para quÉ sirve la interventorÍa en colombia (ensayo)
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¿PARA QUÉ SIRVE LA INTERVENTORÍA EN COLOMBIA? Ensayo: William Ospino Díaz Granados
Universidad Santo Tomas
Bogotá
Introducción
La contratación pública en Colombia, es uno de los motores económicos principales para
el crecimiento de la riqueza interna, debido a que el Estado ejerce una complicada labor
administrativa, le resulta costoso y difícil desarrollar y construir sus propias obras de
infraestructura, por lo que recurre al uso de contratistas que hagan las obras por ellos,
pero esa misma deficiencia para construir sus propias obras, genera falencias en el control
de dichos contratos, entonces recurre a otra figura en este caso en forma de consultoría,
que le ayude a coordinar, controlar, supervisar y verificar los contratos, esta figura la
llamamos actualmente Interventoría.
Se ha revisado la información bibliográfica al respecto a las funciones del interventor y de
cómo debería ejercer sus funciones, y se han encontrado discrepancias entre los esperado
y lo que realmente sucede, esta situación nos ha llevado a tener que evaluar el presente y
futuro de esta figura en la contratación pública colombiana, mediante la pregunta de
investigación ¿Para qué sirve la Interventoría en Colombia?
La Interventoría en Colombia
En Colombia se menciona por primera vez Interventoría en el Decreto 1050 del 55, en el
artículo 273, y evoluciona hasta estructura un concepto en el Decreto 150 del 76,
asignándole funciones (verificar la ejecución y cumplimiento de los trabajos y actividades
del contratista) y competencias (Ingeniero o Arquitecto matriculado, con mínimo 3 años
de experiencia) en su artículo 96.
A partir de ahí el concepto se ha ido refinando, hasta quedar consignado en la actual Ley
1150 del 2007, en donde se ha incluido la pertinencia del control y vigilancia paralelas del
contratante junto con la Interventoría.
Pero la existencia de la figura de la Interventoría no garantiza ni asegura la calidad de las
obras, por lo que prematuramente podríamos decir que el concepto ha fracasado. Son
numerosos los casos en el País de irregularidades en los contratos, en donde se ha
demostrado la ineficacia e ineficiencia de la Interventoría, en el Artículo de Juan Manuel
González y Leonardo Barón, ¿PARA QUÉ SIRVE LA INTERVENTORÍA DE LAS OBRAS
PÚBLICAS EN COLOMBIA?, 2011, se mencionan algunos de ellos, y además se detallan las
causas de dichos fallos, los cuales se engloban en Falta de presencia en las obras,
“cooperación con los contratistas” lo que los vuelve muy permisivos, y falta de respaldo
por parte del contratante debido a los “agujeros” en los contratos.
La Interventoría debe estar presente desde la planeación del contrato de esa forma, se
puede garantizar una participación activa de esta en las decisiones de importancia en el
contrato, se ha comprobado que en la mayoría de los casos el contrato de Interventoría
suele entrar en vigencia al tiempo de haber empezado las obras, esta situación converge
en que para ese momento hay temas que ya se han discutido y que suelen entorpecer la
labor del interventor, adicional a esto, los contratos de Interventoría no se alargan al igual
que los contratos de obras, y el ente interventor toma la decisión de redistribuir su tiempo
y recursos en el nuevo plazo sacrificando su calidad y presencia en el control, lo que
genera una Interventoría más permisiva.
Y así como lo mencionan González y Barón en su artículo, la repetición de estos hechos
hace pensar que las entidades estatales no toman en serio la figura de la Interventoría. En
este mismo artículo mencionan la elaboración de un juego en forma de diagrama de árbol
para decisiones en el cual compran el desempeño del contratista, con la Interventoría, y la
decisión del Estado en recibir o no la obra, para observar las ganancias de las partes en un
contrato, y concluyen que el punto de equilibrio se obtiene cuando el contratista se
comporta excelente, la Interventoría no es exigente y el Estado recibe la obra, pero a ver
todos los resultado observamos que en todas las situaciones la Interventoría siempre
obtiene ganancias, con lo que podemos concluir prematuramente que la falta de
compromiso, y responsabilidad contractual de la Interventoría para con la obra, le
favorece. Quizá es por eso que la solución a corto plazo que proponen González y Barón
en su artículo sugiere una responsabilidad solidaria de la Interventoría para con las obras
junto a los contratistas, generando compromiso con la calidad de las obras, pero así
mismo, aumentando el sentimiento de “cooperación” entre estas partes.
¿Funciona la Interventoría?
“La Interventoría se define como el conjunto de funciones desempeñadas por una persona
natural o jurídica, para controlar, seguir y apoyar el desarrollo de un contrato; asegurar su
correcta ejecución y cumplimiento, dentro de los términos establecidos en las normas
vigentes sobre la materia y en las clausulas estipuladas por el contrato”. (Ingeniero Carlos
Mario Castro)1
1 http://elknol.wordpress.com/article/interventoria-de-obras-funciones-y-1i29ptfum49sf-40/
Partiendo del anterior concepto de Interventoría, podíamos estar hablando de un
“Policía” en las obras, contratado por el Estado. Todos los conceptos de Interventoría,
engloban más o menos el mismo significado, unos más completos que otros, al agregar
competencias, responsabilidades, funciones, etc. Pero si quisiéramos hacer una relación
entre lo que es la Interventoría y lo que queremos de ella, vemos que hay una brecha
desde la misma concepción del significado de la figura.
Hablemos de otro concepto interesante; Aseguramiento de la Calidad “Conjunto de
acciones planificadas y sistemáticas, implementadas en el Sistema de Calidad, que son
necesarias para proporcionar la confianza adecuada de que un producto satisfará los
requisitos dados sobre la calidad” (ISO 9000).
Desde su definición, la palabra "asegurar" implica afianzar algo, garantizar el
cumplimiento de una obligación, transmitir confianza a alguien, afirmar, prometer,
comprobar la certeza de algo, cerciorar; de acuerdo con esto, a través del aseguramiento,
la organización intenta transmitir la confianza, afirma su compromiso con la calidad a fin
de dar el respaldo necesario a sus productos y/o servicios.
Si quisiéramos que la Interventoría hiciera lo que nosotros necesitamos, tendríamos que
relacionarlo más con el concepto de aseguramiento de la calidad, y es ahí donde aparecen
las diferencias, primero el concepto de aseguramiento de la calidad implica generar
confianza en el resultado, en cambio el concepto de Interventoría implica hacer
seguimiento durante el proceso, son dos conceptos totalmente diferentes, puesto que
cuando hay confianza en los procesos no hay porque tener que hacerles seguimiento, esto
es solo posible gracias a dos factores, la experiencia y la planeación.
La experiencia genera el suficiente conocimiento como plantear todas las posibles
situaciones que se podrían presentar durante un proceso, y las posibles soluciones que
podríamos implementar en dichas adversidades, además de las respuestas de dichas
soluciones, y la planeación nos permite cuantificar los recursos, tiempo y energías
necesarias para implementar dichas soluciones en los problemas, con estos dos
herramientas a nuestro favor, sencillamente dejaríamos de “apagar incendios” y nos
centraríamos en generar calidad.
Pero para hacer posible esto tendríamos que contar en realidad estatal de las
contrataciones, con dos situaciones, una es, contratos completos y la otra es,
Interventoría desde las etapas de planeación, incluso diseño. Pero esto implica dinero,
más dinero del que el estado siempre a presupuestado para sus procesos de contratación,
y para los contratos de Interventoría, entonces pensar en esto siempre abre un debate
que termina hundiendo cualquier iniciativa de este tipo.
Pero si nos ponemos a comprar esa inversión, con los sobrecostos generados en los
contratos de construcción, debido a fallos en los controles de la Interventoría, que
termina generando plazos mayores, valores adicionales al contrato que van del 50% a más
del doble, vencimiento de pólizas, materiales de menor calidad, entre otros, esa inversión
se convierte en un valor irrisorio.
El otro problema que tenemos es cultural, los colombianos están acostumbrados a ser
oportunistas, y una Interventoría involucrada desde las edades tempranas de un proyecto,
podría convertirse en un dolor de cabeza para la construcción de la obra, puesto que su
autoridad podrá obstaculizar la creatividad del contratista, y tendríamos proyectos
estancados.
Conclusiones y Recomendaciones
En Colombia, la Interventoría es otro contratista mas, y como tal, requiere de un contrato
completo, que necesita ser controlado y supervisado, pero curiosamente no requiere de
interventor, por consiguiente es un contrato basado en la confianza.
La corrupción estatal no es ajena a la Interventoría, es por eso que se crean relaciones de
cooperativismo entre esta y los contratistas, lo que termina en prejuicio de los intereses
estatales.
La Interventoría en Colombia no hace lo que se necesita porque se le contrata por la
razones equivocadas, cuando se utiliza la figura de la Interventoría se hace pensando en
asegurar la calidad de la obra, pero se contrata bajo en concepto de vigilar y supervisar las
actividades del contratista, el cual ya inicialmente se le ha contratado para que haga la
obra bien, no es como contratar a 2 personas para hacer el mismo trabajo.
La falta de autoridad del Estado en los contratos que celebra con los contratistas aporta la
precario desempeño de una Interventoría, puesto que este no encuentra respaldo en el
Estado, y termina tomando decisiones equivocadas que acrecientan el problema, como
negociar con el contratista.
Es recomendable que la Interventoría como existe deje de usarse, y se modifique por un
apoyo coordinado entre las partes, el cual aparezca desde edades tempranas del
proyecto, de esta forma se garantiza su compromiso con la obra, además al ser un apoyo
coordinado, no poseerá autoridad obstaculizante frente a la creatividad del contratista.
El Estado debería cambiar de posición frente a la contratación pública y generar un
modelo de licitación que no esté basado en el precio y si en la calidad, si es que desea
tener obras con calidad, y no baratas.
Bibliografía
GORBANEFF, Yuri, GONZÁLEZ, Juan, BARÓN, Leonardo, ¿Para qué sirve la Interventoría de
Obras Públicas en Colombia?, Revista de Economía Institucional Vol. 13, No. 24,
Universidad Javeriana, Bogotá 2011.
NORMA TECNICA COLOMBIANA, ISO 9000, ICONTEC, 2002.
REPUBLICA DE COLOMBIA, Manual de Interventoría INVIAS, Instituto Nacional de Vías,
Ministerio de Transporte, 2013.
Pagina Web:
http://elknol.wordpress.com/article/interventoria-de-obras-funciones-y-1i29ptfum49sf-40/