- Extra Gesso imprimación acrílica.- Taco de lija de grano medio.- Rodillo flocado 11cm.- Rodillo antigota 11cm.- Paletina doble n. 18.- Paletina doble n. 24.- Brocha redonda de cerdas largas.- Blanco mate.- Azul cobalto y ultramar.- Siena natural.- Ocre.- Sombra tostada.- Retardante y médium acrílico.

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Aunque el celaje de nuestros belenes es uno más de los elementos que lo componen, a menudo apenas le prestamos atención. A priori puede parecer un aspecto, a nivel técnico, demasiado complejo, que se nos antoja tarea de pintores profesionales. También pueden surgir inconvenientes logísticos, sobre todo en belenes de gran formato, o en aquellos casos donde su lugar de exposición, no coincide con el lugar de trabajo. Sin embargo, con un poco de voluntad y cierto interés, el trabajo y las horas invertidas en la creación de un belén, pueden verse realzadas con algunos sencillos gestos en el celaje.

El belén en sí, está supeditado al cielo y a la luz que le queramos dar. El celaje es necesario, imprescindible, puesto que nos obliga a tener un fondo y delimita el valor de lo que tenemos delante, de los diferentes planos construidos y por tanto, de la escena protagonista.

No hace falta trabajar en impresionantes cielos, más propios de la obra de grandes pintores, que de belenes. El celaje debe realzar, nunca eclipsar o distraer la atención del observador de nuestro belén. Una vez tengamos claro el momento del día en que queremos ambientar nuestra escena, podemos atender a la pintura del celaje. Bastará para obtener un buen resultado, seguir algunos consejos:

Debemos, por encima de todo, perder el miedo a equivocarnos. Saber mirar y saber parar. Entornando la vista, entrecerrando los ojos, apreciaremos mejor las formas, los volúmenes, degradados y claroscuros. Conviene alejarse del celaje continuamente, para tener una visión de conjunto y otro punto de vista. Y por supuesto, saber parar. No sólo para respetar los tiempos de secado, sino para despejarnos. Si no nos gusta el resultado, soltemos las pinceles y esperemos, paremos el trabajo hasta otro momento.

Además, si no nos convence, siempre podemos volver a dar la capa de pintura que utilicemos habitualmente en nuestros belenes, pero al menos, lo habremos intentado.

Y ahora, pasa página, e inténtalo.

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do

Cuadernillo práctico de pastorcicosPaso a paso

2O14

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del Belén al cielo:pintura de celajes

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Limpiamos el tablex (o el soporte que sea) con un cepillo para quitar el polvo y la suciedad.

Preparamos una mezcla de la imprimación (80%) con agua (20%); removemos y damos una primera mano con brocha gorda, cruzando continuamente los brochazos. Uniformizamos esta primera capa con el rodillo antigoteo, terminando de extender bien la imprimación.

Jugamos con añadidos y retirados de material (es decir, de pintura) y con los claros/oscuros de los ocres y la siena natural a modo de veladuras.

Para retirar material podemos jugar con la esponja, el rodillo, rotando las paletinas...

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Una vez seca (un mínimo de dos horas después), lijaremos antes de aplicar una segunda capa más gruesa que la anterior; aunque todo depende del interés de cada uno. Si el tablero que utilizamos es viejo o lo estamos reutilizando, conviene emplastecerlo para eliminar imperfecciones.

Recuerda: El secado es relativamente rápido, alrededor de 2 horas.

TRUCO 1: En grandes cielos, es conveniente dar una capa de imprimación en ambos lados del soporte, para que no se combe por la humedad en uno solo de sus lados; el otro lado, húmedo también, contrarrestaría dicha tensión.

TRUCO 2: Tras lijar una superficie, la comprobación del resultado ha de hacerse con la contraria a la que se haya lijado. Además, si la palma de la mano y las yemas de los dedos reconocen cualquier rugosidad, el anverso de la mano es idóneo para detectar la humedad.

TRUCO 3: el gesso es una imprimación que sustituye a las harinas, hieles, almidones que se utilizaban antiguamente para el mismo trabajo.

TRUCO: Cuando vemos que no nos sale, no nos gusta, hay que parar. Esperar un rato, un día, tal vez dos… Sin prisas, disfrutándolo, hasta estar satisfechos con el resultado. Hay días que no salen las cosas por mucho que nos empeñemos…

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Echamos un poco de agua en un frasco, humedecemos la brocha y quitamos el exceso de agua.

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TRUCO 06: Para aligerar la pintura, si la echamos con un palo o una brocha dentro del recipiente con agua, conseguiremos que no salpique por la diferencia de densidad entre agua y pintura.

Componemos con pasteles o tizas de colores un paisaje, lo que sería la línea del horizonte de nuestro belén.

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Al tarro o bote que tenemos con agua, añadimos un retardador de secado (en este caso, nº 50 Titán acrílico) y un médium, también acrílico, que mantiene el aglutinante de la pintura y nos ayudará en las veladuras. De este modo, conseguimos más tiempo de ejecución, muy útil sobre todo si son cielos grandes...

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TRUCO 07: Hay médiums brillantes y mates y hay tanto para acrílico como para óleos…

En una cubeta u otro recipiente echamos pintura blanca y al lado pero sin mezclarse, un poco de azul ultramar. Con la paletina o brocha húmeda, mezclamos un poco de ambos colores, y manchamos el celaje de arriba hacia abajo, de más a menos azul en sentido vertical. La zona más baja, cercana a la línea del horizonte, más blancuzca, aumentando la intensidad del azul hacia arriba. Siempre muy líquida la mezcla, con la paletina pequeña, en pasadas desordenadas y diferentes direcciones. Pasando después el rodillo flocado (tipo gomaespuma) también en diferentes direcciones, cruzadas, muy despacio y sin apretar.

La paletina grande la usaremos para los últimos dibujos que hagamos a los cielos; dar luces y sombras a las nubes para conseguir volumen en éstas.

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TRUCO 09:Es recomendable trabajar con los ojos entornados; así vislumbramos las formas que estamos componiendo, que no detallando aún.

TRUCO 08: Si existe mucho paisaje, el cielo suele ser mucho más uniforme.

Para dar volumen a las nubes utilizaremos la paletina grande; pero el canto, las puntas de las cerdas.

Con una mezcla de blanco y siena natural diluida, resbalamos por las zonas que consideremos necesarias. Para dar volumen a la zona central de la nube, ha de quedar más oscura que sus extremos, iluminados por el sol.

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03El lijado se realiza con taco de grano medio y en círculos, suavemente, sin apretar demasiado y sin prisa. El polvillo que se suelta conviene limpiarlo con una brocha seca, nunca con la mano.

04 El tono del cielo, como es obvio, ha de estar acorde con el momento del día que se ha decidido para el diorama.

Para cielos de mañana utilizamos el azul cobalto, el más puro de todos.Para cielos de mediodía el azul ultramar (lleva ya un poco de rojo)Para cielos de tarde, valdría cualquiera de los anteriores ya que es necesario con veladuras añadir otros tonos con turquesas, sienas, sombras,…

Degradar, de arriba abajo, el tono de nuestro cielo, para imitar la bóveda celeste. La franja situada inmediatamente detrás de nuestro último plano ha de ser casi blancuzca, para ir ganando el azul en intensidad hacia la parte superior. Solo con ello, en una operación rápida y sencilla, sin necesidad de nubes siquiera, aumentaremos la sensación de profundidad y lejanía. Del mismo modo trabajaremos con amarillos/anaranjados al atardecer y rosáceos al amanecer.

Al “atrevernos” con las nubes, debemos reforzar la sensación de lejanía, con volúmenes más definidos y mayor tamaño en los laterales de nuestro celaje, más próximos al espectador. Por contra, a medida que se alejen hacia el centro del celaje, los volúmenes deben ser mucho más difusos, dándoles cierta inclinación hacia el centro acercándolas a la línea del horizonte.

Siempre habrá que trabajar fundiendo tonos entre sí, en continuos degradados, de ahí la necesidad de emplear retardantes de secado, que nos permitan trabajar sin prisa. Para ello, resulta muy sencillo seguir la norma de aplicar, añadir pintura al celaje con una brocha o paletina, y extenderla y retirar el sobrante con esponja o rodillo flocado, del tipo “gomaespuma”.

Habrá que jugar también con la densidad de la propia pintura, más espesa en ocasiones, muy aligerada con agua en otras.

TRUCO 4: Hay que limpiar no sólo el tablero, sino los alrededores del mismo, puesto que corrientes inesperadas mientras pintamos pueden llenarnos de polvo el celaje.

Las brochas, bien aclaradas en agua se deben secar dando giros entre ambas manos a la vez, (como un perro sacudiéndose).

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TRUCO 05:¡Ignora el negro! El negro mancha, ensucia. Para hacer grises, utiliza sombra tostada y azul ultramar, lógicamente mezclados con blanco. Si quieres un gris más oscuro y frío añade azul; si por el contrario necesitamos un gris mas cálido, añade sombra tostada. Nunca ocres, pues el gris se volvería verdoso.

Durante el amanecer, la luz está en la parte superior de la bóveda celeste e iluminaría las partes altas de las nubes; las zonas bajas estarían más oscuras que el propio centro de las mismas. En cambio, al atardecer, con el sol bajo, ocurre lo contrario.

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TRUCO 10: El cielo del amanecer, atardecer y mediodía es el más tranquilo (en cuanto a viento se refiere) y por tanto las nubes son mas estáticas, agrupadas, volumétricas…