesy desarrollo de nuestra historiarepublicana, y por eso les he se-ñalado colocaciÓn en esta no-menclatura.

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Los Movimientos de Emanci-pación del Istmo de Panamá através del siglo XIX fueron va-rios. El primero, ocurrido el 28de Noviembre de 1821, al inde-pendizarse el territorio de Espa-

ña; luego vinieron las varias ten-tativas de separarse de la NuevaGranada o Colombia, así: en1830 por el General josé Do-mingo Espinar (panameño); en1831 por el Coronel juan EligioAlzuru (venezolano); en 1841por el Coronel Tomás Herrera

(panameño); y en 1860 por donSantiago de la Guardia (paname-ño); más otros intentos intras-cendentes, en algunas oportuni-dades eventuales. Pero positi-vamente sólo en dos ocasiones

esos movimientos emancipadoresalcanzaron el éxito esperado porsus promotores: el del 28 deNoviembre de 1821 en que elIstmo se emancipÓ de la Corona

española y adoptó el régimen re-publicano pero anexándose vo-

luntariamente a la República de

Colombia, anexión que tuvo unaduración de ochenta años; y el3 de Noviembre de 1903, cuan-do se constituyó la Repúblicade Panamá "con Gobierno inde-pendiente, democrático, repre-sentativo y responsable".

E scu1cando nuestro archivobibliográfico nacional, he logra-

do compilar una información so-bre ambos movimientos inde-pendentistas, expuesta por nues-

tros historiadores. De la inde-

pendencia de España en 1821,son los siguientes libros:

A RO S E M E NA Mariano:A p u n t amientos Históricos(1801.1840). Con biografía delautor, notas e índice de Ernesto

j. Castilero R. y juan Antonio

Susto. Publicación del Ministcriode Educación. Panamá Imprenta

Nacional, 1949. 297 páginas.

AROSEMENA Mariano: Inde-pendencia del Istmo. Introduc-ción y notas de Rodrigo Miró.Cuaderno de Historia No. 1 Pa-namá, 1959. 60 páginas.

ALFARO Ricardo .J.: Vidadel General Tomás Herrera. Edi-ción conmemorativa del XXVAniversario de la Universidad de

Panam á. Imprenta Nacional,1960. 307 páginas.

CARLES Rubén D.: A 150años de la Independencia dePanamá de España (1821-1871).Editora La NaciÓn, 1971. 104

páginas. Ilustraciones.

CASTILLERO C. Alfredo:1821. La Independencia de

Panamá de Espana. Factores Co-yunturales y Estructurales cn laCapital y en el Interior. Ediciónde la Dirección de Turismo His-tórico, Social e Interno del Ins-

tituto Panamcño de Turismo.Impresora Panamá, S. A., 1971.19 páginas.

CASTILLERO R. Ernesto j.:Panameños Ilustres, Generaljosé Domingo Espinar, Médico,Ingeniero y Miltar. Fundador

de la Independencia del Perú

(1791-1865). Panamá. ImprentaNacional, 1951. 88 páginas. Ilus-traciones.

CASTILLERO R. Ernesto j.:Panamenos Ilustres, DoctorRafael Lasso de la Vega. Prela-do, Legislador y Prócer(1764-1831). Panamá. ImprentaNacional, 1952. 86 páginas.

CASTILLERO R. Ernesto J.:Panameños Ilustres, SemblanzaBiográfica de Don j osé Vallari-no Jiménez, Gestor de la Inde-pendencia del Istmo del Poderío

Español en 1821. Panamá. Im-prenta Nacional, 1953. 112 pá-

ginas.NICOLAU Ernesto .J.: El Gri-

to de la Vila (i O de Noviembre

de 1821). Capítulo de Historiade Panamá. Panamá. ImprentaNacional, 1961. i 66 páginas.

PEIIA Concha: Tomás Herre-ra. Editora La Nación, S. A.,

1954. En el Centenario de suMuerte. 189 páginas.

V ASQUEZ C. Claudio: La In-surrección de Las Tablas. 8 deNoviembre dc 1821. ImpresoraPanamá, S. A., 1962. 34 pági-nas.

93

La República de Panamá. 1903.

De la independencia definitivadel Istmo, lograda el 3 de No-viembre de 1903 al emanciparsede Colombia, la Bibliografía esla que sigue:

ALBA Manuel María: Crono-logía de los Gobernantes dePanamá (1510-1967). ImprentaNacional, 1967. 399 páginas.

ALF ARO Ricardo J. y varios:Panamá y los Estados Unidos deAmérica ante el problema delCanal. Universidad de Panamá.Facultad de Derecho y Ciencias

Políticas. Panamá. Imprenta Na-cional, 1966. 523 páginas.

ARCE Enrique j. y Ernestoj. CastIlero R.: Guía Histórica

de Panamá. Editora Nacional,1942. 227 páginas. Ilustraciones.

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101

cional de Beneficencia, ha dedi-

cado tirajes especiales con ten ti-vos de los Tratados sobre el

Canal de Panamá de diferentesépocas y documentos selecciona-dos en relación con los orígenes

de la República. Esos tiros son:

Los Números 99-100 de Fe-brero-Marzo de 1964 y 101-102

de Abril-Mayo del mismo año.(El volumen primero tiene 319páginas, y el segundo, 220 pági-

nas) .

El Número 191 de Octubrede 1971. (356 páginas).

El Número 207 de Marzo de1973, contentivo de los discur-sos pronunciados en las sesionescelebradas en Panamá, del Con-

102

sejo de Seguridad de las Nacio-nes Unidas en febrero del mis~

mo año. Repito. Soy el prime-ro en sospechar que la anteriorenumeración bibliográfica adolece de deficiencias con respecto ala compilación de los títulos. Herealizado el mayor esfuerzo porotrecerla completa, pero tal vezalgunas publicaciones han esca-pado a mi conocimiento. Pienso,sí, que a pesar de los defectos

que contenga mi actual ensayo,no deje de ser 10 que calificaríade "Piedra angular" para futurosestudios del Movimiento Eman-cipador de Panamá, que desarro-llen historiadores más capacita-

dos o mejor informados que el

suscrito. Valga esta vez mi bue-na voluntad.

Su participación activa en lapolítica le llevó a ocupar varios

cargos públicos, entre otros:Presidente de la Cámara Provin-cial de Panamá (1835), Adminis-trador de Recaudación del Can-

tÓn de Los Santos, miembro dela Convención Constituyente de

1841 como diputado de LosSantos, a raíz del acto separatis-ta proclamado el 18 de noviem-

bre de 1840; y Diputado de la

Asamblea del Estado Federal en1856, por el Dcpartamento dcLos Santos.

Durante su vida, don josé M.Goytía fue fiel al ideario liberaL.Por ello, no pocas veces padeció

persecuciones, vejámenes, encar-celamientos y hasta sufrió el os-tracismo, contrariedades quenunca amaInaron su espíritu lu-chador y eombativo.

Vinculado al quehacer poli ti-co de la región de Azuero, se

vio envuelto en el cont1ctocruento de 1854 contra losGuardia y Fábrega, que alé,'Unosh i s toriadores han consideradouna lucha entre el latifundio yel minifundio, pero las investiga-ciones que nosotros hemos avan-

zado al respecto, nos permiten

señalar que tales hechos tuvie-ron causas políticas y socio-

económicas de otras fuentes.

Por su sensibilidad social einclinación hacia los intereses dela clase campesina, figuró, con-

juntamente con su hijo PedroGoytía, en los levantamientospopulares ocurridos en 1856 enPesc, Parita y otras zonas aleda-

ñas. Luego, en septiembre de

104

ese mismo año, como conse-cuencia de la lucha partidariaoriginada por la elección del

nuevo Presidente del Estado, fuedeportado a Cartagena.

Al cumplirse este año el cien-to quince aniversario de su óbi-

to, consideramos oportunoreproducir el comentario quemereció para el periódico La Es-trella de Panamá en 1860 el su-ceso y la pcqueña biografía pu-blicada por este diario con lasiniciales "M. G." (¿ManuelGamboa ?) pocos días después,en homenaje a la memoria delilustre prócer:

"El día 21 de los corrientesdejó de existir en esta ciudad elSr. D. josé María Goitía, padre

de una distinguida familia. Estcrespetable señor, que fue unmodelo dc virtudes, estará go-zando a estas horas de lasdelicias divinas, en premio de suarreglada vida. Compartimos consus estimables dolientes el tanjusto, como natural dolor, queesta irreparable pérdida debe ha-b erlcs causado". (Panamá-Star

and Herald - Vol. XIII, N° 75,

October 23, 1860)

"D. J. M. GOITIASu biografía es hien corta;las páginas de su historiapueden llenarse en breve; peroni una mancha en ellas.

Fígaro.

"Hoi hace ocho días que dejó

de existir este distinguido ciuda-

dano; hace ocho días que uno

de los próceres de la Indepen-

dencia del Istmo entregó sualma al creador, después de unalarga serie de penalidades i sufri-mientos. Al tratar de este Inolvi-dable amigo i de este ilustreciudadano, no podemos menossino hacerla con sentimiento irespeto, con tristeza i venera-

ción.

D.j .M. Goitía, dotado de unalma noble i jenerosa, de un ca-rácter afable i sincero, fuc másde una vez víctima de mala fé iel engaño que le enveneraron suexistencia siendo esta la princi-pal causa de su muerte. Compa-sivo, era su mayor contentosocorrer al desvalido i servir condesinterés al desgraciado, virtud

que ni sus mismos enemigos se

han atrevido a negarle. Favoreci-

do por la naturaleza de una cla-ra Intelijencia i de gran instruc-

ción fue honrado mas de unavez por su patria, á la que sededicó exclusivamente, siendoesta la fuente de sus desgracias,

por ser sus sentimientos eminen-

temente liberales, porque siem-pre gritó contra el déspota, por-

que despreció el vicio i acató lavirtud.

Prestú grandes servicios á lapatria como miembro del parti-do liberal-republicano, represen-tando a las sociedades secretas

para hacer el Istmo independien-te. Firme en sus principiosdemocráticos, jamás se separó

de ellos i sufrió con la resigna-

ciÓn de un alma pura i virtuosalos males que le sobrevinieron.

Combatió siempre con la pa-labra, i a veces por la prensa, ladictadura, las facultades estra-ordinarias i la arbitrariedad,

como hombre de lei i de princi-pios.

Fué Gobernador de la Provin-cia de Azuero, i allí mismodesempeñó otros destinos hono-ríficos á satisfacción pública.

Sufrió en diversas ocasiones

vejámenes de las autoridadesmilitares en los tiempos del mili-tarismo, i el año de 1856, sien-

do Diputado á esta Asamblea,fue ajado i calumniado por las

autoridades i arrancado con vio-lencia de su curul ile Diputado idesterrado a Cartajena; todoesto debido á sus ideas liberalesi á su firmeza en sostenerlas.Fuc Diputado á la cámara pro-

vincial i la Asamblea del Estado.

Sirvió la administración dehacienda de este departamento

cerca de dos años, con pureza ilaboriosidad, en cuyo puestomurió dejando á su sucesor losnegocios de su oficina en buen

orden. El Sr. Goitía al abando-

nar este valle de lágrimas, deja

tres hijos, i un sinnúmero de

amigos que lloramos su irrepara-ble pérdida.

M. G."

(Panama-Star and Herald,Vol. XIII, N~ 78, October 30,

1860).

105

congregaciones religiosas, el ma-trimonio y registro civil y la se~cularización de los cementerios,

fueron en tal virtud expulsados

del país en el mismo año los je-suitas, los frailes de todas la ór-denes religiosas y las monjas. Alaño siguiente el Poder Ejecutivodecretó la supresión de las Her-

manas de la Caridad, cuyo nú-mero ascendía a cuatrocientasprofesas, las cuales fueron sa-

liendo en 1874 de México haciaFrancia, Italia, España, Turquía yPersia en pequeños grupos. Aun-que en ese número había algu~

nas religiosas francesas, españo-

las e irlandesas, la mayoría delas expulsadas era nativa del

mismo México.

El 28 de junio de 1875, cinco

hijas de San Vicente, proce-dentes de Francia, arribaron atierras del Istmo de paso paraNicaragua, a donde se iban a es~tablecer. Sus nombres eran: SorElizabeth Goery, como Superio-ra, Sor Eugenia Acosta, Sorj osefina Changanier, Sor Vicen-ta Prado y Sor María de los Do-

lores Montes de Oca y Obregón,mexicana ésta y hermana delIlustrísimo Doctor Ignacio Mon-tes de Oca, Obispo de Taunali-pas y más tarde de San Luis dePotosí. Había nacido ella en laciudad de México el 28 de agos-to de 1846, en un hogar distin-guido por la alcurnia y la educkción. Esmeráronse sus padres endarle una cultura sobresaliente,

y así adquirió conocimientos ex-

cepcionales de literatura, gramá-tica y matemáticas, además de

hablar perfectamente los idio-

mas francés e inglés al igual queel suyo propio. En labores de

aguja era maestra, y su tratoafable y festivo atraíale las sim-

patías de cuantos lograban esta-blar relaciones de amistad conella. Su hermano, el Prelado, eraun insigne helenista y académi-

co, autor de varias obras sobre

tópicos de literatura y religión,y de muchos otros trabajos dis-persos en revistas y periódicos.La misma Sor María de los Do-lores solía escribir aquí en Pana-má dramatizaciones y poesíasque no llegó a editar, sin embar-go de deseado, porque la muer-te la sorprendió antes de termi-

nar la corrección de los origina-les.

Pocos días después de haber

llegado a Panamá las primerascinco Hermanas, vinieron cuatromás para reunirse a las anterio-res en su viaje a Centroamérica.

Quiso la Providencia que resi-diera por esos días en esta capi-tal un ilustre y filántropo ciuda-

dano guatemalteco que estabaexiliado en nuestro país por elPresidente de Guatemala, Gene-

ral justo Rufino Barrios. Nos re-ferimos al acaudalado GeneralDon Enrique Palacios, amigo demuchos años de Sor María delos Dolores, por intermedio de

la cual obtuvo de la Superiora

de las Hermanas una entrevistacon el plausible propósito de ex-ponerle la conveniencia de esta-blecer en el Istmo una Casa,pues él había conocido en supaís la obra altamente filantró-pica que desarrollaban las Her-manas de la Caridad, y Panamá

107

parecíale campo propiClO parasu abnegada y altruista labor hu-manitaria. En esta desinteresada

y generosa demanda acom-pañaron al General Palacios loscaballeros panameños Don joséAntonio Sosa y Don EnriqueLewis, los que se entrevistaron

con la Sor Superiora en nombrede un grupo de caballeros y damasde la sociedad, entre los cuales

fueron mencionados el acaudala-do fiántropo y educador DonManuel josé Hurtado, el hombrede negocios Don RamÓn Arias,el distinguido polí ticoDr. PabloArosemena (quien debía sucederal Presidentc General Gregorio

Miró en el gobierno del estado),el General Rafael Aizpuru, DoñaMargarita Arce de Hurtado yDoña Manuel Feraud de Arias.

Insistentemente pidieron losseñores PalacIos, Sosa y Lewisque las Hijas de San Vicente se

radicaran en esta ciudad, fun-dando una Casa de la Comuni-dad, para cuyo objeto los men-

cionados, y especialmente elGeneral Palacios, ofrecieron sucontribución para sufragar losgastos que tal fundaciÚn deman-dara de parte de la sociedad y

del Gobierno.

Ejercía la Presidencia del Es-

tado cuando las Hermanas arri-baron a Panamá el General Grego-rio Miró, quien promctió suapoyo decIdido a los planes delGcneral Palacios y de sus acom-

pañantes a la entrevista referida,e igual promesa de rcspaldo hizoel Ilustrísimo Prelado Dr. Igna-

cio Antonio Parra, con la corro-boración del Rcverendo Padrc

108

Dr. josé Telésforo Paúl S. J.,quien había de suceder el 5 demarzo de 1876 en el solio epis-copal al Obispo Parra, que pormotivos de salud había declina-do la Mitra de Panamá.

La entrevista con la Superiorade las Hermanas tuvo lugar el 3de julio, y ante la piadosa e in-

sistentc demanda de los vocerosde la sociedad panamefia, SorMaría Elizaberh Goery decidióposponer la prosecuciÚn de su

viaje y el de sus compañeras

mientras recibía del Superior

General de la Cont,'Tcgación de

la Misión residente en Francia,

rcspuesta a la carta en que se lcexpuso la situación creada porlos caballcros y las damas dePanamá ya mencionados.En trc tanto, Don Ramón

Arias y su esposa pusieron a la

disposición provisionalmente de

la religiosas las planta baja deuna casa de su propiedad ubica-da frente a la antigua Plaza del

Triunfo (hoy Plaza de Herrera),que reconstruida posteriormentees la sede dcl National CityBank of New York. Varias fami-lias concurrieron a facilitar lainstalación lo más cómodamenteposible de las Hermanas, pro-

porcIonándoles mucbles y los en-seres más prccisos para su como-didad.

En espera de las intruccionesde París de parte de la supcriori-dad, las abnegadas Hijas de San

Vicente dieron comienzo a su fi-lantrópica y cristiana labor visi-tando los enfermos, impartiendo

enseñanza de la doctrina a lasniñas de corta edad y sirviendo

al prójimo en todo cuanto deellas se demandaba.

Cuando de Europa vino laautorización para establecer laresidencia en Panamá, el regoci-jo del pueblo se manifestó con

sincera explosión de su generoso

sentimiento. Entonces las Her-

manas con la cooperaciÓn entu-siasta del Director de EducaciónDon Manuel J osl~ Hurtado,abrieron una escuela pública pa-

ra párvulos, y no cabiendo ya

en la casa que se les asignÓ, fue-ron trasladadas a otra más espa-

ciosa perteneciente al acaudala-

do comerciante francés Donjuan Bautista PoylÓ, que estaba

situada en la hoy calle 8a., con-tigua a la Escuela República de

México, y le corresponde elNo. 15. Esa Escucla recibió elnombre de Santa Familia.

La acogida favorable de partede la sociedad panameña delnuevo plantel de educación, pu-so de manifiesto muy en brevela estrechez del local y la necesi-

dad de darle mayor amplitud ala escucla y entonces MonseñorPaúl, ya nombrado Obispo de laDiócesis de Panamá, determinó

en 1876 ceder a las HermanasV i e en tinas la iglesia de SanFelipe para el servicio religioso,mas el edificio anexo, que era lacasa parroquial, para viviendade las religiosas y de las alumnasinternas.

Con objeto de facilitar estecambio, dispuso el Prclado trasla-dar la parroquia de San Felipe a

la iglesia de La Merccd y cons-truir para ésta una casa parro-

quial enfrente del templo.

El General Palacios, siempreentusiasmado con su altruista ycristiana iniciativa contribuyÓ

generosamente con fondos paraadaptar la nueva residencia de

las Hermanas de la Caridad a finde ofrecerles mayor confort. LaDirección de InstrucciÓn Pública

en nombre del Gobierno del Es-tado aportÓ para esta finalidadsu contingente en materiales de

enseñanza y mobiliario escolar.y así, la pequeña escuela que en1875 se inici() con principiostan humildes, en un año, con laayuda oficial y el apoyo entu-

siasta del pucblo panameño, enpoco tiempo se transformÓ enun importante plantel educacio-nal con dos internados: uno pa-

ra señoritas pensionistas y otropara huérfanas pobrcs, más unasilo de párulos.

A instancias de los padres defamilia poco tiempo después seadicionÓ la escuela, que era paraniñas, con una sección de varo-

nes hasta los quince años. Sor

María de los Dolores Montes de

Oca fue la encargada de la direc-ción de la sección femenina, Sor

Carlota de la masculina y SorEugenia Acosta del Asilo.

Cuatro nuevas Hermanas veni-das de California en 1876: SorF clí citas, Sor j osefina, Sor Enri-queta y Sor Ana, y dos de Fran-

cia en i 877: Sor Vicenta y SorMaría Reuleau, aportaron su co-laboración cn el desarrollo delestablecimiento de docencia ycaridad que para bienestar delpueblo panameño había arraiga-do mediante la obra cultural de

109

las insignes profesas de San Vi-cente en esta capitaL.

Las materias del pensum do-cente del Colegio cran: doctrinacristiana (a cargo de un sacerdo-

te), lectura, escritura, aritmética,geografía, historia patria y sagra-

da, gramática castellana, inglés,francés, piano y labores de agujapor el método simultáneo mu-tuo.

"Lo más selecto y distinguidode las familias panameñas -diceel Arzobispo Dr. Guillcrmo Ro-

jas y Arrieta-, concurría a estas

clases, siendo el único Colegio

de señoritas que entonces exis~

tía".

Cuando el Colcgio se inició,fue nombrada una junta direc-tiva y se abrió una suscripción

para hacer frente a los gastos.

Conforme fue el plantel acredi-tándose, se hizo mayor la de-manda para que recibiera alum-nas internas, sobre todo sefiori-tas procedentes de familias delInterior del Estado, y consi-

guientemente las suscripcionesvoluntarias fueron disminuyen-

do, ya quc el Colegio con sus

propias entradas podía hacerfrente a sus gastos y hasta pro~

dujo fondos con los cuales se hi-cieron al local los ensanches quesu desarrollo demandó.

No únicamente dedicaron lasHermanas de San Vicente suatención e interés a la docencia,ramo de su especial dedicaciónaún hoy día, sino que prestaronvaliosos servicios a la sociedad

como enfermeras de los hospita-les. Cuando en 1876 quedó va-

iio

cante la administración del Hos-

pital de Extranjeros en esta ciu-dad, lo atendieron con plausiblecelo hasta que la CompañíaFrancesa del Canal Interoceáni-co abrió en 1883 el Hospital delCerro o de Ancón (hoy. HospitalGorgas), el cual fue encomenda-do a sus solícitos cuidados. Por

muchos años prestaron serviciolas Hermanas de la Caridad en elantiguo Hospital de Santo To-más.

El 4 de marzo de 1907, des-

pués dc seis lustros en el ejerci-cio de la caridad y la práctica

de la virtud, rindió la jornada

Sor Elizabeth Goery, la primera

y única Superiora hasta entonces

de la hermandad de San VicentePaúl en esta capital, suceso quellenó de dolor a la sociedadpanameña en cuyo seno habíaderramado ella durante 32 añoscon derroche de bondad, lasdulzuras de su corazón formadopara el bien del prójimo. ElConsejo Municipal de Panamá,haciéndose intérprete de los sen-timientos de la ciudadanía, reu-

nido en sesión el 13 del mismomes, aprobó por unanimidad lasiguiente Resolución:

Considerando: Que el díacuatro de mayo dejó de existiren esta ciudad la Venerable Her-mana de la Orden de San Vicen-te de Paúl, Superiora del Cole-

gio de San Felipe, Sor ElizabethGoery ;

Que en los treinta y dos añosque vivió en Panamá tan conspi-cua cuanto humilde educacIo-nista, dedicada a la enseñanza y

practicando la caridad conquistóel amor de todo el pueblo;

Que gran número de nuestrasdamas, tanto de las clases eleva-das como de las humildes, y va-rios de nuestros jóvenes le de-

ben la educación cristiana y sóli-da que poseen;

Que fue ella fuente de con-suelo para los necesitados de

auxilios materiales o de sanos

conseJos;Resuelve:

Deplórase la muerte de la vir-tuosa Hermana Sor ElizabethGoery y recomiéndase a la con-sideración de los ciudadanos la

memoria de tan esclarecida per-sonalidad.

Publíquese en hojas volantesesta Resolución y envíese copia

de ella, acompañada de nota deestilo a la Superiora de San Feli-pe y a su Venerable hermanoMosieur Goery, Dignatario de laCatedral de Saint Brieux,. enBretaí'a.

Dada en Panamá a los trecedías del mes de mayo de milnovecientos siete.

El Presidente, (fdo), Ernesto

J. Goti.

El Secretario, (fdo), l'rancisco

Baraliano.

*

Los Padres Paulinos

Casi simultáneamente con lasVenerables Hermanas de la Cari-dad, vino al Istmo y sentó plaza

en esta ciudad en 1875 un vir-

tuoso sacerdote de la Congrega-

ción de la Misión, Hijo igual-mente de San Vicente de Paúl,el R. P. Felipe González, perua-

no, quien se hizo cargo, hasta sufallecimiento, de la dirección es-

piritual de las Hermanas en Pa-

namá.

El segundo Paulino que ejer-ció el apostolado aquí, fue el R.P. josé Vaysse, a quien se debela construcción de la Casa de la

Misión en esta capital, ubicadaen la calle 5a., junto al mar, queen la actualidad es la Residencia

de las Hermanas de la Caridad

desde que abandonaron la Casade San Felipe junto a la plazade Bolívar.

Se sucedieron en la obraevangélica de Panamá durante lacenturia pasada, varios sacer-

dotes franceses. Entrado este si-glo XX y en los inicios de laEra republicana del Istmo, alter-naron en el ministerio de cari-dad y culto, en sucesión conti-

nuada, varios saCerdotes Pauli-

nos procedentes de Europa queno se arraigaron en el país, has-

ta que en 1909 fue trasladado

.de Colombia a esta capital el R.P. Guillermo Rojas y Arrieta,costarricense, apóstol consagra-

do y esencialmente misionero,

quien marcó un hito en la histo-ria de la Iglesia nacional al ser

seleccionado en 1912 por laSanta Sede para dirigir la Curiaepiscopal. Bajo el patrocinio del

eminente discípulo de San Vi-cente de Paúl, la obra misionera

de los PaulInos se consolida con

el advenimiento al país de unos

111

cuantos sacerdotes de esa Con-

gregación, que fueron distri~buido s por varias poblacionesdel Istmo.

El consagrado Prelado fuehonrado por el Papa en 1925con el rango de Arzobispo, elprimero al ser creada por el Pon-tífice la Arquidiócesis de Pana-

má.Fallecido el ilustre jerarca Dr.

Rojas y Arrieta en 1933, mástarde, en 1945 otro sacerdote

perteneciente, como él, a laConsagración de la Misión, as-cendiÓ al trono episcopal como

Arzobispo, el R. P. Francisco

Beckmenn, holandés, quien ejer-cía la Rectoría del Seminario ar-quidiocesano.

En el año de 1947 se asocia ala obra misionera y docente de

la Comunidad Paulina un hijodel Istmo, primero y únicopanameño hasta ahora que abra-za esa devoción, el R. P. Fran-

cisco Sáenz, natural de LosSantos. El Padre Sáenz, tras 28

años de apostolado en su patria,dedicado a la propagación del

Evangelio en la cátedra y en elaula, es hoy párroco de SanFrancisco en la ciudad capitaL.

No es justo, en esta somera

reminiscencia de la obra de los

Padres Paulinos en nuestra pa-

tria, con motivo de cumplirse

este año el centenario de su per-

manencia en el seno de la socie-dad panameña, pasar por alto lalabor del R. P. Antonio Conte,

quien dedicÓ toda una vida alcuidado espiritual en distintoslugares del país, de la feligresíapanameña, que lo recuerda con112

amor por el mucho bien quesupo derramar en sus almas.Hoy, agobiado por los trabajosy la edad, está recluido en for-

zado descanso, en el cual leacompaña el recuerdo afectuosode sus discípulos y feligresesque otrora recibieron los benefi-cios de su instrucción y consue-

lo espirituaL.

Con el transcurso de los años,desde hace una centuria que unpequeño grupo de devotas Hijasde San Vicente de Paúl inició sumisión educativa en una humil-

de casa de la plaza de Herrera,

hasta el presente, cien añostranscurridos, la participación dela CongregaciÓn Vicentina en laeducación nacional ha sido so-b resaliente. Actualmente, ade-más de la tradicional Escuela dela Santa Familia de la calle 5a.,las Hermanas, como los religio-sos Paulinos, sostienen en la Re-

pública de Panamá la EscuelaNacional de Modistería, la Es~

cuela de San José de Malambo,

la Escuela de Cerro Azul, La Es-

cuela de la Medalla Milagrosa de

David, la Academia de SantaMaría de Colón, todas bajo ladirección de las Hermanas de laCaridad; el Colegio de San An-tonio de Puerto Armuelles, el

Colegio de San Vicente de San-

tiago de Veraguas y el Colegio

de San Vicente de David (funda-ción suya, ahora administrada

por el Estado); y en la capitalfunciona desde 1925 un presti-gioso Colegio de San Vicente de

Paúl regentado por los PadresPaulinos Americanos, cuya fun-dación gracias a la cooperaciÓn

de los católicos de color de laciudad fue auspiciada y realiza-da por el R. P. Tomás Me Do-nald C. M., que ejerce su minis-terio entre los católicos de la

Zona del CanaL.

Tal es, en síntesis, la funda-

ción centenaria en nuestro país

de la benemérita Congregación

de la Misión, que tantos benefi-cios espirituales como materialesha aportado por un siglo aldesarrollo cultural de la Repú-

bliea de Panamá.

Cabe destacar un hecho raroen la historia de los pueblos, en

quienes la pasión política es ele-mento de destrucción más quede recuperación y adelanto. En

el caso del feliz establecimiento

aquí de la Congregación Vicenti-

na, la promoción fue de perso-

najes de destacada posición so-

cial y política afiliados al Parti-do Liberal colombiano, conside-

rado entonces como tradicionalenemigo de la iglesia. Esos per-sonajes, constituidos en voceros

de la sociedad panameña, propi-ciaron y consiguieron retener en

Panamá, primero a las Hermanasde la Caridad, como antes he-mos expuesto, y como corolarioa los sacerdotes de la misma Co-munidad, consagrados a igualmisión. Los Hijos de San Vicen-

te de Paúl han cumplido a caba-

lidad, durante un siglo la misiónque les impuso el Santo Funda-

dor y por ello se han hechomerecedores del respeto, la sim-patía y el agradecimiento del

pueblo panameño.

113

Marx, desde hace más de un si-glo, la tesis inicial del ManifiestoComunista (1848), de que "todala historia de la humandad noha sido más que una historia dela lucha de clases". y no cree-

mos que el propósito de "LaHuelga Inq uilinaria de 1 932"haya sido el de llegar a la con-clusión "frágil" que se le impu-

ta, sino que esa tesis alumbra el

análisis, el enfoque de los he-chos relatados. Todavía muchoshistoriadores, en todas las latitu-des del mundo capitalista, a 10mejor la mayor parte de los his-toriadores escriben sobre hechosde la historia penetrados de unaconcepción muy ajena al mate-rialismo histórico, incluso fun-

dando su enjuiciamiento en con-cepciones que rechazan elmarxismo. Seguramente que aesta clase de historiadores lesparecerá frágil el análisis de lahistoria, desde la perspectiva

mencionada.

Sin abrigar nosotros ninguapretensión de comulgar con elmarxismo, y también sin airesde dómine o magister dixit, sínos parece muy aeertado el en-juiciamiento que de la huelga in-quilinaria de 1932 nos ha brin-dado el profesor Muñoz pinzón,porque nos recuerda y recons-truye un importante episodio de

la lucha social en Panamá, desta-cando sus innegables earacterís-ticas de lucha de clases. Los téc-

nicos en historia podrán señalar

errores o desacuerdos con rela-ción a este trabajo, pero noso-

tros preferimos subrayar lo que

nos parecen sus aciertos, optan-

do por admirar el bosque sin re-parar en 10 raquítico de unárbol.

Gonzalo Castro Domínguez.

HUMANIDADES: Revista de laFacultad de Filosofía, Letras yEducación de la Universida dePanamá. No. 2. Abri - Junio,

1975. Panamá, R. P.Con un material distribuido

en seis secciones, aparece la se-gunda edición de la RevistaHUMANIDADES, dirigida porlos profesores Manuel Octavio

Sisnett, Franz García de Paredesy Tobías Díaz Blaitry. Recogela publicación que presentamos,

los siguientes trabajos:

. Discurso de Recepción delPremio Nobel: Pablo Neruda.

. Filosofía de la Educación de

jacques Maritain: julio PinillaChiari.

. Fundamentos Metafísicos dela Etica y la Política en la

Sofística Griega: Sergo San-

doval.

. Calendario Folklórico dePanamá (2a. entrega): JulioArosemena Moreno.

. El Griego Nunca Muere:Manuel Ferrer Va1dés.

. Soneto por mi Madre Ausente

y Otros Poemas: GuiUermoLucIao Sánchez B.

. Los Anteproyectos de Consu"

lados Panameños en el SigloXIX (1812-1817). Documen-tación Inédita: Martha Chiari

Centella.115

de su inmenso y variado territo-rio o de su abigarrada pobla-

ción, sino también de su proce-

so de cambio y transformación

que emerge desde dentro de susarraigadas tradiciones milenarias.Cambios y transformaciones pre-senciadas por una generación li-berada".

"El esfuerzo para construiruna nueva India, basado en lomejor de lo antiguo que posee,

hace que su revolución actualllame la atención de todos losaspectos sociales, económicos ypolíticos" .

Estas aparentes contradiccio-nes de la India actual pueden

ser explicadas y comprendidas através de las páginas de este pre-sente número de la Revista IN-DIA. "Siempre ha sido nuestrobien entender -continúa la notaeditorial- que las personas más

indicadas para hablamos de laspeculiaridades de la India son

los escritores del medio latino-americano dentro del cual nos

agitamos. Para nuestra buenafortuna hemos recibido valiosascolaboraciones de otros países

latinoamericanos y las presenta-mos a la consideración del pú-blico en este segundo númerode la Revista INDIA":India, Mundo de Ayer y deHoy, por Carmen Naranjo.La Desintegración del Atomo yla India, por Carlos Pérez Herre-

ra.La India y la Fuerza Nuclear,

por Gonzalo Castro Domínguez.

La República de la India y suIndustrialización Masiva, por

Louis Trevile La Touché Pérez.

118

Los Atardeceres de Bombay,por Pablo L. Manzanares.

Observaciones de la India, por

León Varela.Entrevista con Rogelio Sinán:

Nos habla de su viaje a la India.Elegía a Rabindranath Tagore -

Cuentos Dispersos del Collar delEmir, por Eduardo Ritter Ais-lán.

Poesía, Palabra Forma,Símbolo, por Edilia Camargo V.Algunos Aspectos sobre las Ar-tes de la Representación de la

India, por Daniel Gallegos.

El Primitivismo Universal, por

Roberto Luzcando.

Evolución del Hinduísmo, porTomás A. Ellis.

Algunos Ideas Sobre la Lógica

India, por Jorge Che Nassán.Normalización en la India, porMariela F. de Chan.

La Nueva Filosofía Bancaria,por Franklin Ward.

KLEPFISZ, Heszel: EL IMP AC-TO HEBREO EN LACULTURA OCCIDENTAL. Sec-ción: Historia, Editorial Univer-

sitaria, -EUPAN Panamá,1975.

Fruto de toda esa vocaciÓn

generosa y aprovechable que dis-tingue al Dr. KIepfisz es su libro

sobre El Impacto Hebreo en laCultura OccidentaL. Sc trata de

un trabajo profundo, serio, defácil lectura y de bien asimilada

erudición, en la que el autor ha-ce un extenso recorrido param ostrarnos la trayectoria del

legado hebraico en la formacióndel pensamiento y la cultura delhombre contemporáneo. Por esose explica su preocupación, muylegítima por cierto, de enfrentaresta cara oculta que los hombresde hoy han olvidado, pese yaque Ernest Renán, en el siglopasado, quería explicar la histo-ria de la humanidad con los"milagros" del mundo griego,romano y judío, -nos dice en elprólogo de esta obra el Dr. Ró-mulo Escobar Bethancourt, Rec-tor de la Universidad de Pana-

má.La historia no es sólo del pa-

sado y para que viva en nos-otros tiene que ser presente y

hasta destino. Por eso este librotiene una contemporaneidad or-dinaria, pues rastrea las huellas

hebraicas en las grandes figurasde nuestros días, ya sea en elplano artístico, como fueron lasnotas tiernas a la vez que rotun-das de Mendelsshon, en el pen-samiento científico de Einstein,en el m undo filosófico deBergson, en el conocimiento delhombre con los trabajos deClaude Levi Strauss y FranzBoas, en el redescubrimiento delalma que hiciera Sigmund Freudayer y Herbert Marcuse hoy y,

sobre todo, la gran transfor-mación en la concepción de lahistoria de la economía y de lavida que desarrollara Karl Marx.De quien dice Klepfisz: "Cual-quiera sea el movimiento políti-co a que se pertenezca y la es-cuela filosófica () econÓmica de

que se sea adherente, no se pue-

de dejar de reconocer la impor-tancia de Marx para el desarro-llo de la historia moderna. En elpresente siglo, los países bajo

sistemas de gobiernos socialistasy las partes del mundo en don-de predomina la organizacióncomunista, así como tambiénlos movimientos del socialismo

democrático, al igual que lasmodalidades políticas del leni-nismo, trotkismo y maoímo, re-ciben la influencia de las con-

cepciones de Carlos Marx y enellas han fundamentado sus insti-tuciones sociales y económicas.

Ni siquiera sus adversarios pue-

den dejar de reconocer las extra-ordinarios méritos de este revo-

lucionario del pensamiento mo-derno, en el cambio profundoque ha tenido lugar en la fioso-fía, la sociología, la economía yla política".

Como su título lo indica, esteestudio se refiere al impactohebreo en la cultura occidental,siguiendo el coneepto de quecultura es lo que somos y civili-zación es lo que usamos. El he-

braísmo, más qU(~ ejercer in-nuencia en lo que empleamos,dejó su impacto en lo que so-

mos, en la misma sustancia delhombre occidentaL.

Este estudio ayudará a incre-mentar el interés por el conoci-miento de una cultura antigua ymilenaria que se mantiene activahasta el presente: La cultura he-

brea.Todos los valores éticos y so-

ciales que apreciamos en lahumanidad provienen de la cul-

119

tura hebraica. Los Diez Manda-mientos, que forman la base éti-ca de la civilización occidental,

fueron escritos cn hebreo. Es

cierto que el primer Mandamien-to comienza con la declaracióndel dominio divino en el univer-so, en el hombre y en la Histo-ria; sin embargo, los demás sededican, principalmente, al serhumano y a la conducta indivi-dual. Los Diez Mandamientostienden a inculcar lo divino en

el hombre; aspiran a que la so-ciedad tenga en sí algo de la in-nuencia divina. N o suele apre-ciarse hasta qué punto nacen deljudaísmo y provienen de la Bi-blia los conceptos esenciales queanhelamos y que realizamos enel aspecto socIal. El amor alprójimo, la justicia social, el de-recho del pobre y el obrero, elrcconocimiento de la mujer, laprotesta contra la esclavitud,

contra la explotaeión del hom-

bre por sus semejantes, todos es-t o s conceptos modernos quecreemos modernos, empleadosen el lenguaje social contempo-ráneo, tienen su origen en lacultura juadaica.

El libro del Dr.. Klepfisz su-

braya la importancia y valor que

tiene, para el hombre ansioso dclos estudios de Humanidades,

conocer la cultura judía y su ca-racterística de continuidad.

EMILIANI V., Generoso: DELUTO VISTEN LAS ALBASPoemas Imprenta Universitaria.1974, Panamá, R. P."La p oe8Í a de Generoso

Emiliani, nos abre una puerta de

120

agua viva, en esa inquietud cons-tante del hombre por su trascen-dencia en la naturaleza y en eltiempo. Sus sonetos, trabajadoshasta lograr resplandor de joyas

precIosas han logrado en cerrarla "plegaria de una rosa", la"angustia presurosa del olvido",deteniéndose "en las puertas deluz de cada estrella" manifiestala luareada poetisa chiricana Ma-tilde Real de González en elprólogo de este libro de poemas.

El poeta, Lcdo. Everardo E.Tomlisson H., reconoce que"Generoso Emiliani no es elpoeta que se aventura por lasrutas de la poesía de vanguardia.

Más bien podríamos decir quese mantiene, pese a sus muy lo-gradas metáforas, tejidas con do-lor, sangre y sentimiento, en el

campo tradicional de la poesía,área ésta donde demuestra unfácil dominio del soneto y uncontrol dc la métrica en las pro-ducciones que forman su obra.En cada uno de estos versos yen toda la producción del insig-ne bardo hay poesía moldeadapor la angustia, con el anhelo devivir coqueteándole a la muerteo sencilamente ahíta de un te-mor reverencIal hacia lo divino.En el panorama poético nacio-nal Generoso Emiliani tiene unaposición ganada con justo orgu-llo, pues, a no dudarlo, por suabundante obra lírica, él ha sa-bido brilar eon luz propia".

Nuestro poeta, al referirse aMi Noche al Infinito, dice: "Iréen mi largo viaje horadando midestino;/ me detendré en lospuertos de cada estrella;/ mien-

demos dividir, de acuerdo conlos temas que les sirven de cje,en cuentos de ambiente rural ocampesino, cuentos de ordenpsicológico que retratan la es-tructura interior del personaje y

cuentos que se rcfieren al áreacapitalina el Instituto Nacional

de Cultura ha publicado UNTIEMPO Y TODOS LOS TIEM-POS del escritor nacionalRamón H. jurado.

E x presa el profesor FranzGarcía de Paredes que "RamónH. jurado es, sin duda, el nove-lista más completo de su genera-ción. Es, además, el mejor dota-do y el de producción más rica

y variada. Su obra narrativacomprende: San Cristóbal, De.sertores y El Desván.. Ahorasus cuentos se publican por pri-mera vez en forma de volumen.

En efecto, estos cuentos han si-do escritos en épocas distintas ydistantes; de ahí el desnivel deconcepeión y estilo que se ad-vierte en la lectura de ellos".

Como ejemplos del tipo denarración campesina el lectorencontrará "El Hilo de Sangre"

y "Cruce de Cartas" que, origi-nalmente, se publicó bajo eltítulo de "Caso No. 62", y co-

mo modelo de exposición urba-na, "CaIidonia 126".

Este libro es una demostra-

ción vívida de la variedad y ri-queza de argumentos que conmaestría explota jurado.

SANDOVAL, SERGIO: FUN.DAMENTOS DE FILOSOFIA.Libro n. Fundamentos Meta~

122

físicos de la Etica y la Política

en el Período Antropológico de

los Griegos. Ediciones Guadalu-

pe, Ltda. Bogotá, Colombia.1974.

En materia de Filosofía, co-mo todo en la vida, se dan loscasos esencialmente de dos tiposde originalidad. El primero po-dríamos llamarlo la originalidadcreativa de principios, elementoso rasgos; el segundo caso, origi-nalidad creativa de combinacio-

nes de principios, rasgos o ele-mentos que el primer tipo deoriginalidad ha creado. Es la ex-plicación que adelanta el Dr.Sergio Sandoval en la introduc-ción de esta obra suya, cuan.do advierte que, a juicio suyo,la originalidad de la filosofía

socrática murió con Sócrates. yque las escuelas post-socráticas

pertenecen al primer caso deoriginalidad. En tanto que pen-sadores como Demócrito, Pla-tón, Aristóteles, Xenón el estoi-co y Epicuro, combinaron ge-nialmente los principios que laevolución filosófica, desdeThales de Mileto hasta las escue~

las post-socráticas, hab ían yacreado.

También agrega nuestro autorque pone de relieve su punto devista ético-político el cual tiene

sus consecuencias en el campode las relaciones internacionales,específicamente en lo que se re-fiere a la situación y condicio-

nes de nuestra República y que

no serán los extraños conceptos

de la piedad, misericordia o jus-ticia pues, como lo dijera Bis-marck, el Canciler de Hierro de

la Alemania del siglo xix, "en-

tre las naciones no existe al-truÍsmo".

El libro del Dr. Sandoval está

dividido así:

1. El Problema del Ser de loEtico en los Sofistas.

n. Protágpras de Abdera. Tra-

símaco de Calcedonia. Calicles.

ni. SÚcrates de Atenas. An-

tístenes de Atenas. Aristipo de

Cirene. Hegesías. Cinco Etapas

de la Etica.

*

CARLES, RUBEN D.: PANO-RAMAS ISTMEJ'OS. Centro deImpresión Educativa. Panamá,R. P. 1975.

El profesor Rubén DadoCaries, en su constante empeñopor realzar nuestros elementos

histórico-culturales, presenta sulibro titulado PANORAMASISTMElSOS, que recoge en sucontenido una valiosa selecciónde lecturas, estampas típicas de

11 uestro acontecer interiorano,

insertas en otras obras suyas, a

las cuales agrega destacados te-mas de actualidad como "El In-genio La Victoria", "Explota-ción de las Minas de Cobre","Cítricos en Chiriquí", "Hidro-

eléctrica del Hayano", "Bahía

Las Minas", "El Golfo de Pana-

má" y otras descripciones nacio-nales.

Estas lecturas van acompaña-das de adecuadas e interesantesilustraciones, ordenadas en ex-posición inetÚdicas y elegante,lo que denuncia la calidad y va-

lor de la obra, así como hace

más interesantes su lectura.Entre las poesías que ofrece

este libro se cuentan "El VolcánBarú" de María Olimpia de DeObaldÍa; "Soy Chiricano" deSantiago Anguizola D. y "MusaPanameña" de Ricardo Miró.

Recomendamos a los lectoresde la Revista LOTERIA la lectu-ra de esta amena antología his-tórico-geográfica de Panamá,producto de la profunda y fruc-tífera cultura del maestro Car-

Ies.

*

VILLARROEL, MIGUEL D.:MIRANDA y EL CANAL DEPANAMA. Cronología Histórica.Ediciones del Instituto de Estu-

dios HistÚricos Mirandinos. Ca-

racas (101), Venezuela. 1975.

El Canal de Panamá siemprees esperanza en el futuro dc lahumanidad y es lógico que to-dos desean que su territorio seatotalmente inherente a la sobe-

ranía de esa República y que losnuevos Tratados que pueda sus-cribir con los Estados Unidos uotros países, sean beneficiosos

para su economía y progreso, yasí como el manejo de sus re-cursos que debcn ser administra-dos por manos panameñas. Laspáginas de la obra Miguel A.Vilarroel están consagradas al

pensamiento panameño de Mi-randa y sus anhelos de indepen-

dencia. Están de pie frente alfuturo promisor de América yPanamá y el Canal que es de sulegítima propiedad, que deben

123

ESTUDIOS:

"Hacia un Atlas Lingüístico

de Hispanomnérica" por Pedroi. Cohen.

"La InmigraciÓn AntillanaDurante la ConstrucciÓn del Ca-

nal de Panamá" Aspectos Meto-dológicos" por Eunice E. Ma.son.

"El Departamento de TranajoSocial" por Hcctor H. Staff.

"Posibilidades de una TécnicaRacional de AdministraciÚn"por Rubcn D. Jurado.

"Puntos de Partida para unPlan de IntegraciÚn Cultunù Ibc-roamericano" por Robcrto E.Covian.

RELACIONES ENTRE PANA.MA Y LOS ESTADOS UNIDOS;

"La Zuna del Canal de Pana.má Ante el Consejo deSeguridad" por Emilio ¡". Clare.

"La Lucha dc Panamá por laIndependencia" por E. Brand-ford Hurns.

MEDICINA:

"Actitud del Anatomista" porAntonio F. Pino.

"Muerte Biológica" por Fede-rico Górnez.

"Disentería Bacilar en el Só-

tano de Panamá" por Carlos Ca-lero M.

DOCUMENTAClON NACIONAL:"Trabajos del Dr. josé dc la

Cruz Herrera sobre el Problema

del Canal".

ANAQUEL: ExposiciÓnBibliográfica de E UP AN (Edito-

rial Universitaria).

CALENDARIO: In dice de lasA c ti vidaòes Realizadas en laUniversidad de Panamá Duranteel Primer Semestre del Año Lec.tivo 1975".

Osman Leonel Ferguson

125

/'()('síu

Triistmir So larte

BALANCE DE SITUACION

RA YO DE CORDURA

Farol quisiera ser en noche oscura,entre Avenida "C" y Calle Tercera,para ver al fantasma de quien erahacerle un ágil quite a la locura.

Halo de insectos, láser de hasuraardiendo en la penumhra callejera,quÚiera comprender por jÏn, quiÚeracaptar al vuelo el rayo de cordura.

Uvlostróme aquel relámpago de hieloel hueco negro al fondo de mi cielo(atroz succión de estrella comprimida)'

Farol, test(r;o, actor que se ilumina¿qué fue Lo que lJasó en aquella esquinaentre La calle oscura y la avenida?

126

LOS INSOMNIOS INF ANTlLES (O LOS PELIGROSDEL l'ARO FANTASMA)

¿Recuerdas la canua sin remeroy aquel batir sus alas de falenay aquel sonido sordo de cadenas

y el golpe de partidos chumaceros?

¿Adónde irá el difunto marinerohan tarde ya! con su barcaza llena,de bote en bote, de ánimas en 11ena

y fantasmas de torvos bucaneros?

PrÓtegdo del faro que extravíaa quienes se aventuran mar afuera.Que no lo engarìe el resplandor remoto,

no vaya a ser que lo intercepte el día,o lo sorlirendan lanchas patrulleras

sin zarlJe, ni licencia de piloto.

NOSTALGIA Y MIEDO

Ayer lia,ié frente al solar vacioLtonde hace tiempo estuvo nuestra casa.¡Sentí una cavanga!

y miedode que lior aquel espacio en blanco

una noche de éstas se fueseel resto de la aldea.

127

RUEGO

Si tuviese que empezar de nuevo,te rogaría humildementeljue dejaras intacta la casaal jÙ/al de la lJobre callejuela.

y enreda el ticmllO en sus chinelas.

A mort(~u.a, eso sí, la In: de estrellas

y faroles.AlJaga el rumor de mis pisadas.Haz aÚn más pro(imdo el .\ucrio de sus padres.Baja unas cuantas puZtadas su ventana,

o dale un poquito más de agilidadal torpe mnan.tc clandestino.

Pero a ella déjala exactamente como era:el mismo camisón de mantasucia llameandocomo un (ántasmaal ritmo de los cmìonazos que estallaban en mi pecho.

SE FORMLJLA UNA ESPERANZA

Me pregunto si no te acordarás de mí,a veces.

Cuando llueve, llOr ejemfJlo.y el gato, luego de ajžlarse cuidadosamente las uñasen el crÚ-tal de la ventana,viene a echarse a tus piessobre la alfombra.y el sillón se te va endureciendohasta adquirir la consistencia de una roca.

y apoyas (como si fuera mi cabeza)en tu regazo

el libro que Idas.y los labios te saben a viento de bahía.

y te sacudes la arena del cabello;

y de la blusa el lento derrumbe de la eternidad,el chorrito de tiempo quc hago correrpor tus esj)aldas.

128

A lísate la Falda, aparta mi rostrode tus muslos,

no vaya a ser que escandalices a tus nietos en la Salacada vez

(fue llueva,

y el gato,luego de afiiarse las uiias en el aire,venga a ovillarse hajo tus pies descalzosque balanceas muy dulcementesobre el estruendo de las olas.

PEARLlE

"in a kingdoni by the sea..."Poe

Todos la amábamos exactamente del mismo modoy ella estaba enamorada del grupo todoy de cada uno de nosotros en particular.

En un fJ(raíso junto al mar.

Si me veiacabizbajo un dia,pegaba su mejilla,fresca como el agua de lluvia, a la m ia,y acariciándome la nuca con la punta de sus dedos, espantabaaquel pesar sin fondo y sin orillasque ya entonces me acosaba.

y lo mismo hadacon Carlos y con Bungús y Papasitoy con Buxi y Bostá y con Malito.De manera

ljue en nosotrosla tristeza

era cosa pasajera.

y nadie sentía celos de los otros.y todos habríamos sido felices para siempre, para siempre

adolescentes,si el tiempo no se hubiese embaladolocamente,

129

y ella no hubiese resuelto sentar caheza,

y las nuestras no se hubieran llenadode canas

y ambiciones,

de absurdas fantasiasy de ilusionesvanas.Si Carlos no se hubiese empleadode oficial mayor en la Fiscalia.Si Bostá, ya para entonces sordocomo una tapia, no hubiese adquiridosu expendiode legumbres y pescado.

y yo no hubiera partidoun dia en el harco aquel con su naufragio ahordo.

Atrás quedaba, para siempre, el caserzoempotrado en la ondulante falda de un incendio.Por favor, no me d(i;asque desde el balcón donde amamantabas a tu crio(acariciándole la nuca con dedos de orocargados de electricidad), querida amiga,ansiosamenteno seguiste - con ojos que aún anoro -la silueta humeante, mientras trabajosamentedescifraha el laberinto de canales,

erizados de corales

helicosos, que bloquean la entrada a la bahiay al más alegre misterio de tu vida y de la mia.

LATÁ

"...las bellaquerlas detrás de lapuerta... "

Góngora

Cuando Buxl arrojó la latacon todas sus /Úerzas(aquella fÚerza (ÙabóIÙ:aque era el terror del vecindario)corrimos a escond('rnos detrás de la escalera.

Silenciosos, si:i;ilosos, temerosos, furtivos, agazapados,el corazón encabritándose en el pecho.

130

A tientas tu mano buscó la mía en la oscuridadpara guiarme.-¿Adónde vamos? - pregunté temblando.Con la mano libre me tapaste la boca, ahogándote de risa.Me arrojaste por la escotilla de un avión en fJleno vueloal abismo.¡Qué caída de vértigo, Dios mío!

y nos sumergimos en un agua tibia, oscura y transparente;buceamos sorteando erizos y arrecifes,sobre el fondo tachonado de estrellasque a nuestro paso

iban apagándose, una a una,como brasas cumplidas.Después vi una pareja de rayas electrocutadas,enlazadas.Enloqueâdos meteoritos me quemaban las pestañas.Sentía bufar a los delfines,su aliento abrasador en mis narices.Nubes de hipocampos obstridan la entrada de esa gruta.Los espanté de un solo manotón.Las paredes tenían una textura de aguamala,

y del techo pendz'an estalactitas de langú-laláque se iban desprendiendo conforme me aferraba a ellas.Espérame, me gritabas al oído, ¿a qué tanto alJUro?y en eso los tres odiados golpes de la lata, afuera,en el cemento,y one-two-three,

y me quedé para siempre sin saberlo que me aguardaba al finalde aquel delirante escalofrío.

131

132

AHciía Be1t§y Edlward§

POEMAS

PENUMBRA

Entras cauteloso,

apartando dulcemente la penumbra de m£ ser;alumbrando mundos dorados,suspend£dos allá, en lo alto,enáma de la real£dad,enàma del pensam£ento,enáma del sent£r m£smoque ya no se sabe expresar.

NO TE HAS IDO

No te has £do.

Palpo tu sonri'sa,escucho tus ojosreflejos de s£erra,

olor a mar salado,

car£ño del sol.

Prínápe del tróp£co,mezcla lemp£reña

de mago guerreroy español altivo.

Tu fulgor llama,

£nv£ta, promete, brilla.Quemas el hastío nórd£co,bronceando m£ corazón.

BIENVENIDO

y el mundo sehace sutilinsinuación.La larga cariciadel deseo imposibleenmela la tarde,tapando el silencio.

SI ORTEGA SUPIESE

Afirmo tu extstenciajunto a mí en lasnoches semi-pobladasde sueños relucientes.

Busco tu mano, tucara, el fulgor de tus ojos.Busco tu voz que meacariÚa cual seda perlada

de Indias.

Añoro tu cuerpo:medida necesaria demi ser, sombra sorprendentede mi sombra.

133

PLAN DE LOS SORTEOS ORDINARIOS OOMINICALES

EL BILLETE ENTERO CONSTA DE 150 FRACCIONES DIVIDIDOEN CINCO SERIES DE 30 FRACCIONES CADA UNA

DENOMINADAS A, B, C, D y E

PREMIOS MAYORES

1 Premio Mayor, Series A, B, C, O y E1 Segundo Premio, Series A, B, C, O y E1 Tercer Premio, Series A, B, C, O y E

Fracción Bilete Entero

Total de

Premios

B/.l,OOO.OO B/.150,OOO.00 B/.150.000.00300.00 45,000.00 45,000.00150.00 22,500.00 22,500.00

10.0050.00

3.001.00

2.505.00

2.003.00

TOTAL...

Precio de un Billete Entero. . . . . B/.

Precio de una Fracción. . . . . . . . .Valor de la Emisión. . . . . . . . . . .

DERIVACIONES DEL PRIMER PREMIO

1,500.007,500.00

450.00150.00

27,000.0067,500.0040,500.00

135,000.00

18 Aproximaciones, Series A, B, C, O y E9 Premios, Series A, B, C, O y E

90 Premios, Series A, B, C, O y E900 Premios. Series A, B, C, O y E

DERIVACIONES DEL SEGUNDO PREMIO

18 Aproximaciones, Series A. B, C, O y E9 Premios, Series A, B, C, O y E

375.00750.00

6,750.006,750.00

DERIVACIONES DEL TERCER PREMIO

18 Aproximaciones, Series A, B, C, O y E~ Premios, Series A, B, C, O y E

1,074

300.00 5,400.00450.00 4,050.00

B/.510,450.00

82.500.55

825,000.00

135

NUMEROS PREMIADOS EN LOS SORTEOS DE LALOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIA

LOS DOMINGOS DE OCTUBRE, 1975

SORTEOS No. PRIMERO SEGUNDO TERCERO

Octubre 5 2954 7147 2947 4562Octubre 12 2955 6534 2110 1217Octubre 19 2956 2527 2907 4345Octubre 26 2957 7874 4192 8813

NUMEROS PREMIAOOS EN LOS SORTEOS DE LALOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIA

LOS DOMINGOS DE NOVIEMBRE, 1975

SORTEOS No. PRIMERO SEGUNDO TERCERO

Nov. 2 2958 2431 3069 5566Nov. 9 2959 4236 4619 2033Nov. 16 2960 8357 6507 9470Nov.23 2961 5526 9781 3372Nov. 30 2962 4206 8959 9769

136

PLAN DE LOS SORTEOS ORDINARIOS INTERMEDIOS

EL BILLETE ENTERO CONSTA DE 90 FRACCIONES, DIVIDIDOEN 6 SERIES DE 15 FRACCIONES CADA UNA

DENOMINADAS A, B, C, D, E, Y F

PREMIOS MAYORES

1 Premio Mayor. Series A. B, C, D, E y F1 Segundo Premio, Series A, B, C, D, E y F1 Tercer Premio, Series A, B, C, D, E y F

Fracción Cada Serie

B/.1,OOO.00 B/.15,OOO.00

300.00 4,500.00150.00 2,250.00

DERIVACIONES DEL PRIMER PREMIO

18 Aproximaciones, Series A, B, C, D, E y F9 Premios, Series A, B, C, D, E Y F

90 Premios, Series A, B, C, D, E y F900 Premios, Series A, B. C, D, E y F

10.0050.00

3.001.00

150.00750.0045.0015.00

OERIVACIONES DEL SEGUNDO PREMIO

18 Aproximaciones, Series A, B, C, D, E Y F

9 Premios, Series A, B, C, D, E y F

2.50

5.00

37.50

75.00

DERIVACIONES DEL TERCER PREMIO

18 Aproximaciones, Series A, B, C, D, E y F~ Premios, Series A, B, C, D, E y F

1,074 PREMIOS

2.003.00

TOTAL...

30.0045.00

Precio de un Billete Entero. . . . .Precio de Una Fracción. . . . . . . .Valor de la Emisión. . . . . . . . . . .

B/.49.500.55

495.000.00

Total de

Premios

B/. 90,000.00

27,000.0013,500.00

16,200.0040,500.0024,300.0081,000.00

4,050.00

4,050.00

3,240.002,430.00

B/.306,270.00

"~

NUMEROS PREMIADOS EN LOS SORTEOS DE LALOTERJA NACIONAL DE BENEFICENCIA

LOS MIERCOLES DE OCTUBRE, 1975

SORTEOS No. PRIMERO SEGUNDO TERCERO

Octubre 1 465 9417 4584 0250Octubre 8 466 9147 6583 0264Octubre 15 467 8309 0013 0633Octubre 22 468 5394 8445 7266Octubre 29 469 2257 3360 8480

NUMERaS PREMIADOS EN LOS SORTEOS DE LALOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIALOS MIERCOLES DE NOVIEMBRE, 1975

SORTEOS No. PRIMERO SEGUNDO TERCERO

Nov. 5 470 3555 7037 8725Nov. 12 471 1128 9446 5817Nov. 19 472 0892 7358 6269Nov.26 473 3175 2365 3338

138

~S~UPLt~/~JENTO

CALENDARIODE LA

NACIONALIDADPANAMEÑA

J, CONTE P()RRAS

El Calendario HistÓrico de laNacionalidad Panameña está des-tinado a los estudiantes, con el

propósito de hacerlcs reconocer

las instituciones, los prohombresy los hechos significativos de laHistoria NacionaL.

Trabajos similares a éste reali.zaron en el pretérito GuillermoAndreve con su "CalendarioIstmeño", Angel Rubio con su"Almanaq ue PanamcÙo", Ernes-to J. Castilero con sus "Efemé-

rides" y juan Antonio SustoLara con sus publicaciones de

"Un día como hoy" y su exten-sa investigación sobre los "Pana-

meños Ilustres"Todas estas monografías nos

han servido de guía bibliográfi-ca. Si bien la mayoría de dichosinvestigadores enfatizaron su in-

terés en la Historia Colonial y

los hechos históricos del sigloxix.

Conscientes de que el conoci-miento de la Historia es dinámi-co, hemos hecho el esfuerzo deenriquecer los trabajos que noshan precedido con hombres yhechos de nuestro mundo ac-tuante, a través de una búsque-

da de acontecimientos notables

que van desde la inauguración

del Ingenio la Victoria, hasta elnatalicio de Ascanio Arosemena.

Nuestro Calendario ha sidoconfeccionado tras la investiga-ción de la prensa diaria, boleti-nes oficiales, la Gaceta Oficial yla verificación de los natalicios

del Registro Civil de la Repúbli-

ca de Panamá.

141

ENERO

18901. Natalicio de Tomás Gabriel

Duque, quien se encargÓ dela Presidencia de la Repúbli-

ca en 1928.

19721. El Presidente de la Repúbli-

ca, Ing. Demetrio B. Lakas

promulga el nuevo Códigodel Trabajo.

19501. FundaciÓn del jardín de

Paz.

18612. Natalicio del Ing. Abel Bra-

vo (1861-1934)

19312. La Revolución del grupo po-

lítico AccIón Comunal, de-rroca al Presidente de laRepública Florencio Harmo-

dio Arosemena.19552. Asesinato dcl Presidente de

la República, josé AntonioRemón Cantera.

19233. El Presidente Porras remite

una nota oficial al gobiernode Los Estados Unidos, enla cual hace dramáticas de-

claraciones sobre el TratadoHay-Bunau-Varila. Nuestrorepresentante en Washing-

ton, Ricardo j. Alfaro hace

entrega formal de dicha notaal Secretario de EstadoCharles Hughes.

19693. La Caja de Ahorros inaugura

una Sucursal en la poblaciónde Santiago de Veraguas.

142

19454. Se reune en la población de

Chivo-Chivo la Asamblea Na-cional para dar un golpe de

estado al Encargado del Po-

der Ejecutivo y nombrar co-

mo Presidente de la Repúbli-ca a jeptha B. Duncan. (Notomó posesión del cargo).

19065. Antonio Alberto Valdés es

designado por El Presidente

Amador, como el primer Bi-bliotecario (Director) de laBiblioteca Popular de Pana-

má, antecesora de la Biblio-teca Nacional de Panamá.

18996. Natalicio de Víctor F. Goy-

tía, Educador, Periodista,Jurista y destacado investiga-dor de la Historia N acIonal.

18996. Fallece el Dr. Gil Colunje

19247. Fallece el Maestro Nicolás

Pacheco19028. N a tali cio del Dr. Sergio

González Ruiz, médico nota-ble, poeta, literato y quien

ocupó la presidencIa de laRepública en 1961 y en1962.

19268. Natalicio del Poeta José An-

tonio Moncada Luna.19649. Los estudiantes panameños

defienden el derecho de izarla bandera panameña en laZona del Canal de Panamá,como medio de reafirmarnuestra soberanía en ese te-rritorio, temporalmente bajojurisdicción norteamericana.

1964io. La ciudadanía panameña

acuerpa a los estudiantes, aldefender con encendido pa-

triotismo el derecho a enar-

bolar la enseña nacional en

la Zona del Canal de Pana~má.

196511. El Presidente Robles pro-

mulga la ley la. de 1965,

que crea el INSTITUTO PA-RA LA FORMACION DERECURSOS HUMANOS.

151912. Es decapitado en la pobla-

ción de ACLA el adelantadodel Mar del Sur, Vasco Nú-ñez de Balboa.

189712. Natalicio de josé M. Quirós

y Quirós, destacado defensorde nuestra nacionalidad.

189313. Natalicio del poeta Elías

Alaín.

189913. Natalicio del poeta Demetrio

Korsi.

191414. El Presidente Porras promul-

ga la ley 6a. de 1914, quehace obligatoria la jornadade ocho horas en todo el te-rritorio nacionaL.

184515. Natalicio de Don josé Do-

mingo de ObaldÍa, Ex-Presidente de la República

(del 1907 al 1908).

194116. Fallece Nicanor A. de Oba-

rrio, prócer del movimientoseparatista de 1903.

187317. El Presidente del Estado So-

berano crea la J unta de Ins-trucción Pública, para aten-

der todos los problemasinherentes a la educacic)J pa-

nameña.

1854l8. Natalicio del General Benja-

mín Quintero Alvarez(1864- 1929)

i 90118. Natalicio de Gil BIas Tejeira,

notable periodista, literato yeducador (1901-1975)

186419. Natalicio de

go, fundador

Bomberos(1864-1914 )

190220. Muere trágicamente el Gene-

ral Carlos Albán, al hundirsefrente a la bahía de Panamá,el barco el Lautaro.

Ricardo Aran-del Cuerpo ded e Panamá

188220. Los franceses inician las ex-

c a vacIones del Canal confuertes explosiones de dina-mita en la población ELEMPERADOR.

176420. Se inaugura el templo de

Santa Ana, obra donada por

Mateo de Izaguirre a los mo-radores del lugar.

195121. Se inaugura el HOTEL PA-

NAMA, como un vasto plande incentivos a la industriaturística en Panamá, obraprohijada por la visión delestadista Enrique A. Jimé-nez.

143

190322. Los representantes diplomá-

ticos de Los Estados Unidos

y de la República de Colom-

bia suscriben el TratadoHerran-Hay

196922. José M. Pinila Fábrega, Pre-

sidente Provisional de la Re-

pública, promulga el DecretoNo. 13 de 1969 que crea laDirección de AeronáuticaCiviL.

J96623. Es inaugurada en el aero-

puerto de Tocumen la esta-tua del Cristo, del escultor

nacional Carlos Arboleda.

187024. El Presidente del Estado So-

berano, General Buena-ventura Correoso inaugura laEscuela de Varones de San

Felipe.

J91825. El Presidente Ramón M.

Valdés inaugura la Facultadde Derecho, primera institu-ción de estudios superioresen la República de Panamá.

193525. El Gobierno Nacional aprue-

b a e I Tratado RemónEinsenhower, que hace mo-

dificaciones al Tratado dclCanal de Panamá.

197225. El General Ornar Torrijos

IIerrera inaugura el INGE-

NIO LA VICTORIA.

190126. Alfredo Patiño, combatiente

de las filas dcl liberalismo

144

popular, da inicio a la GuerraCivil de los Mil Días, al ata-car a la población de Peno-

nomé.

190426. Natalicio de Diógenes de la

Rosa, Periodista, Sociológo ydestacado investigador de losProblemas Nacionales.

192726. La Asamblea Nacional recha-

za el Tratado Kellog-Alfaro,que plantea cambios en elTratado IIay-Bunau Varilla,(considerado onerosos paralos intereses nacionales)

193927. El Presidente juan Demóste-

nes Arosemena, inaugura enPanamá la Vieja, el monu-mento a los Descubridoresdel Perú.

194227. La Caja de Ahorros inaugura

una Sucursal en la poblaciónde Colón.

197327. La Caja de Ahorros inaugura

una Sucursal en la poblaciónde Monagrilo, provincia deHerrera.

J67128. El Pirata Enrique Morgan

ataca la ciudad de Panamá.185528. Se coloca el último riel que

une las vías del ferrocarriltransístmico entre Colón yPanamá.

193728. El Presidente juan Demóste-

nes Arosemena, crea la ordende Vasco Núñez de Balboa.

191629. El Presidente Roberto F.

Chiari, promulga la ley 31 de1963 que crea el curso P A-NAMA Y LOS ESTA DOSUNIDOS, para los plantelessecundarios de la República.

186330. Natalicio del Dr. Ciro Luis

Urriola, doctor en médicina,

célebre botánico, y quienocupó la prcsidencia en1918.

187031. Natalicio de Julio J. Fábre-

ga, uno de los más distingui-dos miembros del foro na-cionaL.

191331. El Presidente Porras promul-

ga la ley 19 de 191~, quecrea el BANCO DE EMI-SION DE LA REPUBLIC/\bajo la ùenominaci(l\ deBanco de Panamá (La insti-tuciÓn no llegó a funcionar).

FEBRERO

1932l. Natalicio de Carlos Manuel

María(Mañe) Y caza, destaca-do jincte internacionaL.

19702. La Caja de Ahorros inaugura

~na Sucursal en San Migue-

lito.

18623. Natalicio de Nicolás Victoria

J aén, noble patricio, defen-sor de la nacionalidad.

19244. El Presidente Porras remite a

Washington una nota ùiplo-

mática bajo el título dePROPOSICIONES PRESEN-TADAS POR LA REPUBLI-CA DE PANAMA, COMOBASE GENERAL DE UNNUEVO CONVENIO CONLOS ESTADOS UNIDOSPARA REEMPLAZAR ELCONVENIO T AFT.

18575. El Estado Fedcral de Pana-

m á promulga la ley queautoriza la primera emisiÓn

de papel moncda panarnei1o.i 8655. Natalicio de Eusebio A. 1\10-

r a 1 e s , cali ficado como la"conciencia crítica de la Rc-pública"

19035. Natalicio de Manuel Celesti-

no Gonzálcz, "Gonzalito",periodista rebelde, idealistainspirador de la juventud,

ciudadano de nobles virtu-des.

19385. Se inician los juegos olímpi-

cos internacionales en la ciu-dad de Panam:í.

19105. Se celebran los primeros car-

navales oficiales dc la Repú-blica de Panamá.

19166. El Presidente Porras inaugu-

ra la ExposiciÓn Nacional dePanamá.

19747. Se suscribre la DeclaraciÓn

Tack-Kisinger, que scriala lasbases de una nucva negocia-ciÓn para la sustitución delTratado del Canal de Pana-ma.

145

18888. Natalicio de Enrique A. Ji-

mcncz, estadista visionario,quien ejerdÓ el cargo dePresidente de la República

del 1945 al 1948.

19299. Muere tr:igicamente Eusebio

A. Morales

185710. Natalicio de Simefm Conte

Aizpur, educador coclesano.1872

11. Natalicio del pocta AdolfoGarcía.

186712. NatalicIo de Juan Antonio

Guizado, Ex-Comandantedcl Cuerpo de Bombcros dePanamá.

190112. Natalicio de Felipe juan Es-

cobar, distinguido miembrodel foro nacionaL.

185513. Natalicio de Benigno An-

drión, educador coclesano.

192813. Natalicio de Ornar Torrijos

lIerrera1915J4. Soldados norteamericanos

acantonados en la Zona dclCanal de Panamá, provocanviolcnta riÙa callejera (Mar-

tes dc Carnaval) dando ori-gen a un doloroso saldo de

muertos y heridos.

195315. El Presidente Remón da ini-

cio a un nuevo período en

146

la gesta revlSlOnista del Tra-

tado del Canal de Panamá alafirmar "NO QUEREMOSNI MILLONES, NI LIMOS-NAS, LO QUE QUEREMOSES JUSTICIA".

190416. Es elegido Manuel Amador

Guerrero como el PrimerPresidente de la República.

188517. El Dr. Pablo Arosemena

toma posesifm de la J ctaturadel Ejecutivo del Estado So-

berano de Panamá.

192318. El Presidcnte Porras funda el

Instituto Gorgas, de investi-gación de enfermedades tro-picales, en memoria deWiIiams Gorgas, médico je-fe, director de la campaña

de saneamiento de las ciuda-des de Panamá y Colón.

179819. Natalicio de Manuel Alemán,

prócer del movimiento inde-pendentista de 1821.

188520. Natalicio de Jeptha B. Dun-

can, uno de los más distin-guidos educadores de la pa-tria.

152420. El rey de España ordena que

se abra un camino de tierraque una las poblacIones deNombre de Dios y Panamá.

191620. Natalicio de Federico Velás-

quez, distinguido educador

nacionaL.

192121. Fuerzas del ejército costarri-

cense ocupan poblaciones dela región de Coto, bajo, ju-risdicción de nuestro país.

188622. Natalicio del poeta josé Gui-

lIermo Batalla.

189623. Fallece Justo Arosemena.

197123. Fallece Ricardo J. Alfaro.

184924. Se edita el primer ejemplar

del Star and Herald.

1881

24. Natalicio de Josc EdgardoLefevre, defensor de las na-cionalidad.

184124. Natalicio de José Agustín

Arango, iniciador del movi-miento separatIsta dc 1903.

192525. Los kunas se levantan en ar-

mas para proclamar la fun-dación de la República deTule Nega.

153826. El rey de España crea la

Real Audiencia de Panamá.

192226. Natalicio dcl poeta Carlos

Francisco Changmarín.

185527. El Congreso Granadino

aprueba la ley que crea elESTADO FEDERAL DEP ANAMA

190628. Buenaventura Correoso hace

pública su protesta por la in-clusión del artículo No. 136

en la ConstItuciÚn NacIonal

de 1904, que autoriza alejército norteamericano a in-tervenir en nucstro territoriopara garantizar la paz y elórden público.

MARZO

18801. Natalicio de la poetisa Zorai-

da Díaz.

18552. Natalicio de María Ossa de

Amador.

19052. N atalicio de Roberto F.

Chiari Ex-Prcsidente de laRepública.

19532. Inauguración del Hospital

Nicolás Solano (La Chorrc-

ra)

18863. Natalicio de Ezequiel Fer-

nández jaén, quien ocupÚt r ansistoriamente la presi-dencia en 1939.

18404. Natalicio de Inés Arosemena

de Fábrcga, cultivadora delas letras nacionales.

19255. El Gobierno Nacional suscri-

be un Tratado de Paz conlas indigenas de San BIas.

15316. Fallecimiento de Pedro Arias

de A vila.

147

19277. Fallece Ricardo Arias, pró-

cer dcl movimiento separa-tista de 1903.

16828. Luis de Venegas termina la

construcción de las murallasde la ciudad de Panamá.

18289. Tomás Herrera es detenido

al ser acusado dc conspirar

en el intento de homicidio

dcl Libertador Bolívar.

192110. El Presiclentc Porras da ll1-

cio a la construcción de las

carreteras nacionales.

19161 i. Natalicio de César Quintero,

destacado micmbro del forona cional, Constitucionalista

de nota, y distinguido edu-

cador panameño.194712. El Presidente Enrique A.

Jimcnez inaugura el Aero-puerto Internacional de To-

cumen.187213. Natalicio de Matilde Obarrio

de Mallet fundadora de laCruz Roja NacionaL.

18G!)14. Natalicio dc Mclchor Lasso

de la Vega.

188314. Natalicio dc Isabel Herrera

de Obaldía educadora nacio-naL.

189914. Natalicio dc Ricardo Adolfo

de la Guardia, Ex~Presidente

de la RepÚblica.

148

197315.0mar Torrijos Herrera inau-

gura la reunión del Consejo

de Seguridad que tiene lugaren la ciudad de Panamá.

188516. Buenaventura Correoso y

Rafael Aizpurú se levantan

en armas contra el gobiernocentral de Colombia.

183017. Natalicio del poeta josé Ma-

ría Alemán

192118. Muere tragicamente Tomás

Armuelles, héroe de la Gue-

rra de Coto.

187719. Natalicio del ilustre patriota

José Sacrovis Mendoza.195119. El Presidente Arnulfo Arias

promulga la ley 24 de 1951

que crea el Tribunal Tutelarde Menores.

159720. Fundación de la ciudad de

Portobelo.i 82120. Sale a la luz el primer perío-

dico panameño LA MISCE-LANEA DEL ISTMO DEPANAMA.

194220. El Presidente Ricardo de la

Guardia, promulga la ley 4dc 1942 que instituye elconcurso literario RicardoMiró.

186721. Natalicio del ilustrc perio-

dista Edmundo Botello.

190721. Natalicio del Dr. Amadeo

Vicentc Mastellari, ilustre ga-leno nacionaL.

194121. El Presidente Arnulfo Arias

promulga la ley 22 de 1941

que crea la Caja del Seguro

SociaL.

182222. Se instala cn Panamá el go-

bierno virreinal de Benito

Pérez de Sevillano.192323. El Presidentc Porras promul-

ga la ley que crea el Banco

Popular (Monte de PiedadNacional).

190723. Natalicio de Enrique Lcfe-

vre, fundador del Jardín dePaz y zapador de la venta delotes de terrenos baratos paralas clases populares.

193124.Natalicio del poeta josc

Franco.194724. El Presidente Enrique A. ji-

ménez promulga el DecrctoLey 14 de 1947 que crea elConsejo de Econom ía.

186925. Natalicio del ilustre artista

nacional Manuel E. Amador.172826. Natalicio del ilustn~ jurista

panamelio Manuel Jospeh deAyala.

193127. El Presidente Ricarclo J. AI~

faro promulga el Decreto 96de 1931 que crea la monedade UN BALBOA.

185728. Natalicio de Aurelio Guar-

dia, disti~guido micmbro delforo nacionaL.

190029. Belisario Porras se proclama

j de Civil y Militar de la

Guerra Civil de los Mil Días,

al desembarcar en ßurica

(Chiriquí).194030. El Municipio de la ciudad de

Panamá dona un amplio loteal Hospicio de Don Hosco, afin de que este amplie sus

instalaciones escolares.

197531. El Presidente Demctrio ß.

Lakas promulga la ley 16 dc1975 que crea el FONDOCOMPLEMENTARIO DEPRESTACIONES SOCIA-LES, que amplia sustancial-mente los beneficios de elSeguro SociaL.

ABRIL1970L. La Caja de Ahorros inaugura

una Sucursal en Río Abajo.18701. Gil Colunje es elegido Presi-

dente de la Corte Supremade justicia de Colombia.

19152. (Viernes Santo) Soldados

norteamericanos de la Zonadcl Canal de Panamá, provo-

can violento escandalo en laciudad de Colón, causandocientos de hcridos.

149

18503. Fallece Monsei1or Francisco

del Ro sario Manfredo yBallestas, Obispo titular dePanam~t.

17964. Es consagrada la nueva Igle-

sia Catedral de Panamá.

18634. Natalicio

Moscote,notable.

de josé Dolóresjurista y educador

18735. Tras un golpe de estado,

Rafael Aizpurú toma el car-go de J ete del Estado Sobe-

rano de Panamá.

19466. Fallece

mudez,nal.

19087. Es recibido en Panamá el

gran poeta de América RU-BEN DARIO

18508. Es creada por ley la Provin-

cia de Azuero. (La Dra. EIsa

Mercado en su obra ELHOMBRE Y LA TIERRAEN PANAMA EN EL SI-GLO XVI señala a Gaspardc Espinoza como el primerespañol en recorrer la Penín-

sula de Agüero.

Iléctor Conte Ber-

Historiador Nacio-

18479. Natalicio del poeta jerónimo

Ossa.

181910. Gregorio Mc Gregor ataca

con éxito al ciudad de Por-

tobdo, con el ánimo de ini-

150

ciar la lucha por la emanci-

pación de España.

1874i i. N a t alicIo del poeta-mártir

LeÓn A. Soto.151412. Pedro Arias de Avila se em-

barca con destino a Castiladcl Oro.

192313. El Presidente Porras crea la

Provincia del Darién.1686i 4. Tras violento combate los

bucaneros se apoderan delfuerte de El Real de SantaMaría del Daricn.

194415. El Presidente Ricardo de la

Guardia inaugura la carreteraBoyd-Roosevelt que comuni-

ca las ciudades de Panamá yColón.

185615. Se suscita el incidente cono-

cido como "La Tajada deSandía" en el que los pana-meños asumen la defensa desu territorio.

194116. El Presidente Arnulfo Arias

promulga cl Decreto 23 de

1941 que crea la Oficina deRegulación de Precios.

191617. Fallece Don Rodolfo Aguile-

ra, patriota insigne, periodis-

ta e Historiador.

188618. Natalicio de Gregorio Miró

Denis, destacado miembrodel foro nacionaL.

185019. Se suscribe el Tratado Clay-

ton-Bulwer.

185219. Natalicio de Albino I1ermó-

genes Arosemena, primerGerente del Banco Nacional

de Panamá.

190019. N atalicio de Sara Sotillo,

educadora ejemplar y grandirigente feminista (Archi-

pielago de las Perlas)

155020. Hernando y Pedro de Con-

traeras se toman la ciudad

de Panamá, con la preten-sión de fundar un imperioamericano independiente dela Corona Española.

194720. El Presidente jimcnez funda

la Barriada de Bethania.185421. Tomás Herrera se declara je-

fe del Ejecutivo de Colom-

bia al Icvantarse en armas

contra el Dictador j osc Ma-

ría Melo.

193221. F aUece N icanor Vilaláz,

Prócer del Movimiento Sepa-

ratista de 1903.186722. Natalicio de josé Dolóres

Gu ardia, Magistrado Presi-dente de la Corte Supremade j usticIa.

197522. Se promulga la ley 20 de

1975 que reorganiza el Ban-co Nacional de Panamá.

191423. El Presidcnte Porras inaugu-

ra el Ferrocarril de Chiriquí.

193323. Natalicio del poeta Alvaro

Menéndez Franco.

188524. El Gobierno Colombiano bo-

rra del escalafón militar a

los Generales Correoso yAizpuru, acusados de conspi-rar contra la integridad na-

cIonal.

190525. Natalicio de Rogclio Sinán,

brilante figura de las letrasnacionales.

190925. Abre sus matrículas el Insti-

tuto Nacional de Panamá.

190426. Se comisiona a Sebastían Vi-

llaláz para que pinte al ole olos miembros de la JuntaProvisional de Gobierno.

189527. Natalicio de Pedro Reholle-

do, mÚsico y compositordestacado.

194528. El Presidente Enrique A. j i-

ménez coloca la primera pie-dra del monumento a Frank-lin Delano Roosevelt.

189329. N atalicio de Domingo H.

Turner, periodista revolucio-nario, patriota insigne.

151

188530. Por instrucciones del Presi-

dente de Colombia, RafaelNúñez, es ocupada militar-mente la ciudacl de Panamápara liquidar cualquier brote

de insurrecci(m revolucio-naria contra Colombia.

MAYO

18951. Natalicio de Esthcr N eira dc

Calvo, ilustre cducadora na-cionaL.

19152. El Prcsidente Porras toma

posesión de las tierras aleda-ñas de la ciudad dc Panamá,

devueltas por la Zona delCanal a nuestra jurisdicción.

19272. El Presidente Rodolfo Chiari

inaugura la estatura deURRACA, símbolo de nues-tra nacionalidad.

19582. Estudiantes y catedráticos

de la Universidad Nacional

de Panamá, entre los que sedcstacan Aquilino Boyd yErnesto Castillero Pimentel,colocan banderas panamciìas

cn la Zona del Canal de Pa-

namá, en un acto dc reafir-mación sobeLnla.

18653. Natalicio de José Dolorcs

Carrizo ilustre ed ucador na-cionaL.

19204. Tiene lugar

Pershing" elnesto Tisdel

el "Incidente

Prcsidente Er-Lelevre asume

152

la defensa de la patria, re-chazando la pretensiÓn nor-teamericana de ocupar la islade Taboga.

19744. Es inaugurado el Instituto

Militar Tomás Herrera.

19165. El Presidente Porras inaugu-

ra el monumento a los bom-beros héroes del incendiodel polvor ín.

18716. Natalicio de Enrique Juan

Arce, ilustrc historiador na~

cio n aL.

18907. Natalicio de Agust ín Jaén

Arosemena, ilustre historia-dor nacionaL.

19478. El Presidente Enrique A. ji~

mcnez promulga el DecretoNo. 20 de 1947 que crea losCasinos Nacionales.

19698. El Presidente Lakas promul-

ga el Decreto No. 121 de1969 que organiza la NuevaComisión Codificadora.

18869. Natalicio del Ing. Belisario

Porras Paniza, diplomático,ingeniero químico, y quienocupó diversos e importan-tes cargos cn la administra-

ci(m pública.

1951LO. El Presidente Arnulfo Arias

es destituido de su cargo porla Asamblca Nacional, acusa-do de derogar la Constitu-ciÓn NacionaL.

184611. Se promulga la primera ley

para regular la pesca de tor-tuga carey y protegerla en

su período de aovamiento.

158112. FundaciÚn de la población

de San Juan Bautista de Pe-nonomé.

J 90113. El Comandante Manuel No-

riega, después de una heroi-ca lucha, capítula en el com-bate de los "Picachos deOlá" ante el ejcrcito conser-vador (Guerra Civil de losMil Días).

190413. El Presidente Amador Gue~

rrero crea la Escuela Nacio-

nal de Música y Declama-ción.

187714. Bclisario Porras es designado

Bibliotecario (Director) de laBiblioteca Popular de Pana-

má, antecesora de la Biblio-teca NacionaL.

187915. Se inaugura el Congreso de

Paris, para discutir el Pro-

yecto de Canal Transístmi~

co.

190315. Es fusilado el héroe nacio-

nal, General Victoriano Lo-

renzo.

197015. La Caja de Ahorros inaugura

una Sucursal en la poblaciónde Penonomé.

191316. El Presiùcnte Porras, en me-

moria del General Victoria-no Lorenzo, promulga el De-creto 56 de 1913 que creala RESERVA lNDIGENADE COCLE, para proteger alos campesinos indígentes de

los latifundistas.

192116. Se funda la Academia Pana-

meña de la Historia.

190417. Narciso Garay toma pose-

sión del cargo de Director

de la Escuela de Música yDeclamaciÚn

194218. Panamá y Estados Unidos

suscriben el Convenio de Si-tios de Defensa dcl Canal In-teroce(uiico.

185119. Natalicio del Ing. Pedro J.

Sosa (1851-1898).

192020. La Madre Francisca crea el

Colegio Internacional de Ma-

ría Inmaculada.

192020. El Partido Liberal de Pana-

má, suscribe una resoluciÓnen la que solicita la revisiÚnintegral del Tratado del Ca-

nal de Panamá.

196221. El Prcsidente Roberto F.

Chiari inaugura el Hospital

General de la Caja del Segu-

ro SociaL.

153

J

190722. Matilde y Rosa Rubiano, do-

nan todos sus bienes a laNación Panameña, luego deuna larga jornada dedicadaal ejercicio del magisterio.

191323. El Prcsidente Porras crea la

Escuela Profesional cle Pana-

má, (Isabel IIerrera deObaldía).

195824. Un grupo de jóvenes idealis-

tas se levantan en el CERROTUTE para protestar por lasinjusticias sociales de nuestraEstructura Política.

192425. Fallece Federico Boyd, prÚ-

cer de la independencia, y

quien ocupfi transitoriamen-

te la Presidencia de la Repú-

blica en 1910.184626. Es creada la Provincia de

Chiriquí.

186526. Natalicio de RamÚn Felipe

Acevedo, banquero, diplo-mático, y quien fuera VicePresidente de la República.

196527. Fundación de la Universidad

de Santa María la Antiguadel Darién.

197027. El Gobierno Nacional inau-

gura la Radio Libertad, órga-

no oficial del Estado Pana-

meño.187228. Natalicio del General Este-

ban Huertas, prócer del mo-

154

vimiento separatista de1903.

190629. Natalicio cle josé de la Luz

Thompson, dcstacado atletade las olimpiadas panamañasdel J 938.

197129. La Caja de Ahorros inaugura

una Sucursal en la Avenida

"A".187030. Natalicio de Fernando GUar-

dia Grimaldo, ilustre Juns-consulto nacionaL.

190430. Natalicio de Ernesto de la

Guardia, Presidente de laRepública del 1956-60.

188531. La ciudad dc Colón es vícti-

ma de un pavoroso incendio,que se atribuye al revolucio-nario Pedro Prestán.

JUNIO19041. El Presidente Amador Gue-

rrero funda la Escuela Nor-

mal de Señoritas.19081. Natalicio dc josc Antonio

Remón Cantera, Presidcntede la República del 1952 al1955.

19241. Natalicio de Tristán Solartc,

destacado poeta nacionaL.

19 i 82. Guillermo Andreve da inicio

a una serie de publicacionesde autores nacionales quedenomina BIBLIOTECA DECULTURA NACIONAL.

19702. El Presidente Lakas promul-

ga el Decreto No. 144 de1970 que crea el InstitutoNacional de Cultura y De-portes (INDE).

17493. Fernando VI firma la Cédula

Real que establece la funda-ción de la Universidad deSan javier.

19703. El Presidente Lakas estable-

ce el DIGEDECOM, el Insti-tuto para el Desarrollo de la

Comunidad.

19484. El Presidente Enrique A. Ji-

ménez inaugura el monu-mento a Belisario Porras.

18705. N atalicio de juan V ásq uez

García, Constituyente de1904, que se opuso a la fir-ma del Tratado lIay-BunauVarilla, por considerarlocontrario a los intereses na-

cionales.

18765. Natalicio de josé de la Cruz

Herrera, literato, historiadory periodista distinguido.

19385. El Presidente Juan Demóste-

nes Arosemena inaugura laEscuela Normal de Santiago.

19026. Natalicio de Ignacio de J.

Valdés, gloria del periodismonacionaL.

19746. El Presidente Demetrio B.

Lakas promulga la ley 64 de

Junio de 1974 que crea elINSTITUTO NACIONALDE CULTURA (INAC).

19407. Fallece el Dr. Luis de Roux,

eminente galeno panameño.

18938. Natalicio de Louis Martinz,

gran promotor industrial dePanamá.

19008. Belisario Porras obtiene rcso-

nante triunfo militar al de-rrotar el ejcrcito conservadoren la batalla de la NegraVieja (Bejuco) en la Guerra

Civil de los Mil Días.

18559. Colombia fija los nuevos

límites del Estado Federal

de Panamá, disminuyendoconsiderablemente nuestroterritorio del Daricn.

1870io. Fallece el poeta Darío He-

rrera

1915io. Natalicio de Heraclio Bar-

letta, destacado líder de lasclases populares.

190211. Natalicio de Anita (Ana Te-

resa) Vilaláz, destacada ar-tista del teatro, cuyo nom-bre ha prcstigiado la patriapanameña en los teatros in-ternacionales.

187612. Natalicio de Narciso Garay,

músico notable, artista múl-tiple c ilustre defensor de lapatria panameña.

155

196213. Los presidentes Roberto F.

Chiari y john F. Kcnnedy,suscriben un comunicado so-brc la colocaci(m de la ban-

dcra panameña en el territo-rio dc la Zona del Canal de

Panamá.

192414. El Presidente Porras funda el

Asilo de la InfancIa.197315. La Caja de Ahorros establece

una Sucursal cn la poblaciónde Sabanitas (Colón).

190415. Se celebra la Convención que

delimita las fronteras de laZona del Canal de Panamá.

193415. El Presidente IIarmodio A-

rias, promulga el Decreto

No. 54 de 1934, que crea La

Caja de Ahorros.

197015. La Caja de Ahorros establece

una Sucursal en el Barrio deCalidonia.

188516. Rafael Núñez somete al Ist-

mo de Panamá a la ley mar-cial, para evitar nuevosbrotes separatistas paname-

ños.

195116. Natalicio de Roberto Durán

Samaniego, campeón mun-dial dc boxeo.

i 924i 7. Nicolás Victoria jaén prescn-

Li credenciales como nuestroprimer Embajador ante laRepública dc Colombia.

156

194817. El Prèsidente Enrique A. ji-

mcnez promulga el DecretoLey 18 de 1948 que crea laZona Libre de Colón.

187018. Natalicio del poeta Darío

Herrera.

192918. Panamá Al Brown obtiene el

campeonato mundial dc bo-xeo, siendo el primer pana-

meño en alcanzar tan señala-do honor.

186219 . Natalicio de Gervasio Gar-

da, defensor de los valorcsnacionales, panameño nacidoen España.

186720. N. Brandon & Cía. funda el

primer banco de la ciudadde Colón.

190420. Sc suscribe el Convenio Mo-

netario entre Panamá y LosEstados Unidos, establecien-do la paridad monctaria de

ambos países.

187721. El General Buenaventura Co~

rreoso es objeto de una ma-nifestaciÓn de multitudes enla ciudad de Panamá, la ma-

yor que se recuerda hastaentonces.

182622. SE REUNE EL CONGRESO

BOLIV ARIANO EN LACIUDAD DE P ANAMA.

189922. Natalicio de Manuel F. Zára-

te, Ingeniero Químico, Di-rector del Hospital SantoTomás, catedrático universi-tario y permanente investiga-dor del folklore nacionaL.

187023. Se inicia la publicación de la

Gaceta Oficial del Estado

Soberano de Panamá.

187924. Natalicio de Juan UemÓste-

nes Arosemena, Presidente dela República en el período

1936-1939.

187525. Natalicio de Domingo Díaz

Arosemena, Presidente de laRepública en el período1948-1949.

194325. Se constituye la empresa

CEMENTO PAN AMA, S. A.,como un vasto plan de in-versiones en la Industria Na~

cional, obra prohijada por lavisión del Presidente RicardoAdolfo de la Guardia.

189626. Natalicio del Bachiller Juan

Antonio Susto Lara, ilustrehistoriador nacionaL.

190127. Natalicio de Angel Rubio,

i 1 u s tre investigador de laGeografía Nacional, paname-ño nacido en Espafia.

194328. Natalicio de Ismael Laguna,

ex-campeón mundial deboxeo.

190428. Se promulga la ley 84 de

1904 que establece el BAL-BOA como la moneda nacio-naL.

197129. El Ministro de Relaciones

Exteriores de la República

de Panamá, comunica al Se-cretario General de las Na-

ciones Unidas, que Panamáy los Estados Unidos hanreanudado los estudios paraun nuevo Tratado del Canal

de Panamá.

197329. La Caja de Ahorros establece

una Sucursal en la Vía Tran-sístmica -Carretera ßoydRoosevelt- en la ciudad de

Panamá

183330. Natalicio de Manuel Amador

Guerrero, Primer Presidentede la RepÚblica de Panamá.

187630. Natalicio de Erncsto Tisdel

Lefevre, Presidente de la Re-

pública en cl período19 i 9-1920. Destacado de-fensor dc la patria.

197130. La Caja de Ahorros establece

una Sucursal cn el Mercado

Público de la ciudad de Pa-

nama.

JULIO19061. El Prcsidente Amador Guc-

rrero inaugura el MUSEONACIONAL UE PANAl\lA.

157

El Presidente Rodolfo ChiarivolviÓ a institucionalizarlopor medio del DecretoNo. 50 de 1925.

19681. La Caja de Ahorros establece

una Sucursal en la poblaciónde Aguadulce.

18532. Inicia su publicación el Co-

IÓn-Aspinwall, primer periÓ-dico de la Costa Atlántica.

19702. El Presidente Demetrio B.

Lakas promulga del DecretoNo. 238 de 1970 que crea laComisión Bancaria NacionaL.

18863. Natalicio de Harmodio

Arias, Presidente de la Repú-blica en el período1932-1936.

18984. Muere trágicamente el Ing.

Pedro j. Sosa.

18685. Buenaventura Correoso le-

vanta una muchedumbre enla plaza de Santa Ana, y to-ma el poder por asalto, de-nunciando el fraude clecto-ral que ha impuesto por la

fuerza a juan j. Díaz.

19025. Natalicio de Alfonso TeMi10

(PANAMA) Al Brown, pri-mer panameño en alcanzarel campeonato mundial deboxeo.

19485. Fallece María Ossa de Ama-

dor.

158

19625. La Caja de Ahorros establece

una Sucursal en la ciudad deDavid.

19456. El Presidente Enrique A.

Jiménez promulga el Decre-to No. 6 de 1945 que crea

el Ministerio de Previsión

Social, Trabajo y Salud Pú-blica.

19026. Natalicio de Publio Vásquez,

educador, jurisconsulto nota-ble, y permanente estudioso

de la Historia NacionaL.

19696. josé M. Pinila Fábrega, en

su condición de Presidente

Provisional de la República,

suscribe el Decreto No. 242de 1969 que establece elConsejo General de Estado.

19756. La Caja de Ahorros establece

una nueva Sucursal en la ciu-dad de Colón.

19037. Natalicio de FermÍn Nau-

deau, distinguido educador

panameño nacido en GUate-mala.

19238. El Presidente Porras funda la

población de San Franciscode la Caleta.

17928. Natalicio de josé Vallarino

Jil1énez, prócer del movi.miento independentista de1821.

18319. juan Eligio Alzuru declara la

independencia del Istmo dePanamá.

186710. Natalicio del poeta Simón

Rivas

178511. Natalicio del poeta Manuel

María Ayala.

188712. Natalicio del poeta Enrique

Genzier.

1893J 3. Natalicio del poeta Gaspar

Octavio Hernández.

195614. Se inaugura el Hipódromo

Presidente Remón.

183114. Natalicio del General Buena-

ventura Correoso, ilustre dc-fensor de la patria, gran cau-dillo popular, Presidente del

Estado Soberano en diversasocasiones, del 1868 al 1878.

192015. Natalicio de Delmira Pierce

de Racines, destacada atletanacional, jugadora insigne dc

baloncesto en las Olimpiadaspanameñas del 1938.

186515. Se reune la Constituyentc

del Estado Federal de Pana-

má.191216. El Prcsidente Pablo Arose-

mcna establece el día del ár~boL.

192317. Se inaugura la carretera

MENSABE-Chitré, como ini.

cio de un vasto plan nacio-

nal para cubrir de carreteras

la Rcpública de Panamá,obra visionaria del Presi-dente Porras.

187218. Natalicio de Marina Ucrhs,

ilustre cducadora nacional,

fundadora del Colegio deMarina.

192619. El Presidente Rodolfo Chiari

crea el día del libro.151520. El Rey Don Fernando con-

cede a Santa María la Anti-gua del Darién, la condiciónde ciudad.

194120. El Prcsidente Arnulfo Arias

crea el Banco Agropecuario,hoy Banco dc DesarrOllOAgropecuario.

194620. El Presidente Enrique A.

j iménez crea el InstitutoGeográfico Nacional, (HoyInstituto Tommy Guardia).

172221. Se reestablece la Real Au-

diencia de Panamá.180522. Fallece Mateo ItuITalde.195622. Los Presidentes americanos

suscriben la Declaración de

Principios de Panamá en elSalón Bolívar de esta ciu-dad.

189723. Natalicio de Rubén Darío

Caries, ilustre historiador na-cionaL.

159

196423. Se inaugura el Centro Feme-

nino de RehabilitaciÓn Espe-

cial (Cárcel de Mujeres) ini-ciativa de Cecilia OrI1ac deChiari, esposa del Presidente

Roberto F. ChiarI.

192024. Tiene lugar la primera gra-

duación de la Facultad deDcrecho creada por el Presi-dente Valdés.

197424. La Unitecl ßrands (United

Fruit Co.) suspen de opera-

ciones en Panamá, al negarsea cumplir las exigencias tri-butarias del gobierno nacio-

naL.

187025. El Presidente Buenaventura

Correoso funda la BibliotecaPopular de Panamá (antece-sora de la ßiblioteca N a-cional de Panamá) y comoconsecuencia de una intensacruzada cultural en la que

participan Manuel J osé Hur-

tado, Alejandro Posada, Jus-

t.o Arosemena y otros nota-bles ciudadanos, que donanparte de sus bibliotecas a es-ta instituciÓn.

191825. Natalicio de José María Sán~

chez ßorbón, uno de losmás destacados cuentistasnacionales, y cuyas obras fi-guran en varias antologías

amen canas.

199426. Natalicio de Mariano Arose-

mena, periodista, político re-

160

volucionario y lider del mo.vimiento independentista de1821.

151327. Pedro Arias de Avila es de-

signado Capitán General yGobernador de Castila delOro.

190028. Fallece Don Fnuicisco Ar-

di la, precursor del movi-

miento separatista de 1903.188928. Natalicio de Ernesto J. Cas-

tillcro ilustre historiador na-cionaL.

1902

29. Porras, Lorenzo y BenjamínHerrera dan incIo al Sitio deAguadulce (Guerra Civil delos Mil Días).

196930. josé M. Pinilla Fábrega, Pre-

sidente Provisional de la Re-

pública de Panamá promulgael decreto No. 235 del 1969que creó el Instituto de Re-

cursos Hidráulicos y Electri-ficación.

197030. Es creado el distrito especial

dc San Miguelito.

194331. Fallece el General Esteban

Huertas.

AGOSTO

18791. Natalicio del Dr. Augusto S.

Boyd, Presidente de la Re-

pública en 1939.

19661. El Banco Nacional de Pana-

má inaugura una sucursal enSoná de Veraguas.

18902. Natalicio del Dr. José Daniel

Crespo, distinguido educadornacional (1890-1958).

18213. Muere en la ciudad de Pana-

má el Virrey Sámano, adver-sario de los independentis-

taso

18134. Muere en Chagres ci Virrey

Benito Pérez de Sevillanos.

19035. El Gobierno Departamental

de Panamá suspende el pe-riódico "El lstmeño" queaboga por la separaciÓn yencarcela a su director Ro-

dolfo Aguilera.

152 I6. Carlos V fija los límites de

la real ciudacl de Panamá,

por medio de la Cédula Real

del 6 de sept. de 1521.

19606. El Presidente Ernesto de la

Guardia inaugura el HotelLa Restinga, como meclio deestimular el turismo nacio-

naL.

19716. La Caja de Ahorros establece

una Sucursal cn San Francis-co de la Caleta.

18477. Colombia dicta un decreto

por medio de cual transfiereal ChocÓ, parte considerable

del territorio del Darién Pa-

nameño. Nuestros límitesllegaban entonces hasta elRlO ATRATO.

18418. Tomás Ilerrera funda la Uni-

versidad clel Estado del Ist-mo.

18798. Natalicio de Guilkrrno An-

dreve, literato, educador dis-tinl-rtiido y adelantado en lalucha nacionalista de nuestropueblo.

19718. El Dr.Juan Materno Vásquez,

a nombrc de el Gobierno Na-cional inaugura el SALONDE LA NACIONALIDAD enel Ministerio de Gobierno yjusticia, para crear una sala

destinada a exaltar los valoresnacionales.

18179. Natalicio de Justo Aroseme-

na, teÚrico de la nacionali-dad, defensor de la auto-nomía del Istmo.

193810. Antonio Racines, obtiene el

título de campeón de floreteen Bogotá en los juegos boli-varianos y del Caribe.

190911. El Banco Hipotecario y

Prendariu de la RepÚblica

(Banco Nacional de Panamá)remite su primer giro banca-

rio al exterior, el beneficia-

rio es el Sr. Wenccslao Fá-

brega.

190312. El Senado de Colombia re-

chaza el Tratado 1 \erranHay.

161

195212. El Presidente Alcibiades

Aroscmena inaugura la Casadel Periodista.

159613. El Pirata Francisco Drake in-

cendió la ciudad de Nombrede Dios.

188913. Natalicio de Alejandro Tapia

E scobar, ilustre pedagogo,

hombre de letras, abogado yuno de los fundadores de laEscuela Libre de Derecho.

188913 . Natalicio del Ing. j osé Ra-

món Guizado Presidente dela República en el 1955.

187014. Natalicio de Cclio Cedeño,

ilustre patricio de la Provin-

cia de Los Santos.151915. Pedro Arias funda la ciudad

de P ANAMA, capital de laRepública de Panamá.

190115. Natalicio de Arnulfo Arias,

Prcsidente de la República

del i 940 al i 941, del 1949al 1951, y en el año de1968.

197015. La Caja de Ahorros establece

una Sucursal en la ciudad dePucrto Armuelles.

197415. jaime Ricardo Ingram, en

representación del Gobierno

Nacional, re inaugura el TEA-TRO NACIONAL DE PA-NAMA.

162

154216. Diego de Almagro el mozo,

es vencido por Vaca de Cas-

tro y decapitado en la ciu-

dad de Lima.

19 1716. Natalicio de Roque j. Cor~

dero, ilustre compositor na~

cIonal, destacado director, yquien obtuvo en 1 974 elpremio internacional Kousse-

vitzki por su concierto de

violín.189217. Natalicio de Margarita Loza-

no, una de las más destaca~

d as figuras de la músicafolklórica nacional, y cuyas

polleras recorrieron los esce-

narios del mundo.i 88518. Es ahorcado en Colón el re-

volucionario Pedro Prestán.186219. Santiago de la Guardia, mue-

re en el Combate de RíoChico (Natá) en defensa de

la independencia del Istmo

de Panamá.

192319. Se funda la sociedad cívica

Acción ComunaL.

173920. La Corona Española fija los

límites de Castila del Oro

en los ríos Atrato y Naipipi.188220. Natalicio de Ricardo j. Alfa-

ro, Presidente de la Repúbli-

ca en ci período 1931 al1932, destacada figura na-cional, historiador, juriscon-

sulto notable, literato, inves-tigador dcl idioma.

194820. El Consejo Municipal de Pa-

namá inaugura la Avenida delos Poetas, como una conti-nuaciÓn de la Avenida Bal-

boa.

194121. El Presidente Arnulto Arias

promulga el Decreto 92 de1941, que crea por segunda

vez en la Historia de la Re-pública el Banco Central de

EmisiÚn de la República de

Panamá.196221. El Presidente Roberto F.

Chiari promulga el CódigoAgrario de la República de

Panamá.

188822. Natalicio de Sebastián Vila-

láz destacado artista N acio-nal.

194422. El Presidente Enrique A. Ji-

ménez promulga la ley 54de 1944 que crea el BANCODE URBANIZACION yREHABILlTAClON, despuésconocido como Instituto deVivienda y Urbanismo y cu-yas funciones ha asumidohoy el Ministerio de Vivien-da.

191422. Natalicio del Poeta Ricardo

j. Bermúdez.

186923. Buenaventura Correoso, Pre-

sidente del Estado Soberanode Panamá inaugura el BAN-CO DE PAN AMA, primerainstitución bancaria del Ist-mo.

188223. Natalicio del Dr. Nicolás So-

lano, precursor en la lucha

contra la tuberculosis enPanamá.

197023. Ornar Torrijos Herrera, en

nombre y representación dela Nación Panameña iza labandera nacional en la basede Río Hato, dando fin a laocupación militar de este te-rritorio por el ejército nor-

teamericano.

191924. josé Agustín Arango Chiari,

Gerente del Banco Nacional

de Panamá, funda las prime-ras agencias bancarias en lascabeceras de provincia, y co-mo medio de colaborar conel Ministerio de Hacienda yTesoro en las recaudaciones.

189225. Natalicio de Walter Myers,

gran artista nacional, direc-

tor por muchos años de laOrquesta Sinfónica Nal.

190426. Natalicio de Felipe O. Pcrez,

Abogado, Constituyente dela República (1946) Y gran

promotor de los artistas na-cionales.

190227. El ejerCIto conservador capi-

tula en la poblaciim deAguadulce, luego de prolon-gado sitio (Guerra Civil delos Mil Días).

194228. Fallece Belisario Porras.

163

193828. El Presidente juan DemÓste-

nes Arosemena funda el Li-ceo de Señoritas, (IIoy Li-ceo josé Antonio Remem).

183129. Fusilado el patriota Juan

Eligio Alzuru, defcnsor de lacausa independentista.

187029. Natalicio de Juan B. Sosa,

ilustre historiador nacionaL.

i 92529. Natalicio del Ing. Demetrio

B. Lakas, Presidente de laRepública del 1969 al 1972,reelegido por la AsambleaNacional de Corregimientos

para el período i 972-1978.194829. El Presidente Enriquc A. ji-

ménez funda la población deAlcalde Díaz, como mediode resolver el problema delas barriadas de emergencia.

188730. Natalicio dc Octavio Mcndez

Pereira, primer rector de laUniversidad Nacional de Pa-

namá, y uno de sus primerospropulsores.

189531. El Gobierno departamental

clausura el periódico LAREPUBLlCA que dirige Beli-sario Porras, a quien se acu-

sa de conspirar contra la in-tegridad territorial de Co-

lombia.

SEPTIEMBRE18311. Natalicio de Gil Colunje, Ex-

Presidente del Estado Sobe-

164

rano de Panamá, y Ex-Pre-sidente de la Corte Supremade justicia de Colombia.

19241. El Presidente Porras inaugu-

ra el Hospital Santo Tomás.

1966l. La Caja de Ahorros establece

una Sucursal en la ciudad deChitré.

19042. Natalicio de Eduardo Char-

pentier IIerrera, musico,compositor, investigador dela historia de la Música.

18653. Muere en el Perú j osé Do~

mingo Espinar.18683. Natalicio de Iguahibiliquiña

(nele cantule) en la pobla-ciÓn de Puturgandi, uno delos grandes caudilos de su

pueblo.19744. El Gobierno NacIonal inau-

gura los multifamiliares deEl CHORRILLO, como ini-cio de un ambicioso progra-

ma destinado a erradicar elsistema de vivienda de elbarrio de EL MARAI\ON.

18825. Fallece en Costa Rica, Fran-

cisco de Fábrega, Ex-Presidente del Estado Sobe-

rano de Panamá en i 855.

i 86 I6. Se suscribe el Convenio de

Colón, que garantiza la auto-nomía del Estado de Pana-má.

19676. Se instala la escuela de Sor-

domudos del IPHE.

18817. Un fuerte temblor causa es-

tragos en la ciudad de Pana-

má.

15638. El rey de España recstablece

la Audiencia de Panamá.

18919. Natalicio de María Olimpia

de ObaldÍa "la alondra chiri-cana".

183510. Natalicio de Gregorio MirÓ

Arosemena, Ex.Presidentedel Estado Soberano de Pa.namá.

185310. Natalicio del maestro Nico-

lás Pacheco.

1873io. Natalicio de la poetisa Nico-

lle Garay.

197211. Se instala la primera Asam-

blca de Corregimientos (Or-

gano Legislativo de la Repú.blica de Panamá, de acuerdocon la Constitución de1972).

191412. Eduardo White, Prcsidente

de la Corte Suprema de jus-ticia de los Estados Unidos

dicta el "Fallo White" re-interprctando el LaudoLoubet, para determinar loslímites en tre Costa Rica yPanamá.

190613. La Asamblea Nacional re-

habilita los derechos ciu.

dadanos a Belisario Porras.182714. José de Fábrega vuelve a en-

cargarse de la J cfatura Civily Militar del Istmo de Pana-

má.

196015. El Presidente Roberto F.,

Chiari promulga el Decreto

de Gabinete No. 23 de 1960que crea el Instituto Pana-

meño de Turismo (IPAT)190416. El presidente Amador Gue-

rrero crea el Departamento

de Estadística Nacional, alexpedir el Decreto No. 44de 1904.

i 83417. Natalicio del poeta Tomás

Martín Feuillet.187217. Natalicio del Ing. Florencio

Harmodio Arosemena, Presi-dentc de la República en el

pcríodo 1928-1931.

196017. El Presidente Einsenhower

reconoce la soberanía pana-

meña en la Zona del Canalde Panamá y da instruccio-nes para que se coloque labandera panameña en eseterritorio temporalmente ba-jo jurisdicción norte-amencana.

187218. Natalicio de Horacio F. 1\1-

faro, Ministro de Relaciones

Exteriores en dos períodos

distintos (1904 Y 1926).165

..

186919. Muere en la ciudad de Nue-

va York Archibaldo Boyd,fundador del Star and lIe-raId y de la Estrella de Pana-

má.

190019. Natalicio del Dr. Luis Carlos

Prieto, verdadero iniciadorde los programas de asisten-cia social y médica a lasáreas rurales.

190320. josé de Obaldía toma pose-

sión del cargo de Goberna-

dor del Departamento de Pa-

namá.

182121. Natalicio del ilustre patricio

Mateo Iturralde.193222. El Presidente Ricardo .J. Al-

faro, inaugura el monumentoa Pablo Arosemena.

187122. Natalicio de Samuel Lewis,

destacada figura del movi-

miento separatista de 1903.

196723. El Presidente Marco Aurelio

Robles inaugura laHidroeléctrica de la Yegua-

da.

194624. El Presidente Enrique A. Ji-

ménez promulga la ley 48de 1946, que garantiza laautonomía universitaria.

195624. Se inaugura el Palacio Legis-

lativo (Conocido como elPalacio justo Arosemena).

166

183624. Natalicio de Pablo Aroseme-

na, Presidente del Estado

Soberano y de la Repúblicade Panamá.

151325. Vasco Núõez de Balboa des~

cubre el Mar del Sur.183026. El General josé Domingo

Espinar declara la indepen-

dencia del Istmo de Panamá.

191026. Natalicio dcl ilustre educa-

dor Alfredo Cantón.

192427. El Presidente Porras inaugu-

ra el monumento a VascoNúñez de Balboa.

185828. Natalicio de Rodolfo Aguile-

ra, periodista rebelde, revo-

lucionario de nobles idealesy adelantado en la lucha se-paratista del Istmo de Pana-

má.

194828. La Nación Panameña rinde

un homenaje a Lloyd La-beach, panameño destacadoen las olimpiadas inter-nacionales de Londres.

190429. Nicolás Victoria j aén, Secre-

tario de Instrucción Pública

(Ministro de Educación) ha-ce énfasis en que el Tratadodel Canal de Panamá noconcede soberanía a los Es-tados Unidos.

196929. La Caja de Ahorros establece

una Sucursal en Las Tablas.

187430. Natalicio de Roberto Lewis,

uno de los más destacados

artistas nacionales cuyasobras se exhiben en el Tea-

tro Nacional y en el Palaciode las Garzas.

191830. Ciro Luis Urriola renuncia el

cargo de Presidente de laRepública, presionado por elDepartamento de EstadoNorteamericano.

OCTUBRE

19411. El Banco Central de la Re-

pública pone en circulaciónel primer papel moneda pa-

nameño.18972. N a t alicio de Demetrio

Augusto Porras, líder de losobreros y los campesinos.

18983. Fallecimiento de Pedro Goi-

tya, periodista, político re-

volucionario, y prócer delmovimiento deindependencia de 1821.

1845

4. Natalicio de Francisco deFábrega, Presidente del Esta-do Federal de Panamá en1855.

19095. Pablo Arosemena toma pose-

sión del cargo de Presidente

de la República.19675. La Caja de Ahorros establece

una Sucursal en La Chorrera.

19096. Natalicio de Antonio Raci-

nes, destacado atleta nacio.naL.

19357. Fundación de la Universidad

Nacional de Panamá.

19507. Natalicio del poeta AUredo

Figueroa Navarro.

18728. Se establece el primer cable

para comunicar (a través delservicio telegráfico) a Panamácon el exterior.

19048. El Presidente Amador Gue-

rrero crea la Escuela Normalde Varones.

18989. Fallece Ricardo Arango, Ex--

Gobernador del Departamen-to de Panamá y fundadordel Cuerpo de Bomberos dePanamá.

185610. Mounstruosa manifestación

popular se da cita en la pla-za de Santa Ana para protes-tar por el alza de los al-quileres. El Gobierno Nacio-nal del Presidente Rodolto

Chiari, sofoca el movimientocon la intervención armada

del ejército norteamericano.

187111. Natalicio de Luis de Roux,

médico eminente, Constitu-yente de la República(1904) Y quien defendió lacausa independentista anteel Senado Colombiano.

167

190111. Victoriano Lorenzo vence a

los conservadores en la bata-lla del Puerto "El Gago"

(Penonomé ).196811. Un grupo de Jovenes oficia-

les de la Guardia Nacional,

entre los que se destacanOmar Torrijos IIerrera y Bo-ris Martinez, se levantan enarmas contra el gobierno na~

cional, dando inicio al movi-miento conocido corno "LaRevoluciÓn de Octubre".

190412. Se inaugura el Banco Hipo-

tecario y PrendarÍo de la Re-pública.

196212. Se inaugura el "Puente de

las Américas" sobre la puer~

ta del Canal de Panamá.186713. Natalicio dc RamÓn M. Val-

dcs, Presidente de la Repú-

blica del 191 G al 1918.

185814. Natalicio de Federico de la

Barrera, virtuoso de la guita-rra.

185515. Se promulga la ConstituciÓn

del Estado Federal de Pana-

mi192215. Se inaugura el Hipódromo

de Juan Franco (Antecesordel Hipódromo PrcsidentcRemfm).

150216. El Gran Almirante descubre

la bahía de Aburema (IIoy

168

Bahía del Almirante en Bo-

cas del Toro).

189917. Se da inicio en Colombia a

la Guerra Civil de los MilDías.

190418. Teodoro Rooscvelt afirma

en una carta pública NOSO-TROS NO TENEMOS LAMENOR INTENCION DEESTABLECER UNA COLO-NIA INDEPENDIENTE ENLA ZONA DEL CANAL DEP ANAMA.

177419. Natalicio del General josé

de Fábrega, primer Gober-nador de Panamá al indepen-dizarse de la Corona Espa~ñola.

138820. Se promulga la ley 82 del

20 de octubre de 1888, que

ordenó levantar el Censo Na~

cIonal de nuestra población.

191421. La Asam blca Nacional recha-

za el Fallo White.

188122. Natalicio del poeta Demetrio

Fábrega.191022. Don Pablo Arosemena, en su

condición de Presidente dela República, inaugura elTeatro Nacional de Panamá.

El Teatro se estrena con laÓpera ArDA.

187223. Natalicio de Ricardo Bermú-

dez, q uicn fuera Diputado ala Asamblea Nacional y Go-bernador de ColÓn.

188323. Natalicio de Richard New-

man, ilustre edueador ale-mán, que dejó huellas impe-recederas en la Historia de laeducación nacionaL.

184324. Natalicio de Rafacl Aizpuru,

Ex-Gobernador del EstadoSoberano de Panamá.

192525. Fallece Santiago de la Guar-

dia Fábrega, Ex-Ministro de

Hacienda, funcionario proboy de gran capacidad organi~

zativa.

164026. Fallece Cristobal Martínez,

obispo titular de Panamá.176426. Natalicio de Rafael Lasso de

la Vega, Panameño, Obispo

del Ecuador y de Venezue!a.

177427. N atalicio de José María

Chiari, capitán de las Mili-cias Españolas, prócer de losmovimientos separatistas de1830 y del 1840.

190328. Natalicio de J osé Narciso

Lasso de la Vega y Recuero,uno de los más destacadosmiembros del foro nacionaL.

193228. Al frente de una enorme

muchedumbre, DemetrioAugusto Porras, como voce-

ro de los inquilinos, deman-

da del gobierno nacional unanueva legislación para evitarla explotación de los caserossobre los inquilinos.

189229. Natalicio de Ricardo A. Mo~

rales, Ex~Ministro de Hacien-da, y Ex-Magistrado de laCorte Suprema de justicia.

187030. Natalicio de Carlos de Y ca~

za, prócer del movimientode independencia (1821) yGobernador de Panamá.

185631. Natalicio de Carlos A. Men-

doza, Ex-Presidente de laRepública y gran dirigentede las masas de arrabaL.

196931. La Caja de Ahorros establece

el Concurso Nacional dcl

Ahorro.

NOVIEMBRE

18671. Se funda la Banda Repúbli-

cana de Panamá.

18701. Natalicio de Santos j orge,

autor de la música del Him-no Nacional de Panamá.

19072. El Presidente j osé de Obal~

día inaugura la Escuela de

Artes y Oficios.

19033. E? CABILDO~, ElTO, la

ciudad ~ai- aeclara laseparaci deie lombia y lafundaci'n de la REPUBLl-CA DE ANAMA.

19034. Día de la bandera nacionaL.

18835. Natalicio del poeta Ricardo

Miró.

169

15916. Natalicio del Monje Paname-

ño Hernando de la Cruz,poeta y destacado pintor,maestro de una escuela depintura en el Ecuador, endonde se conservan susobras.

18687. Natalicio de Henrique A. Lc-

wis, destacado médico nacio-naL.

18218. La ciudad de las Tablas con~

memoria el GRITO DE LASTABLAS, que según la tradi-ción regional es antcrior alde la Vila de Los Santos.

19058. Natalicio del Ex-Presidente

dc la República Marco Aure-lio Robles.

19039. Desde El Salvador, Belisario

Porras remite un cable aCarlos A. Mendoza en dondeafirma: "IGNORO SI LAINDEPENDENCIA COM-PRENDE CESION TERRI-TORIO A LOS Y ANKIS"

18211 O. La Villa de Los Santos de-

clara la independencia de laCorona de Espara.

190311. La junta Provisional de Go-

bierno establece la GACETAOFICIAL DE LA REPUBLI-CA DE PANAMA.

192911. Fallece Manuel Cucalón,

prócer del movimicnto sepa-ratistas de 1903.

170

186812. El General Buenaventura Co-

rreoso obtiene resonantetriunfo militar en Santiago

de Veraguas al derrotar a lashuestes del General Aristidesde Obaldía.

190313. El Sacerdote Melitón Martín

organiza imponente manifes-

taciÓn popular en la ciudad

de Chitrc, para respaldar el

movimiento separatista.

187314. Gregorio MirÓ Arosemena

toma posesión del cargo dePresiden te del Estado S()bc~

rano de Panamá.

186915. Natalicio de Rodolfo Chiari,

Presidente de la República

del 1924 al 1928.

174616. Dionisio Alcedo oeupa la

ciudad de Natá, al derrotar alos contrabandistas de Coclé.

186017. Natalicio del General Manuel

Quintero Villarreal.184018. Tomás Herrera declara la in-

dependencia del Istmo dePanamá.

183319. Nace en la Chorrera joaquín

Riascos, y quien ocuparatemporalmente la jefaturadel Poder Ejecutivo de Co-

lombia en el año de 1867.

189220. N atalIcio del Dr. Daniel

Chanis Jr. médico notable, y

quien ocupara la presidenciade la República en el año de1949.

188320. Natalicio de Alcibiades Aro-

semena y quien ocupara lapresidencia del 1951-1952.

194920. Tras un golpe de estado, es

derrocado de su cargo elPresidente Daniel Chanis j r.

196020. Se promulga la ley 72 de

1960 que honra a los com-batientes de Cerro Tute.

190221. Se firma el tratado de paz

de Wisconsin, que pone fin ala Guerra Civil de los MilDías.

188622. Natalicio de Ramona (La

Trona) Lefevre, cultora delFolklore Nacional (su colec-ción de polleras son famosas

por su extraordinaria belle-za).

189023. Natalicio del educador José

Guardia Vega, y quien dedi-cara su vida al estudio e in-vestigación de la Geografía

de Panamá.

189024. El Gobernador del Departa-

mento de Panamá, juanAycardi, suspende la publi-cación de varios periódicosistmeños acusándoles deconspirar contra la integri-dad territorial de Colombia.

192425. El Presidente Porras promul-

ga la ley 37 de 1924 quecrea el MANICOMIO NA-CIONAL (Hoy Hospital Psi-quiátrico Nacional) suspen-

diendo así los servicios reci-bidos del Hotel de Corozal

en la Zona del Canal de Pa-

namá.

192025. El Presidente Porras remite

un mensaje al PresidenteHarding, de los EstadosUnidos de América, en elcual le señala una serie depuntos de insatisfacciÓn ennuestras relaciones con losEstados Unidos, como con-secuencia de las incongruen-cias del Tratado Hay BunauVarila.

195426. Ante la manifestación de va-

rios diputados a la AsambleaNacional que auspician sureelección declara el Presi.dente j osé Antonio RemÓnCantera "NO ACEPT ARIALA REELECCION A LAPRESIDENCIA DE LA RE-PUBLICA, NI AUNQUE MELA PIDIESEN TODOS LOSPARTIDOS POLITICOS yTODOS LOS PANAME:NOSA LA VEZ".

197427. El Consejo General de

Estado emite la DECLARA-CION DE BOQUETE, queseñala metas a la producciónnacional y traza una política

nacional sobre la inflación.

171

190227. Natalicio del poeta Ikmetrio

Herrera Sevillanos.

182128. Panamá declara su irideperi"

dencia de la Corona Espa-ñola.

183628. Natalicio de la poetisa Amc-

lia Denis de Y caza.

185628. Natalicio de Belisario Porras.

190129. El ejército liberal capítula

en la cIudad de CoIÚn, ante

las fuerzas conservadoras

(Guerra Civil de los l\Jlildías).

195130. El Presidente Alcibiades

Arosemena promulga la ley53 de 1951 que crea el Ins~tituto Panameño de Habilita-ción especiaL.

DICIEMBRE18691. Natalicio de Salomón Ponce

Aguilera, Ahogado y educa-dor.

19231. El Presidente Porras promul-

ga el Decreto No. 67 de1923 que establece el nIADEL MAESTRO, Y en mc~morIa de MANUEL jOSEHURTADO.

19032. La Junta Provisional de Go-

bierno aprueba el TratadoHay-Bunau Varila.

19083. El Presidente Amador Gue-

rrero promulga la ley 42 de

172

1908 que crea la ORQlJES-T A SINFONICA NACIO-NAL.

18593. N atalicio de Angel María

Berrera, ilustre educador pe-nonomeño.

19234. Es inaugurado el monumen-

to a los franceses, zapadorcs

de la construcción del Canal

In teroccánico.

18545. Tras violento combate, heri-

do en la lucha, fallece en laciudad de Bogota, TomásIIerrera, héroe epÓnimo dela patria.

19145. El Presidente Porras promul-

ga la ley que crea la Lotería

Nacional de Beneficencia de

Panamá.

18956. N atalieio del Dr. Rafael Es-

tevez apóstol de la medicinapopular.

19046. El Dr. Manuel Amador Gue-

rrero suscribe el Convenio

Monetario entre Panamá yLos Estados Unidos.

19077. El Presidente Amador Gue-

rrero y su señora María Ossa

de Amador, bautizan con elnombre de Manuel Amadora un hijo del sahila Charles

Rohinson de la Comarca de

San BIas, iniciando así latradición cuna de adoptarnombres castellanos para sushijos.

18558. Natalicio de Nicanor Vila-

láz, artista que diseñÓ el Es-cudo Nacional de Panamá.

18588. Natalicio de Víctor Dubarry,

y quien ocupara el cargo deprimer Bibliotecario (Direc-tor) de la Biblioteca Co~lón (Antecesora de la Biblio-teca Nacional de Panamá).

18918. Natalicio de juan Rivera Re"

yes, defensor de la nacionali-dad, e investigador de la His-toria Patria.

19248. Se promulga el Decreto

No. 25 de 1924 que estable-ce el Día de la Madre.

15789. Manuel de Hurtado es desig-

nado Tesorero Real para or-ganizar una Casa de la Mo-neda en Tierra Firme.

19478. El Presidente Enrique A. ji-

ménez promulga la ley 72de 1947 que crea la ZONAUBRE DE COLON.

1890lO. Se suscribe el Contrato Sal-

gar-Wyse que autoriza a losfranceses para que constru-yan el Canal de Panamá.

1970io. La Caja de Ahorros establece

una Sucursal en la ciudad

Universitaria (Universidad

Nacional de Panamá).190311. La Vila de Los Santos es

designada cabecera de laProvincia de Los Santos.

184612. Se suscribe el Tratado Ma-

llarino- Bidlack que otorga alos Estados Unidos el dere-cho a garantizar la paz inter-na del Istmo.

194712. Los estudiantes panameños

protestan por las pretensio~

nes del Convenio Filós Hi-nes, que prorroga el período

de ocupación de bases mili-tares norteamericanas ennuestro país.

189813. Natalicio de Alfredo de St.

Malo, destacado violinista deAmérica.

188614. Natalicio de Pancho Arias

(Francisco Arias Paredes) se-ñalado como "El Caballerode la Política".

191214. El Presidente Porras crea los

Archivos Nacionales.187814. Natalicio de José Agustín

Arango Chiari, banquero, di-plomático, y a quien seseñala como el precursor dela administración científicaen la empresa pública.

192315. Ricardo j. Alfaro, Ministro

en Washington, remite unanota diplomática al Presi-dente Porras indicándole que

CHARLES HUGHES MECONTESTO QUE NO CREEPOSIBLE QUE LOS ESTA-DOS UNIDOS CONVEN-GAN EN UN ARREGLOQUE ELIMINE EL TRATA-DO DEL CANAL DE PA-NAMA.

173

196915. Ornar Torrijo Herrera es re-

cibido en el Aereopucrto deDavid. El Mayor Manuel An-tonio Noriega, arenga a latropa de la 5a. Zona Militarpara enfrentar el contragolpe

castrense que ha pretendidodesplazar del podcr a loslíderes de la Revolución deoctubre.

193916. Fallece juan Demóstenes

Arosemena, Presidente de laRepública dcl 1936 al 1939.

191217. El Presidente Porras promul-

ga la ley 44 de i 912 quecrea el REGISTRO PUBLI-CO CIVIL Y EL DE LAPROPIEDAD.

196217. La Caja de Ahorros establece

una Sucursal en la Concep-

ción (Chiriquí).

189918. Natalicio del poeta Moisés

Castilo.183618. Colombia iza el pabellón na-

cional en Bocas del Toro,para reafirmar nuestra sobe-

ranía en este territorio, enlitigio con la República deCosta Rica.

191219. Fallece el General Domingo

Díaz, uno de los dirigentesde la Guerra Civil de los MilDías.

190320. Es bautizada la bandera na-

cionaL.

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180021. N a talicio de Tomás Miró

Rubini, educador, poeta yperiodista.

180421. Natalicio de Tomás Berrera,

héroe epÓnimo de la patria.183722. justo Arosemena obtiene su

título de Doctor en Ciencias

Políticas y Economía Políti-ca. (Universidad del Magada-

lena) .194322. Natalicio de ASCANIO

AROSEMENA, héroe nacio-nal, muerto en defensa de lapatria en enero de 1964 a los21 años de edad.

196223. Fallece Harmodio Arias. Ex-

Presidente de la República.

189824. Natalicio de Humberto Yval-

di, destacado artista nacio-naL.

193624. La Asamblea Nacional

aprueba el Tratado Arias-Roosevelt.

192225. Fallece Ernesto Tisdel Lefe-

vre, Presidente de la Repú-

blica en el período1919 -1920, y distinguidopor su actitud de permanen-

te defensa de la patria (a los46 años).

184826. Arriba al Puerto del Chagres,

El FALCON, primera embar-cación de vapor que llega anuestro territorio.

190327. Se llevan a cabo las primeras

elecciones nacionales, para

elegir a los Constituyentes

dela República.

188928. Fallece j osé de Obaldía, Ex-

Presidente de la República

de Colombia y uno de losmás ilustres panameños delsiglo xix.

185529. Natalicio de Tomás Arias,

prócer del movimiento sepa-ratista de 1903.

191330. Fundación de la Nueva Gor-

gana, como primera pobla-ción turística panameña.

196129. El Presidente Roberto F.

Chiari promulga la ley 98 de

1961, que crea el Institutode Acucductos y Alcantari-llados Nacionales.

192530. Se funda la Academia Pana-

meña de la Lengua.

187931. Arriba a la ciudad de Pana-

má Don Fernando deLesseps, para dar inicio a lamaga obra de construccióndel Canal Interoceánico.

188931. Natalicio de Alberto Gali-

many, compositor, músico,educador, y Ex-Director dela Banda Republicana de Pa-

namá.

193631. Natalicio del poeta Aristides

Martínez Ortega.

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