papel en blanco
DESCRIPTION
Papel en blanco es un artículo incluído en el Blog de www.jesusbenitez.comTRANSCRIPT
1 www.jesusbenitez.com
Papel en blanco… Por Jesús Benítez
2 www.jesusbenitez.com
3 www.jesusbenitez.com
Papel en blanco Por Jesús Benítez
Una hoja de papel en blanco, encierra el misterio de quien la observa y va a usarla con el fin de mancharla, normalmente, de color negro. Son muchos y variopintos los llamados a incrementar la tala de árboles para dejar su huella escrita sobre celulosa: un asesino a sueldo, apenas utilizará el espacio mínimo que ocupe su compensación por un trabajo sucio, escribirá en ella con guantes de látex, incorporando sólo cifras sin argumento: matar, no precisa detalles específicos.
Los enamorados, junto con notarios, abogados y novelistas, entre otros, padecen una tendencia adictiva a los papeles blancos, no pueden vivir sin ellos, necesitan exteriorizar lo que revolotea por sus cabezas, con todo lujo de detalles, buscando el fin que justifique los medios, cada cual en su delirio particular, ávidos de conseguir un objetivo. Todos ellos, tienen en común, la necesidad y el deber de dar fe, de convencer a quienes les leen y ser detallistas. Para los atraídos por Cupido, las musas y Adonis generan lluvia de palabras sobre papel en blanco, con una fiebre de metáforas inagotable; sus textos se contagian con el poderoso influjo del deseo, de versos melancólicos, prosopopeyas de adoración y adjetivos grandilocuentes, imitando al polen que persigue fecundar. Los hombres de leyes y materias jurídicas o penales, buscan recovecos para que una simple hoja de papel blanco y su contenido, tengan la trascendencia suficiente para exculpar a un inocente y sancionar al que delinque, o viceversa, nunca se sabe.
4 www.jesusbenitez.com
La descarga emocional más liberadora es, para los poetas, un trozo de papel en blanco que recoja fielmente el universo que les hace rimar o martiriza. Cuando un pintor se enfrenta a un lienzo en blanco, las imágenes, formas, colores y texturas, comienzan a proyectarse en el cerebro, cobran vida en sus manos y afloran con pinceladas policromáticas de realismo, sueños abstractos o pesadillas de corte impresionista. Menos sugerente resulta el producto que un contable ofrece al rellenar papeles blancos, refleja en ellos evidencias matemáticas, estadísticas, sumas y saldos, pérdidas o ganancias, que tendrán después sus consecuencias.
Cuando un suicida asume que ha llegado su última hora, puede optar por rebatir la percepción social de que son cobardes ante la vida y valientes ante la muerte. Si escoge anular esa estigmatización y justifica su dramática decisión en un papel en blanco, tendrá la oportunidad de aclarar la razón de su trágica huida, eliminando en parte la incomprensión de aquellos que deja con los pies en la tierra. En caso de preferir el silencio y marcharse sin una despedida manuscrita, dará pie a ríos de tinta con interpretaciones sensacionalistas para algún periodista de sucesos. Éste podrá paliar así su faceta como escritor frustrado, contentando también a morbosos y cotillas.
5 www.jesusbenitez.com
Los testamentos son hojas de papel blanco, con tintes negros, de culto pretencioso, lacrimógeno e interesado; están impregnados de adioses materialistas y reciprocidad, son como una biografía económica condescendiente, una obra póstuma para que tu recuerdo permanezca más allá de las exequias, en un inventario de pertenencias.
Aparentemente vacía, huérfana de sentido, ansiando la fertilidad, una hoja de papel en blanco puede cambiar el rumbo de nuestras vidas, o justificar que hemos pasado por ella desapercibidos, sin llenar ni una sola línea…
© Jesús Benítez – junio de 2011
6 www.jesusbenitez.com
Posdata:
ALGO ES ALGO…
Me encuentro aquí divagando el por qué cuando escribo nace un verso incompleto. Me cuestiono cómo manifestar los pensamientos y emociones que describen mis mejores momentos. Indago para descubrir de dónde saldrá la fuerza que llene este papel con expresiones alegóricas, de mi situación real, actual. Desearía definir y elogiar con palabras un momento sublime, aunque aún no se haya producido en mi vida. Me encantaría que mis versos apuñalen horas muertas, expresando sentimientos y anhelos. Quisiera conocer la fórmula para que nazcan flores de retoños carcomidos en ceremoniales ridículos. También me apetecería lograr que lo escrito se haga canción y la música una estrofa de mis latidos. Desearía saber que mis sonetos se hacen con palabras en bocas de otros que las aprecian. Ahora, finalmente, logro percibir que algo he conseguido, simplemente escribiéndolo. © Jesús Benítez
Prohibido publicar o el uso de estos contenidos, inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual, sin el previo permiso del autor: www.jesusbenitez.com