PAN DE VIDA

S E S I Ó N I V PA RT E I I

ORACIÓNSeñor, Dios nuestro, que has concedido a tu pueblo la

protección maternal de la siempre Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, permanecer siempre firmes en la fe y servir con sincero amor a

nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y

es Dios, por los siglos de los siglos.Amén

LITURGIA• Significa originalmente “Obra Pública” o “Servicio en

el nombre del pueblo”.• En la tradición cristiana significa “La Participación del

Pueblo de Dios en la Obra de Dios”.•A través de la liturgia de Cristo, nuestro Redentor y

sumo Sacerdote, continua el trabajo de redención en, con y a través de su Iglesia.

EUCARISTÍA•Griego Eucharistein y Eulogien•Es una acción de Gracias a Dios•Recuerdan las bendiciones judías que proclaman, especialmente durante los alimentos, las obras de Dios: Creación, Redención y Santificación.

OBLACIÓN• Latín Oblatio, que significa Ofrenda.• Las Ofrendas del Pan y el Vino en la consagración

durante la Misa expresadas por la procesión de los fieles y las oraciones del sacerdote en el Ofertorio.•Otras Ofrendas presentadas por la gente durante la

Misa, ya sea simbólicamente en ocasiones especiales o actualmente cuando las ofrendas son ofrecidas para el uso del clérigo.• Sacrificio es el ofrecimiento de una ofrenda con el

objeto de conseguir un determinado fin.

LA MISA Y LA OBLACIÓN•CIC 1366La Eucaristía es, pues, un sacrificioporque representa (= hace presente) el sacrificio de la cruz, porque es su memorial y aplica su fruto.

LA MISA Y LA OBLACIÓN•Re-­presentaciónCristo está realmente presente en su humanidad, en el cielo y en el altar, Él es capaz hoy, como lo fue en el Viernes Santo, de ofrecerse al Padre. No puede morir de nuevo porque tiene un cuerpo glorificado pero la esencia de su oblación permanece por igual.En la cruz murió de una manera sangrienta, en el altar es ofrecido de una manera no sangrienta.

LA MISA Y LA OBLACIÓN•MemorialEl memorial no es solamente el recuerdo de los acontecimientos del pasado, sino la proclamación de las maravillas que Dios ha realizado en favor de los hombres. Cuando la Iglesia celebra la Eucaristía, hace memoria de la Pascua de Cristo y ésta se hace presente: el sacrificio que Cristo ofreció de una vez para siempre en la cruz, permanece siempre actual.

LA MISA Y LA OBLACIÓN•Aplica su frutoCristo ganó en la cruz todas las gracias necesarias para la salvación y la santificación de todo el mundo. Estas bendiciones son conferidas gradualmente y continuamente desde el Calvario y principalmente a través de la Misa.

LA MISA Y LA OBLACIÓN«(Cristo), nuestro Dios y Señor [...] se ofreció a Dios Padre [...] una vez por todas, muriendo como intercesor sobre el altar de la cruz, a fin de realizar para ellos (los hombres) la redención eterna. Sin embargo, como su muerte no debía poner fin a su sacerdocio (Hb 7,24.27), en la última Cena, "la noche en que fue entregado" (1 Co 11,23), quiso dejar a la Iglesia, su esposa amada, un sacrificio visible (como lo reclama la naturaleza humana) [...] donde se representara el sacrificio sangriento que iba a realizarse una única vez en la cruz, cuya memoria se perpetuara hasta el fin de los siglos (1 Co 11,23) y cuya virtud saludable se aplicara a la remisión de los pecados que cometemos cada día.

LA MISA Y LA OBLACIÓN•CIC 1382

La misa es, a la vez e inseparablemente, el memorial sacrificial en que se perpetúa el sacrificio de la cruz, y el banquete sagrado de la comunión en el Cuerpo y la Sangre del Señor.

LA MISA Y LA OBLACIÓN1. El Pan (Ofertorio)2. El Vino (Ofertorio)3. El Cuerpo de Cristo (Consagración)4. La Sangre de Cristo (Consagración)5. El Cuerpo, la Sangre de Cristo y Nosotros unidos con Él

(Final de la plegaria Eucarística)6. El Cuerpo y la Sangre de Cristo (Cordero de Dios durante el

Rito de la Comunión)7. El Cuerpo de Cristo (Comunión durante el Rito de la

Comunión)

EL PANEl sacerdote se acerca al altar, toma la patena con el pan y manteniéndola un poco elevada sobre el altar dice la oración:“Bendito seas, Señor, Dios del universo por este PAN, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;; él será para nosotros PAN DE VIDA.”

EL VINOEl sacerdote echa vino y un poco de agua en el cáliz y dice en voz baja: “El agua unida al VINO sea signo de nuestra participación en la vida divina de quien ha querido compartir nuestra condición humana”.

Luego el sacerdote eleva un poco el cáliz y dice: “Bendito seas, Señor, Dios del universo por este VINO, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos;; él será para nosotros bebida de salvación”.

EL OFERTORIO¿Es el Pan y el Vino ofrendas agradables a Dios?¿Son ofrendas aceptables para redimirnos de nuestros pecados?“…mientras las oraciones y las invocaciones no hayan sido hechas, es simple pan y simple vino. Pero cuando las grandiosas oraciones han sido dichas, el pan se vuelve el Cuerpo y el vino se convierte en la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo…”

EL CUERPO DE CRISTOEl sacerdote presta ahora sus manos y su voz a Jesús y elevando el pan para que todos lo vean, dice:“…TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS”.

Mientras el sacerdote levanta la hostia, podemos decir lo que dijo Santo Tomás:“Señor Mío, Dios Mío”.

LA SANGRE DE CRISTOEl sacerdote eleva el cáliz para que todos lo vean y dice:“…TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MIA”.

Mientras el sacerdote levanta el cáliz, podemos decir:“Sangre de Cristo, embriágame, empápame”.

LA CONSAGRACIÓN¿Por qué hay dos Consagraciones?¿Por qué una separación de Cuerpo y Sangre?

Porque al separarse la sangre del cuerpo se está confirmando que hubo una muerte.

EL CUERPO, LA SANGRE Y NOSOTROSAl final de la plegaria Eucarística, el sacerdote eleva el Cuerpo y la Sangre de Cristo y dice:“Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos”.

Contestamos: “Amén”.

Se elevan el Cuerpo y la Sangre para ofrecerlos a Dios Padre. Se eleva al mismo Cristo víctima, su Cuerpo roto y su Sangre derramada. Al responder todos Amén estamos diciendo que sí, que nos sumamos nosotros al sacrificio de la Misa con nuestra entrega personal: es la palabra que más compromete a quien la dice.

EL CUERPO Y LA SANGRECORDERO DE DIOS

El sacerdote parte la Sagrada Hostia y deposita una pequeña parte en el cáliz y dice en voz baja:“El Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sean para nosotros alimento de vida eterna”.

Luego el sacerdote junto con la comunidad decimos: “Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la Paz”.

EL CUERPO Y LA SANGRECORDERO DE DIOS

¿Cómo difiere esta oblación en comparación con la consagración?En esta oblación el Cuerpo y la Sangre se vuelven a unir, es la Resurrección. En la Consagración están separados.

EL CUERPO Y LA SANGRECOMUNIÓN

El sacerdote cuando comulga, dice en voz baja:“El Cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna”.“La Sangre de Cristo me guarde para la vida eterna”.

Cuando comulgamos, el ministro de la Comunión nos dice:“El Cuerpo de Cristo” o “La Sangre de Cristo”.

Contestamos: “Amén”.

EL CUERPO Y LA SANGRECOMUNIÓN

¿Qué nos dice la Resurrección del Cuerpo de Cristo acerca del Sacrificio de Cristo?La Eucaristía es prenda de la gloria futura porque nos colma de toda gracia y bendición del cielo, nos fortalece en la peregrinación de nuestra vida terrena y nos hace desear la vida eterna, uniéndonos a Cristo, sentado a la derecha del Padre, a la Iglesia del cielo, a la Santísima Virgen y a todos los santos. «En la Eucaristía, nosotros partimos "un mismo pan que es remedio de inmortalidad, antídoto no para morir, sino para vivir en Jesucristo para siempre"» (San Ignacio de Antioquía).

ORACIÓNGracias, Señor, por la Eucaristía en la que ahora voy a participar. Gracias, Señor, porque en la última Cena

partiste el pan y repartiste el vino, para saciar nuestra hambre y nuestra sed. Gracias, Señor, porque en la

Eucaristía nos haces UNO contigo, nos unes a tu vida, en la medida en que estamos dispuestos a entregar la

nuestra. Gracias Señor porque todo el día puede ser una preparación para celebrar y compartir la Eucaristía.

Amén